Yo escribí sobre el tiempo y sobre el agua, describí el luto y su metal morado, yo escribí sobre el cielo y la manzana, ahora escribo sobre Stalingrado. Pablo Neruda
Editorial
ontenido Bogotá-Colombia No. 15 Marzo – Mayo 2015 Director Darién Giraldo Hernández Consejo de Redacción Yanet Muñoz Morales Urbano García Cáceres Jhon Jairo Arrieta Alberto Acevedo Julio Pulido Castillo Diseño y Diagramación Esteban Sierra //esteban7565@yahoo.es Impresión Ediciones REMA//remaediciones@gmail.com
EDITORIAL / 3 70 Años de la Victoria Soviética Sobre el Fascismo Hitleriano / 5 La carrera armamentista como arma del Patriarcado Global / 7 Autoritarismo y nazi fascismo en los problemas de la paz y la guerra / 10
Coordinación corresponsales internacionales Lilia Solano Colaboran en este número Yaneth Muñoz Morales Juan E. García R. Darién Giraldo Hernández Resistencia Antiimperialista Sergio De Zubiría Samper Ángel Herrera Zgaib Sergio Fabián Lizarazo Vega Diana Nocua Caro Corresponsales en Nuestra América Oscar Huera (Ecuador) Janette Rodríguez (Venezuela) Nicanor Cifuentes Gil (Venezuela) Oscar Sotillo M. (Venezuela) Mariana Hernández (México) Gladys Mendia (Chile) Miguel A. Cocvompech (México) Antonio Romero Zurita (Ecuador) Resistencia Antiimperialista (Venezuela) Redes Sociales @MPnuestramerica facebook.com/paginasdenuestramerica.magazin Correo electrónico nuestramericaredaccion@gmail.com rema.acpp@gmail.com Las opiniones expresadas en los artículos, son responsabilidad exclusiva de sus autores.
La Historia No Será Calcinada por el Fascismo / 22 La Reconquista de Latinoamérica, el Imperio Contraataca / 29 Los peligros del proceso de paz / 34 Militarismo, Paz Subalterna y Pensamiento de Ruptura / 38 Imperialismo en América Latina. Una mirada a la importancia estratégica de América Latina y Colombia / 49 Guerra sucia, doctrina contrainsurgente y paramilitarismo en Colombia / 58
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an pasado 70 años después de la victoria de los pueblos del mundo, con la Unión Soviética a la vanguardia frente a las fuerzas de la Alemania Nazi, sin embargo, el fascismo en este siglo XXI se mantiene con su ronda de la muerte en todo el planeta conducido y mantenido por los EE-UU. De allí que sean especialmente significativas las conmemoraciones que en diversas partes del mundo se llevaron a cabo el pasado 9 mayo del 2015, de la que es hasta el momento la más importante batalla emprendida por la humanidad en la histórica lucha de nuestra especie por su supervivencia. Hace 70 años, el 9 de mayo de 1945 en horas de la madrugada, en Berlín se firmaba el acta de rendición incondicional de la Alemania Nazi, consecuencia irrebatible de la resistencia, el valor y la solidez de los principios humanistas del pueblo Soviético, en combinación con las resistencias antifascistas de las naciones invadidas por las huestes de Hitler. 70 millones de víctimas arrojó esta guerra imperialista, 57 millones de ellos fueron soviéticos.
En el mes de Junio del año 1941, las fuerzas fascistas atacaban a la URSS, abrigados en una optimista doctrina militar denominada “Guerra Relámpago”, que aparentemente liquidaría las fuerzas soviéticas “dentro de ocho a diez semanas”. El Führer embestía con casi 4 millones de soldados, 3.000 tanques y miles de aviones alemanes, que cruzaban la frontera soviética en el contexto de la operación Barbarroja. Sin embargo, al cabo de unos meses, la invasión hitleriana no había logrado la rápida victoria que esperaban los imperialistas alemanes y del mundo. El número de víctimas y la misma duración de esta guerra hubieran sido muy inferiores, si los EE- UU e Inglaterra, que emprendieron su ofensiva contra las fuerzas fascistas en el frente occidental solo hasta el año de 1944, lo hubieran hecho mucho antes tal y como lo habían acordado con los soviéticos, sin embargo “Los Aliados” dilataron los compromisos, guardando la ocultada esperanza que Hitler venciera a su antagónico; La Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. URSS. Mientras el ejército Rojo resistía y derrotaba a las fuerzas fascistas prácticamente solo.
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Los aliados se limitaban a enviar esporádicas e insuficientes ayudas para el frente oriental, y solo cuando fue inatajable la victoria soviética, que junto con las resistencias antifascistas de los países de Europa vencían inconteniblemente al Wehrmacht (ejército alemán): los EE-UU e Inglaterra decidieron enfrentarse al Nazismo de manera decidida. Antes bien desde 1941 con su industria de lubricantes, los EE-UU aceitaron los tanques sedientos de Hitler en Estalingrado. La Segunda Guerra Mundial, ha sido la peor catástrofe de la historia de la humanidad, la derrota contra el Nazismo fue una inmensa victoria, es cierto, pero esta victoria debe seguirse como un rito luctuoso, como lo enseñó Sun Tzu. El aparato sionista anidado en Europa y los EEUU, usó al pueblo judío disgregado en todo el mundo como sangrienta justificación para su proyecto genocida y expansionista actual. El fanático Estado Sionista es hoy una peligrosa amenaza nuclear contra el mundo. El pueblo judío víctima del absurdo sueño económico, político y racial alemán, en el siglo XXI lo es de la alucinación Sionista que pretende imponer a los seres humanos la creencia de ser la “raza elegida por el mesías”, y dueños de la tribulación, la salvación, el perdón y el látigo. Los interés imperialistas y su oportunismo, el apoyo “espiritual” del Vaticano, que justificó las pretensiones Nazis como un útil mecanismo para aniquilar el ateísmo y al “Comunismo impío”, y la ayuda financiera de empresas judías con sede en los EE-UU al proyecto Nazi, facilitaron la peor catástrofe contra la civilización humana: La Segunda Guerra Mundial imperialista, dejó millones de seres humanos muertos, la mayoría soviéticos, esta fue la cuota que debió pagar ese pueblo, para preservar a la humanidad completa. En reciente reflexión Fidel Castro aseguró: “lo hicieron por la humanidad y por el derecho a pensar (…) y a ser socialistas, ser marxistas-leninistas, ser comunistas y a salir de la prehistoria”. Sin embargo el sueño perverso que pretende acreditar la muerte y el genocidio en nombre de supuestas primacías raciales, culturales, religiosas y militares; actualmente se expande por la tierra. Y aunque hoy el Vaticano en voz del Papa Argentino
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Francisco, plantea una posición disímil a la de sus predecesores, hoy cuando en medio de la amenaza de una nueva Guerra Mundial Imperialista sentencia: “Mucha gente poderosa no quiere la paz porque vive de las guerras”, a pesar de este plausible enfoque actual, el Vaticano debería pedir perdón a la humanidad por la muerte de millones de seres humanos en una guerra bendecida por su iglesia. Mientras tanto, hoy la supresión acelerada de millones de seres humanos de la producción, fenómeno que no solo se exhibe en los países de la periferia sino también al interior de las suntuosas potencias imperialistas y que es resultado de las acciones de quienes continúan con el sueño del mercado único y el ejército gendarme único, hace de vastas regiones del planeta centros de concentración, donde millones de seres humanos mueren a causa de la miseria o son esclavizados.
70 Años de la Victoria Soviética Sobre el Fascismo Hitleriano
El fascismo continua y crea una nueva religión, el mercado emerge como nueva divinidad y cualquier disidencia al modelo será aplastada por el colosal poderío militar global, protector del mercado autorregulado y libre, inmerso en un mundo de seres humanos regulados y pajes del movimiento de las leyes de la oferta y la demanda. La globalización capitalista lo es realmente de la propiedad privada, y es por tanto un proceso de privatización del mundo, efectuado desde la anexión global. La actual expansión fascista, continuará siendo enfrentada por las luchas de independencia nacional antiimperiallistas, en simultánea con dignos trayectos de integración de los pueblos. La independencia de las naciones frente al imperio es esencial para lograr un mundo pluripolar y multicentral. Solo la independencia permitirá la interdependencia y viceversa. 70 años después de la derrota del nazismo, la tribulación fascista continúa con su objetivo de dominación mundial y los pueblos del planeta se aprestan para infringirle una nueva derrota. Claramente la contribución de Nuestramérica será determinante para tal propósito.
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n 1941 los alemanes habían cercado Leningrado. Aunque parecía que nada podría salvar a la ciudad de la furibunda ofensiva germana, esta se encontró una fuerte resistencia. Este episodio motivó un poema de Pablo Neruda: “Y miro a las puertas de Leningrado como miré a las puertas de Madrid, la charca de sangre de donde puede salir la nueva salvación terrestre, y acongojado hasta el fondo con tantos dolores de la humanidad e iluminado por las esperanzas que nacen de la sangre de la gran nación patriótica y heroica defendida de los bárbaros invasores por millones de corazones rojos”. En homenaje a la victoria soviética, Pablo Neruda redactaría su Nuevo canto de amor a Stalingrado: Yo escribí sobre el tiempo y sobre el agua, describí el luto y su metal morado, yo escribí sobre el cielo y la manzana, ahora escribo sobre Stalingrado. Deshechas van las invasoras manos, triturados los ojos del soldado, están llenos de sangre los zapatos que pisaron tu puerta, Stalingrado. Tu acero azul de orgullo construido, tu pelo de planetas coronados, tu baluarte de panes divididos, tu frontera sombría, Stalingrado. Unos años después la bandera de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas ondeaba sobre el Reichstag berlinés. Neruda defendería que, gracias a la URSS, el imperio nazi había sido destruido y llegaría a afirmar que los soviéticos constituyeron la garantía no sólo de la libertad de los países europeos, sino también de la de los países latinoamericanos, ya que: “Si la Unión Soviética no hubiese dado su sangre, su inteligencia, su coraje desesperado y su firmeza inagotable para terminar con el imperio nazi, la independencia de los países latinoamericanos sería en esta hora un sueño del pasado”.
La carrera armamentista como arma del Patriarcado Global Por: Yaneth Muñoz Morales1
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a guillotina fue utilizada a partir de 1.792 y creada para superar las luchas cuerpo a cuerpo que se producía entre víctima y verdugo, luego de muchos suplicios que se prolongaban para finalizar con la decapitación. Casi sin tocar el cuerpo la guillotina suprime la vida, del mismo modo que el patriarcado con la educación de obediencia sumisa a la dominación masculina, nos ha quitado la libertad, nos ha impuesto múltiples suplicios para castigar la insolencia de subvertirnos y radicalizarnos para terminar con las opresiones y organizarnos en feminismos descolonizadores, antirracistas, anticapitalistas y anti hegemónicos. Rebeliones feministas se han dado en Nuestramérica desde las Zapatistas y las mujeres Mapuche contra los feminismos eurocentristas y hegemónicos de las mujeres blancas algunas de élites, que ante los lineamientos de la
política imperialista neoliberal impuesta en nuestros países de América Latina en los años 90, funcionó al igual que el trato dado a lxs condenadxs a muerte, donde se le aplica una inyección de tranquilizantes, mientras es privadx de todos los derechos, supuestamente sin sufrimientos para liberar del dolor, es así que con los mecanismos de Cooperación Internacional Occidental y la influencia de la agenda transnacional de las Naciones Unidas, las mujeres blancas no se manifestaron en contra ni de las “políticas democráticas” que acentúan los valores patriarcales ni la crueldad de los militares contra los cuerpos de las mujeres. Hoy en día las ong´s ya no son escuchadas, en los escenarios como lo del reciente marco del 59 periodo de sesiones de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer (CSW), lunes 9 de marzo de 2015 en las Naciones Unidas, en donde se emitió la Declaración sin ser discutida ni aprobada por las organizaciones de mujeres de Nuestramérica. La intención es seguir sin cumplir con los compromisos asumidos hace 20 años en Beijing
1-Feminista y perteneciente al Consejo de Redacción del Magazín Páginas de Nuestramérica.
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y mucho menos avanzar frente a los nuevos desafíos, erradicar el feminicidio y las múltiples discriminaciones basadas en etnia, raza, orientación sexual, identidad de género, entre otras, que vivimos las mujeres, adolescentes y niñas del mundo. Judith Butler en articulo Vida-Precaria: “La repentina conversión feminista por parte de la administración Bush, que transformó retroactivamente la liberación de las mujeres en un argumento para sus acciones militares contra Afganistán, indica el grado en que el feminismo, como trompo, es puesto al servicio de la restauración de la presunta impermeabilidad del Primer Mundo. Una vez más asistimos al espectáculo de “hombres blancos buscando salvar a mujeres morenas de hombres morenos. Como Gayatri Chakravorty Spivak describió alguna vez la explotación cultural imperialista del feminismo”. La presencia del Pentágono en Nuestramérica y el Caribe, como en Argentina, Brasil y Paraguay para adueñarse de yacimientos colosales de agua potable subterránea, en Colombia por su ubicación geográfica y riquezas naturales de la Amazonia, agua, energía, biodiversidad, producción de biomasa, atrajo la invasión de Estados Unidos con soldados, consejeros militares, compañías militares privadas y cientos de mercenarios, de acuerdo con análisis de la ONG Human Rights Watch las leyes de
EU autorizaba para el Plan Colombia 800 efectivos y por contratación, pero estimaron que en el 2002, habían más de 2.000 entre fuerzas especiales salidos del Pentágono y la CIA. Entonces el panorama de militarización además de las bases militares, se encuentran en los territorios mineros, petroleros y de biocombustibles que contratan su seguridad privada, adonde han llegado muchos “desmovilizados” de los paramilitares, ahora bandas criminales, que convierten estas zonas en prostíbulos, comercialización de drogas alucinógenas, cometen violaciones contra niñas y mujeres, indígenas, afrodescendientes y blancas. Podemos apreciar los abusos, en la publicación del 22 de marzo de 2015 en El Tiempo sobre: “Siete años de vergonzosa impunidad en caso de niña violada en Melgar. Dos militares estadounidenses, Michel J. Coen, para ese momento sargento activo del ejército de Estados Unidos, y César Ruiz, militar retirado de ese país y para el 2007 contratista del Plan Colombia, abusaron de niña de 12 años en la base de la FAC base militar de Tolemaida”. Con ocasión de la visita de la Corte Penal Internacional a Colombia en febrero 2015, la Sección Tercera del Consejo de Estado, presenta el Informe DECISIO-
NES RELEVANTES DE RESPONSABILIDAD DEL ESTADO SOBRE GRAVES VIOLACIONES A LOS DERECHOS HUMANOS E INFRACCIONES AL DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO, en donde de las 160 providencias proferidas entre los años 1990 y 2014, que discrimina en 2 grandes grupos: (i) crímenes de guerra y (ii) crímenes de lesa humanidad, solo 4 de las 160 providencias son casos de violación sexual, asesinato y trauma causado por la violencia sexual contra niñas y mujeres, cometido por militares en servicio activo y agente de la Policía Nacional, sin vincular a oficiales de mayor jerarquía que pudieron ordenar o participar, en algunos la defensa se limitó a la indemnización de los perjuicios, porque somos un objeto más, del que se puede es reparar el honor del varón a cargo de la mujer y explotarnos económicamente.
Manuel Carvajal Mendieta y a Ever Augusto Méndez Velosa a 15 y 12 años de prisión, respectivamente, al hallarlos responsables penalmente por secuestro agravado y acceso carnal violento.
Casos como:En la mañana del 28 de febrero de 1993, la niña Sandra Catalina Vásquez Guzmán, en compañía de su madre, fue a buscar a su padre a la Estación Tercera de Policía, quien se desempañaba como agente de la Policía Nacional. La niña ingresó sola a la Estación y su madre, después de un tiempo, procedió a buscarla, encontrándola en estado agónico por cuanto había sido brutalmente violada y asesinada por el agente de policía Diego Fernando Valencia Blandón, quien se encontraba en servicio.
Si se trata de mujeres lesbianas en las comunidades rurales y los barrios marginales, las investigaciones que se adelantan son nulas, por lo que nos queda es exigir la aplicación del art. 17. Estatuto de Roma (3. A fin de determinar la incapacidad para investigar o enjuiciar en un asunto determinado, la Corte examinará si el Estado, debido al colapso total o sustancial de su administración nacional de justicia o al hecho de que carece de ella, no puede hacer comparecer al acusado, no dispone de las pruebas y los testimonios necesarios o no está por otras razones en condiciones de llevar a cabo el juicio).
El día 4 de septiembre de 1999, a las 9:00 p.m., aproximadamente, la joven Mónica Marisol Rodríguez Bustamante se encontraba con sus compañeros Emerson Rodríguez y Eduard Martínez en la plazoleta “Lanceros” del municipio de Tame, Arauca, cuando fue abordada por dos personas que se movilizaban en una motocicleta y que, luego de amenazar a los jóvenes con un arma de fuego, obligaron a Mónica Marisol Rodríguez a subir al vehículo, en el cual partieron con rumbo desconocido. Al llegar al sitio conocido como “Villa Olímpica”, luego de sufrir un accidente en el vehículo, los captores arrastraron a la joven a un lado de la vía, la despojaron de sus ropas y la violaron sexualmente los agresores eran militares en servicio activo, asignados al batallón de ingenieros n.° 18 “General Rafael Navas Pardo” del Ejército Nacional. Al cabo del proceso penal adelantado contra los suboficiales, las autoridades lograron establecer que, en la noche de los hechos, estos habían desoído las órdenes de sus superiores de recoger unos víveres para el personal militar y, en cambio, habían ingerido licor con miembros de la policía y conducían un vehículo destinado a la estación de policía municipal. Finalmente, el Juzgado Único Promiscuo del Circuito de Saravena condenó a
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La Fiscalía, al interrogar a los testigos, les preguntó sobre el comportamiento y la vida personal de la víctima, es decir, que formuló preguntas no solo tendientes a establecer los hechos, sino a cuestionar la idoneidad moral de la joven; en este punto se insistió en que esta forma de administrar justicia, lejos de ser una actividad neutral desde el punto de vista de las relaciones de género, consolida y reproduce estereotipos sociales de naturaleza patriarcal, en las que se culpa a la mujer por la violencia sufrida o se sospecha en su conducta, su vestuario o en cualquier otro factor, una justificación plausible del hecho violento.
La carrera armamentista como arma del Patriarcado, que ha funcionado como una maquinaria de las muertes rápidas y discretas cuando de las mujeres se trata, es la ética de la muerte legal encubierta por la sociedad y el Estado. Nos queda exigir la constitución de la Asamblea Nacional Constituyentes, donde mujeres cambiemos esa horrible carnicería y expulsemos a militares y mercenarios extranjeros, sacar del escondite a criminales extranjeros, poner fin al servicio militar obligatorio, ningún soldado campesino, ni una escuela de secundaria militar de las diferentes fuerzas militares, no a fueros militares ni justicia penal militar, participemos como constituyentes para despatriarcalizar estos sistemas políticos, económicos, sociales y culturales, pero como feministas del Abya Yala o feministas de Nuestramérica, contrahegemónicas, antirracistas, indígenas, afrodescendientes, lesbianas, LBGTI. Porque ni un hijx más para la guerra ni llorar por la pérdida de uno o una más nunca!
