CIUDAD
SUPLEMENTO DEDICADO A LA "FILA" VERDES
LA "FILA" VERDES DESEA AL PUEBLO DE ALCOY, UN FELIZ VII CENTENARIO DEL PATRONAZGO DE SAN JORGE, EN SU AÑO DE CAPITÁN
Saludo Conmemorar el centenario de un acontecimiento no es cosa frecuente. No todas las generaciones tienen ese privilegio de poder vivirlo cada vez que se realiza. Nuestra "filà", los Verdes, hemos tenido la gran fortuna (igual que hace cien años) de capitanear las huestes moras que poblarán por unos días nuestro pueblo en este VIl Patronazgo de San Jorge. Año de Capitán y fiestas centenarias es grato e importante acontecimiento que ha de celebrarse con todos los honores. Por eso los Verdes, a través de este saludo henchido de ardor festero nos dirigimos a cuantos simpatizan con nuestra "filà" y a todos los alcoyanos por igual, ratificándonos en nuestro empeño de prestar la más entusiasta colaboración para que estas fiestas brillen como nunca y tengan una singular magnificencia. Si hace cien años vibraron los corazones de nuestros antecesores con esa sana alegría de poder ofrecer a sus paisanos unas jornadas felices y dichosas en honor a nuestro querido Patrón, seguros estamos que en la actualidad cada Verde sentirá regocijo íntimo de sentirse comprometido para prestar su granito de arena en la consecución de este jubiloso acontecer festivo que vivirá nuestro pueblo. Con la misma dignidad y entusiasmo con que presentamos el pasado año a nuestro Alférez, don Alfredo Molina Pascual, esta vez redoblaremos nuestro esfuerzo para que en los anales festeros quede constancia de nuestro año de Capitán coincidente (por segunda vez en la historia) con este otro Centenario dedicado a San Jorge.
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EDITORIAL INSIGNE MÁRTIR GUERRERO ILUSTRE ... - Insigne e ilustre Patrón, saludóte en este VIl Centenario de aquella epopeya del 23 de Abril de 1276, que los hijos de este noble pueblo nos preparamos a celebrar, honrándose por los siete siglos de ininterrumpidos favores ante nuestro Padre Celestial. DE NUESTRO PUEBLO FIEL PROTECTOR... — Fidelidad que has puesto de manifiesto siempre donde nos hayamos encontrado, ya, en esta misma hoya, ya, en cualquier lugar de nuestra piel de toro, o en allende los mares. De TI recibimos, sea cual fuere el lugar, tu bendición y amparo. SAN JORGE INVICTO FORJA DE AMORES... - Invicto en todas tus batallas por defender la fe cristiana, hasta conseguir la palma del martirio por tu amor inmenso hacia el Creador, amor que has sabido inculcar a todos los alcoyano. LA MAYOR GLORIA DE NUESTRO ALCOY... - En el esfuerzo diario, en el trabajo cotidiano, en todas las manifestaciones de la labor de esta colmena alcoyana en los panales de sus telares y fábricas en pro del engrandecimiento de su pueblo, se aunan las más altas virtudes recibidas como herencia de nuestros mayores, siendo Tú nuestra gloria mayor. HOY QUE TE ACLAMAN POR TU VICTORIA... — Centenaria victoria que nos disponemos a celebrar, en tu honor, por nuestro amor Georgiano, llevado éste en el corazón cual baluarte de nuestra fortaleza. LOS ALCOYANOS CON DEVOCIÓN... Pueblo de grandes y excelsas costumbres cristianas, que codo a codo, al igual que en nuestras entradas, cristianas o moras, se juntan estos días y todo el año en labor para
elevar con devoción su plegaria a Dios. SE ANTE EL ALTÍSIMO NUESTRO ABOGADO... - Ahora más que nunca te pedimos, ¡oh Jorge Invicto! , ejerzas todo tu poder para salvar este pueblo fiel que te aclama, y nos depares toda suerte de venturas y en especial, la paz que ha de reinar en los hogares, sin excepción, de tus hijos los alcoyanos. SALVA A TU PUEBLO SANTO PATRÓN... — Sálvalo de cuantos males puedan traernos nubes tormentosas, y haz que la primavera, con la luminosidad de un sol radiante y perdurable, haga germinar con fertilidad las semillas fructíferas de su trabajo, honradez y cristianos sentimientos, para ejemplo y orgullo de generaciones venideras a quienes legaremos la cosecha de nuestra fe y la inquebrantable devoción por San Jorge. La Filá VERDS, que en este VIl Centenario le ha recaído la Capitanía del Bando Moro, se prepara en su aportación, deseando que estas fiestas sean un acontecimiento, que perdure en la mente de todos, y los que vestimos nuestros respectivos trajes de moros y cristianos, conjuntamente con los demás, que lo visten interiormente, ya que se hallan indentif icados con los "festers", gocemos todos juntos, a los acordes de la música con sus atabales y chirimías, y nos enorgullezcamos de ser "alcoians". La Filá VERDS, a todo Alcoy, felices fiestas. ¡VISCA SANT JORDI! José MONTAVA ESPÍ Primer Tró.
MINI - BIOGRAFIA DE UN CAPITAN MORO ARMANDO FERRE MIRALLES LO REPRESENTARÀ EN EL AÑO CENTENARIO PERTENECE A LA "FILA" VERDES DES DE EL ANO 1952.
SU ABUELO, PEDRO FERRE NAVARRO, VISTIO DE CAPITAN MAYOR MORO EN BOCAIRENTE EN EL AÑO 1887.
HACER DE CABO EN UNA ENTRADA ES LO QUE MAS LE GUSTA DE LA FIESTA
En este año de gracia de 1976 (VIl Centenario del Patronazgo de San Jorge) a los Verdes les ha cabido el alto honor de tener entre sus filas al Capitán que acaudillará las huestes morunas en nuestras tradicionales fiestas. Armando Ferré Miralles, alcoyano y festero por los cuatro costados, ha sido el hombre afortunado que encabezará la columna multicolor y fastuosa de las "filaes" moras que hogaño estarán bajo su mando. Para conocerle mejor y saber de sus inquietudes humanas, festeras y profesionales, hoy les ofrecemos una breve y sintetizada biografía del hombre que en nuestros próximos festejos representará al jefe sarraceno, al propio Al-Azrach, que en 1276 cercó nuestra villa. Serán unos minúsculos perfiles, pero lo suficientes para que nuestros lectores conozcan la identidad del Capitán Moro que han presentado los Verdes en 1976.
DOS FESTEROS DE RAIGAMBRE ("QUICALO" Y RAFAEL SANTONJA) SON TIOS SUYOS.
EL HOMBRE
HACIA 10 AÑOS QUE SE MASCABA LA IDEA DE VESTIR DE CAPITAN.
Armando Ferré Miralles nace el 27 de octubre de 1928. Cuenta, pues, 47 años en la actualidad. De aspecto vigoroso y sano, es de estatura regular, tiene entre-
SU HIJO, ARMANDO JORGE LE RE PRESENTARÀ EN EL ALARDO.
SU TRAJE LO CONFECCIONA LA MODISTA DORITA CON BOCETO DE RAFAEL GUARINOS
ES INDUSTRIAL DE TRADICION Y CURSO ESTUDIÓS DE MAESTRIA TÈXTIL
SU MAYOR DEFECTO ES EL HABLAR DEMASIADO CLARO
AMA A SU FAMILIA, A SU PUEBLO Y A SUS FIESTAS.
