Guías del más allá

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Maestro Rolland

Guías del Más Allá Para encontrar tu camino...

Kabash 1


Hacia el encuentro de mi Verdad... Mi Herencia En una de las pocas oportunidades que tuve, de una charla más o menos extensa con mi padre, me habló de que él se sentía ayudado por un ángel. Fue el día en que cumplí diez años y ese mismo día comenzó la Segunda Guerra Mundial 1. Yo sentía la tristeza, la gran preocupación, el miedo... Con inocencia le dije a mi padre por qué no pedía a ese ángel que parase la guerra. -No es suficiente un ángel solo -me contestó. Dios tendría que mandar a miles de ellos. -¿Y por qué no los manda? -No lo sé. Lo único que sé es que tengo sólo uno. -¿Cómo son los ángeles, papá? -No sé cómo serán otros, pero el mío sabe mucho sobre cómo curar. Hice más preguntas, mi curiosidad era muy grande, pero las respuestas fueron ambiguas. Hoy, después de tanto tiempo de haber conocido también ese ángel, comprendo que fue una de las herencias más importantes que recibí de mi padre. Se trata del espíritu del Sacerdote Médico del Sello Real Ka Ptah. Su nombre completo era Ka Ptah Hem Amón. ‘Hem Amón’ significa ‘Servidor del Dios Amón’ 2. La otra gran herencia que recibí fue mi Ka: Astenkeph. El espíritu que me acompaña desde que nací. Es un espíritu femenino. Una sacerdotisa que perteneció a los templos del Dios Atón 3 y toda mi vida me ha cuidado, me 13


de Niños. Casi no avanzaba, tenía grandes dudas sobre mi verdadera vocación y el camino a seguir... Hasta que un día tomé decisiones: dejé el teatro, donde ya estaba dirigiendo, abandoné el canto y me encerré a estudiar en serio. Encuentro Místico Muchas veces, cuando me sentaba a leer un libro, sentía la presencia de Astenkeph y hacía que no me daba cuenta. La ignoraba porque quería ser un judío como todos y sentirme ‘normal’. Mi situación económica iba de mal en peor, tenía que buscar una solución. También pensaba en formar una familia. Siempre me sentí huérfano y ansiaba tener una esposa, hijos y hasta suegros que me invitaran a su casa. En una palabra: ‘vivir en familia’, lo que me había hecho mucha falta. Conocí a mujeres, en su mayoría judías, pero cada vez que alguna aparecía en mi vida, sentía esa ‘voz’ que me seguía: “Ella no es, no es tu Destino, no te pertenece. Nunca serás feliz con ella”. Como yo no prestaba oídos a esa voz del Más Allá, siempre que una chica me parecía bonita y agradable, trataba de enamorarme. Pero los fracasos en ese plano también me siguieron, igual que la voz. No podía huir de esa realidad. Ella me decía las verdades de mi vida, aunque en ese momento no quisiera oírlas. Pensé que la solución a toda esa ‘persecución’ sería hablar con ella y pedirle que me dejara en paz para vivir mi vida como yo quería. Busqué una comunicación mística con mi Ka y le transmití lo que sentía. Pero la respuesta que tuve no fue la que esperaba. -“¿De qué vida me hablas? -me preguntó. ¿Yendo a bailes y buscando mujeres? ¿Una vida totalmente egoísta, pensando 25


sólo en ti? Lo único que te interesa es tu propio bienestar: comer bien, tener dónde dormir y una mujer. ¿Cuál es la vida que quieres hacer, en la que yo te molesto? ¿Dices que no te dejo ser judío? Nunca me opuse a eso. Si en algún momento estuve contra los judíos fue por ese Maestro ebrio que eligió tu padre para que te bautizara con el nombre Rolland17. Si no estoy a favor de la Kabalah es porque nosotros tenemos el KaBaEsh18 y el Duet19, que pertenecen a una sabiduría muy superior. Además, estoy segura de que la Kabalah nació de ella. Cuando los judíos salieron de Egipto, guiados por ‘Ozarsif’ (Moisés) se llevaron las esencias de todo lo que se enseñaba en nuestros templos. En esa época yo ya había muerto… Tu rebeldía es muy grande, pero no sólo conmigo, también contigo mismo. Vives en un conflicto permanente, sin saber qué rumbo tomar...” En el fondo sentí que Astenkeph tenía razón. Que ese Espíritu me quería de verdad y se preocupaba por el futuro que me esperaba. Percibí que era el único ser que tenía un sentimiento por mí, más allá de toda lógica. Después de una larga pausa, ella continuó hablando: -“En poco tiempo, te voy a presentar un Espíritu muy superior a mí. Tengo la seguridad de que con ella te entenderás mejor que conmigo. Su nombre es Nefrú, Suma Sacerdotisa de los Templos de Atón, gran idealista. Ella puede ser guía en tus consultas. Es una ‘Médica del Alma’, muy entendida en problemas de mujeres y conocedora de los secretos de cómo mantener la belleza y la juventud”. Acepté y esperé ansiosamente esa presencia. Ese nuevo Ka que iba a entrar en mi vida podría lograr que hubiera paz entre Astenkeph y yo, para que de una vez por todas, caminara como mi padre hubiera deseado.

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Primera comunicación con la Suma Sacerdotisa Nefrú Cuando llegó el día tan esperado, me vestí con mis mejores ropas y me puse mi toga negra20 que tenía bordada sobre el pecho una corona, simbolizando el Keter, la Sefirá21 mayor de la Kabalah. En una de las mangas estaba bordado el ‘Etz Ajaim’, el Árbol de la Vida y en la otra el ‘Lujot’, las Tablas del Decálogo, con las diez letras correspondientes a los mandamientos mosaicos. También quise usar mi ‘Iamulka’ (kipá) para tapar mi cabeza y no estar descubierto frente a Dios. Después pensé que estaba loco. Si no iba a encontrarme con ningún Rabí, ¡¿para qué todo eso?! El Espíritu de una sacerdotisa egipcia estaría muy lejos de todo mi ritual kabalístico. “No importa. Así soy y así me presento”. Llegó el momento y sentí claramente su presencia. Sabía que era una Suma Sacerdotisa, ¿en qué forma tendría que saludarla? Estaba seguro que Astenkeph me ayudaría. ¿Y si no hablaba español? ¿En qué idioma nos entenderíamos?... De pronto sentí la voz tan familiar de Astenkeph que me decía: -‘No te inclines. No hagas ninguna reverencia. Saluda en tu idioma y te ayudaré para que ella te comprenda y para que tú la sientas. Entonces la escuché: -“Rolland… En tiempo pequeño yo ya hablaré con usted. Todo lo que usted hable, pronto yo conoceré. Larga vida para usted. Su colaboradora Nefrú”… Pasó un largo tiempo. Todas las noches me concentraba en ese silencio que se necesita para sentir el Más Allá, pero no conseguía volver a comunicarme. Hasta llegué a pensar que la Suma Nefrú se había arrepentido o tal vez yo no lo merecía.

