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Saluda del Presidente Este año, para la Filà Verdes, será un año inolvidable. Existen una suma de diversas circunstancias que harán, con toda seguridad, que este 1989 entre en la historia de ese pequeño mundo, que es la filà, por méritos propios.

La primera de ellas es que el niño Sant Jordiet sea un miembro dels Verds. Es el auténtico protagonista de nuestra fiesta. Es el blanco de las miradas de admiración y amor de todos los alcoyanos. Es el niño que en algún momento de nuestra vida todos hemos querido ser. Es en definitiva el único personaje de nuestra fiesta que brilla, por sí mismo, con luz propia. La filà Verdes en su habitual bien hacer, arropará y mimará a este simpático niño, Fernando Rius Pastor, con más cariño y dedicación que nunca. De ello estamos seguros.

Otra circunstancia especial de este año es que la filà desempeña el car-

go de Alférez. Ahora el protagonismo es para la filà. Y abundando en ese saber hacer dels Verds que antes comentábamos, nombra a Francisco Davó Pérez para que la represente.

No hace falta presentar a Paco porque ahí precisamente está el mérito de la elección: fester conocido por todos, hombre de honda humanidad, Verde de a pie de muchos años, que ha cumplido sus obligaciones y ha estado siempre dispuesto, porque siente y ama nuestra fiesta.

Finalmente nuestra felicitación a todos los miembros de la filà, a su Junta Directiva y a su Primer Tro Jorge Linares Sempere. Estamos seguros de que este año brillará el sol sobre los Verdes con mayor esplendor que nunca.

Octavio Rico

Saluda del Primer Tro Si una normal participación en nuestras entrañables fiestas de MOROS Y CRISTIANOS constituye un problema a resolver, esta circunstancia se multiplica ostensiblemente los años de cargo por las variadas facetas que generan. En 1989 nos ha correspondido la alferecía mora, precisamente cuando soy por primera vez Primer Tro. Asumo el puesto consciente de la responsabilidad que ello implica, porque cuento con el inestimable bagaje de estar integrada la filà por hombres dispuestos al apoyo y entrega necesarios para ofrecer a Alcoy y a San Jorge el esplendor festivo que la ciudad y nuestro excelso Patrón merecen.

Mi propósito al aceptar el cargo es para serlo de todos los «verdes» y porque sé que ninguno consentirá que nuestro aporte a la Fiesta no responda a los cánones del mejor esti-

lo, al genuino estilo «verd». Seguro que lo conseguiremos con vuestro espíritu de superación y la voluntad que nos caracteriza para ensalzar el nombre de nuestra querida filà, sin regatear sacrificios de ningún tipo.

Junto al Alférez, nos cabe el honor y la satisfacción de que nuestro pequeño y simpático socio Fernando Rius Pastor encarnará la figura del Sant Jordiet este mismo año. Es obvio que afrontar ambos cargos a la vez significa un reto, pero tengo absoluta fe y confianza en todos vosotros para asumirlo formando un sólido bloque.

Gracias por vuestra colaboración y que disfrutemos unas felices fiestas. ¡Visca Sant Jordi!

Jorge Linares Sempere.

Primer Tro

Junta Directiva, y comisiones Artística y de la Revista Jorge Linares Sempere Antonio Carbonell Llopis Jorge Vaquer Calatayud y José Vte. Olcina Pastor Carlos Luis Vilaplana Bleda Manuel Bellver Montava Jorge Pérez Borras José Amorós Boronat Francisco Sanus Selles Jesús Iraola Boronat Rafael Gracia Rambla José de la Encarnación Navarro

PRIMER TRO DARRER TRO SECRETARIOS TESORERO CONTADOR ROPERÍA VOCALES

CRONISTA

JUNTA ARTÍSTICA

José Jaime Bernabeu Verdú José Jorge Montava Seguí Rafael Rico Gisbert José Ganga Villanueva Francisco Davó Pérez Miguel Segura Molina Francisco Fuster Moncho Miguel Peidro Berenguer COMISIÓN REVISTA

Armando Ferré Miralles José de la Encarnación Navarro José Bonet Bataller

AI niño Jorge Quisiera hacer el verso muy escueto llevo en el alma la intención amable de no pasar por torpe ni indiscreto y al alma dejo en libertad que te hable.

Apenas recibida la noticia que en el Alcázar Verde te encontrabas todo mi ser llenóse de delicia por el placer que en ello desbordabas, deseos de reír o de llorar; y pensando que eres tú quien lo provoca he sentido en mis ojos lluvia o mar mientras florecen risas en tu boca; sensaciones distintas y un sabor entre amargo y dulzón sobre mi piel pues creo, Niño-Jorge, que mi amor lo mismo sabe a sal que sabe a miel; yo moro y tu cristiano, en el abrazo entre un latir de gozo y ansiedad podría terminar en el rechazo de llamar a nuestra Fiesta liviandad.

Moros y Cristianos forman un haz para pedirle a Dios su deseo: ¡PAZ! cabalgando en la esponja de una nube y al empuje de San Jorge por abril regresastes del cielo otra mañana trayendo en tu mirada juvenil ¡La PAZ para Alcoy y para España!

Antonio Candela

Amis

amigos Fernando

los Rius

verdes Pastor

Saluda de vuestro Alférez Otra vez llega el mes de abril —ilusión de todo alcoyano— y llega para aumentar la cuenta de nuestros años; pero no pensamos en ello, y al contrario, lo anhelamos y jubilosos lo recibimos. Y precisamente este abril de 1989, que marca para nosotros —y especialmente para mí en quien habéis hecho recaer el honor de representaros— una efemérides muy especial, que en nuestro espíritu festero añadirá un sumando inigualable de fe y hermandad a nuestra entrañable FILÀ VERDS. Con estas sencillas palabras que únicamente tienen el valor de querer expresar mis más profundos sentimientos, quisiera también hacer un llamamiento a todos los festeros, es decir, A TODO ALCOY, para que con un granito de arena (en realidad verdadero bloque granítico) contribuyan al máximo esplendor de la «nostra festa».

A los que visten el traje festero, moro o cristiano, hombres y mujeres, para que seamos conscientes de que somos los principales protagonistas y los que hacen posible darle la grandiosidad que todos queremos.

Que nos demos cuenta, que vestirse

de «fester» conlleva ser circunspectos y disciplinados en los actos oficiales, pues nuestra indumentaria es pregón de tradición y elegancia espiritual y con ello tenemos el honor de hacer agradable la fiesta a los que nos aplauden y contemplan.

A los demás «festers», es decir, a todos los espectadores, les animo a que se identifiquen, más si cabe, con la fiesta y todo lo que ésta implica; el desbordar de una sana alegría, la conmemoración de un hecho histórico, y una espléndida manifestación de hermandad y amor de todos los alcoyanos, cuya probada hidalguía, estoy seguro se manifestará una vez más, durante los días de fiesta que nos disponemos a celebrar, ahondando en nuestros corazones el amor y la fe hacia nuestro Santo Patrón.

Sea pues San Jorge, quién nos presida y bendiga en estos actos grandiosos de luz, color y entusiasmo inigualables, e impetremos su ayuda para que espiritual y materialmente engrandezca esta bendita tierra de Alcoy. ¡VISCA SANT JORDI! Francisco Davó Pérez

A Fernando, de todos nosotros Hay una razón de ser de nuestras fiestas, un eje central, una figura, sin la cual la Fiesta y nuestra devoción particular, perderían su sentido.

Esa figura, ese eje, es San Jorge, que simbolizado todos los años por un niño, configura la personalidad de la Fiesta.

Muchas veces nos perdemos en mil lenguas, hablando del «Capità», del «Alferis», de la «esquadra de negres». Todo ello, y muchas más cosas de nuestras fiestas, nos pueden hacer olvidar quién es el principal protagonista.

Ese protagonista es el Sant Jordiet, que, como escribía Adrián Espí en su crónica de Fiestas de 1980, es «el eslabón mágico que une lo profano y lo sagrado».

De la importancia de su figura dan fe los siguientes extractos de las «Ordenanzas de la Fiesta»: en el Artículo 21, se cita que Sant Jordiet «es la figura señera de la Fiesta, representación humana del Santo Patrón».

Y afirmando aún más su protagonismo, se lee en el apartado 5° del Artículo 29: «El Sant Jordiet tendrá preferencia absoluta de paso y respeto sobre todos los demás personajes festeros».

En estas fiestas de 1989, y por tercera vez en tiempos modernos, un niño, hijo de un miembro de la «Filà Verds», tiene el honor de ser la simbolización de nuestro patrón San Jorge: el niño Fernando Rius Pastor, quien fue designado por insaculación entre 17 candidatos, en la Asamblea de Mayo de 1988.

Retrocediendo en el tiempo, recordamos el primer Sant Jordiet en la «Filà Verds»: José Luis Moya Doménech, que lo fue en 1956, hijo de José Moya Carbonell, abogado, y nieto del que fuera Cronista de la Ciudad y de Fies-

tas, D. José Moya Moya. Ese año fue, desgraciadamente, deslucido el acto de la Aparición, pues a causa de la lluvia caída el día de San Jorge, se mojó todo el dispositivo, como recuerda el cronista de 1957, D. Francisco Boronat Picó. Era en aquellos años Presidente de la Asociación de San Jorge D. Antonio Aracil Pascual, y «Primer Tro dels Verds», D. Miguel Peralta Tomás.

Tuvieron que pasar 23 años para que, nuevamente, recayera el Sant Jordiet dentro de la «Filà Verds». Fue Fernando Pastor Lloréns, que encarnó a nuestro Patrón en 1979.

Fue elegido por insaculación entre 25 niños presentados. Era presidente de la Asociación de San Jorge D. Enrique Luis Sanus, y «Primer Tro dels Verds» D. Salvador Perelló Si vera.

Y en 1989, después de diez años, Fernando Rius Pastor, hijo del miembro de la «Filà» Fernando Rius Jordá, será la representación viva de San Jorge.

A él, especialmente, dedicamos estas líneas, con nuestro afecto; y a la «Filà Verds», en la que también recae este año el cargo de «Alferis» en la persona de Francisco Davó, que dé, con su saber hacer, todo el apoyo y cariño, que merece, quién da vida al ser de nuestra fiesta: Nuestro Patrón San Jorge.

Bibliografía: Espí Valdés, A.: Crónica de Fiestas 1980.

Boronat Picó, F.: Crónica de Fiestas 1957, NOSTRA FESTA: La Asociación de San Jorge.

NOSTRA FESTA: El día del Pairó Sant Jordi: «El centro de la Fiesta y la tradición».

NOSTRA FESTA: Verdes: «Primers Trons».

Alfonso Jordá Carbonell

Romanç de l'Alferis Moro de la filà Verts, Francesc Davó Pérez II

I Tot un eixercit de moros venen per el Molinar, una vall que es molt propicia per a fer fàcil l'Entrà, en el Alcoy de don Jaume que es un reducte cristià.

Uns a cavall, atres a peu, sobrepassen dos millars, d'homens valents i aguerrits i sobre tot, ben armats.

Al front d'este grup de moros cavalca l'Abanderat, moro noble, de llinage i de renom consagrat, que ostenta l'Alferecia lloctinent del Capità, que pels camins de Polop preparen també l'atac.

Estan a vistes d'AIcòy i ho tenen tot preparat, per a entrar en este poble que era abans del Califat.

Les llances, dagues i alfanges lluïsen al sol daurat, d'eixa vesprà abrilenca que a la historia ha de passar.

Pero l'Alferis te dit (i es cosa molt important) que si s'entra per les bones molt millor que a foc i a sanc, puix ell es amant dels pactes pactes d'apretó de mans.

Si es desenrolla en concòrdia l'Entrà en la vila assedià, ademès dels seus guerrers porta un boato especial, de dones i d'odalisques que es cimbregen al compàs, d'una marcha mora lenta de les millors de l'Islam.

Porta també arques d'or, gran colecció de ventalls fets de plomes coloristes dels més exòtiques aus.

Sedes, bordats, vels de tul, alfombres, músics, esclaus, Guàrdies d'Honor de la Meca en potros negres i blancs.

III Per damunt de tal riquea destaca l'Abanderat, més conegut per l'Alferis del bando mahometà, que porta un trage de faula a on es color dominant, un vert sedós com camp d'herba símbol d'esperança i pau.

Un vert alegre i vistós com a voltes te la mar, en aplics d'argent i d'or i en capa tota bordà. tQué tou anirà l'Alferis pels carrers més principals!

En la cara la rialla i el saludo en les dos mans...

El poble serà un clamor per a vore-lo passar, per aplaudir al cabdill de tribu tan singular, com son els VERTS, moros nobles que en Alcoy faran sa Entrà.

Armando Santacreu Sirvent.

Alcoy, abril de 1989

Mariano Amorós Arañó, primer Sargento de la Gloria Infantil habido en la Filá Verdes

Cabos de Escuadra

¡Cuánta admiración despiertan y cuanto respeto merecen!