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Autoritarismo y nazifascismo en los problemas de la paz y la guerra
Por: Juan E. García R.2
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l autoritarismo es condición propia de la clase burguesa para imponerse sobre las demás; en lo que Lenin definió como “la dictadura que una clase” le aplica a otras para someterlas. Así define al Estado burgués. Introducción Partiendo de este concepto y haciendo una rápida retrospectiva histórica, el autoritarismo es la forma y el instrumento con el cual las aristocracias europeas que se constituyeron desde la esclavitud hace más de 4.000 años, pasando por el Medievo y hasta nuestros días; ha servido para dominar los pueblos. El nazifascismo, es la máxima expresión del autoritarismo en donde todas las formas de represión, de barbarie, de depravación y de perversión humana y de destrucción son aplicadas contra los pueblos de naciones y países enteros por parte de las elites imperialistas. Estas elites para mantenerse en el poder y su estatus quo, cuando los pueblos se revelan o existe la posibilidad de que se insurreccionen en contra del Establecimiento, deciden tratar a los pueblos y al ser humano en general como plaga. El exterminio en masa para diezmar a la población, las guerras de invasión para el despojo de la riqueza material de los pueblos agredidos, el saqueo de los recursos naturales y además, someter a los sobrevivientes a la esclavitud en las mazmorras del régimen nazifascista. Los círculos imperialistas disponen para tales fines a un dictador de turno para que imponga el nazifascismo y lo instauran en el poder. Bajo el régimen nazifascista, el individuo por cualquier motivo va a la cárcel, en materia de doctrina de Estado: el ciudadano común, ama de casa, el trabajador, el desocupado, el librepensador, el militante de la oposición política y todo aquel que se le antoje a los esbirros del poder, serán señalados de enemigos de Estado. El objetivo de esta política, consiste en llenar las mazmorras 2- Ingeniero Agrícola especializado en diseño y construcción de distritos de riego de silos, drenaje y bodegas
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del régimen con prisioneros civiles y someterlos luego al trabajo esclavo a quienes tengan los conocimientos, las capacidades y las fuerzas físicas para desempeñar tal trabajo. Los que no clasifiquen como tal, el nazifascismo los elimina en masa en los campos de exterminio. Entonces, el programa del nazifascismo, consiste en construir enormes campos de concentración para instalar enormes factorías en donde explotar el trabajo esclavo. Por el trabajo esclavo de cada prisionero, la dictadura cobra a las corporaciones transnacionales una cantidad de dólares diarios. Por ejemplo: La dictadura de Franco en España de las décadas 40, 50, 60 y 70, del siglo pasado, cobraba 20 dólares por día, tres de los cuales eran para el mantenimiento administrativo del reclusorio y la alimentación del esclavo y los demás 17 dólares iban a manos del gobierno de la dictadura. Si la dictadura tiene un millón o cinco millones de esclavos, el ingreso diario a las arcas de la dictadura fue de 17 millones de dólares para el caso de si esclavizo a un millón de personas, pero si fueron 5 millones de personas sometidas al trabajo esclavo, entonces, los ingresos a dictadura 85 millones de dólares diarios. Con el trabajo esclavo, la dictadura nazifascista se muestra ante la opinión pública, como una economía prospera. La dictadura de Pinochet en Chile es otro ejemplo, la dictadura nazi de Hitler y la fascista de Benito Mussolini en Italia también. En los campos de exterminio o fábricas de la muerte, allí, los prisioneros son ejecutados en masa. Las dictaduras de Hitler en Alemania, y de Mussolini en Italia de aquellas tenebrosas décadas de los años 20, 30 y 40 del siglo XX, convirtieron sitios como Treblinka u Oswieçim en fábricas en donde un cadáver fue vendido a las corporaciones transnacionales en un centavo de dólar y estas producían jabones, perfumes y betunes, también con la piel humana de los tatuados, (a quienes les era arrancada en vivo), la industria de la peletería hacia adornos de escritorio para los altos jerarcas nazis. Los niños, los esbirros nazis, se los arrancaban de los brazos a las madres y los arrojaban vivos a los hornos crematorios. Los historiadores y áulicos del capitalismo en Occidente, hablan de estos sucesos como del “Holocausto judío”, pero, con el debido respeto, y el dolor que representa para la etnia judía, el exterminio en masa no fue solo para esta, sino para todos los pueblos y etnias europeas y asiáticas y tuvieron que afrontar al nazifascismo. En los campos de exterminio nazis se asesinó a millones de seres humanos provenientes de 21 nacionalidades y los países ocupados por Alemania nazi solo fueron once. Inglaterra, país que no fue ocupado por los ejércitos hitlerianos, también envió personas de su nacionalidad a esos campos de la muerte, La dictadura de Franco y la de Mussolini también, etc.
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Cuando los esbirros nazis ocupaban una ciudad o poblado, procedían a capturar en masa a toda la población civil que se encontraba en el área, y sin consideración alguna de si eran ancianos, mujeres embarazadas o niños procedían a conducirlos por la fuerza a patadas y golpes. Si el operativo se hacía en altas horas de la noche, los bandidos nazis sacaban de sus dormitorios a las víctimas y con la ropa que tuvieran la empujaban a la calle y de allí en fila y por el centro de la calle con las manos en alto eran llevados a los embarcaderos de ganado y de allí a los campos de concentración y de exterminio. Los nazis procedían a aplicarle a sus víctimas la estrella amarilla de David, para identificarlos como judíos, si alguien protestara por esto o por cualquier motivo eran fusilados en el acto. Así lo evidencian los registros fílmicos y fotográficos realizados por los propios nazis. Todas las pruebas documentales y testimoniales presentadas por los fiscales ante el Tribunal Internacional de Núremberg, en contra de los criminales de guerra, miembros de la cúpula del gobierno nazi, proceso judicial que duró desde agosto de 1945, hasta noviembre de 1946. Esta remembranza sobre estos espantosos sucesos que azotaron a naciones enteras y que fueron la antesala de los episodios de la Segunda Guerra Mundial, tiene por objeto hacer un análisis de responsabilidades sobre los verdaderos autores in-
telectuales y materiales del nazifascismo; de otro lado, examinar la peligrosa situación internacional actual y los retos que debe enfrentar en el futuro inmediato la humanidad. La exposición anterior, sobre el nazifascismo, se debe a que hoy, abril 17 de 2015, los círculos imperialistas de Norteamérica y de Europa aúpan e impulsan a las fuerzas políticas neonazis y hacen gala en actos públicos de la glorificación del nazifascismo. Análisis de responsabilidad histórica de los verdaderos autores intelectuales y materiales del nazifascismo. Siempre, en estos alegatos, los hombres de estado, políticos y estudiosos señalan a los círculos imperialistas en conjunto, pero, conviene para ser más precisos, establecer los distintos actores dentro de estos círculos de poder imperialista. Comenzando por preguntar: ¿A quiénes beneficia el régimen nazifascista? ¿Quiénes son los interesados en mantenerse en el poder? ¿Quiénes han detentado el poder desde hace más de cuatro mil años en Europa?
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Conviene entonces, repasar un poco de historia universal desde los tiempos del antiguo Imperio Romano. El esclavismo bajo el imperio Romano en su primer periodo 3000 años y después de que cayera Roma bajo los ejércitos de Godos, Visigodos y los Unos de Alarico, surgió entonces en una ciudad del Cercano Oriente, llamada Biza, luego Bizancio y cuando los ejércitos de Constantino la invadió, masacró a su población y esclavizó a los sobrevivientes, la llamó Constantinopla, según lo dijo entonces este emperador, en su nombre; este imperio se perpetúo otros mil años. La Roma de entonces, esclavista no tenía reato ni miramiento alguno en secuestrar y tomar como esclavos a millones de seres humanos llevándolos a la capital del imperio. En sus bárbaras conquistas, no solo se apoderaba del oro y de toda la riqueza material sino también usurpaba los bienes culturales de esos pueblos. Por Ejemplo: de Grecia tomará para si la arquitectura y las divinidades griegas el imperio romano les asignara otros con igual significado mitológico, pero en tiempos de Constantino, este hará acuerdos con el líder de la religión Católica en esa región que hoy pertenece a Turquía y decide reemplazar a todas estas divinidades por una, la del dios cristiano, imponiéndola como la religión del imperio. A partir de entonces, el poder viene de dios y de su representante en la tierra, el Papa, y el Emperador se hace depositario de ese poder en el momento en que el Papa lo unge como tal en la ceremonia de coronación. El mito y el rito, desde entonces, para la iglesia romana y el imperio los transformaron en dogma de fe y como dogma de fe no se discute, simplemente se acepta como verdad absoluta. Si alguien asiste a una misa y analiza los contenidos ideológicos de dominación que contiene el discurso autoritario del cura católico y demás religiones cristianas que medran entre nuestras comunidades, encontrara básicamente tres: el de Dios es Omnipotente y omnipresente, el que todo lo puede y el cura lo proclama Rey de reyes y de todos los ejércitos; luego pasa a decir: Dios es complaciente con los que le temen, sea sumiso, sea obediente etc. Después, entra en los….Yo creo esto ….Yo creo tal cosa, etc. Por último, advierte: cuidadito con ¡levantar la voz!..., ¡con ir vociferando por las calles!.... ¡con ser desobediente! Y remata su discurso el cura o pastor recordando la fidelidad a las autoridades civiles y eclesiásticas del país en donde estemos. Es el discurso autoritario de todo clero para someter a la población al régimen autoritario vigente. Este discurso puesto en el cerebro de cada persona diaria o semanalmente durante todos los días de su existencia terminará convirtiéndola en un ser con mentalidad de esclavo, pero, además, reproducirá el autoritarismo dentro de los espacios sociales en donde actúa: la familia, el trabajo y en sus círculos sociales.
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lúmenes y volúmenes de textos narrando los más espantosos sucesos de los desmanes cometidos por esas casas aristocráticas en contra de aquellos pueblos sometidos a su puño de hierro, pasando por las famosas “Santas Cruzadas” hasta los episodios criminales del nazifascismo.
Para cualquier ciudadano de la llanura social, medianamente entendido, le es imposible entender que un sargento como lo fue Benito Mussolini o un cabo como Adolf Hitler para comienzos del año de 1919 y durante los siguientes, en 1922, el primero en Italia se tomará por asalto a Roma en lo que se conoció como “la marcha sobre Roma” al frente de más de 40.000 hombres armados, llamados “camisas negras” y Hitler intentaría dar el golpe militar en octubre de ese año en Múnich, saliendo de las instalaciones de una fábrica cervecera en intentando capturar al gobernador de esa provincia alemana durante un acto militar dentro de un cuartel militar, lo que entonces se conoció como Puchs de Múnich.
Italia y también será este Rey, quien lo destituirá cuando ya el dictador no le sirve para sus fines. Otro suceso que llama poderosamente la atención es el paseo en actos públicos y en los desfiles militares de Hitler en el coche, al lado del Rey Gustavo Adolfo de Bélgica; Otra evidencia a tener en cuenta es la abierta participación de la alta aristocracia alemana en los cuadros de mando de la fuerza alemana nazi. En España de aquellos tiempos, Alfonzo XIII ascenderá al trono en 1914 y durante la década de los años veinte posesionará como dictador a su general Primo de Rivera, pero, al llegar el año de 1930, la dictadura hace crisis y en el año de 1933 la monarquía pierde las elecciones, ganado los republicanos. Alfonso XIII, no abdica pero abandona el poder y se refugia en Italia fascista y desde allí aupara a los generales golpistas de Molas Sanjurjo y Franco. Este último, lo instaurará en el poder los ejércitos nazi alemanes y fascistas de Italia en 1939. Otro episodio digno de destacar, es aquel consignado en los Acuerdos de Letrán, mediante los cuales la Italia Fascista de Mussolini convierte unas cuadras, las que ocupa la sede del Vaticano, en Estado; son muy cuestionados los actos del Papa Pio XII, por sus vínculos con el nazifascismo. Por allí, por sus conventos y usando sus sotanas, con pasaportes falsos cientos de criminales nazis huyeron hacia países del cono sur y de Norteamérica.
La información que hoy se tiene, revelada después de muchos años, es que, a Benito Mussolini lo recluta el servicio de inteligencia ingles en el año de 1914 y actúa desde entonces, como agente encubierto en su país al servicio de la corona británica y luego cuando la marcha fascista sobre Roma, al llegar al palacio real del “Quirinal”, el Rey Víctor Manuel de Saboya, lo posiciona como dictador de
Al finalizar la Primera Guerra Mundial el 11 de noviembre de 1918, no es de poca monta, lo ocurrido para entonces, se hundieron cuatro imperios, el Imperio Austro - Húngaro, el Imperio Otomano, el Imperio Alemán y el Imperio Ruso y, como si fuese poco lo anterior, de los escombros de la Rusia zarista, emerge potente la revolución Bolchevique en aquel octubre de 1917.
Muchos sucesos que precedieron al estallido de la Segunda Guerra Mundial en aquel 22 de junio de 1941 cuando Alemania nazi agredió a la Unión Soviética, ponen en evidencia la participación de esas casas de la realeza europea en un plan preconcebido desde antes de finalizar la Primera Guerra Mundial.
Las monarquías y los círculos aristocráticos europeos y en general todo imperio practica desde sus círculos de poder el autoritarismo y son estas monarquías las que durante los siglos XVI, XVII y XVIII, desarrollan en Europa el absolutismo y el despotismo ilustrado. En ese contexto histórico, hacia la década de 1585, gobernaba en Francia Catalina de Medici, de la casa aristocrática italiana de los Medici y hermana de Isabel la católica, Reina de España y esposa de Fernando de Aragón, la pareja real de aquel imperio en formación; Esta, Catalina de Medici, aconsejada por su hermana y del Archí Duque Conde de Olivares, ordenó asesinar a miles y miles de franceses en lo que históricamente se conoció como la matanza de hugonotes en la noche de San Bartolomé. La matanza se extendió por toda Francia y duro cerca de un mes. (Esta matanza tiene mucho parecido con lo ocurrido en el 9 de abril de 1948 en Bogotá Colombia, matanza que comenzó con el asesinato de Jorge Eliecer Gaitán). En el viejo régimen Feudal europeo, las elites aristocráticas las personas que estaban bajo sus dominios no eran reconocidas como seres humanos, como personas, eran para ellos sus vasallos o sus sirvientes de los cuales podían disponer a su antojo, sacrificarlos o enviarlos a la guerra. La historia universal registra vo-
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Toda esa ultraderecha conservadora encabezada por las casas reales europeas, antes de que finalice la Primera Guerra Mundial, ya está proyectando el régimen nazifascista y sus matones de esquina serán Mussolini en Italia y Hitler en Alemania. Ante tales sucesos, la aristocracia real europea que mueve todos los músculos del poder, desde el financiero, el diplomático, el corporativo (los Cartels y los Trucs), hasta la poderosa máquina de la guerra va a concentrar todos sus esfuerzos y todas sus baterías en Alemania como bastión científico – tecnológico y
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militar para empuntarlo contra el único Estado socialista existente en ese entonces: la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. La guerra no surge de manera espontánea ni súbita, se va incubando en los desarrollos imperialistas de varios años. Todo lo anterior, para rememorar la victoria del Ejército Rojo de la Unión Soviética sobre Alemania nazi. El próximo 9 de mayo en Moscú y 8 de Mayo en Berlín, El heroico esfuerzo del pueblo soviético para tan magna gesta libertadora de los
pueblos de todo el planeta, con su triunfo les liberó de las garras del esclavismo nazifascista. A los pueblos de la URSS, les costó la enorme cuota de sangre 38 millones de vidas, de las cuales 23 millones fueron militares combatientes del glorioso Ejército Rojo. De cada familia soviética de tres miembros dos murieron en la Gran Guerra Patria. “…! Urra!...! Urra!….” Gritaran los bisnietos de esos mártires el próximo 9 de mayo en la Plaza Roja, frente al mausoleo de Lenin. Al conmemorarse esta fecha, de hechos acaecidos hace setenta años, las nuevas generaciones de nuestros tiempos ya no conocen e ignoran el verdadero significado que tienen para la humanidad como también, los nuevos retos a que estamos abocados por las aventuras militaristas de las potencias imperialistas.
Con el paso de los años, los desarrollos científico – técnicos como la robótica, los sistemas, la automatización y la cibernética. Con su implementación en el aparato productivo, se llegó a la expulsión de grandes masas obreras del escenario fabril. La tecnología empleada en la producción en la industria llegó a su fin a mediados de la década de los años 80s del siglo pasado. Los estudios de muchos analistas e investigadores así lo demuestran. Las grandes corporaciones transnacionales montaron verdaderas usinas totalmente robotizadas en el Sud – Este asiático, incluido China. Hay una salvedad en este aspecto: Solo China logró imponer que determinadas líneas de producción donde participa gran cantidad de obreros, no fuese robotizada ni automatizada. Los demás países aceptaron las condiciones corporativas; igual ocurrió en el Brasil y después en México. Estas mismas corporaciones cuyas casas matriz tienen
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sede en EE. UU., Canadá y la zona Euro, comenzaron a importar las mismas mercancías con marcas distintas desde esas usinas hacia las metrópolis de origen. Para simular una quiebra en sus casas matrices. Los precios muy bajos y la facilidad de crédito bancario hicieron a los asalariados presa fácil de la especulación financiera; Las corporaciones transnacionales, antes de cerrar las viejas factorías, les permitirán a los trabajadores permanecer en el empleo durante los años que van desde 1985 hasta 1995; en aquel año comienzan los grandes despidos de la FORD, de la Chevrolet, de la General Motors etc.
hoy está constituido por las potencias llamadas “emergentes” entre ellas Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica; más conocido como BRICS.
La ciudad de Detroit pasara de tener 6. 5 millones de habitantes en 1970 a escasos 180.000 en el 2008. Otro tanto ocurrirá en Europa.
Occidente reedita el nazifascismo en la Ucrania de Poroshenko. Ucrania como pieza geopolítica puesta en el tablero del ajedrez mundial, para la OTAN y los círculos de poder agrupados en el club de la alianza ultraconservadora trasatlántica encabezada por la monarquía de Bélgica, radicada en ciudad de Bruselas, tiene puestos los ojos y sus intereses allí por varias razones: Primero, la ubicación estratégica de la península de Crimea, la cual da paso a la flota marina de Rusia al Mar Negro y por allí al Mediterráneo. Washington y la OTAN quieren instalarse allí para expulsar a la armada de Rusia; Segundo, desestabilizar a Ucrania políticamente, es incendiarle las fronteras a Rusia empujándole los ejércitos de la OTAN y con ello facilitar la intervención directa de los ejércitos de EE.UU. Tercero Ucrania está en el área de influencia del Oriente Próximo y constituye estupendo polígono de tiro sobre Moscú. Cuarto: balcanizar la situación político-militar en la región del Oriente Próximo, equivale a llenarle el camino de la ruta de la seda de China, de bandidos y salteadores, equivale también a cortar los suministros de combustible a China y también a impedirle el libre tránsito de las mercancías chinas hacia Europa. Quinto: En Ucrania el proceso que se inició con el golpe de Estado contra a Víctor Yanukovich, en abril de 2014, siguió paso a paso la hoja de ruta de la Alemania nazi de Hitler con los apaleamientos en masa contra la población civil, el anticomunismo delirante, la persecución a todas aquellas personas que opinaban diferente, el allanamiento de las sedes sindicales y del partido comunista, las quemas públicas de libros, las quemas vivas de más 40 personas en la Casa de los Sindicatos en el Puerto de Odesa el 22 de mayo del año pasado, la destrucción de monumentos al soldado desconocido, las estatuas de Lenin y del patrimonio cultural del pueblo ucraniano.
Nuevamente el mundo capitalista en el tránsito de una nueva gran crisis socio – económica, un poco parecida a la de 1930, pero extendida a todo el Planeta a través de la parrilla del crédito bancario. Millones de hogares perderán su patrimonio y serán arrojados a la calle con sus escasos muebles. El sistema financiero diseñado para la especulación y el despojo, operara a través de los operadores de justicia y policiales, en el despojo en masa. En lo que va transcurrido de estos últimos quince años de comienzos del siglo XXI, ya ocurrió una crisis financiera en el año 2008, y todos los signos y diagnósticos de autoridades financieras jefes de Estado, analistas económicos afirman que el mundo capitalista avanza en la deriva de una gran recesión, altos índices de desempleo. El mundo globalizado de hoy se caracteriza por la guerra económica, manifiesta en: la guerra comercial, guerra de divisas y la guerra financiera. La disputa por amplias zonas geográficas del planeta ricas en recursos energéticos como el petróleo, el gas metano, los minerales, el agua y la biodiversidad. Empujan las corporaciones y las industrias bélicas a que los centros de poder de las potencias imperialistas en Occidente, representadas en el eje Washington – Bruselas a profundizar en sus aventuras guerreristas. Entre las décadas de los años de 2000 y el 2015, el mundo unipolar surgido del desmembramiento de la URSS y su desaparición en 1992; es reemplazado por otro multipolar por el surgimiento de otro bloque político económico y militar que le disputa la hegemonía mundial al eje de Washington – Bruselas. Este bloque
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Las contradicciones en la arena internacional entre los ejes Washington – Bruselas y el de Moscú – Pekín, se han agudizado en los últimos meses y amenazan con incendiar el planeta. Estas contradicciones y retos planteados por las potencias Occidentales a Moscú y Pekín reviven en sus pueblos todas las imágenes y sufrimientos causados por el nazifascismo del EJE Roma – Berlín – Tokio.
Y … ¿Por qué el proceso golpista en Kiev debe ser nazifascista?
