OLLAND
MAHATMA
GANDHI
ROMAIN
ROLLAND
Mahitllla Gandhi Tradueci6n de) franeéa por d
Dr. Salomón Marltulis
EDITORIAL Ahumada.
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NASCIMENTO -
Santia,o.
Chile
_ 1925
GANDHI DESPUES DE SU LIBERACION POSTFACIO A LA XXXI EDICIÓN
La primera edición de este libro aparecía hacen tres meses. Después, tres hechos nuevos, sin modifícarlo, han acentuado las grandes líneas del cuadro. El partido SWARAjlSTA indio, constituido por el jefe político más importante de la India y amigo de Gandhi, C. R. Das-par-Impreso
--~-::-·-::=~A~P ~143000:!S~.nt-lago-. 1-1125. de l. Edil. N""eime.to. ."1 .
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tido que concilia los métodos de Nó-~iolencia con la participación en lo~ Co~se}os Legislativos, --ha obtenido una ~lctor1a u~ponente, en las elecciones de fines de D.ciembre de 1923. Los hermanos Alí, jefes reconocidos de los Mahometanos de la India y amigos de Gandhi, habiendo cumplido su condena de dos años de prisión, han vuelto a to~ar su lugar a la cabeza del movimiento naciónal indio; y uno de ellos, Manlana Mahomed Alí, se hizo el presidente del Congreso de toda la India. En fin, Gandhi mismo ha sido devuelto a la libertad.
., * ., Europa ha sabido la liberación de M~~atmá. Pero ella no sabe en qué horas Criticas ha sido dada esta liberación. Se le ha ~cultado que poco faltó para que el gobierno 8
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inglés viera morir a su priSIOnero entre sus manos. Estaba encerrado en Yeravada, cerca de Poona (provincia de Bombay). Desde largo tiempo se estaba debilitando; su flacura era extrema. En Diciembre de 1923 fué atacado por dolores abdominales, a los que se prestó poca atención; la fiebre se instaló. A la familia que no podía visitarle, se la mantenía en la ignorancia. A comienzos de Enero de 1924, la quietud oficial fué bruscamente sacudida. El estado se hizo tan inquietante, que se llamó de urgencia, en consulta al coronel Maddock, Civil surgeon, quien reconoció una ap~ndicitis grave, en plena crisis. Sin el espíritu de decisión del cirujano, Gandhi estaba perdido. Maddock no esperó el tener las autori~ciones necesarias; tomó sobre sí el llevar mmediatamente a Gandhi en auto, al hospital Sassoon de Poone; 'lo pu:: sobre unas angarillas, que llevó él mismo 9
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Mahátmá con la ayuda de algunos estudiantes; y en la tarde (Sábado 12 de Enero), lo operó. Afuera, nadie sabía nada; la familia no fué prevenida sino después. Pero, en el interior del hospital y en los medios oficiales, la ansiedad era extrema. La responsabilidad que pesaba sobre las autoridades inglesas era formidable. Si el Mahatma moría, la India entera se sublevaba. Solo el Mahatma guardaba su calma y su dulzura. A fin de atenuar su peligrosa carga, en el caso de un resultado fatal, las autoridades hicieron llamar como testigo, una hora antes de la operación, a un jefe del partido liberal indio, Sastri, que había sido uno de los adversarios políticos de Gandhi, pero que éste estimaba. Y Sastri ha publicado el relato de esa hora angustiosa. (1) Se pidió a Gandhi que firmase un papel, en que daba su consentimiento a la opera-
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cion. Gandhi se• •puso sus anteni JOS, leyo. atentamente y, pidiendo permiso bi l· para carnlar e texto, dictó una carta dirigida al coronel Maddock: agradecía ahí e té 'dO or esmente a los me ICOS y d las autoridad 1 b id es por os uenos CUI ados dispensados f b · , a nma a su con f lanza en el ciruj·ano 1 Y rec amaba la operación mmediata. Después d bl' d·U ' o o sus ro 1 as, puso allí el papel, y firmó a lá . con una mano que tembJab h pu d ., l a muc o Se l ejo so o, algunos instantes con e ~~t~~eparar la sala de ope;aciones~s ~:' a se puso a conversar tran ., y he aquí sus palab t qUJamente. ras extuaJes: •
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«Mi conflicto Con el ob rá durante el ti g remo subsiste y subsisti_ lempo que persista 1 J os h an prOVocad N n os motivos que condición Si el trob~· o ~uede haber aquí ninguna b uenos y que 6s terno pIensa q ue mISmotivos eran ten¡id o bastante foy Inocente SI prensa que me ha lempo pTlSloner d Partir: esto sería ho bI o, pue e dejarme, nora e par '1 S IIOb erar pero a e .. e me puede , es t o no deb 80s •••» e ser por pretextos fal. o
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(1) Swarajya, Madres, Martes. 15 de Febrero.
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(Es decir, como volverá a decirlo explícitamente, que no acepta su liberación a causa de su enfermedad). Agrega que, «mientras tiene un profundo desacuerdo con el gobierno, ama individualmente a los ingleses», y que si el pueblo de la India hace agitaciones después de su liberación,- «lo que él no desea», ruega que sea según el espíritu de la nóviolencia. Sastri le preguntó entonces, si él no querría dirigir un Mensaje a su pueblo. Gandhi debía desearlo tanto más cuanto que después de su encarcelación, su voz estaba . ahoga a. Después de su condenación, había enviado al presidente del Congreso Nacional indio una carta para sus compatriotas; pero la carta fué interceptada por el gobierno, que quiso corregirla: lo que Gandhi rehusó. Cualquiera otro, en su lugar, en la hora de una operación que podía ser mortal, hubiera pues aprovechado esta ocasión 12
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de hacer saber a su pueblo sus supremas voluntades. Pero con este admirable sentido del honor caballeresco, que es uno de los rasgos más llamativos del Mahatma, y que parece hoy día casi anacrónico, Gandhi rehusó. Se consideraba como ligado al silencio. Contestó a Sastri que era prisionero del gobierno, y que debía observar el código de honor del prisionero. Estaba reputado como muerto civilmente. No tenía Mensaje que dar. En este momento- diez de la noche- la puerta se abrió. Se vino a buscarle para Hevario a la mesa de operaciones. I:a operación duró veinte minutos; y un accidente pudo hacerla fatal. El paciente acaba~a . de ser cloroformizado, cuando la 1?Z eléctrica se extinguió. Se corrió a buscar Jamparas a petról ' l'amparas m. o eo, d espues candescentes . La· mcrsion .. , reveló un abceso oculto, purulento y muy profundo. Hubo de 13
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dejarse en la herida un tubo de seis pulgadas, para vaciar el foco de infección. Gandhi soportó bien la operación; pero la noche fué inquietante. Al día siguiente llegaron los hijos de Gandhi, prevenidos al fin, después la esposa de Gandhi. Y el país entero fué, durante algunos días, presa de un delirio de ansiedad. El presidente del Congreso de toda la India, Mohamed Alí, hizo decretar oraciones nacionales en todo el país para el dieciocho de Enero. De todos lados, la liberación de Gandhi fué pedida, aun por los periódicos gobiernistas. Era preciso salir lo más pronto de la situación en que la vida amenazada de Gandhi ponía a los que le tenían prisionero. El 17 de Enero, el gobernador de Bombay, fué llamado bruscamente a Dalhi, donde el virrey, Lord Reading. La sesión de la nueva Asamblea legislativa india debía abrirse al fin del mes. Debía quitársele ese motivo de
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'ta CIO ién • La orden de liberación fué dada el4 de Febrero. y en seguida, el Mahatma, descargado de e rúpulos, vuelto a ser libre en su voz mo en su pensamiento, envió un Mensaje presidente del Congreso de toda la India de Febrero). . Comienza por lamentar el acto del gobierno, que no sabría aceptar como una gracia. .,.
«Estoy molesto que el gobierno me haya liberado prematuramente, por causa de enfermedad; este género de liberación no puede darme ninguna ale,na, porque considero que la enfermedad de un prisionero no ofrece razón para ponerlo en liber-
tad».
Con su bella cortesía, agradece a todos aquellos (sin olvidar a nadie) que, en el hospital o en la prisión, le han tratado con consideraciones. Dice ser impropio, por algún tiempo todavía, para el trabajo activo. 15
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Necesita semanas de reposo. Le es necesario, por otra parte, cierto tiempo para volver a estar al corriente de la nueva situación de la India: porque se le ha tenido en secreto durante dos años, no deja de dar firmes consejos que muestran que nada ha cambiado de sus primeras decisiones y de su programa de acción. Ante todo, hay que rehacer la unión de todas las fuerzas de la India. En su ausencia ella ha sido sacudida.
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«Por poco que conozca la situación presente del país, sé lo bastante para ver que los problemas nacionales son mucho más embarazosos hoy día que en el tiempo de Bardoli. Sin la unidad de las diversas razas y religiones, toda idea de SWARAJ(Home rule) está vacía de sentido. Esta unidad que yo creía casi conseguida en 1922, ha sufrido gravemente entre Hindúes y Musulmanes. Si queremos conquistar nuestra libertad, es preciso estrechar un lazo indisoluble entre las diversas comunidades. No os pido acciones de gracia por mi curación. Vuestra unión me volverá la salud más rápida que
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todos los cuidados médicos. Mi corazón ha sido abrumado por lo que he sabido de vuestros dísen, tilDientos. Mientras este fardo pese sobre mí no j)Odré hallar reposo. Hago un llamado a todos aquellos que me profesan amor. Uníos. Sé que la tarea es difícil; pero a es difícil, si tenemos una fe viva en Dios HiDdúes, mahometanos, poned fin a vuestra mutua' desconfianza. La debilidad es lo que engendra el temor y el temor la desconfianza. Arrojemos, el uno y el otro, nuestros temores. Aun si sólo uno de vosotros deja de temer, cesaremos de querellarnos. Yo sé que en el fondo nos amamos como herIDanos. Yo os pido que compartais mi ansiosa voluntad de unión ... »
En cuanto a su táctica de combate cont!nú~ la misma. Dos años de meditaciÓn so, htana, no han hecho sino convencerlo más de su eficacia. En primer lugar, el torno como rem e di10 con tr a c.1 paupensmo, .' La . solo . I ~DIon de las razas. La desaparición de a «mtocabiJidad». La aplicación metódica
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de la Nó-Violencia en pensamientos, en palabras y acciones ...
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«Si ejecutamos fielmente ese programa, no tendremos necesidad de recurrir a la desobediencia civil. Pero debo agregar que mis meditaciones no . han debilitado mi creencia en la eficacia y la justicia de la desobediencia civil. Sostengo que es un arma para el derecho, y el deber de una nación, cuando su ser vital está en peligro. Estoy convencido que trae aparejados menos peligros que la guerra. Y mientras que la desobediencia civil, cuando tiene éxito, hace bien a los dos partidos, la guerra hace mal, a la vez, al vencedor y al vencido».
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dro de los medios parlamentarios puestos a di posición por la Constitución reformada) :bí~n conquistado alrededor de la mitad de los 103 asientos electivos de la Asamblea de toda la India; y en los Consejos provin-eíales, su partido había llegado a ser el más fuerte casi en todas partes (1). Los había aprovechado para emitir en seguida (desde el fin de Diciembre) una serie de reivindicaciones y de resoluciones: petición de supresión de las leyes opresoras, establecimiento ~mediato de un gobierno autónomo, convocación de una conferencia para determinar los principios de una Constitución India, que sería definitivamente elaborada por la nueva Asamblea; y aún, federación de los pueblos
Sobre la táctica del nuevo partido SWARAj, fundado por su amigo, C. R. Das, evita pronunciarse todavía. Se encontraba frente a una situación política nueva, que quería estudiar, antes de juzgada. En las elecciones legislativas de fin de Diciembre, los SWARAJISTAS (nacionalistas indios de izquierda, partidarios de la No-Violencia, pero en el cua-
Jue (1 partido Swaraj no había recibido del Congreso e perrmse de tomar parte en las elecciones sino del escrutinio. Un O"fan número de NóCo operaIdasantes ores que querí . ." . de Ga dhi h' bí uerran seguir estrictamente los principios todo ei .1: 'ta ladnIqued~do a un lado de las elecciones. Si ejerei o e os No-C d h bi . para la acción I t ~I ~open' ores se u iera entendido e ec ora, su victoria habría sido aplastante.
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(11eCF~'e rero) Andrcws, en artículo del lrfanchester Weekly ~g-rega que este éxito era tanto más notable su
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asiáticos para la emancipación del Asia. Gandhi no podía desconocer estas lecciones de los hechos nuevos. Sobre todo, la estima y la afección que tenía por los jefes de ese movimiento, como C. R. Das, cuya fe y sinceridad probada conocía, le imponían no condenar, sin un serio examen, esta desviación a sus principios de Nó-Cooperación. «No esperaréis de mi, dice, una opinión sobre el delicado asunto de la elección de los miembros del Congreso a los Consejos legislativos y a la Asamblea. Por más, que en ninguna forma haya cambiado de opinión sobre el boycott de los consejos, de los tribunales y de las escuelas del gobierno, no tengo hechos que me permitan llegar a un juicio sobre esas modificaciones de táctica. No quiero emitir ninguna opinión antes de haber podido discutir con nuestros ilustres compatriotas que han creído tener que recomendar, en el interés del país, la cesación del boycott de los cuerpos legislativos».
Termina manifestando, una vez más, que 20
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o combate a los ingleses, sino a su gobiery a su sistema político de opresión. Otros dos Mensajes, publicados en el curso del mes de Febrero, muestran que la enfermedad (1) no puede menoscabar su energía, ni los esfuerzos de los médicos para tenerlo en reposo no sabrían impedirle cumplir con su deber de jefe. El 16 de Febrero publica una declaración respecto a los acontecimientos recientes de Sud-Africa, donde el Parlamento de la Unión examina un CLASS AREAS BILL (Bill de los recintos de clases), reduciendo a los indios a estrechos límites. Gandhi protesta contra esta violación de las convenciones firmadas en 1914, y rehace toda la historia del movimiento Sud-Africano. . El 25 de Febrero, dirige un mensaje a los S.~hs Akates, que acaban de tener una coliS10nCon la policía británica y de sufrir un (1) Tampoco se estO GaDdbi está fu d a sl~guro q~e cesen en la hora presente. era e pe Igro (Fines de Marzo de' 1924).
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sangriento tiroteo, de orden de un adminis trador inglés. Gandhi los remite estrictamente a la nó-violencia. Diremos los trasportes de la India, desde su liberación,-el llamado de Mohamed Ali, decretando para el 10 de Febrero un día de acción de gracias nacionales.-Ia unión de todas las confesiones en este acto de agradecimiento religioso,-ios meetings de 30,000 personas en Bombay, las grandes procesiones mahometanas,- las fiestas de toda la India. Torrentes de amor se vierten sobre Gandhi; y los médicos tienen muchas dificultades para preservar a su convaleciente. Este amor gana hasta a los guardas que le cuidan, y a los mismos ingleses: tal es ese anciano militar retirado, de 82 años, del que habla un periódico inglés, y que viene cada dos días al hospital, con un ramo de flores, sin que se pueda detenerle, estrecha caluro-
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ente la mano de Mahatma, y se va di. .. ., dole: «Vamos, coraje, VIeJO». cien . El, siempre apacible, dueño de si, obligándose a hablar largamente a los visitantes. Está demacrado, arrugado: «Parece apenas la mitad de si mismo ... Se llenan de lágrimas los ojos uiéndole», Pero quien le oye hablar, con su voz dulce, tranquila, con su afectuosa cortesía, es conmovido hasta lo más profundo por su serenidad. Y quien, abiéndole ya conocido antes de su prisión, le vuelve a ver (como ese joven Parsi, que me contaba estos últimos días, su visita al ospital), se sorprende del cambio. Antes de a prisión, se le sentía, a pesar de su fuerza de alma, entristecido por las preocupaciones. Ahora, es todo luz ... «Un alma que puede decirse verdaderamente en paz con el mundo» (1). sam
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(1) DIUP KUMAR Rov 'ó .omo gustaría citar aquí la con"';l'IIIII(lW2~de nuestro amigo, el músico hindú D. K. Roy tuvo la música Sero. e~ el hospital de Pcona con Gandhi, 'sobre . e SIen e e l gran corazón de Mahatma, religiosa-
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Una vez más debemos cerrar este cap· tulo en plena acción,-reservándonos el ~ guir el relato, en nuevas ediciones del libro. Quedamos en la hora en que los SWARAJISTAS indios acaban de rechazar, en la Asamblea, el Presupuesto presentado,-a título de simple manifestación de principios, y fin de advertir al gobierno que, de ahora en adelante, debe contar con ellos. Esperan las proposiciones de Inglaterra. ¿Vendrán esas proposiciones? Sobre todo, ¿vendrán a tiempo? No parece que el Ministerio laborista esté más dispuesto que los precedentes a acordar el Home Rule a la India; y el mensaje de Ramsay Mac - Donald ha desencantado, no tanto al autor de este libro, que no tiene ya muchas ilusiones sobre la política euromente enamorado de la belleza del arte, al punto de «no concebir una evolución de la vida religiosa de la India sin l. música pero como los sabios helénicos y como Goethe vi do el ~ás grande arte en la vida más bella. (The Bomli", Cñroniete, 5 de Febrero).
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. merosos amigos de la India smo a nu l a Reconocemos que a cuesI t Ing a err . L I ] . .ca para ambos dos. a ng atees tragl b f . ado a la India, en su ene ICIO. ., h aarrum . lla diera a la India la independen, SI e . • l polític y económica, les tocaría. a os ros de las manufacturas de Manchester, o de ser arruinados a la vez. Un Ganes de los muy raros hombres capaces de rse por encima de los intereses de uno de los partidos en lucha, y de querer , el bien de ambos dos. Pero, es preque en Inglaterra encuentre adversarios u a1tu y de su comprensión. ¿Será ello Que lo desee el genio bueno del puebritánico. todo caso, la Inglaterra no es ya llea desestimar la fuerza de su adversario eficacia del arma que emplea: la Nócia. Para los políticos europeos que tentados todavía de desconocer el r combativo de ésta, citaré, para con25
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cluir, estos extractos de un estudio del m inteligente y muy positivo periódico liber inglés, no supuesto de simpatías gandhista el Manchesier Guardian Weekly (15 de brero). «Reflexiones en la fuerza extraordinaria del a política que, en los últimos años, se ha puesto uso, bajo la forma de la inercia absoluta. La p mera demostración peligrosa que en grande ese se ha hecho de ella lo fué por las sufragistas en s huelgas del hambre. El Sin n Fein era positivamen un organismo para la resistencia absolutamente siva; trataba como inexistente todo lo que era • glés en Irlanda: los Tribunales, los correos, el r caudador y el agente de policía... Hoy día, Punjab es el laboratorio en que se experimenta fuerza explosiva de ese extraño y nuevo explosiv que no explota, pero que puede poner fuera combate. Es una máxima liberal que todo gobie debe reposar sobre' el consentimiento de los gob nados. En el mundo moderno, aún en la India, mienza a parecer que cualquier gobierno puede dislocado si un número considerable de sus sú tos se organizan para no hacer ningún acto posi
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de ayudarle, aún no comer en sus prisiones. 'nisterio del Interior estaba al fin de sus fuercuando la guerra suspendió las huelgas del bre de las mujeres; y el gobierno del Punjab, bien seguro ahora de lo que debe hacer? Para nosotros, ha sido costumbre considerar la recia paliva, el simple rechazo de cumplir aún rudi entos de la cooperación cívica, como un • inevitablemente ineficaz, en último resorte, te a la fuerza aplastante, resueltamente ema. Aun cuando Ía cuestión no esté todavía ecida, es posible que tengamos que revisar s conceptos de la fuerza política, y recoen preceptos como este de «PRESENTAR LA MEJILLA», la indicación de una acción poliefectiva, y nó simplemente, como ha dicho BaUD principio de «MORALIDAD ABSTRACTA y CAl.». ROMAIND ROlLAND.
de Marzo de 1924.
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A la tierra de gloria y de servidumbre. ilnperiosde un dta y de los pensamientos eternos. Al pueblo que deseiia al tiempo. A la India resuciteda.
el aniversario de la condena de su MesĂas
GANDHI LA GRANDE MAHA TMA
ALMA (1)
El hombre que se ha hecho uno con el Ser del Universo.
quilos ojos oscuros. Un hombrecito de cara flaca, con grandes orejas sepa• Tocado con un bonete blanco, vestido da tela blanca, desnudos los pies. Se ta de arroz, de frutas; no bebe sino se acuesta en el suelo, duerme poco, el seatido literal de este nombre, que fué • por el pueblo de la India: Maha: grande, IIOmbre rel1'onta a los Upanishadas, en que mo, y.por comunión de conocimiento y que se UDlerona El:
discernido Atma: alse designa de amor a
Uao luminoso, el Creador de Todo el Mahatma en el corazón de los puebles est~blecido . por el corazón, por la intuición, por la inteligencia Je0conoce, se hace inmortal. (Upanishadas, versículo 17). :isi~nto el Ashram (retiro favorito de Ga!ldhi) citó ersu:u o, aplicándolo al apésto], .
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trabaja sin cesar. Nada notable en él principio,-fuera de «una expresión de paciencia y gran amor». Pearson, q vió en 1913, en Sud Africa, piensa en F cisco de Assis. Es simple como un dulce y cumplido hasta con sus advers de una sinceridad inmaculada. Se juzga modestia, escrupuloso, hasta parecer d y decir «Me he equivocado»; jamás sus errores, nunca entra en compromi no tiene ninguna diplomacia, huye los tos oratorios, mejor, no piensa en repugna las manifestaciones populares, su persona desencadena, y donde su rabie estatura arriesgaría, en ciertos ser aplastada, sin su amigo Maulana S Alí, que le hace un baluarte con su e atlético; «literalmente enfermo de la tud que le adora» (1). Teniendo en el (1) Young-India, Marzo 2-922. Todas las fechas ei refieren a los artículos de Gandhi, publicados en el y Young-India.
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nfianza del número y la aversión Mobocracia». del populacho gastado; "ente a gusto sino en la minoría, y camente en la soledad, escuchando smaIl voice» (la vocesita silenciosa), na ... (1). el hombre que ha levantado s millones de hombres, conmocioImperio Británico, e inaugurado en Ocahumana el más poderoso movimoral desde hace alrededor de 2,000
* *• ~bre ver~adero es Mohandas Ka.~andhl: Nació en un pequeño d. ml-Independiente en el Nordoeste la, en Porband el 2 d O ar, SObre el mar de e ctubre de 1869 S d and Ga dhi " u pa re, n 1, era primer Ministro 1
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del país. Salía de un medio rico, inteli cultivado, pero nó de la casta superior padres pertenecían a la escuela ai•• Hinduismo, uno de cuyos grandes p pios es el Ahimsa (1), que él victoriosa debía afirmar en el mundo. Para los J tas el amor, más que la inteligencia camino que lleva a Dios. Se leía r mente el Ramayana, en la familia. Su mera educación fué confiada a un Br que le hacía repetir los textos de V· Pero más tarde se queja de no haber jamás un gran sabio en sáncrito: uno motivos contra la educación inglesa q hizo perder los tesoros de su lengua. embargo es muy instruído en las Escri
(1) A pensativo, Himsa: hacer ~l mal: No injuria • vida. No violencia. Uno de los mas antiguos prec~pt religión hindú, particularmente afirmado por Mahavlra, dor del Jainismo, por Buddha, así como ~or los ca?,pe culto de Vishnu, que tuvo mucha influencia sobre el.