Ya en los albores de las fiestas y previamente convocado por la Asociación de San Jorge, la tarde del 18 de Febrero de 1984 se celebra en el patio del Colegio Salesiano un concurso para proveer plaza de Sargento de la Gloria Infantil. A su determinado nivel, se trata de un verdadero examen de cabo de escuadra y en el mismo tomaron parte cuatro niños con ilusión, dotados de un entrañable espíritu fester. Uno de ellos era nuestro Mariano, matiz posesivo que merece por ser «verd» desde su nacimiento. Es de talante más bien serio y quizás algo introvertido, pero tiene esa mirada concentrada del que sabe lo que quiere, y cuando llega su turno echa hacia atrás su rebelde flequillo con los naturales nervios y empuña la lanza con la decisión que da el estar seguro de sí mismo. Su paso exacto y el brazo cimbreante forman un solo cuerpo rítmico con la música, y consciente de su saber hacer se somete al juicio de quienes exigen un buen porcentaje de donaire y gracia para emitir un veredicto positivo. Exhibe tales maneras de sobriedad y elegancia, que merece la mejor calificación del Jurado y se le adjudica la plaza de Sargento del Bando Moro.

Así, condensado en unos renglones, se relata de manera sencilla lo acontecido, pero al margen de todo ello queda la evidente y rotunda consideración de que el cabo de escuadra nace; no se improvisa. Es como algo visceral en la persona, como una vocación. Es un todo innato.

En la mañana del 23 de Abril de 1984, día señero de nuestras tradiciones, Mariano Amorós Arañó arranca la GLORIA INFANTIL desde el Partidor entre admirativos murmullos y elogiosos comentarios de la gente de un pueblo entendido que sabe valorar las raíces festeras del alma alcoyana.

Un público a veces implacable en sus juicios, pero siempre generoso y proclive al entusiasmo con la grey infantil.

Con ademanes justos y acompasados, sin exageraciones en el porte, nuestro pequeño Sargento va desgranando la esencia de su arte, cosechando un rosario ininterrumpido de aplausos que solamente se extinguen al finalizar la Gloria. Su armónica y cadenciosa manera de elevar la lanza, siempre serio pero esbozando con galanura una agradecida sonrisa, es una constante durante todo el recorrido. Encierra tal belleza ese gesto, que casi lo convierte en un rito. Y cuando mira hacia lo alto diríase que de sus pupilas de niño brota una ofrenda de su actuación a San Jorge.

En los archivos de la Asociación figura inscrito ya para siempre el nombre de este muchacho junto al de los demás chicos que han dignificado el cargo de Sargento Infantil. Todos los que lo han sido, los que lo son y los que lo serán, han enaltecido nuestras fiestas e hilvanado su continuidad.

También en la Filà VERDS tenemos registrado su nombre en letras de molde, pues supo desempeñar su cometido durante el bienio 1984-1985 con esa difícil facilidad de los elegidos y la exquisita naturalidad de quién, como si nada hiciera, lo hace todo.

La posteridad le recordará entre nosotros como el primer «verd» que fue Sargento del Bando Moro en la GLORIA INFANTIL y, hasta la fecha, el único. Con este recuerdo va nuestro homenaje.

En Alcoy y Abril de 1989.

José de la Encarnación.

Els Verds, una filà centenaria, elegida por y para Centenarios Forzoso resulta afirmar que los Verdes han sido predestinados por un azar venturoso para ser filà de cargo siempre que se ha producido un acontecimiento importante en nuestras tradiciones. Una y otra vez los vientos de la fortuna se concentraron sobre nosotros para distinguirnos al conmemorarse cualquier efemérides. Díganlo si no la alianza de circunstancias que se dieron para que en 1876, celebración del VI CENTENARIO de la Aparición de San Jorge, nos correspondiese el Capitán moro, que fue representado por Vicente Olcina Peidro. Claro que para ello fue necesario que en Acta del 26 de Febrero de 1871 dicho fester se comprometiera a desempeñar las funciones de Alférez y Capitán por expresa renuncia a la Bandera por parte de la filà Bacora y, además, que durante unos años se interrumpieran los festejos a causa de los sucesos nacionales previos a la instauración de la monarquía de Alfonso XII. Asimismo, al conmemorarse el VII CENTENARIO en 1976, son nuevamente los Verdes quienes ostentan la Capitanía del bando moro, cuya figura encarna Armando Ferre Miralles. También motiva que nos corresponda la Bandera el que las epidemias con su secuela de suspensiones de fiestas, las altas y bajas de filaes, así como la incidencia de nuestra guerra civil de 1936-1939, provoquen unas profundas variaciones en el riguroso orden de turno. Justo es reconocer la influencia de los hados favorables para disfrutar la Capitanía en ambos Centenarios.

Abundando en otras efemérides y basándose en datos del profesor D. Rogelio Sanchis Lloréns, cronista de la ciudad, y del ilustre D. Vicente Carbonell Valor, doctor en ambos derechos y autor en 1668 de la «CÉLEBRE CENTURIA», resulta que —salvo la posible inexactitud de fechas que pueden propiciar los siglos transcurridos— Alcoy recibió en 1589 una reliquia de San Jorge por mediación del reverendo alcoyano D. Miguel Monllor Sempere, hijo de Lorenzo Monllor y Úrsula Sempere, cuando era canónigo y Vicario General del Obispado de Orihuela. Por lo tanto es evidente que en 1889 se cumplió el III Centenario de la percepción de la reliquia, ostentando los Verdes el Alfé-

rez, personificado por José Mora Santonja. Y hemos de significar la mediación de la fortuna porque nos correspondió el cargo al rechazarlo aquel año la filà Cordón, que nos precedía.

Consecuentemente, este año de 1989 se cumplirá el IV Centenario de tal acontecimiento, precisamente teniendo los Verdes el Alférez y representándolo Francisco Davó Pérez. Para mayor significación de la suerte tenemos también el Sant Jordiet, encarnado por nuestro pequeño socio Fernando Rius Pastor.

Y por último, según consta en la «HISTORIA DE LOS MOROS Y CRISTIANOS DE ALCOY» de D. Julio Berenguer Barceló, el 19 de Enero de 1890 se reúne en Junta la Asociación y su Vicepresidente D. Antonio Pascual Puig manifiesta haber leído en el «AÑO CRISTIANO» del padre Croisset, que San Jorge sufrió martirio y muerte el 23 de Abril del año 290, por lo que proponía se celebrara el XVI Centenario de su muerte. Se convocó otra reunión para tratar el tema, encargándose varias personas de averiguar la Habilidad de la fecha y llegándose a la conclusión de que variaba según la fuente informativa. Resolvieron el asunto en junta general extraordinaria del 9 de Febrero de dicho año, acordando por unanimidad celebrar el citado Centenario en 1890. Si tenemos en cuenta que un diccionario tan solvente como el ESPASA apunta que ello ocurrió el año 303 y que también un consciente investigador del pasado como fue Jordi Valor i Serra señala el mismo año como el del martirio y muerte de San Jorge, yo pienso que aceptaron el año 290 porque estimaron que cualquier fecha era buena para la celebración, máxime teniendo en cuenta lo aventurado de concretar rotundamente una anualidad en un ayer tan perdido en el tiempo como los siglos III y IV de nuestra era.

Al margen de estas consideraciones, leyendo por aquí y por allá vengo en conocimiento de que, por su tradición alegórica en lo religioso, la figura de San Jorge resulta un tanto mítica, pero al mismo tiempo se nos dice que nació en el último tercio del siglo III en Capadocia, región sur-oeste de la entonces Asia Menor, en una población llamada Mi-

tilene. Otra versión dice que en Lyda (Siria). Ambas eran colonias romanas y de ahi su condición de romano. Que era hijo de nobles padres cristianos (labradores acomodados) y que se distinguió como militar al mando de tropas del emperador Diocleciano, ante quién hizo profesión de fe cristiana y que por tal motivo sufrió martirio y muerte en Nicomadia, capital de la antigua Bitinia, fundada por Nicomedes I el año 264 antes de Cristo y que actualmente es la ciudad turca de Izmit. A este respecto, Jordi Valor i Serra dice que el lugar de su muerte igual pudo ser en Mitilene o Dioscópolis, pues su cuerpo fue trasladado después a esta última ciudad de Palestina, como él lo habia pedido.

Sin embargo, la biografía de San Jorge resulta un tanto oscura porque los relatos existentes contienen mucho más de leyenda que de historia, lo que ha dado pie a algunos historiadores (entre ellos Edward Gibbon, autor de la muy documentada «HISTORIA DE LA DECADENCIA Y CAÍDA DEL IMPERIO ROMANO») para considerar a San Jorge un sosia legendario de Jorge de Capadocia, turbulento hereje del siglo IV que llegó a ser arzobispo de Alejandría, con quién identifican a nuestro santo Patrón.

Dada mi condición de aprendiz de cronista limitado al modesto ámbito de la filá, respeto la opinión de esas plumas autorizadas, pero, por deducciones, pienso que San Jorge es el mártir un tanto anónimo que describen Eusebio y Lactancio y que desgarró con sus propias manos el edicto de persecución contra los cristianos colocado en la puerta del palacio imperial de Diocleciano en Nicomedia.

Dudas aparte, no puede obviarse que San Jorge es venerado por las iglesias de Oriente y Occidente; que es Patrón de numerosas Ordenes de Caballería, y santo tutelar de Inglaterra, Grecia, Aragón, Cataluña, partes de Rusia, Portugal, Servia y, primordialmente para nosotros, de Alcoy. Lo es también de muchas poblaciones de la región, e incluso lo fue de la misma Valencia capital antes de que otorgara su patronazgo a San Vicente mártir (otra víctima de Diocleciano). Así y todo, San Jorge ha sido y es Patrón de los Caballeros del «Centenar de la Ploma», encargados de la custodia y defensa de la «SENYERA», nuestra bandera.

Volviendo a las motivaciones de este escrito y dando carácter a su encabezamiento, lo evidente es que en 1890 se conmemoró el XVI Centenario del martirio y muerte de nuestro San Jorge. Por lo tanto, si se quiere respetar la tradición establecida por los entonces rectores de la Fiesta, en 1990 se deberá celebrar el XVII Centenario de dicha efemérides.

Pues bien, ¿qué Filá ostentará el cargo de Capitán moro? Pues ¡ELS VERDS! Claro que otra vez la diosa Fortuna se ha aliado con nosotros porque si accedemos a esta nueva Capitanía es debido a crearse la Filá Benimerines y tomar parte en la Fiesta a partir de 1980.

Por último y para completar el pleno, el 18 de Enero del actual 1989 se cumple el 1 Centenario de que los Verdes ocupan el quinto lugar en el orden de antigüedad de las filaes, precisamente cuando detentamos la alferecía mora. —¡Definitivo! — José de la Encarnación

Los Verdes Al decir los verdes, claro es, no me refiero a los verdes ecologistas, sino a los moros verdes de mi Alcoy natal.

Verde es el color del Profeta. Verde es el color por antonomasia de las huestes árabes y de ahí el nombre de esta filá, de atuendo tan impecablemente árabe.

Pero verde es también el color del poeta García Lorca. Demos un sucinto recorrido por algunas de las metáforas e imágenes lorquianas a través de su obra y hallaremos agazapado, a veces saltarín y vibrátil, el color verde: «Verde rumor intacto/la higuera me tiende sus brazos». «Arbolé, arbolé/seco y verde». Son los primeros compases que García Lorca pone en sus Canciones. «Baila sobre lo verde. Sobre lo verde, que te acompaño yo» Y sigue el poeta: «En la mañana verde/quería ser corazón.

Verde rama exenta de ritmo y de pájaros».

Sería interminable fijar aquí y ahora el rosario verde que García Lorca va desgranando en sus poemas: «Mi manzano da a lo verde sus brazos». Pero donde el poeta consagra definitivamente al verde como adjetivo calificativo es en el «Romancero Gitano». Oíd sino: «Verde

que te querio verde. Verde viento.

Verdes ramas». Y es que García Lorca para fijar la tez del gitano, esa morenez ocre, no se le ocurre nada mejor que tildarla como «verde carne».

«Sobre el rostro del aljibe se mecía la gitana Verde carne, pelo verde con ojos de fría plata». ¿Quién no conoce el romance de Antoñito el Camborio?

«Moreno de verde luna, anda despacio y garboso».

«Moreno de verde luna voz de clavel varonil».

Verde como el jubón de un arcabucero en el Velázquez de «Las lanzas». Verde Greco, verde Goya, verde Rubens, verde Veronés, avanzan pausadamente, en la tarde de abril, en un aire donde estallan las rosas verdes de la Pólvora negra, con un cielo azul, azul de Rubén Darío, azul de Dios, como cantó el poeta Juan Ramón Jiménez, mientras los heraldos anuncian ya la primavera.

Y es que la filá de los Verdes tiene o ro nombre: filá de la Esperanza.

Antonio Revert

Els Verds hacen historia

De tiempo tenía pensado escribir algo sobre un buen amigo desde que le conocí, y el tiempo que es el mejor juez, me ha dado la posibilidad de poder conocer a su través, mayor número de ellos, y mira por donde esta ocasión que me brinda es con la «Filà els Verds»; con verdadera ilusión lo realizo, para perpetuar una realidad que las circunstancias nos proporciona. En principio mi felicitación por esa Alferecía a toda la «Filà Verdes», y que mis letras sean para hacer justicia a todo un grupo de amigos, por cierto la mayoría, de la «Peña Cacau», que con la categoría que llevan dentro cada uno y con «verdor», han hecho posible durante tres largas décadas que la Filà resalte, brille, que suene con esa armonía y camaradería que una sincera y gallarda amistad, fructifique al cabo de los años con esa soberbia potencia histórica que en la actualidad posee la Filà Verdes.

