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ANY DE CAPITÀ Hem doblat la darrera fulla del calendari i les estimades festes abrilenques ja comformen l'espirit nadiu. Vàrem passar un digne ifeliç any d'Alferes, projectant d'allà ençà l'il.lusió més forta i sublim que caldria esperar per obtenir l'èxit en aquesta trilogia... /any de Capità! Em resta donar-vos a tots els que d'una manera o d'altra heu prestat forta col·laboració t fet possible aquestes festes i este programa, el tribut del meu agraïment, desitjant-vos de debò uns dies plens de goig i sana alegria. Amb una forta encaixada, Pepe Botella
Primer Tro
FANTASÍA Y REALIDAD A MI HIJO MIGUEL, CRECIENTE ABENCERRAJE.
Poderoso es el hecho y más poderosa aún, la convocatoria. Miles de maleables y dúctiles matices nos hacen presumir un feliz año de Alférez. Si bien, es cierto que somos capaces de sentirnos los más inspirados fieles seguidores de la tradición —por cierto nunca bien contada — . Llega abril, siempre cruzado por cantos-gritos de inaudita ilusión y nos arriesgamos a jugar la fuerte baza de la alegría —casi locura — . Este año tampoco podía faltar el asiento caluroso de los más mínimos detalles de prosaísmo y gozo común. Todo junto en canasta centrifugadora que junta y esparce a su antojo, va rodando hacia el momento decisivo de la buena nueva... de la conquista última la pasión colectiva. Y con el alba, la llamada a la oración por un guerrero cristiano siguiendo a la plegaria el cálido tañer del bronce en las campanas. Llanto de lágrimas huidizas y vergonzosas se ven ahogadas en nobles gargantas de alcoyanos de siempre. El paso de «les filaes»... de mi «filá» hecha de amarillo y verde... de mil ilusiones y andanzas incansables de las personas que reconociendo fragilidades ajenas se han entregado a la dura y feliz tarea de mostrarnos serios, alegres y responsables a las miradas escrutadoras de las siempre bien entendidas gentes alcoyanas. Aletean los flecos de las lanzas rojos y orgullosos presumen de su magna función. Con el cuerpo recto, inspirado y abrileño rompe esquinas nuestra diana de capotes blancos. Aún en la mueca, esbozamos la emoción de todo debut. Aunque si bien, «las mañanitas», han surtido su natural efecto rompiendo almidones y algún que otro escrúpulo inicial. Cuando el último clarinete deja de sonar y los metales descansan en su estrépito, dejamos lanzas, capotes y hierros (siempre fatalmente recordados) para contemplar el cénit rabioso de nuestros rivales de la cruz. Y es en la tarde, después del fuerte yantar y no menor escanciar cuando con el mejor de los ánimos nos encaminamos a la nunca fácil cita de «fer l'entrá». Severa es la mano de nuestro Alférez. Luenga y rubicunda su barba. Magnífico su atuendo... sostiene callado y indoblegable. Monta carreta tirada por rubios bueyes y desciende la sima de la calzada mora por derecho y excelencia. Despierta a su paso mil distintos comentarios... ¡insólito!, ¡desconocido!, ¡hermoso! Componemos una gentil corte de ilusión y frenesí colectivo, desmayando oníricamente entre la música de la marcha, redoblar loco de panderos, pequeño tintineo de campanas —casi esquilas—... amor hacia un pueblo que comprende sin dudar, qué es cadencia. Hemos necesariamente de refrigerar nuestro espíritu y también por qué no, las gargantas, con el suave y
(MEMORÁNDUM
DE UN ABRIL FESTERO)
alegre burbujeo del champagne, sidra y refrescos, cuando la ceremonia termina en las inmediaciones del puente de Cervantes. Es en la noche, en el baile con nuestras esposas y novias, la gran comunión abencerraje. Amaneciendo el día 23 —corazón de la trilogía— estamos con las guitarras de caña entre las manos rascando al son del pasodoble. Y como si un espectacular reclamo se tratase, van llegando a nuestro lado las sonrientes y entusiasmadas caras de la gente que gozosa, celebra la feliz y repetida ocurrencia: «estos abencerrajes...» dicen. A continuación y sin perder comba, tomamos un gratificante desayuno —coca— gentil obsequio del alférez. _ Partimos en formal procesión poco más tarde desde el templo georgino, tratando de dar al acto del acompañamiento de la Reliquia un valor auténtico e insustituible. Y como lo prosaico, jocoso-festivo y divertido no podía faltar, tomamos un fuerte aperitivo en nuestros locales, aderezado audazmente con la música estridente surgida de labios y pechos de la nunca bien amada Banda Primitiva. Aliñados de manera definitiva nuestros ya un poco cansados huesos en el Círculo Industrial acompañamos en los manteles al Alférez. Regresamos a la placita diminuta en la que aguardamos riguroso turno para poder decir, como abencerrajes, nuestra última palabra en la procesión de armas. Los aires musicales se tornan más calmosos, adormecientes y lánguidos. La brisa descuelga con facilidad los capotes de las lanzas y las borlas amarillas, —calle Mayor arriba — ... recordamos otoñales árboles sin hojas ni escudos. Una noche ha sido insuficiente para «calmar» nuestras necesidades de baile y por segunda vez concurrimos con las esposas y novias al ruedo siempre peligroso del «pasodoble. Rock y demás modalidades al uso». Creo recordar una frase varias veces repetida: «vorem demá qui s'alca». Así fue. Por segundo año consecutivo, alguien —amigo nuestro— comería más tarde abundantes pastas... incluso llegado el mes de agosto. Y es que el tercer día nos pilla un poco desmadejados, viniendo a romper la densidad de alegría, acontecimientos y fuego el ritmo de cualquier atleta. Mínima guerrilla. Recio desayuno y la pólvora comienza a ser vomitada por las fauces enloquecidas de nuestros arcabuces. Hoy, durante la incruenta batalla, vamos saciando la sed que de felicidad festera teníamos. Ya la amorosa trilogía va perdiendo fuerza, diluyéndose los escasos ímpetus que restan por consumir. Aunque todavía tenemos, como alivio, el gozoso acontecimiento de la «dina». Libaciones sin límite, manjares diversos y alegría casi demencial envuelve el ambiente de nuestra «filá». Los músicos contribuyen en gran medida a que la fiesta todavía permanezca en pie durante algunas horas más.
Y más guerra. Es la segunda versión. Esta vez como consecuencia inmediata, vendrá la derrota. Cuando la última bengala en las almenas del castillo, agote su fulgor, todavía quedará el alma de los abencerrajes en aquellos que, no pudiendo soportar el desdén de lo finito quieren celebrar hasta el último rescollo festivo en el simpático «soparet».