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no lee los Vedas y las Upaen traducciones (1). o grave crisis religiosa estánlau::Cuela. Por rebeldía c~ntra el id platra y degenerado, fue-cre10 • Llezé ateo durante algún tiempo. ego "edad, hasta comer carne a .esmás abominable de los sacrilehindú. Por ello, estuvo a punto horror y de vergüenza (2). ún niño (3), fué a los 20 años. sus estudios a Inglaterra, a la de Londres, en la Escuela de o madre, muy piadosa, le hizo e su partida los tres votos obligan a la abstención del vino, • e las relaciones sexuales. Llegó ~a en un discurso familiar en la confereniDtoca~l~s .(Parias) el 13 de Abril-921. el ~ClpO su.s angustias a Joseph Doke, y BUeno,creyendose un criminal ~_~mbatió los matrimonios de niñ~s, donde ve "para la raza.
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a Londres en Septiembre de 1888. de los primeros meses de incertid decepciones- había despilfarrado mente mucho tiempo y dinero para ser, dice, un gentleman,-se red • vida estricta y a un trabaio severo. gunos amigos conoció la Biblia¡ había llegado aún la hora de que prendiera. Se fatigó con los primer y no fué más allá del Exodo. Por el rio, fué en Londres donde descubri lleza del Bhagabad Gita. Se sintió nado. Era la luz que necesitaba el indio desterrado. Ella le devolvió; Se ve, por uno de sus discu que estudió en Europa las otras r y estuvo lo bastante influenciado par un momento, entre el hinduismo Y tianismo. Reconoció que «para él ción era posible solamente por la (1) 13 Abril-921.
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.• a la India en 1891 y llegó a ser o 1 Alta Corte de Bombay. Alen a . • tarde debía renunCIar a su mas. zgó inmoral. Aun en los que lu b 1 que la ejerció, se reserva a e #lbandonar una causa, cuando se le aparecía. época, grandes personalidades ban en él los presentimientos tura: «el rey sin corona» de Parsi' Dadabhai y el profesor diendo ambos en un religioso India: Gokhale, uno de los mes de Estado de su patria, y de los restaurar la educación india; Dadador del nacionalismo indio onio de Gandhi (1); maestros sabiduría y de dulzura: fué Da~' •
cuy? atrevimiento político ha sido sufrido la ingratitud y el olvido de ODes: Pero Gandhi les ha continuado fielImpone sus nombres a la veneració~
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dabhai quien, controlando el ard de Gandhi, le dió en 1892 su pri ción práctica de Ahimsa en la vida la pasividad heroica, si hay posibil juntar estas dos palabras, el vuelo do del alma que resiste al "mal, n mal, sino por el amor. Volverem esta palabra mágica, que es el subli saje que la India dirige al mundo. Es en 1893 cuando comienza laIndiana de Gandhi. Se divide en riodos. De 1893 a 1914, tiene por al Africa del Sur. Desde 1914 se ej la India. Que esta acción de veinte años Africa no haya tenido más resona Europa, es una prueba de la increib chez de horizonte de nuestros políti nuestros historiadores, de nuestros dores y aún de nuestros hombres de que es una epopeya del alma. sin i nuestro tiempo, no solamente por la 38
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constancia del sacrificio, sino por '8 final. 890-91 se hallaban instalados en el del Sud, principalmente en Natal, indios. El aflujo de este pueblo exprovocó en la p~blación blanc~ ofobia, que el gobIerno se encargo retar por medidas de ostracismo. es la inmigración de indios y quiso 8 los que estaban establecidos en Persecuciones sistemáticas les hicie•da intolerable: contribuciones agohumillantes obligaciones de policía, públicos y en seguida linchamientos, y destrucciones bajo la égida de la ·ón blanca. En 1893 los hindúes de llamaron a Gandhi en su ayuda.
aba completamente la situación de ¡os en Africa. Desde sus primeros Natal, pero sobre todo en el Transo crueles experiencias. Este hindú 39
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de alta estirpe que siempre fué bie do en Inglaterra y que hasta enton sideraba a los europeos como a "' encontró frente a las más groseras cias, arrojado de los hoteles y de loa. insultado, abofeteado, golpeado a piés. Habría regresado inmediatam~1I India, a no ser un contrato que lo metía por doce meses con sus clien rante estos doce meses alcanzó el d sobre sí mismo. Pero una vez He término, se apresuraba a regresar," supo que el Gobierno preparaba yecto de ley que arrebataba a los sus últimas franquicias. Los hind' Africa no tenían fuerzas para luchar. luntad, desorganizados, desmoralizad cesitaban un jefe, un amo. Gandhi sagró a ellos y se quedó. Entonces se abre la lucha épica conciencia contra la fuerza del Esta la masa brutal. Todavía abogado 40
Gandhi • por demostrar jtlrídicamenlenza 1 " " .d d del Acta de exc USlOnasiaasu ca usa contra la más violenta derecho sino en hecho, ante en de Natal y de Londres. H ace fiIres peticiones, suscita el Congreso atal, forma una asociación de indú; un poco más tarde, funda lndian Opinión, publicado en ines lenguas hindúes, Quiere, desar a sus compatriotas un régiable en Africa; y, para defenderse hace igual a ellos. Tenía en urg una clientela lucrativa: la para unirse, como Francisco, a Con los indios miserables y perhace vida común; comparte sus las santifica: porque les impone la No-resistencia. Funda, cerca , una colonia agrícola, sobre Tolstoy, a quien admiraba (1). -'o,
Paul BiruJeff h o ,nos a comunicado uaa
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la á t m Junta allí a los hindúes, les prop terrenos, y les hace tomar el voto de pobreza. El mismo se encarga tareas más serviles. Ahí, durante año pueblo silencioso resiste al gobie ha retirado de las ciudades: la vid trial del país se paraliza. Es una religiosa, contra la cual toda viole quiebra, como la Roma imperial co primeros cristianos. Pero muy poco tos cristianos habrían llevado la del perdón y del amor, hasta el pu acudir, como Gandhi, en socorro perseguidores amenazados. Cada vez Estado de Sud Africa se encuentra graves peligros, Gandhi suspende larga carta inédita de Tolstoy a Gandhi, ~ -de 1910, poco antes de su. muerte .. Tolsto! .ha leI no de Gandhi en Sud Afnca: Indian Opm.wn. y cija de lo que ha sabido de los no-res!sten~ Alienta este movimiento y dice que «no"reSI~~De. del amor, es decir. la aspiración a la c~munloi laumanas". Es la ley promulgada por CrISto y OS mundo entero.
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.• n de los hindúes en los servicios o f en seguida su ayuda. En yo rece B f ' t la guerra con los oers, orurane Cruz Roja india, que fué ue citada Clt~ a d os la orden del día, con elogios por bajo el fuego. En 1904, la peste : Johannesburg: Gandhi organizó ·taI. En 1906, los indígenas se suen Natal: Gandhi tomó parte en a la cabeza de un cuerpo de an- . , y el gobernador de atal se lo •ó públicamente. servicios caballerescos no desarel furor xenófobo. Puesto en prisión ocasiones (y aún poco después agradecimientos de la guerra de -condenado a la reclusión, puesto y atado de pies y manos a los ba• ltado, golpeado por el populaoso, dejado por muerto una vez, eonoc1"..O t? dos los sufrimientos y humIllaCIOnes. Nada alteró su fe. 43
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Creció en la prueba. Fué en 1908 escribió en respuesta a la escuela de cia en el Africa del Sud, su famosQ Hind Swaraj (Home Rule Indio), el lio del Amor heroico, El gobierno de Sud Africa había pasar precipitadamente una nueva Asiática, a pesar de la oposición de gleses entendidos. Entonces Gand nizó la No-Resistencia en toda su am En Septiembre de 1906 en Johannes prestó solemnemente por los indios .dos el juramento de resistencia pasi dos los asiáticos de cualquier raza, religión, ricos y pobres, aportaron la abnegación; los chinos de Africa se u estrechamente a los hindúes. Se les nó por millones; a falta de prision tante grandes, se les encerró en las Pero la cárcel parecía ejercer cierta ción sobre ellos. El general Smuts perseguía habíales dado el nombre de 44
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bile t or s. Gandhi fué .. encarcelado 1 Hubo muertos y mártires. E mo6 cuerpo. se extendió del Transvaal al t • • • ídables huelgas, mitínes apasiocaminata en masa de los iridios Transvaal sobreexcitaron la opiica y en Asia. La indignación India, y el virrey, Lord Harél mismo, en Madras, su intérnte. a de la lucha se mantuvo hasta año. mable tenacidad y la magia de alma obraron: la fuerza dobló las e la heroica dulzura. El más en~ntra la causa india, el general en dijo en 1909, que jamás boLibro de los Estatutos una meOSa para los indios, se confesó des . f 1 ' pues, e iz de hacerla desard Harding sostuvo la causa 45
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hindú, y una comisión imperial dió a Gandhi en casi todos los puntos. un acta suprimió el impuesto ae y acordó la libertad de residencia a todos los indios que quisieran qu como trabajadores libres. Despu años de sacrificios la No-Resisten vencido.
,. * * Gandhi volvió a la India con de un jefe. El movimiento de independencia se anunciaba aqui, desde comienzos Una treintena de años antes, el Nacional Indio fué fundado por ingleses inteligentes: A. O. Hume, lliam Wedderburn, liberales victoria durante largo tiempo le mantuvi. carácter lealista, tratando de con intereses de la India con la sob 46
.a del Japón sobre la Rusia o asiático, y las provocaCurzon hirieron a los pael seno del Congreso se • o extremista, cuyo nacionatuvo eco en el país. Sin empartido constitucional quedó, mundial, bajo la influencia ale, sinceramente patriota, terra; Y el sentimiento natraba ahora a esta Asamentantes de la India, les endos hacia la reivindicación Rule (Swaraj), sobre cuyo allaban de acuerdo: estos, es con la cooperación in-querían arrojar de la India ; los unos tomaban modelo en el Africa del Sud, los n. Gandhi traía su solución, que religiosa, en el fondo las otras (Hind Swaraj). Le 47
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faltaba para adoptarla a las realid ticas un conocimiento exacto porque si su larga misión en Sud había sido una prodigiosa exp alma hindú y del amor irresistible sa, había estado alejado de su p veinte añoso Se recogió y observó Estaba todavía tan lejos de una revuelta contra el Imperio, q estalló la guerra, en 1914, se fué rra, para levantar allí un cuerpo lancias. «Creía honestamente, ~ 1921) que era ciudadano 'del 1m recordará en repetidas ocasion cartas de 1920 «a iodos los ing, India»: «Queridos amigos, ningún cooperado más estrechamente Imperio, durante veintinueve Años vidad pública. Cuatro veces he vida en peligro por la Inglate 1919, he hablado por la coop una sincera convicción ooo» 48
Gandhi • el único. La India entera se tomar, en 1914, por el idea·ta de la guerra del Derecho. SU concurso, el gobierno inglés espejear a sus ojos grandes esHome Rule, tan deseado, o como uno de los triunfos de Agosto de 1917, el inteligente Estado para la India, E. S. etió a ola India un gobierno tuvo lugar una consulta de la io de 1918, el virrey, Lord aba con Montagu un iníorla reforma constitucional. a los ejércitos aliados era os primeros meses de 1918. iI LIoyd George dirigió un lIao de la India; y la Conferen•re\mida en Delhi al fin del . o saber que la independenla estaba próxima. La India masa, y Gandhi, una vez más, 49
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prestó a Inglaterra la ayuda de La India proporcionó 985,000 hizo inmensos sacrificios. Y, co ró el premio de su fidelidad. El despertar fué terrible. Haci año el peligro había pasado; bién, la memoria de los servicios Concluí do el armisticio, el gobí guió dándose la molestia de finp. acordar libertades a la India, s existentes. Los Bilis Rowlatt, p Consejo Imperial Legislativo de Febrero de 1919, testimoniaron u sa desconfianza para el país pruebas de lealtad acababa de . tuaban las disposiciones del Acta fensa de la India durante la gue bleciendo la policía secreta, la todas las molestias tiránicas de un estado de sitio. Fué para la 50
Gandhi revuelta comenzó.
1durante os anos pre, d mas sociales, ocupan ose re for ' rar la con diIClOn " d e 1os en meJO olas. y, sin que se le tomase ensayado victoriosamente, en agrarios-de Kaira en el Guparan en el Behar-del arma luego emplearía en las lu• esta No-resistencia apasiopropia, y que estudiaremos de Satyagraha, que él le ha izó.
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1919 habíase quedado en sey un poco aparte del monal indio, cuyos elementos idos en 1916 por Mrs. Annto sobrepasada), reconocían jefe al gran hindú Lokamanya Tilak. Hombre de rara enern un haz de acero la triple '8
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grandeza de la inteligencia, d , y del I carácter, más amplio Gandhi, más sólidamente nu • tigua cultura asiática, sabio , erudito, había sacrificado tod cias de su genio al servicio d desprovisto, como Gandhi de t personal, sólo esperaba la vi causa para retirarse de la esce su labor científica. Fué, mien jefe indiscutido de la India. pasado, si una muerte prematur biere arrebatado en Agosto de dhi, que se inclinaba ante la s su genio, difería de él, profun el método político, y, Tilak . mente hubiera tenido solamente ción, en cierto modo religiosa miento. ¡Qué vuelo habría sido' pueblos de la India bajo esta ción!-Nada podría resistirle, poseía el dominio de la acción, 52 I
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·nteriores. La suerte ha , 1 mane ra:' se puede sentir o Gandhi mismo. El rol de .r , de la élite moral, habría a su naturaleza y a sus Con gusto habría dejado a de la mayoría, Jamás tuvo Tilak tenía esta fe. Este ión creía en el número. nato. Era también resueltain contemplaciones a las religión. Decía que «la a los Sadhus» (los santos dosos). Este hombre hubieasí lo declaraba-aún la ad de su país. Y este homa vida fué de una pureza ~acilaba en decir que todo ea.. Se puede pensar que nahdad así y la de los dic. " las relaciones de ideas lbles. Pero el pensamiento 1
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de Gandhi es irreductible discusiones entre Tilak y h~~ho sino, afirmando su pre eion mutua, establecer la o lIlétodos,-es decir, en hom lutamente sinceros, en quienes la acción están calcados sob samiento,-la oposición de que dominan su existencia. F Gandhi proclama, que obligad ción, sacrificaría la libertad a cualquiera que sea el amor tenga por su país, pone su alta todavía que la patria: . «Estoy unido a la India, todo se lo que tiene una misión. Si falta a para mí la hora de la prueba, y es no cederé. Mi religión no tiene lími
en••
(1) El se ha pronunciado netamente JIIO.
(24 Nov.-921).
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., sobrepasará mi amor por la In-
bras que dan su sentido a os a describir ahora: pordel apóstol de la India un ando, nuestro conciudadano es por nosotros todos que ate, comenzado hace cuatro
Atma.
• •* r que aun en ese momento dirección del movimiento tra el Acta Rowlatt, lo hace este movimiento de la viode todas maneras la' revuele guiarla. -Gandhi
se opone aquí a la doctrina
- ::::
Hay diferencias de razas' por mas deberes tiene. (Ethical
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Para comprender bien lo que hay que recordar que el pen Gandhi está en dos planos: su religiosas, que son considerabl ción social que constituye sobre invisibles, adaptándolas a las pe actuales y a los deseos del país. por naturaleza, político por ne medida que la presión de los ac tos y la desaparición de los otr la nación le obligan a asumir la gobernar el navío en la tempestad, ter político y práctico de su acci ma. Pero lo esencial del edificio siéndolo la cripta:. es vasta y y hecha para llevar una muy dral que la que hay que construir damente; sólo ella es durable, e~ provisorio y destinado al uso de de transición. Importa, pues, con iglesia subterránea en que el pe de Gandhi tiene sus sólidos fun 56
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'1 cada día se retira para e, ., d 1 fuerzas para la accion e con fervor en la religión de Hinduismo; pero no como o a los textos; y tampoco cocritica, que. acepta ciegadición. Su religión tiene el su conciencia y su razón. fetiche de la religión y no excuso en su nombre sagrado (1) ... No seo de llevar a nadie en pos mío, a su razón. Voy a rechazar la más antiguas Shastras, si no con'" (2)
, y eso es esencial, no re-
permite al Hinduismo ningún
• ereencia . eo.no di no eXlge que considere a te. IVlnamente inspirados... Rehuso Interpr t '. Y al . e aClon, por sabia que sea, sentido moral».
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«No creo en la divinidad exclusiva Creo que la Biblia, el Corán y el Ze tan divinamente inspirados como 1 Hinduismo no es una religión misio gar en él para la adoración de todos del mundo ... Dice a cada uno que según su propia fe o Dharma; y aai eon todas las religiones». (1)
No deja' de ver los errores o que se han introducido en el Hi el curso de los siglos, y los reprue « ... No
puedo describir mejor mi para el Hinduismo que aquel que para mi propia mujer. Me conmueve e otra en el mundo lo puede hacer. .esté desprovisto de faltas: oso decir ehas que no veo; pero el sentimiento indisoluble está ahí. Lo mismo para el
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todas sus limitaciones. defectos y " d 1 t to como la música e a an los dos únicos libros del ayana, conocimiento puedo pretender ... aetuales que manchan los grand~ • pero los amo a pesar de todo ... •• . b el fin, no rechaza, SIO em argo, creencias esenciales del Hinduis-
• pues, estas verdades esencuales da su adhesión? Las amente en un artículo del 6 e 1921, que es su Credo púlos Vedas, en los Upanishadas, en en todo lo que está comprendido de Escrituras hindúes, y en conselos Avatares y en los renacimienel Varnashrama Dharma (1). (Dis-
(1) «Todas las religiones son rutas dive fen hacia el mismo fin», (Hind Swaraj),fiones están fundadas sobre las mismas 1 nligión ética está hecha de leyes que unen ~res del mundo'. (Eth. Religion).
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• :YDahrna: color, clase o casta' Ashra' ••• di arma' . li . re l'" igron. Lasociedad está Ic:1p IDa de clase. Es él,fundamea-
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ciplina de las Castas), pero en el se mente védico, y no en el actual , sero; »3. Creo en la protección de la v tido mucho más amplio que el sentido «4. No desapruebo el culto de loa
Todo Europeo que se deten tura, en estas líneas del Credo i la mentalidad que se expresa diíerente de la nuestra, tan e encerrada en un cuerpo de d giosas y sociales, lejanas en el ti nas en el espacio, sin medida e nuestra inteligencia, que es vano ¡Que continúe sin embargo. En gunas líneas más abajo, esto, más familiar:
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uDciado a toda adquisición Y po-
bra del Hindú júntase a la . y Gandhi tenía conciencia o. Un reverendo inglés inlos libros de los que había erte influencia, respondía al uevo Testamento». Su Ethieluye por una cita de Crishay que olvidar que este está nutrido de Tolstoy (2), a Ruskin y a Platón (3) Thoreau, admira a Mazd Carpenter, y que su penpregnado de los mejores de ' y el resto os • Dios y la JiustiCIa.
"'araj él' cont'~ene al' final una lista de que aconseJa leer' «¿E '1' ~ToIstoy?» G D dhi nquereaclOde UD , IJesponde en Young • mrra or devoto que le lIfaerte de S' ocrates» t d 'd lib ros prohibidos ra uci ~ por por el gobierno
ad
«Creo en el aforismo hindú, que verdaderamente los Shastras, que ha la perfección en la Inocencia (Ahimsa) dad (Salya), en el dominio de sí (Br
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de Europa y de América. No hay, zón para que un Europeo se halle al suyo, si quiere tomarse la In aproximársele. Reconocerá entone tido profundo de estos artículos cuyas palabras le admiran. Dos, s parecen establecer una barrera i ble entre el espíritu religioso de el de Europa: el culto de la vaca y ma de castas (1). Veamos lo que a los ojos de Gandhi: Cierto, no son para él artículos rios, en el conjunto de la doctrina. tección de la vaca es la caracteri Hinduismo. Gandhi ve aun ahí u afirmaciones más altas de la evol mana. ¿Por qué? Porque es un SA (1) No hay lugar a detenerse en ~l c~to cNo tengo veneración por ellos, escribe ~ forma parte de la natural~za humana", la d una necesidad, respetable, mherente a d píritu humano, que, a veces, ha menester e creencia para mejor adorarla. No es, pU~I·'_." ] lesi que vemos en to d as nuestras ras 19 eSIBScato
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hhumano», con el cual su concluye un pacto de a lilanza, aternidad entre el hombre y Psegún su bella expresión, He'más allá de los límites de su la identidad del Hombre e vive». Si la vaca ha sido ferencia, a los otros seres, es la India, el mejor compañero, abundancia; y Gandhi ve en imal un poema de piedad». que le rinde nada tiene de die condena más duramente al bondad del pueblo de la Inobserva la letra sin practicar compasión «para las mudas Dios». Una vez que se le ha (y quien le hubiera comprene el «poverello» de Assis!)ad . , .mlrarse de la Importancia dhi, No h ay mngun '. error al ot eCClona '. la vaca en el sen63
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tido que él le atribuye «es el do duismo ,al mundo». Porque el p Evangeho: «Ama 'a tu prójimo mismo», él agrega: «Todo lo que , prójimo». El sistema de las castas es pos' más difícil de aceptar para una i de Europa (al menos, de la Euro porque sabe Dios qué nos reserv venir de una evolución que es de sólo en el nombre!) No me alabo éxito, por la exposición de las exp de Gandhi, a hacerlo aceptar, y deseo. Pero estas explicaciones rán netamente que ningún pensa orgullo ni de superioridad soei esta creencia, sino un pensamien ber en el rango que es asegurado cual. «Estoy llevado a creer, dice Gandbi, de la herencia es eterna y que toda tea
absoluta confusión.,. El duce a 1a con . h te a la naturaleza humana, es In eren • d id • . lemente lo ha re UCI o a • o, sunp ,
. ita las clases a cuatro solal~ manes (clase intelectua l'Y espittriyas (militar y gubernamental), comercial), y Shudras (trabajo y uales). y no admite entre ellas ación de superioridad o de iníen vocaciones diferentes: nada s. No privilegios. (1) el genio del Hinduismo que un homun rango más alto, o asigne a otros o. Todos han nacido para servir la Dios, el Brahman por su saber, el r su fuerza protectora, el Vaishya por comercial, el Shudra por su trabajo o no significa que un Brahman esté ea el curso de las edades. las clases primitien castas orgullosas, los Upanishadas ele-
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dispensado del trabajo corporal s jor hecho para el saber, ni que 'un'lraO de adquirir todo el sab~r, sino qUe con su cuerpo, y que no tIene necesi las funciones de los otros. Un Br: tendiera la superioridad, a causa de ría por este solo hecho de su r: verdadero saber ... El Varnashrcun~ zón de ser la economía de la e buena distribución) y la sana coersi6 bre sí por la voluntad ... »
Es pues, .basado sobre la «a y no en el privilegio. No olvid demás, que en la creencia .en la ción, la naturaleza restablece el en el curso de existencias suc . do de un Brahaman un Shu versa. La cuestión de los parias no na relación con la de las cuatro rentes, pero iguales. Veremos cendida pasión Gandhi no cesa tir a esta iniquidad social: yes 66
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oyed ore S de su apostolado. "enza del Hinduismo, una guta de la verdadera docec y sufre por ello de un a, ser despedazado, escribe, ana mis hermanas de las clases eseo renacer, pero si renazco, los intocables, a fin de no tas y trabajar en su libera-
niñita intocable, y habla este encantador diablito .de su casa producía la lluvia te para mostrar bajo la do hindú, el gran corazón olstoy más tierno, más calvo a decirlo, más natuo», en el sentido univer67
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sal: porque Tolstoy lo es mucho naturaleza que por voluntad. Donde el parecido de los d se acentúa, donde-seguramen fluencia de ToIstoy ha sido más la condenación llevada por G la civilización de Europa. Desde Rousseau, el proceso zación no ha cesado de hacerse píritus más libres de Europa, y e pertada no ha tenido más que cuadernos de quejas, para cons • midable espediente contra sus a Gandhi no ha faltado a ello y el raj enumera una lista de estos li dores, entre los cuales buen núm por ingleses. Pero el libro sin .aquel que la misma civilización ha escrito en la sangre de las ra das, despojadas y manchadas en de principios mentirosos; y ha i todo, la ruidosa revelación de
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de esta ferocidad, impúdica• ~' 1 vista del mundo por la b,dal~;ada de la Civilización. ,nClenCI . 'a de Europa, que con. los pueblos de Asia y ~fnca, desnudez. Ellos la han VIsto y
guerra ha mostrado l~ naturaleza sacivilización que domina a la Europa Oclas las leyes de moralidad pública zadas por los vencedores, en el virtud. Ninguna mentira ha sido conO demasiado innoble para utilizada. los crímenes el motivo es grosera.. La Europa no es cristiana. Adora
tales pensamientos expuestos n cinco años, en las Indias y Aún en aquellos que son deq~~ vuelve a menudo a la pluma de s.tádidad (la creencia en los parias) es n.