Hay que reconocer que estas agrupaciones son posible, cuando existe la suerte de coincidir un grupo de de-

sinteresados que en todo coinciden, todo lo soportan, inquietudes, dificultades de todo orden, cuanto este montaje obliga, pero que el amor a la fiesta, ese empeño de superación, produce el que se venza; ese es por lo menos este caso de amigos míos que deseo reflejar aquí con sus nombres para la posteridad y que esa gama de jóvenes, la nueva juventud integrada en la Filà, respete y pueda con el tiempo emular a todos estos hombres que les preceden, con defectos y virtudes, les han facilitado un camino para la alegría y la felicidad, que también ellos sean capaces de trasladar a todos los suyos, confeccionando una historia de las raíces que en distintas ocasiones pudieron censurar.

Tuvo la gran suerte la Filà de ostentar la Capitanía del Centenario de las fiestas de Moros y Cristianos en el Bando Moro (1976) pero fue mayor encontrar a la persona, al caballero que con tanta dignidad representara ese histórico personaje, al aparecer Armando Ferré Miralles,

cien por cien festero desinteresado como el que más, supo darle ese empaque regio, serio, que requería la Filà del Centenario, consiguiendo que los amigos, los íntimos, la Filà toda, lo proclamase «Capitán de Capitanes» el año 1976; quiérase o no, una hermosa historia alcoyana que la Filà proporcionaba.

Amigos del amigo, quede aquí reflejados vuestros nombres, que me disculpen los que pueda omitir, era cuanto deseaba de tiempo reflejar como prueba escrita, haciendo uso de la profunda amistad de la que me considero tener de todos, dispensándome la preferencia al singular festero, Armando Ferré, la cordialidad unánime al grupo con Camilo Fuster, Miguel Cano, Pepe Bonet, Tomás Pastor y Salvador Ferrando y tantos otros «Verdes» con el mayor de los respetos. Que siga la Filà Verdes ese señero camino trazado, en este año de el Alférez 1989, para seguir engrandeciendo la fiesta alcoyana.

Rafael Cortés Vañó Alcoy

El Alferis A Francisco Davó Pérez Alférez Moro Verd 1989

Sabido es que la Fiesta de Moros y Cristianos tiene un origen militar —en la soldadesca del siglo XVI— que ha llegado a su estado actual como producto de una evolución donde sin embargo se han conservado sus esencias originarias: actos religiosos y batallas de arcabucería, que todavía no han podido ser desplazados por la suntuosidad y masificación de los desfiles, conocidos como «entradas», que es el último acto incorporado a su estructura.

También ha conservado su terminología militar: diana, escuadra, etc... y sobre todo la denominación de sus cargos, porque si bien es cierto que la Fiesta se masifica cada vez más, por muy masificada que esté siempre habrá unas individualidades que son los conductores de la acción común y sobre los que descansa principalmente la acción festera.

Esos protagonistas, dado el origen guerrero de la Fiesta, se llaman en la terminología festera Capitán, Alférez, Embajador, Sargento, etc... que están duplicados, uno por bando.

Sant Jordiet, figura reciente, pues aún no existía en el anterior centenario de 1876, y Mossén Torregrossa, están por encima de la dualidad, aunque en siglos anteriores existía la figura del «Papas», algo así como el duplicado del «Mossén».

El Alférez, en alcoyano Alferis, es uno de esos personajes festeros, llamado también «Bandera» en algunas poblaciones, porque su cometido es llevar la bandera insignia de su bando, y por eso desfilaba con su filà en el centro de la formación.

Llevar la bandera siempre ha sido honroso, no olvidemos que en la época foral era el Justicia —y cobraba bien por ello— el que llevaba la

bandera del Municipio, pero convertía el cargo en algo sólo decorativo.

La evolución de la Fiesta fue prestigiando la figura del Alférez, que pasó de llevar la bandera a ser su custodio, delegando tal cometido en su Abanderado que le acompaña; y a tener su propio boato —hasta ahora sólo el Capitán y el Alférez tienen boato en la Fiesta—; y a tener su propio disparo desde 1950; y su propio «encaro» desde 1963 en que es acompañado por la mitad de su bando.

Quizás esa evolución haya sido lo que le haya dado su prestigio actual.

Hoy el Alférez desfila con su filà en el último lugar de la Entrada, mo-

dificación que se introdujo por la Filà Cruzados vo fin de mantener el interés de los espectadores que yo no aguantaban más y se iban después de ver al Alférez, y que ahora lo aguantan todo hasta el final para ver al Alférez y su boato. Eso ha obligado a la Filà Alférez a desarrollar un boato más amplio que el que era convencional, ganando con ello suntuosidad la Fiesta.

Por la misma razón y para romper la monotonía de la larga sucesión de espingardas entre Capitán y Alférez surgió la «escuadra del mig» en 1960, y ahora incluso se acompaña de un pequeño boato.

Si ese boato del «mig» llega a ampliarse demasiado, sería lógico que el Alférez volviera a ocupar su tradicional puesto en el centro de la formación, y que esa «escuadra del mig» pasara a ser «escuadra final».

La cuestión pudiera ser polémica, razones en pro y en contra habría para todos los gustos, por eso sólo hago unas consideraciones de como ha evolucionado la Entrada.

Pero si quiero dejar constancia de

que el cargo de Alférez que hoy ha adquirido tanta importancia como el de Capitán, y por eso habría que cuidarlo, es difícil, muy difícil, es el cargo más difícil de la Fiesta, el que más quebraderos de cabeza crea a cada filá. A veces un esfuerzo personal y económico se malogra por causas ajenas a la filá y se convierte en pita lo que debiera ser un aplauso a la entrega a la Fiesta.

Me estoy refiriendo únicamente a la Entrada, por no hacer otras consideraciones sobre como encontrar quien quiera desempeñar el cargo, que a nivel personal y de obligaciones es tan oneroso como pueda serlo el de Capitán y sin sus preeminencias y garantías de acierto.

El problema del Alférez está en ir el último. Al desfilar en último lugar en la Entrada se acumulan allí todos los pequeños errores, lapsus y despistes del desfile, que concentrados al final pueden explotar en un temido «corte» de grandes proporciones —el público no perdona— sin culpa de la filá Alférez. Además, aún sin cortes, por un fenómeno logístico difícil de comprender, la filá Alférez se ve obligada a hacer el mismo trayecto en una hora, cuando el Capitán lo hace en hora y media o más, a ir por tanto a más velocidad, que muchas veces la impedimenta de su boato y sus escuadras no puede soportar.

La verdad es que prima más en el ánimo, en esos momentos, el temor a una rotura que la ilusión de la Entrada. Ánimo y suerte Alférez, después de la Entrada todo lo demás es gloria.

José Luis Mansanet Ribes

Els Verts i la musica, en la festa alcoyana No es menester que digam aci, l'interès nostre demostrat desde fa molts anys, per tot lo referent a música i als músics alcoyans, i res digam en lo tocant a la música en la festa que, com es sabut, desde l'any 1817, en que es va fundar en Alcoy la primera banda de música, aquella «Banda de Milicianos Nacionales», orige de la «Primitiva», la vella actual —el seu primer director/fundador va ser don Francesc Cantó Botella, que ya perteneixia com a músic a la citada de Milicians—, la musica o millor dit, les bandes de musica, quedaren per dret propi integrades en la festa alcoyana de Moros i Cristians.

Que la aparició d'eixa primereta banda de música en Alcoy va constituir un succés, es molt cert, desfilant esta davant de tot en el Capità de Moros i a tot seguit, la filà Llana, que era la que la tenia contratà, tot un privilegi que se li va concedir i que va durar hasta l'any 1840, en que totes o casi totes les filaes s'acompanyaven ya de banda de musica i per descontat —no cap el menor dubte—, també aquella de SEDA VERDE, que en el referit any de 1840, en la Junta celebrà el 18 de març, proposa el seu «primer trueno» Joan Esteve «si esta podia variar las piezas que tienen sus individuos de dicho género a Lana, no alterando los colores del diseño» (1), lo que va provocar una acalorà discussió, concedint-li despres el referit camvit baix la denominació de LANA VERDE. Dos anys desprès d'allo: 1842, es crea en Alcoy la que denominaren «Musica Nueva», escissió de diversos elements de la Vella, junt a atres aficionats de la localitat, debutant en la festa alcoyana en la filà Judios. En Alcoy, ya teníem dos bandes de musica incorporades a la festa i es curiós observar, com en aquella segon mitat del sigle XIX, en les deu filaes de Moros i dos de Cavalleria, vore'r participar, junt a les dos bandes d'Alcoy, les bandes d'Alfarrasi, Alcocer, Bellreguart, Real de Gandia,

Castelló les Cherres, Sella, Bocairent, Muro i en les de Cristians nou en total i dos de Cavalleria—, a les bandes d'Adzeneta, Alqueria de la Condesa, Lorcha, Palomar, Palma de Gandia i les dos de Cocentaina: la Vella i la moderna, que anys desprès es f u s i o n a r i e n per a convertir-se en «Agrupación Musical Contestana», que va estar dirigida per don Ricardo Carbonell.

I es precisament, esta «Agrupación Musical Contestana», en 1876, any commemoratiu del VI Centenar de Sant Jordi, la que va estar contratà pels VERTS que, per mes senyes, tenien el Capità —Vicent Olcina el va ostentar—, des-lluint l'acte del Passeig, que li seguia a l'entrà de moros, una gran chaparronà d'aigua que va caure, durant casi una hora.

Igualet o paregut a nostres dies.

D'aquell VI Centenar de 1876, s'ha parlat i escrit molt i be, lo que no anem nosatros ara a insistir en ell, pero com estem parlant de musica, si direm que la missa major del dia 23, va ser cantà per setanta músics perteneixents a les capelles de la vella i la nova, estrenant-se un HIMNE A SANT JORDI, compost exprofeeament per el mestre Josep Jordà Valor, inspirat compositor alcoyà i organiste de prestigi, en aquell entonces, de la Parròquia de Sant Andreu, de Valencià, i que va ser cantat durant molts anys.

Atre succes artístic i musical per excelencia en aquell any de la Capitania dels VERTS, de 1876, va ser l'estreno del «melodrama histórico en cuatro actos divididos en seis cuadros: Alcoy contra Al - Azrach ó Sen Chordi firam ¡firam!», original i en vers del croniste de la ciutat Antoni Vilaplana Sempere i música del mestre Rafael Pérez Jordà, distinguit músic, bon violiste i director/fundador en 1880 de la banda de musica «Novísima».

En tot aço de la música alcoyana i per descontat en la festa de Moros i Cristians, fa temps que teníem pensat el fer una historia a modo de resum, de totes les bandes de musica

que, desde principis de sigle —per començar d'una fecha—, han pres part en la nostra festa, tasca de lo mes interesant i un poc mes que laboriosa que, per diverses circunstàncies, hem anat deixant un poc de costat, pero de lo que tenim replegat —bastant—, tocant als VERTS, trobarem, que en 1886, van estar acompanyats per la banda d'Agres, composta per 22 músics.

Per caure la Semana Santa alta en eixe any de 1886, es van transladar les festes als 1, 2 i 3 de maig, ya que el dia 22 era dijous sant i naturalment, el 23, divendres sant, dia del patró.

Tal dia com este i en l'aludit any, va ser enterrat el fundador de la «Primitiva» don Francesc Cantó Botella, pare del renombrat compositor alcoyà Joan Cantó Francés, autor del Pasdoble «Mahomet» entre molta i diversa musica de lo mes ben feta i inspirà.

Seguint en aço, ya en el sigle XX, en 1903, any que, precisament, va eixir per primera vegà al carrer la «Banda de Musica de la Sociedad El Trabajo», dirigida per el mestre Josep Seva Cabrera —cosí germà del pintor Fernando Cabrera—, al que van seguir alguns elements de la vella per a integrarse en dita banda, la filà dels VERTS, es va fer acompanyar en les nostres festes per la banda de Palomar. (Valencià). Un incís: la prensa d'aquella època —curiosa i interesant la data—, anunciaba per a dins de poc, concretament en Juliol, el restabliment del servici Alcoy —Alacant, per la cantitat de cinc pesetes i abundant en detalls, per sis quinzets, la millor butaca del Teatro Calderón per vore'r «Aurora», el drama de Joaquin Dicenta, que representava en gran èxit la companyia de D a Luisa Calderón i Emilio Armengol.

Un any desprès: 1904, els VERTS, tenien contratà a la banda «Nueva de Albaida»; en 1907, a la de Benidoleig i en 1908, a la de Penàguila. Esta banda de música va ser fundà per el músic contestà Manuel Ferrando

González, apoyat per el mestre Josep Jordà, que en algunes ocasions també la va dirigir.

La banda de musica alcoyana que el vulgo va motejar en alló de «La mano negra», fundà en 1907, baix el nom artístic de «Lírica Moderna», en 1912, va pendre part en els VERTS i en el vinient, any de 1913, van tindré a la banda « Nueva de Muro». Esta nova de Muro, va tindré en la seua vida artística dos directors: Remigio Gonzàlez Solbes i Joan Jover Segura, aplegamt a 1933 o 34 en que es van fusionar vella i nova donant pas a la «Union Musical» de nostres dies.

Hem parlat de l'any 1913 i encara que siga molt breument, voldríem deixar aci noticia de la celebració, en este any, d'uns Jocs Florals organizats, per l'Ateneu Alcoyà en que va resultar premià la lletra per a un HIMNE A ALCOY, deguda al poeta i periodiste local Julio Puig Pérez, que també va guanyar la flor natural en dit certamen.