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Porque, agotados los procesos de la acumulación por la sobreproducción y el desempleo masivo en las metrópolis imperialistas, las protestas y el descontento popular amenaza el estatus quo de las elites aristocráticas y de paso el poder corporativo instaurado por estos a nivel mundial. De otro lado, Los BRICS, con Rusia y China a la cabeza, imbrican una alianza político – militar y financiera alrededor de sus intereses, le quitan el garrote financiero a Occidente y con el mismo comienzan a batirlo en su
las establecidas por Occidente, tales como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional y, de contera, desplomar el dólar como moneda patrón de reserva internacional. La deriva de la crisis internacional, se mueve entre dictadura global nazifascista, promovida por Occidente o derrumbe del sistema financiero promovido por el grupo de los BRICS y, en ese terreno de las contradicciones entro también en crisis todos los instrumentos de regulación del derecho internacional tales como la ONU, los Tratados de Ginebra, El tribunal internacional de la Haya. Ninguno de los dos
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contra. China se ha posicionado como primera potencia económica a nivel mundial la más poblada del mundo y Rusia es hoy potencia militar y atómica. En Asia, este eje geopolítico logro articular a su esfera de influencia a la India, que tiene 1240 millones de habitantes y posee desarrollo tecnológico, a Irán que tiene 580 millones de habitantes, posee petróleo y desarrollo tecnológico y nuclear, a Vietnam y Corea del Norte en Eurasia y en medio del sabotaje económico que implementa Occidente en contra de los BRICS, implementó ya estructuras financieras dirigidas a desbancar a
actores geopolíticos en la arena internacional le reconoce a la contraparte legitimidad alguna y en este contexto, están aumentando los conflictos bélicos en varias partes del Planeta. En este momento EE.UU. y la OTAN están haciendo ejercicios militares de gran escala en el Mediterráneo, en el Mar Negro, en la frontera occidental de Rusia, en el Golfo Pérsico, en el Mar del Norte en donde participan las monarquías de Suecia, Noruega, Finlandia e Inglaterra. Por el Pacifico, en el mar Meridional de China, las armadas de los EE. UU. y del Japón realizan maniobras militares y en el Mar Amarillo con las armadas de Corea del Sur también hacen otro tanto. Por su parte
tiene movilizadas todas sus fuerzas Armadas por tierra, mar y cielo en sus cuatro puntos cardinales. Para llenar la copa de las preocupaciones, en EE. UU. se están realizando maniobras militares de gran escala en los Estados de Texas, Nuevo Texas, Colorado, Arkansas California y Baja California en un simulacro de preparación a una invasión a Irán. Por estos mismos días, el Presidente de los EE.UU. emitió un decreto declarando a La República Bolivariana de Venezuela como “una amenaza para la seguridad de los Estados Unidos y de su intereses vitales” declarándole la guerra a este hermano país latinoamericano. En una conferencia dictada por El sociólogo e investigador Atilio Borón en la ciudad de Bogotá, el pasado sábado 11 de abril, afirmó, al respecto: “Este tipo de decretos, el gobierno de la Casa Blanca en Washington, los saca, previa a una invasión militar” y agregó: “nuestra próxima batalla de Stalingrado para los pueblos de nuestra América Latina y Caribeña, está en Venezuela.
La historia de los pueblos soviéticos que sufrieron en carne propia las atrocidades del nazifscismo y de China, los últimos acontecimientos en Europa Central y del cercano Oriente, los ponen hoy en el terreno de enfrentar otra arremetida de la bestia nazi. La política interior y exterior de una nación expresa la voluntad de la correlación de fuerzas internas de esta, y, es de altísimo valor que la política de Moscú, se declare en contra del nazifascismo, se declare en contra de la injerencia e intervención de los asuntos internos de los estados soberanos por parte de ciertas potencias, se proclame por la autodeterminación de los pueblos y su independencia. El Presidente Putin en varias de sus intervenciones públicas y su canciller Lavrov, así lo han hecho saber. Alrededor de las políticas de Moscú están gravitando la paz mundial y las posibilidades de progreso de los pueblos.
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La Historia No Será Calcinada Por el Fascismo Por: Darién Giraldo Hernández1
“El destino habitual de las nuevas verdades es empezar como herejías y acabar como supersticiones” T.H. Huxley.
“(…) Hemos sostenido desde hace tiempo, que dadas sus características similares, la lucha en América adquirirá, en su momento, dimensiones continentales. Será escenario de muchas grandes batallas dadas por la humanidad para su liberación.” - CHE- Tricontinental
Preludio
E
ngels en Ludwig Feuerbach y el fin de la filosofía clásica alemana, rescató lo histórico de Hegel; “Todo lo real es racional, y todo lo racional es real”2 . Pero además; “la realidad, al desplegarse, se revela como necesidad”3. En otros términos para que algo sea real, debe ser necesario históricamente. Aquello que existe pero carece de necesidad, es real pero irracional. El capitalismo, proyecto que abrazó la lógica y la razón no solo en las ciencias técnicas sino también, la razón en los asuntos humanos, ahora mismo y como prófugo de una ley histórica inquebrantable, tiene que prohibir fundamentos que otrora lo elevaron al poder; la legitimidad científica, la justificación racional, por ejemplo. Pero no solo es en éste caso, todos los modos de producción y sus sociedades sin excepción a través del tiempo, han negado la historia en un periodo de la suya propia, tiempos sangrientos en los que al decir de Mefistófeles: “La razón se torna en sin razón y la bendición en plaga”4. Apertura La reacción política, es la prórroga a la historia y no tiene más forma y contenido que la guerra, la guerra infinita,5 contra Satán, los herejes, los comunistas o los terroristas, es ese su instrumento; la barbarie por la permanencia en nombre de la libertad y sobre el cadáver de la democracia,
1- Magazín Páginas de Nuestramérica y la Escuela Permanente de Formación Popular PEDRO NEL JIMÉNEZ 2- Federico Engels. Ludwig Feuerbach y el fin de la filosofía clásica alemana. Pág. 8. ED. Progreso. Moscú. 1975. 3- Ibídem. Pág. 8. 4- Johann Wolfgang Von GOETHE. Fausto. Editorial: Espasa. Nº de edición 5ª. 2.000. 5- Concepto acuñado por George W. Bush, para definir la llamada guerra contra el terrorismo. (Nota del A)
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sobre los restos mismos de su origen. Sus representantes son la negación del fuego, desde ya son la ceniza. La reacción no es una ley natural como la ley del cambio sino la materialización de las fuerzas que no admiten el cambio como ley natural. Si al marxismo le aportó de manera definitiva rescatar de la dialéctica hegeliana, la transformación, es decir su componente revolucionario, el intelecto de la caída representado por sociólogos como Weber y Parsons, vio posible llevar a la realidad material el lado reaccionario de Hegel; la permanencia, el no cambio; anunciaron la mucha sombra, el movimiento trágico de un sistema que se reacomoda “infinitamente” a pesar de las crisis. Escogieron la visión irracional de Hegel; el Sistema y descartaron la ley también hegeliana de- Negación de la negación- no por negligencia intelectual sino por un ineludible interés de clase. Ese abismo hegeliano tiene como reivindicación un sistema perpetuo, una inmortalidad vampirezca, ya que la prolongación de la existencia del Capital, se hace a costo de los seres humanos y de la vida en el planeta, es esa la manifestación más clara de lo que significa su algarabía de progreso, es solo un ascenso de la avaricia, algo contrario al desarrollo y al avance revolucionario, que no es el simple cambio sino la transmutación. De allí que la ciencia que propende por la permanencia bajo el antifaz del equilibrio, sea sustento de una cultura irracional cuya conclusión siempre será el cruento fin de la historia y en consecuencia la “guerra infinita”. Interludio 1. Aunque el fuego sea aún más remoto que la especie, la humanidad lo dotó de conciencia, lo hizo insurrecto, lo perpetuó junto con su rabia
y soledades en impetuosas fogatas neolíticas. El ardor de nuestros pasos milenarios, jamás encontrará el punto culminante de la historia, la humanidad apenas si desgarra la placenta asfixiante de la prehistoria;6 somos especie en gestación, urgencia intacta e insurgencia inextinguible. 2. Los mensajeros de la fatalidad, son fuerzas que propenden por la rienda o el retroceso, las huestes fascistas embisten desde la guerra que pugna por la anexión, para socavar cualquier resquicio de integración de los pueblos, son resistencias de lo precario y con la más calificada tecnología militar, portadoras del más poderoso arsenal, que pretende apertrechar lo digno de perecer . Para hablar de esas fuerzas habría que llenar folios extenuantes, porque también le tenemos una historia al axioma del fin de la historia, en esas fuerzas están los dilatadores, los eminentes cuidadores de lo que existe pero carece de necesidad, los que no encienden el fuego ni lo aniquilan, los que llanamente lo dejan desfallecer. En estos seculares tiempos de anexión global, el reformismo, las “Terceras Vías”, son la expresión moderada y falaz de lo reaccionario, quieren un socialismo pero anquilosado, un capitalismo pero no neoliberal, pretenden un capitalismo nacional pero no transnacional; quieren un mundo diferente pero no distinto, y mientras su sueño colisiona contra los muros de la historia, ya ha corrido mucho tiempo, mucha sangre, indescifrables repeticiones y masacres olvidadas. Hoy el prestigioso mago no solo no puede sino que no quiere controlar las fuerzas frenéticas que ha desatado, ahora un solo hombre lánguido y oscuro, puede oprimir el botón nuclear con la misma frialdad con que el enfermero de un psiquiátrico desabrocha el de su bata blanca.
6- En K. Marx, el fin de la prehistoria no está determinada por el surgi miento de la escritura hace aproximadamente 6.000 años, sino por la superación de la sociedad dividida en clases, de allí que la superación de la sociedad de clases signifique al mismo tiempo fin de la prehis toria y el inicio de la historia.
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La fuerzas pretendidamente ahistóricas, substituyen la historia con tecnología militar, por eso su caída es más palpable que lo que fueron algún día sus relámpagos de ascenso. Siempre pesará más la bomba atómica sobre Hiroshima y Nagasaki que el descubrimiento del corazón del átomo; los grandes atributos del Capital se verán revestidos por las nubes de uranio empobrecido para agredir a empobrecidos pueblos. No hay enmienda, la decadencia no es un capricho sino el único destino posible en un mundo sin destino y la guerra, expresión flamígera de la eterna lucha, del perpetuo encender el fuego, es la chispa de la fricción del pasado con el futuro. La actual dictadura global, propende por sacrificar irracionalmente la historia, con el propósito inocuo de afirmar al sistema. Pero esta negación no es solo semántica, sino del movimiento, del fuego, y se desenvuelve en el exterminio del sujeto revolucionario. Por eso allí donde las huestes de la permanencia niegan el devenir; millones de refugiados sin refugio, millones de campesinos trashumantes, millones de
elegantes suprimidos que llevan bajo el brazo el resumen de su vida, el compendio de su muerte, la herencia que nadie quiere, el sello de la esclavitud. Mientras tanto la clase media -demostración fútil del fallido sueño de bienestar en la sociedad capitalista- solo le basta con quitarse la corbata o usarla como horca para anunciar la hora de su extinción, su fusión con el mundo, con el planeta miseria, para ser cautivada por el remolino de nómadas excluidos que caminan trémulos, jadeantes, esquivando a los demás como si fueran a una cita inaplazable, pero que en realidad, envueltos por el afligido crepúsculo, se derrumban en los escalones de las plazas de las grandes ciudades, agobiados y atormentados, envidiando a las palomas. 3. La historia niega al Sistema y a la clase que lo representa y entonces el Sistema niega a la historia y al sujeto que la revela. De ahí que quien hace la guerra para detener la historia y perpetuar así su ignominia política, impregna
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4. “El sol se renueva cada día. No cesará de ser eternamente nuevo” – Heráclito. Fragmento 58. El signo de la declinación, de la reacción es la tragedia, y esta no reside en el hecho de cargar eternamente con un destino que radica en no poder llegar nunca a él, sino en la conciencia que se tiene de dicha situación, y al igual que lo trágico, el fascismo es material y profundamente suicida. La reacción conoce pero no transforma la situación, a lo sumo crea insustanciales tácticas para apaciguar el proceso de su decadencia, de su muerte. El fascismo es la manifestación más violenta de lo que declina, es la política de lo caduco, la política que niega toda política. El hombre es libre porque se sabe superado por lo perdurable, por lo persistentemente renovado, por su propio ser social. Sin embargo el ser trágico escoge la ceguera a la liberación, porque la independencia duele, y al inicio, cuando aún no emerge la conciencia liberadora, no hay peor agitación para el esclavo que la emancipación, fluye en él, el temor al fuego; así siente el esclavo cuando presiente la libertad, usará incluso lo que esté a su alcance para atarse aún más, su servidumbre no le permitirá reconocer el futuro y su amo tampoco. Si se acerca al fuego será solo para soldar sus hierros.
ineluctablemente en el rostro de sus soldados la mirada de quien está hecho para matar e imposibilitado para vencer. El soldado que no va a la guerra por ideales ni demandas políticas, el que lo hace por un salario, es un obrero cuya mercancía son cadáveres, no es un guerrero es un necrófilo. Un obrero enfermo al que también su producto se le enajena, no logrando poseer ni el cadáver ni mucho menos la muerte. Por eso es atroz, porque ha falta de asir la muerte sólo puede matar, porque el matar por matar no es acción de la muerte; es sólo la cruel negación de la vida. Equivocados están entonces, los ejércitos fascistas; convencidos que la masacre, su particular producción en serie, les permitirá poseer la muerte, porque sólo lograrán ser poseídos por ella, la que se les aparecerá en forma de derrota, desconocida; como a quien no le alcanza su salario, comprando el producto que ayudó a producir.
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Pero lo que no sabe el esclavo y debemos saber de él, es que ineluctablemente desciende de la rabia y la convulsión, y que hay un sueño que lo apremia y le acosa la garganta; que la especie humana es un circulo en ascenso que remonta la tragedia, que emancipa, y por eso mientras que el objetivo del fascismo es el sepulcro, para el esclavo, en que se anuncia ya, el reconocimiento de la rabia; el sepulcro será una trinchera. Porque el eslabón real entre el hombre y el simio más que la conciencia de la muerte; paradigma antropológico que ha reducido el tema a los funerales; es la conciencia de la vida, el rompimiento con el destino, porque somos quebranto de la línea recta, círculo que escala; la reacción, en cambio es la alienación de la práctica, el opio de la acción, es lo que la religión para Marx; “el suspiro de la criatura agobiada” .7
7- Karl MARX - Introducción para la Crítica de la Filosofía del Derecho de Hegel. edición: Plaza de edición. Argentina. 2005.
5. Para quienes pretenden frenar la revolución; vencer siempre será la utopía (un fin sin medios) de eliminar la guerra,- no superar sus causas,- en últimas, su propósito es mantenerlas, actualizarlas, agasajarlas y con esto cavar su propio sepulcro; la guerra será el único instrumento que amortigüe su imposibilidad de afirmarse desde la política. Para las fuerzas revolucionarias históricamente la guerra es extensión dolorosa y en muchas ocasiones ineludible de la política, mientras que para las fuerzas reaccionarias la guerra es la única política, la guerra en ellos es la negación de la audacia. Por lo mismo, mientras las fuerzas revolucionarias combinan formas de lucha, la reacción, lo que realmente hace es militarizar la política. Para la reacción fascista, superar las causas
de la guerra, es perder frente a su adversario, porque la naturaleza de la reacción es la negación de toda acción transformadora. Si existe el mal, es este: Ir contra las leyes de la naturaleza, aun conociéndolas. La naturaleza es insurrecta y cuenta con sus propios mecanismos primigenios para prescindir de Dios y del reino de la permanencia. De allí que a quien niega la transformación radical, el cambio de raíz, solo le quedará barrer con las hojas, sumarse al otoño, pretender aniquilar al sujeto revolucionario, contando como argumento con la inútil negación del movimiento, el que más temprano que tarde se impone, porque es emisario de los tiempos, herencia encendida y heroica de la historia de la tierra, de allí que las victorias frente al fascismo en cualquier época, hagan parte también de la historia natural.
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Desenlace Hoy el capital suprime y desecha al ser humano del trabajo, el imperialismo es un productor de ejércitos globales de desocupados, hambrientos y abatidos por la miseria, situación que aprovecha para ofrecer salarios paupérrimos, anunciando así el regreso a la esclavitud sin disfraces, a una esclavitud premoderna, a pesar que los sustentos ideológicos y epistemológicos de dicha premodernidad, se presenten hoy al mundo como postmodernistas. La esclavitud se mimetiza en el siglo, tras bambalinas tecnológicas, nos habla de nueva era, pero el tiempo nuevo es nuestro, se disfraza con palabras consoladoras para el mundo pero vierte sus flotas de la muerte amenazantes. Por su parte, los pueblos del mundo avanzan, pero; “la revolución a medida que avanza engendra una contrarrevolución fuerte y unida”.8 Por eso la única forma de enfrentarla es profundizando los procesos revolucionarios. Hay que prever la insurrección antes que estalle. La revolución es y será; asecha con los ojos de la historia para no ser aniquilada, el continente se alista para la gran batalla y se arma del pensamiento que transmuta, que emancipa, herencia del fuego de la especie, y propio porque es de todos, porque no de-
bemos olvidar que en Oriente, también se construyen pensamientos occidentalistas y colonizadores y que en Occidente, se crean corrientes liberadoras anti-occidentalistas, o como lo vemos hoy en día, el Norte (innegablemente occidentalista) se construye muchas veces con la colaboración de intelectuales del Sur. Porque el imperio sigue ahí y globalizado, en occidente, oriente, el sur y el norte. El imperio tan caduco pero tan campante, irrumpe envejecido, violentamente se derrumba sobre los pechos de Nuestramérica, se hace sombrío con careta de cambio, pero es lo mismo: El idéntico afán que expolia y mata, la misma pólvora envilecida, la misma cruz que atraviesa el corazón de la tierra, quizás tenía razón la modista de María Antonieta “no hay nada nuevo, salvo lo que se ha olvidado”.11
La Reconquista de Latinoamérica,
Fuego somos y en fuego nos convertiremos, es nuestra flamígera herencia, pronto descubriremos el gen de la insurrección incrustado como el barro en la los pies del campesino, más temprano que tarde un rotundo estallido será resonancia de millones de gritos distintos, volverán los oros viejos, los recuerdos de la urgencia del tiempo y no nos asustará más la tormenta, porque los pueblos sabemos de erupciones y turbulencias, y no olvidamos que antes del Ángel Caído cayó la catarata y que antes del hombre y la piedra tallada; la mariposa nocturna desde las rocas petrificadas divisó las estrellas.
8- Marx, C. tomado de, La insurrección y la lucha armada. Lenin. V. I. Ediciones en lenguas extranjeras. Pekín, 1975. p. 70. 9- Plank , I, tomado de. El retorno de los brujos. Bergier Jacques. ED. Plaza y Janes, s.a., Editores. 1973.
Notas: Federico ENGELS. Ludwig Feuerbach y el fin de la filosofía clásica alemana. ED. Progreso. Moscú.1975. Johann Wolfgang Von GOETHE. Fausto. Editorial: Espasa. Nº de edición 5ª. 2.000. Karl MARX - Introducción para la Crítica de la Filosofía del Derecho de Hegel. Edición: Plaza de edición. Argentina. 2005. MARX, C. tomado de, La insurrección y la lucha armada. Lenin. V. I. Ediciones en lenguas extranjeras. Pekín, 1975.
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el Imperio Contraataca 31
Bases militares de Estados Unidos en Colombia según Acuerdo de 2009 Oceano Atlántico
Pasos para el reposicionamiento geopolítico de Estados Unidos en América Latina
Mar Caribe
CARTAGENA
MALAMBO 5
COLOMBIA
TOLEMAIDA
PALANQUERO
7
2
9 13
11
4 12
Oceano Pacífico
3
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APIAY
1-Plan Colombia
BAHIA MALAGA
2-Refuncionalización de Guantánamo 3-Golpe de Estado fallido-Venezuela
1
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4-Ocupación de la MINUSTAH
LARANDIA
5-ASPAN
8
6-Ataque a Sucumbios (guerra preventiva 7-Iniciativa Mérida 8-Convenio USA-Colombia (nuevas bases)
Por: Resistencia Antiimperialista
9-Golpe de Estado-Honduras 10-Acuerdo para la instalación de bases-Panamá
6
11-Reposicionamiento del Comando Sur-Haití 12-Iniciativa de Seguridad de la Cuenca del Caribe
www.rai.org.ve @rai_oficial2015 resistenciaantimperialista@gmail.com
13-Instalación de Bases-Honduras 14-Acuerdo entre Estados Unidos y Costa Rica
Fuente: Ana Esther Ceceña et al., El Gran Caribe. Umbral de la geopolítica mundial, Observatorio Latinoamericano de Geopolítica, Quito, 2010, p. 65. Reelaborado por Esteban Sierra.