canos los cabellos y la sonrisa siempre a ñor de labios. Cordial y simpático como pocos, es en todo momento comunicativo y presto a la conversación amable y abierta con cualquier interlocutor. De familia tradicio-
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nalmente dedicada a la industria textil, el abuelo paterno de Armando (don Pedro Ferré Navarro) era de Bocairente. Hombre de gran ingenio, regentaba a finales del siglo pasado una industria textil artesana propia, en la laboriosa villa hermana del otro lado de la Manola. En 1909 y con motivo de la Exposición Regional Valenciana, don Pedro presenta
los telares de la familia son colectivizados como tantas otras fábricas. En estos años tristes y calamitosos Armando sigue en el mismo Colegio, pero esta vez tiene como profesora a doña Conchita (esposa de don Juan Agudo). Está hasta el año 1939. Al finalizar la contienda vuelven a sus dueños las herramientas incautadas y Armando deja la escuela y
Don Pedro Ferré Navarro, abuelo de Armando una manta en la que está la efigie de Alfonso XII en una cara y el escudo de España en la otra. Es una pieza de auténtica artesanía que le vale el segundo premio en el apartado dedicado al textil. Unos años más tarde soplan malos vientos industriales en Bocairente y el abuelo de nuestro Capitán Moro viene a vivir a Alcoy con su familia. Trabaja cuatro años como teórico y viajante en una firma textil alcoyana y, al final, su espíritu inquieto y sus dotes técnicas le impulsan a independizarse como "drapaire" al servicio de otras empresas. Su hijo, Nicolás Ferré Martínez, colabora también junto a su padre en ampliar y mejorar la pequeña industria. Después casaría don Nicolás con doña Ana María Miralles Jordá y de esta unión nacerían tres hijos: Marita, Armando y Paquita. A los cuatro años Armando entra en el Colegio de párvulos de San Roque, Lo regentan monjas de San Vicente de Paul y está de cura don Rodolfo. Pasan unos años y el chiquillo despierto y vivaz pasa al Colegio de Cervantes. Allí tiene como maestro al inolvidable don Juan Agudo, de grato recuerdo para él. Después viene la guerra y
se suma a la dinastía Ferré ayudando a la reorganización de su industria e incluso aprendiendo ya a tejer a sus jóvenes once años. A partir de esta participación en "responsabilidades" Armando Ferré alterna su trabajo entre los telares ayudando a su padre y abuelo y cursando estudios mercantiles y de contabilidad en la Academia Almi. Tiene de
MINI BIOGRAFÍA profesores a don Alfredo Alberola y a don Manuel Blanes. Por aquel entonces preparaba oposiciones para ingresar en el Banco Central, pero llegado el momento del examen le suspendieron y entonces dedicó todos sus esfuerzos y estudios (siempre compaginados con el trabajo en su industria) a conseguir el título de maestría textil (teórico). La Escuela Industrial sabe de las horas que Armando pasó en sus aulas. Sus profesores en ella fueron don José Blanes y don Miguel Payá, entre otros. Al finalizar estos estudios, muerto ya su abuelo, toma las riendas de su industria y decide independizarse. Digamos que en este interregno de tiempo Armando hace deporte y juega al fútbol en el equipo del San Roque, junto a los Miguel Reig "Farina", Cándido, Mario Silvestre, Carlos Vila, Morales, Ivorra, etcétera. También su quinta es llamada a filas y nuestro hombre presta su servicio militar en Alcoy en la Banda de Música del Regimiento. Toca el redoble. Al licenciarse sigue al frente del negocio y ocho años más tarde (el 11 de julio de 1958) contrae matrimonio con la señorita Angeles Sempere Sempere. La boda se efectúa en la Parroquia de San Roque y bendice la ceremonia el reverendo don Cirilo Tormo. De esta unión nacen sus hijos Armando Jorge y Francisco Javier, de 17 y 15 años actualmente y cursando estudios. También llegan los momentos tristes de la muerte de sus padres, Y llegados a este punto de la sintetizada biografía del Capitán Moro 1976, la completamos con unas preguntas al mismo.
El Capitán Moro a los 6 meses
—¿Te gusta viajar? —No mucho. No obstante, por mis obligaciones industriales he recorrido toda España de punta a punta. —¿Qué es lo que más te ha gustado? —Como capital, Granada me causó una gran impresión. Como catedral me entusiasma la de Burgos y como carácter de la gente, el catalán. Cuando profundizas con ellos resultan grandes amigos. Como paisajes y arquitecturas rústicas me encanta toda Extremadura. Sobre todo la Plaza Mayor de Trujillo es algo soberbio. Incluso me gusta más que la de Salamanca. —¿Te sientes realizado siendo industrial? —Estoy contento y soy feliz en esta ocupación. Sin embargo también me hubiera gustado ser médico o arquitecto, de haber tenido facultades para ello. —¿ Ves porvenir industrial a nuestro pueblo? —En estos momentos veo que está atravesando una encrucijada muy difícil. La gente de Alcoy es estupenda, abierta y trabajadora, pero hemos de tener sumo cuidado en no estropear nuestro futuro con pugnas y enconos de tipo social que nos hundirían económicamente a todos por muchos años. Empresas y productores hemos de mentalizarnos en hacer lo que mejor convenga a todos en general y dentro de una clara justicia social. Solamente de esta manera veo un porvenir pujante en lo industrial a nuestro pueblo. —¿Tiene defectos Alcoy como ciudad? —En el plano urbanístico toda ciudad siempre tiene algo que desear. Alcoy puede medrar poco porque es un pueblo aislado y cercado
LA MAYOR ATRACCION DE LA "COSTA BLANCA"
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por cuantiosas barranqueras y ríos. Nos faltan terrenos espaciosos. Creo que entubando algunos de estos declives para el paso libre de las aguas y rellenando los ribazos quizá se podría ganar terrenos para jardines y espacios verdes que tanta falta nos hacen. —Armando, dime algo en que no crees... —Realmente son pocas cosas en las que no creo. Creo en Dios y en su omnipotente obra. Y creo también en los hombres y en la convivencia humana. A pesar de lo que se diga, los hombres en general son más honrados de lo que parecen. Al menos yo utilizo siempre mi buena fe cuando trato con un semejante. —¿Cuál es tu distracción favorita? —Soy un poco amante de todo. Me gusta la música, la literatura y la pintura. Recuerdo que en mi juventud me gustaba escribir algún ripio que otro. En pintura gusto de coleccionar algunos cuadros de tipo figurativo. Tengo algunos de pintores alcoyanos. —¿Tu lectura preferida? —Biografías de Papas y hechos acaecidos durante su reinado. A través de sus actuaciones llegas a documentarte del ambiente de aquellas épocas. —¿Cine, televisión o teatro? —Cine sobre todo. Pero cine histórico o del de "antes". No concibo las películas actuales llenas de sexo y violencia. Esas tendencias hacen estragos entre la gente poco formada. —¿Cuántas horas trabajas al día? —De nueve a diez horas. Cuando no salgo de viaje estoy mañana y tarde atendiendo la organización de mi empresa.
—Entre avión y tren, ¿qué prefieres para viajar? —Sin duda alguna el tren. A bordo de un avión me encuentro indefenso y me domina una sensación de ca. Su abuelo, al instalarse inseguridad absoluta. No en Alcoy también se inhibe obstante, suelo viajar en mi de tomar parte activa en los coche. festejos. Y es en 1950 cuan—¿Tus comidas preferi- do el apellido Ferré de Bodas? cairente se reencuentra con —Todas las de tipo casero la ñesta de Moros y Cristiae íntimo. Soy más bien par- nos. El joven Armando se co en las comidas. Para be- siente atraído por la llamada ber vino o cerveza. festera de su sangre y —¿Te acuestas muy tar- "creua" en los Mudejares, de? pero no llega a vestirse de —A las primeras horas de moro. Por aquel entonces la madrugada. Me siento in- Armando frecuenta una peteresado t oyendo la "hora ña llamada "Los Polacos" y 25" y esa es la causa. ante la difícil situación eco—¿Qué virtudes aprecias nómica de los Astures (Llamejor en los demás? ganya), deciden engrosar sus —Que sean sinceros y ge- filas para robustecer l a nerosos. En una palabra, que tengan señorío. hacen ellos solos todos los —¿Tu mayor defecto, Ar- actos. Miembros de esta pemando? ña eran entre otros, Rafael —Creo que el ser dema- Pascual, Paco Jover, Julio siado explícito y directo. Guillem, Joaquín Gracia, Yo digo siempre lo que sien- Gonzalo Blanes, Pepe Montto en cualquier sitio y eso, a llor, Tito, César, Ezequiel, la larga, indudablement- me etcétera. Al siguiente año perjudica. Pero creo que ha- Armando Ferré no sale a brán otros defectos mayores fiestas pero dentro de él se incuban las mejores ansias por ahí... festeras que pueda sentir un alcoyano. Otra peña de amiEL FESTERO gos es esta vez la promotora Los antecedentes festeros de que Armando Ferré vista de Armando Ferré Miralles de festero. Su título es algo son por vía paterna de au- macabro pero sus compoténtica solera. Su abuelo, nentes son gente simpática y don Pedro Ferré Navarro, alegre. Se hacen llamar "La fue fundador en Bocairente Calavera Verda" y radican de la "filà" Antigua Españo- en el Apolo. A ella pertenela (actualmente Españóle- cen entre otros, Pepito Olcilos). Y luciendo el típico tra- na, José Bonet, José Montaje de los famosos tercios de va, Mario Miralles, Santiago Flandes, es Capitán Mayor Gotia, Salvador Ferrando, de la "filà" en 1887 y en Tomás Pastor y el propio 1896. Así, pues, "de casta le Armando. Corría 1952 y los viene al galgo" como dice el Verdes tenían el Capitán refrán, al Capitán Moro de que encarnó don Jorge Vilalos Verdes. Su padre, don plana. La peña "Calavera Nicolás Ferré Martínez no Verda" simpatiza con esta sigue el ejemplo y aunque "filà" y se asocia en pleno a siente la fiesta como el que la misma pero no visten de más no llega a vestirse muí- festeros ese año. Al viniente,
