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Julio Berenguer Barceló,
nace en Alcoy en 1930. Estudia medicina en Va· lencia, terminando en 1957. Posteriormente realiza su tesis doctoral consiguiendo el grado
"cum laude" en 1972. Especialista en Traumatología y Ortopedia. Es diplomado en Sanidad, Profesor de la Escuela de la Cruz Roja, médico del SVS. Comendador de la Orden Civil de Sanidad. Fue alcalde accidental de
Alcoy, y mayoral y alcalde de fiestas. Vinculado de pequeño a la fiesta, ha salido a los Abencerrajes y a los Aragoneses, siendo gran amigo y admirador de la fila Judíos. Escritor aficionado, ha pu-
blicado diversos articulas de medicina, de historia y de as-
pectos alcoyanos, y ha dado a la imprenta diversos libros, destacando la "Historia de los
Moros y Cristianos de Alcoy", "El Alcoy del XIX y la medicina", y la, en tres tomos, "Histo-
ria de Alcoy".
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Judíos o Sultanes Reseña histórica de la filà Judíos
Julio Berenguer Barceló Alcoy - 1992
Estimado amigo y fester: Al conmemorar los Judíos fecha tan histórica, hemos editado este libro, digna reserva para figurar en tu biblioteca. Su autor, médico e historiador, D. Julio Berenguer Barceló, ha englobado en él toda una gama de historia festera; desde la fundación de la Filà hasta nuestros días, y ha dignificado en sus páginas la crónica que Alcoy guarda de nuestra entidad. No extrañe, pues, el lector, aunque el título de esta monografía se refiera estrictamente a la Filà Judíos, encontrar más de un párrafo de amplia visión de la historia de Alcoy, pues sin estas incursiones a lo general, difícilmente podemos captar la evolución particular de la parcela que ahora abordamos. Que su contenido sea para tí, amigo, una placentera evocación, un saber corresponder a los sacrificios que tanto su autor como la comisión encargada de su realización ha efectuado. La Junta.
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Capítulo I INTRODUCCIÓN "Danos, San Jorge, la bondad serena que triunfa de los hombres y las cosas, que arranca las espinas de las rosas y trueca en alegría toda pena." (J.A.C.) Una filà antiquísima, de largo historial, con enorme espíritu alcoyano y sanjorgista, pretende recopilar su crónica, sus distintas épocas y cambios, para plasmar en un libro una visión general de la trayectoria festera, ya más que secular, que ha marcado su tradición y su evolución. Sultanes o Judíos: he aquí el primer dilema. Sultanes en un principio, fue ya mediado el siglo XIX cuando adoptan el nombre de Judíos. El título de sultán lo llevaron distintos príncipes de los califas, conservándolo más tarde, los soberanos de Turquía. Comunmente, sultán se llamaba a los emires o gobernadores mahometanos, y de ahí que nuestra agrupación se designara en sus comienzos con tal palabra. Y ¿porqué Judíos, después? Tal vez los componentes de esta comparsa mora quisieron denominarla con término más afín a los momentos de la Reconquista. Y buscaron el nuevo calificativo. En España, durante el imperio de los godos, los judíos fueron perseguidos duramente, y se comprende que, tratados de esta manera, no podían recibir sino con alegría la entrada de los árabes en la Península, y que frecuentemente ayudaran a éstos en la invasión o la guardia de las ciudades fuertes. Por eso, los musulmanes protegieron a los ju-díos; en la época de mayor esplendor del califato encontramos a un preclaro judío haciendo de ministro de Abderrahmán III. Era Hasdai ben Chaprut de noble linaje y dotado de una cultura superior, sobre todo en idiomas y medicina. Sus conocimientos lingüísticos le sirvieron con éxito en las múltiples embajadas que se recibían en Córdoba. 6
En el período de los reinos de Taifas, se produce una expansión de las costumbres y ciencias hebraicas, y son muchos los judíos que continúan colaborando con el ejército árabe y enseñando sus doctrinas en florecientes aljamas. Y cuando Jaime I se apodera de estas tierras, quedan en la comarca nutridos núcleos de población hebrea, algunos de cuyos miembros cooperarían a favor de las escaramuzas de Al Azraq. Por lo dicho, no es de extrañar que la comparsa Sultanes cambiara su nombre por el de Judíos, cuando nuestra fiesta, ya arraigada y reglamentada, fue buscando una justa adecuación al simbolismo medieval que la impregna. Y desde los primeros momentos de su existencia, la filà destaca en cuantas efemérides señalan los hitos de la solemnidad de San Jorge. Su aportación a la trilogía fue constante, ininterrumpida. Los Sultanes primero, los Judíos después, —todo es lo mismo— participaron en las magníficas celebraciones abrileñas, infundieron la devoción a todo lo de Alcoy, crearon iniciativa, y sembraron el amor al Patrono año tras año. Vale pues, la pena, que en estas páginas recojamos la historia viva de esta filà, que aprovechemos documentos, datos, actas, programas, libros y manuscritos que con referencia a los Judíos nos ilustren sobre el pasado de la entidad, enmarcando, además, cada década en el instante social y festero que se respira en Alcoy. No olvidemos que la fiesta va paralela a las visicitudes políticas, a los estilos artísticos, a los ciclos filosóficos, a los altibajos de la industria alcoyana. Épocas de auge, épocas de penuria, satisfacciones, sinsabores, éxitos, frustraciones, forjan al hombre que se indumenta de moro o de cristiano, perfilando paso a paso el desarrollo de una costumbre. Al contar los anales de la filà Judíos, se está escribiendo una parte relevante de la historia de la ciudad, especialmente su contribución a la fiesta, al inmenso "Te Deum" que, desde siglos, Alcoy ofrece a San Jorge, al Hermano Insigne, al Enviado del Todopoderoso, al valeroso Militar que sacrificó Diocleciano, como riquísimo florón que enaltece el natural descanso de una comunidad eminentemente laboriosa. "Si de cristal los hijos del Alcoy fueran, la imagen de San Jorge retratada en el alma de todos, ver pudieran los que hoy visitan nuestra patria amada... ¡Gloria también a su ciudad querida! que un poema de amor le da a la historia, en el resumen fiel de nuestra vida-. Paz a los hombres, y a ¡San Jorge gloria!" (F.G.S.)
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Capítulo II ORÍGENES DE NUESTRA FIESTA FUNDAMENTO HISTÓRICO. Cuando la villa de Alcoy estuvo amenazada, en 1276, por Al Azraq, dice la tradición que San Jorge, a caballo, combatió con los cristianos contra el musulmán, y agradecidos los moradores, votáronle por patrono. Don Jaime y sus caballeros corre entre olivos y sierras, conquistando tantas tierras que no cejan los aceros. Pero en sus días postreros un caudillo de Alcalá sitia a Alcoy. Muy presto está San Jorge, ¡Corre, favor!, sembrando estrago y pavor a aquellas huestes de Alá. Cuentan antiguos anales que el alcoyano confió, mostró valor, y venció. Sonaron mil atabales, y en los fastos medievales dejaron constancia clara para que el tiempo cantara la gesta. Con oraciones, doblegaron las legiones con que el infiel les cercara. (J.B.B.) Desde entonces, desde los tiempos del Conquistador se honró al gran Mártir con cultos y actos populares, que con el discurrir de los siglos, habían de transformarse en las espléndidas fiestas de moros y cristianos. 9
Pero no tenemos datos ni documentos sobre el momento en que aparece el auténtico germen de estas celebraciones. Se veneraba, repetimos, al patrono cada año, existía un antiquísimo templo, el cabildo se preocupaba por amenizar la fecha religiosa con certámenes y rezos públicos..., mas ningún legajo habla de representaciones moriscas en el XIII, XIV y XV. Por entonces, Alcoy no tenía morería, pero las había en su término, en la Uxola, y en Cocentaina existía una aljama muy importante que abrigaba una célula de población judía. Útilísimo es para conocer estos extremos el trabajo continuado de Ricard Bañó Armiñana, que no cesa de remover en archivos y rebuscar en aquellos pergaminos. Digamos otro tanto de Rogelio Sanchis de José Torró, de Lucía Martí, etc. doctos en paleografía y diplomática. Sabemos que en época remota la iglesia de San Jorge tiene llumener y embasiner, y que el 5 de abril de 1494 hubo pugna entre los vecinos del arrabal nuevo y los jurados acerca de quién debía sufragar la imagen del Santo que se colocaba sobre la fuente. Beuter, Escolano, Gómez Miedes, y Zurita, narran el portento y sus secuelas como algo tangible, y muchedumbre de hagiógrafos afirman la leyenda, faltos siempre de demostración fehaciente. ¿Habrá un códice que nos sorprenda un día? ¿Estaría la posible acta y basamento del acontecimiento en la perdida biblioteca de los augustinos, o en el desaparecido archivo de la parroquia? Liturgias, función sagrada, cánticos, fuegos, torneos, sol y luna, devaneos, batalla, lid simulada. Atavíos, invenciones, balbuceos de la fiesta, memorias de épica gesta que forjan las tradiciones. Un Protector, una ermita, unas jornadas gozosas, mecen con manos mimosas aquella primera cita, ya por siempre anunciará, el alcoyano de pro, la gloria que conquistó, que jamás olvidará. Las saetas se trocaron en preciosos incensarios; ballestas de mercenarios en flores se cambiaron. (J.B.B.) En el siglo XVI se suman a las conmemoraciones georgianas alardes de arca10
bucería. Era Alcoy plaza de mangnífica posición estratégica para auxiliar con hombres y pertrechos a los afligidos habitantes de la costa, amenazados constantemente por los corsarios y piratas argelinos y tunecinos. Y, en las grandes ocasiones, aquellos infantes evolucionaban en fingidos combates; incluso prodigaba el Concejo la preparación de "joyes" a fin de que sirvieran, a la par que de entretenimiento, de activa instrucción de los voluntarios. Así nos lo dice el Llibre del clavari Miquel Capdevila, de 1552: "dona y paga dotze sous, huit dinés, als arcabusers y ballesters que tiraren en la festa de Sent Jordi, precehint del·liberació del consell a deset des present mes e any". Tal vez por entonces comenzó la costumbre de adopatar indumentarias moras y cristianas, en recreo y conmemoración de los hechos de 1276. Posiblemente los participantes iban agrupándose por gremios o comparsas para resaltar el voto, llegado el 23 de abril. Y hasta pensamos que algunos vestirían los emblemas y galas a lo hebreo, el efod grana con orlas, pues esta raza se confundía, por sus convicciones y circunstancias con todo lo muslmán. ¿Los pirmeros Judíos? Si habla Lope de Vega, en sus estrofas por las "Fiestas de Denia", de 1599, de figurantes disfrazados y desafíos incruentos: ".. .guardábanle por uno y otro lado trescientos hombres con igual vestido; el color era rojo y turco el traje, preciados de imitar hasta el lenguaje. Con tiros, arcabuces y ballestas los muros muestran pretender guardallos, para cuyo combate alegre y fiestas entraron de las costa los caballos; lanzas, adargas y libreas compuestas reconocen la tierra diestramente, el sitio, la defensa, foso y gente. Luego dos fuertes compañías entraron de arcabuceros, que del fuerte cerca con plomo y fuego el muro saludaron, respondiendo también los de la cerca; la levantada puente desataron, viendo que el escuadrón se les acerca, y al campo, que a una parte y otra cruzan, salen donde con él escaramuzan. Todas las compañías entran luego, de armas gallardas y de galas ricas, los arcabuces previniendo el fuego, y el acero las astas de las picas;..." 11
LA FIESTA DOCUMENTADA. Es ya en el XVII cuando encontramos certezas de nuestos moros y cristianos. Es en la "Célebre Centuria", libro escrito por Vicente Carbonell, e impreso en 1672, cuando leemos referencia fidedigna. Allí se narra la historia de San George, y añade el autor el siguiente párrafo: "Cuya celebridad se festeja en la misma Iglesia del Santo con sonora música, y con diferentes invenciones de cohetes, de que cuyda el Jurado segundo del año antecedente, por estar anejo a su oficio. En cuyo día se hace una regocijada Procession: ilustrándola una compañía de Cristianos moros y de Cathólicos Christianos cuyo alferez es el que elige el Justicia, y este el que nombra el Capitán de los moros. Por vuelta de la processión lleva el Justica el Estandarte mayor de la villa; y de los cordones los demás Oficiales. En la tarde se hacen algunos ardides de guerra dividiendo la compañía en dos tropas, componiendo la una los Christianos y la otra los Moros, que sugetos a liciones de milicia se estan belicosamente arcabuceando, encaminándose tanto bullicio en honra, y culto de nuestro Santo Patrón San Jorge, que en aquellas eras invicto defendió esta Villa, y en la presente la conserva y conservará con su Patrocinio". Esto sí es fundamental. Los moros y cristianos llenan las calles de Alcoy. Ya no son suposiciones ni citas forzadas. Carbonell refleja algo que está arraigado, que lo da como establecido en firme desde años. ¿Sería desde principios del siglo XVII?
EN EL SIGLO XVII. La Guerra de Sucesión marca un paréntesis. Alcoy viose sumido en un continuo ir y venir de tropas, y conoció la carga de los tributos, el pillaje y saqueo de la soldadesca. Sombrío, sin sus moros y cristianos, sumido en la represión, atravesó una época de penuria. Paulatinamente la villa se fue rehaciendo, y en 1741, recordando los antiguos tiempos en que las escaramuzas de arcabucería retumbaban en honor de San Jorge, presentóse intancia al Corregidor, don Luis Costa y Quiroga, suplicando el restablecimiento de la fiesta en lo militar, a lo que accedió don Luis después de consultar a sus superiores y de pasar el asunto al Real y Supremo Consejo de Castilla. "El trabuco que ayer crió un clavel hoy vierte iras de fuego centelleantes. La espada que vibraba de soles y diamantes es como una guadaña vesánica y cruel. La lucha es un incendio que levanta huracanes de pólvora y de gloria. Alcoy se hace batalla, la Fiesta se hace Historia y el aire se hace llama y furia santa". (A.M.) El XVIII cimenta la afición, crea invenciones nuevas, sustenta el programa 12
definitivo, tal como se lee en el Cronicón del Padre Picher. La fiesta de moros y cristianos de Alcoy ya está afianzada, tres días de fetejos, 22, 23 y 24 de abril, con "público paseo" en el primero, procesiones al santo en el segundo y batalla de truenos ante el simulado castillo en la última jornada. El aumento de participantes hizo que se fueran dividiendo los bandos en comparsas o filadas, clasificándose con los años con nombres de remembranza medieval: Asturianos, Granadinos, Guerreros; o citándose por calificativos corresponentes al color o hechura del traje adoptado: Capas Encarnadas, Lana o Seda; o según el orden de prelación: primera, segunda, tercera... Con todo lo expuesto, nos atrevemos a asegurar la primogenitura y originalidad de Alcoy en esta clase de fiestas. El esbozo se repite, la intencionalidad básica es la misma, la organización singular. Reconocemos que en diversas partes ya se realizaban "embajadas", alguna danza de moros y cristianos, caballerescos encuentros montados para solaz de un pueblo o con motivo de la llegada de un príncipe, alardes de pólvora; pero el estudio de estas funciones descubre que eran chanzas o diversiones aisladas, no periódicas, ejecutadas como exepción para halagar a algún noble o dar rienda suelta a la fantasía en determinada efemérides. El agasajo que en Denia se le hiciera en 1599 al rey Felipe II, con tiros y juegos de ballestas, fingidas compañías de gastadores, simulacros de ataque con navios, vestidos de turcos los actores, y que describió en verso el gran Lope, o las justas ordenadas hacer por la ciudad de Toledo el 6 de mayo de 1533, con motivo del desembarco de Carlos V en Barcelona, en las que se improvisó un castillo de madera para asalto de una hueste de morisma, o las festivas demostraciones en Alicante en 1715, no son sino celebraciones esporádicas concretas, sin continuidad. Estas lizas primitivas, esos torneos preparados para asueto y obsequio de algún alto personaje, en momento preciso e irrepetido, sin contenido tradicional, como dramatización fijada para un hecho concreto, no pueden considerarse antecedente de los moros y cristianos. Lo de Alcoy fue distinto. Partió de una promesa devocional, se elaboró con el tiempo, se cimentó con aplauso y contribución de todo el pueblo. Un suceso histórico, un Santo, una fecha memorable, una costumbre instituida, una interacción constante, fueron pergeñando nuestra fiesta de moros y cristianos. Genuina, ancestral, única. De aquí irradió a otros lugares, pero la creación y primacía pertenece a Alcoy.
PRINCIPIOS DEL XIX. Con el siglo XIX la estructura de esta fiesta es inconmovible, casi perfecta. Los actos irán si acaso perfilándose, reglamentándose , enriqueciéndose, pero la función que en abril celebra Alcoy está plenamente delimitada y cristalizada. Entradas o paseos, manifestaciones litúrgicas, encuentros de arcabucería, una Junta de Devotos, capitanes, Mosén Torregrosa. Y en 1839, actas anuales escritas y coleccionadas que permiten curiosear en los mínimos detalles, y que nos desvelan un mundo de seriedad, de alerta máxima por la pureza de los moros y cristianos. En el torbellino de esta ilusión, formando parte notable del espectácu13
lo, contribuyendo al mejor decoro de la pasión por San Jorge, los Sultanes o Judíos. Por entonces se acompañaban los festejos de tambores y clarines, y ya tal vez alguna banda de música amenizara los recorridos, por cuanto no carecía de ella la población, según se desprende de una apuntación existente en el archivo de la parroquia de Agullent en la que el cura de aquel lugar, refieriéndose al centenario del patrón de la mencionada villa, en el año 1800, afirma que para solemnizar la fecha acudieron músicos de Valencia y de Onteniente, "pero el grós dels músics vingué d'Alcoy". El cargo de capitán solía aceptarse por escritura ante notario, como se ve en este ejemplo: "Sepan por esta pública escritura como yo, Andrés Miralles, fabricante de mantas de seda, vecino de esta Villa de Alcoy, por la presente y su tenor otorgo que me obligo a salir de Capitán de la Compañía de Moros en la función y fiesta del Señor San Jorge del año próximo corriente de mil ochocientos y dos, con tal que no me lo impida alguna enfermedad o alguna otra causa grave, cuya obligación prometo cumlir con el preciso pacto y condición". Es ahora, concretamente en 1804, la primera vez que se designa a las agrupaciones festeras con el nombre de filà, según se lee en un memorial del Archivo Municipal dirigido al Cabildo por la de las Capas Coloradas, sobre asunto relacioneado con las banderas. Todavía en este tiempo tenía lugar, con gran regocijo, el acto de la conversión del moro, el último día de la trilogía abrileña, abjurando de sus errores, manifestación que se perdió poco después para no realizarse ya más. No obstante, repasadas una a una las hojas de los libros de los Concejos, se aprecia que no eran tiempos de fortuna y esperanza los primeros años del XIX. La lucha con los impuestos, las consecuencias de la ambición napoleónica, el continuo paso de tropas, el temor a las epidemias, hacen de esta década un Alcoy un tanto atormentado. Tras la invasión francesa, al sobrevenir la calma y alguna prosperidad, van los fetejos consolidándose bajo la organización de la Junta de San Jorge, que era presidida por cuatro Directores, llamados de la Concordia, su órgano ejecutivo. ¿Y nuestro trabajo? ¿Cuándo aparecen los Judíos?...
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Capítulo III AÑO FUNDACIONAL DE LOS JUDÍOS ¿En 1817? Muchos son los que toman el año 1817 como el de la creación de esta filà, y hasta se están preparando hoy los Judíos para conmemorar el 175 aniversario de su fundación. Documentación no existe, o no se encuentra; son referencias sueltas de algunos cronistas. Desde luego apareció con el nombre de Sultanes, y personalmente, el autor de estas letras opina que existía mucho antes de 1817. Que es loable se marque un hito para no andar con deducciones; que como fecha aproximada se puede tomar el citado año que conviene partir de algo concreto, conforme. Pero si hay memoriales en 1825 que hacen referencia a normativas mucho más antiguas, si en 1839 los Sultanes son la segunda comparsa en el turno, sí... es porque su contitución —no me cansaré de repetirlo— se remonta a fines del setecientos. En plena guerra de la Independencia, vivaque de tropas y desasosiego en Alcoy, la villa se preocupa de su fiesta. En el Archivo Municipal se guarda este escrito: "M.I. Sor: Vicente Juan Casanova, y Franco Pericas Directores por la Junta de Devotos del patrón San Jorge para sus festividades y demás que ocurre en el año, á V.S. con la mayor veneración Dicen: Que por acuerdo de V.S. se trasladó la Fiesta de dho. Santo para el dia de mañana 29 de los corrientes, pero haviendo ocurrido la ausencia de la mayor parte de los indivuos de la Junta se hallan los Expontes. Sin proporción, y careciendo de medios para la celebridad completa, como desean de la expresada Función, por que estando en el día moderado el fondo de los Devotos ausentes, concurriendo también qe. los Músicos que por costumbre solemnizan anualmente la función están fuera de sus casas. Por esta consideracion, se presentan á V.S. nuevamte. Suplicanto se sirva V.S. adherir á que se dilate la expresada función del Glorioso, y Patron San Jorge para el tiempo quando se hallen restituidos á sus casas los Devotos de dho. Sto. y los Músicos de esta villa, asegurando a V.S. que quanto toca sobre este particular, al Reverendo Clero de esta villa, no se propone inconveniente alguno, según asi lo 15
tiene expresado su Racional a los Supptes. quienes suplican á V.S. esta Gracia y lo reciviran por favor. Alcoy 28 de Abril de 1810. Vte. Juan Casanova, Franco. Pericas.- Alcoy 28 de Abril de 1810: Como lo piden, y se señala para celebrar dha. festividad el tercer dia de Pasqua. Bermejo, Almúnia, Asensi..." Y es que semanas antes, el 7 de marzo, se había recibido del "Comandante General de este Reyno" oficio ordenando saliera inmediatamente de esta villa "toda la fuerza de las Milicias y Guerrillas con dirección á Catarroja...", y el 25 de abril de ese 1810 se había dictado bando: en atención "a qe. por los movimientos del Enemigo, se há presentado mucha tropa en esta Villa, que por la misma causa están para salir los cuerpos urbanos de Milicia y Guerrilla de ella, al paso qe. se presentan todos los individuos de ambos cuerpos de este Partido se hace tan preciso como urgente acordar las devidas disposiciones para manterner el buen orden y tranquilidad publica". Se comprende, pues, que en este hervidero de soldados y voluntarios, la Junta de Devotos posponga la solemnidad del Santo para mejor ocasión, pero nos lleva a la certeza de la preocupación festera, y a la axiomática conclusión de que en 1810 ya están inmiscuidos en estas decisiones nuestros Sultanes. Otra cita: En 20 de mayo de 1811, con el ejército francés de Suchet merodeando la comarca, Miguel Girones ofrece al Ayuntamiento la imagen que posee de San Jorge, para rendirle función extraordinaria. No olvidan los alcoyanos, entre tanto infortunio, sus gustos y, expulsadas la partidas napoleónicas, casi entrando el Rey Deseado en España, se dirige al cabildo municipal la siguente infancia: "ilte. Señor: Luis Santamaría Mtro. Sastre y José Vidal de Cerrajero, Vecinos de esta Villa Capitanes nombrados para la Fiesta del Patrón S. Jorge á V.S. con la mayor veneración y respeto dicen: Que los Devotos de tan insigne Patrono nunca mejor que este año desean con fervor obsequiar á los Santos Patronos de esta Villa en agradecimiento de hallarse el Reyno libre de la opresión del Enemigo, por su mediación y patrocinio, y por ello en recompensa de tan altos favores y en acción de gracias, desean desaogar sus fervores á beneficio de su Patrono S. Jorge en los términos de estilo y dias 22, 23 y 24 de Abril próximo viniente, celebrando Fiestas de Yglesia según estilo y los paseos regulares, imitando las Escaramuzas que motivan los recuerdos piadosos de esta celebridad. En esta atención: A V.S. rendidamte suplican sea de su agrado dispensar a los suplicantes por si y en representacion de los d e a á s Devotos el referido permiso de festejar al mencionado Patrono en los terminos acostumbrados. Lo que esperan conseguir de V.S. por un afecto de Devoción a tan Santo titular. Alcoy 3 de Marzo de 1814.- Alcoy 14 Marzo 1814: Como se pide, guardando en todo la costumbre anual y para evitar extravios, y desordenes en la comps. se previene que todas esten sujetas á las ordenes de los Sargentos primeros que las recibiran de sus respectivos Capitanes y por qto. el dia veinte y quatro de Abril es Domingo, la funcion de este dia se diferira al veinte y cinco lunes. Luis Pascual, Jordá y Payá, Peydro". El 24 del mismo marzo se reunía en Alcoy el Ayuntamiento: "Haviendose 16
recibido por el correo ordinario de este dia la plausible noticia de la llegada de nuestro Augusto Monarca el Sor. D. Fernando Septimo, y SS. Als. los Sres. Infantes D. Carlos y D. Antonio, se acordo nombrar una Diputacion que pase a la Capital del Reyno á cumplimentar á S.M. y Alt.". Regocijo por el restablecimiento de la corte española, y regocijo en Alcoy es sinónimo de moros y cristianos. Hay fiestas en 1814, con fortaleza, asaltos y comparsas. Y en 1815 se dirige a los síndicos esta pretensión: 'Muy ilte. Señor: Pedro Serra y Nicolas Garcia directores de la Fiesta del Patron San Jorge á V.s. con la mayor veneracion, Dicen: Que las Piezas de madera de que se compone el castillo qe. sirve para la funcion anual en la Plaza, han quedado guardas entre el año hasta el día en la obra adjunta a la Parroquia que ha servido de taller, pero como el Reverendo Clero necesita de dha. Obra para continuarla al parecer, han pensado los exponentes y demas Devotos colocar en lo sucesivo las expresadas Piezas de madera en el Saguan de la Escuela de primeras Letras que esta adjunta al Convento de S. Agustín, en un ricon á mano hizquierda qe. está sin ocuparse, pero nó pudiendolo verificar sin el correspondiente permiso de por tanto a V.S. rendidamente Suplican, se sirva conceder la referida licencia para la colocación del Castilllo en el citado rincón". Son ya demasiadas alusiones; hay que aceptar que la fiesta está muy cuajada, que las comparsas y regidores se desviven en todos los sentidos para que el tradicionesl alarde no decaiga. Y cierto que en todo ello andaban los Sultanes, una de las filadas más antiguas. No sabemos quién o quiénes serían los fundadores de la comparsa de Sultanes; hay veteranos de la filà que afirman que era uso, tiempo ha, girar la escuadra cuando se pasaba ante un edificio de la calle de San Mateo (donde hasta hace poco se ubicaba "El Barato"), como reminiscencia de que en aquella casa vivió un tal Barranquet, al que suponían fundador de los Judíos, o uno de los componentes del grupo iniciador. Esta referencia se mantenía en 1930, cuando Jorge Pascual, entonces joven cabo de diana, rendía tributo con este gesto al anónimo fester considerado padre y creador de la filà.
AMBIENTE DE ESOS DÍAS. Aceptemos 1817 como fecha de partida; bien está. Es un guarismo oportuno y nos sirve "administrativamente" para marcar un punto fijo. Se desfilaba encones, a lo más, al ritmo de cajas y dulzainas, con manto plegado al hombro y exhibiendo el arcabuz o trabuco. En las fiestas de 1817, la música que existía en Alcoy, la banda del Batallón de Milicianos, que luego se convertiría en la llamada Primitiva, fue contratada para acompañar a la comparsa de Llana, primera Lana, como también se decía. El arcabuz no es tan antiguo como se cree, algunos pretenden que apareció hacia 1334, otros que por 1440. Lo único que puede asegurarse es que su uso se generalizó durante la primera mitad del siglo XVI, subsistiendo, junto al mosquete, hasta pirncipios del XVIII, en cuya época fueron ambos a su vez reemplaza17
dos por el fusil. Los arcabuceros españoles alcanzaron justa fama por su ligereza en el combate, y de arcabuz iban provistos los alcoyanos que marchaban a la costa para detener a los corsarios. De ahí su aplicación en los festejos, y su empleo en la fiesta hasta la era presente. "Al derrochar la pólvora sin tino en retumbo de ímpetu agareno, estalla sin herir, pues se hizo ajeno a la muerte que huyó de su destino. Todo su impulso queda en alharaca, porque sólo en su esencia peregrina el bullir de lo alegre se destaca. Dejó de ser mortífero, y se inclina a conjurar con vítores de traca el fuego de una sangre levantina." (R.A.V.) Con el ochocientos, se fueron perfeccionando las iluminaciones que por la noche brindaba la población, aumentó el número de forasteros que venían a la feria de abril, surgieron las comparsas de caballería, cuyos individuos usaban caballitos de cartón en sus correrías, y empezó a guardarse un turno riguroso de antigüedad entre todas las filadas. El castillo de madera, que se instalaba en la plaza, era pequeño, con dos plantas almenadas; en la superior se veían dos torres cuadradas unidas por una especie de murallón corrido. La adopción del traje para el bando moro sustancialmente fue otomano. Su explicación puede haber sido la lectura de artículos geográficos y etnográficos antiguos. Figuras del siglo XVI nos muestran a los pobladores de la Arabia y de las ciudades egipcias vestidos con arreglo a las modificaciones de la moda turca; el asiático con el caftán cerrado y el turbante de viaje, que se compone de una pieza de algodón de 9 pies de largo, arrollada a la cabeza, cuello y hombros para librarse de una insolación; el egipcio con caftán abierto por delante y abrochado al pecho, cuello vuelto y pañuelo o faja de seda de colores. Los habitantes de la Arabia Pétrea llevaban jubón corto con cinturón, cerrado y sin mangas, que dejaba el brazo derecho libre; pantalones, casquete y sandalias. Los de las costas fértiles usaban anchos pantalones sujetos a las rodillas; ropón, cuyos extremos se recogían con el cinturón, gorro alto de piel y zapatos cerrados. El traje de los árabes distinguidos se componía de pantalones anchos con jareta en la cintura; camisa banca de hilo, de algodón, muselina o seda, con mangas largas, faja de seda de colores y caftán de paño; en tiempo frío añadían chaleco y se cubrían la cabeza con un turbante. También los judíos vestían como los moros de Túnez y Argel, agregando en invierno ancho manto, y en verano uno de lana blanca más ligera. De 1820 tenemos una instancia rogando permiso al Ayuntamiento para la 18
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celebración de fiestas de moros y cristianos y "preparar algunas cosas y hacer algunos gastos para la función siempre que VSa. se sirva adherir a tan justa pretensión, que esperan aprovará V.Sa. M.Y. Alcoy 21 de febrero de 1820", a cuyo pie va la siguente nota: "Alcoy 23 de Febrero de 1820: Concédese la correspondte. Licencia para hacer las funciones que se solicitan y son de costumbre, en los dias que se indican". La dignidad y esencia estructural de la fiesta eran tan fuerte que en 1823 los capitanes protestan al Municipio de que en el año anterior salieran máscaras por las calles, con desdoro y trastornos de la conmemoración y gran sentimiento de los festeros, ofendidos de aquella mescolanza.
DATOS CONCRETOS. ¿1817? ¿Finales del siglo XVIII? Todo bastante incierto, aunque convencidos de que los Sultanes, son, existen y se mueven en esas centurias. Y en 1825 la constancia es clarísima. Redactado en el papel que lleva por timbre las armas de Fernando VII, se presenta al Ayuntamiento el siguente alegato: "Christoval Pastor, batanero y Antonio Aura, panadero, vecinos de esta Villa, a V.S. con la mayor atención decimos: Que tenemos noticia de haber puesto solicitud a V.S. José Francés, carpintero y Antonio Espí papelero de esta vecindad, pretendiendo salir a la fiesta del Patron San Jorge en nuestra compañía o comparsa de Moros, dicha de los Sultanes, y en el puesto o lugar preheminente que ocupaban en años pasados. Este lugar ó puesto que es la pareja en la formación, insiguiendo la costumbre antiquísima, que se observa como a ley entre los festeros, ha recaído en nosotros los Exponentes, por haber dejado de salir a la función en el año pasado 1824, los referidos Francés y Espí sin causa legitima que lo pudiese embarazar; pues unicamente fue por un capricho voluntario que ellos mismos manifestaron, diciendo que si no obsevaban los Capítulos, que se formaron en la época de la Constitución, para el regimen de la fiesta, no querían salir en formar, y como revocaron decantando, que se observasen los antiguos, vendieron los vestidos y se decidieron a no salir a la función solamente por esta causa y no otra, aunque pretenden aleguen otras que no tienen apoyo ni certidumbre. En esta atención, A V.S. rendidamente suplicamos que previos los informes que estime oportunos, y para evitar discordias y disensiones, se sirva declaren que a nosotros los exponentes nos pertenecer formar a la primera pareja en la comparsa propia nuestra, nombrada de los Sultanes, respecto a que segun nuestra costumbre antiquísima, a si se observa, y de este modo ha prevalecido y prevalecerá la tranquilidad a petecida en toda función. Esta gracia esperamos conseguir de V.S.M.Y. Alcoy 5 de Abril de 1825. Christoval Pastor, Antonio Aura". Los oponentes habían recurrido antes al Ayuntamiento, cuyo Cabildo en la sesión del día 7 de abril indica en el acta: "Se vio un memorial presentado por José Francés y Anto. Espí en que manifiestan que por no haber salido el año pasado a la fiesta de Sn. Jorge en la comparsa de Sultanes se les disputan los 20
puestos de cabos 1º y 2º, siendo asi que aunque no salieron disparando se ofrecieron a pagar cuanto les toca en parte: Se acordó: Que en atención a constar al Ayuntamiento la certeza de cuanto exponen ocupasen los puestos que disfrutaban como mas antiguos sin haber perdido la preferencia que gozaban". Ante tal pugna, el Cabildo de 12 de abril de ese 1825, se reitera en su decisión: "se leyo un Memorl. de Cristob. Pastor y Anto. Aura solicitando se les conceda el puesto de cabos lº y 2º en la compasa de los Sultanes y este Ayuntamto. acordó no haber lugar a esta soliditud mediante que en el cabildo último se designaron estos puestos a José Francés y Anto. Espí". La importancia de estos documentos, la palmaria nominación repetida de Sultanes, obliga a que, hayamos reproducido los referidos papeles. De estos despachos entresacamos, asimismo, valiosas deducciones. Primeramente, la solicitud con que siempre atendieron nuestros antepasados cualquer asunto de la fiesta; en segundo lugar, la existencia de reglamenteación escrita en época remota, hoy desconocida, y renovada a raíz de la Constitución de 1812. Gracias a este pleito de los Sultanes puede colegirse que José Francés y Antonio Espí estaban disconformes con los Capítulos y exigían la vuelta a los anteriores, posiblemente todo imbuido por la pasión política, y habiéndose retornado al absolutismo fernandino. El Ayuntamiento, de pensamiento realista, otorgóles los codiciados puestos a pesar de que se atisba que poca razón festera tenían. ¿Favoritismo hijo del esquema anticonstitucional que rige en 1825? El susodicho roce señala dos de los defectos capitales de la administración pública en esos días: el de la etiqueta, que promueve constantemente conflictos por las cosas más menudas, y el del expedienteo, que los eterniza disolviéndolos en un mar de papel de oficio o sellado. Por la etiqueta, es decir, por la conservación del puesto, honor, ceremonia o privilegio que corresponde a cada individuo o corporación, se riñen continuas peleas y se promueven pleitos enojosos; la falta de una reverencia, de una invitación, de una fórmula de tratamiento, era motivo de disputa en aquella sociedad burocrática, celosa de lo más exterior y fútil de sus prerrogativas. Y como cada uno de estos tiquismiquis daban lugar a infinidad de réplicas y mamotretos, se comprende que la administración viviese ahogada con tanto papel y con la sofocante atmósfera de tales pequeneces. Era España, a comienzos del siglo XIX, una nación que vivía dentro de los moldes de lo que se ha llamado viejo régimen, o sea, un país eminentemente agrario, dominado por la extensa propiedad rústica y los señoríos, en que la nobleza y la iglesia detentaban la mayoría de las fuentes de riqueza. Fortaleza de gremios y oficios, y una industria papelera pujante, distinguían a Alcoy de este cuadro general, como se infiere de las demandas que se cruzaron entre los miembros de la comparsa de los Sultanes. Estas menudencias se ven en otros estamentos. El 3 de marzo de 1824, verbigracia, hubo cabildo extraordinario en Alcoy, en el que "Se leyó un memorial de D. Joaquín Llazer y Pascual de esta vecindad del estado Noble por el que se queja al Ayuntemiento de la arbitrariedad con que el Coronel D. Tomás Salvany 25
alojado en su casa se ha tomado mas habitaciones de las que le estan señaladas, dejando reducido al esponente á la mayor estrechez, y además colocando en su casa á un oficial y un cadete hijos suyos obligandole á suministrar los utensilios para todos; y pide que se tome remedio en el asunto".
Capítulo IV LA COMPARSA DE SULTANES En 1839. Si durante la germinación de nuestra fiesta sólo hay presunciones sobre la existencia de la filà Sultanes o Judíos, en los comienzos del XIX, liémoslo visto, esta comparsa tiene identidad demostrada y vitalidad propia. En 1839 aparece la primera reglamentación escrita, señalando el inicio de la constancia gráfica de las actas y decisiones de la Junta de San Jorge. Lo que empezó siendo puramente religioso y de organización municipal, acaba por regirse por los mismos actores de la fiesta, con unos directores que se reunen en asambleas periódicas, con una normativa que no sabemos cuando empezó exactamente, que probablemente ya contaba hacia finales del XVIII, con unas juntas que suponen un embrión de lo que se denominaría Asociación de San Jorge, centinela y vigía de la tradición. Dase origen con ello, en el citado 1839, al primer libro de Actas, guardado en el Casal cuyas páginas se abren con los capítulos para el buen orden y régimen de las fiestas, fechados el 10 de mayo. Los Capítulos fueron aprobados en la Junta General que se realizó dos días después, y cuya Acta, la primera que consta por escrito, conviene transcribir para nuestro intento en su casi totalidad: "Junta: En la villa de Alcoy día doce de Mayo de mil ochocientos treinta y nueve reunidos en la pieza Mayoría bajo la presidencia del Sor. D. Antonio Pérez Alcalde primero Constitucional de la misma y con asistencia del srio. del Ayuntamiento Vt. Peydro, Agustín Maciá Alférez de Christianos, Félix Espí primer Trueno de la comparsa de Asturianos, José Espí id, del Sit, José Antonio Pastor id. de Tomasino, Antonio Silvestre id. de Romanos, José Segui id. de Andaluces, Fco. Gisbert id. de Monasillos, Vte. Pascl. id. de Defensores de Alcoy, Roque Botella id. de Granadinos, José Botella id. de Guerreros, Vicente Peres y Mira sagtº primero de Christianos y Vicente Gisbert individuo de la Junta de S. Jorge, Felipe Pérez Capitán de Moros, José Santonja Alférez de id., Antonio Pérez primer Trueno de la primera comparsa de Moros, José Mullor id. de la de SULTANES, Juan Esteve id. de la 3 , Fco. Llacer id. de la primera de Lana, Antonio Valor id. de la 4 de id., Carlos Corbi id. de la a
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Firmas al pie de la primera acta escrita, 1839.
septima de id. y Mauro Gisbert sargento 1º de Moros, se procedió a la lectura de los capítulos anteriormente insertos... resultaron aprobados los referidos Capítulos por una mayoría de votos..." De todo ello deducimos: Que si entonces las distintas entidades festeras actúan y concurren a la asamblea, es porque su constitución fue bastante anterior, al menos de fines del siglo XVIII o principios del XIX. Debemos creer que más de una habría ya desaparecido y creado otras, como también puede pensarse que en la enumeración no se citan todas por haber faltado su representante, como podría ser el caso de la 3 y 5 de Lana. Es extraño que la de Capellanes, mencionada en el Acta de 1840, no conste en la relación primera. ¿Serán lagunas del amanuense o reflejo de la falta de asistencia? pues por todos era tenida como la más antigua. Lo que sí queda clarísimo, en cuanto a nosotros toca es que la comparsa de Sultanes, representada por José Mullor, existe en esa "prehistórica" lista, y el privilegiado puesto que ocupa reafirma la idea de que su origen fue antiquísimo. a
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LA MÚSICA NUEVA. Pocos años después, en 1842, se funda la banda de la músca Nueva, gracias al empuje y colaboración que prestan los Sultanes. Así relata don Gonzalo Faus el nacimiento de esta corporación: "Reuniéronse una tarde en alegre merienda, en 1842, varios amigos entusiastas por el arte de Apolo, entre los cuales se contaban, al paracer, algunos individuos separados de la única banda de música existente a la sazón en Alcoy, y hablando y discutiendo acerca de su afición 28
favorita, brotó la idea de fundar una nueva banda. Pareció a todos excelente el proyecto, y trazadas allí las líneas generales, dedicáronse con gran actividad a la realización del pensamiento, y tal interés desplegaron todos los allí reunidos, que al poco tiempo, el sábado de Gloria del mismo año, hacía su aparición ante el público, una banda alcoyana titulada la Nueva, bajo dirección de D. Jorge Verdú, conocido por el sobrenombre de Taruc. Componíase de veinticinco individuos, los cuales llevaban frac y pantalón negros y sombrero de copa". Este fue el origen y de tal fecha data la fundación de esta banda, cuya aparición fue el principio de una serie ininterrumpida de cuestiones y de disputas entre los apasionados de la misma y los de la Primitiva; cuestiones y disgustos que llegaron más tarde a constituir la única política de la localidad, cuando ambas bandas pudieron competir en número de plazas, en instrumentos y en la manera de interpretar las obras. A este propósito, y como detalle curioso, citaremos un hecho que viene a demostrar la prevención con que siempre se han mirado entre sí las corporaciones musicales, lo cual si redundaba en perjuicio de la buena armonía que debe reinar siempre entre los que a una misma profesión se dedican, ha sido, es y será siempre un motivo de emulación que lleva a unos y otros por el camino del adelantamiento y de la perfección. Uno de los más caracterizados individuos de la música Primitiva, y este es el detalle a que nos referimos, llevaba un registro, en el que anotaba uno por uno los actos en que la Nueva tomaba parte y el juicio que le merecía la interpelación que las obras alcanzaban. En la primera anotación de este registro, se leía: Ayer, sábado de Gloria, tocó por primera ves la música Nueva; gustó pero no chocó". La música Nueva tomó parte por primera vez en las fiestas de San Jorge acompañando a la Comparsa de Judíos, de la que era jefe don Joaquín Blanes Espinós; señor que prestó gran apoyo moral y material a la nueva Corporación, hasta el punto de adelanterle dinero para la compra de instrumentos. Entonces, en la Gloria, llegado el bando moro a la placeta de los Desamparados, se separaba de la formación para penetrar en la calle Santa Bárbara, uniéndose de nuevo a los sargentos del bando cristiano en la de la Virgen María, porque en aquel barrio, Buidaoli, estuvo el primitivo Bordell, considerado como de moriscos, contaminado, y los cristianos rehusaban, en simbólica rememoración, entrar en sus callejas. Ya veremos como en el discurrir de los tiempos, este acto-anuncio fue modificándose sustancialmente.
OTRAS EFEMÉRIDES. En 1843 temían los Directores de la fiesta que no se cumplieran bien las disposiciones del Capítulo 6 para la entrada de moros del día 22, por lo que se reunieron en junta el 17 de abril con los representantes de la \- de Lana, Sultanes, Verdes, 2 de Lana, 4 id. (lo era Antonio Cordón, de ahí seguramente el e
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nombre que tomó esta comparsa), 5 y 6-, y después de diversos comentarios se pasó a votación, saliendo por mayoría el voto a favor de que se respetase en todo el Capítulo 6º. A la Junta de 5 de junio del mismo año, general ordinaria, asistieron: 1ª de Moros, Sultanes, 2- de Lana, 3 de Lana, Antono Crodón por la 4-, 5 de Lana, 6 id., Cid, Capellanes, Somatenes, Tomasinas, Asturianos, 1ª de Romanos, Andaluces, 2 de Romanos, Antigua Española, Labradores, 3 de Romanos, 4 de Romanos, Caballería. "Se procedió al sorteo de la Bandera de Moros, y por el señor D. Juan Carbonell se dijo que la comparsa de Moros 2 - de Lana voluntariamente se ofrecía a tomarla para el año entrante en lo que convinieron todos. Acto continuo se pasó a sortear la Bandera de Cristianos y habiéndolo verificado recayó la suerte en favor de la comparsa de Asturianos". El 28 de diciembre de 1844 hay Junta extraordinaria de los devotos de San Jorge, aprobándose cinco nuevos capítulos de los que hay que resaltar el 1° y 8 : "Cap. 7.- Para que en lo sucesivo haya igualdad en todas las comparsas, las que acaban de hacer la fiesta no tendrán en adelante derecho a pedir la bandera; empezándose el turno por las primeras filadas tanto de cristianos como de moros y siguiendo por orden riguroso de antigüedad hasta que se concluyan todas. Las que de nuevo salgan a la fiesta tendrán a la bandera igual derecho que las existentes en el día, entrando en turno por el mismo orden de antigüedad. Cap. 8.- La filada que cuando le llegue a su vez de hacer la fiesta no admitiese la bandera perderá el derecho a ella hasta nuevo turno". a
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LA BANDERA PARA LOS SULTANES. En aplicación de los Capítulos recién aprobados, dice el acta de la general de 18 de mayo de 1845: "Reunidos en uno de los salones de las casas consistoriales", se resolvió: "Tocándole por turno la bandera de cristianos para el viniente año a la comparsa de los Cides, su representante Vicente Cambra dijo que no podía hacer la fiesta: en su consecuencia pasó a la de los Capellanes... La bandera de los Moros fué aceptada por la filada de los Sultanes a quien correspondía por antigüedad..." Y fue en 1846 el primer año que los Sultanes portaron la enseña del bando moro en cumplimento de los preceptos innovados, haciéndolo el primer tro don Francisco Muntó, quien al año siguiente saldría también de capitán. En la primera junta general de la Asociación, "reunidos en la casa del señor D. Carlos Corbí Alcalde Constitucional", el 15 de marzo de 1846, se determinó: "Atendiendo al estado en que se halla el Pueblo por falta de trabajos, se ha resuelto que solo por este año se faculta a las comparsas para que puedan disminuir el número de individuos que deban salir a la fiesta hasta el número de dos, de modo que en saliendo una pareja ya no perderá el dcho. de su localidad, pero pagándose a la concordia a razón de siete individuos según estaba acordado anteriormente". 30
Poco le había servido a Alcoy la recepción, el año anterior, de la Real Cédula concediendo el título de Ciudad Leal, cuya proclamación se hizo el 22 de abril de 1845 con inusitada pompa, ya que el honor otorgado por la reina, en premio a la resistencia que se opuso a la rebelión de Boné, no conjugaba con el desaliento y falta de salarios que registraba el pueblo. Pero los Sultanes arden en deseos de mostrar su estruendo en la viniente festividad. Sencilla la manifestación externa de los cargos en aquel entonces —en nuestra filà es la primera vez que se constata documentalmente—, se debe, pese a todo, prever las cosas, repasar la indumentaria, buscar elementos que resalten la importancia de corresponder a la ahora "leal ciudad". De 23 de marzo de 1846 es esta instancia: "M.I.S.: Antonio Carbonell, Antonio Aura, Mauro Gisbert y Rafael Pascual y Pérez directores de la fiesta de San Jorge, a V.SS. con el debido respeto esponen: Que deseando poner en un estado esplendoroso la Parroquial Iglesia del indicado Santo como Patrono de esta Ciudad y teniendo observada la decadencia de su culto, particularmente en estas próximas solemnidades de Semana Santa en que hay tanta concurrencia a visitar el Monumento, han determinado colocar este en el Altar Mayor con algún lucimiento, estándose trabajando al intento lo necesario para su establecimiento; pero como se ofrezcan tantos gastos para ello que no pueden sufragar se ven en la precisión de buscar alguna ayuda para llevarlo a efecto; y considerando a esta Corporación animada de unos sentimientos los más filantrópicos, se atreven a Suplicarle les auxilie con algun donativo. Y al intento Suppcan. a V.SS. rendidamte. se sirvan acceder a esta religiosa manifestación con aquella cantidad que sea de su agrado". Ya en el corazón de abril, todo a punto, los Sultanes esparcen admiración cuando el día 22 irrumpen en la entrada; airosa manta, y sobre ella el arcabuz, porte marcial, cabeza alta, espalda recta, acompañan a la bandera —ahora alférez—, formando reglamentarias parejas que sólo se descomponen, furtivamente, para dirigir al pueblo expectante alguna frase amable o musitar algún piropo. "Honor hace a un musulmán de tu elevada realeza la exactitud y presteza con que viniste, Sultán". Este año, de los talleres de Francisco Cabrera, sale el "Progama de las fiestas y regocijos públicos con que la Ciudad de Alcoy pretende soleminizar el fausto acontemimiento de las regias bodas de S.M. la Reina Nuestra Señora, Q.D.G. con su augusto primo el Serenísimo Señor Infante D. Francisco de Asis María, y de la serenísima Infanta Doña Maria Luisa Fernanda con S.A.R. el Duque de Montpensier, en los días 19, 20 y 21 de Noviembre de 1846". Hubo "bando por la carrera de costumbre con acompañamiento de la música... con buelo general de campanas", se disparó "en la plaza de S. Agustín un vistoso Castillo de fuegos artificia31
les costeado de los fondos del comun" y se hizo una comitiva alusiva, baile de trajes y Te Deum. En 1847 es capitán, lo hemos avanzado antes, don Francisco Muntó, iniciando la práctica de ser, generalmente, en los Judíos, la misma persona quien goce la distinción de hacer correlativamente alférez y capitán. Así coincidirá en 18561857, en 1866-1867 y ocasiones siguientes. El capitán de Sultanes abrió la entrada, ricamente calzado, preseas en su vestimenta, preciadas telas. Y cumplióse con lo determinado por los Directores de la fiesta en su junta general de 15 de marzo del año anterior: "El día del alardo después que los capitanes tengan su entrevista en el castillo estarán reunidos al pie del mismo todos los atambores, y al enarbolar la bandera se tocará por todos un redoble a cuya señal todos los individuos se reunirán desde luego a su respectiva comparsa, y el que irá suelto por la plaza pagará la multa de veinte rs. vellón, quedando facultados ademas los primeros truenos para hacerle retirar a su casa..." "Jorge, abierto en abrazo de capa protectora, caballero silente de cumplido mensaje. Abril en tí ha estallado con un golpe de aurora, sus rosas repetidas te inician homenaje. Irrumpido en la nube, gala ecuestre del viento. Proclama en el viento tu fama saetera y que tu alegre rayo nos otorgue el momento de ver tu gloria clara de fe y de primavera".
av.) CITA DE MADOZ. Nada mejor, para conocer cómo eran en estos años las fiestas de moros y cristianos de Alcoy, que abrir el tomo I del "Diccionario geográfico-estadísticohistórico de España", de Pascual Madoz, cuya 2- edición, en Madrid, 1846, en la página 471, expone: "Con motivo de la pompa con que la c. de Alcoy celebra anualmente la fiesta de su Santo Patrón San Jorge, y de las lucidas ceremonias de que va acompañada, nos ha parecido oportuno hacer de ellas una exacta descripción. El día 22 de abril de cada año... reunidas en aquella c. todas las músicas, dulzainas, tambores y trompetas de los pueblos comarcanos, rompen la diana en la casa del ayunt. y desde allí, acompañadas de los sargentos de las comparsas por riguroso orden de antigüedad, recorren toda la pobl. anunciando la fiesta que se celebra en el aniversario de la gloriosa aparición del santo en el año 1275, protegiendo a los alcoyanos contra un ataque de los moros. Desde este día se hallan ya corrientes las comparsas de moros y cristianos que han de figurar en el simulacro, todas muy lucidas y con el mismo aparato y formalidad. En la misma mañana del 22 una comparsa de clérigos y capellanes figura su entrada en la c. y 32
toma posesión del cast. que al efecto se halla formado en la plaza mayor. Todas las comparsas de moros, montados con vistosos jaeces y llevando sus provisiones para el campamento, hacen su entrada a las dos de la tarde y después de las 4 se reúnen en la misma plaza todos los moros y cristianos, y dan un paseo por la c. que dura hasta el anochecer; y entonces, al toque de ánimas, rompen la retreta todas la músicas acompañadas de la mayor parte de las comparsas, bailando y ejecutando bien ensayadas y vistosas figuras, siendo esto un obsequio a las autoridades y otras personas de distinción a cuyas casas se dirigen. El 23, día del Santo, se repite el toque de Diana con la misma formalidad que el anterior. A las 8 de la mañana se reúnen en la plaza todas las comparsas con sus respectivos gefes disparando en salva y sin cesar los arcabuces con que van armados, y luego juntos se dirigen a las casas consistoriales, de donde con los gremios, autoridades y convidados, sale la procesión que cierra el ayunt. dirigiéndose a la capilla del Santo, de donde se saca su imagen; se lleva a la igl. parr. y allí se celebra una muy solemne misa con oración del mismo Santo. Por la tarde y con el propio acompañamiento de por la mañana, se sacan en procesión... la imagen y reliquia del santo, y van a depositarse otra vez en su capilla, repitiéndose la misma retreta y bailes del día anterior. El 24 tiene lugar el gran simulacro, que llaman alardo. Reunidas por la mañana en la plaza mayor todas las comparsas... salen las de moros a situarse fuera de la c . desde cuyo punto envían un parlamento al gobernador del cast., que como gefe de los cristianos es el que costea la fiesta, y recibidos por este los pliegos, los hace pedazos como indignado, cuya acción y la vuelta del parlamento al campo de los moros con la negativa, produce el envío de un embajador formal. El embajador moro, vendados los ojos, llega cerca del cast. y recita allí una composición heroica alusiva al objeto, que es contestada del mismo modo por otro embajador cristiano que ha salido del fuerte. El moro, viendo que su embajada no ha tenido el éxito que se prometía, se retira indignado amenazando con la guerra: los cristianos se dirigen por la calle de San Nicolás hasta cerca de la puerta a sostener el ataque, y retirando y avanzando, y disparando sus arcabuces con un orden admirable, llegan a la plaza, en donde trabándose más fuerte la pelea, vence el moro y queda dueño del campo. Por la tarde se repite la misma función, trocados los papeles, y haciendo su embajada y ataque los cristianos que vencedores quedan posesionados de la c. Al concluirse la batalla es sorprendente ver correr por la plaza mayor, y en medio de la concurrencia que allí han atraído la bulla y los disparos, millares de hombres que figurando coger prisioneros parecen entregarse a una verdadera lucha: las cargas de caballería que con sus caballos de cañas y papel hacen mover aquella masa compacta que se dilata y estrecha según los movimientos de los caballos, y las corridas de los fugitivos, producen un movimiento indescriptible, por que no es posible atender a los variados puntos de este cuadro. Acaba la confusión en el mismo momento en que los caudillos de una y otra parte salen del cast.; y por la mañana del siguiente día, mientras las comparsas con sus músicos acompañan los jefes a sus casas, sale una enfermería del cast., que se 33
reduce a fingir una porciĂłn de heridos y moribundos con objeto de recoger alguna limosna que se destina al hospital; y por la tarde, reunidas todas las comparsas y formando parejas de un moro y un cristiano, se dirigen a dar gracias al Santo, pasando por delante de su ermita y haciendo salvas con sus aterradores arcabuces; concluyendo la fiesta con las retretas como en las anteriores".
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Capítulo V A MEDIADOS DEL XIX CARGOS DE 1856 Y 1857. Fue costumbre en los Sultanes, comentábamos, que el alférez repitiera cargo al siguiente año, y así se hizo en 1856 y 1857, en la persona de don Antonio Pérez. El pronunciamiento de O'Donnell, la Vicalvarada, tuvo como consecuencia el asiento en el poder de los liberales, instaurándose lo que se ha denominado bienio progresista, en que Espartero y O'Donnell alternan en el gobierno, hasta julio de 1856. En Alcoy, el 1º de enero del 56 se reúne urgentemente en sesión la Corporación para salvar el orden interrumpido por una asonada contra los arbitrios municipales; carga que hubo que suprimir ante el cariz que tomaron los hechos. El episiodio trajo por secuela problemas en la clase obrera, sumida en salarios de hambre, realizándose en febrero un paro en la fábrica de algodón en defensa de mejores jornales. El paréntesis de los moros y cristianos calmó las algaradas, que se reprodujeron en la huelga general habida en mayo. Hay escasez de granos, desproporción de precios, inestabilidad en la industria, pero los Sultanes quedan muy decorosos en la entrada muslímica de 1856. Antonio Pérez se presenta majestuoso, dignísimo, mostrando la bandera mahometana. La gente le vitorea, aplaude, olvida, ríe, degusta las confituras que ofrecen los cofrades de San Jorge. Al año siguiente, 1857, se inaugura el primer servicio regular de diligencias entre Alcoy y Játiva. Se tardaba en el recorrido siete horas, y esto sin tener tropiezo alguno. Cuaresma. ¡La mantilla española! Y ¡Alleluya! ¡Tiremos los trastos por la ventana —copiamos de Alarcón— ¡Llegó la hora de tocar a gloria! "La semana anterior todo era silencio y tristeza: las campanas, los coches, los pianos, los organillos, las murgas, todos los ruidos gozosos habían callado. Los teatros estaban cerra35
dos, las tertulias... Ni un baile, ni un concierto, ni un alma..." ¡Es Gloria! En las primeras horas de la mañana del sábado, los templos de Alcoy, atentos a las rúbricas, descubren las imágenes y retablos que desde el domingo de Pasión han permanecido velados por tapices morados. Y los moros y cristianos, un representante por cada comparsa, pregonan el regocijo del día y la proximidad de la fiesta de San Jorge. Allí el sargento de los Sultanes. Pronto, con los instrumentos en carretas, polvorientos, medio a pie, llegarán los músicos de los pueblos vecinos, para los días grandes. Alcoy se viste de amarillo y rosa; son los Sultanes 1857 que pasan marchosos a los acordes de pimpantes pasodobles. Con aspecto de ejército otomano, con sayones inofensivos y aparejos orientales, mediado ya el XIX, recorre nuestra filà el trayecto programado. Que más da si eres Sultán o Judío... o musulmán. De nuestra aurora alcoyana goza la alegre Diana, que será tu talismán. Qué importa el nombre, Sultán, lo grande es el ademán y el porte al llegar la fiesta, ser partícipe en la gesta de San George capitán. (J.B.B.) Y en el alardo, dispárase codiciosamente, salta la pólvora. Moros contra cristianos se arcabucean, diciendo Llobet que el modo de actuar "no es á descargas ni en tropel, sino una especie de fuego graneado que empieza por el guerrero que va delante á la parte derecha y es llamado primer tró y en seguida se suceden los demas de la misma parte yendo de adelante atrás, y concluidos estos siguen los de la izquierda en orden inverso, es decir de atrás ácia delante acabando por el último de delante de dicha parte izquierda que forma pareja con el primer tro. Cuantos mas guerreros tiene una filada y mejor puede sostener el fuego, con orden y sin percipitarse, mas fama gana de lucimiento...". Así lo hicieron los Sultanes en su capitanía, cumpliendo luego con el rito que relata Llobet: cesado el fuego de los dos contrincantes, "ellos y sus compañeros desenvainan los aceros y empieza el combate de arma blanca, retirándose los cristianos ácia el castillo, cuyo puente levadizo bajan los de dentro para recogerlos, entrando los moros mezclados con ellos y concluyendo el combate en lo alto de las almenas, durante cuyo tiempo otros moros, quitando la bandera blanca con la cruz roja, susbstituyéndola por otra roja con una media luna blanca; y con esto acaba el espectáculo de la mañana. Por la tarde á eso de las cuatro se reune el egército cristiano en lo alto de la calle de S. Nicolás y el moro de la plaza, y se repiten las 36
escenas de por las mañana, solo que todas son al revés, concluyendo con la conquista del castillo por los cristianos..." Llobet y Vallllosera, autor de los párrafos copiados, era catalán y publicó sus "Apuntes históricos de las fiestas que celebra cada año la ciudad de Alcoy", en la imprenta de Martí, en 1855. La obrilla no plasma bien la grandeza del festejo, y hasta en algún momento ridiculiza aspectos e indumentarias, pero permite reconstruir el programa exacto de aquel tiempo. Así lo cumpliría nuestro Antonio Pérez, en el compromiso de alférez y de capitán de los Sultanes de 1856 y 1857.
