REVISTA FESTES ASJ - 1951

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Portada

Ámenlo, por Stgrtttes.

S. E. Jefe del Estado. Alcaldía de Alcoy. Exento. 5r. D. JeiÚI Aromburu Ex eme. 5r. O. Arfe mi O Paya RÍCO

Gobernador Civil de ID Pro fin ció. .

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Exento. Sr. D. Guillermo Prieto MadatSÚ

í/fmo

Sr. D. Joaquín Pacheco

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Presidente de la Diputación d* Alicante.

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Generaf Gobernador Militar de Cacares,

Coronel d*l fiea¡m¡«nfo d* Vizcaya a.' 21

Las sublevaciones musulmanas; Miguel Cual Alazarach

Alcoy y la Providencia

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Brisa de centenario .

. . .

Fragmento

Jo» M.' Fernán

San Jorge y la Edad Media

Crónica de Fiestas

Jote Moya Moyo

En que te trata algo do inestimable provecho . . . .

La parte emocional de nuestras Fiestas

Juan Antonio García

S. Gmer

Emoción /estero

Maruja Soler

Danza de Moros y Cristianos.

Jaime Peret filara

Ca/le abajo

Ángel U apis Finí

Nuestras Fiesfos y Programo a través dé fa crítica. . . . Himno de Fiestas

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Un afcoyano ilustre y santo

Aleónanos /lustres

Francisco fiaron a

Para ios Fies/ai de Afcoy

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A/coy / el Cuerpo de Ingenieros de Caminos Jo» Juan Arai-.it

Aíeoy, Tú

María Muí**

Al niño Jorge

- E ¿Ibón

Edad Media y Primavera. Es herencia L a Virgen Guapa.

. . .

¡Aquello Misión...!

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{Aunque caiga un chaparrón!

V. lorregroia, Pbro. Víctnf» liona

Franciico Alcayd* Pepita Boi*»o

Recuerdos d* mi patrio hogar.

F. Co.roli Cortón «J I

Alcoy y sus Fiesta» .

Abrou Nun«

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Las Escuelas de Caramanchel . Hospital Civil .

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-

'

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Jotfl ArníiLJdo, Pbro

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Jo» Solada

las Obras Parroquiales de I Centro de San Roque y- Son Sebastian Rígoberlo A Ibón

Rafoel Te roí

Fraternidad

S. Molón. Paicual

S. Malaif f altor

Meditación sobre lo Fiesta .

Jo» Cuenca Mora

Amalia Sentondreu

El ajedrez en Alcoy

No iberia Conef

. - Carmen Lloren

Meditación

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Amalia Paitar

Un lañes entre caballeros

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. Antonio Candela

E*cu«ía Industrial

luii Giibvrf Botella

E l milagro d e Jorgito .

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. S. Gíner, Paro.

Monte de Piedad

Guillermoflerenguíf

Trapacería Festera

Rafail CoJoffla Paya

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¿Sabremos hacer de (o fuente Roja el Santuario Mariano de la región?

E. Aíbari Vip.ni

¿.a mano del tiempo señala las Fiestas de Alcoy

Ano María

Por Son Jorge

fn memoriam La Patria se siente

El presupuesto municipal de Alcoy . Viten fe Segura

Enrique Abad, foro.

AJ-Azraq, espejo de caudillos moros

F. Vilaplarto UopÍJ

El traje d» Fester» como símbolo, justificación y rito. .

Adrián Miré

. Octano Candela

Recuerdos

Corfú Moraii

Sangre árabe

J «laico

Mosaico d e Fiestas

. . . .

Programa Oficial de las Fiestas. Actos benéficos Itinerario de los actos

REPORTAJES FOTOGRÁFICOS ¡ Foto Studio, Palacios, Solbei, Laboratorio «Azul», Palomera y J. Sandoval. DÍBUJOS:

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. Orlo Alcaldía y Viñeta Catedral Valencia, por E. Furró.

RETRATOS; .

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. De G. Borrachína y E. Malta, por Antonio M. Sanchis.

ILUSTRACIONES artículo», por Caitañer. PROYECTO E IMPRESIÓN: Talleres Gráficos de PAPELERAS REUNIDAS, S. A., sobre popeles de propia fabricación.

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A Francisco Franco Bahamonde, Rector de Espa単a, Caudillo de la Paz.


X T U E V AMENTÉ va a engarzar Alcoy, en el 1N collar de su historia la perla de sus fiestas de Moros y Cristianos que, ano tras año, conmemoran el gesto heroico de un pueblo alzado en armas contra el invasor, enemigo de su fe y de su concepción cristiana de la vida, y la protección de su Santo Patrono Jorge, Mártir de nuestra Religión Sacrosanta y Defensor de todas las causas nobles como la que en el siglo XIII movió a los alcoyanos a blandir la espada, con la oración en los labios y la confianza en el corazón. No en balde quisieron nuestros antepasados fijar en su memoria y en la de sus hijos, de manera vivaz y perpetua, la emoción de aquellos hechos, la alegría que debieron sentir al verse libres de la amenaza que se cernía sobre la Villa y la gratitud al Cielo por .el socorro tan oportunamente concedido, que les iba a permitir gozar nuevamente de la tan deseada paz de sus hogares. Merced a la persistencia de aquel recuerdo, no ya anual sino diario, pues el alcoyano genuino vive sus fiestas sin interrupción con sus costumbres y sus evocaciones, su léxico y su folklore, este pueblo laborioso "y sencillo, adquirió en contraste encantador, hábitos que parecen opuestos y se complementan en realidad, pues destaca por su afán de trabajar y su deseo de chanzas y diversiones, su seriedad comercial y su alegría congénita, su honradez intachable y su simpatía acogedora, cualidades a las que dedica un culto continuo y que en estos próximos días de Fiestas, haciendo un alto en la lucha por la vida, convierte en un derroche de músicas, de luz y de colores, y un desbordamiento de algazara y de arte. Alcoyanos: impregnaos de todo ello durante los próximos festejos dando expansión a vuestros sentimientos y dirigiéndolos a lo Alto, de donde siempre ha de veniros el consuelo y la protección, para adquirir nuevos alientos que prosigan sosteniéndonos en las luchas de esta vida, con fortaleza ante las adversidades y una firme esperanza en el porvenir. Akoy, abril 1951. ENRIQUE ALBORS WCENS Alo>ld* d* Alcor


Excelentísimo señor Gobernador Civil y Jefa provincial del Movimiento don JBSÚS Arunbuní Olarin.

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A LCOY visle en estos días sus mejores galas para rendir culío a la tradición. Y a través de actos •*^ cuya característica principal es su extraordinaria belleza, evoca tiempos pasados que tuvieron por signo a la Cruz y por guerrero a San Jorge, frente al simbolismo de la Media Luna. Del fausto y esplendor que gozan estos festejos únicos, difícilmente puede formarse una idea quien no haya sido testigo presencial de los mismos. El monorrítmico desfile de las Comparsas en la famosa «Entrada» es una estampa evocadora de mezquitas y cortejos, de alminares y jardines con fuentes rumorosas. Por la gracia sin par de su especial colorido y vistosidad, crea un ambiente del más puro eslilo morisco que capta y alrae con fuerza arrolladora, abriendo el espíritu al recuerdo de que esta tierra fue solar muy querido de gentes del Islam. Y es íanlo su atractivo, tal su luminosidad, tanto su empaque y reciedumbre, tan diversas sus facetas, siempre variadas y nuevas, tan insospechado, por lo hermoso, su conjunto, que es insuficiente el pincel o la pluma para captarlo y trasladarlo al lienzo o al papel. Se hace preciso, para tener cabal concepto de su magnitud, vivir esas jornadas inigualables en que Alcoy todo, vibra con tensión de arco presto a disparar a lo alto el dardo de su fe. Esa fe que es raíz de su grandeza y que tan fielmente se refleja en sus fiestas de sMoros y Cristianos». Por todo ello, nuestro más fraternal y emocionado saludo a Alcoy, florón de lo más preciado en nuestra querida provincia.

Artemio Payi Rico, Prwidenta da la lanrisima Diputación Provincia.! da Alicante.


**£residente

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OS poetas de todos los tiempos y de lodos los estilos, me ahorran al empezar este modesto trabajo, el elogio de Alcoy y de sus Fiestas —música de los ojos— sorpresa lozana y añeja de lodos los años. Difícil sería bosquejar ese panorama multicolor, de ingenio y de gracia, de lujo y riqueza que presentan en sus desfiles las numerosas comparsas que loman parte, en eslas Fiestas sin par, junio con el donaire y la gallardía de que son poseedores los hijos de esla tierra que admiran cuantos la conocen y desean quienes la vislumbran. Yo que tuve la fortuna, de que por convivir con los abóyanos laníos años, me vi envuelto en el embrujo de su alegría, de su belleza, de su simpatía y de su bullicio sano y acogedor, recordaré siempre los días venturosos, entrañables e intimislas que en la frontera sutil del tiempo, corren lentamente desde el 1.° al 22 de abril. Yo pido para Alcoy y sus hijos a su glorioso Patrono San Jorge Mártir, que les defienda del poder de las tinieblas y en esta hora crucial del mundo que les conduzca a puerto de paz que es puerto de salvación. Guillermo Prieto Madasíú Hijo adoptivo da Alcoy Gobernado i Militu de Cace res

f e li ciitici vn

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EQUERIDO nuevameníe este año, por la Junta de San Jorge, para enviar unas cuartillas, con objeto de figurar en el programa de las tradicionales fiestas de Moros y Cristianos, que tan brillantemente celebra esta Ciudad, quiero hacer presente la satisfacción que sentí, cuando el pasado año presencié nuevamente las fiestas después de laníos ausente de esta hermosa Población, «cuántos recuerdos me hicieron revivir las citadas fiestas», en presentación, belleza y organización, fueron modelo, prueba de ello la grandiosa e incomparable entrada de Cristianos del pasado año tan cuidadosamente presentada, no diferenciándose como en otros años, ya lejanos, de la solemne seriedad de la entrada de Moros. Mi felicitación a los organizadores, y que continúen de ese modo velando por el prestigio, vistosidad y grandeza de tan hermosas fiestas.

Coronel del Regimiento Vizcaya n.° íl Comandante M i l i t a r ¿e la Plaza


Las sublevaciones musulmanas: ALAZRACH E

por Miguel Gual Camarería Proíejor A dj u tilo d» Univetiidad

N menos de 15 años (1232-1245] había caído todo el Reino de Valencia, por conquista y por capitulación. El pueblo vencido, en su mayoría, continuaba viviendo o conviviendo con los vencedores, en condiciones verdaderamente ventajosas, amparados por los convenios de capitulación y cartas pueblas, que les permitían la práctica de su religión, educación de sus hijos, uso de bienes muebles y propiedad de los inmuebles, previo pago de un canon, no mayor que el anterior a la conquista. Quizá la vida de los mudejares, al contacto con los cristianos, había aumentado sus posibilidades de riqueza, con un activo comercio y el desarrollo creciente del artesanado y la agricultura. Una minoría cultivada había emigrado, al amparo de las capitulaciones; pero aun quedaban grandes magnates sarracenos, sometidos ante las circunstancias y en espera de una buena ocasión para la revancha. Los vencedores, en la mayor parte del reino, estaban en minoría, ocupando los sitios estratégicos. Una carta de Jaime I a! consejo barcelonés,, del año 1270, nos reveía que en todo el país valenciano sólo existían 30,000 pobladores cristianos. Tres años después de finalizada la conquista estalla la sublevación mudejar, acaudillada por Alazrach, poniendo en peligro todo el reino. Le ayudan los moros murcianos y andaluces; cuenta con la simpatía y apoyo del rey castellano, no falta un grupo de traidores, salidos de las mismas filas catalana-aragonesas. Diez años de luchas y sinsabores cuesta a don Jaime dominar la insurrección y conseguir que el rebelde salga de sus tierras. Gran parte de los mudejares ha tenido que emigrar a otras tierras, lo que activa la repoblación cristiana. Pero al final de la vida del Conquistador vuelve Alazrach y comienza de nuevo la rebelión, que como reguero de pólvora se extiende a casi todo el país; e! monarca, ya enfermo, apenas tiene tiempo de entregar el mando a su hijo, el infante don Pedro; y mientras éste bate castillos y libra batallas, aquél muere en su amada Valencia, llevándose al sepulcro la preocupación de un reino debatiéndose en la agonía (1).

cristiana; los zenetes saquean Luchente; acude el Maestre del Temple con un buen grupo de guerreros y se da la famosa batalla de Luxen, contra cerca de 4000 moros; el descalabro cristiano es completo; caen prisioneros los jefes principales, entre ellos el maestre de los Templarios; mueren ios demás, con García Ortiz de Sagra y Berenguer Guillem de Entenza —hijo— a! frente, Esta batalla tiene lugar, probablemente, en julio de 1276, llegándole la noticia al monarca por medio de Pedro Eimerich de Bellpuig; muere tanta gente en ella que, según Marsilio, los de Játiva señalaban ese día como el «martes aciago». Desde el año 1275 abunda la documentación sobre esta guerra, en cantidades verdaderamente abrumadoras; resaltemos lo más importante. Son numerosos los llamamientos reales a los caballeros heredados en nuestras tierras, para que acudan armados a la lucha; convoca don Jaime Cortes en Valencia, durante la Cuaresma de 1276; enumera los traidores que ayudan al enemigo; abastece castillos, situados en zona peligrosa; refuerza sus guarniciones; prohibe que los sarracenos asciendan hasta las fortalezas; enumera las localidades que están en poder del enemigo; reparte heredades, premia o castiga, según ¡os méritos; repasa gastos de guerra; envía tropas a las fronteras; permite la venta de prisioneros como esclavos,., tal es la -actividad de Jaime I, mientras su hijo se las entiende con los moros; hasta el día anterior a su muerte sigue expidiendo diplomas e interesándose por la marcha de la contienda. Finalmente llama al infante don Pedro y le^ transmite el poder, con el consejo de que acabe la guerra y expulse a todos ios moros per co com eren tote traydors. Pedro III continuará con tesón esta lucha, hasta finalizar con el sitio-y conquista del Castillo de Montesa.

* ** La segunda sublevación tiene caracteres más graves que la primera, debido a la llegada de un buen contingente de benimerines y zenetes granadinos en auxilio de los insurrectos, Se inicia con el levantamiento del alcaide Ibrahim en el castillo de Finestrat, seguido por los de Tous, Cocentaina, Liria, Beniopa, Biar, etc, Vuelve Alazrach, pero muere en seguida en la batalla de Alcoy, a la que sigue un tremendo descalabro cristiano, al salir en persecución de los moros fugitivos (2), Todo el Sur del reino es recorrido libremente por los zenetes, sobre todo el Vade de Albaida. Algo reanima el éxito conseguido por Pedro Ferrandis de Ixar, al sitiar y tomar el castillo de Beniopa, capturando dos mi! prisioneros. Pero un suceso inesperado va a precipitar los acontecimientos, en sentido desfavorable para la causa

tas de moras y Cristianos, para otro estudio. El raífltn más fidedigno es al

(t)

Primicias de mi obra Jaime I el Conquistador y Valencia, próxima a

publicarse en la "Historia General del R e i n o da Valencia." Igualmente preparo una monografía sotare Alizrach y las subís vician «1 musulmán», ampliamente documentada. (2)

Queda el problema de la relación entre \a batalla da Alcoy y las fies-

de la Crínfi» d* Jaime I, (edlc. Agullo, p, S2S), que es como sigue:

"E nos están en Xátiva haguem ardil d' aquels cavaííers genets que eren entráis en la térra; e nos pensam de metre tro a XL homens a caval, a establir la vi/a d' A/coy e de metre establimení e! castetl de Cocentayna, per hon aquels janets devien passar. E quan fo ren venguts en tro a CCL cavaííers d' aque/s janets en Alcoy, per oombatre, prengueren aquí ai combaire gran mal, e encara que y perderen lur cap, per nom Aladrach... £ puys aquefs XL homens a caval de sus diis, sens toíacort, que la hu no havia del altre, pensaren d' encalcar fos damunt dits/anets, e vengren en la celada que havien gitada aquels janets, e foren la ma/or part d' aquefs chrestians morís o preses."


Por Joíé M " Pemdn De la Real Academia Eipnñola

Nuestra religión no ha nacido para vivir en la intimidad de las conciencias o en el apartamiento de los hogares ni de los santuarios: ha nacido para realizarse socialmente. Estaba todavía soterrada y oculta, como la simiente, en las Catacumbas y ya ensayaba, sobre las paredes húmedas, signos de comunicación extrema y de expresión social: el pez, que lleva en su lomo la canasta de panes, o la copa, donde se abreva una collera de palomas. Signos ingenuos, como balbuceos de niño: impaciencia!! de expansión social de una Religión que no podía todavía salir a luz y ya quería hacer elocuentes las paredes del templo para comunicarse con los hombres. ¡Con qué dolor ella que, apenas recién nacida, quiso ser habladora: con qué dolor vuelve ahora en tantas partes del mundo al silencio y a la catacumba, después de aquellos libres siglos de expansión social: de aquel griterío de piedra de las Catedrales góticas, de aquel ancho cántico glorioso de los «autos sacramentales»! Nos es difícil reconstruir en nuestra mente la sólida, compacta y bien trabada unidad de lo que se llamaba el «pueblo fiel» en los buenos días de la cristiandad. Nos vamos, enseguida, por trochas y derivaciones sentimentales y nos perdemos en vaguedades, pensando que todo consistía en que, por entonces, los cristianos sentían más hondamente la fraternidad entre sí, etc. Pero no es esto. O mejor dicho, no es «sólo» esto. Esto de la fraternidad que entonces, mejor que ahora, sentían los cristianos, no era derivación y proyección extrema de esa otra unidad más íntima y profunda, más orgánica, que hacía del «pueblo fiel» un cuerpo cuya cabeza era Cristo. No era la suya una simple unidad de coincidencia mental y sentimental; era una unidad real y biológica: la unidad del «cuerpo místico», por cuyos miembros discurría la Gracia, como si fuera la sangre azul de su alcurnia divina. El «pueblo fiel» vivía en continua comunión, en continua unidad. Era el «pueblo fiel» —no

«éste» ni el «otro» individuo— e! que oraba, cantaba, gozaba o sufría. Entonces tenía todo su pleno sentido el plural en que están escritas todas las oraciones litúrgicas. El funeral era la oración del pueblo por el vecino muerto, y la romería o el día del Patrono, con su doble vertiente religiosa y laica, era la fiesta social en que el pueblo arreglaba al unísono sus cuentas con el cíelo y la tierra. Por eso en las «cantigas» gallegas es siempre en la romería donde la novia se cita con el novio, y en los romances castellanos es siempre en la mañanita de San Juan o en !a Pascua de flores, cuando el caballero roba a la doncella. El templo, rodeado por esa compacta unidad humana del pueblo fiel, se extendía por él y se corría, como por capilaridad, al través de los espíritus, así como una mancha de aceite en un tejido de seda. Por eso toda la vida social estaba impregnada de religión. Todavía está lleno el lenguaje de huellas de aquella conjunción de lo humano y lo divino, en la que todo tenía una medida religiosa. El año se medía por las fiestas. si vendrá por la Pascua o por la Trinidad el día, por los toques de la parroquia: A «las ánimas» llegaron dos caballos a su puerta... Hasta el más breve espacio de tiempo tenía su referencia y su medida en alguna práctica religiosa; «hizo esto en un credo», «llegó en .un santiamen.. O como dice el romance de Tristán e Isolda, casi con irreverencia, para medir el largo abrazo final de los amantes, prestos a morir: Tanto estuvieron unidos como una misa rezada. (De OCHO ENSAYOS RELIGIOSOS)


fiestas. De él nada cabe decir, sino que se abusa demasiado de la rendición de honores con la vuelta de las escuadras, hecho tolerado, a pesar de ser antirreglameníario. Sencillamente grandiosa, ia Entrada de Cristianos. Sin necesidad de aguijonear a los festeros en sus afanes de superación, conviériense éstos en artistas anónimos y por ello casi heroicos, que crean e ingenian, dentro de sus comparsas, motivos y detalles que luego han de admirar millares y millares de espectadores, logrando armonizar, de esta forma, la belleza moral de nuestras fiestas con una rica y apropiada plasmación artística. Y asi este año, cuando agradablemente sorprendido el público por el largo y lujoso desfile de la comparsa «NAVARROS», dábase por satisfecho de haber presenciado un acto de suma atracción, ofrecía la comparsa «TOMASINAS» una entrada Nuaitro entrañable amigo y compañero da Redacción don Josa Moya Moya, Croniíla da que nadie esperaba por la riqueza y gusto de que Fiestas y Cronista da la Ciudad, tenia por noirns publicar, extractada, en el Programa da hizo" gala, ya que, francamente, pocos creían que Fia lia i, la Crónica que anualmente redactaba su indumento íesíero se prestara a presentar tan para e! archivo de la Asociación de San Jorga. Elle año, y en homenaje al malogrado autor bello cuadro de conjunto. Repetimos en la predel L1BÍO DE ORO DE LA CIUDAD DE ALCOY, la insertamoi Integra para que nuesíroi sente Crónica que es preciso salvar el escollo de lectora! recrean tu espíritu con la laclara da fu poiluma Crónica da Fiestas y qua hito dial que la Entrada de Cristianos no termine con el anlat de morir. mismo orden que se observa hasta el paso del Con ana recuerdo emocionado y Iraternal, va nuestro coraión y una tentida plegaria por Alférez. La Junta Directiva de nuestra Asociación, al descanso eterno del querido corapañero, alma qua fue da esta publicación. sin ansias reformadoras que pudieran parecer imN, da la R. pertinentes, procederá a estudiar, con las comparsas interesadas, los medios indispensables para JNA página más ha sido fieímente escrita en evitar que este acto termine tan larde y deslucido ^ el sagrado libro de las tradiciones alcoyanas, en su final. La Entrada de Moros, más ordenada que en del que bien puede decirse que es lazo que nos encadena al pasado, con amoroso vinculo y los años anteriores, aunque todavía cabe lograr que más emocionados recuerdos. Él contará a quienes nos sucedan, que supimos seguir, con acertado rumbo, la huella trazada por los que nos precedieron. Anuncio y pregón que estuvo a tono con la brillantez de los festejos que íbamos a celebrar, íué el Programa Oficial editado en el presente año y que viene a enriquecer la colección conservada en el archivo-biblioteca de nuesira Asociación, la que alentada por los elogios recibidos aspira a que dicha publicación se convierta en el vocero anuo que cante encendidamente, como merecen, las grandezas y justos orgullos de nuestra tierra y de sus queridas fiestas, si, como confiamos, continúa y aun se acrecienta el favor de cuantos pueden contribuir a su lujosa edición. Comenzaron nueslras fiestas con el solemne Novenario a San Jorge, elocuentemente predicado por el Rvdo. Padre Enrique Maruja, Misionero del Corazón de María, cuyos sermones encendieron evolutivamente el fervor de fieles y aun de radioescuchas, que siguió con gran interés sus magníficas piezas oratorias. Favorecida con un tiempo espléndido, tan inseguro y lluvioso en días anteriores, inicióse la gran jornada del 22 de abril con la Primera Diana, acto espectacular y ansiosamente esperado, porque abre y pregona la suntuosidad de nuestras Capitán Moro 1V50

o ,.

D. J. Jorge Vilaplana Abad


se acelere el paso de las escuadras y CR6 no se estacionen somnolienta e innecesariamenle en un punto determinado, para evitar inconvenientes harto conocidos, sin que por ello se pierda el tipismo que dan a este acío los llamados pasodobles orientales. Para la consecución de lodo ello, sólo hace íalta buena voluntad. Únicameníe así podría organizarse adecuadamente el Paseo General, que se celebra después de esta Entrada y que antaño constituía un espectáculo ameno, bullicioso y sugestivo. La comparsa «VERDES» superó en gusto y riqueza la presentación y atuendo de su año de Alférez, y la de «MAGENTA» supo ornamentar vistosamente el acto de su entrada con elogiable propiedad. La festividad del 23 de abril se celebró con la emotividad y esplendor acostumbrados. El panegírico del Padre Maruja fue digno colofón de sus sermones del Novenario. Concurridísima, como nunca, la Procesión de la tarde, siendo aclamado con entusiasmo el Santo Patrono al tránsito de su imagen por las calles de nuestra ciudad. La simbólica representación del Santo, correspondió este año al candoroso niño José-Luis Ferrándiz Carbonell, quién vistió riquísimo íraje diseñado por el artista Segrelles, cuyo solo nombre hace innecesarios todo elogio y ponderación. Capitán Crisiiano 1950 Cinco novedades agradables nos ha ofrecido D. Aguslín Paya Pascual la fiesta del Aíardo: La del encaro de capitanes, que, por haberla efectuado desde la llamada Ca- don Agustín Payá Pascual, de la comparsa «NAseta de Corbí, permitió que saliera disparando la VARROS»; de Alférez Moro, don Antonio Armiúltima comparsa desde la Plaza de España. —El ñana Abad, de la comparsa «MAGENTA», y de disparo de los alféreces, que dio gran realce a Alférez Cristiano, don Enrique Soler Ollra, de la este cargo.— La feliz iniciativa de la comparsa comparsa «TOMASINAS», «MARRAKETS», digna de que tenga imitadores, Así han sido, brevemente comentadas, nuestras al vestir con indumentaria apropiada a los carru- queridas fiestas, nunca cansadas y siempre nuecheros.— La banda de clarines y cortejo de guar- vas, aunque repetidas con idénticos lonos por dias que formaron en la planta principal del Cas- tantas y tantas generaciones. tillo durante los actos de las Embajadas, y que Ayudemos todos a ennoblecer lo que ellas imprimieron al conjunto un sello majestuoso y tienen de generosas, y esforcémonos con sanio de severidad.— Y el debut, como Embajador de empeño por engrandecerlas, en el ancho campo Cristianos, de D. Fernando Mira Mondéjar, quién que nos ofrece la gloriosa gesta que se conmecon potente y clara dicción formó un excelente mora, pues, ya se sabe, sólo para los espíritus conjunto con el del Bando Moro, no siendo por superficiales puede quedar agotado un tema en ello de extrañar que las dos Embajadas fueran forma definitiva. largas y calurosamente aplaudidas. Así os lo pide, por San Jorge y por Alcoy, Han desempeñado los cargos: de Capitán vuestro Cronista de Fiestas. Moro, don J. Jorge Vilaplana Abad, de la comparsa «VERDES t f de Capitán del bando Cristiano, José Moya Moya

Detalle Embajada del MOTO da 1«0. En e] ángulo interior derecho «1 señor Moya presenciando el acto


En que se trata algo de inestimable provecho... «Donde no te conserve piadosamente la faeroiicia de lo pasado, pobre o rica, grande o pequeña, no esperemos que brote un pensamiento original ni una idea dominadora. Un pueblo puede improvisarlo todo menos la cultura intelectual. Un pueblo viep no pueda renunciar a la suya sin extinguir la paite mis noble de tu vida y caer en una stgunda infancia, muy próxima a la imbecilidad

D

E Intento he adoptado este titulo vago e indefinido al par que intrigante paca glosar mi aportación de este afio al Programa de Fiestas. V ello por dos razones: he dejado como flotando en e! aire la concreta denominación del contenido de este artículo por entender que, la misma imprecisión que encabeza estas líneas, pudiera mejor servir de anzuelo o reclamo para fijar la atención del curioso lector; por otra parte, he querido centrar con la palabra provecho todo el interés y consideración que en ciudades como la nuestra merece todo lo práctico, útil y productivo. Porque en ciudades de tipo industrial hay, en cierto modo, una predisposición manifiesta a valorar quizá excesivamente, —sobrevalorar—, el factor económico y monetario como único signo de riqueza, con menoscabo y detrimento de la empresa o ira bajo puramente intelectual que, al parecer, no produce ni crea riqueza. De hecho, la vida cultural en Alcoy no es lo que debiera ser, habida cuenta de su prepotente desarrollo industrial. No quiere ser esto un reproche al genuino carácter al que debe Alcoy su fama, pero si una observación..., una llamada a un mayor equilibrio de fuerzas y un legítimo deseo de una más entrañable adhesión a toda cuestión cultural. Por ser esto asi, nada mejor, —entre nosotros—. para ponderar las excelencias de una cosa que decir que es de provecho, Sólo que, en el caso que nos ocupa, el provecho es de orden Inmalerial. —intelectual y espiritual—, pues no tratamos de otra cosa que de una Historia y de un historiador: del Libro de Oro de la Ciudad de Alcoy de nuestro ilustre paisano D. José Moya Moya.

EL H O M B R E

su historia. Porque si no se puede amar !o que 10 se conoce, más y mejor podrá amar a la patria chica o grande quien más la conozca (Amor y conocimiento son como un circulo elástico o una reacción reversible en la que el amor engendra el deseo de conocer y et mayor y más perfecto conocimiento es causa de mayor estimación]. Conocer nuestra historia y nuestros antepasados es el mejor modo de conocernos y estimarnos a nosotros mismos en lo que valemos, y, por tanto, de honrar a Alcoy,

LA OBRA El Libro de Oro de Alcoy es una Historia local de vastas proporciones valiosa no sólo por-su extensión, —que ya supone minuciosidad y detalle en la exposición—, sino que también por la escrupulosidan científica y elaboración fidedigna, ya que la casi totalidad de los materiales informativos son de primera mano: fuentes documentales. Lectura y transcripción de centenares de documentos coetáneos de cada época tratada e interpretación correcta de los mismos han servido para trasladar su esencia al texto de la obra histórica que nos ocupa. Nos encontramos ante una obra excepcional. —el calificativo no es hiperbólico — , dentro de la historiografía alcoyana. Por su contenido y volumen supera, englobándolas, cuantas monografías e historias parciales y generales, pocas y livianas en verdad—, tenemos de Alcoy, pero además, por su importancia, trasciende el interés de lo puramente local para entroncar en la historia general de! Reino de Valencia, a la que aporta cuantiosos y originales datos. El Libro de Oro de Alcoy que impreso puede resultar de unos ocho volúmenes, comprende esencialmente tres partes perfectamente delimitadas en su concepción y redacción: a) Historia civil y religiosa: b) Aicoy industrial; c) Alcoyanos ilustres. La primera, más extensa, se ocupa propiamente de la historia de Alcoy desde los tiempos prehistóricos hasta el siglo XVI Con acertado criterio el autor, ha desglosado de esta primera parte todo lo que se refiere al origen y desarrollo de las industrias alcoyanas para tratarlo con la extensión que merece en la segunda parte: las industrias de paños y papel principalmente quedan historiadas con nutrida investigación documental lo que permite pormenorizar con gran lujo de detalles, siguiendo después la exposición históricas de las demás industrias en su evolución hasta el presente. La tercera parte forma un elenco de un centenar de biografías de alcoyanos ¡lustres Toda la obra va ¡lustrada con fotografías y dibujos marcas de papel, etc., la mayoría de los cuales están ya preparados.