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m ti masiado prud~ntes para enunc. esta convicción está inscrita de la frente. No está el meno sultado de la victoria a la P¡ Pero Gandhi no había espel para ver la verdadera cara de la se le había mostrado sin m' los veinte años de Sud Afriea. y Swaraj de 1908, denunciaba gran vicio» a la «civilización La civilización, dice Gand ,de nombre. Es, según una Hinduismo, «la edad negra, la tinieblas». Hace del bien ma único de la vida. Nada se ocup nes del alma. Aloca a los Euro viliza al dinero, los hace inca y aún de vida interior, es un . los débiles y para las clases mira la vitalidad de las razas. ción satánica se destruirá a verdadero enemigo de la India, 70
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-1 quienes, individualIn~.eses, d sino enfermos e su 1 IDa os, bié Gandhi combate tam. l~n a compatriotas que quisreran gleses, para hacer de la In«civilizado», a la manera eso dice, «la naturaleza del ».' Nó, el grande, «el único .do es arrojar la civilización
de hombres contra quielevanta con una aspereza magistrados, los doctores y de estos últimos es explicahecho «desaprender» a los •o idioma y su propio pensa•• niño una degradación naesto, no se dirigen sino a la oran el corazón, descuidan precian, en fin, el trabajo verdadero crimen el de una 71
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In ci educación únicamente literaria e cuyo 80% es agrícola y 10% in profesión de magistrado es inrno bunales, en la India, son un ins poder británico; atizan las dis los Indios, y, de un modo gen nen y alargan, en todas partes, nes y las querellas. Es una expl damente lucrativa, de los malo En cuanto a los doctores, Gan en que fué atraído al principio p sión; pero que pronto reconoci6 honorable. La medicina de O ocupa únicamente de aliviar al las enfermedades, no de extirpar las enfermedades, que en gran vicios: se puede decir, aún, que ofreciendo a los viciosos el modo ellos con el mínimum de riesgos. ye, pues, a desmoralizar a un pue mina con sus recetas de «ma
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• d a disciplina heroica an e un di . "t A esta falsa me ICIesp·n u. d 1Gandhi ha a menu o te que e b una violencia que so rep~pone él la verdadera medIa la cual ha consagrado uno tratados populares: A Guiguía de la salud), fruto de experiencia. Es un tratado de o de terapéutica: «porque es el resultado, no sólo de sino también de nuestros , y es relativamente fácil dar enir el mal, «teniendo todas es el mismo origen, que es no naturales de la salud. «El mansión de Dios. Hay que ». Hay por lo demás, en las de Gandhi (con demasiada •• ~
que los principales cargos de Gan~ Europa es que recurre a la viviCI1mendel hombre,..
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a obstinación en negar remedios mucho buen sentido, pero un ex rismo moral (1). Pero el corazón de la civilizaci na (edad de hierro: corazón de la Máquina. Ella es el Ídolo Hay que rechazarla. El deseo Gandhi sería que el maquinismo fuese arrancado de la India. A la f1 pero heredera del maquinism i riría mejor la servidumbre de I mercado inglés. «Vale más todavía comprar el te" chester que instalar en la India las fábri chester. Mr. Rockefeller no valdría más El maquinismo es un gran pecado, pueblos... ... y el oro es un veneno co sexuaL.»
Pero, preguntan (1) Particularmente en lo que concierne a sexuales: su severa doctrina recuerda a San P
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dernas que será de la In"deas mo''les tranvías, gran des es Jmferrocarn , . . _¿No era antes? rephc~ G~ndhl. mqueill es de años, la India, ID ar di d 1 permanece sola: en me 10 e a " nte de los Imperios: Todo lo. dedo. Ella ha sabido conquistar, ares de años, el dominio de sí y de la felicidad. En esto nada tieren er de los otros. No ha queriquinismo y las grandes ciudades. carreta, la rueca, la vieja educaD6 han asegurado su sabiduría y ° es preciso volver a la simplicia, no de un golpe sin duda, pero o, pacientemente, dando cada plo ... » el fondo del pensamiento; y esto upone la negación del Progreso, la ciencia de Europa (1). e salvag:uardi~, ya que ~o la ciencia ~i d a e las lDvestJgacionescientíficas y su
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Esta fe medi?eval arriesga, contra el empuje volcánico del humano y ser fragmentado. p menzar, puede ser que fuera p no, « di" e espíritu h umano», sinoI'Q ritu humano; porque si se pu yo lo creo-en la unidad sinfón ritu universal, ella está hecha voces distintas, que siguen ea rección; y nuestro joven Occid tado por su ritmo, no piensa no siempre ha dirigido él la si ley del progreso está sujeta a e • vimientos contrarios y a vueltas que la historia de la civilización más exactamente la historia de ciones, y si en cada civilización estricta disciplina. Admira el celo y el sacri • bres de ciencia europeos, que a menudo en a los d~ los hombres de fe hindúes. Respeta contradies el camino que este espíritu ha sar de estas reservas, el antagonismo no es e esto T~gore,. como veremos, eleva una justa el medioevalismo de Gandhi.
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• ble caótico, roto, a veces a odría asegurar del todo • o pprog reso de una de las . es con respecto a la Clon
tir aquí el dogma europeo ateniéndose simplemente al o el movimiento actual va profundo de Gandhi, no que la fe de Gandhi va a Sería conocer mal al espíritu eau dice que «los Asiáticos cosas mucho más obstinas. Esperan siglos, cuando y su idea, después de un tan ás se encuentra envejecida sus fuerzas». Los siglos no tar a un Hindú. Gandhi está en el curso del año. Pero to, en el curso de algunos lenta al tiempo. y si el tiemCOnel tiempo se retarda. Si 77
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pues, en su acción encontrase cientemente preparada para e practicar las reformas que él que nerle, sabría adaptar su acción a lidades. Y no habrá que admir decir al irreconciliable enemigo nismo, en 1921: «No .lloraré la desaparición de pero no tengo (actualmente) ningún contra de las máquinas» ...
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ueden dar. Y este tobl se trata de un pue o d cuan o . l In dila. Pueblo [orrnidab e por duración y su alma pro, te su pueblo y Gan dhi1, d esa1e e5ntactos, se ha establecido un mprenden sin hablar; Gandhi de esperar de él, y este pueque Gandhi va a pedirle. s, para comenzar, esta con1: el Swaraj, el Home Rule
lo que p
o bien: «La ley del amor completo (sin restricción) es la ley de mi ser. Pero estas leyes por las medidas políticas zo... Sería condenarse al fracaso, por Esperar que la masa obedezca actual ley, no sería razonable ... No soy un vi tendo ser un idealista práctico».
Gandhi que el Swaraj es la finaliy nó la Nó-violencia ... »
estas palabras, a la India libre por la violencia enada a la violencia de los domi-
La definición es exacta: nunca hombres más de lo que pueden 78
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Pero, rectifica en seguida lo imposible: porque la vi~le liberar a la India; el Swaraj: conseguido sin las fuerzas del el arma propia de la India, el la fuerza de verdad,- el Satga el golpe de genio de Gandhi dicándolo a su pueblo, revel dera naturaleza y su poder o El término de Satgagraha ventado por Gandhi en Suddistinguir su acción de la resis Hay que insistir con la mayor esta distinción: porque es prec la «resistencia pasiva» (o por tencia»), como los europeos movimiento de Gandhi. Nada (1) Etimológicamente: Satya: justo•• ensayo, tentativa; ensayo justo. Se le a~ Nó-aceptación de la injusticia. Gandhi viembre-1919): por «Atenerse a la ver
dad; fuerza de amor o fuerza del alma- '1 de la verdad por la fuerza de alma y de 80
1 mundo tiene una ma-
bre en e ivida»d que est e or 1a «pas n Pd ue es uno de los tipos lucha or, q El 1 d
s del «Resistente:>. ~ ma e esistenCIa actioa, por to es 1a R l flamada del amor" de la fe y de esta triple energia se expresa • Satyagraha. , . venga, pues, el cobarde a abrinería a la sombra de un Ganlo expulsa de su comunidad. ás el violento que el cobarde! sólo queda a elegir entre cobardía nsejaré violencia .... Cultivo el tranmorir sin matar. Pero quien no tiedeseóle que cultive el arte de matar J antes que huir vergonzosamente e aquél que huye comete una oio-
Auge porque no tiene el coraje de do.•. Mil veces aconsejaría la vioque la emasculación de una raza enCOnmucho ver a la India recurrir a
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Gandhl las armas, para defender, mejor qu demente testigo de su propio desh: n «Pero, agrega, sé que la Nó-vioIen • mente superior a la violencia. y que más viril que el castigo. El perdón del soldado. Pero abstenerse de casti dón más que cuando existe el pod No tiene ningún sentido, de parte d impotente... No creo a la India im mil ingleses no pueden espantar a llones de seres humanos... y por fuerza no se halla en los medios ñ . una voluntad indomable... Nó-violen misión benévola al malhechor. Nó-vi toda la fuerza del alma a la volunt Un solo hombre puede así desafiar a provocar su caída ... »
¿Pero a qué precio? - Su Sufrimiento, la gran ley... (1) Una de las Reglas de la Escuela S fundada por Gandhi es «la ausencia del liberada del temor a los reyes, de los pueb tas, a las familias. a los hombres y a las la muerte». Es también la cuarta condición de la R lenta en el Hindra (Las otras tres .,son: la breza, la Verdad).
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humana... La condición
de la m u'd le de la muerte. La VI a sa '11 ser. t es precIso . que la semi a
ro bro se eha e1eva do sin pasar
por el N a dile puede escaparle ... .' en purificar el sufrinSlste SInO , co 1 hacer sufrir... Mientras mas e:to (personal), más gran~e es el . y sufrimiento consciente ... . Iencía esentar a la India la antigua ley ~r. o, la ley del Sufrimiento. ••-mism descubrieron la ley de la No'0 de las peores violencias eran renio que Newton, guer~ero~.más • gton: han realizado la Inutilidad conocían... La religión de la Notólo para los santos: es para el cobres. Es la ley de nuestra especie, es la ley del bruto. El espíritu to. La dignidad del hombre quiea: la fuerza del espíritu ... Quiero ctique esta ley, quiero que ella de su poder. Tiene un alma que r. Esta alma puede desafiar a toateriales del mundo entero». • at leo ~...
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t m ~Ito orgullo. Su fiero alll quiere que ella repudie la indi y que se sacrifique. Nó-violen .. de nobleza. Si la renuncia es caída. Y Gandhi no podría pensamiento: «Si la India hiciera su fe de la vi saría en seguir viviendo en la India. pirarme ningún orgullo. Mi patrio • dinado a mi religión, me agarro a l. niño al seno materno, porque sient da el alimento espiritual de que te Cuando éste alimento me falte seré . fano... Me retiraré a las soledades para abrigar allí mi alma sangrante .•~
* * * Pero él no duda; cree en la' en Febrero de 1919 decide ab • ña de Satgagraha, esta arma había experimentado en los agrarios de 1918. 84 .
Gandhi
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lta política. Gane revue , ., d 1 d r tinuara SIen o o eali ta on I is . _ de esperanza en de un rayoHasta Enero d e . di IDealaterra. ·Ionalistas m lOS • Y los nac . •ar amente (1)-e1 prmn .am g el ImperIo. . Lleva , n con raCl0 ·CClon ., de su honestiid. a.d Edn d oposición al gobierno e todae sinceridad po drá ra afimnar que ve en los adeptos. al os mejores súbditos constituIObierno. Será preciso el eneacerrado del gobierno de la
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antes todavía de su apresamiento, Ganvivos reproches que le son dirigidos sobre conducta. Se recuerda con burla la ayuda do a Inglaterra en Sud Africa, y duranEn este momento todavía, nada reniega Creía honradamente, dice, que era ciu• no era tarea suya juzgar al gobierno; le que cada cual se constituyera en juez de su crédito a la inteligencia y a la honradez lo ha podido. La aberración del gobierno le ¡Que la responsabilidad la sobrelleve
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la á India para forzar al guía moral a desgarrar el contrato de leal' , li19ad o. 1 se crera ,Así, el Satgagraha, se pr rmenzo como una oposición ce un requerimiento respetuoso al El gobierno ha promulgado una Los «Satgagrahi», que en tiempo se inclinan ante las leyes, deso liberadamente a la ley deshonros no basta para restablecer la jus • servan la facultad de extender s diencia a otras leyes, hasta retirar ración completa al Estado. Pe rente es el carácter de esta deso de todo aquello que en el Occid tiende por esta palabra! ¡Qué e acento de heroísmo religioso! Como a los «Satgagrahi» les bido actuar sobre el adversario lencia-porque se debe admitir sincero;.Io que parece verdad al u 86
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1 iolencia no convence e error; y a ,v que convenzan al preCISO )-, es la 'rradiación de amor que .o por " ,n por su a bnezaci , negación, u convlCClO, s, l'bremente alegremente frimlentos I 'd' 2 Es ésta la propagan a irre( ). \la la cruz de Cristo y de su Por e 11 ' tropel ha conquistado a mperro. luz este religioso arrebato de ar a T . lo ue se ofrece en sacn ICIOpor es ;ternos: justicia y. libert~,d, el ,. inaugura el movimiento fijando 6 de Abril de 1919 un día de orae ayuno, un Hartal, de toda la Infué su primer acto. acto tocó a lo más profundo de cia de su pueblo. Tuvo un efecto í
r. Degrada al que la emplea. Las vi?lencias con Alemania, dice Gandhi, han tenido por a los aliados semejantes a los Alemanes, cuyos han al principio de la guerra. S,dllra que sea una naturaleza, se fundirá al fuego , 110 se funde es porque el fuego no es lo bastante OS
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inaudito. Por vez primera todas se unieron en un mismo gesto. había encontrado. La calma había sido general. Delhi se produjeron algunos distur dhi fué allá para aclarar al pueblo sus deberes. Pero en el camino el lo hizo arrestar y reconducir a 80 noticia del arresto levantó en Pu tines populares. Hubo en Amrits. y algunos asesinatos. El general con sus tropas el 11 de Abril en la y ocupó la ciudad. Todo había vu trar en orden. El 13 era un día de ta hindú. La muchedumbre fué a u blea al lugar llamado Jallianwalla tranquila y había muchas mujeres En la noche presedente, el gene había prohibido todo meeting, P conocía todavía la prohibición. El vino con ametralladoras aJallianwall No se hizo ninguna intimación. Tr 88
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la llegada de las trodespués de o sobre la multitud abrió el fueg. utos hasta la con, diez nlln' b . duro .' El lugar esta a 'nlClones. . e bs mU 11 s: la fuga era impode altas mu~a .a 'tos hindúes fueron . t s a selSC1en 'N" un inlen o heridos. mg , era mayor . un nu~ 1 muertos y hendos. se tomO con os , Un ó la ley marcial en el pals ' . , m 1' 1 Puniab. Se ViO de terror aso o a h d . bombas sobre muc e umar arrol bl . os más honora es cmL d rma as. ib a fueron arrastrados ante los tri un es azotados, obligados a arrastrar,. .d rgonzosas el VIentre, sometí os a ve . ·ones .... Diiérase que un Vlen~o fe plaba sobre los dominadores mg .emo si la ley de la Nó -violen<:la, da por la India, hubiese tem?o 'roer efecto, el exasperar a los ViOe Europa, hasta el frenesíl-Gano ignoraba. No había prometido a 89
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su pueblo llevarle a la victoria por blanca. Le había prometido la ruta ta. Y el día de Jallianwalla Bagh n cosa que el día del bautismo .... «Debemos estar prontos a contemplar dad de alma, les dice, nó mil asesinat bres y mujeres inocentes, sino que much antes que la India llegue en el mundo que jamás será sobrepasado .... Que contemple la horca como un asunto or • vida ... !
La censura militar consiguió im rante algunos meses que los ho Punjab fuesen conocidos en el ext Pero cuando el rumor se desparra India, una ola de indionación re• -:> país; e Inglaterra misma se conmoVl cedió a una encuesta por una comí sidida por Lord Hunter. Paralel (1) Por su parte, Gandhi suspendió su m~vi de Abril de 1919, para calmar la efervecencIII, explotarla, como la hubiera hecho todo otro re90
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. lIdio formó una sub-coNaclona n o d r a una contra-encuesta. para ~drocte ~el Gobierno (todos los , eVI en e di ) . Ii tes lo compren ieron lnte igen . 1 id astigar con sevendad a os SI o C • G an dhi1, 1 as acre de ,Amntsar. d eam . mo deraci . di En su admirable, eracion, pe la.· 1 ha a reclamar el castigo del genera de los otros oficiales culpables, conlos sin embargo. No quería vengano tiene odios .... «No se tiene rencor tra de un loco. Pero es preciso quimedios de hacer el mal». Exigia, lamente el llamado de Dyer- Pero *,ult perdere ... » Antes de las conclue la encuesta, el gobierno de la Inapresuró a hacer pasar una ley de íded (Indemnity Act) , para la prode los funcionarios; y los oficiales es no sólo fueron mantenidos, fueron nsados. la India en medio de esta sacudi-
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da, cuando un segundo asunto , Illu grave todavía que el primero, un violación de compromisos solellln: dos po.r el jefe del gobierno ingl ~ de arrumar el resto de confianza dia podía todavía tener en la b los Europeos y desencadenó la vuelta.
de la Siria y de' la Palestina. Lloyd o el Virrey se habían comprometido a vez terminada la guerra, ente. Un dó de estas promesas. En el curso 10 de 1919, los Musulmanes de la quietos por la paz aplastante que s~ &a, comenzaron a murmurar y fué mienzo de la agitación del Khilafai
La guerra de Europa había ofreCl musulmanes de la India un rudo de conciencia. Se encontraban divi tre su lealtad al Imperio y su fid jefe de su religión. No se habían por Inglaterra sino después de hab do su promesa que no atentaría a I nía del Sultán o Califa. La opinió mana exigía que los Turcos cons Turquía de Europa, y que el Sul • se, junto con el control de los San res del Islam, la soberanía de la como ella era definida por los sulmanes, con sus dependencias de
rió el 17 de Octubre de 1919 (Khi'9), por una imponente manifestamca, seguida un mes después, por erencia del Califato de toda la InDelhi. Gandhi, la presidía. Con ráíén, había tomado la cuestión mucomo el instrumento más propio ar la unidad india. Era un gran • Los Ingleses siempre habían desla enemistad natural entre Hindúes manes; y Gandhi aun les acusa de ~ado en gran parte. En todo caso, ian hecho para disminuirla. Las
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pueril mente
se , pro la una a la otra. Los Hindúes no de cantar pasando frente a una In ·1 . ez que e 1 SI enero es de regla. y los nes se gozaban en herir a los H. su culto de la vaca. Seguíanse q peleas continuas que mantenían si~ad. Los dos pueblos no hací~ mIgas entre sí: matrimonios y co munes les estaban prohibidas. El de la India dormía en la certeza de visión eterna. La voz de Gandhi, mando la unión en la Conferencia fato, le despertó sobresaltado, geQerosidad sincera-y por tanto, biJ-Gandhi declaró que los Hi debían formar sino uno con los M nos, por la causa musulmana. «Hindúes, Parsis, cristianos o Judíos, • nes seamos, si deseamos vivir en una so el interés de uno solo, debe serlo el :de
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.• que cue nta , es la justicia de su aClon
de los Mahometanos. se había o con la de los Hindúes, en. el asa cre de Amritsar. .. Era preCISO, la alianza. Una alianza sm cons Musulmanes eran el elemento e de la población de la India. Y ~rimeros en decidir, en esta C?~rehusamiento de cooperacron ierno, si no obtenían satisfacción. s aprobó. Sin embargo, fiel a su moderación, se negó al boycott derías inglesas, porque en ello vez una venganza y una muestra d. Una segunda conferencia del ia fines de Diciembre de 1919, ·ar una diputación a Europa, e al Virrey un ultimatum amenazacaso que la paz fuera contraria de la India. lUna tercera Con95
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ferencia en Bombay, en Febrero lanzó un manifiesto musulmán, q naba a la política inglesa y anu tormenta. Gandhi la veía llegar; y, lejos ~ la, hacía lo posible por retenerla. En Inglaterra, parecía que al fi prendería el peligro. Por tardías co se trataba detenerla. Un Acta de India, basada sobre los informes Chelmsford, acordaba al pueblo de más poderes y responsabilidades bierno central y las administración ciales. El Rey, por una proclama Diciembre de 1919, le dió su asen convidó al pueblo y a los funcioa dios a cooperar en la reforma, y Virrey que amnistiase a los conden líticos. Gandhi, siempre sensible a rosidad, se mostró conmovido, y vi estos pasos un compromiso tácito por Inglaterra de hacer justicia a 96
tar las reformas; las juzgae1 ace P ero pensaba que podían p1et as, P . artida de conquistas legad to e P nsas Y que francamente había ex te rse a ellas. Después d e ar di!entes su opinión prevaleció en el Concional de toda la India. ~a última esperanza, como las burlada. El Virrey no hizo ningún llamado hecho a su clemencia; y es se abrieron para ejecuciones, xitaron a la India. Llegó a ser que las promesas de reformas coniendo un cebo. s momentos (14 de Mayo de 1920) ma conocimiento de las condiciopaz desastrosa para Turquía. Un del Virrey reconocía que debían para los corazones musulmanes, comendaba la resignación. en estos mismos días, el informe la CQ mlSlon '" d e encuesta sobre las 97
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masacres de Amritsar, tardíamen do, concluía de sublevar la Con país. Ello fué. Los lazos estaban r El Comité Califato, reunido e el 28 de Mayo de 1920, adoptó peración, propuesta por Gandh" ferencia hindú-musulmana de votó por unanimidad, el 30 de 1920: daba al Virrey un plazo para dar razón al ultimátum. Gandhi mismo escribe al Virre fica el movimiento de Nó-coope plica por qué recurre a él; y las r dá son curiosas: porque aun en mo instante, muestra su volun romper con Inglaterra, y su es lIevarla al arrepentimiento por un legal.
Constitución británica sobre las d de la bli r al gobierno a hacer . es oIga . d . Clon , t d vía en la superionda o a Y yo. , creo 'tuCJOnb·t' n an ica. y es por esto que desobediencia.»