MINI BIOGRAFÍA 1953, ya tienen todos los nuevos miembros sus trajes listos y dispuestos para salir a la calle. Han servido de puente de unión entre la citada peña y la "filà" Verdes Miguel Cano, Camilo Fuster y Salvador Vaquer. Por aquel entonces en los Verdes estaba como "Primer Tro" Miguel Peralta y Rafael Olcina, Vicente Valles, Vicente Gomia, Miguel Cano, Francisco Selles, Camilo Fuster, Antonio Carbonell, Julián Molina, Vicente Reig, Antonio Julia, Salvador Vaquer, Joaquín Amorós, Marcelino Fuster, " José f Moya, i l Francisco Fernández, Pepito Abad, José Olcina Santonja, Manolo Barrachina, Guillermo y Manolo Botella, Benito Gomerzano, Llácer y algunos más. Aquel año ya hacen Diana casi todos los novatos al mando de Antonio Carbonell como cabo de escuadra. Desde entonces Armando Ferré se incrusta definitivamente en Ion Verdes y echa raíces de afecto entrañable hacia esta entidad festera. Pasa el tiempo y en 1956 los Verdes son la primera "filà" alcoyana que instaura la "rueda" para tomar parte en los actos de fiestas. Esto se propone y acepta después de una cena de hermandad celebrada en la "Xixonenca". Uno de los líderes de este cambio radical en las costumbres de las "filaes" es Pepe Olcina Ribes, que más tarde pasaría a la "filà" Domingo Miques. En ese año Armando Ferré siente por vez primera la gran satisfacción de "salir" en una escuadra en la Entrada de Moros. Junto a él salen también algunos ex— peñistas de la "Calavera Ver-
1939.- Armando Ferré (cuarto por la derecha de pie) y condiscípulos del Colegio de Cervantes
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MINI BIOGRAFÍA éstas hacia la vertiente festera de Armando Ferré. —¿Imaginabas ser Capitán Moro algún dia? —Pues si te digo la verdad desde hace diez años que rondaba la idea por mi cabeza. Recuerdo que por aquel entonces Antonio Julia estaba de vocal en la Asociación de San Jorge y vino un día a la "filá" y nos dijo que a los Verdes nos correspondería tener el Capitán en el Año Centenario. Y que precisamente en el anterior también lo habían representado los Verdes. Según consta, en el sexto Centenario fue Capitán don Vicente Olcina Ribes. Desde ese momento
signado? —Porque en el fondo abrigaba aún la misma ilusión y también porque me lo pidieron. Desaparecido el amigo Vaquer, Montava dejó vía libre a mis viejas aspiraciones. Aprovecho la ocasión para agradecerles a todos la confianza depositada en mi modesta persona. —¿Hubieras aceptado hacer de Alférez? —No es un desaire al cargo, pero la verdad es que no me gusta. Gastas casi o igual y parece que no luces lo mismo. También influye el salir el último. Solamente en que hayan unos cortes a mitad del desfile, el Alférez y su boato tiene que ir al
Doña Ana Mana Miralles y don Nicolás Ferré, padres de Armando desde el momento que ven da", como José Montava y Salvador Ferrando. El año la luz son "Verdes" ya. Su padre ha tenido buen cuianterior, 1955, año en que dado de que queden "fichase estrenaron las nuevas dos" en los anales de la campanas de Santa María, también había gustado las "filá" para poder lucir en el futuro un número codiciado mieles de ser elegido por en la lista de asociados y votación Gloriero. Poco a poco Armando ha ido templando su raigambre festera. Aunque su padre no haya «restado nunca el hábito de la fiesta, tiene familiares de reconocida fama en este campo que le alientan a proseguir el camino ilusionado que marcan nuestras tradiciones. El marido de su tía, Francisca Ferré, es José Ferri Silvestre "Quicalo" "fester" archiconocido en Alcoy . También Rafael Santonja Jordá, es un Tomasina destacado y primo hermano de su madre... Y cuando contrae matrimonio tiene la agradable sorpresa de saber que su padre político, Antonio Sempere Miralles, "Tonet el Bataner", ha sido destacado festero en la Llana y los Guzmanes entre otras "filaes". Pasa el tiempo y vienen los cargos como directivo; cinco años de vo1950.- Escuadra de Astures en la que está Ferré con sus amigos cal y uno como "Darrer Tró" le confirman ya como un "Verd" veterano que "festers"... Y como hemos tres miembros de la "filá" galope y si se tercia reciademás tiene la gran suerte hecho anteriormente para nos sentimos atraídos o ilu- bes una fuerte bronca por de hacer muchos años de completar la pequeña bio- sionados por el cargo; Salva- parte del público. Creo que cabo de escuadra en las en- grafía del hombre haciendo dor Vaquer (q.e.p.d.) José si saliera a la mitad, igual como antes, sí que me gustradas. Después de su matri- unas preguntas, ahora hace- Montava y yo... —¿Y cómo saliste tú de- taría representarlo. monio nacen sus dos hiios v mos lo propio encauzando —¿Tiene defectos la fiesta para ti? —Tal vez yo sea demasiado magnánimo, pero lo cierto es que lo veo todo bonito. Reconozco que en cada "filá" habrán sus más y sus menos a la hora de hacer actos y demás, pero es que esas cosas, esos tiras y aflojas, son la salsa de la fiesta. —¿Partidario de la mujer en ellas? —En plan pasivo sí. Formando en escuadras no lo creo conveniente. Considero que nuestras fiestas son genuinamente para hombres. Ahora bien, la aportación femenina en carrozas u otros elementos decorativos es positiva porque su belleza realza indudablemente el acto de un desfile. —¿Qué acto te gusta más? —Sin duda alguna la Entrada y dentro de ella hacer de cabo de escuadra. Es una delicia inenarrable que sólo 1946.-Equipo del San Roque donde jugaba Armando (tercero derecha de pie)
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pueden sentirla los que la han gustado. —¿Tú has hecho de cabo muchas veces? —Bastantes. En los Verdes se designa cabo de escuadra por sorteo entre los que lo deseen. Nosotros creemos que si es por vota-
plata. La faja y la camisa verde, la chaqueta beix y la capa y el turbante negros. A parte los adornos metálicos, claro. —Que deseo al pueblo de —¿Estás preocupado por si gustará o no, siendo en Alcoy entero una felicidad suprema en estas fiestas del año Centenario? — | Hombre! Yo he pues- VII Centenario de San Jor-
MINI - BIOGRAFÍA fiestas. Y cerramos aquí este breve capítulo biográfico de Armando Ferré Miralles, Ca-
1963.- Armando Ferré haciendo de cabo en una Entrada de Moros ción directa entre aquellos que se han presentado, induce a creer al que no sale elegido que tiene en la "filá" pocos amigos. Y precisamente es todo lo contrario. Allí formamos una hermandad general y al que le toca hace de cabo escuadra. Y en eso de los sorteos parece que he tenido bastante suerte. —¿Crees que aquí en Alcoy hacemos los mejores Moros y Cristianos? —Cada pueblo cree que lo suyo es mejor. Eso es legítimo. Pero sin pasión alguna Alcoy es la cuna de este tipo de fiestas y por tanto opino que son las mejores. Yo he visto las de algunos pueblos circundantes y, francamente, aquí tenemos más magnificencia. Ahora bien, en lo tocante a divertirse los festeros de los pueblos lo pasan mejor. Por otro lado considero que el público también se merece un respeto. Resumiendo te diré, que nuestras fiestas deberían de ser quizá un poco menos serias. —¿Donde te hacen el traje? —Bueno, en realidad son dos y los están haciendo aquí en Alcoy. Los confecciona la especialista en estas indumentarias, Dorita, con bocetos de Rafael Guarinos al que le brindé unas ideas. Los metales son de Paco Sempere. — ¿Puedes adelantarnos algo de ese traje? —En líneas generales te diré que el pantalón será blanco brocado con lame
to todo mi entusiasmo para que guste no sólo mi traje, si no todo el boato. Mi hijo, Armando Jorge, saldrá a mi lado como Capitán ayudante y vestido con el traje que usará el día del Alardo. Mi segundo hijo, Francisco Javier, llevará un guión con los escudos de los apellidos Ferré—Sempere y el de los Verdes. También llevaré un cetro en el que estarán representados los escudos de la Región Valenciana, de Alcoy , de la Asociación de San Jorge, de los Verdes y de mis apellidos. Del resto del boato y demás cosas no te las digo porque es preferible que sea sorpresa para el público. —¿Piensas que es difícil desempeñar el cargo? —Yo pienso que no, pero se ha de tener una gran ilusión. Personalmente, para mí, será mucho mejor y satisfactorio que el salir en una escuadra de negros. Ser Capitán en las fiestas de tu pueblo creo que es el más alto honor a que puede aspirar un festero alcoyano. —Armando, ¿te hubiera gustado ser sultán moro de verdad? —Pienso que no. Aquellos sultanatos eran de un feudalismo extremo y subyugante. Yo considero que aquel ambiente no hubiera ido a mi modo de ser. Ni me gusta avasallar por la fuerza ni que me avasallen. Por tanto soy feliz viviendo en esta época actual a pesar de las dificultades y defectos que tiene esta sociedad. —¿Quieres añadir alguna cosa por tu parte?
ge. Y que por mi parte pondré todo mi entusiasmo para colaborar en la consecución de esta felicidad que les deseo. Me impulsa a ello el gran amor que siento por mi familia, mi pueblo y sus
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La familia del Capitán Moro en la actualidad
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LOS DIEZ MANDAMIENTOS DE LA LEY DE JOSÉ MONTAVA ESPÍ PRIMER "TRO" DE LOS VERDES -¿Cuáles son, o debían de ser, los diez mandamientos de la ley del primer "tró"? Primero, SER AMANTE DE LA FIESTA. Segundo, SER UN "FESTER" SACRIFICADO. Tercero, DEDICACIÓN PLENA DURANTE TODO EL AÑO. Cuarto, SENTIR LAS TRADICIONES ALCOYANAS. Quinto, SER EL SARGENTO DE LA "FILA". Sexto, PROCURAR MANTENER LA PAZ EN TU PROPIA CASA. Séptimo, AGLUTINAR A TODOS LOS MIEMBROS DE LA MISMA.