¿Quién no conocía en Alcoy a D. José Moya? A través de su triple aspecto de Cronista de la Ciudad, de fester y de su actividad profesional era generalmente estimado Su gestión de largos años como Cronista oficial ha sido fructífera y meritoria. También como Cronista de Fiestas y fesíerque era. su actividad será largamente recordada: su entusiasmo en el seno de la Asociación de San Jorge y en la Junta de Fiestas era proverbial, y e) traje de fesíer era en él como una investidura sacra y como una filual expresión de iodo lo que la Fiesta y el fester significan. Pero es a una parcela, que es jardín, de sus actividades, —la más trascendental, desde luego, para él y para nosotros—, a la que debo referirme: la de su labor histórica. Una preparación nada común de latín; de paleografía y diplomática puesta al servicio de una vocación inquebrantable de bucear en el pasado y de investigar nuestra historia local, dieron vida a una serie de artículos y estudios históricos, diseminados unos en periódicos E L P R O P Ó S I T O locales, concursos literarios, etc., quedando otros inéditos y plas¿Qué otro puede ser que el de interesar vivamente a todo mando-, finalmente, en el Libro de Oro efe Alcoy, el fruto de treinta anos de investigación histórica y trabajo sobre centenares de alcoyano consciente, al intelectual como-al industrial, en el conodocumentos. cimiento de dicha obra? ¿Cuál más legítimo que el de acuciar a En medio de su labor cotidiana siempre encontraba tiempo corporaciones y entidades para que se apresten a poner los mepara el cultivo de su indeclinable afición histórica, y es que si Su dios,—ayuda económica y moral-, con objeto de lograr la actividad profesional era una necesidad material, su labor inves- pronta publicación de nuestra Historia de Alcoy Ya un joven pero tigadora era una necesidad moral, una imperiosa llamada voca- prestigioso profesor de la Universidad de Valencia lleva en estucional. Y así, su auténtica personalidad, —prescindiendo de sus dio los problemas técnico científicos de su publicación, pero el otras actividades cotidianas aleatorias—, era la de historiador, gasto de la edición es algo que gravitará sobre el editor o editoradicaba precisamente en lo que él llamaba con modestia sus res, necesitando en todo caso de la ayuda oficial y también del aficiones. Mas no cabe calificar sus trabajos histéricos como su mayor número posible de compradores o suscriplores violin de Ingres, pues, ¿acaso puede considerarse di/ettantjsmo o Lo que no admite duda es que no puede quedar relegado al mera afición la labor sostenida, tenaz pero entrañablemente, du- olvido ni menos perderse un trabajo acumulado que sería difícil rante más de treinta años de revolver archivos y desempolvar recomenzar o rehacer, y que, publicado, aparte de otras ventajas, legajos? Qué importa que fuera una labor callada, sin alharacas, siempre servirá de luminoso norte y guía a futuros investigadores guardada celosamente en la intimidad de sus más caros deseosl de nuestra historia Mas, tengo el convencimiento de que se lleEn resumen, fue un alcoyano cien por cien, pues si bien hay vará a cabo el proyecto de edición de la que juzgamos, —no muchas maneras de ser buen alcoyano. de sentirse alcoyano de desde nuestro particular punto de vista, sino desde la altura copura cepa y de amar y engrandecer la ferrete, hay una particu- mún de un alcoyanismo puro, vivo y nunca desmentido—, como larmente excelente y excelsa: la de conocer y dar a conocer otra efe inestimable orovecho.


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"DIARIO DE NOTICIAS" LISBOA -

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tMOROS Y CRISTIANOS! e iVI CONGRESSO ARQUEOLÓGICO DO SUDESTE ESPANHOL», pelo eng. Abreu Nune«. Alcoi. cidade antiquíssima da provincia de Alicante, foi conquistada aos mouros por D. Jaime de Aragao e depois por eles reconquistada, Aos históricos episodios déssas lulas de he sete sáculos esté ligada a /enda da aparícSo de S. Jorge, que ficou dasde entáo a ser o patrono da cidade. Os días 22, 23 e 24 de Abril sao tradidonalmerite consagrados pelos alcotanes á comemorafáo ¿aqueles tactos e lenda, com {estas e reconstituidos históricas irttaressantíssímas. Assim, a representado de «Moras y Cristianos» reveste-se de tal brilhantismo que di/icitmerjls se pode desorever, Algurts números, porem, darao urna psquena ideia: custou um mifháo de pesetas e riela tomaram parte vinta e niñeo bandas de música de Alcoi e arredores e mil seténenlos e vmte e cinco figurantes; consumiram-s& sete mil quitos de pólvora e d/spararam-se setecentos mi! tiros! A essas testas seguiu-se, de 25 a 28, a realizatfao do VI Congreso Arqueológico do Sudeste Espanhot, srn que colaboraram cento e cinquenta congressístas espanhois. franceses, italianos e portugueses- Foram apresentados numerosos e valiosos trabalhos que ocuparan] oitú sessoes. A representado portuguesa e o nosso País foram alvo de distintas atenyóes, e. entre as comunioacSes, contava-se urna sobre a ídade do Ferro em Eívds. da autoría do erudito arqueólogo sr. Abel Viana. O sr. eng. Augusto Jaime Teles rje Abreu Muñes, ilustre presidente da Junta de Turismo de Cascáis, foi eteito para a mesa da presidencia e a ele se devern o elucidativo relatorío do congresso e a descrifáo das festas. num vclume que temos presente, primorosamente impresso e ilustrado com fotos de a/guns documentos e

De Alicante pasé a Alcoy, Sin saberlo ni pretenderlo, llegué en plenas «fiestas de Moros y Cristianos», y como en ¡a Semana Santa sevillana, nadie piensa mas que en sus fiestas. Son ciertamente tan bellas y tan grandes, que si se conocieran como se conoce la Semana Santa aludida, lloverían sobre Alcoy multitudes de turistas y visitantes. Sobre un episodio de la Reconquista, la poesía, el fervor y el patriotismo han sabido tejer una especie de Auto Sacramental maravilloso, cuyo escenario es toda la ciudad y cuya representación es de acción más que de palabras. Comparsas admirables, galana y ricamente vestidas, lucidas cabalgatas, simulacros de épicas batallas, alardes de valor y caballerosidad, sorpresas dramáticas y música y pólvora en gran profusión, mantienen en tensión los espíritus durante una semana. Y lo más bello es que alternan en fraterna! unión el empresario y sus obreros, ei acaudalado señor y el menestral; en la «comparsa» todos son iguales. Resalta el espíritu de caridad. Uno de los días de fiesta festá destinado a visitar los hospitales, asilos y casas de beneficencia, derramando consuelos, distribuyendo dinero, sirviendo copiosos almuerzos «Si nosotros gozamos — dicen—, que también gocen elloss. Acompañé la «Comparsa de Navarros». De casa al Asilo de los Ancianos, con una banda de música (son veinticinco, como las «comparsas»). Después de celebrar una misa de comunión, recorrimos los locales; les sirvieron un rico desayuno y se entregó a cada recogido un puro y cuatro monedas de a duro, flamantes; la banda tocó y uní alegre hcrmanita hizo estallar algunos pequeños «truenos». Cada «comparsa» hizo lo propio en el lugar que le correspondía, y en suma resultó una elegante manifestación de fraternidad cristiana.

-Revista "DON BOSCO EN ESPAÑA"

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HIMNO DE FIESTAS Música de D. Gonzalo Barrachína Selles Letra de D. Eugenio Moltó Botella

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E S T R O F A S Nuestra fiesta ya llamándonos está llamando está con voz de aliento y vida de todos bendecida. ¡Viva! ¡Viva! LOOP, Loor, por darte a tí esplendor ríe en ia Esfera la Primavera.

Es luz y color contento bullidor renovador venero de ilusiones imán de corazones, |Viva! jVival Del patrio hogar es himno y es cantar de nuestra Historia cifra de gloria.

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Sacro ritual de un cuite patriarcal inmemorial; a tí en estas canciones van nuestras oblaciones iVival jVival Y por tu honor sobre tu ara de amor, juntan sus manos los a I coya nos. [Viva I i Vi va I

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Honramos estas columnas con ta evocación de dos ilustres alcoyanos: Gonzalo Barrachina y Eugenio Mo/tó. El uno compositor de estudio firme y brillante, y, sobre iodo, de una inspiración fácil, tierna y exquisita. Llevó al pentagrama —entre su obra copiosa—, con inimitable acierto la riqueza folklórica regional. Cantó con genial intuición el sentimiento música! del alma popular alcoyana en su fiesta mayor de Moros y Cristianos. Es autor del "Zig,* declarado Himno de Fiestas que anualmente levanta —y siempre que se interpreta— explosiones de fervoroso entusiasmo popular. El otro, Euge-

D. Gonzalo Borrachína Selles

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L 29 de septiembre del año 1869, vio ¡a luz primera, en nuestra ciudad, et Ilustre compositor don Gonzalo Barrachina Selles. Sus padres, José y Teresa, excelentes patricios, aleoyanos también, tuvieron la intuición de inclinarle al estudio de la música en la Que tantos laureles habla de conquistar en el porvenir Sus primeros maestros, fueron los alcoyanos don José Jordá Valor y don Rafael Valor Andrés, bajo cuyos auspicios, la predisposición nativa de Barrachina para el divino arte, hizo tan rápidos progresos que maravilló a sus propios profesores, quienes le alentaron y dirigieron para estudios superiores. Trasladado a Madrid, estudió con notable aprovechamiento y brillantez ia carrera de maestro compositor. Fueron sus profesores, entre otros, no menos notables, nuestro también Ilustre paisano don Juan Cantó, de Armonía / de Composición don Valentín Artn. y tuvo por condiscípulos a compositores tan eminentes como Conrado del Campo y Vicente Arregui, quienes siempre le distinguieron como a compañero de sobresalientes cualidades, Todo el mundo musical de entonces se honraba con la amistad de nuestro gran Barrachina. sobre todo, aquel genio inmortal de la zarzuela española, Chapi. que conociendo a fondo sus excelentes dotes, le distinguía con notoria amistad y predilección. Simultaneaba sus estudios de armonía y composición con sus actuaciones de solista de oboe en orquestas y teatros de Madrid, instrumento que tocaba a maravilla, como asimismo otros varios, aprendiendo a vencer airosamente ias características dificultades del instrumental de orquesta, cuyos conocimientos, le sirvieron después para que su poderosa inspiración estuviese magistralmente servida por todas las voces orquestales que dominaba a la perfección Que Barrachina era rnújico de facultades excepcionales y que la armonía y composición que había estudiado le sirvieron de ideal vehículo para expresar con todos los efectos estéticos la vena de su fecunda y original inspiración, es cosa que demostró con plenitud de acierto. Ahí está su poema LA VENTA OE LOS GATOS, inspirado en la célebre leyenda de Bécquer y estrenada por la Orquesta Sinfónica de Sevilla, que lo acredita y que de manera incomprensible no figura en ios programas de las actuales orquestas Compuso las siguientes obras: Además de la «Venta de los Gatos», la suite «Escenas Levantinas» y ta «Oranesa», para gran orquesta; las óperas «Almila», escrita para niños, y «Escipión», que no llegó a representarse pero de !a cual fueron publicados varios fragmentos, entre ellos el magnifico «Racconto», una de las más bellas páginas de nuestro músico; las zarzuelas «Majas y Majos», «La Bella Zaida». «Los Viejos Compadres» y «Encanto de Amor», esta última sin acabar; los juguetes en un acto «Juanilla y Susana»; fas famosas Líricas; para canto y piano:

«Canta i1 amor». «El Jardl Encanta!», «Trist Record», «La Eterna Canción», «Añoranza», «Hilando», «La Hetaira» y «La más pequeñita»; para pequeña orquesta: «Zambra morisca», «Zarabanda y Minué», «Romance morisco», «Zambra Gitana» y «L1 Ángel de la Nit» (nocturno); para banda: «Marcha española», que entre otras, interpretó la de Alabarderos de Madrid, Estas composiciones, de un suave matiz popular, son un eco del post-romanticismo español, tan vivamente encarnado por Granados, y que está hecho de reminiscencias schumanianas y de alusiones hispano-moríscas, llenas de un lirismo sensual y lánguido. En música sacra mencionamos su «Benedictus» y «Gloria», misa a dos voces, varios trisagios y un «Tantum Ergo». En este aspecto continúa la tradición alcoyana de la música religiosa que tan emotivamente había vibrado en las melodías de Francisco Sordera, José Jordá, Camilo Pérez Laporta, Enrique Juan Merín y José Espi. Compuso también «Ecos Levantinos», «Rif Pintoresco» y «Árabe y Gitano», tan conocidos de todos. Mucho luchó en Madrid para mantener a la altura debida la dignidad de la buena música, sosteniendo dura por fía contra la indiferencia ambiente, hasta que desengañado y convencido de que no eran correspondidos sus esfuerzos y sacrificios por el mal gusto imperante en algunos teatros, vino a nuestra ciudad, donde aunando las diferentes corporaciones musicales, fundó la Sociedad, de Conciertos que interpretó las obras de los mejores autores contemporáneos. Si el estilo es el hombre, entre Barrachina y su obra, hay una relación tan íntima y concertada que en toda su producción se refleja claramente su temperamento y sus maneras dulces y correctas, Hombre sencillo y bueno, con su traza humilde y franciscana, jamás ningún interés material turbó la suave serenidad de su alma que había nacido para componer música delicada, tierna y exquisita. Asi lo pregona el «Cuento d' Infants* de la suite «Escenas Levantinas» El que logra expresar y embellecer de manera tan original, tierna e inspirada un motivo popular como éste, ha de ser hombre de gran corazón y de una riqueza espiritual extraordinaria. Fue el cantor por antonomasia del folklore regional Sus «Escenas Levantinas», de un delicado regusto a Massenet, son una pincelada insuperable de expresión y majestuosa vitalidad. En ellas fluye la más genuina savia del pueblo. Y, como intérprete det fervor por los Moros y Cristianos, de esa gran pasión auténticamente alcoyana por San Jorge, que pasa de generación en generación con renovada fe, entusiasmo y vehemencia, y que no tendría la adecuada expresión callejera sin el concurso de la música, Barrachina, es algo extraordinario. Ahí está su marcha mora «Zig». el más hermoso fragmento de su zarzuela «La bella Zaida», de un ritmo voluptuoso y estremecedor. Hoy, lo hemos convertido en Himno de Fiestas y encarna el sentimiento música) de un pueblo, gestado a través de los siglos, hasta que una inspiración luminosa lo captó en estrofas imperecederas. Como intérprete musical de nuestras fiestas de Moros y Cristianos, Barrachina es arrebatador Mientras aliente sobre nuestros lares —o en cualquier rincón del mundo— un alcoyano, Barrachina seré inmortal


Por

Francisco

nio Moltó, periodista, escritor y poeta de acusado relieve en e/_ ámbito nacional. Aunque los caminos que recorrieron fueron distintos, una cosa hay de común en ellos: su alma procer, romántica y poética. La voz de !a patria chica, andando el tiempo, les hizo converger e/i un anhelo común: la de honraría al colaborar ¡untos en el Himno de Fiestas. Al estampar estas notas biográficas que siguen, en honor de nuestros dos ilustres compatricios, queremos contribuir a que nuestra juventud fes admire y recuerde con gratitud por sus excelsas cualidades de grandes aleo/anos.

D. Eugenio Molió Botella ACIÓ en Alcoy en el año J864 de familia alcoyana muy estimada y distinguida, tanto por sus virtudes como por su acendrado espíritu religioso. Desde muy pequeño, ya daba vivas muestras de su inclinación por las letras. Cursó el bachillerato en el Colegio de los PP. Jesuítas de San José de Valencia, y la carrera de Leyes en la facultad de Madrid En nuestra ciudad, en ¡os pocos años que residió, fue concejal católico, Fiscal y Juez municipal, y en colaboración con el presbítero don Tomás Aracil, fundó el colegio de segunda enseñanza del Sagrado Corazón de Jesús, en el que se educó una pléyade de alcoyanos, que algunos recordarán con añoranza y gratitud. Pero donde empezó a dibujarse con trazos firmes y vigorosos su recia personalidad, que ya sobresalía en los primeros estudios, lúe en el periodismo, en el que hizo sus primeras armas como redactor del periódico «El Eco de Alcoy», en el que se mostró periodista ágil, penetrante y batallador, cualidades que fue acentuando y que con el tiempo, llegaron a consagrarle como maestro de periodistas. Luego, pasó a dirigir el también periódico local «La Lucha», que junto con la colaboración en diversas publicaciones, y su constante tributo a la poesía, en la que descollaba por su delicadeza y sana inspiración, le sirvieron para que su fama de escritor, periodista y poeta, traspusiese las fronteras regionales y se le estimase como valor de ámbito nacional en las más altas esferas de las letras. Ganó muchos y codiciados laureles. LO RAT PENAT de Valencia le otorgó el honroso y alto galardón de Maestro en GAY SABER, Obtuvo la flor natural por dos veces en Alcoy, y en distintas localidades de España, pues tenía alma de poeta, corno se refleja en sus propios escritos en prosa. Su clara inteligencia, su gran capacidad para el trabajo y su ardorosa e irremediable pasión por el periodismo le llamaban por rutas de nnás arduo y glorioso empeño, y así, muy joven, dejó para siempre a su ciudad natal, para trasladarse a Cádiz y dirigir un periódico católico Su actuación y su labor frente a este periódico fue tan atinada, grata y fructífera para los intereses morales y materiales de aquella capital, que logró granjearse la simpatía y admiración de todas las clases sociales gaditanas. En el año 1902, fue llamado por e! Consejo del gr-an rotativo de Bilbao LA GACETA DEL NORTE, para" que lo dirigiese, cargo que desempeñó con insuperable acierto hasta el ano 1910, en que por acuerdo del propio Consejo, pasó a la gerencia del diario, en cuyo desempeño le sorprendió la muerte an 23 de julio de 1934. Treinta y tantos anos estuvo laborando en LA GACETA DEL NORTE. Y fue una vida tan fecunda, laboriosa y honrada la de nuestro insigne patricio, que no podemos resistir la tentación de reproducir algunos de los elogios y alabanzas que le prodigaron en la necrología que publicó e! gran diario a la hora de su muerte: «|EI buen don Eugeniol Llegó a LA GACETA DEL NORTE en sus mejores anos de juventud. Y ya no salió d« Bilbao. Vino cuando llevaba nuestro periódico todavía pocos meses de vida. De lo mucho que valía buena prueba han tenido nuestros lectores.

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Su pluma ágil, florida [con su gran alma de poeta), delicada, brillante, hizo artículos y crónicas deliciosas, exquisitas, magníficas. Era de una riqueza de expresión y de una galanura y elegancia de frase insuperables. Lo que salla de su pluma siempre era bello, reuniendo todas las cualidades de la belleza. Como poeta era espléndido. Pero don Eugenio Molió, que siempre fue esposo y padre modelo, tenía algo que estaba sobre todo y que él lo tenía a singular vanagloria: el ser un ferviente cristiano. Por eso lo que consideró como su timbre de honor más preclaro, en lo que puso sus mayores fervores y entusiasmos, a lo que consagró insuperable esfuerzo fue a la publicación de la Santa Biblia...» Las palabras de LA GACETA DEL NORTE, en homenaje al extraordinario mérito y hombría del bien del señor Moltó, no pueden ser mas expresivas. La categoría que como escritor y periodista de gran aliento y profundo pensar tenia nuestro insigne paisano, la confirmó una vez más, cuando el hoy Obispo de Málaga Dr D. Ángel HERRERA, entonces fundador y director de EL DEBATE, hombre de talento extraordinario, como es notorio, y que sabia donde estaba la virtud y el mérito, lo eligió como conspicuo colaborador en los primeros tiempos del famoso diario. Corno final de estas notas biográficas, insertamos un soneto para que nuestros lectores saboreen no sólo la dulzura de una cristalina e inspirada manera de expresarse, sino porque estos versos, a nuestro modo de ver, va impresa magistralmente el alma y la hidalga caballerosidad de nuestro ilustre paisano don Eugenio Moltó.

A MIS QUERIDOS COMPAÑEROS DE PERIODISMO DE ALCOY Van cumplidos hogaño treinta años De mi Ingreso en la fe del periodismo; Dióme «El Eco de Alcoy» ese bautismo Que brinda honores y cosecha engaños, A los propios, al par que a los extraños Alcé sobre el pavés de su egoismo, Y, olvidado, al hacerlo de mí mismo, Cedf las honras y guardé los daños. Hoy que a las lindes de la vida llego. Fiel a mi pluma y a mi larga historia, En vuestro barco de papel navego; Y, ajeno a toda sordidez o gloria, Caballero leal de mi quimera Mi triunfo cifro en que luchando muera. Eugenio Moltó Bou]la Bilbao, Abril 1957. Di»t»r*. i. .OK«« *.i ».««


PARA LAS FIESTAS DE ALCOY Por Felipe SASSONE

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N vano te pido a mi cerebro, pequeñito, sediento y ansioso como una tierra sin flor ni fruto, que ya siente en humedad de ternura la amenaza del retorno al barro originario, y en vano le pido a mi corazón, sonoro e impetuoso, como el galope del caballo de San Jorge, unas palabras frescas y brillantes de salutación para la ciudad de Alcoy en su fiesta de Moros y Cristianos. Padezco, por admiración y por nostalgia, un deslumbramiento, luminoso y angustioso de silencio con sol al evocar la belleza de la ciudad tan rica de historia, de presente y de propósito Tierra de Levante, «de alegría vitat, de amor al arte y a la belleza, tan fecunda en grandes pintores», según dijo el Marqués de Lozoya. Evoco una fusión armoniosa de Oriente y Occidente: una fastuosa y colorista ornamentación arábiga; un claro calor de África, sol blanco —San Agustín era africano— y por eso un regusto de la más antigua sal latina, mezclada de miel en la gracia de las reminiscencias provenzales de su voz dialectal, y una síntesis maravillosa del carácter de esta España infinita y sin par, que a nada se parece, to más y lo menos Europa del orbe civilizado, y lo más fuerte y más seguro del mundo Cuando mis ojos no pueden ver materialmente la ciudad voy a buscar su voz y su figura reproducidas en el precioso fascículo de la Revista FIESTAS DE MOROS Y CRISTIANOS en honor de San Jorge Mártir, publicada por abril del año pasado. Me hieren de luz unas palabras inicíales del Excelentísimo señor don Esteban Bilbao, Presidente de las Cortes Españolas. Dicen así: «Otra vez Moros y Cristianos habrán de reñir en Alcoy su nueva pero jamás postrera batalla; y otra vez más el año venidero la espada de San Jorge refulgirá como un rayo de !uz primaveral convocando a ta cristiana grey a la misma inacabable Cruzada». Hay en todo esto una noble admonición para la constancia de un propósito asegurado por el fervor y la firmeza de! recuerdo. Quisiera ahora mismo extender toda la sarta del collar de loas que ciñe la revista, sin que se me cayese una sola Cuenta al desgranarlas, la tarea fuera !arga y difícil. Me canta aquél verso que Antonio Candela llama Versó Mió, mezclándolo en la airosa y caprichosa libertad de un poema. «Verso mío, hecho con luz de fe y de sinceridad, tomada del altar donde la Cruz nos dicta la Verdad» Me cantan también los de Argento en Verde, en el Romance del Capitán Moro, de aquel malogrado Roque Ortega, alcoyano por adopción y sentimiento

La gente espera en la plaza tu presencia, Capitán... Reloj del Ayuntamiento, mira afanoso hacia al!á, por retrasar si demora y si no por correr más Callaron todas las bocas, las pupilas han de hablar, )que a todos los dejó mudos tu presencia, Capitán! José Moya Moya, cronista de la ciudad, evoca las tiestas de San Jorge en el siglo XVI. En una lindísima fotografía hay una amptia síntesis de la ciudad enmarcada entre la plata de dos ríos: bajo los arcos del puente monumental, lazo de unión, vaga la gracia eglógtca y virgiltana de un rebaño de ovejas Doña Carmen Llorca Vilaplana. Doctora en Filosofía y Letras, teje desde Madrid Historia y Leyenda de los Moros y Cristianos. Empieza asi su artículo. «Siluetas de castillos por tierras españolas». La prosa canta, sin querer tal vez, en dos hemistiquios de verso alejandrino. Nos habla después de la cruzada española contra lo árabe> que «dejan una estela de romances llenos de humana belleza», y después de la lucha de Moros y Cristianos, y nos dice que «todo ese fenómeno histórico y legendario vivido en la España medieval tuvo también un escenario en Alcoy. Aquí también hubo historia y también ha quedado la leyenda». Me acuden a la mente ahora mismo dos versos de un poeta mejicano, Manuel Acuña, que asi cantaba en una gesta antigua: «Yo canto a Atenas enseñando a Roma, no canto a Roma conquistando a Atenas». Cantémoslo todo nosotros. No olvidemos nunca el buen influjo de la morería, que nos dejó la vaguedad de sueño elegante de su decorativa indolencia musulmana. Hay un claro cantar de surtidores que vierten sabiduría de proverbio. Enorgullezcámonos de la fuerza española, que" en el nombre dei Dios verdadero Uno y Trino, convirtió los morabitos en cimborrios, las mezquitas en catedrales, y de los altos aiminares colgó bronces de campanas cristianas. Y de la plegaria saludadora de los almuédanos hizo versos y coplas populares de heroísmo y de amor. Y aquí acaba mi saludo a la ciudad de Alcoy en su fiesta. Apenas si he tirado una peladilla, |y hubiera querido tirar una perla!


Alcoy y el Cuerpo de Ingenieros de Caminos E

N el medio ambiente en el que vivo, causa enorme extrañeza el hecho de que seamos de Alcoy catorce Ingenieros de Caminos No conocen la vitalidad y pujanza de nuestra patria chica, que sólo por las peladillas y el papel de fumar se hizo presente en sus vidas. Extraña y asombra, el que no haya habido prácticamente ningún período, en el que no hubiera un alcoyano en la Escuela. La explicación es en cambio sencilla conociendo el ambiente en el que vimos la luz y el carácter y manera de ser de sus habitantes En un medio agreste, montañoso y difícil el ánimo se predispone a la lucha desde el primer momento y elio posiblemente crea el espíritu de trabajo que en Alcoy se respira. Si se une a todo ello la necesidad de sem-

brar de puentes, hasta la misma población, asentada en terreno quebradizo y movido, se comprenderá la orientación a una profesión y el haberla coronado con éxito muchos, por el hábito a la lucha y al trabajo. Desdeñoso det apoyo oficial y orgulloso de lograrlo todo por su propio esfuerzo, no consiguió nuestro pueblo lo que tiene derecho por su importancia. Es de desear se abandone esta orientación y en las inmediatas realizaciones de finalización del ferrocarril de Alcoy-Alicante y ante todo en la vital de la carretera Alicsnte-AIcoy-Valencia en el plan de modernización actual, se inicien con calor las gestiones oficiales que encontrarán en todos los alcoyanos Ingenieros de Caminos una entusiasta colaboración y deseo de trabajar por su querida patria chica, JOSÉ JUAN ARACIL

ALCOY, tú Eran las hijas de un Rey y un palacio de cristal. Era un suspiro la tarde del mes de abril, era allá ¿Qué tendrán los mis amores decía el Rey, qué tendrán...?

Pasad moros y cristianos pasad que todos lleváis prendidos los alminares de vuestra bella ciudad y un nombre que dejó el viento aquella tarde, pasad.

(Es que las hijas del Rey,.,) ¿Qué tendrán los mis amores qué será lo que tendrán? —]Padret si yo te pidiera de montañas un collar. —lAy padre si tú quisieras darme un rfo de cristal! — |Ay padre si rne entregaras lo que yo puedo mirarl ¿Y después? decía el Padre ¿y después? y no se supo el final.

Si queréis será un suspiro con un r(o de cristal con un collar de montañas que se quisieron quedar con un rumor de venturas entre vuestro caminar y un ensueño adormecido Pasad, vosotros, pasad (Es que las hijas de un Rey...) Pasad moros y cristianos pasad, vosotros Pasad MAR/A MULET


hablas a lu ciudad, en lides ducha.


Foto J, tí. Mal arte don a

Edad Media y Primavera Por

ILORCA WM PLANA

TX)DAS lis fiestas de los pueblos agrícolas vienen, casi siempre, a coin[ cidir con el otoño, Y yo —a pesar de su advocación a un santo patrón cristiano— les encuentro no sé qué regusto pagano. Pero a la ciudad —esa inmediata superación del pueblo— apenas le importa la agricultura. Independiente de la naturaleza, celebra sus tiestas según tradiciones marcadamente cristianas. No importa que coincidan con la primavera. Asi —secretamente — me be alegrado siempre de que las fiestas de Al coy sean en primavera. La primavera mediterránea de Alcoy está tan identificada con San Jorge que cualquier ciudadano reconoce inmediatamente la temperatura cuando se dice: «Fa un día de Sant Jordi». Y ellos hablar) y piensan atávicamente, como los pueblos primitivos con virtudes ancestrales. Cuando ti primavera llega como respuesta a la dulce pregunta de Stephan George —el poeta susurra: «¿quién me quiere ayudar a traer la primavera?»— y aparece cubierta <te flores -—ecjnndo flores como en la interpretación de Boticelli— y los campos están envueltos en un cilidto perfume que llega a la ciudad como un traidor vientecillo, entonces la emoción de la proximidad sucede a la nostalgia efe los días de San Jorge. Presentirnos a San Jorge que llega por «el camino asaetado de estrellas de marzo» como diría Juan Ramón Jiménez. Es entonces, en primavera, cuando los días te hacen más largos

para que los hombres tengan más tiempo de contemplar tanta belleza y extasiarse bajo los cielos azules. Es entonces, cuando Alcoy, por unos días, se torna ciudad medieval y ciudad como esas que tan deliciosamente ba descrito Valdemar Vedei, Alcoy vuelve en primavera a la Edad Media en busca de su pasado. Pero volver al pasado —¿tendrá razón Jorge Manrique?— es una gran fiesta, eí una fiesta inmensa. El pasado se nos da sólo en imagen estereotipada, en escenas sueltas y ricas de colorido. Y así, ellos —los alcoyanos— se visten con sus trajes de colorido medieval y se protegen con sus ricos arneses, brillan los cascos cristianos y los turbantes moros; ellos han arrancado las armas de sus panoplias y manejan arcabuces, alfanjes y espada: con tal naturalidad que parece que todos los días se degüellen y maten los moros y cristianos. ¡Cuanta fidelidad a la tradición! Y ellas.„ ¡en fin! ellas les cubren de flores, como es la fiesta de la guerra en la paz. Mas el ayer en el hoy también se va, Y yo recuerdo con una nostalgia tremenda, indescifrable —a lo Goldoni— las calles solitarias de las cuales se ha ido la fugaz primavera de San Jorge y que aun conservan tas serpentinas muertas, pálidas de color, que han adornado durante unos días las cabezas del moro y del cristiano. La Historia se repetirá, hermanadas siempre la tradición de la ciudad medieval y la tradición de su primavera mediterránea. Madrid, 1951.


Por JOSÉ BOLUDA Dinclor del Injlíimo .Hijpino Mirroqul.