1gran ciudadano del Imperio q~;oeconservar el ciego orgullo del
«Sólo me queda, dice, dos partidos; pararme de Inglaterra, o bien, si toda
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II El 28 de Julio de 1920. Gan a la India que la Nó-cooperación clamada el 1. de Agosto; y pr: la víspera, 31 de Julio, un sole de preparación, por el ayuno y nes, Nada teme del furor del gob bien, desconfía del furor popul medidas para que el orden y la reinen en las filas indias. 0
«La ~Nó-cooperación quiere una completa. El desorden viene de la cól ciso una total falta de violencia. Toda vi ría un retroceso para la causa y un sa de vidas inocentes. ¡Qué ante todo,
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id durante los dos meses anblecl a, . . d N C Gandhi y su comité e . • por decretado: abandono de todos los títulos y honoríficas; nó-participación
. . en los empréstitos
o; huelga de los tribunales y de los -de ley; el arreglo de los litigios por privado; boycott a las escuelas del gobierno diantes y las familias; boycott de los Consejos de Refor'tucionales; no-participación en las recepcioiobierno y en todas las funciones echazo de todo
puesto civil y mi-
observado,»
La táctica
de la No-coopera 100
~rOpagación del Swadeshi: es dees de la parte negativa del proparte reconstructiva, el orden nue101
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vo, sobre el cual debía funda nueva. Volveremos a ello más le. No era todavía más que u etapa; y se podrá notar la prud ría-muy admirable para rey e~r~peos-de ese hombre que VI miento la enorme máquina de Hindú, y que al comienzo la ti en el primer diente del engr trata aquí de desobedienciaciv' conoce. La ha estudiado en quien cita en sus artículos, y cuidado en distinguirla de la ción. La desobediencia civil es rehusamiento de obediencia, es: ción de las leyes. «Es una inEra puede ser practicada con éxito «élite», al paso que la Nó-coo de y debe ser un movimient Gandhi quiere preparar al pue dia a la Desobediencia, pero lo sabe insuficientemente pre 102
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. 1 las riendas, antes de estar are ., d ' . . tado la posesión e, SI misconqUlS imer programa de Nó-coopepn . . ra se trata de l·a negativa d e lqUle os Gandhi espera la hora. .. A~osto de 1920, da la señal de por medio de una famosa carta Le devuelve sus condecoraciones honoríficos. sin pesar, dice, que devuelvo la oro Kaisar-I-Hind, por mi tarea en Sud-Africa; la medalla de la 6, por mis servicios como oficial o de ambulancieros voluntarios 1906; la medalla de la guerra mis servicios como ayudante del <lentede los cuerpos de angarilleen 1899-1900». Pero, continua, e haber recordado los aconteci1Pungab y los que han motivado eoto .Khilafato «no puedo conserDI f ., a eCClOnpor un gobierno 103
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~a~c~ado por esta inmoralidad )~S~lclas Hay que conducirlo al tímiento He sugerido la Nó-c que permite alejarse del gobiemo ñirlo, sin violencia». y Gandhi es~eranza de que el Virrey rep quidad, consultando a los jefes r del pueblo. El ejemplo de Gandhi fué segu" diatamente. Centenares de magi sentaron su dimisión. Millares de tes fueron retirados de los colegio bunales fueron abandonados. Las se vaciaron. El Congreso de tod reunido en sesión especial, a eo Septiembre, en Calcutta, sancioné fuerte mayoría todas las deeisione dhi. Este y su amigo Maulana S recorrieron todo el país, en medÍt) maciones. Nunca Gandhi se reveló más los millones de hombres, que en es
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. . Erale preciso sujetar a la vioacclon:l pedía desparramarse. La que so o 1 h b . . quica del popu ac o, so re a anar . . izaba No tiene expresiones le hOTro r • t duras para fustigar a la «Moboee le parece el peor peligro de la D~esta la guerra, pero le prefiere al denamiento de Caliban.-«Si la Inurre a la violencia, que sea a la viodisciplinada, a la guerral En ningún 1 populacho!» Aun desconfía de las aciones [ubilosas y ruidosas, pero , de las que [amás se sabe si no salel frenesí y los actos sin nombre. que hacer surgir el orden de este cáos. ue sustituir al populacho la ley del ». y este místico de ojos precisos, busto sentido práctico no es inferior nuestros grandes. místicos Europeos dores de Ordenes, y "dominadores , de reglas minuciosas para canali-
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de los vehículos; prohibirle 'dan el pasO ,, trai taci onest no permItIr que rallas es aci , aa lomeraciones, etc .. etc, 'tos a las ag
zar al torrente de pulares.
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«Nuestra grave falta, dice, es el ha nado la música. La música significa el orden. Desgraciadamente, en la India, siendo el privilegio de un pequeño núm se ha nacionalizado ... Hay que hacer grupos, cantos nacionales. Que gran asistan a todos los Congresos y enseñeD de las masas! Nada más fácil que depo lacho, que no tienen voluntad continuacU
Sigue una lista de prescripcion r
1.0 No aceptar, en las grandes maD
a voluntarios novicios. Poner al frente experimentados; 2. entregar a cada v cuaderno general de instrucciones; 3.° bidos de llamados entre voluntarios; 4.0 la muchedumbre, la obediencia, sin . voluntarios; 5.· fijar los gritos nacional mentos precisos en que deben ser la lerar ninguna infracción a la regla; 6.muchedumbre a formar filas en la ru 0
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Gandhi se hace el director resumen, b est a de sus océanos . de hom res. discipli-
asa no quiere la violencia más que tentemente; mejor, no sabe lo que se 'abandona a bruscas sacudidas, a os ~ontradictorios.-Pero una parte íte hindú desea deliberadamente-la viono comprende el pensamiento de Gansobre todo su eficacia política. Ganbe cartas anónimas que le ruegan no a la violencia, o que-(¡suprema )-expresan la cínica creencia que bras no son sino una treta para enal enemigo, y que le urgen dar la seCOmbate.Gandhi contesta vivamente. 107
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Tiene discusiones apasionadas. En mosos artículos combate «la doctl':' espada». Niega que las Escrituras hi el Coran hayan prescrito la viole violencia no es el Credo de ninguna Jesús es el príncipe de la resistencia La Bhagavad-Gita no enseña la • sino el cumplimiento del deber, co gro de la vida. (1) «El hombre no poder de crear, no posee entonces cho de destruir ... » Hay que am que nos hace mal; ello no signifi tolere el mal. Gandhi cuidaría a Dyer si estuviese enfermo, Pero si hijo viviese una vida de vergüenza exigiría, escribe, que le retirase mI aunque ésto significase su muerte». ne el derecho de constreñir al mal la fuerza. Pero se tiene el deber de (1) Así es, al menos, la interpretación de decir un Europeo que era en la Bhagavad-Git,a. indiferencia serena a la violencia cometida y sulri
, dose de é1, cues te lo . que cueste. Y hay que on el enem igo se arrepiente, los brazos. . e . tiempo que refrena a los VlOmls~o la a los indecisos (vacilantes?) ,esbmu 1 .• a a los que retroceden ante a accion
se ha hecho en la tierra sin acción direcrechazado la palabra: resistencia pasiva, por ciencia .... Es la acción directa quien. en ica, convirtió el general Smuts ... ¿Cuál más grande simbiósis que hayan realizado y Buddha? La de la fuerza con la dulddha llevó la guerra al campo enemigo, arrodillarse a una arrogante sacerdotisa. ha arrojado a los mercaderes del tempegado a los hipócritas y a los fariseos. acción directa de la más intensa ... y al tiempo, detrás de sus actos, una dulzura
también un llamado al corazón y a n de los Ingleses. Los llama sus «que109
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rid?s am~gos»; l~s recuerda q\le" treinta anos ha sido su fiel coro ' .. de las P ruega que hagan Justicia su gobierno. «La traición de este fe en él. Pero creo todavía en la b glesa, La India no puede oponeros que la bravura moral. La Nó-coop el sacrificio de sí mismo. Os quiel'Q! tar por mis sufrimientos ... » Su campaña de cuai:ro a cinco tuvo únicamente por objeto par . bierno inglés por su Nó-acep organizar una India nueva, capaz se sola, y de crearse, material y m una actividad independiente. El pr to era asegurarle la independen mica. Es a esto le? que Gandhi Il deshi. (O mejor, es entre los div dos de la palabra, el más inmedia práctico). Era evidentemente necesario aprendiese a privarse de muchas 58 110
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. 1 s que aceptase sin quejas mua , . lima. . ten moe didades. Sa 1u d a bl e diISClp Inco necesaria. La salud de las razas en• e n ellos sus ventajas, tantas. como la mora.1 Ante todo, era necesano arranla India «la maldición de la bebida», grupos de temperancia, boycottear a os de Europa, decidir a los vendedorenunciar a sus patentes. La India ndió el llamamiento del Mahátrná. a de temperancia pasó sobre el país; cesario que Gandhi se interpusiera pedir que la muchedumbre no cerrala fuerza y asolase los negocios. Pores permitido hacer puras a las genr la fuerza». t si era relativamente fácil renunciar clo de la bebida, -era diversamente asegurar a la India los medios de sub• ¿Cómo se alimentaría? ¿Cómo se Una vez rechazados los productos 8? La receta de Gandhi es de una
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simplicidad extrema, en que tendencias medioevales de su es;' que se restablezca en todas las f la India la vieja industria domés Rueca (charka). Se ha podido tomar por el lado ma esta solución patriarcal de la social (1). Pero hay que tratar de der las condiciones especiales de el sentido exacto que Gandhi da a ka. Jamás ha pretendido que ¡¡ fuese un medio suficiente de vivir, los muy pobres, pero sí, una indu liar de la agricultura cuando es suspendida. El problema no es punzante y urgente: el 80% de la de la India es agrícola y no tiene durante cuatro meses del año. U (1) Gandhi mismo sabe que se reirá de él. P cedido la aguja en su lugar a la máquina de • a la máquina de escribir? El torno nada ha Iidad. Y actualmente es una necesidad nacional, el so posible para 103 millones de hambrientos. (2t 1920).
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., ti normalmente hambriada. lac10n di es tá sub-nutri d a. 1ng 1aterra me la es d l ara mejorar este esta o, o h hec o p L nsiderablemente. as omO d ~aOC 1 han arruinado a as ind In using 1esas d l 1es, extraídos los recursos e .a le succionan anualmente sesenta mie rupias. La India que produce todo ón de que tiene necesidad, exporta nte millones de fardos (balas) al JaLancashire. de donde le vuelven forma de tela manufacturada. Es de 'dencia que es necesario que aprenda e de los ruinosos servicios del extranque organice lo más pronto sus propios ; es necesario que lo más pronto enalgún medio de proporcionar trababsistencia a cada uno. Y no hay me• pronto y más económico que la casera, la antigua industria hindú, y el tejido. No se trata de poner a los trabajadores agrícolas ocupa-
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dos y que ganan bien, sino por los que están en la casa y a los por otra' a las mujeres y los n¡a todos los Hindúes en sus horas das. Gandhi prescribe pues: 1.0 al tejido extranjero; 2.° restaurar la enseñanza, muy fácil, del hilad prometerse a no llevar más que loa hilados y tejidos. Se dedica a ganda con un ardor incansable. el hilar -sea un deber para la In que se la enseñe en la escuela, q pobre paguen su educación en h no, que todos hombre o mujer:: gren una hora de beneficencia di en los detalles más precisos, da in técnicas sobre el algodón, el hilo, sas operaciones del tejido, con cos a los tejedores, a los compra padres de familia, a los escolares. en la mano muestra como, con un poniendo una tienda de Swadeshi 114
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baj o hindú) se pueden realizar de l tra u d de un 10% ... etc. Llega a ser 1eS celebra «la música del torno», an do ti ua de la India, aquella .con que anlg . tejedor, y lelita ban Kabír, el poeta d'l Zeb el gran' empera or que, so o g-, ba sus bonetes.... Consí onsiguro" en tusi USIasla opinión. En Bombay, las damas de fa jlia se ponen al torno. Hindúes y anes hacen votos de no llevar otras ue los tejidos nacionales. La moda se • ma por el Khaddaro Khadi, del cual o Rabindranath Tagore reconoce el gusto. Los pedidos afluyen; y vienen del Beluchistán y de Aden. entusiasmo llegó algo lejos, cuando se de boycottear los tejidos extranjeros; dhi mismo, de ordinario tan dueño de ece haber perdido la medida. Se ordemarlos, como un emblema de esclay se vió en' Bombay, en Agosto de Corno en los tiempos de Savonarola, 115
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Cristo reinante, en la Plaza de I hogueras de espléndidas telas de consumidas por el fuego, en Oled' alegría tumultuosa. Uno de los sos espíritus ingleses de la India, drews, amigo de R. Tagore, eserl dhi, a quien admiraba, una deplorando que se quemasen en vez de darlos a los pobres, y ciese un llamado a los malos ' raza. Se levanta contra este n que es una forma de la violencia; no portar que se haga de la d especie de religión: destruir el bajo es un crimen. Andrews, que zo se había adherido a las refor dhi, hasta el punto de llevar el vacila ahora si continúa' con él: estas hogueras le ha herido en Mahatma. Pero Gandhi, que pub ta y la responde afectuosamente, do a esa efusión de un corazón
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. tiene ninque no lamenta nada. No . .1ent hostil por mnguna raza, oea y no pide la destrucci se. ntlm estrucción ra ques , I d Ule 1 ob}'etos extranjeros, sino a e ~ ~ maldad se ha maní'f esta do. os cuya 'd . d Indios han sido arruina os por Des e h id ufacturas inglesas; muchos an cal o o de parias, o de sold~dos mercenasus mujeres de prostitutas. No se yllevar estas telas crimina '1 es, s10 ' peLa India está demasiado arrastrad~ a sus explotadores ingleses. Gandhl su rencor y lo traspasa de los homa las cosas, Los culpables no son sólo leses que han vendido estos tejidos, bién los Indios que los-han comprado, quema, no por odio, por arrepentío. Es una operación quirúrgica necey sería inconveniente dar estas telas . ladas a los pobres, que también tiehonor. ar la vida material de la servidumbre
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extranjera no sena nada todav' lib l la. 1 rar a espíritu. Gandhi quiso sacudiese el yugo de la cultura q uno de sus más grandes esfue echar las bases de una educación mente india.
Existían ya algunas, universida gios en que se habían conserva
tutela inglesa, tizones de la anti asiática. Aligarh era, desde hacía cinco años. una universidad hind na, centro de la cultura islámica eaEl colegio de Khalsa era el centro tura Sikh -. Los Hindúes tenían I dad de Bénares. Pero estas in escolásticas, un poco atrasadas, metidas al gobierno, que las subv Gandhi hubiera querido destruí sustituirlas por focos más puros. viembre de 1920 inauguró la U Nacional del Gujerat, en Ahmeda piraba en los ideales de una 1 118
., religiosos eran el Dharma os pi ares l M h Hindues y el Islam de .os a omePretendía salvar los dialectos de la hacer de ella la fuent: de la re~e.!leyoaCI ional . Gandhi considera con justa nosotros podemos aprovechar sus )-«que un estudio sistemático de as '. 1 turas asiáticas no es menos esencia a cación completa' que el estudio de ias de Occidente. Los vastos tesosánscrito y del árabe, del persa, del y del magadhi, deben ser explorados de. que se encuentren los secretos de a nacional. «Pero no es cuestión' de lo que fué dicho o hecho en los tiemascurridos». Hay que fundar una culeva sobre las del pasado, enriquecila ~xperiencia de los siglos. Debe síntesis de las civilizaciones diferentes, 0. obrado sobre la India y experimenInfluencia del suelo. Esta síntesis no ectuada sobre el modelo amencano, 119
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en que una cultura dominante aplasta todo lo demás. Cada cut su sitio legítimo. El fin es la ar la unidad ficticia por la fuena» III estudiantes tendrán que cono~ religiones indias. Los Hindúes se rán con el Corán, y los musulm Shéstras. La Universidad nacion ye más que el espíritu de exc admite en la humanidad entera.«¡ , -El hindustani será obligatorio, el verdadero dialecto nacional, ID sánscrito, de hindi, y de urdu sado. (1). Los intelectuales recibirán la profesional, y los otros la educaci ría. Así se atenuarán las díferenci (1) El Inglés no está excluido-(ni ningaDA pea).-Se le reserva a los cursos superiores al clo escolar. En revancha, los dialectos son todos los grados universitarios. Gandhi sueiia superior de la existencia universal, en que • rencias persistan en la unidad, nó como "como las facetas de una misma pedreria".
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, itu de independencia será manEl e5plr,llo por el estudio, sino por una 'do no so . .. que Gandhi llama «vocaClO~OP d.' Al revés de la e ucacion europea d ecia el trabajo manual no de sarroespr dh . 's que el cerebro Gan i, quiere que a om •. bajo manual sea introducido en la esdesde las clases infantiles. Es bueno el niño mismo pague en hilado su eduD, a fin de que aprenda sin retardo a su vida y su independencia. En cuanla educación del corazón, que la Euroescuida completamente, está toda por aro Y antes de formar a los alumnos hay formar los educadores. te es el objeto de los Institutos supe, de los cuales Gandhi sueña hacer la de la nueva educación,-más que es, verdaderos conventos en lo que ncentre para ser propagado en seguida ego sagrado de la India,-igual que los des monasterios de los Benedictos de 121
R o m a i n tí t m Occidente, religiosos pionners de la ti del alma. Poseemos los reglamentos que estableció para la casa Satyagraha A& en Ahmedabad, su hija preferida. Con nen mucho más a los maestros que a los cípulos, y ligan a los primeros por monásticos. Pero al contrario de los ventas ordinarios, en que estos votos e tiempo, no guardan más que un carácter disciplina negativa, son aquí palpitant espíritu de sacrificio y de puro amor, anima a los santos. Los directores están o gados a las observancias siguientes; 1.° El voto de Verdad.-No basta mentir. «Ninguna mentira debe ser empl da, aún para el bien del país». La ve puede exigir la oposición a los padre a los mayores. 2.° El voto de «Ahimsa».-(No ma -No basta nó tomar la vida de otro Es preciso no herir aún a aquellos se e
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tos. Jamás se debe estar irritado os; hay que amarlos. Oponerse a pero no hacer mal al tirano. Ven,el amor. Rehusarle la obediencia, muerte. uoto de Celibato, sin el cual es ible observar los dos precedentes. evitar la concuspicencia. Hay que siempre sus pasiones animales aún amiento. Si se está casado, hay su mujer como una amiga por la ardar con ella relaciones de purecontrol del paladar».-Es preciso purificar su régimen. Abandonar nte los alimentos que no son nefloto de no-robar.-No sólo se trata piedad ajena. «Es un robo emplear e que realmente no necesitamos». eza, de día en día, proporciona
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justo lo suficiente, y. nó más, para necesidades. 0
6. El voto de Nó-posesión._N no poseer. Nada más que lo absol necesario para nuestras necesidades rales hay que guardar. Eliminar e mente el exceso. Simplificar la vida. Dos observancias «subsidiarias» gan a estos votos esenciales: 1.0 El Swadeshi.-No emplear para los cuales haya una posibilidad gaño. Y esta prescripción trae la i ción de los objetos manufacturad exterior. Porque son el producto de I ria explotada y de los sufrimientos blo obrero de Europa. Las mercad tranjeras son, pues, «tabú» para un d" del Ahimsa. De donde la necesidad timentas simples, hechas en el país. 0
2. La ausencia de temor.-Aq teme no puede seguir los p precedentes. Hay que ser libre del 124
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s de los pueblos, de la familia, los reye , de las bestias feroces, de h robres Y . d fi los o. Un hombre sin miedo se e enuerte. de verdad» o «fuerza de por la «fuerza tr •dos los caracteres sobre vez cons Ul • id na d de hierro, Gandhi pasa rapi arma ura . d aas otras prescripcIOnes e ucate sobre l l l . llamativas de as cua des, las d os mas ¡as siguientes: los maestros deben ~r · lo del trabajo corporal (del trabajo e::~~rra, de preferencia); y debe~. aprenlas principales lenguas de la India. .En cuanto a los mnos, u na vez entrados . Ashram-(y se les puede poner ~hl desla edad de cuatro añosj-e-tarabién ellos •n ligados hasta su salida),-(y. el ~iclo los estudios dura alrededor de diez anos). •n separados de sus familias. Los pad~~s uncian a todo control. Los niños no VISIa sus padres. Tienen vestidos simples, a alimentación sencilla, estrictamente ve».
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jetariana, nada de días de Vac . sentí'd'o habitual, pero sí un día aCIO 'd os para el trabajo Y 11I semana deja tres meses por año dedicados p p . l ' ara a pie a tr~~es de la India. El hindi y lecto dravldlano son obligatorios dos. Además, deben aprender eIJ como segunda lengua, y los cara la~ cinco lenguas indias (Urdu, Beo mil, Telugo y Devanagari). Se les en s~s dialectos propios, la historia, grafía, las matemáticas, las ciencias cas y ~' sánscrito. Paralelamente, p la ~grtcultura y el tejido a mano. que agregar que un espíritu reli • vuelve toda la enseñanza. Cuando los estudios están en los jóvenes tienen su elección: o t votos, como sus mayores, o retirar: la enseñanza es gratuita. He insistido con un poco de latitu este programa educativo, porque mu 126
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, it ualidad del movimiento de Gansptrl . , e en sus intenciones, es su pnnci" y que,. Para crear a la India nueva es motor. f . ar almas nuevas, almas uertes ISO cre . di Y ue sean verdaderamente m las. uras, q . leei , crea rlas , es necesario una egion sagra. de apóstoles, que tales los de Cristo, la sal de la tierra. Gandhi no es, como os revolucionarios de Europa, un fante de leyes y de decretos. Es el amaor de una nueva humanidad.
* * * El gobierno inglés-(como todos los goos en caso semejante)-naturalmente nada había comprendido de lo que ha. Su primer movimiento fué de ironía rior. El virrey, Lord Chelmsford, dijo Agosto de 1920, que «de todas las surdidades, era esta la más absurda». bo que bajar luego de estas alturas 127
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de desdén confortable. Basta t . . ne ya, pero mcierto, el gobierno de' Noviembre, un comunicad!U amenazador, diciendo que no hab' establecer persecuciones criminal: los promo~?res del movimiento p la a?s~enclOn de la violencia, percs habla Impartido orden de proced aquel que se pasara de los límites e incitase a la violencia o a la deso armada. Los límites fueron luego sobr pero por el gobierno. El movimien tomado una extensión inquietante. ciembre de 1920, se produjo un miento de una gravedad excepcio Nó-cooperación, no había sido hasti' ces sino una táctica de ensayo, de provisorio; yel gobierno se halagaba esperanza que la Asamblea Gener en su sesión de fin de año, la aboli el Congreso Nacional de toda la In l28
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Nagpur, al contrario, la inscribió al C.., . ..plO de la onstitución, como prImer· lo de ley: CULO 1: «El objeto del Congreso Naes alcanzar el Swaraj (Home Rule) ueblo de la India por todos los medios cos y legítimos». nfirmó el voto de Nó-cooperación que emitido la sesión especial, en Septiemde 1920, y lo amplificó, subrayando el ipio de No-violencia, mostrando la nead, para la victoria, de una armonía los diversos elementos del país y pre. ando por consiguiente, la unidad hinusulmana, mucho más, el acercamiento las clases privilegiadas y rechazadas. e todo, introdujo cambios fundamentae.o.la Constitución, que establecieron 1hvamente el régimen representativo de s los partidos de la India (1). El Conen
En el Co de Ingreso de Nagpur tomaban parte 4726 deleos éuales 469 eran musulmanes, 65 sikhs, 5 par-
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greso no ocultaba que la Nó-coo actual no era más que el primer es la lucha empeñada. Anunciaba que e zo completo de asociación con el go y la negativa a los impuestos entr vigor, en un momento que sería mente determinado. En la espera, p parar al país, se extendía el boycott, taba al tejido indio, se lanzaba u~ do a los estudiantes, a los padres, magistrados; se les invitaba a practi más celo la No-cooperación. Aquell rehusaran obedecer a las prescripcio sis 2 intocables, 4079 hindúes, 106 mujeres. La DU tit~ción decidió que un delegado sería nombrado habitantes: lo que haría un total de ?,173 del Congreso Nacional de toda la India ~e reune una vez por año (por Navidad). El Comité de/m dé toda la India, que comprende alrede~~r ddel bros, está encargado de ejecutar la pohtí~ ervaIA interpretando sus relaciones; posee, en el IDt sesiones del Congreso la misma autoridad CJueel Comité Ejecutivo de 15 miembros, dcsempena d Gabinete, con relación al Parlamento; puede ser por el Comité del Congreso.