Octavo, SER ECUÁNIME Y JUSTO CON TUS COMPAÑEROS. Noveno, NO BEBER.... Décimo, NO COGER "CABREOS" QUE SEAN ETERNOS. Quien nos ha contestado a la primera pregunta es un "fester de pro, hombre enamorado hasta la médula de todo cuanto signifique Fiesta, con mayúsculas. José Montava Espí, primer "tró" de los Verdes, está viviendo ya, en su mundo interior, un año Centenario que, para mayor gloria de la "filá", coincide con la capitanía del bando moro. — ¿Cuántos años llevas vistiendo el traje "vert", Pepe?
—Alrededor de un cuarto de siglo. —¿Y como cabeza visible de los Verdes? —Nueve años. Antes estuve doce años como tesorero y luego me eligieron primer "tró". —Y en todos estos años, podrías decirme cuál ha sido la alegría y el disgusto más grande que has tenido? — La mayor alegría viene cuando llega la Aparición, punto final de la Fiesta, en cuyo momento crees que has cumplido con tu deber. El disgusto más gordo me lo llevé hace tres años, cuando por enfermedad no pude vestir el traje, ni estar en la "filá" los tres días de fiesta. No vi ni los desfiles,., —Pepe, los Verdes, ¿son difíciles de llevar? —No, no. "Els Verts" es una "filá" disciplinada, con un sentido del compañerismo muy grande. Pepe Montava tiene cinco hijos, cinco varones, cinco festeros más. Como su padre, todos visten el traje verde de una "filá" centenaria, hermosa, moruna por su misma esencia. Todo esto nos lo confiesa Montava con un brillo especial en los
ojos, orgullo legítimo de un "fester" limpio de cuerpo y alma, pequeña raíz de un árbol poderoso y siempre joven llamado Moros y Cristianos de Alcoy... —Vamos a criticar, Pepe, di me algo que no te guste de la Fiesta. —La retreta. Sea por el festero o sea por el público, la retreta no sale bien, no tiene organización y por tanto, no luce. -Y puesto a elegir, prefieres los morosa los cristianos. —Sí, claro, me gustan más los moros, sobre todo por lo cadencioso de su música. Pero en realidad es lo mismo ser moro que cristiano; ambas entradas, por ejemplo, son igual de importantes e igual de espectaculares. La verdad es que el festero lo es por el ambiente, y generalmente se hace individuo de la 'filá" donde tiene sus amigos. Fue nuestro interlocutor José Montava Espí, primer "tró" de los Verdes, una "filá" centenaria, hermosa, moruna.... F. MOLTÓ SOLER (Fotos: C. COLOMA)
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BREVE HISTORIA DE LA FILA VERDES No es tarea fácil buscar el origen de las Filaes Moras por las huellas que han dejado hasta llegar a la fecha en que inició su aparición como una de las protagonistas de nuestra fiestas, según diseño presentado y aprobado por la Junta General. Si en algunas de ellas so carece de datos eficientes para fijar con exactitud dicho punto de partida, sin duda alguna, corresponde a la Filá VERDES el ser una de las más incompletas en este sentido, por no existir punto de partida documental, como copias de acuerdos, actas fragmentarias, o simplemente referencias verbales transmitidas de unos a otros, para poder llegar a establecer una identificación hipotética o totalmente verídica en torno al origen que nos interesa. En primer lugar, la nomenclatura de las Filaes, hace bastante más de un siglo, se acomodaba a la materia básica de las telas que se empleaban en la confección de los trajes, y así se llamaban "hiladas de seda" o "hiladas de lana", estableciendo en estas últimas un orden de prioridad mediante el número antepuesto, diferenciándolas del grupo, llamándose de tal manera la "Primera de Llana", a continuación la "Segunda de Llana", la tercera, la cuarta, y otras más. Luego al correr de los tiempos, fueron cambiando su nomenclatura numérica y abstracta por la del nombre, apellido o apodo del fundador de la misma o individuo que, por su amor a las fiestas, se hizo célebre
o importante en el seno y actividades de la Filá, sonando a los ooídosmenos confusa y mejor determinada por la calidad, importancia, gracejo o simpatía de sus componentes. Así se llaman actualmente por tales circunstancias las que fueron "hiladas de llana" "Domingo Miques", "Chano", "Cordón", etc. La de los VERDES estuvo incluida en la categoría de "hiladas de seda", según consigna el acta del 15 de Marzo de 1840, en su relación introductoria. Más adelante, dícese que Juan Esteve, Primer Tró, pretendió cambiar la tela de seda por la de lana sin alterar en nada los colores. Hubo debate no llegando a conclusión, acordándose llevar el asunto a una comisión nombrada al efecto, la cual, cinco días después, dictaminó por escrito su voto favorable a la sugerencia. Pero, sin cono-
cerse las causas, de demoró el acuerdo, siguiendo como "hilada de seda" durante dos años más, luego por "hilada de Verde", y en primero de Junio de 1846, el Primer Tró, Francisco Pastor, acepta por la de "VERDES" siguiendo el turno establecido de las Filaes. Par no hacerlo más extenso, diremos que, durante unos veinte años, puesto que las actas de entonces, por sus anomalías, no detallan el desarrollo de anormales acontecimientos, se pierde el rastro de esta Comparsa, reapareciendo después por el cambio de la "Seda" por la "Lana" antecediéndole la de los "Chanos y siguiéndole la "11 de Lana" (Magenta), si bien existe confusión en lo que a bocetos o diseños se refiere, aunque sí se sabe que la Comparsa Verde lucía admirable colorido y por su raigambre popular era francamente admirada. El cargo de Alférez le correspondió en el año 1847 y el de Capitán un año más tarde, sin que hayamos encontrado datos sobre el desarrollo de estas representaciones. Posteriormente pasan unos años, sin precisar cuales, en los que desaparece de nuevo el historial de esta Comparsa, volviendo a surgir en Actas de la Asociaciación a partir de 1865, en la que junto con la de Magenta y Labradores se inscriben como definitivas hasta conquistar la veteranía actual. Seguimos metidos en la noche de los tiempos avanzando entre tinieblas, sombras y vaguedades, hasta lle-
gar al año 1876 en el que se conmemora el Sexto Centenario de la Aparición de San Jorge, en la lejana efemérides del 23 de Abril de 1276. Las fiestas se reanudaban con este aniversario después de dos años de suspensión por sucesos revolucionarios que precedieron a la instauración de la monarquía de Alfonso XII. En dichas jornadas los festejos alcanzaron su máximo esplendor, volcándose los alcoyanos, amantes de sus tradiciones, a solemnizar el Centenario con inusitada brillantez, tanto en los actos civiles como en los religiosos, con altares, iluminaciones extraordinarias, banderas y gallardetes, carrozas, etc. A la Filá VERDES correspondió el alto honor ese año de la asignación del cargo de Capitán Moro, recayendo en la persona de D. Vicente Olcina, quien como Jefe, en el acto de la primera Diana, como era costumbre entonces, rompió la marcha con todos sus hombres para recorrer las calles al ritmo de alegre pasodoble interpretado por la notable banda de la vecina Villa de Cocentaina. Con igual solemnidad y lucimiento por su rico atuendo y comparsería, se desplegó el desfile de la Filá en la Entrada de Moros, dentro del mayor orden, realce y magnificencia. Así pues, dejamos constancia señalada de que en el año del Sexto Centenario la Comparsa de los Verdes fue actor destacado por corresponderle el Cargo de Capitán, tal como ocurrirá en el
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BREVE HISTORIA Séptimo Centenario del presente Año 1976, coincidencia muy importante para nuestro historial. Así siguieron celebrándose las fiestas sucesivamente, interviniendo la Comparsa VERDES dando siempre ejemplo de sobriedad y disciplina.
