San Jorge HĂŠroe de leyenda
San Jorge, HĂŠroe de leyenda
Justificación
He tenido la inmensa fortuna de que mi hijo, Ferrán Gisbert Carbonell, desempeñe el cargo de Sant Jordiet 1992, por la Filá Guzmanes. No he querido desaprovechar la ocasión de dar a conocer a los niños alcoyanos esta narración, historia y leyenda, de San Jorge nuestro patrón, pues aunque hay mucho escrito, siempre ha ido dirigido a mayores. Me he encontrado que al preguntarle a él y a otros niños, ninguno de ellos me ha sabido explicar quién era San Jorge, y qué representa, contestándome tan sólo, que Sant Jordiet aparece "encima del castillo tirando flechas". Si con esta narración que no es más que una recopilación de lo mucho y bien escrito que hay publicado sobre el tema, se consigue que algún niño -o no tan niño- consiga aclarar más sus ideas en este tema, y todo este trabajo no resulte estéril, mi satisfacción y orgullo como alcoyano y como amante de nuestrus tradiciones quedaría sobradamente colmada. Vaya dedicado este trabajo a todos los alcoyanos que quieren o han querido encarnar a Sant Jordiet. VISCA SANT JORDI! Fernando Gisbert Pascual
San Jorge, Soldado Romano
Según los historiadores, San Jorge, nació sobre el año 284 en Mitilene (Capadocia), hoy en Turquía y por entonces Colonia Romana. Era hijo de labradores acomodados, su mismo nombre en su lengua quiere decir "amante de la tierra". Llegada la edad adecuada nuestro joven escogió la carrera de las armas. Se alista en el ejército romano y muy pronto sobresale entre sus compañeros por su valor y compañerismo y se gana la estimación de sus jefes decuriones y centuriones.
Un mal día de aquellos tiempos, algún desalmado, prende fuego al palacio imperial, y son culpados del hecho los cristianos. El emperador Diocleciano enfurecido decretó persecución contra los acusados. Lleno de dolor e indignación por la injusticia, nuestro nobilísimo Jorge decidió defender a los cristianos aún sabiendo que se jugaba la vida y todo su bienestar, repartió sus bienes entre los pobres y dió libertad a los pocos esclavos que tenía. En ser interrogado se declaró cristiano. Sorprendido el Emperador le respondió: "Piensa joven lo que dices y mira por tu porvenir". Le habló de los suplicios espantosos y castigos; y muy por el contrario las dignidades y cargos que le daría en premio si abandonaba a aquellos desgraciados malhechores.
A todo ello respondió nuestro joven militar: "Ten bien entendido, oh! Diocleciano, que el Dios que yo sirvo me dará la victoria. Me sobran tus ruegos y amenazas". Enfurecido y rabioso Diocleciano manda la detención: es encarcelado y martirizado. Pero ni aún así, nuestro Jorge se arrepintió de sus palabras Queriendo el Emperador acabar con el indomable soldado dicta sentencia de muerte, siendo decapitado fuera de la murallas de la ciudad. El lugar de su muerte no está claro si fue Nicomedia, Mitilene o Dioscópolis. La fecha Abril del año 303 de Jesucristo
HĂŠroe Medieval
No es de extrañar que la devoción por su noble figura fuera tan intensa entre las gentes de armas como extensa por países y nacionalidades diversas. San Jorge, por el hecho mismo de su profesión de militar romano, por su juventud, por la fuerza en que se declara cristiano, tuvo siempre la simpatía de todos los hombres de espíritu caballeresco. Empezando por la mítica leyenda de la princesa, hija del Rey oriental, y el fantástico dragón que devoraba doncellas, y continuando con sus apariciones a aragoneses, ingleses, catalanes y valencianos, nuestro San Jorge acaba por tener un renombre de héroe fabuloso. Los caballeros de la tabla redonda y del Rey Arturo tenían constantemente en los labios el nombre de San Jorge. En el siglo V aparece su culto en Grecia, Asia Menor, Egipto e Italia. Más tarde los Croatas difunden su fama de batallador por
Rusia, Suecia y Sajonia. También Inglaterra y Francia y los reinos españoles de Aragón, Cataluña y Valencia, a El se amparan en sus batallas, cuyas órdenes militares adoraban su nombre. Y de este fervor religioso vino la leyenda de su aparición en la batalla de Alcoy como en la de Osca y en el Puig de Santa María. Nuestro milagro está claro por la victoria de unos pocos y pacíficos sitiados frente a los muchos y belicosos sitiadores que a la muerte de su caudillo Al-Azrach, se dispersaron sin hacer uso de su fuerza sobre la villa. A continuación cuarenta caballeros de Xátiva, enviados por el Rey Jaime I, que salieron a perseguirles fueron vencidos por los antes acobardados sarraceros en el paso del barranco de Nocet, que desde entonces se conoce por "barranco de la batalla". Lo que demuestra su milagrosa intervención en las puertas de Alcoy. X