Al mateix, van participar atres poetes i escritors de la localitat com per eixemple Josep Abad Carbonell que va comprometer al mestre Gonçal Barrachina a escriure'r la partitura d'una lletra que ell va presentar al concurs que, com hem vist, la lletra de Abad Carbonell no va resultar premià, lo que va tombar totes les previsions hagudes i per haver, ya que en un temps mes que rapit, havia de trobar-se a un músic capacitat que possara en solfa les estrofes de Julio Puig i en Alcoy, no n'hi havia atre en garantia d'èxit, que el mestre Josep Jordà qui, mogut de la seua gran alcoyania, va aceptar l'encarrec i en poc mes de quince dies va escriure'r una partitura de lo mes fogosa i inspirà que, de pressa i corrent, atre ilustre alcoyà: Camil Pérez Monllor, ho va instrumentar per a banda i el 29 d'abril de 1913, baix la seua batuta i un cor compost per mes de cent veus, va ser estrenat i aplaudit a rabiar eixe HIMNE A ALCOY, que en les primeres estrofes aixina canta: «Vosotros los artistas,

que sois de noble laya/ vosotros los poetas, que honrais la ciencia gaya/ del pueblo de San Jorge las glorias ensalzad./ Que vibren vuestras notas con màgicos sonidos/ que hiendan los espacios con ecos repetidos/ los hechos más preclaros de Alcoy, la gran ciudad.»

Llamentem molt, no tindré mes datos sobre les bandes de musica que han participat en els VERTS, a lo llarc dels anys que van, desde 1920, en que va tocar de nou la banda de Penàguila, hasta l'any 1953 en que ya en la nostra Revista de Festes, apareixen en tot detall les bandes participants en la festa de dit any, detall, que molt acertadament, seguix hasta la fecha.

Com hem senyalat, en 1953 i 1954 els VERTS tingueren contratà a la banda de Anna (Valencià) bona banda que, per cert, ho fea molt be, com també, la banda de musica de Lla-

nera de Ranes en els anys 1950, 51, 52, 1955, 56, 57, 59, 62, 63, 64 i 65 i del 1967 al 1971; la de la Llosa Llosa de Ranes—, va estar contratà en els anys 1958, 60 i 61. En 1966, va tocar en els VERTS la banda de Olleria, dirigida per eixe bon director i bon músic que era el mestre Dionisio Pedró Estarelles; anys 1972 a 1979 la banda del Camp de Mirra; de 1980 al 1985 la de la Pobla —La Pobla del Duc—, i 1986 i 1987 la excelent i ben conjunta banda valenciana de Rafelguaraf.

Els VERTS, tenen musica pròpia: MOROS VERDES, marcha mora composta exprofessament i dedicà a la filà pel mestre Manuel Sagí Echevarria, estrenà en abril de 1955, peça obligà d'esta filà nostra, que ha lograt un gran impacte popular en la festa alcoyana, marcha que una vegà mes, sonarà vibrant i emocionà, carrer Sant Nicolauet cap avall, en esta nova alferecia dels VERTS 1989.

Fa cent anys: 1889, també els VERTS van tindré l'alfereç, desijantlos nosotros de tot cor, que este centenari del càrrec, siga lluit i esplendorós com aquell, que al dir de la prensa de la època: «por habitar en la plaza del Mercado el sugeto que en las proximas fiestas de San Jorge ha de hacer el Alférez de moros, han dispuesto los vecinos de dicho sitio engalanarlo con banderolas y colgaduras, desde el próximo sàbado al dia de nuestro excelso patrono (2). jCoses d'aquells temps,! ay ¡que son historia! ;Feliç centenari!

E.V.C.

(1).- Berenguer, Julio. Historia de Alcoy.

Tomo II pag. 173. Alcoy, 1977.

(2).- Berenguer, Julio. Historia de los Moros y Cristianos, pag. 359. Alcoy, 1974.

Año 1940; yo, un niño, después de la trágica guerra, descubría las fiestas de Moros y Cristianos. El color, la música, las sedas y los arcabuces llenaron, como un sueño fantástico, las calles de Alcoy. Nombres hasta entonces callados, resonaron en mi mente: Abencerrajes, Visigodos, Vascos, Magenta... Y entre las múltiples comparsas me fijé en la de Verdes. Un atuendo distinto a todos: capote listado, turbante alto ceñido de suave trenza, jubón oscuro muy austero. En verdad que el diseño era impresionante, estilizado. Mi padre me contó que, años antes, esta filada, en su cargo de Capitán, había presentado una Entrada lujosísima, repleta de detalles.

Poco después, la entidad, escasa en socios, engrosaba sus filas con entusiastas festeros: Don Rafael Olcina, Don Fausto Soler, Don Eduardo Jordá... Pasaba a ser una comparsa numerosa afianzada. Y vino el cambio de boceto, el actual: alquicel blanco, turbante reformado, bordados. Espléndido, muy aplaudido, elegante. Pero yo, ya un mozalbete, no pude menos que recordar, y aún añoro, aquellos Verdes que con sus chilabas rayadas y turbante infinito tanto impresionaron mis retinas en los primeros desfiles de 1940.

Julio Berenguer Barceló

Mi traje de «Moro Verde»

¡Qué tendrás, traje de «Verde», que, al contemplarte, yo siento golpear fuerte mis sienes con fuerzas de muy adentro, y un orgullo que me ¡lena de vanidad y contento.! ¿Será tu policromía? ¿ Tu amalgama de colores? ¿O tu plasticidad que expresa, idealiza y evoca el sabor de los sabores. ?

A tu conjuro, se asocian en sublime maridaje ilusiones y añoranzas; proyectos de unas vivencias con las mieles del recuerdo de quienes en tí gozaron embrujos de tus esencias.

Lo amarillo de tu faja, el rojo de tu chaleco, la azulada chaqueta —y la cromada garguero que unas manos artesanos forjaron con mucho celo— saben a gestas gloriosas, a oro, a sangre y a cielo.

Es de tono el pantalón, verde, como primavera en lujuriante explosión.

Tiene elegancia sultana y un brillante colorido que a la esmeralda remeda; antaño siendo de lana y hogaño siendo de seda. ¡ Y qué seda! Adamascada, con reminiscencia mora en su tejido grabada. ¡Qué tendrás, traje de «Verde», que inspiras tanta alabanza!

Tu calzadura es marrón y las manos bien enfundas con guantes negros severos.

Tonos de una conjunción de exquisita sobriedad, que son, por su afinidad y por señorío, austeros.

El capote y el turbante albos comon nieve pura, encarcelan con dulzura al resto de tus ropajes y a mi modesta figura.

Por eso yo a tí me ofrezco en humilde pleitesía.

Y desde el «barret» señero hasta la espingarda enhiesta, cubres con galas de fiesta mi cuerpo perecedero. /Cuanto envidio a los poetas! ¿Cuanto yo quisiera serlo!

Para, en vez de pobre verso, saber expresar con creces poemas y poesías de contenido muy denso, como a tí te corresponden y como tú te mereces. ¡Qué tendrás, traje de «Verde», que al mirarte me extasío y sueño con volver a verte.!

Atesoras mil recuerdos sugieres gozosos días, y el año que no te luzco por enfermo ó por decesos, suscitas melancolías.

Si para vista y sentidos eres, tú, puro recreo; si provocas entusiasmo, sugestión y regodeo; si generas la armonía en quienes usan tu atuendo, es, sin duda, porque creo que tienes duende y enjundia, realeza y abolengo.

En mi andadura festera eres, tú, fiel compañero, y aunque me sobran razones de ser «verd» por convicción —y porque me honro con ello— te aseguro que, sin ti, nunca yo podría serlo.

José de la Encarnación

Los Verdes ¿De dónde y por qué filá? ¿Y de dónde y por qué Verdes o Vérts? En principio no había nada de todo ello.

En el último cuarto de la centuria XVII, Carbonell nos dice en su Centuria, que en los festejos que Alcoy rendía a San Jorge su patrón, la «regozijada Procession» del Santo la ilustraba una compañía de «Christianos Moros, y de Catholicos Christianos». Por tanto, compañía y no filá se decía entonces. Y nada de Vérts, ni de Verdes, sino compañía a secas.

Lo de Vérts y lo de Verdes vendría mucho tiempo después, algo así como dos siglos más tarde. Es en los inicios del XIX, concretamente en 1804, cuando nace, a flor de pluma y de pedimento, el vocablo filá, en un escrito que al Cabildo dirigen los prebostes de la comparsa del alférez de moros, conocida también por la de las capas coloradas o encarnadas.

La palabra alférez, aunque de corte castrense, la recoge también Carbonell en su Centuria. Alférez era, y es, el que lleva la bandera —aún la sigue llevando en la fiesta—, por más que el estandarte mayor de la Villa, en la procesión, lo blandiese en alto, orgullosamente, el todopoderoso Justicia en lo Civil y Criminal, quien a su vez nombraba al capitán y al alférez de los festejos. Y no había más, ni filaes, ni individuos, ni siquiera Asociación, a la manera de hoy. No había en aquellas calendas más que una compañía, dicho ahora bando, que por la tarde se dividía en dos, una de cristianos y otra de moros, para realizar «algunos ardides de guerra» consiguientemente, dígase ahora alardo. Más volvamos a los Verdes o los Vérts. Por filá se conocían antiguamente las distintas agrupaciones de moros y de cristianos que tomaban parte en la fiesta. Filá, que es tanto como filada, como hilera, de donde filasa o filera, todo ello del latín filum, hilo alusivo a la principal ocupación alcoyana, es el orden que guardan varias personas o cosas colocadas en línia (Real Academia de la Lengua). Vino años después, 1825, el sustantivado compar-

sa: conjunto de personas que en los días de carnaval o de regocijos públicos van vestidas con traje de una misma clase (Real Academia). Así, pues, en 1825, filá de las capas coloradas, o encarnadas, referida a la del alférez de moros, dicha también de los sultanes. Y así, pues, las comparsas de moros —y que no se me enfade nadie por llamar comparsa a lo que hoy se llama filá, pues así la llamaban entonces— se conocían por el color o la calidad de las telas del traje o bien de alguna de las piezas del mismo. De ahí que la llamada de las capas coloradas se definiese como la más antigua de las que se tenían entonces noticias, que veinte años después, en 1840, titulándose la primera comparsa de moros, cambiaba las capas coloradas por mantas del mismo color. Había una comparsa de Seda Verde —¿La dels Vérts o los Verdes?— que existía dicho año también, la cual trocó por lana las prendas de seda de su vestimenta, llamándose en adelante Comparsa de Seda Verde. Ya hemos llegado ahí. En un librito de las comparsas editado en 1876, para colaborar al brillo del año centenario, se lee que, la octava del bando moro se titulaba dels Vérts, a la cual aplicó el siguiente versito: Bien haya el dulce color Que abre el pecho á la esperanza

Y que de su seno lanza Los harpones del dolor!

De matiz de tal primor, Antídoto de desmayos, Sus pantalones son rayos; Y así al mirar tal filada, Ver se cree una bandada De nítidos papagayos.

Nótese que el autor de tales versos pone en cursiva el vocablo filada, para distinguirlo del resto de la décima escrita en castellano. Resumamos: primero se llamó comparsa de Seda Verde, luego hilada de Seda Verde, más tarde sólo de Seda, después Verdes a secas y, finalmente, Comparsa dels Vérts y así hasta hoy: filá dels Vérts, como la conoce todo el mundo. Ya baixen els Vérts, dice el gentío atisbándola en la Entrada. Ocupa la filá dels Vérts el quinto puesto en el escalafón moro. Esta comparsa, que vestía in ¡lio tempore pantalón largo y manta, cambió años después por capote blanco a rayas verdes y pantalones por túnica. Otras modificaciones sufrió el diseñó primitivo de la comparsa, acabando por usar pantalón verde adamascado y sustituyendo el capote por la chilaba. Y no tengo nada más que decir de los Verdes o los Vérts de mi simpatía.

Rafael Coloma Millena, noviembre, 1988

La filà dels Verts

En una de esas mañaneras tertulias que, cada día, a la hora del desayuno, reúnen en tal o cual bar o cafetería de nuestra ciudad a gente dispar —comerciantes, empleados, ejecutivos, empresarios o profesionales—, suscitóse, no hace mucho, como tema de conversación, uno ciertamente poco común.

Entre la col y col de la política y la economía, los temas-insignia de los cotidianos comadreos y comidillas, surgió una lechuga: la disquisición ¡lingüística! a propósito de cómo debería escribirse en nuestro idioma vernáculo el nombre de la «filà» de los Verdes, si «Verds» o «Verts». Esto es, con «d» o con «t».

Planteada la cuestión, alguien opinó que, atendiendo a su etimología —el «viridis» latino—, en valenciano debería granarse «Verds». Sin caer por el momento en la cuenta de lo endeble, por simple, de su argumentación. Hubiera bastado recordar que también el francés «vert», con «t» final, proviene, inequívocamente, de la misma raiz latina.

La evolución de todo idioma viene impuesta, entre otras tanto o más poderosas razones, por la resistencia de amplios colectivos humanos a pronunciar determinados y concretos sonidos. Piénsese en el «Sabadel» o en el «Vals» de los castellanohablantes, incapaces de pronunciar la «11» final. O en los mismísimos madrileños castizos con su «Madriz». Así nosotros, los valencianos, que pronunciamos «Madrit», con «t» final. Nos cuesta la «d» terminal.

Ortográficamente, las mutaciones que en su evolución ha sufrido el vocablo latino original «viridis» hacen correcto el «verd».