En el año 1905, desempeñó el cargo de Capitán D. Bautista Boluda Sanchiz. En el año 1917, D. Antonio Jordá Sempere. Como nota destacada, diremos que en ese año los Verdes cubrieron durante la Entrada toda la calle de San Nicolás entre sus Escuadras, parejas, jinetes y demás boato de complementos y carrozas, circunstancia no conocida hasta entonces. Fue también la primera Comparsa que sacó una Escuadra de Negros; su disfraz consistió en un traje de una sola pieza de punto tintado de negro y ceñido, un faldellín de paja y cintas verdes y en la cabeza corona de cartón con pluma por remate. El Cabo lo desempeñó D. Joaquín Petit Aura, entusiasta festero que midió sus pasos y contoneos con aires de salvaje petulancia. El Cabo de batidores fue D. Francisco Payá García sobre airoso caballo. Y como Cabo de Escuadra D. José Peidro Foya, carpintero. Uno de los complementos que llamó la atención por original, fue un par de elefantes de tela v cartón.
diseñados por el escultor Morrió, movidos por dos hombres que iban en su interior para caminar, uno de ellos en las patas delanteras y el otro en las traseras, remedando certeramente los movimientos acompasados de tales animales de la selva.
trativo era regentada con singular acierto, por los hermanos D. Federico y D. Francisco Espí Botí, entusiastas festeros de honradez e integridad reconocida. Años después, creemos que el diseño de la Filá sufrió modificación sustituyendo el pantalón por una túnica de lana blanca, similar a la de los Marrakets, en cuanto a corte y forma; pero no teniendo el éxito esperado y ante la decepcio-
ración, debemos, por nobleza de alma, echar en olvido los acontecimientos corriendo un velo de penumbras v perdón. Terminada la guerra civil, las conciencias volvieron a su cauce normal v poco a poco, poniendo todos nuestro afán en aunaesfuerzos para recuperarnos moral y económicamente, guiados por un interés social y psicológico, y abiertos al entusiasmo de recuperar nuestras antiguas tradiciones con hervores sanos de juventud, y al amparo de los fueros de una prometedora paz, volvimos a montar, en poco tiempo, la maravilla de nuestras fiestas como fruto de reparación y vida. Al renacer de nuevo España, un mes después de la fecha de la liberación, ya se improvisó con la intervención de cuatro o cinco Comparsas un corto desfile, siendo tan solo un esbozo improvisado que nuestra impaciencia no pudo contener, y el anticipe de lo que se soñaba ya para el año siguiente.
El Cabo de Diana lo desempeñó D. Gregorio Moltó, Practicante y peluquero de profesión por todos conocido por su gran popularidad y simpatía.
nante aceptación, volvió poco después a su clásico pantalón bombacho verde. En el año 1929, el cargo de Capitán recayó sobre D. Jorge Abad Picher.
Efectivamente, y a raíz de instalarse la magna Exposición de la Industria local, para patentizar nuestras actividades de trabajo por líneas responsables en ayuda del renacer de España, las fiestas de moros y cristianos volvieron al escenario de calles y plazas con el grito y la luz de su inefable alegría y
También la Filá Verdes fue la primera en pagar una música para los niños, detalle éste que pone de manifiesto su interés por hacer lucir la fiesta. La dirección de la Comparsa en su aspecto adminis-
Nos situamos ya en el periodo comprendido entre los años 1930 al 1936. Todos cuantos por nuestra edad fuimos testigos, por desgracia o suerte, de aquellos años pesarosos anteriores a nuestra guerra de libe-
opulencia. La nueva imagen del Santo paseó triunfante y gallarda por entre los alcoyanos que le aclamaban, enarbolando el mensaje de amor y paz, libre de acechanzas y temores. Desde el año 1940 al
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BREVE HISTORIA 1948 inclusive, la Comparsa V E R D E S continua con ejemplares muestras de entusiasmo y seriedad, coadyuvando a la superación de los festejos y aumentando el número de sus asociados. Así se llega al año del Alférez 1949. El cargo lo desempeñó Don Francisco Gisbert Eulogio, y en el acto de la Entrada sobresalió por originalidad La Escuadra de Negros arrastrando un túmulo cargado con el producto del saqueo arrebatado a los Cristianos: tinajas desbordando luminosidad de joyas deslumbrantes; cofres repletos de mantos reales; I ¡brotes de anchos lomos
1950, el cargo de Capitán recayó sobre Don Jorge Vilaplana Abad. Y de nuevo se repitió el éxito de la Entrada, ya que la Escuadra especial, aparte de su lucimiento por el traje de tipismo acertado por su colorido, agregó una rústica jaula a hombros de negros porteadores y en su interior un feroz y enorme jabalí. Pasamos al año 1962. El cargo de Alférez correspondió en su desempeño a Don José Payá Pérez, luciendo en todo lo que se refiere a la composición artística del boato y riqueza de Escuadras, carrozas, palanquines y jinetes.
con páginas moteadas de cantos gregorianos y latines; candeleros, crucifijos, armas, dagas, espadas... En la cúspide de aquel cargamento, pendiendo de un trípode, la figura lívida de un ciervo goteando sangre la gamuza de su vi entre; y en la parte posterior, balanceándose entre tapices colgantes,
Por último, en el año 1963, a reiterada solicitud de Don Henri Gisbert Olcina, alcoyano residente desde tiempo en Nueva York, la Filá accedió gustosamente a permitirle invistiera el cargo de Capitán. La llegada de este paisano, tan encariñado a nuestra tierra y fiestas, fue apoteósica, pues la Filá en masa salió a recibirle al puerto de Albaida en prueba y demostración emocionada de aprecio hacia quien desde lejos venía para integrarse al alto honor de capitanear a los VERDES en los festejos.
un panzudo tonel de vino rezumando el contenido de su líquida púrpura. Causó sorpresa y admiración este conjunto tirado por la escuadra de esclavos al compás del canto femenil de chirimías y golpes secos de timbales. En el año siguiente
Su dispendio económico en contribución a los gastos extraordinarios de la Filá así
como su traje y atuendo fue algo digno de los mayores encomios. Un detalle fue la donación que hizo de dicha vestidura a la Asociación, así como la vitrina en donde se expone actualmente en el museo del Casal. Antes de regresar a Norteamérica, pasadas las fiestas, compendió con esta expresiva frase, toda su satifacción, orgullo y amor por la gesta vivida: —"Después de cumplido este deseo, que ha sido como un sueño, ya puedo morirme tranquilo. ¡VIVA SAN JORGE! Abril de 1975.- A los VERDES les correspondió el cargo de Alférez y fue D. A l f r e d o Molina Pascual quien solicitó desempeñarlo con el beneplácito de la Filá. El día 22 amaneció
de la Arabia con seriedad mahometana y noble firmeza, aparte de la simpatía de su sonrisa abierta, bondadosa y agradecida a la admiración y el agasajo. Los "negros" un poco molestos por el peso del turbante lucieron también la originalidad de sus trajes. Una de las carrozas llamó la atención, la de los niños frente al libraco de los cuentos de las Mil y una Noche, cuyas páginas repasaba y explicaba un viejo Santón de barba esponjosa. Igualmente se aplaudió al bosque de banderas, los jinetes, las escuadras y la carroza de cierre con sus moras incrustadas, como tres joyas, en aquellas ramas de oro y cristal. Todos los demás actos se celebraron sorteando la llovizna, y el único que logró
triste y enlutado. Arrancó la Diana y el trayecto se salvó sin dificultades admirando el gentío a estos moros de pantalones verdes. La veleta no se atrevió a pinchar las nubes que subían del valle cargadas de aguas.
salvarse un poco del diluvio fue el Alardo porque se empeñó una dura batalla entre la pólvora y la lluvia. Los VERDES quemaron muchos kilos de pólvora y tuvieron escasas bajas. Tras la Aparición, acompañaron al Alférez a su domicilio, entre enhorabuenas y parabienes, quien al desplomarse en el sillón, cansado y un poco abatido, pero contento, dijo: —Sant Jordi, grasies, sí que m'ha divertid, pero per culpa del gasto i del aigüa, m'ha quedat NET.