LISTA DE COMPARSAS. Todo el ordenamiento festero —expusimos— iba orientado por los 6 capítulos aprobados en 1839, a los que se añadieron otros 5 en 1844, 3 en 1847, 4 en 1851, 2 en 1857 y 1 en 1858. Tal agrupamiento de 21 capítulos no bastaba de hecho para regir la fiesta, y en la junta de 9 de junio de 1859 se nombró una comisión, presidida por don Bautista Botí Moltó, para revisarlos "atemperándose en un todo a las circunstancias actuales y estado progresivo en que se halla la población". Hubo un proyecto en 1861; y en 1862, el 9 de marzo, después de la junta general en la que se acordó, según era costumbre, celebrar las fiestas, se apremió al sr. Botí, y en asamblea extraordinaria, el 30 de marzo se aprobó el Reglamento que con data 26 de marzo había confeccionado la referida comisión. En esa junta extraordinaria se dictó la "Lista de todas las comparsas de Moros y Cristianos, con sus Caballerías por el orden riguroso de antigüedad que a cada una corresponde y deben guardar en las funciones de la fiesta: Moros: 1ª de Lana, Sultanes, 2 de Lana, 3 id., 4 id., 5 id., 6 id., 7 id., 8 id., Caballerías: Rafael Miro, Joaquín Pico, Franco. Tormos, Bautista Torregrosa. Cristianos: Capellanes, Somatenes, Romanos, Antigua Española, 1 de Tomasinas, Estudiantes, Andaluces, Marineros, Cids, Asturianos, Antigua Inglesa, 2 de Tomasinas, Antigua Veneciana, Antigua Aragonesa. Caballerías: Miguel Sanus, Bruno Miralles, Mauro Miro". En 1865 apareció un libro, tamaño cuarto, con 408 páginas: "Guía del Forastero en Alcoy. Contiene la topografía y la historia de Alcoy, su estadística... etc. etc. Adornado con grabados y un perfecto plano de la ciudad. Alcoy. José Martí Casanova, Librero-Editor, calle del Mercado, 31 y 33- 1864." Esta obra incluye la relación completa de filadas y número de individuos que hubo en 1863: a
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TERCIOS CRISTIANOS Infantería
Comparsas por orden de antigüedad Capellanes 2 Somatenes 3 Romanos 4 Antigua Española 1a
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Individuos 26 17 12 24
5 6 7 8 9 10 11 12 13
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Tomasinas (Primera de) Estudiantes Andaluces Marineros Del Cid Asturianos Antigua inglesa Tomasinas (Segunda de) Antigua aragonesa
48 17 12 8 18 19 12 62 8
Caballería 14 15 16
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Húsares Lanceros Austríacos
15 7 40
HUESTES MUSULMANAS Infantería 1ª 2 3 4 5 6 7 8 9 a
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Primera de Lana Sultanes (vulgo Judíos) Segunda de Lana (id. de Juan Miques) Tercera de Lana (id. de Chano) Cuarta de Lana (id. de Cordón) Quinta de Lana (id. de Tapiadórs) Sexta de Lana (id. de Carcelér) Séptima de Lana (id. de Marruecos) Octava de Lana (id. Moros de la Foya o de Bacora)
72 30 17 45 26 7 13 13 22
Caballería 10 11 12 13
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Árabes Palestinos Marruecos Africanos
18 8 16 11
CULTO A SAN JORGE. En medio de los avatares políticos de España por los problemas de ultramar y la endeblez del gobierno de Isabel II, una invasión relámpago de cólera morbo en 1865, que duró casi un año, se apoderó de la nación, causando incalculable cifra de víctimas. Aquel verano se extenció por todo levante, Alcoy se vio excepcionalmente indemne. No obstante, se prohibió la feria de Santa Teresa por temor al posible contagio, y, viendo los alcoyanos acercarse el fin del año, el 38
mes de diciembre, sin haber sufrido daño, atribuyeron la salvación a la providencial intercesión del cielo. La comparsa de Sultanes acordó celebrar un programa de actos a San Jorge "en acción de gracias por haber librado a esta población del cólera", insertando su detalle la prensa del día 8 de diciembre: "El día 9 al toque de alba, repique general de campanas: a al oración se trasladará a la imagen desde su iglesia a la parroquia de Santa María, en procesión con acompañamiento de música: habrá disparos de morteretes. Dia 10, al toque de alba, campanas y paseo de banda militar por la vuelta de diana; a las nueve se manifestará a su Divina Magestad, que estará expuesto todo el día; a continuación misa mayor con orquesta; predicará don José Vilaplana, beneficiado de Santa María; por la tarde, a las tres y media, vísperas, a continuación rosario, trisagio y reserva a toda orquesta con la letanía doble; concluida ésta se volverá la imagen a su iglesia en procesión y con acompañamiento de música, esta comparsa ruega a los festeros y devotos que quieran, asistan a acompañar con luces a la santa imagen". Es de suponer que los Sultanes, los Judíos, aderezarían el piadoso programa con algún sabroso ágape, barajando las plegarias con otras expansiones íntimas de alcoyana campechanía. Oh, Mártir, Santo y Patrón de la ciudad, cuya fiesta rememora la gran gesta de tu invicta aparición: ¡Concede tu protección al pueblo de tus amores, que te consagra las flores de su ardiente religión!" (A.J.) El sosiego volvió a las familias, y no nos resistimos a interpolar, ya que de regocijos tratamos, que era entonces muy dado Alcoy al teatro. El "Diario", de 10 de marzo de 1866 por ejemplo avisaba: Hoy, 13 abono, " l La zarzuela en dos actos de los Srs. Olona y Oudride, tituladada el Postillón de la Rioja. 2 Duo de la tiple y tenor de la ópera Linda de Chamounix. 3º Cavatina de la tiple de la ópera Hernani"; el anterior abono, del jueves 8 de marzo, se había cumplido con la representación de Marina. Y en el mismo orden, el 8 de diciembre de 1869 se anunciaba: "Compañía acróbata madrileña dirigida por don Tomás Teresa. Extraordinaria función de ejercicios gimnásticos. La función tendrá lugar en el paseo de la Glorieta, dando principio á las dos y media de la tarde y amenizando los actos una banda militar. Entrada general, 12 cuartos. Sillas, un rl. Niños y soldados sin graduación, 6 cuartos". Q
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OTRA VEZ, BANDERA Y CAPITANIA. Siguiendo el turno reglamentario, en 1866 y 1867 tocábales cargo a los Sultanes. 39
Para centrar las circunstancias que esto suponía, debemos advertir que las exigencias iban aumentando. Por ejemplo, la Asociación, en su Junta General del 14 de mayo de 1863, había prescrito: "Habiéndose observado en el presente año una notable falta con haberse permitido salir a la estafeta sin la corrrespondiente caballería, lo cual no pudo menos de mirar con risa y menosprecio el público en general, y con el fin de evitar en lo sucesivo la reproducción de semejante acto, ha sido resuelto unanimemente que las filadas de los alfereces a quienes corresponde el cumplimiento de dicho servicio, queden desde luego obligadas a buscar y proporcionar caballos a las estafetas". Asimismo, ante el abuso reinante, se prohibió a los festeros rasgar y romper sus trajes durante las escaramuzas del día del alardo. El 28 de enero de 1866, por roces con la familia Gironés, que habia trasladado la imagen de San Jorge de su propiedad a la parroquia de Santa María, los Directores encargaron a Francisco Pérez Figueroa, escultor valenciano, una réplica para usarla en las procesiones y demás agasajos al Patrono. El 25 de febrero tuvo lugar la general ordinaria, en la que los reunidos, ya tradición, convinieron en celebrar moros y cristianos; a los Sultanes, vulgo Judíos, les correspondía la bandera. El "Diario de Alcoy", 24 de marzo de 1866, indica: "han empezado ya en el paseo de la Glorieta las obras necesarias para establecer allí la feria, como de costumbre. Vemos que para la construcción de los puestos o paradas se aprovecha todo el local que hay disponible en aquel vasto recinto, y aun así dudamos que sean suficientes para que desahogadamente puedan acomodar en ellos sus géneros todos los feriantes, que en número siempre creciente acuden a nuestra ciudad en los días de San Jorge. Para nosotros que no somos feriantes, y que sabemos cuán deliciosamente se pasan las veladas de primavera en aquel sitio encantador, los secos y enhiestos palos que forman ahora el esqueleto de las futuras tiendas, son a la vez un dulce recuerdo y una alhagüeña esperanza". Los Sultanes, van disponiendo el modo de brillar en su alferecía ya inminente. Leemos en el "Diario de Alcoy", 31 de marzo de 1866: "Las funciones de Semana Santa se han celebrado este año con más pompa y solemnidad, si cabe, que las anteriores. Anteayer estuvieron todo el día los templos atestados de gente, las calles animadas por el numeroso concurso que con el mayor orden y compostura, iba visitando los sagrarios... Esta tarde a las oraciones se trasladará la imagen de la resurrección desde la iglesia del Santo Sepulcro a la parroquial de San Mauro. "¡Pascua!, y a pesar "del viento frío que sopló en la tarde del domingo y lunes —cita el "Diario" de 4 de abril—, las monas fueron más numerosas que otros años. A la caída de la tarde o sea después de las meriendas, no parecía sino que Alcoy estaba verdaderamente en estado de sitio, tanto tiroteo se oía en las cercanías de la ciudad producido por los arcabuces que salieron a probar las comparsas de la fiesta de San Jorge. Anochecido fueron regresando dichas comparsas o filadas con músicas y continente alegre, abriéndose así para ellos la época de los sopareis". Una gacetilla del 11 de abril comenta que "las 40
filadas son numerosas y el número de individuos de que constan, bastante considerable". En la sección de anuncios: "Interesante. En la tienda de Félix Abad, plaza de San Agustín, se ha recibido un gran surtido de pistones para arcabuz, de la acreditada fábrica de J . P. Hostesey, marca del León, en cajas de 100, al módico precio de 4 rs.vn. una. También los hay de munición a 2 rs. el ciento". El citado "Diario" publicó un extraordinario el domingo 22 de abril, con la primera página orlada de artística viñeta. "Principie la fiesta y a la calle todo el mundo", exclamaba, al lado de editoriales sobre Prim y O'donnell, y añadía "Si el tiempo no hace alguna de las suyas, las fiestas van a estar brillantísimas atendida la animación que desde ayer se nota en todas partes. Son numerosos los forasteros que han acudido a esta ciudad; en las calles es extraordinaria la concurrencia, y vamos a pasar unos cuantos días de esparcimiento y recreo. ¡Al menos que no llueva!" El tiempo, a pesar del viento de las primeras semanas de abril, y el aguacero caído el 21, fue inmejorable, y aquellas fiestas de 1866 dejaron huella en las retinas de los alcoyanos por lo lucidas y ordenadas, tomando parte cerca de 600 figurantes. Los Sultanes, en el centro de la entrada de moros, con un boato adecuado, portaron la bandera del bando, haciendo resonar trompetas mientras el airón de sus turbandes tremolaba al soplo de la tarde. No sabemos el nombre de aquel alférez, que seguramente fue capitán al año siguiente. Anecdóticamente, y de aplicación para nuestra historia, hablemos de un asunto que, con desdoro de la fiesta, ocurrió en diversas ocasiones. El designado para representar un cargo, después de obligarse, no encontraba compasa que le quisiese acompañar, o la suya propia, a quien correspondía por turno, se negaba a hacerlo por debilidad económica, desavenencias internas o disolución de la misma. Tal fue el problema que creara a la junta general de 22 de febrero de 1863, José Mira, capitán para ese año, quien expuso a los directivos que su filada no le secundaría en fiestas. Hubo nueva reunión el 8 de marzo, en que se convencieron todos de la imposibilidad de la comparsa, por cuanto no contaba con recursos suficientes para contratar banda de música. Manejáronse diversas soluciones, y al fin se avino otra filada a salir con el señor Mira, y la Junta acordó, para evitar tropiezos en adelante, que sería obligatorio para las comparsas de cargo "llevar música competente", o bien que renunciaran en momento oportuno. Muy en cuenta tuvieron los Sultanes todos estos antecedentes para prevenirse para su capitanía de 1867. El día 10 de marzo del susodicho año, en la general de la Asociación, por 18 votos a favor y 13 en contra, se acordó la celebración de fiestas, y al día siguiente confirmóse el permiso en ruidosa sesión municipal, salvando el veto del concejal don Miguel Gironés. Cumplieron los Judíos, aún llamados oficialmente Sultanes, con su capitán de 1867, mostrando un señorial cortejo, buena música, empaque y galanura. Los años siguientes, nuestra comparsa continuó vigilante, atenta a los Capítulos, donosa en sus veladas. "El parte Diario" de 23 de abril de 1870, verbigracia, inserta: "Diez y nueve son las músicas o bandas de esta ciudad y pueblos de las 41
provincias de Alicante y Valencia que, a parte de muchos clarines y atabales, han tomado parte en las fiestas. Creemos satisfacer la curiosidad de nuestros lectores citĂĄndoles los puntos de procedencia de las mismas...: Sultanes - MĂşsica de Alcocer".
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Capítulo VI CON EL NOMBRE DE "JUDÍOS SE ADOPTA EL NOMBRE DE JUDÍOS. Hemos visto que en la Guía de Martí, en su relación de 1863, la comparsa de Sultanes era conocida también por el nombre de Judíos. Y en la introducción de este trabajo hemos insinuado el por qué del dilema de la doble titulación. O, ¿tal vez fue la aplicación —según cuentan algunos— de un mote que tenía uno de los individuos?, pues oficialemnte la denominación de Judíos no se adopta hasta casi el último tercio de siglo XIX. Los primers trons con el apelativo antiguo habían sido: José Mullor (1839), Joaquín Blanes Espinos (1840 al 45), Francisco Muntó (1846 al 56), Antonio Pérez (1857), no consta el nombre entre 1858 y 1864, Juan Pastor (1865), no hay constancia de 1866 a 1868, y Agustín Miralles (1869 a 72). El acta de la "Junta general ordinaria de 26 de febrero 1871", que fotocopiamos en la página siguiente, es explícita: "Reunidos previa convocatoria en la Casa Consistorial bajo la presidencia del 3 " Alcalde Dn. Enrique Vitoria Pérez, los directores y demás interesados de las diferentes comparsas así de Moros como de Cristianos que forman la fiesta del Patrono de esta Ciudad S. Jorge Mártir, cuya lista nominal va puesta al margen (Agin Miralles = Judíos)..." Parece ser que ha vencido la costumbre, y ya se admite y cita en la documentación el nombre de Judíos, tras la 1ª de Lana, pues en la Junta del 27 de mayo de 1870 todavía Agustín Miralles reza al margen como primer trueno de Sultanes. En el acta de la Asociación, de 21 de mayo de 1871, otra vez en la columnilla de Asistencia" de primeros truenos, a Miralles se le asigna la jefatura de los "Judíos". En 1873, pese a los acontecimientos políticos que se están desarrollando y cuya repercusión no es poca en esta población, Alcoy no olvida los moros y cristianos, y el 2 de marzo se reúne las siempre esperada Junta general. Aunque con algunas dudas, la decisión fue afirmativa, y el 3, la sesión municipal dicta: "En vista de una instancia de los Directores de la fiesta de S. Jorge se resolvió por 43
Acta de la Junta de San Jorge, 26 de febrero de 1871, en que por primera vez se inscribe: "JudĂos".
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unanimidad celebrar aquella en los días y forma acostumbrada, acordándose se anuncie así a los expresados Directores". Tocábales el capitán a los Judíos, que el año antes habían sido alférez, bandera, con gran concurso de miembros, y tantas eran en 1872 las filadas que la Directiva, el 12 de mayo resolvió no admitir más diseños, y dispuso que "la comparsa que después de admitir y aceptar la bandera en junta general la renunciara por cualquier causa o motivo, quedara por ello disuelta". La ciudad se dispone una vez más a conmemorar la gloriosa efemérides en 1873: pero de una manera popular, según designio emanado de la Constitución derivada de la revolución del 68. Todo ha de ser sufragado por los devotos, y el municipio, presidido por don Agustín Albors Blanes, el que moriría aquel mismo verano en los dramáticos sucesos del "Petrolio", se negó a asistir a la misa mayor y procesiones del día 23. Los Judíos, con su capitán, su primer tro José Peidro Blanquer, "Foya", efectúan una entrada de moros fastuosa. ¡Mirad, mirad, son los Judíos! dicen los mozalbetes; ¡los Judíos llegan!, exclaman los forasteros entre vítores. Ha calado el nuevo nombre cayendo en desuso la palabra sultán. Aires de zozobra y malestar nacional —cayó Amadeo de Saboya, vino la República—, con rumores de revueltas cantonales, D. José Peidro y sus huestes infundieron ánimos en su tarde triunfal. Las cajas, redoblando incesantemente, llenaron el ámbito, con los clarines, de bélicas conjuras y las galas de los figurantes fueron admiración de propios y extraños; el Protector civitatis fue honrado con los cánticos del pueblo; el clero presidió, capas pluviales y bordones, la magna procesión, mientras que en la postrera ocasión, bombardas parecían los truenos que despedía la flamante boca el arma del ismaelita. "Coránica grandeza ambiciona ensanchar su poderío con sedas de realeza, con gritos de victoria, con briosos galopes de albedrío que perfila el corcel encabritado. ¡Oh, fanfarria ilusoria que heraldiza el Oriente y engalana elfasto acumulado propicio a la cadencia musulmana! Ya en víspera oportuna luciendo está en Alcoy la Media Luna. Si atauriques de oro, si ajorcas y collares relucientes refulgen en el moro; si el adufe resuena y címbalo y timbal vibran ardientes, 47
no son pompa de huera fantasía que el aire de abril llena. Algo late con honda reciedumbre atávica y sombría por tendencia moruna que es costumbre. No hay que negar que aflora un poco en nuestro ser la sangre mora. ¡Oh, magia rutilante, oh, tarde diamantina, alucinada por un tiemblo vibrante de ritmos y colores! La historia está encendida y superada en el ardor celoso de un afán que exalta los amores por encima del tiempo transcurrido." (J.v.j.)
También fue en 1873 cuando se resolvió que en adelante, las comparsas de los empleados serían las obligadas a portar las andas de San Jorge a hombros durante las procesiones. Después, en el mes de julio, Alcoy vivió el sangriento drama del "Petrolio". Su impacto y el estado de constante alarma por la guerra carlista, determinaron que en 1874 y 1875 faltara el tropel y el encanto de la fiesta. Únicamente restó, en el recóndito inconsciente de los alcoyanos, hartos de la desatinada gobernación de federales y militares, hartos de los atropellos de las facciones de don Carlos en el Norte, atónitos por la inesperada restauración de Alfonso XII, el istmo amable que hacía recordar el oropel de la última entrada de los Judíos.
EN EL SEXTO CENTENAR. Pasa el tiempo, se alejan las intrigas políticas, Alcoy respira y recurre al mítico prodigio de los moros y cristianos. Oportunísima ha sido la retirada a Francia del Pretendiente, consumidas las cenizas que conmovieron a la ciudad en el 73, esperanzante es el rumbo que en Madrid ha tomado la corte. Ya se puede pensar en expansiones y en 1876 se cumplen seiscientos años del encuentro de Al Azraq con el Señor San Jorge. El pueblo se apresta a conmemorar el Sexto Centenar. Es la alcaldía quien lanza el manifiesto: "Asolada la Patria, después de seis años de incesantes disturbios, por una guerra civil a la sazón en su apogeo que, como consecuencia necesaria, tenía en estado agonizante las fuerzas todas de la riqueza pública; persistente el recuerdo tan triste como inolvidabe, de aciagos días que no mucho antes había presenciado la ciudad para mal de todos aunque en lejano horizante pudiera vislumbrarse ya entonces una futura época de paz y 48
de ventura para nuestra nación y nuestro pueblo, tan queridos como porfiadamente desgraciados, no eran momentos oportunos para pensar en públicos festejos aquellos en que aún todos lloraban con razón de sobra las comunes desdichas. La Providencia quiso que aquella sombra de paz que dibujó lejana la proclamación de nuestro Augusto Rey Don Alfonso XII (q.D.g.) tomara cuerpo con visible y portentoso incremento; y vueltas las turbulentas aguas en poco más de un año, al cauce natural por donde antes plácidas corrieron, renació la calma, reanimáronse con ella las artes, la industria y el comercio: los campos, fertilizados por copiosas lluvias y abundantes nieves, saludaron riendo la futura dicha; y con la firme esperanza de haber dado término a locas aventuras y a luchas criminales, casi nada falta ya para que sea general el regocijo público. Una instancia de los Directores de las tradicionales fiestas de Moros y Cristianos dirigida al Ayuntamiento, después de dos años de absoluto silencio, solicitando, de acuerdo con todos los Gefes de Comparsas, la celebración de aquellos antiquísimos festejos, hizo necesario el dar solución conveniente a este asunto que ya no podía demorarse; y ante la consideración de ser aquellos centenarios, de que la opinión pública estaba pronunciada en su favor, y de que al acordarlos, ni convenía hacerlo en absoluto en la forma de siempre por razones fáciles de comprender, ni tampoco introducir modificaciones tan radicales que equivalieran a una vergonzosa negativa, adoptó un término medio prudencial consistente en la supresión del disparo de armas de fuego en el día del Patrono, segundo de fiestas, con más la adopción de algunas medidas que de oficio se comunicaron a los Directores solicitantes, encaminadas todas a producir al vecindario, dentro de la índole tradicional de las fiestas, la menor molestia y a evitar abusos que, no porque de ellos deje de haber ejemplo hasta ahora, deben ser menos previstos y apuntados para lo que convenir pudiera..." Ante ello, en sesión municipal de 14 de febrero de 1876 se autorizó la solemnización, si bien condicionado todo a nuevo esquema: "Oficio en 16 de Fbro. 1876 a los Directores de la fiesta del Patrono San Jorge: El Ayuntamiento que tengo el honor de presidir en sesión de 14 del corriente y de conformidad con el dictamen de la Comisión municipal de fiestas, acordó autorizar a V.S. para la celebración de las de moros y cristianos de San Jorge con sujeción a las siguientes reglas: 1 El primer día de las fiestas se celebrarán en la antigua forma. 2 Para el 2 - queda en absoluto prohibido el disparo de toda arma de fuego bajo la multa que mi autoridad impondrá con arreglo a las leyes y según las circunstancias del caso. 3 El tercer día se ejecutará la fiesta también en la forma antigua pero sin llegar a la exageración y salvando siempre el disparar las comparsas por calle en donde hubiere enfermo grave previo el aviso del caso, con la aclaración de que si esto ocurriese en la calle de San Nicolás se haya de prevenir a los tiradores el que dejen de hacer fuego tres casas antes de llegar a la del enferno y no vuelvan a hacerlo hasta otras tres después de haber pasado. De la prudencia y sensatez de todos los interesados en la fiesta y en especial de Vs. espera mi a
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Autoridad no verse en el sensible extremo de tener que adoptarse medidas coercitivas". Don Agustín Miralles, primer trueno de los Judíos, transmite la buena nueva a la filada, y señala cómo ha de ajustarse la participación a las ordenanzas emanadas de la alcaldía. Al fin, las fiestas del Centenario. En el marco de la plaza de San Agustín, en aquel grandioso escenario que el ingenio alcoyano había dispuesto en loor a San Jorge, ante fachadas cuajadas de transparencias y alegorías, a la sombra de la altísima columna levantada al efecto, presenció la ciudad desde mucho antes del alba un espectáculo inenarrable. Después de dos años de pasiones y fratricidas luchas, de dos años sin moros y cristianos, adormecido Alcoy por los fantasmas apocalípticos que le habían alienado, despertaba aquella madrugada del 22 de abril de 1876, en paz y serenidad, con incontenible sorpresa, con anhelante curiosidad ante los días que decididamente iban a revolver los espíritus. Forasteros, muchos forasteros atraídos por la fama de la noticia, acudían a la plaza cuando todavía el cielo no había retirado sus estrellas, y los de casa, como temiendo que fuese onírica tanta felicidad, irrumpieron en la calle presurosos por dar fe del primer acto. Pantalones amarillos de la Llana, arrogantes turbantes de los Judíos, brillante tonalidad de los Elegantes, emplumados tocados de los Asturianos, cascos, alabardas... llegaban constantemente, aún no amanecido, al pie de la Casa Consistorial. Las campanadas del reloj señalaron el segundo preciso, rezáronse las avemarias, y con los pechos oprimidos, las filadas moras, al son de alegres pasodobles iniciaron el recorrido entre aplausos y vivas del gentío. Cien años, seiscientos, se daban cita; se borraban rencillas, se superaban miserias; había que arrojarse en los brazos del amor y del trabajo. La Diana, como virgen intacta, como preámbulo y proemio, estaba principiando.
"Clarea, esplendorosa, la mañana y mi mente se ofusca entristecida al contemplar, con ilusoria gana, que hasta el sol adelanta en su salida por presenciar la artística Diana." A las dos en punto empezó la entrada de moros, el pueblo ocupó las sillas preparadas y los balcones se caían, no podían sustentar tanto alcoyano. Sobre un hermoso caballo, don Vicente Olcína, el capitán, abría la marcha con los Verdes, detrás seguía la Llana, y, enseguida los Judíos con su atavío decimonónico, su "jefe" atento al comportamiento de las parejas, satisfecho, preocupado; los antiguos Sultanes estaban integrados en el desfile centenario, dignificando el bando musulmán. Brillaban sus ampulosos pantalones, las canefas de los chalecos eran grecas que contrastaban con la sencillez de la manta reglamen50
taria. En la cintura, las borlas bailaban como entrelazándose con las notas de la alegre partitura; la media luna presidía el majestuoso turbante, y en el pecho un motivo ornamental confeccionado por primorosas bordadoras se estrellaba contra el sol. De esta agrupación decía el librito que se imprimió en 1876:
Comparsa de Judíos. "Van en contra del cristiano Con igual solicitud El Sectario del Talmud Y el del dogma mahometano. ¿Que extraño es, pues, que en su insano Furor, lleguen a un acuerdo? ¿No hay de esto mas de un recuerdo? Pueden, pues, sin desvarios, Salir aquí unos Judíos... Que comen carne de cerdo." La Caballería de Bequetes cerró el cortejo; y el agua. Un fuerte aguacero trastocó el final de la entrada de moros, impidiendo que comenzara el Paseo General. El Centenario a merced de las veleidades de las nubes. Pero la noche conoció los mil colores que despedían los farolillos a la veneciana colgados en las fachadas, y, sereno el cielo, la música Nueva dio un concierto en la plaza. "...y España dirá al saber las brillantes fiestas de hoy: Todos los hijos de Alcoy complen bien con su deber."
EN EL LLIBRET DE LES COMPARSES. Un opúsculo, hemos dicho, "Noticia Histórica acerca del origen de la Fiesta de San Jorge y Reseña Ilustrada de las Comparsas que toman parte en ella. Alcoy 1876. Imprenta de Francisco Company Monllor, calle del Mercado, núm. 31." apareció por aquellos días. El librito, en octavo menor, fue sin duda el primero que reprodujo, en negro y grises, los figurines de las comparsas, y el único que corrió en manos de los alcoyanos durante años. En la contraportada, estos versos: "Querido y Santo Patrón: ¿Es acaso un disparate Que reúna tus guerreros Con los moros altaneros Pintados por más de un vate? 51
No me tengas por orante, Te lo pido por favor; La solemnidad mayor De tu fiesta singular Ha movido a publicar Este álbum al editor." (F.C.) Comienza con un resumen sobre el origen histórico de la fiesta, y luego en cada página viene la efigie correspondiente primero los moros y luego, los cristianos El boceto de los Judíos, el segundo, tras la comparsa de Llana, está en posición de apoyar la mano derecha en la boca del arcabuz y la vestimenta es a lo turco, la misma de los primitivos Sultanes. Por otros datos sabemos que los colores, hasta la fecha actual, han sido fundamentalmente los mismos, y el diseño guarda buscada paridad con el moderno: pantalón de seda rosa, que entonces cubría hasta los tobillos, camisa roja bordada, chaquetilla ricamente adornada y faja azul; resaltando el turbante, rojo y amarillo, embellecido por una pluma azul, y la manta encarnada, que se colocaba sobre el hombro, en lugar del capote de ahora. En 1913 autoriza la Asociación el cambio de algunas prendas, aparece la capa-caftán, se acorta el pantalón, y se remodela el turbante: blanco con rayas, de hechura beréber; posteriormente se modifica de nuevo, blanco con un triángulo amarillo delante, hasta que se llega a la reforma actual. En 1952 se le añade al conjunto una bolsa de piel para llevarla al costado, en 1971 se perfila el calzado, en punta aguda, y en 1983 se crea un peto para el disparo. Apagado el recuerdo de las conmemoraciones externas del Centenario, quedó el fuego ardiente de la ilusión, la firmeza y solidez de la fe en el Patrono, la convicción completa de que las fiestas de moros y cristianos nunca perecerían. Pronto nuestros Judíos volvieron a hablar de ellas. El Sexto Centenar no había sido un centelleo fugaz, sino brasa de la que arrancaría el perpetuo incendio para impulsar por otro siglo el fervor georgino; cada anualidad se repetirían las mismas músicas, las mismas salvas, las mismas embajadas, los mismos himnos en honor al Protector. Llegado febrero de 1877, el 18, hubo junta general ordinaria de la Asociación, a la que acudieron: Bando cristiano: Capellanes, Somatenes, Romanos, Antigua Española, 1 de Tomasinas, Estudiantes, Andaluces, 2 de Tomasinas, Asturianos, Cides, Navarros, Angeles, Garibaldinos, Labradores, Marineros, Aragoneses, 1 y 2 de Caballería. Bando moro: Lana, Judíos, de Miques, Chano, Cordón, De Juan, Verdes, Magenta, Elegantes, Rífeños, y 1 y 2 de Caballería. Representación total de los cofrades del Señor San Jorge; de alcoyanos que, en su momento, vestirán calzas y chilaba medievales como signo de devoción. ¿Disfraz?, no; ¿capota de carnaval?, no; ¿uniforme de opereta?, no; ¿aderezo verbenero?, no. Ornamento sacro, hábito, velo inmaculado es el traje que exhibirán en abril. a
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No hay acta, pues se pierden hasta la de 1878, pero existe borrador de la junta de la Concordia, y allí constan como asistentes las antedichas comparsas. Preguntóse a los reunidos si se celebraban fiestas este año, siendo la respuesta afirmativa. Era un sí que confesaba la consolidación de los moros y cristianos. No, no fue pasajero el hervor de 1876; otra vez la algarabía, el lujo y la efusión conquistaría las calles, juntando su alharaca a las modulaciones penitenciales que la clerecía entonaba implorando el perenne amparo del Soldado de Cristo. Los Judíos, con exhuberante savia, van a continuar empujando el frondoso árbol de la tradición con arcabuz y pluma o con fez y espingarda, sus motetes y sus alfanjes no faltarán jamás a la cita.
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Capítulo VII DESDE 1882 INNOVACIONES DE 1882. Pretendiendo buscar un motivo común que agrupe los años de historia de los Judíos, debemos detenernos en los hitos resaltables en los fastos que marcan surco, en las huellas imperecederas de la crónica general festera, pues sin conocer las premisas de lo universal, nunca alcanzaríamos la visión correcta de lo particular. Los jalones del desarrollo de nuestros moros y cristianos, han de ser hilo conductor de la reseña que ensayamos. Los Judíos van inmersos en los anales de la solemnidad georgiana, y en tanto conozcamos, aunque en esencia, aquellos, ahondaremos en la percepción de cómo se desenvolvió la vida de la filà que estudiamos. Adviértalo el lector; somos insistentes, pues aspiramos a que nuestra monografía este engarzada en el contexto total, en el devenir de Alcoy, en el rumbo multisecular que ha recorrido la veneración al Patrono. Por eso este y otros epígrafes, de apariencia innecesaria, pero que ayudarán a delimitar el núcleo inquirido, fijando la anécdota concretísima en la amplia curva de las coordenadas de la fiesta. 1882 es una de esas fechas clave. En él coincidieron tales innovaciones, que es imposible trazar la reseña de los Judíos, sin explanar lo que aconteció aquel año en el plano integral de los festejos. El pasodoble "Mahomet", de Juan Cantó compuesto en este año, inicia una revolucionaria época en la música festera alcoyana. Reúne tal serie de características de estructura, forma y ritmo que lo diferencian de las partituras tradicionales y se tipifica —explica Blanes Arques— en el pasodoble dianero o sentat. "La música festera alcoyana, con personalidad propia, ha nacido." A más, debemos recordar que fue en 1882 cuando comenzó el Ayuntamiento a volcarse en los festejos, creando inclusive actos nuevos; fué también en 1882 cuando se organizó la primera Cabalgata de los caballeros del rey Don Jaime; y la Retreta del día 23, y, tal vez, la Aparición de San Jorge. Cuatro innovaciones en la historia de los moros y cristianos que, junto a la efemérides musical referida, afianzaban el futuro de la fiesta. 54
En la sesión consistorial de 27 de febrero de 1882 se concede el acostumbrado "placet" a la instancia de los devotos, y se conviene en que también la comisión municipal piense en los actos que se puedan agregar para mayor relieve de las jornadas abrileñas, ya tenemos el perfecto ensamblaje Ayuntamiento-Junta de San Jorge. Bien es verdad que siempre los regidores habían favorecido y alentado la singular tradición alcoyana, pero es en 1882 cuando el Consistorio consigna por vez primera una cantidad para tal fin y se preocupa de cooperar con ideas innovadoras. Al punto, que en su sesión de 13 de marzo se dispone "que la Comisión mencionada resuelva lo que mejor entienda, quedando en dar cuenta al Ayuntamiento de los festejos que introduzca y destinar para los gastos que los mismos puedan ocasionar 1.500 pesetas con cargo al capítulo de Imprevistos del presupuesto en ejercicio". El semanario "Revista de Alcoy" en 1 de abril se hace eco de ello: "Sabemos que la Comisión municipal de fiestas se ocupa, hace ya algún tiempo, en preparar grandes novedades", anunciando entre las noticias del siguiente número "una gran retreta que se celebrará el día 23 al toque de ánimas" y "la Aparición de San Jorge en lo alto del castillo al anochecer del día 24..." Se iba bosquejando el guión, y el 11 de abril expone el Acta: "Por el señor Presidente de la Comisión municipal de Fiestas se manifestó que la Comisión que presidía, con el objeto de conocer aproximadamente el importe de los gastos que con motivo de los actos que se trataban de introducir para el mayor lucimiento de las fiestas de San Jorge, había tomado nota de los mismos y formado un presupuesto aproximado de su importe, por lo que entendía que para la realización de todos los pensamientos que se tenía proyectados sería necesario se aumentase en 2.500 pesetas el crédito que con tal objeto se acordó en sesión de 13 de marzo último... abierta discusión sobre el asunto, vino en acordarse por unanimidad ampliar dicho crédito". Y así se cumplió, pues en el resumen de pagos del mes, acta 15-V-1882, consta: "Fiestas de San Jorge, 3.000". No fue infructuoso el calor prestado por la decisión de los ediles. Con esta aportación, los primitivos paseos nocturnos de las comparsas con sus charangas se conviertieron en una fantástica Retreta el día 23. "Comenzó a las ocho y media de la noche —explica la "Revista de Alcoy" en su tirada de fecha 29 de abril— y consistió en un desfile general de las comparsas, tanto de moros como de cristianos, por las calles principales de la Ciudad. Precedían a la comitiva ocho batidores, vestidos de cota y dalmática, ostentando el escudo de armas del Ayuntamiento; seguía el farol del municipio; a coninuación el capitán de moros, montado, y las comparsas por orden. Estas ostentaban cada una un farol, además de los que llevaban los individuos, más pequeños y montados sobre palos, todos del mismo color y forma. Seguían por fin los enanos con sus enormes cabezas, a caballo, terminando con un carro triunfal en que estaba colocado un San Jorge en actitud de matar moros. El Ayuntamiento, de antemano, había designado un premio a la comparsa que mejor farol ostentase...". Rivalizaron los 55
festeros por ingeniar artificios luminosos, y destacó la compostura y originalidad, entre otros, de los Judíos, que, portadores de farolillos y alumbrados de alguna antorcha, participaron en aquella primera Retreta "seria" de nuestra historia. También en 1882 por primera vez se organizó, por los miembros del Casino Alcoyano, la llamada Cabalgata histórica. Tuvo lugar a las cuatro de la tarde del 21, formándose una "comitiva con el rey (Don Jaime) y su magnífico acompañamiento... seguidos de una banda de música de 133 individuos". La Cabalgata fue repetida en 1883 y en otros años posteriores, renovándose en 1940 para ya nunca más volverse a realizar. En cuanto a la Aparición, hay datos antiquísimos que podrían hablarnos de su remoto origen; tal espectáculo que desde el siglo XVIII se ofreció a la admiración del público: "tenía lugar en la plaza de San Jorge, después del alardo de la tarde sobre un tablado preparado al efecto se situaba una doncella ricamente vestida y con corona de reina; desde allí pronunciaba algunas sentidas relaciones, y mientras la multitud gozaba grandemente oyendo declamar aquella fantástica historia, por una de las calles llegaba la Cucafea, con el monstruo de la cabeza de dragón, y con aire devorador iba aproximándose a la doncella; entonces, arrodillada ésta, pronunciaba una sentida plegaria, que las gentes oían enternecidas y derramando lágrimas, y cuando, en el momento en que el dragón enfurecido abría la horrible boca y se acercaba a la regia doncella, aparecía la imagen de San Jorge, armado con lanza, y al estar junto al dragón le hundía el acero y lo mataba. Este acto era celebrado con vítores de júbilo y aclamaciones de entusiasmo, disparo de armas y acordes marciales de músicas" (Vilaplana). Pero la Aparición, según el modelo que todavía conocemos, debió comenzar hacia 1882. En todo lo que hemos revisado no hemos hallado sugerencia alguna que nos haga desistir de nuestra hipótesis; es en la gacetilla de la "Revista de Alcoy" antes citada, cuando por primera vez tropezamos con algo explícito, que muy bien se complementa cuando en las noticias dadas el 29 de abril de aquel 1882 reseña: "La parición de San Jorge sobre lo alto del castillo al anochecer del día 24, hizo mejor efecto del que esperábamos, y peor del que hubiera tenido de haberse prevenido a tiempo la luz Drumont que había de alumbrar la aparición". La misma publicación documenta el resumen que hemos querido glosa, pues en la repetida edición del 29 de abril el articulista anónimo encabeza la relación con estas líneas: "Se han celebrado en el presente año las renombradas fiestas de San Jorge en esta Ciudad con más suntuosidad y grandeza que en los años anteriores, tanto que no pocas personas han pensado en las que tuvieron lugar en el centenario de 1876. El Ayuntamiento de Alcoy ha tomado una parte activa, contribuyendo con esplendor, cosa que hasta ahora no había hecho, y secundada la junta de la fiesta por otra auxiliar que se ha creado recientemente; con estos nuevos refuerzos, han recibido las fiestas un nuevo impulso que seguramente les dará más brillantez y actractivo en los años sucesivos. Los actos que han tenido lugar este año como parte adicional al programa ordinario de la fiesta, han sido 56
la Cabalgata simbolizando el paso por Alcoy del rey Jaime I de Aragón... El segundo espectáculo nuevo ha sido la retreta del día de San Jorge..." Música genuina, apoyo incondicional del Municipio, revitalización del programa, escenificación plástica del prodigio de San Jorge en las almenas de la fortaleza, he aquí lo que nos deparó aquel 1882, lo que engrandeció el conjunto del drama sacro-popular que representan cada año las comparsas, lo que, como una de ellas, naturalmente, reforzó la vitalidad de la de Judíos.
CARGOS 1886 Y 1887. Como férreo arpón se ha calvado la fiesta en nuestros lares; cualquiera de sus facetas gusta, atrae. No ha sido capricho el epígrafe anterior; él sustenta el signo que va tomando la conmemoración sanjorgista a medida que se adentra el siglo XIX, el cambio que nuestros Judíos alcanzarán progresivamente el empaque que aceleradamente va tomando el mundo de los moros y cristianos. En 1884, por ejemplo, la "Revista de Alcoy" pondera "la instalación de las luces eléctricas en la noche del 24 y en el acto en que se representaba la aparición de San Jorge. Más de cuarenta mil personas estaban situadas en la plaza de San Agustín y calles San Nicolás y San Lorenzo esperando que quedasen encendidas las luces. Después del toque de las oraciones el público empezó a manifestar impaciencia, echado al aire fósforos encendidos, lo que dio lugar á una vista agradable y en estremo divertida, cuando quedó instantáneamente alumbrada la plaza y calles mencionadas con cinco luces poderosas que dejaron inundado todo el espacio de una vivísima claridad. En el acto apareció San Jorge sobre el castillo, y este lleno de moros, las 22 bandas de música rompieron la marcha real, las campanas de la torre de Santa María fueron echadas al vuelo, mientras el inmenso público aplaudía frenéticamente aquel panorama que a su vista se ofrecía y aquella sorpresa tan inesperada". Hay rumores de epidemia a principios de 1885, y el 18 de abril, "El Eco de Alcoy" llega a los hogares con esta noticia: "Mucha agua, mucho barro, mucho viento y una temperatura bastante baja, son los preliminares de las próximas fiestas de San Jorge..." Pero los alcoyanos, a pesar de la lluvia, de las dudas sobre el peligro de contagio que obligan a forzar la autorización gubernativa, sumidos en mil recetas que la simpleza de las gentes creía panacea para librarse del bacilo, entre mixturas y brebajes previsores, continúan engalanando la ciudad. "En la fuente monumental de la plaza de San Agustín, ya se han colocado —dice la prensa del 19 de abril— los aparatos de gas que sirven para las iluminaciones en las noches de las fiestas. Mañana se colocarán las cuatro grandes pilastras alrededor de dicha fuente, que forman un conjunto bonito y contribuyen a hermosear nuestra plaza." En este ambiente descrito, en esta escenografía, corresponde a los Judíos, en 1886 y 1887, la representación de alférez y capitán. Precisamente en la primera de estas fechas, las fiestas tuvieron que retrasarse, el 23 de abril fue Viernes Santo, 57
pero ya el lunes de Pascua los Judíos organizaron un berenar en la Uxola, con la Novísima, la banda más nutrida de elementos entonces sesenta atriles. "El Eco", en su edición del 28 de abril de 1886 confirma este extremo con esta amplia nota: "Como prometimos a nuestros lectores, hoy damos una lista de las bandas de músicas, que tomarán parte en las próximas fiestas: BANDO MORO Comparsa de moros de Llana la cual tiene el Capitán: Música Nueva de Alcoy, 54 individuos. Comparsa de moros de Domingo Miques: Música de Lorcha, 25 individuos. Comparsa de Chano: Música Primitiva de Alcoy, 53 individuos. Comparsa de Cordón: Música de Vora Sèquies, 24 músicos. Comparsa de Judíos, la cual tiene el Alférez: Música Novísima de Alcoy, 60 individuos. Comparsa de Verts: Música de Agres, 22 músicos. Comparsa de moros de Magenta: Música de Guardamar, 24 individuos. Comparsa moros Elegantes: Música de Gayanes, 14 músicos Primera caballería mora o del Realiste: Música de X Segunda caballería mora o Bequetes: Música de Castelló, 20 individuos. BANDO CRISTIANO Comparsa de Andaluces, la cual tiene el Capitán; Música de Barig, 21 individuos. Comparsa de Capellanes: Dos atambores o cajas. Comparsa de Tomasinas viejas: Música de Albaida, 40 músicos. Comparsa primera de Estudiantes: Orquesta con panderetas, vihuelas, flauta y barítono. Comparsa de Tomasinas nuevas, la cual tiene el Alférez: Música Nueva de Cocentaina, 41 individuos. Comparsa de Cides o Sids: Música de Luchente, 25 papeles. Comparsa de Asturianos: Música de Beniarrés, 27 papeles. Comparsa de Marinos de Colón: Música Real de Gandía, 24 papeles. Comparsa de Aragoneses: Música de Muro, 24 papeles. Comparsa de Estudiantes nuevos: Música de Montichelvo, 24 papeles. Comparsa de Navarros: Cornetas y cajas. Caballería cristiana del Peaco: Cornetas y cajas.
LA NOVÍSIMA. Esa nutridísima banda que tocaría en los Judíos en su compromiso de alférez, tenía su historia, recientísima: Disgustos ocurridos en la música Nueva —la que fundaran los miembros de los Sultanes— originaron que algunos de sus componentes se disgreran de ésta, en junio de 1880, para formar una nueva entidad, 58
la Novísima, con sus tres secciones de banda, orquesta y capilla, dando la dirección a don Rafael Pérez. Pronto comenzaron sus actuaciones. La "Revista de Alcoy" de 4 de septiembre de 1880 noticia: "El martes, con motivo del concierto que hubo a la puerta del Círculo Industrial, la música Novísima, a cuyo cargo estaba aquel, se presentó uniformada con sencillez y elegancia, causando una grata impresión en el público. Inútil es decir que las piezas ejecutadas merecieron grandes aplausos del numeroso auditorio que llenaba los balcones y la calle de San Nicolás." El 30 de enero de 1882 presentose súplica al Ayuntamiento para que se aprobara su reglamento de régimen interior; y de la sesión municipal de 7 de mayo de 1884 es esta resolución: "Dada cuenta de una instancia de Don José Botella Botella como representante de Corporación Música Novísima en solicitud de que se conceda el oportuno permiso para que la banda militar de dicha música pueda dar conciertos durante las noches de todos los jueves de los próximos meses de Julio y Agosto en el paseo de la Glorieta, y de que al efecto se facilite por el Ayuntamiento el correspondiente tablado para la colocación de los músicos, el Ayuntamiento unánimemente acordó acceder a lo solicitado en todas sus partes." Su existencia no estuvo exenta de rivalidades, en los primeros meses de 1881, la flamante entidad recurre a la Directiva de San Jorge pidiendo participar, como las otras dos bandas locales, en el acto de la Gloria, y siendo infructuoso el intento, muchos alcoyanos pusiéronse de su parte elevando al M.I. Ayuntamiento la siguiente instancia: "Los que suscriben vecinos de esta Ciudad ante el M.I.A. comparecen y respetuosamente exponen: Que habiendo solicitado D. José Botella en representación de la Música Novísima que ésta tomase parte en la función del Sábado Santo y en el Acto de la Gloria preliminar a las fiestas de San Jorge para acompañar por separado a las caballerías de ambos bandos Moro y Cristiano y cuando a esto no hubiese lugar se establecise un turno para la referida función entre las tres constituidas en esta localidad, por comunicación pasada el sr. Botella en el día de ayer por la Junta de las indicadas fiestas se niega a la petición del mismo, y como quiera que tal negativa carece de todo fundamento lógico racional inspirado en sentimientos que revelan en sus autores miradas personales y dictadas a virdud de apasionamientos injustificados, los firmanes de esta solicitud plenamente convencidos que tal acuerdo es un agravio inferido contra una Corporación que se encuentra utilizando sus servicios a nuestro digno Municipio, acuden al mismo para que por medio de su Teniente alcalde de fiestas, preste la cooperación necesaria a fin de que la expresada Junta de San Jorge, revoque el acuerdo referido, con lo caul se evitarán disgustos próximos a provocarse. Alcoy 10 de Marzo de 1881". Siguen 251 firmas, entre las que reconocemos las de Miguel Girones Sanchis, Antonio Vilaplana Pascual, Cristóbal Mataix Pérez, Anselmo Aracil, Eustaquio Coloma, Roque Monllor, Guillermo Berenguer, Enrique Vilaplana, José Arcayna, Antonio Matarredona, Antonio Gisbert... Todo el mundillo alcoyano en movimiento. Pero son los Judíos, como entidad, los que 59
más favor le prestan, y la Novísima, abundantísima en actuantes, pasa a ser la banda de esa filà. Y, además, consiguieron al fin su propósito. La Directiva de San Jorge, el 25 de marzo de 1888, "visto el articulo 63 del Reglamento que faculta a esta Junta para designar el modo y forma con que las Bandas Militares de música han de tomar parte en los actos que la Asociación costea, y próximo el día del Sábado Santo en el que ha de tener lugar el acto llamado de Gloria, se acordó por unanimidad que para que en dicho acto pudieran tomar parte las tres Bandas de Música hoy existentes en la Ciudad denomidas Primitiva, Nueva y Novísima, se solicite, por medio de instancia, del M.I. Ayuntamiento que al igual que en los actos de Cabalgata y Retreta tomen parte en el acto llamado de Gloria los cinco Heraldos en representación del mismo". Accedió el cabildo, y pudo al fin resolver la Asociación que la Primitiva tocaría con los cristianos, la Nueva con los moros, según era ya tradicional, y la Novísima acompañaría a los heraldos; con lo cual, en 1888 se comenzaba la bella estamba de que los representantes de la ciudad, los heraldos, —dalmática, pelucas y estandartes— abrieran el anual pregón de la fiesta.
EL ALFÉREZ. Volvamos a 1886. Alcoy acababa de sufrir una horrorosa calamidad, el cólera, que se cobró en el verano anterior 1.048 víctimas, de ellas 384 párvulos. Hubo hogares destruidos por la mortandad; acudiendo los afligidos habitantes a la protección de la providencia, con novenarios a San Jorge y a Nuestra Señora de la Cueva Santa. Don Rafael Pérez Jordá, virtuoso violinista y director de la banda Novísima, compuso unos Gozos al Patrono en acción de gracias, al finalizar la epidemia; estrofas que se estrenaron en 1886. Eran de nuevo los Judíos, banda y comparsa, los que reanimarían las decaídas fuerzas de Alcoy. Había más. En febrero de ese año, "El Progreso" de Madrid, informaba: "Una industria que agoniza. La industria papelera de Alcoy, que es una de las mejores de España por al finura de sus productos, en lo que toca a los libritos de fumar, está atravesando una verdadera crisis, de la que son víctimas los fabricantes, y aún más los pobres trabajadores que, faltos de jornal, no tienen medios para sostener a sus familias. Algo y aún mucho pudiera remediarse el mal, si el Estado, que tiene el monopilio de la venta del tabaco, hiciera un esfuerzo para emplear el papel de las fábricas alcoyanas. A este efecto, gran número de industriales y obreros han elevado al Ministerio de Hacienda una exposición, pidiendo que se adopten varias medidas y especialmente que se pongan a la venta en los estancos cajetillas de tabaco picado sin liar, al precio de cinco, diez y quince céntimos, del modo que se venden cajetillas de cigarros liados." Junto a la intraquilidad laboral —comenta Boluda Sanjosé— se recrudece el encarecimiento de la vida, y así lo airea la prensa local: "Las dos poblaciones más importantes de la provincia son Alicante y Alcoy. Aquella, por ser la capital debería ser la primera en todas las cosas; nosotros, cuanto más, deberíamos ocu60
par el segundo lugar. Mas no sucede así. Los artículos de consumo alcanzan en Alcoy mayor precio que en Alicante, tanto que algunos de primera necesidad casi doblan el valor en venta. La carne de vaca, el principal alimento de todas las clases, se expende en Alicante a 1'80 pesetas el kilogramo, mientras en Alcoy cuesta a 2'50..." A todo esto, "El León Ibérico", de Valencia, apostillaba: "Sin que neguemos la razón con que se queja El Serpis por la gravísima cuestión de las subsistencias, nos ha de permitir el colega le manifestemos nuestra extrañeza de que busque como punto de comparación a Alicante para vigorizar la fuerza de su argumento. ¡Pues si precismante es todo lo contrario! Porque Alcoy, sin ser la capital, es la ciudad más laboriosa, más productiva y rica de la provincia... El Serpis se ha fijado en que los precios son más bajos en Alicante que en Alcoy; ¿pero se ha fijado en la calidad de los géneros? Porque nosostros sabemos que si en la provincia se cosecha algo bueno se lleva a Alcoy y no a Alicante; el mejor pescado de la Marina y... de Alicante mismo, en Alcoy se come; la mejor hortaliza de Callosa de Ensarriá y Altea, la fruta más delicada de la huerta de Alicante, se lleva a Alcoy. ¡No envidie, por Dios, Alcoy a Alicante!". En este encuadre, la "Revista de Alcoy", sábado 20 de marzo de 1886, divulga la remodelación de fechas: "La junta de la fiesta de S. Jorge, de acuerdo con las autoridades, ha fijado los días 1, 2 y 3 de mayo para las celebración de las suntuosísimas fiestas con que anualmente obsequia Alcoy a su esclarecido patrono, no pudiendo éstas tener lugar en sus días propios por ocurrir en ellos la Semana Santa". Y, el 27 de marzo, eco de las dificultades reinantes, la "Revista" escribía: "Las próximas fiestas, a pesar de creerse que no se celebrarían este año con tanta brillantez como en los pasados, revistirán su acostumbrada magnificencia, a juzgar por el entusiasmo que va adquiriendo la gente, y los preparativos que se están efectuando". Y el mismo hebdomadario, en su número 411: "el domingo 4 vio la luz pública el nuevo periódico semanal Los Domingos de Abril, destinado exclusivamente a asuntos concernientes a las fiestas de S. Jorge, y á recordar los hechos más notables de nuestra historia patria. Contiene ocho páginas, con dos viñetas además de la titular, representando a M. Grerorio Ridaura, y un episodio alcoyano de la guerra de sucesión. Algunos artículos son interesantes por los recuerdos que evocan. En la sección de poesías reproduce la antigua Crida de Picolí, que en su tiempo llamaba poderosamente la atención". Esta publicación, a pesar de que creo se impirmió tan sólo cuatro domingos, rezumaba festerismo, ingenuidad. En uno de sus números, el poeta Gonzalo Cantó dedicó este soneto a "Alcoy" "De colgaduras se decora ufano en homenaje a su patrón glorioso, al que, montado en su corcel brioso, fue en su día terror del mahometano. Representa esta lid el alcoyano con aspecto triunfal y belicoso, 61
ora el moro al castillo alcanza ansioso, ora le rinde el poder cristiano. Atronador zumbido de arcabuces, retreta, procesión, gran embajada, alijo y diana al despertar la aurora. Músicas, ferias profusión de luces... estas tus fiestas son, patria adorada, de pena el alma al recordarlas llora." 1886, y los Judíos. No es lo mismo pertenecer a los Judíos, que ser Judío. Nuestros festeros sabían que iban a ser bálsamo refrescante del luto esparcido por el morbo asiático, y enseña gloriosa de la fiesta; se aprovecharía el escenario dispuesto, la espera temerosa de algunos, la incertidumbre de otros..., pero el Judío, todo corazón, intentó impulsar el aliento de una ciudad abatida que se quería regenerar. En "Los Domingos de abril" el día 4, se comenta: "Las Comparsas que por turno les pertenecen este año los empleados son: Del bando moro, la de moros de Llana el capitán, desempeñando dicho cargo D. Federico Matarredona, individuo de la misma, la de Judíos el alférez, desempeñando dicho cargo d. José Torregrosa y el de embajador don Rafael Climente. Del bando cristiano: los Andaluces el capitán desempeñando dicho cargo D. Francisco de Paula Molines,
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individuo de la misma, corriendo á cargo de las Tomasinas Nuevas el de alférez... El traje del alférez cristiano será riquísimo;... el traje del alférez de moros no es necesario decir que es preciosísimo, todos conocen lo rico que es el traje de la comparsa de Judíos..." Pendones, cornetas y tambores, y una extraordinaria música, la Novísima, rodeaban a don José Torregrosa, nuestro "abanderado". El agua desbarató algunos actos, pero los Judíos marcaron una vez más el acento islámico en la entrada. La "Revista de Alcoy", sábado 8 de mayo de 1886, resume: "Terminaron en su día las ruidosísimas y famosas fiestas. A pesar de la aglomeración de forasteros, que como todos los años nos han honrado con su presencia, y el movimiento extraordinario que ha reinado en las fiestas, no ha habido que lamenter la más pequeña desgracia, ni riñas, ni cosa parecida. El tiempo —sigue la columna— sin embargo, no favoreció en los dos primeros días. La Cabalgata salió algo más tarde por causa de la lluvia, y fue muy deslucida por el mucho barro de las calles y por no haber salido el número suficiente de individuos por temor sin duda al mal tiempo. La Diana del dia siguiente se celebró igualemtne con abundancia de barro, y bajo la presión del temor de que se reprodujesen las lluvias. Estas tuvieron lugar al bajar la entrada de Cristianos por la calle de S. Nicolás, cerca del medio día, sin que fuesen óbice para que las filadas ocupasen su puesto. Por la tarde, en la Entrada de Moros, hubo momentos en que verdaderamente diluviaba. Pero los aguerridos Musulmanes ni apresuraron por este motivo el paso, ni perdiron la acostumbrada calma. El Capitán de Moros entró en la plaza a las 3 en punto, hora de reglamento, después de hacer sus acostumbradas evoluciones al frente de su ejército. Los gastadores como siempre; pero ya es de suponer el barro que todos llevarían y la lástima que causaría ver chorreando agua tantos riquísimos trajes. Un público numerosísimo presenciaba el desfile cobijándose debajo de los paraguas, tanto en la calle como desde los balcones. El Paseo tuvo lugar después como de costumbre. Por la noche no hubo retretas ni bailes, apareciendo casi desiertas las calles de la pobación. Al día siguiente, un sol expléndido llenó de alegría los corazones, continuando las fiestas con felicidad. El Sr. Gobernador militar que vino á presenciar las fiestas, dispuso que para su mayor lucimiento, se celebrase en el primer día una Misa de Campaña, que tuvo lugar delante del castillo, en donde se levantó un entarimado. En la procesión del dia de San Jorge se hizo de notar el estandarte del nuevo gremio de Comerciantes, que en dicho día hizo su primera exhibición." Acudió nuestro alférez a todos los ceremoniales que le correspondían, la Retreta, entre ellos, nocturno fantasmagórico que inspiró a Gonzalo Cantó estos versos: "La vistosa y fantástica retreta, que olvidar no he podido todavía, cantar con plectro de oro debería, 63
embriagado de luz, un gran poeta. La muchedumbre bulliciosa, inquieta, viendo un sol en la plácida y sombría noche de encanto, como en pleno día, se imagina en quimérico planeta. La retreta es la luna soñadora que, del sol abrileño enamorada, le envía un beso al despuntar la aurora. Es la cítara dulce y bien templada que pulsa mientras canta el alma mora en la espléndida vega de Granada."
EL CAPITÁN EN 1887. El lujo derrochado por los Judíos en su alferecía, y el sabor que dejaron todos los empleados en aquella edición, extendió la fama de nuestra especialidad en moros y cristianos. El sábado 12 de junio de 1886, la "Revista de Alcoy" refiere: "Una comisión del Ayuntamiento de Valencia ha venido á Alcoy con el objeto de procurar algunos trajes de la fiesta de San Jorge, é invitar á los individuos de la misma que quieran tomar parte en las fiestas que en honor del rey D. Jaime I, van á celebrarse en la ciudad del Turia en el presente año. Si se trata exclusivamente —apostilla el semanario— de solicitarse algunos trajes de moro para lucir una cabalgata, no vemos inconveniente en que se acceda á los deseos de la comisión. Pero si se quiere que los alcoyanos realicen en dicha ciudad algún acto de nuestra fiesta, piénsese que la fiesta de San Jorge es grandiosa y sorprendente puesta en Alcoy, por el carácter de sus habitantes, por la costumbre antigua y por estar dentro de su propia casa. ¿Pero sucederá lo mismo si se traslada á Valencia algún acto de ella? ¿No se podrá dar ocasión á algún ridículo?" Las anteriores palabras creo que podrían calcarse en cualquier época, incluso hoy, en 1992. Nuestros antecesores tenían un concepto cabal de lo que es el gran drama georgiano, el triduo escenificado, reglamentado, vivido. Ser festero, ser Judío, decimos; como algo substancial, sin disfraz; como algo inherente a nuestra carne, que ofrecemos a un santo y brindamos a los ojos de la amada; coloquio de miradas, efluvios que se corresponden, rezos que se adivinan, tramoya de vestimentas, calles que abrazan, lágrimas... ¿Se puede exportar todo esto? En 1887 tiene la filà que historiamos, capitanía. Don José Torregrosa repetirá la arrogancia del caudillo de los creyentes de Alá. Pero el principal protagonista llega, el 21 de abril se dice en "El Serpis": "Nos vamos a convertir en ranas. desde el domingo no ha cesado la lluvia, degenerando y conviertiéndose en verdadero temporal. Si éste continúa, desde luego que las fiestas de San Jorge, que han de principiar mañana, probablemente tengan que suspenderse". "El Eco" añade el mismo día, algo más optimista: "Contra viento y marea, a despecho de 64
Don Enrique Santonja Gisbert. Rodella Filà Judíos. Año Alférez 1893.
aguaceros y vendavales parece que mañana darán principio los tradicionales festejos con que Alcoy obsequia a su Patrono. Esto se nos comunica, a menos que en las últimas horas de la tarde de hoy la junta que se ha de celebrar no cambie de opinión. Caso de imperar la misma, mañana despertaremos arrullados por el son entusiasta de las bandas militares al dar la vuelta de diana. ¡Dios quiera que se despeje el cielo y tengamos días claros y alegres". La inquietud perpetua, la prolífica lluvia que han soportado los judíos durante un siglo. "El Serpis", en su comentario del 22, incide en el tema: "en vista del temporal de agua reinante y del estado tan lastimoso en que se encuentran las calles, por el mucho barro que en las mismas existe, ayer tarde, y bajo la presidencia del teniente de alcalde, don Camilo Gisbert, se reunieron los jefes de las comparsas de moros y cristianos, con objeto de deliberar si se daba o no principio hoy a la celebración de las fiestas de San Jorge. Unánimemente convinieron todos que dichas fiestas, previa la aprobación del señor Gobernador, a quien al efecto se telegrafió, comenzasen mañana sábado y que hoy, si se serenase el tiempo, se procediese a la limpieza de las calles. Cuando ya todos creímos que semejante acertadísimo acuerdo sería una cosa positiva y cierta, anoche, y a las diez de la misma, se fue participando al vecindario, por medio de pregón, que hoy empezarían las fiestas, obedeciendo semejante contraorden a no haber recibido contestación de la primera autoridad civil de la provincia a los telegramas de este Ayuntamiento, solicitando el aplazamiento de aquéllas." Y sigue la explicación del suceso en la prensa del 23: "La inesperada contraorden dada por el alcalde anteanoche a las diez de la misma, participando al vecindario que ayer empezarían las fiestas de San Jorge, puso en gran movimiento a la población, agitándose todo el mundo, sobre todo los festers para estar dispuestos a las cinco de la mañana, hora de romper la diana." Efectivamente, la animación empezó a la misma vez que la proclama del pregonero participaba la noticia. Todo el vecindario salió a adecentar las calles, a disponer recursos. Nos imaginamos a don Antionio Martín, primer tro de los Judíos, dando avisos y acelerando la provisión de armas y vituallas para la gran jornada. Resultó. "Gracias a nuestro ínclito patrón San Jorge —sigue el periodist a — el día de ayer amaneció sereno y brillante, luciendo hermosísimo sol. A las cuatro y media de la mañana la plaza de San Agustín ofrecía ya magnífica perspectiva. Grupos por aquí, grupos por allá, distinguiéndose en unos y en otros, ya los tricornios de las Tomasinas adornados de caprichosos ramos de flores, ya la monterilla aterciopelada y zaragüelles blancos del Llaurador, ya las hermosas mantas de los Andaluces; en fin, por éste y por el otro iban acudiendo a la plaza músicos, festers, pueblo. Sonó el tañido de la campana anunciando las oraciones del Alba, y con recogimiento cristiano... rompió la diana." Con las mantas replegadas, los Judíos, comparsa capitana, inició el típico despertar, el pasacalle primero que cautiva al alcoyano, como queriendo robar un pedazo de azul a la primavera. Arrancada en la ámplia ágora, recorrido por las 66
callejas del barrio antiguo, triunfal descenso por San Nicolás. Explícalo "El Eco" del día 26: "Cuántas incertidumbres nos han atormentado este año haciéndonos temer que pasaría el día 22 sin ver un turbante, ni el penacho de plumas que riza el viento. Estaba ya decidida la no celebración, y sin embargo, estoy seguro, no había alcoyano que lo creyera irrevocable. ¡No puede ser! Parecía que el cielo quería destruir la obra de los hombres y parecía que los hombres se hacían cómplices del temporal. Y apareció el día 22, limpio, tranquilo, diáfano, rico de fulgores, pródigo en alegrías. Y desbordóse Alcoy en su entusiasmo al arrancar entre músicas la primera diana." "Contra viento y marea, a despecho de lluvias y ciclones se han celebrado las tradicionales fiestas de San Jorge... —prorrumpió el mismo periódico el 28—. Tras la diana, la misa, tras la misa la entrada dels Capellans; después la de los cristianos..." Y la entrada de moros con los Judíos: aleluyas, colgaduras y guirnaldas, tocados a lo turco, atambores, arabescos, ensueños y misterio de las huestes del desierto. Don José Torregrosa mostró su fe y evidenció su amor al santo, paseando su atuendo en las ceremonias del 23. "La procesión de la tarde —recalca "El Eco"— ha llamado la atención por los muchos devotos que han concurrido."