Pero la fonética valenciana ha impuesto el «vert». Y el hecho es que todos los diccionarios de nuestro idioma, a falta de una

Institución Académica de nuestra Lengua, reflejan ambas formas, con «d» y con «t» finales, como igualmente aceptadas. Porque los diccionarios, y las Academias, no suelen imponer, salvo en contadas y excepcionales ocasiones, sino recoger lo que el pueblo, artífice fáctico de todo idioma, consolida con el uso.

Otra cuestión es la referida al alcoyanísimo término «filà». En principio, parece que correspondería, como filológica y gramaticalmente correcto, el vocablo «filada».

Los puristas de esta hora, la de la sacrosanta y a contrapelo normalización de nuestra lengua, enfatizan autosuficientes y haciendo gala de su rigor academicista cuando pronuncian o escriben, recreándose en su exquisitez idiomática, lo que, desde siempre, el habla popular ha pulido y elidido: «gelada» por «gelà», «tallada» por «tallà», «menjada» por «menjà», «trencada» por «trencà»... ¿También «filada» en lugar de «filà»?

Aunque sólo fuera porque el vocablo «filà» y su plural «filaes» definen de forma «sui generis» algo tan alcoyanísimamente nuestro, deberíamos oponer nuestro rechazo a cualquier asomo de intento, de pedante y «extranjerizador» intento de «normalizar», descastándola, esta hermosa palabra, expresiva de aquello en lo que, con lúdica, embriagadora belleza plástica, cristaliza el «summum» de nuestra Fiesta, a la vez que constituye la célula matriz, el «alma mater» de nuestra mejor convivencia, en la que nace, crece y se contagia la ilusión suprema de los alcoyanos: «baixar peí carrer Sant Nicolau, el día de l'Entrá (o també l'Entrada?), en l'esquadra de la filà».

Rafael Moya Bernabeu

Los Verdes tuvieron la culpa

La filà Verdes ha sido una de las pioneras en cuidar las relaciones públicas y precisamente esas atenciones, esos deseos de sus dirigentes e individuos de quedar bien con los visitantes, con los amigos, fue el origen de la anécdota que vamos a contarles, ocurrida en el año 1976, con ocasión de la anterior capitanía y en el que se conmemoraba el VII Centenario del Patronazgo de San Jorge.

Todo comenzó cuando un grupo de buenos amigos de los Verdes —un recuerdo especial y emocionado para José Montava, gran primer tro y personaje querido en amplias áreas festeras o alcoyanas— nos pidieron a Armando Santacreu y a quien esto firma algunas ideas para la confección del Programa de actos de la

filà,

que pretendían fuera singular por

cuanto se producía la feliz coincidencia de la Capitanía con el VII Centenario. Santacreu, entonces, todavía no se había jubilado de sus tareas periodísticas y ambos formábamos un «tándem» de diaria dedicación en el rotativo local, que fundó y dirigía entonces Rafael Coloma.

Creo recordar que hubo unas reuniones previas con los mandamases de los Verdes —otra mención especialísima para Pepe Bonet, todo un cabellera, además de amigo —y al final se decidió editar el Programa en forma de suplemento extraordinario del periódico CIUDAD. El número extra, planteado bajo una perspectiva absolutamente periodística, tenía que llegar a todos los lectores del periódico, quienes recibirían este suplemento junto con la edición normal del día, totalmente gratuita y sin cargo alguno. Obviamente, el costo de este suplemento fue asumido por la filà Verdes, que dicho sea de paso se apuntó un tanto importante en esta ocasión, consiguiendo asimismo una difusión impensable en este tipo de publicaciones, que en muchas ocasiones no llegan ni a los propios colaboradores de algunos Programas, y digo esto sin ánimo crítico alguno.

A lo que íbamos. El número se imprimió a dos tintas, negro y verde, naturalmente. El Capitán iba a estar representado por Armando Ferré, buen amigo y personaje atento donde los haya. Recuerdo que Santacreu le escribió a Ferré una entrevista bio-

gráfica que resultó encantadora, de fácil lectura por la carga de humanidad que encerraba el texto y que, en cierto modo, constituía una primicia periodística, pues nunca antes se había visto cosa igual. Luego hubo otras colaboraciones de poetas y escritores alcoyanos, sin que faltara nadie con su artículo para el Programa interior de los «Verts», que ese año fue, más que interior, exterior, pues llegó a numerosos hogares de Alcoy. La filà agradeció las colaboraciones invitándonos a una cena, en sus locales de la calle Cueva Santa y a la que asistimos todos los colaboradores del Programa interior, participando posteriormente en una «entraeta» multitudinaria.

A Santacreu y a quien esto firma volvieron a invitarnos los Verdes, ahora en plan de «petit comité», a una nueva cena acompañada de «entraeta», para celebrar el éxito del Programa, que realmente lo tuvo. En esta cena, abundante y opípara, se comió y, sobre todo se brindo a tope. Todos los individuos de la filà querían demostrarnos su afecto y simpatía, así es que un «colpet» por aquí y un güisqui por allá —ya se había puesto de moda tomar güisqui en las «filaes», bebida que por entonces gozaba del prestigio añadido de que tenía propiedades vasodilatadoras; era un falso argumento. El único vasodilatador que existe es el «café gelat», que además es bueno para

combatir la depresión, olvidar las deudas, cauteriza las heridas externas e internas, elimina las afecciones de garganta, nariz y oídos y mejora la capacidad de visión, entre otras muchas propiedades terapéuticas—, salimos de la filà, camino de la Font Redona, con una euforia más que notable. Por el camino me parece que entramos a repostar al Chicotet y enseguida, la banda de música de Cocentaina al completo se encargó de darle al grupo de festeros e invitados el toque de gracia.

Dícese que una marcha mora, calle de San Nicolás hacia abajo, formando en una escuadra, puede resucitar a un muerto. Pues si uno llega vivito y con el depósito lleno, puede pasar de todo. Y eso fue lo que ocurrió, que Armando Santacreu, llegados todos los participantes en la «entraeta» a la altura del Círculo, optó por el abandono, a la vista de las circusntancias personales. Interrogado por sus más próximos familiares ante la elevada euforia que demostraba, exclamó, muy serio: «Els Verts teñen la culpa».

Quince años más tarde, esta frase ha servido como título para el último sainete de Armando Santacreu, dedicado precisamente a la filà Verdes, que ha sido estrenado o lo será en estos días, por el Cuadro Escénico de la Asociación de San Jorge.

F. Moltó Soler

Normas y romanticismo festeros A la memoria de mi amigo Pepe Montava Espí

A lo largo de la historia, los alcoyanos hemos soñado y forjado un sinfín de instrumentos: Primero creamos la espada y el arado, prolongaciones del brazo de nuestros antepasados, vinieron las fábricas textiles, de papel, metalúrgicas, de cerillas y manipulación de aceitunas rellenas y peladillas, etc.

San Jorge ha creado la llave maestra, esa barrita de metal que nos permite que todos nosotros penetremos en este vasto palacio de ilusiones y de emociones, nuestras i n c o m p a r a b l e s fiestas de Moros y Cristianos.

Dicho ésto, me propongo hablaros sobre lo que puede ser norma en ética festera permite numerosas definiciones, pero es necesario tener las ideas muy claras para que no se produzcan desvarios de no poca monta. O dislates patentes, que de todo hay. Es decir, los considerados como modelos o festeros de abolengo en el campo de la fiesta podrían ser quienes establecieran, o lo sería la de aplicar las correcciones, concepto muy afín al anterior.

El prestigio social y fester en ocasiones, también podrá ser influyente en salvaguardar (para entendernos), lo que llamamos anticultura en materia festera, aunque las más de las veces ese prestigio está en la utilización que del «habla» hacen los buenos decidores. ¿Se me dirá si debemos cruzarnos de brazos y aceptar como norma todo lo que prolifera?.

La Fiesta —como individuo— acepta lo que le conviene y rechaza lo que le es innecesario. Pero no olvidemos, que hay también dolencias y terapias; desisteresarnos de la fiesta sería tanto como aceptar la degeneración de la misma.

El fester, por muchos probetas que lo incuben, tiene una estirpe y una ejecutoria.

La Fiesta le da el sustento de su existencia, como individuo y como ser histórico.

Si se olvida ésto, probablemente las normas servirán para muy poco.

Debemos defender lo que es nuestra norma festera, porque es un principio democrático y, precisamente por ello, selectivo, porque es principio de índole íntima y de representación decorosa, porque es la ejecutiva de nuestra dignidad y del respeto a las otras dignidades.

Muchísimos festeros alcoyanos y otros que no lo eran de nacimiento, trabajaron para que la fiesta sea esa realidad que hoy tenemos, y muchísimos festers continuarán para que los nietos de nuestros nietos sepan cuál es su linaje y, gracias a él, responderán a las fidelidades que habrán de exigirles.

Porque el hombre —y lo dijo Hornero— se le conoce por su estirpe, por más que cada uno ignore los pasos dados por su ejecutoria. Nada hace al fester ser más fester que su propia Filà, destruirlas es negar su linaje.

La Filà Verds, entre las veintiocho que componen el estatus de la Fiesta es la que más entra en nuestro corazón, es la del último romanticismo festeril antes de entrar en la «era moderna de la fiesta». La primera intelectualidad festera de 1950 que frecuentó esta Filà, fue la que ahondó más que otras promociones en los dolores, la crítica, las esperanzas de una Filà que terminaba un gran ciclo de su historia y se encaminaba hacia otros tiempos.

Pero era también en la Cueva Santa donde estaba ubicada la Filà y donde se consideraban las tradiciones festeras de la cortesía, la elegancia, la selección, el buen gusto ético, y el bien hacer. La Filà Verds, al menos la Filà que yo conocí hace cuarenta años, desfilaba con todo el señorío que se puede alcanzar.

Y lo hacía con un regusto de su propia finura, de su tradición, de su conciencia de sí misma, sabiendo que detrás de ella lle-

vaba las sombras admiradas, queridas de nuestros entrañables primeros números; que fueron la piedra transcendida de la gran empresa Festera que hizo de Alcoy un pueblo universal.

El corazón romántico de la Fiesta no es sólo la Filà Verds, es toda la Fiesta, todo Alcoy. Los filósofos de la cultura festera, de nuestra historia, están ya más o menos de acuerdo en que «Romanticismo festerio» no es la característica de una época concreta, no está limitada a un período de tiempo de la Historia. Es una «constante recurrente» que va y viene a través de los siglos, como los que no somos filósofos de nada intuímos siempre.

La Historia de Alcoy y de nuestra Fiesta están llenas de romanticismo. Habría que desaparecer todo Alcoy, este pueblo admirable, enternecedor, todo sentimiento —pero también inteligente, con mesura, espíritu de empresa cuando le ponen el desafío de la vida delante—, para acabar con su corazón romántico, valeroso y delicado, ardiente y firme.

Y como final, sólo me resta decir, que no es este artículo una apelación a la nostalgia. El mañana será siempre vitalmente mejor que el ayer, aunque sólo sea porque va a ser y, el otro ya fue. Pero en el proceso, que es el hoy, debemos pagar el precio que conlleva la «era moderna». Visto con perspectiva de antaño, el mundo de la «Nostra Festa» tenía cierto aire infantil, inocente, de mundo antes de conocer el pecado.

Armando Ferré i Miralles

Una inversión excelente Los festeros alcoyanos tienen a gala emularse en el desempeño de cualquier cargo anual extraordinario que les toque en turno en su Fiesta. Es una naturalidad de las reglas del juego establecido desde hace muchísimos años, que ha contribuido a la actual brillantez de los mismos.

Todas las «filaes» rivalizan, año tras año, mediante la aportación de originalidades propias, tanto en sus indumentarias, como en la presentación al público espectador de sus «boatos» y una perfecta planificación de sus desfiles y representaciones, que logran con plena autenticidad.

Esto representa un más que notable esfuerzo personal y económico que, por lo general, se distribuye en el último, a prorrateo entre todos sus miembros y, en el primero, a pesar de participar la totalidad de miembros, son los directivos, comisiones especiales y asesores quienes se esfuerzan al máximo posible. Ambos, son encomiables de todo punto, vistas las dificultades y encarecimientos de los tiempos en que vivimos.

Hogaño, le ha tocado en turno a los Moros Verdes la Alferecía mahometana y, en su primera Junta General Ordinaria posterior a la Fiesta de 1988, adoptaron un loable acuerdo: encarnar el Alférez uno de los miembros veteranos de la «filà», favorecido en sorteo público allí presenciado, y con cargo al presupuesto común de la Entidad para 1989. Y eso les honra con mucho, por constituir un gran paso en pos de la democratización de nuestros afamados Moros y Cristianos, y excelente progreso de la indispensable confraternización festera.

La suerte y San Jorge, tanto monta monta tanto, designó a uno de ellos: Francisco Davó Pérez, avezado festero y amante del Patrón de Alcoy. Y, personalmente, nos congratulamos del hecho, por ser antiguo y caro amigo en comunes actividades, como el trabajo cotidiano, la «Festa» y un acendrado cariño en pro de una Sociedad de nuestra ciudad: el Círculo Católico de Obreros, que se honra en albergar, en alguno de sus actos comunitarios abrileños, a tales Moros Verdes.

Conociéndole a fondo, estamos seguros que representará su papel dignatario festivo con empaque, siendo digno continuador de cuantos le precedieron en idénticos papeles festeros, desde 1866 a nuestros días, potenciando, una vez más, la recta marcha ascendente de los «Verds». Y anticipamos nuestra sincera y sentida enhorabuena a l futuro Alférez y a toda l a nos amigos.