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serían excluídos de la vida pública ngreso 1 país. lE 1 afirmación de un Estado en e s8 verdadero Estado de la India, fren~'Gobierno británico. Este no podía ya ar sin obrar. Había que tratar, o como . Con un poco de espíritu de concilian un entendimiento era todavía posible. Congreso había declarado que llegaría a fin «asociado con Inglaterra, si esta se taba a ello, de lo contrario sin ella». mo siempre en la política europea resto a otras razas, la violencia la llevó. Se ron pretextos, No faltaron. pesar de la voluntad de Nó-violencia, ada por Gandhi y por el Congreso, nos graves desórdenes, que no tenían el movimiento de Nó-cooperación más relaciones bastantes lejanas, se produn en distintos puntos de la India. En las vincias Unidas (Allahabad) hubo trastoragrarios, revueltas de arrendatarios con-
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tra los propietarios; y la policía int ahí de un modo sangriento. Después. vimiento Akali de los Sikhs, al co~· puramente religioso, empleó los méto la Nó-cooperación, y finalizó en Febre 1921, en el masacre de doscientos No se podía, con buena fe, hacer res ble de ese drama del fanatismo a Ga sus discípulos. Pero la ocasión era La represión comenzó a principios de zo de 1921, y continuó sus estrag una violencia creciente hasta el fin d Para entrar en escena. había elegido pretexto las manifestaciones contra I dedores de bebidas. No era la pri que el alcoholismo y la civilización e marchaban a la par. Las organizaci voluntarios de la No-cooperación prohibidas. Se promulgó una ley con meetings sediciosos. En diversas pr se dió a la policía carta blanca para al movimiento, que se llamó revoluCl
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anárquico. Millares de Indios fueron arresdos,. no se tuvo ninguna contemplación a los hombres respetados. Naturalmente, as medidas provocaron disturbios, y aquí allá, combates entre la policía y la multid. asesinatos, incendios. El Comité del DgresO de toda la India, reunido en Bezda, en la última semana de Marzo, discusi era conveniente proclamar la Desobe. ncia Civil. Con rara sabiduría encontró el país no se encontraba aún lo bastante duro y disciplinado para emplear esta a de doble filo; y decidió esperar,' proiendo a una especie de movilización civil financiera. Gandhi volvió con más á'nimo a su carn- a por la unidad de la India, pot: la unién las religiones de las razas, de los partidos de las cartas. Hace un llamado a los Parsis, s, grandes comerciantes. grandes indusales ' y m as o menos tem ñid os, como e 1 , del espíritu de Rockefeller.-La unión r
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. hindú.-musulmana .estaba, sin cesar zada por los antiguos prejuicios l' res, los recelos mutuos. Se dedicÓ a cuerpo y alma, no buscando una entre los dos pueblos, por ahora . y que él mismo no habría deseado , sólida alianza basada en la amistad. Su esfuerzo más alto fué hacer la comunidad hindú a las clases rec Su apasionada reivindicación de I chos de los parias, sus gritos de . ción y de dolor contra esa rnonstru quidad social, bastaría para inmo nombre. El sufrimiento que le causa (1) Dando ~n ejemplo su amistad con el m lana Mahomed Alí, da fe'ique el uno y el otro les a a su fe respectiva. Gandhi no ddría' en su hija a uno de los hijos de Alí; y su amigo p la misma forma. Esto no les impide quererse Y ros el uno del otro. Gandhi no pretende, por que los matrimonios mixtos entre Hindúes las comidas en común sean condenables; pero un siglo para llegar a esta fusión. Una política debe pensar en tal reforma. Gandhi no le po!le pero la cree prematura. Aquí se muestra todaVIA de las realidades (20-X-921).
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llama «la más vergonzosa mancha que . . Hinduismo» tenía su origen en emocio(1) que cuando de la infancia. Cuenta , 1 una paria venia a su casa nlno, . , para ,_os teres ordinarios, se prohibía al mno es ., rla sin hacer abluciones; él no no loo ad a mitía ·scutíacon sus padres. En la escuela tocaa menudo, a los intocables. Su madre le omendaba que para deshacerse de la cha tocara a continuación a un musul. Pero a los doce años su juicio estaba ado. Se juró borrar este pecado de la ciencia de la India. Proyectaba ir en 50rro de sus hermanos degradados. Su es'tu nunca aparece más libre que cuando e su causa. Se podrá juzgar de ello por hecho que estuviera.resuelto a sacrificar su ma religión, si le probaba que la intoca:dad era uno de sus dogmas. Y esta sola usticia justifica, a sus ojos, todas aquellas e los Indios sufren en el Universo .... 'N
(1) En un discurso público, el 27 de Abril de 1921.
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«Si los indios han llegado a ser los Imperio, es una vuelta de la justicia eter: al comienzo . los a. os iID dilOS 1aven sus manoa te-' sangre!. .. La Intocabilidad ha degradado a f¡ En Sud-África, en Africa oriental, en el los Indios, a su vez, han sido tratados CODlO El Swaraj es imposible mientras subsistan rias. La India es culpable. Inglaterra no ha n~d~ más negro ", EI primer deber es prote~ débiles y no ultrajar una conciencia hUDl valemos más que los brutos mientras no lavado de este pecado. El Swara; debe ser de la justicia sobre toda la tierra ... » (1).
Gandhi quería que una legislatura nal mejorase lo más pronto la suerte hermanos parias, que se les acord gran número de escuelas y de pozo que el uso de los pozos públicos prohibido).Pero ¿mientras tanto? impaciencia, que no le permite esp los brazos cruzados que las clases pri
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das hayan reparado
su iniquidad le hacen r al campo de los parias: se pone a su ~za y procura agruparlos. Examina con cllos las diversas tácticas ¿qué pueden hacer? ¿Llamar al gobierno de la India? ería cambiar de esclavitud. Rechazar el HinduÍsmo (nótese esta generosa audacia de un gran creyente hindúl) y convertirse al cristianismo o al mahometismo?Gandhi estaría listo a aconsejarlo, si el Hinduismo fuese inseparable de la intocabilidad. Pero Gandhi está convencido I de que esto no es sino una excreceneia malsana y que se debe estirparla. Los parias deben pues organizarse para su defensa. Tendrían el recurso de la Nó-cooperación contra el Hiduísmo, cesando todas ~as r~laciones con los otros Hindúes: (conse:tos SIngularmente exaltados de revuelta so-o ~ial, en la boca de este patriotal) Pero, con- . tin' G . . ua andhi, los parias no son capaces de ninguna .., . . f Que orgamzaclOn; no tienen Je es. 137
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se junten pues,-(es el único partido queda)-al movimiento general de Nó ración, cuya primera condición es la de las clasesl=« La Nó-c90peración dera es un acto religioso de purifica Nadie puede tomar parte en él ree dó a los parias; pecaría gravemenw Gandhi" consigue poner de acuerdo: ligión, la patria y la humanidad. (1 Se dió una consagración solemne a primeros ensayos de agrupamiento Conferencia de las clases «suprimida prssed classes conference), que Gand sidió en Ahmedabad el 13 y 14 de de 1921. Pronunció allí uno de s hermosos discursos. No se contenta clamar la supresión de la desigualdad espera de los parias grandes cosa vida social de la India regenerada; I ve la confianza en sí mismos; les in (1) 17 de Octubre de 1920.
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diente esperanza que le anima. Ha obser1 at en ellos, dice, inmensas posibilidades vad o . tentes. Espera que en cmco meses las claintocables, por su dignidad, habrán sa~ido conquistar su justo puesto en la familía india. Gandhi tuvo el placer de ver a la India. emocionada por el lla~ado hecho a su corazón y la emancipación de los parias realizarse en numerosas regiones (1). La víspera de su arresto se ocupaba todavía de esta eausa, y relataba sus. progresos. Brahmanes se .consagraban a ella. Las clases privilegiadas dieron ejemplos conmovedores de 'lITepentimiento y de amor fraternal. Gandhi cita el caso de un joven Brahman, de 18
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(1) Desde fines de Abril de 1921 la intocabilidad dismi~e .. En muchas aldeas 103 parias viven entre los otros En dues y comparten sus derechos (27 de Abril de 1921). IQ :iYan~~a, en otras regiones, particularmente en Madras. 1921)t~clOn con,t!nuaba. dep~orable (29 de Septiembre de del d: cuesbon es inscrita, desde luego, en la orden de Nla e las As!'lmbleas Nacionales indias. Ya el Congreso que ¡gpur, e~ DIciembre de 1920, había emitido el deseo esapareclese el "pecado» de la intocabilidad.
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años, que se hizo barrendero para va" los panas. Gandhi tomó partido, con no IDen ?leza, por otra gran causa, la de
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jeres.
La cuestión sexual es particularmen ve en la India, rica de una sensualidad bordante, abrumadora y mal regla matrimonios de niños agotan pr mente las energías físicas y morale nación. La obsesión carnal pesa en samiento; y la dignidad se humilla e Gandhi publica las quejas de las hindúes contra la forma degradante e mujer es considerada por los nacio hindúes. Da razón a estas censuras. El dice, una plaga de la India, tan grave la intocabilidad. Pero agrega que mundo sufre de ella. El problema versal. Igual que para los parias, greso espera mucho más de los dos que de los opresores. Es a las m 140
. se dirije para que empiece a imponer qUienes' o cesando de considerarse como 1 resp'et . bOetode los apetitos del hombre. Que 1 e o eltamente ) tomen parte en la VIid a purbli1resu lO ue reivindIquen sus riesgos y sus pe lq ea, '1 1 os! Que no So ° renuncien a su u¡o, !chazando y quemando los tejidos extran'eros, sino que compartan todas las penas e los hombres! En Calcutta ya han sido aprisionadas mujeres distinguidas. Está bien eso. Que lejos de pedir un trato de favor, hagan competencia privaciones y resistencia con los hombresl En este terreno la mujer siempre puede sobrepasar al hombre. Que Dada teman. La más débil puede preservar u honor. Basta saber morir. Tampoco olvidó a «nuestras hermanas caídas». Cuenta las conversaciones que tuvo COnasambleas de muchas centenas de ellas, en la provincia de Andhra, y en Barisal. ~n qué simple nobleza él les habla, le haan, se le confían, le piden consejo! Les o
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busca un oficio honorable, les pro torno, ellas prometen dedicarse a dIo el día siguiente, si se les ayuda.- y di • dose a los hombres de la India, Gan recuerda respecto de la mujer: «Esta manera de jugar al vicio no tiene en nuestra revolución. El Swaraj quiere dec consideramos a todos los habitantes de la como nuestros hermanos y nuestras herm Respeto a todos!... El sexo femenino no es débil, es el más noble de los dos por su sacrificio, de sufrimiento silencioso, de hu de fe y de conocimiento. La intuición de la ha sobrepasado, a menudo, la arrogante pret del hombre en un saber superior.»
En las mujeres de la India--comen por la suya-encontró ayudas inteligen de los mejores de sus discípulos.
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III El año 1921 marca el apojeo del ascendiente de Gandhi. Dispone de un inmenso poder moral; y sin haberlo buscado, te pone entre sus manos un poder político i ilimitado. El pueblo lo cree santo; se le hacen retratos en Shri-Krishna (1). y en Diciembre de 1921 el Congreso de toda la India le inviste de la plena autoridad, le delega sus poderes, con la facultad de elejir a IU sucesor. El es el dueño incontestable de la nación india. De él depende desencadenar la Revolución política, o aún, 'si lo hu- I biere deseado, instaurar una reforma religiosa. No lo hizo. No lo quiso. Grandeza moral? Timidez moral? Puede que lo uno y lo otro.
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(1) Gandhi protesta en Young India (Junio de 1921).
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Es difícil a todo hombre (especialmen un hombre de una civilización difer penetrar en una conciencia, sobre cuando esta es tan profunda y deli como la de un Gandhi. Es difícil apr en este torbellino de hechos que en año tumultuoso revolvieron a la India todos los sentidos, si la mano del pilot estado siempre segura y gobernó el co navío sin desviarsejni temblar. Pero pro ré decir lo que he creído descifrar en enigma viviente con el religioso respeto tengo por este grande hombre y con la ceridad que debo a su sinceridad. Si el poder de Gandhi era grande peligros que representaba el usarlo no menores. A medida que la acción pú se extendía y que su estremecimiento vía las centenas de millones de hom más difíciles se hacía dirigirla Y gu uno mismo el equilibrio en este mar en 144
. to • Problema sobrehumano conciliar , . . la moderación de espíritu y la amplitud de . 'o'n con esas masas desencadenadasl El VlSI iloto, dulce y piadoso, ruega y se apoya en bios. Pero la voz que oye le llega mezclada a la de la tempestad. Le llegará a los demás? Lo que menos arriesga es el peligro del gullo. Ninguna adoración puede marearle. ás bien es herido en su humildad tanto como en su sentido común. Caso único, robablemente, en la historia de los profey de los grandes místicos, no tiene visioes, no tiene revelaciones, ni pretende harlo creer. Sinceridad inmaculadal Su frente mantiene despejada, su corazón sin vanid. Es, sigue siendo igual a todos los homes.... Nó, que no le llamen Santo .... No o quiere. (Y por eso mismo lo es).... yÍIIllen
«~a palabra Santo, escribe, debe ser borrada de vida actual.. .. Rezo, como todo buen Hindú ,
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creo que nosotros' todos podemos ser lile de Dios, pero no he tenido ninguna revel ticular de Dios. Mi firme creencia es que vela a todo ser humano; pero cerramos oídos a la pequeña voz interior. Pretendo más que un humilde obrero, un humilde de la India y de la humanidad ...• No tengo deseo de fundar una secta. Soy, en verdad. siado ambicioso. No represento verdades Procuro representar y seguir la Verdad, tal conozco. Proyecto una luz nueva sobre verdades antiguas,»
Es pues, siempre modesto consi mo, lleno de escrúpulos, personalm capaz de todo exclusivismo, tanto co triota indio, que como doctrinario Nó-cooperación, No admite ninguna aun por la buena causa: «Jamás debe plazarse la esclavitud del Gobierno de los No-cooperadores». Rehusa oponer su patria a las otras pa . patriotismo no se encierra en los lími la India. «Para mi, el patriotismo se e 146
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con la humanidad. Soy patriota porque y hombre Y humano. No soy exclusivo.
o haría mal a Inglaterra o a Alemania por rvir a la India. El imperialismo no tiene ¡ar en mi plan de vida .... Un patriota lo tanto menos, cuanto es de tibio humaOtario». Pero, han sido siempre tan reservados sus iscipulos? ¿Qué llega a ser su doctrina en o de algunos de entre ellos? Y por su termedio, ¿qué llega a las muchedumbres?
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Cuando Rabindranath Tagore, después e un viaje de varios años en Europa, vuele a la India en Agosto de 1921 es trastor~d ' .. o por el cambio que observa en los esllItus. Su ansiedad no había esperado su regreso pa . ra espresarse, en una sene de Cartas . d d . d' envla as esde Europa a sus amigos lit tos y . d I ' vanas e as cuales fueron publica147
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das en su Modern Review (1). Es n detenerse en este disentimiento entre grandes espíritus, que tienen admira respeto, el uno por el otro, pero que tan fatalmente separado como pueden lo un sabio de un apóstol, de un San un Platón. De un lado el genio de la caridad que quiere ser la levadura nueva humanidad. Por el otro, el de la ligencia libre, vasta y serena, que abr conjunto de todas las existencias. Tagore ha reconocido siempre la sa de Gandhi, y le he oído hablar de el veneración; como yo evocara a pro del Mahátmá la figura de Tolstoi, T mostraba como Gandhi le era más (1) Lettres from Abroad. Las tres cartas del 2. S de Marzo de 1921, han sido publicadas en la M ti view de Mayo de 1921. El llamado de la venJa 1. después de la vuelta de Tagore a las Indias, aparecJo Modern Review del 1.0 de Octubre de 1921. Fuera de esta controversia escrita, sabemos qUO tuvo, después de su regreso, una entrevista perso Gandhi. Nadie ha publicado su relato. Ambos ber convenido en guardar secreto.
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le parecía más luminoso-(y yo pienso lo ~ismo, ahora que lo conozco mejor),-porque en Gandhi, todo es naturaleza, simple, modesta y pura; y la serenidad envuelve sus combates. Mientras que en Tolstoi todo es revuelta orgullosa contra el orgullo, cólera contra la cólera, pasión contra las pasiones, todo es violencia, hasta la no-violencia ... agore escribía de Londres el 10 de Abril de 1921: «Estamos reconocidos que Gandhi é a la India la ocasión de probar que su fe n el espíritu divino en el hombre está viva todavía». y a pesar de las reservas que ya ,formulaba sobre el movimiento de Gandhi, uando abandonó Francia para su viaje de regreso, iba dispuesto a aportarle su ayuda. Aun en el ruidoso manifiesto de Octubre de ~21, que citaré más lejos, el Llamado de Verdad, que consagra la ruptura, se abre el más magnífico elogio que jamás se aYaescrito sobre Gandhi. Por su parte, Gandhi testimonia a Tagore
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un respeto afectuoso; y aun en su des do, se contrae a no alejarse de él. Se y le es enojoso entrar con él en polémi cuando buenos amigos ensayan atizar bate, trayendo ciertas expresiones in .Gandhi les impone silencio, afirmando lo que debe a Tagore. (1). Pero era fatal que la diferencia de píritus se afirmase.- En el verano de Tagore había lamentado que la fuerza; bordante de amor y de fe que exi Gandhi, fuera puesta, después de la de Tilak, al servicio de la política. No por cierto, con corazón alegre que se había decidido a ello; pero muerto la India estaba sin jefe político; era P reemplazarle. . tit la: D (1) Así en uno de sus artículos, que m u a. y sagrado para ser publicado (9-II-922):-hTab~orealO' . se conocian des d e mucho tilempo, Gandhl Ta la'a el de una vez en Santeniketan, donde TagOl'e enl de dijo, de considerar a esa casa como ~~ ug:eroD ecl mientras él estaba en Inglaterra, sus hilos allí.
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«Si parezco tornar parte en la política, dice exente en el momento que se decide a ello, presa m es sólo porque la política .nos rodea hoy día, como una serpiente en sus anillos, y no se puede desrenderse, hágase lo que se haga. Deseo pues, p . . duci luchar con la serpiente., .. P rocuro intro ucir 1a re li1rión en la politica.»
Pero Tagore deploraba esta necesidad. Escribía el 7 de Septiembre de 1920: «Todo el fervor moral que representa la vida de Mahatma Gandhi, y que sólo él, entre todos los hombres del mundo, puede representar no es necesario. Que un tesoro tan precioso sea puesto en la frágil nave de la política y lanzado sobre las olas . fin de las recriminaciones irritadas, es un grave peligro para nuestro país, cuya misión es volver la vida a los muertos, por el fuego del alma ... El derroche de nuestros recursos espirituales, en aventuras que desde el punto de vista de la verdad moaI,son malas, es aflictivo. Es criminal trasformar a fuerza moral en fuerza ciega.» (1)
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Y tarde: <Todo honor Mahatma.! Pero nuestros ;:os. no pueden deshacerse de la idea de utilizarlo para anlobra secretae ingeniosa en su juego sobre el tablero.
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Estas líneas le eran dictadas por 1 sonantes comienzos de la campaña de cooperación, y por la agitación levan en la India en nombre del Khilafat y de crímenes del Punjab. Temía las conse cias sobre una población débil y suje accesos de furor histérico. Hubiera deseado que se le desviace , las ideas de venganza o de imposible ración, que se olvidara lo irreparable no pensar más que en construir el alma. la más grande Patria. Tanto como admi en el pensamiento y en la acción de dhi la ardiente radiación del espíritu de crificio, tanto más antipático le era el ritu de negación que encerraba la fe n -la Nó-cooperación. Tenía horror a lo que era: nó.-Y le es esta una oca para oponer el ideal positivo del Brah nismo, la purificación de las alegrías ~ vida, a su arrancamiento exigido por el Id negativo del Buddhismo. A lo que Gan 152
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contestaría que el acto de rechazar no es menos necesario que el de aceptar. El esfuerzo humano está hecho de los dos. La palabra final de los Upanishadas es una negación. y la definición de Brahmán por los autores de los Upanishadas es Neti (Esto nó). La India había perdido demasiado la propiedad: «Nó».-Gandhi se la ha devuelto. «Antes de sembrar, hay que escardar ... arrancar el mal». Pero Tagore, sin duda, nada desea arrancar. Su contemplación poética se acomoda con todo lo que es y gusta su armonía. Lo expresa en páginas que son de una genial belleza, pero de un desprendimiento extremo ~e la acción, Es la danza de Natara]a, que Juega con las ilusiones: «Me aplico con todo mi poder en acordar mi Ill~do de pensamiento al diapasón del gran sentiIlllento d e eXI itaci . acion exa 1ta d a que pasa sobre mi ~atna .. Pero en todo mi ser, ¿por qué este espíritu e resIstencia, a pesar de mi violento deseo de r
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abrazarlo? No encuentro respuesta clara, p~r las tinieblas de mi abatimiento, he aquí que as~ una sonrisa y una voz que dice: «Vuestro 1 está con los niños, en la playa de los mudos: está vuestra paz, y ahí está con vos». Yes por que recient~mente me he complacido en inv nuevos ritmos ..Son sólo nadas, alegres de ser an: trados por la corriente de la hora, y danza~do sol y riendo mientras desaparecen. :ero rmea me juego la creación entera se distrae: por yo . . d las hojas y las flores: ¿no son expen.en~las e mos, que jamás concluyen?, ¿No es mi DIOSel no derrochador de los tiempos? Lanza estrel planetas en el torbellino de los cambi?s; sobr torrente de las Apariencias lanza los bajeles de pel de las Edades. Llenos con su fantasí~, eu le atormento y le suplico que me permita s siendo' u pequeño discípuló y que acepta al bagatelas de mi composición como carga en barca de juego, sonríe y yo troto detrás S~y:; mando el borde de su vestido ... Pero ¿d?n encuentro, en medio de la multitud, empula~o detrás comprimido por todos los lados? ¿ ruido es el que me rodea?-Si es un canto, en 'id' tomar su me o la y me agf ces mi sitar puede ._ al coro, porque yo soy un can tor . Pero SI-r
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clamor, entonces mi voz se ahoga, y me hallo del todo aturdido. Todos estos días, tendiendo el oído, he procurado percibir allí una melodía; pero la idea de Ná-cooperacián, con su considerable volumen sonoro, su amenaza aglomerada, sus clamores de negación, no me canta nada. Y yo me digo: «Si no podéis marchar Con el mismo paso que vuestros compatriotas, en esta gran crísis de su historia, guardaos de decir que están equivocados y que vos tenéis razón; pero abandonad vuestro puesto de soldado, volved a vuestro rincón de poeta, y estad presto a aceptar la burla y la desgracia popular]»
Así hablaría un Goethe-Goethe Baco indio. -y parece que después de esto todo está dicho ya: el Poeta se despide de la Acción, a la cual niega y teje a su alrededor el encantamiento creador. Pero Tagore no se detiene aquí, Como él escribe,-«la suerte lo había elegido para dirigir su barca precisamente contra la corriente]» No era solalllente el Poeta' en este momento de su "ida era el embaiado- espiritual del Asia en 155
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Europa, y venía de pedir ~ esta su, a1ian~ para la Univers~dad mundIal que el que fundar en Santeniketan. «Que ironía del destino es que yo venga a p dilcar, d e este lado de los mares, la cooperación . . las cultriras entre el Oriente y el .,?ccldente,. 1~ en la hora en que la Nó-cooperaclOn se predica el otro lado.»