Reelaborado por Esteban Sierra a partir de http://www.cubadebate.cu/opinion/2009/11/16/basesmilitares-colombia-retroceso-hemisferio/
H
emos entrado en una fase de transición en la historia mundial, sólo quizás comparable a la que le otorgó a Inglaterra en el Siglo XIX la hegemonía mundial por sobre China o la que Estados Unidos conquistó a costa de Alemania tras la Segunda Guerra Mundial. El mundo unipolar de los Estados Unidos ha entrado en decadencia y un nuevo mundo multipolar emerge con vitalidad con China, Rusia, Irán, la India y Latinoamérica a la cabeza. Golpeado por sus fracasos tácticos y estratégicos (debilidad y fracaso de los cercos a Rusia y a China y en el Medio Oriente), la hegemonía absoluta de los Estados Unidos ha llegado a su fin y una enorme crisis de dirección y de conducción fricciona internamente al establecimiento norteamericano. Surgen nuevos equilibrios internacionales, en una fase de transición que no será corta y que puede generar graves peligros para toda la humanidad, en donde el Imperio norteamericano pierde supremacía pero sigue siendo una superpotencia económica, política, cultural y militar. La crisis del Imperio ha provocado el surgimiento de dos visiones en su interior: una de carácter realista (representada por Obama y un sector del Partido Demócrata) que asume la emergencia de un mundo multipolar
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y que, en ese contexto, busca generar las mejores condiciones para una repartición del mundo con sus rivales; y otra de carácter militarista y expansionista (representada por el ala dura de los demócratas y la mayoría de los republicanos) que apuesta a mantener la hegemonía mundial cueste lo que cueste. Ambas visiones, a pasar de sus diferencias, convergen en un punto: la necesidad de una ofensiva sobre América Latina. Así como el Imperio Español se lanzó a la Reconquista de América Latina tras iniciarse los procesos independentistas, hoy el Imperio Yanqui ha entrado en una ofensiva de “Reconquista” de lo que consideran su zona de influencia natural, su “patio trasero”, donde peligrosamente se han insertado sus rivales chinos y rusos. La propia estrategia del Comando Sur define como prioridades contrarrestar la presencia de Irán, Rusia y China, a quienes se visualiza como las principales amenazas (junto con los bloques de integración regional). La militarización jugará un papel fundamental en el intento de Reconquista. Tras el cierre de la Escuelas de las Américas en Panamá en 1999, el Imperio respondió creando 4 bases en Aruba, Curazao, El Salvador (Comalapa) y Ecuador (Manta); tras el cierre de Manta el 2009 surgen 7 bases más en Colombia, iniciándose un
proceso de militarización que no se ha detenido y que hoy nos ha impuesto más de 50 bases militares en nuestro continente, estableciendo tres grandes cercos, uno sobre Cuba, otro sobre Venezuela y otro sobre Brasil (según el estudio de Telma Luzzani, Territorios Vigilados). La presencia norteamericana se ha justificado con la falsa excusa del combate al narcotráfico y al terrorismo, lo que les ha permitido militarizar fuertemente Colombia (Plan Colombia, Plan Patriota), México (“Iniciativa Mérida” o “Plan México”), Centroamérica (“Operación Martillo”) y en menor medida Perú y Paraguay.
ciado la ampliación de la presencia militar norteamericana con 250 marines adicionales (a los 600 ya existentes) en la Base Soto Cano, los cuales conformarán una unidad especial llamada “Fuerza de Tarea de Propósito Especial Aire-Tierra de Marines-Sur” o “SPMAGTF-South”. Son varios los objetivos tras esta militarización (control del comercio de drogas, control de la migración para asegurar mano de obra barata en los países, consolidar el cerco sobre Venezuela y Cuba) pero uno debe alertarnos especialmente: el cerco sobre Nicaragua y sobre su futuro Canal Interoceánico.
En los últimos meses la instalación de bases cobra un nuevo aliento. La lucha contra el narcotráfico le ha permitido a Estados Unidos apoderarse de los mares de Centroamérica y del Canal de Panamá, la “Operación Martillo” ha instalado varias bases militares y ha permitido a la IV Flota patrullar constantemente sus aguas, teniendo a Honduras como centro de operaciones. Actualmente se discute el Plan para la Prosperidad de la Alianza del Triángulo Norte (Guatemala, Honduras y el Salvador), que contempla la asignación de 1000 millones de dólares anuales para cada uno de estos países a cambio de que militaricen sus sociedades para permitir un saqueo tranquilo de sus recursos naturales por parte de las corporaciones norteamericanas. Esto mientras en Honduras se ha anun-
En el Caribe, Estados Unidos ha iniciado su ofensiva sobre Caricom buscando eliminar la influencia de Venezuela y de China. Las reuniones anteriores a la Cumbre de las Américas, donde el propio Obama fue a ofrecer “ayuda energética” para romper con su dependencia hacia la República Bolivariana, ofreciendo incluso comprar la deuda con Venezuela, es una muestra de aquello. Ya desde el 2001 Estados Unidos viene intentando convertir al bloque en un muro contra Venezuela, cuando impulsó la Iniciativa de la Tercera Frontera, que incluía a México, Panamá, Puerto Rico y Guantánamo. En este contexto de militarización Puerto Rico presenta una condición particular. Como parte integrada por la
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Comandos Militares de los Estados Unidos en el mundo fuerza a los Estados Unidos, la isla refleja en parte el estado de deterioro general del Imperio. Estados Unidos se ve enfrentado a serios estallidos sociales (Ferguson, Baltimore) producto de las extremas desigualdades generadas por el neoliberalismo. Las protestas han surgido en el sector más explotado y marginado, el afroamericano, pero amenazan con extenderse al resto de la población. Y es que si bien a nivel macroeconómico Estados Unidos parece recuperarse de la crisis del 2008, los números no reflejan mejoras en las condiciones de vida de un pueblo norteamericano empobrecido que ha visto descender en promedio su nivel de vida en un 5 y 10% en los últimos 15 años y que ha llegado a una situación en donde 1 de cada 5 niños sobrevive con cupones de alimentos. A su vez, esta “recuperación” arroja buenos números en Wall Street pero reposa sobre un capitalismo norteamericano carente de espacios de rentabilidad para iniciar una nueva fase de expansión económica y con una acumulación de capital cada vez menor para el sector financiero.
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Esta situación ha llevado al establecimiento norteamericano a desarrollar estrategias para combatir a su propio pueblo. Desde la “Patriot Act” hasta la Nueva Doctrina de Seguridad Nacional 2015, pasando por el “Concepto de operación del Ejército” (“Army Operating Concept”), el pueblo norteamericano es caracterizado como eventual enemigo y se proponen acciones militares, definiéndose que dentro de las misiones “del Ejército dentro del país incluye el apoyo con tropas a las autoridades civiles” para enfrentar la crisis social. En los últimos años se han realizado simulacros de “guerra urbana” en ciudades como St. Paul-Minneapolis, Houston y Miami previendo posibles levantamientos, lo que ha ido de la mano con el aumento de la entrega de material militar a las policías.
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En todo este cuadro podemos estar seguros de una cosa: la ofensiva está en curso y se recrudecerá mucho más los próximos años, nuestros recursos naturales son USPACOM el botín. El petróleo sigue teniendo una importancia fundamental en los planes imperiales más aun cuando consideramos que las proyecciones indican que las reservas de los países no OPEP durarán al ritmo actual unos 20,7 150O
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Pero también son tiempos de esperanzas y sueños, la Reconquista Imperial puesta en marcha amenaza a nuestros pueblos y requiere de todos nuestros esfuerzos para enfrentarla. Ya nuestros Libertadores lograron hacer frente y derrotar a la Reconquista Española, hoy nos toca el turno a nosotros con la Reconquista Norteamericana. La unidad de nuestros pueblos y de nuestras luchas es más urgente que nunca, serán años de combate, de duro combate, para darle el golpe definitivo al Imperialismo Yanqui y conquistar nuestra Segunda y definitiva Independencia. 10 5 O
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Ahora bien, debemos ser autocríticos y reconocer que la “alternativa progresista” ha perdido su vitalidad y empuje, la partida del Comandante Chávez ha afectado profundamente y la direccionalidad parece perderse, el distanciamiento entre el movimiento social y los gobiernos ha provocado serias tensiones que son necesarias de reconocer, enfrentar y superar; no todo es culpa del enemigo, este, por definición, tiene como tarea y responsabilidad el utilizar todos los medios a su alcance para combatirnos, no podemos victimizarnos ni esperar otra cosa de él.
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Este cuadro nos muestra que vivimos en tiempos de cambios y de peligros, la guerra entre potencias no es descartable. No hay que caer en un determinismo histórico, pero la transición que determinó el paso de la hegemonía de China a Inglaterra en el siglo XIX y la supremacía mundial del Estados Unidos sobre Alemania en el Siglo XX tuvieron como elementos determinantes las guerras: las dos Guerras del Opio, en el primer caso, y las dos Guerras Mundiales (que puede verse como una Guerra Mundial con dos episodios), en el segundo.
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Pero la militarización es una de las facetas de la Reconquista, la agresión a nuestro continente no sólo vendrá del uso abierto de la fuerza militar. Los intentos desestabilizadores en Venezuela, Ecuador, Argentina, Brasil, son muestra de aquello; de estos intentos de “Golpes Suaves”, de “Revoluciones de Color”, algunos se mantienen con poca fuerza, otros pueden resurgir y otros pueden sembrarse (Cuba, por ejemplo, pensémoslo). Ahí está la CIA, el Departamento de Estado, sus ONGs, sus mercenarios, sus fuerzas de tarea, conspirando. Viejas y nuevas modalidades del Golpes de Estado tampoco son descartables y es que, ante la carencia de una alternativa para Latinoamérica, la alternativa para ser el caos, la desestabilización permanente, la imposición de Estados caotizados controlados por “democracias blindadas” (Centroamérica, Perú) o
años, mientras que las de los países OPEP unos 201 años y las de Venezuela 272,5 años (sin considerar nuevos descubrimientos). Si bien Estados Unidos se ha vuelto autosuficiente en gas y algunos apuestan a que próximamente lo logre en materia de petróleo gracias a las fuentes no convencionales, la explotación de esquisto no será eterna, los daños medioambientales y el déficit hídrico provocado por el fracking ya se sienten en el suelo norteamericano, la guerra de precios está golpeando duramente a este sector (la empresa WBH Energy se ha declarado en quiebra), si a esto le sumamos los reveses en Medio Oriente y el posicionamiento ruso y chino sobre las reservas en Asia y África, tenemos un cuadro en donde las multinacionales se están quedando sin petróleo, por lo que se hace urgente una ofensiva sobre los países productores, en especial, sobre Venezuela. Además, las proyecciones indican serios problemas de abastecimiento de agua para las próximas décadas, Latinoamérica posee amplias reservas, al igual que minerales estratégicos, biodiversidad, yacimientos no convencionales, entre otros recursos ambicionados por el Imperio.
Hoy el Imperio Yanqui no tiene nada que proponer, sus referentes están por el piso: la Unión Europea en crisis; Estados Unidos en crisis y deslegitimado por las guerras, por su hipocresía, por su represión a los afroamericanos; los países de la Alianza del Pacifico sufren también serios problemas: Perú está pasando por la peor crisis institucional de su historia, el “ejemplar” modelo chileno ha dejado ver la tremenda corrupción de su clase política y su elite empresarial siendo profundamente cuestionado por la sociedad y acosado por movilizaciones estudiantiles y sindicales, México es reconocido por sus propios amos como un “Estado fallido” y la desaparición de los 43 estudiantes han develado su carácter criminal, qué decir del narco-Estado Colombiano vendido completamente a las multinacionales norteamericanas y de un Paraguay rematado al capital extranjero. ¿Cuál es la alternativa que propone el Imperio? Ninguna, simplemente la crisis y el caos, manteniendo desestabilizados a sus rivales e instalando regímenes autoritarios de nuevo cuño (“democracias blindadas”, o estados “narco-paramilitares”) para asegurar la estabilidad de la dominación imperialista.
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Mirado al sur, Paraguay ha anunciado la construcción de otra base militar para combatir al EPP, la que se suma a la base de Santa Rosa del Aguaray anunciada el 2014; en Perú ese mismo año comenzó la construcción de una base en Piura y a comienzos de año las autoridades anunciaron un aumento en los contingentes de tropas norteamericanas a más de 3000! (con un primer contingente de 58 soldados, un segundo de 67 y un tercer contingente de 3200). Por cierto, Estados Unidos no está solo en este proceso, bases inglesas (Belice) y francesas (Guyana Francesa, Guadalupe, Martinica) aún persisten en Nuestramérica; recordemos las Malvinas arrebatadas y los anuncios de invertir 180 millones de libras en material militar e infraestructura en las islas.
Estados narco-paramilitares en donde las multinacionales norteamericanas saquean impunemente los recursos naturales aliados con las clases dominantes locales, mientras los grupos armados delictivos vinculados al narcotráfico pasen a ejercer labores de control social masacrando (México, Colombia).
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Puerto Rico también está pasando por una grave situación económica y social y la militarización se hace sentir. Este es un factor que explica la realización de la “Operación Respuesta Borinqueña” pero CANADA también la amenaza sobre Venezuela. Solo días después de dictado el Decreto de Obama se anunciaron las maniobras militares. La inteligencia del Ejército Popular Boricua-Macheteros ha denunciado que la RUSIA 50
Operación (en donde participaron más de mil efectivos norteamericanos, supervisada por 7 generales incluidos los jefes de los Comandos Sur y Norte) había sido coordinada en una reunión secreta en República Dominicana con funcionarios locales, de Estados Unidos, Puerto Rico y opositores venezolanos, en donde se dijo que la Operación se enmarcaba en torno a la necesidad de prepararse para lo que pudiese ocurrir en Venezuela. Algo grave, considerando que las maniobras contemplaron un simulacro la paralización de la isla y el secuestro de un alto funcionario.
Los peligros del proceso de paz
La “paz negativa” pretende identificar la noción con no-guerra, ausencia de conflicto o silencio de las armas. Es una “paz” que no afecta los privilegios de los poderosos y permite el incremento de los negocios. Caracteriza la “paz” como ausencia de guerra, pero no a la inversa. La “paz positiva” se diferencia de la anterior en aspectos nodales. Concibe la justicia social y la eliminación de todas las formas de injusticias como condición ineludible de la paz. La mayor impunidad es dejar intactas las causas que han generado la guerra. Para esta perspectiva la ausencia de conflictos violentos puede ser compatible con distintas y graves situaciones de injusticia. el amanecer. Si el mundo estuviera acabado, “nuestra soledad sería insuperable”. La segunda, que exista memoria de todo lo acaecido, que sea un futuro que pueda siempre rememorar las promesas pretéritas incumplidas. La tercera, que exista una inmensa conciencia racional de los peligros. Que la esperanza no sea tan abstracta como para ocultar o evadir los peligros. Tenemos la posibilidad, pero siempre la tenemos en estado de peligro. Paz: El máximo peligro
Por: Sergio De Zubiría Samper1
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omprender el estado actual de las negociaciones en La Habana, entre el gobierno y las FARC-EP, es un desafío complejo. Más de dos años de diálogos, con acuerdos parciales y diversas salvedades, producen esperanza, pero también incertidumbre. Es conveniente reiterar que ningún proceso social es inexorable e irreversible, porque la historia no es un hecho determinista o mecanicista, sino relaciones entre seres humanos que están condicionados por ciertas circunstancias, pero ellos también transforman dichas circunstancias. La historia es también el espacio y el tiempo de lo abierto, lo insólito y lo distinto. Para enfrentar este reto es conveniente rememorar algunos aforismos del filósofo del pensamiento utópico,
Ernst Bloch: “cuando se acerca la redención, crece el peligro”, “la razón no puede florecer sin esperanza, la esperanza no puede hablar sin la razón”, “la esperanza es enemiga de la guerra, pero no de la lucha; no deseo la paz a ultranza, sino por mediación de la resistencia, la acción; la esperanza primero es docta y luego activa”. Para este filósofo alemán, en el futuro está abierta la posibilidad de una sociedad con democracia real, que superada de forma radical la enajenación, se abra ese lugar en el cual nunca hemos podido aún habitar, la patria justa que nos han prometido desde nuestra infancia. El mañana vive siempre en el hoy bajo el cumplimiento de tres condiciones, para el filósofo de la utopía. La primera, que nunca esa actualidad deje de preguntarse por 1- Profesor Asociado del Departamento de Filosofía de la Universidad de los Andes. Integrante de la Comisión Histórica del Conflicto y sus Víctimas.
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Por distintos caminos, la noción y los imaginarios de paz, en Colombia, se convierten en peligros. Tal vez, la mayor amenaza se encuentra en aquellos senderos que se muestran imperceptibles e inofensivos. El primer peligro crece en la idea o noción de “paz”, que en la filosofía occidental proviene posiblemente desde Heráclito; con Kant, se ha denominado la distinción entre “paz negativa” y “paz positiva”. En términos kantianos, es distinguir un simple aplazamiento de las enemistades de una verdadera “paz perpetua”. Para el filósofo alemán, existen condiciones de posibilidad para la paz, tales como: “que una guerra a muerte que aniquile ambas partes y anule todo derecho no podrá terminar nunca en paz perpetua, a no ser la del cementerio de todo el género humano. Tal guerra, y, por consiguiente, también los medios que a ella conducen, deben, pues, estar rigurosamente prohibidos”2; no deben considerarse tratados de paz aquellos que se hayan firmado con la secreta reserva de posibilitar una futura guerra; los ejércitos permanentes deben desaparecer por completo; ningún Estado debe entrometerse por la fuerza en la constitución y el gobierno de otros estados; toda forma de gobierno que no sea representativa es una deformación; entre otras.
El segundo peligro, heredero de nuestra institucionalidad cultural, es la identificación del ministerio de la cultura como el ministerio de la paz, en la década del noventa del siglo XX. En nuestro país se han planteado premisas problemáticas o falsas para relacionar paz, violencia y cultura. A través de artificios como “cultura es paz”, “violencia es no-cultura”, “todo conflicto es violencia”, “el ministerio de la paz”, “cultura de la violencia”, etc., se ha generado un dispositivo ideológico para ocultar las complejas relaciones entre violencia, paz y cultura en el contexto colombiano. Un discurso ideológico que ha banalizado al mismo tiempo la paz y la cultura. Se intenta ocultar y olvidar la persistente relación entre cultura y violencia en la historia de nuestro país y a nivel de la cultura occidental. El conflicto es el estado permanente y continuo de toda cultura vital. Los peligros inmanentes de la negociación A medida que se desarrolla la negociación emergen otros peligros inherentes a la negociación misma. Podemos denominarlos la red de peligros inmanentes. También se incrementan cuando se acerca esa redención; son mayores cuando se anuncia la posible terminación del conflicto armado interno. Algunos pueden ser visibles, pero también existen otros imperceptibles. Necesitamos ubicar esos peligros y desenmascararlos.
2- Kant, I. La Paz Perpetua. Madrid: Editorial Aguilar, 1967. p. 46.
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El tercer peligro, que pertenece a los que se podrían considerar peligros inmanentes y amenaza como un fantasma, es haber pactado que nada está acordado hasta que todo esté acordado. En cualquier instante todo lo logrado en consensos implícitos y acuerdos explícitos puede ser arrojado por la borda; convertido en cenizas. Hasta un día antes de una posible firma existe la amenaza de desacuerdos que destruyan todo lo negociado; todo puede echarse a perder en unos minutos. Nada ni nadie puede garantizar la terminación del largo conflicto que nos desangra. El cuarto riesgo es negociar en medio de la intensidad del conflicto, en medio de las víctimas,
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los atentados y la guerra. No detener, contener o desescalar el conflicto se constituye en una grave amenaza. Las lógicas militares terminan dictaminando lo que sucede en la mesa de negociaciones y la llamada “opinión pública”, gira como un péndulo, al vaivén de las noticias judiciales y rostros de la muerte en los diarios o noticieros. La propaganda termina imponiendo su dictadura. La quinta amenaza es la apuesta por un cese unilateral de fuegos y hostilidades. Un gesto generoso de carácter unilateral puede convertirse en riesgo para el proceso. En una negociación las decisiones unilaterales pueden tener efectos no previsibles. Por ello, el coordinador de la ONU en Colombia, Hochschild, en entrevista al diario El Espectador
(abril 21 de 2015), señala que la lección de los sucesos recientes del Cauca, es: “la debilidad de las medidas unilaterales. Se necesita acordar medidas conjuntas de desescalamiento, donde haya una clara y muy bien definida responsabilidad de cada parte y algún mecanismo conjunto de monitoreo”. El sexto peligro, de dolorosa tradición en la historia de Colombia, es el recurso reiterado en medio de negociaciones de paz, a los asesinatos, las masacres y los magnicidios. Basta recordar que la Oración por la Paz de Jorge Eliecer Gaitán, el 7 de febrero de 1948, antecedió por unos días su horrendo asesinato, ese trágico 9 de abril. En la historia del conflicto colombiano los enemigos de la paz no vacilan, con tal de evitar perder sus privilegios particulares.
La redención en Colombia pasa por la necesidad de construir una paz digna y justa. La paz no se inicia el día de la firma de unos acuerdos, tampoco conlleva la supresión de los conflictos humanos, en palabras otra vez de Bloch, “no deseo la paz a ultranza, sino por mediación de la resistencia, la acción”. Exige la modificación radical de los imaginarios dominantes de paz, la acción política, la tramitación democrática de los conflictos y la conciencia siempre vigilante de la multitud de los peligros.