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Primera Comunicación con el Médico del Sello Real Ka Ptah La vida tiene diferentes momentos... Antes huía de la voz de mi Ka, ahora la buscaba con afán. Por fin una noche volví a sentir a Astenkeph. -“Ya veo que estás muy avanzado en la medicina. Te falta un solo ladrillo para terminar, por eso te presentaré al espíritu que caminará contigo como médico. Se llama Ka Ptah y fue del Sello Real. Médico personal del Faraón Akenatón y un gran conocedor de la vida y de la medicina. Aunque sus ideas estaban lejos del propio Faraón, era honesto y nunca ocultó su forma de pensar. Su medicina estaba fuera de toda disputa ideológica o religiosa. Como trató de mantenerse muy neutral, perdió muchos pacientes, ya que los creyentes en Amón pensaban que era atoniano y los seguidores del nuevo Dios Atón, creían que su fe estaba con Amón”. 22 Según el Gran Médico Ka Ptah, la fe debe ser privada y oculta, pero en verdad su simpatía no estaba con los revolucionarios, estaba con ‘Imen’, el Dios Oculto Amón. Cuando llegó el momento de conocerlo fue para mí un gran conflicto. Una infinidad de pensamientos invadían mi cabeza... ¿Por qué este Destino con los espíritus? Y ahora un Ka médico... ¿mi padre estaría de acuerdo? En esencia, lo que yo aspiraba era seguirlo. Esa era mi ley. Quería transformarla en mi norma de vida y que las generaciones que salieran de mí, la aplicaran del mismo modo. Los pensamientos también me llevaban a la realidad de mi vida cotidiana, que en el plano económico era un verdadero desastre. No sabía si tendría comida al día siguiente o dónde dormiría. ¡Cuántas veces levanté de la calle, un paquete con algunos cigarrillos que alguien había desechado! Eso para mí representaba una alegría tan grande como si hubiera encontrado 28


una fortuna. ¡Lo que es la pobreza! Y yo la vivía en todas sus formas. Pero creo que no hay nada en la vida, que por malo que sea no tenga un lado bueno que podamos descubrir. Haber conocido la pobreza me sirvió para en el futuro comprender a quien la vivía. Esa etapa de mi vida influyó sobre mi personalidad, me ayudó a no ser arrogante cuando sabía más que otro. Por el contrario, he sido modesto sinceramente y no por apariencias. Hay quienes lo hacen, queriendo mostrar que así se acercan al pueblo. Yo no tuve necesidad, yo era el pueblo. Era amigo del mozo del bar, del lustrador de zapatos, del mendigo. Era parte de todo ser que trataba con sacrificio de sobrevivir. Sufrí grandes conflictos por los abismos sociales de los que me tocaba ser protagonista. Muchas veces soñé que en el futuro sería un luchador contra todas las injusticias que la vida me presentaba a diario. Cuando lograba alejarme un poco de la realidad, me resultaba más fácil alcanzar momentos de mística. Los ayunos ayudaban mucho y cuando los hacía obligado por las circunstancias, ayudaban más aún. No recuerdo cuál habrá sido el ayuno de aquella noche en la que me encontré por primera vez con el Médico del Sello Real Ka Ptah. Recuerdo sí el momento en que sentí su presencia... ¡fue maravilloso! No sólo esa primera vez. Hoy, después de tantos años, sigo viviendo ese contacto como una experiencia fantástica, difícil de describir. En aquel primer encuentro sentí un intenso calor en todo mi cuerpo y luego mucho frío. Un gran nerviosismo me invadió y los latidos de mi corazón se transformaron en un tambor que retumbaba hasta en mis sienes. Al mismo tiempo me sentía muy feliz por ese encuentro y por tener al fin un Ka hombre, que comprendiera mejor mi vida, mis necesidades y mis aspiraciones. 29


Al principio de mi adolescencia había perdido a mi padre. Después esperaba que mi Maestro pudiera cubrir esa imagen que tanto necesitaba. Eso no sucedió en lo más mínimo. Siempre tuve hambre de tener a mi lado un ser paternal. Frente a mí, la llama de la vela mostraba distintas formas y en cada una de esas transformaciones yo esperaba una señal. De pronto escuché una voz cerca de la puerta. No pude identificarla ni entender lo que decía. Hubo un largo silencio y luego sentí como un gemido. Mis sentidos estaban en alerta tal que podría haber escuchado el caminar de una hormiga. Cuando logré relajarme un poco dentro de la espera, vi que la vela comenzaba a agitarse con mucha insistencia. En ese instante percibí que el espíritu estaba presente, frente a mí. Un sudor frío recorrió mi espalda al sentir su saludo en español: -“¡Larga vida y eternidad para su alma!”. Me extrañó que me hablara en castellano... Le saludé y le pregunté cómo había aprendido nuestro idioma. Hablaba con un lenguaje muy similar al de los otros Ka, sólo que le costaba más pronunciar las palabras y lo hacía de una forma muy pausada. -“Querido Rolland, usted ya fue mi paciente en varias de sus vidas. Ahora, en ésta, el Gran Arquitecto de los Destinos del Hombre, no me encarnó. Sin embargo en la muerte vivo una paz que me hace sentir muy feliz. Cuando uno está en la vida, no quiere que ella lo abandone y cuando estamos en la muerte, tampoco queremos que nos deje. Posiblemente tenemos miedo al vacío, a la nada. Aún cuando en la nada también existe el principio de la vida, pero no la continuidad como en la reencarnación. Hace muchos años que lo sigo. Lo he sentido y escuchado igual que antes lo hice con su padre. Por eso aprendí también su idioma, esperando el momento de ayudarlo y también de ayudar a la gente que en un futuro buscará su orientación. 30


Sé que para usted es importante este encuentro, pero para mí lo es mucho más. Es también encontrar vida y cumplir mi misión dentro de la muerte. Gracias al espíritu de Astenkeph que es su verdadero Ka. Y que lucha para que usted se encuentre en esta vida y que no la pierda... Que no se le escape la liebre23 de sus manos... Que pueda llegar a la sexta edad24 donde se madura y que desde allí mire hacia atrás, viendo todo el bien que ha hecho y todo lo que ha ayudado... Que pueda recordar los abrazos y besos que recibió como agradecimiento y los rostros felices que lo expresaban. Hoy estamos colocando el primer ladrillo de toda la construcción que juntos podemos realizar. ¡Larga vida!... Le desea su nuevo colaborador, Padre Médico Ka Ptah”. Escriba del Tiempo Después de un largo tiempo conocí también al espíritu de la Suma Sacerdotisa Meshu Maat, Madre Médica, Jueza de Jueces, Consejera y mano derecha de la Reina Nefertiti. A este espíritu lo sentí muy preparado para la orientación tanto ideológica como política. Con una gran visión de cómo un país debe crecer en el marco de la justicia y la colaboración social, donde cada miembro debe superar las diferencias de clases, de castas y religiosas. Siempre Astenkeph fue intermediaria de esos grandes encuentros o yo diría, reencuentros. Esta vida es una cosecha de lo sembrado en una anterior y esos ‘encuentros’ hablan de una relación que existió en el pasado, de mucho respeto, de afecto y de ideales de lucha en común. Muchas veces me sentí un ‘escriba del tiempo’, pero hubiera resultado extraño para mis lectores que firmara ‘Escriba Rolland’, aunque es lo auténtico, lo real. Y hubiera 31