Por la tarde, acudió el Al f é r e z al partidor, hermoso, elegante, irradiando oro y colorido con su capa aterciopelada verde oscuro y el turbante elevando entre espumas la cúpula de pulido metal. El ancho cinturón, la media luna de su alfanje, la filigrana de sus sandalias, los luminosos brazaletes, la concha de su collar, todo le convertía en fabuloso Emir
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DÍA DEL ALARDO, DANZA RITUAL DEL FUEGO Cuando llegan los idus de abril y Alcoy florece frente a las ventanas entre los jazmines y las rosas blancas, como cantara el poeta, el hombre alcoyano se dispone ritualmente a producir su fiesta —"la hora elegida de los dioses", decía Goethe—, a través de un fuego nuevo, frotando trozos de madera laboral —el fuego es hijo de dos pedazos de madera—, que purifica nuestros defectos y ensalza nuestras virtudes convivenciales, que quema, por un lado, nuestros afanes utilitarios y nos decanta, por otro, hacia ocupaciones felicitarías, escapando —según Ortega— hacia el ejercicio de la actividad venturosa. Estamos, entonces, ante la fiesta mayor de los Moros y Cristianos. Fiesta que colma no sólo con los principios sicogenéticos que señalara el admirado profesor Laín para toda fiesta: ágape, consumo do bebidas embriagadoras, danza, jolgorio general y culto a la divinidad en sus aspectos litúrgico, místico y alegórico. Sino que además participa del tótem del fuego idealizado. Porque el fuego es lo ultrativo, íntimo y universal. Igual vive en nuestro corazón como se desencadena en el cosmos. Sube desde las profundidades de nuestra alma y se ofrece como un amor en forma de cohete. Desciende en la materia y se oculta, latente, conteniendo el odio y la venganza. El fuego es Tanatos y Eros; fenómeno privilegiado que puede explicarlo todo. Y dentro de esta danza ritual del fuego, inserta en nuestra Fiesta, entendemos dos momentos culminantes: la bebida espirituosa —entradas sensoriales y eutrapélicas— y el fuego catártico, propiamente dicho, de acción liberadora de la agresividad —como muy bien apunta el doctor Luis Rivera Pérez—, en el triunfal día del Alardo, con el disparo de cerca de un millón de tiros de arcabucería. El alcohol es el agua de fuego, que enardece el corazón y predispone al festero al ensueño —"la realidad no importa, lo que importa es nuestro ensueño"—. Una poesía de la llama atraviesa la fiesta entera. La oriflama que ventea roja de mil batallas. La cruz bermeja del caballero Jorge de Capadocia. La llama del trabuco que taumatúrgicamente se transforma en clavel, en ofrenda al santo patrono, en la procesión general. Y las
"entraetes", donde llamea el ponche de la amistad, cuyo fuego arrasa prejuicios e iguala a los hombres de buen corazón, son paradigmas de ello. Alcoy se destruye y nace —¿la destrucción y el amor de Aleixandre? —, por el Alardo. Y el festero —sin saberlo, claro está— es materia ígnea y humana al mismo tiempo. Ese día la geografía local se hace panteísmo vital, por cuanto lo que importa es asumir una actitud en que el amor y la muerte se confundan en una total y luminosa afirmación del ser: "éter propagador donde la destrucción de los mundos es un único corazón, que totalmente se abrasa". El alcoyano roba, por un día, el fuego a Prometeo y quiere con él sentir la vida -que no sea la cotidiana—, sin importarle que con ello perecerá mañana, al alba del primer turno, cuando arranquen, de nuevo, los telares y
la ciudad recobre su vieja fisonomía. Es una terrible angustia existencial. Engendra y se engendra destruyendo. Este Alardo de muerte —que es vida— es su corona de gloria y acaso la más auténtica afirmación de si mismo. El fuego es, por ende, un elemento que actúa en el centro de todas las cosas alcoyanas, aunque sea por un solo día. "No es bueno que lo único que no muere —cantará D. Anunzzio— y sólo para nosotros muere, muera con nosotros". El festero se siente hombre hecho, héroe mítico de la antigüedad, prudente y seguro de sí mismo, con su arcabuz y su tiro enhiesto, para quien la muerte en ese instante precioso— es un acto de fe que demuestra la fuerza de su cordura. Y comoquiera que "sin la creyente comunicación ritual entre el hombre y la divinidad no hay fiesta propiamente dicha", al decir de
Laín, el festero, el alcoyano, llegada la noche del día del Alardo, antes de la hora del aquelarre, domeñará el fuego, rendirá el trabuco y hará que la pólvora se convierta en oración, por medio de la salva. Más tarde, al filo de la medianoche, el epigrama del cohete, ligero y rítmico, rubricará en el cielo estrellado de un abril alcoyano, sus puntos suspensivos... La fiesta, trascendente ocupación alcoyana, ha terminado. ¡Viva la fiesta! Y: en la última carcasa del Castillo de fuegos artificiales, el hombre de estos pagos, volverá a pensar en el año siguiente y su llama festera rebrotará nuevamente en su corazón, porque es eterna y alumbrará votivamente en su ser, cerrando así todo un capítulo de sicoanálisis del fuego, en nuestras fiestas mayores de Moros y Cristianos. Antonio REVERT CORTES
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ALCOY, su formidable personalidad, y el embrujo de sus Moros y Cristianos Con esta sencilla crónica no pretendo efectuar un análisis exhaustivo de esta Ciudad y sus fiestas, pues no tengo capacidad para ello y personas muy calificadas ya lo hicieron con insuperable propiedad y la dignidad que se merecen. Se trata de algo mas simple: manifestar si es que sé y puedo, la admiración y respeto que me ha causado siempre Alcoy y el impacto imborrable de las primeras fiestas que presencié. Aunque nacido a poco más de un centenar de kilómetros, confieso casi con rubor que solamente conocía de Alcoy su aproximada situación geográfica, el papel de fumar y sus fabricados textiles. En cuanto a sus festejos, los imaginaba como la bufonada de una comparsería. Pues bien, quiso el azar que aquí conociera a la mu-
jer que hoy es mí esposa; que aquí me casara y que aquí naciera un hijo, alcoyano, por cuya condición y naturaleza doy infinitas gracias a Dios. Llegué a esta población y, a la par del asombro que me produjo su pujanza industrial, pude constatar enseguida su vitalidad innata, la capacidad e iniciativa de sus gentes, su chispeante viveza y su laboriosidad. Todo ello lo ofrecía un pueblo estupendo ubicado en una hoya, parcialmente escondido entre berroqueñas montañas y semi-olvidado por casi todos los que no fuesen alcoyanos, pero pugnando siempre, a golpes de su industria, clavar cuñas de su recia personalidad entre los mas adelantados. Enseguida pensé que si había un pueblo que todo se lo debiera a sí mismo y que pudiera presumir de incuestionables méritos, ese pueblo era ALCOY. Así con mayúscu-
ías, como corresponde a su mucha categoría. Maravilla observar la inteligencia natural de muchos alcoyanos. A veces se trata de personas de mediano nivel cultural, pero que son unos artesanos fabulosos. Poseen esa chispa de los elegidos, y parece como si la quintaesencia de ese crisol de razas que configura étnicamente a los españoles, hubiese alumbrado un grupo racial de escogidas características. Ahora voy a referirme a lo mejor de Alcoy: sus fiestas de Moros y Cristianos. Mi pobreza de expresión solamente conseguirá dar una pálida semblanza de sus maravillas y excelencias, pero yo las describiría, tanto por su continente como por su contenido, como un hermoso tarro repujado del que surgen a borbotones las riquezas humanas más bellas. Desde un principio me cautivó su excitante atractivo. Fuí de asombro en asombro
y, cuando terminado un acto, consideraba que nada lo mejoraría, el siguiente lo superaba. Y así hasta la apoteosis final de San Jorge en las almenas del castillo, después de un día frenético de explosiones y con fuerte sabor a pólvora. No puede pedirse más policromía en los atavíos, ni más reciedumbre en las galas cristianas, ni más fantasía oriental en las vestimentas moras. Todo ello arropado por un común denominador: el lujo. Si a tanta magnificencia añadimos una música inspiradísima, preñada de sensuales cadencias y armonizada con vibrantes y airosos pasodobles, tendremos bosquejado el cuadro maravilloso donde uno se extasía. ¡ Es imposible olvidar esas Entradas de Cristianos y Moros del día 22 de abril, donde parecen tomar vida los fantasmas de líderes como El Cid y Jaime I, como Tarik y Almanzor, seguidos
de sus fastuosos y aguerridos cortejos! Pero lo mejor y más importante de la fiesta es ese milagro que aglutina y une en cada Filá a gentes de todos los niveles sociales. Juntos disfrutan las fiestas, juntos las conviven en su local, y juntos las gozan comunitariamente en los desfiles callejeros. Pero lo hacen —y aquí está la esencia— de una forma indiscriminada, hombro con hombro y codo con codo, sea cual fuere su posición económica o social, dando una hermosa lección de espiritualidad humana. Este aspecto tan cristiano y popular en la fiesta fue lo que me decidió a enrolarme en una Filá, la de moros Verdes. En ella he pasado horas y días inolvidables en tertulias de ambiente muy acogedor, gastando y soportando bromas con socarronería y desenfado, y en ella he cultivado amistades cordialísimas. Cuando me vestí por primera vez de "fester" lo hice con el natural nerviosismo, pero casi con reverente un-