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“He sabido que alzaste la mano contra tí mismo/adelantándote al carnicero/ Ocho años en el destierro, observando el auge del enemigo./ Al fin sobrepasando por donde no se pasa” Versos del poema Sobre el suicidio del fugitivo W.B (a Walter Benjamin). Bertolt Brecht.
Militarismo, Paz Subalterna y Pensamiento de Ruptura
Por: Miguel Ángel Herrera Zgaib1
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n el segundo volumen de la trilogía Imperio, Antonio Negri y Michael Hardt se esfuerzan por caracterizar en el espacio tiempo de la globalización capitalista lo que denominan “nuestro estado de guerra posmoderno”, para señalar primero, que se asemeja a las guerras premodernas. Sin embargo, la reflexión avanza para indicarnos que tales semejanzas “no son sino los primeros e incorrectos intentos de comprender lo nuevo”.2 El inventario del siglo XX señala que el mundo no ha conocido la paz verdadera, y en el recorrido se habla, prácticamente, de cuatro guerras mundiales, siendo el actual un estado de guerra civil imperial. Este tiempo tiene un intermedio que se extiende entre 1989 y 1991, que corresponde al fin de la guerra fría, con un antecedente más atrás, el Tratado de misiles antibalísticos (ABM) entre Estados Unidos y la Unión Soviética, del 26 de mayo de 1972. Así dejaron de ser viables y deseables las guerras de alta intensidad, y con una destrucción que multiplicaría lo hecho sobre Hiroshima y Nagasaki impunemente.
A partir de entonces se desarrollaron en el bipolarismo mundial las que Hardt y Negri llaman también acciones policiales de alta intensidad que marcan las intervenciones estadounidenses en América Latina, y de la Unión Soviética en Afganistán. Dichas acciones policiales y las llamadas guerras de baja intensidad tienen semejanzas, y son de común recibo entre los analistas del militarismo en los tiempos de la doctrina de la seguridad nacional, que hizo tristemente famosa a la escuela estratégico militar de los generales brasileños. De la seguridad nacional a la seguridad Hemisférica Es el general Golbery do Couto e Silva (1911-1987), quien estudió, luego de graduarse en el Brasil, en la War School of Fort Leavenworth, los postulados de la seguridad nacional estadounidense en un orden bipolar en el que rivalizaban socialismo y capitalismo. Antes él participó en la fuerza expedicionaria brasileña que combatió con los aliados en Europa al final de la II Guerra Mundial. En 1952, Golbery se convirtió en una de las figuras intelectuales de la nueva Escuela Superior de
1- Profesor asociado, exdirector Depto de Ciencia Política, Unijus, Universidad Nacional de Colombia. Catedrático de la Maestría Estudios Políticos, U. Javeriana. Ex rector U. Libre de Colombia. Docente de la ENAH, México, Teoría de la Historia, 1987-1989. Director Grupo Presidencialismo y Participación, Unijus/Colciencias. Doctorante Estudios Políticos Ciencia Política/IEPRI. Estudios Doctorales Ciencia Política, Graduate School/CUNY. Email: maherreraz@ unal.edu.co. Autor: La participación y representación política en Occidente. U.Javeriana (2000), Antonio Gramsci y la crisis de hegemonía. La refundación de la Ciencia Política . Universidad Nacional (2013). 2- HARDT, Michael, NEGRI, Antonio (2004). Multitud. Guerra y Democracia en la era del Imperio. Debate. Random House Mondadori, S.A. Argentina, p. 61.
Guerra, desde donde él difundió la doctrina aprendida de la seguridad nacional, al servicio de una potencia subimperialista. Este recorrido que corresponde a la coyuntura de la guerra fría, y el papel estratégico que América Latina tiene como retaguardia de los Estados Unidos, se afianza aún más, a raíz del triunfo de la revolución cubana en 1958/59, que tiene repercusiones en el mismo Brasil. Aquí triunfó el gobierno del populista Joao Goulart, y para contrarrestar este influjo subversivo, los generales Humberto de Alencar Castelo Branco y Golbery do Couto crean el IPES, que fue la institución que preparó, en buena medida, el movimiento que derrocó a Goulart en 1964. La consolidación geopolítica del pensamiento contrainsurgente de la escuela brasileña se muestra en la obra Geopolítica del Brasil, publicada en 1966, que se convierte en punto de referencia para un buen número de militares en toda América Latina. El nuevo militarismo de posguerra se complementa con la enseñanza de técnicas contra-insurgentes a policías y militares en la Escuela de las Américas, en Panamá.
dio camino entre el momento de la desvinculación del dólar estadounidense con respecto al patrón oro en 1971 y la primera crisis del petróleo en 1973.” Michael Hardt, Antonio Negri, en Multitud, p. 63. Colombia, su gobierno, se enmarca en materia de doctrina político-militar en el giro geopolítico que implementa la denominada Doctrina de la Seguridad Hemisférica, que la investigadora argentina, Ana Juanche, del SERPAJ,2 definirá como la “defensa militar contra el propio pueblo” de los países latinomericanos. Colombia extiende esta doctrina de seguridad y defensa al escenario urbano, cuando era presidente Julio César Turbay, y su ministro de defensa Luis Carlos Camacho Leyva, preparado igualmente en la nueva doctrina en los Estados Unidos.4 Él diseñó y puso en práctica, con apoyo de la CIA,
3- JUANCHE, Ana (2008). La remilitarización de América Latina, en Portada, miércoles 13 de agosto, Buenos Aires. Argentina. 4- Su tesis de grado como abogado de la Universidad Nacional se tituló 4- El delito militar en Colombia y en la ONU. Perfeccionó sus estudios en Derecho Internacional y Ciencia Política en la Universidad de Roma, y es conocido como el artífice del Estatuto de Seguridad y de su puesta en práctica. Él rehusó a reclamar paternidad sobre un estatuto que se convirtió en blanco de reproche y ataque por un sinnúmero de violaciones a los D.H.
Esa Escuela que funcionó entre 19461984, graduó a 60.000 militares y policías de 23 países, que recibieron apoyo y asesoría posterior de la CIA, al regreso a sus lugares de origen. Este proyecto respondía al involucramiento de los ejércitos de los países en hacer o prevenir la guerra de los subalternos. Tal y como lo propagó e impuso la llamada Doctrina Nixon/Kissinger, después de experimentar la derrota estadounidense en Vietnam. Un militarismo de nuevo tipo: la guerra del biopoder “El cambio de forma y finalidad de la guerra a comienzos del decenio de 1970 coincidió con un periodo de grandes transformaciones de la economía global. No es casual que el tratado AMB se firmase a me-
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el “Estatuto de Seguridad. Entonces adquiere patente de corso y visibilidad el llamado terrorismo de estado durante los años 1978-1982. Este militarismo de nuevo tipo se “especializa” en la represión de un nuevo ciclo de luchas sociales y políticas, que empezaron con las movilizaciones campesinas y estudiantiles durante los años 70, pero que ahora se trasladan a las urbes, y tienen una gran prueba en el paro cívico nacional de septiembre de 1977. Al año siguiente, y con ocasión del protagonismo y espectacularidad de las acciones desplegadas por la guerrilla urbana/rural del M19, la tortura, las desapariciones, las intimidaciones a la oposición de izquierda y democrática se multiplican, y concentran su atención en las grandes ciudades, siendo Bogotá, el objetivo principal, donde se produjo el robo de las armas del ejército, sustraídas mediante un subterráneo del Cantón Norte. Después se hacen tristemente célebres las torturas de la Escuela de Caballería contigua a dichas instalaciones. Ese proceso tiene un cierre bestial con la masacre del Palacio de Justicia, de noviembre de 1985, donde el M19 es golpeado militar y políticamente por una acción militar de arrasamiento de las cortes, en pleno centro de la ciudad capital. Entre los años 70 y 80, Colombia experimenta también un desmantelamiento rápido del raquítico estado de bienestar nacional, cuando en el mundo capitalista desarrollado se viene dando, igualmente, “el desplazamiento de la hegemonía de la producción económica, de la fábrica a otros sectores más sociales e inmateriales”.5 Está en camino la imposición de un nuevo régimen de acumulación, y una nueva forma de sociedad. Es el tiempo de la llamada revolución tecnológica e informativa, que Ernst Mandel trata de aprehender en su libro el Capitalismo Tardío. Esta revolución pasiva capitalista, para emplear una noción utilizada por Gramsci desde los años 30, pone en operación “las tecnologías de las comunicaciones y el control de la información, junto con las tecnologías industriales convencionales…” para servir a la guerra posmoderna del biopoder. Ella se corresponde con la hegemonía de la producción posfordista al comando de la globalización capitalista que adquiere expresión ideológica en la justificación construida por la doctrina neoliberal que combate la
participación democrática que llevó al traste el control capitalista del trabajo, sin lograr un triunfo revolucionario en Francia, primero, y en Italia, después, donde la autonomía obrera fue derrotada con la impronta del terrorismo de estado. En ese contexto toma cuerpo el giro bélico del militarismo que nutre y anima la guerra posmoderna, que Hardt y Negri refieren en términos de “la movilidad, y la flexibilidad, integra la inteligencia, la información y el trabajo inmaterial, y eleva el poder a nuevos confines al extender la militarización hasta el espacio exterior, por toda la superficie de la tierra y en las profundidades de los océanos”.6 Esta cuarta guerra en el orden del capital ya no puede etiquetarse en la fórmula que hizo célebre el general Dwight Eisenhower, quien denunciaba el “complejo militar-industrial”, donde confluyeron intereses de grandes compañías industriales, y el aparato estatal, militar y policial en la denominada fase de desarrollo capitalista imperialista, a partir de los años 60. Contra este “sujeto” se libraban las luchas de los movimientos de resistencia y de liberación, bajo la impronta de lo que Hardt y Negri denominan una hipersimplificación populista. Pero, lo que resulta más relevante, la política y la guerra consideradas no pueden reducirse a destruir al enemigo sino construir también una forma viable de nueva autoridad. Esta guerra posmoderna tiene el imperativo de crear vida, porque “Es necesario que tengamos en cuenta hasta qué punto el biopoder y la guerra están estrechamente vinculados en la realidad...”.7 Militarismo y Paz Subalterna en Colombia “A lo que parece, solamente la filosofía de la praxis ha hecho dar un paso adelante al pensamiento, sobre la base de la filosofía clásica alemana, evitando toda tendencia hacia el solipsismo, historizando el pensamiento en cuanto lo considera concepción del mundo, como “buen sentido” difundido en el mayor número (y tal difusión no sería desde ningún punto de vista pensable sin la racionalidad o historicidad), y difundido hasta convertirse en norma de conducta.” Antonio Gramsci (1986), El materialismo histórico y la filosofía de B. Croce. Cuadernos de la cárcel 3, edit Juan Pablos, p. 31.
5- HARDT & NEGRI (2004), Op. cit., p. 64. 6- HARDT & NEGRI, op. cit., 64. 7- Op. cit., p. 65
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Con la reflexión inmediatamente anterior, propicio enseguida una ruptura con los modos más convencionales y conocidos para explicar y comprender la coyuntura de guerra y paz en Colombia. Al hacerlo, interpelo a los discursos que provienen de diferentes fuentes, incluido lo escrito por los doce especialistas colombianos en fecha reciente; así como las interpretaciones que manejan las vocerías de los dos campos que antagonizan en las mesas de La Habana. Al cerrarse otro ciclo de deliberaciones entre el Gobierno y las Farc-ep, la cuestión de la guerra y la paz está más candente, cuando la fórmula de solución parece más cercana. Sin embargo, la problemática de las víctimas inmediatas de la guerra parece obscurecerlo todo. Se instrumentalizan los dramas de combatientes individuales y colectivos a través de la guerra mediática contra la insurgencia subalterna, de las Farc-ep, primero; y recientemente contra el Eln, que aún no concerta la agenda de negociación con el gobierno de Juan Manuel Santos. Pero, en suma, las bestialidades comprometen a los dos lados a lo largo de 50 años. Esta ruptura en lo conceptual surge de la combinatoria funcional, acotada por los nuevos hechos globales y locales de la era del imperio, para la que hago concurrir reflexiones de Antonio Gramsci, Antonio Negri/Michael Hardt, Michel
una nueva forma política, el Estado integral, ampliado que dejó a un lado al estado gendarme nocturno, en dos grandes naciones, Rusia Soviética y Estados Unidos de América. Este, pues, era un nuevo tiempo bélico.
Foucault, Walter Benjamin, y, cuando se requiera, algunos insights de estudiosos colombianos. El pensamiento de ruptura, que no crítico, responde al desafío marxiano plasmado en las Tesis sobre Feuerbach, sobre la pertinencia del materialismo práctico que critica el enfoque mecanicista, contemplativo. Es en suma, lo que Gramsci define como Filosofía de la Praxis al tratar el asunto de la paz subalterna que con la democracia de multitudes hace frente al nuevo militarismo. Este pensamiento permite otra lectura y otra salida a la situación de guerra, su núcleo fundamental, en una crisis orgánica de larga duración. Para una época estratégica que de acuerdo con Gramsci dejó atrás la guerra de movimientos, dándole paso a una guerra de posiciones política. Esto ocurrió en Europa occidental, en Italia, después de la primera posguerra del siglo XX, cuando de modo paralelo y simultáneo se expande el régimen de acumulación fordista y el americanismo en una primera oleada que desembocará en el crack de 1929. Antonio Gramsci conoció directamente en su quehacer político de Turín, el cambio de época, y puso con la fracción comunista de los socialistas en práctica el hacer revolucionario de los Consejos Obreros. Luego como dirigente máximo del comunismo participó de las deliberaciones en la Tercera Internacional, para confrontar el nacimiento del fascismo y el nazismo. Siendo diputado en Roma sufre arresto y la condena a prisión por el régimen fascista, para salir y morir a los pocos meses. Escribió sus notas de la cárcel, los Cuadernos entre 1929-1935, que lo hicieron mundialmente famoso post mortem. De aquellas notas me valgo aquí ahora al pensar la situación del militarismo y la paz desde una perspectiva subalterna. Antonio Gramsci anticipa lo escrito por Michel Foucault muchos años después, cuando este invierte la ecuación clausewitziana, que postulaba que la guerra es la continuación de la política por otros medios. Era esta la lección teórico-práctica derivada de las guerras napoleónicas, donde los ejércitos zaristas y los absolutismos coaligados lograron vencer a la máquina de guerra más poderosa del siglo XIX.
La fórmula de Clausewitz se invierte. Ahora es la política la continuación de la guerra por otros medios. Pero, en este caso, lo que se libra es una guerra de posiciones cuyo centro es la disputa democrática. En los Cuadernos de la cárcel, Gramsci concluía, para explicar el triunfo de la revolución en Rusia, que Oriente era diferente de Occidente comparando sus sociedades civiles, para decir que: La política como continuación de la guerra “En la lucha política es preciso no imitar los métodos de lucha de las clases dominantes, para no caer en fáciles emboscadas…Una organización estatal debilitada es como un ejército que ha perdido todo su vigor; entran en el campo los “arditi”, o sea, las organizaciones armadas privadas que tienen dos objetivos: hacer uso de la ilegalidad, mientras el estado parece permanecer por la legalidad, como medio de reorganizar al mismo estado…La táctica de los “arditi” no puede tener, por lo tanto, la misma importancia para una clase que para otra.” Antonio Gramsci, Lucha política y guerra militar, p. 335. La fórmula de la guerra como la continuación de la relación política se ensayó a todo lo largo del siglo XIX, y tuvo su prueba de máxima crueldad en la primera guerra mundial, que es conocida también como la guerra de las trincheras. Fue una contienda en la que se consumieron millones de vidas y pertrechos. A la vez, en estos teatros de guerra se probó la fortaleza de la moderna sociedad burguesa, la que apoyó desde Norteamérica el esfuerzo de la guerra continental, con la presencia de los Estados Unidos, que transformó la industria civil en términos de fordismo bélico, e incorporó a millones de mujeres a la producción mientras los hombres morían en los campos de batalla. Hasta conseguir doblarle el brazo de hierro a Alemania, y al Imperio Otomano, entre otros perdedores. Bajo estas nuevas premisas se libró después la II Guerra Mundial. En ella se probó el surgimiento de
“En Oriente el estado era todo, la sociedad civil era primitiva y gelatinosa; en Occidente, entre estado y sociedad civil existía una justa relación y bajo el temblor del estado se evidenciaba una robusta estructura de la sociedad civil. El estado sólo era una trinchera avanzada, detrás de la cual existía una robusta cadena de fortalezas y casamatas; en mayor o menor medida de un estado a otro, se entiende, pero esto precisamente exigía un reconocimiento de carácter nacional”.8 Esta reflexión hace parte de una nota que se titula “Guerra de posición y guerra de maniobra o frontal”. Es esta en lo fundamental una toma de posición durante los años 1930-1932, cuando hay un tremendo y devastador debate entre Stalin y Trotsky. Ella comienza así: “Es necesario ver si la famosa teoría de Bronstein sobre la permanencia del movimiento (la guerra de movimientos, anotación mía) no es el reflejo político de la teoría de la guerra de maniobra (recordar la observación del general de cosacos Krasnov), en última instancia, el reflejo de las condiciones generales económico-cultural-sociales de un país donde los cuadros de la vida nacional son embrionarios y desligados, y no pueden transformarse en “trinchera o fortaleza.”9 Después de lo dicho, Gramsci juzga la propuesta político-militar de Trotsky, “Bronstein que aparece como un “occidentalista” era en cambio un cosmopolita, es decir superficialmente nacional y superficialmente occidentalista, o europeo. Ilich, en cambio, era profundamente nacional, y profundamente europeo”.10 8- GRAMSCI, Antonio (1981), Escritos políticos (1917-1935. Cuadernos de Pasado y Presente 54. Editorial Siglo XXI, Mëxico, p. 340. 9- Op. cit., p. 339. 10- Ídem.
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el fin estratégico sea alcanzado sólo potencialmente; o sea basta con que no exista duda de que un ejército no puede combatir más y que el ejército victorioso “puede” ocupar el territorio enemigo”.12 Esto es lo que se intentó sin éxito desde el punto de vista estratégico, después el fracaso de las negociaciones de paz en San Vicente del Caguán, cuando el gobierno, sus fuerzas militares abren el teatro de la guerra al tiempo que reforman su ejército con el apoyo directo del gobierno estadounidense. Es lo que empieza con el fin de la administración Pastrana y su mindefensa Rodrigo Lloreda, el candidato presidencial conservador, quien al poco tiempo muere de cáncer. De aquí parte la nueva fórmula estratégica, la guerra de posiciones, donde la insurgencia subalterna, durante algo más de 14 años, viene combinando tres formas de guerra: de movimiento, de posición y subterránea. Hasta que el secretariado de las Farc-ep, bajo la conducción de Alfonso Cano da preponderancia a la guerra de posición frente a las otras dos. Disputa hegemónica entre insurgentes subalternos y el bloque dominante Las Farc-ep reconocen por fin la centralidad de la disputa con el bloque dominante por la hegemonía en la sociedad civil, la que alberga en sus “organismos civiles” la gran mayoría de la población civil, es decir algo más del 75 por ciento de los habitantes de Colombia.
Para concluir lo siguiente, “Me parece que Ilich había comprendido que era necesario pasar de la guerra de maniobra, aplicada victoriosamente en Oriente en 1917, a la guerra de posición que era la única posible en Occidente donde, como observa Krasnov, en breve lapso los ejércitos podían acumular interminables cantidades de municiones, donde los cuadros sociales eran de por sí capaces de transformarse en trincheras muy provistas. Y me parece que este es el significado de la fórmula del “frente único”, que corresponde a la concepción de un solo frente de la Entente bajo el comando único de Foch”.11 Bajo estas premisas de teoría de la guerra, hay otro apartado de los Cuadernos, “Lucha política y guerra
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militar, escrito entre 1932-1934, se precisa el punto del cambio de época y de estrategia en la lucha anticapitalista propia de las revoluciones proletarias en la primera mitad del siglo XX, que es el antecedente de una nueva, posterior “revolución militar” impuesta por el orden imperial a las luchas preventivas contra la democracia en el planeta. Volviendo con Gramsci, comienza tratando el tema de la paz: “En la guerra militar, logrado el fin estratégico de la destrucción del ejército enemigo y de la ocupación de su territorio, se da la paz. Es preciso señalar, por otro lado, que para que concluya la guerra basta con que 11- Ídem.