ARA amar hay que conocer, Y el conocimiento no brota espontáneamente Se ha de buscar en el estudio, por la lucha, con la constancia. Y asi se forjan los amones puros, los entusiasmos fuertes, las ideas madres, las ilusiones santas ¿Conocemos las Fiestas de Alcoy? ¿Conocemos «bien» su sentido y esencia? Son muchos los que confunden las Fiestas con el Programa. Saber los actos de cada día, de cada hora: repetirlos; acudir al espectáculo sin par de estos desfiles, departir alegremente con losfesteros, que son familiares, amigos, vecinos eso no es conocer las Fiestas, ni sentir su verdad, ni gustar la Inefable dulzura de su entraña... Eso será rutina, gastar el tiempo, cumplir el programa, hacer prosa de la poesía,., Hay una emoción heredada ante ¡as Fiestas... pero familiar, íntima, particular, que varia según nuestro ánimo, con la fortuna o desgracia de nuestra existencia o la de seres queridos... Pero esa emoción pura, histórica, de sentido superior, más amplio; ese latido exacto de admiración, veneración y justicia que nace de lo que se sabe bien, se va perdiendo con los anos,'con la rutina, con la incorporación de millares de forasteros que vienen a establecerse y vivir en Alcoy, con las híbridas costumbres del modernismo, con la imitación desdichada de los exóticos ejemplos del «cine».,, Y eso no debe ser. ¡Conocer las Fiestasl Alcoy tiene una historia brillante, una tradición dulcísima, una potencia acerada, una fibra artística incomparable, un tesón que es ejemplo, una elegancia que es blasón de su personalidad, ¡Conocer bien las Fiestasl Pensemos por un momento, el favor que hartamos a Alcoy, si a nuestros niños, a nuestros jóvenes, a los futuros festeros y admiradores, a ios hombres que llevarán et peso de las Fiestas del Séptimo Centenario, se les ensenara,el por qué de esta alegría, la raíz de este timbre de gloria entre los mil que enaltecen a Alcoy Meditemos sobre el bien que se haría a nuestras Fiestas si unos hombres amantes de San Jorga y de Alcoy, al llegar la Primavera, como heraldos de dicha y ternura, se dedicaran a explicar en las Escuelas y Centros de Juventud, el origen, desarrollo, esencia y sentido de nuestros Moros y Cristianos,. Gracias a Dios, por haberlo experimentado en los años dichosos de mi vida alcoyana. conozco el valor de esa explicación, y el gozo y la simpatía que en nuestros muchachos despierta la historia de las Fiestas de San Jorge ¡Cómo vibran los corazones cuando se Relatan aquellas hazañas. .1 Y con qué júbilo se enseñan la descripción de nuestra entonces villa, los nombres de los héroes... y se embelesan evocando las primitivas procesiones, las bromas de la «cucafea», los lamentos de la doncella amenazada por e! dragón legendario, la aparición del Santo salvándola

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de la desgracia... Y les interesa la «Crida del Picolí», la teoría nostálgica de las comparsas que fueron... Hemos de conseguir que esos niños, mañana hombres, conozcan y amen las Fiestas,.. Y entonces los últimos días de abril no serán de vacaciones, ni de horas desordenadas... Se vivirán las Fiestas, se encarnarán mejor los personajes, se vibrará de emoción ante los episodios de la epopeya alcoyana, se engendrará una generación de festeros natos y netos ...Y se completaría esta educación festera y alcoyana con la publicación de unos Folletos que divulgaran la historia Está todo hecho; solamente espigar en las obras nunca bien pon deradas y alabadas de aquellos insignes Cronistas de Alcoy, don José Vilaplana y don Remigio Vicedo... Y un documental cinematográfico, presentando lo que fueron y lo que son las Fiestas, como un museo animado, reviviendo la gesta alcoyana, daría a conocer bien la historia, la evolución y el sentido de tos Moros y Cristianos... Y toda la Ciudad se volcaría, en cada mes da abril, ante la cinta que presentara los personajes, los artificios, las efemérides más brillantes. Los niños se entusiasmarían, y se forjarían festeros íntegros; y los mayores rectificarían yerros: y las Fiestas se conocerían bien.,, y el resultado final sería una bendición más para Alcoy, un florón elegante de su arte, un beso del pasado que nos incitaría a ser tan abnegados, tan caballeros, tan cristianos como los ínclitos antepasados que pusieron la amapola de su sangre en el laurel inmarcesible de la Reconquista Española Lejos de Alcoy.. iqué nostalgia, Señorl Lejos de Alcoy... ¡qué bien se perfilan las Fiestas, y cómo resaltan sus delicias y cómo punzan las faltas y excesos.,.! Desde tierra africana, junto al Gurugú, donde cada palmo del suelo ha sido escenario de Moros y Cristianos, y donde la Historia todavía no llegó a la poesía de las tradiciones, se siente más esta necesidad de enseñar la Verdad de nuestras Fiestas. Y al felicitar a Alcoy, deseando su grandeza,., una realidad se presiente como fruto de esta meditación Realidad, sí, porque para los atcoyanos las ideas y los actos, cuando son nobles y grandes, forman un todo inseparable. Unas conferencias; un folleto; una cinta cinematográfica... Unos hombres dé buena voluntad... como aquellos. Ansias de gloria para Alcoy... para la maravilla del Séptimo Centenario, que debe ser la corona y el orgullo de nuestra elegancia (estera... ¿No forjaremos el esplendor y la verdad de esas Fiestas de 1976...? Alcoy tiene historia, poder, hombres de buena voluntad. ¿Qué esperamos? Cinco lustros pasarán volando. Por Alcoy... ¡manos a la obra! Por San Jorge... ¡siempre adelante! Melilla. abril de 1951.


El HERENCIA S

I nos remontáramos a investigar el origen de la industria eh nuestra ciudad, no cabe duda de que allá en los principiosde su existencia habríamos de encontrar a nuestros antepasados dedicados al arte textil. Manifestaciones artesa ñas desde luego, que con el transcurso del tiempo habían de ir creciendo hasta transformarse en el vigoroso desarrollo que en fo que va de siglo adquirió. Más difícil sería seguramente, el señalar con exactitud el momento en que aquella actividad artesana, casera si se quiere, había de romper este su primer carácter para convertirse en manifestación industrial. Pero es seguro que desde muy antiguo lo consiguió ya que la Rea! Cédula de Carlos IV, dada en el año 1800, y por la que concedía a la agrupación de fabricantes de Alcoy el titulo de Real Fábrica, con derecho a usar y a poner las armas y escudos reales en las puertas de sus fábricas y almacenes, prueba sin posible argumentación en contra que ya en dicho año. la industria textil alcoyana estaba lo suficientemente desarrollada como para vestir los ejércitos reates. Es más, conservamos con carifio, como tesoros de tradición estimadísimos, los libros de actas «deis consells y cantes del offlsl de perayres de la villa de Alcbi del any MDLXXXX» Es decir que desde 1590 existe en Alcoy una agremiación textil, y no cabe duda de que era mucho más antigua por cuanto el libro de actas de referencia lleva en su lomo el n.° 2, prueba de que existía otro anterior. Son por tanto más de cuatro siglos, cerca de quinientos años de arte textil alcoyano, y no son éstos, contra lo que muchos creen, sus momentos más florecientes, ya que frenie a los cinco mil operarios que hoy ocupa, na llegado a tener 6.500 durante la guerra y post-guerra del 14 al 18. Infinitas son las sugerencias a que esta vida ancestral se presta: podría meditarse sobre los millones de metros producidos, sobre el valor de ellos en venta, sobre los jornales pagados y el número de obreros que los devengaron, podría pensarse que la tela producida quizá bastara para cubrir un continente, pero yo quiero detenerme a pensar en otro aspecto del hecho: en la constancia de trabajo y en el carino a un oficio que ello supone. Y en esta meditación hay una figura que me ayuda extraordinariamente a conseguir mi objeto, es el personaje, famoso ya, que un escritor catalán creara pleno de vida en una gran novela popularizada por el cine, la figura de Joaquín Rius el industrial barcelonés, el hombre de temple, de tesón invencible, dedicado a

su fábrica no sólo por deber y por vocación de trabajo sino porque él amaba sus telares por encima de todo. Y en este personaje de «Mariona RebulU encuentro un modelo, el símbolo de una larga época, y al entornar los ojos para meditar en ella, oigo los relojes saludar la naciente aurora con seis sonoras campanadas y veo. no una puerta, sino muchas puertas abrirse para dar paso a un hombre que serena, pausadamente, pero con ritmo seguro avanza en la semioscuridad invernal para abrir su fábrica, grande o pequeña no importa, en la que él es un trabajador más. Y asi un día y otro, sin desmayo, sin un hueco, van cubriéndolo las generaciones, los tiempos, y a los Rius del siglo XV siguen los del XVI y a estos ios del siguiente, y los que nacen cubren el hueco de los que se fueron y año tras año van perfeccionando y engrandeciendo sus industrias que indefectiblemente se parten a la muerte del padre para multiplicarse en otras, más pequeñas, pero que pronto se engrandecerán. Son gente acomodada iqué duda cabel, y podrían regalarse más en la vida, pero ellos no faltan nunca a la cita: la fábrica les espera, y con este su afán desmedido logran producir el milagro: alta, en un rincón perdido entre montes 9! que la naturaleza negó todo, va surgiendo un pueblo que desborda sus murallas, sin una ayuda del exterior, con sólo su trabajo, trabajo duro que crea riqueza y que forja una raza, un pueblo hospitalario como el que más, pero orgulloso también porque sabe que lo que es y lo que vale a nadie lo debe. Hoy los tiempos van cambiando, la facilidad de comunicaciones, la influencia del medio ambiente, el progreso de la civilización, acaban con las viejas costumbres y hacen profunda mella en los Sentimientos, pero aun queda vivo ese tesón y ese carino de antaflo; hombres viejos, con pleno derecho a! descanso, dfa a di?, sin estruendos ni pregones, como un rito, acuden a su cita con el trabajo y en él encuentra un motivo y un estímulo para vivir; es inútil, no intentéis disuadirles, no les digáis que hay nieve o que la fábrica está parada, no importa, os dirá, es también muy hermoso ver tas máquinas paradas como colosos descansando ante la nueva batalla. Y si alguien intenta explicarse ese fenómeno de personas rehusando la comodidad y el descanso no hace falta que acuda a los libros; es bien sencillo: esos hombres llevan dentro quinientos años de amor al trabajo y a su fábrica, es una herencia de sangre que ellos recibieron de sus mayores y que como un tesoro guardan para transmitir a sus hijos Benditos sean. Rafael T«rol


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N el maravilloso libro da [a Historia alcoyana, la página correspondiente al 1° de noviembre de 1950 resplandecerá de un modo imperecedero, Alcoy entero, en una entrañable conjugación de fervor, de carino y entusiasmo, rindió homenaje a su Patrona la Virgen de los Lirios: la multitud se reunid en Cantagaliet, lugar designado para iniciar desde este punto la entrada en la Ciudad. Todo aquello que pudiera dar relieve de sublimidad a la solemne ceremonia fue asociado al efecto. El narrar los acontecimientos suscitados en este rincón alcoyano. abierto a todas las graclas.es superior a mis fu anas de modesto prosista. Grandioso espectáculo ofrecido por las ilustres representaciones reunidas en entusiasta concierto, en el que se destacaban la gentileza y elegancia de las más deliciosas mujeres. Frenéticos vítores del pueblo enardecido, aclamando a su Patraña la Virgen de los Lirios Milagrosos del Carrascal, aplausos resonantes que ensordecían el espacio y cuyos ecos se multiplicaban y expandían, perdiéndose en los más lejanos horizontes.

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LLEGADA A través de esla tarde de sol —efusión del oro de las tardes de primavera— larde a uri broncead a, oro de rosa, perla y turquesa, preside el cortejo solemne y clamoroso de un pueblo, para quien ELLA tiene desde su trono situado en lo alto. —en la FONT ROCHA— esa mirada sublime de prolección, mirada que se hace evidencia en Ja SEÑORA, que es sencilla y grácil como la flor del lino, mirada que nos pone ante ella, el alma de rodillas, rezo y vuelo de contemplación. Pasa en volandas el «Blanco Lirio». Lleva implícito en su rostro, el gozo inefable de estar entre su pueblo. La larde se Ilumina hasta las fronteras de la primera noche, y ELLA ve agradecida, como en un relámpago clamoroso de gargantas, la alegría atronadora de la muchedumbre, que con devota galantería de cortesanía fiel, la llama la VIRGEN GUAPA, ¡Qué bellas y hondas jornadas de limpia raíz popular vivimos los alcoyanos, junto a nuestra Virgen de los Lirios, caminando sobre las multitudes enfervorizadas. Algo se ha transfigurado en nosotros... gracia, alegría, flor y sonrisa ds nuestra alma, rúbrica y aplauso largo y clamoroso, qua sellaba el homenaje que la ciudad habla sonado y qua realizaba con tan brillante lucimiento • • • - •

LA FONT ROCHA Nuestra Virgen de los Urlos, ha querido su templo entre el transito de dos paisajes, cielo y tierra, como si quisiera ejercer una centinela preciosa. En este lugar agreste y altivo, alegre y gozoso, puso su planta la SEÑORA y lo eligió para su trono y altar, oro y belleza, riqueza y gra••• - femenina, gracia de virginidad inviolable guardada en roca. Allí en el Santuario esté el corazón poético y sentimental de Alcoy. demostrando que si esta ciudad se afana constantemente por acrecentar su enorme pujanza económica, sabe encontrar tiempo mas que suficiente para cultivar su espiritualidad. Y de esta intima seguridad con que su propia riqueza le hacen mirar tranquila y sosegada a su mañana, le nace a la ciudad su genuina alegría y el fervor y entusiasmo que pone en sus fiestas seculares, singularmente en aquellas que, por venir aromadas por la veneranda tradición de tos siglos, arraigaron más profundamente en su corazón y le hacen vibrar con más fuerza en la solemnidad del rito consagrado por sus mayores. Tal entre todas, esa estampa de enardecida fe y de albores popular, que constituye la romería al Santuario de la Fuante Roja el domingo siguiente al 21 de agosto de todos los anos. Este Santuario se levanto en honor de esta Virgen bonita y milagrosa, e inaugurado el 21 de agosto de 1663, y qua ha sido, desde entonces, objeto de la más acendrada devoción de los alcoyanos y relicario de todos sus amores D.ríase que esta fe fuera más allá de ofrenda, honor y alabanza a nuestra Virgencíta, el símbolo de una inmutable juventud. Porque los aftos que no ocultan su prisa por traernos achaques al cuerpo y al espíritu, marcan durante los festejos de agosto —alegría de la colonia que vive para su Virgen— como un reposo del tiempo, como un regreso a las ilusiones mozas, al ayer magnífico de las canciones y del amor.

17 D I C I E M B R E |Aires de romería en el Carrascal! ¡Estampa castiza de nuestro puabiol al conjuro del nombra de nuestra Virgen de los Lirios, Alcoy vuelve a vivir las horas gratas de su llegada. Vuelve a su Santuario la SEÑORA, banderas y gallardetes han tremolado en su honor en espirales graciosas, al viento frío con aromas de la sierra.

Una comitiva que era todo luz y colorido, rompía marcha hacia la serranía mientras el sol se recreaba en los lazos que. como guirnaldas colgaban de las manos da la SEÑORA, y un olor a romero y jarales empezaba a adivinarse en los perfiles de las primeras atalayas. Abrió sus flores montaraces el Carrascal, enviaron su aire de vida los pinares y por todo el escarpado trayecto, no dejó ni un momento de vitorearse a la Virgen mientras, después de larga travesea, empezaba a perfilarse la silueta del Santuario, y cuatro campanas, cuatro angeles asomados a los balcones del Santuario, lanzaron sus sones cristalinos, a los cuatro vientos, y allí se repitieron las inolvidables escenas entre lágrima_s de alegría y las galas vistosas, como dando la bienvenida a la SEÑORA en su vuelta al Santuario. Un nuevo y si cabe más ensordecedor clamor de gritos y vítores atronó los muros gloriosos y volví6 a sonar el «Inmaculada luz y alegría » Todo ha brillado un momento con un supremo júbilo de luz, en este paraje sobre el que brilla un gran trozo de cielo, abierto y luminoso como si parpadeara en él una claridad irreal.

SÚPLICA En tus manos ponemos MADRE Y SEÑORA nuestra, todos nuestros afanes y merecimientos, nuestras oraciones, corazones y voluntades, postrándonos de hinojos ante tu imagen para que tú lo apliques a tu voluntad, Y así el Imán de tus ojos MADRE, arranca del alma deseos y voluntad, llevándonos donde tú quieras. ¿Qué sortilegios tienen tus ojos? Tus manos plegadas en oración, semejan dos blancas libélulas. Tu cabellera aun bronceada es como corona de tu belleza. |Se bálsamo en nuestras desventuras pues necesitamos de tu acción amparadora! y haz posible que acudamos un día y otro día ante tí para rendirte culto y para elevarte solicitudes y plegarias. jRefugio de pecadores. Auxilio de los cristianos! (SEÑORA desde tu trono del Carrascal, bendice a Alcoy! Santiago Mtítaix Pastor


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EL 1 al 12 de noviembre del pasado ano de 1950 celebróse en Alcoy una Misión evangelizados de grandes vuelos Es natural, que este Programa de Fiestas que recoge siempre los latidos de nuestra Ciudad, registre aquella fuerte pulsación de nuestra vida religiosa, como el acontecimiento más importante sin duda de este medio siglo. Ha tenido resonancia nacional y todavía muchos Sres. Obispos escriben inquiriendo noticias: el anuncio de la Misión, en una Ciudad típicamente obrera, despertó viva inquietud en sus afanes pastorales, porque sus resultados podrían muy bien abrir cauces nuevos a sucesivas campanas misioneras de este tipo. Y a todo? he tenido el consuelo de decirles: la Santa Misión de Alcoy ha sido un éxito, en profundidad y en extensión. El ambiente espiritual de Alcoy es hoy más despejado; la Gracia de Dios ha perforado suavemente las barreras que en ciertos sectores impiden el contacto con la Religión: un anecdotario interesante en este aspecto queda forzosamente en nuestro archivo por demasiado copioso. Por otra parte ia Misión llegó a toda la ciudad y sus suburbios; indirectamente, fue misionada la población entera, porque la radio y la red de altavoces, que cubría" las calles batió toda zona muerta, donde difícilmente penetra nunca ¡a palabra de Dios. Y directamente, en los Centros Misionales y fabriles, se alcanzó casi aquella línea teórica, a que se aspira en buena técnica misionera; así, de ios 44000 habitantes de Atcoy. se consideran rnisionables, el 80 por 100 de los 32,000. que quedan, descontando un 30 por 100 entre niños, enfermos y ancianos. Pues bien las estadísticas, escrupulosamente filtradas por los distintos Centros nos dieron un 76 por 100 de misionados. He aquí las cifras: En 18 Centros Parroquiales, desde 7.846 el primer día, hasta 17.000, Obreros en fábricas y talleres, 8.OOO. O sea 25.000 misionados en total. Y si se considera que la concentración final eucarlstica, presidida por nuestro queridísimo Sr. Arzobispo, arrastró más de 30.00O almas, habrá motivo para echar

las campanas al vuelo, por haber llegado al copo del censo misional. ¿Por qué triunfó la Misión? Desde luego fue un milagro de la gracia en las manos de la Virgen de los Lirios, que a su llegada al Cementerio el 1 de noviembre contó ya 14.000 almas llorando de emoción; y logró reunir esa misma tarde 20.000 en la recepción de Misioneros. Después, la tónica la dieron los obreros incorporándose de lleno a la Misión. Se les misionó en los mismos centros de trabajo y al segundo día, los Padres se vieron ya desbordados, cayendo en parte al suelo el sistema misional montado para las fábricas. Así y todo, luchando con una insuficiencia irremediable de misioneros, pasaron de 32 las fábricas de más de 100 obreros —algunas de 900 trabajadores— en las que se dieron actos mañana y tarde y en el turno de la noche, durante seis días; fueron más de 88 las fábricas de 20 a 100 obreros, sobre las cuales cayó una rociada misional de tres dfas; y hasta los obreros de las más pequeñas, recibieron en su trabajo la visita y el saludo de los misioneros. Y como elemento humano, creo que la dinámica generadora de este gran movimiento espiritual fueron: —Unas cabezas organizadoras con un plan y una táctica —Una masa de maniobra ágil y disciplinada: más de 600 entre sacerdotes y seglares. —Una propaganda inteligente y audaz; más de 3.OOO carteles; (5.000 cartas familiares; 40.OOO octavillas; 55.OOO estampas y 80.000 pasquines. —Una técnica nueva, que creó un clima y un ambiente misional: 200 altavoces con más de 10.000 metros de línea microfónica Esta fue nuestra Misión, par dentro y por fuera. He querido reducirla a guarismos porque hoy todo se mide y pesa. Pero yo que, por imperativo de mi cargo, estuve al frente de la misma puedo dar fe, al estilo deS. Pablo, de que los números, con toda su irresistible elocuencia, no podrán nunca contarnos lo que, durante tas 288 horas, que estuvieron suspendidas entre el cielo y la tierra, vieron y sintieron nuestras almas en ¡AQUELLA MISIÓN...I Amalio Sentandreu franco ArcLpTtila dt Alcor

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Tan oscura está la calle y están sus casas tan prietas que hasta los enamorados • asomados a las rejas, por frente a frente, pudieran no su lo estrechar sus manos sino hasta posar en ellas los labios enfebrecidos, sin púa de ello se enteraran ni siquiera las estrellas. Al par que oscura, desierta parees estar la calleja, y un silencio de misterio se cuaja en las sombras densas. Detrás de una celosía con flaco de húmeda hiedra, surgen dos chispas de fuego que un instante parpadean sobre el luto de la noche, como si el aire encendiera con su beso dos pupilas que brillan cual dos centellas Esta luz amarillenta tres veces relampaguea, y, apenas queda extinguida en la sombra la tercera, otra sombra más espesa del fondo de la calleja avanza suave y discreta. Se va acercando a la casa donde la luz floreciera, y ya va tomando forma su contorno, su silueta, en brazos, cuerpo, cabeza, casco, celada, visera, espada, capa y espuelas, embozado hasta los ojos pues de otros ojos recela. A mitad de la calleja se detiene con cautela y sus'enguantados dedos con gran prudencia tantean el aldabón de una puerta tras de la cual se apercibe, entre rumores da sedas, una tosecilla seca. Mas por la contraria acera con pasos apresurados otro bulto se le acerca que, también, la capa lleva subida hasta las orejas, y debajo de sus pliegues larga espada se cimbrea con la nerviosa impaciencia de salirse de la vaina ante e! lance que le espera Ya las dos sombras se snfrentan y la que se halla s la izquierda le corta el paso altanera: —¿A donde vais? —le pregunta Y el otro: —¡Paso! —contesta. —La calle me pertenece — Pues me cederéis por fuerza el derecho de pasar hasta ganar esa puerta. —También a mí rne interesa ser el primero en entrar donde una dama me espera. —¿Quién sois? — No aguardéis respuesta, aquí las preguntas huelgan, — Digan, pues, nuestras espadas lo que callan nuestras lenguas. — La noche será testigo de que mi espada es más diestra en apartar con su punta esta insensata barrera. — La mía. que es más modesta, os hará dormir gustosa sobre este colchón de piedras, — ¡Por mi dama! —¡Por mi amor!

Y.las espadas se sudlan cortando la bruma negra cual dos ágiles culebras que se disputan la presa; mientras detrás de la puerta de la casa misteriosa una dama se desmaya en los brazos de su dueña. E ñire chocan los aceros buscando en pecho adversario una mortal descubierta; y se cruzan y golpean con tanta sana y destreza que, a sus golpes, en el aire, apesar de las tinieblas, encienden una tormenta de relámpagos y rayos qui) el corazón acelera; mas ninguna de las dos llegar a la carne acierta y la muerte, a que la llamen, aguarda con impaciencia, De pronto, desde una reja de una lachada frontera. donde un moniún de macetas extiende la enredadera de geranios y violetas que mano muy entendida por las noches cuida y riega, surge un grito inesperado, un ¡Viva San Jorge! suena: oración, alarma, tregua, voz de súplica o de fiesta, que en la calle se derrama sobre las losas y piedras oliendo a tierra mojada y a flores de primavera. Los rivales caballeros atención al grito prestan, y sus terribles aceros por un momento se aquietan.

—¿Habéis oido esa voz? —Como vos, iViva San Jorge! —Puede ser una advertencia, — Envainemos las espadas y cese nuestra reyerta, que poco vale una dama para que'por sus amores derramemos sangre nuestra. —¡Por mi Patrón! —¡Por San Jorge! Y aquellos dos caballeros en fuerte abrazo se estrechan, y echando al cinto su espada sellar las paces acuerdan frente al aliar de San Jorge en su no lejana iglesia. Y haciendo una reverencia al nido de la doncella enlazadas las dos sombras se pierden por la calleja. En tanto, la pobre dama, vuelta en sí se desespera, y embargada por la pena de los perdidos amores, entre insultos a su dueña, llora, rabia y mordisquea destrozando los primores de su pañuelo de seda.

Clara está la moraleja: El alma de nuestro pueblo toda en San Jorge se centra; por él se acallan rencores, se suavizan las ofensas, se perdonan los agravios y se acaban las pendencias. Y al gritar ¡Viva San Jorgel, por difíciles que sean, todas las cosas se arreglan. Anión i o CANDEIA

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El MILAGRO DE JORGITO i «CUMIO* ilooyinot»)

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I

Unas risas se esparcían por el salón azul. La sirvienta golpea discretamente la puerta y se dispuso a entrar. Allí estaban en amigable charla los dueños de 1a casa, joven matrimonio resplandeciente de felicidad, recordando tiempos que se fueron con dos amigos acabados de llegar de Madrid. Eran antiguos condiscípulos de Indalecio, hoy influyentes políticos. En el suelo, un niño de siete años se obstinaba en hacer andar un monstruoso automóvil que acababa de construir con su «meccano». Era el primogénito de la casa. —Señorito —anunció la criada— acaban de traer una gran caja que viene de Valencia. El ordinario dice que si puede usted firmar el recibo. Se levantó este al momento, lo firmó y miró a su mujer con malicia. Algo debió de comprender ella, porque dirigiéndose a ta criada: —Juana —le dijo— déle una propina al ordinario y traiga enseguida la caja aquí. Y tú, Jorgito, anda a ayudarle. Levántete éste ágilmente con su obra maestra debajo del brazo y desapareció, patinando por el piso bruñido del corredor. Mientras Unto Indalecio explicaba a sus amigos: —No hagáis esa cara de extrañados. Si Carmen hace traer la misteriosa caja aquí es porque ella os descubrirá el principal motivo de Invitaros a participar en nuestras fiestas de san jorge. Entro la sirvienta llevando una voluminosa caja de cartón. Pegado a ella con e) dedo en la boca, símbolo de extrañeza que le había costado no sé cuantas reprensiones, Jorgito abria sus ojazos negros para penetrar el misterio. Carmen, nerviosilla, pero con movimientos de mujer hacendosa, iba desatando hilos, deshaciendo los envoltorios, hasta que apareció el contenido insospechado. Se miraron los madrileños con un gesto de interrogación. Allí, ordenado como en el cofre de un centurión romano, aparecía una cota de maltas, una clámide, una bandera dé seda blanca y cruz roja, un casco... Indalecio soltó la carcajada. Les invitó a sentarse y mientras apuraban sus copas de coñac (jerinac> empezó a contar esa historia que todos nosotros hemos oído en brazos de nuestros padres. Jorgito iba a representar a san Jorge, sería la principal figura de las fiestas... —{Acabáramos! —exclamó el más viejo de los dos— Resulta que en Alcoy también los muchachos tienen sii toma de largo. No llegó a percibir el gesto de desagrado (fue se dibujó en el rostro de Carmen, atareada en vestir a su Jorgito con aquellas armaduras. Indalecio continuó: —Te equivocaste, Gonzalo. No habrá bailes de gata ni semiborracheras de champán a altas horas de la noche. Para ese rompencrvius no os hubiera arrancado de vuestro Parlamento. Las únicas recepciones que dará mi Jorgito serán en el Hospital de Oliver y en la casaras! lo de (os Ancianos Desamparados. ¡Somos tan anticuados estos provincianos! —¡Miren que hermoso quedó mi Jorgito!— exclamó Carmen, extasiada al contemplar aquella estatuilla romana que se movía rítmicamente con la serenidad de un guardia pretoriano que custodia la cámara del César. De pronto Carmen desapareció y volvió trayendo un elegante cofrecillo. De él extrajo una cadena de oro con la medalla de san Jorge. Era un recuerdo de familia. Lo befó reverente y lo colocó en el cuello de su hijitq. La sirvienta se enjugaba las lágrimas con el delantal. Y aseguraba a quien quisiera escucharla que el chiquillo-era el mismísimo san Jorge,

II Aquella noche el pequeño Jorge no podía dormirse > pesar del ajetreo que le había zarandeado en aquellos días de fiesta. Hacía pocas horas que había deshecho a todos los moros desde el castillo, con su caballo de cartón y unas docenas de Aechas que Eduardo, el dependiente mayor de la fábrica de su padre, le había construido expresamente. Con eilo terminó el agotador trabajo que tanto le había fatigado: en la Misa Mayor tuvo que despertarle el capitán de moros no sé cuantas veces durante el sermón porque se caía de la silla, y durante la procesión el capellán de la Cofradía le tomó de la mano cuando subían la cuesta de san Nicolás. Pero la escena del hospital que había presenciado aquella tarde no se podía borrar de su memoria, virgen de tragedias, y le pellizcaba el corazón. Desfiló por todas las salas del gran hospital civil de Oliver, derramando su sonrisa inocente, los regalos más variados. Le acompañaba una pequeña comitiva de familiares y amigos de casa. De pronto se detuvo delante de una cama. Una cabecita rubia se asomaba pálida y con escalofríos de fiebre Era un niño de la misma edad de Jorgito. Alrededor del lecho, sus padres, con vestidos raídos y rostros famélicos, le miraban con envidia. Jorgito llenó ta cama de juguetes y de dulces. Todos se habían detenido con ojos brillantes de lágrimas. Y el Niño Jorge, inspiración del Cielo, dejó caer su casco sobre la espalda y se subió a la cama para depositar sobre la frente sudorosa de su amiguito el primer beso de amistad. El niño enfermo sonrió- El padre del pobrecito se volvió de espaldas y empezó a sollozar. Y ta comitiva continuó su camino, emocionada, mientras los señores venidos de Madrid hacían esfuerzos para conservar su grave porte. Por eso, cuando aquella noche se acercó Carmen, para ver si su Jorgito se habrá dormido, éste le susurró al o ido; —Mamá, ese pondrá bueno el niño del hospital? —Sí, hijo mío, sí Pero tú pídeselo al Niño Jesús. Y ahora a dormir. Y arrebujó con las sábanas a su «corazonclto» mientras daba gracias al Cielo por lo bueno que era su Jorgito.

I I I Días de tragedla. Pegajosa noche de agosto de 1916. Un coche se ha detenido a la puerta de la casa de aquel matrimonio que conocimos feliz. Han descendido dos jóvenes milicianos bien armados que hablan un castellano retorcido y otro que por el gesto parece ser el jefe.