Finalmente, recordamos a singulares personalidades de la Entidad, desaparecidas con el tiempo, pero que permanecen en el perenne recuerdo de la Fiesta: Francisco Selles Laliga, Antonio Julia Segura y José Montava Espí, a quienes tuvimos la dicha de conocer, tratar y estimar con mucho, por las cualidades de sus vidas respectivas. Y de manera especial, a su Capitán de 1963: Henry Gisbert Olcina (4-) quien, al término de su extraordinaria Capitanía, exclamaba sinceramente, ¡Ahora, ya puedo morir tranquilo!

Es en tal forma como se honra y prestigia a «Nostra Festa».

Jorge Peidro Pastor

Alférez

AJorgeA.

Linares Sempere

PrimerTro Le como y de que Siendo por exige aunque mientras ni que come, quien constancia llaman amor modelo impresiona hombre aaviso su disciplinado, nadie en le bebe aduren filà. primer silencio San juzga de estan quizá ni Y yde un Jorge trabajo, los ¡Qué en concilia así terrible!... celo juego tro. este actos lleva se por ySuena disciplina genio!¡Qué ylo aempeño sacrificio. de la su no imagina, tal de elfiesta ruido artificio sabido, sueño cilicio laMal algesta oido juicio estampido!

Antonio Candela

Los Verdes, de nuevo en años de cargo

Con rapidez pasan los años. Una vez más el cargo de Alférez recae en la Filà.

Prestada la aceptación de rigor ante la asamblea de la Asociación de San Jorge, se inicia una febril campaña que ha de durar dos años. El compromiso es grande.

Los verdes tienen bien cimentada la fama de ingeniosos y originales, ganada en anteriores celebraciones. Existe preocupación. Y no es para menos, los alféreces próximos anteriores, apretaron de firme en sus boatos, vestuario y detalles organizativos.

La festa cada vez resulta más exigente. Se justifica pues, la responsabilidad.

Sin tiempo para respirar, se entra de lleno en el tobogán festero. Reorganización directiva. Nombramiento de comisiones.

Presupuestos. Diseños. Planificación de la entrada. Vestuarios. Escuadras de negros.

Formación del boato. Carrozas. Músicas.

Organización de los actos extra-oficiales.

Nombramiento de cargo. Los caballeros.

La representación femenina. Programas y folletos. Los batidores, etc. etc.

La actividad es intensa. A lo largo del año, los comisionados se reúnen constantemente, para discutir los detalles y tomar decisiones. Se distribuyen los cometidos. Se va laborando y poco a poco, los proyectos toman consistencia, y en el primer trimestre, prácticamente ha quedado perfilado el plan que se eligió, que ha de cristalizar a lo largo de los tres días mágicos del desarrollo festero, ¿saldrá bien? La inquietud es lógica. Más no obstante, llegado el momento se podrá respirar con satisfacción puesto que los Verdes, habrán cumplido con seriedad su objetivo. El caballero San Jorge, siempre ha sido benevolente premiando el entusiasmo y corazón que nuestra Filà pone en el empeño.

Cuestión aparte es la coincidencia de habernos correspondido, a la vez, el cargo del Sant Jordiet. Es una honrosa designación que pone a prueba la capacidad festera de la Filà. Pero esta adición es asumida con orgullo y satisfacción. El Sant Jordiet constituye el punto más álgido de la esencia festera, la condensación de la tradición georgina y el aspecto más emotivo y poético de la gesta alcoyana. ¡Señor San Jorge! Gracias. Desde la perspectiva que nos concedes por nuestra larga, muy larga vida festera, te damos las gracias, por habernos dispensado esta oportunidad, de volver a vivir la aventura de la celebración de estos años de cargo de nuestra entrañable Filà Verds.

José Bonet Bataller

Memento en tres tiempos I.- El trienio de la túnica.

Es evidente que el verde —esperanza en el cristianismo, deleite para el Islam— ha sido el color constante en el hábito —que no otra cosa es el traje de fester— de esta filà, que fue la Tercera Comparsa de Moros ya en 1839, y más luego «Hilada de Seda» o «Comparsa de Seda Verde».

Como todas las entidades festeras a lo largo y lo ancho de estos 150 años de existencia, ha ido cambiando piezas (alquicel rayado, manta blanca, turbante de «formaget» con pluma, faja listada), adaptándolas al gusto del momento, aunque fuera éste breve y poco consistente, producto quizá de una moda.

El verde ha permanecido —recordemos que existen otros verdes, tal en los Domingo Miques y en la filà Cordón— como justificación del patronímico y como elemento aglutinador. Y con él, la estrella metálica, brillante, pendiente de la media luna o creciente del mismo metal.

Sin embargo, los Verdes vivieron un trienio realmente «novedoso», revolucionario se diría, en el aspecto externo y la estética de su figurín. De 1925 a 1928 abandonan el pantalón por túnica clara, color sepia o quizá marfil, modifican el turbante y ofrecen un aspecto bastante parecido —al menos afín— a la filà Marrakesch, creada por la imaginación del pintor Francisco Laporta Valor, que junto a la de Abencerrajes —obra de Rafael Peidro— son las dos únicas en el ejército moro con tal característica. ¿Qué les movió? ¿Quiénes fueron los individuos que propalaron esta radical mutación? ¿Alguien dijo a los Verdes que era «más moro», que era «más árabe» la túnica hasta unos centímetros más bajo de las rodillas? Es este un capítulo, desde luego, que cabría analizar e historiar al completo.

Quizá aún viva algún testigo de aquel trienio singular que prácticamente recreó e hizo nueva la presencia y la plasticidad de la filà Verdes.

II.- Aquella carroza de la corza.

En 1949 corresponde a la filà la alferecía. Es este un año lluvioso y, desgraciadamente, destemplado, y hasta frío. Los boatos, el enrequecimiento de las entradas —en esta ocasión la mora— es algo que va a más gracias al empuje y al sacrificio hasta los límites de cada filà, a la orientación artística que emana de la asesoría de la Asociación, en manos de Roque Mon-

llor, al ingenio, el buen gusto y la fantasía de los artistas locales, verdaderos «soñadores para un pueblo y una Fiesta».

Y en este año la filà Verdes sorprende a los alcoyanos y a los forasteros en todo: indumentaria del alférez Francisco Gisbert «Piga» —con sus membrudos brazos desnudos— y, sobre todo, la «escuadra de negres» de pantalón plisado, fingido pecho musculoso, de cartón piedra, arrastrando con un cabo de cáñamo y esparto la carroza —montada en una plataforma de camión— que había diseñado y construido ese artista polifacético y completo que fue Juan Masía, domiciliado más tarde en Argentina, donde murió a consecuencia de haber sido atropellado por un tranvía.

La carroza fue la de la corza o la del venado, que de ambas maneras se conoció y fue comentada durante bastante tiempo, dado el buenísimo sabor de boca que dejó. Como un templete abierto donde los moros comtemplaban —cuando no acariciaban con fruición— el producto de cuanto habían arrebatado en una de sus incursiones bélicas, de sus conquistas al ejército cristiano: tinajas repletas de oro y de joyas, cofres con sedas, terciopelos, tules y adamascados, incunables, libros de horas, «beatos» y libros de oración, candelabros cálices, dagas, espadas, lanzas... El cronista de aquel evento —don Paco Boronat— lo explicaba muy lacónicamente pero en «Nostra Festa» el autor del fascículo lo enderezaba así: «...en la cúspide de aquel cargamento, pendiendo de un

trípode, la figura lívida de un ciervo goteando sangre la gamuza de su vientre; y en su parte posterior... un panzudo tonel de vino rezumando el contenido de su líquido púrpura...» Y música, claro, chirimías y percusión.

La verdad es que fue espectacular ¿«Las Mil y una Noches», «El ladrón de Bagdad», «Aladino»? Quizá cualquier página de inmortales cuentos orientales fue la inspiración de Masiá.

El cine, además, la imagen viviente del cine influiría también lo suyo. Lo cierto es que los Verdes dieron el golpe.

III.- Verdes y Navarros.

Quisiera apuntar un hecho que no parece importante pero que realmente reviste interés. Es ello la coincidencia en el cargo en nuestra fiesta de Moros y Cristianos, de los Verdes y los Navarros. Antiguamente era difícil dada la movilidad que existía en ambos bandos. Unas filaes desaparecían, resurgían después, cambiaban de lugar en el orden de formación. Otras se creaban de nuevo. Los bandos estaban descompensados. Tiempo hubo que había más Moros que Cristianos, y también a la inversa. Y años de penuria en las mesnadas cristianas con clara hegemonía y estabilidad en el ejército de la media luna...

Sin embargo, y pese a todo, Verdes y Navarros —que es mi filà desde hace treinta y seis años— han coincidido en sus años de responsabilidad antes de la guerra del 36, en los años postbélicos y en las décadas más recientes.

Este pequeño cuadro así lo testifica:

1928 1949 1975 1989

Alferecía Verdes Jorge Abad Picher Francisco Gisbert Eulogio Alfredo Molina Pascual Francisco Davó Pérez

Navarros Miguel Moltó Abad Ernesto Linares Soler Rafael Verdú Domínguez Antonio Armiñana Vicens

1929 1950 1976 1990

Capitanía Verdes Jorge Abad Picher Jorge Vilaplana Abad Armando Ferré Miralles Un gran fester

Navarros Miguel Moltó Abad Agustín Payá Pascual Adrián Espí Valdés Un gran fester

Quizá, de alguna manera, los próximos capitanes estén nominados ya, existan «in pectore». Pero no vamos ahora a revelar un secreto que lo es al menos a medias. Queda poco para saberlo y ratificarlo. Son, desde luego, dos grandes festers.

Esta coincidencia es buena, sin duda. Estrecha relaciones, crea amista-

des, auna criterios y comparte ilusiones...

Bien, amigos «dels Verts»: buen año, excelente y apoteósica alferecía.

Que todo salga a pedir de boca. Os lo deseo como cosa propia.

Adrián Espí Valdés Cronista de la Filà Navarros

A Fernando Rius Pastor, Sant Jordiet 1989, de la Filà Verts Fernando Rius quan et rius esclates tan gran rialla, que en lloc de donar batalla eres paradís de Pau. Eret ginet en cel blau que cavalcant blanc cavall, sembraràs de germanor en tes sagetes d'amor, el cor dels bons alcoyans.

Seràs dels símbols més grans que sosté la tradició, com amanéixer gloriós dels que no se'n troben dos, reple d'afectes tendra Is i de sons primaverals, que en Alcoy s'estimen tant.

Seràs tu el Sant Jordiet que voldria tot chiquet representar en ca d'any, perquè el càrrec no es extrany ya que es tracta del Patró.

Fes l'Aparició triomfal entre boires de cristal, de mil colors diferents i aplaudiran els presents, que rodegen el castell.

Seràs una volta més un broche final de pes, de nostra volguda Festa que si en algo es manifesta, es en ser de les millors.

Per això et salude hui com a chicotet Walí, fent constar a tots, per cert, que eret moro i eret VERT.

Armando Santacreu Sirvent Alcoy, abril, 1989

In memoriam

En el penoso cuadro de las defunciones, enmarcado entre nuestras alferecías de 1975 a 1989, hemos de inscribir con tristeza a nuestros socios Francisco Selles Laliga, José Montava Espí, Antonio Julia Segura, Emilio Candela Pérez, José Miró Juan, Rafael Alberola Salvador, José Luis Santonja Ripoll y Jesús Jorge Iraola Valor.

Por todos ellos doblaron un día las campanas de su Parroquia con ese sonar triste del toque de difuntos. En todas y cada una de las ocasiones, su tañido afligió nuestro corazón por ser referido a personas de nuestra estima, pero con fuerte impresión cuando falleció Jesús Jorge Iraola Valor, ese muchacho, todavía un niño, que nos dejó en los albores de su vida cuando cada día se vive con afán e ilusión, descubriendo cosas nuevas.

Salvando los naturales matices que distinguen a cada persona —bien por su trayectoria festera; bien por su entrega ocupando cargos directivos; o bien por la simple voluntad de integrarse en nuestra Filá— resulta evidente que su espíritu «verd» los iguala a todos. No obstante y sin que pretendamos establecer comparaciones que a nadie influyen, pues obviamente ya ninguno las necesita, consideramos de justicia reseñar los nombramientos de PRIMER TRO DE HONOR conferidos por méritos propios a Francisco Selles Laliga y José Montava Espí. Ambos, junto con Antonio Julia Segura, disfrutaron asimismo la titulación de CONSELLERS DE HONOR de la Asociación de San Jorge.

También Emilio Candela Pérez fue miembro de dicha Junta rectora como vice-secretario.

De todas maneras, en los ocho socios relacionados reconocemos su carisma festero y a todos ellos damos testimonio de que, aunque ya no se encuentran entre nosotros, todos viven en nuestro recuerdo. Tampoco olvidamos a quienes un día estuvieron vinculados a la Filá y cuyo óbito se ha producido en el período referido, aunque ya no pertenecían a nuestra entidad.

Descansen en paz.

LA FILÁ «VEROS»

D. José Ferré Silvestre «Kikalo» Este año de 1989 de nuestra alferecía, quiero rendir a mi tio Kikalo, cierto homenaje postumo como festero de pro que fue.

Empezó sus andaduras festeras, en la Filà Magenta, pasando luego a la Filà Verds para terminar en la Filà Cordón.