COSTUMBRISMO. Así fue. Los meses siguieron. El vapor impulsó las máquinas, los obreros empezaron a asociarse, nuestros pintores formaron pléyade. Descanso, trabajo, distracciones... vida. Hablando de teatro, afición secular en Alcoy, "El Eco", en su edición de 25 de noviembre de 1887, censuraba la última actuación de la compañía dramática: "...Valiente amigo, contiene una porción de chistes escandalosos, que sonrojan á los más despreocupados y que no son para ser relatados. De aquí que el escogido público que anoche asistió, se mostrase no solo descontento, sino que condenó el mal gusto en representar la mencionada obra, siendo muchas las familias que trataron de abandonar las plateas y palcos resueltos a no volver al Teatro, ínterin no se pusiese en escena producción conocida y notoriamente recomendable." Fue por entonces, en 1885, año previo a la alferecía de los Judíos, cuando los socios de El Panerot crearon la alcoyanísima cabalgata de los Reyes Magos. Se hizo, la primera de España, en enero del 85, y en 1886 se introdujo la particularidad de entregar los regalos encaramándose los pajes a los balcones valiéndose de escaleras. Otra novedad se ingenia en 1887, la publicación de un telegrama que anunciaba, la víspera, la venida de Sus Magestades. Más adelante fueron otras entidades las que pecharon con la cabalgata, y , en diversas ocasiones, la comparsa de Judíos intervino con liberalidad en el popular rito de la noche de la infancia. El carnaval tenía su fecha con chanza y regocigo para muchos, y puritano rechazo de algunos. La "Revista Católica", de marzo de 1892, fustiga tal moda: 67
"pasó el carnaval con las orgias y bacanales que en sí trae esta gentílica diversión. Gracias a Dios, en Alcoy como en todas partes, el carnaval anda de capa caída, lo cual indica que esta planta exótica no arriga en tierra como la nuestra fecundada con las virtudes de miles de santos y regada con la sangre de innumerables mártires." El verano —masías, tartanas, salidas al campo— solía amenizarse con conciertos públicos; las tres bandas de la localidad, entre ellas la Novísima, la acompañante de la filada de Judíos en las fiestas, interpretaban polcas y preludios, y, valiéndose de la nieve almacenada, se degustaban sorbetes refrescantes en aquellas calurosas calendas. Pero los moros y cristianos lo eclipsaban todo. Incluso la sección comercial de los periódicos prodigaba anuncios del tenor de éste, inserto en "El Eco" en 1887: "A los festers. Miguel Carbonell, a. Cantona, presta arcabueces y además da 12 libras de pólvora y 400 pistones por arcabuz, por el precio de 60 reales."
DE FIESTAS. Entre tanto, la Directiva estaba acabando de redactar el nuevo Reglamento por el que debía regirse la Asociación, y en junta extraordinaria habida el 24 de marzo, "en los locales de la filà Chano", aprobóse en todos sus artículos. No era sino reforma del de 1883, y fue refrendado por la Alcaldía en 30 de mayo de 1888, y por la autoridad eclesiástica, cura don Vicente Mira, en 15 de junio del mismo año. Celebróse en 1890 el centenario del martirio de San Jorge: certamen literio, pulidos sermones, fiestas extraordinarias. Para hacer la crónica en "Las Provincias", llega de Valencia Teodoro Llorente: "Alcoy está lleno de luces por todas partes —dice—, y se me presenta la grandiosa entrada de la ciudad por la calle de Santa Elena que es para ella lo que la de Alcalá para la Coronada Villa. Doble guirnalda de chinescos faroles marca las líneas de esta espaciosa vía; tropel de gente la recorre; todo es animación y movimiento. Oyense a lo lejos las músicas. Un arco triunfal elevado por el Ayuntamiento señala la embocadura de la hermosa calle de San Lorenzo. A su extremo hay otro costeado por el Comercio. En la espaciosa plaza Mayor un dosel de globos de luz corona la fuente central... por cada soldado de la Cruz, hay diez de la media luna... con sus enormes turbantes, con sus espesísimas y luengas barbas postizas, con sus chilabas bordadas de sedas de colores, sus amplios y largos pantalones y su blanco albornoz..." En 1892, la Gloria tuvo lugar el 16 de abril, Sábado Santo, participando las siguientes comparsas: "Bando moro: Moros del Turch, que desempeña el cargo de capitán, Judíos, Miques, Chano, Lana, que desempeña el cargo de alférez, Verdes Magenta, Cordón, 1 y 2 caballería. Bando cristiano: 1 de Tomasinas, cuya comparsa acompañará al Capitán, Andaluces, 2 de Tomasinas, cuya comparsa acompañará al capitán, Andaluces, 2 de Tomasinas, Asturianos, Capellanes, que desempeña el cargo de alférez, Cides, Labradores, Navarros y 1 de Caballería.". La crónica de "El Serpis" nos cuenta los detalles: a
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"No tuvo este acto el lucimiento que hubiera sido de desear, a causa del mal tiempo. La comitiva siguió con bastante regularidad y orden de marcha, hasta llegar a la calle de Santa Elena, en donde un fuerte y largo chaparrón hizo que las músicas cesasen en sus acordes y la comitiva se disolviese. Pasado el diluvio y cuando aún se desprendían de las nubes ligeras gotas, púsose de nuevo en marcha, llegando a duras penas hasta el alto de la calle de S. Nicolás, donde empezó de nuevo a llover fuertemente. A las doce y cuarto viendo que el agua no cesaba, rompieron la marcha los heraldos del M.I. Ayuntamiento, seguidos de las comparsas y músicas que más que a escape atravesaron la espaciosa calle de S. Nicolás, entrando en la plaza de S. Agustín a la una menos veinte minutos, acompañadas de un fuerte y persistente chubasco." Hubo cabalgata del Conquistador en 1892: "Banda de cornetas, cinco heraldos del Ayuntamiento, escuadra de almogávares a pie, capitanes, guardias del Rey, el Rey d. Jaime, Mosén Ramón Torregrosa, Gobernador de Alcoy, Garcés, individuos del Concejo, Señera, escuadra de almogávares a pie, prisioneros de guerra y dos escuadrones de caballería del Rey que cerraban la marcha. También han formado en la comitiva —anota "El Serpis"— las tres bandas de música de nuestra ciudad, puestas de uniforme".
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Capítulo VIII FINAL DE CENTURIA ALFÉREZ 1893. Con asistencia del presidente, don Anselmo Aracil, y de Camilo Pastor Payá, Camilo Beneito Solbes, Jaime Seguí Sanz, y Miguel Carbonell Miralles, hay sesión de la Junta Directiva "á dieciocho de Enero de mil ochocientos noventa y tres hora de las seis y media de la noche... en la casa-domicilio de Don Anselmo Aracil Jordá... Acto seguido y por mandato del mismo se manifestó á cada uno de los Gefes de Comparsa al efecto convocados para esta Junta y allí presentes, que fueron los de 1ª de Lana y Judíos pertenecientes al bando moro y de Capellanes y 1 de Tomasinas respectivas al bando cristiano, que son los que se designaron para el desempeño de los cargos de Capitanes y Alfereces en Junta general ordinaria del pasado año, para el presente, si estaban conformes en admitir definitivamente tales cargos para las Fiestas del presente año. Aceptándose por unanimidad se designaron los individuos allí presentes en la forma siguiente: Para Capitan del bando moro á Don Fulgencio Aparisi y para Alferez á Don Vicente Gisbert Alós; para Capitan del bando cristiano á Don Federico Matarredona y para Alférez del mismo á Don Rosendo Catalá, los cuales prestaron su conformidad menos Don Federico Matarredona por encontrarse enfermo, respondiendo por el compromiso del mismo el vocal de la Junta Don Jaime Seguí Sanz, competéntemente autorizado por dicho señor. Y no habiendo mas asuntos de que tratar se levantó la sesión, estendiéndose la presente acta que firmaron todos, de que certifico." a
La junta general ordinaria de 19 de febrero acordó por unanimidad celebrar fiestas en 1893. Posteriormente, el mismo día, se reunió la Directiva bajo la presidencia del teniente de alcalde don Enrique Herráez Moltó, quien manifestó "la conveniencia de que por esta Junta y con cargo a sus fondos se llevase a cabo la celebración de un Certamen Musical, acto que gustó en extremo en 1890 y que en el presente año, además de aumentar con el mismo el número de festejos, daría mucho realce a las fiestas que prometían ser lucidísimas, dado el entusias70
mo despertado a causa de contar nuestra Ciudad con una vía ferroviaria que sin duda alguna ha de aportar mayor contingente de forasteros que en años anteriores". Así lo acordó la junta "para el día veinte y uno del próximo mes de abril, precediéndose desde luego a designar un Jurado compuesto de hijos de esta ciudad para fallar en el acto sobre la ejecución de las obras musicales que se elijan, resultando nombrados los señores D. José Jordá Valor, D. José Espí Ulrich, D. Juan Cantó Francés, D. Miguel Santonja Cantó, D. Desiderio Moltó Boronat, D. Rafael Valor Andrés, D. Enrique Juan Merín y D. Mariano Monllor Pérez". ¡Qué jurado! Nunca tal vez se vio un grupo tan excepcional de músicos alcoyanos; como si los Judíos, el año que tienen cargo, poseyesen un imán para atraer cada vez una innovación, algo inusual. Será coincidencia, pero comprobemos en el decurso de este resumen histórico que hay una feliz correspondencia de alfarería o capitanía judía con uno o varios hechos de particular relieve. Aparte el agua. Fiesta para todos. "La Unión Republicana", en marzo, el Sábado Santo indica que "Mañana domingo, a las seis y media de la misma, en la parroquia de San Mauro y San Francisco, la poética procesión del Encuentro. Concluida que sea, se celebrará misa rezada con acompañamiento de banda militar. Si por causa del
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temporal que estamos atravesando no pudiera efectuarse la procesión, la misa tendrá cumplido efecto". Al lado, un curioso anuncio: "Recomendamos a nuestros lectores el Ron-Trinidad... Para los días de Pascua y para las próximas fiestas de San Jorge, deben adquirirlo los alcoyanos, pues estamos convencidos que después de probarlo, ya no querrán otro licor..." ¿Acaso nuestro alférez se reconfortó con tan apetecible Ron?... Y otra cita comercial: "En el establecimiento tipográfico de nuestro amigo D. Francisco Compañy, se vende la Embajada de moros y cristianos, cuidadosamente impresa y corregida; la Reseña ilustrada de las comparsas que toman parte en las fiestas, y La Crida del célebre y festivo Picolí, descripción valenciana de las mismas fiestas. Los precios de estos ejemplares son 10, 20 y 5 céntimos de peseta, respectivamente". En gacetilla: "Con motivo de las próximas fiestas, van llegando a nuestra ciudad las familias alcoyanas que tienen establecida su residencia en provincias... También hemos tenido el gusto de saludar a nuestros amigos y correligionarios Don José Bartual y Don Adolfo Cervera, distinguidos médicos de Valencia." El primer ferrocarril para Alcoy, el de Gandía, se había inaugurado el 25 de enero de 1893- ¡Buena coincidencia también! Significaba un cambio radical en el transporte. Y, otra "primogenitura" para los Judíos: Leemos en las actas de abril de la Asociación: "...se reunieron en la Casa Consistorial bajo la presidencia del señor Teniente de Alcalde Don Enrique Herraes Moltó... para resolver sobre una petición hecha verbalmente al señor Alcalde por los vecinos de las calles del Mercado, San Lorenzo y San Cristóbal, rogándole á ser posible para que la Entrada general del bando Moro que termina frente á las Casas Consistoriales, según previene el artículo 20 del Reglamento... se prolongase continuando por las referidas calles finalizando en la plazuela de San Cristóbal, con lo cual podían presenciar tan grandioso acto el número ilimitado de forasteros que con motivo de la vía-férrea con que Alcoy cuenta desde Enero último era de esperar afluyesen á esta nuestra querida Ciudad.- En vista de lo manifestado por el señor Presidente y puesto á discusión por todos los allí presentes acordóse por unanimidad acceder á lo solicitado por el señor Alcalde. "En el listín de asistencia a esta reunión , figuran cinco directivos, el capitán cristiano, y el alférez moro, nuestro Vicente Gisbert, así como las filadas: 1ª Lana, Judíos. Miques, Chano, Verdes, Magenta, Cordón, 1ª Caballería (Realista), 2- id. (Bequetes). Capellanes, 1ª Tomasinas, Andaluces, 2 Tomasinas, Labradores, Navarros, Estudiantes, 1 Caball (Peaco)." a
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Buena atmósfera para el año de alférez Judío. Un importante cargo en el centro de un círculo propicio. "El Serpis", 22 de abril de 1893, en sus apuntes locales estractaba el guión: "A las dos en punto de la tarde tendrá lugar la Entrada general del Bando Moro que partiendo de la Puerta de Alicante bajará por la calle de San Nicolás... hasta la fuente de la Estrella. A las cuatro se cantarán por el Reverendo Clero de la Parroquial de Santa María solemnes vísperas en la iglesia de nuestro invicto Mártir, a las cuatro y media de esta misma tarde tendrá efecto el Paseo general de todas las fuerzas de ambos bandos por orden de antigüedad y abriendo la marcha las de bando Moro... en esta misma noche quedará inaugura72
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abriendo la marcha las de bando Moro... en esta misma noche quedará inaugurada una gran feria la que está instalada en el delicioso y pintoresco paseo de la Glorieta". Y una nota que habla del desequilibrio social que se vive; "Hoy serán repartidos á los pobres los socorros siguientes: Por la sociedad filarmónica El Iris 1.000 raciones; por el Fénix 500 id.; el M.I. Ayuntamiento 2.000 y el Casino Alcoyano 1.500, formando un total de 5.000 raciones." La Marcha Real en el inico de la diana; aplausos en la entrada para los Judíos, bandera 1893; cuidada fastuosidad, caballos, babuchas argentadas, derviches, amoriscados personajes, afinadas escalas de cornos y figles, morriones turcos, alhamares. Y disfrute inefable por la prolongación del trayecto. El día anterior, el 21, se había celebrado el certamen en la plaza de toros, participando cinco bandas y siendo la pieza obligada "Pique Dame", sinfonía de Suppé. Se llevó el primer premio la corporación musical de Villena; el segundo, la de Bocairente, conquistando el tercero la banda de Benejama.
RESEÑA DE "EL SERPIS". Había sido una muestra más de la potencia festera de los Judíos. Éxito rotundo, gente, diversión,... y quejas de "El Serpis" del 22 de abril: "Anteayer por la noche fuimos testigos presenciales de un hecho inmoral y escandaloso sobre el cual llamamos la atención de las autoridades al objeto de que impidan su repetición, en una calle tan céntrica como la del Mercado, serían sobre las diez de la noche, vimos á cinco ó seis mujeres de vida airada requerir con descaro a los transeúntes y promover escándalo pronunciando palabras indecorosas. Así prosiguieron por la calle del Vall hasta que las perdimos de vista. Según informes que luego adquirimos, mientras se efectuaba la serenata con que la misma noche fué obsequiado el Sr. Aracil, varias de las indicadas mujeres iban entre el público provocando escenas desagradables." Refiriéndose a los desfiles, indica que resultó "de muy buen efecto y fue recibido con muestras de agrado el acuerdo tomado por la Junta Directiva de fiestas, de hacer que la Entrada del Bando Moro terminara en la plaza de S. Cristobal en vez de en la de S. Agustín como de costumbre pues de este modo pudieron presenciar dicho acto los vecinos de la calle del Mercado, de S. Lorenzo y de aquella plaza y se proporcionó mayor comodidad á los muchísimos forasteros que se ven obligados á permanecer en la calle. Creemos por tanto, que aquel acuerdo se hará extensivo á los años sucesivos." "El domingo continuaron las fiestas —dice El Serpis 26 de abril— con la misma alegría y entusiasmo que el día anterior. A la hora fijada dió principio la procesión conduciéndose á la imagen de San Jorge desde su Iglesia á la Parroquial de Santa María, siguiendo el orden designado. Al paso de la procesión se arrojaron multitud de aerostatos y aleluyas con versos alusivos á las fiestas y á San Jorge. Después de la procesión celebróse con gran solemnidad en la Parroquia de Santa María la función religiosa dedicada al Santo Patrono. Se cantó á gran 74
Columna del Diario "El Serpis", con la crónica de fiestas de la época
orquesta por la música Primitiva la misa del maestro Mercadante. El sabio orador sagrado dr. D. Salvador Castellote, Canónigo de la Metropolitana de Valencia estaba encargado del panegírico del Santo y no hay que ponderar el indiscutible mérito que revistió su oración. La procesión verificada por la tarde resultó solemnísima. Pero lo que más llamó la atención de los forasteros fué la Retreta y en verdad que este año resultó bastante lucida por el mayor contingente de individuos que han asistido á las comparsas. Los festejos del último día redujéronse como todos los años al contrabando... embajadas... y batalla... concluyendo con la aparición de San Jorge sobre los muros de Alcoy."
ECOS EN "LA UNIÓN REPUBLICANA". En la edición de alferecía de los Judíos, 1893, hubo muchas columnillas en el semanario "La Unión Republicana": "Después de las fiestas: Cuando hace ocho días escribíamos nuestro número anterior, la afluencia de forasteros, el ir y venir de los carruajes de alquiler, la circulación atropellada de la gente por las calles, eran indicios seguros de animadas fiestas. El certamen musical que abría la serie de festejos, atrajo hácia Alcoy gran 75
contingente, que seguia como estela á las músicas que habían de tomar parte en aquella lucha artística. Despejóse el cielo de los cendales de nubes, y á las tres de la tarde, luciendo espléndido sol, al compás del paso-doble, cuzaron las bandas las calles de la ciudad en dirección á la plaza... Las clásicas fiestas de moros y cristianos han llamado la atención de los forasteros por la originalidad que revisten y por la formalidad que les es característica. Lo que al principio resulta un carnaval, luego, á medida que se analiza y sondea, aparece con significaciones elocuentes de algo que encarna el espíritu del pueblo, y no es el mero placer de unos días alegres. La corrida de novillos se aguó aunque bien pudiera haberse verificado, por cuanto la tarde del 25 no pudo ser más a propósito para la novillada. El castillo de fuegos artificiales sorprendió por la novedad de los juegos y la limpieza de los colores, la lluvia final hizo arrancar nutridos aplausos á los espectadores. Muy concurrido estuvo el concierto con que la sociedad Círculo Industrial obsequió a los forasteros; al sonar las notas del vals con que terminaba la segunda parte, la juventud del Círculo separó las sillas, y lo que empezó concierto acabó en baile. A las dos de la madrugada se retiraban las familias á sus casas. Las iluminaciones, de mucho gusto, y la de la calle de San Nicolás de un efecto sorprendente. La feria animadísima en cuanto á feriantes, pobre y desatinada en cuanto á las compras. Se resiente Alcoy de falta de trabajo y por ende de dinero. La empresa del ferro-carril Alcoy-Gandía, ha realizado un negocio colosal. Es incalculable el número de viageros que han venido por esa via." Un curioso comentario en "La Unión Republicana" en vísperas de la trilogía: "El salón de tiro de gallina establecido con mucho éxito, desde hace algun tiempo, en nuestra población, ha pasado á ser porpiedad de una nueva Empresa, la cual se propone introducir grandes mejoras en beneficio de muchos aficionados. Las presentes fiestas serán á no dudar causa y ocasión de que concurran á las tiradas que allí se verifican todos los buenos tiradores..." Y cosa resaltable. Estas semanas se realizaban en Alcoy, y así lo refleja el semanario que leemos, activas gestiones para instalar un tranvía en nuestra ciudad, proyecto del que se habló mucho y no se ejecutó a pesar de que se hicieron incluso planos y memorias.
PREPARACIÓN FESTERA PARA 1894. Ahora les toca el capitán a los Judíos. Finando los ochocientos, nuestra comparsa abordará el compromiso máximo de la fiesta. "El Serpis" del 25 de marzo exponía: "El acto del ensayo de la embajada que muchos años se ha celebrado en el día de mañana en el Molinar, no se celebrará hasta el lunes 2 del próximo Abril día de San Vicente. En el mencionado día 2, saldrán de merienda al campo con objeto de probar los arcabuces, casi todas las comparsas así como también las músicas Nueva del Iris y Primitiva, que acompañarán a su entrada en la población a las comparsas de Llana y Judíos. El tiempo 76
que ayer por al mañana continuó en el estado lluviosos del día anterior, despejóse al medio día brillando por la tarde el sol lo que ha contribuido á secar en parte el barro que había por las calles. De continuar el tiempo en el mismo estado, hoy á las 10 de la mañana se efectuará el acto de la publicación de las fiestas. A este asistirán los sargentos mayores y representantes de veinte comparsas, diez de moros é igual número de las de cristianos." El tinglado festero en marcha, este año, el 15 de abril se citó a junta general extraordinaria para acordar las últimas normas para el mejor desarrollo de los actos. Se anunció que se cortarían severamente los abusos que se cometían durante la Retreta y que se castigaría a quien no llevase el farol hasta el final. El 17 por la noche se probó en el zaguán de la Casa Consistorial uno de los aparatos eléctricos que habían de instalarse para el alumbrado de la plaza. Era de los llamados de arco voltaico, sistema Gram Belle, de 2.000 bujías de intensidad. En la tirada de esa misma fecha de "El Serpis" la columnilla decía: "El domingo por la tarde salieron de merienda muchas filadas á las casas de campo y otros sitios de los alrededores de esta ciudad. Por la noche hicieron su entrada en la población muchas de ellas acompañadas de bandas de cornetas y tambores, y de músicas, entre estas últimas figuran las comparsas de Llana, Judíos y Chano á las que seguían respectivamente, las músicas Nueva del Iris, Primitiva de esta ciudad y Nueva de Cocentaina." El semanario "La Unión Republicana", en su número 140, traía estos párrafos: "La industriosa población alcoyana; esa ciudad, cuna de ilustres artistas y morada de honrados ciudadanos que dedican constantemente sus energías y sus esfuerzos al engrandecimiento de las industrias locales, se encuentra en los presentes momentos entregada en absoluto a sus alegrías, conmemorando uno de los hechos más gloriosos de su historia... No es fácil cosa que renuncie Alcoy á su pasado y que olvide sus gloriosas tradiciones". Seguía "El alma de un pueblo", con la firma de Antonio Aura Boronat: "... Me encanta el espectáculo que ofrece mi pueblo al rayar el alba el 22 de Abril, cuando la muchedumbre se apiña en la Plaza contemplando á los sargentos de las filadas vestidos de limpio; me encantan los cabos de gastadores armados de sendas gumías, moviendo gentilmente los brazos y mirando con aire, entre triunfante y altanero, á los balcones: me encantan els Turcs y els Capellans, y els Navarros, y les Tomasines, y els Contrabandistes y els Verts, y els de la Llana, y hasta la Cavalleria del vi. Me encantan los trajes abigarrados, la impropiedad de algunos de ellos, y la manera con que los visten y ostentan. Me encanta la algarabía que producen las voces de la multitud, el sonido metálico de las campanas, el de las músicas y el estrépito ensordecedor del Alardo. Me encantan las barbas negras, largas y macizas de los moros, y los perifollos con que se adornan los cristianos..." El semanario citado, en su sección "local", daba el programa para el 22, 23 y 24 de abril, y escribía: "Las calles empiezan á verse invadidas por la muchedumbre y las diligencias diarias y coches particulares no cesan de transportar viajeros. Por la linea de Gandía llegan los trenes poco menos que atestados, notándo77
se el gran contingente de forasteros venido á Alcoy, en las fondas y hospederías, que se hallan totalmente ocupadas. Si el tiempo favorece, como deseamos, los festejos en honor de San Jorge prometen resultar brillantísimos." Hay reuniones en la comparsa de Judíos. Se quiere que las cosas salgan bien; se ingenian rifas para arbitrar recursos, se recurre a las subvenciones, pero son los propios socios los que pechan con el presupuesto extraordinario de aquel 1894.
CAPITÁN JUDIO 1894. No hubo certamen en 1894, sino que el 21 de abril se celebró un festival musical en la plaza de toros, en el que actuaron la Primitiva y la Nueva del Iris, con sorteo de premios, y elevación de globos. Las fiestas fueron brillantes, tomando parte en las mismas veinte filadas. Por la noche fueron delicia las preparadas rondas, en las que festeros, músicos, bullas y guasas, llenaban de alborozo y concordia las plazuelas y las calles. "¡Oh pueblo en que nací, yo te saludo! De tu gloriosa enseña los girones Guardan tu honrado y victorioso escudo; En él, para enseñanza de naciones, Grabar la Gloria tu heroísmo pudo Y confirmar la Fama tus blasones." "En la alborada del 22, dieron principio las fiestas de moros y cristianos: inmenso gentío llenaba la plaza de las Contitución para ver el desfile de las comparsas que se cumplió en medio del mayor entusiasmo. El mismo día, á las dos de la tarde, hizo su triunfal y pomposa entrada el bando moro... La calle de San Nicolás, resultó pequeña para el sinnúmero de personas que acudieron, llenándolo todo de bote en bote", (de "La Unión Republicana"). Abrían marcha los Judíos, con aprestos guerreros, cornamusas, panderos, tubas. ¡Son ellos!, exclamó una señora; ¡los Judíos!, proclamó un forastero, quedando todos asombrados de la gallardía del capitán. Caballo enjaezado, paños tornasolados, arcabuces relucientes, y el Sargento Mayor, "en la noche de este día como en las anteriores, encendiéronse los cinco potentes focos eléctricos instalados en la plaza de la Contitución y calle del Vall y los mil farolillos a la veneciana simétricamente distribuidos por las calles del Mercado y San Nicolás... El Día del alardo —tomamos del repetido semanario— celebróse este con el estruendoso acompañamiento de siempre, habiendo acudido inmenso gentío por mañana y tarde al acto de las embajadas y alegres cargas de las caballerías". "El Serpis", 26-4-1894, glosaba: "Con mayor brillantes si cabe que en años anteriores se han celebrado en el presente las tradicionales fiestas de moros y cristianos... Pero el acto que de año en año gusta más y presenta mayores atractivos es el de la entrada del bando moro. El capitán con su aspecto respetuoso 78
seguido de su escolta, la severa marcialidad de los gastadores, la música tocando bonitos pasodobles, la gravedad de los ginetes de las comparsas de caballería, todo ello forma un conjunto tan adecuado y armonioso que hacen este acto el más agradable de cuantos se efectúan durante las fiestas".
CONCLUYE EL OCHOCIENTOS. Las fiestas de 1895 conocen dos importantes novedades: El estreno del castillo, diseñado por Cabrera Cantó, Cort Merita y Gisbert Carbonell, y la inauguración, el domingo 21 de abril, por el Cardenal Sancha, de la estatua de San Jorge, instalada en la plazoleta frente a la ermita del patrono. Sobre el primer punto, dijo "El Serpis": "Ha quedado concluido el grandioso castillo de moros y cristianos que se ha construido en la plaza de la Constitución". ¡Cuántos años, casi un siglo, ensamblaría sus piezas una familia alcoyanísima y cien por cien "judía"! El mismo periódico da ese año la estadística de festeros: Domingo Miques Llana Judíos Verdes Chano Magenta Cordón Moros Elegantes Caballería de Moros de Alhazarach Bequetes Ligeros Contrabandistas Capellanes Tomasinas Antiguas Asturianos '. Cides Labradores Navarros Estudiantes Marinos Caballería de Peaco "Alcoy está en fiestas; Alcoy ríe y goza llenando las almas de grata expansión, la abeja descansa; gentil se alboroza y lleva risueña su ofrenda al Patrón. Alcoy está enfiestas. Bendito mil veces el pueblo que sabe su dicha lograr, 79
32 70 35 11 60 35 32 14 21 60 11 29 12 20 35 18 25 16 24 11 30
individuos individuos individuos individuos individuos individuos individuos individuos individuos individuos individuos individuos individuos individuos individuos individuos individuos individuos individuos individuos individuos
y dando al olvido sus penas, con creces en luz y alegría las sabe cobrar. Yo que amo a mi Patria cual nunca la he amado, que vuelvo a su seno con ansia febril; dichoso me siento, feliz y encantado al verla entregada a fiestas de abril. La ausencia en mi pecho jamás ha podido matar su cariño; que ingrato no soy. ¡Que Dios te bendiga, mi pueblo querido; mi cuna adorada, mi Madre, mi Alcoy!" (G.F.) Pérdida de las Colonias; la Generación del 98. El 20 de abril de 1897 hubo junta extraoridnaria de la Asociación, determinando, dice el acta, que debían "acompañar las comparsas el día de San Jorge por la tarde a los asilados de las hermanitas de los Pobres y los de la Beneficiencia a los puntos que habían sido invitados para presenciar la procesión". Esta decisión fue al arranque de la caritativa costumbre que tantos lustros guardaron los Judíos. El 29 de abril de 1898, decía la prensa: "Esta noche se exhibirá por primera vez en el Cinematógrafo Lumière, establecido en la plaza de San Agustín, junto al Círculo Católico, un nuevo cuadro de fotografía viva representando uno de los actos más brillantes de nuestras fiestas a San Jorge, el de la entrada de la caballería mora y cristiana en la Plaza". Y el siglo finalizó... con los Judíos. Porque su nombre resuena en una sentida página de Gonzalo Barceló describiendo el ambiente festero de 1900: "Acabó el reinado de las espinacas y de la sopa de ajos. Se extinguieron en el aire las notas tristes del Miserere y de los cantos cuaresmales... Quince días escasos y el cambio ha sido total, brusco sin transiciones. Por obra y gracia de los laneros, JUDÍOS, magenta, capellanes, navarros... Alcoy ha dado un completo cambio de frente; cambio simbolizado por la bandera que desplegada al viento, ondea en las alturas del Consistorio, en señal de fiestas, destacándose sobre el Alcoy católico de San Jorge, sobre el Alcoy trabajador, alegre y bullanguero".
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Capítulo IX A PRINCIPIOS DEL SIGLO XX CONSIDERACIONES. Con trepidar de máquinas, incertidumbre salarial y renovación de ideales, Alcoy va a adentrarse en un nuevo siglo. Desvelos, amarguras, dudas, trabajos... dulzuras de abril. "Terra dintre les serres terra dura i espartosa terra de falsos llorer, deslluit per un temps pretèrit que s'ens escapa: temps inimaginable i llunyà. Però correrà la brisa... correrà en aquest temps d'Abril, i l'alegrança per la fantasia ens portarà un temps sobirà; un respir de nova esperança que marcirà la pena duent-nos al confí de la tradició." (J.P.T.) La centuria comenzada iba a entramar sus moros y cristianos con los avatares que el tiempo urdiría. Históricamente, la humanidad conoció dos guerras mundiales, tronos caídos para siempre, naciones creadas por los tratados políticos, conflictos doctrinales. España vivió el reinado de Alfonso XIII, la Dictadura y el problema de Marruecos, la segunda República, una guerra civil y un renacer democrático; la electricidad, la mecanización, el automóvil, la era atómica. ¿Y cómo no iba a influir todo ello en Alcoy? La ciudad supo de huelgas y 82
petición de derechos, de luchas entre partidos, de apertura a las corrientes filosóficas, de nuevos trazados en sus comunicaciones. Las fortunas cambiaron de manos, las mentes de ideas, las familias de costumbres. La tecnología fue desplazando a las caballerías, el cine al teatro, el fútbol a los toros, los bailables a la zarzuela. Tal revolución de modas, de manera de vivir y de sentir, irá repercutiendo insensiblemente en las fiestas de moros y cristianos. Con idéntica esencia, pero en presentación cambiante, la devoción a San Jorge evolucionó también en su forma. La física prestó sus posibilidades a las iluminaciones nocturnas; el motor, su fuerza de arrastre de carrozas; la tipografía, sus avances para confeccionar artísticos carteles. Profundas innovaciones en los ropajes, cambio de estilo en los boatos, música desconocida antes, que ha transformado la manera de alinearse en los desfiles. Los Judíos mudaron sus trajes, cambiaron el armamento, afianzaron su caridad, presentaron escuadras originalísimas, y crecieron en alcoyanismo amasándolo con ininterrumpidas honras al Patrono. "Del alcoyano suelo los signos elocuentes serán siempre su fiesta abrileña. Los montes lo envuelven, y sus dos afluentes se llevan hacia el Serpis lo que siente y sueña. Tres fechas condecoran su ambiente y su figura. Alcoy: novio amante de selecta hidalguía, muestra en sus festejos resabios de ternura con tesoros de historia, amor y poesía. El escudo realza bajo noble corona las dos alas de urgente presencia en la llamada. El clarín de dos siglos su grandeza pregona con espada desnuda y bandera izada. Se han quedado las rosas de abril frente al espejo de un brillo, castrense en rica indumentaria. Alcoy no será nunca un baluarte viejo, sino un doncel pujante de gloria centenaria. Del brazo de la fiesta, Alcoy mira el prodigio que San Jorge le otorga con especial entrega, dejando en las crónicas el colosal prestigio mientras, entre las nubes, la gran victoria llega." (A.M.)
LOS JUDÍOS ABREN EL SIGLO. Sí, en 1901 y 1902 los Judíos representan los primeros cargos del bando moro en la persona de Camilo Espí Albero. Piadoso recogimiento se respira en el umbral del siglo, jubileos, pero hay asimismo diversión y asueto en la ciudad. El "Heraldo", el domingo 3 de marzo de 1901, anuncia: "En el Círculo Católico de Obreros, se celebrará hoy, a las ocho 83
de la noche, una velada de Cinematógrafo, Estereoscopión y Gramófono". Y el miércoles, 27 de marzo, habla de que "la compañía ecuestre y gimnástica que dirige el Sr. Chalet", después de tres días de aplazamiento por la lluvia, ha actuado en la plaza de toros: "El intrépido capitán Guallar, hizo dos felicísimas ascensiones en su hermoso globo Ciudad Rodrigo. El primer día ascendió en Les Uixoles y el lunes en el Tosal. En este viaje cruzó pausadamente sobre la población, siendo motivo de la expectación pública." Abril de 1901. Alcoy presenta una exposición postuma de las obras de Lorenzo Casanova, y en académica ceremonia, inaugura el Instituto Municipal de Higiene. La fiesta está ahí. El 24 de febrero, los Voluntarios Catalanes habían pedido llevar armas blancas en su indumentaria al igual que los Andaluces, pero la Directiva, considerando que podía dar lugar a accidentes, no sólo les denegó lo solicitado, sino que prohibió desde entonces llevarlas también a los Andaluces. El Ayuntamiento, el 31 de marzo, comunica que se invita al vecindario "para que durante los días en que han de verificarse los festejos, adornen los balcones y ventanas con colgaduras uniformes, cuyo modelo se exhibirá en breve en los comercios de tejidos de esta ciudad. Estas serán blancas, con una faja encarnada en la parte inferior, y la cruz de San Jorge en el centro." Siendo año de alférez para los Judíos, sus asociados pergeñan invenciones y sorpresas para la entrada. La ardiente sensualidad del color rosa, el vistoso cromatismo de su chaqueta, la espumosa pluma, van a enseñorearse de las calles de Alcoy. Con ellos, el portador de la bandera, y el embajador recién elegido por sorteo, don José Carbonell. Y presidiendo todo el séquito, con su atavío de sultán, don Camilo Espí, mientras don José Torregrosa, el primer tro, modera la formación. El "Heraldo", del 27 de abril, comenta: "Aunque todos los números de las tradicionales fiestas se han efectuado, gracias al acuerdo del Ayuntamiento y de la Junta de San Jorge de prorrogarlas un día más, han resultado deslucidas, merced al mal tiempo reinante y a los continuos chaparrones que las nubes nos han regalado... La entrada de moros tuvo que interrumpirse... La procesión de por la tarde del día de San Jorge, se interrumpió igualmente y por idénticas causas, y acordada la prolongación de las fiestas, se celebró el día siguiente, aunque con peligro de sufrir un baño que por fortuna no llegó. Y así, entre temores de lluvia y desilusión completa por parte de todos, verificáronse los demás actos". Ese año, el 27 de abril, se colocó la primera piedra del proyectado Viaducto; y de su construcción se encargó el ingeniero don Próspero Lafarga, inaugurándose la férrea pasarela el 24 de febrero de 1907 por el presidente del Congreso don José Canalejas. El día 28 de abril, por la noche, en aquel 1901, hubo Certamen Científico-Literario, con flor natural y diversos premios.
CAPITÁN JUDÍO 1902. "Paz y Trabajo" es el lema que lleva la portada del programilla editado en la 84
litografía Albors, para 1902. Su primera página avisa: "La Sociedad Círculo Industrial, respondiendo con entusiasmo a la invitación de la Alcaldía para que las sociedades de esta población contribuyan al mejor éxito de las fiestas, acordó repartir 3.000 vales de á 25 céntimos de peseta cada uno, entre los pobres necesitados de esta Ciudad, cuyo reparto tendrá lugar en la mañana de este día 20 en el zaguán de dicha sociedad.- A las 3 y media de la tarde y en la Plaza de toros de esta Ciudad, se verificará una Gran Corrida de Toros en la que tomarán parte los afamados diestros Antorio Guerrero=Guerrerito y Vicente Pastor=Chico de la Blusa... En este día tendrá lugar la Inauguración de la Feria instalada en el pintoresco paseo de La Glorieta". Para el lunes, 21 de abril: "A las 12 y cuarto de la tarde se disparará una Original Traca, la cual rodeará toda la Plaza de la Constitución. A las 9 de la noche se celebrará en dicha Plaza una Gran Velada Pública en la que se exhibirán los más hermosos y sorprendentes cuadros de Cinematógrafo... Este acto será amenizado por una de las bandas de música de esta Ciudad". Y en el guión del día 22: "A las 2 de la tarde las huestes agarenas efectuarán la Entrada de Moros, el más llamativo y pintoresco acto de las fiestas". Los Judíos, pues en aquel entonces el bando cristiano, hasta 1915, iba detrás en la formación, habían arrancado los primeros la madrugadora diana, cuando apenas la aurora se asomaba tras el alto monte. Por la tarde, en el segundo peldaño del estrenado siglo, otra vez, ahora capitán, desfilaba don Camilo Espí Albero; galanura y noble porte. Rodeado de Judíos y de una selecta corte, al son de garboso pasodoble, inició la entrada, embrujo y brisa primaveral, el caudillo sarraceno. El "Heraldo", 27 de abril 1902, dijo: "Han terminado nuestras tradicionales fiestas de moros y cristianos, habiendo resultado brillantísimas, pues si bien es verdad que por causa de la lluvia tuvieron que suspenderse todos los actos propios de la festividad del Patrono, por acuerdo de festers, Junta de San Jorge y autoridades, se prorrogaron aquellos, teniendo la fortuna de haberse celebrado hermoseadas con las esplendideces y las galas de Abril". Coincidencia afortunada para la historia de los Judíos fue que las fiestas de 1902, las de su capitanía, fueron presenciadas y glosadas por el articulista inglés Juan Walker Thirlmere Rowland (1861-1932), colaborador de periódicos y revistas, a los que enviaba sus impresiones de un viaje que hizo por España, recalando en Alcoy justamente mediado el mes de abril. Ello le permitió, más tarde, reunir su colección epistolar en un libro "Letters from Catalonia and other parts of Spain", editado en Londres en 1905, y Adrián Miró, ahondó y desmenuzó las páginas de la obra en su monografía: "Las fiestas de moros y cristianos de Alcoy vistas por Rowland Thirlmere". Por el estudio de Adrián Miró nos enteramos que el escritor británico califica el cortejo moro de "el más celebrado y pintoresco": "Una hilera de hombres, codo a codo, parecía empaquetarlos estrechamente entre las murallas de espectadores. Levantaban los pies como la infantería alemana en parada, pero luego los descendían de nuevo casi al mismo sitio... Esplén85
didos cadíes, con resplandecientes mallas metálicas y espadas en la mano, soberbios Saladinos y melancólicos Boabdiles... No parecen cansarse. Cuatro horas tardaron en pasar por la puerta de nuestro hotel los desfiles de la tarde..." Habla de la Retreta, y sigue luego con el Alardo: "Los contendientes parecían olvidar todo control de sí mismos. Descargaban viejos mosquetes y adamascadas espingardas en la propia cara de los adversarios, pero no los ponían fuera de combate. Nadie admitía morir. Cada cual parecía invunerable y disparaba sin parar hasta gastar toda la munición, con lo cual la Plaza se convirtió en un pandemónium... aullando y disparando, disparando y aullando". Tal fue la impresión que de nuestra fiesta, la del año de capitán de los Judíos, transmitió el inglés en sus crónicas al mundo entero; quizás faltas de mejor intuición, pues quédanse diluidas un tanto en lo externo y circunstancial.
COMPARSAS Y MÚSICAS PARA 1903. Interesa seguir el curso de la historia de los moros y cristianos, para obtener a veces un ligerísimo detalle que complete la reseña de los Judíos. Así, del "Heraldo", viernes 17 de abril de 1903, entresacamos, de la lista general de comparsas y bandas de música para aquel año, lo que a nosotros se refiere: Lana El Trabajo Judíos La Primitiva Domingo Miques Cocentaina Chano Nueva del Iris Verdes Palomar Beduinos Lorcha Cordón Beniarrés Turcos Almoines Ligeros Penàguila Granadinos Daimús Almohades Adzaneta Marrakesch Regimiento Vizcaya Caballería Realiste Real de Gandía Caballería Berbéricos Castellón del Duque Capellanes Bellreguart 1. de Tomasinas Muro Andaluces Beniarchó 2. Tomasinas Orcheta Asturianos Barig Cides Nueva de Palmar de Ador Navarros Cornetas y tambores Estudiantes Bellreguart Voluntarios Catalanes Alfarrasí Caballería Peaco Cornetas y Tambores Caballería Bequetes Id. Caballería Cazadores Id. a
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Festeros y músicos, afectos y contactos; que es vivir sin amor, morir viviendo. La fiesta es voluntad de hacer, de querer, sacramento de amor que enternece, mientras el sol, taladrando nubes, bendice tanto goce.
EL LOCAL SOCIAL. De los Judíos, por estas fechas, se confirma ya la existencia de un local propio, que en 1905 estaba en la calle Virgen de Agosto, número 10. Conforme al reglamento de la Asociación, allí se celebraban dos reuniones generales, sí bien no hay actas de esas juntas, hasta que empezaron a extenderse en 1945. La filà cambia luego de domicilio, se pasa a la calle San José, y de allí al número 44 de la de San Mateo; más tarde al 36 de la misma calle, y, finalmente a la llamada del Carmen. A San Blas, 16, se llegó en 1956. Pero son noticias más reciente que tendrán cabida en posteriores páginas. Los datos de 1905 se obtienen de la Junta del 16 de mayo de aquel año: hubo general extraordinaria para aprobar el "Reglamento para el régimen interior de las comparsas". Lo forman un total de veinticinco artículos, que tratan del objeto y medios de las comparsas, de los individuos, de la administración y gobierno de estas entidades, de los cargos y de las juntas generales. Establece un Reglamento que las agrupaciones festeras tendrán un local propio, al cuidado de un sargento, y su finalidad será tomar parte en las fiestas de Moros y Cristianos de San Jorge organizadas por la Asociación. Sus componentes deben ser mayores de 14 años, y en los actos solamente podrá sustituirse un hermano por otro o un padre por un hijo. Cada comparsa tendrá una directiva, con un jefe y cuatro vocales, y convocará dos sesiones generales al año: el primer domingo de mayo y el domingo de Ramos. En la fecha de redacción del documento, según consta en el libro de Actas, las entidades y domicilios de entonces son: "Lana Judíos Domingo Miques Chano Verdes Beduinos Cordón Turcos Ligeros Granadinos Almohades Marrakesch Abencerrajes Mudéjares Cab. Realiste 1. Tomasinas Andaluces
Plaza de la Constitución, Virgen de Agosto, 10 San Antonio, 63 Plaza de la Constitución, Santa Bárbara, 3 San Mateo, 90 San Juan, 31 San Antonio, 32 Santo Tomás, 5 Virgen María, 28 Caracol, 8 Plaza de la Constitución, Plaza de la Constitución, Cueva Santa, 20 Purísima, 18 Santa Marta, 24 Virgen María, 21
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6
26
6 22
Vidrio, 6 2. Tomasinas Caracol, 28 Asturianos Virgen María, 26 Cides San Agustín, 5 Labradores Virgen María, 30 Estudiantes San Nicolás, 21 Guzmanes. San Miguel, 28 Caballería Peaco Tosal, 11" Caballería Cazadores Hogar, punto de reunión, tierna escuela de compañerismo, centro honesto de diversión, popular altar de veneración a San Jorge es la "filà"; por eso dolió mucho, una malintencionada hoja que, el 15 de abril de 1910 alguien esparció por Alcoy, afirmando "Que las fiestas son un rémora contra la instrucción porque en las comparsas lo único que se aprende es a beber café-licor, que embrutece los sentidos y les imposibilita para concebir ideas regeneradoras y que son también una rémora contra la moral porque se enseña cómo dos bandos de hombres se destrozan mutuamente". Una diatriba infundada y malévola, debiendo nosotros añadir que si en el XIX y comienzos del XX las comparsas residen en localillos poco acondicionados, situados en calles de aspecto modesto, fue debido al poco dispendio que permitía el jornal de antaño. La mayoría de festers eran honrados trabajadores que se sacrificaban para exteriorizar su alcoyanismo, su devoción, sujetos a remuneraciones escasas, y bastante oneroso era mantener un pequeño rincón, limpio y agradable, donde reunirse y entretenerse en lícitos pasatiempos. a
"Crisol donde se funde la armonía con inmarchito amor de primavera. La filà es nave de aventura que enarbola velamen de alegría". (A.E.V.)
PARTICIPACIÓN CONTINUADA. En la general del 12 de mayo de 1907 queda el orden de antigüedad así: Lana, Judíos, Domingo Miques, Chano, Verdes, Beduinos, Cordón, Ligeros, Granadinos, Marrakesch, Abencerrajes, Mudéjares, Caballería Realiste, Caballería Berbéricos. Andaluces, 2. de Tomasinas, Asturianos, Cides, Labradores, Estudiantes, Salomonistas, Guzmanes, Caballería del Peaco, Caballería de Cazadores. Se aprobó el diseño de los Ballesteros, presentado por don Federico Sempere, quien solicitó además y obtuvo "que en los actos de las fiestas de entrada, paseo y retreta, se permitiera a esta comparsa disparar con ballestas, confetti". El Programa impreso para 1909 es pequeño, sencillo, pero con un gran valor documental, pues en sus últimas páginas, la sección de anuncios consiste en la reproducción a todo color de las "Comparsas que toman parte en las fiestas", y al dorso de cada una es donde va colocada la propaganda comercial, formando a
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como un librito de les filaes con los atuendos de entonces, en el que podemos contemplar, por este orden, a los Abencerrajes (con idéntico traje que ahora, salvo, claro está, la faja), Llana (todavía con pantalón largo y manta), Judíos (con pantalón amplio y tobillera, manta roja y pluma en el turbante), Domingo Miques (exactamente igual), Chano (todavía con manta verde), Verdes (elegante traje de largo pantalón, manta blanca y turbante con pluma), Cordón (diseño exacto al actual), Ligeros (manta verde y precioso airón en el cubrecabezas), Granadinos (con pluma y manta, antes de la posterior reforma), Marrakesch (idéntica hasta ahora), Mudéjares (con igual traje que hoy, pero la capa más corta), Caballería Realiste (capa corta, sin capucha, chaqueta algo diferente, y caballito de cartón), Caballería de Berberiscos (muy parecida en colores y forma a la actual, con botas de montar), Guzmanes (con el diseño que todavía perdura), Andaluces (igual a los de hoy), Asturianos (casco con esbelta pluma, túnica oscura orillada de fleco dorado y cruz roja en el pecho, capa corta), Mosén Torregorsa, Vascos (lo mismo que en la actualidad), del Cid (calzón corto, faja encarnada, sombrero, medias y zapatos negros y pequeña capa colorada forrada de verde), Labradores (con el atuendo de siempre), Estudiantes (de indumento decimonónico, típico), y Salomonistas (tunicela de barrocos dibujos, gorro de paño con pluma, peluca, borceguíes, capa y alabarda). El "Heraldo" del día 19 de abril de 1912 trae la lista de bandas de música que actuarán, y que en la rebusca para nuestra reseña es oportuno verter aquí: Mudéjares Nueva del Iris Lana Primitiva Judíos Daimús Domingo Miques Nueva de Onteniente Chano Luchente Verdes Lírica Moderna de Alcoy Beduinos Vieja de Castellón de Rugat Cordón Tabernes de Valldigna Ligeros Benigànim Granadinos Cocentiana Marrakesch Jeresa Abencerrajes Beneficencia de Alicante Caballería Mora Villajoyosa Bequetes Nueva de Muro Contrabandistas Puebla de Rugat Asturianos Lorcha Cides Bèlgida Labradores Bellreguart Estudiantes Nueva de Castellón de Rugat Guzmanes Vieja de Muro Alcodianos Real de Gandía Escuadrón de San Jorge Banda de Tambores 89
ENCUADRE COETÁNEO. A través de algunos mojones de la historia de nuestra fiesta hemos ido viendo imperceptibles detalles que conllevan mejor conocimiento de la de los Judíos. Igual finalidad tienen las líneas que siguen. Europa se encamina hacia el final de un período que se ha dado en llamar Belle époque. Unos años que se vivieron bajo la amenaza constante de un estallido peligroso, conjurado con las máscaras del cinismo diplomático, la política de bloques, la hipocresía gubernativa en el orden interno, y la hipocresía estética en el mundo artístico. Las naciones vegetan bajo vetustas monarquías, al tiempo que se produce la expansión de la socialdemocracia, y los atentados anarquistas se multiplican por doquier. Los Judíos, cobijados en su pequeño local, traman pacíficos planes para sus venideros cargos. Con gentes buenas como ellos no habría tanto caos y egoísmos. Unas fotografías, una imagen pequeña de San Jorge, una minibotillería, unas charlas inofensivas, un ansia de servicio a Alcoy, unos sueños al acorde de una murga, eran todo un poliedro donde encerrarse ni envidiados ni envidiosos. Max Plank descubre la teoría de los quanta, Einstein, la de la relatividad; Sigmund Freud habla del subconsciente. La industria, por su parte, inicia una etapa de desarrollo, con el motor de explosión, las conquistas tecnológicas, el teléfono, la aviación. La plástica rompe con las directrices academicitas y se lanza a la búsqueda de una nueva función social. Las usanzas y conductas van dejando al descubierto una moral relajada, que se exagerará hasta límites inesperados tras la Gran Guerra. Aunque en la asíntota del bienestar hay mayores logros que en tiempos anteriores, no por eso alcanza grandes cotas el progreso económico de los más débiles. La clase trabajadora, que gana poco, se resiente con la espiral de precios en la alimentación y menaje, y se encuentra desamparada ante el futuro. El obrerismo, la lucha sindical, se acentúan. Alcoy se acerca a su extrarradio; necesita expansión. El 18 de abril de 1914, en sesión extraordinaria, el Ayuntamiento acuerda "proceder a la construcción del Puente de Santo Tomás, que ha de unir el casco de la población con la carretera que conduce a las Estaciones de los ferrocarriles de Alcoy a Játiva y de Alcoy a Gandía. Con letras de luto, remarca la prensa el fallecimiento de Rafael Pérez Jordá, el que fuera director de la banda de música la Novísima, la que desfiló con los Judíos en 1886. Se está, por estas fechas, publicando la Enciclopedia Universal Espasa, y en el tomo 4. , con algunas vistas y el plano de la ciudad, aparece la palabra "Alcoy", municipio de 35.207 habitantes, con amplias referencias, pero sin mención alguna a nuestras fiestas. Por el contrario, en el tomo 14, páginas 756 y 757, voz "Comparsa" hay una interesantísima ilustración reproduciendo las que toman parte entonces en la fiesta alcoyana, y entre los figurines moros, centrados por los Abencerrajes (de boceto idéntico) y los Realistas (con caballitos en la cintura) contemplamos los diseños de las filaes, todavía, desde luego, con sus trajes a lo 2
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turco, y entre ellas, con arcabuz al hombro, el de los Judíos. También, más tarde, hacia 1923, en el volumen especial "España", en el apartado sobre folklore, el extenso diccionario dedica unas líneas a nuestra tradición: "Son clásicas en el reino de Valencia las fiestas de San Jorge, en Alcoy, con comparsas de moros y cristianos, que hacen el simulacro de la conquista de dicha población". Y en el artículo "Moros y Cristianos", defínense como "danza, mascarada y mojiganga que se ejecuta en algunas provincias de España. De los que en ella toman parte, unos se visten el traje de moros y fingen lid o batalla con los cristianos... Sobre este asunto los señores Thous y Cerdà escribieron una zarzuela con música del maestro Serrano".
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Capítulo X NUEVAMENTE LOS CARGOS ALFÉREZ 1913. ¡Están ahí! ¡Los Judíos, los Judíos!... ¡El Alférez!... Son exclamaciones de foráneos e indígenas en la entrada mora de 1913. Don Federico Candela Abad, que hará también de capitán en 1914, es el elegido. Hacía unos meses, en noviembre, caía asesinado don José Canalejas, alto tribuno y benemérito favorecedor de Alcoy, hombre enamorado de nuestros moros y cristianos, el que nos consiguió el imponente viaducto que lleva su apellido. No obstante, se acerca abril, y, aunque aún conmocionados por las secuelas del magnicidio, los alcoyanos aprestan sus adargas, sus penachos, sus yelmos y corazas. El "Heraldo", manes 15 de abril de 1913, dice en su noticiero: "Hermosas y animadas prometen ser las fiestas que se avecinan. El espíritu popular, cada vez más culto, las alambica y perfecciona, librándolas de anacronismos e inconveniencias", y continua: "Anoche dieron principio los ensayos del Himno a Alcoy, que ha de estrenarse en el solemne reparto de premios de las Escuelas"; la letra era de Julio Puig, y la música, que escribe en menos de quince días, del maestro Jordá Valor. Cantáronlo más de cien voces, acompañadas de banda. Este año, el que han de escoltar la bandera los Judíos, se intenta reformar el Paseo, que añadirá batalla de flores y serpentinas con participación de bellas señoritas. Pero el 22 de abril la atmósfera hace de las suyas, las calles se ponen intransitables por el agua caída, la entrada de moros no puede empezar. Tarde, en abigarrada conjunción de capotes y paraguas, se realiza el acto con desdoro, y sin dar margen para el Paseo General, para el que tanto ornato se había preparado. Chasco y decepción. Hay una junta general extraordinaria la misma noche: "Se abrió la sesión por D. Francisco Payá Miralles, Teniente Alcalde Presidente de la Comisión de festejos del Excmo. Ayuntamiento, —reza el Libro oficial— quien en representación de la Autoridad local presidía el acto, el cual expuso que habiéndose retrasado el acto de la entrada de moros a causa de la lluvia, el 92
Sr. Alcalde determinó a las seis y media de la tarde el suspender el acto del Paseo y convocar a esta Junta general extraordinaria para tratar de dicho acto. Expuesto por el Sr. Payá Miralles el asunto que se había de tratar, manifestó que le parecía conveniente se realizara la procesión del día de San Jorge a las 2 y media de la tarde para que pudiera terminar a las 5, a cuya hora celebrar el suspendido Paseo. Hubo discusión sobre esta proposición, durante la cual el vocal de la Directiva Sr. Abad, propuso que se verificara un día más de fiestas de Moros y Cristianos... Seguidamente se procedió a la votación de ambas proposiciones, acordándose por unanimidad la celebración de un día más de fiestas y hacer los actos de los días 23, 24 y 25 en la forma siguiente: Día 23. A las 7 y media de la mañana Misa de campaña, a las 9 menos cuarto la Procesión de llevar la imagen de S. Jorge desde su Iglesia a la Parroquial de Sta. María, para celebrar a continuación la Misa mayor. Por la tarde a las 4 el acto del Paseo y por la noche los bailes. Día 24. A las 9 de la mañana diana; por la tarde a las 4 la procesión para devolver el Santo a su Iglesia y por la noche a las 9 la Retreta. Día 25. Verificar el alardo de mañana y tarde como el acto de la aparición en la forma anunciada para el día 24. Fue pedido aumento de subvención al Sr. Alcalde, que tuvo a bien presenciar parte de esta sesión, el cual ofreció una pequeña cantidad que en aquel momento no podía precisar, por lo que se acordó aumentar con cincuenta pesetas a lo señalado para cada comparsa de los Empleados, que son las que reglamentariamente están obligadas a llevar música en todos los actos de las fiestas, dejando a los demás en libertad de tener o nó música el día del alardo". A todo se plegaron los Judíos, acomodando su presupuesto a tan perentorio imprevisto. El guión se hizo con las reformas arbitradas, y la desazón que tendría nuestro alférez, viose compensada por la ocasión de vestir una jornada más las galas extraordinarias. "La Lealtad", comenta así la fiesta de 1913: "Este año hemos tenido dos innovaciones, las carrozas de la batalla de flores en el paseo de festeros y la solemne conducción de la Reliquia... Este año como muchos, han sido deslucidos bastantes actos por la lluvia; sin embargo, dando tiempo a que se cumpliera el programa, si bien alargando un día más de fiestas..." El desfile con el magnífico viril para la reliquia, y el espectáculo con carrozas y serpentinas, se introducía ahora, justamente en año de cargo de nuestra filà. En mayo de ese 1913, la Asociación creó unas delegaciones en las que tienen representación todas las fuerzas vivas, encargadas cada una de una sección especial, y unificadas por la comisión ejectuva, para llevar a la práctica el pensamiento de erigir un nuevo templo a San Jorge. El 21 de noviembre, a las cinco de la tarde, siendo alcalde de Alcoy, don Vicente Pascual Pastor, el excelentísimo y reverendísimo arzobispo de Valencia, don Victoriano Guisasola, colocaba la primera piedra, con asistencia de todas las autoridades y pueblo en general. 93
EL CAPITÁN. El 21 de abril de 1914, año de capitán de los Judíos, encarnado —lo hemos dicho— también por el Sr. Candela Abad, hay una urgente reunión "en vista del temporal de lluvias reinante", acordándose "a propuesta del Sr. Ivorra, Presidente de la Junta Directiva de la Asociación, que si a las 11 de la noche de aquel mismo día cesaba de llover, despejándose el tiempo, que el Sr. Alcalde ordenara hacer un pregón disponiendo el principiar al día siguiente las fiestas; pero si continuaba lloviendo a dicha hora, que al día siguiente y si el tiempo lo permitía a las 11 de la mañana, verificaran las músicas contratadas por las comparsas una vuelta general por la población, tocando algunos pasodobles de su repertorio. El día veintitrés que principiaran las fiestas; pero teniendo en cuenta que era día del Patrono y no podía aplazarse la festividad del Santo, que se hiciera este día lo anunciado para la mañana del segundo y lo del primero pasara a hacerse el segundo, excepto el acto de la colocación de la bandera en el castillo por el histórico Mosén Ramón Torregrosa, que debe ser siempre el primer acto de las fiestas. Tanto lo de las tardes y noches del primero y segundo día, como lo referente al alardo, que no sufriera alteración". Los alcoyanos prestan oído al repicar monótono de la lluvia, mientas los veteranos de la filà Judíos recuerdan que idénticas fueron las circunstancias y decisión en una de sus capitanías de antaño, la de 1887. Desasosiego en los ánimos. "Desde hace diez días está lloviendo copiosamente, continuando el tiempo muy desapacible —dice el "Heraldo" del 22 de abril—. Con este motivo no sabemos si tendrán las fiestas un aplazamiento". Tal edición se ofrece con una curiosa fotografía de la Gloria entonces, en la que se aprecia la gente invadiendo el arroyo de San Nicolás y los festeros muy juntos, en dos apretadas filas de a cinco, y una pareja detrás. Hay vacilación en los Judíos, recelo de que toda la costosa preparación se vaya al traste. Se velan las armas, se contacta con los regidores y munícipes, se reza y se bromea. El capitán teme ver frustrado su sueño. "Helo, helo por do viene - el moro por la calzada caballero a la jineta - encima una yegua baya; borceguíes marroquíes - y espuela de oro calzada; una adarga ante los pechos - y en su mano una azagaya". Cesa hasta el latir del pulso; se espera lo peor, al fin se sale a la calle, la comparsa anima con su música el decaído espíritu de la población, y los Judíos triunfan. En Madrid hay politiqueos en palacio; las embajadas de varios países reciben consignas; pronto sobrevendrá la gran catástrofe europea, pero en Alcoy hay tamboriles y cornetas de paz, y rogativas humildes al Patrono. Los Judíos presentan en la entrada una formación compacta, colorista, perfecta. Ya van con capa y bombacho; en 1913 —lo dijimos— se había "modernizado" el traje. Las campanas cooperaron al inmenso coro que las marchas musicales, los 94
vivas, las banderolas y los relinchos de caballos formaron en torno al capitán. El "Heraldo", del 27, comenta: "Las lluvias que en los primeros días hicieron temer un aplazamiento indefinido de las fiestas, cesaron el 23, festividad del Patrono, brillando el sol... De las fiestas poco podemos decir. En general, han resultado desorganizadas y muchos actos deslucidos, como el de la entrada de moros, que fue interminable por falta de dirección y de que los agentes de la autoridad cumplieran con su deber, impidiendo el tránsito por la calle de San Nicolás. Allí todos eran unos: comparsas y público, confundidos en lamentable algarabía". El otoño conoció, a partir del 30 de octubre, la actuación en Alcoy de Enrique Borrás, que ofreció, entre otras, "El Gran Galeoto", "Reinar después de morir", "El Místico", y acogió en su elenco a nuestro paisano Emilio Vilaplana, "Capeta", el que sería más tarde sargento encargado de la comparsa Judíos. El sábado 23 de noviembre, fue Ricardo Calvo quien complació al público, en el salón rotonda del Círculo Industrial, con "El vergonzoso en palacio" de Tirso de Molina.