—Abrid o echamos la puerta abajo. Indalecio está abrazando a Carmen. —¿Te acordarás de mí siempre? ¿Cuidarás de nuestro hijo? La criada no sabe qué hacer. Los golpes suenan cada vez más fuertes. Indalecio, pálido, respira fuerte y hace ta señal de la cruz. —Puede usted abrir, ordena a la sirvienta. Poco después unos pasos recios, precipitados. Llegan hasta el mismo salón azul. —¿Es usted Indalecio N? —Servidor de ustedes. —Pues véngase con nosotros porque el comité quiere preguntarte no sé qué cosas, —¿A estas horas? —Bueno, menos cuento y... andando. —Está bien. He comprendido. Antes voy a despedirme de mi hijo. Pero Jorgito desde la puerta estaba contemplando la escena. Con su pijama de seda azul era el único rayo de Luz en aquel hontanar de tinieblas. Haeía oído ruidos misteriosos y se había deslizado de ta cama sin que nadie reparase en él. Cuando Indalecio abrazaba locamente a su hijo, éste le entregó un objeto brillante. Un miliciano se precipitó: —cQué es eso? Y el niño, mirándole con sus ojos de pureza, contestó candidamente: — B la medalla de san Jorge para que los hombres malos no puedan hacerle daño a mi papá. Los dos jóvenes lanzaron la carcajada sacrilega. El más viejo se quedo mirando fijamente al valiente rapaz, Pero no dijo nada. Cuando el automóvil se separó lentamente de la puerta. Carmen desde el balcón se deshacía en llanto. Veía como se le escapaba su felicidad. Entró temblando en el salón. Y se desplomó desmayada. Pocas horas después un hombre llamaba a la puerta de aquella casa. Eran las nueve de la mañana. La perspicaz Juana reconoció en aquel rostro al jefe que se había llevado a don Indalecio. Lo hizo pasar y fue a comunicárselo a su señorita Esta entró en el aposento. Allí estaba aquel hombre estrujando con sus manos calindas la gorra grasicnta. —Mire usted, señora. Yo no he muerto a nadie. Porque, ¡sabe usted!, yo soy de Alcoy, de la catle N., sí, allí junto a la fuente, y yo... —Pero en fin— sollozó Carmen, ¿qué ha hecho Vd. de mi marido? —Pues yo les dije: No, a ese no lo matáis, aunque esté en la lista. A ese me lo llevo yo. Y como mando más que ellos, se fueron por otro y me dejaron con su marido. Y allá escondido lo tengo cerca de «san Cristófol de Cosentaina». Carmen creyó que volvía a desmayarse. Era demasiado acariciante lo que estaba oyendo. Conque su marido vivía; conque volvería a abrazarlo; conque... Le entraron deseos de saltar,, de correr. Y sólo pudo exclamar: —lOh, gracias! —Pues no faltaba más —continuó el hombre más animado— que mataran a su marido. Cuando vi a su chico enseguida lo conocí. Y me dije: éste es el san Jorge que curó a mi Juanito. ¡Y cuidado que estaba malito aquella noche mi rapaz! Como que todos creíamos que no llegaba a la noche. Carmen (o comprendió todo. Llamó a Jorgito. —Abraza a este señor —le dijo—. Acaba de salvar a papá. Y acercándose más a su hijo: —¿Ves cómo el Niño Jesús salvó al niño del hospital? * t * Cuando en estas fiestas de 1951 veáis a dos jóvenes vestidos de abencerrajes, de navarros o de montañeses pensad: esos son jorge y Juan, los héroes de aquella historia. Y no os equivocaréis. Abrazo de mis fiestas que tantos odios estrujó. ¿Cuándo llegará el abrazo definitivo? —Anda, Jorgito, ensénales la medalla que te puso ta mamita. Ginmr, Pbrc.

Roma, en la primavera de 1951,


¿oci-nremos nacer cíe l«

el F^ECOGIENDO un anhelo de Alcoy, que necesitó siglos para {^ cristalizar en una propuesta y un proposito, la Archicofradía de la Virgen de los Lirios de esta Ciudad, presentó a nuestro Excmo. Ayuntamiento, y éste se hizo de ella eco, una petición que nos proponemos comentar en la amjal publicación del Programa de Fiestas, exponente de las ansias, los amores, las alegrías, las Inquietudes de nuestro pueblo. Fue la proposición y es el intento, dotar a la Fuente Roja de unos servidores desinteresados y amantes perpetuos de la Virgen Santísima, que hagan del Santuario un verdadero trono de Nuestra Madre y un Centro permanente de devoción a la Inmaculada Pairo na de Al coy. No merece menos esta Señora, ni podemos, los aicoyanos, hacer cosa que más le agrade, ni más bienes espirituales y materiales pueda traernos a todos. Ni que más nos honre, al patentizar así la gratitud que sentimos por la predilección que tuvo Aquella con nuestros abuelos y la elección que de un agreste paraje alcoyano hizo, para regalarnos con un hecho milagroso y simbólico que sabe a mieles y repiquetea a gloria en los corazones devotos de la Virgen María, Nuestra Reina y Señora. Que. a mayor abundamiento, como para destacar claramente que a Alooy iba dirigido el obsequio, fue a dos hijos de esle pueblo, el Pavorde Buenavenlura Guerau y el Párroco de Confrides Maestro Juan Pérez, a quienes brindo el encuentro de los lirios entre espinas con la imagen de la Concepción Purísima de María esculpida en los bulbos de aquellas flores. Alnoy, que tenía una devoción arraigadísima, desde tiempo inmemorable, a Jesús Sacramentado, recibió, en pa.go, de Su Madre Inmaculada, la confirmación de un Misterio que aun tardaría dos siglos en ser proclamado Dogma por el glorioso Pío IX, y desde entonces se entabló una correspondencia de devoción y de favores entre el pueblo alcoyano y la que fue llamada Virgen de los Lirios a Quién se levantó un Santuario en el sitio donde se había hecho patente el prodigio. Pero esto no bastaba: el amor de Alcoy a su Virgen, necesitaba tener expresiones más profundas que las simples peregrinaciones y visitas a Su Imagen, venerada en el monte Carrascal, y comprendiéndolo así el Excelentísimo Ayuntamiento, apoyado por la Ciudad entera, proclamaron. en sesión solemnísima de 21 de julio de 1942, por Patrona de Alcoy, a la Virgen de los Lirios Tampoco basta aún. Los tesoros piden guardianes, y más fieles y amantes de ellos cuanto mayores y de más valor son La joya del Santísimo Niño Jesús del Milagro, cifra del Alcoy Eucarístico, se confió a

Cruente cíe

una Orden Religiosa contemplativa para que conservase vivo el entusiasmo que los maravillosos hechos del Robo y Hallazgo prendieran en los pechos alcoyanos, sostuviesen firme la fe de nuestros mayores y rindiese culto perenne a Jesús-Hostia. Pues bien, la Peda de la Fuente Roja, también exige joyero adecuado para guardarla, pero no estuche inanimado que sólo se abra cuando algún devoto pase por su vera, sino con guardadores constantes y admiradores perpetuos, que truequen aquella estancia solitaria y fría la mayor parte del ano, en una explosiún inacabable de loores y súplicas y afectos de! pueblo alcoyano, representado por unos lirios blancos, humanos, abnegados, en oblación perseverante, y una lluvia de gracias y bendiciones, de parte de la Señora, sobre lodos nosotros. Sé generoso, lAlcoyl, con tu Madre Benditísima. No temas que defraude ninguna de las aspiraciones tuyas, cuanto hagas por dar a tu Patrona un poco de lo muchísimo a que es acreedora, .Mira, aun en el orden material, lo que fueron y lo que son. otros Santuarios de la Virgen: Montserrat Covadonga. Guadalupe,., en España: Lourdes, Fátima... mas allá de nuestras fronteras. No ya el pueblo, los pueblos acuden en masa y disfrutan, y tienen libertad y comodidades para gozar de la hermosura de los lugares, de la expansión dé un día o muchos días de campo y de descanso, para saciar sus ansias de aspirar los puros aires, de orearse con las perfumadas brisas, de contemplar las maravillas naturales y de impregnarse de sano optimismo y alegría Lo que hoy es lugar apartado y penoso de alcanzarse convertiría en punto de atracción, de fácil acceso y de general solaz La base, lo principal, en el orden material, lo tenemos pre parado y previsto; solo falta un esfuerzo, sacudir prejuicios, saltar sobre pequeñas naderías, para que algún día nos bendigan las generaciones que van a seguirnosy Nuestra Excelsa Madre, la Santísima Virgen Inmaculada de los Lirios de la Fuente Ro¡3, sea conocida en toda España y más allá todavía, sea venerada más y más que hasta ahora y se convierta en Estrella' esplendorosa de Alcoy, que noche y día brille en lo alto del monte Carrascal, mostrándonos que allí, cabe sus pies, dentro de la ermila hoy, basílica tal vez mañana, está el Sol del Santísimo Cuerpo de su Hijo, velando sobre su pueblo, que si un día lejano supo hallarlo bajo el haz de lena, hoy lo coloca, junto a la cima de uno de sus montes, como Faro inextinguible que nos libre de lodo peligro y nos sédale las playas de la Eternidad Alcoy, abril 1951 Enrique AFbor¡ VJcrns


La mano del tiempo señala las Fiestas de Alcoy M

UELE el año, la piedra molinera del tiempo. Como harina, caen por el cernedor, los días, las semanas y los meses. Y mientras los días pasan, en el arco Zodiacal, mudan los tiempos y señales, anudados por el fuego y la música de los astros. Esa música alegre de primavera que los alcpyanos llamamos anuncio de nuestras Restas. Y buscamos en las luces estelares, el acorde de las mismas; por cuyo amor vivimos todo el año y a cuya luz contemplamos su llegada. No es posible hablar y recorrer Akoy, sin encontrar la marca de sus maravillosas fiestas, sus trazos actuales, su grandiosidad y su aire a la vez cosmopolita y tradicional, porque las mismas, constituyen uno de los mejores encantos de esta Ciudad, donde la gente se entrega a la alegría de sus Restas Abrileñas, con una franqueza que echarán de menos sus sucesores, por la boga sin precedentes que alcanza. Este mes de primavera, como campo abonado de sementera fresca, trae para los alcoyanos un renuevo en los surcos de su tradición, que señala en el fondo de este pueblo laborioso, el modo y la man era, y descubre cada ano, nuevas fantasías y abre infinitos horizontes. Su espiritualidad, vinculada a sus tradicionales festejos, embellecen este mes, e iluminan la primavera, pues en el fondo de las mismas, encuentra todo alcoyano, lo imprevisto y una parte de la fantasía de sus sueños o del corazón. Inquietando a la vez al testero, que sigue todo el año en su «fila» la ruta que conduce a su llegada; con esa inquietud entre lo antiguo y lo nuevo, lo histórico y lo actual, lo tradicional y lo verdadero. Se nos da a conocer otro mes de Abril, Época de las rosas que se abren junto a los cipreses y cuyo perfume festivo, llega hasta el corazón mismo de nuestra Ciudad; llevando consigo, todo un telón de ciclo Al fondo, que nos envuelve con su concha azul de estrellas morunas. Dejándonos el rostro iluminado con sus incontables atractivos. Y vuelven a reacuñarse en el troquel de cada ilusión, los valores internos de nuestras Fiestas. En ellas, la imaginación ardiente de su pueblo ha sido recogida con una sensibilidad exquisita para regalar a la vista con la belleza de su arco iris.

El sentido del traje, su colorido y su variación, tiene una Intención tradicional y humana; formando esa belleza viva que la música con sus pasodobles, personaliza. El ritmo de las comparsas, ajusta como una coraza los movimientos. Y tras ]aa posturas concertadas y la música que ordena e! compás, se transparenta siempre, el recitado de la historia festiva de Alcoy. En los perfilados compases de estas escuadras, hay siempre una ciega obediencia a la magia de los elementos regidos por la tradición de nuestros antepasados, en su misma raíz de vida, que, sin consumirse en el tiempo, no falta nunca la evocación y la pasión más viva de los alcoyanos, que tas esperan siempre, como la presencia de la naturaleza o la felicidad. Por las principales calles, de adornados balcones, y azules lejanías, le es dado contemplar al forastero, la majestuosidad triunfal de la «ENTRADA DE MOROS», en la tarde más deliciosamente matizada; con todo su aparato suntuoso y vestiduras de adorno seductor. Y la «ENTRADA DE CRISTIANOS» en la limpia mañana de sol, en donde las carrozas y los atavíos a la usanza valenciana forman su cortejo. La fe de esta Ciudad a su Patrón San Jorge Mártir, tiene plañir de campanitas alegres cantando el aleluya de sus Fiestas. Ciudad, que acurrucada en su inmenso regazo, al vaivén de las horas, quisiera contemplar el paso del tiempo que falta para sus fiestas de San Jorge, como en esos maravillosos films que nos hacen seguir a toda velocidad su proceso. Todo alcoyano aprendió bien ta verdad de que sus Fiestas, son sin disputa, las perlas de mayor tamaño y de más claro Oriente, de todas tas que brillan en las costumbres de su pueblo, que en sus horas de recogimiento, adora a su Invicto Patrón San Jorge Mártir. Y esta ft y esta tradición, personifican de manera brillante y significativa, las tradicionales fiestas de «MOROS Y CRISTIANOS., con ese amor entusiasta y súbito casi siempre, que penetra en el corazón de cuantos la presencian por las calles y los balcones y que se aprisionan para ver una vez más, esta visión fugaz que nos brindará de nuevo, la mano del tiempo, ANA MARÍA


In Memoriam N

UESTRO Vicario, el Vicario de la Iglesia de San Jorge. Rvdo. Dr D. Enrique Abad Vllaplana, ha muerto. Dios ha querido disponer de la vida de este ejemplar sacerdote que, nosotros, festeros y devotos de San Jorge, hemos de sentir con profundo dolor y estimar como pérdida irreparable. Difícil es que en un hombre se den. además de una vasta cultura y de unos conocimientos teológicos extraordinarios, un carácter tan bueno, afable y comunicativo como el que atesoraba nuestro Mosén Enrique, capellán de los testeros. Múltiples han sido sus actividades a través de su vida sacerdotal. Y en todas ellas, ha dejado, como inconfundible huella de su personalidad, una estela de bondadosa sencillez que recuerdan con enternecida gratitud todos los que fueron sys discípulos y companeros, o simplemente aquellos que se relacionaron con él en busca de orientación y consejo. Para todo e! mundo, tuvo siempre, con caritativa largueza, e! consuelo de su saber y dilatada experiencia y la suavidad de una palabra de Indulgencia y de amor cristiano. Nació en nuestra Ciudad el 22 de enero de 187). Estudió el Bachillerato en el Colegio de Jesuftas de San José de Valencia, pasando después a las Facultades de Filosofía y Teología en el Seminario Centra) de la misma capital. Fue ordenado de sacerdote por el Eminentísimo Señor don Ciríaco Marfa Sánchez Hervás, Cardenal Arzobispo de Valencia y celebró su Primera Misa en la Iglesia de Nuestra Señora de los Desamparados de nuestra Ciudad el 24 de marzo de 1896 Terminada la carrera eclesiástica, fue nombrado Coadjutor de la Parroquia de San Salvador de Cocentalna, tomando posesión, dos años después, de un Beneficio en nuestra Parroquia de Santa María, de la que era Decano y

en la que celebró sus Bodas de Oro sacerdotales en 24 de marzo de 1946 Fundó y colaboró en los diapios locales LA DEFENSA y LA GACETA DE LEVANTE. Asimismo, escribía con frecuencia en el DIARIO DE ALCOY, en el semanario LA VOZ DEL PUEBLO, en PEÑA ALICANTE de Barcelona y en la HOJA PARROQUIAL Últimamente c o l a b o r a b a en RECONSTRUCCIÓN y en el periódico radiofónico ALTAVOZ DE LA PARROQUIA. Ganó muchos lauros en diversidad de Certámenes celebrados en Valencia, en el que obtuvo la Flor Natural, Barcelona y otros pueblos, siendo excelente poela, periodista y orador de altos vuelos. Conjugaba sus obligaciones de sacerdote con su amorosa predilección por el periodismo y la poesía, Y en la práctica de estas tres modalidades de su exhuberanle temperamento —orador, periodista y poeta—, campeaba siempre esa difícil facilidad propia de ios hombres de clara Inteligencia que lo hacen todo magistralrnente sin que se les note esfuerzo o fatiga alguna eh conseguir tan clarividente manera de hablar o escribir. Hasta en su vida cotidiana y en sus mínimos y pequeños quehaceres, resplandecía esa cualidad de que todo le era fácil y familiar. Asi era el sacerdote que desde el 15 de junio de 1940, hasta que su alma voló al Cielo el día 14 de febrero próximo pasado, venia desempeñando el cargo de Coadjutor de la Iglesia de San Jorge, en el que fue guía constante de las familias que acudían a él y mentor cariñosísimo de los festeros, ganados por la exquisita sencillez y bondadosa cortesía de nuestro Mosén Enrique. La poesía que insertamos fue su postrer trabajo, hecho con destino a este Programa de Fiestas, Que descanse en paz tan llorado y querido maestro, es lo que pedimos a Dios en sentida y profunda oración.

Po«ii inédita dedicada con afecta a ni diiiinguido .rr.igo D Toma. García Figuír.i, Dültgidi de Educación Y CaltM» fln Alta CoBaiurU da Eípaña an Mamiftcol.

iLa Patria es el mundo».. quien lo dice, miente: protesta la Historia, la conciencia grita cuando un pueblo fuerte asaz insolente al débil oprime con fuerza que irrita. Jamás fue la Patria un capricho vano, ni pacto entre tribus dispersas y errantes, sino que el carácter y el afecto humano forjaron progenies de vigor pujantes. La Patria es persona moral que se siente: con su propio cuerpo al que presta vida una alma grande, viril y creyente, alma colectiva por Dios ¡nfundida. Cuerpo de la Patria es el territorio que el mapa señala, extenso o estrecho por noble conquista y pleno derecho de haberlo creado de riqueza emporio.

Mas la pura esencia de fes patrios lares radica en el alma que reza callada a los pies benditos de sacros altares, y escala los Cielos, cual paloma alada. No puede haber Patria sin la Fe divina, como que sin alma, queda el cuerpo muerto; el mundo sin Fe a ciegas camina a su sepultura, eiánime y yerto. Mueren de nostalgia artistas y poetas fuera del ambiente del nativo suelo: pierden sus colores todas las paletas, y todas las liras su rítmico vuelo. El gran vate Ovidio al verse exilado allá en Ponió Euxino en ruda cabafla, a sus carceleros decía afectado: <no puedo cantar aquí en tierra entraña*

Y el poeta hebreo que de un sauce pende su citara alegre, gentil y hechicera, en vano pulsar sus cuerdas pretende... no puede cantar en tierra extranjera, Se siente la Patria, lo dice el ausente que por mayor fuerza está lejos de Ella: la añora en silencio, la tiene presente, la ve en sus ensueños, la ve toda bella. La Patria y la Madre... (que nombres tan carosl los hijos los guardan, como un relicario; los Que osen negarlos son seres tan raros que no tienen nombre en el Diccionario. Por eso mi pueblo en fiestas estalla; engalana su cuerpo y sonríe su alma, porque rememora la recia batalla de que fue San Jorae triunfadora palma. Di. E N R I Q U E ABAD


Al-Azraq, espejo de caudillos moros Al poeta y amigo Adrián Miré

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ESDE los tiempos p re isla micos, aparece entre los árabes oí culto al héroe. Es, en medio del politeísmo dominante, una religión unitaria en que se adoran las cualidades que exornan al valiente: su bravura, su generosidad y su tenacidad en vengar tas ofensas. El héroe de tos árabes no es, sin embargo, Individualista; antepone los deberes de la sangre a los suyos y cuando se ha injuriado a alguien de su tribu, abandona el ocio de la tienda para montar en su alazán y desenvainar el alfanje, pronto a castigar a quien le ha ofendido. Los versos de tas moallsqas son un himno al heroísmo. Los autores glorifican sus propias hazañas, las cuales corriendo de boca en boca se transmiten a todas las generaciones que ven en tmru-l-Qais o en Antara el héroe nacional, a semejanza de nuestro Cid o del Roldan de los francos. Con ta Revelación, el Profeta encauzó acuella sed de aventuras en un sentido religioso y patriótico a ta vez. Unidos por la creencia en el Dios Único, debían olvidar las rencillas tribales para acometer sólo a los ínfleles. Los árabes tenían ahora un fin más elevado para exhibir su bravura; el yihad —Guerra Sania— que les aseguraba la salvación eterna, y a la que durante la primera centuria del Islamismo se lanzaron con ímpetu desconocido hasta entonces. Pero con las victorias de las armas viene ta corrupción de su espíritu. El árabe ha salido del desierto, que era lo que sostenía su temperamento, y se ha acomodado a la ciudad. Los poetas ya no cantan a los héroes sino a las mujeres, las flores y el vino. Muchos abandonan la Teología para dedicarse ai herético estudio de la Filosofía. Los ánimos se han enervado y todo muslim ya no es un adalid de su religión. Se encuentra aún al defensor de la fe, pero éste ya no es un héroe anónimo que se oculta bajo la apariencia de un simple creyente que reza en la mezquita, Hay que buscarte entre muchos. Mejor quf> adalid es ahora el arráez—

cabecilla— que reúne a un puñado de hombres asalariados que combaten con él o le traicionan, cobijándose bajo las banderas de quien les paga mejor. En España fue numerosa la serie de cabecillas que alzaron el estandarte de la Fe en medio de la debilidad o indiferencia de sus correligionarios. Pero la confusión política de nuestra Península hubiera ahogado al antiguo héroe de los árabes. Habla que unir al valor del guerrero la astucia del político. Habla que ser zorro además de león. Nuestro AI-Azraq encarna con fidelidad estas dotes políticas y guerreras, por las que devino un auténtico arráez de los mus* limes, y uno de ios que con más ardor defendieran la Fe del Enviado en AI-Andalus. AI-Azraq en el siglo Xltl continuó en el Levante español la obra que un siglo antes otro caudillo moro, Ibn Mardanix realizara con más fortuna. Como éste, al frente de un heterogéneo grupo de muslimes descontentos de ta política de las sectas norteafricanas, sin más apoyo que sus alfanjes, y la confianza en su Dios se enfrentaron con los cristianos en el afán de conquistar esta hermosa tierra para la Media Luna. Con sus bravas huestes ocupó les puntos estratégicos, ayudado por la adhesión de los moros residentes aquí, llegando a ser una auténtica amenaza para la cristiandad. Pero AI-Azraq. vencedor en tantos combates, infatigable batallador en las armas de la guerra y sagaz y circunspecto en las de la política, no pudo librarse del faium que pesa sobre todo lo creado y Dios por quien tanto habla luchado, tenía escrito en sus arcanos que su gloria sucumbiría en Alcoy. pueblo entonces de escasa importancia. En los muros de la Villa, se cumplió la sentencia y AI-Azraq, muerto en defensa de la Fe Islámica, subió al fanaí —paraíso—, acabando así y definitivamente la dominación musulmana en nuestra tierra, F. Viloplono Lfoprt

¿TURISMO? M

ÁS de una vez se ha reprochado a los alcoyanos su excesiva modestia Digo excesiva, porque si bien es aconsejable y meritoria esfa condición, que inspira un prudente comedimiento en el juicio de las propias obras, hay casos en que. llevada hasta tal extremo, infunde en los extraños una falsa sensación de mediocridad. Es evidente que esta acusada modestia palpita, tal vez de manera inevitable, en todas las manifestaciones de la vitalidad alcoyana, y repercute también en la precaria publicidad de nuestras Fiestas de San Jorge Aquf, en efecto, tienen lugar sorprendentes creaciones, que si en otras partes serían voceadas con alborozo, y hasla con orgullo, en Alcoy. en cambio, son consideradas como algo normal, sin transcendencia alguna. En múltiples aspectos —industrial, artístico, geográfico o folklórico, entre otros— Alcoy posee valores y calidades de positivo interés que, por efecto de aquella congénita falta de ostentación, no han sido estimados lo suficiente en et ámbito nacional- Y es que aquí se desconoce, justo es decirlo, la técnica y el afán de la propaganda. Sin embargo, hay que reconocer que en los tiempos actuales, es imprescindible cierta dosis de prop'aganda para encauzar en cualquier sentido la dispersa atención de tas gentes. La propaganda es el más eficaz auxiliar, tanto de la verdad como del engaño, y resulta tanto más necesaria cuando hay que combatir el olvido, la indiferencia o el error. También el turismo —considerado como pieza económica— se vale cada vez más de IB propaganda publicitaria para sugerir entre las clases pudientes la avidez de los viajes. Folletos con magníficos grabados, carteles sugestivos, películas documentales y guiones radiofónicos, son como cantos de sirena con que los

pueblos ricos en monumentos o bellezas naturales tratan de atraer —lucrativamente— ta curiosidad de los extraños. Los Municipios y los Estados dedican fuertes sumas a esta oíase de propaganda, que en ocasiones se traduce en acopio de divisas. Nuestra ciudad, en cambio, —tal vez por efecto de esa modestia a que aludo— está tan persuadida de que su interés turístico es escaso y circunstancial, que considera inútil o inoportuno lodo género de propaganda. Nos complace, s!, que la prensa, la radjo y el cine se ocupen de Alcoy, y especialmente de nuestras incomparables fiestas de «Moros y Cristianos». Pero hoy día apenas existe la propaganda espontánea y gratuita. Y así resulta que las corrientes turísticas o nos ignoran o tienen un concepto desdibujado de nuestros maravillosos festejos. ¿Debe Intentarse un cambio de actitud? Sinceramente creo que no. Las fiestas que dedicamos a nuestro ínclito Patrono San Jorge, no constituyen una exhibición espectacular para pasmo de turistas y curiosos, sino que son el íntimo, ferviente desahogo del amor que Alcoy siente por su fe y sus tradiciones. Alcoy, como madre amorosa, no hace publicidad de sus sentimientos familiares, sino que se limita a convocar a todos sus hijos, muchos de los cuales acuden anualmente, desde distantes regiones, para sumarse con ilusión y con júbilo, a la ofrenda que Alcoy rinde a los pies de San Jorge, de las más aquilatadas esencias de su ingenio y de su veneración. Por eso son más admirables nuestros festejos abrileños, concreción y síntesis de los valores morales de nuestra raza. Por eso dejan en propios y extraños una inefable sensación, como la que causa en el alma la pura y candida sonrisa de los niños. Álfonto Carbon.II


El traje de fester como símbolo, justificación y rito Por Adrián Mire

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OMBRES pacientes y laboriosos-—los historiadores— han Ido apostillando el acontecer humano, no permitiendo que se desvanecíase en la lejanía oscura la estela de un hombre representativo o de un hecho glorioso. La Ciencia tiene su modo de recordaren la Historiografía, que es su memaria, su órgano de retención. Paro el pueblo —el pueblo anónimo y sencillo— tiene también su modo de reconstruir el Pasado. Lo reconstruye con la Tradición y lo revive con el Símbolo. En la Tradición, el Pasado es un ave-fénlx que renace y se rehace de sus propias cenizas para vivir la vida del Símbolo. Toda una serie de actos simbólicos [fiestas, canciones, folklore...) son como una llamada alerta que no permite que el Pasado se nos muera en el recuerdo. Se revivan los gestos humanos, los cambios de postura, como en el ritual da la Misa se revive la muerte del Redentor o como en la lela de una bandera palpita la Patria. Todo objeto puede tener una dimensión simbólica si a su propio significado se le añade la representación de un hecho o de una ¡dea, Esta relación entre el símbolo y la cosa simbolizada podra ser todo lo arbitrarla que se quiera, pero tiene un Innegable valor sentimental que hace que el hombre no se pierda en la vida lánguida y limitada del mundo concreto. Por esto, el que juzgue nuestras Fiestas con un criterio erudito y hable da anacronismos y arbitrariedades históricas, no tiene idea de las proporciones. Nuestra indumentaria festera—verdadera apoyatura simbólica déla Tradición— puede permitirse falsear la verdad sin que por ello pierda nada de su valor representativo. Cuando el hecho histórico se ha superado a sí mismo para convertirse en símbolo, toda consideración científica sobre la realidad que representa deja de tener sentido. Hemos abandonado el mundo de lo real para entrar en el mundo de lo ideal.

* * * El político Canalejas, al presenciar la entrada, calificó nuestro traje de fesler de hábito. Eslo será siempre una justificación a favor porque esté vista desde fuera y sin chauvinismos por uno de los cerebros más claros de la España contemporánea. Todo vestido al margen de la época y la moda alcanza a tener dos significaciones: de hábito o de disfraz. Puede representar1 una idea (lo religioso, lo militar, lo tradicional) o servir de diversión fugaz, intrascendente y vana. Hábito y no disfraz —conforme pudiese parecer a un observador superficial— es este pintoresco atuendo de moro o cristiano, estas cotas de malla, estas capas arrogantes, estas lanías amenazadoras, El alcoyano tiene su uniforme de alcoyanla en el traje de fester De ahí la profunda significación espiritual que a veces consigue al servir de mortaja o de promesa en la cura

de enfermedades o de identificación de nuestras bandas de música que han paseado su alcoyanismo por España.

* en * ser* un estimulante de la ¡dea La eficacia de un rito está simbolizada. Todo rito es válido en cuanto trae a la memoria una representación y suscita una serie de estados emotivos. El traje de fester nos ayuda a sentir y pensar en Alcoy, a amar sus tradiciones, a entrar en simpatía y hermandad con todos los alcoyanos. a vivir un mismo júbilo y una misma ilusión. Es un ritual permanente y apasionado. Cuanto más lo practiquemos, más cerca estaremos de la psique alcoyana, porque más profundamente habremos estimulado nuestra alcoyanidad. En efecto, quienquiera que lo vista orguliosamente en estos días fragantes de primavera, no se sentirá moro o cristiano de una mítica Edad Media, sino alcoyano, muy alcoyano. Podría ir con él a su fábrica y su taller y no se encontrarla grotesco. Podría andar de casa en casa o arrodillarse ante Dios en el templo y no se sentiría en inconsecuencia con su educación, o su piedad. Nuestro pretendido arabismo no es más que una nota impuesta a posterior/ por el colorismo y el brillo de las Fiestas. Si escrutásemos un poco en la Historia, veríamos que Alcoy tiene muy poco de moro y sí mucho de gótico y latino. Conservamos una gran independencia bajo la ejemplar tolerancia de los árabes, fuimos colonizados por catalanes y aragoneses y, por un especial privilegio, ¡as morerías se vieron prohibidas en el recinto de la Villa desde 1256. Si el símbolo no tuviese un valor trascendente, resultarla una extraña paradoja la indumentaria de abencerraje, mudejar o berberisco. Pero vestirse de moro significa para nosotros vestirse de alcoyano, aunque los ojos y el tacto se cercioren de lo contrario. Aquí entramos en el dominio de la fe y de las razones de/ corazón. Por esto, no resulta violento a la mirada el ver lentes de sol y puros en cordial camaradería con chilabas y turbantes. Yo he oído a más de un forastero escandallarse, con un criterio pedantesco, de estas herejías históricas. Pero nuestras Fiestas no son para ellos. No vivan nuestros símbolos y nuestras tradiciones. Las considerarán como un espectáculo o como un carnaval. Hay una ecuación estrecha entre Alcoy y las Fiestas y si falla uno de los dos términos, queda el otro sin explicación. * * * Consideremos, cuidemos y alabemos nuestro traje de fester. Es nuestra prolongación en el tiempo y nuestra vinculación al espacio. Nos sirve de identificación y de estímulo y está ligado emocionadamente aF carácter jovial do los alcoyanos, a su penetrante sentido del color, a su optimismo, Su garbo y su cordialidad.


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7/7 Per AMALIA FASTOS

UE sean sinceras y simples estas breves lineas. No queremos cantarnos ni ensalzarnos, sino decir sencillamente la verdad. La verdad de lo que fue y es Alcoy; porque Dios lo ha querido rubricar por el deseo y la esperanza. Alcoy es un milagro: sobre una tierra pobre, una enorme riqueza material. ¿Por qué?... ¿Acaso tienen «porqué» los milagros:'... El milagro lo consigue la fe, la oración y la constancia por parte de los hombres. Por otra, la voluntad de Dios. A esta prosperidad acompaña un elemento indispensable: la paz. Nada apenas han significado para Alcoy la Reconquista, las Cerníanlas, la Guerra de Sucesión, la de la Independencia... Pero ¿qué tiene Alcoy para haber recibido de la Providencia estos favores? Un buen día, no se sabe cómo, se le cayó de las manos al Señor un alma en esta hoya y surgió Alcoy. Esa alma era la nuestra, la de nuestro pueblo, la que El nos tuvo guardada desde un principio. Y cayó sobre un terreno pobre, pero contenta con su cuerpo de forma quebrada, surcado por unos torrentes menguados. Y se unió a él integramente y empezó a vivir. Nunca le faltó la savia de la Gracia. Es la Gracia un don gratuito, aunque no tan gratuito que se derrame por igual sobre justos y pecadores. La Grada es la «semilla de Dios- (I eptst Juan III, 9). Es algo que Dios da a los hombres y que también da a los pueblos. Los hombres, como los pueblos, escuchan o se apartan de la voz de Dios. Hubo hombres buenos, como Abel, y malos, como Caín; ciudades condenadas, como Sodoma y Gomorra, y ciudades bendecidas, como Cafarnaúm y Roma.