La Nó-cooperación le hería directamen en su acción y en su fe intelectual: «Creo la verdadera unión del Oriente y del O dente». id Le hería en su rica inteligencia, nutn a todas las culturas del mundo. «Todas las glorias de la humanidad son m~~ La Infinita Personalidad del Hombre. (como in~ los Upanishadas) no puede ser realIzada sh una gloriosa harmonía de todas las razas ~ i ruego es porque la India represenp nas.... M d 1 do cooperación de todos los pueblos .e. ~.un s 'Ma ella, la Unidad es la Verdad, y la dívísíón e
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La Unidad es aquello que comprende todo: en consecuencia no puede ser alcanzada por la vía de la negación. El esfuerzo actual por separar nuestro espíritu del de Occidente, es una tentativa de suicidio espiritual.. .. La época presente ha sido poderosamente poseída por el Occidente. Eso no ha sido posible sino porque al Occidente le correspondía alguna gran misión para el hombre. Nosotros, los del Oriente, debemos edificamos con eso .... Es un mal-no cabe duda-que durante un largo tiempo no hayamos estado en contacto con nuestra propia cultura, y que en consecuencia la cultura de Occidente no esté colocada en su verdadero plano.... Pero decir que es malo estar en relaciones con ella, es alentar la peor forma de provincialismo, que no produce más que la indigencia intelectual.... El problema de hoy día es mundial. Ningún pueblo puede encontrar su salvación apartándose de los otros. O salvarse juntos, o desaparecer juntos. (1)
Como Goethe en 1813, negándose a odiar I~ . '1'Ización francesa, Tagore no puede,
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en(~ .de ~arzo d~ }921.- Vuelto a tomar y desarrollado Novl' rtblculo. La unlOQ.de las culturas (Modern Review ern re-I92I).
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pues, admitir la eliminación de la civilizac' de Occidente. Y aun que no sea este el f do del pensamiento de Gandhi,1 él sabe ese será el sentido que las solevantadas siones del nacionalismo indio le darán. t me la venida de esta barbarie del espíri «Los estudiantes aportan su ofrenda de lIacrifi ¿a qué? No a una educación más completa, sin una Nó-educación .... Recuerdo que durante el mer movimiento Swadeshi, (1) una muchedum de jóvenes estudiantes vino a verme; me dije que si yo les ordenaba abandonar sus escuelas - sus colegios, me obedecerían inmediatamente. husé enérgicamente, y ellos se fueron irritados, dando de la sinceridad de mi amor por mi m patria,»
y precisamente, en esos días de la pri vera de 1921, cuando Tagore sabía con gusto que en la India se acababa de boyco los estudios ingleses; tenía, en Londres (1) El primer movimiento de Home Rule indio. proY do en 1907-1908 por la división de Bengala.
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un ejemplo agresivo de este nacionalismo intelectual; en la conferencia de un profesor inglés, que era uno de sus amigos, Pearson, algunos estudiantes indios se dedicaron a manifestaciones inconvenientes. Tagore se indigna. En una carta al director de Santeniketan, .condenó;este mezquino espíritu de intolerancia .: Y hace responsable de esto al movimiento de Nó-cooperación. Gandhi responde a esa censura. Al mismo tiempo que hace sus reservas sobre el valor moral de la educación literaria de Europa que nada de común tiene con la del carácter y a la que acusa de haber .desvirilizado a la juventud de la India, condena las brutalidades cometidas, y hace protestas de su libertad de espíritu: 010,
«No deseo que mi casa sea bloqueada por todos lados y que mis ventanas estén condenadas. Deseo que el hábito de las culturas de todos los países circule libremente al través de mi habitación , pero me rehuso dejarme arrastrar por él.. .. Mi reli-
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gión no es una religión de cárcel. Tiene un lug para la más pequeña creatura de Dios. Está cerr al insolente orgullo de raza, de religión, de color
Son nobles palabras. Ellas no desarm la inquietud de Tagore no duda de Ga dhi. Pero teme a los Gandhistas. Y d de sus primeros pasos en la India, de pués de su desembarco en Agosto 1921, está sofocado por su creencia ci en las afirmaciones del maestro. Ve pró ma la amenaza de un despotismo m tal; y en su Modern Review. publica, 1.0 de Octubre, un verdadero manifies El Llamado de la Verdad que se leva contra esta mentalidad de esclavos. La p testa es tanto más notable cuanto que precedida de un espléndido homenaje a persona del Mahátmá. Tagore, recordan los comienzos del movimiento de emancip ción de la India, en 1907-1908, dice que visión de los jefes políticos indios hab" 160
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continuado siendo libresca, inspirándose en las sombras de Burke, Gladstone, Mazzini, Garibaldi, incapaz de sobrepasar la élite, y que se mostró hablando inglés. Pero esta apoteósis bruscamente se interrumpe. La decepción la sigue. «Algunas notas de este magnífico despertar de la India por el amor, han flotado hasta mí al través de los mares .... En la esperanza de respirar la flúida brisa de la libertad nueva, he vuelto pleno de alegría. Pero lo que, llegando, he encontrado, me ha abatido. Una atmósfera opresora pesaba sobre ~l país. No sé qué presión exterior parecía empu]~r a todos a hablar en el mismo tono. Lo que he oido en todas partes es que la razón y la cultura debían ser puestas bajo llave; no era ya necesario ~á~ que engancharse a la ciega obediencia. ¡Tan fácil es ahogar, en el nombre de la libertad exterior la libertad interna del hombre!»
Conocemos esta angustia y esta protesta. ~on de todos los tiempos. Los últimos espirItus libres del mundo antiguo, cuando con161 11
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al mun cristiano que venía. Frente a las mareas manas, que hoy día levanta el flujo ciego una fe, social o nacional, sentimos mon en nosotros esta oposición. Es la eterna vuelta del alma libre contra las épocas fe, que ella misma ha suscitado: porque fe,-infinita libertad, para un puñado elegidos,-es, para los pueblos que la a man, una esclavitud más. Pero la recriminación de Tagore va allá .del fanatismo de las muchedum Por encima de las masas de hombres bo chos de obediencia, alcanza al Mahi Por grande que sea Gandhi, ¿no sobrep la autoridad que asume las fuerzas de un s hombre? Una causa como la de la India puede ser puesta en las manos de un a El Mahátrná es el maestro de la verda del amor, Y cierto, «la vara de oro que de despertar a nuestro país a la verdad amor, no es de esos objetos que pueden 182
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fabricados por el orfebre del ladó .... Pero la ciencia y el arte de edificar el Swaraj (Home Rule) es un vasto tema. Sus senderos son difíciles y requieren tiempo. Para una tarea semejante, el empuje y la emoción son indispensables, pero no lo son menos el estudio y el pensamiento. Para ello el economista debe meditar, el obrero obrar, el educador enseñar, el hombre de Estado ingeniarse. En una palabra, la fuerza moral del país debe ejercitarse en todas las direcciones. Hay que conservar en todas partes el espíritu de búsqueda, intacto y sin trabas. La inteligencia no debe ser vuelta tímida, por una presión abierta u oculta.» Tagore hace, pues un llamado a la cooperación de todas las fuerzas libres de la India.
«En nuestros antiguos bosques, nuestros gurús (sabios), en la plenitud de su visión lanzaban el llamado a todos los buscadores de la verdad .... ¿Por qué nuestro gurú, que quiere conducirnos por
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los caminos de la acción, no lanza también su mado?»
Pero el gurú Gandhi no ha lanzado m· que este único llamado, todos: «Hilad y tejedl» «¿Es este el llamado de la nueva era para creación nueva?-Si las grandes máquinas son peligro para el espíritu del Occidente, las má nas pequeñas ¿no son un peligro peor?»
y no sería bastante, ni aún qué todas 1 fuerzas de la nación cooperasen entre ell es necesario que cooperen con las del u verso. «El despertar de la India está ligad al despertar del mundo .... ,De ahora en ad lante toda nación que se encierra en si . contra el espíritu de la nueva era». Y T. gore, que acaba de pasar varios años Europa, evoca el recuerdo de los homb que ha encontrado allá lejos, de esos buen Europeos que han liberado su corazón 164
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las cadenas del nacionalismo para dedicarlo al servicio de toda la humanidad,-esta perseguida minoría de ciudadanos del universo,-cives totius orbis,-que clasifica entre los Sannyasins (1) «aquellos que han realizado en su alma la Unidad humana ... » «Y nosotros. quedaremos solo, contentándonos con recitar los versículo s de la Negación, con volver sin cesar sobre las faltas ajenas, de proseguir la edificación del Swaraj sobre fundaciones de odios!... Cuando el pájaro es despertado por el alba, todo su despertar no es absorbido por la búsqueda del alimento. Sus alas responden incansablemente al llamado de los cielos. Su garganta lanza cantos de alegría a la nueva luz. La humanidad nueva nos ha enviado su llamado. Que nuestro espíritu responda en su mismo idioma!... Nuestro primer deber, en el alba, es el acordamos de Aquel que es Uno, que es sin distinción de clases y de colores, y que, por sus fuerzas variadas, provee como es necesario, a las necesidades de cada clase y de
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(1) Es decir, los que han concluído con su vida personal, de aportar la Unidad al Hombre.
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todas las clases. Roguemos a Aquel que da la Sab duría de unimos todos en una justa comprensión/(l
Esta palabra real, una de las .más al que un pueblo haya oído, este poema llen de sol domina todos los tumultos human y la sola crítica que se le puede hacer, que los domina demasiado. Tiene razó desde lo alto de los siglos. El pájaro-poeta la alondra de grandor de águila, (como d cía Heine de un gigante de nuestra música canta sobre las ruinas del Tiempo. Vive lo eterno. Pero el presente es apremian La hora que pasa quiere un alivio a sus • peros sufrimientos,-alivio inmediato, i perfecto, y cueste lo que cueste! Y en e punto Gandhi, que carece del vuelo de T gore, (o quien, puede ser, Bóddhisa de la Piedad, ha renunciado a ella p vivir con los desheredados), tiene un bu trabajo en responder.
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Lo hace, esta vez, con más pasión que la que había mostr~do en esa noble justa. Su respuesta no tarda; aparece el 13 de Octu- . bre, en Young India, yes patética. Gandhi agradece al gran centinela el poner en guardia a la India contra ciertos peligros. Está de acuerdo con él sobre la necesidad del libre juicio. «A nadie hay que dar su razón a guardar. El abandono ciego es, a menudo, más perjudicial que la sumisión forzada al látigo del tirano. Hay todavía esperanza para el esclavo del bruto; no las hay para el del amor,»
Tagore es un buen vigilante que advierte la aproximación de los enemigos que se llaman: santurronería, letargio, intoleranoia, ignorancia, inercia. Pero Gandhi no admite que los reproches de Tagore sean justificados. El Mahatma siempre se dirije a la razón. No es cierto que haya en la India una obediencia ciega. Si el país se ha decidido
(1) Paráfrasis de la primera estrofa \
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por el empleo del torno, ha sido después de una lenta y laboriosa reflexión. Tagore habla de paciencia y se satisface con bellos cantos. Es la guerral ¡Qué el poeta deie su lira! Cantará después. «Cuando una casa arde, cada uno toma un balde para extinguir el incendio ... » «Cuando los que me rodean mueren, faltos de alimentos, la única ocupación que me es permitida ea alimentar a los hambrientos.". La India es una casa. incendiada .... La India muere de hambre, porque no tiene trabajo que le permita encontrar la alimentación. Khulna muere de hambre.... Los Ceded Districis pasan una cuarta hambruna. Orissa sufre de hambre crónica. La India se extenúa más cada día. En sus miembros, la sangre casi no circula y Si no le ponemos remedio, va a derrumbarse ..•• Para un pueblo hambriento e inactivo, la sola fonna con qué Dios puede osar aparecerse es la del Trabajo y la promesa de comer, en pago. Dios ha creado al hombre para que gane su alimento P?f su trabajo, y ha dicho que aquellos que com~n s: trabajar son ladrones .... Pensemos en los millón
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de seres humanos que son, hoy día, menos que animales, que están casi a la muertel El torno es la vida para los millones de moribundos. Es el hambre que empuja a la India al torno .... El Poeta vive para el mañana y quisiera que nosotros hiciésemos lo mismo. Presente ante nuestras miradas extasiadas el hermoso cuadro de los pájaros cantando, muy de mañana, himnos de alabanza, o tomando su vuelo. Estos pájaros están alimentados. Han tomado su alimento cotidiano, y toman su vuelo con alas reposadas, cuya sangre se ha renovado durante la noche. Pero he tenido el dolor de observar pájaros que, faltos de fuerzas, ni tenían aun el deseo de agitar débilmente sus alas. El pájaro humano, bajo el cielo indio, se levanta más débil cuando ha hecho como que reposa. Para millones de seres la vida es un velar eterno, o una eterna catalepsia .... He hallado imposible endulzar el sufrimiento de los hambrientos con un canto de Kabir ... Dadles trabajo, á fin de que puedan comer!. .. Pero por qué, se preguntará, yo que no necesito trabajar para comer, hilaré? Porque como lo que no me pertenece. Vivo de la expoliación de mis compatriotas. Seguid el recorrido de todas las monedas que llegan a vuestras manos, y veréis la verdad de lo que os digo .... Hay que hilar. Que cada
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uno hilel Que Tagore hile, como los demásl Y que queme sus vestidos extranjeros!... Es el deber de hoy, Dios se ocupará de mañana. Como dice el Gita: Cumplid la acción [usia;»
Sombrías y trágicas palabrasl Es la miseria del mundo que se levanta ante el sueño del arte, y le grita: «Osa negarmel» ¡Quién no comprende la emoción apasionada de Gandhi y no la compartiríal y sin embargo. hay en esta respuesta, tan orgullosa y tan conmovedora, con qué legitimar ciertos temores de Tagore: un Sileai poeta, un imperioso llamado a la disciplina del combate. Obedecer sin discusión a la ley del Swadeshi, cuya primera obligación cotidiana para todos es el empleo del tom El~la batalla humana, sin duda, la disciplina es un deber. Pero la desgracia es que aquellos encargados de aplicarla-los lugartenientes del maestro-sean lo más a menudo espíritus estrechos: se hacen y ha~en a los demás, un ideal de lo que no es S100 170
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un medio para alcanzarlo; por su misma estrechez la regla los fascina, porque sólo en la vía estrecha se encuentra bien. Para ellos el Swadeshi se hace un imperativo. Toma un carácter sagrado. Uno de los principales discípulos de Gandhi, profesor de esta Escuela, la más cara a su corazón: el Satyágrahashram de Sabarmati, en Ahmedabad, publica el Eoangelio de Swadeshi, a cuya cabeza Gandhi pone su aprobación. Este folleto se dirije al público popular. Veamos pues el credo que se enseña al pueblo por uno de los que están en la fuente de la pura doctrina: «De tiempo en tiempo, Dios se encarna, para la redención del mundo ... Pero no es regla que se encarne bajo la forma humana .... También puede hacerlo bajo la de un principio abstracto o de una gran idea, que penetra al mundo .... El nuevo avatar es el Evangelio del Swadeshi.»
El evangelista conviene en que se puede 171
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sonreir de esta afirmación, si en el Swadeshi se ve sólo una cuestión de boycott a los tejidos extranjeros. Pero este asunto no es más que una minúscula aplicación de un vasto «principio religioso, destinado a desembarazar al mundo entero de sus odiosas disensiones y a emancipar a la humanidad». Su esencia está contenida en las Sagradas Escrituras hindúes. Héla aquí: «Tu propio Dharma, (1) aunque vacío de mentos, es el mejor. La realización de un Dharma que no sea el tuyo, siempre está rodeado de peligros. Sólo llega a la felicidad, quien se concentra en su propio deber»
Esta ley fundamental del Swadeshi apoya sobre la fe en «un Dios que ha proveído por la eternidad a la felicidad del universo. Este Dios, a cada uno de los seres humanos, le ha' dado el medio que le conviene para cumplir su misión especial. Todas (1) Destino religioso.
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las acciones de un hombre deben conformarse a la situación propia de su vida ... Igual que nuestro nacimiento, nuestra patria, nuestra familia, nuestra cultura no puede ser elejida por nosotros; no tenemos más que aceptar lo que nos ha sido dado por Dios, estamos obligados a aceptar nuestras tradiciones, como viniendo de Dios, y nuestro estricto deber es conformarnos con ellas. Renegarlas sería pecado. De estos artículos de fe, se sigue que el hombre de un país no tiene que ocuparse de otros países.
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«El devoto del Swadeshi jamás toma sobre si la tarea vana de tratar de reformar al mundo, porque , cree que el mundo se ha movido y se moverá siempre según planes fijados por Dios .... No debe esperarse a que el pueblo de un país provea a las necesidades de otro país, aun por motivos filantrópiCOSj y si fuera esto posible, no sería de desear .... El verdadero devoto del Swadeshi no olvida que todo ser humano es su hermano, pero está obligado a hacer la tarea que le corresponde por su naci-
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miento .... Igual que estamos obligados a servir al siglo en que hemos nacido, igual debemos servir a todo precio a la tierra .... La emancipación de nuestra alma debe ser buscada por medio de nuestra propia religión y de nuestra propia cultura.»
Por lo menos ¿es permitido a un pueblo desarrollar todos los medios que tiene para engrandecer su comercio, su industria? De ningún modo. Deseo indigno, aquel de querer dotar a la India de grandes manufacturas! Sería hacer violar su Dharma a otros hombres! y es tan criminal exportar sus productos como importar los ajenos. Porque «el proselitismo repugna' al principio del Swadeshi». y la consecuencia lógica (bien que inesperada para un Europeo) de e leyes que no hay que exportar más sus productos que sus ideas. Si la India ha sido duramente rebajada en la historia, es en expiación del lejano crimen de sus antepasados que comerciaron con el Egipto y con Roma, crimen repetido por todas las gene174
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raciones que siguieron esos yerros sin enmendarse. ¡Qué cada país, cada clase, se a~enga a su propia tarea, viva de sus propiOS recursos y de sus propias tradiciones! «Evitemos el ser íntimos con aquellos cuyos usos sociales son distintos a:los nuestros. No hay que entrelazar su vida con la de los hombres o los pueblos, cuyo ideal está en desacuerdo con el nuestro ..: Cada hombr~ es un arroyo. Cada pueblo es un no. Deben seguir su lecho, limpio y sin mancha hasta que hayan alcanzado el mar de la salvación' donde todos se mezclarán.» '
Es el triunfo del Nacionalismo. El más puro. El más estrecho. Quedar en su casa. Cerrar todas las puertas. No cambiar nada. Conservarlo todo. No vender nadaal exterior. No comprar. Purificarse. Un Evanoelio medioeval de monjes enclaustrados. (1) Y Gan(1)1 Por . . . Notra d dparte ' acáa y allá a, a drni mira bl es prescripciones mora es. a a. e venganzas! "Lo que ha asado ha d El p,,;sado es Irrevocable, ha llegado a ser Ptina part/adS: eternidad, y el h?mbre no tiene ya recurso contra él. No pie ses en represa has por las injusticias y las ofensas pasada~!
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dhi, con amplio corazón, permite poner ahí su nombre! Se comprende el sobrecogimiento de Tagore ante esos iluminados del nacionalismo reaccionario, que pretenden detener el curso de los siglos; enjaular el vuelo del espíritu y cortar todos los puentes con el Occidente. (1) En verdad no es este el pensamiento verdaderode Gandhi. Escribe a Tagoreen definidos términos. «El Swadeshi es un mensaje al
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mundo». (Por lo tanto, toma en cuenta al mundo y no repudia al proselitismo»). La 'Nó-cooperación no está dirigida contra el Occidente. Está contra la civilización material y contra la explotación de los débiles que resulta de ella». Así pues, no combate sino los errores del Occidente y trabaja por el mismo bien del Occidente). «Es una retira~a dentr? de nosotros mismo (pero una retirada provisoria, para juntar nuestras fuerzas antes de poner las al servicio de la humanidad). «La India debe aprender a vivir, antes de aprender a morir por la humanidad» ... y Gandhi en ninguna forma rehusa la cooperación de los Europeos, siempre que se conformen con el ideal saludable que ~I ofrece a todos los hombres». Todo este verdadero pensamiento de Gandhi es infinitamente más amplio, ~ás humano, más universalista (1) que el del
Que el muerto pasado entierre sus muertos! En el presente gue vive. obremos tomando por guías a nuestro corazón y Dios!» De un estremo a otro del libro una pureza de ventisquero. (1) Tagore debía ser tanto más sensible a escritos como este, cuanto que entre el Ashram de Gandhi (de donde ha salido ese Evangelio) y Santiniketan de Tagore se había instituído una rivalidad. que los dos jefes se esforzaban en evitar. Se lo ve por un artículo del 9 de Febrero de 1922" en Young India: Gandhi se queja ahí de las palabras que un periodista le ha atribuído, al respecto de Ashram, y que tienen un aspecto desagradable para Santiniketan, Hace protestas de su respeto por la casa de Tagore-no sin cierto «humor» velado: «Si me fuera preciso decidir la superioridad del uno o del otro, dice, en despecho de la disciplina y de la levantada matinal en el Ashram, yo voto por Santinike~. Es el hermano mayor, mucho más viejo de edad y tamble~ de sabiduría». -Pero, agrega maliciosamente, «que los ha~ltantes de Santiniketan se cuiden del andar del pequeno Ashram!»
(1) A mi entender, Gandhi es tan universalista como Tagore pero de otro modo. El lo es por la conciencia moral, Tago~
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Evangelio publicado bajo su égida. ¿Por qué,
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re por la inteligenc!a. Gandhi no. excluy.e.a nadie .de la c;omunión de la oración y del trabajo cuotidiano, ASI, el apestol de los primeros tiempos no distinguía entre judíos gentiles, pero a todos imponía la misma disciplina m~ra. Esto es lo que quíere Gandhi. Pero ahí, just~mente, está su. estrechez: nó en el corazón, que es tan amplio como el de un Cristo, sino en el espíritu de ascetismo intelectual y de renunciamiento. (Yeso también es de Cristo). Venerándole, estamos con Tagore.
a quienes no llegan sino los ecos deformados, ¿qué retendrán de su doctrina de purificación interior y de abnegación creadora? Lo más exterior, la más material: una espera mesiánica del Swaraj, (Home Rule) por lo rueca! La negación del progreso. El fuori Barbaril Tagore se alarma, y no sin razón, de la violencia que los apóstoles de la Nó-violencia (y Gandhi mismo no está exento) testimonean frente, nó a los hombres, sino de las cosas de Occidente. Gandhi tiene especial cuidado en decir que «él, .se retiraría de la lueha si sintiera odio contra los Ingleses», que se debe amar a aquellos que se combate, que hay que odiar sus injusticias, «odiar el Satanismo, amando a Satán». Pero es este un juego muy sutil para el espíritu popular cuando en cada Congreso, los jefes del movimiento recuerdan apasionadamente los crímenes de los Ingleses y su deslealtad, las masacres del Punjab y el Khilafat, las cóleras se juntan
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pues, le ha dado su nombre? ¿Por qué deja encerrar su generoso ideal, que se ofrece a toda la tierra, en los límites estrechos de una teocracia india? ¡Temibles discípulosl Cuanto más puros son, lo son más funestos. Preserve Dios a un grande hombre de estos amigos que no toman más que una parte de su pensamientol Codificándolo, destruyen la harmonía, que es el principal beneficio de su alma viviente! No es esto todo. Al menos los que viven muy cerca del maestro, sus discípulos directos, quedan todavía teñidos con su belleza moral. Pero aquellos que son los discípulos de los discípulos,-y los otros, los pueblos,
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detrás de la esclusa, y desgraciados cuando esta cruja! Cuando Gandhi preside la hoguera de los paños preciosos en Bombay, en Agosto de 1921, y responde a los désesperados conjuros de Andrews, el amigo de Tagore, por su Ética de la Destrucción, cree que «transfiere el odio del pueblo de los hombres a las cosas». Pero no se da cuenta que el odio del pueblo se hace mano y que piensa: «Las cosas al principiol Después los hombres!» Y no piensa que en este mismo Bombay, menos de tres meses después, el pueblo matará a los hombres. Es demasiado santo, demasiado puro, demasiado desnudo de sus pasiones animales que están agazapadas en el hombre. No piensa que están ahí, que le escuchan y atrapan sus palabras. Tagore, fmás clarividente, nota la imprudencia de los nó-cooperadores que, con toda inocencia, recordando sin tregua los errores cometidos por la Europa, profesan la nóviolencia, inoculando al espíritu popular el 180
virus de la fiebre que traerá la violencia.No lo sospechan los apóstoles que ninguna violencia sienten en sus corazones! Pero quien llega a la acción debe es~uchar los corazones ajenos y nó el suyo. Cuidado con el pueblol Cave canemt Para llevarlo ~uie~o, no bastarán las órdenes de un Gandhl. Solo una posibilidad habría para que obedezcan sin rezongar a la austera disciplina del maestro: que este maestro consienta en ser un Dios, como secretamente lo solicitan aquellos que le representan ya en .ShriKrishna. Pero la sinceridad de Gandhi y su humildad se rehusan a ello. Entonces no queda más que la voz aislada del más puro de los hombres que cierne sobre los mujidos de un océano humano. ¿Cuánto tiempo, ,todavía, alcanzará a hacerse oir? Grandiosa y trágica espera!