José Pérez Tomás
del
Complint l'alta jerarquía que el torn dels anys ha donat, En Condal Matarredona enguany fa de Capitá, carree de summa importancia que toca a una gran fila, la d'Abencerrajes, que és sobria, complida, elegant, la que lluix vestimenta d'histórica identitat i en la morisma festera té un prestigi ben provat. Per a honorar a Sant Jordi —Pairó de la gran ciutat— no han reparat en despeses ni el presupost han minvat, sino a tot esplet i gana de fantasía oriental, han preparat un boato superior al d'altres anys. Han pres notes erudites sobre aquell món musulma per a donar gran prestancia al carree de Capitá. Quan desfilen per la rampa del carree Sant Nicolau, obrint pas al bandol moro amb trómpeles i timbáis, la filá d 'A bencerrajes segur que pareixerá un conté de Sherezada líricament relatat. I vorem a eixos festers idealment transportáis a un somni enciser i magic on la llegenda ha deixat aquells records indelebles que perpetua el Cora i ací a la foia alcoiana quedaren ben arrelats. La noble «Música Vella» —Primitiva per l'edat— será la que done ambient pomposament musical. Les marxes mores tríades selectíssimes serán. Sonaran aplaudiments quan vegen sobre el cavall la figura sobirana del magnífic Capitá, home que ha sentit la Festa en la massa de la sang, lióme que ofrena el seu carrec per devota voluntat, el que de gaudir al front del bandol mahometa amb gest de bon pal.ladí munlat sobre el seu cavall i a la fi fent-H a Sant Jordi precs d'amor i precs de pau. Joan Valls Alcoi, Abril 1981
Gonzalo Matarredona Llopis "CAPITÁN MORO 1981" Alcoyano y Fester, aunque no vistió nunca de ABENCERRAJE, colabora y participa en nuestra Familia Festera como individuo. Sus hijos desde muy pequeños los viste y su primogénito Gonzalo nos representó en el año 1970 como gloriero infantil, hoy miembro de la Junta Directiva. Hacia la encarnación de Capitán, en Elegancia, Prestigio, Señorío y Fastuosidad, no regatea esfuerzos de toda índole, personalmente viaja y estudia para conocer más el Árabe, siempre buscando el llevar a los Alcoyanos la mayor brillantez histórica realista. En sus años mozos saca externamente su ilusión de
Alcoyano-Fester a San Jorge, consiguiendo en dos ocasiones, premiados sus carteles de Fiestas 1955 y 1962. Hoy participa en concurso Escuadra Negros Capitán, por unanimidad se decide su dibujo, y en su afán de Fiesta, se une a esta PIÑA para hacer realidad su Idea. Deseamos que esta participación tan activa deje un grato recuerdo a su corazón. Saludamos a nuestro CAPITÁN:
Negros Abencerrajes 1981
TRES EXPRESSIONS Quan la Filà Abencerrajes —tan benvolguda per a mi per raons que tots coneixeu massa— em comunicà que podia i «havia» d'aportar una xicoteta col·laboració per al Programa d'enguany —Any de Capità, quasi res diu el diari! — , em sentí per una banda satisfet i per altra incòmode. Satisfet perquè, uelis nolis, sempre complau que se'n recorden, d'un, i incòmode perquè des d'el primer moment en demaní a mi mateix sobre quina cosa escriure. Ho pensí un poc i al capdavall creguí que seria bo reflectir en unes curtes ratlles allò que jo crec signifiquen per a nosaltres els alcoians festers algunes frases fetes. Del munt que la nostra parla n'ha fet usuals, n'he triat tres. Ja puc morir-me! Esta expressió que sovint —¿o seria millor dir sempre?— escoltem dels cabos d'esquadra en acabar-se l'Entrà indica que el fester que ha tingut la sort de fer el cabo per Sant Nicolauet ha gaudit de tot allò que és necessari en l'Entrà: calor i passió en el públic que omple cadires i emplena de gom a gom balcons i finestres per xicotetes que siguen; vehemència i entusiasme en els aplaudiments de la gent; excitació i nerviosisme a «l'arrancà»; la música ressona amb més força i soroll... I íntimament el cabo se sent el més feliç dels mortals perquè l'arrogància i orgull personals han arribat al súmmum, la vanitat i fanfàrria han estat suficientment servides i els designs i ànsies acontentats al màxim. No ens hem d'estranyar, doncs, que en concloure l'Entrà el cabo d'esquadra cride: «Ja puc morir-me!» Sentir-se els timbals als ronyons. Una altra frase que escau fonamentalment als esquadreros és la que encapçala l'epígraf. Si la Diana o el Disparo —pose per cas— tenen algunes expresions intransferibles, l'Entrà es caracteritza, entre d'altres, per esta. El moment del seu inici, al Partidor (quina bestiesa si ho canviaren!), és en veritat únic: l'esquadra movent-se a penes seguint el ritme que marca el timbal només i fluctuant lleugerament, mentre el cabo dóna les últimes instruccions. Eixos moments, ja difícils de descriure's, es con-
verteixen en indicibles i inenarrables quan tota la música comença a sonar i els timbals redoblen. Aleshores un calfred d'emoció s'empara de tothom el qual de seguida es conver teix en benaurança plena en anar baixant i seguir sentint a les esquenes la música i sobretot els timbals en els ronyons. Esta sensació de felicitat s'allargarà —però que curta és!— fins el final de l'Entrà i de la qual potser el que hom més recorde siga allò de «tota la baixà m'he sentit els timbals als ronyons». Es una impressió realment vivificadora. Sent/r la Festa dins la massa de la sang. No crec que siga exagerat afirmar que és esta, sens dubte de cap tipus, la que els alcoians festers tenim més arrelada en nosaltres; i si m'ho permitiu vos diré que, si això és possible, els qui viuen fora del nostre poble encara la senten més. Alguns quasi bé des de que neixen comencen a sentir-la (molts festers porten llurs fills nou nats en braços), pocs anys després combregen vestits de festers, qualcuns s'han casat també així, i per posar casos extrems, alguns han estat soterrats amb la roba de la triada abrilenca. Potser qualcú dirà que són casos excepcionals. Possiblement; però també és ben cert que molts diem: «D'avui en set mesos, l'Entrà»; «falten trenta dies per a S. Jordi», etc. I com deia abans els qui es troben fora d'Alcoi ho senten més tal volta per això mateix, és a dir, per l'enyorament de les coses nostres i fonamentalment de les Festes. Hi ha alcoians —festers de bona veritat— que tot l'any més que pensar-ne, ruminen la nostra trilogia; i no és que es despreocupen de les altres coses —no són meinfots— ni que anteposen la Festa a les obligacions, sinó més bé tenen dins una intensitat, ímpetu i vehemència de vegades furiosos i enèrgics, de vegades plàcids i assossegats— que els força i constreny a obrar així. Lògicament llur tarannà no és més que una exteriorització de la bullor festera que els corre «per la massa de la sang». F. Jordi Pérez i Durà
Lamparilla, lamparilla, llama temblorosa y pálida que frente a San Jorge oscilas en un rincón de mi sala. No te extingas, lamparilla, no dejes oscura el alma de quien te cuida y aviva volcando aceite en tu taza. Luz de mi fe no te apagues; que el pétalo de tu llama con su candor de doncella burle los besos del aire. Del aliento de mis rezos no te asustes ni desmayes, pues lleva el mismo calor que el fuego que hay en tu carne. Si alguna vez te faltara oro líquido en tu base, como gentil bayadera inicia tu brujo baile, y al juego de luz y sombras yo iré tu sed a calmarte aliviando tu congoja y dando impulso a tu sangre. Lamparilla, lamparilla, me gusta verte radiante. Cuando yo tenga alegrías pon risas en mi semblante; y si en mis ojos distingues asomar penas muy grandes, deja caigan sobre tí porque mis lágrimas arden. Alumbra, pues, lamparilla, que tu llama no se apague, ya que a San Jorge en tinieblas me da vergüenza rezarle.
fe.
Antonio Candela
Eduardo Blanes Nules, Gloriero vas a ser en el Año del Capitán de la Filá Abencerrajes, siguiendo de tus mayores la tradición. Que también como ellos, con tu esfuerzo y tesón seas anuncio de esperanza de un Alcoy futuro de más gloria y esplendor. J. Olmos
Eduardo Blanes Nules Glorieret ABENCERRAJE - Año 1981
A D. Fernando de Mora Carbonell A D. FERNANDO DE MORA CARBONELL, en este acto de exaltación festera y Homenaje a la Corporación Musical «LA PRIMITIVA» de la cual fue su Director durante 32 años.
/ Ya baja LA PRIMITIVA! ya se oye en los balcones las lejanas notas de una marcha mora de lentas melodías de sabor oriental. Ya se arde en deseos de sentir, próximo el momento sublime de su intensidad, del paso conjunto que forman en bloque la Banda y Filá en su caminar, que al paso del tiempo no sufre desgaste cual vieja pirámide de piedra de ALA. Un intenso gozo se siente en el alma y unas lágrimas brotan cual gotas de azahar y todos quisieran que aquel momento tuviese la vida de una eternidad. El joven lo vive y el viejo lo siente y en todos penetra y no sale jamás la emoción sentida del acto vivido que ya nunca, ellos, podrán olvidar. ¡ Ya pasó LA PRIMITI VA! en el aire flotante notas quedarán de nostálgicos tiempos que no volverán y en la mente de todos aún se reflejan los destellos gratos del momento fugaz y se sienten deseos por vivir de nuevo aquella ilusión que la vida da. Y en silencio queda pensativa el alma del que ama su Fiesta y enciende la llama de este Pueblo feliz que trabaja, sufre... llora... Ríe, y canta. Rafael Carbonell Blanes Filá Abencerrajes. Abril 1981
DEL TRESOR GRANADI
Abencerratges i Cegris El nom tansols d'aquesta filá alcoiana ens rememora les lluites intestines que tingueren lloc en els meravellosos interiors del palau de la AI-Hamra —La Roja — . La sala coneguda amb l'apelatiu del seu nom és una de les meravelles escultóriques d'algeps treballades en un cisellat polícrom i daurat que encara avui, després de cinq segles, ens omple d'emoció histórica i sentimental. Allí us dirán que les taques roges del marbre de la font que salmodia nit i dia la veu divina de l'aigua en caure en rosari de perles liquides, és de la sang dels Abencerratges decapitáts en una nit de rencor i orgia de cels provocáts en Boabdil per la calumnia dels cegrís, enemics mortals de Aben Hamed, príncep dels abencerratges. Hom ha dit que un químic del nord d'Europa ha manifestat que aquelles taques sobre el marbre blanc de la pica són de óxid de ferro, en vena que creua l'interior mateix del marbre, i no pot ésser sang humana després de més de cinq segles que s'esmuny l'aigua cristalina per damunt del marbre. Pero no s'ho cregau. La veu de la llegenda i de la tradició granadina omple de poesía aquesta sala meravellosa veína del Pati dels Lleons. Un text que em facilita el doctor Fernández Rubio del llibre escrit pel seu pare, el ja transpassat D. Fidel Fernández sobre «La Alhambra», exalta fins el frenesí la bellesa llegendária amb aqüestes paraules que traduisc: «Si us poseu en el fons del Saló dels Abencerratges i mireu cap al pórtic d'entrada la vi-
sió és d'una suma bellesa: El Pati dels Lleons, la Sala de les Dues Germanes, la dels Tarongers i l'estanca de Lindaraxa es succeixen en una línea recta a l'extrem de la qual el jardí d'espessa verdor apareix baix els ares del Meruan o mirador, quines dues finestretes, empetitides per la distancia, simulen dos grans ulls oberts per a encandilar-se a la vista de la bella Lindaraxa en aquell jardinet d'ensomni: plaer que li costa els ulls al pobre que vullgué gojar d'amagat d'aquella visió celestial de la hurí prohibida». I ell pugué cantar després de la ceguera: Bella Lindaraja por tus ojos fue que me quedé ciego cuando te miré. I si al Pati de Lindaraxa li Devem la tradició de l'agosarat jovencol que resta cec per a tota la vida i a la Sala dels Abencerratges la de les gotes de sang dels trenta dos decapitáts amb el seu príncep Aben Hamed, ¿qué li resta ja al meravellós palau de la Al Hamra de la poesía que avui encara la omple? Grácies que els Abencerratges d'Alcoi no tenen ací representació de la tribu dels cegrís en cap de filá, que si no podriem temer una revenja entre els descendents d'aquells dos bándols granadins. Jordi Valor i Serra
VISITA A FONTILLES
Como es tradición, las filaes de Cargo de este año pasado, entre las que se encuentra nuestra filá han ido a Fontilles. Fueron varios los Abencerrajes que acompañamos a nuestro Alférez, dando calor y vida a esta visita anual, donde se reúnen varios centenares de alcoyanos. Haciendo memoria de dicha visita pensamos que llevar una representación de nuestra fiesta a Fontilles es algo más que una simple visita de donativo de las que tanto abundan por parte de las Peñas Pro-Fontilles de varios pueblos y zonas de España. Nuestro viaje aporta alegría, fiesta, amor y vida al lazareto más importante de la región. Nosotros damos lo que más queremos, los Moros y Cristianos, la fiesta entrañable más importante del Levante español; inundando, con música y alegría, el paraje tan encantador del Sanatorio. Es como
trasladar la fiesta de Alcoy, con su señorío, riqueza de vestuario y música a un pueblecito pequeño. Ese día, Fontilles, no tiene nada que envidiar a los pueblos donde se tiene a los Moros y Cristianos como la fiesta patronal por excelencia. Fontilles deja por unas horas el aire recoleto y silencioso de Sanatorio para convertirse en un pequeño «carrer Sant Nicolauet», donde los enfermos y visitantes forman apiñada muchedumbre que se solaza con la visita de nuestros Capitanes, Alféreces, Sant Jordiet y festeros que les acompañan. Una gran día. Bendita fiesta que hace olvidar las miserias de una enfermedad y rompe el aislamiento social de los allí recogidos. Gracias a los que hacen posible esta visita. R. Bou Aparicio
(Capità j (A GOSAL MATARREDONA PER SER MEL COM A PERSONA)
(A Gonçal Matarredona per ser mel com a persona)
Ser Capità tens a honor d'una filà veterana, què's mil per cent alcoyana i sent per la festa amor. Filà de gran punt d'honor que posa esforç i passió, per causar bona impressió a un poble entès sense igual, que sent afecte especial en fer-li honor al Patró.