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Pues bien, lector, Al coy es una ciudad buena, bendecida. La médula de los hombres como la de los pueblos son la fe y la oración; ya lo decíamos antes. También dijimos que Alcoy ha sido y es próspera, pacífica y laboriosa. Ahora añadimos algo más: A]coy es religiosa. En los momentos graves nunca dejó de mirar al Cielo, entregándose en manos de la Providencia, En 1513, con ocasión de la terrible plaga de langosta, acudió al patrocinio de san Gregorio, como antes -^en el segundo tercio del siglo XV— habia invocado la protección de san Roqne y san Sebastián contra la peste. Las demás intervenciones milagrosas son patentes a todos: san Mauro aplacando un terremoto, san Jorge liberando a Alcoy del ataque de Al-Azraq, el Niño del Milagro señalando el punto donde estaban ocultas las Sagradas Formas y la Virgen proclamando su Concepción Inmaculada. Y ;cómo no hablar de la gran legión de apóstoles y confesores alcoyanos? Desde el P. Sempere, sargento mayor de las armas católicas en el Brasil, a Fray Pedro Medina, de Fray Agustín Moya, apóstol animoso, al peregrino Mosén Onofre Jordá, de Fray Juan de Alcoy, compañero de san Vicente Ferrér en la gran tarea de predicar la palabra de Dios, al penitente Barello, venido de tierras piamontesas a entregarnos sus cenizas, del agustino Fray Pedro Molla, al P. Civera, cartujo de Porta-Coeli, y tantos otros que ardieron inflamados por la fe de Cristo. Alcoy, finalmente, se alimenta en sn vida de fe de dos devociones, las mejores: la Eucaristía y la Virgen. En cuanto a la primera, Alcoy, a los pies del Sagrario, no hace más que seguir desde siglos el camino que marcan los inocentes dedos del Niño Jesús del Milagro y admirar el ejemplo de Casimiro Barello, gran enamorado de la Eucaristía. Y, por lo que respecta a la Virgen, la tenemos como «lirio entre espinas» en la cumbre del Carrascal, marcando la pauta azul y pura que nos lleve a Ella. Si el amor al Padre es caridad, el amor a Ella es alegría, ¡unió a lo sano y lo entero del vivir, según Dios manda, figura lo dulce y lo suave que MaHa presta, que unas veces es brisa que acaricia y otras paz que consuela. Dios haga que Alcoy viva consciente de sus favores y siga con empeño la práctica de estas dos devociones para que cada uno de nosotros podamos hacer nuestra aquella respuesta del Venerable Ridaura a su superior al ser preguntado por qué las guardaba con tanto celo: «¿Pues que no sap que soc de Alcoi?»...


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unos meses de distancia da la Santa Misión, que sacudió e hizo vibrar los sentimientos de religiosidad de nuestro Pueblo, se dejan o(r en el rincón de nuestros mejores recuerdos, la paz inolvidable de sus doce días, cuajados de Verdad, con tas notas que, en eco feliz, nos hacen rememorar sus cánticos y plegarías. Y entre el tropel de recuerdos, muchas veces sentimos como un revivir de aquellas horas. De nuevo he creído encontrarme en aquellas frías auroras de noviembre de 1950, cuando Nuestra Madre Inmaculada, la Santísima Virgen de los Lirios Misionera de Alcoy, cruzaba nuestras calles y plazas, aureolada con luz de bengala y fervor de plegarias derramando sus caricias maternales, sctbre todos sus hijos. Hoy, enderezados muchos caminos y señaladas las nietas, se impone lógicamente que levantemos todos nuestras miradas para fijarlas en la cima del Monte Carrascal, Relicario de insuperable grandeza mariana. En mis visitas a la Fuente Roja, asomado al tradicional mirador, he meditado muchas veces, en la prodigalidad espiritual de Dios, para con nuestro Alcoy. Es un contraste aleccionador. Aridez material en sus campos, y gloriosas tradiciones religiosas. Nuestro Pueblo no muestra el fresco y acogedor verdor de las fértiles vegas, sino el paisaje seco de sus montes y tierras, Y sin aquellos dones naturales y sin una envidiable red de comunicaciones, el esfuerzo insuperable de sus Hijos—supliendo las deficiencias de su geografía— realizó el prodigio humano de escribir, con caracteres peculiares, el nombre de Alcoy, en los primeros puestos de la lista de pueblos industriales de España

En el orden espiritual en cambio, la tierra alcoyana ha sido fecunda. Lo pregona el genio inmortal ds sus hijos: GISBERT, CABRERA, GONZALO CANTÓ, BARRACHINA... Pero hay una fecundidad mayor en su historia, en la gloria imperecedera de sus tradiciones. San Jorge y San Mauro mártires, el Niño Jesús de) Milagro y Casifniro Bare|to, son nombres que hablan a los corazones alcoyanos de la prodigalidad de Oíos en sus caricias y en sus regalos al pueblo alcoyano. De todos estos hechos religiosos, hay uno —el de ma: yor y más probada autenticidad—que pone una nota característica a nuestra Historia local. Me refiero a la aparición de tos Lirios milagrosos del Carrascal, con la Imagen de la Inmaculada Concepción grabada en sus bulbos. En la tierra, ya para siempre feraz, del Carrascal, entre pinos y encinas, sobre agreste atalaya levantada a mil metros sobre el nivel del mar, la Inmaculada-tiene el primer Oratorio, bajo esta Advocación. Y desde aquella altura, SICUT LILIUM ÍNTER SPINAS, va dejando caer sobre sus hijos de Alcoy. las mejores gracias de su corazón de Madre. En 1953, se cumplirá él tercer centenario de aquella aparición milagrosa. Y el Alcoy inquieto y activo, el Alcoy prodigioso en sus obras, el Alcoy de la gloriosa tradición y fe inquebrantable, el Alcoy auténtico, sabré hacer honor y gala a la más delicada caricia de Cristo, a 11 mejor Flor de sus montes, al más evocador de sus Hechos históricos y a la más auténtica de sus tradiciones, a su Patraña la Santísima Virgen de los Lirios. Vicwito Torregrote y Totrtgrota Pirroca d* Lt £••! Ptr rcquil d« Sin MISTO y Sin Fnneüeo.


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San Jorge y 1 Edad Media

Por Vicente Llorca Zaragoza Proíeior del Intitulo Nacional da 3.* Enieñinift de Aleo y

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INALIZABA el siglo III, y rayaba ya los horizontes históricos la aurora del IV, cuando el cesar Galeno incitaba al vacilante Augusto, a adoptar decisiones radicales para el brutal exterminio de la Iglesia Cristiana. Si Diocleciano era rotegido e hijo de Júpiter Capitalino, él, Galeno cieía ser ijo del Marte dios de los ejércitos, antiguo romano que le había engendrado como un segundo Rómulo. Aparecía el año 303, y publicábanse en Nicotnedis, residencia de Diocleciano, los edictos de persecución, y Jorge de Capadocia locado por la gracia divina —como Pedro, obispo de Alejandría, como el sabio Pamfilio, seguidor de Orígenes— ofrecía al mundo cristiano naciente, eficaz y maravilloso retablo de fe, sacrificio y firmeza. Pero Jorge de Capadocia nos revela y ofiece matiz especial, en un. plano estrictamente histórico, matiz que escapa y rebasa el marco de su época: es la raíz y quintaesencia del héroe, del caballero medieval. Por eso se le definió como caballero ta lo divino», y Don Quijote al sentir la hermandad entrañable de empresas le denominaba «andante de la milicia divinal. Joven, guerrero, con la acción siempre presta —como flecha al blanco— al heroísmo y sacrificio, siente como sanio y como caballero que la rula del cristiano es un servicio bélico en lucha por la Fe, y ensambla su persona y su vida en aquella Iglesia militante de los luchadores de Cristo, de la tmilitum Christi cohorti candidae» de los mártires, en la que el bautismo es comparado con el juramento de los soldados a su bandera. Se ha dicho, que las metas humanas predominantes en la Edad Media, los arquetipos ideales de la personalidad, son el santo y el héroe, la vivencia de valores religiosos y ¡a vivencia de valores vitales. En rigor, esta forma distinta de sentir el mundo y la vida no entraña abismo alguno entre estas posiciones extremas. San Jorge como precedente y quintaesencia, y el Medioevo como secuela, manifiestan la

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profunda unidad de aquella época enfervorizada y transida por un sentimiento religioso de la vida. Tan instrumento de la Providencia es el Héroe como el Santo, aunque esie último lo sea de un modo más activo, más consciente. Jorge de Capadocia, como los héroes en la épica del Medioevo, quema su vida en exaltado idealismo, sin otro propósito que conseguir honor, el honor sumo de su sacrificio poi Cristo. Animoso hasta la exageración no puede caer en lamentaciones, ni dejarse exceder por la alegría,- nuestro Gran Mártir, muerde y sofoca tranquila, serenamente su dolor en su sacrificio. La gesta, la acción es el espíritu, tanto en la vida del héroe como en la poesía heroica. Por eso, ya en Jorge aparece su vida como un continuo quehacer por Cristo; conversiones de Alejandra y de tribunos militares, derrumbamientos de ídolos,- los milagros más estupendos y maravillosos relatados en la «Leyenda A urea i enmarcan su figura, coronada por la aureola de su singular combate con el dragón del lago de Beirut y la libertad de la Princesa Margarita, hay, como una resonancia en este hecho, de aquellos otros legendarios y hazañosos de los héroes de la épica germánica, Sigfiido y BeowuHo. Otro delicado matiz en la figura del héroe medieval, que halla también su contrapunto religioso en San Jorge, es aquel apasionado, casi meta físico amor por la mujer, eje y cogollo de la romántica caballeresca. Había perfilado el camino San Jerónimo, cuando con dulce acento exclamaba: tío que otros serán después en el cielo, lo son ahora las doncellas en la tierra». De ahí que el claro espejo de la feminidad en aquellos heroicos tiempos, fuese la figura de la Virgen María, y las multitudes medievales, en hecho sobremanera simbólico, hermanaban juntos al desgaire del viento en numerosos combatea, los estandartes de la Virgen y San Jorge. Pero donde más pura y exacta se nos aparece la figura del héroe cristiano, como héroe y como cristiano, es en la eficacia imprimida al ardor bélico en sus luchas contra los infieles. San Jorge es cruzado desde los primeros tiempos^ se exalta su figura en los pueblos armenios y caucásicos, y se desparrama la gloría de su sacrificio por tierras europeas. Y es en Inglaterra donde el Arzobispo Canluariense manda celebrar con pompa y solemnidad el día de su martirio, y en tierras itálicas, en Roma, Belisario en el s. VI encomienda al Gran Mártir en un rapto de fervor religioso, la defensa de la Puerta de San Sebastián. Los antiguos pueblos carolingios no podían ser menos en la exaltación de su recuerdo,- Cuniberto y Rogerío de Normandía, en Francia, fian en manos de San Jorge la victoria en el combate, y San Enrique, emperador alemán, erige k Iglesia Bambergense en honoi del celestial guerrero. Y cuando la cruzada conira la morisma pone tensos los espíritus y firmes los brazos de aragoneses y catalanes, Jorge de Capadocia espolea los ánimos de aquellos esforzados, que al grito de «jSent Jordi, firam, íiram! cobran brío en los hechos de El Puig, Alcázar, Alcoy , alentando la íe, en la expedición de almogávares a Oriente, del senescal Corberán de Leel, quien al decir del cronista Ramón de Muntaner,- moría «con la espada en la mano y en la misma victoria», deseando y consiguiendo el alto honor de ser enterrado en un templo de Tiria, ciudad en la que se aseguraba hallarse sepultado el cuerpo de San Jorge. Aquel Santo, aquel caballero «a lo divino», tenía que derramar la fe en Cristo sobre aquel otro mundo de héroes y caballeros ta lo humano». Ya Amadís exclamaba que «el arte de caballería es muy alto, y el Altísimo y Soberano Señor la constituyó para que iuese guardada la justicia y la paz entre loa hijos de los hombres». Por aquel santo y caballero, ardían y deseaban su protección, tantas y tantas tienes: Aragón, Inglaterra, Cataluña, Georgia, Lituania, Portugal, Liguria, Carintia , como si el suave aleteo y la gracia de su espíritu infundiese alientos al alma épica de estos heroicos pueblos. Aquellas multitudes enfervorizadas, por obra y milagro de sus artistas, dieron al arle medieval y del Renacimiento, las dos visiones de San Jorge, visiones que reflejan, como decíamos al comienzo, los dos arquetipos de la vida del Medioevo. El San Jorge guerrero, cuya visión —jalonada en tierras hispánicas por el Medallón de Pere Johan, y la estatuilla de plata, última ofrenda de la tradición gótica catalana—, culmina en la obra del Donatello, en la que San Jorge tverdadero, implacablemente verdadero! al decir del critico, respira majestad y nobleza incomparables, descubriendo un alma de héroe intrépido y explorando con su mirada un horizonte indefinido. En la otra parte, el San Jorge meditativo y oíanle, visión plasmada en la obra de aquel gran maestro de los pintores florentinos, Pietro Cavallini. Siglos más tarde, cuando ese mundo de religiosidad exaltada y de poesía heroica reposa en el recuerdo de la Historia,, todavía —pinturas de Cabrera y Laporta, escultura de Ridaura—, como un eco callado y lejano, resuena aquel sentir cristiano y legendario en el corazón de la fe de un pueblo hoy feliz, en el que un buen día hizo su aparición el Santo Doncel para obrar el milagro.


«oiitt (fe rutaras fiestas H

AY momentos durante e! desarrollo de las fiestas alcoyanas, que pasan desapercibidos para el forastero que nos honra con su asistencia, y que constituyen, sin embargo, la esencia misma de ta Fiesta. El festero viejo; el que todos los años va vistiendo un traje abigarrado y multicolor, y con él por atuendo, discurre por nuestras calles y ambienta el festejo con su simpatía y donaire. El que ama y vive la Fiesta, y desde la calzada o el balcón, va siguiendo todos los actos con ese fervor de atcoyanismo que los hace ver, no como et cumplimiento de un programa previamente establecido, sino con la emoción y el cariño que supone el venero de entusiasmos y tradiciones que constituyen, porque Alcoy •a\ correr de ios siglos, se ha creado una mitología festera Mitología sin figuras o seres, sino formada por un cúmulo de facetas asequibles solamente a los alcoyanos, que hace que en el discurrir del festejo, no se vea solamente la parte ornamenta), humana y tangible, privativa de los sentidos, sino aparte de ella y al propio tiempo con ella compenetradas, sentimos una serie de emociones, patrimonio del alma, que acaso en un momento dado no sepamos definir, pero que constituyen la esencia misma de nuestro sentir (estero, ya que es precisamente en estas sensaciones emotivas, donde compendiamos todos los siglos de tradición festera, pues para poder llegar a ellas ha sido necesario que todo un pueblo, desde 1.284, —ocho años después de la gesta afcoyana contra el moro, en que por primera vez se celebraron muestras fiestas en honor de Pedro III de Aragón—, haya venido acumulando ilusiones y recuerdos, para poder plasmarlos en los tres días clave dei abril clásico. Toda esta- gama de emociones, aumentadas con la aportación de nuestros predecesores, ha hecho posjble esta ¡deosincrasia alcoyana, que hace que lleguemos a emocionarnos ante la simple interpretación de un pasodoble dianero. Analicemos cualquier acto de nuestras Fiestas para confirmar este aserto: La «arranca de la Diana» es una función festera más, y sin embargo nos resulta de las profundamente emotivas, pues en etía compendiamos todas nuestras ilusiones, porque para poder llegar a este momento, hemos tenido

que pasar por un largo año de afanes y preparativos que se cifraban en esta hora álgida, y cuando el Sargento del bando cristiano reza su «Ave María», en este momento de quietud y silencio, presidido por el pétreo perfii de nuestro viejo barranco del Sínc, sentimos una ternura insospechada por nuestra Fiesta y hasta se nos nublan levemente los ojos, porque en este instante, es cuando se nos agolpan inppinadamente tantos recuerdos que sacuden nuestra sensibilidad y conmueven nuestra capacidad emotiva, ya que es entonces cuando sentimos junio a nosolros. la presencia viva de todas las generaciones de alcoyanos idos, que nos precedieron en nuestros afanes {esteros. En este breve tiempo, cuando notamos más acuciante, la falta de aquellas campanas, que con su loco rebato constituyeron la voz del alma alcoyana y de las que sólo queda su sonido en nuestro recuerdo, y día vendrá que nuevas voces de bronce, cubrirán el vacío que aquellas nos dejaron, y sin embargo, en nosotros subsistirán las otras, que ya se convirtieron en símbolo que ha venido a engrosar nuestra mitología. Es éste el momento de la sonrisa leal y la mano franca, en el que nos sentimos más alegres y más buenos, no solamente porque vemos empezar a realizarse una serie de actos que hemos estado esperando ilusionadamente, sino porque parece que en este instante, Alcoy es más Alcoy, que su «alma mater» se muestra a nosotros más tangible y real, y no mii amos en los festeros, que cumpliendo et rito desfilan a breve paso, al amigo o al conocido, sino al personaje real, al moro y al cristiano del siglo XIII que abandonando su encasillado cronológico, han venido a formar parte, graves y solemnes, de la fila recta y acorde de una escuadra. Esta es la parte emocional de las Fiestas alcoyanas, la justificación de nuestros afanes y la explicación de los entusiasmos que todo hijo de Alcoy por ellas siente. Acrecentar este patrimonio constituye nuestro deber primero, para poder, un 23 señalado en rojo en el calendario alcoyano, presentar a San Jorge unas Fiestas que compendian el alma noble de un pueblo laborioso y leal, que se enaltece con la ostentación de su alto Patrocinio. JUAN ANTONIO GARCÍA

Con bellezas de gala cortesana viste Alcoy su capítulo de historia. Su bandera es la cruz de la victoria que vence a la bravura musulmana. Reverbera en la altura soberana resplandor de bizarra ejecutoria cuando abril resucita en su memoria el salmo secular de su campana. La nota música! vibra anhelante, Pasa San Jorge; y su visión triunfante. da a la emoción hondura necesaria. Y es sublime la fiesta, y es divina, si del labio del alma femenina se desprende el fervor de la plegaria. Maruja Soler


Apunte histórico de esta danza y tu* posibles relaciones con el actual desenvolvimiento de nuestra) Fiestas.

I JESOE el punto de vista guerrero y popular, esta danza, como *-^ todas sus congéneres, significa una serie de pasos y gestos ritmlcados. Ella permanece inseparable al ritmo musical que es el que únicamente le confiere la vida. Su popularización como espectáculo, se sitúa generalmente a fines del siglo XV, después de la toma de Granada por los Reyes Católicos, pero existen datos que evidencian uíi origen más remolo. Pruébenlo sino, las fiestas celebradas con motivo de los desposorios de Ramón Berenguer IV con Petronila, reina de Aragón, siglo XII. en cuyo programa figuró ta danza de moros y cristianos. La danza, con carácter guerrero, evolucionó y se cultivó en muchas localidades, desde luego, con algunas variantes, pero guardando siempre tanta similitud, que cabe asignarles un mismo origen. En Igualada (Cataluña] se ejecutaba un tipo de esta danza con el nombre de iturquíai En Berga. en cambio, está incluida en una de las partes del baile que se denomina tbulla> o ipatumi El idance», ejecutado en et Alto Aragón, y más concretamente en Sena (Huesca), guarda también analogía con ella. Intervienen en la fiesta, generales cristiano y moro, mayoral, rabadán, ángel, cuatro volantes y dieciocho danzantes que actúan, unos con palos y otros con espadas. En Pina, el día de San Juan, se baila por seis moros y otros seis cristianos con su mayoral, al son de la gaita y el tamboril, En Valencia, en la Villa de Torrente, se supone inspirado el iball deTorrenti, que guarda tanta analogía con el primitivo baile fanlástico-pantomímíco de Moros y Cristianos, que también puede señalársele, el mismo origen.

Indudablemente, en cada una de estas localidades, el <ritmo musical sobre el que se asienta y liga la danza, se paraleliza de un modo más o menos concreto con su folklore correspondiente. En nuestro Alcoy, las fiestas que hoy se celebran en su sentido popular —y por fuerza Intimamente ligado al religioso, guerrero y tradicional—, tan lleno de matices persoñatísimos, también cabe suponerlas como arrancadas del inestable tipismo creado por las primitivas interpretaciones guerrero coreográficas de la danza de Moros y Cristianos Pensando en ¡a gran evolución sufrida en las tradicionales fiestas, desde sus primeros albores en el siglo XVI, hasta nuestros días, se llega a discernir, lo ambiguo del carácter inicial —actuación de Intérpretes tan opuestos como lanceros, tamborileros, juglares y tipos a él afines, con sus trajes vistosos, hechos con panos de tintes vivos y abigarrados—del más ya definido ambiente posterior, y de la manera presente cuyo carácter ha llegado a su completa estabilización. Porque la forma —diríamos más justamente aparato exterior— con que se desarrolla la fiesta actual tiene un sello inconfundible, habiéndose acrecentado la primitiva danza de tal modo, que se ha llegado por la evolución antes citada, a una fiesta con carácter de una verdadera representación teatral (las *f£mbajadasi) No se analizan aquí cada una de las múltiples etapas de la magnifica fiesta. La mayoría de ellas obedecen a un sentido estrictamente religioso y por ende, entronizadas en la mayestática pureza de la tradición. La generalidad de este apunte, es manifiesta y si algo hay que centralizar es precisamente ésto: el aspecto exterior, superficial y callejero, tantas veces justísima mente ensalzados. Jaime Peret Hiero

CALLE ABAJO L

A preparación a que se somete el sujeto actor de nuestras fiestas para desempeñar su función con sentimiento y vocación, está siempre por debajo de lo que al actuar en ellas rinde en todos sus aspectos. Afiliarse a una COMPARSA es cosa asequible para casi todos que lo pretendan. Alcanzar en ella preponderancia, es ya tarea menos fácil, pues requiere historial, simpatía, desenfado y saber comportarse. Las tres últimas cualidades, sobre todas, han de ser nativas: no se heredan, no son mercancía sujeta a compra-venta, se forman y desarrollan en el individuo al contacto del ambiente de convivencia festera. Es apetencia general entre los if esteros i sean o no de reconocidas cualidades, el disfrute de un puesto preeminente en su Comparsa que les dignifique y nada más halagador para éstos que formar parte en la ESCUADRA DE LA ENTRADA, bien sea de los MOROS o sea de los CRISTIANOS, La finalidad festera queda colmada cuando se ven enmarcados entre los diez individuos que van en formación rectilínea tras el icaboi que les manda Es ilusión de los más, que convertida en realidad, desean perpetuar egoísticamente sin admitir por las buenas ser reemplazados por otros, todos con iguales derechos, no todos con ios mismos beneficios de representación, tanto por determinantes características cuanto por no poder alcanzar al cuadro completo de sus componentes Tiene sencilla explicación deseo tan acentuado, sentido sobre todo por quienes desarrollados desde su niñez en el clima de nuestras fiestas tradicionales, han disfrutado los sabores de cada uno de sus actos en permanente esperanza de formar parte en ia «escuadra», actuación más vivamente impresionante que ninguna oirá ¿Por qué? Porque es en ella donde el «fesler» se siente poseído de singular disfrute. Es ésta la formación que le enorgullece más por su emotividad incomparable; es en fas dos horas de su duración cuando la vanidad alcanza los límites de posesión de \e popularidad momentánea; es el período preciso en que destacado por tos múltiples colorines de su rico indumento, concentra sobre sí cientos y miles de ojos que buscados por é!, chocan en confuso centelleo de recuerdos o de esperanzas. Porque es, calle de San Nicolás hacia abajo, cuajada por doquiera de apiñados racimos de finas y delicadas caras feme-

ninas engarzadas entre flores y colgaduras que acentúan más la belleza de la mujer a I coy a na, donde se ofrece espectáculo de tal armon(a que el joven no olvida, y al menos joven le refresca como descargándole de años en los que en el mismo puesto hacia recrecer igualmente su ostentosa actuación. Atento el oído a marciales pasodobles o al ritmo lento de la marcha mora, la alegría se le hace más candente al «fester» y en agitación retadora ríe mostrando el esmalte de su dentadura o sonríe apretando los labios ocultando las mellas bucales que pueden afearle; pero siempre, siempre impregnado de desenfado tal que se siente como único dueño y señor dei espacio que domina, se crece de manera, que en tales momentos no cambiaría por nada la augusta personalidact'de que se considera estar poseído. Encúmbrase más al tono excitante de los aplausos que prodiga el espectador hasta llegar al paroxismo de lo fantástico; créese personaje fabuloso y prescindiendo de aquellos compañeros con quienes está codeándose, centra sobre él toda la atención que cree absorber de cuanto enfila su mirada vidriada por la emoción E! decurso de tiempo y camino andado no le desalienta. Sigue contando como interminable la actuación en que está empeñado. Dando frente a la blanca torre de Santa Marta se siente más agigantado que ella y cual despreciando la discontinua esbeltez de su armoniosa arquitectura, vuelve la cabeza en rebusca de nuevas miradas que atraerse y nuevos aplausos que sigan alentándole Mas, iayl, que lodo tiene su fin. y cualquiera que sea el estado en que el «fester de escuadra» llega a la amplia piaza donde desemboca el fastuoso desfile, cual si en su ámbito soplase un aire embrujado y despejador: la vanidad decrecev entibiase la alegría, los signos expresivos se le hacen más moderados, las ilusiones se esfuman con los vaporcíllos de las copas de champaña que le animaran dos horas antes, y ya en la meta, un poco más allá, frente a la Iglesia del Patrón, depone el bagaje y armamento, destocase de turbante, capucha de su jaique o del casco de acero, y concentrado en reacción de humildad y veneración, puesta su fe en el Santo y el pensamiento puesto en las fiestas venideras, exclama elevando su vista al cielo cgn recatada unción: |SAN JQRDI, depárame continua protección, conserva mi fervor hacia tí y que todo haya sido para tu gloria y la de Alcoyl Ángel Uopit Voeil


UN AtCOVANO ILUSTRE V SANTO Por Francisco Aícayde Vítor

ENTRANDO en la Catedral de Valencia por la maravillosa pucrL-f ta barroca que esté junto al M ¡cal el, encontramos a la derecha, en el suelo, una gran losa de piedra negra. Esta losa está frente al altar del Sagrado Corazón y a la entrada de la sombría y majestuosa capilla gótica en la que se venera el Santo Cáliz, la joya más valiosa que conserva nuestra ciudad como santa reliquia. En esa piedra negra, grande y rectangular, está grabada en latín la siguiente inscripción: Aquí descansa a! venerable

GREGORIO RIDAURA, de Alcoy. Beneficiado da ta Iglesia Valentina, el cual fue eximio cultivador de la calidad, humildad, paciencia y caitídad. Siempre luvo la mortificación de IB Cn» en tu euerpo¡ doblado por la vejez entregó IU alna buatia. Anheló con toda su alma Lat cüíat caleitialeg. Dio ejemplo de practicar 10das las virtudes. Murió en la de julio de 1704, a la eded de 6] añot. El M. I. Cabildo de IB Iglesia Metropolitana, le dedica e«ta lapida como perpetuo recuerdo. Aquí está, pues, enterrado el V. P. Ridaura. No creo que hay en Valencia sitio de más honor para enterrar a un hombre.

Yo recuerdo que mi santa y bendita madre nos llevaba a mis hermanos y a mi, con mucha frecuencia, desde muy pequeños, a rezar, de rodillas sobre esa misma tosa negra, una oración en memoria del Venerable Padre Ridaura. Este nombre sonaba en mis oídos infantiles como algo familiar, pues mi madre era Vilar RIDAURA y mi abuela RIDAURA Valor y además alcoyana pura, como lo indican sus dos apellidos. Con ingenuidad infantil yo le rezaba con la misma franqueza y confianza que hubiera hablado a un pariente querido. Mis hermanos, mis primos y toda mi familia nos sentíamos orgullosos al estar unidos misteriosamente con aquel gran hombre, tan destacado en virtudes, tan santo y tan valenciano. Nuestra abuela, en su melodiosa lengua valenciana, única lengua en que habló toda su vida, con su dulcísimo acento alcoyano, nos contaba "cosas,, y "milagros., del V. P. Ridaura. Eran leyendas o tradiciones transmitidas de generación en generación que nosotros oíamos extasiados como sucesos maravillosos, extraordinarios o celestiales que nos dejaban pasmados. Recuerdo el "casú., de los ciriales encendidos durante tres horas en el funeral del V, P, Ridaura, que después de tanto tiempo ardiendo, pesaron exactamente igual que antes de encenderse: 98 libras antes y 98 libras después de estar ardiendo tres horas. Y el "milagro., de una de las medias que usó Mosén Ridaura puesta sobre una mujer que se moría de calenturas, la curó al instante, sólo por su contacto. Estos y otros "casos,, por el estilo me dejaban atónito, maravillado. La voz dulce, acariciadora y cariñosa de mi abuela, que tales cosas nos contaba, como si ella las hubiera presenciado, contribuía a aumentar cada vez más rni devoción por el Santo; pues según opinaba mi abuela, y sus opiniones eran axioma para mí, Santo y bien Santo era, aunque la Iglesia todavía no lo habla proclamado. Lo que yo no podía entender entonces era cómo la Santa Madre Iglesia no habla ya reconocido una cosa tan evidente, clara e indudable corno era para mi inteligencia ingenua de niño, enamorado de su madre y de su abuelila.

Han pasado los años y ahora soy Decano de la Facultad de

Filosofía de ta Universidad de Valencia, de la misma Universidad en que estuvo matriculado de Filosofía el P. Ridaura y en la que estimulaba a sus compañeros al estudio y les contenia con su ejemplo Esta circunstancia me hace estar unido al santo varón, ahora en mi madurez, mucho más íntimamente que lo estuve en mi niñez. Aquella unión era Ingenua, sensible y superficial, y ésta es más profunda porque se basa en el conocimiento de sus méritos, virtudes y mortificaciones: en una palabra: en sus deseos de perfeccion.de superación y de ascenderá las más elevadas reglones del espíritu. Ahora me interesa el V. P. Ridaura desde dos puntos de vista: como católico, por su santidad; y como psicólogo y filósofo, por el interés extraordinario que la práctica ascética y mística tiene para el científico de nuestros días. Esas prácticas son de incalculable valor para el estudio de la psicología experimental. Los ascetas y místicos son fuente pura, manantial virgen e inagotable para todo aquel que quiera enterarse de las fluctuaciones del alma, de este objeto meta físico que llamamos alma humana; objeto tan misterioso, oculto y extraño que puede recorrer un itinerario maravilloso, fantástico e inmenso como ningún avión podrá nunca lograr. Puede el alma remontarse a la región de las Ideas y llegar a la unión con Dios, y esa misma alma puede rebajarse a la región de ta sensualidad y llegar a la unión con el Diablo. Asi como un rayo de sol toca en uno de sus extremos al sol y en el otro extremo puede tocar un estercolero, así el alma puede ponerse en contacto con las más puras y elevadas reglones espirituales o con tas más sucias y rastreras regiones materiales. Estudiar a grandes rasgos ese itinerario del alma del Venerable P. Ridaura es lo que voy a hacer a continuación.