MÁS REFERENCIAS. El teatro sigue siendo recreo para la culta afición alcoyana. Nuestro "Heraldo" de 16 de enero de 1915, anunciaba "para mañana", en el Circo, a las nueve de la noche "La viuda alegre" y "El puñao de rosas"; y el 11 de febrero, en el Calderón, "debut de la Compañía de Margarita Xirgu", que puso en escena "Magda". El folleto-programa editado para 1915 tiene por cubierta, a color, la visión de un Judíos, con el vistoso atavío decimonónico —turbante a franjas, pluma, manta colgada despreocupadamente al lado del cubo de pintura— que simula, sentado sobre un andamio, estar retocando con su pincel el letrero anunciador "Fiestas y Feria en Alcoy". En 1915, el sacerdote, y Delegado local de la Cruz Roja, don José Casasempere, dolido por las repetidas jugarretas de la lluvia en abril, y de eso los Judíos habían sido sufridísimos protagonistas, publica un folleto, "Proyecto acerca del aplazamiento al mes de mayo de las fiestas". Pretendía salvar los festejos de la continua bancarrota: "¿Por qué no se trasladan las fiestas de San Jorge a otro mes en que la bondad del tiempo nos venga a ofrecer el mayor número de garantías de que puedan celebrarse aquéllas en días sobre toda ponderación magníficos? Entendiéndolo esto así, no cabe la menor duda de que mayo sería el más adecuado... hallaremos para nuestros festejos mejores días que el primero, segundo y tercero de la segunda Pascua, o sea la de Pentecostés..." Una malinterpretada "tradición", hizo que no se atendiera la razonada y razonable idea del presbítero Casasempere. Los moros y cristianos, los Judíos, seguirían mojándose en otras mil ocasiones. No obstante, el destino logró que, al menos se realizara la prueba, aunque por fuerza mayor. En 1916, la huelga textil obligó a transferir las fiestas a mayo, y, como era de esperar, el cielo mostróse limpio y regaló un benéfico sol a los festeros. El hecho es digno de destacar por sí, al fin, las generaciones próximas ya al año 2000, recapacitan y adoptan la facilísima solución. La Gloria, 95
para siempre, el 23 de abril, y solemnísima eucaristía, y las entradas y demás a la última semana del mes de mayo. Sería medida inteligente, se cumpliría con el juramento al Santo, y estadísticamente se evitarían muchos aguaceros, y, sobre todo el frío desapacible que preside las noches abrileñas. En 1918 se modifica el Reglamento general de San Jorge, aprobándose en la Junta extraordinaria de 17 de marzo. Comprende un total de 101 artículos, y se presentó en Gobierno Civil el 18 de abril. Trata del Objeto de la Asociación, Asociados, Gobierno y Administración, Atribuciones de la Junta Directiva, Presidente, Vicepresiente, Vocales, Depositario, Secretario, Cargos honorarios, Encargado de la Iglesia, Régimen de las fiestas (se reglamenta que en adelante ya queda la Gloria en Domingo de Resurrección; en la Diana participarán un mínimo de dos individuos por comparsa y un máximo de diez; se permite a todos ir montados en las entradas, que salgan las caballerías en la procesión de la mañana, y, finalmente, se ocupa de la Retreta, carreras y evoluciones de las caballerías, el alardo, etc.), Juntas generales (las ordinarias serán dos: el último domingo de enero y el anterior a Pentecostés), Empleados, Mosén Torregrosa, Disposiciones generales.
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Capítulo XI AÑOS VEINTE EVOCACIÓN. El 25 de febrero de 1917 se había adoptado el "Sig" como himno de fiestas. No era esta pieza más que un fragmento, un motivo árabe de la zarzuela "La bella Zaida", compuesta años antes por Gonzalo Barrachina Sellés. La marcha fue arreglada por el pianista Rafael Casasempere y le puso letra el delicado poeta Eugenio Moltó Botella. "Nuestra fiesta ya llamándonos está, llamando está, con voz de aliento y vida de todos bendecida". Entrentanto, Europa había mantenido una brutal guerra. La neutralidad de España hizo que la industria de Alcoy conociera un inusitado auge. En 1921 la fiesta de San Jorge se une al "Centenario de la proclamación del Patronato de San Mauro"; era presidente de la Asociación don Miguel Payá Pérez, que por su eficaz actuación es premiado por el Papa Benedicto XV con el pontificio diploma de Marqués de San Jorge. La filà Judíos —amarillo y rojo, azul y blanco— se adhiere a la magna celebración, presentándose impecable a la parada mora del 22 de abril, "acto que por su riqueza y colorido —dice el programa de mano—, más que la entrada de las fuerzas de Al-Azrach, semeja el desfile de una de las fastuosas Cortes de los Omeyas. Recorrerá las calles de San Nicolás y Plaza de la Constitución, terminando frente al Ayuntamiento". En dicho folleto, el alcalde, don Enrique Moltó, proclama: "En el presente año el Alcoy de abolengo conmemora aquel supremo grito de independencia patria, que fue trocado por el mártir capadociano, San Jorge, en el hecho cúspide de nuestra historia: el sacudimiento del yugo muslí97
mico; y aquel otro de honda angustia, que exhaló, nuestro pueblo, víctima de repetidos terremotos, que recogió otro mártir, San Mauro, para fundirlo en días de ventura. Intercesiones que hicieron de dos decadencias, las epopeyas más gigantescas de nuestra historia". En 11 de junio de 1922 se marcó el orden de antigüedad, "pasando al último puesto de su clase en sus correspondientes bandos las Comparsas Alcodianos y Montañeses y la Caballería de MOTOS Berbérícos, por haber faltado al acto de la proclamación de las fiestas del presente año, quedando del modo siguiente: Bando Moro; Lana, Judíos, Domingo Miques, Chano, Verdes, Beduinos, Cordón, Ligeros, Mudéjares, Abencerrajes, Marrakesch, Caballería Realista, Caballería Berbérícos. Bando Cristiano; Andaluces, Asturianos, Cides, Labradores, Guzmanes, Vascos, Navarros, Alcodianos, Montañeses y Escuadrón de San Jorge". Únicamente empañaba estos días la infructuosa batalla que se mantenía en África. Hijos de Alcoy, soldados del regimiento Vizcaya, caían en un sacrificio estéril, dejando su sangre en los abruptos barrancos de Marruecos. Nuestra ciudad, empero, sigue su tradición. La Asociación, en 1921 inauguró el nuevo templo de San Jorge, tras prolongadas obras y cuantiosos gastos. Remigio Vicedo, hablando del edificio, tras describir la ceremonia de la primera piedra, en 1913, explica: "Aprobado definitivamente el proyecto de iglesia, trazado por don Timoteo Briet, por fallecimiento de éste, se encargó D. Vicente Valls, culto arquitecto que tomó las obras cuando las dos torres estaban a su mitad y que ha concluido, acentuando el orden bizantino, como también en el interior ha puesto la cubierta definitiva. A 13 de abril de 1918 se colocaron los ángeles en el altar mayor de la nueva iglesia, que son obra del escultor D. Lorenzo Ridaura. El pavimiento comenzó a ponerse a 25 de febrero de 1921; el lienzo grande que ocupa todo el testero es obra del pintor D. Fernando Cabrera y se puso a 2 de Abril de 1921; las pinturas del arco son de D. Fernando Cabrera, hijo. Guárdase con gran cariño en esta iglesia —sigue la descripción de Vicedo—, una piadosa reliquia del mártir de Capadocia, San Jorge, y todo este templo no es más, no constituye otra cosa, que un riquísimo y venerado relicario que contiene los más caros recuerdos y gloriosos fastos de un pueblo que en él cifra la génesis de sus grandezas".
EN LA DICTADURA La junta de 7 de enero de 1923 propone la idea de que los moros y cristianos "que se verifican en tres días, según dispone el Reglamento, debían realizarse en cuatro, para de este modo darles mayor esplendor y mejor ejecución". Hubo divergencias y asambleas, no gustando a casi nadie la medida. Este año se trasladó la feria al Paseo de Amalio Gimeno, y, el 13 de septiembre, ante el manifiesto de don Miguel Primo de Rivera, se instauró en España una Dictadura militar, con un gabinete de generales que dejó en suspenso la Constitución. El nuevo sistema político obligó a los Judíos y demás comparsas, a darse de alta en el Ayuntamiento como Sociedades, haciendo constar el reglamento, fecha de fundación, 98
Fotografía de un grupo de judíos. 1924.
etc. debiendo, asimismo colocar en el local, a la vista de todos, la lista de sus individuos. El presidente de la Asociación recomendó, en lo referente a la bebida, que "para no pagar ningún tributo era indispensable que no se la fabricasen y que la compraran de establecimiento que pagara contribución, debiendo administrarse su consumo los mismos individuos". De 1923 es la primera película de cine, conocida, que hace especial referencia a nuestras fiestas, rodada por una empresa alemana. En formato de 35 mm., ofrece vistas de la ciudad, sus industrias, y un reportaje titulado "Las comparsas de Moros y Cristianos recorren la población al toque de diana", en el que salen los Judíos, mientras el paisanaje, en un día nublado, se muestra abrigado, con gorras y sombreros. Sigue la entrada de cristianos, y en la de la tarde, vuelven a verse los Judíos, todos con gafas de sol; adminículo que se utilizaría —no sabemos por q u é — hasta la década de 1940, y que fue prohibido, muy acertadamente, por anacrónico y antiestético.
EN 1925Sabemos, por el libro de Actas de San Jorge, que el 19 de abril de 1925 "el Jefe de la Comparsa de Moros Judíos que en el año actual le corresponde el Alférez, presentó y fue aprobado el traje de negros para la segunda escuadra, 99
que en el acto de la Entrada habrá de llevar dicha Comparsa". La inclusión de "esclavos" era costumbre reciente, y, por más señas, no agradable a muchos, así como las marchas moras "cuyo aire es flemático y soñoliento". Esta música nació en 1906, cuando Antonio Pérez Verdú, director de la banda Primitiva, "Tónico la Guapa", escribió "Abencerrage", la primera composición de cadencia moruna, con acompañamiento de pequeños atabales y redoblante en forma de bombo, batiendo mazas. El pensamiento que corre en los "veinte" se aprecia en un comentario de prensa firmado por Quico Colomer: "¡17 añs sense vore a mon adorat Patró Sen Chordi! ¡Que emosió al vore el primer moro! Moros sense manta. ¡Qui eu diguera! Per fortuna encara sa vis la ploma vibrant en el morrió d'els Cordoneros... ¿Y les Tomasines? ¿Y els Capellans? ¿Que an fet de la Cavalleria del vi...? ... Vos confesé ingènuament que les festes han guañat molt en art, propietat y riquea, pero en cambit ¡cuant han perdut en serietat! En franquea vos diré que la entra de moros es una desdicha de organisasió; aquells pasodobles tan marsials que feen anar al fester tés com un fris y en la cara en alt, els ha vist en el sabre arrastran y en cara de pesadumbre y sense poder adelantar un pas. ¿Tendrá la culpa el ritme de les marches árabes que segons vech están en moda? Tornen, tornen a aquells pasodobles marsials pues crec que ahí está el secret... Lo de les escuadres de negres no está mal, pero ensembla que carreguen ya masa de fum de imprenta y entre aixó y la música ¡che que tristor!". También los Judíos han modificado —lo dijimos—, desde 1913, su diseño, ahora norteafricano, con capote y borlas, y han asumido la marcha mora. Este 1925, en la entrada del 22 de abril, miércoles, Jorge Beltrán Cortés viste de alférez, y tras las parejas reglamentarias, van los escuadreros de los Judíos, seguidos por la formación de esclavos negros que pasan al son de acordes orientales. El 23, el horizonte cubrióse de tinieblas, y el agua inundó las calles de Alcoy. El campanario calló, y los Judíos, con su alférez, vieron, dolidos, la imposibilidad de hacer nada. En el municipio, a las 19 horas, hubo junta extraordinaria, exponiéndose "que por motivo de la lluvia se había suspendido la procesión general... Inmediatamente hizo uso de la palabra el Representante de la Comparsa de Lana que a la vez desempeñaba el cargo de Capitán de Moros, manifestando que en atención a las circunstancias y como otras veces se había hecho, convenía aplazar un día más las fiestas de Moros y Cristianos. "Decepción, conformidad, ilusión... Y continúa el acta de la sesión proponiendo que se recurriera al aplazamiento de la festividad litúrgica "verificándose al día siguiente a las 9 una diana como la reglamentaria del primer día de fiestas, pero sin limitación de número de individuos en la formación de cada Comparsa; por la tarde celebrar la procesión suspendida, en la misma forma anunciada para el día propio del Santo, y por la noche la Retreta, terminando el 25 con el alardo señalado para el 24. Teniendo en cuenta que si el tiempo impedía celebrar algún acto no cabía aplazamiento de ninguna clase; pero para verificar lo propuesto se necesitaba que el Ayuntamiento concediera una subvención extraordinaria de 100 pesetas a 100
cada Comparsa de Empleado que vienen precisados a llevar música, y 10 pesetas a las demás por un clarín o tambor en el alardo, pues en dicho día quedaban desobligadas de música. Todos los presentes aprobaron lo expuesto y el Sr. Teniente Alcalde concedió las seiscientas pesetas pedidas en carácter extraordinario. Después se preguntó qué bando debía ir delante en la diana del tercer día, lo que motivó alguna discusión, haciéndose constar que marchando en primer lugar los Moros en todos los actos que toman parte los dos bandos, también debían ir en éste". Jorge Pascual Picher, primer tro de los Judíos, trasladó a su filà estas conclusiones, y así acabó el programa de la alferecía 1925. "Abril en el paraguas y el semblante, tremolar de veleta en la mañana, suspendida la rosa en la ventana, mientas no surja Cronos exultante. Hay una nube trágica danzante, penumbroso latir de luz malsana, que amenaza el Heraldo de la Diana en espera angustiosa congregante. Hora de los presagios. Profecías. Sin ser un temporal; la lluvia cunde, aterrador suspense de estos días. El aguacero entierra lozanías, la consustancial fiesta se nos hunde. ¡Sólo resta impetrar avemarias!" (A.R.)
CAPITANÍA DE 1926. "El Alcalde, Marqués de San Jorge de Alcoy", firma la introducción al Programa de 1926: "Si los vínculos todos traen en sí aparejadas corrientes de íntima unión y cuya proporcionalidad depende entre otras cosas de la intensidad del lazo y de las consecuencias ultra-acontecida, grandes, muy grandes han de ser el amor y la gratitud de los alcoyanos para con su excelso Patrono San Jorge Mártir". Fue el año que terminó con la mayor nevada conocida, pero que en abril presenció el majestuoso porte de los Judíos en su edición de capitán. El 31 de enero la Asociación adoptó el esperado acuerdo de solemnizar a San Jorge con moros y cristianos, con el voto en contra de Andaluces, Cides, Labradores, Navarros, Montañeses, Almogávares, Visigodos, Mozárabes y Judíos. Nuestra filà quiso sumarse a la quejas del bando de la cruz, siempre escaso en ingresos, y pesaba mucho su voto por ser filada de principal "empleado". La Directiva 101
prometió una subvención de 675 pesetas por comparsa, o sea, un aumento de 75 pesetas a cada una, y arreglado el conflicto, los Judíos convocan a sus socios para aderezar los planes para la capitanía. El cargo lo ostentará también don Jorge Beltrán Cortés. Las hermosísimas arcadas iluminadas orlan de destellos la plaza mayor. Tal vez fue la enramada mejor concebida, la más artística; el esteta se estremece cuando repasa las fotografías, en sepia, de aquellos días. Una tranquila arquitectura, como a jimeces relucientes, servía de marco a las serenatas y bailes a la sazón. Además, el airoso campanario de Santa María, "donde la mano y destreza del ya famoso Llácer, hijo del antiguo sacristán de dicha parroquia, —pondera la Guía de Vicedo— ha ido colocando, sin andamio alguno, en todos los relieves de la esbelta torre, desde su base hasta lo más alto de la veleta, bombillas y más bombillas eléctricas, que prestan un efecto verdaderamente fantástico". El miércoles, 21 de abril, a las 5 de la tarde, fue la Fiesta del Pasodoble, "Recorriendo las bandas que toman parte en ella, las calles de Anselmo Aracil, Laporta, San Lorenzo, Polavieja y Plaza de la Constitución". El 22, a las "dos y media de la tarde —relaciona el Programa de 1926—, las huestes mahometanas, efectuarán la fastuosa y llamativa Entrada de Moros, acto del más puro y fino sabor oriental y que por su magnificencia, es el más hermoso y pintoresco de nuestras fiestas". Solía, y suele acompañar al capitán una gran sombrilla. Este parasol, "mizalla" en árabe, lo empleaban los abassies y fatimitas como insignia soberana, y fue adoptado probablemente en occidente mucho antes de los almohades. Y en Alcoy íbase introduciendo en la fiesta, todo aquello que asemejara el aparato y ceremonia] de los ricos señores orientales: esclavas, mercenarios negros, quitasoles, pebeteros, extrañas pipas, plumajes, aretes y pendientes. Únicamente la lluvia, la eterna lluvia de los Judíos, puso nefasto contrapunto al cromatismo de las sedas y los otomanes. Beltrán Cortés, precedido de trompas y timbales, desfiló con sus fuerzas islámicas, algo cariacontecido por los sucesivos chubascos. "La Voz del Pueblo" del 27 de abril, estracta así lo sucedido: "Pasaron las Fiestas de este año, como pasan todas las cosas de la vida. El tiempo voluble aguó algunos actos e interrumpió otros, obligando a que se prolongaran un día más... En resumen, dos Dianas interrumpidas por aguaceros; una tercera brillante; dos Entradas, mejor dicho, una, la de Moros, por la tarde del día 23..." Fue la enésima vez que hubo que sumar un día más a la trilogía; las veleidosas nubes habían visitado de nuevo a Alcoy. Planes truncados, pero deber y devoción cumplidos. Los Judíos, con ataques de los vientos y el agua, con recortes sociales por la Dictadura que gobernaba, con no sobrados dineros, sacaron con dignidad el capitán; agradaron, repartieron benevolencia, engrandecieron la entrada de moros de 1926, y se arrodillaron ante el Héroe capadociano para impetrar su auxilio, su bendición hasta la primavera siguiente. 102
"Abril: ¿Qué tendrá este grand mes pera tots els alcoyans qu'enseguida els rebolica i els fa sonriure els semblans? ¿Per que encara no ha vengut trahuen bigues i taulons i la plasa mos animen entre els homens i els jicons? ¿Per qué allá en la Glorieta a farsa de martellaes no deisen viure als veins per arreglar les paraes? ¿Per qué en les filaetes sonent clarins destemplats i s'ensayen i s'alegren al fer cafenets jelats? ¿Per qué s'arment polsegueres i gresques sense parar al voler en les aseres les cadiretes posar? Sont les dianes y entraes, les prosesons i el paseig, els alardos i embaixades, les cucañes i els castells, Sont les festes tan famoses evocasións d'aquells temps de Huali i de Torregrosa qu'encara tenim presents". (R.V.C. 1925)
SE CIERRA UNA ÉPOCA. ¡Años veinte! Todavía rezuman ingenuidad, simpleza; aún la gente se asombra; aún cada pueblo tiene su picaro o tunante que todos conocen. ¡Años veinte! Todavía transitan carros y el lento jumento transporta al labrador que marcha al campo; el mercado es un revuelo de tenderetes, los bomberos alarman con una campanilla, los señores usan bastón y las damas llevan sombrero. Charlestón, modas sofisticadas, zarzuela y ópera. La fiesta de moros y cristianos está firme y opulenta, pero en las filadas se conocen todos, tan recortado es el número de asociados. Una feria de tiovivos, las "barquitas" movidas por su dueño, la mujer barbuda, el adivino. Hay boticas que expenden recetas preparadas con balanza y morterillo, coches de punto, chimeneas que agrupan a las familias... y hasta cuando nieva, nieva de verdad... 103
¡Años veinte! Los Judíos son un amistoso grupo que posa en bloque en el estudio del fotógrafo. La esposa borda el traje del festero; el cartuchera le sirve pólvora a cambio de nonada; las músicas —panches buides— acuden casi por comer y divertirse. En la Asociación, el 16 de mayo de 1926, en junta general "se acordó hacer desaparecer las caballerías de Moros y Cristianos, por haber perdido su efecto en las fiestas", pasando a ser, aunque conservando la denominación, comparsas como las demás. Por votación salió elegido presidente don Camilo Badia Grau, y varios miembros de la Directiva presentaron una moción explicando que por "haber sido nombrado Alcalde de este Excmo. Ayuntamiento, el Sr. Marqués dimitió del cargo que con satisfacción de todos los Asociados desempeñaba", por lo que suplicaban le fuese concedido a don Miguel Payá "el nombramiento de Presidente Honorario". Por el acta de la Asociación de 17 de marzo de 1927, conocemos que el Ayuntamiento concedió un aumento de 2.500 pesetas en su subvención para fiestas, sumando un total de 19.500, o sea, 750 pesetas a cada comparsa, con la condición de que llevasen banda de música los tres días. Esto alivió las arcas de los Judíos, que acaban de salir de sus cargas de alférez y capitán. En la junta de Ramos, el primer tro, don Rafael Serra Vilaplana, manifestó la satisfacción por esta ayuda, y poco a poco se fueron equilibrando las deficiencias que había producido el ejercicio anterior. En mayo del mismo 1927, se rogó a las filaes que no recurriesen a anuncios comerciales para mejorar ningún acto de la fiesta, y se invitó a todo individuo a participar en la procesión de Corpus, no como agremiados, sino como cofrades del Patrón primario y acompañando a la imagen de San Jorge. El 20 de mayo de 1928 se recordó, por denuncias llegadas a la Directiva suprema, que en las entradas las escuadras no podían "exceder de ocho individuos y el cabo". Se perfiló el acuerdo al año siguiente, en la junta de enero: "Considerando que las escuadras, y particularmente las que tienen el carácter de extraordinarias son las que motivan retrasos y separaciones en las Entradas", se especificó que quedaban suprimidas las escuadras que no vistan el traje propio de cada filà, y que no pudieran "llevar más que una, aunque les corresponda el Empleado, para evitar los grandes retrasos y abusos que se ocasionan, pues de este modo el que quiera vestir de festero en una comparsa será para todos los días; siendo posible conseguir con ello el aumento de individuos en las mismas". El 21 de marzo de 1929, en Directiva, se adoptó que el Paseo se haría con autocamiones "facilitados por la Comisión Municipal de Fiestas, uno por cada Comparsa, siendo su adorno de cuenta de éstas". La prensa, en sus reseñas, criticaba a veces la desafortunada actuación de algunos festeros; "La Voz del Pueblo" de 28 de abril de 1929, llegó a decir: "Hace algunos años dejábamos bien sentado en estas columnas el poco favor que a los alcoyanos y a nuestras fiestas hacían ciertos individuos que, vestidos de negros, se proponían y lo conseguían a las mil maravillas hacer el indio, vulgo el borral04
cho... Las cosas o se hacen bien o se suprimen", continuando su perorata: "No es adecuado el tocar en la segunda Diana las bandas de música marchas árabes. Así se explica que terminara el referido acto a las once de la mañana". ¡Años veinte! Vendrán otros tiempos y otras fiestas. De aquellas, de los de los veinte, habló en sus primeras publicaciones, Juan Gil Albert: Llegadas las vísperas, dice, "toda la población se abría ya en las ansias de la fiesta. Tronaban las músicas por callejas escondidas y corría un tropel de crios sin escuela, algunos con la jerarquía de la bufanda azul de los Hermanos Maristas..." Vino luego el coso multicolor, los encuentros de fútbol, los conciertos, el 20 ó 21 de abril, de afamadísimas bandas, la retreta infantil. Se cerraba una época.
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Diseño Antiguo. Filà Judíos.
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Capítulo XII DURANTE LA SEGUNDA REPÚBLICA AÑO 1931. El periódico Alcoy o "La Voz del Pueblo", el viernes 17 de abril de 1931 noticiaba: "El día 12 tuvieron celebración las trascendentales elecciones que han dado ocasión a exteriorizar la gran avalancha de opinión republicana en España. El día 14, por la tarde, la radio anunció la renuncia del Monarca Alfonso XIII y la proclamación en todos los grandes municipios españoles de la República". Con el nuevo régimen, iban a cambiar muchas cosas, incluso los nombres de las calles, como se acordó en la sesión municipal del 20 de abril. Nuestros Judíos, ahora desfilarían por las calles de José Nakens, Libertad, García Hernández, Pablo Iglesias, Fermín Galán, hasta la plaza de la República. Pero, ¿qué pasó con la fiesta, con los moros y cristianos, con el guión señalado? La inmediata proximidad de los hechos debía repercutir, naturalmente: Se suspendió el Certamen Musical convocado para los días 20 y 21, se modificaron las formas y se trocó algún acuerdo. "El Faro", órgano del Partido Republicano Socialista de Alcoy, al lado de sus referencias sobre los sucesos, encabezadas con el rótulo "¡España, bajo el Régimen Republicano", hablaba de que "respetuosos con las tradiciones populares, acatamos y reverenciamos los típicos festejos que el pueblo alcoyano celebra anualmente, muchísimo más este año que se iniciarán a los acordes de La Marsellesa". El Libro de Actas de San Jorge nos da constancia de que participaron las trece comparsas de moros, y los Andaluces, Asturianos, Cides, Labradores, Guzmanes, Vascos, Navarros, Montañeses, Visigodos, Mozárabes y Aragoneses.
EL SANT JORDIET. El 3 de abril de 1931, y "al dejar de representar a San Jorge en la aparición de fiestas un hijo de D. Rafael Silvestre Abad, que lo había verificado los últimos años, se acuerda conceder dicho cargo a D. José Monllor Aura, para que lo desempeñara un hijo suyo". El Sr. Monllor, miembro y protector de los Judíos, 107
decidió que fuera su filà la que acompañara a Pepito, encargo que fue recibido con efusivas muestras de agrado. Los Judíos y su banda de música servirían de corte al tierno infante, el hoy veterano individuo José Monllor Raduán. Era nuestro primer Sant Jordiet documentado. Al abandonar el pequeño su casa fue recibido por la comitiva con el Himno Regional, por no saber, a ciencia cierta, a que carta quedarse: Marsellesa, Himno de Riego, Marcha Real! "Un gozo inexplicable ha infundido, por impulsos genéticos de raza, esa eterna unidad que nos enlaza, y que sólo la fiesta ha conseguido. Dianas, Entradas. Todo ha tenido su hora y su lugar en calle o plaza. Cesan el arcabuz y la coraza el bélico y vibrante cometido. En las almenas, luces de bengala. San Jorge a caballo. Nada iguala su esplendor y en cálida hermosura. La fiesta expira. Cesa el contento. Pero queda un bello pensamiento y una viva esperanza que perdura.
(J.CM.) TORMENTA FESTERA. Los roces no son de esperar. La innovación política incide sobre las creencias religiosas, y, reavivados los apasionamientos de partido, tómase a San Jorge como bandera de división. Todo se prostituye. La segunda República, que hubiera podido ser una buena solución para los problemas de la nación, y en la que habían hombres dispuestos a resolver las lacras que España arrastraba, fracasó por la candidez de unos, la nobleza de otros y la malevolencia de unos pocos. La Asociación de San Jorge sospecha un peligro para el debido culto al patrono. El Acta de la Junta Directiva del 7 de abril de 1932 deja constancia de que "por no haberse obtenido permiso para efectuar las acostumbradas procesiones de fiestas..., fué suspendida la proclamación" del día de Gloria, acordando no participar en los venideros festejos, pues sólo se permitía, tras ímprobas reuniones con el Ayuntamiento, que el Santo saliera con los festeros, con armas, y la Junta con cera, en forma de manifestación cívica; no considerando la Asociación esta propuesta como auténtica procesión. La misma acta recoge que, por su parte, la Comisión Municipal de Fiestas decidió hacer los festejos de Moros y Cristianos en la forma que estimó conveniente, efectuando el día 3 del presente mes su proclamación, a la que concurrieron 17 Comparsas, faltando las de Lana, Domingo Miques, Abencerrajes, Marrakesch, Guzmanes, Vascos y Montañeses". 108
NUEVO TURNO DE LOS JUDÍOS. La negativa de aquellas comparsas, hace que la de Judíos pase a ocupar el número uno en la relación del bando moro, pues decidió tomar parte en los desfiles, ahora ya conducidos por la Comisión Municipal. Y aunque en el seno de la filà se comentaban las cuestiones suscitadas, el encono y politiqueo imperantes, y la estultez de las rivalidades engendradas, los Judíos quedaron apartados del recurso contencioso-administrativo que la Asociación, con seis de las comparsas, había entablado. Resultado de tan vidrioso expediente fue que se erigiera, en 1932, la "Asociación de Fiestas Tradicionales de Moros y Cristianos de Alcoy", bajo los auspicios del Ayuntamiento y al amparo de la legalidad republicana. El Acta de la sesión municipal de 4 de noviembre de 1932, anota que "Se aprueba la proposición de la Comisión de Fiestas y el Reglamento que se acompaña, con el voto en contra de la minoría progresista". El fallo administrativo fue favorable para las comparsas que no habían actuado en los últimos años, y, vueltas a la fiesta de nuevo las de Lana y Abencerrajes, aunque con pérdida de turno, quedó establecido éste, en 1935, de la siguiente forma (al lado, el nombre de los primers trons que las presidían): Judíos Domingo Miques Chano Verdes Beduinos Cordón Ligeros Mudejares Realistas Berberiscos Marrakesch (no tomó parte en 1933) Lana (no tomó parte en 1932 y 33) Abencerrajes Andaluces Cides (reforma traje en 1934) Asturianos Labradores Navarros Visigodos Mozárabes Aragoneses Astures
Francisco Dauder Roque Espí Emilio Jordá Jorge Abad Francisco Miró Carlos Belda Francisco Gisbert Emilio Pérez Ramón Guillem Aniceto Masiá Antonio Gisbert Francisco Pastor Francisco Espí Vicente Gomis Ismael Climent Miguel Pérez Miguel Blasco Francisco Miró Juan Lloréns Jorge Pérez Ángel Llopis José Blanes
OTRAS COSAS DE ENTONCES. En la "Revista Ilustrada: Alcoy en Fiestas. Número 1, Abril 1935", Rafael Candela Moltó escribe una sucinta nota de las comparsas participantes, y en la desti109
nada a los Judíos, leemos: "Existía ya en 1839 con el nombre de Sultanes, siendo su primer jefe en aquella fecha José Mullor. Actualmente lo es Francisco Dauder". Por estas fechas, cuéntame don José Pérez, que tanto me ha ayudado en la confección de esta obrilla, que la filà Judíos "tenía su residencia en la calle San Mateo, ocupando el primer piso de la casa que se conocía como del Santísimo, y el primer tro en 1934 era Rafael Serra, el Sastre, con el que colaboran Rafael Ivorra (Campana), Vicente Boronat (empleado del Ayuntamiento), Alejandro Giménez (funcionario), y los jovencísimos José Sempere Calatayud, Juan Gisbert Domínguez y Emilio García (la Perla)". Abril de 1936 conoció otra vez los moros y cristianos, a la manera "popular", pero no exentos de calor y entusiasmo. Los aires se llenaron de músicas y pólvoras. Sería la última vez; pronto lo que se oiría serían clarines de guerra y estallidos de dinamita. Ya el buen alcalde, don Evaristo Botella Asensi, presentía el nefasto desenlace, cuando en el prefacio del programa de 1934, escribió: "La Excelentísima Corporación Municipal hace un llamamiento a todos los alcoyanos, que sientan amor y cariño por la Ciudad que fue cuna y es sepulcro de nuestros antecesores, para que presten su valioso concurso al mayor éxito de nuestros celebrados festejos, en un momento en que a través de la densa niebla se vislumbra el triste panorama de una crisis". Buscando esparcimiento y desahogo, algunos alcoyanos discurrieron celebrar, al estilo de Valencia, fallas, dando así pie para que las barriadas se solazaran con pasacalles, redacción de folletos, elección de "Miss", y planificación de bocetos que, construidos de madera y cartón, y con ninots, criticarían los temas diversos de la ciudad. Se plantaron en verano; la primera vez en 1933, continuando en 1934 y 1935, pues las fallas de 1936 no pudieron realizarse debido a que, programadas para mediados de julio, coincidieron con el levantamiento militar. Se creó un Comité Central, y el nuevo festejo recibió el beneplácito del Ayuntamiento, cuya comisión de hacienda, en 29 de junio de 1934, votó una ayuda de 3.000 pesetas. Se abrió además una suscripción pública, y muchos festeros se enrolaron en los jurados, asistiendo a las verbenas y concursos, como fue el caso de algunos Judíos, o, la fraterna nota que dieron los Marrakesch cuando ofrecieron a la falla del Portal Nuevo un pergamino de reconocimiento. Pero si el éxito acompañó a la novedosa diversión estival, eran, no obstante, los moros y cristianos lo que reinaba en la entraña alcoyana, fiesta que pasaba por una etapa difícil. En la última ocasión, en ese inquietante 1936, fueron capitanes, Antonio Jordá, "Mona", por los Labradores, y el teniente Camilo Candela, que el mismo año moriría fusilado, por los Marrakesch. Jorge Beltrán Cortés fue alférez de los Judíos, resultando el conjunto perfecto para las circunstancias en que se vivía. Era el Ayuntamiento el que pechaba con la planificación; justamente el 27 de marzo del 36, en la sesión consistorial "Se leyó un escrito de Don Rafael Ivorra 110
Reig, que presenta como Presidente de la Asociación de Fiestas Tradicionales de Moros y Cristianos, en el que expone: Que en Junta general extraordinaria celebrada el día veinte del mes en curso, se acordó por el voto unánime de todos los representantes de las Comparsas pertenecientes a la Asociación, asistentes al acto, la celebración de los Festejos de Moros y Cristianos en los días 22, 23 y 24 del próximo mes de Abril", y suplica "se interese del Excmo. Sr. Gobernador civil de la provincia la pertinente autorización para celebrar la batalla o alardo con disparos de arcabuz por las calles de la población en la mañana y tarde del día 24; y conceder la subvención de veinte mil pesetas para los fines que se indican.- Por unanimidad se concede lo solicitado". Era presidente de la comisión municipal de fiestas, don Ricardo Miralles Pastor, nombrado para ello pocos días antes, al repartir entre los ediles las competencias correspondientes. Enseguida, en julio, los propios hermanos se matarían entre sí, y, cegados en sus ideales, convertirían en enfrentamiento de armas lo que hasta entonces sólo había sido enfrentamiento de pareceres. "Mi lira ya no canta meliflua tu gloria, ni sigue tu radiante y esbelta trayectoria que hiende los espacios en su marcha triunfal. Mi lira ya no canta, ni sueña ni sonríe, que hoy llora silenciosa y sus lágrimas deslíe cayendo gota a gota en mi pobre corazón. Mi lira está angustiada. Miradla aquí de hinojos, fluyendo de sus cuerdas, punzantes como abrojos, en vez de amargos ayes, melódica oración". (C.C.)
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Capítulo XIII TRAS LA GUERRA CIVIL ABRIL DE 1939. Tres años de cruel guerra, sin fiestas, con luto, ataques aéreos, hambre y desolación. La contienda termina el 1 de abril de 1939: no hay ánimos ni holgura para rebuscar lanzas y atuendos; únicamente saldrá, el 23, la imagen de San Jorge en procesión de fieles, clero, jerarquías y milicia. De paisano, con cirios, un grupo de Judíos asiste a aquel reencuentro con el Patrono. Habían intentado hacer "olleta", pero "La Gaceta" del día 21 avisaba: "Para las Comparsas. Advertido de que hoy algunas comparsas preparan la cena clásica de la víspera de nuestras tradicionales fiestas en honor a San Jorge Mártir, rogamos encarecidamente suspendan este acto que, aunque arraigado en el alma alcoyana, no dice bien en estos momentos en que tan abrumadores trabajos pesan sobre las autoridades, ni es todavía ocasión, por creer estar muy sobre nuestra conciencia nacional la sangre de los caídos..." No obstante, semanas después, se ordena a los pueblos solemnizar el triunfo de las armas nacionales. Alcoy se dispone a conmemorar el día de la Victoria con brillantes actos, en los que se piensa hacer intervenir una representación de festeros. Aunque sea en simbólico cortejo, los moros y cristianos no pueden faltar, si bien volviendo a la antigüedad y derechos de 1931, al turno y prerrogativas que las comparsas tenían antes de los enconados sucesos de la República. Había que empezar de nuevo; las versiones de 1932-1936 no van a contar. La Llana recobra su puesto, y los Judíos tornan a ocupar el segundo lugar del bando moro. Incluso en el futuro, en 1940, los cargos de alférez y capitán toman el orden que debieran haber seguido a 1931. Como agua fresca que redime, llegó el 19 de mayo, la fecha prevista: Hubo Misa de campaña en el altar levantado sobre las ruinas del templo de Santa María, y, por la tarde, fue recibida con frenéticos aplausos la comitiva conmemorativa: "Los timbaleros, los heraldos, la banda de cornetas y tambores del Tabor, músicas locales, jinetes portadores de la señera, estandartes de fiestas, represen112
taciones de las comparsas de moros y cristianos, los típicos maserets con sus monturas artísticamente engalanadas, y cerrando la cabalgata la carroza del excelentísimo Ayuntamiento representando el escudo de Alcoy y llevando en su regazo esas bellísimas muchachas pura representación de las flores valencianas..." Uno de los festeros, vistiendo el traje de judío, participó en aquella singular "Gloria". Los moros y cristianos renacían; las fiestas volverían a ser, la fe y el fulgor serían otra vez dueños de la ciudad. 1940.
Llegado el mes de abril de 1940, ya el programa fue completo. Tomaron parte: Lana, Judíos, Domingo Miques, Chano, Verdes, Beduinos, Cordón, Ligeros, Mudéjares, Abencerrajes, Marrakesch, Realistas y Berberiscos; Andaluces, Asturianos, Labradores, Guzmanes, Vascos, Visigodos, Mozárabes y Astures. La enramada se improvisó con postes revestidos de verdes guirnaldas, y colgaduras entre ellos, de las que pendían unos discos blancos con la roja cruz medieval. Gallardetes y farolillos completaron el adorno de la plaza, pues hasta 1941 no se hicieron los grandiosos arcos morunos de madera y mirto repletos de bombillas. Irrumpió la diana; allí los Judíos. Albos capotes, tocado rojo y blanco, cimitarras, sensación de pureza y limpidez. En las paradas convenidas, un herberet, un descanso, mientras la niñez, generosa, sostenía las espingardas, dando respiro para el urgente refrigerio. Costumbre que se ha perdido; es hoy el sargento o su ayudante quien recoge la impedimenta en cada detención. También ha desaparecido la visión que proporcionaba el vestíbulo de la Casa Consistorial la noche del 21 de abril: al acabarse la "olla", sobre aquellas nobles paredes se apilaban, en haces contiguos, las armas que debían portar horas después los dianeros. Carlos Olcína Játiva vistió las prendas de capitán 1941, con los Mozárabes, y Antonio Boronat Terol, con los Ligeros. En las entradas, los individuos de todas las comparsas, moras y cristianas, desfilaron montados en caballos, salvo los escuadristas, teniendo que lamentarse alguna desorganización y retrasos en las mismas. Empero, los alcoyanos lloraron de contento. Los miradores y terrazas presumiendo cobertores con la enseña cristiana, jugaron con las medias lunas agarenas; las campanas del Santo Sepulcro suplieron a la antiguas, destrozadas con el templo parroquial; timbales y pífanos volvieron a resonar detrás de chilabas y turbantes. "Pólvora, humo y llama que grita y se desespera. Ondear de la bandera pidiendo gloria y fama. Es Alcoy que así derrama 113
amor, arte y fantasía: fervor de la tierra mía por San Jorge motivado. Todo un pueblo enamorado de la festera alegría."
(J.C.M.) RECONSTRUCCIÓN. A partir de ahora hay que rehacerlo todo. Los Judíos se ubican en un pequeño local, recuperan de los arcones enseres y recuerdos y empiezan a constituir una ropería para prestar trajes. En aquellos instantes casi nadie puede poseer prendas propias; se recurre al alquiler. Va aumentando el número de socios; la apetencia por conseguir diana o escuadar, o por salir de cabo, creará tensiones y antipatías; los jóvenes acusaban a los veteranos de no ceder puestos a los inscritos más recientemente. Desde aquel Agustín Miralles, primer tro de 1872, la comparsa había sido regida por: José Peidro Blanquer (1873 al 74), Agustín Miralles, de nuevo (1874 al 76), Antonio Martín (1876 al 90), José Peidro Blanquer, segunda vez (1893 al 94); de 1891 al 92 no hay constancia), Francisco Calatayud Castelló (1894 al 97), Ignacio Valls (1897 al 98), Francisco Gisbert (1898 al 99), José Torregrosa (1899 al 1910), Jorge Pascual Picher (1910 al 1926), Rafael Serra Vilaplana (1926 al 31),
Un grupo de Judíos, en 1942.
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Francisco Boronat Gisbert (1931 al 33), Francisco Dauder (1933 al 35), Jorge Beltrán Benavent (1940 al 47). Habiéndose notado alguna desorganización en las entradas, y falta de cohesión, el primer tro de los Judíos, a comienzos de 1942, manifestó a la filà que en la Junta Central "el sr. Presidente de la Asociación Sr. Coderch" se levantó airado y preguntó que si había "que hacer fiestas como nuestros antepasados" o "hacer una ostentación carnavalesca como parece que resultó el año pasado". Don Jorge Beltrán recordó también que en esa asamblea, la del 26 de enero, se había hablado de la falta de asistencia y puntualidad al iniciarse la segunda Diana, y que, en adelante, irían a caballo sólo los Andaluces y Labradores, y las comparsas de los empleados. El 21 de abril de 1942, los Judíos comienzan su trilogía con la típica cena de la víspera: "Nit de les panches buides como llama el pueblo, —describe Octavio Candela—, todo bullicio, alegría, los preparativos para el gran día... nadie trabaja ya, sólo esperan ansiosos la llegada de la noche, para poder ingerir la suculenta Olleta... Las bandas de los pueblos colindantes se dirigen a nuestra Ciudad, para deshinchar sus pulmones dando al aire las más raras vibraciones. Sus flamantes uniformes y las grandes banderas, llevadas con respeto religioso por el joven más apuesto del pueblo, con más trofeos y condecoraciones que los estandartes de los Reyes Católicos o de los Tercios de Flandes..." Acúdese a la diana y a la entrada, y el 23, con armas, asisten los antiguos Sultanes a la procesión: "Pasa San Jorge, entre vítores de muchedumbre, sentimiento unánime del clamor religioso de nuestro pueblo, que un día tuvo la fortuna de verlo sobre las arrugas de nuestras montañas, caballero en su caballo blanco entre nubes opalinas, nimbado de santidad, librando a Alcoy de la derrota". El 24, nuestra filà, se ve bastante nutrida en las hileras del alardo. Este Alcoy de la postguerra experimenta el drástico cambio habido: la profunda transformación política vino a confluir en una serie ininterrumpida de actos patrióticos. La propaganda en conferencias y discursos, los desfiles, las organizaciones de Falange, las reuniones de exaltación sindical, y un exagerado sentido de la piedad religiosa y moralidad pública, presidieron los primeros meses de la paz. A los pocos coches que circulan, les brotan unas calderas, "el gasógeno"; hay colas para adquirir lo que marca la cartilla de racionamiento, se saluda brazo en alto, se impone el "estraperlo"; todos quieren medrar, salvarse como sea, con cuatro telarcillos o alguna buena "representación". Los Judíos no pierden su talante. De 1943 son estos versos: "Festes volem, sense parar y deixa forma les penes podrém olvidar y el bon humor, no a de faltar. Chodios som, ya que alvertir som y serem festers, hasta que mos toque mols chovens som els que crehuem 115
morir,
en molt de gust y tots volem que esta comparsa molt vacha creixent. Els forasters, ben agraits d'aver pasat els tres dies molt ben divertits sense parar basta la nit. Voreu que festes, es farán al añ que ve p e r q u e el public, enguañ tot hua vist molt be y les palletes, agraides quedarán, acomanarem en temps que mos duguen bons regals. Ya es va acostant el dia felis que en el bon dinar molt sam de divertir y el bon vermut no faltará fentlo prou fortet, fa ganes de menchar. Voreu, que festes, es farán al añ que ve perquè el públic, enguañ tot hua vist molt be y les polletes, agrides quedarán, acomanarem en temps, que mos duguen bons regals".
CARIDAD FESTERA. En la Revista-Programa de 1945, se incluye al final, la relación de los actos benéficos que "durante los tres días, diferentes Comparsas, siguiendo tradicional y hermosa costumbre, tienen organizados". Montañeses, Guzmanes, Navarros, Lana, Abencerrajes, Cordón, Domingo Miques, Vascos, el 23 de abril; Vascos, Tomasinas, Montañeses y Andaluces, el 24. Pero para el día de la entrada, el 22, entre el ajetreo de horario, son nuestros Judíos quienes instituyen una humanitaria innovación. Dice aquel apéndice del Programa: "Día 22. La de Judíos, repartirá suculentas comidas a enfermos e impedidos, en visita a sus propios domicilios". El mismo aviso recoge la Revista de 1946, y la caritativa iniciativa persiste muchos lustros, aunque en citas sucesivas se resume: "Comida a enfermos e impedidos en visita domiciliaria". Era reconfortante y ejemplar ver a los miembros de la filà, en jornada tan apretada, portando sustanciosos "pucheros" a las casas de gente enferma o de modesta condición. A pie, o en taxis, revestidos de traje propio, iban los Judíos, con fruición, a remediar la mesa de las familias poco pudientes. En los años sesenta, la banéfica acción se traslada al 21 de abril, y se limita —son otros tiempos— a obsequiar "con un almuerzo a los niños de la infancia subnormal". "Nuestro pueblo, tras de la muralla, sangrando rezaba y gemía. ¿Quien iba a ganar la batalla: el impío o Dios? 116
Abrióse en el cielo una profunda herida, de un rayo partióse el nubarrón en dos, su luz en el aire quedó detenida, y surgió San Jorge, aguerrido y fuerte, sobre la blancura de su albo corcelentre la morisma hubo espanto y muerte, entre los cristianos la fe puesta en él". (A.C.) Desde principios de los cuarenta se había introducido también la costumbre de llevar consuelo a ancianos y desvalidos. Los judíos, con su banda de música, acudían a recoger los asilados de las Hermanitas de los Pobres, en la parte alta del Camí, y se les bajaba, en fraternal camaradería, por San Nicolás hasta el Círculo Católico de Obreros, para que presenciaran la procesión vespertina del día 23- Era una estampa alcoyanísima: moros, monjas y ancianos, al ritmo de rumboso pasacalle, regalando caramelos y cucherías, llegaban a la plaza, a veces en formación, tomando también algún acogido el sable para actuar de cabo, o haciéndolo con su bastón de inválido, puesto de fez y capa, prendas que tenían a gala dejarles los festeros. En el Círculo había merienda para ellos, mientras los Judíos, edificados, bienaventurados, partían a la iglesia de San Jorge a cumplir con el programa. Tan entrañable acto se suprimió al pasar la Hermanitas a su nueva Residencia, sin que por ello dejara la filà de entregar una cantidad para que el convite no faltara.
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Capítulo XIV CARGOS 46-47 1 9 4 6 , ALFÉREZ. "Y con la primavera, cíñese Alcoy sus viejas ilusiones, abriendo una vez más la historia guerrera y milagrosa de su tradición". Son palabras del alcalde don Miguel Matarredona, en la plana de honor de la Revista 1946. Para este año, Ismael Peidro Esteve acepta el honroso cargo de alférez, con la condición de acceder también al de capitán, deseo que se le concedió de inmediato, dice el acta de los Judíos. El precioso traje que llevaría sería costeado mitad y mitad entre la filà y el señor Peidro, quien hizo construir una carroza extraordinaria simulando un rincón de la Alhambra granadina, también realizado que su tejadillo, primorosamente imitado en madera, soportó el durísimo aguacero que se produjo sin deterioro alguno. Los esbozos para palanquines, esclavos y demás boato los pintó Luis Solbes, artista que debutaba en estos menesteres, y que maduró en seguida siendo el mejor miniaturista que Alcoy ha tenido. Nuestra filà presentó, en el centro de la parada, un dignísimo cortejo. Clarines a caballo, la banda mora, una escuadra de esclavos fabulosa, favoritas recostadas conducidas por cobrizos eunucos, oriflamas. "Alcoy forja en sus calles sabores de mezquita... ...el añafil resuena, y al ritmo de tambor bailan las odaliscas su belleza infinita y el Sultán las contempla embriagado de amor. Se adentran en las calles los moros arrogantes; las huestes del Ahgar que en ritmo loco, inundan la ciudad con sus turbantes como al aduar inunda el cruel siroco". (S.M.P.) Don Octavio Candela, cronista oficial de la Asociación, tras comentar las circunstancias —cayó alta la Cuaresma— que hiceron trasladar las fiestas al 2, 3, y 118
4 de mayo, dice de 1946: "Cuando parecía un sabio y acertado acuerdo este aplazamiento, pues el temporal de lluvia reinante hubiera imposibilitado, deslucido por completo la magnificencia de los actos, no obstante sufrimos las consecuencias de ello... El paseo general no pudo celebrarse dada la intensidad de la lluvia", y tampoco "pudo terminar la Entrada de Moros con la brillantez que prometía por el mal tiempo". Don Ismael Peidro, nuestro alférez, "no disonó con la riqueza y magnificencia del capitán, —apostilla la crónica—, pues tanto en su boato como en la policromía de la escuadra de negros, carroza, palanquines, etc.. fue digno de toda alabanza". El Paseo se organizaba con camiones engalanados y algunas platafornas adornadas, desarrollándose tras la entrada de moros que solía terminar a media tarde. Se entregaban regalos, se arrojaban frutas y confetti al paisanaje; las serpentinas se enroscaban en las arcadas y enrejados; las músicas tocaban pupurris conocidos... pero habiendo degenerado en presentación y corrección, la Asociación de San Jorge optó por abolido. ¿Para siempre? El día 4 de mayo, el del disparo, en el Círculo Industrial, bajo la presidencia del alcalde, se convocó urgentísima junta general para prorrogar las fiestas, "pues la pertinaz lluvia caída en toda la mañana ha dificultado totalmente el acto del alardo", dice el acuerdo. Se determinó que las músicas regresaran a sus pueblos, y el Ayuntamiento pagaría los gastos de corneta y tambor para la típica "alarma" que ordena el turno de arcabuzazos.
1947, EL CAPITÁN. Comienza 1947 con una nota necrológica: Ha fallecido, el 4 de enero, a los setenta años de edad, don Camilo Pérez Monllor, el músico de los moros y cristianos, el autor de composiciones apreciadísimas: "El K'sar el Yedid" (1912), "L'entrá dels moros" (1914; conocida por marcha de las chirimías), "L'entrà de la Rabila" (1919). Y otra vez abril. Los alcoyanos se esmeran en preparativos para la trilogía. Este año fue excelente el Certamen musical del día 21. Se presentaron 7 bandas, consiguiendo la de Anna el primer premio. En las entradas caracolearon los caballos del pelotón de trompetas del regimiento Lusitania, venido de Valencia. Emilio Jordá Cantó fue capitán de cristianos, con los Vascos, y nuestro Ismael Peidro, según se convino, con los Judíos. La Guardia Municipal, multiplicando su entrega, rigurosa pero servicial, fue ordenando la riolada que invadía la calzada, formando barrera a la muchedumbre que ocupaba las bocacalles. Vexilas, redobles de parches y mazas, medias lunas y fanfarrias de la caballería, abrieron la tarde. El señor oriental, finamente indumentado, precedido por el Sargento del bando, saludaba a turistas y nativos, ansioso de llegar a la plaza en el instante previsto. Negros con pausado caminar, seguían a las aparatosas carreras del jinete batidor. Andas de sutiles gasas escondiendo odaliscas enjoyadas, parejas de Judíos, y la representativa escuadra, cubrían el trayecto. 119
"Asombro de colores medievales transcurre con la música esperada. La calle es un manto de quimeras salpicado de goces y nostalgias. Los mástiles se visten con escudos, y en toda formación, lanzas y espadas entrelazan, con versos de acero, cristiana lira con la musulmana. El desfile se nutre con aplausos que suenan sin cesar, y que no acaban. ¡Ay fiesta de mi tierra, esa fiesta que para siempre llevaré en el alma!" (J.C.M.) No hubo Retreta en 1947; por parecidas razones a las señaladas en el Paseo, había sido borrada del programa aunque algunas comparsas recorrieron la ciudad en linda formación de farolillos la noche del 23. Castillo embajadas, pólvora, fue el colofón. Los Judíos, acompañando a su capitán, dispararon miles de truenos, hasta que, anochecido, se izó la cruz en la torre y apareció entre resplandores el infantil Sant Jordiet magnificado por las notas del Himno nacional.
EL ALCOY DE ENTONCES. La ciudad respira el ambiente político de la nación, envuelta en una digna y patética pelea contra el cerco de hostilidades de la mayoría de países. Reaparecen las restricciones eléctricas y las dificultades alimenticias son enormes. El fútbol es el antídoto ante tantos males. Nuestro Club milita en primera división; por "montañas nevadas, banderas al viento" las juventudes acuden a los campamentos de Falange; nace la esperanza en las quinielas. En Alcoy surge la "Varia", una peña constituida por amigos procedentes de distintas comparsas, que, aunque en sí no formaba ninguna filà, actuaba aparentemente como tal. La "Varia" pasó del Bar Víctor al Trianón, trasladándose después al Baviera, luego al Brindis y al Hotel Levante, para regresar definitivamente al Bar Trianón. Algunos judíos, don José Vicéns uno de ellos, se enrolaron en el simpático conjunto. En el novenario al patrono, redactado por el reverendo Abad Vilaplana, rezábanse las letanías: "Sancte Georgi, protector insignis nostrorum maiorum... Patrone et custos vigilantissime civitatis nostrae...". Al pie de la talla venerada, un judío y festero insigne, don Santiago Mataix... Al final el sacerdote de estola roja sobre el roquete, pronuncia la oración: "¡Oh Dios, que en otro tiempo nos deparasteis al glorioso San Jorge Mártir para librar a nuestros antepasados de la invasión de los moros, haced que por su intercesión poderosa, nos veamos también 120
libres de todos los enemigos que pretenden arrebatar a nuestro pueblo la fe de Cristo". El "¡Walí, Walí!", y el Himno. En las horas de ocio, la radio y la canción melódica interpretada por "vocalistas"; la orquestina Iris, y Amanda Gisbert.
INTIMIDADES. A pessr de la singular actividad de los Judíos en los cuarenta, viven días de estrechez, con desequilibrio de presupuesto y manquedad de fondos. El racionamiento de subsistencias hacía difícil hasta la organización de un soparet; el alojamiento de la banda tenía problemas; algunos miembros de la filà casi podían afrontar los gastos comunitarios. La junta se las veía para nivelar la economía de la entidad. En 1948 se decide que ésta se administre por una comisión que se forma, y que recurre a repetidas derramas: "Se extenderán recibos —suscita la comisión— con la cantidad en blanco a todos los individuos que no hayan contribuido y estos que digan lo que quieren contribuir, con arreglo a sus posibilidades y el que no lo haga que no tenga derecho a pedir nada". La última cláusula es anulada del acuerdo, tras una impugnación presentada en la siguente reunión. Las dubitaciones en la aplicación de estas normas y el mal estado financiero de a filà, hacen que se tome la decisión, en 1950, de que "mientras no cubra la Comparsa el déficit existente en su totalidad la Junta Directiva nombre todos los cargos en las próximas fiestas, teniendo preferencia para aquellos individuos que mejor comportamiento han demostrado". Esta postura es rechazada por la Asociación de San Jorge. La regla sólo se aplica aquel año, al siguiente se vuelve a la elección por votación y a la escuadra por antigüedad, y, en 1955 se sale de la "quiebra" leyéndose en el acta que el primer tro "notifica que este año, al estar la comparsa en mejor situación económica, que en años anteriores, y para estimular a los individuos que frecuentan la Comparsa, se dará un kilo de pólvora por cada individuo, cosa que se apreció mucho por parte de todos". Las cuentas fueron regulándose, surgieron nuevas aportaciones, se aumentaron las ventas de Lotería, crecieron las subvenciones y la filà empezó a caminar más holgada. Rafael Escoda, en su artículo de 1973, comenta: "Muchas y viejas costumbres tiene y ha tenido la filà Judíos a lo largo de su historia, como la de participar en los festivales taurinos que la Asociación de San Jorge organizaba allá por los años cuarenta y cinco: también es costumbre, aunque parezca hoy día un poco desfasado, el pagar la filà tradicionalmente el segundo día de Navidad, un 'barralet a todos los individuos de la misma que asistan el indicado día". En el seno de la comparsa existían peñas, que animaban a todos. Fue sonada la que se autotituló La Gallina: Era frecuente que sus miembros se reunieran los domingos para rifar una gallina, que se mostraba, dentro de una cesta, colgada del techo; se vendían las papeletas y se procedía al sorteo. El poseedor del boleto premiado recogía el trofeo y, normalmente, la regalaba en seguida para que fuese a la cocina, y una vez aderezada invitaba a los presentes entre afortunadas 1
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ocurrencias. Después de 1950 desapareció esta peña, y se formó la de los Panchitos, compuesta "estatutariamente" por veinte socios, para que la intimidad no se perdiera. También ellos prodigaron las chirigotas, buen humor y excelentes invenciones gastronómicas, aunando con sus bromas y festivas demostraciones al resto de los contertulios.
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Capítulo XV LAS PRIMERAS ACTAS DE LA FILÀ EL 17 DE MAYO DE 1945. Esta fecha debe resaltarse en la historia de los Judíos, pues firmóse la primer acta de sus sesiones. Abrióse un ciudado libro apropiado, y en forma manuscrita se coleccionaron las decisiones periódicas de las juntas habidas, hasta 1967. Es de rigor que copiemos íntegra, como documento inapreciable, la que inicia la relación: "En la ciudad de Alcoy a 17 de Mayo de 1945, reunida la Comparsa Judíos en Junta General Ordinaria bajo la presidencia de su Jefe, Jorge Beltrán y actuando de Secretario, Eduardo Guillem, a las 7 de la tarde pasa a discutirse el siguiente: ORDEN DEL DÍA 1.º 2.º 3.º 4.° 5.º
Presentación de Cuentas. Crehuá de la fulla. Nombramiento de cargos. ¿Quien es el Alférez? Ruegos y Preguntas.
1.º Presentación de Cuentas: Después de ser leídas y tras breves intervenciones, se acuerda estén expuestas a la vista en el local de la comparsa 10 ó 15 días antes de celebrarse la próxima Junta General Extraordinaria, para su aprobación definitiva. 2. Crehuá de la fulla: Hay algunas intervenciones con miras al próximo ejercicio que ha de ser extraordinario debido a que le corresponde el Alférez a la Comparsa y se acuerda que la Crehuá sea de 50 pts., 25, con destino a la Dina y 25 pts. como fondo inicial, aparte que la cuota semanal sea de 2 pts. y los faltos de 0'50 pts. 3 . Nombramiento de cargos: Dimite la Junta en pleno y se pasa al nombramiento de nueva Junta y a propuesta de su presidente es aceptada la siguiente candidatura: a
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Presidente: Vicepresidente: Tesorero: Secretario: Vocales auxiliares:
D. Jorge Beltran Benavent D. Antonio Olcína Sempere D. José Pérez Andrés D. Rosendo Sempere Ortiz. D. José Sempere Calatayud D. José Vicéns Solbes D. Emilio García Colás D. Alejando Giménez Blanes pasando á ocupar el puesto de Secretario el que suscribe como nuevo elegido. 4 ° ¿Quién es el Alférez?: Al no haber nadie entre los concurrentes que lo solicite, se acuerda dejar este punto para la próxima Junta General Extraordinara. 5º Ruegos y Preguntas: Diná, por ofrecimiento de D. José Monllor Aura, de la masía de su propiedad El Celedón se acuerda se celebre ésta en dicha masía el próximo día 10 de Junio. Se ratifica el acuerdo tomado el año anterior, del nombramiento de Presidente Honorario a D. José Monllor Aura y al mismo tiempo se propone como Vice Presidente Onorario a D. Rafael Ivorra Reig como gratitud por los años que ha desempeñado cargos en la Comparsa y su desinterés por la misma, siendo aceptado por unanimidad. Escuadra de Negros: Se manifiesta por unanimidad el deseo de ser los mismos individuos de la Comparsa los que le den vida y color á la misma solicitándolo los siguientes individuos: José Vicéns Pérez, José Monllor Raduán, Rigoberto Llopis, Rosendo Sempere Ortiz, Rafael Aracil, Francisco Fernández, Jorge Monllor Raduán, Antonio Peralta, Miguel Peralta, Joaquín Sanz, Juan Jornet, José Martínez, Eduardo Pascual Pérez, Francisco Fuster, José Anto. Matarredona, Luis Ferrándiz, Enrique Blanes; después de algunas intervenciones y proposiciones y con miras a que el número de solicitantes es excesivo, resalta una proposición que dice, se dé preferencia a los que tengan que ostentar el traje de la Comprsa durante los 3 días de fiesta y se acuerda sean convocados todos los solicitantes a una reunión antes de celebrarse la Junta General Extraordinara. Teniendo en cuenta que la Comparsa tiene muchos enseres y ropa se su propiedad, se propone que los vocales auxiliares de la Junta se constituyan en Comisión y efectúen un inventario general, así se acuerda. Como final a esta reunión se hacen votos para que en las próximas fiestas haya esplendor y alegría y compenetración entre todos los individuos y sea el orgullo de propios y extraños esta comparsa en la celebración de todos sus actos, y sin más asuntos que tratar se levanta la sesión a las 9 en 30 de la noche. Alcoy 1 de Junio de 1945. El Presidente, Jorge Beltrán. El Secretario, R. Sempere".