U Tu lluiràs en l'Entrà les gales de ton ric trage, com a moro Abencerrage en mando de Capità. Saludaràs en ta ma a l'aplaus enfervorit, d'un públic què's ya curtít en la tradició festera, quan renaix la primavera i llança la festa el crit. HI Passejaràs pel carrer la teua gran simpatia, que oferiràs nit i dia al d'Alcoy i al foraster. Et sentiràs un fester de satisfacció replet; un alcoyà fet i dret que compartirà el moment, entre el fervor de la gent i un intim goig al complet. IV Sentiràs felicitat quan en vespra victoriosa mirarà la gent curiosa el teu pas per la ciutat. Serà tot dichós i grat en la filà A bencerrage, en el blasó de llinage defendràs en tal soltura, que per força ta figura tindrà estampa i bona image.
Armando Santacreu Sirvent Alcoy, febrer, 1981
¡Aquellos Abencerrajes!
La filá, institución alcoyanísima, ofrece un punto de reunión social donde la amistad, el afecto y el compañerismo se aunan apretadamente. -Allí se cambian impresiones sobre la próxima Fiesta, y recién los últimos días de abril, ya se abre el nuevo Montepío y se comienza a discurrir detalles para la siguiente edición. Pero, insensiblemente, cada época, cada período, ostenta unas particularidades íntimas que caracterizan unos determinados años; poco a poco el devenir del tiempo va recortando la lista de veteranos, y sin piedad nos priva calladamente de amigos y cantaradas. Yo recuerdo ahora, por ejemplo, con nostalgia, aquellos Abencerrajes de los años cincuenta. Era Primer Tro don Manuel Castañer, un enorme alcoyano; se desvivía porque la comparsa luciera en los actos, y él mismo bajaba, orgulloso, como cabo de escuadra en la Entrada, con su sonrisa inefable, con su porte gallardo, con su señorío inimitable. De aquella década fueron, don Remigio Cremades, también más tarde Primer Tro; don Santiago Candela, que poseía una acreditada industria de jabón; don Francisco Satorre, don Dionisio Tomás, y otros muchos que nos dejaron ya. Y, todavía entre nosotros, don Jorge Mira, que en 1968 representó el cargo de capitán; don José Aura, don Antonio Armiñana, don Rafael Botella, don Joaquín Martí Borras... Casi todos los días, al fin de la mañana, veíanse en el local social, y a las dos de la tar-
de, amigablemente, atravesaban «la Bandeja» camino de casa. Los domingos nos reuníamos en el salón principal de Apolo a la hora del vermouth, y era numerosísima la asistencia a la lista semanal. No se había inventado el «Seiscientos» ni las casitas en el campo, y acudían todos alrededor de la larga mesa que se constituía alineando veladores. ¡Aquellos Abencerrajes! Jóvenes éramos pocos: Recuerdo a Ramón Castañer, a José Botella, a Emilio Aura, a Ángel Llopis. Ya más veteranos: Pepito Sanz (asi le llamamos cuantos le queremos, y somos legión), Camilo Gisbert, Antonio Doménech, Abelardo Pérez, Camilo Valls, Jorge Pérez, Rafael Bou. Y, en el centro de todas las bromas, el insustituible Leonardo Satorre con su vis cómica, a quien hacíamos objeto de mil simpáticas diabluras que soportaba casi con satisfacción. ¡Aquellos Abencerrajes! Han pasado tan sólo unas décadas. Nuevos miembros, entusiastas, estupendos, dignísimos, han ido incorporándose, y la filá tal vez viva la mayor pujanza de su historia. Pero, ¡aquellos «ensayos» con la Risueña!, ¡aquellas comidas en el local de los -flequeteros el 22 de abril!, ¡aquellas paellas en casa SOU!, ¡aquellas visitas a la barriada de Caramanchel !... ¡ Aquellos Abencerrajes! Julio Berenguer Barceló
DE MUSICA, FESTA I ATRES COSAS, EN LES CINC VEGAES DE TINDRÉ EL CAPITÀ
DE MOROS LA FILA "ABENCERRAJES" PER ERNEST VALOR CALATAYUD Des de que en l'any 1904 varen eixir a la festa els «Abencerrajes», cinc vegaes hem de contabilisar en el seu haver, el càrrec de Capità de Moros: anys de 1911, 1923, 1942, 1955 i 1968, deixant-se per a l'historia, este d'enguany, any de 1981, que ha recaigut en la persona i gran alcoyà que es Gonçal Matarredona Llopis, un bon amic que yo vaig conèixer allà per l'any de 1955, any que yo vivia en el carrer de Sant Nicolauet, i ell, en el carrer de Santa Isabel —o de la sardina — , any, per cert, que Gonçal Matarredona va eixir guanyador del premit del cartell de festes. Recorde que va causar un bon impacte per allò de unes trompetes i banderoles que hi havien, i no se que mes, tot ell d'un vert oscur llamatiu i sugeridor. Aprofitant l'ocasió esta que nos han brindat els «Abencerrajes» — bons amics tots ells — , yo voldria deixar ací, breument, noticia d'algunes coses entranyables que han tingut prou relleu en la vida alcoyana, musical ^festera, al voltant d'eixos cinc anys que, millor dit, no son cinc, si no uns quants mes, que no han passat debaes. De començ, sabem que en l'any 1911 va desempenyar el càrrec de Capità Enrique Solbes Garcia. També, i per lo que hem llegit, eixe any la festa va ser prou esplendent, lluint el sol, que ya es dir. Cal afegir, per part nostra, que en el dit any va vindré al mon, en la nostra ciutat, el que després seria un gran músic: Carles Palacio Garcia, i que per a la nostra festa de moros i cristians, els bons músics que van ser Gonçal Blanes Colomer i Julio Laporta Hellin, escrigueren una marcha mora «FIESTA TUAREG» i el pasodoble «BARCELONA», respectivament. Més musica d'autors alcoyans de l'any 1911: «LA FIESTA DEL SANTON», marcha mora, de Camil Pérez Laporta, i dos primorossos pasodobles dels seus fills Camil i Evarist Pérez Monllor: «ANDOVA», del primer, i «TURISTA», del segon, que va dedicar al seu bon amic «Paco Sou». Direm de passà, perquè ya s'ha dit i repetit varies vegaes, que en l'any de 1923, el càrrec de Capità se'l varen partir com a bons germans, cinc «Abencerrajes» com triaets a pols, alcoyans de cos i ànima, festers de soca i arrail, anomenats Josep Sanz Herrero, en l'entrà de moros; Paco Satorre Miralles, en la processoneta del mati de Sant Jordi; Simeó Pastor Espi, e'n la processó de la vespra; Agustí Colomer Tomàs, en l'acte de la Retreta; Federico Moltó Ortiz, en l'embaixà, i Rafael Pascual Aznar «Confetti», en el darrer acte: els trons. Per a esta efemèrides festera, el músic alcoyà Camil Pérez Monllor, va enviar des de Cartagena, a on ell estava de Músic Major de la banda d'Infanteria de Marina, una marcha mora que va titular «ELS TRES CAPITANS», marcha que, sense dubte, va tocar la «vella», en l'entrà de moros del dit any de 1923. Evarist Pérez Monllor, que també volia quedar be en els «Abencerrajes», a on tenia molts bons amics, com també en la «vella», la musica que va dirigir el seu pare, va escriure un pasodoble — tot un bombonet —, que porta per titul: «AZIB DE MIDAR». I, per a que no fora bonic del tot, aquell any de 1923, l'aigua en va fer una de les seues, deixant-nos la festa de lo més arremullà. Atre any de Capità: 1942, i un atre «Abencerraje» i alcoyà dels bons per a donar-li al càrrec el relleu que merix: Francesc Pérez Torres, aquell senyo Paco «Sou», d'innoblidable memòria, que per a que lluirà mes en l'acte de l'entrà, Camil Pérez Monllor, li va escriure, exprofés, la marcha mora titulà «EL CADÍ BEN IL SOU» marcha que va alcançar un bon éxit. Al marge de la festa, hem de senyalar que en l'any de 1942 va morir el celebrat pianiste don Rafael Casasempere Moltó, pare dels músics Rafael i Gregori, i «auelo» del que hui es director de la «vella»; Gregori Casasempere Gisbert. Un poc a galop, per allò de no fer-ho pessàt, estem ya en l'any 1955, any de dol per al poble d'Alcoy, per aquell accident de coche ocurrit en el port d'Albaida, a on vàrem morir alguns alcoyans. L'acte de l'enterrament va constituir una gran manifestació de dol del poble alcoyà i a on la musica, va estar de lo mes present, en una marcha fúnebre composta per el músic alcoyà Amand Blanquer Ponsoda i que porta per titul: «ALCOY LLORA». Tocant a la festa, direm que el càrrec de Capità —molt digne, per cert — , el va desempenyar Francesc Satorre Mirralles— «Quico el Ricachón», per a tots nosatros —, i que en el repertori musical de la «vella» d'aquell any de 1955, figurava per primera vegà un pasodoble de Blanquer titulat «JULIO PASTOR». Una bona noticia: ia que no sabeu a qui vàrem tindré convidat a festes?... ,-Correcheta descoberta?... Puix, a l'aigua, que la donaven a mars. Nos resta ya per dir, que Jordi Mira Rovira, va fer de Capità en l'any 1968, i que la «Primitiva» —fidel als «Abencerrajes» des de l'any 1904 en que per primera vegà varen pendre part en la festa alcoyana —, va tocar en l'acte de l'entrà de moros la marcha de Blan-