Una buena biografía del V. P. Ridaura es la publicada en 1945 por la Diputación Provincial de Valencia que presidió el Excmo. Sr. D. Adolfo Rincón de Arellano. a iniciativa de D. Manuel Vilar Sancho, primo hermano mío y hoy en día uno de los más fervorosos devotos suyos, que entonces era diputado Provincial. La constante aspiración de Ridaura y cuya práctica llenó su vida entera fue la siguiente; alejarse de toda culpa y ejercer la caridad con enfermos, pobres y pecadores. Era su preocupación fija emplear todo su tiempo en esas obras, considerando perdido el que no podía dedicar a tan nobles actividades. Una frase suya, ingeniosa, como de buen alcoyano, nos confirma lo que acabo de decir. Le preguntaron una vez ¿Cuántos años tiene? a lo que contestó: "Poquets, perqué els mal empleáis no els conté,,. Así, en valenciano purísimo como se hablaba entonces, con pronunciación propia y característica de los alcoyanos que por fortuna aun se conserva en nuestros días. Esta preocupación constante de aprovechar todo el tiempo posible en su perfección, era tal vez lo que le privaba de un sueno largo y profundo. Su sueno era vigilante y ligero, pues era el despertador infalible de todos los alumnos del Colegio del Patriarca, a cualquier hora de la noche que se le indicase, Y siempre se levantaba a las cuatro de la mañana. Para alcanzar su aspiración, mortificaba todos sus sentidos; El oído, privándose de oír música grata; la vista, no asomándose, ni una sola vez, al balcón del entresuelo que en la píaza de la Virgen habitó durante 30 años, para no deleitar su vista con la presencia de ningún festejo civil o religioso; el olfato, visitando los enfermos que olían apestosamente y exhalaban'olores nauseabundos, casi inaguantables y sentábase en los cementerios, sobre los sepulcros de los últimos enterrados, para mortificar más su olfato con las repugnantes emanaciones. He encontrado una frase suya digna de recordación. En (os cementerios


solía decir mientras cpntemplaba fijamente de muy cerca una calavera que sostenía con sus propias manos: "No pot ser qu' els homens delxasen de ser molt humils ai alguna volía miraren I tocasen aquests osos,,. Es esta una frase digna de Shakespeare.

Esta vida que acabo de contar con grandes pinceladas para hacerla amena, voy a sintetizarla ahora en sus caracteres esenciales, que son;

Pero sobre todo, una resolución suya sintetiza la mortificación a que se sometió desde Joven. Es un caso típico que los aicoyanos valorarán como nadie ya que se trata, creo yo, de la máxima mortificación a que podamos someter a un alcoyano que no haya renegado de serlo. Se trata de Ir a Alcoy a las fiestas, en época de vacaciones, en donde le esperan el carino de sus padres, el afecto de sus amigos y la alegría completa para todos los sentidos, de la fiesta. Estando a las puertas de la Ciudad y al oír las campanas que tocaban a júbilo anunciando la festividad, notó que su corazón de alcoyano se alegraba en exceso y tuvo fuerzas, voluntad y energía bastantes para dar media vuelta y alejarse de su Ciudad tan querida, en donde tanta voluptuosidad le esperaba. No creo que haya hoy día otro alcoyano capaz de tanto, pues lo que caracteriza a los aicoyanos es su humor inalterablemente alegre, dispuesto a hacer fiesta de todo, para gozar y divertirse. Juzgue cada alcoyano enamorado, |y cómo nol de su magnifica Ciudad y de sus incomparables fiestas el esfuerzo enorme que necesitarta hacer un alcoyano, tan alcoyano como Rldaura, al retroceder desde las mismas puertas de su Ciudad, renunciando'a tan poderosos y seductores atractivos, [Las célebres fiestas de Alcoy. únicas, creadas por Alcoy y que imitaron las más de las poblaciones del norte de la Provincia de Alicante, incluso la exmurclana Villena. alguna de Valencia y una de la de Albacete, como Caudete! Todo alcoyano os dirá: Pídame la mortificación que V, quiera, menos fa de renunciar a mis fiestas.

DESEOS DE PERFECCIÓN

Este hacho no sólo nos muestra su inquebrantable deseo de mortificación para perfeccionarse; nos descubre algo aun más profundo del alma de este hombre excepcional y alcoyano tipo. Es su voluntad firme, decidida, sin vacilación. El célebre "Pensat y Fet., de los valencianos, lo tenía él como instintivo. Una vez tomada una resolución, pasaba al hecho directamente, sin dejarse desmayar por postbles e imaginarios fracasos. Era un hombre de acción, Igual en esto a los aicoyanos de hoy y de todos los tiempos. Plantean un negocio, conciben una industria y ...|zasl... ¡a hacerlol Una vez pensado, no vuelven atrás nunca; ni tan sólo se les ocurre volver la visla y ni por asomo se le ocurre dejar las barcas en la orilla preparadas para la retirada. El alcoyano tipo quema sus naves cuando torna tierra en .algún, asunto de interés y no teme al fracaso porque confía en su esfuerzo y su voluntad Recuerdo a un amigo mío de Alcoy que iba-a emprerv . der un negocio arresgadísimo y'a quien ye le insinué: ¿Y si fracasas? A lo que me contestó, como si hubiese oído algo absolutamente Imposible: ¿Yo fracasar? A esta firmeza de carácter y carencia de vacilaciones atribuyo el engrandecimiento de Alcoy. que es, sin elogio, realmente, gloria y orgullo de la Reglórt Valenciana y de España entera. Sin que sea una galantería, se puede decir, que todo el mundo debe quedar admirado al contemplar esta Ciudad Incomparable, única, por su genio creador. Así era de aicoyano el V. P. Rldaura. Aun no tenia 7 anos se presentó él sólito al Cura dlciéndole que quería comulgar. El Cura ie puso algunos serlos reparos y le presentó obstáculos para dar tiempo a consultar con sus padres; pero ¡vayan ustedes con obstáculos y reparos a un alcoyano decidido a conseguir algo que tiene determinadol Insistió tanto que al fin consiguió su propósito. Para la elección de confesor también se presentó él solo al Padre Sarrio, quedando convertido en el acto su director espiritual. Con esa misma voluntad y decidida firmeza, sin el menor vestigio de vacilaciones ni dudas, se lanzaba a salvar las almas de los pecadores y lo conseguía la mayoría de las veces. Jamás desdeñó su idioma natal, el valenciano, ni olvidó su alcoyanismo. Muchas veces decía cuando alguien le preguntaba cómo tenia tanta resistencia y ánimo para llevar esa vida tan pesada: "¿Pues no saps que soc de Alcoi?,, Llegó a ser y es hoy tan popular en Alcoy como en Valencia ylan alcoyano como valenelano. He dicho ya que vivió 30 anos en un entresuelo de la plaza de la Virgen en Valencia y es de suponer eligió este sitio para estar cerca de |Ellal Solía decir: "]Ah, qué bona veína teniml., Todos los días, hasta el de la víspera de su muerte, la visitó aunque fuese sólo por ta rejilla. "Encara no mes siga un glopet,, decía con ternura filial al nombraría. Además estudió filosofía en nuestra Universidad; entró como familiar en el Colegio del Patriarca y ocupó un Beneficio en la Catedral durante 30 anos. Y así le sorprendió la muerte en Valencia. ¿Se puede ser más valenciano?

Toda su vida fue una tendencia constante hacia la virtud en su mayor perfección posible, La virtud es la perfección, bien difícil de lograr. Para lograrla hay que buscarla, ya que la virtud y el vicio son voluntarlos, como ya ensena Aristóteles. A esta búsqueda se la ha llamado "hambre espiritual,, y se ha de perseguir sin descanso, pues el no adelantar en el camino de la virtud es retroceder Lo mismo pasa en todos los negocios humanos; quien no avanza, retrocede. SU DEVOCIÓN A LA VIRGEN Para la formación del corazón de un hombre no hay maestro comparable a la educación materna. En et orden espiritual y sobrenatural necesitamos también una madre como la tenemos en el orden natural y por esto Dios ha satisfecho esta exigencia psicológica. LOS EJERCICIOS Consisten en prácticas para adelantar en la vida .espiritual. Sobre todo en la contemplación sostenida admirando la gran Verdad que se presenta como la evidencia misma y llena de gozo el corazón de quien en ella se ejercita. EJERCICIOS DE PURIFICACIÓN Esto requiere la purificación de las potencias, necesaria para la extirpación de los pecados y vicios que son las peores enfermedades del alma. En esto era gran maestro el P. Ridaura. LA EMBRIAGUEZ ESPIRITUAL Llegó a este estado y a varias formas de éxtasis o sea a la separación de lo sensible para elevarse a lo inteligible con enagenaclón tota! de los sentidos; pasó por el arrobamiento, el rapto, y el vuelo del espíritu, llegando al grado supremo. En este grado supremo es donde únicamente ocurrejla bilocación osea ei hecho de encontrarse una misma persona en dos lugares distintos a la vez. Esto ocurrió a nuestro venera ble alcoyano, a quien vieron varias personas en el Monasterio de Montserrat y en San Mlquel de Llirta al mismo día y a la misma hora que se encontraba en el coro de la Seo de Valencia, al que Hunca falto. También alcanzó el éxtasis móvil o levitación, como llaman los místicos a las elevaciones corpóreas, como si el cuerpo fuese arrastrado por la fuerza ascensional del alma. Asi se cuenta que le vio un compañero suyo cuando volvió a buscarle en la huerta en donde le de/ó haciendo oración. Allí le encontró en éxtasis y su cuerpo elevado de la tierra PREDICAR CON EL EJEMPLO Aunque no debemos hacer lo que se nos predica porque lo haga o no el predicador, sino porque sea bueno lo que nos propone, aunque él no lo practique; sin embargo, nos da una fuerza enorme de convicción al ver que sus actos y costumbres se amoldan a las teorías morales que nos ensena. Por esto tiene una terrible responsabilidad todo director o profesor, ya que cada acto de su vida servirá de modelo que imitar. LAS AFLICCIONES EXTERNAS La pérdida de bienes temporales, como pérdida de fortuna, de personas queridas, de honra o de salud, son todas dirigidas por la Divina Providencia para obtener la purificación del alma. Todas las penalidades que aparecen como castigos de Dios, son en realidad, medios de que se vale para nuestro bien. Sirven estas molestias exteriores y son provechosas para la expiación, corrección y enmienda; para ensenarnos el desprendimiento; para aproximamos a Dios; todo lo cual nos hace progresar rápidamente, Siempre que lo hagamos, como lo hizo el V. P. Rldaura- dni-ante toda su vida ejemplar, sin dejarnos abatir por ellas, sino levantando nuestro ánimo con la esperanza de mayores y mejores bienes No olvidemos que el sufrimiento de las criaturas es una parte necesaria de su condición de criaturas. Aun en esta vida, el que lleva sus sufrimientos con paciencia tiene ya el paraíso y el que no, tiene el infierno. Girando el corazón llora por lo que ha perdido, el espíritu ríe por lo que ha encontrado. Valencia, Abril. 1951,


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O, tío es el cielo claro y purísimo que todos esperábamos para este 22 abrileño. No ha querido el sol coronarse de fuego, e iluminar con su luz la fastuosidad de este día. Al primer albor de la mañana, envuelta la ciudad en un manto de neblina, rompe el despertar del pueblo el eco de una campana. Y una voz, con trémulo entusiasmo, desgrana con fervor una plegaria. Balcones que se abren, visillos que se levantan, caras aun medio dormidas, saludos, gritos, chicoleos... y la música que cual clarín mañanero anuncia con canto sonoro, el paso triunfal de la gran Diana. Con sonrisa de emoción en los labios, se levanta al cielo la mirada, que aunque sigue gris y encapotado, de alegría y gozo llena el alma festera, No importa el mal tiempo, no importa que llueva, ni que el sol no salga. * * *

Lentas y sonoras suenan las once en la Plaza, y como al conjuro de palabras mágicas, se pueblan las calles de gente que pasa. Risas, alborotos y un grito que brota de cada garganta: ¡ya bajan, ya bajan!.... Y en el firmamento una cancela azul, que rompe el celaje de la niebla blanca, que hasta el sol tiene envidia de.la fiesta y quiere con su luz pregonarla. Carrozas cristianas en las que se funden y forman un ramo las risas, los niños y las rosas blancas. Caballos enjaezados con riqueza y arrogancia. Y a la grupa de un jinete la gracia de una serrana, con porte altivo de reina y sonrisa picaresca de gitana. En lujosos palanquines van las bellas castellanas, luciendo talles de avispa y orlando las tocas sus cantas blancas. * ** El reloj sin darnos cuenta ha proseguido su marcha. Sin notarlo pasa el tiempo y con él van las Comparsas. Queda la calle sin vida, sin alga-

zara. El sol se oculta en el cielo, llevando prendido en sus rayos, el recuerdo eterno de aquella mañana. Y en el corazón de cada alcoyano se queda una duda esperanzada: ¿Seguirá la tarde como la mañana? * * * Y las huestes mahometanas pasan luciendo sus cortes, con sus esclavos, eunucos, chirimías, flautas... Y entre guardianes y cadenas que los aprisionan, van los rehenes cristianos. Prendido el encanto y la poesía del lejano Oriente en los blancos tules de las musulmanas, Y allí como un s,ueño de cuentos de hadas, favoritas moras que en esplendor y hermosura se igualan. Ojos negros y expresivos, que al mirarnos nos embriagan y entrelazando en el pelo las perlas de Samarkanda, Como una lluvia de oro las cabelleras doradas, y en tules de plata y seda dibujos de filigrana. Al compás del timbalero, que el paso rítmico marca, van magníficas y espléndidas las hagarenas escuadras. * ** Cesa un momento la música, las comparsas que se paran, la gente que corre, grita y se refugia en las entradas, se abren paraguas, se amontonan sillas, mientras el cíelo su gran chaparrón descarga. No importa que llueva, no importa el mal tiempo, ni que el sol no salga. Las fiestas siguen espléndidas, porque el alcoyano, lleva la fiesta en el alma. Pepita Bateíta

Abril 1951.


Recuerdos de mí patrio hogar Como se abre la flor a !a alborada formando los encantos dei pensil, recuerdo con amor, mi tierra amada, los hechizos que encierra el mes de abril. Me cautivan tus mágicos festejos y, aunque lejos, yo nunca lo olvidé; es que tienen sus fiestas unos dejos que recuerdan las gestas por la fe. Tumulto de las huestes agarenas, dulzainas y timbales a la par, blasones, cimitarras y cadenas..... recuerdos viejos de mi patrio hogar. Son recuerdos que pasan como e! viento dejando una emoción dulce y sutil, son flores que produce el pensamiento, son hechizos que encierra el mes de abril. Sigue, sigue tus rancias tradiciones, sigue, sigue, mi tierra, tu vivir, sigue, sigue tus rezos y canciones que no podrás, mi tierra, sucumbir, Francisco Coerolí Carbonelí 5. D. 8 Misionero en la India

ALCOY Y SUS FIESTAS '

L

A fiesta de «Moros y Cristianos» es la reconstitución de hechos históricos del pasado, reconstitución llevada a cabo con inexcedible riqueza. [Bacanal de color! |Miles de trabucazosl [Acordes festivos de 25 bandas de musical ¿Describirla? |lmposiblel Es necesario verla, admirarla y, principalmente, sentirla, viviendo la vida de sus comparsas, La'fiesta de «Moros y Cristianos» tiene por escenario la «Muy Leab... y muy linda Ciudad de Alcoy, emplazada entre el Mariola y el Carrascal. «Moros y Cristianos», fiesta pagana en la que el Cristianismo, la Fe y la Religión imperan y se sobreponen.

Los tres días durante los cuales se desarrolla, nos mantienen en un crescendo de admiración, hasta llegar al éxtasis, a la apoteosis final: La aparición de San Jorge sobre las murallas de! Castillo, montado en su blanco corcel, entre nubes de incienso y luces de Bengala, disparando flechas sobre los moros, que huyen en desbandada, a los acordes del himno nacional, tocado por 25 bandas de música. • Acogedores Alcoyanos, Lindas Alcoyanas, Moros y Cristianos, «Tant tranquil que yo vivfa» Abans de vore estes festes... Solament tinc, hui, un desitg: Tornar atra vega a voreles,., ABREU NUNES F»ridonl* da )* Junta da Turismo da Cajeaba PORTUGAL


CANTINA ESCOLAR (niño*)

CLASE: Grupo Midió

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his cíe (L<ct,-ectnicittcnel scueis N la creación y desarrollo de estas escuelas podemos asegurar que fuerza sobrehumana ha influido. Apenas nuestra ciudad vióse libre de la opresión roja se habilitó, con la autorización del Sr. Ingeniero (efe del Ferrocarril de Alcoy Gandía, un local de ia estación para en él celebrar el Santo Sacrificio y reunir a los pequeños y darles instrucción religiosa. El vecindario ejemplar de la barriada no se hizo sordo a las llamadas de la madre Parroquia y bien pronto ti local resultó insuficiente. Con la limosna de algunas familias católicas se adquirió una parcela, propiedad de doña Julia Cantó, en condiciones ventajosas gracias a la generosidad de dicha Sra,; edificóse una pequeña escuela que dirigieron dos jóvenes que, con sus esfuerzos y entusiasmo, consiguieron matricula numerosa, El local resultaba de todo punto incapaz para dar satisfacción a las necesidades que el incremento de la obra exigían. La Providencia despertó gran simpatía por esta obra religiosa y cultural en el corazón del Ingeniero Jefe don Ricardo Mi ral les, hombre para el que jamás se tendrán alabanzas suficientes por la grande ayuda que prestó, al conseguir de la Compañía de Ferrocarril de Alcoy Gandía, la adquisición de los terrenos necesarios para edificar nuevos cuerpos escolares y casa habitación para las Señoras Maestras. V desde ese momento podemos asegurar que esta obra ha ido con un paso acelerado y ha llegado a la cumbre cuando, gracias a 1os trabajos del Sr. Arcipreste, Doctor don Amalio Sentandreu Franco, se consiguió de! Señor Ministro de Educación Nacional, la aprobación del Patronato de Protección Escolar para los suburbios de la Parroquia de Sta. María, el día 13 de enero de mil novecientos cuarenta y ocho. A partir de esta techa se encargaron d« la dirección de las Escuelas las Maestras Teresianas, que siguiendo con escrupulosidad las normas de la Institución

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Teresiana, fundada por «1 ejemplar sacerdote P. Poveda, victima de la barbarie roja, han conseguido un aumento de alumnas que sobrepasa al cien por cien; han creado las clases nocturnas para obreras, en las que además de la formación académica, reciben clases de corte y bordado. Dado la matricula considerable se creyó conveniente por las Maestras Teresianas el graduar la enseñanza y el día uno de marzo de mil novecientos cuarenta y nueve se aprobó la graduación de las Escuelas. Y por ultimo, el día veinte y dos de enero <Je mil novecientos cincuenta y uno se inauguró la cantina escolar en la nueva edificación que se ha levantado y con la ayuda de Sres. suscritores1 y bajo la dirección de una junta de Sras. que preside D. Pilar Arañó de Mataix, alma de esta obra, ya que en su favor hace valer su esplendidez y caridad, se recogen los fondos necesarios para dar comida a treinta niñas diariamente, que por razones especiales merecen este apoyo. Los que conocemos los principios de esta obra y el incremento que ha tomado y su floreciente estado actual vemos que en ella se cumple la parábola del grano de mostaza. Empezó por algo insignificante y toma proporciones que sólo la fuerza divina le podía dar.

Ejercicios rítmico*


1E los establecimientos de carácter benéfico *-*^ de nuestra Ciudad, es sin duda alguna el HOSPITAL CIVIL MUNICIPAL DE OLIVER el que ocupa lugar preeminente, tanto por los innumerables servicios que ha prestado y presta al pueblo de Alcoy, como por la naturaleza de los mismos. Nadie apetece la enfermedad o el dolor. Pero citando la adversidad abre sus garras y las posa sobre sus víctimas desamparadas, en esta santa casa, y en vela constante, siempre hay una monjita que, con suavidad y dulzura prodiga los consuelos, los mimos y los cuidados maternos propios del hogar que se deja por la llamada del dolor o del infortunio. Asi, son legión los alcoyanos que guardan gratitud eterna por el Hospital, en el que curaron sus dolencias o sanaron sus enfermedades Desde su fundación, el 1.° de junio de 1877, en que por deseo expreso de su fundador don Agustín Oliver y Doménech, tomó posesión e! Excmo. Ayuntamiento para emplearlo en beneficio de los enfermos pobres de esta vecindad, viene de día en día superándose en la práctica del bien a ía Humanidad doliente, aumentando y mejorando sus instalaciones para el mejor diagnóstico y tratamiento de las enfermedades, cabiendo .destacar en este aspecto, la ayuda prestada por los que siguiendo el laudable ejemplo de su fundador, acordáronse del Santo Hospital en la hora de su muerte, instituyendo en sus testamentos, los Legados que más larde habían de servir para dotar a nuestro primer Establecimiento Benéfico de una moderna instalación de Rayos X, Radioterapia superficial y profunda, Rayos Ultra violeta, Corrientes galvánicas y farádicas, Electrocardiografía, Diatermia, etc,

.MORS 1N VITAi Cuadro laureado del pintai D. Fernendo Cabré™

En la actualidad, tiene una capacidad de hospitalización de 220 camas, distribuidas en 160 para enfermos de beneficencia; 40 dedicadas exclusivamente a la Cirugía de los beneficiarios de la Mutualidad de Levante (Ramo de enfermedad) y una sala con 20 camas ai Centro Maternal de Urgencia dependiente de la Dirección General de Sanidad, donde se atiende a todas las mujeres en período de gestación hasta después de su alumbramiento. Tiene establecida consulta gratuita, de Medicina y Cirugía general, y las especialidades de Ginecología, Obstetricia, Pulmón y Corazón, Otorrinolaringología, Oftalmología. Piel, Sifiograffa y. Neuropsiquiatría, contando con un cuadro de especialistas de reconocida solvencia profesional. En et año 1950, fueron hospitalizados para su tratamiento, 931 enfermos, causando un tota! de 39.046 estancias. En el tratamiento y cuidado de los enfermos, el Cuerpo facultativo (Médicos y Practicantes] han puesto especial empeño y empleado siempre los medios más modernos a su alcance, sin regatear sacrificios, para aliviar o curar a los que acuden por enfermedad en busca de la ciencia. También a parte de esta labor activa, merece especial mención otra labor callada, que es la realizada por tas Hermanas Carmelitas de la Caridad, a cuyo cargo están los demás cuidados y atenciones de los enfermos, y, que con sus maternales manos, hacen partícipes de su amor a Dios a todos ios que reciben asistencia. Y en fin, todos ios que pertenecen como empicados a esta Santa Institución están siempre en guardia permanente para atender con la mayor voluntad a todo el que acuda en busca de alivio al dolor.


la

Parroquia de San

Roque y San Sebastián,

con sus Escuelas y obras de a parolado.

Las obras Parroquiales del Centro de San Roque y San Sebastián L Centro Parroquia! de San Roque y San Sebastián tiene fama de ser un conjunto de instituciones armoniosas. Con ellas, junto a sus esenciales cuidados religiosos, llena también los espacios vacíos que, al continuo fluir de las horas, deja ¡a vida en las distintas edades de los hombres. Un alma y una voluntad crearon la fuerza de aquel núcleo. En él se distinguen, ya desarrolladas o bien en germen, las obras todas que puedan reclamar las necesidades del espíritu. Un sacerdote de corazón avivó la Itama creadora, y ve apuntar, en realidades, el ideal que se había forjado al calor de su Fe inquebrantable y de sus ansias de plenitudes en la perfección humana. D. Cirilo Tormo Dura, al querer hacer llegar el aliento da su Parroquia a todas las manifestaciones de sus fieles para imprimir en ellas el sello de catolicidad, la concibe no tan sólo como fragua de profunda devouión, sino como vigorosa creencia, limpia moral e intachable conducta. Nuestra doctrina no tiende a destruir, con ñoñerías, un carácter lo defiende y lo encauza con el mayor respeto a la personalidad. Porque el libre albedrio es toda la razón de nuestra naturaleza humana y el orneo título por el que el hombre puede sentirse orgulloso. Con él se labra la personalidad, cuyo reverso nos muestra responsables de nuestros actos, sin lo que es absurda toda jactancia de mérito o valer, De ahí que el libre albedrfo sepa de encrucijadas con distintos caminos, que llevan, unos, a la meta de una perfección bien ganada, y otros, a los abismos donde nos despenan nuestras propias miserias. La Parroquia como Madre ha de recordarnos dulcemente cuál es el camino que debemos seguir, creando, al calor de su regazo, ei ambiente que nos lo muestre llevadero y agradable. Ha de fomentar nuestro normal desarrollo en todos los aspectos de nuestra integridad, y ha de sentirse satisfecha con nuestros Juegos y nuestros trabajos, nuestras diversiones y nuestros esludios, nuestros cuerpos y nuestras almas. La Esposa de Cristo, al guardar la doctrina de su amado para enseñarla a sus hijilos con el celo de Madre enamorada, sabe que, el ser buen hijo no está sólo en conocer a los padres y tener fe en ellos. La sana estirpe demuestra su progenie con la moral y la conducta de los suyos hecha raíz en su propia naturaleza. Por eso la Parroquia de San Roque y San Sebastián es solícita y se desvela por sus hijos y, junto a la autoridad de sus enseñanzas, pone dulzura de caricias; junto a los dictados de su moral, ofrece diversiones honestas; Junto a las normas de virtud, brinda entretenimientos nobles y, junto a ellos, anima a ejercitar con alegría las virtudes cristianas. Es regazo para los niños, enseñanza para los escolares, amparo para el pobre, salud para el enfermo, consejo para los hombres, belleza para el artista, verdad para los sabios y, en la sublime conjunción de todos los fieles, hermandad armoniosa que funde en una misma llama los limpios corazones. Con ei encargo de recoger directamente del Cura Párroco de esta feligresía, datos interesantes ¡sobre sus obras, traté de ponerme al habla con él en distintas ocasiones, a la espera de sorprenderle en un momento de reposo propicio a la charla sosegada que me permitiera cumplir mi cometido. Inútil empeño: el ministerio sacerdotal, las escuelas, las construcciones, las juntas parroquiales, las visilas a los enfermos, los ensayos de sus cuadros artísticos, la dirección de sus coros, la de sus centros recreativos, el Impulso dé los deportes; todo precisa de su toque y le absorbe las horas de una larga jornada que, por colofón, tiene: el cuidado de sus pobres,

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las intervenciones en delicados asuntos familiares y la solución de serlos problemas de conciencia. Milagro sorprendente, realizado un día'y otro día en esta labor agotadora, sólo comprendido por quien tuvo que andar, tras de sus pasos, siguiéndole en peregrinación por todos sus centros y dependencias, Lo hallé en su Iglesia Era ya tarde, más de diez de la mañana; y realizando un verdadero esfuerzo, se impuso el sacrificio de atenderme. Me di perfecta cuenta de que le causaba un trastorno, poro su delicadeza no permitió se alargara un día más mi espera resignada, y comenzó la charla. Se ¡nieló con ei tema de lo que es el corazón de todo aquel conjunto de actividades; su Iglesia, sencilla, acogedora, llena de unción; insuficiente ya para sus fieles. D. Cirilo expresa con calor su anhelo de ensancharla, dándole las dependencias que se hallan pared por medio del altar mayor Habla también de una nave transversal; y su mirada fija tiene fuego de vidente. Un día sera un hecho, pues, su Parroquia crece y la nave actual resulta ya pequeña, Y sin embargo, antes de emprender trabajos en este sentido, son más urgentes los encaminados a la siembra prometedora de la abundante cosecha que los exija. Y me lleva a su obra primera: Nazaret, trasladada ya al nuevo edificio, todavía falto de los últimos detalles. Hogar del niño y cuna en donde la Madre Parroquia mece a sus hijitos de dos a cinco anos, faltos del calor de quien les dio la vida, en esas horas en que, (a necesidad de ir al trabajo para ganarse el pan. impone a las madres una forzada separación. Allí, unas rosas encendidas, Hijas de la Caridad, laboran silenciosas, para endulzar la vida de los pequeños, entregadas con Fe viva a la abnegada ¡área que les señalara con su ejemplo la llama ardiente de San Vicente de Paúl. Sus cuidados dejan tranquilo al corazón de la madre, que trabaja confiada, sin sentir zozobras por la suerte de su niño, y alivian quizó el peso que oprimía a tantos hermanltos mayores, esclavos de carga, lanzadas a la calle para imponerles un vil vagabundeo, quienes libres ya de este servilismo, pueden ennoblecerse acudiendo a las escuelas. El edificio es espléndido. En él se desenvuelven, además: el colegio de ninas, las actividades de la Acción Católica Femenina, las clases para adultas, asociaciones devotas de mujeres, la escuela de costura y corte, el ropero parroquial... La construcción está hecha con todos los detalles: orientada a un mediodía lleno de luz; aulas espaciosas, finos azulejos por todas partes, escalera de mármol; no destaca por exceso de riqueza, pero tiene distinción: bella en suma, sin ostentaciones, con la sencillez de lo que brinda una acogida sincera. Los vivos ojos de D. Cirilo me miran; han sorprendido en mí el asombro, y antes de que pudiera hacer reflexión alguna me explica: —lEI edificio no es ostentoso, mas he querido fuese acogedor. Ha de cobijar a todos, y en él deben sentirse a gusto tanto los mimados de la fortuna, como los humildes: y unos y otros, dispuestos a comprenderse en medio de esa familiaridad que crea un medio adecuadoi Me conduce luego a las escuelas de niños. El edificio es, también, amplio. En él funcionan unas clases graduadas atendidas con elevado espíritu por unas almas de bien que, en callada labor cotidiana, van formando a los hombres del futuro, ofreciéndoles la solidez de sus ejemplares enseñanzas. Son los Hermanos de las Escuelas Cristianas, sometidos a la sabia disciplina de su Santo Fundador, San Juan Bautista de la Salle, Les ayudan unos expertos