sido muy feliz haciéndolo porque únicamente la verdad puede hacernos felices. Es lamentable que siempre se mire más hacia los intereses personales y las ambiciones, que hacia la verdad. El resultado de esa actitud es vivir fracasos y frustraciones que son causantes de las enfermedades más frecuentes de nuestra sociedad: la depresión y la falta de fe. Y así, el hombre se encamina hacia una gran decadencia moral con falta de ética en todos los planos. Dentro de mí siento la protesta de pertenecer a esta civilización, en la que hoy, igual que ayer, se encuentran justificativos para las guerras y hasta algunas en el pasado se han llamado ‘santas’ para darles una razón más valedera. Los egipcios tenían un dicho: ‘No te transformes en una hoja seca y que el río te arrastre’. Pero, ¿qué pasaría si yo no me siento así? Si pienso que soy una hoja verde, llena de vigor, ¿podría enfrentar la corriente del río? ¡Sería utópico! Sin embargo, hay una leyenda que contaban los ancianos egipcios que iban de pueblo en pueblo llevando sus historias. La leyenda se refiere a una pequeña isla que existe en el medio del río Nilo, antes de llegar a la Tercera Catarata. Nos cuenta que muchas hojas se unieron y formaron esa isla para detener el río. De esa forma lograron que él se ensanchara para fertilizar más a las tierras de sus márgenes. Tal vez esa leyenda consiga destruir la utopía y convertir los ideales en una realidad. Yo creo en su esencia y puedo soñar con el día en que muchas hojas nos uniremos y tomados de las manos, conseguiremos transformar la corriente en algo maravilloso para nuestra sociedad...

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Maestros del Hoy… Maestros del Ayer… Siempre afirmo que Albert Einstein fue el último sabio, después vinieron los equipos. En todos los grandes avances que el Hombre ha logrado, estuvo presente un equipo. Pero Einstein fue un sabio y posiblemente en otra encarnación haya sido uno de aquellos sacerdotes que estudiaban las estrellas, ya que tuvo una gran atracción por el Antiguo Egipto. Igual que la tuvo Freud. Muchos grandes maestros de todas las épocas han contribuido a formar mi inconsciente cultural y espiritual. Empezando por Sócrates como gran pilar del pensamiento griego. Luego Dante, Cervantes, Goethe, Shiller, Heine y Tolstoy y muy especialmente Spinoza. Además de Freud y sus discípulos también sentí la influencia de Stefan Zweig, tal vez por haber sido amigo de mi padre. Del mismo modo, Gandhi me enseñó con su forma de actuar, tan magistral. Además de todo lo que aprendí con estos Maestros, busqué la mística y la sabiduría de los sacerdotes del Antiguo Egipto. He seguido principalmente el pensamiento de Sheri Otep, el sacerdote médico que creó una escuela de medicina por primera vez en Egipto, llamada Escuela de Ptah Otep. Y por supuesto todo mi crecimiento, tanto espiritual como en conocimientos, se lo debo a mis Guías, esos cuatro grandes espíritus que tanto me han enseñado a lo largo de mi vida y lo siguen haciendo. Me siento como una manzana de un inmenso árbol, que trata de madurar para servir como alimento. La gran misión del Maestro es poder alimentar a sus discípulos. He tenido en mi vida el gran privilegio, que todos pueden lograr si se lo proponen, de tener un Ka, un compañero a través del tiempo. Un espíritu que nace del amor y de las profundidades del Más Allá. Ese privilegio me ayudó a crecer y a vibrar en la mística. Me ayudó a sentirme útil, a servir y saber que puedo ayudar a otros 33


y que puedo hacer feliz a aquel que se acerque a la enseñanza del Kabash. A quien aprenda a meditar con las Dabraká25 que ayudan a sentir, a pensar y a iluminarse en todos los planos. Las enseñanzas del Ayer Cuánto aprendí con estos guías o ‘Ka’ como se llamaban en la antigüedad. Cuánto influyeron en mi vida y en las ayudas que presté a tantos miles de personas en distintos países. A través de distintas enseñanzas que transcribo en esta obra, dadas hace alrededor de tres mil quinientos años, en las entonces llamadas ‘Casas de Vida’26, podemos valorar la sabiduría de los Ka que me acompañan. En sus mensajes nos muestran el avance que existió en esa época. Aquellos sabios médicos podrían sorprender hoy a muchos catedráticos con sus conocimientos En cierta oportunidad, hablando con un discípulo y patólogo, director de esa cátedra en el hospital ‘Santa Casa’ de San Pablo (Brasil), me dijo: -“Tenemos que sacarnos el sombrero frente a aquellos médicos sacerdotes que momificaban. Necesitamos más tiempo todavía para aprender lo que ellos sabían”. Muchos son los hombres de ciencia o los egiptólogos que se maravillan por los grandes hallazgos como el ‘Papiro de Smith’27 y tantos otros que hablan de una medicina muy avanzada. Pero lo más valioso que tenemos que aprender de ellos es la filosofía de su medicina. La profundidad con que buscaban los antecedentes para establecer las causas de una enfermedad y dar un diagnóstico acertado. La forma natural de sus curas y el gran interés por el enfermo. También su profunda ética, más allá de lo hoy llamaríamos hipocrático, más allá del deber. Los sacerdotes médicos no sólo atendían la enfermedad, sino que buscaban porqué había aparecido. Podría haberse 34


originado por un disgusto, ya sea una mala cosecha, un problema afectivo o una gran injusticia que había destruido a la persona. Sabían que las úlceras, el asma - al que llamaban ‘ahogos’ - los problemas cardíacos y los cambios en la presión de la sangre, tenían origen emocional. Ellos decían que ciertos ‘estados del alma’ causaban problemas como: cefaleas crónicas, jaquecas, caída del cabello, tensiones musculares, tartamudez, impotencia sexual, eyaculación precoz y frigidez. Trataban el reuma y la artritis, dolencias que eran más frecuentes en el Delta por causa de la humedad de las tierras. Curaban el traumatismo del cráneo y sabían cómo se debe soldar un hueso fracturado. Conocían los tumores de mama y de útero y estaban avanzados en sus curas. Es apasionante la semiología que usaban para diagnosticar enfermedades. Lo hacían a través del estudio del iris y también de las manos en las que observaban los dedos y las articulaciones. Pero lo más importante era la observación del aura. Sus conocimientos les permitían saber a través de sus colores, cómo era el estado de salud del consultante. Lo cierto es que por distintos caminos, no sé cuál era el más utilizado, aquellos médicos no se detenían hasta llegar al diagnóstico correcto. En todos los aspectos del ser humano buscaban llegar a la raíz del problema, para dar una solución. Ya fuera en el amor, en los afectos, en las problemáticas familiares. También cuando existían grandes angustias, miedos, celos e inseguridades o una situación de ‘llamar la atención’ continuamente (que hoy llamamos histeria). Buscaban el origen de miedos y traumas a través del plano onírico y eran grandes interpretadores de sueños. Sabían además cómo orientar a un adolescente sobre su verdadera vocación. Aquellos médicos eran psiquiatras y a la vez urólogos, ginecólogos y muchas especialidades más…Cada uno era en verdad un sabio. 35