quer «ANY D'ALFEREÇ», marcha que va ser estrenà l'any anterior i que va tindré una gran acollida musical i festera. Aigua també, i en abundància, per a la festa alcoyana en aquell any de 1968, any mes que brillant per a l'Alcoy musical en que la «vella», dirigida per aquell gran músic i millor persona que va ser Fernando de Mora, va registrar per a «Emi Odeon» un disc gramofonic baix el titul «ECOS DEL SERPIS», compost per una selecció de marches mores de lo milloret dels nostres compositors. També, «l'Armonica Alcoyana», va gravar un L.P. de musica espanyola — «Gitanerias», del mege Blanes, en lloc destacat — , baix el titul de «Un programa Espanol», tenint també lloc una actuació seua en la «tele», baix la batuta del mestre Antoni Mompeàn. Deixem també la noticia de la mort del músic i director que va ser de la «vella» Alfredo Alberola Sempere —Alberola, el flauta — , com així mateix del recordat Pepe Juan, mort també en 1968, alacantí i bon director que va estar al front varies vegaes de la nostra Orquesta Sinfónica. Acabem ya. Chicotét recort hem deixat ací de cinc anys de Capità de Moros de la filà «Abencerrajes». El que fa sis, este de 1981, ya el tenim com aquell que diu a la gira del cantó, del qual esperem que siga millor, o al menys, que no desmereixca en els que acabem de rememorar. Faltaria mes. Un abraç a tots. Ernest Valor Calatayud
La Gestación de un Caudillo A la caída de la tarde de aquel día de mayo, la historia iba a levantar acta de una brillante hoja del espeso testimonio que le aportan cada día los protagonistas que la configuran. Los varones de aquella comunidad musulmana, se habían congregado para ser los Notarios de esa etapa de su historia que acababan de protagonizar, como consecuencia de la milicia que les había confiado. En el inventario de quehaceres, resultada como valor predominante, el ardor que se había empleado, el cual había rebasado toda dificultad. La misión estaba consumada. La conquista superada, y el honor y prestigio de la comunidad enaltecidos sin precedentes. Tal es así, que dicha comunidad se vio envuelta en un nuevo llamamiento: En ser los artífices de una nueva gesta; en ser protagonistas de una nueva conquista. Pero una conquista, más temeraria, más elevada, más costosa y más importante que la recientemente librada. Ante tal llamamiento, pues, convenía remozar los afanes, renovar el espíritu de lucha, volver a concebir ocurrencias creativas que son las que dan originalidad y prestigio a la labor que se empieza, y desafiar al destino que es el depositario de los interrogantes. Y en verdad, uno era el primer interrogante que afectaba a aquella comunidad. Y este interrogante era «El Guía»; era el brazo firme, poderoso y seguro que los había de conducir en la nueva campaña. Tal evidencia promovió el que la comunidad empezara a asaetearse con las miradas, y estas recorrían uno y otro rostro en un tono interrogador. De repente, el silencio de la reflexión que sugería momento tan trascendental, se vio quebrado por una voz sencilla que ponderaba: ¡Si os sirve, yo seré ese brazo!... ¡Yo seré el guía de ese honor que os incumbe!... ¡Yo seré vuestro CAPITÁN! Un alborozo general y unánime afloró espontáneo en los rostros de todos los que acababan de escuchar tal desafío. Un sentimiento común de alegría se apoderó de todos... Y un ¡hurra!, cerrado avalaba el consentimiento general, tras las palabras de ritual del Jefe de la comunidad que proclamaban al Capitán de los Abencerrajes para la conquista que iban a librar. Sí, Capitán Gonzalo, sí: Tus incondicionales, tus más próximos, tus Abencerrajes, se inclinan ante la figura de su Señor. Pero más allá de nosotros, es toda una hueste, es todo un
Pueblo quien te eleva al señorío de su Califa, de su Caudillo... de su Rey absoluto. Aceptamos con encanto ese brazo que nos brindas y ese liderazgo que nos propones, y ponemos a tus pies toda nuestra ilusión y todos nuestros afanes para que sean combustión de esa no menor ilusión que a ti te mueve para ser nuestro hermano mayor en esa gesta que juntos vamos a emprender, resucitando el pasado de unos días que dieron honra y nobleza al Pueblo que nos confirma como continuadores de una Tradición solemne. En el Ecuador de la Primavera pasada, fuiste proclamado nuestro Capitán, y hoy en la antesala de una nueva Primavera, podemos contar a todos la ansiedad de tu vivencia ante las pocas lunas que le separan a ese feto sublime de tu ilusión para su triunfal alumbramiento, el cual ha ido gestándose a lo largo de casi un año. Y de antemano auguramos su hermosura y brillantez porque conocemos ingredientes que han dado impulso al crecimiento y gestación de tu Caudillaje, cuales son la creatividad, la estrategia, el arte, la sensibilidad, la entrega, el esfuerzo y la dedicación. Partiendo de ello, estamos seguros que de nuevo vamos a escribir juntos una página dorada en la historia entrañable del Pueblo que nos arropa. Dentro de pocas jornadas, contigo a la cabeza, vamos a rememorar nuestra presentación ante un Pueblo centenario, cuyo rechazo nos obligará a desenvainar nuestros alfanjes, pero lo que un día supuso para nosotros una derrota, porque su valor y su Credo nos superaron, hoy nos configura a ambos bandos como la estampa innata de ese Pueblo que, lanzas en alto no ha dejado de competir, no ha dejado de luchar, no ha dejado de crear, no ha dejado de ser sensible a sus raíces, y en suma, no ha dejado de ser uno y único. ¡Alcodianos!, ya falta poco para que corone su alumbramiento nuestro Caudillo. Fiaros esta vez y recibidle con él a todos nosotros, que, aunque nuestro signo sea distinto, el abrazo de entrambos es lo que el Pueblo espera que le testimoniemos. Y porque conocemos vuestra raigambre, con vosotros también nosotros gritamos.
¡VISCA SANT JORDI! BEN AYAPOCAP
Historia de los Abencerrajes
Algunas obras árabes, las crónicas castellanas del siglo XV y otras fuentes históricas, ofrecen información suficiente para elaborar la historia de los abencerrajes, en términos muy próximos a la realidad. He estimado que resultaría incómodo documentar mi trabajo con referencias constantes a tales fuentes y por ello he prescindido de anotarlo. Para la transcripción de los nombres árabes utilizo el sistema establecido por la escuela de arabistas españoles. Los abencerrajes se atribuían noble alcurnia árabe, pero lo cierto es que no figuran en los tratados genealógicos compuestos por los historiadores hispanomusulmanes y en los cuales están mencionados los personajes de AI-Andalus cuyo origen árabe se consideraba indubitable. El primer abencerraje español de quien tenemos noticia es Abu Abd Alian Muhammad ibn alSarray, que había nacido en Málaga y vivió los años finales del siglo X y una parte del siglo XI. Fue poeta áulico, panagerista de los hammudies y entusiasta cantor de la campiña malagueña. Resulta, pues, que los abencerrajes pululaban ya por las cortes andaluzas en la época de la desmembración del califato cordobés.