HASTA 1948. Vamos a seguir, ahora recordando, con las primeras actas guardadas en el libro de la filà Judíos. La segunda inscrita, firmada también por Beltrán y Sempe125
re, aunque "bajo la Presidencia de D. José Monllor Aura como Presidente Honorario por Ausencia del titular... se abre a las 7 de la tarde" del 30 de septiembre de 1945, como extraordinara. Dice, entre otras cosas, "que la escuadra (de negros) la deben efectuar los individuos que luzcan el traje de la Comparsa durante los tres días, efectuando el disparo, y no aquel, que lo ha de vestir de otra comparsa, aunque pertenezca a esta; y a propuesta del Sr. Ismael Peidro es aprobada la siguiente proposición: Que tengan prefencia los individuos que hayan ostentado el traje de la misma durante algún año, por rigurosa antigüedad, y no obstante, en el año actual festivo, y como consecuencia de este acuerdo resulta tienen preferencia los siguientes individuos: D. José Vicéns Pérez, D. José Monllor Raduán, D. Eduardo Pascual, D. Rafael Aracil, D. Francisco Fuster, D. José Antonio Matarredona, D. Luis Ferrandis Carbonell, D. Daniel Fernández, D. José Luis Terol, con la particularidad que, en caso de renuncia de alguno de ellos, continúe la lista con el mismo orden al acuerdo. Turbante.- Se pone de manifiesto por parte de la Junta la necesidad de reformar el turbante, al igual que lo han hecho algunos individuos en el año antrior, o sea darle más volumen, con los mismos colores, por haber sido desechados otros que ya se presentaron. Asi se aprueba. Bolsa.- Viendo la necesidad de completar el traje con una bolsa de costado, se faculta a la Junta Directiva para que estudie una y la presente a la Comparsa, en caso de aceptación, si se consiguen para todos los individuos, que se use en los tres días de fiestas, pero si no hay para todos, que se supriman en los actos oficiales..." El acta número tres, diríamos, es de 21 de abril de 1946, nombrándose los dianeros, "José Sanz, Jorge Beltrán Mataix, Camilo Vicéns, Joaquín Llopis, José Ferrando Beltrán, Rogelio Gisbert, Francisco Ferrando Pascual, Jorge Pascual, Francisco Fuster, Emilio González, Ricardo Picó". Por orden de antigüedad hacen la escuadra: "José Monllor, Rafael Ivorra, Emilio García, Alejandro Giménez, Juan Gisbert, Remigio Pastor, Miguel Oltra, José Vicéns Pérez, José Vicéns Solbes, José Sempere. Se procede al nombramiento de cabos, recayendo en la Diana en Ricardo Picó y Jorge Pascual; en la Escuadra para Emilio García y José Vicéns Pérez y a ruegos de los componentes de la escuadra de Negros se elige para cabo de la misma a D. Enrique Blanes y para Batidores a D. Remigio Pastor para la escuadra de la Comparsa y a elección para la escuadra de Negros." A 19 de mayo del 46 se escribe la siguente, en la que "se toma en consideración que transcurrido el año de Capitán se confeccione un reglamento interior para la comparsa en el cual se dé paso en la Escuadra a individuos que por sus años en la misma pueden y deben ejercer dicho puesto". La extraordinara de 2 de febrero de 1947 "le pregunta a D. Ismael Peidro el que efectuó el cargo de Alférez, si está dispuesto a hacer el de Capitán contestando afirmativamente, pero con la condición que efectuó el anterior cargo, es decir costeado por la Comparsa, salvo de que él desee hacer algún extraordinario, así se aprueba". En la ordinaria de 30 de marzo de 1947 se nombra Gloriero a D. Joaquín Llo126
pis; y en la de 11 de mayo "se acordó la creuá a 40 pts" y por "escrutinio queda aprobada por trece votos a favor y doce en contra" la nueva junta: sigue Jorge Beltrán de Primer Tro; Darrer Tro, Antonio Oleína; Tesorero, Ismael Peidro; Secretario, Emilio García; Contador, José Sempere; Vocales, Juan Gisbert, Casimiro Corbí".
ACTAS DE 1948 Y 1949. A 21 de marzo de 1948, se designa gloriero a Juan Gisbert, recayendo la diana en "Ricardo Picó, Jorge Pascual, Francisco Fuster, Enrique Blanes, Emilio González, José Blanquer, Antonio Beltrán" y "por mayoría de votos sale aprobado Emilio García para cabo de escuadra, pasando a continuación a nombrar la escuadra, siendo los individuos siguientes: Rafael Ivorra, Alejandro Jiménez, Juan Gisbert, José Pastor, Miguel Oltra, José Vicéns, José Sempere, Jorge Beltrán, Rosendo Sempere, Ismael Peidro". En ruegos y preguntas "Se da lectura a dos cartas de la música, en las que parece muy elevada la subvención de la música en la cual el Sr. Peidro dice tener nota de la música de Sollana, que pide 6.000 pts. Rosendo propone el que se le diga a la banda de rebajar plazas para ver si así resulta más económica". El acta posterior, en la hoja 11 del libro, corresponde a la ordinaria de 9 de mayo de 1948, y en ella queda reelegido Jorge Beltrán. Hay extraordinaria a 5 de diciembre de 1948 para aprobar "las gestiones hechas por la Junta para llevar por administración la Comparsa", quedando como conserje, por renuncia del anterior, el individuo Cristóbal Valdés, y "se fija en 0'40 ptas. por botella, bebida blanca, gaseosas y tapas para el Conserje". Hay junta general extraordinaria el 6 de febrero de 1949 para abordar "Medidas a tomar sobre los que piden derechos y no deberes" y si "Es conveniente el Paseo General". Sobre el primer punto hemos hablado en otro lugar; sobre el Paseo "es aprobada por unanimidad la siguiente proposición, que no debe suprimirse este acto, pero deben tomarse medidas radicales tanto por la Junta de Fiestas como por las autoridades, para que desaparezca el empleo y la forma de usar ciertos objetos peligrosos, convirtiendo dicho acto en una batalla campal". La reunión ordinaria de ese 1949, es el 10 de abril, "se abre la sesión a las 5'30 tarde", se cede la Gloria a José Blanquer, y el cabo de escuadra es solicitado por "Emilio García, Enrique Blanes, Jorge Beltrán Mataix, José Vicéns y Rosendo Sempere, se entabla discusión sobre el derecho que pueda tener Enrique Blanes en el puesto de cabo y después de algunas intervenciones se pasa a votación siendo elegido por mayoría de votos Enrique Blanes..." La junta de mayo tiene lugar el día 8, proponiéndose varias candidaturas, hasta quedar constituida la directiva por: "Primer Tro Jorge Beltrán Benavent, Darrer Tro José Blanquer Monllor, Cop Casimiro Corbí Farches, Secretario Rosendo Sempere Ortiz, Contador Eduardo Guillem Miró, Vocales Jorge Pascual Soler, Francisco Fuster Fuster, designándose para la intervención en la administración del café a José Blanquer". El 20 de noviembre se tiene extraordinaria, en la que se aprueban cuentas y se 127
ve un "escrito de Eduardo Guillem sobre el reglamento interior de la Comparsa" cuestión que se encarga a estudio de una comisión.
PERFIL DE AQUELLAS FIESTAS. Seguiremos con las actas, pero será útil no perder la trama general de la fiesta, el foco que ilustra las particularidades de los Judíos. Tras la inmediata prosguerra, el 25 de enero de 1942, la Asociación propone que: "En la Entrada de Moros sólo sacarán caballos y Batidores las Comparsas de Capitán y Alférez, y en la de Cristianos sacarán caballos todas las Comparsas que puedan y Batidores solamente las comparsas de Capitán y Alférez". Tal año, el 23 de febrero, se aprobó el que pudiera ir un individuo más en las escuadras de esclavos, que hasta entonces eran de ocho componentes. La crónica de la Junta Directiva subraya: "otro de los acuerdos tomados y que este año se ha llevado a efecto, ha sido la terminación de las dos entradas frente a la iglesia de San Jorge", es decir, antiguamente se rodeaba la plaza y se concluía ante la Casa Consistorial; desde 1942, marchando por detrás del castillo se proseguiría por la calle de Santo Tomás. Fueron retoques que aceptaron los Judíos. En 1944 la Asociación, el 13 de abril, tuvo asamblea extraordinaria, hablándose de si se debía o no reponer la Retreta y de los problemas que conllevaba el racionamiento de pan, arroz y alubias para atender a los músicos llegados de los pueblos. En 1945 continua de presidente don Romualdo Coderch Boronat, y es autoridad festera un judío distinguido, don Santiago Mataix Pastor, que en el Programa nos deleita con esta meditación: "¡Un año más! Alcoy, la ciudad maga de Levante, procer y solemne, riente y cantarína, se apresta, jubilosa, a celebrar sus fiestas tradicionales, abanico polícromo de mágicos primores, en honor de su invicto Patrono, San Jorge Mártir... ¡Venid! Los que no conoceis nuestras fiestas, ellas embriagarán vuestros sentidos con el cuadro inimitable y único de lo bellamente exótico, rebosante de luz, sonido y color, figuras de leyenda que en bellos cortejos desfilan bajo el fresco son de chirimías moras, tañer de bronces, flamear de banderas rojas o verdes con la media luna coronando el asta, simulacro de batalla entre fieles Guzmanes y huraños Abencerrajes, estampido de arcabues, ascua de pólvora encendida, y sobre el castillo de almenas caladas y puente de plata, San Jorge, saetas de fuego en la noche de Abril, caídas en lluvia de gemas como alba de oro. ¡Un año más! Alcoy, sultana mora y doncella cristiana a la vez, se postra de hinojos ante la imagen de su Patrón San Jorge Mártir, para pedirle con arrobo, con sonrisa ancha, que por encima de odios y rencores mantega en sus hijos la luz de la Fe, para creer en Dios; de la Esperanza, para no aborrecer el dolor, y del amor que es Caridad, para amarse los unos a los otros". La fiesta crece, y estas recapitulaciones nos centran en nuestra tarea, abarcando una rápida pincelada del perimundo en que se desenvolvían los Judíos en los cuarenta. Modificaciones al reglamento general, esmero en el programa, progre128
sos de las comparsas. Ya en 1948, se calcula en 1.100 el número de festeros participantes, y en 750 los que salieron en el alardo, consumiéndose 1.650 kilos de pólvora. "Cada any i a punt d'albada amaneix una estrella que prograna un tremp viu de tremolar vibrant, junyit a una harmonia d'atracció vermella mentre el cor centralitza l'inesgotable encant. Els segles que han passat tenint un Sant per glòria eleven l'esperit conquistant sempre el Bé. tot será per a tindré nova llum, nova història i que ens faça immortal la flama de la fe". 0-V.)
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Capítulo XVI ENTRAMOS EN 1950 A COMIENZOS DE LOS CINCUENTA. Lo acabamos de consignar: la fiesta está ya consolidada, ennoblecida, en vertiginosa expansión. Mimando su escenificación, en 1950, en la general del 15 de enero, se introduce otra acertada decisión: los alféreces, que asistían antes con su espada o bastón de mando al alardo, en adelante dispararán. Seguía la Asociación rigiéndose por el Reglamento de 5 de mayo de 1935, por lo que se confeccionó uno nuevo, aprobado por el Arzobispo en 25 de abril de 1951 y por el Gobernador civil en 10 de diciembre del propio año, siendo presentado para su refrendo por la general, en junta extraordianaria, el 21 de enero en 1952. Consta de 42 artículos repartidos en 13 títulos. Ahora la Asociación está regida por un Director, que lo es el Arcipreste; un Vicedirector, el vicario de la iglesia de San Jorge, y una Junta con 17 miembros: Presidente, Vicepresidente, Secretario, Vicesecretario, Contador, Tesorero, Archivero y ocho vocales. El censo de Alcoy de 1950 había sumado 43-880 habitantes. Todavía no se había expandido el urbanismo por la zona del ensanche. San Lorenzo, "La Bandeja", el Cantó Pinyó eran la auténtica agora, cita de encuentros y comidillas, y en moros y cristianos, allí se cocía toda la jácara y donaire de los ratos libres. "Agulletes", asaltos de merengues, ríos de confetti. El bar Lasca, el Trianón, bar La Peña, comidas La Jijonenca, absorbían las obligadas consumiciones, mientras la broma y el desenfado señalaban la chispa en la nit dels soparets. Cerquísimo, el Pasapoga; más allá, las tapas del Torrero, y en la calle San Blas, reposo y colpet en los Judíos. 1951 es el último año que se celebran toros en la plaza de Alcoy. El 10 de julio la Asociación de San Jorge organiza un festival con bandas de música, "manólas" representantes de las comparsas, descapotables con mantones de Manila... las mulillas. Se lidiaron cuatro novillos, sorteándose "siete magníficos regalos". En la becerrada del domingo 11 de junio de 1948, "Dentilla", de los judíos, torea la mar de bien, y en la programada para el 18 de junio de 1950, con 130
actuación de Antonio Abad "Abaíto", otro de nuestra filà, Antonio Jordà Domènech "Mona" se encarga de capear uno de los torillos. El mismo año, el Club Deportivo Alcoyano había logrado el reingreso en la Primera División. El 20 de mayo de 1951, en la asamblea general, el portavoz de los Cruzados propuso que en la entrada debiera pasar el alférez al final, para que el espectador, deseoso de gustar de aquel boato, respetara la calzada hasta última hora. La idea no cayó en saco roto. El 20 de enero de 1952 se adoptó, ya para ese año, el que la "bandera" cerrase los cortejos en ambos bandos. No prosperó, en cambio la propuesta de los judíos, que en esta sesión indicaron la conveniencia de que se permitiera sacar dos escuadras en la entrada de moros. En 1951 la Peña Pro Fontilles organizó una visita de festeros al lazareto, muchos de los cuales acudieron indumentados con el traje propio, recorriendo aquel paraje en amena convivencia mientras se distribuían regalos a los enfermos y se les aliviaba en su mísera condición. Fue Jorge Peidro Pastor el que representó a los Judíos en esta primera ocasión, pues al año siguiente ya participaron tres: Juan Gisbert Domínguez, "Jolín" y Jorge Peidro. Progresivamente fue aumentando el número de los que se integraban anualmente en tan hermosa idea, trasladándose al sanatorio en autobuses, acompañándoles sus familiares, y en 196o don José Monllor Raduán lo hizo vestido de capitán, posando para el fotógrafo, en inolvidable retrato, junto al de cristianos, don Rafael Terol Aznar, y el niño Sant Jordiet, Rafael Pastor Blanes, de los Mozárabes.
"ANÉM ANÀN". Ese 1951, José Blasco Verdú compuso unos versos para nuestra filà: "Cuant ixen els Judíos per a desfilar, no hi ha ningú que'spuga la ralla xafar. La Filà dels fudios, es compon d'una gent, que cuant veu s'acosten les festes ja te elgenit content. Com les festes no acaben que's tot l'any d'ensaiar el humor que disfruta el fudio be's pot imaginar. ¡Anem anán, Judíos, colse en colse desfilan...! El puro en la ma esquerra y hu de cabo per daván. La Fila dels Judios te l'esperit fester i lluix com ninguna cuant pasa presumint pel carrer. 131
Visten trage de moro i el cor tenen de cristià i un amor tan marcat per Sant Jordi com ningú mai tindrà... Pantalons seda rosa i xaleco ben bordat, una faixa molt blava que penja d'un costat, i una llarga espindarga i al cap un blanc turbán, ¡i anem anàn, anem anàn, anem anàn! Alcoià es el judio ifester en tot lo lleu per aixó la consigna cantem a tota veu, ¡Per Sant Jordi i les festes que's fan al Sant, anem anàn... anem anàn! Si téspera la dona que al sine vol anar i después t'arma bronca puix vas tart a sopar, possa cara de màrtir, com saps qu'els altres fan... ¡i anem anàn, anem anàn, anem anàn! No t'olvides que tu eres Judio i alcoià per lo tant, lo primer es cumplir en la Filà ¡per Sant Jordi i les festes que's fanal Sant no fases cas i ¡anem anàn, i anem anán, i anem anàn!" Estas estrofas, firmadas en julio del citado año, fueron puestas en música por Gerardo de Castro, resultando un precioso pasodoble que pasaría a ser como el himno familiar de la comparsa Judíos.
EL AUTOR DE ESTA MÚSICA. Don Gerardo de Castro Fuentes nació en Padrón, en 1914. Residió en Alcoy de 1943 a 1962, en el Cuerpo Nacional de Policía, y volcó su entusiasmo en prensa y radio en favor de nuestro Deportivo. Impulsó el periodismo local, escribió en "Logos", "Ya", "Dígame", "Deportes", "Información" y "Ciudad" y promocionó otras muchas actividades. Nada mejor para conocer a de Castro, autor de la música de "Anem anán", que leer sus propias confesiones en la página 141 de la Revista de Fiestas 1982: "La llegada a Alcoy fue para mí desmoralizadora. Lloviendo, la Bandeja aún con los tanderetes propios de un mercadillo, el piso plagado de restos de legumbres, tomates. Añádase la clásica morriña gallega, el apenas entender palabra de cuanto se hablaba en mi entorno y se tendrá un cuadro aproximado de mi estado de ánimo. Me chocó observar que, por lo visto, todo el vecindario era socio entusiasta de la Cruz Roja, cuya enseña aireaba en balcones y ventanas, sin excepción. Pronto se me aclaró que aquellas colgaduras blancas con cruz roja en su centro nada tenían que ver con la conocida benéfica asociación, pero sí significaban el inminente comienzo de las fiestas de Moros y Cristianos, de las que tenía apenas 132
conocimiento. Simplemente evocaban en mí el nombre de Alcoy como la famosas peladillas. Y nada más. Por la tarde la cosa cambió. Mi entrañable compañero y amigo Eduardo Carrasco me presentó a su tío, don Francisco Moltó, quien por inapelable adopción fue tío Paco para mí desde aquel momento. Dijo que, estando ya al caer las fiestas, iríamos los tres a la comparsa Judíos, pues era hora de ensayo y lo harbríamos de pasar muy bien, conociendo además a personas estupendas y muy festeras, en lo que acertó plenamente. Ya a escasos metros de la entrada del bajo de un edificio, sito en estrecha calle, escuché los clásicos compases finales de un pasodoble torero, chin, patachín, chin, chin. En el local, yo esperaba encontrarme con individuos vestidos de máscara, por lo de comparsa. Pues no, señor. Un mostrador, botillería, público numeroso que saluda a mi tío con afecto y regocijo, mostrándose así su popularidad. Todos bebían, hablaban a grito pelado, y uno empuñaba un arma blanca, a medias entre segur, gumía y alfanje; pero de máscaras, nada. Presentaciones, abrazos, confirmación de mi sobrinazgo por todos, y sin comerlo, ni beber más que un colpet de café chelat, me encuentro que, de todas, todas, por ruidosa aclamación y unanimidad, tendré que empuñar el arma aquella, colocarme delante de varias hileras de personas judías, y hacer el Cabo a los marciales sones de otro pasodoble. Bueno, les dije, yo hago el Cabo o el Capitán General si es preciso, pero por favor que antes lo haga unos momentos cualquiera de vosotros, para imitarlo yo. Pues no, señor. Me empujaron, me achucharon y aturdieron de tal forma que, ¡Dios mío!, yo hice el cabo. ¡Cuantas veces he recordado el ridículo, lo absurdo de mis movimientos, de mi actuación! Tío Paco, por lo bajinis, me dijo que era costumbre que el cabo abonase el importe de la ronda que se consumía en el mostrador. Pagué y juré que nunca más de Cabo me vería nadie. Falté todos los años a mi juramento, pero solo una docena de metros y ante el establecimiento de mi tío, entregando el relevo como si el sable me quemase en la mano. Cuando en una de mis primeras conferencias inicie mi parlamento con la frase: Señores, para mí es axiomático que la Península Ibérica se compone de Portugal, España y Alcoy, escuché fuertes rumores de protesta, el público, numerosísimo, se llevó metafóricamente, las manos a la cabeza y sus rostros reflejaban disgusto, estupefacción, silenciosa ya pero clara protesta, y también un indudable interés por saber en qué iba a terminar aquello, una charla cuyo autor, gallego apenas superados los dos años de su estancia en la ciudad, imponía al oyente, como verdad indiscutible, una Península tripartita. Naturalmente, cuando los asistentes escucharon mi particular visión de Alcoy, supo que al incluirlo como tercer integrante era mi forma, tal vez inusitada, pero ardiente y cordial, maravillada y maravillosa, de ver una ciudad que siendo y sientiéndose española, al menos en mis veinte y pico de años de permanencia en ella no aprecié síntoma serio de separatismo, tenía tal personalidad en todas sus manifestaciones, que yo iba de asombro en asombro, conforme me alcoyanizaba, el comprender primero y, más tarde chamullar el alcoyano, lo que me per133
mitía admirar el carácter pacífico, laborioso, acogedor y caritativo de sus gentes. Sus fórmulas: ¡Che, no es barallem! ¡Anem a ferse un colpet! ¡Che, no m'ampreñes!, y otras semajantes, ponían de manifiesto, que cuando uno, el alcoyano no quiere, dos no pelean. Cual lanzadera, pasé y repasé la trama y la urdimbre alcoyanas, supe interpretar correctamente y valorar la razón con que mi amigo, por entonces alcalde de la ciudad, afeando la acción de cierto vecino que, por una disputa que originó en El Collao cierta decisión arbitral, pese a conocer la gravedad de la herida que el botellazo había producido en al cabeza del agredido, hospitalizado de inmediato, sabiendo que el agresor se hallaba detenido, me decía: ¡Sí, pero tú no te das cuenta de que se trata de un hijo de Alcoy!; disculpé y comprendí la estrañeza, el estupor que reflejaban los rostros de quienes, al no identificar yo a la persona que describían por su nombre y apellidos, ni siquiera por esos humorísticos, certeros y gráficos apodos que vienen como un guante a la persona con ellos bautizados, o por su formato físico, altet, primiu; seguía en mi ignorancia supina, al parecer más propia de un tarado mental, al facilitarme los inefables datos, como: es el darrer tro, en la filà X. Esto ya era el colmo de la incomprensión, si tampoco ahora lo identificaba, menos lo haría incluso con el D.N de I. o la licencia de Caza a la vista. Tuve perfecta comprensión para mi difunta madre cuando, presenciando desde una acera, en compañía de mi esposa una entrà de filaetes, preguntó: ¿Y por qué esos pasitos? ¿Tienen que llevar todos un puro? Y, de pronto, la bomba. Margot, ¿no es aquel mi hijo Gerardo? ¡si no lo veo no lo creo, con lo serio y formal que siempre ha sido! ¿Son señores los que van con él? Mi divertida esposa, como pudo, le explicó el sentido de aquellos ensayos, los pasitos, los puros. Mira mamá, en esa filà van el alcalde, un teniente coronel y otros militares, concejales, fabricantes, es decir, auténticas respetables personas. Luego, al presenciar las fiestas, los Moros y Cristianos de Alcoy, tuvieron posteriormente en ella una estupenda propagandista. Tuve, claro, que enviarle todos los años el Programa de Fiestas. Suma y sigue. Cierta vez llegué tarde, gajes del oficio, a la cena que los Ligeros celebraban en el Círculo Industrial. La Varia, la famosa peña que daba salsa a la comparsa, peña a la que pertenecí mientras estuve avecindado en Alcoy y en la que, acaso, tuve mis mejores amigos, muchos ya desaparecidos pero no en mi recuerdo, a cuyo final seguía el desfile de la filaeta. De entrada, ya me chocó el rostro señorial y muy serio de un desconocido, quien, entre reproches cariñosos de muchos por mi falta de puntualidad, me fue presentando sin que yo me enterase, tanta era la algarabía, de ninguna de las circustancias personales de tal señor. Iniciado el desfile, calle de San Nicolás abajo, el forastero, que sin duda lo era, fue situado entre el señor Juez y yo. Marchaba bien, seguía el clásico ritmo. Tenía, como reza la letra del Aném anán, el puro en la ma esquerra, marchaba colse en colse, atento al hu de cabo per davan, el cabo de la Varia por excelencia, cuya personal interpretación, improvisada y a su aire, era bien conocida, 134
aplaudida y vitoreada en las calles. Pese a todo, el buen señor que nos ocupa, continuaba con su cara a lo Buster Keaton. No me pude aguantar más y le pregunté si se encontraba mal, la olla ingerida era demasiado para su estómago, si... Nada de eso. He pasado y estoy pasando uno de los ratos más felices de mi vida. Y ahí reside mi problema, mi preocupación. ¿Cómo podré el martes, hacerles comprender exactamente a mis compañeros de Sala, que en Alcoy, desfilando con una Comparsa, la mano derecha metida bajo la solapa, como pintan a Napoleón, un puro en la otra mano, balanceándome en una filà de amigos al compás de un pasodoble?, jamás, jamás la he gozado tanto... Vosté ja es un alcoia mes. Bueno, estaba por demostrar, sobre todo a mi mismo. Una de las maneras de comprobarlo fue componer y ofrendar a mi Comparsa de Judíos un pasodoble primero, y una marcha después, componer ésta sobre ¡un tema gallego! La frase de ritual, para los morosos, aquellos que eran los últimos en salir del local y formar en la calle, era siempre la misma: Che, vinga, aném anàn. De ahí el título de mi pasodoble, de escaso valor musical, pero en el que intenté poner el espíritu alcoyano-festero. O festero-alcoyano, que prácticamente son convertibles. Y recuerdo dos momentos, emocionantes y confirmativos, a mi parecer, de que iba siendo cada vez más exacta y de auténtico contenido mi identificación con Alcoy y los alcoyanos. La increíble ovación que estalló en el Calderón, cuando batuta en mano, inicié los primeros compases del pasodoble, que apunto estuvieron de descontrolarme y hacerme perder la dirección, por lo inesperados y tempestuosos. El otro momento, cuando el que venía siendo primer tro de los Judíos, señor Jorge Beltrán, falleció. Amortajado, por expreso deseo con el traje de la Comparsa que presidía, el cortejo fúnebre se detuvo unos momentos en la acera del Siri, mientras sonaban compases del Aném anàn. Como si el inolvidable señor Jorge nos enviase el mensaje de que Alcoy, las fiestas, la Comparsa Judíos, tenían que continuar sus andadura, entusiasta y alcoyana. ¡Aném anàn! ¡Aném anàn! Acabo de regresar de Alcoy, invitado por la Asociación de San Jorge, al homenaje rendido a los compositores de música festera, de los que me considero el más humilde. ¡Pues, Señor era cierto! La Comparsa, tanto antiguos conocidos como jóvenes judíos desconocidos para mí, se volcaron en atenciones, cariñosas personas hacían deliciosamente interminable nuestro paso por las calles con sus alegres y sinceros abrazos y saludos. Y la misma emoción que cuando, a los acordes de Chimo, vi, sin apenas creerlo, desfilar por Villagarcía de Arosa, donde resido, dos escuadras cuyos componentes y acompañantes conocían a de Castro de Alcoy, llenándome de atenciones y regalos festeros. Figuro, modestísimamente, en la Historia de Alcoy, escrita por Julio Berenguer. Viví en Alcoy ventiún años largos, los mejores de mi vida. Me encarné en Alcoy, en sus fiestas, deportes, prensa. A modo de un test escribí para mi Comparsa Aném anàn y le prometo si Dios quiere, terminar la pergeñada marcha sobre ese tema gallego, pero que espero cumpla y se adapte al paso lento, majestuoso y pleno de cadencia de tales composiciones..." 135
ADQUISICIÓN DEL LOCAL. Ubicada la filà en la calle San Blas, número 16, se decidió en 1948 comprar la finca, al saber que el dueño deseaba venderla. Se habló de ello en diversas reuniones, se hicieron gestiones con el propietario, pero el asunto fue posponiéndose hasta 1955. Este año, el primer tro propuso la adquisición de toda la casa, por la que pedían incluidos demás gastos, 90.000 pesetas. Se recurrió al fondo del montepío, que adelantó la mitad que sirvió para pagar el primer plazo; el resto se abonaría a la firma de la escritura con lo que se recogiera por la emisión de unas obligaciones de 250 pesetas, que se emitieron al 4 %. La operación acabó de forma perfecta, pues se vendieron los cuatro pisos que había encima de la planta baja, y al final resultó que el local había salido por tan sólo 2.683 pesetas. De esta sede de San Blas, escribe Rafael Escoda en 1973: "aquí vive sus ratos libres toda nuestra gran familia durante todo un año. El diálogo y la conversación gira sobre el tema de nuestra fiesta, siempre para un mejor hacer y recordar hechos, datos o circunstancias vividas dentro de la filà o en la fiesta misma. El local confortable con mobiliario moderno, nos situa en un ambiente festero, ya que tanto su decoración como su pavimentación así lo dicen; tal el escudo heráldico de bello colorido pavimentado en terrazo; sobre una de las paredes laterales cabe destacar esta inscripción en grafía arabesca tallada en madera que reza así: Somos Moros Judíos y tenemos por Patrón a San Jorge, idea de nuestro decano don Rosendo Sempere Ortiz, quien la expuso con charla amistosa a don Roque Monllor Boronat, quien a su vez se encargó de buscar el hombre indicado que pudiera reflejar sobre el papel, siendo don Francisco Vilaplana Llopis, quien conociendo la lengua, escribió el original en el idioma oriental, para que sobre el mismo fuera tallada en madera e incrustada en la pared, correspondiendo este trabajo artesano al carpintero don Juán Gisbert Domínguez".
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Capítulo XVII COSAS Y DATOS DE LOS CINCUENTA INTERESANTE. Actuaba por entonces, con los Judíos, la "Lira Fontiguerense", de Fuente la Higuera, teniendo después, de 1955 a 1965 la música de Anna; en 1966, la de Antella, y del 67 al 70 la de Campo de Mirra. Desde 1971 hasta 1990, fue la banda de Albaida la agrupación lírica que desfiló con nuestra comparsa. La Sociedad Artística Musical de Anna, nace en 1920, por un grupo presidido por don Bautista Durá Soler; vino a Alcoy en 1927 con los Mudéjares, luego fue contratada por otras comparsas, y en 1955, firmó por los Judíos, teniendo por director a don Vicente Marín Sanz. Sobre datos económicos, curioseamos en el "Mayor" que, desde 1955 lleva la comparsa. En mayo del 55, una rifa consiguió 22 pesetas de benficio, y José Sanz pagó por un corte de traje, 250 pesetas ¡Quién pudiera! De pólvora, 22 kilos costaron 1.320 pesetas, la limpieza de los pabellones, 25; un vermut para los albañiles, 18; al sargento se le entregaron 30 pesetas de estrenas. En 1956, Eduardo Guillém pagó-. "1 corte pantalón, 225; 2 borlas faja, 30: 2 borlas chaleco, 12; 4 mts. cordón, 4" ; "por 1 caballo para la entrada, 40"; "gastos acarreo sacas y mesas, el 21 de abril, 25"; "música ensayos oficiales, 5 a 157 y 8 a 162 Ptas., 2.081 Ptas."; "lavar ropa músicos año 1956, 140 Ptas."; "luz escalera, 2'25"; "donativo Fontilles, 100"; "Vermut música 26 Diciembre, 92"... La lotería de navidad dejó 2.700 pesetas de beneficio. De 1957: "Donativo en especies al Hospital, 287"; "Entrada Berenà, 1.000"; "Lacitos luto (por don José Monllor Aura, a cuyo sepelio se envió una corona que costó 1.000 pesetas), 20"; "Honorarios Sargento en fiestas, 350", "5 caballos entrada moros, 250", "Refresco músicos día 29 Abril, 63", "Honorarios Música en fiestas, 10.000", "Gastos poner y quitar enramada, 100". En 1958 se recibe, por "Subvención Ayutamiento, 9.000 Ptas.", y se paga por "Almuerzo Gloria y vino entrada oficial, 1.464", "Honorarios música, 14.000", "Flores San Jorge, 10", "Invitación visita Amando Blanquer, 22". Un corte de traje 137
de judío cuesta 376 pesetas. El Sr. Brotóns, de la tienda La Innovación, solía preocuparse de tener los tejidos adecuados. El vermut del medio año 1959 ascendió a 1.714 pesetas; la confección de pantalones para la música, 1.173 pesetas; de alquiler del local se pagaban 140 pesetas mensuales.
REGLAMENTO INTERIOR. En una de las actas de 1946, la correspondiente al 19 de mayo, se habla —antes lo mencinamos— de redactar un reglamento, intención que se repite en al junta extraordinaria del 26 de febrero de 1950. El tema preocupaba a unos y a otros. Era eco del malestar que insinuaban algunos miembros de los Judíos llegada la hora de reparto de los cargos, y la idea fue madurándose hasta plasmarse en un reglameto aprobado por la asamblea de 18 de noviembre de 1956: "Artículo 1. : La Comparsa se compondrá de socios festers y de socios protectores, obligándose a los primeros a abonar la hoja anual completa, mientras que los segundos sólo se harán solidarios de la cuota inicial, los alquileres y las faltas que puedan existir al finalizar cada año. a
Artículo 2. : Los individuos socios festers que tengan acto tendrán el deber ineludible de asistir en fiestas a los actos de procesión y alardo. La no asistencia a estos actos sin causa que lo justifique llevará consigo la pérdida de los derechos a Gloria, Cabo, Diana y Escuadra durante el año siguiente o en su defecto el año que se presente para volver a salir a Fiestas. Artículo 3 º : Todo individuo que tenga los derechos adquiridos podrá solicitar ser Gloriero, sin que pueda repetir la misma petición al siguiente año. Artículo 4 º : Se nombrará un solo Cabo de Escuadra y de Diana: el nombramiento para dichos cargos como el de Gloriero, serán considerados como actos de Fiestas. Artículo 5 º : Los cargos de Diana, Escuadra y Gloriero indistintamente, no podrán ser ostentados por los individuos tres años seguidos. La comprensión y verdadera estimación a la Comparsa de los más antiguos permitirá que los de la Escuadra, al siguiente año, no repitan sino que ostenten Diana. Se autoriza a la Directiva para que cada año puedan reservar dos puestos en la Diana y dos en la Escuadra. Artículo 6 ° : Todos los actos de fiestas dependen de la Directiva y ningún individuo podrá cambiarlo o regalarlo sin su previo consentimiento. Artículo 7. : Si la Directiva creyera que algún individuo por su especial situación, no debe estar comprendido en el artículo segundo le dará acto de Fiestas al corresponderle previa consulta con los socios más ecuánimes y de mayor prestigio en la Comparsa. Artículo 8 º : Los individuos de nuevo ingreso en la Comparsa como socios festeros, tendrán que vestir el traje-diseño un mínimo de tres años para obtener derecho a Gloriero, Cabo o Diana. s
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Artículo 9º: La asistencia a la Comparsa será observada por al directiva, la que determinará los individuos que deben ser gravados con falto". A este reglamento se le han hecho, desde luego, posteriores modificaciones, regulando el ingreso, la forma de hacer las votaciones, reparto de escuadra y diana, cuotas a pagar, etc.
ACTAS 1950-54. En el capítulo XV dijimos que el primer libro encuadernado de actas escritas de la filà Judíos comprendía las de 1945 a 1967; luego vendrían otros. Pues bien, es nuestra intención proseguir hojeando, sin dejar ninguna sesión, a fin de entresacar lo más interesante para dejar constancia aquí. Y como en el capítulo llegamos hasta las de 1949, debemos continuar con el sistema ahora, en riguroso control cronológico, a partir de 1950. Hay junta extraoridnaria en los Judíos, para tratar de cuentas y conocer detalles sobre el "Reglamento interior de la Comparsa y acordar lo que proceda". El 2 de abril, en la ordinaria, se hace el nombramiento de cargos, y "Se pone de manifiesto la conveniencia de efectuar la retreta con algunas modificaciones como se venía celebrando y visto con agrado por todos los presentes se acuerda celebrarla partiendo del domicilio social". En la de mayo, día 7, se reelige a don Jorge Beltrán, "por 13 votos a favor 5 en contra y 4 en blanco"; y el 19 de noviembre se reúne extraordinaria para "Revocar el acuerdo tomado el 26 de febrero" consignando en ruegos y preguntas que el "Sr. Monllor Raduán, D. José, hace uso de la palabra para preguntar si se puede dar paso ya al Sr. Valdés, Antonio, expulsado por la junta a raíz de lo acaecido en la Diná, se dá lectura a los escritos cursados por esta Junta, al Sr. Valdés y otros dos individuos amonestándoles por primera vez, intervienen los Srs. Peidro y Sempere, José manifestando de que ha habido favoritismo en este asunto, el Sr. Blanquer, Sempere, Rosendo, Guillem y otros en que la Junta obró bien, tal como se desarrollaron los hechos y después de acalorada discusión sobre el particular se dá por aprobada la actitud tomada por la Junta Directiva, con el voto en contra del Sr. Peidro". La general ordinaria de 18 de marzo de 1951, "pasa a votación el nombramiento de cabos, los cuales recaen por mayoría de votos, en Emilio González para Escuadra y en Ricardo Picó para Diana, a continuación se nombra Escuadra y diana por orden de antigüedad, reservándose la Junta 6 puestos 3 en Diana y 3 en Escuadra". La de 20 de mayo, también ordinaria, vota por pirmer tro a José Blanquer Mullor, y el 23 de septiembre se tiene extraordinaria que "guarda un minuto de silencio en memoria del que fue Primer Tro d. Jorge Beltrán Benavent", acordándose sobre la dinà "efectuarla el 7 de octubre en el Celedón"; se abordó el "asunto Valdés", quién al final "pide la palabra para exponer que se dá de baja". En 1952, el 6 de abril, la ordinaria acepta a Juan Miralles como gloriero, nombra cabos y puestos, y avisa "que el día 23 festividad de S. Jorge se celebrará a las 9 de la mañana una misa en memoria de todos los individuos difuntos de la 139
Comparsa y montepío". El 11 de mayo tiene lugar la preceptiva junta, en la que queda confirmada la directiva anterior "con la variante del Darrér Tro que lo ocupa el nuevo elegido", José Sempere Calatayud. Y el 26 de octubre hay sesión extraordinaria para "dar cuenta de la situación económica de la Comparsa y tomar acuerdos", tratándose los posibles cambios en el turbante y la adopción de una bolsa moruna, y, en "ruegos y preguntas" se aviene adherirse a las Bodas de Plata y Homenaje a la banda de música que acompaña a los Judíos, y a la moción de la Asociación de San Jorge en apoyo de la Plaza de Toros. Llegamos a 1953- El 29 de marzo, en junta general ordinaria "a las 6'30 tarde" es nombrado gloriero Francisco Fuster Fuster; para cabo de diana "pasando a votación es elegido Jorge Pascual por mayoría de votos", y para la escuadra, Emilio García Colás; "a continuación son nombrados los puestos de Escuadra y Diana por orden de antigüedad". La ordinara del 14 de mayo decide "se haga un nuevo diseño" con la reforma del turbante y la inclusión de la bolsa de costado. En 1954, 11 de abril, el Sr Blanquer "detalla datos de la actual situación de la Comparsa, exaltando que ésta no puede ser más favorable", y en 9 de mayo, en la otra ordinaria, se renueva a don José Blanquer como primer tro y se elige a Antonio Sempere Aura por Secretario, acordándose que también "deben pagar falto los que residen fuera de la localidad."
ACTAS 1955-58. En 3 de abril se abren las actas de 1955, con la designación de Rosendo Sempere, por mayoría, para gloriero; cabo de diana, Antonio Sempere, y para la escuadra lo solicitan "Emilio García, Jorge Beltrán, y Enrique Blanes siendo elegido Emilio García por mayoría de votos". El 8 de mayo se reúne la otra junta ordinaria del año, entrando de primer tro don Eduardo Guillem Miró, y el saliente, Blanquer "manifiesta que la Junta de la Asociación de San Jorge presenta en pleno la dimisión a raíz de algunos incidentes en las actuales fiestas de San Jorge, y especialemente en la Entrada de Moros". Se hace una extraordinaria el 2 de junio, ya presidida por Guillem, quien "informa a todos los presentes sobre las gestiones hechas para la compra de la finca" por 90.000 pesetas, tema que ha sido explanado en otra página de esta reseña. A 25 de marzo de 1956 hay general ordinaria, y hablando de la adquisición de la casa de la calle de San Blas "el primer tro Sr. Guillem" manifestó "que las gestiones realizadas hasta la fecha han dado un resultado positivo, y espera que un día no muy lejano sea la Comparsa Judíos la primera entre las mejores"; después se vota cabo de diana a Emilio García, y para la escuadra a Juan Miralles, terminándose con las palabras del dirigente que "manifiesta a todos los presentes la gentileza que ha tenido con la Comparsa D. Rafael Silvestre, en regalarnos la tela para los trajes de los músicos" y que también "este año se dará 1 kg. de pólvora como el año anterior". La junta de mayo se celebra el día 13: "El Primer Tró antes de pasar a discutir la orden del día, hace unas manifestaciones a todos los presentes, en las que expone que D. Santiago Mataix gran amigo y socio de esta 140
comparsa entregó un sobre conteniendo las 4 obligaciones que había adquirido para la compra de la finca", por lo que el Sr. Blanquer pide "se le escriba una carta dándole las gracias por su colaboración en el engrandecimiento de esta Comparsa, al mismo tiempo propone también, que se escriba otra carta a nuestro Presidente Honorario D. J . Monllor y Aura, agradeciéndole por todos los trabajos realizados jurídicamente en pro de la compra de la finca". El 18 de noviembre se hace una junta extraordinaria en la que se debatieron, ampliamente los diversos artículos del reglamento propuesto, habiendo otra el 24 de marzo de 1957 para corregir algunas normas y presentar enmiendas. Ese 1957, a 14 de abril, se reúnen los Judíos en sesión ordinara, y se reparten los puestos de diana ("Jorge Pascual, José Blanquer, José Tormo, Joaquín Brotóns, Gonzalo Ridaura, José Sempere Aura, Juan Miralles, Miguel Pérez, Jaime Silvestre, Elíseo Blanes", cabo: Emilio González) y escuadra ("Emilio García, Juan Gisbert, Miguel Oltra, Rafael Ivorra, Ismael Peidro, Jorge Beltrán, José Sempere Calatayud, José Sanz", cabo: Enrique Blanes). En mayo es la junta el 19, proponiéndose "que la creuá sea a 75 pts. o sea 50 pts. para la creuá y de 25 pts. a cuenta de la diná... Emilio González pide la palabra proponiendo que se aumente el precio del café licor y de esta manera tendríamos más ingresos. José Sempere habla diciendo que debemos buscar otra solución porque eso de elevar los precios del café no debe de ser, porque los pocos que venimos que siempre somos los mismos seríamos los más perjudicados"; luego se acepta a José Blanquer Monllor por nuevo primer tro, "y no habiendo más asuntos que tratar se levanta la sesión a las 8 de la tarde de la que doy fe. El Secretario: Elíseo Blanes Mora". Estamos ya en 1958. Hay ordinaria el 30 de marzo en la que se aprueba una derrama de 25 Ptas. para enjugar el déficit habido, y por 23 votos a favor sale gloriero don Francisco Fuster; para cabo de diana se elige a don Eliseo Blanes, y para la escuadra, don Juan Miralles. En la de mayo, esta vez el día 11, se nombran presientes de honor (Rafael Ivorra Reig) y Socio de honor (Antonio Aracil Pascual); "la creuá se propuso y acordó a 150 ptas.; los faltos a 2 ptas. y los alquileres a 3 ptas... A continuación se procede a la elección de las Juntas Artística y Económica, quedando aprobadas por unanimidad las siguientes: Artística, D. Enrique Blanes Santonja, D. Ismael Peidro Esteve, D. Juan Gisbert Domínguez, D. Vicente Esplugues Gadea, D. Jorge Blanes Cerdà, D. José Vicéns Solbes, Económica, D. Santiago Mataix Pastor, D. Rafael Ivorra Reig, D. Emilio García Colás, D. José Sempere Calatayud, D. Eduardo Guillem Miró, D. José Monllor Raduán... Se aprueba la creuá infantil en una cuantía de 100 ptas. por niño y dar el n ° de orden por edad o sea que los mayores tendrán preferencia a los pequeños..."
UNA DEFERENCIA DE LOS JUDÍOS. La filà comienza preparativos para los inmediatos cargos, y en 1958 los Judíos tienen ya confeccionados los uniformes de aspecto árabe que llevarán sus músicos al año siguiente en el boato del alférez; pero se enteran de que Amando 141
Blanquer ha compuesto la primera marcha cristiana de la historia de la Fiesta, "Aleluya", y los Judíos ceden dichos virginales atuendos a la Primitiva para tan singular ocasión. El cronista de la asociación leyó en su relación: "La pieza titulada Aleluya, original de nuestro paisano Amando Blanquer y escrita ex profeso para esta Entrada de Cristianos (1958), constituyó un gran éxito al ser estrenada oficialmente por la banda La Primitiva, vestidos los músicos con trajes moros, rodeados por una guardia de cristianos y todos acompañando a la escuadra del Alférez de la comparsa Vascos".
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Capítulo XVIII CARGOS
1959-196O
DÍAS ANTES. El 22 de marzo de 1959 los Judíos tienen sesión. Se forma la escuadra (José Monllor Raduán, José Sanz Gisbert, Franco. Fuster Fuster, Antonio Peralta Pastor, Remigio Muntó Martínez, Vicente Pérez Cabrera, Carlos Ferrándiz, José Muntó Martínez, José Soler Valor, Armando Gosálbez Moltó; cabo, Rosendo Sempere) y la diana (José Pastor Soriano, José Sempere Calatayud, Miguel Oltra Martínez, Rogelio Gisbert Soler, Casimiro Corbí Farches, Alfredo Solbes Belda, José Ferrando Candela, Eduardo Guillem Miró, Joaquín Llopis Gomis, Jorge Pascual Soler; cabo Jorge Beltrán por mayoría de votos). "Ciudad", el 31 de marzo de 1959, empieza a caldear el ambiente, insinuando ya lo que se acerca. En su recorte, "Desde la Bandeja", leemos: "Lo que es, señores, esta condenada "Bandeja" de mis amores —sin rimar, ¿eh?— jamás se vio tan traída y llevada y aún pudiéramos decir mirada. El cronista, desde que va esto del nuevo alumbrado, que no la deja ni a sol ni a sombra. El martes, sobre todo, fue para partirse de risa. Sobre las nueve de la noche se hizo la prueba de la iluminación. Ni que decir tiene que aquello gustó sobremanera, pese a haberlos hecho —a los faroles— poco menos que trizas en días anteriores. Pero, ¡ah!, amigo, cuando se encendieron las plateadas tulipas... Era talmente como si fuera de día. Claro está que la noche, sintiéndose sin duda alguna ofendida o defraudada por tanta luz como soltaban los fideos verdosos de los nuevos faroles, decidió vengar tamaña ofensa. Y, en un momento, sin saber cómo, vino el primer apagón. El pueblo a oscuras, en una palabra. Allí fue Troya. La gente creyó que las dichosas lámparas de mercurio tenían la culpa de la oscuridad, cuando la causa de todo ello era una tormenta de aupa que se nos venía de prisa y corriendo encima. Todavía no habían acabado sus comentarios los muchos "ingenieros" que en el mundo han sido, cuando comenzó a caer, agua a cántaros, algo así como si hiciera varios años que no hubiese llovido. En fin, día a día ha ido perdiendo gas el run-run de la gente, por haber pescado 143
ésta que para fiestas volverá lamentablemente la "bigamia" a la bandeja, si bien con el nuevo alumbrado, que es aquí, entre nosotros, de lo que no hay en muchos cientos de kilómetros a la redonda. Y dejemos ya el tema y vayamos a otras cosas. Hay que ver la de "motos" y cosas por el estilo que, en estos días de Semana Santa, circularon por ahí, con la prisa de mil demonios desatados, como si temieran llegar tarde al punto de destino, cuando estábamos todos de brazos caídos. ¡Señores, que ni, esos días, consagrados de siempre al silencio, nos hayan dejado vivir en paz las fuerzas motorizadas! El Viernes presenciamos, desde nuestro feudo, la procesión del Santo Entierro. No sabe el cronista la de veces que, por estas fechas, ha tenido que escribir lo mismo: que esa procesión bien merece una revisión; una revisión amorosa, para que la misma se lleve a cabo con todo el decoro posible. No pretende el cronista que aquí cantemos saetas y salgan encapuchados, pero sí al menos que las pocas imágenes que figuran en ella lleven luces encendidas, de forma que se las pueda distinguir. Porque si no es por los dos mil cirios que llevaban encendidos las mujeres, es que ni nos habíamos enterado de nada.— JORDI" "La feria dejó por fin de emplazarse en el puente de San Jorge... Ya era hora...", escribe el periódico en su número de 14 de abril, pero el gran tema era la decoración de la plaza. "Ciudad" predijo: "En la Plaza de España será instalado para fiestas el mismo enramado de años anteriores. Pero la iluminación será la extraordinaria del nuevo alumbrado que en ella emplaza actualmente el Ayuntamiento." Encendida definitivamente la noche del 15 de abril, la desilusión fue total; el público comentó que debía tornarse al estilo de siempre, dejando el sistema de focos que nada demostró. Las comisiones en los Judíos han trabajado duro. Todo está previsto para que sea un éxito su cargo 1959- Diseños de Solbes, local para la banda, planificación de los caballos y "malditos" que se necesitarán, entraeta de la escuadra de negros, cena dels musics...
ALFÉREZ 1959. De ese 22 de abril de 1959, el cronista oficial escribe en su memoria: "Y prosiguió la Entrada pausada y solemne, pero unida y cohesionada, sin soluciones de continuidad; y siguieron las distintas escuadras cosechando inusitados aplausos de la calle de San Nicolás, por el orden, regularidad y trabazón del desfile. Y todo se deslizaba sobre ruedas hasta que surgió lo inesperado: el Alférez, de la Comparsa Judíos y su séquito marcharon al compás normal de la última escuadra, pero detrás no seguía nadie. La escuadra de negros tardó en arrancar y lo hizo deficientemente; lo que en un principio fue una simple fisura apenas perceptible, insensiblemente se convirtió en grieta hasta derivar en rotura. Dicha escuadra de negros fue bajando más bien a paso largo y entre aplausos hasta la plaza de España donde, como en las de toros, sonaron palmas y pitos del respe144
table; palmas al acierto y originalidad del diseño, y pitos al retraso de casi veinte minutos que llevaban en aquel punto respecto al Alférez. Siguió el boato de la comparsa del que mencionaremos un par de gongs muy atinados; una docena de tinajas como tronos de niños y niñas; y cuatro palanquines finos, delicados y bonitos, cerrando el desfile la escuadra propia de los Judíos. Todo esto ya no fue debidamente apreciado por el público dado el sentimiento general de protesta que flotaba en el ambiente." De los demás actos de 1959, Salvador Domènech anota: "La segunda Diana se vio más y mejor concurrida por haberse establecido dos premios de quinientas pesetas para las Comparsas, una de cada bando, que desfilasen con mayor número y mejor ataviados. La procesión del traslado de la Reliquia, sencilla y vistosa como de costumbre, congregó en la parroquia de Santa María a las Autoridades locales, directivos y Personajes festeros. Tras la oración sagrada del Dr. Cortés glosando la historia de Alcoy y de la Corona de Aragón", continuó la misa solemne, con el templo lleno de fieles. "A las once de la noche se restableció el acto de la Retreta después de varios años suspendido. Tomaron parte todas las comparsas excepto la de Cides, algunas de ellas lucieron faroles-guía y en términos generales desfilaron bien dentro del ambiente jocoso y festivo del acto. La compostura del público en las aceras, la abstención de los festeros en dar regalos, el trayecto corto, San Nicolás y Plaza de España, y la eficacia de la Policía Municipal contribuyeron al éxito global de la Retreta". "Tomó forma el nocturno caprichoso. Tomó forma de juerga la poesía. En mera disgresión y algarabía aquí toma expresión lo más rumboso." Son estos versos sentimientos de Ovidi Monllor ante el desenfadado paseo de la noche del 23; que de encontrar su horma, resultaría atrayente y llenaría de candor y galanura la última hora del día más grande del año. Es cuestión de precaver lo chabacano, de hermosear las carrozas valiéndose de una sustanciosa aportación —como en 1882— del Ayuntamiento, de utilizar los actualísimos sistemas de juegos de luces, de devolverle el prestigio, de que la Retreta no se quede en un revolutum con farolillos de dos ochavos. "El viernes día veinticuatro amaneció con niebla cerrada y lluvia intermitente. Aprovechando una pausa se realizó la Estafeta, pero la Embajada del Moro tuvo que ser suspendida... Por la tarde fueron retrasados una hora todos los actos y el Alardo resultó magnífico y nutrido." Los Judíos habían acudido a todo. Numerosos, capote abierto, rojo fez en la cabeza, amenizados por los músicos de Anna, arroparon el paseo de don Emilio García Colás, en sus traslados. Alguna parada de obligada etiqueta, presurosas comidas con el alférez, y su abanderado don Francisco García Reig, amagos de 145
coloquios con el presidente de la Asociación, don Francisco Boronat Picó por la "rotura" producida en la entrada, y mucha devoción cuando con cada saeta del Sant Jordiet recibían una bendición para reforzarles la fe y la constancia.
EN "CIUDAD". "Ciudad" del 28 de abril, reseñó: "Con un tiempo espléndido, si exceptuamos la ligera lluvia caída en la mañana, que deslució un poco el acto del Alardo, Alcoy ha celebrado sus tradicionales y vistosísimas fiestas de Moros y Cristianos en honor a su Patrón, San Jorge Mártir, que como viene ocurriendo de unos años a esta parte, debido a la eficaz campaña de propaganda llevada a cabo por nuestro Ayuntamiento, en éste se vieron concurridas por gran número de visitantes de toda España y del extranjero. Desde el mismo día por la tarde, en que tuvo lugar la Fiesta del Pasodoble, hasta el 25, inclusive, en que se cerraron los festejos con un extraordinario castillo de fuegos artificiales, las calles de la ciudad se vieron materialmente invadidas por una multitud heterogénea y compacta, alegre y bulliciosa, que hacía totalmente imposible transitar por ellas, principalmente por las de San Nicolás, Plaza de España, Santo Tomás y avenida de José Antonio hasta el Real de la Feria que, este año, se hallaba instalada en las calles de Espronceda, Entenza y Plaza de San Quintín. Tanto el moderno alumbrado de la Plaza de España y calle de Santo Tomás, como las nuevas iluminaciones extraordinarias, algo que se sale de lo que hasta hoy se había visto en Alcoy, que lucían las fachadas de la Casa Consistorial y la Parroquia de Santa María, así como la esbelta torre de ésta, a base de potentes proyectores, fueron muy bien acogidos por los visitantes, que las comentaron favorablemente. Todos los actos celebrados revistieron gran brillantez y devoción, rayando a gran altura en cuanto a orden y organización en cuanto a los desfiles se refiere. Principalmente lucieron las escuadras de las comparsas que ostentaron este año los cargos de capitán y alférez, las de Vascos y Mozárabes, por el bando cristiano, y la de Llana y Judíos, por el de moros. Tanto los actos cívicos como los religiosos se vieron asistidos de un gran gentío y fieles del Santo, siendo de destacar el hecho de que, la procesión de San Jorge, fuese presidida por el Gobernador civil de la provincia, conde del Alcázar de Toledo, juntamente con nuestras primeras autoridades eclesiásticas, militares y jerarquías del Movimiento. Según las noticias que hemos podido recoger, a presenciar nuestras fiestas mandaron representantes los principales periódicos de la región y de España, así como el NO-DO envió un nutrido grupo de operadores, al igual que hizo en años anteriores. La T.V. francesa, en cuya nación nuestras fiestas cuentan con un gran contingente de admiradores y visitantes, estuvo tomando un extenso reportaje de las mismas que dará a conocer en el país vecino, como hizo el pasado año..." 146
LA MULTA. En la reunión de la directiva de la Asociación, de 4 de mayo de 1959, se habló del incidente y corte devenido en la entrada con los "esclavos" de los Judíos, y se multó a esta escuadra con 250 pesetas. En la página 4 de "Ciudad" del 28, "Desde la Bandeja", comentaba "Jordi": "Si no mete el tiempo baza en nuestras fiestas hubiera abril dejado de ser abril. Ya la víspera, el día dels musichs, comenzó por enviar, allá por mediodía, unas cuantas nubes que nos hicieron a todos mover la cabeza diciendo: malo." Y prosigue: "La lluvia de la noche de San Jorge debió haber caído, pero cargada de rayos y truenos, el primer día de fiestas, en plena Entrada de Moros, inmediatamente llegó a la plaza el alférez de las huestes de la media luna y así nos hubiéramos evitado la larga espera de media hora que se traían los pollos de la escuadra de negros que cerraba el acto..." Estos improperios, y la sanción impuesta, se recibieron —después lo reflejaremos— con disgusto por los Judíos. Nadie tenía la culpa del percance; un corte a veces es imprevisible. Es mucha la veteranía de esta filà para que se le achacase una falta grave; "de padres a hijos", como dice en su artículo de 1960, don Ismael Peidro, los Judíos se han formado "en los mejores principios" haciendo que "crezca más y más, su sentir hacia la Fiesta y el Mártir que la simboliza." Un tropezón inevitable, con inocencia íntegra por parte de los Judíos, y que fue castigado con demasiada severidad.
JUNTA DE MAYO. El 24 de mayo de 1959 tienen los Judíos su segunda junta ordinaria, para "conocer el resultado del balance correspondiente al año de Alférez, existiendo un superávit a favor de la Comparsa... la creuá se aprueba en 150 pts. más 25 a cuenta de la Diná... La elección del cargo de capitán recae, como ya anteriormente se venía comentando en el Sr. D. José Monllor Raduán... En lo concerniente al punto de Ruegos y Preguntas, la Presidencia propone dirigir una carta a la razón social Sres. Hijos de Franco. Blanes expresándole el agradecimiento de la Comparsa por todo el bien moral y material efectuados por los citados Srs. en beneficio de la misma... Seguidamente fueron leídas y comentadas las cartas que la Asociación de San Jorge mandó a la Comparsa imponiéndole una multa de 250 pts. en concepto de Irregularidad en la Escuadra de Negros y la que mandamos nosotros haciendo los oportunos cargos y reclamaciones... Se toma el acuerdo de que el precio del café sea de 9 pts. la botella".
UNA BAJA SENSIBLE. En "necrológicas", del periódico local, 23 de febrero de 1960, hay una triste noticia para los Judíos: "En la medianoche del sábado, falleció don Ismael Peidro Esteve, conocido industrial carpintero de esta población. Trabajador infatigable y hombre bueno... Vinculado al Círculo Católico de Obreros, en cuya entidad ocupó varias veces cargos directivos. Festero entusiasta, afiliado a la Comparsa 147
Judíos, de la que fue capitán. Dirigía personalmente los trabajos de la ornamentación de nuestras fiestas y nada para él en este y otros asuntos tenía secretos". El mismo "Ciudad", cuando en abril lanza el número dedicado a San Jorge, le califica de "experto director de la escenografía festera", y le dedica varios párrafos: "Una baja en las fiestas... Hombre de una conducta rectilínea. Su vida toda demuestra bien a las claras este aserto... De soltero salió a fiestas por vez primera, en la comparsa cristiana llamada Salomonistas. Ya casado, participó activamente en la mora, denominada Verdes. Y, tras unos cuantos años de descanso, incorporóse a la de Judíos..." En el Programa de 1982, Antonio Calero Picó hace su semblanza. Copiamos: "Esta celebridad de la fiesta alcoyana, Ismael Piedro Esteve, conocido popularmente por Foia, nació en Alcoy el día 11 de abril de 1889. Al nombrarle asociamos la idea de su carpintería y de la plantà del castell, ya que a lo largo de cuarenta años se encargó él y sus operarios de levantar el simbólico castillo; labor un tanto ingrata, bien lo saben los que todavía siguen montándolo... Era de ascendencia labradora, como mucha gente del siglo pasado, su padre alcoyano y su madre de Muro. Su tatarabuelo era el mediero de la masía de la Foia Valor, y de ahí le viene el sobrenombre. Hay una anécdota curiosa de este progenitor suyo, fue cuando la invasión de los franceses. El tatarabuelo había oido barbaridades de ellos, y estando en la masía le llamaron a la puerta, percatándose de que eran soldados franceses; todo asustado imploró a San Jorge, delante de un cuadro que tenía, para que no le pasara nada, después abrió y aquellos soldados tan sólo le pidieron comida para sus caballos y de forma amable, así como también se la pagaron. San Jorge le había escuchado. A los doce años entraba de aprendiz en la carpintería de don Miguel Julià, hoy desaparecida, situada en la calle de San Francisco, 50 ó 52. En el año 1921 se independizaba y junto con su hermano, que también era del oficio, abre un taller en la calle Venerable Ridaura, número 4, con un capital de 10.000 pesetas. En el año 1928 se pasarían al paseo del Viaducto. En el año 1912 se casa con Leonor Pastor Sempere, de la que tuvo dos hijos; Ismael y Jorge... Ismael Peidro Esteve se identifica en la filà Judíos, saliendo en ella a partir de 1940; anteriormente, sobre los años 1910 ó 1912, siendo mozo vistió en la desaparecida filà de Salomonistas, que era del bando cristiano. Al pertenecer a la filà Judíos fue siguiendo la tradición de su abuelo, que fue primer Tro de la misma... Ismael Peidro Esteve vestía de alférez de su filà en el año 1946 y en el siguiente de capitán. Y fue vocal de la Asociación de San Jorge. Tenía este hombre tres inclinaciones en la vida: la familia, el trabajo y las fiestas, vivió feliz así, no podía pedir más, la hoya de Alcoy con sus barrancosa topografía, la más risueña del mundo. Era realmente admirable su carácter, su natural humildad servía para granjearse la querencia de todos. La recta final de su vida acontece en 1960, a los 71 años, de un infarto. Tres días antes estaba aún trabajando en su carpintería... Expiraba el fester en un frío e inclemente día de invierno, el 20 de febrero. 148
Mientras moría allá en su casa de la alcoyanísima calle de San Nicolás, en la casa de enfrente, en el bar Trianón, en una de las peñas tenían ensayo, y casualmente estaban interpretando la marcha mora Paso a la Cábila. ¡Nostálgica despedida para un festero! Sus trabajadores llevaron a la iglesia el féretro a hombros, pidiendo para ello permiso a la alcaldía; un detalle más de afecto y la estima que sus operarios le tenían. Ismael Peidro Esteve fue festero y fue bueno."