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maestros disciplinados y cuidadosos, que colaboran con tesón en aquella bienhechora actividad. Mientras, interrogo a O. Cirilo. No puedo recoger todas las Ideas que su. inmensa caridad alienta, se harían interminables mis cuartillas, y le escucho con aquella complacencia intima que hace olvidar e! discurrir de las horas. Me habla de sus clases nocturnas, de (os equipos de fútbol y baloncesto. Lamenta no poder abarcarlo todo a la vez, es demasiada empresa. Mas todo lo tiene previsto. Le pregunto sobre los campos de deporte y me dice que en la actualidad no dispone de ninguno capaz para sus muchachos, pero abriga vivas esperanzas de alcanzarlo. Trato de descubrir el secreto, y sóío recibo esta respuesta: — «Lo tengo pensado, pero... ya vendrá». Recorremos a continuación los modestos locales desuñados: a Círculo de San José, en donde tiene instalado un bar para reunir a los hombres y jóvenes en las horas de descanso; y a Circulo de San Vicente para recreo de los jovencitos de once a diez y seis aros. Todo aquello es provisional. Ya le tocará su turno a este aspecto de las actividades parroquiales par-a montarlo todo a tenor de su pensamiento Nos habla de sus cuadros artísticos. Tiene gran ilusión de desarrollarlos debidamente, dándoles local apropiado. Acaricia la ¡dea de un teatro, cuyo emplazamiento está a su alcance. Terreno le sobra, pues, en previsión, adquirió todas las tierras de la margen izquierda del riachuelo, desde el puente San Roque hasta las casas del fondo |Que todo su problema fuera éstel Elementos para e! cuadro artístico los tiene, y valiosos. Hemos tenido ocasión de ver cómo se desenvuelven algunos de sus actores, y prometen ser artistas consumados [Hay cantera! De pasada me habla de un hogar para muchachas de servicio. Está en todo. Se da cuenta del Inmenso 'peligro de esas jovencitas que llegan de los pueblos, en busca de casas donde servir, solas, sin calor de afectos, lanzadas a merced de almas ruines que pudieran especular con su ignorante ingenuidad. Para todos quiere ofrecer un lugar en su Parroquia como lo tiene en su abierto corazón Y esta es una parte de su proyecto parroquial, porque su feligresía extensa, siente la necesidad de que se ínstale, por el bloque de casas del Retiro Obrero, una Iglesia que acoja a los líeles de aquella barriada; Centro gemelo al de San Roque y San Sebastián y que, en sus ideas viva bajo la advocación de la Santísima Virgen de tos Lirios. Son muchas las cosas de que me habla, y quizá muchas más las que se ve obligado a callar. El tiempo discurre y es forzoso liberar a nuestro Párroco, para que pueda cumplir sus tareas; pero no podernos dejar de hablar, aunque no sea más que como nota final, de la nueva obra, impulsada por él, La Casa de Reposo Manola, «La Asunción*. Me habla de ella, y, al hacerlo, pone fuego en sus palabras, porque su preferencia son los enfermos. Quien le haya visto recorrer su feligresía, interesado por todos sus dolientes para prodigarles sus consuelos en el instante oportuno, no ha de sorprenderle esta su predilección. Los vencidos por la enfermedad, merecen una especial atención en sus cuidados, y sobre todo, aquellos que, por el ambiente social antihigiénico en que viven, se hallan afectados por esa peste blanca que tantos estragos causa en las ciudades modernas. La idea de que hay posibilidad de cura para ellos, si se les

ofrece un lugar con aire y sol, y al propio tiempo la de que, el aislamiento preciso para prevenir a su hogar del fatal contagio, para ser humano, debe nacerse sin causarles la angustia de un destierro cruel, iluminaron, hace más de tres anos, en D. Cirilo, el pensamiento de una Casa de reposo. El medio estaba a su alcance, Este era el problema que se le planteaba a él. Reconoce la existencia de otros relacionados de forma íntima con el mal, pero no le era dado abordarlos por completo, aunque anima y estimula a resolverlos. Aguardar Indefinidamente la solución íntegra que exige esfuerzos titánicos, casi imposibles de vencer en unos aspectos, y en otros, de difícil remedio desde el punto de vista local, sería una comodidad; pero nunca la justificación de una conducta Para él hubiera sido mejor no trabajar en estas empresas arduas y difíciles, en las que tantos obsta cu los se preserttan, y tantas vicisitudes, contrariedades y disgustos pueden ocasionar y cumplir gratamente en el sosiego de la Iglesia, su misión docente y de cura de almas, y esperar en la placidez de una vida contemplativa la hora suprema de la Verdad. Pero en esa hora le es necesario sentir el definitivo sosiego del deber cumplido, y éste no podía llenarle el alma si nada hubiera hecho por la idea acariciada como una inspiración del cielo, Y contra su natural conveniencia se dio de lleno a la soñada empresa. Le faltaba el sitio, pero, pronto adivinó certero el lugar apropiado, y en la jurisdicción de su Parroquia sa le brindó un paraje Insustituible para el fin perseguido; una pequeña casita en la ladera sur del monte de San Cristóbal, desde la que se adivinan todos los hogares del pueblo, y donde podrían vivir los enfermos, como eipectadores, el ritmo cotidiano de su ciudad amada. Mansión que contemplada desde abajo por los familiares de aquellos, les puede hacer intuir esa presencia indispensable al sosiego mutuo de los unos y los otros. Y el milagro se hizo ..Lo demás ha sido vivido por Alcoy entero que se sumó al entusiasmo del corazón del apóstol, y ahora se desborda en afanes por convertir en realidad próxima esta obra santa. Junto a la casita del Tejar se adquirió otra: Solroja, que la complementa, Y mientras paso a paso se van ganando elementos que prometen ofrecer una maravillosa construcción para alojar más de doscientos enfermos, se produce el prodigio de una espontánea unión dei espíritu de los buenos alcoyanos en labor de humana concordia para atender al hermano desvalido Se hace doloroso terminar la charla, pero estamos en la tierra y el tiempo nos impone sus limites No he podido advertir el trastorno ocasionado a quien es el alma de aquellas instituciones, hasta que. examinado el reloj advierto la hora. Es muy tarde, y un rumor de voces de gente que espera, me da a entender todo el retraso que, en el despacho de los ordinarios asuntos, le he producido Me disculpo, y al salir, un nombre, el de D. Cirilo suena por todas las dependencias Son las voces de sus Feligreses que siempre lo tienen en sus labios. Ya en la calle, al mirar el cielo azul de este Levante de prodigiosas luces, quedo anonadado bajo el infinito espacio abierto sobre mi cabeza. Las obras de Dios tienen el sello inconfundible de su transparente hermosura, y en aquellas en que el hombre, dentro de su humilde pequenez, aparece como divino instrumento, palpita la belleza del amor que las enciende, trasunto del Amor Eterno, Rigotxrfo Albcrt

Lugar de emplazamiento del Preventorio Infantil.


FRATERNIDAD UANDO un hijo —en justa reciprocidad con su madre— la eleva, alabándola y cantando sus virtudes, acariciando sus sueños mejores y congratulándose con sus íntimas satisfacciones y comunes felicidades, consigue la ley suprema de la más cariñosa ética: la que se refiere a los deberes de los hijos para con los padres. Pero cuando un —en apariencia extraño—, salmodia solemnidades y brinda su voz a los vientos enalteciendo a la madre de este hijo, se convierte automáticamente en un hermano. Y éste es el caso del Excmo Sr. Igro. d' Abreu Nunes que, aun no siendo hijo de Alcoy, ha sabido justipreciar nuestras FIESTAS, ha sabido —[y querido!— ahondar en ellas, forjando con sus colores fundamentales, el arco iris de una admiración tan sincera como artista y sin parangón posible. Este ilustre portugués se siente aleoyano por haber adquirido antes el título de español en los Congresos Arqueológicos de Almería, Elche y Murcia, en los que su competencia en ese ingrato investigar de las reconditeces de antiquísimas civilizaciones, fue rubricada con sus comentarios y seguras aseveraciones de eterna amistad para con España. Afirmaciones estas que indujeron al Consejero del Reino, almirante Bastarreche, a recordar nuestra comunidad de ideas y a glosar el robustecimiento de nuestras etnográficas intimidades

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Y así, desde Cascaes, muy cerca de la capital lisboeta, donde et Tajo desangra los efluvios evocadores de la imperial Toledo, su Junta de Turismo expande sin alharacas propagandísticas la tradicional conmemoración de la victoria de la Cruz sobre la Medía Luna. Habla de ver nuestras FIESTAS; de la imposibilidad de describir —de puro grandiosas— la belleza y fastuosidad de estas jornadas rememorativas del inmutable acon-

tecer histórico y puntualiza —definiendo- que hay que sentirlas para vivirlas. De esta forma, prologa e) libreto donde se resumen los trabajos del VI Congreso Arqueológico del Sudeste Español celebrado en Alcoy en nuestro abril del próximo pasado 1950. En su espontaneidad estadística-admirativa, pondera tanto nuestra potencialidad industrial, como la sana capacidad de alegre diversión que nos caracteriza, Luego y con ocasión de la visita de los congresistas al Santuario de la Fuente Roja, habla de la cúspide elevada mil metros sobre el nivel del mar presidiendo un valle verdeante, el mismo que con semejantes palabras describiera nuestro incomparable Gabriel Miró. Una tras otra, van las cuentas de su sincera admiración enhebrándose en el hilo de su afable cortesía hasta formar el rosario concluso que sintetiza las variadas emociones vividas. La coyuntura del VI Congreso Arqueológico del Sudeste Español, ha servido para que Portugal —esa ancha frente ibérica morena de soles y vientos atlánticos, siempre anhelosa de ratas imperiales— incrementara su amistad con una prueba más de su elegante delicadeza. Cascaes y Alcoy, pulcra expresión de dos municipios representativos de dos grandes PATRIAS, han reafirmado en su fraternal intercambio de exquisita urbanidad la simbólica y permanente manera de ser de esa comunidad de raza y geografía que, aun no ha mucho, consolidaron en un abrazo la simpática y venerable figura del anciano Mariscal Carmona y 1a suave y madura reciedumbre de nuestro Generalísimo FRANCO. AI Excmo. Sr. D. Jayme Augusto Telles d' Abreu Nunes cuyo ilimitado anecdotario matizó nuestra excursión al Santo Lugar del hallazgo de los Lirios del Carrascal, Santiago Mataix Pascua)

s oAre r e Id URMULLO de alegre fontana en las saltarinasaguas de la historia; regueros de añoranza épica; romance anónimo; cantar de gesta y atuendo incomparado, forman el haz policromo del gallardete, el laurel, el humo de las salvas bélicas y el indumento de nuestras comparsas Para escenario de tan jugosa estampa, ahí está el suelo de la activa y laboriosa tierra alcoyana; enjambre sin igual en la placidez levantina; rico panal de la fabril empresa, cuyo dulzor encierra el rito del trabajo y el incienso enervante y caprichoso que fluye de sus chimeneas, como de sutil pebetero estilizado y gótico. Esta tierra recostada entre montañas, tiene bajo su manto, dos aprendices de rio, que van formando el medallón de su heráldica, con el beso de su hidrográfica naturaleza: corazón de su escudo y silueta nobiliaria de sus pensamientos Dos alas, patrimonio de su leyenda, salen en busca del alma tutelar; indicio de celeste visión y de mirada escrutadora en los impenetrables designios, donde tiene la divina misión su razón suprema. * * * El suelo se ensangrentaba. Ideas antagónicas se disputaban el derecho del suelo, la creencia, la norma del vivir. Y la crónica habló sobre esta andadura hidalga que emerge en la fecha singular de nuestras fiestas. Un caballero andante a lo divino, sellaba su impronta en nuestro escudo, al dirimir la contienda con el triunfo de la cruz.

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Este fue el primer testamento religioso, particularísimo, de Alcoy. La imagen de la protección y del poder, quedaba representada en San Jorge. * * *

En e! regazo de nuestra madre aprendimos los primeros balbuceos de la lengua vernácula, y la alegría de sentir, como nadie, los compases rítmicos de una marcha mora¿ La tradición nos rige en moldes de superación constante, grabando en su digno sitial la huella del divino favor y el perpetuo reconocimiento. La fiesta alcoyana lleva en el alma la síntesis de la cruz y la espada, el castillo y la meditación, el salmo y los bélicos clamores, y gira, como un cometa rutilante, por e! espacio de nuestros afectos, para quedarse fija, inmóvil y prisionera, de los días legendarios de nuestro típico abril. Nuestra fiesta no es sólo una bella algarada de color y aturdimiento; es umbién, toque emotivo al corazón; llamamiento a la conciencia histórica y a la dignidad cristiana, para que no se quede ninguna noble virtud, muerta u olvidada. ¿Culto a San Jorge y a la Historia? Si, pero sepamos que a la religión y a la patria las hemos de nutrir, para que sean vida pujante y honrosa crónica, de toda la perfección, nobleza, amor, generosidad, sacrificio y desinterés que puedan caber en el insondable pecho humano. José Cuenca Mora


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N el año 1950 se ha cumplido y ha tenido lugar-una de las efemérides más gratas y representativas para el ajedrez local: el vigésimo aniversario de la fundación del Club Ajedrez Alcoy. Y en estas fechas conmemorativas —del orden que fueren— es casi imposible, por propio impulso y aun inconscientemente, dejarse dominar por la nostalgia, para rememorar con cálido afecto los momentos iniciales, su fructífero desarrollo en el decurso del tiempo, para detenernos en el saEl vigésimo aniversario a que nos referimos zonado momento actual, por lo que en sí supone no pudo solemnizarse con mayor brillantez: los y porque nos permite, además, columbrar el es- campeonatos sociales se distinguieron por lo nuperanzador futuro que a la luz de las realizaciones tridos y reñidos; con la cooperación del Excelenlogradas nos parece, sin pecar de visionarios u tísimo Ayuntamiento se celebró por vez primera optimistas, tan óptimo como nuestra imaginación en nuestra ciudad, en los salones del Círculo Inlo entrevé, dustrial y con profusa asistencia, un Torneo NaY en este examen retrospectivo nos llama po- cional de Ajedrez —que mereció el honor de ser derosamente la atención un artículo que, firmado incluido en el Programa Oficial de Fiestas de por don Miguel Botella Jordá, se publicó el 22 de 1950— en el que participaron las primeras figuras abril de 1930 en un número extraordinario de «La españolas del juego ciencia y que resaltó la exceGaceta de Levante» dedicado a proclamar y en- lente preparación de los jugadores locales; sendas salzar nuestras sentidas y tradicionales Fiestas en sesiones de simultáneas a treinta tableros, en las honor de San Jorge. Se decía en él, como exhor- que participaron cuantos aficionados lo solicitatación a los aficionados de entonces y glosando ron, fueran o no socios del Club Ajedrez, fueron la constitución del Club: «En muy poco tiempo jugadas a cargo de los calificados maestros Medihabéis prosperado lo que en años enteros no hu- na, Fuentes y Torán, este último forjado en el bierais hecho, y esto ha sido debido a vuestro seno del Club; el ex-campeón de España, Pérez, gran entusiasmo, a la unión habida, al estudio; no dio una sesión de simultáneas a ciegas contra ocho desmayar un solo momento, ni dormitar sobre tableros, exhibición que maravilló al numeroso vuestros laureles... ¡De esta forma seréis siempre público que, aun presenciándola, reputaba impodignos representantes de nuestro querido Alcoy!». sible tal demostración; el Club se ha enfrentado Con la proyección de veinte años estas palabras con una selección de todos los de Alicante, el de tan buen alcoyano como ajedrecista, se nos Club Ajedrez de Elche, el Club Ajedrez Valencia antojan proféticas, pero calando más hondo le y la Sección de Ajedrez del Valencia Club de Fúthemos de negar a su autor el don de la videncia bol, habiendo demostrado la selección local en del futuro, porque si hoy el Club Ajedrez Alcoy todas dichas pruebas su capacidad y espíritu dees un magnífico exponente del ajedrez hispano, portivo; ello aparte de otros torneos locales que que da gloria y prestigio a nuestra patria chica, han acrecentado la preparación de nuestros jugahasta el extremo que desde la Liberación le ha co- dores; por último, ya que no puede haber gloria rrespondido representar cinco años a la Provincia sin tristezas, el Club Ajedrez dedicó, con una soen los Campeonatos Nacionales, se debe y nos es lemne misa con funeral, un piadoso recuerdo a grato proclamarlo —por ser de justicia— a la la- sus socios fallecidos durante el transcurso de los bor, entusiasmo y tesón personal de cada día y veinte años. cada año desplegados por don Miguel Botella JorEn el momento actual el Club Ajedrez cuenta dá. Y claro es que deja de ser profeta aquél que con más de ciento cincuenta afiliados, la mayoría anuncia hechos cuya realización depende de su de ellos practicantes asiduos del juego y con un propia voluntad y esfuerzo. Al mirar, pues, los selecto grupo de jóvenes que permiten asegurar años transcurridos, el sentimiento dominante del que el renombre de Alcoy en esta ardua manifesfirmante que espera y no duda compartan todos tación del deporte de la inteligencia se remontará los aficionados de Alcoy al noble juego, es de fer- a metas cada vez más ambiciosas. vorosa e inmensa gratitud al que es el artífice del ajedrez alcoyano. Norberto Caneí


Las Escuelas Elemental de Trabajo Y de Peritos Industríales Nuestra «Universidad Industrial»

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N Alcoy —ciudad levantina la más industrial del reino de Valencia— no podían faltar, desde muy antiguo, centros de cultura técnica que sirviesen para capacitar a sus inteligentes y activos habitantes en los oficios industriales a que se han dedicado desde los más remotos tiempos. Así vemos que la Real Fábrica de Paños funda en 1829 el primer establecimiento de enseñanzas técnicas, pronto conocido con el nombre de «Escuela de la Bolla» que toma de la antigua Casa Gremial, Este centro adquiere carácter oficial en 1853 bajo ei titulo de «Escuela Industrial Elemental», subvencionado con fondos provinciales y municipales. Después de no pocas transformaciones — aunque siempre conservando el rango oficial— ha llegado hasta nuestros días con la denominación de ESCUELA ELEMENTAL DE TRABAJO. La actual Escuela Industrial tuvo su origen en la primitiva Escuela de Artes y Oficios, creada en 1887 y transformada en 1901 en «Escuela Superior de Industrias», dotada por el Estado y destinada a la formación de los peritos industriales; la que —tras de sucesivas reformas y cambios de nombre— subsiste hoy como ESCUELA DE PERITOS INDUSTRIALES. Ambos centros dependen del Ministerio de

por lin's Gísbert Bateíta

Educación Nacional; estando la Elemental regida por el Patronato Local de Formación Profesional, y la de Peritos por un Claustro de profesores (en el que se ingresa por rigurosa oposición) bajo la inmediata dependencia de aquel Departamento, Durante mucho tiempo, dichas Escuelas estuvieron instaladas en el antiguo convento de San Francisco —que ocupaba el solar sobre el que se levanta hoy el mercado de San Mateo— local que era completamente inadecuado para el debido desarrollo de la función docente. En la actualidad disponen de un magnifico edificio propio, situado en el paseo de Calvo Solelo, y construido exprofeso por el Estado, con destino a la Escuela Industrial, sobre e! solar cedido —a título gratuito y para dicho exclusivo fin— por la Real Fábrica de Paños. Se colocó su primera piedra en 1923, quedando terminado en 1936; y, después de muchas vicisitudes —pues, al ser liberada esta zona por el victorioso Ejército Nacional, fue destinado a otros usos— se dio, en 1941, por el Ministerio, la orden de traslado de a Escuela: no completándose la total recuperación del tocal hasta 1943. Para conocimiento público de lo que en el aspecto de las enseñanzas técnicas se ha logrado en Alcoy —a cuyo fin van enderezadas estas

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Taller mecánico


lineas de divulgación— insertamos una sucinta información gráfica que, mejor que una enojosa descripción, proporcionará una idea del montaje y distribución de las principales dependencias de estas Escuelas. Acerca del desenvolvimiento de las enseñanzas que se vierten en estos centros baste consignar, por lo que afecta a la Escuela de Peritos Industriales, que la reorganización de esta clase de establecimientos docentes —iniciada por el Ministerio en 1942— ha determinado un notable incremento en la matrícula, Una prueba del prestigio que alcanzan los títulos otorgados por la Escuela la constituyen las numerosas peticiones que se reciben en demanda de peritos para desempeñar cargos técnicos en diversas industrias: siendo ya legión los titulados procedentes de aquélla que desempeñan cometidos de gran responsabilidad y elevada categoría. También la Escuela Elemental de Trabajo —en la que se cursan los grados de Oficia! y Maestro industrial en distintas especialidades— ve muy concurridas sus aulas y talleres. Aspira el Patronato que la gobierna a mejorar continuamente sus enseñanzas, a! objeto de que las clases trabajadoras dispongan de un centro eficiente en el que puedan obtener una completa formación profesional en las distintas ramas de ¡a producción: tal como ya viene ocurriendo en algunas industrias, como la metalúrgica, y es de esperar que cunda este ejemplo entre las demás. Como consecuencia de la visita —de gratísima recordación— que, en 1946, se dignó girar a estas Escuelas el actual Director de Enseñanza Profesional y Técnica, don Ramón Ferreiro, fueron ampliadas por el Ministerio las especialidades de mecánicos y textiles que ya se cursaban en ta Escuela de Peritos con las de químicos y electricistas: completándose así el cuadro del total de especialidades de la carrera de perito industrial que se dan en esta clase de centros. Aparte de ello han sido muy importantes las subvenciones que para la adquisición de material con destino a los talleres, laboratorios y demás, fueron concedidas por el Ministerio en diferentes ejercicios económicos; por lo que Alcoy debe especial gratitud al ilustre rector de dicho Departamento, don José Ibáñes Martín y al distinguido Director General, señor Ferreiro, entusiasta propulsor de las enseñanzas profesionales en nuestra patria y gran admirador de nuestra ciudad, merced a cuyas eficaces gestiones ha sido posible conseguir tan señaladas mejoras.

Taller (sección de leí ares mecánicos) Por no ser más prolijos, renunciamos a reseñar las notables aportaciones con que estas Escuelas han contribuido a diferentes manifestaciones públicas culturales, tanto dentro de la localidad como fuera de ella. Su participación en la Exposición de Productos de la Industria Alcoyana de 1940, está en la memoria de todos. A aquélla siguieron otras en diversas exposiciones, certámenes y concursos, en donde los alumnos tuvieron ocasión de demostrar su suficiencia, obteniendo valiosos galardones. También su «Aula Magna» se ha visto honrada con las brillantes disertaciones que en ella han pronunciado distinguidos conferenciantes, entre las que destacamos las del eminente químico P. Eduardo Vitoria, y la del prestigioso matemático don Carlos Mataix. ambos, eximios alcoyanos, No quisiéramos dar fin a estas notas informativas sin dejar bien sentado que gracias a las valiosas aportaciones de! Estado, secundado en todo momento por las autoridades locales, entidades industriales y particulares, Alcoy dispone ya de unos excelentes centros de cultura técnica que, en su conjunto, están perfectamente equiparados al objetivo de una verdadera «Universidad Industrial», toda vez que en ellos pueden cursarse cuantos oficios básicos y especialidades integran la carrera de perito industrial, de gran porvenir en el ámbito de la industria nacional. Si el Estado nos sigue favoreciendo y Alcoy, como esperamos y ardientemente deseamos, continúa apoyando con calor a su primer centro docente de carácter técnico, no cabe duda de que la Escuela Industrial puede llegar a ser una de las grandes realizaciones de nuestro pueblo, honrado y trabajador como pocos.

Laboratorio de química


Fachada principal

El Monte de Piedad y Caja de Ahorros de Alcoy Por Guillermo Bcrenguer

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L honorable patricio don Diego Fernando Montañés, por testamento otorgado en Madrid en 13 de julio de 1,866, ordenó a sus albaceas que «separasen 300,000 reates de vellón para la base y fundamento de un Monte de Piedad en Alcoy, en el caso de que los vecinos de esta ciudad contribuyeran a la fundación, pop lo

Escalera principal

menos, con la suma de 700,000 reales, a fin de que el Monte empezara a funcionar con ef capital de 50.000 pesos fuertes». Lograda dicha suma por la generosidad de los alcoyanos, empieza el Establecimiento a funcionar el día 5 de septiembre de 1.875. Instala sus oficinas en la calle de la Casa Blanca, hoy


del General Sanjurjo, pasa después a ocupar la planta baja de la Casa de Desamparados, y fija definitivamente, en el año 1.914, su residencia en el majestuoso edificio actual. En los albores del siglo guarda en sus arcas setecientas cincuenta mil pesetas de ahorro, alcanzando el saldo de imposiciones en ritmo ascensional limites insospechados, ya que al celebrar recientemente las Bodas de Platino de su fundación pasa de los cincuenta y cinco millones de pesetas. Ha destinado a la labor benéficosocial un millón seiscienias cuarenta mil pesetas, y con e! noble afán de fomentar el ahorro extiende su acción a toda la comarca para unir con vínculos entrañables a los pueblos hermanos. En el ámbito nacional nuestra Caja de Ahorros está colocada bajo el patronato del Ministerio de Trabajo, pertenece a la Federación de Levante, la cual está agrupada, juntamente con las demás Federaciones Regionales, en torno a la Confederación Española de Cajas de Ahorros Benéficas.

benéfica se cobijan veinte mil imponentes y cuya savia vivifica pequeñas industrias y presta paz y bienestar a los hogares.

Su naturaleza jurídica está determinada en el artículo 2." del Estatuto por el que se rige: «Institución exenta de lucro mercantil, regida por un Consejo de actuación desinteresada y gratuita, dedicada a la administración de depósitos de ahorro para invertir sus productos en constituir reservas, sanear el activo, estimular a los imponentes y realizar obras sociales ó benéficas».

En esta Institución se identifican el capítalempresa y el cliente - ahorrador, de modo que sus fondos no tienen el carácter de propiedad privada. Pretende sí enaltecer la virtud del ahorro y guiar al pueblo por la senda áspera y meritoria de la austeridad y de la previsión; combatir la usura y ei atesoramiento estéril, por lo que sus depósitos de dinero no son inoperantes, antes bien el Consejo rector, con visión certera y exquisita prudencia, coopera al desarrollo de la labor social y económica de la ciudad y de la nación; aminorar el problema de la falta de viviendas, creando pequeños propietarios de las muchas que construye; favorecer a la vejez y a la orfandad creando numerosas Pensiones; desempeñar función educativa y pedagógica en la fundación de Becas para estudio, en el fomento del ahorro escolar, en los préstamos sin interés y con la sola garantía del honor de los estudiantes... Allí donde sea precisa la ayuda generosa, se encontrará siempre el Monte de Piedad y Caja de Ahorros con su acción tutelar y bienhechora; por eso Alcoy lo guarda como uno de sus más puros afectos, porque sabe que ha venido no a ser servido, sino a servir, a exaltar la voluntad disciplinada, a sembrar esperanzas en surcos de dolor, a unir a todos espiritualmente en

La pequeña semilla que depositó en el campo de la caridad don Diego Fernando Montañés ha producido frondoso árbol bajo cuya sombra

la satisfacción interior que producen unas economías arrancadas al torbellino del consumo con dulcísimo sacrificio.


DiSEMPOLVANDO

A anécdota nos la guarda una revista alcoyana, Anécdota y revista son típicas del siglo pasado. La cuenta Rafael Vidal en un papel crema. tipografía a dos columnas, al final de su articulo «Las fiestas de mi pueblo*, en Los Domingos de Abril. El titulo de la revista es extremadamente sugestiva. Entonces se bautizaba todo con nombres pomposos, evocadores, a una tienda de ropas le ponían La Isla de Cuba, a una peluquería, ElBu&i Tono. El ejemplar que conservamos de Los Domingos de Abril — incompleto: sólo teñamos las páginas 19 a la 22 — es, con lo da certeza, número extraordinario a las fiestas de San Jorge, de la segunda mitad del diez y nueve De aquel tiampo sabemos nombres de comparsas ya desaparecidas. En el bando cristiano figuraban las de Capellanes. Somatenes, Romanos. Estudiantes, Marineros, las Antiguas Española. Inglesa y Aragonesa y las caballerías de Húsares, Lanceros y Austríacos. En el bando moro se encuadraban las que el vulgo denomino Tapiadors, del Caroeler, de Marruecos, los Aforas de la Fóya o de Saco/a y las caballerías de Árabes, Palestinos, Marruecos y Africanos José Martí Casanova recoge todos estos nombres en su Guia de Alcoy, edición de 1864 La anécdota que Vidal nos relata tiene una fecha: 1840 Rafael Vidal nos dice, que aquel ano, «la comparsa de moros llamada de Cordón, era la encacgada de sacar el Capitán». Cordón, cuyo apellido tomo la filada, era andaluz. Pongamos que se llamara don Antonio y que fuera regordete, ojinegro, colorado, con bigotes de betún. Un penibético metido a testero, fundador de una comparsa- Nada de extraño tiene todo ello. En Andalucía hay compañías mercantiles fundadas por levantinos. Los Carbonells de Córdoba —aceites y vinos— son oriundos de Alcoy Cordón, el fundador, —un Pedro Dornecq de las fiestas alcoyanas— solicita el Cargo de Capitán de Moros. Y mandó confeccionarse un traje •digno de tai filada, de tal Capitán», apunta Vidal. El Indumento de capitán, entonces. Difería mucho de! que se usa hoy día. El traje de capitán era idéntico al de todos los individuos de la comparsa. Unas telas mejores, más barroquismo en sus bordados, dábanle rango delatando la jerarquía. A caballo sobre una silla, tiene ya don Antonio Cordón, en su casa, el traje de capitán Aquella noche Cordón soñó un tiempo espléndido: un cielo azul, un sol de fuego, y don Antonio —diana de mil pares de ojos— bajando, capitán de moros, la calle de San Nicolás. Contra el sueno de Cordón, aquel 21 de Abril amaneció nublado, gris, pizarroso. Don Antonio estuvo Jodo el día molesto y sin humor. Adiós mi suefío. Don Antonio Cordón debió ser muy enamorado de la fiesta alcoyana. tanto, que no vaciló en dar su nombre a ia fifada. Pílalo ha pasado a la historia por el Credo. Cordón pasu a la crúnlca alcoyana por ¡a comparsa de moros de Alcoy, Por Rafael Vidal, que amplía detalles sobre este andaluz metido a testero, sabemos que la filada Cordón, —cuarta de lana, quinta en antigüedad— estaba domiciliada en un piso de la casa que habitaba don Antonio. Nublada la víspera de las fiestas, Cordón vio desplomarse su sueno. A tal traje no correspondía aquel cielo plomizo Metido en su casa, lerrí-

blemente contrariado, no salló en todo el día a la calle. Disgustado por el mal tiempo, miraba continuamente su traje de capitán, con la misma atención y pena que se mira a un enfermo grave. Por la noche, en los locales de la filada, músicos- y testeros comían la típica olla de mus/e; judias, patatas, pencas, morcillas, tocino, vientre y unos granos de arroz. Todos aparecían hinchados, gasif cados, rientes, parieras. Todos, menos don Antonio Cordón, el espita, que presidia con desgana, serio como una estatua, aquel preludio testero. El mal tiempo tenia la culpa. Un cordonero asomúse al balcón y «viú que el cielo estaba tachonado de estrellas», dice Vidal. Ei prado de la noche tenia infinidad de luciérnagas, diría Agustín de Foiá un siglo después. El cordonero callóse la visión y nada dijo de ello a don Antonio, ni a la grey moruna y musical que bebía sus últimas luces en golpes de bombo y ritme de brazos y alfanje. Terminó la cena. Músicos y testeros retfranse a sus casas. Cordón, serio y grave, con un humor de perros, sube a sus habitaciones. Un grupo de cordoneros, ya en ia calle, fraguan la broma, el chasco Infantil, muy de la época. La calle está tenuemente iluminada por mecheros de gas. Los f esteros requieren al vigilante. El vigilante —chuzo, farol numerado y gorra vlserada con franja verde billar— se entera de todo, Se trata de darla un chasco a don Antonio Cordón. Una moneda remata el asunto. Les conjurados esperan en un portal la efervescencia de la inocentada Don Antonio se revuelve ovillado en su cama, pesaroso, enfadado, sin lograr dormir. Empieza la trapacería testera. E i vigilante, apostado bajo los balcones de la casa de Cordón, masculla: —Ae Maris Parísitne... Las cfeae y medie... i Iludiendo...! Cordón suda bajo el enfbozo de la cama y mira de reojo su traje de capitán, alicaído sobre una silla blanca. Pasa tiempo El vigilante insiste, despiadado: —...la tina... ulttiviendoooo...!! Don Antonio se incorpora, enciende el quinqué, mira de nuevo el traje. Sus ojos morunos cobran una palidez de muerte. Sentado en la cama, —calzoncillos largos y faja negra para los pifiones— vacila en asomarse al balcón Tiene miedo a ver confirmada la lluvia, que pregona, monótono, el sereno. El vigilante vuelve a la carga tercera vez: —.. .¡lilluvien doooooo...!!! Cordón no puede resistir más. Salta de ¡a cama y a medio vestir aparta la blanca cortina, abre las maderas del balcón y se asoma. El tiempo está raso como un espejo. Los conjurados te silban estrepitosamente y le arrojan tomates, apunta Vidal. Todos ríen. Don Antonio levanta amenazadores sus brazos, como si le dieran el alto. Al vigilante le cabecea el farol numerado, escapando, chuzo en ristre y una mano en la go rra viserada. En el cielo lucían las estrellas. Un gallo madrugón lanza, a los aires sus estridencias. Todo queda en paz. Cordón ovillóse en su cama y durmióse sonriendo. Unas horas más tarde, irrumpía la diana por las calles de Alcoy, bajo un sol endomingado. íofa*f Coló


EL PRESUPUESTO MUNICIPAL DE ALCOV Por Vicente Segura Espf Intendente Mercantil

NO de los aspectos más interesantes de la gestión del Ayuntamiento como organismo rector del Municipio es el desarrollo progresivo de sus presupuestos. Tres factores determinan principalmente el incremento de nuestro presupuesto municipal: a) Aumento de población. b) Incremento de atribuciones y cargas en el área municipal.