ción religiosa, pues si bien la faceta pagana de la fiesta resulta quizás más atractiva que la eclesiástica, ambas se complementan a la perfección, y aunque se disfruta mucho materialmente, no es menos cierto que en algunos actos aflora un matiz espiritual que nos obliga a ofrecer con el mayor respecto nuestra pleitesía a San Jorge. Este año del VII Centenario corresponde a los Verdes el honor de capitanear las huestes moras, y yo aprovecho tan feliz circunstancia para felicitarles por ello y, al mismo tiempo, rendir homenaje de admiración a ALCOY por su tesonera idiosincrasia, a la Filá Verds por los agradables momentos vividos en ella, y a San Jorge por ser el Patrón de la Ciudad y de las Fiestas. Me considero tan honrado por disfrutar la ciudadanía alcoyana y por haberme vestido de Verd que, desde lo más profundo de mi corazón, brindo el testimonio de mi agradecimiento. UN VERD
Per als Verds en el seu Any de Capità Fa set segles, res de menys, que Alcoi viu sota el patronatge de Sant Jordi. Setcents anys que Alcoi isqué de la vida mussulmana per a ser incorporat a les ierres deldomini de la Corona d'Aragó. Set segles que abandona l´idioma moçàrab per a parlar el catalá que li portaren els guerrers del Rei En Jaume. I la Filá dels Verds té el goig d'ostentar el carrec de Copita i s'apressa a representar-lo amb tota la dignitat del seu vell prestigi. Aqüestes cróniques dels Programes interiors de les filaes de carrec aprofiten, si mes no, per a posar de relleu aspéctes intims de la Festa, espumes de la vida espiritual mes entranyable que d'altra forma restarien inédites. Una noble faç de senyor mussulmà, dibuixada peí nostre pintor Alfons Saura, m'ha inspirat aquest elegiac pensament: Aquest rastre d'ulls afables i melangiosos ens dona una sensació de pau i tranquilitat com degué ser la dels moros artistes de la darrera etapa de l´Islam Espanyol. Aspecte senyorivol de noblesa com degueren tenir-la aquells homes que freqüentaven a diari els patis florits i les nobles estances dels palaus granadins. Quan Espanya vivía sota l'oneig magnífic de les banderes verdes de la Mitja Lluna i la pau els donava hálit per a conrear les arts mes delicades i sojornar junt al poétic remoreig de les fonts de l'Alhambra, els homes espanyols d'aquella Andalusia encara lliure de la prestó castellana, somniaven les fantasies mes poétiques dels cantes orientáis, tot mirant les cristal.lines aigües dels rierols dels jardins del Generalif, aquells que, segons canta Villaespesa en la seua millor kasida, arrossegaven... "en féretros de espumas cadáveres de rosas..." I aquest es l'esperit altament poétic, intel.ligent i noble, que transpua aquesta mirada serena del procer mush'mic espanyol, patriota de l'Andalus, que reblit de nobles filosofies i poétiques matisacions artfstiques, veía venir sobre Granada l'allau devastador del terrabastall cristiá que tot ho anava a ofegar entre pols, sudor y llàgrimes. Estava escrit! No hi ha més Déu que Alah i Mahoma es el seu Profeta! Jordi VALOR i SERRA
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UNA FIESTA INOLVIDABLE Los Moros Verdes alcoyanos se disponen a celebrar su segundo "capitán centenario" en 1976 porque, la mayoría de nuestro pueblo quizás ignora que en el anterior Centenario de 1876, dicha "filá", encarnó también la capitanía del Bando Moro. Una antigua y muy festera familia alcoyana, la de los Peidro o "Foias" —como más popularmente se les conoce—, fue uno de los firmes puntales de los "Verts" a caballo de ambos centenarios, y durante más de un cuarto de siglo, hasta que adversas circunstancias les impidió continuar con ellos. Las dos fotografías antañonas que ilustran este modesto artículo, nos demuestran el tremendo cambio habido con el tiempo en vestuarios, caracterización, orden de los desfiles y público que los contempla, etc. Y, la otra, que nuestros antepasados, a la hora del sacrificio económico y personal en pro de la Fiesta, no se andaban en chiquitas tampoco. Porque, comparando al nivel medio de vida de los años 192... (ignoramos, desgraciadamente, fechas de las mismas) con los actuales, y
haciendo exactamente igual con la técnica y estética de la carroza representada, la proporción quizás resultará favorable a nuestros ascendientes. En la misma, de pie, y a ambos lados, figuran padres y tío del suscribente, los hermanos Ismael y José Peidro Esteve. El primero, a la izquierda, con traje completo y, el segundo, a derecha, con vestimenta algo más desaliñada. De ambos, pero especialmente de mi progenitor, heredé yo ese amor profundo al Patrón San Jorge, esa dedicación íntegra y sin concesiones a nuestra "Festa" y, resumiendo, un tremendo amor a nuestro pueblo, Alcoy. Y a ellos dedico mi más emotivo recuerdo. Porque ellos y muchos más que pensaban como ellos, hicieron posible la grandiosidad actual de nuestros Moros y Cristianos. Lo de menos es figurar con esta o aquélla "filá" en los festejos. Lo primordial, radica en nuestra afirmación anterior. Buena prueba de ello es que, tras breve paréntesis de inactividad festera, ambos hermanos continuaron con la "filá Judíos", hasta el momento de sus respectivos
óbitos, el desempeño de sus más preciadas ilusiones después de su cotidiano y duro trabajo profesional. Por eso deseo de corazón, a todos mis buenos amigos de los Moros Verdes alcoyanos, que San Jorge les dispense un magnífico Capitán "centenario", al igual que a todos los demás "festers" y ciudadanos. Pero
que en los momentos de su gozo, de su satisfacción, no echen en olvido a sus antecesores festeros, quienes se nos anticiparon en servir y honrar a la Fiesta, a San Jorge y a Alcoy, haciendo que la primera adquiriese la condición de inolvidable. Jorge PEIDRO PASTOR
eso jamas, por ninguna razón ni exigencia, podremos enemistarnos. Yo te deseo mi noble capitán, te deseo de corazón —y lo juro y prometo sobre la empuñadura de mi espada— el mejor y más limpio triunfo. Yo te deseo la más estruendosa salva de aplausos cuando te enseñorees del Carrer Sant Nicolauet. Yo te deseo que las lágrimas del corazón sean tan sinceras como las de los ojos, y que las misma emoción que a mí me embargue te llene a tí.
ENEMIGOS DE MENTIRIJILLAS (Al capitán moro 1976) Por una de esas circunstancias, por uno de esos azares de la vida, porque el Todopoderoso así lo ha querido, yo, este año de 1976, voy a ser enemigo acérrimo de la filà "Verts"; un enemigo irreconciliable. Sí, este año en el que se cumplen siete siglos de devoción georgina, la "filà Verdes y la de Navarros —como ocurrió en 1950— capitanean cada bando. Frente al ejército moro va el amigo Armando Ferré; conduciendo los cristianos voy yo. Irreconciliables, sin dar lugar ni tiempo a la trega o a la paz, los dos capitanes hemos de agotarnos en el empeño del triunfo. Mis enemigos, "els Verts" —tan amigos en la vida ciudadana— han de ponerme en un brete. Lo sé y lo deseo. Tal vez yo, mis mesnadas, también les tiendan una celada. "Verts", que ya en 1876 —hace cien años— tuvieron la dicha de capitanear, y Navarros, filà fundada en 1870, van a ponerse, rendidos, vencidos por el amor, a los pies del Patrón. Vamos a elevar nuestras plegarias juntos, estrechamente unidos, pidiendo por Alcoy y los alcoyanos, solicitando de San Jorge, de nuestro señor San Jorge, vencedor del mal y defensor de la Verdad, por el bien de la fiesta y de las festeros. Comprenderéis ahora, amigos entrañables, que en las primeras líneas de esta escrito el capitán de cristia-
nos hablara en broma, aseverara cosas en un tono totalmente figurado. Enemigos somos, sí, pero solamente de "mentirijillas", porque en la fiesta, en nuestra fiesta singular -himno sonoro de acción de gracias— no hay vencedores ni vencidos. No, por supuesto que no, ni mucho menos. No voy a ser enemigo acérrimo de la filà "Verts", ni siquiera pequeño enemigo. Por eso le propongo a mi rival, a ese enemigo que • entrecomilladamente he tildado de "irreconciliable", que me tenga por su amigo, casi como por su compañero de armas. Yo le propongo al capitán moro que durante el sacrificio de la misa "sanjordiana", cuando el celebrante nos invite a la paz, que él y yo nos
Por Adrián Espí Valdés
levantemos de nuestros asientos, que ios dos juntos vayamos junto al ara sagrada, y los dos al mismo tiempo nos unamos en el más estrecho abrazo. Un abrazo que sea testimonio de fe en San Jorge, de esperanza en los hombres, de amor en y por Alcoy, de entrega absoluta por la fiesta que hemos recibido de nuestros mayores. A tí, enemigo mío —mi gran enemigo en esta batalla evocada— te ofrezco lo que yo, capitán del VIl Centenario, pueda tener y pueda representar; mi amistad, mi orgullo de ser alcoyano, mi amor sin límites por los Moros y Cristianos. A tí y a mí, capitán musulmán, Al— Azraq redivivo, nos une y nos ata la misma ilusión, por
Ya sabes tú y tus huestes, tus aguerridos ejércitos, que no somos enemigos. Jamás podremos serlo, porque a los dos la historia nos ha puesto, a la vez, en el mismo campo del honor, porque los dos hemos tenidos la gloria y la gran suerte de capitanear a nuestros seguidores en un año que, por derecho propio, será recordado de por vida. En esta guerra que no es incruenta sino testimonial de paz y de alegría, no ha de haber vencedores, no han de existir los vencidos. Lo único que ha de herirnos a tí y a mí es la saeta certera y amorosa de San Jorge, nuestro Patrón invicto. Tu fe musulmana y mi credo cristiano —de cristiano viejo y convencido— son, a la postre, la misma cosa. Un abrazo, capitán, y que no gane el mejor. Es esta una frase hecha que no tiene sentido. En esta guerra ganamos los dos. ¡ ¡Visca Sant Jordi! !