Hasta el siglo XIII no volvemos a saber de los dbencerrajes. Por entonces habitaba en Almería un sabio gramático, Abu-l-Husayn ibn al-Sarray, natural de Pechina, el cual fue maestro de al-Awsi y ocupaba el pulpito de la mezquita mayor de Granada el piadoso alfaquí Abu Abd-Allah Muhammad ibn al-Sarray. En los albores del siglo XIV interviene por vez primera, que sepamos, un abencerraje en la política granadina: Abu Abd Allah Muhammad ibn Ibrahim ibn al-Sarray, médico y botánico, autor de obras apreciadísimas en su tiempo y hoy desaparecidas. Desplegó actividades contrarias al gobierno del sultán entonces reinante y éste ordenó su detención. Ibn al-Sarray huyó a tiempo de Granada y atravesando el Mediterráneo, buscó asilo en la corte de los marinies. Parece sin embargo, que tal suceso constituyó un caso aislado, ya que no tenemos noticia de que la familia abencerraje actuase como partido político hasta un siglo después, aunque durante el siglo XIV encontremos deudos de esta familia ejerciendo funciones al servicio del Estado. En efecto, en la primera mitad del último citado siglo, Abu Ishaq Ibrahim ibn Abi Abd Allah Muhammad ibn al-Sarray desempeñaba la alcaidía de la alacazaba de Ronda y la jefatura de su distrito militar, uno de los más importantes del reino. Abu Ishaq Ibrahim falleció el 13 muharram 766 = 9 octubre 1364 y su cadáver fue traído a Granada, para recibir sepultura junto a sus familiares, porque, según consta en su epitafio, tenía en la capital nasri su residencia habitual y en ella radicaba la sede de su linaje. A comienzos del siglo XV, los abencerrajes, guerreros valerosos que habían acreditado su arrojo en la lucha contra los cristianos, desempeñaban alcaidías del ejército granadino y tenían a su cargo la defensa de algunos distritos fronterizos y de fortalezas enclavadas en lugares peligrosos. Uno de estos alcaides, Abu Yacfar Ahmad ibn Abi Allah ibd al-Sarray murió el 2 sawwal 806 = 14 de abril 1404, al caer del caballo que montaba. En el primer tercio del siglo XV, los abencerrajes lograron una intervención activa en la política granadina y llegaron a constituir un partido poderoso, cuya eficacia y decisiva influencia se manifestó evidente. La actuación de este partido, en el que militaban ¡lustres cortesanos de la dinastía, como los Mufarriy, Kumasa y Abd al-Barr, tuvo funestas consecuencias para el Islam español. De manera casi constante prestó su apoyo a los usurpadores y se enfrentó a los legitimistas, provocando la guerra civil, que persistió hasta la extinción del reino y fue causa principalísima de su ruina. La pasión política y la apetencia de mando pesaron más sobre este partido que los intereses de la comunidad musulmana y la salvación del país. En 1419 ocurrió la primera sublevación de los abencerrajes. Era entonces sultán Muhammad VIII, hijo de Yusuf III y por causa de la minoría de edad del monarca, el gran visir alcaide Ali al-Amin, llevaba personalmente el gobierno de la nación. Los jefes de los distritos militares de Guadix e Illora, que eran abencerrajes, molestos por la dictadura que aquél ejercía, se rebelaron contra su autoridad y prestaron su concurso a Muhammad ibn Nasr, un infante granadino nieto de Muhammad V, cuya astucia y audacia eran tan proverbiales en Granada, como su gran ambición. Triunfaron los sediciosos; Muhammad VIII fue destituido y el gran visir Ali al-Amin murió decapitado. El infante Ibn Nasr subió al trono y designó gran visir a Abul-Hayyay Yusuf
ibn al-Sarray, caudillo de los abencerrajes y jefe del partido político de la oposición. Durante ocho años consecutivos, los abencerrajes gobernaron en Granada. El partido legitimista, acaudillado por Ridwan Bannigas mantuvo los derechos del destituido monarca hasta que en noviembre de 1427, el grito de rebelión resonó por la medina de Granada y el usurpador abandonó la Alhambra y dejó en manos legitimistas la corona que venía detentando. Yusuf ¡bn al-Sarray y otros personajes del partido no pudieron o no quisieron escapar con Muhammad ¡bn Nasr y permanecieron ocultos en la capital del reino, hasta que el monarca repuesto usó de la clemencia y tomó el acuerdo de amnistiarlos. El usurpador, que había buscado asilo en la corte de Abu Faris el hafsi, sostuvo con ellos secreto trato, les aseguró que no renunciaba a sus pretensiones y que esperaba ocasión propicia para volver a España y recobrar el trono. Entonces Yusuf ibn al-Sarray y sus amigos, en número de treinta caballeros, decidieron expatriarse de Granada y pasar a territorio castellano, para solicitar de Juan II que apoyase las pretensiones de Muhammad ibn Nasr. Se dirigieron primeramente a Lorca, en busca de Lope Alfonso, regidor de dicha ciudad, con quien el caudillo abencerraje mantenía relaciones amistosas. Don Lope acogió cordialmente a los granadinos y comprendiendo que el asunto que les traía a Castilla interesaba al Rey, acordó llevarlos a su presencia. Don Juan les recibió en Illescas, ofreció su apoyo para la causa de Muhammad ibn Nasr y mandó a Lope Alfonso que se trasladase a Túnez, para hacerle presente sus intenciones, invitándole a volver a España y pedir a Abu Faris que facilitase su regreso y le auxiliara con algunas tropas. El rey de Túnez prestó al usurpador algunos hombres y le entregó armas y dinero y Muhammad ibn Nasr, acompañado por Lope Alfonso, Yusuf ibn al-Sarray y cerca de quinientos caballeros, partió para España. En Vera, donde desembarcó con sus partidarios, fue aclamado sultán y desde aquella villa marchó sobre Granada. Después de derrotar cerca de Guadix a las tropas que para combatirlo, destacó Muhammad VIII, sitió a éste en la Alhambra, obligándole a la rendición. A fines de 1492 Muhammad IX ibn Nasr nuevamente rey de Granada, dio otra vez el poder al partido abencerraje y Abu-l-Hayyay Yusuf ibn al-Sarray ocupó por vez segunda el gran visirato. En marzo de 1431, Muhammad VIII y su hermano el infante Alí fueron ejecutados en la alcazaba de Salobreña, donde el usurpador los tenía presos. Entonces los legitimistas patrocinaron la candidatura del infante Yusuf ibn al-Mawl, para el trono nasri. Con el apoyo de Juan II, a quien ofreció vasallaje, este infantil comenzó la lucha contra Muhammad IX. Las villas y fortalezas situadas a lo largo de la frontera con Castilla se adhirieron a la causa del pretendiente, el cual estableció su corte en Montefrío. La ciudad de Loja se sublevó también a favor suyo pero la guarnición de su alcazaba se mantuvo adicta a Muhammad IX y trató de reprimir la rebelión, combatiendo a los sublevados de la medina. Pidieron éstos socorro al infante Yusuf ibn alMawl, el cual no se movió de Montefrío, pero transmitió la demanda a los capitanes castellanos que lo protegían, encareciéndoles que acudiesen con presteza en auxilio de los lojeños. Con gran trabajo y mucho peligro, porque las lluvias
torrenciales que cayeron durante aquellos días tenían interceptados los caminos, el Adelantado Mayor de Andalucía don Diego Gómez de Ribera logró alcanzar Loja con sus hombres y unirse a los de la medina que luchaban contra los de la guarnición de la alcazaba. Cuando Muhammad IX, que hasta entonces no había realizado ningún esfuerzo para atajar la rebelión supo lo que ocurría en Loja, envió un ejército en auxilio de las tropas que le eran adictas y a las cuales los castellanos tenían sitiadas en la fortaleza. El día 3 de diciembre de 1431, el ejército expedicionario granadino dio vista a Loja y para combatirlo, salieron de la ciudad las fuerzas castellanas, reforzadas con las de la medina. La batalla se libró ese mismo día en la vega de Loja, muy cerca de la ciudad. Lucharon encarnizadamente de una y otra parte, hasta que Yusuf ibn al-Sarray, el gran visir caudillo del partido abencerraje, que iba al frente del ejército granadino, cayó mortalmente herido por un golpe de lanza. Cuando sus hombres lo vieron muerto, se desmoralizaron y abandonando el campo, huyeron en precipitada fuga. La guarnición de la alcazaba que había contemplado inactiva el combate, vista la derrota de las tropas que venían en su auxilio, decidió capitular y entregó la fortaleza a la gente de Ibn alMawl. En los últimos días del mismo mes Muhammad IX, desaparecido su más decidido partidario, se sintió impotente para dominar la rebelión triunfante, abandonó otra vez la Alhambra y seguido por los más conspicuos personajes del partido abencerraje, huyó de Granada, dejándola a merced del vencedor. Yusuf ibn alMawl fue proclamado sultán el 1 de enero de 1432. Muhammad IX y sus abencerrajes se refugiaron primeramente en Almería y de allí pasaron a Málaga, en donde aquél estableció su corte. Le permanecieron adictas las ciudades del litoral y toda la serranía de Ronda y cuatro meses después, a fines de abril del mismo año, era de nuevo dueño de Granada. El infante ibn alMawl, a quien detuvo en la Alhambra, fue ejecutado juntamente con treinta caballeros legitimistas que no quisieron abandonarlo. Al ser proclamado por vez tercera sultán de Granada, Muhammad IX entregó de nuevo el poder al partido abencerraje, pero como el más conspicuo representante de la familia, el que fue gran visir Abu-l-Hayyay Yusuf ibn al-Sarray había perecido en la batalla de Loja, nombró jefe del gobierno a Ibrahim ibn Abd al-Barr que militaba en el partido y estaba emparentado con aquella familia. Los abencerrajes tuvieron atribuidas funciones gubernativas durante todo el tercer reinado de Muhammad IX, que se prolongó hasta comienzos del año 1445. Desempeñaron visiratos en el gobierno central de la nación, prefecturas en los distritos y alcaidías en el ejército. El alfaqüí Abu-l-Qasim, hijo del fallecido gran visir Yusuf ibn al-Sarray ocupó hasta su muerte, ocurrida a fines de 1444, uno de los ministerios del gobierno que presidía Ibn Abd al-Barr. El alcaide Muhammad, otro hijo de Yusuf, cayó el 28 de julio de 1438 en los campos de Castril, cuando luchaba al frente de las tropas granadinas, contra las fuerzas del Adelantado de Cazorla, Rodrigo de Perea, que también murió en la acción. Un año más tarde, el alfaquí y visir Abu-l-Qasim antes citado asistió en la Alhambra a la jura del pacto de treguas que, en dicho año se convino con Castilla. A comienzos de 1445, el usurpador Muhammad IX fue destituido por otro usurpador, un pariente suyo, llamado también Muhammad y apellidado el Cojo.