CAPITÁN EN 1960. "L'Encaro antes d'hora. Por obra del reportero, los dos capitanes de las fiestas de moros y cristianos exponen sus puntos de vista:... por si alguien lo ignora, diremos que se llaman don Rafael Terol y don José Monllor; que los dos son amigos, abogados e industriales textiles, y que, este año, ostentarán los cargos de capitán cristiano el primero, y capitán moro, el segundo. Este lo será sólo el día veinticuatro, día de la batalla, por delegación de don Emilio García, que es a quien, en verdad, le corresponde el cargo. Las comparsas que los tienen son la de Mozárabes y la de Judíos. Puestos de toga, como corresponde a dos buenos abogados que se disponen a emitir su informe ante el jurado de la Prensa, nos reciben ambos letrados. Los dos se muestran serenos, sonrientes y amables... Habla el capitán moro: Y usted, señor Monllor, ¿cree que la pugna por la toma del castillo podría resolverse por la vía jurídica? - La experiencia nos dice que por vía jurídica no resuelve nunca nada entre potencias soberanas... En nuestra Embajada hay que mirar más el aspecto literario que el jurídico..." Así se desarrolla, a toda plana, la 6, del extra de "Ciudad" del 19 de abril de 1960, la entrevista mantenida por Camino B. Linares. Efectivamente, hay capitán en los Judíos. Asambleas y comisiones; todo ha de prevenirse. Plataformas para la entrada, caballos para el cortejo, telas de mil irisaciones para la escuadra, convenios con Cruz Roja para que ensayen los trompeteros las rituales llamadas; influencias en el cuartel de Infantería para que algunos soldados sirvan de porteadores; presentación de planos para la extensa alineación del día 22; confección de trajes... Hay junta ordinaria el 10 de abril: se habla de entraetes, y "para conmemorar y dar mayor realce al año de Capitán" se acuerda confeccionar un programa interno, "mandar hacer emblemas para prenderlas en las solapas... y montar una especie de kábila en el callejón de San Blas. Asimismo, se pone en conocimiento de los socios que se precisan para el boato tres muchachas, digo señoritas para el papel de cristianas cautivas y para que no concurran gentes extrañas a la Comparsa, se solicita que las aporten los socios con sus familiares, bien sus hijas, sobrinas, e t c . . Por mayoría de votos queda nombrado cabo de Escuadra, D. Emilio González... actuando de cabo Batidores, D. Alfredo Richart." "Los brutos corceles relinchan con auras del desierto, las lanzas y escudos refulgen heridos por el sol, 149
las caras, los gestos y el humo del puro son concierto, los trajes, paleta de artista borracha de color." (F.C.C.) "Las entradas nocturnas de Comparsas estuvieron muy concurridas —comentó la Asociación— debido a los escasos días hábiles que hubo. En ellas sólo desfilaron con marchas moras los Judíos y Domingo Miques, por sus cargos de Capitán y Alférez respectivamente, y la de Cordón al festejar un centenario." Esta última indicación tan escueta, significó, la creación, en seguida, de la escuadra especial que se instituiría para el centro de las entradas.
LA FIESTA. Eucaristía en Santa María; alborear; el Ave María resuena en Alcoy. En sus puestos, los cristianos. El Himno. Lágrimas que asoman; forasteros asombrados precipitados churros con café en el mármol del velador; recargadas enseñas de las corporaciones líricas venidas; mimosas manos que prenden alfileres imperdibles en los pliegues de las fajas. En San Lorenzo, un furgón con alabardas; otro con saeteros y arcos medievales. Festeros, festeros, festeros. Prisas, campanas, viento preocupante. El cielo ha clareado. Los Judíos, preceptivamente —son capitanía 1 9 6 0 — arrancan la Diana mora. Diez hombres —seda rosácea, lana blanca en los capotes, guantes— encienden diez habanos. Daniel Moltó Pla, el Sargento Mayor, con aparatosa vestimenta, empuña la lanza-emblema del bando. A espaldas, la música uniformada inicia el pasodoble. El "Empleado" marca con el pie izquierdo los primeros compases; los dianeros síguenle el ritmo de ballet, casi quietos, esculturales, míticos. Un auxiliar retoca las borlas y turbantes. Moltó, encarnación tradicional de la autoridad delegada, humilla el arma, abre paso con la pica, comienza sus garbosos giros, mira al balcón del Ayuntamiento, evoluciona unos segundos, y, tras recibir la sigilosa consigna de la Junta, con tácita seña manda que las espingardas apoyadas aún en la calzada, asciendan hasta formar ángulo con los bordados chalecos de la escuadra. Los habanos ya humean, los rostros han subido la color, los aplausos no cesan... la hilera se mueve, casi baila, se mece. Hay roce de babuchas en el empedrado. El Sargento Mayor con la mano libre, la siniestra, saluda a la muchedumbre; obliga al asta a un armónico vaivén, y tras recorrer con la vista la impecable formación, indica con los ojos que hay que partir. Un adiós callado a los que están presenciando el acto, un hervor endocrino en la sangre de todos, adrenalina y nervios... y con el fuerte de la partitura, los Judíos avanzan hasta perderse en la curva en hoz que la calle describe junto al castillo. Hay aromas de tabaco, de cantueso en flor, de suspiros, de besos reprimidos, de nostalgias, de retinas que buscan madres y novias. Se acelera la marcha y se entra en la calleja bajo el campanar, mientras los bronces de la atalaya se unen a la ceremonia. El calzado moruno hace sinopsis con el asfalto, casi patina con audible rumor; las anacrusas y trinos se revuelven en los clarinetes, 150
los redoblantes vibran, los saxos exhalan la pautada melodía... Anem anàn, Judíos. Han de salir dos cabeceras a los lados por la estrechez de espacio, han de recobrarse los minutos que parecieron eternidad ante las piedras de la Casa Consistorial, se ha de llegar hasta la iglesia de la Mare de Déu. Allí, brevísimo descanso, un minúsculo vaso con gotas de hierbas que suavice las gargantas, y ¡Adelante! Los Judíos prosiguen el pasacalle. A buscar el templo de San Jorge para rendirle honor; una oración y... a lo alto del pueblo para bajar por San Nicolás. Balcones engalanados, vivas y palmas, puros... es la Diana. Comida, y a emplazar las huestes para la tarde califal. Cabe San Vicente, y en los aledaños del Partidor, hay caballerías y timbales; plataformas alfombradas con tapices arabescos; en un portal, dos niños esperan su turno. En la esquina, inocentes favoritas colócanse velos sobre los mantos adamascados y se ciñen castas cintas de colores. Más arriba se vislumbran columnas con atauriques y leyendas coránicas. Es la hora del capitán. El cargo de 1960 fue compartido por Emilio García Colás y José Monllor Raduán, día y medio cada uno. La entrada ofreció, con los Judíos, un derroche de belleza. Trompeteros, con divisas de medias lunas previenen el paso del caudillo, que iba acompañado de un nutrido cortejo con inmaculadas vestiduras; palanquines, moras, caballos enjaezados de pezuñas argénteas, banderines, esclavos con oropeles africanos; alquiceles blancos, juveniles odaliscas, timbaleros y bandas de música, formaban un conjunto oriental admirable. La crónica destaca, como notas sobresalientes, "una carroza con un verdugo, un grupo de diez perros encadenados, y una reata de nueve asnos cargados con enseres". El cop, con un sinfín de niños y cadetes, cerraba la formación. "Vencida al contemplarte quedaría Granada la gentil que la mora llora y olvidara su Alhambra encantadora y el Darroy el Genil olvidaría. Diérate su preciada Alcaicerta con las joyas y perlas que atesora y su vega y su hurí más seductora por gozar de tus fiestas sólo un día. ¡Alza la noble sien, alza sultana los negros ojos en que el sol se mece y copia el limpio albor de la mañana porque al imperio de tu voz parece que impulsado por fuerza sobrehumana deja su tumba fría el siglo trece! (A.M.) Los guiones de las comparsas figuraron en la escolta de los capitanes en las entradas, asistiendo también a la procesión de la Reliquia para después ornar el 151
presbiterio de Santa María durante la Misa mayor, y en el de la iglesia de San Jorge en los días restantes de fiestas. Una magnífica mascletá realzó el mediodía del 23, y los Judíos llevaron a su capitán abriéndole paso por las calles. Son acompañamientos indescriptibles, paréntesis gozosísimos que permiten apreciar, más de cerca, los detalles de las ricas vestimentas de los cargos. Músicas con chilabas decorativas recorren inesperados itinerarios entre gentes domingueras; la chiquillería recoge los caramelos que a borbotones saltan de las bolsas de los festeros, y los restaurantes se llenan de filadas y turistas. Hecho el descanso, escanciado el champán, nuestro capitán y sus Judíos parte a la procesión general. Es obligatorio que las parejas asistan, con espingardas, al acompañamiento de la imagen ecuestre, con uniforme completo, con la banda interpretando selectas composiciones que remarcan los tambores. Todo individuo tiene a prurito asistir a la vespertina ceremonia, y son muchos los padres que a su mano llevan tiernos pequeñuelos vestidos de moro. Bengalas y sonidos militares, cleros, invitados, autoridades, la corporación municipal en pleno. Es el juramento anual a San Jorge. "Las estafetas fueron muy flojas —dice el cronista—. El Alardo, por el contrario, fue muy bello, viéndose muchos arcabuces y gente joven disprando..."
COMENTARIOS. Sobre el carácter que tuvieron estas fiestas de 1960, resume "Ciudad" del 27 de abril: "Contra lo que muchos temían, las fiestas de moros y cristianos han revestido extraordinaria pompa, pudiéndose afirmar que han superado en brillo, orden y fasto a todas las hasta hoy conocidas. Bien es verdad que el tiempo, del que no se esperaba nada bueno, coadyuvó a la brillantez de los festejos, pero el lujo desplegado en los mismos, de manera especial en las dos Entradas, no ha sido visto hasta ahora. Correspondieron los cargos de capitanes... a los Mozárabes y a los Judíos, rivalizando ambos en séquito, abanderados, carrozas e indumento. Buenas escuadras de negros en ambas, de una fastuosidad insospechada..." Los Judíos confeccionaron un programa interior, con un resumen de la historia de la filà, un recuerdo a Ismael Peidro Esteve, palabras del presidente, y la transcripción del pasodoble Anem, anàn, de Blasco. Entre los actos que anuncia resalta el típico reparto de pucheros por las casas modestas, la refección a los asilados de las Hermanitas, y un concurso de palomas en consideración a las facilidades que ha prestado la Sociedad la Mensajera Alcoyana en pro de la comparsa. El folleto es patrocinado por la publicidad, pero muchos individuos, queriendo proteger la edición, añaden recuadros, pagados, en los que fingen ofertas comerciales en tono humorístico: "Carlos Ferrándiz, el cap mes clar", "¿Quiere un taxista reservado? No lo dude: Pepín el callado", "José Sempere Calatayud, de colores entiende mucho, pero él tiene el cabello blanco", "Francisco Cardenal Pérez, turista por el extranjero de fuera", "Antonio Beltrán Mataix, representante 152
de la comparsa Judíos en Onteniente", "Armando Gosálbez Moltó, Borraire, le gustan nuestras fiestas pero no se atreve a salir", "Remigio Muntó Martínez, el mejor catador de agua mineral", "José Ferrando Candela, Galán pasado de moda".
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Capítulo XIX CUESTIONES SUSCITADAS RECORRIENDO lAS ACfAS. Nuestro propósito de verter en esta n:scna de los Judíos, un escueto n..'Sumen de todas las actas que de;de 1945 se han escrito, y que en enruademados tomos guarda la fila, nos lleva a proseguir con las de 1960. Dejando la del 10 de abril, extractada en el capítulo anterior, pasemos a la del 15 de mayo de 1960, en la que se leyó la "enmienda censurando el proceder de 1:.1 Junta Direr.-1iva de la A'>ociación" (que íntegramente verteremos en seguida), y se propuso "d que se lleve a cabo la realización de una memoria de todos los actos realizados por la Comparsa dentro de un ano festero". El mismo mes, el 29. se tiene sesi6n extraordinaria "exclusivamente pam proceder al nombmmiento y fonnali7.ad6n de la nueva Junta Rectam", pero tras múltipb¡ dudas e intervenciones se delega el lema en el primer tro, Sr. Bl:tnquer.
ENMIENDA A lA ASOCUaÓN. Los judíos, a pesar de tanto dispendio en el ano de compromiso, salieron con superávit, gracias a la gestión acenada de la directiV'd. Todo es satisfacción, aunquc colea la penalización del curso antcrior. La multa impuesta por el retrdSO en la entrada de moros de 1959 no parecía imputable a la comparsa, amén de dura e inclemente en la forma. ¿Quien debía pechar con la culpa? ¿Acaso las drcunst.mcias no hahían concurrido a tan desafortunado resultado? La decisión de la Asociación de San Jorge fue amarga para los Judios. Se aceptó el castigo, pero en la f11a hay pesadumbre, por lo que leemos en la citada aL1a del 15 de mayo de 1960: "La junta DireetiV3 pr~enta a la Genem! una. enmiend"l censumndo el proceder de la juma Dire<..1.iV'.l. de la Asociación de San jorge actuante en daño 1959 y com.--spondieme al nuestro de Alférez y al mismo tiempo qu(.' se le mande copia 154
extractada de esta acta a la actual Junta de la Asoóación pan! que tenga constancia del acuenlo tomado por esta Comparsa, La enmienda es la siguiente: "Nuestra Comparsa, siempre fiel a los principios de disciplina, entusiasmo y organizaciún de nuestros fes!ejos a San Jorge, ha puesto el mayor empeño para que se desarrollasen con el esplendor y fonnalidad que ello requiere. Con tal fin y al correr de los años hemos sido felicitados en muchísimas ocasiones por el Organismo rector de nuestras Fiestas, cosa ésta que nos ha llenado de orgullo al ver realizados nuestros propósitos. Hemos puesto el mayor celo para que el historial de la Comparsa fuese limpio y puro en este aspecto, pero esa rectimd tan cuidada por nosotros, se ha visto truncada por la parcialidad de unos Sres. que sin tener en cuenta el daño moral que iban a producirnos, aprobaron una sanción injusta a toclas luces, que truncaron, repito, la marcha ascendente de esta Comparsa en este aspecto. En el año de Alférez y muy a pesar de nuestro propósito, tuvimos un fallo de organización, el cual, produjo un corte en la Entrada después del grupo del séquito dd Alférez. Al llegar nuestm Escuadra de Esclavos a la Pza. de España fue recihida con pitos y aplausos, mas en la sociedad de Apolo esto culminó en escándalo ya que por parte de gente desaprensiva y sin escrúpulos se nos insultó con palahras denigrantes altamente ofensivas. La Junta Directiva de la Asociación al tmtar este asunto, por cierto muy delicado, obró con mucha ligereza al sancionar a esta Comparsa. Primero, porque el corte fue casual y no premeditado, es decir, no obedeóó a una irregularidad, sino m{ls bien a una falta de organización y cuando nosotros nos dimos cuenta de ello, éste ya se había producido y a pesar de los esfuerzos que hicimos para aminorar!o ya se nos había ido de las manos. Segundo, ¿Quién tiene más responsabilidad? Veamos. Tanta responsabilidad tenemos nosotros como la Asociación. Las Comparsas tenemos el Alférez cada trece años y ello es motivo de que intervengan horribres nucvos y si quedan de los viejos, son muchos afias los que pasan de una fecha a otra y por mucho que se esfuercen estas personas en preparativos, siempre hay un detalle que parece insignificante y es de grdn trascendencia como en el caso presente. En cambio la Asociación tiene el Alférez todos los años y ello proporciona una larga experiencia que los primeros no pueden tener, permitiendo corregir todas las deficiencias que puedan surgir por pequeñas que fuesen. Ahora bien, si las personas encargadas de estos detalles hubiesen estado en sus sitios, no cabe duda que se habría corregido en lo posihk. Pero no fue así, pecaron de exceso de confianza bajando con sus respectivas Comparsas en el desfije y cuando se dieron cuenta les pasó como a nosostros. No había remedio. Ahora digo yo. ¿Podían estos señores rectificar esta a<.."titud tomada al sancionarnos? Digo que sí. En este Capitán les hemos brindado esa gran oportunidad, no siendo aprovechada por estos Sres. para reparar los agravios morales causados el año anterior, 155
limitándose tan sólo a mandarnos una felicitación especial y con ello dar por saldada una cuenta. Resumiendo: El año pasado la Junta de la Asociación nos causó una herida moral que en un principio resquebrajó nuestro ánimo a tal extremo que pensábamos en el año de Capitán tan sólo salir del paso, pero nosotros, rectos en nuestro proceder y mirando a San Jorge por encima de todas las cosas que nos sucedían, nos volcamos con todo entusiasmo y desinterés aportando cuanto estaba a nuestro alcance al mayor esplendor de nuestras Fiestas. En la cena anual de Autoridades, Junta Directiva y Primers Trons celebrada en el Círculo Industrial, nuestra Comparsa no compareció a ella por agravio que de una forma indirecta se hizo saber. Por todo lo expuesto, recabo de esta Junta General el voto de censura a la Junta Directiva de la Asociación actuante en el año 1959. La enmienda es aprobada por unanimidad". El escrito fue motivo de reflexión. De hecho, en 1963 se otorga a los Judíos un premio por la corrección guardada en la entrada, y el municipio concede un diploma en 1971 como mejor filà en conjunto.
GASTOS AÑO ALFÉREZ. Si revisamos el "Mayor" que guarda el secretario, sabremos al detalle las cuentas, muy bien llevadas, tanto en entradas como en salidas. No es esto; sólo copiaremos algunos conceptos curiosos y cifras que ayudan a completar la visión histórica de aquellos años de cargo. En el de Alférez, 1959: "Relación de individuos a caballo en la Entrada de Moros (a 37'50 pts. caballo): Miguel Jiménez, Eduardo Guillem, Evaristo Miralles, Javier Blanquer, Juan Gisbert, José Sempere, José Sempere (hijo), Jorge Beltrán, Ernesto Beltrán, Rogelio Gisbert, Emilio González (hijo), Casimiro Corbí, Antonio Sempere, José Tormo, Gonzalo Ridaura, José Sempere Aura, Miguel Pérez, Elíseo Blanes, Elíseo Blanes (hijo), Rafael Pérez, Jorge Monllor, Miguel Oltra". "Arreglo aparejada y montura Alférez, 50"; "Zapatos Alférez, 350"; "Cuidador palanquín, 25"; "Gastos alojamiento Música, 464"; "Fta. Sarín Sempere traje Alférez, 7.383", "Ftra. Solbes, pintura y diseños, 3.716"; "Caballo Alférez Entrada Moros, 200"; "Maquillador Alférez y Escuadra blancos, 150" "12 tinajas, 2.760"; "Alquiler trajes moras, 500"; "Gastos día 24 Alférez en el Castillo, 202", "Palanquín grande, 10.000"; "Cargadores Alférez, 400"; "Ftra. metales traje Alférez, 650".
POR EL CAPITÁN. En la misma línea, para documentarnos mejor, espigamos de la lista del "Mayor", capítulo 1960: "Corona Ismael Peidro Esteve, 600"; "Factura Luis Solbes, 1.400" "70 gorros papel, 215"; "Palanquín Elefante y cabezas verdugo, 6.500"; "35 caballos entrada moros, 2.625"; "Honorarios Música, 18.000"; "Alquiler local S. Vicente, lanzas y escudos, 450"; "Alquiler un traje mora, 100" "Asnos entrada moros, 1.400"; "Ser156
pentinas Carroza, 95"; "Factura I. Peidro 11.000"; "Vermut músicos berenà, 54'50"; "5 pares zapatos moras, 375"; "Calcetines pajes, 25"; "24 litros vino berenà, 156"; "Una caja sidra para el encaro, 180"; "Confección banderín y telas Carroza, 200"
"DESDE LA BANDEJA". Para cerrar este ciclo 1959-1960, de cargos en los Judíos, y colmar el panorama de la fiesta en aquel momento, copiamos el recuadrillo que "Jordi", escribía en "Ciudad", en su "Desde la Bandeja" del 27 de abril de 1960: "Tres puntos tiene el cronista en cartera para soltar hoy. Y los tres son de fiestas. Uno: que el mal llamado Paseo general, hora es ya de que de un plumazo sea borrado del programa. Eso ni es paseo, ni general, ni siquiera es ya desfile de camiones. Nada de nada. Este año se ha visto más claro todavía. Tras la bella Entrada de Moros, lo que venía detrás era como tocar el violón... Ninguna banda tomó este año parte en La Fiesta del Pasodoble. La marcha mora L'Embaixador, obra obligada en el concurso, era un plato demasiado fuerte para las bandas. Creemos que se está perdiendo lastimosamente el tiempo con el concurso de partituras, porque de una docena de piezas como hay premiadas no se toca ninguna en fiestas. Ni las bandas intentan ejecutarlas, ni los festeros, digámoslo todo, y así les luce el pelo. ¡Había que ver este año la Entrada de Moros lo pobre que resultó de música! Tercera estación. Hay que frenar la propaganda de fiestas. Todo eso acabará creando un verdadero conflicto. Este año han sido bastantes los extranjeros que hemos visto por nuestras calles, amén de los forasteros. Anunciar las fiestas va a constituir, dentro de unos años, un descrédito. El que nos visite y no pueda cómodamente ver los actos, ha de marcharse echando pestes; y el que no puede alojarse, peor. Como no se tome la cosa en serio y coordinen sus actividades el Ayuntamiento y la Asociación, mal veo el asunto".
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Capítulo XX DE LOS SESENTA VARIOS. 1960 se cerraba con una nota histórica. El 29 de octubre, doña Cam1en Polo, la esposa del Jefe del Estado, vino a A1coy, y fue recibida por un representante de cada comparsa, ataviado con d traje de fiestas, a la puel1a cid templo de San Jorge, ante cuya imagen oró hreves inst::mtes. Un miembro de los Judíos, indumentado debidamente, acudió a la ciu, sumándose al protocolo. Lo mismo ocu· rrió meses después, en 1961, cuando una representación alcoyana se sumó, en AliClnte, al llamado Día de la ProvinCl:1; no resultó mal. Entre palmeras y rumor de mar, en una calurosísima tarde, una colorista manifestación de nuestros moros y cristianos, abreviada y scleaa, desftló Ixn las rnmblas de la <""3pilal. Los Judíos, en su junta generdl extraordinaria de 14 de enero de 1962, deciden: ·Visto hasta la fecha el buen resulrado de las reuniones familiares que se vienen celebrJ.ndo los Domingos por la noche y pue>to que la Comparsa, por su actual situad6n L"conómica, no puede permitirse el lujo dc contr.lIar una Char.ln+ 83 par.l sus ensayos oficiales. se propone trasladar los mismos al Jueves de cada semana hasta cubrirlos y efel.luarlos con el toca-discos·, y se expone que hay ·organizado un Campeonato de Cotos entre las Comparsas de Domingo Miques, GU7.nlanes, Labradores y la nuestra con el fm dc incrememar la asistencia de los fe.sleros a sus respectivas Comparsas, colgando a continuación en la Tablilla de anundos al personal las bases dc dicho Campeonato·. Ese 1962 se crea una nucv;1 fila cristiana, los AnlgoncSesj Además, desde entonces, las entrd.das, en vez de continuar por detrás del castillo y calle de Santo Tomás hasta concluir frente al templo de San Jorge, ampliaron el recorrido por San Lorenzo y Avenida contigua. De la de moros, dice la crónica: "El desfile de la.'i comparsas prosiguió nonnalmc:ntc y en el centro del mismo la de judíos, designándose por sorteo, prescntó una escuadra de esclavos, CU}'O calx> hatidor desempeñó b. seii.orita norteamericana Carole Brillon". Cimentaba así nuestra corpor.lción la que se Ilamaña escuadíJ. ·d'e1 mig", Y aquellos negros, de elegan158
te y pulcro hoceto, serian la semilla, iniciada por los Cordoneros, de una costumbre que pronto se reglamemaría por luma. El acta de los Judíos, cn su juma de 23 de fcbrero de 1964, recoge este dato: -Se comunica la amablc invitación recibida por la Comparsa Vascos para acompañar nuestra Comparsa con 13. música a Sam Jordiet, el día 23, la cual ha sido aceptada-. Desde este año, el Himno Nacional, la -marcha real- no sonaci más en nuestid fiesla. Por recomendación oficial, los momentos cumbres del programa secio resallados por el -Sig", de Barrachina. Finnada en 14 de junio, el poeta alcoyano Joan Yalls, escribe la siguiente composición: "Al.S JUDIOS EN LA DlNÁ DEL 1%4.
Si //0 sóc fesler aetiu per la mella escassa talla, el cor d'alegria em balla quan senc tlIl pasdoble viu, d'eixos de resso emotiu qlle olen deforma enctsera a roses de primavera j en so vihració gentil 56n IUl (oc, al mes d'abril, el'alborada dianera. Si 110 sócfester de coJla Pli deftla organitzá, puc dir que també m'agrii l'olla de mrísic, ei.xa olla on bi ba abwuJiincia de molla i que lubrifica tam el pTÓleg viu i vibram de la nir del vim i Ú qUQllno bi ha casi ningLÍ que 110 la menge alaball(. No seréfester vestit de lrage moro o crislia, pero vos dic que l'Entra em deixa tal estremit. ¿¡udio, Miqu(-'7D o Gil? No és facil que jo m 'aUiste, j sense que sone a chiste no pl/C ser cabo ni cap j' em veigfet bolel de xop vestit de contrabandiste. 159
No obstant saben els amics de la Comparsa els Judíos que per a ells tinc bons bríos i versos sense pessics. Sota estos albres bonics tots els caràcters ja són lo més emotiu del món en alegre convivència gojant a plena consciència del bell mas de Celedón. Ací el sol és llum i és or, l'aire bàlsem odorant i té la bondat d'un sant el senyor Pepet Monllor. Done gràcies de tot cor per l'esplèndida dinà, i si en el vers falta el gra de lo que deixa llarg rastre, tinc que dir que en el pollastre també la inspiració està. Gentil comparsa Judíos, la que em té sempre en un ai, Saló del carrer Sant Blai sense fel i sense lios. Sempre em faltarán els brios per lloar-te en bon esplet: però si ací está el xiquet que encarna al nostre Patró, done un visca d'emoció a Sant Jordi el Xicotet".
ACTAS 1961-64. A las seis y media de la tarde del 23 de marzo de 1961 se reúne, en sesión ordinaria, la comparsa Judíos, nombrándose la diana (Evaristo Miralles, Remigio Muntó, José Muntó, Vicente Pérez, Emilio González, Elíseo Blanes, Gonzalo Ridaura, Antonio Sempere Aura, José Sempere Aura, José Pastor, y por cabo Jorge Beltrán) y la escuadra (Emilio García, José Miró, Vicente Reig, Juan Gisbert, Antonio Mompó, Eduardo Guillem, Jorge Monllor, Alfredo Solbes, Rogelio Gisbert, José Monllor, y por cabo Enrique Blanes). La de mayo tiene lugar el día 14, y en ella se pide "hacer la escuadra de negros para las próximas fiestas del año 1962 de la mitad de la entrada de moros. El Sr. Presidente propone hacer una memoria de la Comparsa que date desde el año 1946 hasta la actualidad". A catorce de enero de 1962, el primer tro "informa que nuestra Comparsa ha 160
sido favorecida en el sorteo verificado en el casal de Sant Jordi a tal efecto, para desempeñar el cargo de la Escuadra de negros que saldrá a la mitad de la Entrada de Moros del presente año" cuyos aspirantes deben depositar, en vista de ello, "una entrega inicial de 1.500 pts." y los componentes de la misma "quedan emplazados para el Jueves a las 9 de la noche". El acta de 15 de abril, Domingo de Ramos, vota por gloriero a D. Alfredo Solbes, y del Hospital a D. Vicente Pérez, y "Sobre el asunto de la presentación de la Dama en nuestra Comparsa, se aprueba el efectuarla con una reunión familiar en el local social y en el día 2 2 de Abril ofreciéndole unos obsequios como memoria por representar a la Comparsa en los Juegos Florales". En 2 0 de mayo se tiene la otra ordinaria, quedando fijada la creuá en 125 pesetas, se reelige a don José Blanquer Mullor por primer tro, y se notifica se ha procedido a "la confección del Peto para el disparo". Nuevamente, siguiendo el riguroso orden cronológico del libro de Actas, a las seis y media de la tarde del 7 de abril de 1 9 6 3 , se tiene la primera junta ordinaria reglamentaria, en la que es aclamado gloriero don Francisco Navarro Monerris, ya se "recomienda la conveniencia de partir la Escuadra ya que el recorrido en la actualidad es más largo y hay cabida para más individuos... Designándose como cabo de Escuadra a D. Juan Miralles" y para la diana lo hará un nuevo miembro, don Víctor Pastor. La de mayo, a las once de la mañana del día 19, reafirmó otra vez a don José Blanquer Mullor como primer tro. El 2 3 de febrero de 1 9 6 4 , a las diez y media, se reúne junta extraordinaria para aclarar "que todo aquel que no realice el disparo no puede ostentar cargo en la Diana, Escuadra y Gloria", y para hablar de la formalización de la propiedad del local social. La de Ramos preceptiva, es el 2 2 de abril, y la llamada de mayo se tiene el día 28 de dicho mes.
GASTOS DE ESTOS AÑOS. Volvamos a las cuentas. Entre las inscripciones, nos parece oportuno copiar del "Mayor": De 1 9 6 1 : "Gastos Diná, ftra. Hotel España, 6 . 3 0 0 " ; "Música berena, 1.500"; "Almuerzo Gloria, 1.319'50"; "Gastos olla, 4 . 2 7 6 " ; "Alquiler dos arcabuces, 1 2 0 " . En 1 9 6 2 : "Una bayeta para confección capotes, 6 0 0 " ; "Instalación extractor, "Placa homenaje Luis Solbes, 1.510"; "Honorarios Música en Fiestas, 1 6 . 0 0 0 " ; "Confección mochilas escuadra, 300". 22";
1 9 6 3 : "Gastos secretaría, 414"; "Taxi pucheros, 6 0 " . Y, como muestra (¡!), un festero paga por-. " 2 b. faja; 2 b. chaleco; capote; faja; corte traje y 5 mts. cordón, bolsa y bandolera y pantalón= 1 . 4 1 9 pesetas". Otras cifras, a voleo: 1 9 6 4 : "Obsequio a Sr. Story, 27"; "Camión Campello Diná 1 9 6 3 , 300"; "Entrada Música Anna, 4 . 0 0 0 " ; "Entremeses olla 1 9 6 4 , 3 3 9 " . En 1 9 6 5 : "10,30 m. granate y 2 4 , 6 0 m. amarillo a 225 pts/m, La Innovación, 7 . 2 5 0 " . En 1 9 6 6 : "Honorarios Música Antella, 30.000"; "30 pares zapatillas música, 1.500". 161
ACTAS 1965-69. En 1965 se inician las actas con la de la junta ordinaria habida el 11 de abril, que nombra gloriero a D. Remigio Figuerola, y en el Hospital a D. José Luis Blanes, y de cabos quedan D. Juan Miralles y D. Enrique Blanes para escuadra, y D. Enrique Villar y D. José Sempere para diana. Con fecha 9 de mayo, la directiva informa sobre las cuentas: "Los gastos han sido 100.147,40 pts. Los ingresos de 141.845 pts.", y se decide que la creuá será de 250 pesetas, "alquileres 52, faltos 156 pts., ensayos 105 pts., olla 50 pts, Total 613 pts," Se hace una asamblea extraordinaria el 24 de octubre, a las 10'40 horas para tratar de la próxima escuadra de negros, "nombrándose por antigüedad": José Pastor, José Monllor, Rogelio Gisbert, Enrique Blanes, Antonio Sempere, José Miró, José Sempere Aura, Juan Miralles, José Ferrando, Vicente Reig, y Silvano Galiana. El 3 de abril de 1966, a las 18 horas, ya primer tro D. José Sempere Calatayud, se abre la junta preparatoria de fiestas; teniendo lugar la de mayo el día 8 a las 10'30 de la mañana, que arroja en el balance 243.320'25 pesetas de ingresos y 206.59875 de gastos, y aprueba "que la hoja del individuo sea de 350 pts. y 125 pts. para el socio protector; en dicha sesión pasa a primer tro D. Jorge Beltrán Mataix, por cese del Sr. Sempere, que es nombrado vocal de la Asociación. La ordinaria primera de 1967 se reúne el 19 de marzo, debiendo destacar que se acordó que "el desgaste de uso normal de la ropa no tendrá gravamen alguno económicamente con respecto al individuo que lo alquila, únicamente se le hará pagar la prenda cuando el desperfecto haya sido ocasionado por falta de interés y cuidado". El 14 de mayo, con el acta de la junta general, se abre el segundo libro oficial de la filà, y allí vemos que se actualiza el montante de la creuá, 815 pesetas, y en el último apartado "D. Remigio Muntó notifica, que vio una película en color de nuestras fiestas, y al aparecer los Judíos, le causo muy mala impresión el ver que los pantalones, se veían cada uno de un color, dando una apariencia de filà de pueblo. El Primer Tro responde, que la Junta ya había pensado una posible solución, y era el marcar los pantalones y darlos juntos a teñir". Hay general ordinaria el 7 de abril de 1968, que nombra gloriero oficial a Gilberto Pastor, cabo de escuadra a Enrique Blanes y a Gerardo Story, y para diana Juan Miguel y Silvano Galiana, y el primer tro recuerda "que los dos individuos cabeceras de escuadra, que entran en el cantó del Pinyo han de salir al llegar a Borrás, volviendo a incorporarse en Sederías Juan Payá". La Junta de mayo se celebra el día 12 a las once menos cuarto de la mañana, marcándose que "la cotización para pertenecer a esta filà; en sus cuatro categorías, es la siguiente: Individuo fester, 1.050 pts. de creuà y 3 pts. falto; protector, 815 pts.; infantil, 100 pts.; socio protector, 250 pts. "En la misma, hay cambio de directiva: José Ferrando Candela pasa a primer tro, y se nombra cronista de la filà a Francisco Bernácer Valor. De 1969, estractamos: La junta extraordinaria a 9 de febrero aborda varios temas, disponiendo: "Todo individuo podrá presentarse al cargo de cabo, cuando se encuentra formando parte de la lista de diana o escuadra. Serán elegidos por 162
la Asamblea, haciéndose dos votaciones una para elegir el cabo que arrancará y la otra para el que finalizará", y "No creyendo conveniente fijar como sanción del disparo una cantidad fija, por quedar en poco tiempo por debajo del coste real del alardo, aprueba la Asamblea, poner de multa de disparo, la misma cantidad de dinero que represente al individuo normal de la filà, sumados todos los gastos que devenguen este acto. Siendo estos a saber: Alquiler de cartuchero. Pólvora. Pistones. Cartuchos de papel. Limpieza de arcabuz. De esta forma la multa está siempre al corriente del tiempo y por lo tanto actualizada". El 3 0 de marzo es la ordinaria, y al formarse los puestos para la inmediata fiesta, don José Luis Blanes reitera que está en contra de la costumbre adoptada de partir la escuadra en dos opciones, arrancá y San Lorenzo. En la de mayo, el día 1 1 , se volvió sobre la cuestión de escuadra y cabos.
FIESTAS DE 1965. Tras la sequedad de acuerdos y actas, volvamos un poco a lo externo, a la fiesta. Y nos detenemos en 1 9 6 5 porque tuvo algunas singularidades. Los Judíos, con su local pequeño pero útil para el normal servicio durante el año, tropezaban en falta de espacio para las reuniones masivas. Y así, en ruegos y preguntas de la junta del 1 1 de abril de 1 9 6 5 , se avisa que "debido a la negativa del Círculo Católico de Obreros, la olla no se celebrará allí sino en el local de Auxilio Social. El día 2 1 se celebrará la entrada oficial, debido al poco tiempo de que disponen los músicos por falta de fechas, el precio es bastante elevado, se pone una cuota de 7 5 pts. por individuo y si hay faltas las cubrirá la Comparsa". "Habida cuenta la profunda crisis que afecta a la industria textil alcoyana, en la que causas ajenas y remotas han puesto de relieve importantes defectos estructurales y humanos que antes quedaban soterrados, la preocupación pesimista y la retracción monetaria no se han dejado sentir ostensiblemente; y pese a que se ha gastado menos dinero, un afán de fiesta inusitado creó el ambiente propicio para los Moros y Cristianos". Con estas palabras, Salvador Doménech, cronista de la Asociación comienza su labor, al narrar los festejos de 1 9 6 5 , recién declarados "De interés turístico" (B.O. 2 0 febrero). El guión trae algunas modificaciones. La más notable es que, por caer Pascua el 18 de abril, la trilogía será el 24, 25 y 2 6 . La entrada de cristianos "iniciará la marcha desde la parte alta de la Población", la segunda Diana se dividirá en dos, según los bandos, corriendo por San Nicolás unos y por Generalísimo y San Lorenzo, otros; el castillo de fuegos artificiales, a las 1 2 de la noche del mismo día del alardo. Domingo 18 de abril: Por la mañana, María Santísima ha encontrado al Resucitado. Xiulitets, tronadores, carreras de los jóvenes, y "custodia". De pronto, hacia las nueve de la mañana, Alcoy queda desangelado, en extraña soledad. En cada filà se está preparando el gloriero. El almuerzo es rápido. Pisto, ensalada, vino y pan. El afortunado que ha de desfilar, Remigio Figuerola, empieza a "revestirse". Un auténtico rito. Todos le ayudan. Cálzanle, sujétanle la preciosa 163
faja azul, colócame el chaleco. Un ligero polvo moreno para la cara. Los comensales van terminando el yantar, y se agrupan alrededor del "maniquí viviente". Remigio está ya vestido de Judío, transfigurado; obsequia a sus camaradas con una sonrisa. Son las 9'30; hay que partir. Alguien toma la espingarda y el limpísimo capote. El gloriero es pauta, norma, y figurín de la comparsa. Por San Lorenzo se oyen tracas y músicas; y por San Nicolás; y por Santo Tomás, y por Pintor Casanova. Las bandas de la localidad, para dar corte a los glorieros, se han partido en charangas; algunas han venido de los pueblos con el mismo fin. En la calzada, cinco corceles y los cinco estandartes de la ciudad. En la severa arcada de la Casa Consistorial van cobijándose cristianos y moros, uno por cada filà. Es un mar, un océano de cabezas presididas por las puntas de varias moharras. ¡Enhorabuena!, dícense unos a otros; abrazos, apretones de manos. Hay un enorme cronómetro en el campanario parroquial: las 9'55. Estremecimiento raquídeo, miradas a una imprudente nube. Gente que se agolpa tras las barreras que forma la Guardia Municipal. Sin casi poder atravesar la masa, llega de Apolo el Abencerraje. Las trompas, a caballo, esperan la precisión de las saetas; van a dar las diez. En los balcones del Ayuntamiento no cabe un alfiler. Su fachada muestra el típico cartel. Cartel pregonero, como pregonero va a ser el espectáculo humano que en un segundo se iniciará. Las diez. El bombista da la señal. El "Sig" declara inaugurado el acto. Aplausos, voces que cantan, un tiempo raso y caluroso. Piafan los caballos, hacen una barroca fanfarria los trompeteros, y arranca la cabalgata con la Unión Musical. Van saliendo del portalón los moros, compuestos, capuchas y turbantes ajustados. Buscan, casi aturdidos, su puesto en el turno. El Judío ocupa el tercer lugar: Filà capitana, Llana, y Judíos. Y toma la espingarda, por unos momentos apoyo inmóvil. La Nueva, la banda que fundaran los Sultanes en 1842, estalla en un pasodoble sentat. Los glorieros se distribuyen en dos hileras, y el Sargento Mayor, con la inmensa pica, parece estático, pero... comienza a marcar el paso, mueve luego los dos pies, hácenlo las escuadras al unísono, y la Gloria del bando moro, entre el frenesí de sus compañeros y paisanos, emprende el derrotero hacia el casco antiguo. San Miguel, San Jaime.... San Nicolás. Lluvia de "comparsas", confetti y aleluyas. Hay fiestas. 1965 trae una innovación singular, que ha persistido para siempre, la Gloria Infantil que para llenar la mañana del 23, este año sin función propia por el traslado de fechas, fue creada. Los niños desfilaron con ejemplar seriedad, soportando al final el chaparrón que descargó un cielo negro contenido toda la mañana. También la fiesta del pasodoble cambió totalmente su forma este año. Ya no certamen musical, sino pasacalle por Generalísimo y San Lorenzo para acabar en la plaza de España al anochecer con el Himno oficial. El día 25 de abril comenzaron los festejos, resumiéndolos "Ciudad" con estos 164
titulares: "Las fiestas de San Jorge fueron realmente excepcionales. La entrada de Moros puede ser calificada como la mejor de todos los tiempos". Los Judíos consiguieron el premio especial por su ejemplar actuación en aquel año, tal lo señalaron las autoridades festeras y municipales. Jorge de Capadocia y alcoyano protector, hacedor de nuestra suerte, dorada espuela que venció a la muerte, lóriga férrea, escudo, sé mi hermano. Sí, sí, Megalomártir, sea tu mano palanca firme que sujeta fuerte, que en placidez mi vértigo convierte, mostrando que el milagro no fue en vano. No fuiste una ilusión, ni eres quimera; hiciste que de tí siempre esperara rosas, paz, claridad y primavera; que, en humilde actitud, yo confiara en tu ígnea saeta, luz certera para encender mi vida pobre, austera. J.B.B.
EN 1966. La plaza, plataforma esencial de nuestro drama sacro, proscenio principal para los moros y cristianos, ha estrenado bastidores; una enramada metálica con la heráldica de las comparsas en lo alto. Hubo Juegos Florales el 20 de abril, Maribel Fraga, hija del ministro de Información, reina, y Paco Bernácer, jovencísimo poeta, "Saeta de Oro". Días antes, don Francisco Boronat y otros directivos de la Asociación, llegan a los Judíos para entregarles el trofeo conquistado por su participación en las pasadas fiestas. Por la noche, son muchos los que acuden a solazarse en el "Pavelló fester", idea nueva este año. La entrada mora fue algo lenta y en exceso larga. Empezó con veinte minutos de retraso. Por eso animó mucho la escuadra especial del centro que presentaron los Judíos. Como siempre, lujuriosa, valiosa; peregrinos de ébano de perdidas tribus africanas, con mezcla de rojo y blanco en el traje y geométricos dibujos de variados colores en el tocado. El trayecto se había alargado unos metros, desde la esquina de la calle de Juan Cantó hasta la de Santa Lucía. Un éxito clamoroso. Así lo suspiraban la víspera, cuando en la Sociedad de Cazadores la filà degustó la olleta preparada, noche que conoció plácemes por la preciosa fotografía de los Judíos en la entrada, que servía de portada del Programa-Revista de 1966, y por el extraordinario de Ciudad, que exponía una amplísima página con el "censo" de la comparsa. 165
ESTATUTO DE LA ASOCIACIÓN. Meses, largos meses costó elaborar el definitivo Estatuto de la Asociación. Consultas, asambleas para discutir el articulado. Los Judíos estudiaron el proyecto, presentaron enmiendas y sugirieron correcciones. Al fin, por resolución de 29 de enero de 1966 el Gobierno civil refrendaba la nueva normativa. El Estatuto concreta y pone al día el Reglamento, publicándose en la Imprenta La Victoria, para conocimiento de todos. Su índice agrupa: La Asociación de San Jorge y sus fines — Asociados - Filaes - Gobierno y administración - Régimen económico Honores, insignias sanciones - El Estatuto y su reforma. Sería ímprobo e inadecuado verter aquí su contenido, pero podemos espigar algunas de sus disposiciones, para conocer los rasgos sobresalientes que obligan hoy a los Judíos, como a las demás entidades: "Art. 3- La Fiesta de Moros y Cristianos, en su trilogía festera y actos preparatorios propios, es organizada con plena autonomía por la Asociación de San Jorge... Art. 54. Las filaes son núcleos de festers a través de los cuales actúan en la Fiesta. Art. 55. Cada filà ocupará en los desfiles de su bando respectivo, un puesto determinado por su antigüedad y pervivencia continuada. Art. 57. En los actos de Fiesta el orden regular de formación de las filaes será el de su antigüedad. Cuando desfilen los dos bandos, el moro precederá al cristiano. Art. 58. Sin embargo, la filà que ostente el cargo de Capitán ocupará ese año el primer lugar de su bando, y la del Alférez el centro de la formación... Art. 59- Por razones especiales de horarios o actos, podrá alterarse el orden regular de formación, según las variaciones que se acuerden, como ocurre en las Entradas, Dianas, etc. Art. 60. Para los diversos actos las filaes adoptarán normalmente las siguientes formaciones salvo las instrucciones que se acuerden: Gloria.- Un solo fester de cada filà, en fila con los de su bando. Diana.- Escuadra de 10 individuos y el cabo y banda de música. Las filaes guardarán entre sí una distancia de 60 a 70 metros, 100 pasos. En las filaes que tengan el cargo de Capitán el cabo diana será el Sargento del bando. Entradas.- Escuadra de 10 individuos y el cabo, precedida de un mínimo de cinco parejas, distanciadas entre sí 4 metros (6 pasos) y los mismos metros del Cop de la precedente filà. Seguirá a la escuadra la banda y cerrarán la formación dos parejas y el Cop en el centro. El Primer Tro o su delegado en el acto, formará en la derecha con la primera pareja. Para control del acto, el Capitán deberá estar en el Cantó Pinyó una hora después de iniciada la Entrada en el Partidor. Segunda Diana.- Formaciones de escuadras infantiles y de mayores. La distancia de una filà a otra no excederá de 50 metros. Procesión Reliquia.- Asistirán únicamente las cuatro filaes de cargo desfilando en parejas. 166
Procesión General.- Formarán en parejas. Tres delante de la música y detrás todas las demás a una distancia unos individuos de otros de dos metros como máximo, cerrando el Cop. El Primer Tro ocupará el primer lugar a la derecha delante de la música, y el Darrer Tro el primero a la derecha después de la música. Retreta.- Abrirá o cerrará marcha un farol guía y los festers irán con farolillos u otra forma de iluminación. Los cargos podrán ir montados o en carrozas iluminadas. Guerrillas y Alardo.- Las filaes se desplegarán en dos hileras distanciados sus individuos prudentemente unos 5 metros. El primer puesto a la derecha lo ocupará el Primer Tro, que es quien dirige el fuego, al centro el Cop y el último a la izquierda el Darrer Tro. Art. 6 3 . Corresponde a la Reunión General de la filà la distribución de los puestos a ocupar por los festers en los distintos actos, según lo disponga su reglamento.
AL FINAL DE LOS SESENTA. La Televisión fue la gran conquista social de la década, y en 1 9 6 7 , por el canal UHF, el 2 3 de mayo, a las once y media de la noche, se proyectó una película, en el espacio "Fiesta" dedicada a Alcoy. Buen reportaje, más entonces, que nos dejó satisfechos. También salieron los Judíos. Nuestra filà, en 1 9 6 9 , llevaba entre los suyos, orgullosa, codo a codo, a un misionero, el padre Armiñana, arropado con el traje propio. El sacerdote pide a la comparsa la contribución continuada a la Peña Caritativa establecida, como socio colectivo; la asamblea de los Judíos consideró la no oportunidad del ruego, decidiendo remitir una única cantidad como ayuda y por esa sola vez. El Ayuntamiento, vistas las ventajas que reportaría celebrar las fiestas siempre en fin de semana, propuso en 1 9 6 9 , y la Asociación de San Jorge lo aceptó, el traslado perpetuo de fechas. Tal postura, aprobada para las de 1 9 7 0 , sembró discordia en el mundo festero, y, según expondremos en el próximo capítulo, conmovió el ánimo de muchos miembros de los Judíos.
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Capítulo XXI LOS CARGOS DE LOS SETENTA CARESTÍA DE LA VIDA. El haber ido copiando asientos del libro "Mayor" de los Judíos, ayuda a ver como, con los años va encareciéndose la fiesta. En 1970, los Judíos pagan 850 pesetas por extraordinarios de Año Nuevo y Reyes; 150 por "Tableros de ajedrez y parchís" otras 150 por "Quitar cancela y ponerla"; por diez ensayos, música y aperitivo, 9.000 pesetas; "22 Borlas capote, 6.050", "Nit de l'Olla, 9-719"; Honorarios Sargento, 1.500"; "tracas 2 Glorias, 600", "Dina 1970, 17.289"; "10 Butacas Mig Any, 500"; "Por 6 Bandejas y manteles, 197 pesetas"... ¿Ha subido todo?, sí, si comparamos con las décadas anteriores. En este 1970 se pagan 400 pesetas por el alquiler de un traje de niño, y cuesta 500 pesetas la multa por no disparar en el alardo. En 1971, 26 borlas para faja valen 1.200 pesetas; los gastos de conserjería ascienden a 23.152 pesetas, y un ensayo oficial conlleva 1.268 pesetas. Se recaudan 5.000 pesetas por la cesta de Navidad, y 1.919 por la sorteada en Reyes, dejando la Lotería de diciembre, 28.000 pesetas de beneficio. Había que echar mano de todos los recursos para que la fulla no fuese tan cara.
ACUERDOS. Prosiguiendo con el repaso de las actas, en el punto que las dejamos, y con sistemática cronología, vemos que el 11 de enero de 1970 hay junta general extraordinaria, en la que —y lo comentamos en el capítulo anterior— se trata sobre el traslado de fechas: "La Filà decide salir a las Fiestas del año 1970, no sin antes enviar a la Asociación una carta en la que se comunique, que la Filà Judíos sale a las Fiestas por obediencia a su organismo rector, haciendo constar el descontento que existe en el interior de la Filà". El 22 de marzo se tiene la ordinaria, votándose a Camilo Espí por Gloriero, y se avisa para el 5 de abril "entrada oficia], punto de concentración y merienda, en el Bar de la Mistera, del Barrio de Santa Rosa". El 10 de mayo se cumple con la segunda junta ordinaria, que acuer168
da sea la creuá de 1.500 pesetas, y 5 pesetas por falto; en la renovación de directiva es elegido don Silvano Galiana Gómez como primer tro. Todavía se convocan dos reuniones extraordinarias en 1970; una, el 14 de junio, para discutir el nuevo reglamento interno; otra, el 25 de octubre, para aprobarlo. En 1971, la denominada junta de Ramos, se tiene a las 11 de la mañana del día 4 de abril, para nombramiento de diana, escuadra y cabos, y se manifiesta a la asamblea "que se ha hecho un diseño para niña de Judío, haciéndose un modelo anteriormente con una muñeca la cual estuvo expuesta", idea que es aprobada. La reunión de mayo, el 9, marca "que como es año de cargo de Alférez, la hoja de individuo ascenderá a 2.500 pesetas, los faltos a 10 pesetas y aparte la pólvora". El 6 de junio se celebra extraordinaria para confeccionar una lista de "roda" para salir de negros en los siguientes años. El 26 de marzo de 1972, se nombra gloriero a José Sempere Vicedo, y a Enrique Blanes Santonja, cabo de escuadra, con Rafael Ribelles Bonifacio como cabo batidor; "se leyó, la lista de individuos que formarán en la Escuadra de Negros en el presente año de 1972", y terminó la junta con "una colecta voluntaria para el sargento de la Filà, que había sufrido un accidente, y se encontraba hospitalizado en Valencia; efectuada la misma, se recaudó la cantidad de 1.575 ptas.
NECROLÓGICA. 1972 tuvo su día de luto. Este año falleció don Santiago Mataix Pastor. Nacido en 1897, fue teniente de alcalde al acabar la guerra civil, en 1940, honor que alternó con el de vicesecretario de la Asociación en el período comprendido entre 1940 y 1947. Del 47 al 49 fue vocal encargado de la dipositaria festera. Elegido nuevamente para una tenencia de alcaldía, la de fiestas, en 1952, igualmente ostenta el cargo de vicepresidente de nuestra Junta de San Jorge, de mayo de 1949 a junio del 55. En su mandato y bajo la presidencia de don Antonio Aracil, la Asociación adquiere la casona que ha de convertirse en sede oficial y Museo. Presidente que fue del Círculo Católico, destacado industrial textil, Santiago Mataix estuvo vinculado de por vida a los Abencerrajes y a los Judíos, cuyos trajes vestía con verdadera simpatía.
EL ALFÉREZ EN 1972. La alferecía de los Judíos, en 1972 conllevó una circunstancia hermosísima: Jorge Peidro Pastor, el cargo moro, es hermano del alférez cristiano por los Vascos, Ismael Peidro Pastor. Más emoción que en el abrazo de los dos festeros, jamás. "A las seis en punto, con la veleta del esbelto campanar señalando indefectiblemente levante, con un público intranquilo, nervioso, anhelante, pendiente de las decisiones últimas, en el amplio zaguán del Ayuntamiento retumba, como auténtica e inesperada fantasía mágica, el ritmo y la cadencia de nuestro "Himne de la Festa". Afuera, sobre los cobertores albísimos con la cruz georgina por enseña, llueve sin piedad ni tregua. En las aceras y tribunas de la plaza han bro169
tado, a la postre estamos en primavera, centenares de paraguas variopintos. La diana, la primera diana, el acto lírico que estrena la fiesta, ha sido suspendida". Así comienza la crónica, ahora de Adrián Espí, que prosigue lamentando el desastre, pues, trasladados todos los actos para el día 23, también fueron mancillados por la impertinente, lluvia, aunque se hicieron las entradas, mientras el público, que fue premiado simbólicamente por el Ayuntamiento, soportaba el inacabable chaparrón. El propio Jorge Peidro nos narra que "su filà proyectó una carroza para cierre, en larga y amplia plataforma, que simulaba un patio árabe rodeado de toda clase de plantas y tiestos y, en su mitad justa, un surtidor de agua en pleno funcionamiento. La anécdota surgió entre los espectadores: ¡Che!, que salaos son los Judíos, con el agua y cae y todavía desfilan con surtidor chorreando..." Cuéntanos también Jorge detalles de la estirpe Foya: "José Peidro Blanquer, 1820-1911, fue el fundador de la saga de los Foya, veteranísimo y activo miembro de los Judíos. Ostentó su indumentaria hasta 1910, cumplidos los 90 años, en que, por última vez, honró con ella la procesión de San Jorge". Fue rodella, el niño de 8 años, Antonio Seguí Sanchis.
PROGRAMA INTERIOR 1972. Fue una lástima que la lluvia insistiera en sus desmanes, pues los Judíos habían preparado para 1972 infinidad de proyectos. Resumamos algo del esquema que se habían marcado, según se aprecia en el programilla que editaron: "Día 2 de abril.- A las 8'30 horas, en la Filà, tradicional Almuerzo de Gloria, terminado éste se procederá a vestir a los Glorieros, los que acompañados por todos, acudirán a la Plaza de España... Como de costumbre, al llegar al partidor, entraremos en la Figuereta y nos haremos un Deuet a escoti. Día 16 de abril.- A las 9 de la mañana, tendrá lugar en la Filà el simpático almuerzo de los niños Subnormales de nuestra Ciudad, como obsequio a los mismos y atendiéndoles como se merecen. A continuación vestida del Glorieret... Día 21 de abril.- Nit del olla, a las 21 horas, tendrá lugar en los salones del Círculo Católico de Obreros, donde nos servirán la típica Olleta de Music, una vez terminada, Entrada Oficial desde Correos... Día 22 de abril.- Los dianeros acudirán delante del Bar Ideal, a las 6'30 de la mañana, para darles los últimos toques... A las 13 horas, todos los que se anoten en la lista de escoti, Vermut-Diná, en los locales del Hogar del Productor. Una vez terminado éste y sobre las 16 horas, se encontrarán allí todos los que han de formar en las escuadras para ser maquillados... A las 22'30 horas, y en el Círculo Católico de Obreros, tendremos unos grandes salones para el Gran Baile a disposición de todos cuantos Judíos se sientan con ganas de estirar los brazos y piernas y pasarlo bien hasta la madrugada. Día 23 de abril.- Sobre las 10'30 horas, recogeremos a nuestro Alférez en su domicilio, San Nicolás, n. 1 y nos trasladaremos al Templo de San Jorge, para tomar parte toda la Filà, en la Procesión de la Reliquia y Misa Mayor, en la festiQ
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vidad de nuestro Santo Patrono, para estos actos es obligatorio vayan todos con toda la vestimenta completa incluidos guantes, turbante, capote, etc. Una vez terminada la Misa Mayor, con nuestro Alférez, Moras y Música nos iremos al Círculo Católico de Obreros, para celebrar el Gran Vermut, del día de San Jorge. A las 23 horas, todos los que quieran tomar parte en la Retreta Festera, acudirán a la Font Redona, donde habrá servicio de faroles y carrozas para el desfile en dicho acto, los demás regalos a tirar, cada uno se los lleve. Día 24 de abril.- A las 8 de la mañana, todos los que quieran tomar parte en la guerrilla, deberán encontrarse en la Casa Asilo, desde allí, por General Mola, San Nicolás, hasta el Cantó Piñó, donde se hará una salva a nuestro Alférez. A continuación almuerzo en la Filà, para festeros y cartucheras. A las 10'45 horas, nos encontraremos todos al final de la Avda. del Generalísimo. En el punto de partida, nuestro Alférez, recibirá al Alférez cristiano, efectuándose un diálogo entre ambos y a continuación todos empezaremos el Alardo... Finalizado el disparo y después de asearse en la Filà, nos iremos al Monterrey para con la mayor armonía, celebrar el Gran Vermut..." Al guión de actos, seguía una composición de Armando Santacreu: CANÇONS ALS JUDÍOS: "Els Judíos en el món tenen fama de banqueros; en Alcoi no hi ha eixe don puix aci els Judíos son,fusters, manyans i llanderos. Després de portar gaiato en l'Alemania dels nazis, el Judío traurà el flato gastant-se sols en boato mes diners dels que té Onasiss. ElJudío es un fester que reglota simpatía perquè's aubert i sancer. No cregau que's l'usurer que fora d'Alcoi es cría. El Judío en Palestina a pesar d'esser tan ric, està rodejat d'inquina. Ací en Alcoi no es aixina; puix el Judío es amic d'aquell que menja sardina, bón pernil, ou de tonyina, 171
beu café o whisky Dic. Diu la llegenda que havia un Judío sempre errant, que anava sempre trotant sense saber on pondria. Jo fa temps que estic pensant i em mastegue nit i dia: ¿No sería un fabricant fugint de la Fiscalía? Com a final jo volia donar-los l'enhorabona a la familia Judia, puix tindre Alferes hui en dia es un honor que ressona." Terminada la fiesta, algunos actos mojados, los banquetes consumidos, se tuvo, el 14 de mayo, la junta general ordinaria, decidiéndose "mantener la hoja, al igual que el año anterior o sea a 2.500 pts. creuà y derechos más faltos y pólvora".
ECOS DE PRENSA. Aquel 1972, en la edición de "Ciudad" martes 4 de abril, la portada, con la imagen del Salvador, centraba su tipografía en "Els Xiulitets", y "La Gloria"; en la tres, reproducción del cartel, de Mila Gómez. En el número del 7 de abril, "Hoy, el festival de la Asociación de San Jorge, en el Teatro Circo"; y el 11 de abril: "Los alféreces moro y cristiano, hermanos Peidro Pastor, continuadores de una dinastía de festers con casi cien años de existencia"; reportaje que copiaba las manifestaciones del cargo Judío: Revela que su boceto es de Luis Solbes, y que lo confecciona "una modista alcoyana", añadiendo "que está inspirado en los colores de la filà" y que su deseo es "que el cargo de alférez no sea, en cuanto a indumentaria, el eterno segundón. No hay ninguna razón para ello, de ahí que lo que más hemos procurado es que luzca como es debido y tenga prestancia." "Información", también del 11 de abril, reseña: "Ayer fueron presentados los alféreces moro y cristiano. En el Círculo Católico de Obreros, a las 8'30 de la tarde, los hermanos Peidro Pastor presentaron sus cargos a las autoridades invitadas al solemne acto, al que también acudió la junta directiva de la Asociación de San Jorge, primers trons y gran número de invitados". Asimismo, "Primera Página", el miércoles 12 de abril, dedica varias columnas a la efemérides: "Los salones del Círculo Católico albergaron a más de cuatrocientos festeros entre Vascos y Judíos... Como ya es norma y tradición en estos actos, hubo música, gran aperitivo y sentidos discursos". "Información", del día 12, anuncia: "Los moros y cristianos, en la puerta; se están ultimando las instalaciones festeras e iluminaciones de calles y plazas... La 172
feria este año estará abierta en el recinto Luis Mataix, desde el 15 del presente mes." En "Ciudad", viernes 21 de abril, Francisco Bernácer Valor, exclama" ¡Enhorabuena por este Alférez 72! Se alzan hogaño los Judíos en pie de Alférez. Ha sido todo un año de preparativos y de esperanzada ilusión los proyectos. Parece ayer la última escuadra y el castillo coronado con los floreados chalecos amarillos. Cuando la rotación parlamentaria en los dos bandos paralelos hace recaer un cargo en la filà, la alegría y la fiesta son también responsabilidad, gastos, preparativos acelerados y reuniones de alto nivel festero. El Alférez tendrá músicos a la puerta de su casa y capas desplegadas que atraerán las miradas y el aplauso, y escolta de excepción cuando cierre el desfile, sonrisa en alto..." También edita "Ciudad" su suplemento, con artículos y muchas fotografías, y allí, el primer tro de los Judíos, don Silvano Galiana Gómez, manifiesta: "Para mí, las fiestas de Moros y Cristianos son como para todo alcoyano que siente el amor a San Jorge y hacia nuestras fiestas, en las cuales pongo toda mi ilusión y todo mi esfuerzo, sintiéndolas además profundamente en el alma como dirigente de mi filà y como buen alcoyano que soy. Normalmente un primer tro tiene un sinfín de preocupaciones por la fiesta en un año normal, o sea sin cargo, y no digamos en un año de Alférez como es éste, en el que nos corresponde el del bando moro, la preocupación es infinitamente superior, paliada gracias a todos los compañeros de filà que me otorgan una continuada confianza y me permiten que me pueda multiplicar en los días de fiesta y quedar bien en todo, puesto que somos una filà muy numerosa de entusiastas festeros que se desvelan para que las fiestas luzcan lo más posible, por el bien de nuestras fiestas y por Alcoy que se lo merece todo". El mismo periódico, el 26 de abril pasa a las noticias: "Unas fiestas magníficas, pese a todo. La lluvia, pura anécdota, como quedó demostrado". Así reza, con mayúsculas letras, la primera página. "El sábado 22 amaneció lloviendo —dice el columnista—. No pudo arrancar la Diana, ni salió la Entrada de Cristianos. Todo lo programado quedó en agua de borrajas... A mediodía reunióse la directiva de la Asociación de San Jorge, para tomar decisiones. Habían muchos intereses en juego. Y la chispa alcoyana surgió rauda, bautizando a la reunión. "El tribunal de les aigües". Más tarde, la emisora local se encargó de transmitir el resultado del cabildeo. Los actos del primer día habían quedado suspendidos. El domingo se celebraría la Diana, Las Entradas y una procesión especial, a las ocho de la tarde, para trasladar la reliquia de San Jorge, desde la iglesia del titular, a la Parroquia de Santa María, donde se oficiaría la solemne misa mayor al Santo. Con un clima de incertidumbre, las calles mojadas, los festeros abatidos, cerraba Alcoy ese primer día de fiestas sin haber conocido acto alguno. El domingo fue un día primo hermano del anterior. Nunca la veleta de nuestro campanar atrajo tantas miradas de la muchedumbre. En Alcoy, ya se sabe, cuando apunta hacia Levante, agua segura. Y la veleta, el domingo estuvo mirando a Levante todo el día. La Diana no mojóse mucho, pero la Entrada de Cristia173
nos y la de Moros, mucho... En la fiesta del presente año hubieron muchos héroes, pero el principal, el más arrojado, el que se llevó la palma, cabe señalarlo sin ambages, fue el público, que ganóse el aplauso unánime de todo el pueblo de Alcoy, por la fidelidad, entereza y corrección demostrada... Realmente, ni el mal tiempo puede con la fiesta nuestra... Solera de siglos se llama eso... Extraordinario fue el boato de capitanes y alféreces extraordinarias las escuadras suyas y las del mig, y extraordinario el espíritu que animó a festers y público, todos aguantando lo que se nos venía encima, porque aquello era la festa y nada hay que comparársele pueda... Mucha gente arracimada en las aceras de las calles, aguantando la fina lluvia, presenció el paso del cortejo procesional... Las lecturas y oraciones de la misa fueron leídas por los capitanes y alféreces moros y cristianos. El panegírico del Santo, del cura de San Mauro y San Francisco, don Gaspar Navarro, muy sentido y alcoyano... Acaso el tiempo, presumiendo la rabia con que iban a emplear la pólvora los festeros en el Alardo, o por limpiarnos un poco la cara a los alcoyanos, nos deparó el lunes un buen día... Y terminada que fue la Diana de los juniors, la Estafeta y la Embajada del Moro, comenzó la batalla de arcabucería, que tuvo la mayor intensidad jamás conocida. Ha sido en las fiestas del presente año, el Alardo más sonado, valga la expresión, que pudo registrar la historia. Era digno de ver la furia, la insistencia, el fragor con que las filadas se despachaban, sabiéndose seguros los festers de que la lluvia no amenazaba... Tal fue el final. Un final feliz, pese a todos los inconvenientes surgidos..."