En el marco global, desde 1989, se ha reconocido en materia militar “la evolución de Las tecnologías de la producción económica y las de la destrucción militar…los propios organismos militares, y especialmente los de Estados Unidos, aportan otra perspectiva –parcial y distorsionada, pero no menos importante- respecto de la manera en que entienden los cambios del nuevo estado y de las formas de hacer la guerra”.13 Hay una revolución en los asuntos militares, “RMA,” una transformación en la concepción de la defensa en la estrategia militar de los Estados Unidos, y esta va a empezar a implementarse en Colom-
bia veinte años después de manera continuada. Desde ahora, “las unidades de batalla han de ser pequeñas, combinando fuerzas de tierra, mar y aire, y han de estar preparadas para distintos tipos de misiones, desde búsquedas, rescates y operaciones de ayuda humanitaria hst el combate activo a pequeña y mediana escala”. 14 Pero, hay algo más, que cambió el rumbo de la guerra contra-insurgente y el militarismo como fórmula política en Colombia, en correspondencia con la RMA, porque ésta, “utiliza al máximo las nuevas tecnologías de la información y la comunicación…una nueva fórmula ya normalizada, que incluye la explotación de la superioridad aérea casi exclusiva de que disponen, el empleo auxiliar de las fuerzas navales y los misiles teledirigidos, la integración de todas las fuerzas posibles de inteligencia…”. 15 La insurgencia subalterna de las Farc-ep, luego de un conjunto de campañas victoriosas durante el gobierno de Ernesto Samper, se dispone a avanzar en términos de una guerra de posiciones convencional, tal y como la caracterizaron en su momento los escritos de Alfredo Rangel, quien descreyó del empate de suma 0, del que hablaba su rival en materia de teoría militar, Eduardo Pizarro Leongómez, quien se apoyaba en lo acontecido en la guerra de El Salvador. Esta encrucijada teórica y práctica se resolvió en la batalla de Mitú, donde las Farc-Ep lanzaron una ofensiva sobre la capital del Vaupés, y la toma exitosa de la capital fue confrontada por las FF. AA con el uso estratégico de la aviación, y el rastreo electrónico facilitado por Estados Unidos desde la base de Manta; más la utilización de territorio brasileño para descargar fuerzas de infantería que se movieron a través de la frontera, engañando al presidente y a los altos mandos militares del Brasil. Esta operación fue el anticipo de lo que ocurriría después con el ataque a Angostura (Ecuador), que se hizo sin la autorización del gobierno ecuatoriano de Rafael Correa, quien procedió a cortar las relaciones diplomáticas con el gobierno de Álvaro Uribe. Pero, más allá de las incidencias diplomáticas, quedó claro, en materia de doctrina y acción militar, 12- Op. cit., p. 333. 13- HARDT & NEGRI, Multitud, pp: 65, 66. 14- Op. cit., p. 66. 15- Ídem.
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mesa fallida del gobierno de César Gaviria y su ministro de defensa civil, Rafael Pardo. Para lograr así, la pacificación de Colombia. Pero, al acudir a la parapolítica como medio de lucha, comprometió la legitimidad del orden existente, y no pudo responder con éxito al repliegue estratégico de las Farc-ep en sus territorios de defensa, donde el empleo de la inteligencia, la guerra aérea y los apoyos navales eran reducidos como para liquidar al ejército enemigo. Al agredir a sus vecinos, Venezuela y Ecuador, de signo político contrario, enajenó sus voluntades, y las fronteras se convirtieron en trincheras de los insurrectos hasta hoy. apoyándose en el Plan Colombia, la guerra señalaba que “las tropas del ejército de tierra les correspondía (de ahora en adelante) una función claramente subordinada en comparación con las fuerzas aéreas y navales, y aún más importante, con las tecnologías de la inteligencia y la información, capaces de guiar con eficacia las armas hasta cualquier blanco con escaso riesgo”.16 El arditismo y el régimen para-presidencial colombiano “El concepto de hegemonía es aquel en el cual se anudan las exigencias de carácter nacional, y se comprende bien que ciertas tendencias no hablen de ese concepto o se limiten a rozarlo…Por otra parte, no hay que olvidar nunca que el desarrollo histórico sigue las leyes de la necesidad mientras la iniciativa no pasa claramente de parte de las fuerzas que tienden a la construcción según plan de pacífica y solidaria división del trabajo.” Antonio Gramsci, Internacionalismo y política nacional, en Escritos Políticos (1917-1935), p. 341. La combinación del arditismo con los nuevos imperativos de la revolución militar posmoderna concurrieron en la guerra colombiana antes y después de 1999. Llegaron a su fin estratégico durante los dos gobiernos de Álvaro Uribe, 2002-20110, quien en ese periodo ininterrumpido legalizó y extrañó a la dirigencia de las AUC, enviando a sus cabecillas extraditados a Estados Unidos, de donde suponía vendrían “purificados” para hacer dirigentes políticos sin más. Igualmente, Uribe Vélez hizo de intelectual orgánico para la configuración del régimen para-presidencial de excepción con el cual aspiró a imponer la seguridad que llamó democrática sobre las insurgencias subalternas, en particular, en primer lugar, la más poderosa de todas las activas, las Farc-ep. Él calculó en sus inicios que la derrota militar se saldaría en cuestión de cuatro años, para dar un plazo de gracia a la pro-
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Sin embargo, el arditismo funcionó en Colombia, esto es, el paramilitarismo con inauditas dosis de brutalidad. Gramsci lo estudió para la primera guerra mundial y después en países políticamente no homogéneos y debilitados… que tenían como expresión un ejército nacional poco combativo y un Estado mayor burocratizado y fosilizado en la carrera”. 17 Lo anterior en parte ocurrió en Colombia, aunque fuera un paramilitarismo transformado a través de la asistencia militar estadounidense; la que brindó el presidente Clinton con el pretexto de combatir el narcotráfico, bajo el cobijo del Plan Colombia. La idea era convertir a este país en una cabeza de playa para la Iniciativa de las Américas con la apertura económica instituida en la Constitución de 1991.
Con estas dos vecindades ejemplares, Colombia hace el tránsito a un nuevo tiempo de búsqueda de la paz con la insurgencia subalterna, y el presidente Juan Manuel Santos trata de relanzar una tercera vía, ya trasnochada, para aclimatar la paz capitalista, con el mínimo de concesiones y reformas posibles. Para ello, toma distancia relativa del partido de la guerra, que encabeza Álvaro Uribe Vélez, con el apoyo de la fracción abiertamente reaccionaria del Ejército nacional, y las reservas sindicalizadas por Acore. Él acuerda en vida de Alfonso Cano, una agenda para la paz, en cuya preparación el propio Comandante de las Farc-ep es asesinado, cumpliendo órdenes del presidente de la actual negociación de paz. Este dispone de nuevo del neoliberal Humberto de la Calle, con el apoyo de Sergio Jaramillo. El primero fue el encargado de defender el diseño reformista de la Constitución de 1991, acompañado del joven constitucionalista Manuel Cepeda, alfiles ambos en la contención de un verdadero proceso constituyente que le quebrara las vértebras socio-económicas y político-militares al bloque dominante dos veces centenario. ¿Constituyente social o constituyente judicial?
“Los fenómenos orgánicos producen una crítica histórico-social que afecta a las grandes agrupaciones, más allá de las personas inmediatamente responsables y más allá del personal dirigente. Al estudiar un periodo histórico se presenta la gran importancia de esta distinción. Se tiene, por ejemplo, una crisis que a veces se prolonga durante decenios. Esa excepcional duración significa que se han revelado en la estructura contradicciones insanables (las cuales han llegado a madurar), y que las fuerzas políticas que actúan positivamente para la conservación y la defensa de la estructura misma se esfuerzan por sanarlas y superarlas dentro de ciertos límites.” Antonio Gramsci, Análisis de situaciones. Relaciones de fuerzas, en Escritos Políticos, pp: 343-344. Bajo las condiciones actuales, cuando se presiona la firma de una paz con las Farc-Ep para octubre de este año, y por todas las formas a su alcance, el gobierno nacional quiere subir al mismo carro de la paz al Eln y al Epl disidente, ha quedado claro que la denominada reforma política, el Plan de Desarrollo aprobado para los próximos cuatro años, tienden a reforzar la idea que esta paz será impuesta, y que los acuerdos de La Habana quedarán reducidos a su mínima expresión.
Pero, los tiempos habían cambiado, y el derrumbe del neoliberalismo le daba paso a los experimentos del Socialismo del Siglo XXI, con variaciones geoestratégicas inocultables, que tuvieron su punto de apoyo en la Venezuela del proyecto bolivariano de Hugo Chávez, después que sobrevivió al golpe de estado. Apoyado por las multitudes caraqueñas, y la fracción nacionalista mayoritaria del ejército. De otra parte, en Ecuador se ensayó también la revolución ciudadana, que coloca al comando del bloque de poder, a la dirección urbana para la reforma económica y política del capitalismo; luego de los fracasos sucesivos de las poderosas minorías indígenas, aptas para tumbar gobierno, pero no para hacerse al gobierno y conducirlo en una alianza que las hiciera gobernantes, en lugar de poner a otro, como ocurrió con el desastre de Lucio Gutiérrez. 16- Op. cit., pp: 66-67.
17- GRAMSCI, A., op. cit., p. 336.
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Pretendiendo ahora, que las fuerzas guerrilleras queden literalmente descabezadas en materia política, porque tendrían que pagar penas de prisión su dirigencia, por una parte; de otra, se ha retirado de la agenda política de la paz el uso del mecanismo recortado del Referendo para refrendar los acuerdos de La Habana, una vez que se agote la agenda pendiente que terminará con el acto de la dejación de las armas. Sin embargo, ha emergido una situación inesperada, la rebeldía de un sector del bloque dominante, con peso en el poder judicial, que encabezado por el Fiscal General, Eduardo Montealegre, no acepta la pérdida de poderes frente a un super-ejecutivo; y que al mismo tiempo sospecha de los acuerdos del superministro Hernando Martínez, quien hace viable una paz dentro del bloque dominante, entre Álvaro Uribe y Juan Manuel Santos, para juntar a la centro derecha con la reacción antes de las elecciones de Octubre. A esta estrategia responde parte de las presidencias de las Cortes y la Fiscalía con una propuesta de Constituyente para reformar la justicia, con la cual, desde ya, el propio Fiscal hace tránsito a la configuración de un liderazgo político inminente que enfrente las aspiraciones de sucesión reaccionaria, en la persona del Procurador y Germán Vargas Lleras, de una parte, con continuadores del partido de la guerra; y el reformismo de centro liberal que se abra paso, potencial, con el liderazgo de Eduardo Montealegre y Simón Gaviria, que trata de vender la idea que el actual Plan de Desarrollo, en poco, más o menos, una revolución social por decreto, realizando la con-
fesada fantasía al revés del difunto Alfonso López Michelsen, gran burgués capitán de la última cooptación de los subalternos, con las banderas marchitas del MRL. De lado democrático, revolucionario, popular una estrategia posible para librar la guerra de posiciones democrática es la de una paz alternativa, que va más allá de los Acuerdos de La Habana. A esta paz la llamamos paz subalterna, y requiere para su implementación de una Constituyente social, que exige pluralidad y heterogeneidad en su comando y organización. Esta constituyente, por supuesto, involucra una lectura diferente del problema de la justicia colombiana, y el desmonte ideológico del proyecto constituyente de la Fiscalía, en lo que de reaccionario entraña, puesto que busca perpetrar el mando cupular de la justicia nacional. La conducción de esta guerra, en la que se invierte la lógica clausewitziana, donde la política es la continuación de la lucha de clases por otros medios, hasta lograr su solución, lo cual conducirá a resolver la crisis orgánica del capitalismo colombiano, que arranca de los años 1947/1948, a todas luces, hoy parece distante; alejada por rencillas grupales entre las direcciones legales y extraconstitucionales de los grupos y clases subalternas. De esto último han sido muestras ejemplar, elocuente las recientes acciones del movimiento magisterial de Fecode, y el paro de los trabajadores en la Universidad Nacional de Colombia, con los cuales era posible abrirle un campo efectivo a la paz subalterna. Pero no fue así.
Imperialismo en América Latina. Una mirada a la importancia estratégica de América Latina y Colombia. Por: Sergio Fabián Lizarazo Vega 1
Palabras iniciales
E
l presente artículo tiene como propósito central ubicar una serie de argumentos que justifican la importancia de la comprensión acerca de las características del imperialismo contemporáneo, sus intereses y desarrollos históricos de dominación en América Latina, particularmente en Colombia, de cara a la profundización de un proyecto común, en el que converjan distintos tipos de procesos de resistencia y emancipación de los pueblos latinoamericanos, encaminado a la construcción de la soberanía, la democracia, la justicia social y la paz en la región. ¿A qué tipo de imperialismo estamos asistiendo hoy en el mundo? En muchos contextos de la vida social contemporánea pareciera presenciarse un desprestigio y olvido del concepto de imperialismo. Usualmente éste es concebido como aquel discurso que otrora pululaba y que al día de hoy ha sido superado tras la caída del socialismo real y su proyecto político que se oponía de manera radical a la hegemonía capitalista transnacional. Sin embargo, es importante exponer que los intereses, dispositivos y proyectos imperiales han existido a lo largo de la historia y han tenido expresiones y manifestaciones en proyectos de dominación en la antigüedad, en la edad media y en los distintos momentos de la modernidad.
1- Trabajador Social de la Universidad Nacional de Colombia. Magíster en Educación y estudiante doctoral de Ciencia Política de la Universidad de Los Andes. Miembro del Colectivo “La Carreta. Investigación y Educación Popular” y de la “Escuela Pedro Nel Jiménez” del Movimiento Político y Social Marcha Patriótica.
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Sobre la base de lo mencionado, es posible argumentar que las características del imperialismo no pueden ser entendidas como una amalgama exclusiva de recetas utilizada por determinados actores a lo largo del tiempo. Por el contrario, es fundamental entender que “El imperialismo, su carácter, medios y fines, han ido cambiando según la época y el lugar. Históricamente, el imperialismo occidental ha ido adoptando distintas modalidades: tributaria, mercantil, industrial, financiera y, en el período contemporáneo, una forma única de construcción del imperio brutalmente militarista”(Petras, 2011, p. 24). Adicionalmente y teniendo en cuenta lo anterior, vale la pena hacer referencia a Vladimir Lenin, cuando en su texto “Imperialismo, fase superior del capitalismo” exponía sus principales características y la necesidad de articu-
lar las reflexiones sobre el imperialismo con los desarrollos propios del capitalismo: “El imperialismo es, por su esencia económica, el capitalismo monopolista. Esto determina ya el lugar histórico del imperialismo, pues el monopolio, que nace única y precisamente de la libre competencia, es el tránsito del capitalismo a una estructura económica y social más elevada”(p. 202). En este sentido para Lenin, como para muchos teóricos que han estudiado este fenómeno político, las características del imperialismo moderno están identificadas fundamentalmente con la puesta en marcha de un modelo económico como el capitalista, basado en la explotación del hombre por el hombre, en la inacabada expoliación de unos que usufructúan la riqueza generada por el trabajo de otros, despojándolos de su dignidad y relegándolos a una vida de pobreza.
Según el autor “Los monopolios, la oligarquía, la tendencia a la dominación en vez de la tendencia a la libertad, la explotación de un número cada vez mayor de naciones pequeñas o débiles por un puñado de naciones riquísimas o muy fuertes han originado los rasgos distintivos del imperialismo que obligan a calificarlo de capitalismo parasitario o en estado de descomposición. Cada día se manifiesta con más relieve, como una de las tendencias del imperialismo, la formación de “Estados rentistas”, de Estados usureros, cuya burguesía vive cada día más a costa de la exportación de capitales” (p. 203). A este espectro analítico habría que añadirle una reflexión que introduce el docente Luis Suárez Salazar en su texto “La Globalización: Una lectura desde los marxismos” (2006), al plantear que en la actualidad es imposible analizar de manera descontextualizada las características del capitalismo y, como consecuencia, del imperialismo contemporáneo. En este orden de ideas, el autor introduce cuatro elementos importantes a tener en cuenta en la idea de complejizar en entramado discursivo sobre el cual se está trabajando. Estas cuatro dimensiones, según el autor, diferencian de manera sustancial al capitalismo del siglo XIX y gran parte del siglo XX, del capitalismo con-
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temporáneo. Las dimensiones propuestas para tal análisis son: i) la dimensión transnacional del capital; ii) la desnacionalización y desterritorialización del capitalismo; iii) la revolución técnico científica contemporánea basada en la automatización y computación, y iv) la crisis ambiental como elemento crítico del panorama del siglo XXI. En este orden de ideas vale la pena decir que a la mitad de la segunda década del siglo XXI, se ha desarrollado y se ejecuta un proyecto imperial en el mundo, fundamentalmente protagonizado por los intereses de los Estados Unidos de Norteamérica y los dueños del capital transnacional que buscan poner fin a la profunda crisis del sistema de producción capitalista contemporáneo sobre la base de la dominación y explotación de distintos países y pueblos en diferentes regiones del mundo, dentro de las cuales se encuentra América Latina. De esta forma es claro que “El neoimperialismo de los Estados Unidos renueva la concepción romana de una dominación moral, fundada en la convicción de que el libre cambio, la universalización y la difusión de la civilización occidental son buenas para todo el mundo, pero también militar y mediática, ejercitada sobre pueblos considerados más o menos como inferiores” (Ramonet, 2003, párr. 8).
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Sobre la trascendencia estratégica de América Latina en los planes imperiales Después de haber planteado algunos elementos básicos sobre el concepto de imperialismo y de haber mencionado la relación directa entre los intereses de clase de los poderosos del mundo por perpetuar el sistema de producción capitalista a toda costa, es trascendental exponer las razones por las cuales América Latina es una prioridad en los intereses estratégicos del imperio contemporáneo para la superación de su profunda crisis. En este sentido cobra valor la reflexión histórica sobre los desarrollos de los imperios. A este respecto es importante anotar que el territorio latinoamericano a lo largo de los últimos 500 años ha tenido una preponderancia suprema en la geopolítica mundial. Desde el período de la conquista distintos reinos desplegaron todos sus esfuerzos por implantar en estas tierras su dominación. Inglaterra, España, Portugal e Italia se disputaron a toda costa el botín de recursos del cual disponía el territorio del Nuevo Mundo. Desde estos tiempos se han podido observar todo tipo de prácticas aberrantes a partir de las cuales distintos imperios han dispuesto de todos sus esfuerzos para usufructuar la riqueza natural, cultural y económica de América Latina. Es bajo esta perspectiva histórica que se ubica el presente análisis.
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Desde ningún punto de vista puede entenderse el proyecto imperial contemporáneo para América Latina si no se entiende el largo y taciturno legado de vejámenes que los ancestros de estas tierras han sufrido y en la actualidad seguimos presenciando. A propósito de esta idea vale la pena señalar aquella frase del libertador Simón Bolívar, gran defensor de la soberanía de los pueblos, en la que avizoraba los planes macabros de los Estaodunidenses para América Latina. Él, el 5 de agosto de 1829 decía que “Los Estados Unidos parecen destinados por la Providencia para plagar la América de miserias a nombre de la libertad”. Al respecto, el periodista y docente Dax Toscano Segovia, en su artículo “El imperialismo estaodunidense contra América Latina”, expone las características de dos doctrinas particulares a partir de las cuales Estados Unidos, a lo largo de su historia nacional, ha profesado y ejecutado su política imperial, a saber las doctrinas de “El destino manifiesto” y “ La contención del terror rojo”. El destino manifiesto es la doctrina mediante la cual los Estados Unidos de Norteamérica ,“Basados en el “designio divino”, se han creído con el derecho histórico de entrometerse en los asuntos de las naciones latinoamericanas, por medio de la agresión militar directa y el chantaje económico, contando para ello con la colaboración de
las oligarquías de los países de América Latina” (Toscano, s.f. p.2). Adicionalmente, es importante plantear, que un análisis expuesto sobre la segunda doctrina identifica que “La represión desatada en América Latina tuvo como una de sus causas el avance de las ideas socialistas y del pensamiento marxista, lo cual contribuyó a la organización revolucionaria de la clase trabajadora contra el poder de la naciente burguesía y contra el imperialismo de EE.UU.” (Toscano, s.f. p.10). Es así como es posible entender que “La ofensiva político – militar de EEUU a lo largo del mundo se manifiesta en múltiples contextos en América Latina y apunta, en esta región, a consolidar gobiernos lacayos en dependencia, a desestabilizar regímenes independientes, a presionar a la centro – izquierda para que se mueva hacia la derecha y a destruir o aislar a los florecientes movimientos populares, auténticos desafíos al imperio y sus Lacayos”. (Petras, 2003, p. 83). Con el ánimo de complementar lo planteado hasta el momento, vale la pena aludir a los argumentos expuestos por el docente e investigador Atilio Borón en su reciente libro “América Latina en la geopolítica del imperialismo” (2014), respecto a la trascendencia estratégica de América Latina en el proyecto imperial de Washington. Para él América Latina posee una serie de recursos naturales
como el petróleo, el agua, el gas, minerales estratégicos, la biodiversidad, entre otros, que convierten a la región en la prioridad de dominación del imperio. En este documento el docente argentino ilustra con ejemplos la historia de las políticas internacionales de EEUU, evidenciando el nivel prioritario que tiene este territorio en el periodo de decadencia en el cual se encuentra su proyecto de dominación transnacional. Más allá de ejemplificar con casos particulares en profundidad, con el fin de concluir el presente apartado, vale la pena mencionar que existen múltiples evidencias de los intereses de expansión y dominación del imperio en América Latina. Al respecto cabe ilustrar la fuerte militarización de la región, la existencia y desarrollo de la cuarta flota del comando sur, el intento repetido de desestabilizar, deslegitimar y acabar el proyecto bolivariano venezolano, el cambio de estrategia hacia una aparente política de diálogos y solución del conflicto de décadas con el estado cubano, entre otros. Los anteriores, son simplemente algunos fenómenos de la contemporaneidad El Estatuto de Seguridad Nacional del Gobierno Turbay Ayala (1978 – 1982) y sus implicaciones en la persecución y eliminación de miembros de partidos políticos y movimientos sociales legales en Colombia, es un claro ejemplo de este argumento.