Muhammad IX quedó encarcelado en las mazmorras de la Alhambra y los abencerrajes no se avinieron a aceptar el golpe de estado. Abandonaron Granada y se retiraron a Montefrío para declararse en abierta rebeldía contra el nuevo sultán. Preso Muhammad IX, ofrecieron su concurso a un nuevo pretendiente, el infante Yusuf ibn Ahmad, nieto también de Muhammad V y que, huido de Granada, había sido acogido por Juan II en su corte castellana. Este infante que alegaba mejores derechos al trono que todos los usurpadores que lo venían detentando, había ofrecido rendir vasallaje al rey de Castilla si llegaba a ceñir la corona de Granada. Juan II puso algunas tropas y cierta cantidad de dinero a disposición del pretendiente y éste, acompañado por un grupo de caballeros castellanos, se dirigió a Montefrío y se unió a los abencerrajes que capitaneaba Ibn Abd al-Barr. Los conjurados marcharon sobre Granada, cuya población se mantuvo indiferente y no prestó ayuda a Muhammad el Cojo, quien solo disponía de la menguada tropa constituida por sus escasos partidarios. El usurpador abandonó la Alhambra y el ejército coaligado de cristianos y abencerrajes tomó posesión de ella y proclamó sultán a Yusuf ibn Ahmad. El reinado de este infante, Yusuf V, fue muy efímero y a comienzos del año 1446, Muhammad X el Cojo reinaba otra vez en Granada, en cuyo trono se mantuvo hasta comienzos de 1448. En este año Muhammad IX lo recobró por cuarta vez, ocupándolo hasta fines de 1453, en que fue destituido y ejecutado por Sacd. Desde 1446 y hasta 1460, apenas si tenemos noticias de los abencerrajes. Un cronista castellano cuenta que Ibrahim ibn Abd al-Barr y sus abencerrajes intervinieron en la batalla de los Alporchones (17 de marzo de 1452) y en un romance fronterizo que tiene esta batalla como tema, se afirma que Ibn Abd al-Barr fue ejecutado por orden de Muhammad IX al volver vencido a Granada. Lo primero puede ser cierto; lo segundo parece menos probable. Lo único que conste es que el 10 safar 865 = 26 noviembre 1460, reinando en Granada el Sultán Sacd, los abencerrajes intervenían de nuevo en la política granadina y ocupaban cargos en la gobernación del Estado. En dicha fecha, otro Abu-l-Hayyay Yusuf, hijo del alfaquí y visir Abu-l-Qasim y nieto, por lo tanto del que fue gran visir, Yusuf ibn al-Sarray, el que pereció en la batalla de Loja el año 1432, era uno de los más prestigiosos alcaides del ejército y gozaba la estimación y el aprecio del sultán. Consta también que Sacd sustentaba su poder en el partido abencerraje, cuyo caudillo a la sazón, el acaide Abu-l-Surur ibn Abi Nasr ibn Abi-l-Surur Mufarriy presidía el gobierno. Pariente de los abencerrajes estaba además, unido a la dinastía por vínculos matrimoniales. Un abencerraje que tenía el de Yusuf por nombre propio, ocupaba uno de los ministerios del gobierno presidido por Mufarriy. Por este tiempo las relaciones entre el monarca y el partido eran bastante frías y los abencerrajes alentaban las ambiciones del príncipe Alí, que aspiraba a sustituir a su padre en el trono antes de que la sucesión recayese en él legítimamente. Sacd tuvo conocimiento de lo que se tramaba en contra suya y acordó hacer un escarmiento en los abancerrajes. Un día de julio de 1462, llamó a su gran visir Abu-lSurur Mufarriy y al ministro Yusuf ibn al-Sarray de cuya lealtad sospechaba y apenas ambos penetraron en palacio, fueron detenidos por la guardia del sultán y seguidamente ejecutados, por orden del mismo. Este ac-
to de crueldad realizado por el monarca provocó la inmediata sublevación del partido. Los abencerrajes abandonaron Granada y acompañados por el príncipe Alí, se retiraron a Illora, en donde se declararon rebeldes al sultán y proclamaron a su hijo. El pueblo granadino, alarmado por los últimos reveses sufridos en la guerra con los cristianos —Archidona y Gibraltar había caído en poder de estos— y deseoso de un monarca joven y enérgico que los mantuviera a raya, favorecieron la rebelión. En agosto de 1464 Abu-l-Hasan Alí (Muley Hacen) con el favor de los abencerrajes, destituyó a su padre y fue reconocido en la Alhambra como sultán de Granada. El nuevo monarca depositó su confianza en el partido que lo había exaltado al trono. Muerto Abu-l-Surur Mufarriy a manos de Sacd, los abencerrajes eligieron caudillo a uno de sus parientes, el prestigioso alcaide Ibrahim ibn al-Ascar, noble caballero granadino, muy estimado por sus conciudadanos; al cual el sultán designó gran visir del gobierno, por su cualidad de jefe del partido. Como en ocasiones anteriores, deudos de la
familia abencerraje formaron parte del ministerio y un visirato fue ocupado por Abu Abd Allah Muhammad, hijo del alcaide Muhammad ibn al-Sarray, el que murió en los campos de Castril, luchando al frente de las tropas granadinas contra el Adelantado de Cazorla Rodrigo de Perea. Abu-l-Hasan Ali había desposado a la princesa Fátima, hija de Muhammad IX el Zurdo, el usurpador que en 1419, ganó el reino merced al concurso que le prestaron los abencerrajes, a quienes, por tal circunstancia, estaba fuertemente vinculado. Los abencerrajes, por su parte, consideraron siempre al Zurdo como su patrono y decidido protector de los intereses del partido, cuyos miembros lograron honores y fortuna gracias al favor que aquel hubo de dispensarles. Cuando el Zurdo murió atribuyeron el patronazgo de la familia a la princesa Fátima, por la cual sentían ¡a gratitud, el respeto y el cariño que tuvieron a su padre. Fátima fue el lazo que unió a los abencerrajes con el sultán Sacd, a quien sirvieron, merced a los buenos oficios de la princesa, a pesar de que dicho sultán había sido la causa de la ruina del Zurdo. Por la misma razón, favorecieron luego las aspiraciones de Abu-l-Hasan Alí y conspiraron contra el sultán que les había entregado su privanza. El referido Abu-l-Hasan Alí tuvo primero por concubina y desposó después a Isabel de Solís, esclava cristiana que, renegada, llevó el nombe de Turayya. Los abencerrajes tomaron como propio el ultraje inferido por Abu-l-Hasan Ali a la sultana Fátima, se apartaron del monarca y concluyeron por combatirlo. Entonces éste los persiguió con crudeza, mandó detener a los más conspicuos miembros del partido y ejecutó a muchos de ellos. Los abencerrajes cifraron en la huida la esperanza de su salvación y en su mayoría, abandonaron Granada. Algunos buscaron asilo en la casa del Duque de Medina Sídonía, otros en la de Aguilar y los restantes en diversas ciudades castellanas fronterizas. Allí permanecieron hasta que en 1482, puestos secretamente de acuerdo con otros personajes del partido, regresaron a Granada para urdir la conjuración que provocó la caída de Abu-l-Hasan Alí y la proclamación de su hijo primogénito Muhammad (Boadbil), habido con la sultana Fátima. Los abencerrajes se agruparon nuevamente alrededor del joven monarca y bajo el caudillaje del pariente de aquellos Abu-l-Hayyay Yusuf ibn Ibrahim ibn abd alBarr, que fue encargado del gran visirato. Desde entonces y hasta que los Reyes Católicos conquistaron la capital nasrí y feneció el reino, ejercieron ininterrumpidamente funciones de gobierno e intervinieron en los últimos combates que los musulmanes sostuvieron contra los cristianos. Un Muhammad ibn al-Sarray, alcaide del ejército granadino, luchó en la batalla de Lucena y juntamente con el monarca, cayó prisionero del enemigo. En esta batalla murieron el gran visir Abu-l-Hayyay Yusuf ibn Ibrahim ibd Abd al-Barr, su primo, el alcaide Muhammad ¡bd Abd al-Barr, el alcaide Ibrahim ibn Kumasa y otros caballeros del partido abencerraje. Cuando los Reyes Católicos pusieron el libertad a Boabdil y éste constituyó otra vez su corte y formó su gobierno, designó a Yusuf ibn Kumasa para que sustituyera a Ibn Abd al-Barr en el gran visirato. Ibn Kumasa fue el último gran visir que tuvo Granada y otros deudos de la familia abencerraje formaron también parte del gobierno que trató la capitulación.