Un «festero de honor», reconocido públicamente como gran humorista, en la salsa de la «Nostra Festa». La opinión festera y pública le acogió siempre en general, con mucho entusiasmo, porque entre las personas que en antaño atraían mayor simpatía admirativa en Alcoy, figura muy en primera línia, D. José Ferré Silvestre «Kikalo».

«Kikalo», perteneció a una especie próxima a la del ocurrente; la admiración que recibió se fundaba esencialmente en sus frases verbales, que representó una abreviatura de su personalidad que él mismo se resistió a aceptar...

Ya, hoy en su nombre, me atrevo a decir; que toda instrucción debería poseer un talante irónico, como garantía de salud. No falta en nuestra Filà, pero ahora va a recibir más si cabe el poderoso impulso al recordar la militancia de este archiconocido «Fester de Honor», en la Filà Verds.

Fue un gran hombre, un gran profesional de la ebanistería, sagaz y bueno En definitiva «Kikalo» fue un ilustre fester.

Armando Ferré

¿Quan maduren «El Verts»?

Siempre ha sido esta mi pregunta a unos muy buenos amigos, «verts», teniendo por respuesta siempre, «pronte; pronte» pero creo que continúan Verts y creo que por muchos años que sea, ya que es Filá más que centenaria, por no decir bicentenaria, denominada ya en el siglo pasado 2a. Hilada de Seda Verde. ¡Que ignorancia la mía!, si con tantos años son Verts, tenían que madurar ahora. Pero claro está esto lo decía más bien en el buen sentido y por una forma de oir a mis amigos, que me respondían, pero os puedo asegurar que siempre os he admirado por vuestra forma de ser, porque siempre habéis sabido quedar muy bien en la fiesta, en nuestra querida y amada fiesta, cuando ha llegado la ocasión lo habéis demostrado sobradamente ante el pueblo de Alcoy, lo puedo afirmar.

Empecé conociendo vuestro primer cargo en los años 49-50, ostentados por D. Francisco Gisbert y D. Jorge Vilaplana, pasando por aquel alcoyano residente en norteamérica, —HENRY GISBERT— que supo ser capitán en su tierra en los años 63, hasta el último del 76, D. Armando Ferré, «Capitán de Capitanes», en el VII Centenario, ahí es nada, con la fortuna de haber ostentado Capitanía también en el VI Centenario, vamos irrepetible por siglos que pasen no se podrá igualar, podéis sentiros orgullosos Verts, y yo preguntando a mis amigos, ¿Quan maduren el Verts?, de verdad que estáis maduros pero maduros en veteranía, no es balde sois de los más antiguos y con eso está dicho todo, experiencia en la fiesta no os falta, siempre bien dirigidos por veteranos «Primers Trons», con festers de solera, que aunque los tengo en mente no los menciono por si involuntariamente omitiese alguno.

Por último no quisiera terminar mi colaboración, sin tener un grato recuerdo para el gran fester «Paco Davó», tantos años en vuestra Filá, que estoy seguro os representará muy dignamente en la Alferecía que ya tenéis encima, digno relevo de vuestro anterior Alférez del año 75 Alfredo Molina, seguro que estará a la altura de siempre con los «Verts», apoyado y arropado por todos vosotros que sabéis quedar muy bien con el ingenio que os caracteriza, con detalles y novedades que asombrarán, ya lo veréis y lo veremos todos, y yo preguntado a mis amigos, ¿Quan maduren els Verts? Buena Alferecía amigos Verts.

Rafael Escoda Martí

José Linares Soler, intérprete de la Embajada

En 1989 se celebra el 150 aniversario de las Embajadas y motivado por tal conmemoración queremos dedicar un modesto homenaje a quien fue un nombre sinnónimo de las mismas: José Linares Soler.

No pretendemos hacer una semblanza de tan característico fester, pues precisamente D. Adrián Espí Valdés lo ha hecho de forma exhaustiva y brillante no hace mucho en «CIUDAD», pero no podemos obviar su recuerdo porque cuando falleció el año pasado era socio protector de nuestra filá.

Por lo tanto se merece que aún añoremos la prestancia que daba a la figura del embajador agareno, su clara dicción, el énfasis que ponía en cada frase, y la insultante arrogancia mora con que daba carácter a sus parlamentos. ¡Inolvidable el tándem antagonista que formaba con Fernando Mira!

El tiempo pasa y las personas se pierden en el olvido, pero que estas líneas sirvan para perpetuar su grata memoria.

La Filà Verds

El ágora de los Verdes El 20 de Abril de 1981 y siendo Primer Tró Rafael Rico Gisbert, tiene lugar un acontecimiento de particular singularidad en la historia de los VERDES: se inaugura la nueva sede social en el carrer La Sardina, n° 24, adquirido en propiedad. Atrás queda una larga etapa de cuarenta años en el anterior local del carrer de Cova Santa n° 33, preñados de vivencias trascendentales —entre ellas la celebración del VII CENTENARIO DE LA APARICIÓN DE SAN JORGE, en la que ostentamos la capitanía del bando moro—. ¡Cuántas añoranzas despierta el recuerdo de aquel viejo local!

Allí se incubó el embrión de lo que somos actualmente. Allí se forjó la nueva imagen con el cambio de indumentaria. De allí salieron dos Sant Jordiets, tres Capitanes y otros tantos Alféreces, que dieron lustre y brillantez a nuestras fiestas georginas. Y allí se gestaron tesis, ideas y sugerencias que aportaron fases de esplendor

«verde» a la Festa, adquiriendo un carisma que nos ha dado personalidad.

Pero volvamos al nuevo. Presiden la inauguración el Alcalde D. José Sanus Tormo y el Presidente de la Asociación de San Jorge D. Enrique L. Sanus Abad, que realzan el acto acompañados de personas de marcado matiz festero o edil. Se bendijo el local por el sacerdote y se pronunciaron los cortos discursos de rigor, generándose un gratísimo ambiente al que se asoció ese ingrediente tan afín a nuestra trilogía abrileña: la LLUVIA, que pertinaz como siempre daba un sello característico con su repiqueteo constante. En tin, todo muy al estilo fester.

Parece que fue ayer y ya han transcurrido ocho años, todos llenos de actividad, de ilusiones, de calor humano y acendrado espíritu «Verd». Brindemos porque continúe igual de hoy en adelante, para satisfacción y legítimo orgullo de todos.

La Junta Directiva

Los programas y revistas de la filà Verdes Recientemente, con ocasión de colaborar en la catalogación de los fondos bibliográficos del Casal de Sant Jordi, tuve entre mis manos las carpetas que guardan programas y revistas que, con ocasión de años cargo, acompañamiento de Sant Jordiet, etc., vienen editando las filaes alcoyanas.

La lectura de algún que otro «llibret de filà» me desveló el carácter tan singular de este tipo de publicaciones, donde conviven los trabajos de investigación sobre la historia de la filà, las narraciones de significativas vivencias de algunos festers —verdaderos recuerdos nostálficos— y la no menos importante reseña de los actos a celebrar en ese año. A todo esto hay que sumar las informaciones que nos proporcionan los listados de individuos, sus cargos en la Junta Directiva de la res, etc., así como antiguas fotografías de años de cargo, etc.

Los Verdes comienzan su singladura editorial en 1966, con la publicación titulada Centenario de la filà Verdes. 1866 - Abril -1966, en cuya portada se reproduce un gráfico de J. Crespo Colomer en la que aparece el Capitán Moro 1963, que correspondió a Henry Gisbert Olcina. El «llibret» se imprime en Gráficas Aitana y cuenta con un total de 30 páginas. La portadilla incluye una estampa de San Jorge Mártir —litografía decimonónica de Antonio Pascual Abad— y el Himno a San Jorge.

En aquel año los Verdes cuentan con 81 festers, siendo Primer Tro, Francisco Selles Laliga, quien redacta una editorial que finaliza con una plegaria a San Jorge.

José Olcina Ribes, que figura como socio simpatizante, redacta el artículo «Un centenario», en el que realiza un detallado trabajo sobre la historia de la filà.

Otras colaboraciones a destacar son la que firma Adrián Espí, titulado «El color verde, el preferido de

los musulmanes»; la de Jordi Valor; los 62 versos que Joan Valls dedica a la filà, o los octosílabos que Antonio Candela les escribiera desde Madrid.

En el programa de actos, redactado en clave de humor, observamos que el día 23 de abril había costumbre de comer en casa, y que los Verdes participaban en la Retreta de cuatro en fondo y portando farolillos. Ambas cosas hoy nos resultan paradójicas.

La revista de 1975, titulada Filà Verds, Año de Alférez, se edita en Gráficas Armiñana, totalizando 52 páginas.

De nuevo, la imagen del Patrón ocupa la primera página de la revista, en reproducción fotográfica de la imagen de San Jorge que preside la sede social de la filà.

Los Verdes ya suman en este año Filà, festers infantiles, socios protecto128 individuos, y su Primer Tro, José Montava Espí, es quien abre el fuego con una editorial, a la que precede una «Oración» en la que se evoca la figura de Rosita, que fuera conserje de la filà durante muchos años, así como la del socio José Manuel Pascual Trenzano, recientemente fallecido en accidente de circulación.

La alferecía de los Verdes la ostenta Alfredo Molina Pascual, y el programa vuelve a contar con las conocidas firmas de Jordi Valor, Antonio Candela, Adrián Espí, Joan Valls, y se incorporan las de Antonio Revert y Armando Santacreu.

Los temas, de nuevo, centran su atención en ensalzar el color verde como preferido del Islam, y aspectos relacionados con la filà, tal como la imagen de San Jorge (talla de escuela de Olot, de 1912) en la que aparecen dos moros luciendo el diseño de los Verdes, propiedad de D. Federico Espí Botí. El programa incluye un extracto de la crónica de la filà en 1975, que firma Antonio Candela.

La tercera y última publicación editada por los Verdes, VII Centenario - Capitán Moro, se imprime en

1976 por Gráficas Ciudad en 32 páginas a dos tintas: negro y verde.

Con verdadero aspecto de «Suplemento de Ciudad», el contenido de la revista se enriquece en esta ocasión con nuevas firmas: José Cuenca Mora, Floreal Moltó Soler, Jorge Peidro pastor y los ya habituales Antonio Candela, Antonio Revert, Jordi Valor, Joan Valls y Armando Santacreu, quien redacta una «MiniBiografía de un Capitán Moro. Armando Ferré Miralles», a quien correspondería tan alto honor en aquel año en que los alcoyanos conmemorábamos el VII Centenario del Patronazgo de San Jorge Mártir.

El artículo titulado «Día del Alardo, danza ritual del fuego», constituye un magistral ensayo de Antonio Revert, como de valioso documento hay que considerar el trabajo de Antonio Candela (Cronista de la Filá), titulado «Breve historia de la Filá Verdes».

En estas próximas Fiestas, las de 1989, la Filá Verdes vuelve a editar revista con ocasión del Año de Alférez, como pregón de su participación en nuestra trilogía festera. Desde sus páginas, al amigo Paco Davó, Alférez Moro, y a todos los componentes de la Filá Verdes, quisiera testimoniarles mi simpatía y augurarles éxito en su alferecía.

Un inmejorable epílogo para dar fin a esta modesta colaboración, nos la proporciona el entrañable y llorado Jordi Valor, del cual hago míos unos renglones que aparecieron en esta última revista de los Verdes: "Aqüestes cróniques dels Programes interiors de les filaes de carrec aprofiten, si mes no, per a posar de relien aspee tes íntims de la Festa, espumes de la vida espiritual mes entranyable que d'altra forma restarien inédits".