U

c)

Devaluación monetaria.

En el aspecto demográfico observamos que la población de Aleo y era estacionaria en el periodo 1931-36 y mantiene un ritmo ascendente a partir de 1939. Este incremento de población procede de 1a diferencia entre la natalidad y la mortalidad. También contribuye a ello la emigración de la población rural a la zona urbana. Los servicios que prestan los municipios al Estado, han ido creciendo en número, sin compensación económica alguna. Además, el Ayuntamiento atiende dentro del término municipal a una zona urbana cada vez mayor y con servicios que aumentan en número y capacidad. Por lo que se refiere a la baja del poder adquisitivo de la moneda —fenómeno típico en la casi totalidad de las naciones del mundo— basta observar los índices de coste de vida en España, elaborados por e! Consejo Superior de tas Cámaras de Comercio, Industria y Navegación, que aumentan incesantemente. En la tabla que sigue, comprensiva de los períodos 1931-36 y 1945-50, se detalla: a) Cuantía del presupuesto ordinario. b) Población de hecho. c) Coeficiente tributario por habitante ^¿^Jntti)1 d) índice de coste de vida en España (luí: 19Z2-2&=10Í) Año

Presupuesto

Población detecto

1931 1932 1933 1934 1935 1936 1945 1946 1947 1948 1949 1950

2.223.542'01 2366.167-06 2.366. 167'06 2.366.167'ÜÓ 2.311. 309-08 2.319.500'00 4.005.000'00 4.622.883'90 4.800,000*00 5.005.000'00 5.656.000'OQ 6.040.000-00

38.830

38.974 39.073 39.251 38:333 38.855 41.751 42.266 42.813 43.905 44.296 45.000 (?)

Cotfieient-! en ptu. por habitante

índice evite

d« vid.

57'25

106*0

6071 60'5<5 Ó0'28 60'30 59'70 95"93 109-38 112'H 114'00 127'69 134'22

102*9 98'8 100'1 98'4 97'5 320(9 432'4 509'8 557'5 574'2 627'6

No cabe considerar otro medio más práctico y lógico que el empréstito para la realización de obras públicas. El carácter extraordinario de estos gastos, requiere también un ingreso de la misma característica. Las disponibilidades de un presupuesto ordinario —prescindiendo de la ilegalidad procesal— harían realizar los proyectos en plazos larguísimos, plazos que normalmente son empleados para amortización de los empréstitos. Es más justo y más equitativo la distribución de estos gastos —mediante anualidades de amortización— en sucesivos ejercicios, no haciendo pesar la carga total de la obra sobre la generación actual, participando Tos futuros habitantes de las mejoras conseguidas y contribuyendo también a su pago Además, si el proceso general de pérdida de valor de la moneda continúa, tendencia muy probable, Ja amortización de los empréstitos se efectúa con moneda más «barata» por lo que, prescindiendo de los intereses, devolvemos un capital «adquisitivo» inferior al que recibimos. Los empréstitos actualmente en vigor, tienen las características siguientes: Cuantía

Primer ven- Diiraclrnlanto

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S.7W.«7S"W 1 * julio 43 V añoi 5+4.350'!? i.° julio 4a 47 id. 4.000. OOO'OO JO ipbra 49 30 id. 10 1044!S'2S

Interés y

Capital Hen-

Anualidad

comisión

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5,J7l.935'4S 321 Slí'M

De alcanzar, pues, el presupuesto ordinario la cifra anteriormente calculada, existiría posibilidad de incrementar las anualidades de amortización, pudiéndose concertar un nuevo empréstito por importe de ocho o nueve millones de pesetas, cuya evaluación dependería del tipo de interés y comisión y del plazo de amortización. Todo lo enunciado anteriormente se funda en un concepto puramente matemático de los impuestos. En buena política fiscal habría que estudiar previamente el volumen de la renta local y analizar las posibilidades tributarias de cada uno de los sectores contribuyentes. Otros datos y relaciones que deberían estudiarse a tal fin son la proporción que guardan entre sí el incremento de la deuda municipal y el del presupuesto, sobre base habitante. Y también, comparar la estructura de nuestro Presupuesto —distribución entre capítulos— con la de otros municipios de características análogas al nuestro. Finalmente hemos de citar que el presupuesto para 1951 ha sido fijado en 7.272.000 pesetas. 650-

Es decir, que el coeficiente tributario local de 1931, no llega a triplicarle en 1950, mientras que el índice de coste de vida, se ha visto aumentado considerablemente. Observemos, pues, en el gráfico que insertamos, cómo el coste de vida en España tiene una tendencia al alza más acentuada que la del coeficiente tribuiario local, Si aceptamos, en principio (no ponderando algunas cifras del presupuesto que ya vienen .de antiguo, como la de amortización del primer empréstito) que el coste de vida y el coeficiente tributario local son comparables entre si y tomamos como base las cifras extremas de ambas series (193t y 1950) deduciremos que el presupuesto municipal d* 1950 debería ser el doble del importe en que realmente ha sido formado. Dicha cifra permitiría una mayor holgura en los gastos necesarios y una atención preferente al progreso urbanístico de la ciudad ajusfándolo al ritmo de los grandes municipios españoles, ya que las anualidades de empréstito? quedan supeditadas a determinados coeficientes sobre el total del presupuesto.

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San CIESTAS, la primavera, las flores... pero dejo estas des1 crlpcíones para los poetas, ni pienso cantar la hermosura de la naturaleza, ni la grandeza de nuestras fiestas, pero si y con un poco de humorismo el llevar a estas cortas líneas un detalle del alma alcoyana, una escena en un domicilio cualquiera, pero hechos verídicos tan naturales entre nosotros. No obstante si algún ejemplar de este Programa trasciende las fronteras de este pueblo y es leído por persona ajena, fácil es, quede sorprendida, hasta qué limites de sacrificio es capaz esta raza bendita por su Patrono San Jorge y por sus fiestas.

Un delicioso olor de «olleta» se esparcía por aquella habitación tan alcoyana, comedor y cocina juntos, Feliz morada del «Seno Jordi» héroe de nuestra historia. Sentado ante la mesa con sus dos hijos, departía con su esposa, que de pie ante e! fogón terminaba de condimentar el sabroso guiso de referencia. —||Soy muy desgraciadotl —lamentábase el «Seño Jordi»— este ano que mí comparsa tiene e! capitán y no poder salir.. ¡Maldito dinero! la vida cada día más cara y el jornal no permite hacer los ahorros necesarios... —Será éste el primer año. desde los catorce que salí con mi padre, hace nada menos que cuarenta y cinco, que no he fallado uno solo, pero entonces se podía salir, con diez duros te lucías más que el primero, pero hoy. no tienes ni para el cartuchera... —Hace ya más de un mes, que solamente oigo tus lamentos, —replicó su esposa,— no sois capaces de un sacrificio, ni de una privación, como si fuera de ley el salir todos los anos... —Las mujeres no podéis comprender la grandeza de las fiestas. —¡Padret —indicó su hija,— ¿no hay posibilidad de que puedas cumplir tus deseos? — No, hija mía, este año tenemos al capitán y los derechos de *filá» son muy elevados. No sé si podré resistir el ver a mis amigos... Y los ojos del bueno de * Jordi», se humedecieron; y, aspirando con toda la fuerza de sus pulmones el delicioso olor que emanaba de la cazuela, prosiguió: ...esa «nit del olla» noche de embrujo. Aquella mesa enorme con verdaderas montañas de habas tiernas y lechugas... preparados con las cucharas para dar buena razón de la suculenta «olleta» Los músicos contagiados de nuestra alegría soplan sus instrumentos, un poco desafinados por el polvo recogido en el viaje y las catalanas con el aromático «chacolí», recorren incansables todas las gargantas délos comensales. Luego la calle, imposible de transitar, veinticinco músicas tocando al mismo tiempo, empujones, alegría, noche que no debía terminar nunca... A la mañana siguiente, Quico el vigilante cuando te llama a tas cinco «Seño Chordi a la Diana», ni pesan tas piernas, ni se pegan las sábanas, y sobre una silla como el traje nupcial de una novia, te espera la chilaba, los calzones con su reluciente seda, la faja... todo limpio y brillante. Sales a la calle, aun es de noche, no obstante por las cumbres del Alberri y San Cristóbal, empiezan a distinguirse las primeras luces del alba, sonrosando cpn un matiz de púrpura las agudas crestas. La plaza está llena de un inmenso gentío y cuando el Sargento de los Cristianos, al toque de Ángelus, saluda a la madre de Dios con las palabras del Ángel, se te hace un nudo en la garganta y el frío de la mañana, cristaliza como perlas, las lágrimas que involuntariamente se desprenden de tus ojos.

—Luego la Entrada de Moros, ese ritmo del desierto, enardece ia sangre. No cabe duda que Itevamoi en nuestros pechos, fundido con la savia española, ese sol africano. |Qué días, hijos mfosl— suspiró el «Sefto Jordi»... —Esa Misa Mayor, cuando el predicador ensalza las virtudes de nuestro San Jorge, cuando las banderas se Inclinan reverenciosas al elevarse entre espirales de incienso la inmaculada Hostia, ese ¡Huall, Hualí!... Himno guerrero, que miles de gargantas entonan con todo fervor. La procesión, qué respeto, qué orden. No hay otra en España tan hermosa como ésta. Aquel desfile de festeros, la cera y luego la imagen, con su andar lento pero majestuoso de los bueyes de la yunta. ¿Y la Reliquia?... ¡un ascua de oro!... —¿Qué me decís del Alardo? Una verdadera batalla, emborracha el olor a pólvora, los truenos, los clarines... y ante tu vista desaparecen, las casas, las calles, es ta ||GUERRA1I y te sientes fiel protagonista de ella y cuando la bandera con ¡a Cruz vuelve a ondear en ia más alta torre del Castillo, experimentas extraña sensación de VICTORIA, has librado a tu pueblo hasta el próximo año. —La Aparición, no puedo verla nunca, mis ojos se ensombrecen y las lágrimas me impiden el contemplar como San Jorge, pues no cabe duda que es él en espíritu que viene todos los anos a contemplar a sus hijos, reunidos al pie del castillo, hermanados sin diferencias de clases, unidos por una misma Fe.

Pasaron los días y el mal humor del «Seño Jordi» Iba en aumento Por fin llegó el «día deis rnuslchs» y todo pareció cambiar. La alegría se dibujó en su rostro, y cuando llegó de la fábrica, abrazando felizmente a su esposa fe dijo estas palabras: —Todo solucionado, he podido arreglar las cosas. Por fin salgo a las Fiestas. Limpiadme las sandalias, planchadme el traje, la faja.,.—y continuó (atareando un pasacaüe propio de la Diana, El bueno de «Jordi» desapareció de su casa vestido de moro el primer día y su esposa ya- no supo nada de nuestro héroe, solamente no podía comprender aquel milagro. ¿Dónde—su marido— habrfa podido conseguir el dinero para salir a las fiestas?... Llegó e! día veintitrés y María se dispuso a ponerse sus mejores galas para asistir a la Misa Mayor, Dirigiéndose al cofre donde guardaba lo mejor de su ajuar, se dispuso a sacar la mantilla de boda, que con tanto respeto conservaba solamente para las grandes solemnidades y —lloh sorpresa!!— estaba vacía, las mantas, las sábanas de hilo, todo habfa desaparecido y en su lugar yacía modestamente una papeleta de empeño del Monte de Piedad. Así se explicaba, el milagro por el cual, el «Seno Jordi» habla conseguido dinero para salir a las fiestas. Y es que, el alcoyano de corazón, es capaz de los mayores sacrificios por SAN JORGE. Ocfavio Candela Carboneé


por CWfoj Motaix

npENGQ vivos y risueños recuerdos de las fiestas abrileñas del año anterior 1950. Tuve e! gusto especial de trasladarme a Alcoy en vísperas de fiestas con tres hijos míos casados, con sus respectivos cónyuges, pero sin nietos que no entraban en el cupo de los tres cochecitos Viaje delicioso, alegría y animación en las calles de este pueblo que cada año se esfuerza por festejar el Santo Mártir, con mayor fervor y entusiasmo. Llegué a tiempo de asistir a los dos últimos días de la Novena a San Jorge Mártir en la parroquia de Santa María. Es para mí imborrable el último día de novena, en que la Asociación de San Jorge de Alcoy, me hizo el señaladísimo honor de invitarme a cenar en el Círculo Industrial. Recuerdo con alegría aquellas piezas del concierto conque nos obsequió la banda militar durante la cena exquisita y después de ella la formación de la escuadra con las autoridades, personalidades de la Junta y e! que escribe estas líneas, a los acordes de los pasodobles de la banda militar, recorriendo el pequeño trayecto del Círculo Industrial a la Plaza de España, en algo más de una hora, en medio del buen humor y el mayor entusiasmo puesto en la obra. Dejadme recordar con gozo estos albores alegres de nuestras tradicionales fiestas. * * * Quise asistir a la plaza en la madrugada del 22 para ¡a salida de la primera.Diana y asf lo hice; a mis tres matrimonios les tuve que sacar de la cama al sonar los pasodobles de las primeras músicas que pasaban por la Avenida del Generalísimo Espectáculo para dos de ellos nunca visto y de alegría conmovedora para los setentones que de niños fuimos festers y recordamos eí arranque de la Diana al sonar el reloj de la plaza.

De los espectáculos más llamativos y de mayor colorido, tengo que recordar que siempre ha sido la entrada de moros, el más espectacular por la seriedad y hasta casi formalidad de las escuadras, gracias a ios buenos amigos que vigilan y cuidan de su perfecto encuadramiento que. por otra parte, el champagne y el cognac los quieren apartar de la linea recta Pero llamó poderosamente mi atención la entrada de los cristianos, por la mañana Casi todas las comparsas rivalizaban en presentar lujosos séquitos, carrozas artísticamente adornadas, el Capitán y Alférez de los Cristianos, con la corte de guardias y damas, que rodean a sus respectivas esposas, a todo lujo, y con efusión de confetti y bonitos regalos con que obsequiaban al públicú. Tengo que concentrarme para comparar y creo recordar que la entrada de cristianos no le va en zaga a la de los moros. En el 23 de abril, centro y corazón de las fiestas, tuve el honor de acompañar con cirio a San Jorge en tas procesiones de mañana y tarde, llevando conmigo en espíritu a toda la Colonia alcoyana de Madrid, y mereciendo el honor de acompañar, junto al Santo Mártir, a un moro notable, e) Alcaide de fiestas señor Matarredona. Recuerdo con uncióny fervor alcoyanista el conmovedor espectáculo de (a aparición de San Jorge en las almenas del castillo a los acordes de la Marcha Real, interpretada por las múltiples músicas congregadas en Alcoy. faltando tan solo aquel revolteo general de campanas que nos llegaba al alma a todos los alcoyanos, Son recuerdos que humedecen los ojos de lágrimas, recuerdos de nuestra lejana infancia, recuerdos de los nuestros que pasaron a mejor vida. Madrid, 1951.

Traje de árabe me visto porque de árabe es mi sangre... Asómate, madre y véme luciendo este hermoso traje... Ya ves tú, y hay quien afirma que en este pueblo no hay árabes. ¡Que no hay árabes! |qué penal mas yo, lo soy, ¿verdad madre?... Lo dicen mis sentimientos mis anhelos, mis afanes, este agobio aquí en el pecho que hace mis ojos nublarse; este tropel de emociones con su latir incesante... todo esto que me recuerda que mi sangre es sangre de árabe. Me gusta el son de las guzlas, el fragor de los combates, las noches blancas de luna y los montes atalares; ver brillar la espada curva, ver volar los estandartes, ver los caballos piafando propensos a encabritarse... Me gustan... los labios rojos como rubís y corales... y los frondosos jardines con cien distintos rosales,,, y el trinar de ruiseñores entre el tupido follaje... y ei soñoliento estribillo

de la canción de los árabes, y una media luna hermosa junto a un lucero brillanteLa belleza me extasía a fuer de mi sangre de árabe, no importa donde se encuentre en flor, mujer, joya o ave. Sedas, colores, poemas, lunas, espadas, cantares, gestas de nobleza mora y ese compás de timbales... todas esas sensaciones que el alma del moro invade, todas esas sensaciones ¡también en mi pecho laten!... Me gusta estar en el suelo cara al cielo, y olvidarme de todo, sin hacer nada, y suavemente, enseriarme... y... mis ensueños me llevan a otras épocas distantes con esplendentes Granadas y Córdobas señoriales..*. . Estos ensueños que llenan todo mi ser, dime madre, ¿por qué acuden a mi mente y los siento tan reales?... No es preciso tu respuesta, es fácil el contestarme; Soy español y cristiano i Pero es de árabe mi sangre! J. BLASCO VEftDÚ


Fr>lo

Se abrdlia puerta mágica que gualda el encanto de la Tradición Al filo de la prima«era, vonrerán los MOROS Y R1STI ANOS a rebrotar alegremente bajo el dintel de la eterna nostalgia; Alcoy, San Jorge^y.aquella ¡ornada providencial def año 1276.


Detall* Entrada Cristianos


J e f e e s c u a d r a negros del Capitรกn C r i s t i a n o


Escuadra Entrada «Verdes»


Nuestras Fiestas son, ante todo, piedad cristiana. Esta es su razón de ser más p r o f u n d a y de la cual derivan las demás. Por eso tmorosi y «cristianos! se sienten hermanados en un f e r v o r común y linden pleitesía a la Tradición en la figura de San Jorge.

-

Niño San Jorge

/•

Capitón Cristiano

* -1'

"


Mora


PROGRAMA OFICIAL de las lolcmnct Flettat y Culto» que, en cumplimiento del voto popular/ dedica Alcoy a $u Insigne y Celestial Patrono San Jorge, organicados por su antigua Asociación en unión del Excelentísimo Ayuntamiento de esta Ciudad*

Como proclamación oficial de las próximas Fiestas, a las diez de la mañana se efectuará el tradicional acto llamado

LA

GLORIA

Abrirá marcha un escuadrón de clarines, seguido de los Heraldos de la Ciudad, y a continuación formarán un festero de cada comparsa luciendo sus respectivos y vistosos trajes, recorriendo las principales calles de la población con todas las bandas de música locales.

A las ocho de la noche, será trasladada la imagen del Santo Patrono,

San Jorge Mártir desde su Iglesia a la Parroquia de Santa María, concurriendo los festeros, cofrades, Junta Directiva de la Asociación y Autoridades.


A las siete y media de la tarde, primer día de N O V E N A R I O en honor del Santo, con exposición de S. D. M., rosario, novena, letanías, sermón, gozos y reserva, cantándose al finalizar el Himno a SAN JORGE MÁRTIR.

A las cuatro y media de la tarde, GRANDIOSA

NOVILLADA

Al anochecer, GRANDES ILUMINACIONES.

-

Al anochecer, inauguración oficia! de la F E R I A y a continuación, en la Plaza de España, CONCIERTO MUSICAL.

A las cuatro de la tarde, en el Campo del Collao, gran partido de Fútbol, correspondiente al CAMPEONATO DE LIGA, 1.a División

R E A L V A L L A D O L I D y el CLUB

DEPORTIVO

ALCOYANO

A las cinco de la tarde,

Fiesta del Pasodoble en cuyo desfile tomarán parte las Bandas de música de comparsas que se inscriban para este interesante concurso, que finalizará en el Paseo de la Glorieta. Se otorgarán diversos premios en metálico a las que resulten mejor calificadas. A las nueve de la noche, será disparada

Gran Traca Valenciana por la Avenida del Generalísimo y calle de San Nicolás, terminando en la Plaza de España. A las diez, la clásica

NIT DE L' O L L A en todos los locales de las Comparsas. Terminada la cena, desfilarán éstas con sus músicas desde sus centros respectivos a la Plaza de España, acto que constituye una admirable manifestación del carácter fraterno y festero de los alcoyanos.


Comienzan los actos con que Alcoy conmemora, anual y suntuosamente, una brillante gesta de la época de la Reconquista, con sus inimitables fiestas de

-

oros e/ Al toque del Alba, seis de la mañana, a los acordes del Himno Nacional es izado el estandarte cristiano en la más alta torre de la simbólica fortaleza, y, después de rezar el Sargento cristiano el Ave María, da principio la

Primer

Diana

grandiosa manifestación de nuestras fiestas, en la que toman parte las comparsas de los bandos Moro y Cristiano, con sus veinticinco bandas de música. A las diez de la mañana, forman las fuerzas cristianas en la Plaza de la Virgen de los Desamparados, iniciándose, desde allí, la

Entrada de Cristianos que recuerda, en un brillantísimo desfile, la diligencia con que los alcoyanos acudieron a la defensa de la plaza amenazada, concentrando las fuerzas de tos caseríos vecinos. A la misma hora, el representante del entonces Alcaide de la Villa se dirige desde fa fortaleza, con su séquito, para esperar al Capitán de Cristianos, a quien entrega las llaves del Castillo: apéase el Capitán delante de la Iglesia de San Jorge, donde es recibido por el representante del histórico personaje Mosén Torregrosa, y después de orar brevemente en el templo, implorando de San Jorge el triunfo de sus armas, continúa este acto de gran ostentación de los Caballeros de la Cruz. A las tres y media de la tarde, las fuerzas mahometanas efectúan con gran fastuosidad la

E n t r a d a de Moros acto del más puro sabor árabe, que maravillosamente evoca el sitio puesto por las fuerzas del caudillo Al-Azraq, en un magnífico alarde de propiedad y riqueza. A las siete de la tarde,

Paseo General en el que toman parte las comparsas de los bandos moro y cristiano. A las once de la noche,

Bailes y S e r e n a t a s en distintos puntos de la ciudad.


tí cid ti ti fiel l7ti tí f

« 11

A las siete de la mañana, se repite el acto llamado

Segunda Diana con la variación de recorrido, indicado en el Itinerario. . . A las ocho, en la Iglesia del Santo Patrono,

Misa de C o m u n i ó n con plática y asistencia de todos los asociados. A las diez y media, las comparsas de los Capitanes y Alféreces de los dos bandos, los Gremios, comisiones, Junta Directiva de la Asociación, reverendos Cleros, Autoridades Civiles y Militares y Jerarquías del Movimiento, acompañan, desde la Iglesia de San Jorge a la Parroquial de Santa María, la reliquia del Santo. A las once, en la Iglesia Arciprestal

Solemnísima Misa Mayor a gran orquesta y con panegírico de San Jorge, cantándose al Ofertorio el «WUALI, WUALI», del insigne músico alcoyano maestro Espí, terminando con el Himno de San Jorge cantado por todos los fieles. A las tres y media de la tarde, las comparsas de Moros y Cristianos acompañan hasta el Círculo Católico de Obreros a todos los asilados en centros benéficos de la localidad, para presenciar los actos de fiestas, siendo obsequiados al final con un espléndido chocolate. A las cinco y media, con objeto de devolver a su Iglesia la Reliquia e Imagen de San Jorge, se verifica la

Procesión General con asistencia de las comparsas de Moros y Cristianos, fieles, invitados, Gremios, Cleros de las tres Parroquias, Junta Directiva, Autoridades civiles y militares, Jerarquías del Movimiento y el Excelentísimo Ayuntamiento, dándose a besar la reliquia del Santo. A las once de la noche,

R E T R E T A por las comparsas que deseen tomar parte en este acto, distribuyéndose distintos premios en metálico a las que concurran con mayor vistosidad.


A las siete de la mañana tiene lugar el

CONTRABANDO

'

introducido por las comparsas de Andaluces y Labradores A las nueve y media, y como preludio de la batalla que ha de librarse, se despliegan en guerrilla todas tas Comparsas, recorriendo la parte alta de la población el bando moro, y el cristiano la parte baja. A las diez, cesa el fuego y se posesionan del Castillo el Capitán y Alférez cristianos con sus comparsas, verificándose acto seguido la

E S T A F E T A El Capitán de las fuerzas moras ordena a uno de sus oficiales monte en brioso corcel, llegue hasta la Fortaleza y exija imperiosamente la rendición de la plaza. Despreciada la pretensión por los cristianos, retorna el emisario en velocísima carrera, y entonces el jefe musulmán destaca a su Sargento Mayor para pedir parlamento. Concedido éste sale del Castillo una escolta cristiana que acompaña al Sargento hasta el encuentro con su embajador, quién atraviesa la plaza sitiada con los ojos vendados, y llegados todos ante la Fortaleza se verifica la

E m b a j a d a del Moro Terminado el parlamento se provoca por tos cristianos [a

Gran Batalla o Alardo que finaliza con la victoria, asalto y toma del Castillo por el ejército moro, quién iza en sus almenas la bandera de la Media Luna. A las cuatro y media de la tarde, después de los actos preliminares análogos a los de la mañana,

Estafeta y Embajada del Cristiano seguida de la Batalla que es adversa para el bando moro, y, arrojado éste de la fortaleza, es izada de nuevo la enseña de la Cruz. Las Comparsas de los Capitanes y Alféreces, después de visitar la Iglesia del Santo Patrono, ante cuya imagen oran y dan gracias por la celestial ayuda recibida, se reúnen al pie det Castillo. Y a las nueve en punto de la noche, a los acordes del Himno Nacional, interpretado por todas las bandas de música, tiene lugar la •

A p a r i c i ó n de San Jorge

L

sobre las almenas de la Fortaleza, entre nubes de incienso y en apoteósica visión de luces y de color.


A las siete de la tarde, en la Plaza de España, elevación de GLOBOS Y MONTGOLFIERS amenizando el acto una banda de música.

A las siete de la tarde, en la Plaza de España, C O N C I E R T O

GRANDES

M U S I C A L

FESTIVALES

organizados por Educación y Descanso. . A las siete de la tarde, en la Plaza de España, C O N C I E R T O

M U S I C A L

A las cuatro de la tarde,

Concurso de Palomas Deportistas 1951 en el que se disputará la Copa Excelentísimo Ayuntamiento. A las cuatro y media de la tarde, GRANDIOSA

C O R R I D A DE TOROS

A las once de la noche,

Gran Castillo de Fuegos Artificiales Con este acto, darán fin en el presente año las tradicionales FIESTAS DE MOROS Y CRISTIANOS que el entusiasmo popular alcoyano ha mantenido durante siglos, con el aliento de su fe religiosa y el alegre brillo de sus más queridos recuerdos.


QDE DIFERENTES COMPARSAS TIENEN ORGANIZADOS DORANTE LOS DÍAS DE FIESTAS 22 abriL-JUDIOS. . . 23 abril - MONTAÑESES

GUZMANES NAVARROS. L L A N A . .. . . . ABENCERRAJES . DOMINGO MIQUES. VASCOS . . . . REALISTAS. . . V E R D E S . .. . . 24 abril.-VASCOS

. . . .

TOMASINAS . . ANDALUCES . , 25 abril.-BERBERISCOS.

Comidas a enfermo* e impedidos en visitas domiciliarias. Almuerzo a los niños del Orfelinato de San Jorge. Visita y obsequios a los enfermos en el Hospital. Almuerzo a loa acogidos en el Asilo de Ancianos Desamparados. Almuerzo a loa niños de las Escuelas i Ave María) Comida a los necesitado* del barrio del Tosal. Obsequios a los niños de la barriada Algezares. Desayuno a tos acogidos en el Asilo de los Pobres. Misa a las once en San Roque, y a continuación comida a los niños y niñas del Hogar de Nazaret Desayuno a lo» niños necesitados de la calle San Miguel. Almuerzo a niños v niñas del Patronato y Escuelas del Tosal. Almuerzo a los ancianos del Asilo de los Pobres. Comida a todo* lo* asilados en los distintos centros benéficos. Almuerzo a los asilados en la Casa Beneficencia. Almuerzo a los niños del Patronato San Vicente

ITINERARIO DE LOS ACTOS DOMINGO 35 morzo

LA GLORIA. Parte de la Plaza de España; recorre las calles Pintor Casanova, San Miguel, Plazuela de la Virgen de los Desamparados, Virgen María, San Miguel, Carmen, San Antonio. Santo Tomás, Virgen de Agosto, Embajador Irles. Mosén Torregrosa. San Juan, Plaza de Emilio Sala, San Jorge, Santa Lucía, Avenida del Generalísimo, San Lorenzo. San Francisco, San Mateo, San Nicolás, terminando en la Plaza de España, frente a las Casas Consistoriales. MIÉRCOLES II obrtl PRUCESIÚN. Parte de la Iglesia de San Jorge, en la calle de Santo Tomás; recorre las de la Virgen de Agosto. Embajador Irles, Mosón Torregrosa. San Francisco. Plaza de Ramón y Cajal. San Nicolás, Plaza de España. Pintor Casanova, San Blas, hasta la Iglesia Parroquial de Santa María, DOMINGO 22

DIANA. Parte de la Plaza de España: recorre las calles de Pintor Casanova, San Miguel, Plazuela de la Virgen de los Desamparados, Virgen María, San Miguel, Carmen. San Antonio, Santo Tomás, Virgen de Agosto, Embajador Irles, Mesen Torregrosa, San Juan, Plaza de Emitió Sala, San Jorge. Santa Lucía, Avenida del Generalísimo, San Lorenzo, San Francisco. San Mateo, San Nicolás, terminando en la Plaza de España, frente a las Casas Consistoriales, ENTRADA DE CRISTIANOS. Parte de la

Plazuela de la Virgen de los Desamparados; recorre las calles de Virgen María. San Miguel. Carmen, San Antonio, Santo Tornas, Virgen de Agosto, Embajador Irles. M. Torregrosa. S, Francisco. S. Mateo, S. Nicolás, terminando frente a la Iglesia deS Jorge, ENTRADA DE MOROS Y PASEO GENERAL. Parten de la calle S. Vicente, S Nicolás, Plaza de España, terminando en la calíe Santo Tomás, frente a la Iglesia San Jorge. LUNES 13 SEGUNDA DIANA. Iguaí recorrido que la riel día anterior, con la variante de seguir desde la calle Mosén Torregrosa por ia de San Francisco. PROCESIÓN DE ACOMPAÑAMIENTO RELICARIO, Parte de la Iglesia de San Jorge, en la calle de Santo Tomás; recorre las calles Virgen de Agosto, Embajador Irles, Mosén Torregrosa, San Lorenzo, Raza de España, Pintor Casanova, San Blas, hasta la Iglesia Parroquial de Santa María. PROCESIÓN GENERAL. Parte de la Iglesia Parroquial de Santa María, en la calle de San Blas; recorre las de Pintor Casanova, Plaza de España. San Nicolás, Plaza de Ramón y Cajal. San Francisco. Mosén Torregrosa, Plaza Portal Nuevo, Doña Saurina, Santo Tomás, terminando en la Iglesia de San Jorge, MARIIS 14

ESTAFETA. Parte de la calle de San Vicente; recorre la calle de San Nicolás hasta la Plaza de España y viceversa.


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