Al pactarla, Boabdil, cuidó de que los abencerrajes como otros amigos suyos, quedasen en situación privilegiada, respecto de los restantes cortesanos. Tras la conquista, los abencerrajes abandonaron la capital nasri y después de haber vendido los bienes inmuebles que en ella poseían, se trasladaron a la Alpujarra. En su mayor parte, no quisieron permanecer en España y en marzo de 1493, emigraron casi en masa, al Norte de África. El frecuente trato que, durante la dominación musulmana había tenido con los cristianos y la íntima convicción del perjuicio que causaron al Islam andaluz con sus constantes subversiones, hicieron mella en los historiadores árabes del siglo XVII y uno de éstos cuenta, sin fundamenteo de ninguna clase, que los Reyes Católicos ordenaron la expulsión de todos los musulmanes españoles, excepto la de la familia abencerraje, única que quedó autorizada para vivir en España. Enrique Rodes
Abencerratges i Cegris Creo que así tituló un compositor alcoyano, de esos maestros de pura cepa y recia personalidad, una composición suya. La evocación musical está sobradamente clara: Aben-Humeya, el imperio Nazarita, las guerras y rebeliones de las Alpujarras, la rivalidad entre ambas dinastías o grupos étnicos y un sin fin de razones que el romancero morisco, que la literatura genuinamente española, que la novelística de otras latitudes ha venido a inmortalizar, lo mismo que pintores y dibujantes de diferentes épocas. Al grupo de amigos, campechanos y abiertos, festeros hasta el tuétano, ingeniosos y dicharacheros que al comenzar el actual siglo, en 1902 concretamente, se les ocurrió fundar una nueva filá, austera, sencilla, con nuevo diseño y diferente sesgo, que habría de ser bautizada con el pomposo y dinástico nombre de «Abencerrajes» yo no sé si les guió alguna idea historicista, alguna motivación concreta que, de algún modo, evocara a Boabdil El Chico, el Generalife, la Alhambra, aquellas sierras nevadas o aquellos patios recoletos en los que los mocárabes, las fuentes, los arcos lobulados y de herradura, las tazas de los surtidores y los arrayantes. Posiblemente no. Casi con seguridad
absoluta todo fue mucho más sencillo, más simple, más espontáneo y natural. Cuando dos alcoyanos se juntan ya se sabe: a «fer la filaeta». Allí, en el seno de la Sociedad Apolo, junto a la «Primitiva» —añosa y venerable—, fueron alumbrados los Abencerrajes. El diseño lo firmó un pintor del que apañas tenemos noticias concretas: Rafael Peidró Peidró, y en un alarde de buen gusto, entonando el fondo sobre el que se recorta la silueta de la nueva filá, el artista dio entidad y fisonomía a esta flamante agrupación festera. No saldrán los Abencerrajes a la calle, sin embargo, hasta 1904, y al hacerlo, y juntamente con la también recién creada filá de Marrakesch y la veterana de Chano —capitana en aquella ocasión— la entrada de moros quedó definitivamente revitalizada, reelaborada. La pompa y la circunstancia, la solemnidad y pastosidad de la música, lo apropiado del atuendo, la ilusión desplegada y un largo etcétera de motivaciones, de detalles, convirtieron el bautizo de fuego de los Abencerrajes en una Fiesta difícilmente superable. La gente, el público, los alcoyanos, lo recordarían con embeleso. Desde entonces hasta hoy mucha es el agua que ha pasado por debajo de nuestros puentes y mucha la lluvia caída. La filá está ahí, en pie, vigorosa, pictórica, evolutiva. La entrada de 1980, la alferecía del año pasado, ha marcado una pauta, ha significado poner, como suele decirse, una pica en Flandes. El montaje de desfle a lo «Cecil B. de Mille» que cerraba la espectacular entrada mora, será, también difícil de olvidar por todos. Fue una alferecía de impacto, de choque, de sacudida. La crítica —ya se sabe que nunca llueve a gusto de todos— dijo lo que dijo o dirá lo que dirá, pero quienes buscan en la Fiesta esencias viejas con nuevos atractivos, tradicionalismo que no sea inmovilista, que no esté varado al poste de los atavismos de siempre, reconocerán que los Abencerrajes «echaron la casa —o el burro, lo mismo da— por la ventana». Todo se lo jugaron a una carta, y esa carta —la historia lo juzgará en su momento— se nos antoja triunfo, un as de cabo a rabo. La Fiesta nuestra es así. Siempre igual y eternamente nueva. Discurre por los cánones y los cauces que nuestros mayores nos legaron y cada primavera, con el rebrotar de las flores, aparece distinta, rediviva, diferente. Aquí está el secreto, aquí radica la esencialidad, la profundidad, la transcendencia de nuestros Moros y Cristianos celebrados como acción de gracias. Una Fiesta que puede ser —y de hecho lo es— espectacular, pero que no es un espectáculo ni una fanfarria, ni un carnaval. La profundidad medular de la Fiesta es lo que le da vida, lo que la convierte en un auténtico y completo «Auto de Fe», «Canción de Gesta», «Romance Fronterizo»... Y los Abencerrajes, como el resto de les filaes así lo entienden, no sabrían pensar de otra manera. La tradición, la fidelidad a unas creencias, el amor a la tierra son el sostén, la línea matriz y motriz del Alcoy abrileño. Adrián Espí Valdés Cronista de la A. de San Jorge y de la Filá Navarros
INDIVIDUOS DE LA FILA ABENCERRAJES ABENCERRAJES DE HONOR José Aura Lucas Antonio Armiñana Abad Rafael Botella Sempere Rafael Bou Aparicio Jorge Pérez Pérez José Sanz Llopis
1.— José Sanz Llopis 2.— José Botella Vilaplana 3.— Ramón Castañar Segura 4.— Jorge Pérez Pérez 5.— Rafael Bou Aparicio 6.— Abelardo Pérez Pascual 7.— Julio Berenguer Barceló 8.— Antonio Doménech Pastor 9.— Rafael Llopis Barbera 10.— Dionisio Tomás Garrido 11.— Carlos Company Muntó 12.- Domingo Ballbé Abad 13.- Rafael Carbonell Blanes 14.— Santiago Guillem Mataix 15.— Casimiro Corbí Castelló 16.— Jorge Pérez Climent 17.— Indalecio Carbonell Llopis 18.— Antonio Botella Vilaplana 19.--Rafael Roma Ripoll 20.— Ángel Soler Colomer 21.— Rafael Pérez Santonja
22.— Pedro Estevan Juan 23.— Jorge Mira Esteban 24.— Antonio Pérez Climent 25.— Ignacio Albalá Rodríguez 26.— Camilo Cano Cano 27.— Rafael Meya Jové 28.— Juan Cuesta Berenguer 29. — José Samper Gisbert 30.— Francisco Blanes Gisbert 31.— Juan Sirvent Brotóns 32.— Rafael Miró Mira 33.— Francisco Payá Martí 34. — Rafael Cortés Vañó 35.— Enrique Bosch Olcina 36.— Eugenio Raduán Boronat 37.— Alejandro Giménez Boronat 38.— Antonio E. García Jordá 39.— Rafael Moya Bernabeu 40.— Miguel Miró Colomina 41.— Jorge Sanz Payá 42. — José Antonio Sanz Payá 43.— Javier Carbonell Pastor 44.— Jorge Jordá Payá 45.— Carlos Sempere Borja 46.— Antonio Botella Mira 47. — Salvador Estevan Estevan 48.- Germán M. Gisbert Mullor 49.— Joaquín J. Gomis Langa 50.— Fernando Blanes Pastor 51.— Juan Calabuig Pérez 52.— Camilo Ferrándiz Soler 53.— José Ma Lloréns Pastor 54.— José Sempere Carbonell 55.— Enrique Bardisa Cátala 56.— Julio Mira Moya 57.— Jaime Bordera Gil 58.— Rafael Moltó Lloréns