La Revolución de Atón De toda la cultura egipcia, anclé en una sola dinastía, la XVIII y en especial en el reinado del Faraón Akenatón y su revolución monoteísta. Sólo profundicé en un período de la Historia en el cual siento que mi alma también estuvo presente. Vivió y soñó con un mundo donde haya un Único Dios. Un mundo con justicia, en el que exista la igualdad de derechos entre los hombres y se dé a la mujer su verdadero papel, arrancando conceptos arraigados en un machismo que forma parte del instinto de animal dominante. Mi alma soñó y sigue soñando con un mundo donde, en todos los órdenes, no sea el hombre sino la pareja que dirija, tanto en el hogar como en la sociedad. Tenemos que dejar de guiarnos por nuestros instintos, alejarnos del animal que tenemos dentro y ser ‘humanos’. Así pensó Sheri Otep. La revolución atoniana lo tomó como Maestro y para mí también lo fue y lo sigue siendo. Sus enseñanzas se difundieron a través de todas las ‘Casas de Vida’, donde se quería conseguir a través del ideal monoteísta, una forma de vida justa para el pueblo. Ese pensamiento podríamos interpretarlo como un ‘socialismo espiritual humanista’, muy lejos del actual materialismo. Me enamoré de aquella época, porque me sentí parte de sus principios, de sus normas y costumbres. Estudiándola, me parecía que en vez de aprender, mis Guías me ayudaban a recordar lo que ya sabía. No había enseñanzas que me sorprendieran, todo me resultaba familiar... Cuántas veces he deseado a mis seres queridos, la misma felicidad que yo sentí al encontrarme con mi ayer, con mi Destino y con mi misión de Maestro.

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Mi Fe En mi juventud estudié en una Yeshivá28. Creo que mi madre soñó que algún día yo podría ser Rabino. Sin embargo, yo soñé con Kabalah, con mística... Busqué a Spinoza, un filósofo considerado ‘hereje’ igual que Akenatón. Posiblemente todos los genios y los grandes guías han sido ‘herejes’ en su forma de pensar, rebelándose contra dogmas religiosos o científicos. Creo que Moliére tenía razón cuando afirmaba que para ser ateo se debía vivir tres vidas. Una vida no alcanza para tener ese conocimiento de poder oponerse a una fe. Yo creo que se deberían vivir cien reencarnaciones para destruir la fe que nació en una de ellas. Yo no he vivido tantas. No tuve esa maravillosa oportunidad. Y por eso llevo en mi alma una fe indestructible. Le siento con tanta fuerza y seguridad que sería capaz de enfrentar a los más sarcásticos filósofos ateos, sin entrar en una duda. Todas las mañanas, en mis meditaciones, agradezco por tener conciencia de mi existencia y del porqué de mi vida. Por saber cuál es mi camino y por todo el amor que recibo y el que puedo dar. Pienso en los afectos y los amores que me rodean, deseando que puedan disfrutar de una vida plena donde existe el reencuentro a través del tiempo. Donde en el maravilloso diálogo con el alma, creado por la Dabraká, puedan recordar su esencia. La Única Verdad Cuando empecé a escribir estas páginas, no estaba seguro a quienes estarían dirigidas. ¿Serían enseñanzas únicamente para los que se han iniciado en la sabiduría del Kabash?... ¿Para mis discípulos que siguen el mismo camino?... ¿O para 37


todos aquellos que buscan una verdad del ayer, a través de la mística? En mi juventud fui talmudista y me pregunté a través de cuál de los dos grandes Rabís: Hillel o Shamay, podría llegar más cerca de la verdad. El primero era más místico y espiritual, fue en él que Cervantes se inspiró. El segundo fue más de la Halajá, del Derecho, de lo ortodoxo y creo que influyó sobre el mundo de la razón y la discusión, en el que se apoya la ciencia de hoy. A través de la razón conocí tantas hipótesis sobre las pirámides, sobre los templos y monumentos... Cuanto más estudiaba, más me convencía de que me quedaba menos verdad y más hipótesis. Al llegar a mi Dinastía predilecta, la XVIII, encontré menos datos que sobre otras. Todo lo referente a la etapa que me interesaba había sido destruido, borrado. Eso me obligó a buscar otro camino que el de interpretar los jeroglíficos, estudiar tumbas y momias... Cuando encontré mi verdad, pensé por qué no darla a conocer. Existen verdades que son secretas y no pueden ser trasmitidas, algo que siempre he respetado. Pero lo que he escrito son grandes verdades que no revelan el ‘Aduet’ ni la parte más iniciática del Kabash. Verdades desconocidas hasta ahora y que considero es un aporte humanista el hecho de publicarlas. No sólo como una necesidad de mi conciencia mística, sino como un merecido homenaje a las personalidades que describo y al lugar destacado que tuvieron en la historia del Antiguo Egipto. Ellas fueron en parte el alma de la primera revolución religiosa en la Historia. Dieron las bases ideológicas a toda la reforma social impuesta por Atón, el Dios Único que bajo el lema de ‘verdad y justicia’, quería llegar a todos los seres de la Creación, sin diferencias. 38


Pensé que en la razón hay dudas, errores, equivocaciones. Sin embargo aquellos que tienen fe, no están equivocados. Por más que existan tantas religiones, tantos dioses, no hay errores, todos son verdaderos. Comprendí que ningún Dios es falso, que ninguna religión está equivocada y que toda fe tiene su verdad. Así es que pedí a mis Maestros, a mis Guías, que me autorizaran a escribir estas páginas para todos los que buscan una verdad, como yo lo hice. Como la busqué en Platón, en Séneca, en Diderot y hasta en Moliére... Pero me quedé con un Maestro del Antiguo Egipto, de la Dinastía XII, llamado Ptah Otep, que afirmó que “la única verdad es la que se siente”.

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Imagen de la Reina Nefertiti (D. XVIII). Pertenece al mural ubicado en el Instituto NefrĂş de San Pablo.

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Presentación de la Época El Faraón Hereje Amenofis IV, al asumir como décimo Faraón de la D XVIII, (1350 A.C.), cambia su nombre por el de ‘Akenatón’ que significa ‘Servidor de Atón’. Este hecho tiene un sentido muy profundo. Más allá del mero cambio de nombre, lo que Akenatón pretende es introducir un nuevo concepto del Faraón. El gran Fa Ra, el Hijo de Ra o Hijo de Dios, se transforma en ‘Servidor de Dios’. Ya no es ‘Dios en la Tierra’, sino un ser humano que quiere servir a su Dios. Hasta ese momento existieron en Egipto infinidad de dioses, dentro de los cuales, el máximo poder era ostentado por el Gran Dios Amón Ra, representado por la figura de un carnero. Junto a él, algunas de las deidades principales eran: Osiris, el dios de los muertos, Isis, su esposa y Gran Madre, su hijo Horus, simbolizado por un halcón, Hator, la diosa del amor, Maat, diosa del la justicia y la verdad, Nut, la diosa cielo, madre de la humanidad, Toth, el dios de la sabiduría seguidos por una innumerable lista de dioses menores que conformaban el amplio abanico religioso. Un dios para pedir por el amor, otro por la cosecha, otro por la salud... Cada necesidad del Hombre estaba contemplada en el vasto panteón egipcio. Dentro de esa realidad, el nuevo Faraón proclama el culto oficial al Dios Atón. Saca del pedestal al poderoso Amón, señalando a Atón como ‘Dios Único’. El nuevo Dios trajo consigo grandes cambios, no sólo en el aspecto religioso. Su esencia llevó a que se lo representara como un disco solar cuyos rayos terminaban en manos. Atón o Atón Ra, un Dios Justo, que como el Sol esparce sus rayos benéficos dando luz y calor a todos, sin importar su condición. 41