PROLEGÓMENOS 1973. "Serían aproximadamente las once y media de la mañana, cuando dijo el alcalde, Per Alcoi i per Sant Jordi, s'obri la sesió. Era el ritual con el que daba comienzo (domingo 28 de junio de 1972), en la casa grande de nuestras fiestas, la Asamblea General de la Asociación". Así comienza noticiándolo "Ciudad" el siguiente martes. "El ambiente del salón de actos era extraordinario. Habían muchas cuestiones a tratar, pero también un orden establecido que, en su punto tercero, designó a las filaes que el próximo año ostentarán los cargos de capitán y alférez, o sea, Judíos y Domingo Miques en el bando moro, y Vascos y Mozárabes en el cristiano..." Se hizo constar en esta asamblea los premios que otorgaba la comisión municipal: "El extraordinario, acogido con grandes aplausos, fue para el público, y el importe del mismo irá destinado al Asilo de Ancianos". A continuación se entró en un tema interesante, "porque, como don Jorge Silvestre dijo, el séptimo centenario de la proclamación de San Jorge como patrono de la ciudad, está más cerca de lo que parece, y hay que ir pensando en los actos a celebrar. A tal efecto, se nombró una Comisión que de aquí a enero creará las distintas comisiones, valga la redundancia, que se encarguen de los diversos actos conmemorativos..." A 25 de marzo de 1973 se reúne junta ordinaria en los Judíos, que acuerda 174
una derrama de 1.500 pesetas por los gastos habidos, y el levantamiento "del arresto otorgado a D. José Manuel Guerrero y D. Rafael Company Bonastre". Para nombramiento de puestos, hay asamblea a las 11 horas del día 15 de abril, eligiéndose por 23 votos a don Rafael Escoda Martí por Gloriero; la "escuadra de negros de 1973, quedó formada como sigue-. Cabo, D. Enrique Blanes Santonja; Juan Miralles Mira, Rafael Company Bonastre, José Monllor Raduán, Humberto Andrés Satorre, Armando Gosálbez Moltó, Francisco Cardenal Pérez, Antonio Mompó Soler, José Luis Blanes Cerdá, Antonio Peralta Pastor. Cabo batidores, Sr. Giner"
DICEN LOS PERIÓDICOS. El 3 de abril de 1973, en "Ciudad", se tiene charla con don Jorge Trelis, teniente de alcalde de Fiestas, que advierte que por "las fechas, domingo y lunes festivos, hemos de pensar que la afluencia de gente será masiva. A más de esto, hay que añadir la invitación que el Ayuntamiento ha cursado al Skal Club... y la iniciativa que la Alcaldía ha tenido acerca de la celebración del Día del alcoyano ausente..." En las páginas del día 7, leemos: "La enrama de las calles se hace a todo ritmo, alrededor de unas doce mil bombillas. Tres empresas distintas la dejarán a punto para el día señalado", y en la del martes 10, se incluyen las "Previsiones sobre circulación y aparcamiento para las fiestas de San Jorge". El mismo periódico, el 14, habla de "Problemas de nuestras fiestas: la falta de arcabuces y los cartucheros", y en un ensayo de los Judíos, el primer tro, don Silvano Galiana, responde al periodista Calabuig: "El noventa por ciento de miembros tiene su arma. Los mayores, desde luego, todos. —Si, es cierto que el problema existe, y principalmente porque este año no podemos contar con los que ese señor de Cocentaina nos alquilaba. Pero, de todas formas, ya que las fiestas de Bañeres no coinciden con las nuestras, iremos allí—. Eso de los cartucheros es otra cuestión. El año pasado, en metálico, cobraban mil pesetas, y éste quieren doscientas más. Yo creo que la solución está en los cartuchos de plástico, y nosotros, por lo menos, lo vamos a probar". "Información", en su tirada del 17 de abril, trae un apartado sobre Alcoy. "Jorge Peidro Pastor, capitán moro del presente año con la comparsa Judíos". Y "Ciudad" lanza su extraordinario el 28: "Los dos capitanes levantaron sus espadas, el de los moros, pregunta a su hermano Ismael, capitán cristiano y viceversa". En gran formato: "Mañana es esperado para presenciar la entrada de cristianos, el ministro de Obras Públicas, Fernández de la Mora".
LA MAÑANA DEL 2 9 DE ABRIL DE 1 9 7 3 . En la capitanía judía. Alcoy es un ascua de noticias agradables. El 17 de abril, refiere "Ciudad" el éxito tenido el viernes 13, por Joan Valls, con el estreno de su saínete "Un valset de l'antigor", y el 24 la portada exclama: "Todo fiestas ya". Ha sido la Glroia el 22, domingo de Resurrección, y al siguiente, la infantil. El 29 de abril es el día de las entradas. Los Judíos, por ser año de capitán, 175
ceden el privilegio de atrancar la diana a los más veteranos, y allí: Elíseo Blanes Mora, José Vicéns Pérez, Rosendo Sempere Ortiz, José Muntó Vicent, José Pascual Tomás, Gonzalo Ridaura Valls, Evaristo Miralles Ripoll, Remigio Muntó Martínez, Eduardo Guillem Miró, José Tormo Rico y Juan Gisbert Domínguez. Todos, en posterior homenaje, recibieron una medalla conmemorativa. De mano en mano corría el programa editado por la comparsa, con colaboraciones de Rafael Escoda, Adrián Espí, Joan Valls, Armando Santacreu, Jorge Peidro, Mario Colomer, y otros. En la parte gráfica, una fotografía del famoso cantante Camilo Sesto, formando junto a su padre. Fue como una segunda parte del que se imprimió el año anterior, el de alférez, que contenía asimismo artículos de Adrián Espí, Santacreu, Valls, Paco Bernácer... En su momento, se realizó la entrada de cristianos; bella, interesante, con don Ismael Peidro —también miembro de la filà Judíos— de capitán con los Vascos. Pero el cortejo, casi al final, mostró un notable retraso, que irritó al público, llegando casi al escándalo cuando pasaban los Mozárabes y su alférez.
CAPITANÍA DE LOS JUDÍOS. "Tal vez lo sucedido en la mañana —expone la crónica de la Asociación— fue el mejor antídoto para que el desfile muslímico estuviera presidido por la mejor organización, ritmo, orden y belleza plástica. El capitán moro desfiló a pie, hollando con su paso una rica alfombra que se extendía a lo largo de todo el recorrido, y portando tras de sí a su caballo. Un traje adecuado, de esos que podríamos titular cinematográfico, y un boato rico, sobresaliendo distintas carrozas. La escuadra especial, de una esmerada elegancia y seriedad, diríamos que ha sido este año el del traje de etiqueta dels negres, sufrió el lamentable accidente de verse envuelta en llamas ante la sorpresa de protagonistas y público". El suceso fue grave; varios de los integrantes de la escuadra, al prender una chispa en los adornos de estopa que cubrían sus piernas, sufrieron quemaduras de consideración, acentuadas por el ígneo fundido del plástico de los leotardos. Tuvieron que ser hospitalizados Humberto Andrés, Antonio Mompó, Francisco Cardenal y Armando Gosálbez. El hecho se produjo en la plaza, siendo recogido por el fotógrafo inglés Brian Sumner, publicándose las instantáneas en el "Ciudad" del día 8 de mayo. Nuestro capitán, Jorge Peidro, así relata su vivencia: "En llegando delante de Paños Pastor, el primer tro ordena que se pare la entrada, Preguntado el motivo, se aclara que nuestra escuadra de esclavos había tenido un accidente y se habían quemado cuatro o cinco componentes. Diez minutos más tarde se reanudaba el desfile; Silvano Galiana, el primer tro, va disgustadísimo, confuso, preocupado, pero en su puesto, cuando escucha un desatinado comentario del público: ¡Mira, sólo bajan siete en la escuadra, porque los demás se han pasado de rosca en sus libaciones! Silvano que oyó tan desafortunada frase, no pudo contenerse y le soltó un manotazo que le hizo caer de la silla. Enterado el Presidente de la Asociación, convocó, pasadas las fiestas, a ofensor y ofendido ante la Directiva, para establecer paz y concordia; más el ofendido, 176
Accidente en la escuadra de esclavos.
espontáneamente mostró su otra mejilla, indicando: ¡Déme usted otro manotazo, que me lo merezco de sobra!, acabando todo sin más problemas". También el autor que escribe pasó una tarde dramática. De "cabecera" con los Abencenajes, fui reclamado, como médico, en el Sanatorio, y abandonando la lanza, en el coche de la policía municipal corrí a asistir a los lesionados. Era yo, asimismo, concejal, y mayoral de San Jorge; y alcalde y presidente de la Asociación don Jorge Silvestre Andrés, por lo que, terminadas las curas, marche a darle cuenta del estado de los quemados. ¡Grandeza y sinsabores de la fiesta! En vista de las complicaciones surgidas, vino a reconocerles, llamado por mí, don Vicente Mirabet, jefe de la unidad de quemados de Cruz Roja de Valencia, y a aquel Hospital los trasladamos para someterlos a una plástica con injertos cutáneos. "Alcoy, entraña de mis huesos, sístole de mis pasos ciudadanos que van tejiendo puentes como abrazos, te estoy queriendo a contraluz del tiempo, contigo late mi alma, roca y agua. Terca y sola ciudad de vertical historia, 177
se me cuaja la vida en tu aislamiento. Contigo nazco un poco cada día. (F.B.V.) Al referir la crónica de estos días, Espí Valdés resalta la devoción que debemos guardar al Patrono, y como las filadas del Señor San Jorge asistieron el día propio a todas las solemnidades sagradas, con unción, reverentes. No, en cambio, la Retreta, que fue escasa en participación, desperdigada y más que desfile, barullo y confusión. Subraya luego, en el alardo, el emocionante encuentro de ambos capitanes, "Ismael y Jorge, en el carrer de Sant Nicolauet, con el abrazo y las lágrimas tremolando en los ojos, y el brindis con el espumeante champaña. Ni vencidos ni vencedores. Simple y llanamente alcoyanos y festers, herederos de todo un testamento de amor..." "Y en venturosa unión, todos hermanos, confundidos los moros y cristianos, sus querellas deponen y su encono en aras de la fe, santa y sublime, en aras de la cruz que nos redime, en aras de la patria y del Patrono".
PASADA LA FIESTA. La directiva 1973 de los Judíos estaba integrada, bajo la presidencia de Silvano Galiana Gómez, por Juan Pérez Vañó, Rafael Escoda Martí, José Sanjuán Reig, José Luis Ferrando Esteve, Lirio Satorre Torres, Juan Miguel Llinares, Ernesto Serra Ponsell, Jaime Mira Conejero, José Pascual Tomás, Juan Tomás Ruiz, y Francisco Bernabeu Llopis. El 20 de mayo, a las once horas, hubo junta general ordinaria, en cuya introducción algunos miembros protestaron por haber salido de negro Rafael Company sin que le correspondiera. Se fijó en 2.000 pesetas, más faltos a 5 pesetas, la "hoja", y al final el primer tro "dijo a la Asamblea que con el fallecimiento de D. Santiago Mataix, quedaba libre el puesto de Presidente de Honor en la filà, creyendo él y la Junta Directiva que el más idóneo para desempeñar el referido cargo honorífico era D. Jorge Peidro Pastor, viéndolo todos muy acertado contestaron con un fuerte aplauso". En la Asamblea de la Asociación de San Jorge, de 13 de junio de 1973, el primer tro, Galiana Gómez, entra a formar parte de la Junta Directiva en el turno rotativo de jefes de comparsa. En octubre, día 7, tienen los Judíos extraordinaria, cuya acta nos dice que se reunían para aclarar el asunto de los negros, explicando don Enrique Blanes la postura de don Rafael Company, metido en la escuadra a última hora por un arreglo inesperado.
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Capítulo XXII 1974 Y 1975 DESPUÉS DEL CAPITÁN. Todas las filaes, tras sus años de cargo, toman como un respiro. Los Judíos habían agotado su caudal de iniciativas, y había salido todo bien. Claro, si callamos lo del agua en el alférez, y lo del susto con las llamaradas en la escuadra de negros del 73. Pronto el séptimo centenario, y otras cuestiones, así como los problemas del local, absorberán la incansable actividad de los socios. La filà ha multiplicado el número de afiliados, en cada anualidad, hay dimes y diretes por la distribución de escuadras, dianas y cabos. Se tiende a compensar a todos. Justamente a mediados de 1974, los componentes de los Judíos eran: JUNTA DIRECTIVA Primer Tro: Darrer Tro: Cop: Secretario: Contador: Vocales:
D. José Sempere Calatayud D. Rosendo Sempere Ortiz D. Ismael Peidro Esteve D. Jorge Beltrán Mataix D. Eduardo Guillén Miró D. Jorge Pascual Soler D. Rogelio Gisbert Soler D. Jorge Monllor Raduán D. Enrique Blanes Santonja D. Fernando Monllor Raduán D. Miguel Juan Payá D. José Tormo Rico D. Humberto Andrés Satorre D. José Sempere Aura D. Gilberto Pastor Jordá D. Juan Miralles Mira D. Evaristo Miralles Ripoll D. Antonio Peralta Pastor D. José Luis Blanes Cerdà D. Jaime Silvestre
D. Silvano Galiana Gómez D. Alfredo Solbes Belda D. J o s é Sempere Candela D. Enrique Villar Pascual D. Francisco García Reig D. Remigio García Figuerola D. Lirio Satorre Torres D. José Pérez Llopis D. Rigoberto Picó Candelaria D. Justo Mora Iglesias D. Silvano Galiana Guardiola
SOCIOS D. Juan D. José D. José D. José
Gisbert Domínguez Pastor Soriano Vicéns Pérez Monllor Raduán 179
D. D. D. D. D.
Eliseo Blanes Mora Remigio Muntó Martínez Vicente Pérez Cabrera Luis Olcina Játiva Alfredo Solbes Belda
D. D. D. D.
Rafael Pérez Cabrera José Muntó Vicéns José Ferrando Candela Armando Gosálbez Moltó
D. D. D. D. D. D. D. D.
Rigoberto Picó Candelaria Victor Pastor Vilaplana Luis Solbes Payá Herminio Álvarez Blanes Rigoberto Llopis García Juan Enrique Miralles Camilo Espí Vicedo Enrique Villar Pascual
D. Adolfo Jordà Reig D. Gerardo Davi Story D. Enrique Muntó Martínez D. Ramón Mullor Sempere D. Juan Pérez Vañó D. José Sanjuan Reig D. Francisco Bernabeu Llopis D. Lirio Satorre Torres D. Casimiro Valor Miró
D. Antonio Vilaplana Ferrándiz D. Gilberto Pastor Sanz D. Eliseo Blanes Cortés D. José Pascual Tomás D. Rafael Escoda Martí D. Jorge Ponsoda Nadal D. José Sempere Vicedo D. Ernesto Serra Ponsell D. Rafael Santonja Sanus D. Luis Ferrer Nadal
D. José Baños Burlo D. Jorge Blanes Sastre D. Rigoberto Picó Sanjuan D. Silvano Galiana Guardiola D. Juan Miquel Llinares D. Javier Ripoll Pérez D. Mònica Ripoll Mullor D. Jorge Llorens
D. Emilio Cerdà Giménez D. José Pastor Arques D. Armando Gosálbez Payá D. Ernesto Beltrán Briva D. Antonio Arnau Ventura D. José Gosálbez Payá D. Enrique Blanes D. Antonio Peralta Belenguer D. Elías Seguí D. Juan Herminio Álvarez D. José Luis Ferrando Esteve D. Jaime Mira Conejero D. José Manuel Terol Raduán
a
D. D. D. D. D. D.
a
Vicente García Calatayud Pedro Sempere Domènech Rafael Moltó Montava Arturo Berenguer Llopis Fernando Miró Jordà Ana María Galiana Guardiola
D * Monserrat Escoda Gisbert D. Francisco Javier Lario Santonja D. Enrique Jorge Albero D. José Luis Valero Payá D. Jorge Díaz Pascual D. Sergio Díaz Pascual D. Juan Manuel Guerrero D. Jorge Pérez Bito D. Alfonso Pons Vidal D. Carlos Moya Lavirgen D. Juan Aleixandre D. Jorge Antonio Montero Sempere D. Rafael Company Bonastre D. José Maria Juan Coloma D. David Story Fuster D. Juan Luis Aleixandre D. Miguel Vilaplana Peña D. Luis Ramos D. Gilberto Sempere Pastor
D. Tomás Agulló Payá D. Miguel Verdú Jordà D. José Luis Gisbert Payá D. Santiago Jorge Molina Castillo D. José Picó Segura D. Vicente Pérez Roca D. Jorge Blanes Cerdà D. Remigio García Figuerola D. Francisco Cardenal Pérez D. Antonio Mompó Soler D. Javier Blanquer Valor D. José Luis Blanes Boronat D. Salvador Blanes Boronat D. José Sempere Candela D. Francisco García Reig D. Justo Mora Iglesias D. Silvano Galiana Gómez D. Rafael Terol Aznar 180
D. Miguel Jorge Albert Beltrán D. Fernando Aracil Cabrera D. Jorge Santonja Vilaplana D. Anguel Torres Serrano D. Alfonso López Rú
D. Roque Pascual Clemente D. José Luis Miralles Lucena D. Antonio López Martínez D. Antonio Mompó Pérez D. Jorge Juan Tomás Gil D. Antonio Ev. Bernácer Vicedo D. Ignacio Gomis Mullor D. Fernando Gomis Mullor D. David Vilaplana D. Jorge Miralles Valls D. Jorge Peidro Pastor D. José Pérez Llopis
D. Rogelio Gisbert Sempere D. José Antonio Real Martí D. Juan Antonio Arnau Botí D. Miguel Vicéns Ibáñez D. Antonio Camús Martínez D. Santiago Santonja Pérez D. Jorge Barrachina Pérez D. Rafael Jorge Pascual Pérez D. Salvador Cortina Botella D. Juan Ramón Miquel Valls D. José Sanjuán Domènech D. Eliseo Blanes García D. David Blanes García D. Rogelio Monllor
SIMPATIZANTES
D. José Carlos Galiana Guardiola D. A n g e l Cortés Valdés D. Juan Tomás Ruiz D. Emilio Picó D. Santiago Peidro Tomás D. Enrique Vañó D. Jorge Lirio Satorre Orts D. Francisco Domínguez Borrell D. Rafael Verdú Ponsoda D. Jorge Verdú Ponsoda D. Alfonso Lloréns D. Lirio Jesús Pascual Leva D. Roque Monllor D. Mauro Monllor D. Fernando Monllor D. Ernesto Jordà Romeu
D. D. D. D.
José Real Juan José Botella Boluda Vicente Mora Salvador Pastor
D. D. D. D. D. D. D. D. D.
Emilio Jordá Pérez Miguel Pérez Monllor Miguel Payá Catalá Juan Blanquer Gonzalo Ridaura Valls José Vercher Cervera Francisco Fuster Fuster Remigio Solbes Pascual Mario Colomer
D. Vicente Esplugues D. Manuel Arsis Abad D. José Pérez Llopis D. Rafael Rico Vidal D. José Baños D. Julio Cortés D. José Antonio Matarredona D. Rafael Pastor Gisbert D. Anselmo Aracil Gosálbez D. Jorge Ponsoda Mompó D. José Pastor Galiana D. Gregorio Belenguer Soler D. Miguel Oltra D. José Sempere Bernabéu D . Herminia Montero Sánchez D. Rafael Nicolás Mompó D. Miguel Verdú Martínez D. Antonio Matarredona D. Antonio Sempre Aura
D. José Ferrando Agulló D. José Sempere D. Armado Miralles Román D. Oscar Miralles Román D. Carlos Jorge Moya D. J o s é Antonio Vicéns Rico D. Juan Carlos Satorre Orts D. José Ignacio Miguel Valls D. José Manuel Terol Silvestre D. Rafael Jorge Domènech Cantó D. Antonio Sempere Pastor D. Juan Pla Galiano D. Antonio Montero Sánchez D. José Pérez Bito D. Manuel Pérez Bravo
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UN FESTERO EXCEPCIONAL. De este colectivo, son muchos los que sobresalen, pero hemos de ceñirnos a una figura símbolo. La ocasión nos la ofrece "Ciudad", en su edición del 19 de abril de 1972, pues en "Veteranos de la fiesta" Santacreu hace la ficha de "Juan Gisbert Domínguez, decano de los glorieros de la filà Judíos": "Hace tiempo que le conozco. Estamos en su casa. Una casa que rezuma fiesta por los cuatro costados. Después de curiosear por entre los recuerdos del señor Gisbert, pasamos a la charla que allí nos ha llevado... —Me ha dicho antes que usted nació en Bocairente. Sí, pero mis padres vinieron a Alcoy cuando yo tenía cuatro años... Sólo he pErtenecido a los Judíos. Allí entré cuando tenía 17 años y allí estaré hasta que cuelgue el traje... Yo diría que entonces había otra armonía diferente a la de hoy. La filà era el punto de reunión obligada de todos los festeros. Allí nos juntábamos desde las ocho de la tarde hasta las diez y hablábamos de nuestras cosas o jugábamos a cotos. Recuerdo que era tanta la afluencia de gente a los locales, que a veces iba delante un amigo y cogía sitio para los otros tres. También no faltábamos ni un solo domingo a pasar el punto y hacer el montepío... Los Judíos seríamos unos cincuenta, pero solamente se vestían dos docenas escasas. Recuerdo que muchos años se obligaba a hacer Diana si querías salir a la Entrada... Una cosa graciosa fue que, antes de la guerra, y estando de primer tró Rafael Ivorra, Campana, llegó el momento de la Entrada y nos faltaban cuatro números. Ante la imposibilidad de reclutar a paisanos por el poco tiempo que nos quedaba, el señor Ivorra llamó a cuatro empleados suyos del cine y se vistieron para ese acto. Entonces las comparsas tenían todas trajes de sobra. Podían alquilarse a 50 pesetas. Después, Juan Gisbert recuerda otra anécdota: Ocurrió que, entre los amigos que salíamos, había un grupito que se destacaba siempre como muy bromista, y parece que yo era muchas veces el blanco de sus bromas. Y llegó un día d'els musics en el que las chanzas se pasaron de rosca y le puse a uno el plato de olla en la cabeza. ¡Aquello armó un gran revuelo! Pero quedamos como amigos en seguida. ... A mí me gustaba la broma como a todos, pero no ir a casa durante los tres días, me parece una broma muy pesada para la mujer..."
VERSOS A JUAN GISBERT. A este festero excepcional, número uno de los Judíos, lo han querido todos. Paco Bernácer, en el programilla interior de la filà, de 1972, le dedica unas rimas, afectuosas, bajo el título de: "A mi querido amigo Juanito Gisbert": "La Fiesta tiene una plaza, la plaza tiene un castillo, el castillo tiene un hombre que le alza al aire su brillo, sus almenas enjoyadas con la bandera en su nido. 182
Un castillo de juguete para nuestro Jorge niño. El castillo tiene un hombre que es de la filà Judíos un festero consagrado, veterano y buen amigo. Su corazón, alcoyano; su santo y seña, Juanito. Es el único alcoyano que almuerza sobre el castillo. A las órdenes de Foia todo el año bien cumplido menos tres días que cambia su mono azul desteñido por el chaleco bordado de la filà de Judíos. Su alegría es contagiosa, su buen humor, admitido por cuantos le conocemos y a su lado hemos vivido los tres días de las Fiestas teniéndolo como amigo. Simpático, gran festero, en el baile animadísimo, ingenioso y ocurrente, amigo de sus amigos. En la filà le conocen como mascle de apellido. Cuando la fiesta se anima y el licor-café ha subido más allá de los turbantes sus chispazos de prodigio, me pides siempre discursos mi buen amigo Juanito. La callada por respuesta, me coges desprevenido. Que te sirvan estos versos como un gran abrazo mío, que porfuerza habré de ser mal poeta, y buen amigo. Aunque vuelvan siempre Abriles, sin ti no habría castillo ni la broma y la alegría 183
en la filà de Judíos. Que a tu lado siempre hay fiesta por tu cara de domingo".
NO, A LA DOBLE ESCUADRA. El 7 de abril de 1974, dícenos el libro oficial de la filà, en junta, se avisó "que la hoja total tendrá que estar cubierta antes de que finalice el año", pasando luego al nombramiento de dianas y escuadras. En la de mayo, el día 12, a las once de la mañana, tras la dación de cuentas, se comentó lo de hacer doble escuadra en la entrada, pero por mayoría quedaba aprobado se continué con el mismo sistema que venía utilizando". Es curioso; desde que se quiso introducir esta variante, los Judíos dieron siempre su no rotundísimo, cuando ellos fueron quienes en la asamblea de la Asociación de 20 de enero de 1952 —recordémoslo ahora— hicieron una propuesta para que se permitiera sacar dos escuadra en la entrada de moros, opinión que no prosperó. En el acta que estamos resumiendo, la del 7 de abril del 74, se manifestó por la presidencia que "todo individuo, que realice el acto de Gloriero Oficial en la calle, vendrá obligado, a cumplir al año siguiente, en las casas Benéficas del Hospital y Preventorio. Caso de incumplimiento se le sancionará con cinco años sin cargo"; asimismo, en el punto 7 , se "aprueba por unanimidad: Que toda persona varón de diez y ocho años en adelante, que quiera ingresar en la Filà como festero activo deberá vestir el traje durante cuatro años, sin ningún derecho a cargo alguno, dándosele el quinto el acto de Diana, y entrando a formar parte este mismo año en la lista de la escuadra." El alud de socios iba dificultando la concesión de puestos en el desfile, y poco a poco se fue cambiando la normativa interna: partir la escuadra (arrancà, y San Lorenzo); instituir una especie de "roda"... a
JORGE BELTRÁN MATALX (1923-1974). El día de Navidad de 1974, falleció Jorge Beltrán Mataix. Su repentina muerte sobrecogió a todos. El "In memoriam": que le dedicó el Programa oficial de 1975, fue así: "Su carácter netamente alcoyano, alegre, entusiasta... su amor sin límites por la fiesta nuestra, han hecho de Jorge Beltrán la imagen del fester puro, trabajador, entregado sin reservas a cuantas misiones se le encomienden. Así, fue Primer Tro de la filà Judíos y, así, en 1969 fue proclamado vocal de la Junta Directiva de la Asociación de San Jorge, entidad a la que ha servido hasta unas horas antes de su óbito con lealtad y con eficacia totales. Jorge Beltrán no ha sido el intelectual de los moros y cristianos. El ha desempeñado otro papel tan imporotante como aquél, el de ser el hombre práctico, el hombre que vence obstáculos, que emprende trabajos que después, la mayoría de las veces quedarán anónimos. A Jorge Beltrán no le importaba el aplauso personal, a él le interesó siempre el bien común, que las cosas saliesen acertadas, y que el éxito fuera de todos. Él quería reunir todas las pequeñas y diminutas gotitas de agua para transformarlas en un caudaloso río. 184
Y este fue su menester en las comisiones en las que estaba encuadrado; en ropería, en la específica de los actos festeros, en la de festivales y en la de preparación del VII Centenario de San Jorge. Con él se nos ha ido a todos un poco de nuestra propia vida, porque Jorge Beltrán sabía, en cada momento, aguzar el ingenio y aplicar el buen humor. Porque él sabía rogar a Dios a la vez que daba, tal y como quiere el refrán popular, con el mazo. Desde 1941 y hasta 1974, treinta y tres años ininterrumpidos de vestir un uniforme, un traje, el de la filà Judíos, que él acariciaba cada primavera, porque entendía como Fester de pro, que vestir de Moro o de Cristiano no es patante de corso, y que el traje imprime carácter".
EN
1975.
A 23 de marzo de 1975, presididos por don Silvano Galiana, hay general ordinaria en los Judíos, "quedando las escuadras de la siguiente forma: Arrancar. Cabo, Enrique Blanes Santonja. Escuadreros, Humberto Andrés Satorre, Jorge Monllor Raduán, José L. Blanes Cerdá, Jorge Blanes Cerdà, Francisco Cardenal Pérez, Antonio Mompó Soler, Rafael Santonja Sanus, Rafael Company Bonastre, Silvano Galiana Gómez, Enrique Blanes Sanz. Acabar.- Cabo, Francisco García Reig. Escuadreros, Rafael Verdú Ponsoda, Jorge Verdú Ponsoda, Javier Ripoll Pérez, Jorge Lloréns Navarro, Rafael Moltó Montava, Carlos Moya Lavirgen Roque Monllor Doménech, Jorge Blanes Sastre, Antonio Arnau Ventura, Manuel López Nicolás, José L. Blanes Boronat, Antonio Mompó Pérez, Jorge Monllor Blanes. La diana quedó formanda de la siguiente manera: Arrancar.- Cabo, Remigio García Figuerola. Dianeros, Juan Gisbert Domínguez Alfredo Solbes Belda, José Sempere Candela, Víctor Pastor Vilaplana, Juan Pérez Vañó, Enrique Villar Pascual, Ramón Mullor, José Pascual Tomás, Jorge Peidro Pastor. Terminar.- Cabo, Rigoberto Picó Candelaria, Dianeros, Camilo Espí Vicedo, Justo Mora Iglesias, Salvador Blanes Boronat, Rigoberto Picó Sanjuán, Luis Ferre Nadal, Tomás Agulló Payá, Miguel Verdú Jordá, José Real Martí, Fernando Monllor Carbonell, Antonio Masiá Samper". La de mayo, el día 11, sube la "hoja", que "quedó establecida en cinco mil pesetas, repartidas de la siguiente forma: Creua, mil pesetas, pagaderas hasta el Domingo de la Dina; Mig any, media hoja, o sea dos mil quinientas pesetas; Final de Año (Diciembre), Hoja cubierta". A finales de 1975, la Asociación monta una muestra pictórica de los diseños de las filaes, a la que contribuyeron los Judíos con tres obras: Óleo de Luis Solbes, Óleo sin firma de finales del XIX, Óleo sobre marmolina, de F. Cantó, comienzos del siglo actual.
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Capítulo XXIII SÉPTIMO CENTENARIO PREPARACIÓN. En 1976, Alcoy conmemora el séptimo centenario del patrocionio de San Jorge. Se nombran comisiones en la Asociación y en el Ayuntamiento, se engalanan los barrios, se vuelve a iluminar con bombillas el campanario de Santa María, la imagen del Patrono recorre las distintas feligresías, se recaba la adhesión de todos. Deportistas, aficionados al teatro, cleros de las parroquias, entidades culturales y recreativas, programan un sinfín de actos para conmemorar la centuria. Se acomodan las fechas. Siendo el 18 de abril Pascua de Resurrección, poco tiempo hay para tanto alborozo, y se conviene en aplazar los moros y cristianos a la última semana de mayo. "Reunida la filà Judíos, en el salón de actos de la Asociación de San Jorge, y en su Junta General Ordinaria", el 11 de abril de 1976, se reparten y votan los cargos. "El Primer Tro dice que tratándose del año del centenario cree conveniente sacar como prueba doble Escuadra, la de delante normal y la de detras con delantal y larga barba, aprobándolo la Asamblea, pero recordando que era solo para este año". Las formaciones "quedaron establecidas de la siguiente manera: arrancar.- a) Escuadra con delantal. Cabo, Juan Miralles Mira; Escuadreros, Juan Gisbert Domínguez, José Sempere Candela, Alfredo Solbes Belda, Remigio García Figuerola, Enrique Villar Pascual, Antonio Vilaplana Ferrándiz, José Sempere Aura, Gilberto Pastor Jordá, José Ferrando Candela, José Monllor Raduán. b) Escuadra sin delantal. Cabo, Silvano Galiana Guardiola; Escuadreros, Luis Ferré Nadal, Armando Gosálbez Payá, Antonio Bernácer Vicedo, José Pastor Arques, Miguel Vicéns Ibáñez, Camilo Espí Vicedo, Miguel Verdú Jordá, Tomás Agulló Payá, Antonio Peralta Pastor. Terminar.- a) Escuadra con delantal. Cabo, Rafael Escoda Martí; Escuadreros, Justo Mora Iglesias, José Pascual Tomás, Ramón Mullor Sempere, Víctor Pastor Vilaplana, Juan Pérez Vañó, José Sanjuan Reig, José Pérez Llopis, Julio Pérez Valor, Alfonso Llorens Agulló, Antonio Montero Sánchez, Rigoberto Picó Sanjuán, José Sempere Vicedo. B) Sin delantal. 186
Cabo, Lirio Satorre Torres; Escuadreros, Herminio Álverez Cano, Francisco Lario Santonja, Vicente García Calatayud, Roque Pascual Clemente, José L. Gosálbez Payá, Javier Gisbert Montaud, Fernando Jornet Pastor, José Real Martí, Carlos Bernabeu Jordà, José L. Seguí Belenguer, José Pérez Valor, Roque Monllor Domènech".
LA FIESTA. "La gloria oficial, la del domingo de Resurrección, tuvo lugar el día 18", representando a los Judíos, Jorge Peidro Pastor; y el 23 de abril "se celebró la Gloria Centenaria y Antigua —dícenos Espí Valdés— que con tanto interés, tanto amor, habían preparado las distintas filaes, preocupándose de reavivar los antiguos indumentos festers de comparsas ya desparecidas o de otras que, a lo largo de los últimos cien años han ido modificando sus prendas y cambiando su apariencia más primitiva. Hay que aplaudir el buen gusto, la ilusión demostrada, el interés, la postura y el gesto de quienes dieron vida, después de tantos años de ausencia, a Capellanes, Tomasinas Viejas, Somatenes, Rífeños, Sequetes, Garibaldinos, Estudiantes, De Cuán, Tapiadores, Beduinos, Moros Elegantes, etc. etc." En esta muestra excepcional, vistió el atuendo reproducido de los sultanes, Juan Gisbert Domínguez. La exhibición fue apoteósica, muy conseguida, Hasta algunna prenda era todavía del pasado siglo, oliendo a arcón. Aleluyas y "comparsas" caían por doquier. La de nuestra fila, firmada A.S.S., cantaba: "Ací tenim a un Judio nascut al poble d'Alcoi, que en festes du tal comboi tal distinció y senyorio, que sols fent bon montepío pot quedar com un cadí. No te rencors ni verí i és amic de tot lo món, puix pa ell lo mateix són el yanki que el palestí". El dia 25 de abril tiene lugar la Gloria Infantil, vistiendo de Judío el niño de nueve años, J . Carlos Satorre Orts, que con su candor y gallardía paseó la pequeña espingarda por todo el itinerario, aunque no mostró este acto ninguna novedad, dejó como siempre, un buen sabor, y los alcoyanos agradecieron la pincelada de terneza. Es una buena escuela preparatoria de festeros, y últimamente son muchas las familias que pugnan para que uno de sus pequeños, a edad apropiada y con la estatura requerida, alcance esta satisfacción. Las magníficas fiestas centenarias, esta vez cuatrilogía y plagadas de preciosos 187
castillos de fuegos artificiales, se desarrollaron del 27 al 30 de mayo: El primer día se repitió, por la mañana, el pasacalle de los antiguos "maniquís", pues la entrada de cristianos se hizo por la tarde. La de moros, el 28, lució muchísimo, con Armando Ferre por capitán con los Verdes; seguía la Llana, y luego los "Judíos y su regio alcázar-mezquita", con la Unión Musical Albaidense, que interpretó "El Negro Sansón" y "Exodus", marchando en doble escuadra según las modalidades que se habían acordado.
OTROS DE 1976. El 13 de junio de 1976 se reúne nuestra comparsa: "El Primer Tró, presentó a la Asamblea, el proyecto de adquisición de un nuevo local, que tras varios comentarios se aprobó; continuó diciendo que proponía fijar la hoja en 6.000 ptas., poniendo miras al local, y el nuestro alquilarlo o venderlo". Ante ello, se hace junta general extraordinaria el 10 de noviembre, y al fin se toma en alquiler un amplio inmueble en la calle Orberá, número 10. En la nueva sede se invierte 1.775.000 pts., cosa que asusta a muchos, pero el desequilibrio económico se soluciona con la venta, en 1978, del antiguo local de la calle San Blas. A los acordes del Himno de Fiestas, el 3 de diciembre de este 1976, recibió el Casal de Sant Jordi la visita de Sus Majestades, Don Juan Carlos y Doña Sofía; formando hilera de honor los primers trons ataviados con sus respectivos trajes, el diseño de los judíos estuvo presente en aquella regia mañana, y los festeros posaron en histórica fotografía junto a los Reyes de España.
1977 Y 1978. Obras, planos, esperanzas. Los Judíos transforman el nuevo domicilio, buscan apoyos, secundan los quehaceres de la Asociación de San Jorge. "Cavaller del Miracle que en célica victòria has vingut a l'almena cavalcant entre el blau. Pel pálpit d'aquest poble que venera ta glòria, fes-nos la creu alegre i el camí mes suau". (J.V.) Todavía la junta del 3 de abril de 1977 se reúne "en el salón de actos de la Asociación", y en ella se forman las listas de diana y escuadra, y a continuación "el Sr. Galiana hizo una pequeña demostración de la nueva cantimplora para el disparo, indicando que la compra de la misma es libre". El 6 de mayo, según el libro de actas, se aprueba la "hoja" en 12.000 pesetas, a pagar en tres plazos, y se constituye nueva junta, con Francisco García Reig por pirmer tro, Enrique Villar, Darrer tro, y Alfredo Solbes, secretario. A 12 de marzo de 1978 hay asamblea extraordinaria, para estudiar una posible "rueda", insistir sobre la doble escuadra y apuntar aspirantes para los negros de 1979. Días más tarde, el 17 de marzo de 1978, tiene lugar la general ordinaria 188
para reparto de puestos, y al pie del acta, se añade un apéndice: "El día 23 de febrero ppdo... en el local social, con asistencia de toda la Junta Directiva de la Asociación de San Jorge, Mayorales, Consellers y Autoridades locales (se celebró) el rendio homenaje al número uno y Judío de Honor, D. Juan Gisbert Domínguez, por sus muchos años al servicio de la Filà y de la Fiesta, que recibió de manos del Primer Tro D. Francisco García Reig, después de unas breves palabras, un pergamino acreditativo a su nombramiento... Acto seguido se sirvió un típico vermuth, con ensayo, terminando el acto a última hora de la noche". El 12 de mayo "reunida la Filá Judíos en su local social", acuérdase subir la fulla a 14.000 pesetas, hablándose posteriormente del "borrador reforma Reglamento"; normativa que se discute ampliamente en junta extraordinaria habida el 17 de noviembre, aprobándose las nuevas modificaciones. Otra extraordinaria se hace el 15 de diciembre para tratar la reestructuración de la Fiesta propuesta por la Asociación: "No rotundo" a la instauración de la "roda" de filaes, a la doble escuadra y al posible cambio de itinerario.
DE 1979. "El viernes 20 de abril —recurrimos a la crónica de Adrián Espí—, al finalizar los actos religiosos se celebra la cena de confraternidad festera, a la que asiste el nuevo y recentísimo elegido alcalde José Sanus Tormo, con el igualmente recientemente salido Alberto E. García Rodríguez". Don José Sanus y sus concejales (uno de ellos de los Judíos: Jorge Peidro Pastor) habían tomado posesión el día anterior, 19, encargándose de la comisión de fiestas Vicente Boronat Vercet. La alcaldía, en plebiscito democrático, pasó a buenas manos, un hombre dispuesto a trabajar por Alcoy y por su fiesta. En su primera proclama de la Revista, la de 1980, escribe José Sanus: "Desde la Fiesta es posible otra convivencia, más real y auténtica. La nueva Corporación Municipal confía mucho en estas oportunidades que, cada año, los alcoyanos ensayamos con un rigor y una espontaneidad extraordinarias". Desde el primer día, el alcalde acogió con calor la problemática festera, y hasta hoy, con enramadas, subvenciones, alientos y aportaciones, se ha volcado en todo de forma extraordinaria, vistiendo en la ocasión las prendas de festero. "Nosotros no quisimos transformar el mundo —dice en su alocución del Programa de 1990—, sino, más modestamente, cambiar la vida, que no es una renuncia, sino una táctica. Esto, al menos en abril y en fiestas, es posible. Dejemos que el corazón, por unos días, se haga mito y ensueño". Los Judíos, tienen junta ordinaria el 8 de abril de 1979, abordándose los asuntos propios de la reunión de Ramos. Luego entraetes, olla, y las grandes jornadas.. Como anecdótico digamos que, en 1979, los Judíos, en la Diana salieron de la plaza a las 7'04; de la avenida del Generalísimo, a las 7'41; del Partidor a las 8'28, llegando a finalizar a las 8'59. Por la tarde, y este año tienen escuadra de negros "tradicional, con muchos plumeros y abalorios... capaz, por su pintoresquismo,
de llamar la atención y provocar el aplauso que, indudablemente también cosechan los escuadreros con esa Estrella de David, a la espalda", y que se vio abucheada por un no culpable retraso (el camión de bomberos de urgencia, cortó el desfile). Nuestra comparsa, en el centro, comenzó la entrada a las 5'55 horas, pasó a las 6'25 por delante de la tribuna de autoridades, y llegó a Santa Lucía a las 7'20, invirtiendo las escuadras en su recorrido total unos 86 minutos. Así nos lo atestigua la minuciosa crónica de Adrián Espí. La banda de Albaida acompañaba a los "blancos"; los "esclavos" iban con la Unión Musical de Ibi. "Unión de corazones, gentileza, una aurora de paz, fragante rosa de una raza potente y generosa que con pasión trabaja, canta y reza. Un anhelo de vida y de belleza, tradición popular y religiosa que el alma llena de ilusión gozosa... la Fiesta encierra en sí tanta grandeza". (G.B.C.) La junta de mayo de los Judíos se celebra el día 3. En la misma se habla detenidamente sobre irregularidades en la escuadra de negros de la pasada entrada, de la forma como se hizo el maquillaje, etc. y aunque se pidieron responsabilidades, se optó por no aplicar sanciones. En esta asamblea salió elegido nuevo primer tro don José Luis Blanes Cerdà, y secretario don Juan Tomás Ruiz.
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Capítulo XXIV LOS OCHENTA AIRES DE RENOVACIÓN. Todo se ha hecho grande, a veces inabarcable, difícil, caro, agresivo. En nuestra ciudad no caben más vehículos; los precios conocen un alza impresionante; las bandas de música cuestan un dineral; el festero tiene que hacer un verdadero y estimable ahorro para poder salir a la fiesta. Pero las filaes cada día aumentan en número de socios. No obstante, la tradición se robustece y arrolla y salta todos los obstáculos que la vida pone. A 28 de marzo de 1980 se tiene junta general ordinaria en los Judíos, eligiendo a don Fernando Miró para gloriero, y para cabos a don Enrique Blanes Santonja y don Enrique Villar Pascual para la escuadra, y a don Rafael Escoda Martí, y don Carlos Moya para la diana. Alcoy se viste de gala, abre su feria, ilumina la calles, llena de emblemas y banderolas su plaza. "Gallardetes al viento de colores con despertar de abril sois la hermosura, trenza ondulante, ingrávida figura, que vibra a los clarines ruiseñores. Paleta, pulso azul de mil pintores, bandera tremolante, airosa y pura, de mi fiesta alcoyana criatura que en el campo de Marte sois las flores. Heráldica de púrpura evangélica, oración y estameña frayangélica se deslizan en rampa medieval. Grímpolas estallando en primavera a la aurora le nace hoy festera la cruz y media luna aquí triunfal". (A.R.C.) 191
UNA "ARRANCÀ" DE LA ESCUADRA. Hay un balconcillo recoleto, humilde, ya primera casa de San Vicente, que todo el año permanece cerrado, imperceptible. Pero el 22 de abril es tribuna, altavoz, y suprema dirección de la Fiesta. Micrófono en mano, ocurrente, mandando, rogando, suplicando, con la seriedad y compromiso que la ceremonia requiere, pero sazonando la actuación con frases alentadoras, amables y hasta chocantes, un directivo de la Asociación va anunciando los turnos de salida en las entradas. Plano en mano, lista recordatoria al lado, su laringe es un continuo pregón... Hasta nombres de los actuantes recita. ¡Que arranque el capitá!... ¡Carroza avant!... ¡Preparada la filà tal!... ¡Esa banda!... Llega la hora de los Judíos; la tarde y la entrada de moros luchan titánicamente con Cronos. Revista de impedimenta; las parejas abren fila, los diez escuadreros están, armas en descanso, medio puestos en su hilera Tajantes consejos de la comisión. Cuidado en la estatura; los más altos a las puntas. La música sólo inicia una cadencia de timbales, como empujando para que la serpiente multicolor avance. Del balconcillo surge la orden, ¡Avant, Judíos! La percusión sube el tono; el director alza el brazo y comienza la melódica marcha. Diez afortunados sienten una conmoción medular, un no sé qué, una agitación anímica hipnotizante. El mozo ayudante entrega el sable a Enrique Blanes, y le enciende el "Partagás" que sujeta entre dientes. La música es una vorágine de notas y contracantos, de armonías orientales y batientes bombos; un devaneo de arpegios y gongs. Los escuadreros, firmes, capote enrollado, con la tez morena por secretos afeites, sugestivos, taquicárdicos, con destellos en la mirada, señalan al unísono el primer paso que el cabo ha recogido del vibrante parche de la caja. Quico empuña el sable, lo enarbola, casi lo iza cual bandera, envía un "¡gracias!" al "pregonero", dibuja un trazo en el aire como si cortara con su gumía la vaporosa estela que el cigarro despide, y sus pies rompen en danza ritual. Las escuadra se apiña, se balancea, se transfigura. Son las cinco y media de la tarde, y son diez Judíos en un bloque compacto, pétreo, extraordinario; un sincitio de espíritus transmutados; un trenzado de codos y caderas; una gama cromática de oro y rosa; un milagro que recogería irreverente paleta; un cosmorama que pendulea... Las carracas y las sonajas tiemblan, obedecen a los palos del percusionista, emiten a su modo, corcheas y semicorcheas, fusas y semifusas, reverberan, protagonizan, pero se estrellan conta la madera y el metal de la Unión Albaidense, se pliegan al cántico de los oboes, enmudecen y rebrotan. Los escuadreros se embelesan, se yerguen, se anegan en los arabescos de la marcha. Hay un bosque de personas en ventanas y terrazas, que gritan y jalean al impúdico y litúrgico contoneo de los Judíos. Quico se crece, se aferra al arma, y demuestra lo que es una arranca. Bravos y vivas, alcoyanos que aplauden, mocitas que mueven sus pupilas sobornadas por el sable danzarín, que clavan sus ojos en el surtidor de fuego que despiden los rojos labios de los figurantes. Lava sísmica arrojan los bordados jubones del diseño. 192
Del balconcillo parte la última consigna, y los Judíos inician, limitados por la alameda de sillas, el descenso a Sant Nicolauet. La armónica partitura ha encontrado su proporción,, los ejecutantes, su equilibrio; el cabo se ha despegado de sus hombres, la gente no cesa en alabanzas, y los hijos de David, siguen el salmo majestuoso de la entrada mora. El banderín ya alcanza la Font Redona, el paso se apresura, la agrupación de Albaida luce sus habilidades, y el cop, con la chiquillería muestra la capa como cerrando en blanco la pincelada en rosa de los Judíos. Paladines de San Jorge, infantes de Israel, fingidos conversos medievales discípulos de Maimónides, habitantes de Mariola y el Carrascal, bajan con hachas y palas. ¡Anem, Judíos!
LA FILÁ. El 11 de mayo de 1980 hay junta, inscrita en las actas, que confirma primera tro a don José Luis Blanes Cerdà, marcándose en 16.000 pesetas la "hoja festera, todo incluido menos el gasto de pólvora", pasando a estudio la conveniencia de confeccionar el pantalón con tela acrílica. En 1981 crean los Judíos un equipo de fútbol-sala: alientos, deportividad... pero nulidad de recursos. El grupo se compromete, en principio, a autofinanciarse, mas tiene que recurrir a otros auxilios, erigiéndose en patrocinador don José Monllor Raduán y otros individuos. Jorge Blanes Cerdà y Juan Tomás Ruiz son elegidos mayorales de la Asociación de San Jorge, y el niño José Luis Grau Muntó gana en abril de 1984 el concurso de cabos para la gloria de los peques, haciendo de sargento en el bando cristiano. "Hay dulzura infantil en la mañana quieta!" Los gastos han crecido, los percios se han multiplicado, pero los Judíos, con ciudada administración mantienen un balance positivo. La fulla ya no se paga en la "mesa larga", se remite a trámite bancario. ¿Enfría esta modalidad la relación humana de antaño? Pocos asisten los domingos a la tertulia; el coche, las playas, el trocito en el campo, están en boga; ahora es la noche del viernes la de mayor asiduidad. La fibra artificial desplaza en parte a la seda, la cerveza al café gelat, el marisco a la pescadilla, la camioneta al mozo cargado de espingardas. No obstante, una costumbre permanece: el paraje de la dinà de junio. El bucólico festín continúa en la masía de Celedón. Bromas, confraternidad, chascarrillos, canciones... sol. Más de una vez, al aliento del cabo "¡de a uno!", todos los de la larga escuadra, al son de la charanga, se han metido, sin pensarlo en la piscina hasta salir por la otra parte completamente mojados. Los años y acontecimientos transcurren, y el libro de Actas es inclemente. El 5 de abril de 1981, la general ordinaria recomienda mayor disciplina visto el auge que han tomado los festejos de moros y cristianos, y en mayo, el día 15 se aumenta el recibo hasta 18.000 pesetas, abonables en cuatro plazos, comentándose el percance de la primera diana "en que faltaron las armas al empezar". El 3 de abril de 1982 hay junta reglamentaria, en la que se reparten escuadras y dianas, advirtiendo el primer tro que, para cualquier duda, la directiva estaba a 193
la disposición de todos en sus acostumbradas reuniones de los martes. La sesión de mayo fue el día 14, aprobándose "como hoja de Fiesta la cantidad de 20.000 pts". En el 83, la llamada de Ramos fue el 18 de marzo; se informó que se abría lista para "la comida de hermandad a celebrar D.m. el próximo día 23 de abril en el Círculo Industral", y se procedió a la relación de las formaciones festeras. La de mayo, el 20, conoció la "Memoria de la Filá, durante el año Festero de 198283", y por renuncia del sr. Blanes Cerdà asume el cargo de primer tro don Rigoberto Picó Sanjuán. El acta de la asamblea extraordinaria de 3 de diciembre de 1983, explica los puntos que se tocaron: "Nombramientos de Negros para Alférez y Capitán, Tema Fontilles".
PARTICIPACIÓN EXTERNA. En su manifestación callejera, la crónica oficial de 1982, apunta que tras los Miqueros, muéstrase "impecable la entrada de los Judíos, presididos por el banderían de la filà, reformado hace un año, acompañados por el arreglo de Exodus, de la película del mismo título. "Salían del Partidor a las 6'40 de la tarde, finalizando al dar las 8; hora y cuarto se había invertido en tan largo recorrido. La diana marchó a los acordes de "María Linares, pasodoble de Manuel Boscá Cerdà. En 1983 repite la banda de Albaida "Éxodo", y en la entrada de 1984, "Ramfer", de Miguel Picó Biosca, precediendo a la escuadra muchos Judíos, de tres en fondo, arropando a niños y alevines "en perfecta formación compacta y armónica". Los dianeros habían arrancado con "Brisas de Mariola", de Francisco Esteve Pastor. De 1985 se dice en la memoria de Espí Valdés: "Los Judíos y la Unión Musical Albaidense desfilan en la entrada, agrupando a los festers de cuatro en fondo en sustitución de las tradicionales parejas, que ya se han olvidado prácticamente". La filà salió a las 7'15, terminando a las 8'20 de la tarde. Y al decir "salió", "el verbo salir alcanza su pleno significado; implica pasar de dentro a fuera —glosa Alfonso Carbonell—; no actuar solamente en el ámbito recoleto del local social, sino exteriorizar entusiastamente el alma festera bajo el cielo abrileño..." "Eixa llum que los cels ilumina com rellamp d'insistent resplandor, y eixa imatge que'en nuvosl contemple coronada d'un nimbe de foc, en al dextra empuñant la saeta, en l'esquerra domant lo bridó, es Sent Jordi, Sent Jordi el invicte, entre els mártirs insigne y gloriós".
HOMENAJE A LA POLICÍA NACIONAL. El 23 de abril de 1982, en "un sencillo pero entrañable acto —cuenta "Ciudad" 25-4-82— en la filà de los Judíos y en presencia del Presidente de la Aso194
dación de San Jorge, el Primer Tro de la misma hizo entrega de un pergamino a la Policía Nacional en la persona de su Capitán y Jefe de la Guarnición, Jesús Cardesa Biesa, durante una comida. El Primer Tro, en breves palabras, puso de relieve los desvelos y sacrificios realizados por la Policía Nacional en beneficio de las fiestas de Alcoy. Expresó su deseo y el de toda la filà, para que el citado pergamino se conserve en el acuartelamiento. Acto seguido hizo uso de la palabra el Capitán Jefe de la Guarnición, para agradecer la deferencia que habían tenido para con la Policia Nacional, al ofrecerle tan preciado recuerdo, prometiendo se conservaría y exhibiría con afecto, reiterando que la Policía Nacional "sólo se limita a cumplir con un deber para con el pueblo de Alcoy", aumentando en estos días sus horas de servicio para que "las Fiestas alcoyanas se desarrollen cumplidamente". Seguidamente tomó la palabra el Presidente de la Asociación de San Jorge alabando la labor realizada por la Policía Nacional en el desarrollo de las Fiestas alcoyanas".
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Capítulo XXV VIDA DE LA FILÁ DEL LIBRO DE ACTAS. El 7 de abril de 1984, hubo sesión ordinaria para nombrar glorieros y escuadras. La de mayo fue el día 26: en ésta, el primer tro explica "que la finca que se ubica nuestra Filà, está embargada a su Propietario... y que sale en Alicante en pública subasta el próximo día uno de junio, por una cantidad de 2,700.000 pts.:, decidiendo intentar su compra por lo que "irán a Alicante el referido día primero de junio, D. Roque Monllor y D. Herminio Álvarez" . La creuà se fija en 25.000 pesetas. La obsesión del local es el Norte de la directiva; sería muy conveniente asentar la sede, ser dueños del inmueble, introducir las mejoras que precisa. A tal fin, se tiene pensado practicar algunos cambios, pues desde 1976 en que se estrenó, en los bajos de un edificio de la calle Orberá, la exigencia en comodidades e higiene instaban a procurar reformas. Pero siempre que los Judíos fuesen propietarios. Para comunicar el estado de las gestiones, hay una asamblea extraordinaria el 19 de octubre de 1984, en la que, además, se presenta la nueva tela para pantalones. La junta preceptiva de Ramos se tuvo, en 1985, el 30 de marzo, con los consabidos asuntos de trámite. La Revista de la Asociación de ese año inserta un emotivo artículo de Jorge Peidro Pastor, "Homenaje a nuestro bisabuelo paterno, don José Peidro Blanquer", subtitulado "El fundador de una dinastía festera": "Tu recia personalidad humana y alcoyana, nos fue relatada, muchas veces, por nuestro padre, tu nieto Ismael... Pensamos que debes sentirte satisfecho de tu larga y activa descendencia festera y alcoyana, hasta la quinta generación al día de hoy..."
CENSO FESTERO. En estos comienzos de los ochenta, pertenecen a la filà Judíos, los siguientes individuos: 196
Juan Gisbert Domínguez J o s é Monllor Raduán Eduardo Guillem Miró Jorge Monllor Raduán Enrique Blanes Santonja Fernando Monllor Raduán Juan Miralles Mira José Luis Blanes Cerdà Remigio Muntó Martínez Alfredo Solbes Belda Armando Gosálbez Moltó Antonio Vilaplana Ferrándiz Jorge Blanes Cerdà Remigio García Figuerola Francisco Cardenal Pérez Antonio Mompó Soler José Luis Blanes Boronat Salvador Blanes Boronat José Sempere Candela Francisco García Reig Justo Mora Iglesias Jorge Blanes Sastre Enrique Villar Pascual Enrique Muntó Martínez Roque Monllor Domènech Juan Pérez Vañó Lirio Satorre Torres Rigoberto Picó Sanjuán José Pascual Tomás Rafael Escoda Martí José Sempere Vicedo Rafael Santonja Sanus Emilio Cerdà Giménez José Pastor Arques Antonio Arnau Ventura José Luis Gosálbez Payá Enrique Blanes Sanz Jorge Monllor Blanes Juan Herminio Álvarez Cano José A. Real Martí Ángel Torres Serrano Miguel Vicéns Ibáñez Jorge Barrachina Ibáñez Juan Tomás Ruiz Jorge Lirio Satorre Orts Vicente García Calatayud Rafael Moltó Montava Arturo Berenguer Llopis Fernando Miró Jordá Juan M. Guerrero Felipe Carlos Moya Lavirgen
Rafael Company Bonastre Juan Luis Aleixandre Gilberto Sempere Pastor Mauro Monllor Blanes Fernando Monllor Carbonell Antonio Fernández Monllor José Luis Sanz Ortiz Juan Carlos Satorre Orts José Luis Coloma J o s é Antonio Montero Sánchez Antonio Evaristo Bernácer Vicedo Alfonso Lloréns Agulló Jorge Peidro Pastor Diego Monllor Carbonell Javier Gisbert Montand J o s é Pérez Llopis José Luis Pérez Valor Julio Pérez Valor Antonio Masiá Samper Carlos Bernabeu Jordá Marcos Bernabeu Jordá Fernando Jornet Pastor José Luis Grau Fons Santiago Lillo Gisbert Francisco Santacreu Vaello Emilio Calatayud Vallés Miguel Pérez Tormo J o s é Caamañes Lloréns Hermesías Montero Sánchez Antonio Verdú Jordá Antonio Carrasco Fernando Gascó Orts Antonio Gascó Orts Javier Herrera Company Antonio Jordá Pascual Gabriel Vicens Botella Emilio Masiá Samper Pedro L. Lloret Domènech Rafael Company Barber Carlos Bordehore Ortolá Jaime Mira Conejero José L. Gisbert Payá Federico Fandos Fernández Francisco Asís Caerols Santiago Molina Linares Luciano Candel Ruiz J o s é Jorge Gisbert Cabrera Francisco Rodríguez Candel Francisco J . Masiá Samper J o s é M. Pérez Bosch Ignacio Sanz Ortín
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Antonio Masías Sánchez Francisco Adrián Ferry Payá Santiago Peydro Tomás Enrique Calles Mira Mario Botí Cuevas Fernando Reig Osuna Miguel J . Albero Mínguez Joaquín Ibáñez Calafat Rafael Silvestre Soler Luis Miguel Verdú Jordá José Muntó Vicéns Ramón Mullor Sempere Roque Vicent Botella Alberto Pérez Gisbert Manuel Vicedo Gil Javier Monllor Mengual J o s é Vicente Juan Pérez Francisco Emiliano Fernández Lirio Jesús Pascual Leva Ignacio Santacreu Vaello Jorge Vañó Bardisa Santiago Mataix Vicéns Francisco Rubio Calabuig José M. Rico Doménech Miguel Blanco Romero Antonio Masiá Castro José Vicente Llopis Monllor Jorge Pascual Coloma Manuel Aguilar Cortés Jorge Sanz Miralles Ismael Sellés Company Antonio Ruiz García Vicente Catalá Vidal José A. Picó Monllor Rafael Pérez Orts José Ofelio Torregrosa Valor Angel Matías Valor Juan I. Ponsoda Gilabert Enrique Valls Vañó Domingo Martínez Barroso Alfonso Vidal José Pastor Galiana
Francisco J . Moltó Aguilera Arturo Berenguer Barrachina Jorge R. Aguilera Alfonso Lloréns Picó Jorge Vicent Cortés David Moltó Aguilera Jorge F. Llario Jornet Javier Santonja Aparicio Gabriel Vicent Vila David Caamañes Lloréns José Gisbert López Ángel Montero Moreno Jorge Montero Aura José Luis Gosálbez Albero Daniel Seguí Real José Luis Grau Muntó Alberto Grau Muntó Juan Álvarez Sempere Juan Calles Mira Mario Santacreu Mira David Mañas Ferre José Vte. García Martínez Mario Botí Andrés Jorge I. Company Barber Fernando Company Barber Luis M. Verdú Jordá Ignacio Bernabeu Martínez Iván Aracil Santonja Javier Mayor Coloma Ismael Mayor Coloma José Sempere Espí José Moral Cantó Jorge Peydro Font Oscar Rubio Navarro Fernando F. Llario Jornet Jorge José Pascual Llopis José Javier Llopis Martí Ramiro A. Botella Vicéns Rubén E. Botella Vicéns Jorge García Martínez Sergio Rico Albors Mesías Montero Aura Fernando Miró Vicéns Enrique Villar Aura Enrique Valls Zoco Olimpio Valls Zoco Manuel Aguilar Climent Javier Aguilar Climent Jorge Álvarez Sempere Isaac Sellés Gras Sergio Sempere Miró
Infantiles y cadetes Francisco García Carrillo Jorge A. Montero Sempere Carlos Moya Sempere Jorge J . Tomás Gil Joaquín Domínguez Orts Carlos Domínguez Orts
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REFLEXIÓN. Detengamos un poco nuestra reseña. Recapitulemos. Evaluemos el revoltijo de datos que hemos aireado, exprimamos su contexto y en seguida veremos que las crónicas dibujan el perfil espiritual del "Judío". Cuando la fiesta llega a empapar el alma de un alcoyano, de impacto superficial pasa a fenómeno trascendente; poco a poco se entremezcla con la intimidad del sujeto y al fin adquiere la categoría de existencial, de esencial. Entonces no será un conductismo meramente orgánico el que guía sus impulsos en tal o cual día de la trilogía, no bastará la reacción desencadenada por un estímulo a fecha fija, sino que habrá un comportamiento eficaz, perenne, conjuntado, que marcará con sello indeleble el ordinario quehacer de ese alcoyano. Ser Judío no consiste tan sólo en la participación en ciertos ritos folklóricos portando el atuendo de gama rosada, sino ante todo, en una transformación radical de la existencia entera, una inmersión total en el andamiaje de la fiesta, en el convivir de la filà. Por eso, el auténtico festero, al ponerse el traje de moro, al arroparse con los bordados del diseño y la blanca capa, al vestir la seda y empuñar las espingarda, en abril, no cambia sustancialmente; con este gesto tan sólo se exterioriza lo íntimo, lo esperado, lo que se vive perpétuamente. Frente a toda especulación, ser Judío significa sentir algo que está aconteciendo constantemente: alcoyanía, bondad, fe en San Jorge, delicadeza estética, jovialidad. En su inconsciente, la fiesta habrá dejado melodías, recuerdos, sensualidad colorista, nostalgias, que marcarán rasgos, conductas, gestos durante el resto del año. Una sensibilidad exquisita le hará aprehender desde pequeño los elementales términos que abren surco perenne en su psique. Bajo la presión ambiental, la pertenencia a familias tradicionales, la repetición de vivencias abrileñas, se irá modelando la personalidad adquirida, al punto que el individuo de los Judíos, o de cualquier otra comparsa, acepta hábitos y estilos de vida que llegan a convertirse, escalonadamente, en una segunda naturaleza. El Judío es dinámico, voluntarioso, artista. Con talento creador, enfoca seriamente su oficio, negocio o profesión, y al dedicarse a la fiesta planifica el programa, esboza vestimentas, labora impulsivamente por los proyectos de la agrupación. El ego, el ello y el superego, están en él en envidiable equilibrio, y el desarrollo completo de la personalidad va condicionado por la superación continuada de su agresividad en beneficio de la convivencia. Hombre de convicciones arraigadas, lleva el nombre de San Jorge en los labios y en la mente. Marcado por las creencias de sus mayores, asume tradiciones, ama todo lo alcoyano, acepta el coloquio de los camaradas, cuida su comportamiento en el desfile, olvidando insensiblemente su narcisismo sin necesidad de coacción. El Judío es festero todo el año, pues festero es ser comprensivo, amable laborioso, creyente educado cuidador de los suyos, amador de su traje de moro, devoto del Patrón. 199
"Acaronats per la suavitat d'un deler pertèrit iniciem, tot just, amb abril rompent, la nova cavalcadura col·lectiva plena de serteses contrastant les imatges més netes de l'anima dintre del mirall cristallí de l'esdevenidor". (J.P.T.)