59. — José Terol Carbonell 60.— Antonio Calvo Mínguez 61. — Ángel Tejedor Escribano 62.— Enrique García Abad 63.— Jorge Botella Miró 64.— Vicente Carbonell Pastor 65.— José L. García Cantó 66.— Alfonso Raduán Payá 67.— Rafael Moya Jover 68.— José Pérez Tomás 69.— Julio C. Richart Martínez 70.— Indalecio Carbonell Pastor 71.— Luis Sainz Raduán 72.— Alberto Pérez Pascual 73.— Antonio Calvo Flores Segura 74. — Francisco Cortés Gosálbez 75.— Guillermo Berenguer Jordá 76.— Rafael Llopis Miró 77.— Enrique Rodes Payá 78.— Francisco Aznar Jordá 79.— Damián Pascual Boixader 80.— Santiago Guillem Picó 81.— Gonzalo Matarredona Terol 84.— Rafael Roma Ferré 85.— Antonio Sirvent Mira 87.— Julio Berenguer Jordá 118.— Miguel Penadés Navarro 126.- Luis Mataix Arañó 127.— J. Vicente Corbí Soler 128.— J. Luis Bordera Gil 142.— Ricardo Amorós Bernabeu 143.— Vicente Pascual Vidal 144.— Rafael Andrés Cortell 147.— Joaquín Sanz Agulló 152.— Agustín M. Soler Bou 163.- Juan Belda Miró 164.— Antonio Picher Calvo
FESTEROS JUVENILES E INFANTILES
82.— Jorge Samper Sirvent 83.— Francisco Blanes Nules 86.- Miguel Pascual Boixader 88.— Jorge Berenguer Jordá 89.— Eduardo Blanes Nules 90.— Teobaldo Jordá Pérez 91.- Vicente Albors Botella 92.- Camilo Albors Botella 93. - Fernando García Cantó 94.— Miguel Roma Ferré 95.- Miguel Ballbé Calatayud 96.— Antonio Guillem Picó 97.— Jorge Mira Boronat 98. — Antonio Peidró Cantó 99.— Ignacio Albalá Cano 100.— Gabriel Roma Ferré 101.— Jorge E. Blanes Nules 102.— Carlos Company Navarro 103.— Jorge Company Navarro 104.— Fernando Raduán Reig 105.— Jorge Gomis Hernández 106.— Jorge Valiente Carbonell 107.— Javier Carbonell Miralles
108.— 109.— 110.— 111.— 112.— 113.— 114.— 115.116.— 117.— 119.— 120.— 121.— 122.— 123.— 124.— 125.— 129.— 130.— 131.— 132.— 133.— 134.—
Jorge Pérez Sempere David Pérez Sempere Jorge Vañó Sempere Miguel E. Cortés Marco Pablo Payá Guillem Luis Rafael Sainz Llin Juan A. Ferrándiz Guillem Daniel Rodes Moltó Juan Francés García Juan Sirvent Mira Víctor Mira Boronat Camilo Botella Poveda Antonio J. Morant Vilaplana Alejandro Samper Sirvent Antonio Samper Sirvent Enrique Bardisa Trelis Miguel Ángel Tejedor Belda Jaime Matarredona Terol Rafael Cáscales Pascual Jorge Albors Botella Antonio Jorge Jordá Pérez Francisco Anaya Blanes Jaime Bordera Roma
135.— 136.— 137.— 138.— 139.— 140.— 141.— 145.— 146.— 148.— 149.— 150.— 151.— 153.— 154.— 155.156.— 157.— 158.— 159.— 160.161.— 162.—
David Bordera Roma Oswaldo Bordera Vidal Luis Bordera Vidal Ignacio Llopis Miró Jorge M. Sempere Gosálbez José Solbes Saez Abelardo Pérez Climent Osear Mira Alcántara Jorge Richart Pastor Miguel Peidró Zaragoza Joaquín Sanz Silvestre Jorge Sanz Silvestre Víctor José Gomis Hernández Alejandro García Raduán Eugenio Raduán Gomis Eduardo Jordá Cerda Miguel Pérez Jordá Raúl Moltó Sempere Jaime Martínez Moya Jaime Sirvent Mira Alfredo Navarro Vaello Bernabé Cano García Eduardo Botella Poveda
SOCIOS S I M P A T I Z A N T E S
José Aura Lucas Antonio Armiñana Teobaldo Jordá Payá Juan Miró Valor Jorge Silvestre Andrés Ángel Llopis Miró Ricardo Mira Delfín Galbo Juan Jado Pastor Miguel Penadés Agustín Silvestre Mario Miralles Gisbert
Demetrio Botella Vilaplana Fausto Olcina Juan Serra de la Peña Antonio Peidró Mora Emilio Corbí Castelló Camilo Botella Brotóns Antonio Revert Cortés Eliseo Aller Miró Miguel Pérez Tormo Manuel Peris Hermelando Linares Nácher Gonzalo Matarredona Llopis
Jaime Meya Miró Enrique Jordá Payá José Antonio Encuentra Rafael Botella Seguí Rafael Botella Sempere Francisco Miró Antonio García Luis Bosch Olcina Juan Luis Martínez Payá Eugenio Borrell Ruiz Patricio Valles Muñiz Abelardo Pérez Tornas
Programa de Actos '81 31 MARZO
22 ABRIL
20.00 horas.- JUNTA GENERAL. Orden del día: Lectura Acta anterior. Reparto Fiesta. Cabos. Nit de L'Olla. Confirmación asistencia actos y comidas y reparto Tikets previo pago. Ruegos y Preguntas.
20.00 horas.— Cena Savoy y ENTRADA por Avda. del País Valencia.
12 ABRIL 11.00 horas. — Teatro Circo. Concierto de Música Festera a cargo de nuestra Banda «PRIMITIVA» con piezas de autores alcoyanos.
19 ABRIL 8.30 horas.— Almuerzo Gloria. 13.00 horas.— Vermut Gloriero. 17.00 horas.- Serena y ENTRAETA.
20 ABRIL 20.00 horas.- PROCESIÓN TRASLADO. Con anterioridad, se podrá retirar la cera en la Filá.
23 ABRIL 9.00 horas.— Coca para los niños en la Filá y GLORIA INFANTIL. 13.00.— Vermut Glorieret. 21.30. - Nit de L'Olla y ENTRADA por San Nicolás.
24 ABRIL 6.00 horas.— Mañanita y herbero en la Filá. Colocación de Lazos por la Madrina. 6.30.- PRIMERA DIANA (plaza España). 7.45.— Segundo Tramo Diana desde el Partidor. 13.00.- COMIDA ENTRADA con Tiket. Local Santiago Guillem, Calle San Vicente. 16.30.- Arranca ENTRADA DE MOROS desde el Partidor. Al finalizar, pasacalle hasta el Hotel Reconquista. 22.00.- CENA HOMENAJE A LA MUJER
FESTERS (tiket) en el Hotel Reconquista.
25 ABRIL 8.30 horas.- SEGUNDA DIANA (Arrancamos en 1er lugar) desde la Avda. País Valencia. Al finalizar, Coca CAPITÁN en el Patio Colegio Masculino San Roque y acompañamiento a la Iglesia de San Jorge. 10.45 horas.- PROCESIÓN DE LA RELIQUIA y Misa Mayor Al finalizar ésta, acompañamiento del CAPITÁN a la Filá y vermut. Devorado éste, acompañamiento al Hotel Reconquista y COMIDA DEL CAPITÁN (con señoras y con Tikets). 18.00 horas.— Terminada la Comida de Hermandad festera, acompañamiento del CAPITÁN a la Placeta del Garbo para la PROCESIÓN GENERAL. Al finalizar, acompañamiento del CAPITÁN a su domicilio, L'Alameda n° 11. 21.30 horas.— Cena en SAVOY a scoti. 23.00 horas.— Finalizada ésta, alboroque con verbena en la Plaza de España.
26 ABRIL 8.00 horas. — Herbero en el domicilio del CAPITÁN, L'Alameda n° 11 y GUERRILLA. Al finalizar ésta, frechit en conill a cargo del CAPITÁN Jr. y acompañamiento posterior al ENCARO. 10.00 horas.- ESTAFETA Y EMBAJADA MORA, debiendo estar a las 9.30 dos Abencerrajes en la Placeta de San Francisco (a caballo) y el jinete Abencerraje para la ESTAFETA. 11.00 horas. - ENCARO CAPITANES desde la Calle San Vicente y ALARDO MAÑANA. Finali-
zada la lucha con arma blanca, acompañamiento del CAPITÁN con pasacalle hasta Savoy. 13.00 horas.— COMIDA en Savoy. 16.30 horas.- ESTAFETA y EMBAJADA CRISTIANA, debiendo estar a las 16.00 horas, ocho Abencerrajes encima del Castillo y dos Abencerrajes a Caballo detrás de éste. 17.30 horas.- ALARDO TARDE. Desde el Castillo. Salimos en primer lugar. 20.00 horas.— Finalizada la lucha con arma blanca, acompañamiento del CAPITÁN, desde el Castillo con toda la Filá y Banda de Música para recoger a Sant Jordi «El Xicotet» al Templo de San Jorge para el acto de ACCIÓN DE GRACIAS. Terminado éste, último acompañamiento del CAPITÁN a su domicilio. 21.30 horas.- APARICIÓN DE SAN JORGE. 22.30 horas.- SOPARETS (a scoti) en la Plaza de España y verbena con organillo.
27 ABRIL 14.00 horas.- COMIDA DE DESAGRAVIO en Cafetería Manila (scoti).
NOTAS: El diseño completo, habrá de llevarse en todos los actos oficiales, salvo exclusivamente en la RETRETA y ALARDO. En la segunda Diana, también diseño completo, dado que se necesitará seguidamente para la Procesión de la Reliquia. Prevención Accidentes en los días de Fiesta: MUTUA DE LEVANTE.
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