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IV Todo el año de 1921, en que la acción se acelera, está llena de incertidumbres y de sacudidas violentas. Gandhi no escapa a sus oscilacio~es. La revuelta fermentaba y las represiones brutales del gobierno precipitaban su ritmo. Sangrientos motines estallan en Malegaon, en el distrito de Nasik; trastorna a Giridih, en Behar.: En el comienzo de Mayo de 1921, escenas más graves en Assam; doce mil coolíes, que abandonan su trabajo en las .plantaciones de te, son atacados por los Gourkhas, al servicio del gobierno. Los empleados ferroviarios y los de los paquebots, se declaran en huelga completa, durante dos meses, en señal de protesta. Gandhi todavía se esfuerza en desempeñar un rol 182
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de conciliador; tiene en Mayo una larga entrevista con el virrey, Lord Reading; le ofrece su mediación cerca de los hermanos. Alí, acusados de discurso incitando a la violencia; obtiene de sus amigos musulmanes la declaración formal que jamás llamarán a la violencia. Pero no por eso se disminuye el vigor del movimiento; y el elemento musulmán de la India continúa tomando las más atrevidas iniciativas. El 8 de Julio, en Karachi, la Conferencia del Khilafat de toda la India reitera las reclamaciones del Islam, declara «ilegal para un musulmán servir en el ejército o ayudar al reclutamiento», y amenaza al gobierno inglés, en la sesión de fin de año del Congreso de toda la India que si combate al gobierno de Angora, con proclamar la Desobediencia Civil y la República India.-EI 28 de Julio, el Comité del Congreso de toda la India, reunído en Bombay; (primer Comité elegido según la nueva 183
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,Constitución), decreta que es deber de todos boycottear al príncipe de -Gales, cuya venida está próxima,-decide el boycot completo de todos los tejidos extranjeros antes del 30 de Septiembre,-alienta y reglamenta el hilado y el tejido nacionales, estimula la campaña contra las bebidas, a pesar del gobierno. quien proteje a los taberneros. Pero, más prudente que los musulmanes del Khilafat, reprueba los trastornos y desaconseja, por el momento, la desobediencia civil, al mismo tiempo que extiende la propaganda de la no-violencia. En Agosto se desencadena una' brutal revuelta de los Moplahs, que dura varios meses. Gandhi, con Maulana Mohamed Alí, quiere ir de Calcutta a Malabar, para pacificarla. El gobierno no lo permite, y hace arrestar en Septiembre a Maulana Mohamed y a su hermano Maulana Shaukat Alí y a muchos notables musulmanes, por las proposiciones de desobediencia civil, votadas 184
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en la Conferencia del Khilafat. En el acto, el Comité Central del Khilafat en Delhi, repite la resolución del Khilafat, que centenares de meetings afirman enérgicamente. El 4 de Octubre, Gandhi se declara sólidario de sus hermanos musulmanes. Con cincuenta miembros eminentes del Congreso, publica un manifiesto que reivindica, para todo' ciudadano el derecho de expresar su opinión sobre la nó-participación en el' gobierno, afirma que es inconveniente para todo Indio, servir, ya como funcionario civil, ya como soldado, a un gobierno que ha causado la degradación moral, política y económica de la India, y proclama para cada uno el deber: de separse de él.-EI proceso de los hermanos Alí tiene lugar en Karachi. Son condenados, junto con sus co-acusados, a dos años de rigurosa prisión. La India responde con un vigor aumentado. El manifiesto de Gandhi es ratificado en Delhi, por el Comité del Congreso de toda 185
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la India, el 4 de Noviembre. El Comité da el paso decisivo; autoriza a cada provincia, bajo su propia responsabilidad. a realizar la Desobediencia civil, comenzando por el no-pago de los impuestos. Pone como condiciones, que los Resistentes hayan hecho actos de adhesión absoluta al programa del Swadeshi y de la Nó-cooperación, comprendiendo en ello el hilado a mano y el compromiso esencial de Nó-violencia.-Trata así, bajo la dirección de Gandhi, de conciliar la revuelta, con la disciplina y la ley de sacrificio. Para subrayar bien a esta última, advierte a los Resistente civiles y a sus familias, que no deben contar con la ayuda pecuniaria del Congreso. La gran Desobediencia iba a comenzar, cuando el príncipe de Gales desembarcó en Bombay, el 17 de Noviembre. La orden de boycott fué ejecutada por las clases medias e inferiores. Los ricos, los Parsis, los personajes oficiales, no la tomaron en cuenta. El
populacho los maltrató, sin exceptuar a las mujeres, y la revuelta se extendió rápidamente; hubo casas saqueadas, muertos y heridos. Fué esta la única explosión brutal en toda la India" en que el Hartal prescrito (la huelga solemne) fué religiosamente cumplido, en paz, sin incidentes. Pero Gandhi, fué, como se dice, «atravesado por una flecha». A las primeras noticias de los disturbios, vino a los sitios, en que los motin'eros le aclamaron: su vergüenza redobló por esto. Apostrofó duramente a la muchedumbre y la ordenó que se retirase. Dijo que los Parsis tenían el derecho de festejar al príncipe, si querían, y que nada podía justificar las indignas violencias. La muchedumbre se calló; pero más lejos los disturbios volvieron a prender. Los peores elementos habían salido de debajo tierra; veinte mil hombres sublevados, no se dejan volver a la razón en el acto. Con todo, el motín quedó limitado; la menor de nuestras [ornadas revoluciona-
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rias de Europa deja más desgaste. Gandhi lanzó a los ciudadanos de Bombay y a los nó-cooperadorés, manifiestos desolados, que la prensa reprodujo. Declaraba que serne[antes escenas hacían actualmente imposible la Desobediencia civil en masa, y suspendió la orden. Para castigarse a sí mismo de la violencia de los otros, se impuso un ayuno religioso de 24 horas por semana. Los Europeos de la India fueron todavía menos alarmados de los trastornos de Bornbay, que de la penetrante unanimidad del Hartal silencioso en toda la extensión de la India. Apuraron al virrey para que obrase. Una serie de medidas violentas que no respetaba' la legalidad, fueron tomadas por los gobiernos de las provincias. Se desenterró una vieja ley de 1908 contra los anarquistas y las sociedades secretas; se la utilizó contra las asociaciones de voluntarios del Congreso y del Khilafat. Se hicieron millares de arrestos. En réplica, millares de nue-
vos voluntarios se inscribieron en listas públicas. Los Comités de las provincias tuvieron orden _ de organizar las tropas de voluntarios e imponerles una disciplina uniforme. Un Hartal fué decidido para el 24 de Diciembre, día de la visita del príncipe a Calcutta. y el día dicho, el príncipe atravesó Calcutta desierta. En estas horas que parecían incubar a la Revolución, se abrió en Ahmedabad el Congreso nacionalde toda la India. Tuvo la conmovedora solemnidad de los Estados generales de 1789. El presidente acababa de ser encarcelado. Las discusiones fueron breves. El Congreso reafirmó la doctrina de Nócooperación" invitó a todos los ciudadanos a ofrecerse como «voluntarios», a fin de ser arrestados, invitó al pueblo de la India a hacer meetings en todas partes, proclamó su fe la Desobediencia civil, igual en fuerza y superior en humanidad a la revuelta armada; y aconsejó o~ganizarla tan pronto como
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Nuevamente aprestóse Gandhi para lanz~r la orden de la Desobediencia civil en masa. La señal debía ser dada por un país modelo, donde su pensamiento había encontrado siempre una tierra de elección, Bardoli, en la provincia de Bombayo Gandhi lo anuncia al Virrey, por una carta pública del 9 de Febrero de 1922, que es una cortés, pero clara declaración de guerra, El es, dice, el jefe responsable del movimiento. Bardoli es la primera unidad de la revuelta en masa de la India contra el gobierno, que ha atentado brutalmente contra la libertad de palabra. de asociación y de prensa. Gandhi acuerda siete días a lord Reading, para corregir su política. Sino, la orden está dada: la revuelta comenzará (1). Recién partida la carta, cuando un drama convicción.
la masa estuviese suficientemente iniciada en los métodos de Nó-violencia. Previendo que la mayoría de sus miembros serían arrestados, a la salida de la sesión, el Congreso delegó en Gandhi todos sus poderes, la dictadura de hecho, con la facultad de elegir a su sucesor; le dejaba único dueño de la política india,' con la sola reserva de no modificar el Credo nacional y de no concluir la paz con el gobierno, sin el asentimiento del Comité del Congreso .. Una fracción de la Asamblea había presentado una moción que tendía a la acción violenta, para establecer lo más pronto la independencia completa de la India. La mayoría la rechazó, manteniéndose en los principios de Gandhi. Las semanas que siguieron manifestaron el entusiasmo religioso que se había apoderado de la India. 25,000 hombres y mujeres se ofrecieron alegremente a la prisión. Detrás de esto, otros millares se levantaban, esperando el turno para afirmar su
(1) U.na, nota del mi~mo día en Young India anuncia es~e ultimátum a la India, con mayor energía aun. Si el Vlr~ey !lo ~0!ltesta nada, la orden es irrevocable; la Desobedieneia CIVIldebe ser cumplida a todo precio, aun cuando, en el presente, la mayoría se presentase en contra.
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más sangriento que los precedentes se produjo en Chauri-Chaura, en el distrito de Gorakhpur. En elcurso de una procesión, los policías habían atacado a la muchedumbre. Atacados a su vez, abrieron .el fuego y se refugiaron en la Thana (1). El populacho lo incendió. En vano los sitiados pidieron gracia, fueron masacrados y quemados. La provocación había partido de ellos y en S!1 asesinato ningún partidario de la Nó-cooperación había tomado parte. Gandhi tenía pues el derecho .de salvar su responsabilidad. Pero había llegado a ser, verdaderamente, la conciencia de la India. El crimen de un solo Indio lo ensangrentaba. Tomaba sobre , sí todos los pecados de su pueblo. Fué tal su desgarramiento que en el acto, \detuvo . por segunda vez el movimiento que acababa de decretar. La situación era esta vez mucho más penosa, que después del motín (1) Las construcciones de policía.
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de Bombay. Algunos días antes había enviado su ultimátum al virrey. ¿Cómo retirarlo sin ridículo? Su orgullo, «Satán», como él dice, se lo prohibía. Razón de más para que se decidiese a ello. El 16 de Febrero de 1922, aparece en Young-India uno de los más extraordinarios documentos de esta vida, su Mea Culpa, su Confesión pública. Del fondo de su mortificación, la primera palabra que se levanta es de júbilo, para agradecer a Dios por haberlo humillado: «Dios ha abundado para mi en benevolencia. Por tercera vez me ha advertido que la India no poseía todavía esta atmósfera de Nó-violencia y de Verdad que puede, y que puede sólo ella, justificar la Desobediencia civil en masa,-la sola digna de ser lla~ada civil, es decir, dulce, humilde, sabia, voluntaria y por lo tanto amante, nunca criminal y con odio. El me advirtió por la primera vez en 1919, cuando comenzó la agitación contra el Acta Rowlatt. Ahmedabad, Viramgam y Kheda han errado. Amritsar y Kasur han errado. He vuelto sobre
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mis pasos, he llamado a mi error una falta de cálculo himalayo, me he humillado ante Dios y ante los hombres, he detenido no sólo la desobediencia civil en masa, también la mía.... La segunda vez fué por los acontecimientos da Bombay. Dios me hizo su testigo ocular ...• Detuve la desobediencia civil en masa, que debía ser comenzada en Bardoli. La humillación fué más grande, pero me ha hecho bien. Estoy seguro que la nación ha ganado por ese retardo: así la India ha continuado siendo la representante de la Verdad y de la Nó-violencia. Pero la más amarga humillación es la de hoy día . Dios ha hablado claramente por Chauri-Chaura . A la hora en que la India pretende subir al trono de la libertad por la Nó-violencía, la violencia del populacho es de un triste augurio ... Es necesario un control de los Nó-cooperadores sobre la violencia del país. No será esto posible sino cuando los hooligans (vagabundos) de la India sean dominados ... »
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él. Pero, dice ha sido «bendito» del cielo por haber encontrado en ellos tanta indulgencia y consideración. Han comprendido sus escrúpulos y han consentido, bajo sus , instancias, en "Suspender la desobediencia, civil, invitando a todas las organizaciones a crear una atmósfera de Nó-violencia.
Ha pues, reunido el 11 de Febrero en Bardoli, al Comité de acción del Congreso, y leha expuesto su confusión. Muchos de sus colegas no han estado de acuerdo con
Si, continúa Gandhi, que esto parecerá de una política poco sabia, pero esto es razonable según la religión. El país habrá ganado por mi humillación y por la confesión de mi error. La sola virtud a que aspiro es la Verdad y la Nó-violencia, De ningún modo pretendo facultades sobrehumanas. No pienso en esto. Llevo la misma carne corruptible que el más débil, y estoy también expuesto al error. Mis servicios tienen muchas limitaciones, pero hasta ahora Dios los ha bendecido, a pesar de .las inperfecciones .... La confesión del error es como un barrido .... Me siento más fuerte porque me he confesado, y la causa, por el hecho mismo de su retroceso debe ganar. Nunca un hombre ha alcanzado su fin, persistiendo en desviarse del camino recto ... Se me objeta que el crimen de Chauri-Chaura, nada tiene que ver con la proyec-
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tada acción de Bardoli. No lo dudo. El pueblo de Bordali es, a mi parecer, el más pacífico de la India. Pero Bardoli no es más que un punto. Su esfuerzo no puede tener éxito si no hay una perfecta correlación entre él y las otras partes de la India ... Un grano de arsénico en un poco de leche envenena. ... Chauri-Chaura es un veneno mortal. .. No es único y aislado. Es un síntoma agravado de violencias populares en estado esporádico desparramadas aquí y allá ... La verdadera Desobediencia civil no lleva consigo ninguna excitación. Es una preparación para el sufrimiento mudo. Su efecto es maravilloso, aunque imperceptible y dulce ... La tragedia es el dedo indicador en nuestra ruta. Si no queremos que la violencia salga de la no-violencia debemos volver de prisa sobre nuestros pasos, restablecer una atmósfera de. calma y no pensar en comenzar la Desobediencia en masa, antes de estar ciertos que, a despecho de todo, la paz se conservará •.. Que el adversario nos acuse de cobardíal Más vale ser mal juzgado que traicionar a Dios ... »
y el apóstol quiere expiar la sangre derramada por otros.
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«Debo sufrir una purificación personal. Debo estar en estado de registrar mejor la más ligera variación de la atmósfera moral, a mi alrededor (1). Mis oraciones deben tener más de humildad y de verdad. Nada de. purificante como el verdadero ayuno, para obtener una más completa expresión 'de sí mismo, un dominio del espíritu sobre la carne ... »
Decreta para sí, públicamente, un ayuno continuo de cinco días. ¡Que nadie le imitel Debe castigarse solo. Ha sido un cirujano inhábil. Le es preciso, o abdicar, o adquirir una experiencia más firme. Su ayuno és, a la vez, penitencia y castigo, para él y para los de Chauri-Chaura, que han pecado, puede ser que teniendo su nombre sobre los labios. Gandhi desearía ser el solo en sufrir por ellos; pero les aconseja entregarse al gobierno y hacer declaraciones. Porque han hecho un mal horrible a la causa que querían servir. (1) Nótese esta luz lanzada sobre el poder misterioso de esta alma, en que se inscriben los estremecimientos de su pueblo.
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«Quisiera sufrir todas las humillaciones, todas las torturas, el ostracismo absoluto y aun la misma muerte, para impedir a nuestro movimiento el llegar a ser violencia o precursor de violencia ... » '"
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La historia de la conciencia humana cuenta pocas páginas tan elevadas. El valor meral de un acto tal es excepcional. Pero como acto político, lo es desconcertante. Gandhi mismo reconocía' que se le podía juzgar «políticamente absurdo y poco sabio». Es peligroso poner tensos todos los resortes de un pueblo, hacerle jadear de esperanza ante el acto prescrito, levantar el brazo para ordenar, y dejarla después, volver a caer, y cuando ya se pone en movimiento la formidable maquinaria, por tres veces detenerla. Se arriesga gastar los rodajes y rom per el ímpetu. Cuando el 24 de Febrero de 1922 se reunió en Delhi el Comité del Congreso, no 198
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fué sino una viva oposición como Gandhi pudo hacer aprobar las resoluciones tomadas por él en Bardoli, el11. Una escisión se manifestó entre los Nó-cooperadores. Gandhi quería que antes de volverse a poner en marcha, se hiciera más severamente la orga-nización¡ y traía un programa de construcción. Pero muchos se irritaban con esta lentitud, protestaban contra la suspensión de la ·orden de revuelta y decían que se ahoga el fervor del país. Un partido presentó un voto de censura contra el Comité de acción y pidió que sus órdenes fueran anuladas. Sin embargo, Gandhi lo ganó. Pero sufrió profundamente. La misma mayoría que le seguía no le hacia ilusionarse. No la sentía sincera. Y más de uno, que votaba por él, detrás suyo le llamaba «Dictador». En el fondo, se sentía en desacuerdo con el país. Con su intrépida franqueza, lo dijo, el 2 de Marzo de 1922. 199
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«Hay en la mayoría tantas corrientes ocultas de violencia, conscientes o inconscientes, que he rogado por una derrota desastrosa. Siempre he estado en minoría. En Sud Africa ha comenzado con la unanimidad, he descendido a una minoría de 64 y aun de 16, y he subido de nuevo a una enorme mayoría. El trabajo mejor y más sólido ha sido hecho en el desierto de la minoría ... Tengo el temor de la mayoría. Me descorazona la adoración de la multitud sin discernimiento. Sentiría el terreno más firme bajo de mis pies, si ella escupiese sobre mi... Un amigo me ha advertido que no explotase mi dictadura ... Lejos de haberla explotado, me pregunto si yo mismo no me dejo «explotar»! Confieso tener un terror como nunca antes lo he tenido. Mi única salvación está en mi impudencia. He advertido a mis amigos del Congreso que soy incorregible. Cada vez que el pueblo cometa equivocaciones, continuaré confesándolas. El solo tirano que reconozco en este mundo es la «vocecilla silenciosa», que está dentro de nosotros. Y aun si tuviera que contemplar la minoría de uno solo, tendría el valor de ser esta misma desesperada. Este es, para mi, el único camino sincero. Soy ahora un hombre más triste y, lo creo, más sabio. Veo que nuestro «Nó-violencia está a flor de piel. Ardemos de in200
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dignación. El gobierno la alimenta con sus actos insensatos. Se diría casi que desea ver a este país cubierto de homicidios, de incendios y de rapiñas, a fin de poder pretender de que es el único capaz de reprimirlos. Nuestra Nó-violencia me parece debida a nuestra impotencia: como si, en nuestros corazones, acariciásemos el deseo de vengamos, en cuanto tuviésemos ocasión para ello. ¿Puede salir . la verdadera Nó-violencia voluntaria, de esta Nóviolencia forzada de débiles? ¿No es una experiencia vana la que estoy tentando? Y si, estallado el furor, ni uno solo quedará indemne, si la "mano de cada uno se levantara contra su prójimo, ¿de qué serviría entonces, que yo ayune hasta morir, después de un desastre tal? .. Si no sois capaces de la Nó-violencia, adoptad lealmente la violencia! ¡Pero nada de hipocresía! (1) La mayoría pretende aceptar la Nó-violencia ... Que conozca pues su responsabilidad! Está obligada ahora a retardar la De(1) Se había hecho claro, para Gandhi, que una parte de su mayoría, que apoyaba la No-violencia, secretamente, no veía ahí sino un expediente político. que enmascaraba la preparación a la violencia. Hablaban dulzonamente, dice Gandhi, de dar «golpes no violentos,,!-Gandhi había tomado el equívoco peligroso que Tagore había apercibido desde largo tiempo. Y estaba sofocado por ello. Más duramente que Tagore, entonces, lo denuncia y rompe lanzas en su contra.
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sobediencia civil y hacer al comienzo obra constructiva ... De lo contrario seremos ahogados en aguas cuyas profundidades ignoramos .... »
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Hay una amarga pero viril tristeza, en estas fuertes palabras. En la noche del Jardín de los Olivos. Gandhi iba a ser arrestado .... ¿Quien sabe si en el fondo de su corazón no acogió al acontecimiento como una liberación? Lo esperaba desde hacía mucho tiempo. Desde ellO de Noviembre de 1920, todas sus medidas estaban tomadas. Había dictado sus instrucciones al pueblo, para el día en que no estuviese más allí. Volvió a lo
mismo, el 9 de Marzo de 1922, cuando el ruido de su arresto comenzó a propagarse. El nada teme, dice, de las violencias del gobierno. No teme sino una cosa, las violencias del pueblo. El se deshonraría. ¡Que el pueblo considere el día de mi arresto como un día de júbilol El gobierno cree que arrestado Gandhi, se habrá concluido con la India. Probadle lo contrariol Que mida la fuerza del pueblo!» El más hermoso testimonio de honor que el pueblo puede rendirle, es guardar una paz perfecta. Gandhi se sentiría humillado al pensar que el gobierno duda en arrestarle, por temor a un levantamiento sangriento. Así pues, que el pueblo siga en calma, que no suspenda su trabajo y que no forme nada de meetingsl Pero que los tribunales se cierren, que las oficinas del gobierno sean abandonadas, que las escuelas oficiales sean desertadas, que se ejecuten en su integridad, con orden y disciplina, el programa de la Nó-
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y volviéndose 'hacia la minoría, le decía: «¿No queréis la No-violencia? Sa)id del Congreso! Formad un nuevo partido! Enunciad públicamente vuestro Credo! Y que el país elija entre nosotros!... Pero nada de equívocos! Sed francos!".»