José Ma Segura Martí Cronista Oficial de la Asociación de San Jorge

Relación de individuos, juveniles, cadetes y niños INDIVIDUOS Miguel CANO FUSTER Antonio CARBONELL PÉREZ Vicente REIG MULLOR José BONET BATALLER Salvador FERRANDO ANDRÉS Armando FERRÉ MIRALLES Tomás PASTOR FUSTER Salvador ROMÁN IBÁÑEZ José Luis PASCUAL MARZO Vicente MONTA VA SEGUÍ José Jorge MONTA VA SEGUÍ Luis CARBONELL LLOPIS Antonio CARBONELL LLOPIS Vicente REIG CASTELLÓ Francisco DAVÓ PÉREZ Francisco DAVÓ ABAD José PRATS LINARES Jorge VAQUER CALATAYUD Armando FERRÉ SEMPERE Tomás PASTOR LLORÉNS Francisco Javier FERRÉ SEMPERE Alberto PASCUAL REIG José AMORÓS BORONAT Enrique RODES VITORIA Fernando VICENTE ARACIL Rafael RICO GISBERT José GADEA CALATAYUD Juan Manuel MONTAVA SEGUÍ Francisco Javier MONTAVA SEGUÍ José Ma GADEA BORRELL José Luis BALMASEDA BADIA Miguel SEGURA MOLINA Jorge PASTOR LLORÉNS Emilio SERRA PAYÁ Enrique RODES GISBERT Ignacio MONTA VA SEGUÍ José PASCUAL SELLES Lorenzo MONTA VA MONTES Francisco GADEA BORRELL Fernando VICENTE MOLINA Miguel SEGURA PEIDRO Jorge ARACIL MAS Carlos Luis VILAPLANA BLEDA Claudio ABAD CARBONELL Elias SEGUÍ MIRÓ Jesús IRAOLA BORONAT Juan BERNABEU VALLS Francisco RODES GISBERT Carlos SILVESTRE GISBERT Jaime BERNABEU VERDÚ

José de la ENCARNACIÓN NAVARRO Manuel Bosco BELL VER MONTA VA Ricardo MIRA SAVALL Francisco LLOPIS RIDAURA José LLOPIS DOMÉNECH Ernesto BELTRÁN RIPOLL José GANGA VILLANUEVA Mario MIRALLES VALLS José Manuel TEROL RADUÁN Antonio PASTOR JORDÁ Juan Manuel GISBERT BLAN9UER José Ma VALÍN BARTOLOMÉ Jorge GARCÍA PAYÁ Miguel IBÁÑEZ GILABERT José BARBER ABAD Manuel PERIS GARCÍA Mario BERNABEU GOMAR Rafael PAYÁ SERRANO José Miguel BELTRÁN FERRÁNDIZ Antonio VERDÚ ROMA Francisco FUSTER MONCHO Jorge ALEBRÓLA RIBERA Pablo BARBER ABAD Francisco IZQUIERDO NADAL Jorge LINARES SEMPERE Jorge PÉREZ BORRAS Juan José CORTÉS ORTS Francisco GISBERT CREMADES Fernando BROTÓNS CAMPILLO Fernando MIRA GÓMEZ Francisco SANUS SELLES Antonio JORDÁ ABAD Camilo MASÍA CÁTALA Fernando JORDÁ ABAD Miguel FERRÁNDIZ GINER Fernando LLOPIS LLORÉNS Juan Ignacio PÉREZ ABAD Rafael GRACIA RAMBLA Mario SANTACREU VERDÚ Andrés CÁTALA BARCELÓ Federico ILARIO ESPARZA Ricardo RUIZ DE LA TORRE TROS DE I. José Vte. OLCINA PASTOR Miguel PEIDRO BERENGUER Julio CABANAS VERA Fernando RIUS JORDÁ Enrique PEIDRO CANTÓ Rafael DOMÉNECH LORENZO Julián LERMA GÓMEZ Patricio MÉNDEZ TRIGUERO Jorge MONTAVA MONTES Javier Valentín SOLER JULIA

Pedro Juan BARRER ABAD Juan Ángel BORONAT CORTÉS José Luis RICO BARRACHINA Rafael FUSTER MONCHO JÓVENES Fernando BALMASEDA JORDÁ José Luis BALMASEDA JORDÁ Francisco PASTOR LLORÉNS José AMORÓS ARAÑÓ Julián VICENTE MOLINA Miguel Jorge REIG PÉREZ Juan RICO GRAU Vicente REIG MIRA Jorge ARACIL JORDÁ José Luis PASTOR LLORÉNS Jorge BALMASEDA JORDÁ Ricardo de la ENCARNACIÓN ALBERO Carlos Miguel BELLVERT Adolfo MOLINA CRESPO Juan Antonio CALATAYUD MONZO Jorge PAYÁ SERRANO Enrique VITORIA PASCUAL Andrés CÁTALA ARAÑÓ Diego FERNÁNDEZ GEISSER Pablo GARCÍA LLORÉNS Ignacio GISBERT GOSÁLBEZ Rafael OLCINA PASTOR Germán ARACIL BORONAT Luis MOLTÓ CANTÓ Rafael OLCINA CÁTALA Jaime RICO BOTELLA José SOLER EXPÓSITO CADETES Jorge VICENTE MOLINA Fernando PASTOR LLORÉNS Pablo AMORÓS ARAÑÓ Jorge REIG MIRA Mariano AMORÓS ARAÑÓ Carlos BALMASEDA JORDÁ Carlos SILVESTRE MIRA José BARBER VICEDO Pedro TEROL SILVESTRE Guillermo BARBER VICEDO Francisco LLOPIS VALOR Rafael SANEGRE LLOPIS Javier LLOPIS VALOR Raúl SANTACREU MIRA Luis CÁTALA ARAÑÓ Gabriel SEMPERE RIPOLL Camilo Vte. CANO MIRO

NIÑOS Juan GISBERT GISBERT Ernesto BELTRÁN MOREY Jorge GARCÍA GONZÁLEZ Antonio CARBONELL PASTOR Mario BERNABEU VÁZQUEZ Carlos VILAPLANA PASTOR Javier ABAD PÉREZ Raúl BLANCO BELL VER Ernesto JORDÁ PERALTA Carlos PASTOR LLORÉNS Jorge VERDÚ GISBERT Javier SOLER GARCÍA Francisco CARBONELL MIRÓ Jorge BERNABEU VALLS Jorge ABAD PÉREZ Jorge BERNABEU JORDÁ Carlos BERNABEU JORDÁ José SANEGRE LLOPIS Jaume IZQUIERDO JORDÁ Raúl SOLER GARCÍA Juan SERRANO VALOR Kiko GISBERT BROTÓNS Carlos GISBERT BROTÓNS Daniel PASTOR PEIDRO Manuel PERIS DOMÉNECH David JORDÁ PÉREZ Jorge PÉREZ TOMÁS Jorge MONTA VA GARCÍA Gonzalo PÉREZ MANGLANO José Vte. MONTAVA CERDA Jorge LINARES SOLER José MONTAVA MIRÓ Ignacio BELLVER BORDERA Mauro ALBEROLA ALBORS Gabriel OCTI PÉREZ Aitor BELTRÁN SÁNCHEZ Ignacio MIRALLES TEROL Fernando RIUS PASTOR Ignacio RUIZ DE LA TORRE LLORCA Javier RUIZ DE LA TORRE LLORCA Pablo Jorge BARBER MEDRANO Pablo GARCÍA PÉREZ Rafael DOMÉNECH VICENT Jorge MONTAVA ARSÍS Pedro Juan BARBER PÉREZ Jordi BARBER PÉREZ Xave RUIZ FABRA Miguel SEGURA SEMPERE Borja BELTRÁN SÁNCHEZ

Programa de actos de los Verdes SÁBADO, 18 DE MARZO —Junta General Domingo Ramos—

VIERNES, 7 DE ABRIL —ENTRAETA MONTEPÍO—

A las l6'00 horas en 1a Convocatoria y a las 16'30 horas en 2a Convocatoria Junta General Ordinaria para tratar de los asuntos propios de dicha Junta.

A las 20'00 horas, cena en los locales de la filà, y a continuación sobre las 22'45 horas «entraeta» desde el País Valencia.

DOMINGO, 26 DE MARZO —Día de Gloria— A las 8'00 de la mañana almuerzo de Gloria en los locales de la Filà, y a continuación acompañaremos a los glorieros hasta la plaza.

Al finalizar la mascletá nos concentraremos juntamente con nuestras esposas en la calle San Lorenzo (delante del Banco Exterior), para acompañar a los glorieros a la filà, donde se servirá un aperitivo.

LUNES, 27 DE MARZO A las 20'30 horas cena «a escoti» en los locales de la filà. Sobre las 23'15 horas «entraeta» por la calle San Nicolás.

VIERNES, 31 DE MARZO A las 20'30 horas en los locales de la Filà, cena y «entraeta» también por San Nicolás, estando previsto arrancar hacia las 23'15 horas.

DOMINGO, 2 DE ABRIL —ENTRAETA OFICIAL— A las 19'30 horas merienda en la filà para niños y mayores. Al finalizar, sobre las 21'30 horas efectuaremos la «entraeta» oficial asimismo por San Nicolás.

DOMINGO, 9 DE ABRIL —GLORIA INFANTIL— A las 8'30 horas de la mañana, misa de la comunión dels «GLORIERETS» en la parroquia de Santa María. Al finalizar la misa nos concentraremos detrás del castillo, y acompañaremos als Glorierets hasta la posterior acompañamiento hasta el partidor.

LUNES, 10 DE ABRIL A las 20'00 horas se presentará la revista interna de la Filà, y posteriormente cena y «entraeta» desde la calle San Nicolás sobre las 23'15 horas.

A dicha cena estarán invitados todos los colaboradores de la revista.

MIÉRCOLES, 12 DE ABRIL A las 20'30 horas cena «a escoti» en los locales de la filà, sobre las 13'15 «entraeta» desde el País Valencia.

MIÉRCOLES Y JUEVES, 12 y 13 DE ABRIL Será representado en el teatro Calderón en sesiones de tarde y noche el saínete dedicado a la Filà Verds.

«El Verds tenen la culpa» de Armando Santacreu y que contará con la participación en dicho saínete de numerosos miembros de esta Filà.

DOMINGO, 16 DE ABRIL Ya que este año por motivos del cargo no podemos realizar la acostumbrada visita del día 23 al Preventorio Mariola la Asunción, el día 16 de Abril, D. Cirilo Tormo celebrará una misa para todos los verdes, a las 12'00 horas.

Para ello rogamos asistencia máxima este año.

LUNES, 17 DE ABRIL A las 19'45 horas de la tarde nos reuniremos en el antiguo Negret para tomar parteseenservirá la procesión del y filà donde un desayuno traslado.

Al finalizar, cena en la Filà y posterior «entraeta» por San Nicolás sobre las 23'15 horas.

JUEVES, 20 DE ABRIL A las 20'30 horas «cena a escoti» en la sede de la Filà. Sobre las 23'15 «entraeta» desde el País Valencia.

VIERNES, 21 DE ABRIL —NIT DE L'OLLA— Después de la fiesta del pasodoble y de la traca, cena en la Filà y a continuación «entraeta» por donde se pueda.

Debido a la limitada capacidad de que disponemos, se prohibe traer invitados residentes en Alcoy.

SÁBADO, 22 DE ABRIL —DÍA DE LAS ENTRADAS— A las 6'30 horas en el «Cantó Pinyó» agrupación de dianeros para tomar parte en la Diana.

Sobre las 14'00 horas comida en la Filà y en los locales de la Filà Almogávares comida para las moras «U», «Favoritas» y «DOMA».

Se ruega máxima puntualidad por tener que preparar a todos los participantes en la «entrada» con su maquillaje y diseño.

Los niños con estandarte y las niñas banderas deberán encontrarse en los locales de la Filà a las 4'30 horas.

Todos los niños que participen en la «entrada» de moros sin ningún diseño especial deberán acudir a las 18'00 horas.

Al finalizar la «entrada» acompañaremos a nuestro Alférez a su sede en el Círculo Católico.

Sobre las 22'30 horas se servirá cena en la Filà con nuestras esposas amenizado por un conjunto musical.

ta el Círculo Industrial donde celebraremos una comida de hermandad festera.

Sobre las 18'00 horas acompañaremos a nuestro Alférez y al Sant Jordiet hasta la Placeta del Carbó para participar en la Procesión General.

Se recuerda que a dicha procesión se debe asistir con diseño completo.

Los cadetes estandarte, niños estandarte y moras deberán estar sobre las 19'00 horas.

El único acceso posible hasta la placeta del Carbó será por la C./San Miguel.

Al finalizar la Procesión General acompañaremos al Sant Jordiet hasta su domicilio y al Alférez hasta los locales de la Filà, para celebrar la cena con nuestras esposas que será amenizado por un conjunto musical local.

DOMINGO, 23 DE ABRIL —SAN JORGE— A las 8'15 horas segunda Diana desde la Avda. País Valencia.

Cuando finalice, almuerzo en el Círculo Católico. A continuación recogeremos de su domicilio al Sant Jordiet, juntamente con nuestro Alférez les acompañaremos hasta la iglesia San Jorge para participar en la procesión de la Reliquia que se iniciará a las 11 horas.

Los cadetes estandartes y moras que deseen participar en dicho acto deberán estar allí con la debida antelación.

Finalizando dicho acto asistiremos a la solemne misa mayor.

Cuando acabe la misa y después de la mascletà sobre les 13'30 horas acompañaremos con nuestras esposas al Alférez y al Sant Jordiet, has-

LUNES, 24 DE ABRIL —DÍA DEL ALARDO— A las 8'00 almuerzo en la Filà con nuestro Alférez y Embajador.

Sobre las 9'45 acompañaremos al Embajador hasta la placeta de San Mauro y San Francesc.

Posteriormente recogeremos al Alférez en el domicilio de la Filà para trasladarnos a la Placeta Mosén Josep, y sobre las 11 '00 horas realizar el «encaro» y a continuación el alardo.

Al finalizar el alardo, con el Alférez y el Embajador nos trasladaremos al Hotel Reconquista, donde tenemos prevista la comida.

Finalizada la misma sobre las 16'00 horas nos dirigiremos hasta la

Plaza de España para la Embajada y el Alardo de la tarde.

Finalizado el alardo recogeremos al Sant Jordiet en su domicilio sobre las 19'30 horas para acompañarlo hasta la «Placeta del Fosar» para participar junto al Alférez en el acompañamiento de la imagen de Sant Jorge «EL XICOTET».

Acabado este acto acompañaremos al niño Sant Jordiet hasta el castillo para el acto de la aparición.

Finalizada la misma, acompañaremos al Sant Jordiet hasta su domicilio.

MARTES, 25 DE ABRIL —DESCANSO— «MAS FIESTA» Como todos los años a las 20'00 horas en la Iglesia de San Jorge. Misa en sufragio de los difuntos de les filaes. Cides, Chanos y Verdes.

A continuación ENSAYO en el local de la Filà, donde despediremos la fiesta hasta el mes de mayo.

Imprime: Artes Gráficas Alcoy, S. A. San Eloy, 17 03800 ALCOY Portada: Foto: J. Romero Depósito Legal: A - 221 - 1989

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