‘¡Justicia y Verdad!’… Proclamaban los creyentes en Atón, frente a la corrupción que existía en los templos de Amón. Frente a los poderosos sacerdotes tebanos que tenían templos abarrotados de oro mientras el pueblo pasaba hambre. Frente a los terratenientes que acumulaban riquezas gracias a los favores de los altos funcionarios que junto a ellos se enriquecían. Tebas era la capital de Egipto en aquel entonces. Centro del poder religioso, allí estaban los grandes templos y en ellos se guardaban oro y granos, constituyendo así otro enorme poder: el económico. Los sacerdotes de Amón más encumbrados, dirigían el Destino de los Dos Países (el Alto y el Bajo Egipto) e intervenían directamente en todos los asuntos de Estado, hasta en el nombramiento de los faraones. Ese fue el gran problema de Akenatón con el clero tebano, que nunca aprobó de verdad su coronación. Amenofis III (1386-1349 A.C.), padre de Akenatón, fue el primer Faraón en conceder el lugar de Reina a una ‘extranjera’. Tyié, aunque nacida en Egipto, era de origen semita29 y conservó la fe de sus antepasados. Los sacerdotes de Tebas siempre la rechazaron porque sintieron que ella no amaba sus dioses y temían que tarde o temprano quisiera imponer su fe al pueblo egipcio. La extrema sensibilidad de aquellos sacerdotes, crecía ante el hecho de que su hijo, con una personalidad muy particular, fácilmente influenciable, sería el futuro Faraón y su hermano, el General Jai, era quien dirigía todos los ejércitos de los Dos Países. Este ‘clan extranjero’ les resultaba amenazador y sus temores no estaban lejos de lo que iba a suceder. Tal vez por eso nunca otorgaron las ‘cartas’ que todo príncipe necesitaba para convertirse en Faraón. El joven Amenofis no completaba todos los requisitos que los sacerdotes evaluaban para que lograra ser el soberano de Egipto. De no haber sido por la mediación de su tío, el General Jai, nunca hubiera llegado a serlo. Sólo él pudo conseguir de 42


Amenofis III, muy poco antes de su muerte, la firma de una ley que dejaba sin valor las cartas, removiendo los jueces de Amón. Así Akenatón llega a su coronación sin la aprobación de los sacerdotes de Amón, los cuales nunca lo reconocerían como su Fa Ra. Y en el futuro se enfrentarían a él justificando que usurpaba un lugar que no le pertenecía legítimamente, sometiendo al pueblo egipcio a dioses extranjeros. Las Reformas Al iniciarse la revolución, el enfrentamiento ‘entre los dioses’ era una especie de competencia, donde Atón buscaba conquistar adeptos a través de sus curas, de sus ayudas, de su sabiduría y sobre todo, de su preocupación por el pueblo. La reforma social fue el gran incentivo para los jóvenes, siempre ávidos de cambios y justicia. También para la mujer, que por primera vez en la historia veía el respeto por su persona y por su aporte a la sociedad. La abolición de las castas permitió que el hijo del artesano pudiera ser médico o sacerdote, por sus propios méritos y estudios, no sólo por ser la ‘profesión de su familia’. Esto abrió a los jóvenes posibilidades que nunca habían soñado tener. La mujer dejó de ser considerada un objeto que pertenecía al hombre y debía soportar de él hasta los malos tratos. Se abrieron para ella las puertas del estudio. Pudo llegar a ser escriba, médica, suma sacerdotisa y ocupar puestos importantes dentro del gobierno y hasta del ejército. Así es que los simpatizantes del nuevo Dios fueron principalmente los jóvenes, en especial mujeres y las clases sociales bajas que vieron en ese Dios que se interesaba por los pobres, una esperanza para sus vidas. En esa primera etapa, Atón no tenía templos donde rendirle culto. Así fue que tanto las ayudas, como la difusión de las 43


nuevas ideas, se hacían en pequeñas casas construidas en madera, que se llamaron ‘Casas de la Paz del Corazón’. Allí el pueblo era ayudado y también se pregonaban los milagros de Atón, tratando de fortalecer la imagen del Dios Solar. Pero a la nueva religión no sólo le faltaban templos, también necesitaba sacerdotes. Los atonianos tenían que formarse con extrema urgencia. Estudiaban doce horas por día, sin salir casi de los templos, allí comían y dormían. Una formación muy disciplinada, casi ‘militarizada’ que incluía la lucha. Aprendían a pelear y defenderse, tanto hombres como mujeres. No sólo eran sacerdotes, eran revolucionarios. Por primera vez la mujer fue guerrera. Además de acompañar a los hombres en las batallas, para ayudar con los heridos o cocinar, la mujer fue a la lucha. Había legiones femeninas y eran muy temidas. La formación de los atonianos se hacía en las ‘Casas de Vida’. Se llamaba ‘Casas de Vida’ a los lugares donde se guardaba la sabiduría. Allí estaban los escritos, los papiros, eran como bibliotecas. Debido a los hechos que se sucedieron en un período inicial esas ‘Casas’ se transformaron. El fin de la Tolerancia Durante los dos primeros años que siguieron a la declaración de Atón como Dios Oficial de todo Egipto, su culto convivió con el de las deidades anteriores. Se habló de respeto y tolerancia buscando, no una imposición, sino una conquista del pueblo con la nueva religión, la reforma social y los milagros del Dios Único. Sin embargo, en el tercer año del reinado la tolerancia llegó a su fin. La lucha interna entre los defensores del antiguo dios soberano Amón Ra y los entusiastas atonianos se transformó en guerra. 44


Siempre una revolución trae consecuencias. Ninguna de las partes actuó bien, de los dos lados existieron injusticias. Hubo mucha sangre derramada por el fanatismo de ambos. Por lógica los atonianos eran revolucionarios. Akenatón no fue suave ni los militares que lo siguieron lo fueron. Vieron que con bondad era imposible tratar a los grandes poderosos. Había que obrar de otra forma y allí es donde la revolución muestra hasta dónde llega su firme decisión de cambio. Aquí debemos considerar un factor muy importante a tener en cuenta. Atón, no fue un Dios que surgió en esta Dinastía. Su culto ya existió en Heliópolis y desde hacía mucho se consideraba protector de los ejércitos. Siempre antes de las batallas se cantaban loas a Atón. Con este antecedente y con el máximo jefe del ejército de su lado, Atón contaba con una fuerza que no podía ser ignorada por Tebas. Jai, General del ejército egipcio, en una primera etapa quiso mantenerse neutral, para poder ser un mediador entre Akenatón y el poder de Tebas. Pero desde el momento en que pone sus ejércitos a favor del faraón, queda definido su lugar en el ajedrez de la época. Así es que después de muchos hechos terribles, de muchas muertes, se termina la tolerancia y se prohíbe la adoración a otros dioses. Pero no sólo eso, todo lo que perteneció a Amón fue destruido, hasta la sabiduría. A ese extremo se llegó de acabar con todo un legado de saber, quemando los papiros, los grandes ‘archivos’ de las ya mencionadas ‘Casas de Vida’. Y en algunos casos se llegaban a derrumbar esas ‘Casas’ y luego se construyeron otras para la sabiduría del nuevo Dios. Todo fue muy drástico. Hasta se quemaron plantaciones de hierbas que los sacerdotes médicos de Amón usaban para curar. Esas ya no curaban y es más, no se podían usar. Los médicos fueron obligados a adoptar el sistema de curas del 45