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que permiten comprender la complejidad del fenómeno analizado y la necesaria profundización sobre el mismo de cara a la construcción de soberanía en los estados latinoamericanos. Una mirada panorámica a la historia de los proyectos imperiales en Colombia Como mirada panorámica, proponemos una reflexión sobre los reiterados procesos de dominación de Estados Unidos sobre el Estado colombiano. Esta relación ha sido ampliamente documentada por distintos académicos de las Ciencias Sociales, quienes han estudiado esta historia en la cual las élites nacionales se han doblegado a los intereses de Washington, ejecutando planes políticos, sociales y económicos ajustados a sus intereses. Para comprender este complejo panorama vale la pena apuntar a dos ejemplos. El primero de ellos, la Doctrina de Seguridad Nacional y sus implementaciones y el segundo, el Plan Colombia. Caracterizado por un panorama internacional teñido por las ya conocidas tensiones entre los bloques capitalista y socialista; por el auge de un espíritu revolucionario inspirado en la victoria del movimiento liderado por Fidel Castro en Cuba y la existencia de movimientos insurgentes a lo largo y ancho de la región, el contexto Latinoamericano vive, en las décadas del 70 y 80, el proceso de implementación de la Doctrina de Seguridad Nacional2 promovida por los intereses estadounidenses de combatir toda idea y práctica revolucionaria. Se crean políticas estatales de seguridad nacional , fundamentadas en la idea del “enemigo interno” que tiene como consecuencia la ampliación del espectro del enemigo político armado e ilegal del Estado, a los movimientos sociales y sus diversas expresiones legales y legítimas, generando así consecuencias atroces en términos humanos y en la devastación de la democracia del país. (Ahumada, 2007), (Atehortúa, 2011), (Centro de Investigación y Formación Popular, s.f.), (Centro Nacional de La Memoria Histórica, 2013), (Estrada, 2015), (Fajardo, 2015), (Fals, 1981), (Giraldo, 2015), (Jiménez, 2009), (Molano, 2015), (Ruiz, 2004), & (Vega, 2015). En Colombia, la Doctrina de Seguridad Nacional, ha sido una de las principales evidencias que ha permitido establecer vínculos entre el imperialismo norteamericano y el desarrollo mismo del conflicto social, político y armado que por más de cinco décadas ha sufrido el Estado colombiano. El otro ejemplo mediante el cual se pretende justificar el argumento que expresa la dependencia del Estado colombiano del Estado Norteamericano es el Plan Colombia. Como es ampliamente conocido el Plan Colombia
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se circunscribe a las lógicas imperiales norteamericanas para el caso latinoamericano. El diseño y ejecución del plan se justificó desde la idea de la lucha contra el narcotráfico. Sin embargo, sus dispositivos, estrategias y proyectos contrainsurgentes, generaron una profunda dependencia del gobierno colombiano, del estado norteamericano. Sin lugar a dudas, esta plan trajo consigo todo un proceso de pauperización de la vida social, política y económica del país, que benefició al gran capital transnacional y al proyecto del imperio, el cual cohonestó con la conformación de grupos paramilitares, ligados a las clases políticas nacionales e internacionales. Con los anteriores ejemplos es posible afirmar, siguiendo al docente Nelson Fajardo que “Es de fácil reconocimiento que el imperialismo concentrado en los Estados Unidos de américa hace todos los esfuerzos posibles por sostener una política hacia América Latina que le permita mantener y profundizar sus relaciones de dominación y subordinación. Desde luego que para ello, no escatima recursos, que incluyen la consolidación de alianzas con los sectores más atrasados y genuflexos de las oligarquías y los Estados de la región que no están dispuestos a perder sus privilegios y optan por articularse, sin ninguna vergüenza, a los mandatos de los sectores más retardatarios de la potencia mundial y su llamado al destino manifiesto. Desgraciadamente, el Estado colombiano y la oligarquía que representa hacen parte de este comportamiento político” (Fajardo, 2010, p. 313). Teniendo en cuenta los elementos anteriormente expuestos, es importante ubicar en el panorama de la política imperial de los Estados Unidos de Norteamérica caracterizada por la crisis económica de su modelo productivo y como consecuencia, de su declive del poderío económico e influencia en el mundo; su interés fundamental por dominar el escenario latinoamericano. Para tal fin, como ha sido develado, el imperio ha tenido como uno de sus principales aliados en la región a la oligarquía nacional colombiana, quien ha entregado los intereses de su Estado, a intereses foráneos de manera reiterada. En este sentido, el constante diseño de los planes de desarrollo gubernamentales y las derivadas políticas públicas se constituyen en una correa de transmisión de los proyectos de dominación económica, política, social y cultural del imperio a toda Latinoamérica. La Paz de Colombia: más allá de los intereses de dominación del imperio, un espacio para la soberanía de América Latina Después de haber desarrollado los apartados anteriores sobre la caracterización del fenómeno imperial contemporáneo en el mundo, sus expresiones y rasgos distintivos en América Latina, y después dar una mirada
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Lista de referencias
panorámica al caso colombiano, es trascendental plantear unas reflexiones finales en las cuales se pretenden identificar los principales elementos propositivos, enfocados en la necesaria construcción y edificación de la paz con justicia social en Colombia como elemento estratégico en la lucha por la superación de todo tipo de dominación imperial en Latinoamérica. Como consecuencia lógica del documento presentado, es importante plantear que el imperialismo contemporáneo supone un complejo entramado que incorpora diferentes conceptos y prácticas muchas veces difíciles de asir en un discurso y un proyecto emancipador. El imperialismo, lejos de ser un discurso retórico anclado en las lógicas de la guerra fría, es un fenómeno contemporáneo que amerita la atención de la totalidad de estados del mundo, particularmente de los latinoamericanos. En este orden de ideas, América Latina a lo largo de las últimas décadas ha representado un obstáculo significativo para los intereses del imperialismo estadounidense. Sin lugar a dudas, las distintas iniciativas lideradas por organizaciones, movimientos y partidos políticos de diferentes latitudes, han significado un bastión importante para hacer frente a las lógicas expansionistas y de opresión que por décadas y siglos habían prevalecido en esta parte del mundo. Es así como América Latina hoy en día representa la prioridad en el panorama mundial de la política internacional de EEUU y en este sentido, su principal aliado, Colombia, significa una ventana vital en el intento por desestabilizar la región con miras a usufructuar los diferentes recursos naturales que en la región se encuentran para el funcionamiento del aparato productivo internacional. Después del fracaso del Plan Colombia y la guerra contra el “terrorismo” en el país, expresado en la necesidad del Gobierno de Juan Manuel Santos de conversar con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de
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Colombia – Ejército del Pueblo, FARC – EP, con miras pacificación del país, es primordial entender que esta política del Estado colombiano se alinea de manera perfecta con los intereses y el cambio de táctica norteamericana para la región, la cual en el plano del discurso, dice estar interesada en el desarme de los grupos insurgentes, cuando la realidad es que a todas luces necesitan implementar de manera urgente un proceso de explotación de recursos naturales de dimensiones colosales en el país y la dominación del territorio colombiano para una eventual expansión de su proyecto hacia Estados vecinos. Como resultado de los argumentos expuestos se hace trascendental que se entienda el alto novel de significancia y valor de lo que se discute en la actualidad en Colombia. La importancia que este proceso de diálogos tiene para el proyecto imperial de los Estados Unidos de Norteamérica es suprema, pero será el pueblo colombiano el que deberá asumir la trascendencia de la disputa. La paz del imperio es la paz del gobierno de Juan Manuel Santos, es la paz que se restringe a los intereses del desarme de una serie de grupos que le incomodan profundamente a los intereses del capital transnacional, para el respectivo funcionamiento de un aparato productivo que profundiza en la miseria y la desigualdad. Resignificar entonces la idea de la paz en Colombia como un poderoso instrumento mediante el cual América Latina construya soberanía, justicia social, integración y democracia real, será una vitoria sustancial para los proyectos emancipadores del pueblo latinoamericano. Se trata de comprender la importancia de convocar a una Asamblea Nacional Constituyente en la cual, el constituyente primario, refunde el pacto nacional, sobre el cual se edificará un nuevo país y una nueva América Latina soberana. Estas son las justas proporciones del debate en el campo político e ideológico colombiano, unas dimensiones caracterizadas por la geopolítica del imperialismo, en términos de Borón, que intenta socavar a toda costa los objetivos anteriormente expuestos.
-Ahumada, M. (2007). El enemigo interno en Colombia. Quito: Ediciones Abya – Yala. -Atehortúa,A. (2011). La presencia de Estados Unidos en la formación de los militares colombianos a mediados del siglo XX. Recuperado de: http://bibliotecadigital.univalle.edu.co/bitstream/10893/3626/1/04Art04.pdf -Centro Nacional de la Memoria Histórica (2013). ¡Basta ya! Colombia: memorias de guerra y dignidad. Recuperado de: http://www.centrodememoriahistorica.gov.co/descargas/informes2013/bastaYa/ BYColombiaMemoriasGuerraDignidadAgosto2014.pdf -CINEP (s.f.) La población civil organizada y/o inconforme en la doctrina contrainsurgente de los militares Colombianos. Recuperado de: http://www.nocheyniebla.org/files/u1/casotipo/deuda/html/pdf/deuda02.pdf -CINEP. (s.f.) La doctrina contrainsurgente del Estado colombiano y la población colombiana Recuperado de: http://www.siporcuba.it/deuda%20con%20la%20humanidad%20doctrina%20contrainsurgente.pdf -Comisión Histórica del Conflicto y sus víctimas. (2015). Contribución al entendimiento del conflicto armado en Colombia. Recuperado de: https://www.mesadeconversaciones.com.co/sites/default/files/ Informe%20Comisión%20Histórica%20del%20Conflicto%20y%20sus%20V%C3%ADctimas.%20La%20 Habana%2C%20Febrero%20de%202015.pdf -Estrada, J. (2015). Acumulación capitalista, dominación de clase y subversion. Elementos para una interpretación histórica del conflicto social y armado. En: Comisión Histórica del Conflicto y sus víctimas. Contribución al entendimiento del conflicto armado en Colombia. -Fajardo, D. (2015). Estudio sobre los orígenes del conflict social armado, razones de su persistencia y sus efectos más profundos en la sociedad colombiana. En: Comisión Histórica del Conflicto y sus víctimas. Contribución al entendimiento del conflicto armado en Colombia. -Fajardo, N. (2010). Ofensiva de los Estados Unidos de América contra los cambios sociales con el apoyo de un Estado colombiano satélite. En: El impacto de la crisis. Tendencias y perspectivas del capitalismo contemporáneo. Compilador: Estrada, J. Bogotá: Universidad Nacional de Colombia. -Fals, O. (1981). Reflexiones sobre la democracia Ltda. En América Latina. Recuperado de: http://www. jstor.org/stable/3539916. -Giraldo, J. (2015). Aportes sobre el origen del conflict armado en Colombia, su persistencia y sus impactos. En: Comisión Histórica del Conflicto y sus víctimas. Contribución al entendimiento del conflicto armado en Colombia. -Jímenez, C. Aplicación e instrumentalización de la doctrina de seguridad nacional en Colombia (19781982): Efectos en material de derechos humanos. Recuperado de: http://www.uca.edu.ar/uca/common/ grupo21/files/04._Jim-nez.pdf -Lenin, V (s.f.). Imperialismo Fase Superior del Capitalismo. Recuperado de: https://www.marxists.org/ espanol/lenin/obras/oe12/lenin-obrasescogidas05-12.pdf -Molano, A. (2015). Fragmentos de la historia del conflict armado (1920 – 2010). En: Comisión Histórica del Conflicto y sus víctimas. Contribución al entendimiento del conflicto armado en Colombia. -Petras, J (2011). Imperialismo y barbarie. Villatuerta: Txalaparta editores. -Petras, J. (2003). El Nuevo Orden Criminal. Buenos Aires: Libros del Zorzal. -Ramonet, I. (2003). Neo – imperialismo. Recuperado de: http://www.lospobresdelatierra.org/guerrano/ ramonet010503.html -Ruiz, J. (2004). La encrucijada de la seguridad ciudadana en América Latina: entre la tentación autoritaria y la participación comunitaria. Recuperado de: http://www.urosario.edu.co/urosario_files/c9/c919a37d16ba-401e-bbf5-7f6084996e41.pdf -Suárez, L. (2006). La globalización: una lectura desde los marxismos. En: Teoría y Acción política en el capitalismo actual. Compilador: Estrada, J. Bogotá: Universidad Nacional de Colombia. -Toscano, D. (s.f.). El imperialismo estadounidense contra América Latina. Recuperado de: http://www. rebelion.org/docs/3066.pdf -Vega, R. (2015). Injerencia de los Estados Unidos, contrainsurgencia y terrorismo de Estado. En: Comisión Histórica del Conflicto y sus víctimas. Contribución al entendimiento del conflicto armado en Colombia.
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Guerra sucia, doctrina contrainsurgente y paramilitarismo en Colombia
Por: Diana Nocua Caro1
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olombia es un país marcado por la masiva y sistemática violación a los derechos humanos, respondiendo a una política de Estado, cuyos fines han impedido la materialización de un real “Estado Social y Democrático de Derecho”. Los gobiernos de turno han profundizado la ilegitimidad de las instituciones, han socavado los cimientos de la democracia, estimulando el crimen y la persecución contra el pueblo, a través de la expulsión violenta de los campesinos de sus tierras, la muerte y la sevicia y la privación de la población al goce efectivo de sus derechos fundamentales, negando a las víctimas el acceso a la justicia, ocultando la verdad y estableciendo una historia engañosa y alienante.
“Hay que decir que la impunidad no ha transitado impunemente por nuestros caminos. Ha dejado huellas profundas, ha erosionado instituciones y estructuras, ha afectado profundamente el mundo de las relaciones sociales y políticas; ha rediseñado el Estado; ha resquebrajado poderosamente el pedestal del Derecho y la Justicia, pulverizando una de las columnas más fundamentales de su base: la de su operatividad”.2 Para entender las particularidades de la violencia sociopolítica que históricamente se ha ejercido en Colombia, el origen de la doctrina contrainsurgente y sus implicaciones para el pueblo colombiano, es necesario realizar una breve mirada histórica que abarque como mínimo lo acontecido en el panorama
nacional desde comienzos del siglo XX, pues es justamente en el transcurso de dicho siglo donde se materializa la necesidad del Establecimiento por mantener un orden social univoco a costa de la vida de miles de colombianos. 1- Primera mitad del siglo XX En 1928 un hombre joven, representante a la cámara rompió las reglas de intervención en el congreso de la república para condenar la indiferencia de la clase dirigente ante la masacre de miles de obreros que protestaban contra las indignas condiciones laborales impuestas por las empresas estadounidenses exportadoras del banano que funcionaban en el departamento del Magdalena (United Fruit Company, entre otras). Es justamente en la década del 20 cuando el régimen va dando forma a su doctrina anticomunista, a partir de lo que Renán Vega denomina los miedos complementarios de las clases dominantes: “miedo al pueblo, miedo a la democracia y miedo a la revolución”3 . Veinte años después el carismático representante correría la misma suerte que denunció años antes: JORGE ELIECER GAITÁN, fue asesinado como parte de una estrategia diseñada por la CIA (Organismo de Inteligencia de los Estados Unidos) y ejecutada por sectores industriales conservadores que vieron en este líder social y político un riesgo al control institucional que habían obtenido en 1946 con la elección de Mariano Ospina Pérez.4 1- Del Colectivo Popular de Mujeres Tea – Escuela Pedro Nel Jiménez 2- Giraldo Javier: Consecuencias de la Impunidad, tomado de memorias Seminario Latinoamericano sobre Impunidad, Poder Judicial y Derecho a la Justicia, Vol III, abril 25 y 26 de 1997. 3- VEGA, Cantor Renán. “Injerencia de los Estados Unidos, contrainsurgencia y Terrorismo de Estado”. Contribución del entendimiento del Conflicto Armado en Colombia. Informe de la Comisión Historia del Conflicto y sus víctimas, febrero de 2015, p. 702. 4- Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo – Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos. ¿Cuál verdad, cual justicia, cual reparación?, Bogotá, marzo de 2009.
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tierra constituyendo los primeros grupos de autodefensas campesinas, muchos de ellos de corte liberal, quienes fueron en su mayoría asesinados durante y después de procesos de diálogo y negociación con el gobierno de turno. 2- Estrategia Contrainsurgente Desde finales de los años 50 y comienzos de los años 60, en el contexto mundial de la guerra fría y el auge de la reciente revolución cubana, el Estado colombiano, cumpliendo las directrices de los Estados Unidos, implementó una ESTRATEGIA CONTRAINSURGENTE, que se ca-
2 La Mal llamada Violencia Bipartidista, el periodo de Dictadura Militar y El Frente Nacional A mediados de la década del 40, industriales antioqueños afines al conservadurismo, se tomaron las instituciones del Estado para establecer un orden económico que protegiera la actividad industrial, atacara o neutralizara a los sindicatos y desestimulara la participación del pueblo en las elecciones. Desde el gobierno de Mariano Ospina Pérez iniciado en 1946, Colombia se endeudó con los Estados Unidos y el Banco Mundial para apoyar el desarrollo de los industriales construyendo infraestructura eléctrica y vial. Además, apoyado por los Estados Unidos, el gobierno de turno endureció las condiciones laborales de los obreros y trabajadores, y reprimió los movimientos campesinos de corte liberal o comunista. Entre 1946 y 1947 se produjeron más de 14.000 asesinatos contra campesinos liberales y contra todos aquellos colombianos y colombianas que se opusieran o contravinieran al régimen; se desplazó la quinta parte de la población rural hacia los cascos urbanos con el consecuente empobrecimiento de grandes masas de desplazados, que se ubicaron en los cordones de miseria de las grandes ciudades. Es esta la época en la que el establecimiento pone en marcha la creación de una policía privada en la vereda de Chulavita (Boyacá) que sembró el terror en los campos asesinando a miles de campesinas y campesinos, sin que hubiese cualquier tipo de distinción de género, edad o etnia para cometer sus crímenes, mediante crueles actos de sevicia para imponer el terror en amplios territorios de la geografía nacional. Aunque se dice que la democracia en Colombia es una de las más estables de Latinoamérica, la verdad es que, además del golpe militar del general Rojas Pinilla que duró 5 años (1953 – 1958), el país se encuentra en Estado de Sitio permanente. Con la administración de Rojas
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racterizó por la vinculación de la población civil a la guerra. Así, se incrementó el reclutamiento de civiles para apoyar al ejército y se consideró como objetivo militar a los sindicatos agrarios y de industria. Dicha estrategia se puso en marcha como resultado de la visita de la Misión Yarbourough del ejército de EEUU (febrero/62).4 Las directrices secretas emanadas desde Estados Unidos conllevaron a que el Estado colombiano adoptara una estrategia contrainsurgente paramilitar, ya desde antes de que surgieran las guerrillas de este ciclo (1964-65). La doctrina estratégica puede estudiarse en: los manuales de contrainsurgencia que comienzan a formar parte de la Bi-
Pinilla fue declarado ilegal el partido comunista y se implementaron métodos ilegales para atacar a la oposición política, entre los que encontramos la desaparición forzada, la tortura y la ejecución extrajudicial. De hecho, el presidente de la república concentró durante más de sesenta años (1946-1991) todos los poderes. No necesitó del congreso, ni de los jueces. Le fue otorgada la facultad para hacer las leyes y otorgó a los militares la facultad de juzgar a los civiles. De 1957 a 1974 se implantó una forma de control político que se conoció como Frente Nacional. Los liberales y conservadores se repartieron el poder, a través de la participación en cargos públicos, impidiendo la participación de personas pertenecientes a otros partidos. Esta forma de gobierno facilitó la implantación de un modelo económico diseñado a la medida de los grandes industriales y la entrega de recursos naturales como petróleo, carbón y niquel a empresas extranjeras. El comienzo de este periodo de gobierno estuvo marcado por una fuerte crisis económica. En 1957 se presentó una crisis con el precio internacional del café que generó una fuerte recesión, afectando los sueldos de los trabajadores y generando la subida de la inflación, de modo que los precios de la canasta familiar se incrementaron en un 30%. Ante las difíciles condiciones económicas y sociales se incrementaron las huelgas, paros y protestas por parte de jueces, maestros, empleados de Telecom, de los puertos, de Ecopetrol, los bancos, el Ministerio de Hacienda, Croydon, Acerías Paz del Río y los trabajadores de los buses, quienes exigían masivamente mejores condiciones laborales. Igualmente, los campesinos olvidados por el Estado, desplazados y cargando en la memoria el horror del genocidio de los años 40 y 50, se organizaron para exigir el respeto a sus derechos y recuperar las tierras arrebatadas por terratenientes. Este proceso organizativo se realizó en los departamentos de Tolima, Huila, Meta, Cauca y Caquetá, donde centenares de campesinos se enfrentaron a los terratenientes para exigir su derecho a la
blioteca del Ejército y por tanto de los textos de estudio y entrenamiento militar desde 1962. Tomando como fuente 6 manuales (1962, 1963, 1969, 1979, 1982, 1987) se puede rastrear la concepción que hay allí de la población civil y su papel en la guerra, y concluir que se la define por dos miradas: 1) debe ser vinculada a la guerra (paramilitarismo); 2) debe ser el blanco principal de la guerra contrainsurgente (guerra contra los movimientos sociales o posiciones inconformes con el statu quo)”.6
Entretanto, el descontento social, enfrentado sólo a través de medidas represivas, generó la aparición de grupos insurgentes, que en un principio se dieron a conocer como “autodefensas campesinas”. De este modo, surgieron a mediados de los sesenta numerosos ejércitos insurgentes como las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia), el ELN (Ejército de Liberación Nacional) y el EPL (Ejército Popular de Liberación).
