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Inteligencia emocional femenina y emprendimiento femenino
Por Antonella Catucci
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Tanto en las organizaciones como en las instituciones y en los sistemas sociales, bien sean del ámbito público o privado como sistemas sociales, es de gran relevancia la función que ejerce el liderazgo en la coordinación de actividades y sobre todo en la dirección del capital humano hacia la consecución de las metas organizacionales.
Hoy en día, todas las organizaciones a nivel mundial demandan cada vez más líderes con alta capacidad para relacionarse con las personas a través de su preocupación por ellas, colaboración, ayuda, redes de comunicación, inspiración y además, a través de una variable imprescindible que actualmente adquiere mayor relevancia para las organizaciones: la inteligencia emocional femenina.
Este último aspecto influye sobre diversos factores muy importantes como: la toma de decisiones, relaciones de confianza, trabajo en equipo, lealtad de los clientes, creatividad, innovación, comunicación abierta y liderazgo. En cuanto al estilo y el ejercicio de liderazgo, es precisamente en el ámbito laboral, público o privado que sea, a través del cual las habilidades personales y sociales de la inteligencia emocional pueden proporcionar grandes herramientas tanto para hombres como para mujeres al momento de liderar.
Es importante saber que estas herramientas se encuentran vinculadas estrictamente con capacidades emocionales como autoconocimiento, autorregulación, motivación, empatía, influencia, comunicación, manejo de conflictos, colaboración, cooperación, entre otros, que tienen la capacidad de permitir un ambiente laboral armónico hacia el logro de las metas organizacionales.
En este orden de ideas, resulta muy importante destacar que las mujeres, con su inteligencia emocional femenina, en el ejercicio del liderazgo enfrentan un conjunto de cualidades, habilidades y retos de manera distinta al liderazgo ejercido por hombres.
Inteligencia emocional femenina y liderazgo femenino
Cuando hablamos de inteligencia emocional podemos utilizar la definición de Goleman (1999, b) en la que comenta que es “la capacidad de reconocer nuestros propios sentimientos y los ajenos, de motivarnos y de manejar bien las emociones en nosotros mismos y en nuestras relaciones” (p.385).
En síntesis, este autor define la inteligencia emocional como la capacidad que tiene un individuo de reconocer sus propios sentimientos a través de habilidades personales como autoconocimiento, autorregulación, motivación, además manejar eficazmente las propias emociones, las de los demás por medio de habilidades sociales como empatía y aptitud social.
Es cierto que la inteligencia emocional es muy importante a la hora de ejercer el liderazgo, ya que las aptitudes personales y sociales constituyen la mayor parte de los ingredientes que llevan a la excelencia laboral, muy especialmente cuando se habla de liderazgo.
¿Qué pasa entonces con la inteligencia emocional femenina y el liderazgo?
Cuando hablamos de liderazgo podemos utilizar la definición que da Robins (1996), en la que explica que el “liderazgo es la capacidad de una persona para influir en un grupo con la finalidad de que alcance metas”, más en concreto, el liderazgo desempeña un papel crucial en el comportamiento de grupos, se encuentra relacionado con la motivación y al entender ésta última se tiene una mejor visión global con respecto a lo que las personas desean y por qué actúan tal y como lo hacen.
Por otra parte, señala Robins (1996), que existen diferencias sustanciales en los estilos de liderazgo entre hombres y mujeres.
Las mujeres, con su inteligencia emocional femenina, tienden a adoptar un estilo más democrático, estimulan la participación y la comunión, comparten el poder, la información, la colaboración y procuran incrementar la autoestima de su grupo.
Por lo tanto, podemos afirmar que las características de las mujeres en el campo profesional, se pueden relacionar con liderar por medio de una actitud inclusiva, con confianza en el propio carisma, capacidad, contactos y habilidades interpersonales para influir en otros.