San Jorge, Patr贸n de Alcoy
A raíz de estos trascendentales hechos, una mañana del mes de Abril de 1276 San Jorge, fue proclamado patrón de Alcoy, y en 1312 se erigió una capilla en su honor en el lugar se su aparición. Aunque se tienen pocas noticias sobre fiestas patronales en su honor desde 1276 a fines del siglo XV. En el siglo XVI es cuando empieza a exteriorizarse popularmente la fiesta patronal. En 1552 aparece el dato singular de pagar a un tal Ginés Verdú por llevar la cabeza de un dragón durante un festejo callejero. No olvidemos que la imagen que se veneraba del Santo era la del dragón, por lo que "el cap de drac" tenía un sentido simbólico. En 1742 según cuentan los libros de la época "salió un carro triunfal en que se representaba cuando el Santo por liberar a la princesa Margarita de Fenicia, mató al infernal dragón". Nuevo acto fue también "una gloria artificial con ángeles cantando y la aparición del santo sobre los muros de la villa con dos ángeles que sobre dos carriles corrían disparando granadas y flechas sobre los muros de la villa", esta representación se hacía sobre el año 1753. La devoción al Santo iba en aumento y los alcoyanos sabedores de que en la Catedral de Valencia se conserva una mano del Santo, consiguieron un dedo de ésta, según consta en escritura
autorizada por el notario eclesiástico. El día 22 de Abril de 1832 todo el pueblo en masa se hallaba apiñado en la cuesta de Algezares y Caramanchel esperando ansiosamente la llegada de la Reliquia. Al descubrirla, las aclamaciones de la multitud fueron inmensas. Hoy en día la Reliquia se conserva en el templo de San Jorge, en un artístico relicario que era una antigua custodia de la Parroquia de Santa Maria. Volviendo a las representaciones, hacia el año 1903 una de las más celebradas ocurrencias fue la llamada "Cuca fea". La Cuca fea, se paseaba en un tablado por toda la ciudad y consistía en un dragón cuya cabeza por medio de ocultos resortes abría la boca y arrojaba flores, versos y a veces bocanadas de harina, con el regocijo de todos los presentes. Aunque sin duda el acto más representativo es el que tenía lugar en la plaza de San Jorge, sobre un tablado, se situaba una doncella ricamente vestida, mientras por una de las calles que afluían a la plaza llegaba la "cuca fea" con el monstruo de la cabeza de dragón y con aire devorador iba aproximándose hacia la doncella que entonces se arrodillaba y pronunciaba una sentida plegaria y cuando en el momento en que el dragón enfurecido abría su horrible boca para tragarse a la doncella, aparecía la
imagen de San Jorge armado con una lanza y al llegar junto al dragón le hundía el acero y le mataba. Este acto ha evolucionado y, cuando la imagen de San Jorge "matamoros" sustituyó a la del dragón del siglo XIX, comenzó a pensarse en la aparición tal como es en la actualidad. Fue en 1882 cuando se tiene noticia de la realización de la Aparición tal como la conocemos actualmente, aunque el acto, no adquirió todavía relevancia y en ningún reglamento se regula la figura del Sant Jordiet como se hace con los otros personajes de la fiesta. Se ha de llegar a 1952 donde se dedica un título a la representación de San Jorge y Mosén Torregrosa, cuyo artículo dice: "La figura humana de San Jorge Mártir será representada por un niño". Es a partir de entonces cuando se ratifica su figura. La tramoya del acto es simple y compleja a la vez, el caballo se desliza sobre unos railes entre nubes de humo y sale de la torre homenaje. Entre esas nubes el niño Sant Jordiet a caballo, va arrojando pequeñas saetas, saetas que se disputan como recuerdo los niños y mayores alcoyanos. Es un acto espectacular y a la misma vez sencillo. El que tiene mayor poder de convocatoria, el que congrega a todo Alcoy alrededor del castillo, en la mayor concentración humana jamás imaginada en Alcoy.
Ilustraciones: Jordi Peidro Fotocomposición y montaje: Textografic - Perú, 90 - Alcoy Imprime: Gráficas El Cid, S.A. - Perú 136 - Alcoy