ELS VERDS TENEN LA CULPA En una nit "estrellada" primaveral com ninguna, feren els VERDS una entrà amb tota pompa i sandunga. Com son homens molt correctes que tenen tacte i mesura, vaen invitar a sopar i a l'entraeta oportuna, a cinc o sis escriptors que's feren una aleluia pa'l programa de l'Alferis que la filà fa i divulga. El menú d'aquell sopar era glòria i de la pura i per a beu-re, els licors, corrien com s'acostumbra.
Alli havia en cantitat tota classe d e beguda; des de el modest i humil vi hasta el whisky eixe que embufa, sense oblidar la cervesa i el café gelat que embruixa. Entre alegries i rises i una harmonia absoluta, els contertulios reunits vaen engullir la minuta (però sobre tot vaen beu-re fent una mescla confusa, de tot aquell botellamen que li fa la cara dura al més timid d'els mortals què'n eixos sopars s'enjunta...)
FIESTA Abril sus alas extiende con rojas cruces bordadas y medias lunas enciende en las banderas izadas, Abril abre una esperanza de fraternales amores, y con la alfanje y la lanza, música, luz y colores, junta ideas, sentimientos, libres anhelos dispersos, y con los hombres contentos y enlazados rima versos. Versos son aquellos hombres de un poema y un cantar. ¡Filas de VERDES sin nombres! ¡Vid mezclada en el lagar! ...—"A mi lado, buen amigo. —Hombro con hombro, mi hermano.. Y se agrupan como el trigo de las eras en verano, abriéndose en abanicos de vuelo alegre y tardío. ¡Grano limpio! ¡Pobres, ricos, obreros y señorío! ¡Adagio de primavera! Alma y hospitalidad que se entrega, franca, entera, como desnuda verdad, pues todo VERDE consigo lleva el corazón en mano. ...—"De mi brazo, buen amigo. —Hombro con hombro, mi hermano..." Pentagramas en el aire derraman sus melodías y requiebros, al donaire de añafiles, chirimías y timbales. Y, entre tanto bullicio, pasa el Doncel cabalgando. ¡ Varón santo que tiene ojillos de miel! Antonio CANDELA
Després d'acabar-ho tot; primer plat, segon i fruita, els VERDS i els seus invitats vaen fer una entrà conjunta pel carrer Sant Nicolau que's per on més gent s'agrupa. Entre els invitats estava uno que en ca era recluta per a tot això d'el beu-re i v'agarrar tant gran turca, que aplegà sols hasta el Círcul marejat com una cuba. Alli la dona i els fills l'agarraren de la xupa pa endúrse-lo cap a casa i el pobre home com a excusa, digué entre serio i somrient: isols els VERDS tenen la culpa! Armando SANTACREU SIRVENT
GLORIERO INFANTIL 1975
Formalito y pinturero, vestido de moro VERDE, su puro de mentol muerde nuestro pequeño gloriero. Su gozo al rostro le aflora, no tiene miedo a la lluvia, por eso dijo una rubia: — ¡Olé, por Carlitos Mora!
ALS VERDS EN EL VII CENTENARI
Els verds es mouen a trenc de Festa per les corruixes que sempre hi ha i al Centenari a lluir s'apresta tenint el càrrec de Capità.
Maig nos aguarda en pomells de roses sense temences per si acàs plou. Tots ploraríem si es banyen coses, perquè la Festa nos costa un ou.
En les esquadres de llarga història trauran el flato sense regany, puix que el boato no és cap falòria per a la Festa que farà enguany.
La filà vibra amb ilusió tanta, que el consum puja del cafenet, però aquell àmbit de Cova Santa tot ho sublima sense retret.
Esta efemèrides del Centenari cal celebrar-la com mana Déu, i no sentir-la com un Calvari més que li fassa algú traure el lleu, perquè són tantes les impaciències i els problemàtics preparatius, que alguns ja bullen en vehemències per eixos actes tan atractius: vespres gojoses amb entraetes on l'alegria calfa el sarau i a base d'unes poques pessetes pots fer el cabo en Sant Nicolau. Tots aplaudixen i les estrèles semblen lluernes amb brill d'argent. El ritme moro les entreteles del cor commouen intensament. Quatre jornades d'algarabia tindran la màgia del paradís, tindran les rises de l'alegria que fa, al qui forma, fester feliç.
iVinguen alfanges, vinguen banderes! Tot el boato tenim a punt. Les verdors nostres no són rastreres si el verd matisa tot el conjunt. El verd més noble que en primavera té en nostra Festa el millor esclat. El verd que exalta la llei festera d'uns gentils moros de molt trellat. Filà "verdosa", enguany sobirana, ostenta el càrreg del Capità, com ja fa un segle, en aquella ufana sexta Centúria que es celebrà. Color de fronda i de faves tendres, color de dolces figues verdals. Mai no voldríem boires ni cendres. Tenim els gustos primaverals. I enguany que és signe extraordinari l'apoteòsica recordació, volem que, en gràcia al gran Centenari, als Verds somriga nostre Patró. Joan VALLS
I
COLOR Y TESTIMONIO Verdes: simplemente ésta es la denominación de la "filà". Y le basta para expresar su acentuada indumentaria moruna. Color que constituye su primacía en el reflejo simbólico de grandes zonas de lo cósmico y de lo humano. Verde es el cuarto color del espectro solar; verde es el incipiente vivir de la planta o del fruto cuanto espera la madurez. En la variada gama de este color está el verde mar, el verde botella, el verde oliva y el verde esmeralda. ¡Verde esmeralda! . Esto nos recuerda las preciosas piedras engarzadas en las joyas de la hurí; pero también nos lleva de la mano a las páginas inmortales del poeta García Lorca, para encontrarnos con la maravilla del "Romancero gitano" entre cuyos poemas está el "Romance sonámbulo", dedicado a Gloria Giner y a Fernando de los Rios, en que como estribillo o nervio fundamental, dice así: "Verde que te quiero verde. Verde viento, Verdes ramas. El Barco sobre la mar y el caballo en la montaña." Verdes suelen llamarse los primeros años de la vida; como también las inclinaciones galantes impropias de cierta edad o estado —así el viejo verde-, y las censuras acres con lo que solemos llamar "poner verde a una persona". De todas estas
acepciones, nos quedamos con la primera. Pero si hemos hablado del color predominante que titula a la "Filà", justo es que nos ocupemos brevemente del hombre que da vida a estas pequeñas asociaciones -y grandes, a un tiempo, por sus fines y naturaleza-, que sienten el acendrado amor y la devoción a San Jorge, y con mayor intensidad en este año del VII Centenario de su Aparición en Alcoy. Si Lorca lleva a su imagen poética el
verde viento y las verdes ramas, y quiere que el barco, como el caballo, vivan en su elemento, justamente así esta "filà" respira el magno simbolismo del color en la naturaleza de su indumento, y mira en él al espectro luminoso de la aparición georgiana; al verde mar del césped en que hace siete siglos hollara la pisada de las huestes otomanas en el combate decisivo. Verde esmeralda llena de fe y amor cristianos que se traducen en actos piadosos
y fraternos con que la "filà" obsequia a entidades y particulares. Juventud del espíritu que no desfallece, llevando al corazón de la fiesta la humana sensibilidad que hace viva y pujante la devoción a San Jorge. En el arco iris de la manifestación festera, tiene esta "filà" su color perenne. El color de la esperanza, que es como decir el señuelo de todas las promesas. Remanso fecundo y guión de la fiesta donde el clamor hacia el Santo Patrón es ofrenda constante. La fe es una virtud sobrenatural, y es también una acción consecuente a la creencia revelada. La fiesta es lo que la fe dicta al corazón. Y al corazón, si se le escucha de verdad, es siempre la voz silenciosa de nuestra creencia. Por ello, y junto a las "filaes" hermanas, la de Verdes testimonia, una vez más, dictarle el corazón lo que desde la fe silenciosamente es recibido. Esperanza en el indumento y en el alma; verde mar en el sinuoso oleaje de las ilusiones; verde viento y verdes ramas para esperar la primavera eterna de Alcoy: verdes y paradisíacos caminos para soñar lo divino. Verdes... siempre verdes. José CUENCA MORA