nuevo Dios. Hasta los instrumentos que usaban fueron cambiados. Lo único que se aceptó y se reconoció fue la cirugía. Se creó una nueva medicina y los médicos tenían que dar examen sobre las nuevas terapias para ser autorizados a atender. En esta etapa tuvo un gran auge la cura con las ‘Agujas Sagradas’ 30 que se trató de imponer como la terapia por excelencia. Pero si un médico no se sentía seguro de sí mismo o de la terapia, no se le daban las Agujas. ‘Si tú mismo no crees en lo que haces, no lo hagas porque no va a servir’. Pero no se trataba sólo de las ‘Agujas’ en sí, ellas representaban todo un sistema de curar el cuerpo y el alma, a través del aura. Una cura que tiene sus orígenes en la Dinastía XII, con el Gran Sacerdote Médico Ptah Otep. Los médicos atonianos vestían un uniforme que llevaba una franja de color negro, el color de la revolución y permanentemente inspeccionaban las curas que se realizaban, su control era muy estricto. Dentro de las nuevas terapias aparecen los ‘Médicos del Alma’, ‘Sacerdotisas del Alma’, que eran lo que hoy veríamos como psicólogas o psiquiatras. La reforma abarcó todas las facetas, hasta el idioma quisieron cambiar los revolucionarios. Introdujeron palabras semíticas y borraron algunas de las existentes. Quisieron modificar la gramática, hasta tal punto que muchas veces cuesta entender los escritos atonianos, sobre todo en la ciudad de Amarna, antiguamente llamada Neket Atón. Podemos encontrar palabras que cualquier egiptólogo consideraría mal escritas, pero que sin embargo son correctas dentro del ‘lenguaje atoniano’. La juventud, cantaba por las calles su sed de justicia y de un gran cambio. No querían ser dominados por el oro, sino por el corazón. Ellos estudiaban en los grandes seminarios que eran las ‘Casas de Vida’. Allí se formaban los Sacerdotes de Atón. Tal 46


vez, siguiendo el ejemplo de Faraón, debieron llamarse ‘Servidores de Atón’, porque a veces el grado de sacerdote era sólo en reconocimiento a su lealtad y a su entrega. Daban su vida por su fe, ¿qué más podrían ofrecer? Podían faltarle conocimientos sacerdotales pero tenían lo más importante: el sacerdocio en su corazón. Habían descubierto la luz de la verdad en ese Dios que no quería tanta injusticia y luchaban por su verdad, por un mundo mejor para los hijos de ‘Kem’.31 En muchos aspectos la revolución tuvo una planificación admirable. Buscaron reemplazar todo lo que ‘sacaron’ al pueblo. En lugar de un dios pusieron otro. Si prohibieron una medicina, crearon una nueva… Trataron de suplantar muchas cosas, pero fue muy difícil suplantar la ausencia de tantos dioses, de tradiciones y rituales que estaban tan incorporados a la vida cotidiana de los habitantes del Nilo. El otro gran obstáculo que se presentaba a los revolucionarios era Tebas con su poderío económico que concentraba el setenta por ciento del dinero que entraba, en las arcas del clero. Los atonianos tenían arcas vacías y necesitaban mantener los ejércitos. A este gran problema económico, el nuevo régimen dio soluciones que podemos considerar justas o injustas, pero así fue la historia. Si el rico no quería compartir un poco de su riqueza, lo obligaban a hacerlo. Por supuesto esto llevó a que los más acaudalados y los altos funcionarios que fueron destituidos, buscaran la forma de combatir los mandatos de la nueva religión. Pero no lo manifestaban abiertamente por temor a las represalias. Todo eso generó una red de intrigas y venganzas que culminó con las misteriosas muertes de los máximos gobernantes de la época.

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Formación de un ‘Servidor de Atón’ Nos preguntamos cómo nace la semilla de esta reforma social y religiosa del Antiguo Egipto. Empezaremos por el propio Faraón: ¿qué lo hace renunciar a ser como todos sus antecesores ‘Hijo de Dios’ y querer transformarse en su ‘Servidor’? ¿Qué lo lleva a convertir su reinado en una etapa de total reforma? Para contestar estas preguntas tendremos que ir hasta la niñez de Amenofis IV y ver cómo fue la formación de este Príncipe, cómo lo prepararon para ser el soberano de los Dos Países. Akenatón siempre fue un joven con características muy especiales y tuvo bastantes dificultades en su etapa de aprendizaje. Le costaba aprender los números, resolver problemas. Lo que más le gustaba era estudiar los astros. Los grandes sabios de aquella época enseñaban al futuro Faraón, para que fuera un hombre con los conocimientos que necesitaba para dirigir el mundo que representaba Egipto en aquel entonces. La formación era muy exigente y el joven Amenofis, no siempre respondía a ella. En la educación de Akenatón tuvo gran influencia un personaje destacado en la época, su tío, hermano de la Reina Tyié: Jai Ari.32 Jai, como General del Ejército, era el encargado de prepararlo para la guerra, aunque el Príncipe se negaba a participar de las prácticas militares. Por otra parte, el General quiso que su sobrino, el futuro Faraón, tomara conciencia de una realidad de Egipto ignorada por quienes vivían en la opulencia de los grandes palacios. Para eso, buscó un Maestro que le enseñara esa verdad. El nombre del Maestro era ‘Jamish’ y fue quien llevó a Amenofis IV, a ver la otra cara de Egipto, donde reinaban la miseria y el hambre. 48


Jamish le mostró la pobreza y le hizo ver al jovencito, que los campesinos, los pescadores, los albañiles... las clases sociales bajas, sufrían por malos tratos y no eran respetadas. Sólo se les dejaba algo de lo que producían, para poder mantenerse y muchas veces ni para eso alcanzaba. Todo lo demás era del Estado, pertenecía al Faraón. Amenofis IV quería mucho a ese Maestro, a tal punto que se rebeló contra los otros y pretendía estar solamente con él. El joven iba poco a poco tomando conciencia de la realidad… Empezó a hacer ciertas preguntas a su padre, que inquietaron al Faraón. Cuando Amenofis III vio que su hijo estaba hablando de cosas que según él, no eran algo de lo que un futuro Faraón tuviera que preocuparse, ni enterarse, trató de saber de dónde venía toda esa información. -¿Y cómo sabes tú que hay niños que no tienen para comer? -le preguntó a su hijo. -Porque lo he visto padre. -¿Cómo? ¿Dónde lo has visto? -Mi Maestro me ha llevado y me lo ha mostrado. -¿Y quién es ese Maestro? ¿Cómo se llama? La respuesta del joven fue una sentencia para aquel Maestro, ya que el Faraón lo mandó decapitar. Jamish era un gran amigo del General Jai y su muerte desencadena una grave situación. Un fuerte altercado entre Amenofis III y Jai, lleva a este último, a su retiro de la jefatura de los ejércitos. Por ser hermano de la Reina Tyié, la que siempre lo protegía, el Faraón no tomó una medida más fuerte contra él, no pudo hacerlo.