5- CINEP. Deuda con la Humanidad: Paramilitarismo de Estado en Colombia (1988 – 2003). En. http://www.siporcuba.it/deuda%20con%20 la%20humanidad%20doctrina%20contrainsurgente.pdf 6- bidem.
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Como parte de la implementación de la estrategia contrainsurgente, en 1965 se definió la defensa de la nación como “la organización y previsión del empleo de todos los habitantes y recursos del país, desde tiempo de paz, para garantizar la Independencia Nacional y la estabilidad de las instituciones”.7 “Para extirpar la organización terrorista del seno de la población, ésta será duramente atropellada, reunida, interrogada y requisada. Tanto en el día como en la noche, soldados armados harán repentinas incursiones en las casas de habitantes pacíficos para proceder a efectuar arrestos necesarios; se podrán producir hasta combates que tendrán que sufrir todos los ciudadanos (…) La operación policiva será por tanto una verdadera operación de guerra” (Manual de Contrainsurgencia del ejército Nacional, 1963.) Es precisamente a partir de la implementación de la doctrina contrainsurgente donde se desencadenan los hechos de violencia sociopolítica más cruentos de nuestro país: El Manual de 1963 afirmaba ya que “El habitante, dentro de este campo de batalla, se encuentra en el centro del conflicto (…) es el elemento más estable. Quiéranlo o no, los dos campos están obligados a hacerlo partícipe en el combate; en cierta forma se ha convertido en un combatiente” (pg. 34), afirmando más adelante que “Es entre los habitantes que se desarrollarán las operaciones de guerra; las actividades de la población se verán limitadas en todos los campos de acción” (pg. 51). Al soldado, según el Manual de 1979, “se le debe hacer comprender que, en guerra irregular, el enemigo está en todas partes y a toda hora” (pg. 29). 3- Primera legalización de comandos paramilitares La vinculación de la población civil en la guerra también se institucionalizó por medio de normas como el decreto 3398 de 1965, convertido en la ley 48 en 1968. Este decreto autorizó a los comandantes militares a convocar a la población para conformar ejércitos de civiles con el apoyo de las fuerzas militares. Dicho procedimiento se convirtió en uno de los antecedentes del paramilitarismo, como lo evidencia el Manual de Contrainsurgencia del ejército Nacional de 1962, que define los grupos paramilitares así: “…organización de tipo militar que se hace con personal civil seleccionado de la zona de combate que se entrena y equipa para desarrollar acciones contra grupos de guerrilleros que aparecen en el área o para operar en coordinación con tropas en acciones de combate.” 7- Opcit.
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“Para disminuir el requerimiento de unidades militares, se ha visto que es de gran ayuda el empleo de policía civil, de unidades semi-militares y de individuos de la localidad que sean simpatizantes de la causa amiga (…) Los individuos de la localidad de ambos sexos que han tenido experiencia o entrenamiento como soldados, policía o guerrilleros, deben ser organizados dentro de la policía auxiliar y las unidades de voluntarios de cada ciudad. (…) necesitarán apoyo de las fuerzas militares (…) el apoyo es normalmente necesario en el abastecimiento de armas, municiones, alimentos, transporte y equipos de comunicaciones”
diversos sectores sociales y por la participación activa de juntas cívicas, gremios empresariales, estudiantes y sindicatos en movilizaciones masivas por la defensa de sus derechos. Para enfrentar las huelgas y manifestaciones que se desarrollaron masivamente a finales de la década del 70 y comienzos de los ochenta (paro cívico de 1977, entre otros), el gobierno de Turbay Ayala estableció el Estatuto de Seguridad Nacional, normatividad que limitó las libertades sindicales, de expresión y de reunión; creó nuevos delitos y aumentó las penas de los delitos relacionados con la protesta social. Además, se permitió el juzgamiento de los delincuentes políticos como delincuentes comunes y se le otorgó más poder a la jurisdicción penal militar, limitando el derecho a la defensa de los acusados.
Estas normas tuvieron vigencia durante 24 años y sólo hasta el 25 de mayo de 1989 fueron declaradas inconstitucionales por la Corte Suprema de Justicia. Mientras tanto, la población civil, los movimientos y organizaciones sociales de todo el país fueron atacados, victimizados y exterminados por estos grupos, que no tenían claramente la calidad de combatientes, pero que en la práctica utilizaban medios criminales cada vez más aterradores. 4- Los años 70 y El Estatuto de Seguridad Nacional (1978 – 1982) Las condiciones socioeconómicas de los colombianos empeoraron notablemente en los años setenta. La política económica del gobierno de Pastrana Borrero (1970-1974) se concentró en estimular las exportaciones y fortalecer el sector financiero. Además de ello, la precaria Reforma Agraria iniciada durante el gobierno de Lleras fue desmontada en el gobierno de Pastrana Borrero; mientras se reprimían de forma contundente las recuperaciones de tierra adelantadas por los campesi-
nos de la ANUC, se firmó el Pacto de Chicoral, acuerdo que otorgó a los terratenientes créditos para desarrollar proyectos agroindustriales y construir infraestructura. Estas medidas económicas tuvieron un efecto de empobrecimiento alarmante sobre la población colombiana, que debió soportar, entre 1972 y 1974, el encarecimiento del costo de vida en un 58%.Entretanto, a finales de los setenta se perfeccionó lo que se conoce como “guerra sucia”. Las unidades de inteligencia del ejército implementaron la Triple A - Acción Anticomunista Americana-, que consistía en realizar asesinatos selectivos, desapariciones forzadas y atentados con bombas contra líderes y sedes de organizaciones de izquierda. Pese a ello es en este contexto donde surge un nuevo grupo insurgente, el M – 19. En el Batallón de Inteligencia y Contrainteligencia Brigadier General Charry Solano –BINCI, comandado de 1978 a 1979 por el entonces Teniente Coronel Harold Bedoya Pizarro, y de 1979 a 1980 por el entonces Teniente Coronel Jaime Ruiz Barrera; se planearon numerosos atentados y crímenes que permanecen en la impunidad. No obstante, la dura represión no logró diezmar la fortaleza organizativa de los sectores populares. La crítica situación económica llevó a que desde comienzos de los setenta y hasta los años ochenta, los paros y huelgas se caracterizaran por la unidad de
Durante la administración de Turbay Ayala, más de 16.000 personas fueron detenidas. Sólo en 1980 las detenciones por razones políticas superaron las 8000 personas. En dichas detenciones se presentaron numerosos casos de violaciones graves en los procedimientos de allanamiento y detención, como la permanente práctica de torturas y desapariciones forzadas. En esta época, la tortura fue una de las modalidades criminales más utilizadas por los agentes estatales. Para evitar dejar rastros físicos visibles se utilizaron técnicas como la aplicación de choques eléctricos y demás tratos crueles e inhumanos. En varias ocasiones les aplicaron a las víctimas sustancias químicas que denominaron “sueros de la verdad” para alterar sus sentidos y obligarlas a confesar. La violación sexual fue recurrente, tanto en hombres como en mujeres. También se usaron torturas de tipo sicológico como amenazas de muerte contra las víctimas y sus familiares o el sometimiento a largos interrogatorios sin permitir al detenido dormir ni consumir alimentos. 5- Acciones Encubiertas de agentes estatales y represión en medio de las movilizaciones populares y los diálogos de paz (1982 – 1989) El 20 de febrero de 1983, el Procurador General de la Nación - Carlos Jiménez Gómez - hizo público un informe sobre un grupo de asesinos denominado MAS (Muerte a Secuestradores). En el informe aparecían los nombres de 163 personas vinculadas a este grupo, entre las cuales figuraban 59 miembros activos de la fuerza pública.
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En 1989 la Corte Suprema de Justicia declaró inconstitucional la ley de conformación de autodefensas y prohibió a los militares armar a civiles. Sin embargo, para ese año ya había paramilitares organizados con el nombre de MAS en al menos ocho de los treinta y dos departamentos colombianos, incluidos Antioquia, Boyacá, Caquetá, Córdoba, Cundinamarca, Meta, Putumayo y Santander. También fue utilizado el nombre del MAS por los organismos de seguridad estatales (DAS, F2 y B2) para encubrir un importante número de asesinatos políticos y desapariciones realizadas por agentes de inteligencia del Estado.
El Gobierno no destituyó a los acusados y el Congreso de la República aprobó los ascensos y honores a un gran número de ellos. En cambio, el procurador tuvo que irse del país por las amenazas de los militares comandados por el ministro de defensa – General Fernando Landazábal Reyes.
izquierda que surgió a raíz de los diálogos del gobierno con las Farc y en el que confluyeron el Partido Comunista, varios movimientos de izquierda, e incluso, sectores de los partidos liberal y conservador.
A pesar de la dura represión que se desencadenó contra las organizaciones populares y políticas de oposición, la década de los ochenta se caracterizó por el fortalecimiento y la masividad de sus movilizaciones y protestas. Las movilizaciones se presentaron en campos y ciudades, logrando una vez más la unidad de diversos sectores sociales. Entre ellas se destacan las marchas de 1985, el paro del Nororiente de 1987 y las marchas campesinas de 1988. Estas últimas fueron duramente reprimidas por el ejército, dejando como saldo más de quinientas personas asesinadas.
El éxito electoral de la UP en 1986, el cual se consolidó con la elección de 5 senadores, 9 representantes a la cámara, 14 diputados departamentales y 351 concejales municipales, fue una alarma para el gobierno, los grandes terratenientes y las fuerzas paramilitares que acallaron la fortaleza política de este movimiento con el exterminio de sus líderes y militantes. En consecuencia, fueron asesinados dos candidatos presidenciales de la UP y más de 4.000 de sus militantes. Poco tiempo después, serían exterminados partidos políticos como A Luchar, Alianza Democrática M-19, movimiento político Esperanza, Paz y Libertad y la Corriente de Renovación Socialista.
Mientras eran asesinados los líderes y participantes de las movilizaciones, el gobierno de Belisario Betancur (1982 – 1986) inició los diálogos de paz con algunos grupos guerrilleros (FARC, EPL y el M – 19); generando una apertura democrática para la participación de movimientos políticos alternativos. Un ejemplo de ello fue la creación de la Unión Patriótica (UP), partido político de
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Mejoras de los salarios de las Fuerzas Armadas f) Creación de brigadas móviles, g) Fortalecimiento de las unidades de inteligencia.7
Años 90, Doctrina de Guerra integral – Plan Colombia y legalización del paramilitarismo
A mediados de los años noventa, específicamente en el año de 1994, el presidente Cesar Gaviria aprobó el funcionamiento de las Asociaciones de Vigilancia Rural CONVIVIR, legalizando de nuevo el funcionamiento de ejércitos conformados por civiles armados en los campos y consolidando el modelo paramilitar que venía creciendo desde mediados de los años ochenta. Aunque el gobierno sostiene que estas Cooperativas se crearon para que los terratenientes se defendieran de la insurgencia, el armamento con el que contaban demostraba que las intenciones eran ofensivas antes que defensivas.
En 1990 el gobierno de Cesar Gaviria rompió los diálogos de Paz con la insurgencia e implementó una política de guerra fundamentada en: a) El aumento del presupuesto militar, b) Creación de unidades contrainsurgentes en todas las Brigadas Militares, c) Modernización de armas y materiales para la guerra d) Aumento del número de soldados profesionales (de 2.000 pasaron a 23.000). e)
Según las cifras de la Superintendencia de Seguridad, una CONVIVIR contaba con: “422 subametralladoras, 373 pistolas 9 mm, 217 escopetas de repetición, 17 ametralladoras Mini-uzi, 70 fusiles, 109 revólveres 38 largo y 41 armas de uso restringido que pueden ir desde fusiles Galil hasta ametralladoras M-60, lanzacohetes, granadas de fragmentación, rockets y morteros”.
6- Genocidio político
La acción criminal del MAS se extendió durante la década de los ochenta en campos y ciudades. Ese fenómeno se agravó en 1987, cuando se realizó en el Batallón Charry Solano la primera cumbre de autodefensas con la participación de ocho regiones, para promover tales grupos y coordinar con el Ejército operaciones de inteligencia.
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Aunque durante la administración de Gaviria se establecieron las bases legales para la creación de las CONVIVIR, fue el gobierno de Ernesto Samper el que implementó su funcionamiento. Con la puesta en marcha de las CONVIVIR y el posicionamiento del paramilitarismo en todo el país, aumentaron las masacres, los asesinatos selectivos y las desapariciones forzadas. A finales de 1994 se realizó en Córdoba la primera cumbre de las Autodefensas de Colombia. En este espacio, los paramilitares se autodefinieron como un proyecto político legítimo que siempre estuvo apoyado por el Estado. También reconocieron que fueron reglamentados por el Ejército en los manuales de inteligencia de combate y que contaron con la capacitación y entrenamiento de miembros de las Fuerzas Armadas para realizar operaciones conjuntas.
Para 1998, ya se habían presentado tres “cumbres” del movimiento de autodefensas y se habían proclamado como Autodefensas Unidas de Colombia – AUC-. De 1988 al año 2003, las Autodefensas Unidas de Colombia -AUC cometieron: 12.398 asesinatos, 2.121 desapariciones forzadas forzaron a más de 6 millones de campesinos a salir de sus tierras y se apropiaron de más de 8 millones de hectáreas de tierra. Entretanto, el gobierno entrante de Andrés Pastrana ponía en marcha el Plan Colombia, financiado e impulsado directamente por los Estados Unidos, bajo una falsa idea de paz y erradicación del narcotráfico, que se materializa en el hecho de que el 75 y 80% del programa se oriente a gasto militar y seguridad,8 lo cual implicó un viraje del accionar militar y paramilitar en todo el país. En consecuencia, el Plan Colombia que inicialmente persigue propósitos de la lucha contra las drogas y “la
8- Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo – Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos. ¿Cuál verdad, cual justicia, cual reparación?, Bogotá, marzo de 2009.
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Paz”, al romperse el proceso de diálogos entre el gobierno y las Farc- Ep asume la connotación de Plan Antiterrorista. En el informe de la comisión histórica se evidencia como: “La distinción entre la lucha anti – narcóticos y antiterrorista se esfuma, porque según George Tenet, director de la CIA: Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia son una seria amenaza a los intereses de Estados Unidos en América Latina, porque nos asocian a nosotros con el gobierno contra el cual luchan”.9
la confesión de los crímenes cometidos ni la entrega de los bienes robados. Entretanto, se pone en marcha la II fase del Plan Colombia y la instauración de la “seguridad democrática, la negación del conflicto y el posicionamiento nacional de la lucha contra el terrorismo”. Hasta la fecha y pese a la extradición de los máximos jefes paramilitares a EEUU ninguno de los comandantes de sus principales estructuras ha sido condenado por los miles de crímenes cometidos en diversas regiones del país.
A pesar de los miles de crímenes cometidos por los paramilitares y del despojo al que sometieron a millones de campesinos, el 23 de diciembre del 2002, el gobierno de Álvaro Uribe Vélez aprobó la Ley 782, que permitió el indultó de 30.000 paramilitares, sin exigirles
Además, los paramilitares indultados gozan actualmente de beneficios económicos, tales como un sueldo mensual, salud, educación, financiación de proyectos productivos y otros incentivos que ascienden a más de 20 mil millones de pesos. Miles de ellos han sido parte
9- VEGA CANTOR Renan. “Injerencia de los Estados Unidos, contrainsurgencia y Terrorismo de Estado”. Contribución del entendimiento del Conflicto Armado en Colombia. Informe de la Comisión Historia del Conflicto y sus víctimas, febrero de 2015, p. P. 735
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a su vez de las Redes de Informantes, Redes de cooperantes, Empresas Privadas de Seguridad y soldados campesinos, programas implementados desde el gobierno de Uribe para que “las dimensiones más perversas dela guerra se continúen ampliando en esos camuflajes sin problema. Campañas mediáticas oficiales han insistido en los últimos años en ocultarle al accionar paramilitar su evidente ámbito oficial adscribiéndolo en el ámbito de la delincuencia común bajo la sigla BACRIM (o bandas criminales), pero la verdad cruda que explota por doquier revela sin cesar los vínculos
de tales estructuras con las grandes empresas, imposibles de ocultar ”.10 A modo de conclusión En el marco de los actuales diálogos de Paz entre el gobierno colombiano y las FARC – EP y los acercamientos para generar un proceso de igual magnitud con el ELN, ninguna de las estrategias de represión del aparato estatal se han modificado; El estado sigue utilizando e incrementando su material bélico, para forzar las opciones políticas de sus ciudadanos en torno en beneficio de los inte-
10- FELLOWSHIP OF RECONTILIATION – FOR- . Military asistance and Human Rights: Colombia, US Accountabily and global implications, 2010. En: VEGA Cantor Renán.
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reses de la elite dominante y continua combinando todas las formas de lucha contra “el enemigo interno” incluyendo el terror militar y judicial contra los más vulnerables para aniquilar las opciones alternativas de sociedad.11 Como lo plantea el Padre Javier Giraldo en el Informe de La Comisión Histórica, “el entrecruce de la guerra contra las drogas y la guerra contra la insurgencia ambas orientadas y monitoreadas por los Estados Unidos, da lugar a análisis contradictorios”12 (p. 424). El narcoparamilitarismo es muestra de ello, en tanto mediante la creación de estructuras privadas con financiación de las fuerzas estatales,
se dio pie al despojo más descomunal de tierras que se ha producido en la historia colombiana, mediante la ejecución de masacres y desplazamientos masivos de población que hoy en día conllevan a la existencia de más de 6 millones de desplazados y el despojo de más de 8 millones de hectáreas de tierras.13 Pese a que se afirma que las estructuras paramilitares ya no existen en el país y que los grupos conformados por algunos de sus integrantes responden a delincuencia común, estas estructuras mantienen su poder económico político y social hoy en día en amplias regiones del país.
11- GIRALDO JAVIER S.J.M. “Aportes sobre el origen del conflicto armado en Colombia, su persistencia y sus impactos. Informe de la Comisión Histórica del Conflicto y sus víctimas. P. 445. 12- Giraldo Javier, S.J.M., paráfrasis del texto. P. 445 13- Informe de la Comisión Histórica del conflicto y sus víctimas. Giraldo Javier, p.424. 13- Ibidem.
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Pese al contexto de los diálogos de paz la persecución sistemática contra quienes se oponen al statu quo en Colombia sigue incrementándose como lo evidencia el caso de la Marcha Patriótica, Movimiento Político y Social señalado reiteradamente por el establecimiento como el brazo político de las FARC – EP, escenario que en 3 años de constitución ha tenido que enfrentar el asesinato de por lo menos 92 de sus integrantes. Ante este panorama no cabe más que preguntarse hasta donde será posible para las comunidades enfrentar el exterminio y la persecución frente a la necesidad de construir una paz estable y duradera que alcance la paz con justicia social. Por otra parte los cambios estructurales que requiere el país para alcanzar la paz tan anhelada no se ven reflejados en el Plan Nacional de Desarrollo del gobierno actual, hoja de ruta de las decisiones políticas, económicas y sociales que regirán el destino del país en los próximos tres años. Es preciso avanzar en la lucha por la paz, es un anhelo de todos y para alcanzarla se requiere del apoyo decidido de la población colombiana.
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