PENSANDO EN LOS CARGOS. Los Judíos se reúnen en su junta llamada de mayo el dia 18, de 1985, reafirmando en su puesto de primer tro a don Rigoberto Picó Sanjuán, y en miras al curso inmediato, con alférez y capitán a la vista, se constituye una comisión especial, con secciones: "Relaciones Públicas, Enrique Blanes Santonja. Asesor Artístico, Francisco García Reig, Alfonso Lloréns Agulló. Organización, Miguel Vicénts Ibáñez, Juan Pérez Vañó. Boato, Jorge Peidro Pastor. Maquillador, Antonio Masiá Castro, José Luis Grau Faus. Progama especial, José Pérez Llopis, Rafael Escoda Martí, Santiago Molina Llinares, Justo Mora Iglesias, Asesor Musical, José Sempere Aura. Secretario, José Jorge Gisbert Cabrera". A continuación, se trata sobre el nombramiento de alférez y capitán. Hechas gestiones posteriores, se nombró alférez a don Santiago Molina, como se comunica en la reunión general habida a 11 de octubre, en la que se designó a don José Sempere Aura gloriero, y, en "ruegos y preguntas" el primer tro recordó "la obligatoriedad del pantalón nuevo".
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Capítulo XXVI ALFÉREZ Y CAPITÁN VÍSPERAS DE ALFÉREZ. La filà Judíos no ceja en su empeño por prevenir todo para la próxima fiesta, y llegado 1986, a 9 de marzo, hay asamblea. Recoge el acta: "se abre la sesión a las 12'05 para tratar los siguientes puntos: Lectura acta anterior, Liquidadción hojas y varios, Nombramiento de escuadras y cabos, Nombramiento Diana y Cabos". Los dos últimos extremos quedan así: Escuadras: "Arrancar, cabo Justo Mora Iglesias. Diego Monllor Carbonell, Jorge Blanes Cerdà, José Monllor Raduán, Antonio Vilaplana Ferrándiz, Antonio Arnau Ventura, Ilmo. Sr. Juan Manuel Megía, Fernando Monllor Carbonell, Enrique Muntó Martínez, Antonio Bernácer Vicedo, Juan L. Aleixandre. Terminar, cabo Francisco A. Ferri Payá. Mauro Monllor Raduán, Antonio Gascó Orts, Rafael Company Barber, Federico Fandos Fernández, Francisco Masiá Samper, Ignacio Sanz Ortín, Mario Boti Cuevas, Fernando Reig Osuna, Juan M. Guerrero Felipe, José Luis Pérez Valor. Arrancar Diana: Eduardo Guillem Miró, Remigio García Figuerola, Juan Pérez Vañó, José Monllor Raduán, José Sempere Aura, José Pérez Llopis, Jorge Pascual, José Muntó Vicéns, Remigio Muntó Martínez, Herminio Álvarez Blanes, José Pastor Soriano. Desde la calle San Jaime: Cabo, Enrique Villar Pascual. Juan Calles Mira, José C. Pérez Gisbert, Javier Monllor Mengual, Francisco Emiliano Fernández, Julio Pérez Valor, Antonio Jordá Pascual, Hermesías Montero Sánchez, Francisco Rubio Calabuig, José M. Rico Doménech, Jorge Sanz Miralles. Terminar: Cabo, Roque Vicent Botella. Jorge Lirio Pascual Leva, Ignacio Santacreu Vaello, Fernando Gascó Orts, Jaime Mira Conejero, Ángel Torres Serrano, Santiago Mataix Vicéns, Jorge Vañó Bardisa, José Vicente Llopis Monllor, Jorge Pascual Coloma". Se advierte en esta junta "la obligación de todos los individuos de llevar el pantalón nuevo, que las sillas para las entradas de Moros y Cristianos hay que pedirlas antes del día 15 de Marzo al Sr. Santiago Peidro... El primer tró pone en 201
1986; Diana de veteranos.
conociemiento de todos de la próxima inauguración del Pabelló Fester para el 30 de Marzo día de la Gloria".
FIESTA 1986. Y abril se presentó, cuajado de brisas, verde en los árboles. Tracas entraetes, agasajos multitudinarios, forasteros, el Xicotet... el castillo. Nit de l'olla; la aurora inunda de luz a los dianeros; lazos, cigarros, uniformes impecables de la banda, afanes espingardas. La espingarda era un arma de fuego de gran longitud, con llave de chispa y enriquecida a menudo con primorosas incrustaciones y labores de estilo árabe, usada por los moros africanos hasta época muy reciente. La Crónica del Condestable, de finales del siglo XV, habla de uno de aquellos asaltos en que los guerreros se defendieron muy bien "con tiros de pólvora y muchas espingardas", fue adoptada en nuestras fiestas ya bastante tarde, y generalmente las que desfilan son pura simulación, ligeras de peso y muy vistosas. La tarde del 22, vaporosa y reposada, contempla el paso de las hordas ismaelitas. Cuenta la crónica de la Asociación: "Con tan sólo diez minutos sobre el horario establecido llega el guión de los antiguos Sultanes, la filà Judíos en su alferecía, al control de la tribuna de San Nicolás. Lo que quiere decir que el retraso que luego se hace más sensible se produce lentamente. El boato ha sido 202
perfectamente seleccionado, obra de Luis Solbes, desde el escudo de la filà, confeccionando con flores, que arrastran catorce niñas ricamente ataviadas, hasta las carrozas finales que son una réplica del patio de los Leones de la Alhambra granadina. Doce caballeros a pie preceden al alférez, Santiago Molina Linares, que aparece a pie, con su caballo de respeto bellamente enjaezado, su rodella, el niño Sergio Santacreu, de ventidós meses, embajador y portador de la bandera mora. Luce un traje vistosísimo, brazos desnudos y hombreras de oro, blanca capa recamada de adornos, tonos suaves en el pantalón rosáceo y turbante rojo, y le escoltan portadores de sombrillas, el grupo de percusionistas del barrio de San Blas de Alicante ha abierto todo este bloque montado en torno a su figura, que se cierra con la banda de la Font de la Figuera, y un grupo de esclavas, que muestran fustas y látigos, tiznadas algunas de color negro, y una carroza. Los judíos van de tres en tres, así como otros festers con traje especial y acompañamiento de músicos procedentes de la banda de Lorcha. Banderas y espingardas y la escuadra que comunmente se denomina de negres y que son en realidad un grito en rojo y negro, imitación a piel de cebra en el pecho, y turbante con adornos multicolores, la banda de Gayanes y la marcha Voluntad de fer. Se produce, sin embargo una ralentización en el ritmo del desfile, se desconecta la escuadra y sobreviene el corte, y el público de la plaza de España desaprueba el retraso que ello ocasiona. La tarde avanza, diríase que demasiado aprisa, y los Judíos acaban su recorrido casi a dos luces, mejor diríamos casi a oscuras, porque, como añadidura, el alumbrado festero del País Valencià tampoco se enciende cuando es menester. Al final puede contabilizarse en más de cuarenta minutos el retraso de la entrada mora..." El alférez, cortejo y filà, iniciaron en el Partidor la marcha a las 7'30 de la tarde, llegaron a la plaza a las 8, y el cop de los Judíos, último personaje del séquito, teminaba el desfile las 8'30. No creemos que es un tiempo adecuado; hay que acelerar el paso, correr casi, para cumplir unos horarios que se han quedado estrechísimos. El repertorio musical del acto fue el siguiente: La escolta de caballeros, con la Lira de Fuente la Higuera, bajaba con "Als Ligeros", de Francés Sanjuán; la corte del alférez, iba con la Unión Musical de Lorcha que interpretó "Ben-Hudzail", de José María Valls; los negros portaban "Maestro Orts", de Gayanes, con la marcha "Voluntad de fer", de Pérez Vilaplana: y la escuadra de "blancos", la conocida adaptación de Enrique Castro, "Éxodo". "Ciudad", en su edición de 23 de abril, comentaba: "El Alférez moro, Santiago Molina, de la Filà Judíos, se decidió por bajar a pie, mientras una sombrilla y el caballo desmontado seguían detrás. A los tradicionales banderines seguían veinticinco percusionistas y una escuadra de preciosas esclavas negras adolescentes. Caballeros vestidos de azul, rosa y blanco escoltaban al Alférez que lució un hermoso diseño: pantalón rosáceo, muy pálido, calzado rojo, un turbante también rojo enjaezado y una capa blanca con adornos. Tras él desfilaron un grupo de moras vestidas de intenso azul que tocaban percusión, como anunciando a la 203
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La escuadra de los JudĂos.
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fabulosa escuadra que era un grito en rojo y negro; aunque después provocaría un retraso que deslució el final de la Entrada".
23 Y 24 DE ABRIL. El día 23, azulado, con algunas nubes, en las primeras horas de la mañana. Alcoy despierta lentamente; al festero le cuesta entender que es el día grande. Cada año es igual; del estrépito de la primera jornada, a la calma del amanecer de la festividad solemne. Las casas están cerradas, ha desaparecido parte del tinglado que con desmedida urgencia se instalaba el 21; huellas de cansancio por doquier. ¿Qué fue de la concurrencia que ayer algareaba el paso de los jinetes, de las huríes, de las bayaderas? Algunas familias escapan —¡qué pena!— al campo, a la costa; las avenidas están vacías. Paulatinamente las comparsas se reagrupan, a punto está la Segunda Diana. Por San Nicolás hacen el pasacalle los Judíos. Frugal desayuno, y la Procesión de la Reliquia: El alférez, con su filà, y el rodella infantil, van alineados al son de la marcha "Christus". En las aceras de San Lorenzo y en la plaza, una piña de hombres, mujeres y niños. Durante el Santo sacrificio, en la arciprestal, moros y cristianos se dan la paz, posando luego en las gradas del presbiterio. Acabada la Misa, los Judíos acuden a la ofrenda floral en el monumento a San Jorge, en la rosaleda; y, al atardecer, con armas y algún boato, acompañamiento de la colosal imagen ecuestre. Pólvora como incienso, infernal ruido, humo sagrado, el 24 los Judíos y sus caballeros disparan por la ruta del País Valencià, dando fin al auto sacramental vivido.
INTERMEDIO. Reunida nuestra filà el 23 de mayo, recibe de "don Javier Gisbert en nombre de la escuadra de Negros... el sable con que desfiló en la entrada... El primer tró hace un global comentario sobre las Fiestas, felicitando al Alférez, caballeros, negros, mamelucos y en general a todos los individuos, por su comportamiento en todos los actos. Hace un breve comentario sobre la Diana de veteranos, dando las gracias a sus componentes... Antes de pasar al punto siguiente se comenta la invitación de la Filà Abbasidas de Alicante a tres miembros de la junta directiva, y a los caballeros intercabiando ambas filaes sendos regalos como recuerdo del acto. El primer tró pregunta a la Asamblea si alguien quiere repesentar a la Filà, siendo su Capitán, presentándose D. Santiago Lillo Gisbert, al que la Filà le correspondió con un fuerte aplauso". El 10 de octubre hay otra "sesión ordinaria", en la que el contador, don Marcos Benabeu Jordá, expone que la filà tiene 2.000.000 de pesetas en bonos y 1.500.000 en imposición a plazo fijo: sale por gloriero oficial don Rigoberto Picó Sanjuán, y se anota "que por ser año de capitán la Junta se proponía nombrar como Judíos de Honor a 5 individuos más, siendo éstos Srs.: Dn. Jorge Monllor Raduán, Dn. Remigio Muntó Martínez, Dn. José Sempere Aura, Dn. Juan Pérez 205
AlfĂŠrez moro 1986, Santiago Molina. 206
Vañó, Dn. José Pérez Llopis, aprobándolo la asamblea por unanimidad con un fuerte aplauso... Comenta el primer tro la visita a Fontilles ya que el año anterior habíamos tenido la Alferecía, rogaba que se apuntaran los máximos posible, que hay una lista abierta tanto para los festers como para invitados por el precio de Fester a 1.000 ptas., invitados o esposas 1.300". Firma, Jaime Mira, secretario. El 18 de octubre de 1986, en la Glorieta, los "cocineros" de la filà Judíos consiguen el primer premio en el concurso de "olleta". Este típico plato necesita, para seis personas, por ejemplo, los siguentes ingredientes: Medio kilo de judías blancas, si es posible, de Villena), 3 pencas de alcachofa. 1/4 de kilo de hígado o de asadura de cerdo, 125 gramos de corazón de cerdo, 6 morcillas de cebolla, 2 nabos, 1 cebolla de buen tamaño, sal gorda, pimienta, romero, tomillo. Su proceder es: Echar en la olla la judías, previamente puestas a remojo unas horas, con las carnes troceadas: agregar las pencas (bien lavadas y restregadas con sal gorda) y los nabos en trocitos. En sartén aparte, sofreír la cebolla picada en juliana en un poco de aceite y sin que llegue a dorarse. Cuando todos los ingredientes de la cazuela estén cocidos, añadir el sofrito de cebolla. Sazonar con la pimienta negra y la sal y aromatizar con hierbas; incorporar las morcillas cortadas por mitades con objeto de que se deshagan, y cocer 10 minutos más.
DE LA REVISTA 1987. Como siempre, lujosa y de sustancioso contenido, aparece la Revista-Programa de 1987, en la que resaltan los versos de Joan Valls: "Ara que Abril esclata en sa eclosió festera i d'una fosca historia s'alça un nou esplendor, hem d'exalçar el bull de nostra primavera entre roses i musiques d'un ritme lluïdor. Les campanes voltegen i a l'alba guaita el signe de la Creu santjordiana. Sobre el blanc va el vermell i el simbol que perdura com l'emblema més digne oneja en la bandera ufana del castell". y la aportación de Jorge Peidro, "Vascos y Judíos, capitanías simultáneas", de la que entresacamos estos párrafos: "Nuestra personal inclinación por un lado, y del otro antiguas vinculaciones familiares, hicieron posible el que durante casi medio siglo hayamos sido partícipes de las actividades de las dos filaes, especialmente de sus Capitanías de 1946 y 1973. Nos incorporamos en activo a las fiestas de Moros y Cristianos en abril de 1940. Vivimos un periodo de carencias de toda índole de las que nadie se libró. Pero el entusiasmo de los festers suplió con creces la misma, y poco importó que las indumentarias festeras fuesen alquiladas y casi impresentables, o que el número de festers no llegara a la cuarta parte de los actuales. Ya en 1947 el momento económico no era boyante pero, sí, al menos permi207
sivo. Los Vascos y los Judíos les toca en turno la primera de sus Capitanías simultáneas. Unos y otros se disponen a rivalizar constructiva y fraternalmente a través de la Trilogía abrileña. Ambos presentan unas entradas de refinado gusto a través de amplios y cuidados boatos. Llegados al 1 9 7 3 , nuevamente Vascos y Judíos se disponen a simultanear una nueva Capitanía. El momento económico general es francamente bueno. En esta ocasión las dos filaes lo realizan de forma insólita, porque los dos oponentes, son hermanos... Y nos disponemos a contemplar, Dios mediante, la tercera representación conjunta de Capitanes Judíos y Vascos. Evidentemente ambos se disponen a reverdecer viejos laureles legítimamente conquistados antaño. Si los cristianos Vascos, de siempre se distinguieron por potenciar sus Entradas y actos complementarios en honor de San Jorge, dotándolos de contenido histórico y artístico, los moros Judíos, con mayor densidad de elementos humanos, no les fueron inferiores en absoluto, destacando sobremanera en una faceta de sus orientales Entradas: la extraordinaria finura y belleza de sus escuadras de esclavos".
MOVIMIENTO EN LOS JUDÍOS. Es año de capitán. Los incansables miembros de la directiva exprimen su imaginación para superar, si cabe la actuación que les apremia. La sede social cobija comisiones y más comisiones, algunas urgentes. Se ultiman detalles, se planifica el séquito que ha de rodear al adalid de los agarenos, se pide consejo a Solbes, el artista asesor que va a dirigir la lujosa ropería ya esbozada. El café con albondiguillas recién cocinadas, preside la mesa de las preocupaciones; a un lado, varios miembros se solazan jugando a cotos. Ensayos, charanga, cenas, ajuste de presupuestos, listas de secretaría, limpieza de sables, libretas del montepío, contrato con la música de Albaida, repaso de capotes. El 20 de marzo de 1987 se tiene junta general. "Antes de iniciar la lectura del acta anterior el Primer tró, pide un minuto de silencio por el fallecimiento de nuestro amigo y Judío D. Francisco Cardenal Pérez... Seguidamente se lee la lista de los individuos que van a salir para la escuadra, leída ésta se pasa también lista a los individuos con derecho a voto, para la votación de Cabos". Se previene que el día de San Jorge habrá almuerzo en el antiguo local "de la calle San Blas, y que después de la misa Mayor hay que esperarse para celebrar el Bautizo de la hija de Juan Montero. Comenta también que en la Filà se ha formado una charanga por unos cuantos miembros de la filà y que a partir del 1 viernes del mes de Abril habrán pequeños ensayos... Toma la palabra el Sr. Herminio y dice que el Guión de la entrada estará expuesto en el tablón para que cada cual sepa donde le va a tocar y el individuo nombrado al cargo de cada tramo". er
COMIENZA LA FIESTA 1987. El 1 de abril se descubre el cartel anunciador, y el domingo 19 de abril Rigoberto Picó Sanjuán, al ritmo de "K'Sar El Yedid", composición de Evaristo Pérez 208
Monllor, sale en la Gloria representando a los Judíos. El día 2 3 , en la infantil, va el pequeño José Luis Gisbert López-, casi unas horas después, el 24 —pues ha tenido que recurrirse al traslado de fechas— la mañana contempla, pasmada la Diana: "¡Ángelus Domini! Cantan las primas y los bordones en las laringes de plata del campanario. Veloces sobre la brisa mullida despiertan los pasodobles. El sol, jubiloso, grita desde su balcón de azogue con un pentagrama azul de píos y de redobles. En los livores del alba el cielo se vuelve cobre y en el aire los confetis trazan surcos de colores. Hacia el día en la ventana un niño se apresta y corre-. - ¡Mamá, papá, que ya vienen/ Y los ecos de los montes juegan a emular el brío de músicas y emociones. ¡Han comenzado las Fiestas! ¡Arriba, arriba los hombres! En la espadaña del templo doblan a gloria los bronces". (R.O.) Describiendo este acto matinal, al que la lluvia amenaza, dice el cronista de la Asociación: "Rozamos la tragedia a eso de las 8'45. Incluso se desprendieron unas minúsculas gotitas, apenas apreciables... hora justa en que los Judíos, filà capitana del bando moro entra en la plaza después de haber cubierto su recorrido acompañada del bello pasodoble de Fernando Tormo, Frontón de Mora... Al sargento moro se le rompe la pica, cuando faltan pocos metros para finalizar".
EL CAPITÁN. Jornada mayestática. La hueste de Don Jaime ha paseado las plazas en la mañana, acompañada a trechos por desafueros del tiempo. La turbación por la insegura atmósfera persiste en la tarde "Una nube, sí, quizas demasiadas. El sol 209
está eclipsado y oculto, —lamenta el introito de Adrián Espí— pero todos lo presentimos en su ambición y su deseo por invadir la ciudad. Los ejércitos moros están dispuestos, con su pompa, su boato, toda su pastosidad, la parafernalia que suele rodear este tinte oriental, como extraído de leyendas y cuentos de tradiciones del medievo que evocan vidas y misterios de alfaquíes y santones, jalifas y sultanes. Son los sultanes de ayer, los Judíos de hoy quienes irrumpen en Sant Nicolauet a las 4'30 de la tarde, y a medida que toda su poderosa corte se pone en marcha, ese sol ansiado, va esclatando entre la nube vaga, de la que hablaba Machado. Los percusionistas de San Blas de Alicante anuncian pronta la presencia del capitán, así como los escudos heráldicos de las filaes moras que abren camino. Danzarinas de exquisita belleza se asoman de la jaima en gestos rituales. Los sonidos de Lawrence de Arabia, escuadrón de caballeros blancos con marlota aterciopelada, y sobre una peana, sobre un alto palanquín, el capitán moro, Santiago Lillo Gisbert, y sus rodellas, niñas Verónica Lillo y María Pastor, luciendo prendas de singular belleza, predominando el blanco en pluma y airones, pantalones y capa-albornozada. La Unión Musical Contestana, le sigue interpretando A mons pares, y sirviéndole de fondo exótico, así como jaulas con pavos reales, carrozas, portadores de estandartes y enseñas... La escuadra especial, la que tradicionalmente entendemos como de negres, recuerda por los emplumados pardos y las caras cobrizas, por el cuerpo desnudo de sus integrantes, el escudo a la espalda, la lanza y otros efectos, aquellas otras, también de Solbes, de hace ya varias décadas, precisamente creadas para la misma filà, con un marcado acento africanista y selvático. Escuadra muy aplaudida por el público, que evoca tiempos idos en la gente mayor, y que es absoluta novedad en las generaciones más jóvenes. Algo de nazarita aparece en toda la amplia impedimenta que completa una entrada realmente fastuosa, donde no falta tampoco el elemento femenino, verdadera presencia de la mujer festera, desde la favorita Raquel Lillo, hasta sus propias bailarinas con la marcha Ben-Hudzaiel, de J.M. Valls".
ELOGIOS. El sábado, 25 de abril dedica varias páginas nuestro periódico local en loa a la actuación de los Judíos. "Un derroche de color y fantasía", es la titulación que subraya la reseña: "El estruendoso y apoteósico desfile protagonizado por la filà Judíos, que este año desempeñaba la capitanía; el sol que, pese a una mañana predominantemente gris con una creciente amenaza de lluvia, empezó a brillar con insistencia nada más iniciarse el desfile de las huestes de Al-Azraq; la ligereza y cohesión con que las catorce filaes desarrollaron su entrada, en el primer año en que la organización y coordinación del desfile corría a su cargo, fueron las notas más destacadas de la Entrada de Moros de 1987, en la que apenas hubo parones notables. Los Judíos, consiguieron romper con el gafe que en los últimos años se esta211
ba achacando a esta filà e incluso consiguieron que el sol comenzara a brillar nada más iniciarse la entrada... Tras el Sargento Moro que este año estrenaba, un colorido traje con rojos, verdes, negros y rosa, los timbaleros y clarines anunciaban la salida del capitán que aparició tras un espectacular séquito de representantes de cada una de las filaes, músicos con aspecto oriental, bailarinas que provocaron silbidos entre espectadores y las delicias del público al son de la siempre agradecida y apreciada pieza de Éxodo. Ocho bailarinas que se refugiaban en una tienda rosada, color que caracteriza a la filà Judíos, seguidas por otras tantas jóvenes ataviadas con plumeros cargaron de gracia y color, dándole ese carácter de espectáculo que tiene la Entrada de Moros. Tras ellas y sobre una carroza tirada por bueyes, Santiago Lillo Gisbert, precedido y escoltado por guardias, saludaba emotivamente al público que derrochó aplausos. La sencillez en blancos y rojos aterciopelados fue la nota destacada del traje del capitán, que lució una coraza en dorados cuyo brillo se acentuaba con los insistentes guiños del sol que por fin hizo acto de presencia tras una mañana con los cielos totalmente encapotados. El boato del capitán fue un derroche de fantasía en el que participaron más de doscientas jóvenes, ya como bailarinas, como esclavas o como amazonas; destacaron en este sentido las cuatro amazonas que hicieron varias demostraciones sobre unos hermosos y estéticamente cuidados corceles. La espectacularidad del boato del capitán la completó una escuadra diseñada por Solbes que retornó al sabor africano de las viejas escuadras de esclavos. La escuadra de negres, que en esta ocasión así era, entusiasmó a un público que incluso se levantó de las sillas aclamándola y derrochando aplausos, comentándose en algunos casos que se trataba de una escuadra de las que hacía tiempo que no se veían. Los rojos y negros, así como la piel natural que componía el traje le confería al conjunto un aspecto más compacto y ante todo una auténtica imagen guerrera, completada por un casco repleto de afiladas plumas. Tras esta escuadra que seguía al capitán precedida por más esclavas y las favoritas ataviadas con trajes rosados y dorados, siguió un nuevo séquito de esclavas, palanquines y pequeños cofres que contenían monedas, que fueron repartidas entre el público. Los dos pavos reales que encerrados en sendas jaulas desfilaron tras el capitán fueron otra de las notas de originalidad y colorido del boato del capitán moro. La filà Judíos que tardó cerca de una hora en desfilar concluyó su recorrido sin ningún tipo de problemas".
LAS OTRAS JORNADAS. Tras la macrotarde mora, el día devocional. Los Judíos hacen su Segunda Diana por la avenida del País Valencià, y luego, por San Nicolás llevan a su capitán a la Procesión de la Reliquia, que presidió monseñor Roca, arzobispo de Valencia. Flores al paso del Sant Jordiet, y ante el altar, los altos cargos de la 212
fiesta 1987 se dan un abrazo de paz al final de la misa, en la que se interpretó la gran composición del maestro Blanquer Ponsoda. Por la tarde "los Moros y los Cristianos se preparan a la Procesión General. Desde una balconada de la antigua Casa de la Villa —cuenta la crónica de Espí Valdés— es Jeremías Gisbert quien convoca a unos y otros a disponerse para la marcha. Es cuesta arriba, una cuesta, además, pina y atosalada: Banderines, arcabuces con pomos de claveles y rosas..." "La pluja d'estels en la nit abrilenca calcina el perpetu insomni de terra, en vetla i dansa. reblant el frenesí de famolenques animes..." (J.P.T.) Una yunta de bueyes arrastra al Santo por las calles de Alcoy. Síntesis de ornamentos, cúspide de la devoción, compendio de pompa y música sacra, y al final son muchos los Judíos que sostienen bengalas encendidas para homenajearle y que entran al templo que rememora la gesta para besar, inclinados, la venerada reliquia. "Ara i sempre valens fills d'este poble ben alta alceu la ensenya del cristià. Aparelleu els sables i les llances que Sant Jordi es lo nostre capità". Sólo resta el enfrentamiento de arcabucería. Mañana calurosa. Nuestro capitán, con la corte de caballeros, se encara, se enfrenta con el de los cristianos, y judíos y vascos se arrollan en "feroz" combate. La ciudad flamea, truena, tiembla con decibelios inofensivos. Los dos adalides se tirotean en la plaza, y pasan luego a la lucha cuerpo a cuerpo, el alfanje contra tizona, hasta que la bandera mora se instala en lo alto del castillo. Pasacalles, los judíos, fez y capote despreocupadamente sobre el brazo, peto y arcabuz, toman un refrigerio. Hay que volver a la fortaleza, hay que participar en la embajada. En las almenas, deben lucir las medias lunas. Se recibe al emisario, se declaman los versos centenarios, intenta humillarse el alcodiano, pero la morisma, pertinaz, obliga a tomar de nuevo los arcabuces. Nadie quiere perderse el alardo vespertino que conlleva un brindis en lo alto de la calle de San Vicente. Prosigue el fragor, el aroma a fuego, el toque del cornetín, y los Judíos retroceden en retirada, rindiendo finalmente el alcázar a los de la cruz. En el torreón, a punto de anochecer, se cambian las insignias, se iza la enseña cristiana y el público, amante de esta ingenua función, aplaude. El capitán se retira a la plazoleta del Carmen. Allí acudirán los personajes y autoridades de la fiesta, para, en ligero recorrido, ir al templo con el Xicotet a 213
dar gracias a la Providencia por las bendiciones tenidas por la hennosum de la fiesta, por el pan recibido todo el aĂąo, por la concordia que reina. Una lĂĄgrima baĂąa una mejilla.
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Capítulo xxvn ÚLTIMAS REFERENCIAS DESPUÉS DE LOS CARGOS. A 16 cle mayo de 1987 los Judíos reúnen junta general ordinaria, en la que "tomó la palahra D. Enrique Luis Sanus Abad, Presidente de la Asodaci6n de San Jorge, que dando la enhorabuena a toda [a familia judía, expresó que se habían falO los maleficios que gmvit'anan sobre nuestr:a Fila, habiendo celebrado este año una grdn CapitalÚa, que ha llegado al corazón de todos los alcoyanos, viniendo a este acto a felicilamos por el triunfo de Alcoy en sus fiestas, dándonos las gidcias en nombre de nuestra Ciudad y en el propio, y dedicando tres fuertes ahrazos al 1" ¡ro, a D. Santiago Malina y a D. Santiago Lillo, despidiéndose con un fuerte aplauso·. La din..'Cliv3 es renovada, tomando eJ cargo de presidente desde ahom don Henninio Álvarcz Cano, y se -señala que la Hoja para el próximo año St'i.i de 32.000 plas., dividida en 4 plazos de 8.000". Se hace olm asamblea Keneral el 26 de junio: "Toma la palabra el 1" tro, expresando la problemátiCl e inconveniencias del anual local y la gestiones realizadas que han llevado a una opción de compra sobre el local de plaza Terrer 2, describiento sus card<..'lerislicas y el precio; 977 m'. consuuidos; habilables unos 830 m2 .; precio 9.100.000 pIS. Describió asimi.smo las fónnulas de financiación ... D. Enrique Blanes afinna que hay que comprar y bUS<'::lr los <.--¡¡minos". En el punto 311, el primer (ro "senala que el Sr. Sanus Abad acabó recientemente como presidente de la Asociación de San Jorge: trabajo, señorío, realce de la fiesta y un gran cariño a la Fila Judíos. Ha estado con nosotros a las verde$ y a las 1113duras. La Fila !\'fagenta y otros han homenajeado a este caballero, proponiendo que lt: nombremos Judío de Honor. Se aprobó por unanimidad la propuesta". En efeclo. Enrique Luis Sanus Abad, Porfesor Mercantil, nacido en Alcoy en 1934, aparte su aportación a todas las entidades culturales de la ciudad, es una persona que ha conquistado las simpatías festeras, ostentando la presidencia de la Asociación de San Jorge dese 1975. A él se debe el esplendor alcan7.ado en los últimos años, el monumento construido en la Rosaleda, las mejor.u; realizadas en 215
el templo, y la edición de "Nostr-d Festa", monumental obra en 6 tomos ricamente ilustr-ddoti. En su volumen rv, Ester Vizcarra hizo la monografía de la fila Judíos, con fotografíati a color e infinidad de datos. El 2 de octubre de 1987 se reúne junta extraordinaria para abordar "Asunto local tiocial", dando cuenta "de las gestiones para conseguir un préstamo de rehabilitación, lo que M~ ha conseguido con un interés del 7 por 100 y un plazo de devolución de 6 añoti, con una probable subvención de 800.000 ptas... , el local todavía no está terminado, por detalles del salón, pero disponemos del sufieciente espacio. La inauguración oficial será el 16 de octubre". Los Judíos, al fin, habían asentado en un magnifico edificio situado en la plaza de Emilio Sala, n U . 2. Muchas mudanzas desde aquel modesto local de 1905, pero creemos que se ha llegado a lo que todos apetecían: amplitud, comodidad, punto céntrico, cabida para todo lo imprescindible en una fiEl. EN 1988.
Retoma el tronar, el estampido; los festeros buscan la medida exacta de la explosiva pólvom, dosis bélica del fingido ataque. En los alrededores, se prucban arcabuces; y las noches suspiran porque empiecen las entraetes. Se ha tenido en los Judíos la junta de Ramos el 26 de marzo, para señalar listas de diana y escuadra. El 22 de abril, la santa misa festcra elcva a Dios la común rogativa para que el descanso de la ciudad, el bien ganado reposo tras largos meses de redoblado afán, el ritual espectacular del Mártir, sea fuente de distensión, paréntesis eficaz que renueve la conciencia de la colectividad que mora al pie de estos barrancos. Alcoy esta Heno de mástiles; la plaza se jacta de su gigantesca fortaleza; hay atascos de circulación; un millón de vendedores ambulantes. ¿Que pasa en esta población?, pregunta un conductor que se ve obligado a dar un enorme rodeo: Son los moros y cristianos. La ciudad progenitora de esta fiesta única, está gozando con sus entradas. En la mañana, apenas ha clareado, los Judíos armas enhiestas, han hecho su llamada matutina con una pieza musical de titulo oportunísimo: "Alcoy, el artis~ ta", pasodoble de Vicente Guerrero. Por la tarde, imitando a los hijos del desierto, "Exodo" inyecta escalofríos a la escuadra. El 21 de mayo se resumen las cuentas: "Activo de 21.299.728 pts. y Pasivo de 17.043.456 pts.", Y se lamenta el acta de las dificultades en la conserjería: "Hemos tenido tres en un año, haciendo un gran esfuerzo en la cocina y utensilios. Lo cierto es que la cosa no funcionó". En la misma junta se expuso el presupuesto 1988-89: "Mantenimiento local, 650.000; Gastos año, 1.135.000; Tríduo festero, 2.255.000; Pagos local, 4.608.000. Total, 8.648.000. Y los ingresos previstos son de 8.648.000 pts. En 6 ó 7 años -se añade- no se deberá nada dellocal." Últimamente, para tratar asuntos varios, se tuvo una asamblea el 15 de octubre. 216
EN 1989. El 11 de marzo de 1989 hubo en los Judíos sesión de Ramos para elección de d¡aneros y escuadreros, volviéndose a la recomendación de que se asista a la procesión y al alardo, cuidando la indumentaria completa. En la diana, nuestra ma m.rchó con el pasodoble "El fusterer", de Boscá, y en la entada la escuadra gustó de las notas de "Jamalajam", pieza de José ferrándiz. El 23 de abril, reseña la Gaceta Festera, "y dumnte el trascurso de un emotivo acto celebrado en la sede de los Judíos, el Primer Tro de la fila, Juan Hernlinio ÁJvarez Cano, entregaba a José L. Córcoles, presidente de la Asamblea Local de la Cruz Roja Española, un pergamino en reconocimiento a la labor que desarrolla la benéfica institución. Al acto asistieron el alcalde de la ciudad y el presidente de la Asociación de San Jorge". De poco sirvieron las previsiones que se dictaron en la junta de marzo. El 24 de abril de 1989 conoció más agua que truenos: se aceleró el disparo de la mañana, y en reunión de autoridades al mediodía, vista la contumancia de la lluvia, se suprimió el de la larde. A! anochecer, calmado el tempoml, las comparsas corrieron con sus chanmgas en infonnal desfile, mientms la cantimploras era vaciadas de pólvora, arrojándola a las alcantarillas, con un clima frío y húmedo, pudo hacerse la Aparición.
Panegíricas campanas, jenízaros con ballestas; ricas alfombras dispuestas pam altivas suberanas. Sones, trompas mahometanas. !LJ túnica, un alquicel.. relinchos, blanco corcel. ¡Es abn'/.I Goza judío tu fiesta. No hay desvío si a Salljorge le eresfiel. 0·B.B.)
A 20 de mayo de 1989, en junta ordinaria, se lee la memoria de actividades, agradeciendo "al grupo de percusión, el buen hacer de todos", y "el primer tro dice que están ya redactados los estatutos de los Judíos a falta de una reunión". Otros asuntos se abordan en asamblea tenida el 28 de octubre, siguiéndole junta cxtraordinaria para estudiar: "Venta local C. Carmen. Modificación Régimen interior" . DE 1990. La "Junta General Ordinaria Fila Judíos" del 24 de marzo de 1990, recoge el siguiente alegato: "Empieza el Primer tro el comentario sobre la banda de música 217
La Araña, de Albaida, y dice que se tomó la decisión, asesorado por la Junta Directiva y varios miembros de la filà, de finalizar con la misma. Comenta que en años anteriores y con otras juntas Directivas ya se planteó el problema, pero no se llegó a romper definitivamente con la banda. El motivo decisivo para la ruptura fue que a pesar de las inversiones realizadas para mejorar sus dependencias, se empezaron a detectar ciertos problemas, entre ellos que nos repercutían en el trato de la Filà... notamos una agresividad y poca seriedad y nosotros creemos que la Fiesta debe ser un binomio perfecto entre el Fester y la música... así es que nos dirigimos a la Asociación de San Jorge para que nos informaran si había alguna banda que se pudiera adaptar a nuestras necesidades y nos aconsejaron la Unión Musical de Villalonga... y definitivamente deliberamos y cogimos esa banda. El Primer Tró comenta que es una banda muy joven, e inexperta pero que de cara al futuro puede ser una banda muy positiva por lo que se pidió comprensión para estas Fiestas. Tras esto hay un gran aplauso por parte de la Asamblea y el Primer Tró comenta que tras la Asamblea se hará la presentación oficial de la banda y un ensayo". Lució la banda de Villalonga, con sus 80 plazas, bajo la dirección de don Agustín Martínez Caballero. Con "Primavera", pasodoble de Gisbert Espí, y por cabo Francisco García Reig, arrancaron la Diana 1990 los Judíos; y con la marcha "El Kábila", de José María Guerrero, por cabo Justo Mora Iglesias, la entrada de moros. El 19 de mayo se tiene general ordinaria, y "por motivo del 175 aniversario de la filà, el primer tro comentó la posibilidad de hacer una escuadra especial en el año 1992, conmemorando dicho 175 aniversario. Asimismo recordó que en 1993 se debería hacer otra escuadra especial, esta la del Mig, por lo que se pasó a nombrar a 22 festers y 4 reservas. Tras la lectura de la lista por parte del Darrer Tró, éstas quedaron del siguiente modo: D. Jorge Monllor Raduán, D. Fernando Monllor Raduán, D. José Sempere Aura, D. Alfredo Solbes Belda, D. José Sempere Candela, D. Juan Tomás Ruiz, D. Armando Gosálbez Moltó, D. Rafael Company Bonastre, D. José L. Pérez Valor, D. Carlos Bernabeu Jordà, D. Fernando Jornet Pastor, D. Santiago Peidro Tomás, D. Marcos Bernabeu Jordá, D. José L. Grau Faus, D. Santiago Lillo Gisbert, D. José L. Blanes Boronat, D. Francisco Garcia Reig, D. Justo Mora Iglesias, D. Enrique Villar Pascual, D. José Pastor Arques, D. José L. Gosálbez Payá, D. Emilio Calatayud Vallés. Quedando como reservas: D. Enrique Muntó Martines, D. Carlos Bordehore Ortolá, D. José L. Gisbert Payá, y D. Juan Herminio Álvarez Cano."
¿NEOSULTANISMO? A continuación el mismo día 19 de mayo de 1990, se inscribe un acta de "Junta Extraordinaria". El título que el secretario, Santacreu Mira, coloca en el encabezamiento es de impacto: "Asoc. Sultanes", así como la introducción: "se da paso al único punto del orden del día de la Asociación de Sultanes, que es incluido dentro del orden del día, de la Junta general ordinaria de la Filà Judíos... 218
El tema es referente a la adquisición del edificio" etc. Es decir después de un siglo que la filà cambió su denominación, hay ahora un movimiento de "neosultanismo", de retornar al nombre primitivo. Ya en "Ruegos y Preguntas", de la junta de mayo (día 15) de 1981, pidió la palabra don Antonio Arnau Botí preguntando: "¿Porqué no se incluye en el Escudo heráldico de la Filà, la Estrella de David?... tomando la palabra el primer Tró, empezó haciendo mención al respecto, pero viendo que D. Juan Gisbert Domínguez está mejor informado y capacitado para ello, le dio la palabra. Empezó el Sr. Gisbertt Domínguez, que como miembro de la Asamblea General de la Asociación, y perteneciendo a dicha comisión, da por sentado que la Filà Judíos, nunca ha sido judía sino mora, lo dice la voz tradicional del pueblo y adiriendose a ella, en el siglo pasado a finales, determinó en Junta General Extraordinaria y luego refrendada en la Junta de la Asamblea General de la Asociación de San Jorge, el cambiar su denominación de Filà Sultanes a Judíos, como desde principio se había denominado". Sea lo que fuere, puede notarse que existe una corriente de volver al calificativo de Sultanes. ¿Acertado o desacertado? hasta se ha fotocopiado, y ante mí la tengo la relación de la "escuadra Centenaria Sultanes 1992", en la que se integran: Alfredo Solbes Belda, Rigoberto Picó Sanjuán, El tema es referente a la Juan Tomás Ruíz, Armando adquisición del Francisco García Reig, Justo Mora Gosálbez Moltó, Rafael Company Bonastre, edificio" etc. Es decir Iglesias, Enrique Villar Pascual, José Pastor Arques, Carlos Bordehora Ortolá, después de un Vicente García Calatayud; reservas, Jorge Monllor Raduán, Enrique Blanes Santonja y José Monllor Raduán. siglo que la filà cambió su denominación, hay Lucía Martín, insinúa: "El nom actual de Judíos ha estat objecte de polèmica. ahora un movimiento Estic d'acord amb Adrián Espí que és un anacronisme haver canviat el nom pride "neosultanismo", mitiu per l'actual. El poble jueudemai no s'ha identificat amb el musulmà, al conretornar al nombre trari, més diferències a nivell primitivo. històric i ideològic ha hagut entre moros i jueus que entre moros i cristians... SiYalaenfilà hagués "Ruegos y conservat el seu nom primitiu de Sultanes, mantindria una majorPreguntas", fidelitat adeles arrels costumistes de caire arabila junta zant..." de mayo (día 15) de 1981, pidió de la vista que, aparte de ser una elección Todo es opinable, pero no perdamos palabra don Antonio del pueblo, una nominación profundamente anclada, los judíos de España fueArnau Botí ron íntimos colaboradores de los invasores islámicos, y, suras o versículos a un "¿Porqué de Muza. lado, convivieron bastante bienpreguntando: con los descendientes no se incluye en el Escudo PUNTO FINAL. heráldico de la Filà, la La última acta transcrita al libro de de la filà, lleva fecha 6 de octubre de 1990: se Estrella David?... elige gloriero a don José Luis Gisbert, y se informa tomando la palabra el que la sede social "permanecerá abierta todos los días para un Tró, mejor servicio a todos los individuos con primer desayunos diarios". empezó haciendo Camilo Blanes, Camilo Sesto de seudónimo, mención al respecto,en 1991 compone una marcha pero viendo quede D. sus canciones, titulándola, y el para los Judíos, acertada aplicación de una Juan Gisbert enigma es claro, "Amoramar". Se probó en una de las entraetes por San Nicolás, Domínguez está mejor informado y 219 capacitado para ello, le dio la palabra. Empezó el Sr. Gisbertt
con rico acompañamiento de percusión, siendo aplaudidísima por el vecindario que se apretaba para conocer la novedad. Cerramos con esas notas estos anales, esta rápida visión de más de un siglo de judíos, de una filà cuya reseña casi equivale a una historia de las dos últimas centurias de costumbrismo alcoyano. Éxitos, sinsabores, mudanzas políticas, cambios gastronómicos, usos sociales, modas... de nuestro Alcoy, de nuestra comparsa, han desfilado en estos apuntes con la proyección que les da el continuo fluir del tiempo. Una pena, si acaso, haber dejado un cúmulo de datos referentes al tema en hemerotecas y archivos. El legado que poseemos los alcoyanos es riquísimo, los periódicos antiguos múltiples, las actas municipales y apuntaciones de la Asociación detalladísimas. Sentimos, en nuestro propósito, haber despreciado tanta noticia de los Judíos o de su entorno, pero había que resumir. Sirva al menos lo hecho como principio e invitación a otros expertos que con el tiempo subsanen estas prisas y hurguen más en el inagotable caudal de la historia de los moros y cristianos. "¡Oh pueblo en que nací, yo te saludo! De tu gloriosa enseña los girones guardan tu honrado y victorioso escudo; en él para enseñanza de naciones, grabar la Gloria tu heroísmo pudo y confirmar la Fama de tus blasones".
Santiago Puig Pérez (1894 - Año de Capitán de los Judíos).
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PRIMERS TRONS Y PERÍODO DE TIEMPO EN EL CARGO DE 1926 A 1992 D. Rafael Serra Vilaplana: 1926-1931. D. Francisco Boronat Gisbert: 1931-1933. D. Francisco Dauder (no consta): 1933-1935. Período desde 1935 a 1939, No consta. Se cree que fue D. Rafael Serra Vilaplana o D. Jorge Beltrán Benavent. D.Jorge Beltrán Benavent: 1940-1951. D. José Blanquer Mullor: 1951-1955 (1 er período) D. Eduardo Guillem Miró: 1955-1957. D. José Blanquer Mullor: 1957-1965 (2 S período)
D. José Sempere Calatayud (Darrer Tró) 1965 (Junta del Casal) 1966. D. Jorge Beltrán Mataix: 1966-1968. D. José Ferrando Candela: 1968-1970. D. Silvano Galiana Gómez: 1970-1977. D. Francisco García Reig: 1977-1979. D. José Luis Blanes Cerdà: 1979-1983D. Rigoberto Picó Sanjuán: 1983-1987. D. Juan Herminio Álvarez Cano: 1987-Actualidad.
D. Eduardo Guillem Miró 1955-1957
D.José Ferrando Candela 1968-1970
D. Francisco García Reig 1977-1979
D. José Luis Blanes Cerdà 1979-1983
D. Rigoberto Picó Sanjuán 1983-1987
D.Juan Herminio Alvarez Cano 1987-Actualidad
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JUNTA DIRECTIVA
Primer tro:
Juan Herminio Álvarez Cano
Darrer tro:
José Luis Blanes Boronat
Secretario:
Juan Tomás Ruiz
Cop:
Jorge Monllor Blanes
Contador:
Jorge Oltra Mora
Vice-secretario:
José Jorge Gisbert Cabrera
Asesor Jurídico:
Diego Monllor Carbonell
Vocales:
Mario Botí Cuevas Jorge Barrachina Ibáñez Santiago Peidro Tomás Miguel Vicéns Ibáñez José Luis Gisbert Payá José Sempere Vicedo Rafael Santonja Sanus Francisco Rubio Calabuig Jaime Nicolau Carbonell
Comisión Centenario: Justo Mora Iglesias Santiago Molina Linares Francisco García Reig Arturo Berenguer Llopis José Pérez Llopis Rigoberto Picó Sanjuán José Luis Grau Faus José Sempere Aura 222
RELACIÓN DE FESTERS DE LA FELÀ EN LA ACTUALIDAD Juan Gisbert Domínguez José Monllor Raduán Eduardo Guillem Miró Jorge Monllor Raduán Enrique Blanes Santonja Femando Monllor Raduán José Sempere Aura Alfredo Solbes Belda Armando Gosálbez Moltó Remigio García Figuerola José Luis Blanes Boronat José Sempere Candela Francisco García Reig Justo Mora Iglesias Enrique Villar Pascual Enrique Muntó Martínez Roque Monllor Domènech Juan Pérez Vañó Rigoberto Picó Sanjuán José Pascual Tomás José Sempere Vicedo Emilio Cerdà Giménez José Pastor Arques José Luis Gosálbez Payá Enrique Blanes Sanz Jorge Monllor Blanes Juan Herminio Álvarez Cano Miguel Verdú Jordá Francisco García Carrillo Ángel Torres Serrano José A. Real Martí Miguel Vicéns Ibáñez Jorge Barrachina Ibáñez Juan Tomás Ruiz Vicente García Calatayud Rafael Moltó Montava Arturo Berenguer Llopis Fernando Miró Jordá Juan M. Guerrero Felipe Jorge A. Montero Sempere Rafael Company Bonastre
Gilberto Sempere Pastor Mauro Monllor Blanes Fernando Monllor Carbonell Antonio Fernández Monllor José Luis Sanz Ortín J o s é María Juan Coloma J o s é Antonio Montero Sánchez Jorge Juan Tomás Gil Alfonso Lloréns Agulló Jorge Peidro Pastor Diego Monllor Carbonell Javier Gisbert Montaud Antonio Masiá Samper Carlos Bernabeu Jordá Marcos Bernabeu Jordá Fernando Jornet Pastor José Luis Grau Faus Santiago Lillo Gisbert Francisco Santacreu Vaello Fco. Javier Moltó Aguilera Arturo Berenguer Barrachina Emilio Calatayud Vallés Alfonso Lloréns Picó Hermesías Montero Sánchez Antonio Carrasco Calabuig Fernando Gascó Orts Antonio Gaseó Orts Antonio Jordá Pascual Emilio Masiá Samper Jorge Vicéns Cortés David Moltó Aguilera Gabriel Vicent Vila Carlos Bordehore Ortolá Jaime Mira Conejero José Luis Gisbert Payá José Luis Gisbert López Santiago Molina Linares Luciano Candel Ruiz José Jorge Gisbert Cabrera Francisco Rodríguez Candel Francisco J . Masiá Samper
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Juan I. Ponsoda Gilabert Enrique Valls Vañó Enrique Villar Aura Enrique Valls Zoco Olimpo Valls Zoco Jorge Álvarez Sempere Domingo Martínez Barroso Alfonso Vidal Verdú José Pastor Galiana Sergio Sempere Miró Jorge I. Masanet Serra Sergio Santacreu Ferri Elías Seguí Blanes Gilberto Camarasa Sanchis Tomás Martínez Santamaría Ignacio Pastor Mayor Juan José Esteve Pérez Diego Ferrández Pastor Manuel Gomicia Giménez Javier Gisbert Martínez Jorge Jornet Vidal Jorge Gosálbez Albero Jaime Ferrándiz Pérez Antonio Verdú Jordá Andrés Seguí Blanes Alberto Sanz Ortín José Luis Sanz Vila Jorge Oltra Mora Jorge Vañó García Iván Gisbert López Javier Blanquer Ferri Miguel Vicéns Ripoll Raúl Satorre Moreno David Tormo Sánchez Marc Monllor Mira Santiago Mataix Nicolau Oscar Vicent Vila Enrique Muntó Álvarez José Manuel Sancho Agulló Jaime Nicolau Carbonell Marcos García Montava Antonio Vicente Millán Valor Juan A. Gisbert García Miguel Jorge Albors Arnauda Vicente Ribes Palmero Fernando Reig Ferri Raúl Esteve Lloréns José Ramón Olcína Pérez Gerardo David Story
Igancio Sanz Ortín Ángel Montero Moreno José Luis Gosálbez Albero Antonio Mañas Sánchez Daniel Seguí Real Jorge Montero Aura Sergio Sanz Ortín José Luis Grau Muntó Alberto Grau Muntó Juan Álvarez Sempere Santiago Peidro Tomás Enrique Calles Mira Juan Carlos Calles Mira Mario Santacreu Mira Mario Botí Cuevas David Mañas Ferre Fernando Reig Osuna Miguel Albero Mínguez Joaquín Ibáñez Calafat José Vicente García Martínez Mario Botí Andrés Luis Miguel Verdú Jordá Ignacio Bernabeu Martínez Ramón Mullor Sempere José Sempere Espí Javier Monllor Mengual Lirio J . Pascual Leva Ismael Mayor Coloma Jorge Peidro Font Jorge Vañó Bardisa Santiago Mataix Vicéns Francisco Rubio Calabuig José M. Rico Doménech Antonio Masiá Castro Oscar Rubio Navarro Jorge José Pascual Llopis José Javier Llopis Martí Jorge García Martínez Sergio Rico Albors Mesías Montero Aura Fernando Miró Vicéns José Vicente Llopis Monllor Jorge Pascual Coloma Jorge Sanz Miralles Antonio Ruiz García J o s é A. Picó Monllor Rafael Pérez Orts José Ofelio Torregrosa Valor Ángel Matías Valor Montava
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Javier Villar Aura
Eduard Sanz Amador Fco. Gabriel Masiá Romá Jorge Muñoz Rabadán Alfonso López Ruz Juan Miguel Solbes Crespo Alejandro Hurtado Sarrió Enrique J . Calatayud Pastor Francisco Jover Pastor Enrique Gadea Miralles David López Mayor Alexandre Gascó Mora Jorge Pascual Cerdán Rafael Santonja Aparisi Santiago Pastor Reig Víctor M. López Botella Alejandro Jover Fernández Borja Jover Fernández Daniel Jordá Mora Aurelio Mollá Gisbert Fernando Blanes Pastor Carlos Olcina Terol Joan Josep Ferri Sellés Octavio Valero Albors Jorge Blanes Cerdà Rubén Story Fuster José Gil Ferrando Pablo Albero Petit Rafael Escoda Martí Daniel Carbonell Nadal Marcos García Pérez Luis Ruiz Montilla Jorge Rafael Aguilera Verdú Jorge Javier Verdú Vilanova Luis Blanes Sevila Juan José Revert Ribera J o s é Pérez Llopis Javier Gomicia Ripoll José Monllor Trelis Alexis Jordá Serra Pablo José Valor Mira Marco Sanz López Jonatan Ferri Mayor Octavio Ramón Aura Borrajo Antonio Mora Carbonell Pedro Nolasco Juan Oregori Mauro Pastor Coloma Femado Monllor Fernández Octavio R. Aura Borrajo
Ignacio Villar Aura Ismael Mayor Gisbert José Fco. Caamañes Lloréns Jorge Santos Izquierdo Fernando Albors Arnauda Jorge J . Verdú Peidro Enrique Luis Sanus Abad Antonio Navarro Canet Kiko Sancho Ferrer Abel Vañó Seguí Javier Teruel Montaner Rafael Camarasa Sanchis Javier López Lucena José Vicente Arques Santamaría David Caamañes Lloréns Rafael Santonja Sanus Antonio Miralles Carbonell Jesús Seguí Llinares José Sanchis Fita Miguel Ángel Sánchez Pulido Gabriel Calatayud Abad Emilio Vte. Calatayud Gisbert Juan Esteve Pascual Jordi Sempere Gironés Rafael Lucena Madrid Fernando Gascó Gomis Jaime Lloret Alós Jorge Lloret Moyano Jorge Sanz Ivorra José María Juan Uribe Julián Juan Uribe Javier Vañó García Antonio Fco. Verdú Priego Ovidio Olcina Payá Andrés Bernabeu Jordá Aitor Caamañes Catalá Vicente Reig Payá Antoni Jordi Jordá i Reolit Fernando Vañó Miguel José Pastor Reig José Luis Seguí Belenguer Enrique Jordá Ripoll José M. Sarrió Terol Javier Monllor Úbeda Pablo Sanz López Pau Seguí Gaseó Jorge Oltra Lucena Juan A. Gisbert Mira-Perceval 225
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ÍNDICE
Capítulo I. Introducción Capitulo II. Orígenes de nuestra fiesta Fundamento histórico. La fiesta documentada. En el siglo XVIII. Principios del XIX. Capítulo III. Año fundacional de los Judíos ¿En 1817? Ambiente de esos días. Datos concretos. Capítulo IV. La comparsa Sultanes En 1839. La Música Nueva. Otras efemérides. La Bandera para los Sultanes. Cita de Madoz. Capítulo V. A mediados del XIX Cargos de 1856 y 1857. Lista de Comparsas. Culto a San Jorge. Otra vez, Bandera y Capitanía. Capítulo VI. con el nombre de "Judíos" Se adopta el nombre de Judíos. En el Sexto Centenar. En el llibret de les comparses. 233
Capítulo VIL Desde 1882 Innovaciones de 1882. Cargos 1886 y 1887. La Novísima. El Alférez. El Capitán en 1887. Costumbrismo. De fiestas. Capítulo VIII. Final de centuria Alférez 1893. Reseña de "El Serpis". Ecos en "La Unión Republicana". Preparación fiestera para 1894. Capitán Judío 1894. Concluye el ochocientos. Capítulo IX. A principios del siglo XX Consideraciones. Los Judíos abren el siglo. Capitán Judío 1902. Comparsas y Músicas para 1903El local Social. Participación continuada. Encuadre coetáneo. Capítulo X. Nuevamente los cargos Alférez 1913. El Capitán. Más referencias. Capítulo XI. Años veinte Evocación. En la Dictadura En 1925. Capitanía de 1926. Se cierra una época. Capítulo XII. Durante la Segunda República Año 1931. El Sant Jordiet. Tormenta festera. Nuevo turno de los Judíos. Otras cosas de entonces. Capítulo XIII. Tras la guerra civil Abril de 1939. 1940. 234
Reconstrucción. Caridad festera. Capítulo XTV. Cargos 46-47 1946, Alférez. 1947, el Capitán. El Alcoy de entonces. Intimidades. Capítulo XV. Las primeras actas de la filà El 17 de mayo de 1945. Hasta 1948. Actas de 1948 y 1949. Perfil de aquellas fiestas. Capítulo XVI. Entramos en 1950 A comienzos de los cincuenta. "Aném anàn". El autor de esta música. Adquisición del local Capítulo XVII. Cosas y datos de los cincuenta Interesante. Reglamento interior. Actas 1950-54. Actas 1955-58. Una deferencia de los Judíos. Capítulo XVIII. Cargos 1959-1960 Días antes. Alférez 1959En "Ciudad". La multa. Junta de Mayo. Una baja Sensible. Capitán en 1960. La fiesta. Comentarios. Capítulo XIX. Cuestiones suscitadas Recorriendo las actas. Enmienda a la Asociación. Gastos año alférez. Por el capitán. "Desde la Bandeja" Capítulo XX. De los sesenta Varios. Actas 1961-64. Gastos de estos años. 235
118
124
130
137
143
154
158
Actas 1965-69. Fiestas de 1965. En 1966. Estatuto de la Asociación. Al final de los sesenta. Capítulo XXI. Los cargos de los setenta Carestía de la vida. Acuerdos. Necrológica. El alférez en 1972. Programa interior 1972. Ecos de prensa. Prolegómenos 1973Dicen los periódicos. La mañana del 29 de abril de 1973Capitanía de los Judíos. Pasada la fiesta. Capítulo XXII. 1974 y 1975 Después del capitán. Un festero excepcional. Versos a Juan Gisbert. Nó, a la doble escuadra. Jorge Beltrán Mataix. En 1975. Capítulo XXIII. Séptimo Centenario Preparación. La fiesta. Otros de 1976. 1977 y 1978. De 1979. Capítulo XXIV Los ochenta Aires de renovación. Una "arrancà" de la escuadra. La filà. Participación externa. Homenaje a la Policía Nacional Capítulo XXV. Vida de la filà Del libro de actas. Censo festero. Reflexión. Pensando en los cargos. Capítulo XXVI. Alférez y Capitán Vísperas de alférez. 236
Fiesta 1986. 23 y 24 de abril. Intermedio. De la revista 1987. Movimiento de los Judíos. Comienza la fiesta 1987. El capitán. Elogios. Las otras jornadas.
215
Capítulo XXVII. Últimas referencias Después de los cargos. En 1988. En 1989. De 1990. ¿Neosultanismo? Punto final.
Primers trons desde 1926 Junta directiva actual y relación de festers Bibliografía
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221 222 226
ESTE LIBRO SE ACABO DE IMPRIMIR EL DÍA 2 5 DE MARZO DE 1 9 9 2 , FESTIVIDAD DE LA ANUNCIACIÓN DE NUESTRO SEÑOR, EN LOS TALLERES DE LA IMPRENTA HISPÀNIA ALCOYANA, S.L.
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84-604-2353-0
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