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El Ejército y la Revolución Jai no sólo había sido el Jefe del Ejército hasta ese momento, sino también un importante asesor político del Faraón. El hecho de que lo apartaran de su cargo generó un profundo malestar dentro del ejército, ya que Jai contaba con la simpatía de sus oficiales y soldados. Todo el ejército lo quería y vivió una rebelión en silencio al saber de su alejamiento. Y aquí encontramos lo que fue la semilla de la revolución. Jai empieza a reunirse con sus oficiales en forma secreta. Y en esas reuniones les habla de sus ideas, de lo que el propio ejército necesita. En aquel entonces los militares no cobraban. Sólo se les proporcionaba el sustento. El soldado sabía que si no lo mataban en las guerras, al salir del ejército se encontraría sin nada ni siquiera un lugar para vivir con su familia. Jai les decía que eso no era justo y que el militar tenía derecho a una retribución por sus servicios. Más aún, teniendo en cuenta que en cada batalla ofrecían su vida por la grandeza de Egipto. Se comienza a hablar de cambios para el futuro de los ‘Dos Países’. 33 Nace una reforma ideológica. Antes de Akenatón, ya empezó a gestarse la revolución, antes de proclamarse un nuevo Dios, mucho antes... Y las reuniones se fueron abriendo a más militares, pero todos guardaban absoluto secreto, porque sabían que la vida de su General peligraba si el Faraón se enteraba de lo que sucedía. Podemos hablar de las primeras Logias. Nace la Logia como la ‘hermandad del secreto’. Y ese secreto llevó a las primeras Iniciaciones dentro del ejército, porque se buscaba el juramento del silencio sobre todo lo que allí se decía. Ahora bien, debemos considerar que junto al ejército, marchaban mujeres. Siempre en la retaguardia iban las mujeres que ayudaban a curar a los heridos y a cuidar los 50


enfermos. Porque la guerra también enferma, no sólo por lanzas y flechas, sino por soportar el esfuerzo de una vida tan sacrificada y de grandes caminatas. El ejército no estaba equipado como hoy, las cargas eran transportadas en mulas. No había camiones, ni tanques, ni helicópteros de apoyo. Había sí, muchas esposas que acompañaban a sus maridos y madres que seguían a sus hijos a la guerra. Querían ser ellas quienes los atendieran si eran heridos o estaban enfermos. Temían que otra mujer no fuera tan buena ‘enfermera’ para ellos. Creo que hay que saber comprender la razón por la que las mujeres iban a las guerras. Lógicamente muchas morían por distintos problemas o por ataques enemigos en la retaguardia. Pero el ejército también era su vida porque allí estaban sus seres más queridos. Meshu-Maat, Jefa de la Revolución Atoniana Algunas de aquellas mujeres, fueron aceptadas en las reuniones secretas con el General Jai. Una de las primeras fue Meshu- Maat. Ella era oriunda de Mitanni34, en aquel entonces país vasallo de Egipto. Como tal, debía aportar ejércitos y su marido fue enviado dentro de esas legiones. Meshu- Maat lo acompañó, llevando sus hijos y siempre estuvo cerca de él, marchando con las mujeres en la retaguardia. Para aquel entonces su esposo había muerto en la guerra, pero uno de sus hijos siguió la carrera militar del padre y ella continuó acompañándolo. Todos sabían que esas reuniones eran peligrosas, era todo oculto, en la noche, cuando los demás dormían. Ahí empezaron a formarse, hombres y mujeres, futuros atonianos, futuros revolucionarios, soñando con un futuro mejor para Egipto. Allí es donde la propia Meshu-Maat con una gran capacidad, una mujer visionaria, va aprendiendo con el Jai, 51


nuevas ideas, de justicia social, de verdad, de una moral elevada, todo lo que serían luego las bases de la filosofía atoniana. Meshu-Maat fue para mí la Jefa de una revolución, la que llevó la bandera revolucionaria. Sus primeras enseñanzas fueron dentro de la escuela militar que existía en aquella época. Las ideas que ella propagó eran de gran extremismo, pero con mucha espiritualidad. Podría decirse un ‘socialismo espiritual’ que buscó una mayor igualdad social. Pero se entendía que una ‘igualdad justa’ es difícil de conseguir. Dar a todos lo mismo no es justicia, sino dar a cada uno lo que le corresponde, lo que merece. El que lucha y se esfuerza merece ser recompensado y el que no hace nada por sí mismo ni por los demás, no tiene porqué recibir. El concepto de equilibrio: la balanza. Tanto en la vida como en la muerte existía esa balanza. En la muerte pesaba las acciones en el momento del juicio al alma del difunto. El símbolo de la justicia también en la vida: si lo que das es pequeño, no esperes recibir algo grande, con muy poco se equilibra tu balanza. Los Corazones Inteligentes Los futuros atonianos hablaban en sus reuniones de la necesidad de una reforma, de que no podía continuar la corrupción en los grandes templos del dios Amón. Pero... ¿cómo oponerse a los poderosos? Tendría que existir un dios que se enfrentara a Amón. Se necesitaba un nuevo Dios para darle fuerza a la reforma. A lo largo de los tiempos el Hombre fue ‘creando’ dioses, de acuerdo a sus necesidades. ‘Atón’ no escapó a esta regla. Si bien era un Dios ya existente, se transformó o podríamos decir que se combinó su esencia, con los atributos necesarios para ser el Dios que la reforma precisaba. 52


Ahí es donde nace Atón en el Horizonte de Egipto. Aunque no ya con el nombre de Atón, el Dios surge como símbolo de un Poder Divino. Al principio no tenía nombre ese Dios. Posiblemente Jai hubiera querido llamarlo ‘Adon’, ‘Adon Olam’ o mejor dicho ‘Arquitecto del mundo’ o ‘Dueño del mundo’, ‘ Señor de Señores’, como dice la Biblia, como las tribus abrahamitas35 lo llamaban en aquel entonces. La nueva religión tuvo, en parte, la esencia de ese Dios que tanto la reina Tyié, como su hermano Jai, heredaron de sus ancestros36. La esencia de Jehová, el Dios de las montañas, el Dios de los judíos. Pero Atón aparece como un Dios Universal, sin forma, sin rostro... No era un Dios para adorar, era un Dios para servir, como el propio Faraón lo manifestaría en su nombre. Para poder servirlo y transformarse en su ‘colaborador’ el ser humano tenía que desarrollar lo que llamaron un ‘corazón inteligente’. La filosofía de la nueva religión explicaba que si miramos a nuestro alrededor, veremos las grandes diferencias que existen. Hay quienes tienen mucho y otros poco o a veces nada. Así en todos los planos de la vida: en salud, en afectos, en bienes materiales, en belleza, en capacidad... Es una ley de la Creación, que el ser humano no puede cambiar. Sin embargo, Dios le dio todo al Hombre para que pueda ‘arreglar’ su propio mundo. Le dio inteligencia y sensibilidad, para que a través de una moral elevada pueda unirlas, formando un ‘corazón inteligente’ que luche para atenuar las diferencias. ‘Corazones inteligentes’ son aquellos que sienten esa misión de colaborar con el Creador o, como decían los atonianos: ‘servirlo’. Aquellos que no sólo vuelcan su amor en el pequeño mundo de su hogar, de su pareja, de su familia... los que desarrollan un amor que va más allá y se extiende a la Humanidad y a la Creación toda. ‘Corazón inteligente’ es el que acompaña su sentimiento con la firme convicción que lo transforma en un ideal. 53


Baraká He hecho una breve reseña histórica, para que el lector comprenda mejor la época donde se escribe otra historia, que es la que quiero transmitir en este libro. Una historia de sueños e ideales, de elevación, de pureza. De aquellos corazones que dieron su vida por una verdad que sintieron con tal intensidad, que más allá de la frontera de la muerte siguen luchando por ella. Almas que en aquel entonces descubrieron su misión y con un grito de Baraká, sellaron el pacto: ‘volveré para continuarla’. Baraká representó para los más fieles defensores de Atón, la promesa de continuar en vidas siguientes, la lucha por una verdad eterna. A través del Baraká de esos grandes espíritus que me acompañan, llegaron a mí y hoy llegan a ustedes lectores, estas enseñanzas que en su esencia no tienen tiempo y que, como la flor de piedra, representan la belleza eterna... la verdad que no cambia...

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SEGUNDA PARTE

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Enseñanzas Transmitidas por la Suma Sacerdotisa Madre Médica del Alma Jueza de Jueces Meshu - Maat - Atén

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ÍNDICE QUERIDOS LECTORES .................................................. 9

PRIMERA PARTE Hacia el encuentro de mi Verdad... Mi Herencia ...................................................................... 13 Un Lugar Especial ............................................................ 14 En Europa ........................................................................ 15 Descubriendo ‘Nuevos Mundos’ ....................................... 16 La Juventud de un quijote ................................................ 18 La Mujer más Importante de Argentina ............................ 20 ‘Desencuentros’ con mi Ka… ........................................... 22 Buscando mi Destino ....................................................... 23 En Montevideo .................................................................. 24 Encuentro Místico ............................................................. 25 Primera comunicación con la Suma Sacerdotisa Nefrú ....... 27 Primera Comunicación con el Médico del Sello Real Ka Ptah ..................................................................... 28 Escriba del Tiempo ........................................................... 31 Maestros del Hoy… Maestros del Ayer… .......................... 33 Las enseñanzas del Ayer ................................................... 34 La Revolución de Atón ..................................................... 36 Mi Fe ................................................................................. 37 La Única Verdad .............................................................. 37

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Presentación de la Época El Faraón Hereje ............................................................... 41 Las Reformas ................................................................... 43 El fin de la Tolerancia ....................................................... 44 Formación de un ‘Servidor de Atón’ ................................. 48 El Ejército y la Revolución ................................................ 50 Meshu-Maat, Jefa de la Revolución Atoniana ................... 51 Los Corazones Inteligentes ................................................ 52 Baraká .............................................................................. 54

SEGUNDA PARTE Suma Sacerdotisa Meshu - Maat - Atén Suma de Sumas Meshu - Maat ......................................... 59 Enseña la Suma Sacerdotisa Meshu-Maat ........................ 60 Enseñanza sobre un ‘Destino Equivocado’ ....................... 62 Tres enseñanzas: alcanzar el éxito, tener voluntad y aliviar dolores óseos ....................................................... 64 Enseñanza para comunicarnos con el espíritu de un ser querido… .......................................................... 68 Enseñanza sobre la formación de hombres y mujeres en las ‘Casas de Vida’ ....................................................... 71 Enseñanza sobre distintos tipos de cansancio .................. 72 Enseñanza para alcanzar la paz, dada en la ‘Casa de Vida Ima-Ank’ .................................................... 74 Sobre el Mama-Ank .......................................................... 78 Mensaje en la ‘Casa de Vida Mama-Ank’ ......................... 79 Tres enseñanzas: para alcanzar la transformación; para superar las inseguridades de mujer; 228


para iluminar el camino de nuestros hijos ........................... 82 Enseñanza para prevenir las enfermedades de la mujer .... 86 Enseñanza para aprender a vivir con alegría .................... 88 Enseñanza: el amor lo puede todo… ................................ 90 Enseñanza sobre la Verdad de Dios .................................. 92 Enseñanza para la dolencia de los pulmones .................... 93 Enseñanza para sentirse valorada como mujer ................. 95 Enseñanza para protegernos de las amenazas .................. 97 Enseñanza sobre las maldiciones a los atonianos ............. 99 Enseñanza para luchar contra la tristeza ........................ 100 Enseñanza sobre los derechos de la mujer ...................... 101 Enseñanza sobre obligaciones y castigos ........................ 104 Enseñanzas para luchar contra los pensamientos que nos enferman y para no ser afectadas por situaciones de otras vidas ......................................... 105 Enseñanza sobre los Principios y las Verdades de la Revolución Atoniana y los ‘Corazones Inteligentes’ ........ 108 Enseñanza sobre la formación de los hijos ..................... 111 Enseñanza para ayudar a quitar una maldición ............. 113 Enseñanza para que nuestros corazones sean vencedores de la batalla por la paz… ............................. 115 El pedido de las madres de los soldados de Atón ............ 118 Enseñanza para el encuentro con uno mismo ................. 119 Suma Sacerdotisa Nefrú-Atén Enseñanzas femeninas: fertilidad, buen descanso y tolerancia... .................................................................. 125 Enseñanza sobre la Revolución de los Corazones ........... 131 Conflicto con las nuevas tradiciones ............................... 133 Enseñanza para no tener sueños no deseados... ............. 135 Enseñanzas para embellecer el cuerpo ............................ 137 229


Suma Sacerdotisa Astenkeph Enseñanza sobre la Muerte… ......................................... 141 Enseñanza para recordar una vida pasada .................... 145 Cuenta la Suma Sacerdotisa Astenkeph... ...................... 148

Médico del Sello Real Ka Ptah Enseñanza de porqué deben existir las castas .................... 153 Encuentro entre el Médico del Sello Real Ka Ptah, el Faraón Akenatón y el General del ejército egipcio Jai Ari ................................................................ 156 Incidente sobre la obligación del médico frente al pueblo ......................................................................... 159 Enseñanza de ayuda al otro ............................................ 160 Enseñanza para perder los miedos ................................. 161 Enseñanza para que el hombre alcance más seguridad...163 Enseñanza para ayudar a calmar el dolor físico de otra persona ............................................................... 166 Enseñanza: Principios para aquel que busca el sacerdocio de la medicina ........................................... 168 Enseñanza para alcanzar el equilibrio ............................ 171 Interpretación de un sueño ............................................. 173 Enseñanza para ayudar a un hombre que tiene un tumor... ...................................................................... 175 Enseñanza: cuando el ‘Ba’ nos dirige... .......................... 176 Enseñanza para ser más sanos ....................................... 177 Enseñanza para vencer los miedos creados por situaciones vividas en la niñez .................................. 178 Enseñanza para que los jóvenes se sientan seguros ........ 181 Enseñanza médica para combatir tumores en el hombre ... 183 Enseñanza para no sentirnos inferiores y mejorar 230


una parte de nuestro físico .............................................. 185 Enseñanza para ser más seguros y no destruir lo que más amamos ........................................................ 188 Enseñanza para ser triunfadores en la vida... ................. 191 Enseñanza para encontrar felicidad en la intimidad... .... 194 Enseñanza para lograr seguridad emocional y energía física al superar el sentimiento de culpa .......... 196 Enseñanza que nos ayuda cuando no conseguimos amar y eso nos impide realizarnos .................................. 199 Enseñanza para amar y luchar contra el egoísmo ........... 202 Enseñanza para superar los miedos y ser más seguros en la vida ........................................................... 205

EPÍLOGO ............................................................209 CONSIDERACIONES SOBRE EL KABASH Y LA DABRAKÁ .................................................211 NOTAS ...............................................................221

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