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cooperaciónl Si el pueblo procede así, tendrá la victoria. Si nó, será aplastado. Ya todo listo, Gandhi se fué a su caro retiro, Ashram de Sabarmati, cerca de Ahmedabad, para esperar ahí, en medio de los amados discípulos, en el recogimiento, la llegada de los que le iban a arrestar. El aspiraba a la prisión. En su ausencia, la fe de la India se manifestaría mejor. «Y él, encontraría un reposo que, puede ser, merecida .... » La tarde del 10 de Marzo, poco después de la oración, los hombres de policía llegaron. El Ashram estaba advertido de su venida. El Mahátmá se puso en sus manos. En el camino a la prisión, encontró a Maulana Hasrat Mohani, su amigo mahometano, que había llegado de lejos, justo a tiempo para abrazarlo. Fué conducido al calabozo con el editor de Young India, Banker. Su mujer tuvo permiso para acompañarle hasta el umbral. El sábado 18 de Marzo, a medio día, se
abrió el «gran proceso», ante el juez de distrito y sesiones de Ahmedabad. Fué de una rara nobleza. El juez y el acusado hicieron un asalto de cortesía caballeresca. Nunca la Inglaterra, se elevó en la lucha, a una tan magnífica imparcialidad. El juez, C. N. Broomsfield, rescató en este día muchas de las faltas del gobierno. El relato del proceso, publicado por los amigos de Gandhi, ha sido reproducido en parte en la prensa de Europa, y ecos suyos han llegado a Francia. Haré un resumen solamente. ¿Por qué se había resuelto el gobierno a arrestar a Gandhi? Después de haber vacilado durante dos años a hacerlo. ¿Cómo había podido elegir para dar la orden, el momento en que el Mahátmá acaba de refrenar la revuelta de su pueblo, ¿parecía la única barrera a la violencia? ¿Era aberración? O era que quería confirmar la terrible frase de Gandhi: «Parece que el gobierno desea ver a este país cubierto de asesinatos,
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incendios y rapiñas, para tener un pretexto para reprimirlo?» En verdad su situación era difícil. El gobierno estimaba y temía a Gandhi. Hubiera deseado tratarlo con miramiento; pero Gandhi no le trataba en esta forma. El Mahátmá condenaba a la violencia; pero su no-violencia era más revolucionaria que todas las violencias. En los mismos días en que se oponía a la Desobediencia civil en masa, la víspera del Congreso de Delhi, el 23 de Febrero, había publicado uno de sus artículos más amenazadores, para el poder británico. Un insolente telegama de lord Brikenhead y de M. Montagu acababa de abofetear a la India (1). Gandhi, en un sobresalto de indignación había recogido el injurioso desafío:
Era sobre este artículo, y dos otros, (1) más recientes, en que se fundaba la acusación. Gandhi era inculpado «de haber provocado a la desafección, de haber evitado
(1) «Si la existencia de nuestro Imperio fue-e puesta en juego. si se impidiere al gobierno británico el llenar sus responsabilidades hacia la India, si se imaginaba que pensábamos retirarnos de la India, la India desafiaría sin éxito al pueblo más resuelto del mundo, que respondería con todo el vigor necesario.>
(1) Del ~9 de Septiembre y del 15 de Diciembre de 1921. El primero apropósito de las acusaciones llevada contra ~os hermanos Alí; el segundo, en respuesta a un irritante dlscUl:~o de Lord Rellding. Se encuentra allí la misma decl.araclOn de «guerra hasta el fin». «Queremos derribar al ~oblern?, obligarlo a someterse a la voluntad del pueblo. o pedimos cuartel, no lo esperamos» ....
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«Nada de compromiso con el Imperio, mientras el león británico sacuda en nuestras casas sus garras sangrientas!... El imperio británico edificado sobre la explotación organizada de las razas físicamente más débiles de la tierra sobre una ostentación convencional de la fuerza bruta, no puede durar, si hay un Dios justo, que gobierna el universo. Es tiempo ya que el pueblo británico se de cuenta que el combate, comenzad~ en 1920, es un combate hasta el fin, que dure un mes, un año, meses o años ... Ruego a Dios dé a la India una-humildad y fuerza suficientes para continuar no violenta hasta el fin. Pero someterse a estos insolentes desafíos, es imposible ... »
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alodio y al desprecio contra el gobierno de Su Majestad, establecido por las leyes». No tenía Gandhi defensa.-Alegó culpable a todos los cargos. El abogado general, sir J. T. Strangman, de Bombay, sostuvo que los tres artículos retenidos por la acusación no estaban aislados, sino que formaban parte de una campaña proseguida desde hacia dos años contra el gobierno, y lo probó por medio de citas. Reconoció las altas cualidades de. Gandhi. El mal que tales escritos podían producir, no eran por ello sino mayores. Atribuyó a Gandhi los sangrientos sucesos de Bornbay y de Chauri-Chaura. Sin discusión, Gandhi predicaba la No-violencia, pero al mismo tiempo la desafección. Era, pues, responsable a las violencias populares. Gandhi pidió la palabra. Sus combates de conciencia, sus angustias, sus dudas de las últimas semanas sobre la justicia de las decisiones que había debido tomar y ~obre 208
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usiones que podrían tener en la 1as re perc . cia de su pueblo, se ha biian diisipaconClen d .. bía vuelto a tomar el sereno ormmo d o. H a h bi de su alma. Aceptaba todo lo que a la lo que pasaría todavía, como una pasa do , d b' necesl'dad , que podía sentir, pero que e la llevar. Se declaró de acuerdo con el abogado general. Si, era responsable:, Lo era enteramente. Predicaba la desafecclOn des~e hacía mucho más tiempo que lo que decl~ la acusación, Era en él una pasión, Tomaba sobre él toda la reprobación de los trastornos de Madras, de los «crímenes diabólicos» de Chauri-Chaura y de los «ultrajes insensatos de Bombay .... » «El abogado general tiene razón cuando, d!ce que, como hombre responsable, habiendo recib~do una buena parte de educación, habiendo recogido una buena parte de experiencia de este mundo, habría debido saber las consecuencias de mis actos. Yo sabía que jugaba con fuego. He corrido su riesgo; y si fuese puesto en libertad, volvería a comen-
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zar. Maduramente he reflexionado en ello, en estas últimas noches. He sentido esta mañana que no haría mi deber, si no dijese lo que digo ahora. Yo deseaba y deseo evitar la violencia. La Nó-víolencia es el primer artículo de mi fe y el último. Pero yo tenía que elegir:-o bien, someterme a un sistema político que considero que ha hecho un mal irreparable a mi país,~o bien correr el riesgo de que se desencadene el furor:insensato de mi pueblo, cuando sepa la verdad de mis labios. Sé que mi pueblo a veces se vuelve loco. Me siento profundamente molesto por ello; y es por esto que me encuentro aquí para someterrne, no a un castigo ligero, sino al más pesado. No pido misericordia, no alego ninguna circunstancia atenuante. Estoy aquí para pedir y para aceptar jubilosamente la más alta pena que pueda ser inflingida a aquello que, según la ley, es un crimen deliberado, y que a mi me parece el primer deber de un ciudadano. Jueces, no tenéis e1ec~ión:dimitid o castigadmel...»
Después de esta improvisación enérgica. en que se equilibran magníficamente los escrúpulos de una conciencia religiosa y la heróica firmeza del jefe político, Gandhi le210
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yó una declaración escrita, que se dirige al , blico de la India y de Inglaterra. Les debe, ~~ce el hacerles conocer «porque, de lealista ; cooperador ferviente al régimen británico», ha llegado a «desafecto y no cooperador intransigente». Rehace el cuadro de su vida pública desde 1893. Recuerda todo lo que ha tenido que sufrir como Ind~o,. ~el sistema británico, sus esfuerzos de veinticmco años para mejorarlo, en la obstinada ilusión de que ello sería posible sin desprender a la India del Imperio. Hasta 1919, a pesar de todos los sinsabores, ha defendido la cooperación. Pero ultrajes y crímenes han pasado de toda medida. Y el gobierno, en vez de repararlos ha, en un supremo desafío a la conciencia de la India, honrado, pensionado, recompensado a los culpables. El gobierno mismo ha roto los lazos de sus súbditos. Ahora Gandhi ha llegado a la convicción ésta,' que las mismas reformas propuestas por Inglaterra serían mortales para 211
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la India. El gobierno reposa sobre la explotación de las masas. La ley está hecha para esta explotación. La administración de la ley está prostituida al servicio del explotador. Un sistema sutil y eficaz de terrorismo ha envilecido al pueblo, le ha enseñado el disimulo. La India está arruinada, hambrienta, degradada; y algunos han podido decir que antes de estar en condiciones de gobernarse a sí mismo como un Dominio, le serían precisas varias generaciones. Ninguno de los gobiernos que, en el pasado, han oprimido a la India, le ha hecho tanto mal como la Inglaterra. La Nó-cooperación con el crimen es un deber. Gandhi lo ha cumplido. Pero mientras, hasta entonces, la violencia era el supremo recurso, ha dado a su pueblo el arma soberana, la Nó-violencia. Aquí se abre el caballeresco pase de armas entre el juez Broomsfield y el Mahátmá. -«Señor Gandhi, reconociendo los hechos, en cierta medida habéis aliviado mi 212
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tarea. Pero la determipación de una senten. . . sta es de lo más difícil para un [uez.... ~a]u . Es imposible parecer ignorar que ante lo~ OJos de millones de hombres, sois un gran .]~fe y un gran patriota. Aun aquell~s que difieren de Ud. en política, os consideran como un hombre de alto ideal, de una vida noble, santa aún ... Pero mi deber es juzgaras como hombre sujete a la ley ... Pocas personas hay probablemente en la In?ia que no. sientan con sinceridad que hayáis hecho Imposible a un gobierno dejaros en libertad. Pero es así. .. Procuro poner en la balanza aquello que os es debido con el interés público ... » Cortésmente consulta al acusado sobre la pena que podría serle inflingi.da. Le pr~pone el ejemplo de la sentencIa pronunciada doce años atrás contra Tilak: seis años de prisión ... «No lo considerais falto de razón? ... Si como consecuencia de los acon213
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tecimientos es posible reducir este tiemp nadie se felicitará más que yo por ello .. ~: Gandhi no le va en zaga de gentileza. Contempla como el más grande honor, el de ver su nombre asociado al de Tilak. La sen~en~ia .es la más ligera -que un juez pueda l?flmglrle¡ y para todo' su proceso, no podía esperar mayores contemplaciones. (1) El proceso estaba terminado. Sollozando los ami?os ,de G~ndhi cayeron a sus pies: El Mahatma, sonriendo, se despidió de ellos. y la puerta de la prisión de Sabarmati se cerró sobre él. (2) (1~ El ge~e~te Baker, que durante todo el proceso había seguido religiosamente e! ejemplo del Mahatma y asentido a todas sus palabras, fue condenado a un año d . ., con multa. e pnsion, I (2~ La señora Kasturi!>ai Gandhi anunció la sentencia a ~s ombres y ?- 1?S mujeres de la India, en un mensaje mu digno, que les invita a concentrarse, en la calma sobre programa constructivo de Gandhi ' Gb~dhi no fué dejado en la prisión de Sabarmati donde era ien tratado. Se le trasladó a un lugar secreto después a Yera~da. cer~a.•de Po.ona. Un relato de N. S. Hardiker: Gandhi en prtsum Unity, 18 de Mayo de 1922) que no' pOI delmodscodntrolar, asegura que ha sido puesto al' ré••.imen ce . . nmgun ., .., b d ru ard e 1 erecho co~un, Sin privilegio, y que su e lea a sa ud ha sufrido por ello.
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v Después, la gran voz del apóstol ha callado. Su cuerpo está encerrado como en una tumba. Pero jamás las tumbas han encerrado el pensamiento. y su alma invisible continúa animando el cuerpo inmenso de la India. PáZ, Nó-violencia y Sufrimiento es el único mensaje llegado de la prisión. (1) Ha sido escuchado. La palabra de orden se ha trasmitido de una puerta del país a la otra. Tres años antes la India habría sido ensangrentada por el arresto de Gandhi. Cuando su ruido corrió, en Marzo de 1920, las poblaciones se sublevaron. La sentencia de Ahmedabad fué recibida por el silencio re(1) La Revista Unity ha publicado (3·VllI-922) una Carta de la prisi6n contra la civilización modern!l. que m parece apócrifa. Yo vería ahí un baturrillo de páginas antiguas, extraídos del Hind Swaraj.
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ligioso de la India. Millares de Indios se hicieron aprisionar con un tranquilo júbilo. Nó-violencia y sufrimiento... Un ejemplo extraordinario mostró a qué profundidades había penetrado la palabra divina en el alma de la nación. Los Sikhs, como se sabe, fueron siempre una de las razas más belicosas de la India; habían servido en masa durante la gran guerra. En el curso del año pasado-1922_ una grave diferencia se levantó entre ellos. El pretexto para ello era fútil, (a nuestros ojos de Europeos). Un renacimiento religioso Sikh había hecho surgir la secta de los Akalis, quienes quisieron purificar a los santuarios. Estos santuarios habían llegado a ser la prebenda de guardadores mal afamados, quienes rehusaron dejarse desalojar. El gobierno, por razones legales, tomó su defensa. Entonces, hacia Agosto de 1922, comenzó el martirio cuotidiano de Guru-Ka-
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8agh (1). Los Akali~ ha~ían a.doptado la d oc trina 'de la Né-resistencia, Miles de ellos . se instalaron cerca del santuario,. cuatro millas en el templo de Oro de Amntsar. Cada día, cien voluntarios (la mayor parte de edad militar, habiendo servido muchos en la última guerra) partían del Templo de Oro, después de haber hecho el v to d~ no emplear la violencia, ni en actos, m en palabras, y de alcanzar al Guru-Ka-Bagh, o de ser recogidos sin conocimiento. Del otro grupo de mil, veinticinco Akalis pronunciaban el mismo voto. No lejos del santuario, la policía británica les esperaba sobre un puente, con largas cañas de punta ferrada. y cuotidianamente se desarrollaba un escena, alucinante, que nos vuelve a mostrar un relato inolvidable de Andrews (2), el (1) Guru-Ka-Bagh millas de Amritsar.
es un santuario
(Gurdwara)
a diez . (2) The Akali Struggle, aparecida en el Swarajya de Madrás. y publicado separadamente con fecha del 12 de Septiembre de 1922.
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amigo de Tagore y profesor en Santiniketan. Los Akalis, en turbante negro adornado con una pequeña guirnalda de flores blancas, llegan frente al pelotón de policía, y se detienen a un metro, silenciosos inmóviles , rogando. Los policías los golpean violentamente con sus largos bastones. Los Sikhs ruedan en tierra, se levantan si pueden, son nuevamente golpeados, a veces rnartirizados hasta pérdida del conocimiento. Andrews no oye un grito, no sorprende una mirada de desafío. Alrededor, a cierta distancia, una centena de espectadores, la cara tendida de angustia, oran silenciosamente, con una expresión de adoración y sufrimiento. «Me recordaban dice Andrews, la sombra de la Cruz.» Los. Ingleses que relatan la escena (446) en sus diarios, se admiran, no comprenden, constatan con sentimiento que el absurdo sacrificio es una victoria ruidosa para el ejército de la Nó-cooperación, y que el pueblo del Punjab está fascinado. Pero 218
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1 eneroso Andrews, cuyo generoso idea~s!o ha aprendido a descifrar el' alma de la India, ha visto allí, como Grethe en Valel comienzo de una era nueva: «un nuemY , 1 .r . vo heroísmo, aprendido en e sufrimiento. se ha levantado sobre esta tierra; una nueva guerra del espírítu ... » El pueblo parece haber guardado mejor el pensamiento del Mahatma que los que habían recibido el cargo de guiarlo. Se ha visto la oposición que se había manifestado en el Comité del Congreso de Delhi, veinte días antes del arresto del Maestro. Se renovó cuando el Comité del Congreso se reunió de nuevo en Lucknow el 7 de Junio de 1922. Reinaba un vivo descontento frente al programa de paciente construcción y de espera impuesto por Gandhi; se afirmó el deseo de llegar hasta la desobediencia civil. ' Se nombró una Comisión de encuesta para examinar si la preparación del país 219
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para la desobediencia era suficiente. Dió esta la vuelta a la India; y su informe dado en el Otoño, fué descorazonador: no sólo concluía en la imposibilidad actual de Ia desobediencia, sino que la mitad de sus miembros. (hombres de una fe experimentada) quena que se renunciara aun a los métodos gandhistas. de nó-cooperación, al boycott de las funcIOnes políticas, y que un partido Swaraj (Home Rule) se formase, en el seno de los consejos de gobierno, resumiendo, que la Nó-cooperación se convirtiera de hecho en una oposición parlamentaria. Así la doctrina de Gandhi era batida en brecha, de un lado por los violentos, y del otro, por los moderados. . Pero la .India protestó. El Congreso Na- . cional IndIO, en su reunión anual de fin de ~iciembre de 1922, en Gaya, reafirmó enérgIcamente su fidelidad al maestro perseguido y su fe en la doctrina de la Nó-cooperación. Por 1740 votos contra 890. rechazó la 220
proposición de p~rticipar en los C:~nsejos • legislativos. (1) y finalmente, se volvió a encontrar la unanimidad para continuar la huelga política, con simples diferencias de detalles en los métodos. Sólo se apartó un proyecto de boycott de todas las mercaderías inglesas, por un sabio cuidado de no provocar el antagonismo de los trabajadores europeos. Como siempre, más atrevida, la conferencia musulmana del Khilafat, había votado este boycott por una fuerte mayoría. En este punto de la historia cuando debemos interrumpir nuestro relato del gran movimiento gandhista. A pesar de algunos debilitamientos inevitables en la ausencia del maestro y de sus mejores discipulos, de sus tenientes (especialmente de los hermanos Ali) aprisionados como él han resistido victoriosamente la temible prueba del (1) En cuanto a los elementos revolucionarios violentos, eran poco numerosos en Gaya, y no jugaron ahi más que un rol de segundo plan.
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primer año sin guía. Y la decepción confesada por la prensa inglesa después del Consejo de Gaya, muestra bien la importancia de la partida ganada (1). ¿qué será de él en lo sucesivo? La Inglaterra,· instruida por las faltas pasadas, ¿no se mostrará más hábil en captar este impulso de un pueblo? y la constancia de este pueblo ¿no se cansará? Los pueblos tienen poca memoria; y yo dudaría mucho que la de los hombres de la India conservase muy (1) Un artículo .de Blanca Watson (Unity 16-XI-922) ennumera ".Las ~entaJas. que la India ha retirado de su lucha r;te resistencia ~o ':lo~ellta".-Asegura ella que las entradas mteríores han diSmInUIdo alrededor de 75 millones de do}ares, y que el boycott del tejido inglés ha hecho perder a 3nOgooolaterra. ~n un año,. 20 millones de dólares. Evalúa en '.. el numero de los Indios que en esa fecha, estaban aprisionados, y representa el mecanismo administrativo del gobierno, co~o enter~mente descompuesto. Pero, Blanca Watson, fe~le'!te ad~lrad9ra del Gandhismo, tiene sin duda una .tendencla mconcrenta a exagerar su éxito. Otros testim?DJos se mue.s~r:lOmenos satisfechos. Dicen que el movimiento, de sacrificio se estrella contra el egoísmo de las clases comercla.ntes '! acomodadas, y que muchas dimisiones, dadas en el primer Impulso, han sido después retiradas. No sería humano suponer lo contrario. En toda revolución, muchos quedan a~ras o vuelven sobre sus pasos. La cuestión es saber SI la corriente se mantiene en las capas profundas. He aquí
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largo tiempo las le<:cion:s del Mahatm~, si Has no estuvieran inscritas desde los heme p . pos en el alma de la raza. orque SI u~ genio es grande, por su sola grandeza, esta o no de acuerdo con los que le rodean, no hay otro genio de acción que aquel que responde a los instintos de su raza, a las necesidades de su tiempo, a la espera del mundo. Tal es Mahátmá Gandhi. Su principio del Ahimsa (la Nó-violencia) estaba grabado en un testimonio de cuya importancia e imparcialidad es imposible dudar. ,¡El Manchester Guardian, cuyo inteligente liberalismo se conoce, pero que representa !frandes in~~reses di~ectamente puestos en peligro por la Nó-cooperación gandhista, acaba de proceder a una atenta encuesta a través de la India. Esta encuesta ha sido publicada en una serie de artículos. A pesar de la falta de simpatías (bien natural) que se marca ahí con respecto al movimiento indio, y a pesar de un preconcepto de despreciarlo, se siente dé artículo en artículo. por la inquietud creciente, la gravedad de la situación para Inglaterra.-Resumo el artículo de conclusión, aparecido el 16 de Febrero de 1923 (Manchester Guardian Weekly). El pesquisador quiere persuadirse que la táctica gandhista ha sufrido un fuerte fracaso y qüe la Nó-cooperación debe reorganizarse sobre nuevos planes. «Pero, agrega! el espíritu de Nó-cooperación queda. En todas partes es, SIDOel puro Gandhismo. la desconfianza del gobierno extranjero, y el
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el corazón de la India desde hacía dos mil años: Mahavira, Buddha y el culto de Vishnu habían hecho su sustancia en esos millones de almas. Gandhi sólo le ha trasfundido su sangre heroica. Evoca las sombras gigantes. cas, las fuerzas del pasado, apesantadas y postradas en una letargia mortal. Ya su voz se han levantado. Porque ellos se reconocen en él. El es más que una palabra, es un ejemplo. Las ha encarnádo. Feliz el hombre ardiente deseo de ser desembarazado de él. Las clases cultivada. las gentes de la.sciudad.es están impregnadas de este espíritu. I ryot (ca~pesmo) esta to~~do por él bastante superficialmente. t?davla; pero las condlclo~~s son tales en las aldeas, que c?nclulra por ser ganado. El ejercito parece indemne toda:Vla;p~ro es re.c1~tado en las aldeas, y tarde o temprano. seguirá al mOVimiento.Es a menudo en los mejores, aun ea lo~ moderados, donde este espíritu de Nó-cooperación es el mas fuerte. Los moderados tienen solamente la aversión de los ~étodos revolucionarios; pero esta aversión no es com~ partida _P?r el país. El país simpatiza más con lo temeridad de los No-cooperadores, que con la prudencia de los moderados». El observador inglés evalúa en una decena de añQl ~I .tiempo necesario a una organización de los campesinos mdlOs, para llegar a la negativa del pago de impuestos y • la revuelta.-Pero de aquí a entonces la situación no cesará de empeorar; i~Rosible de tener tod:lVía a los Indios por e! temor de la pnsron, este temor no eXiste más en ellos; habra que lIeg~ a medidas coercitivas más duras, y estas no harán
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es un pueblo,-su pueblo puesto en la que '1' t umba , que resucita en..,e . d Pero estas resurrecciones lamas se ~ro u~ cen al azar. Y si el espíritu de la India esta surgiendo de sus templos y de sus bosques, es que aporta al mundo la respuesta predestinada que el mundo esperaba.
'" * * La respuesta, en efecto, sobrepasa infinitamente a la India. Sólo la India podía darmás que aumentar los odios. "Una sola solución pac!fica es posible, si es que hay todavía s0.lu~i6n»: es preciso que Inglaterra torne la iniciativa del movimiento de las reforJ?as indias. No más semi-reformas. corno aquellas. que se ha InS' tituído en 1919, y tentado aplicar hace un ano apenas. Ellas no bastan y el tiempo urge. Que Inglaterra re.una una convenció~ nacional india, en que todos los ~nteres~s y todos los matices del pensamiento de la India, esten representados: tanto Gandhi y sus discípulos, como los príncipes indios y los capitalistas europeos. los ~u~ulmanes, los Hindúes. los Parsis, los Euracianos, los Cnshan?s, .I?s Intocables.... Que esta convención prepare. una Consti~.uclOn para la India autónoma, dentro del Impeno,.y que fije las etapas de ejecución de este Home R~le! ASI. y sol~mente así, podrá ser conjurado el desgarramiento del. Imperio, No sé en que medida el gobierno de la Ind18 y la buro-
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la. Pero consagra tanto su grandeza como su sacrificio. Ella arriesga ser su cruz. Parece que sea preciso siempre, para que el mundo se renueve, que un pueblo se sacrifique. Los judíos han sido sacrificados a su Mesías, al que después de haber llevado nutrido con sus esperanzas, durante siglos: no han reconocido, cuando ha florecido al fin, sobre la cruz sangrienta. Más felices, los Indios han reconocido el suyo. y es jubí 0samente como van ante el sacrificio que debe liberarlos. Pero, como los primeros cristianos,
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cracia !nglesa ac?gerian tal proyecto, que el Manchester Guardlll;n, desp';Ies de su corresponsal, apoya con energía. Tengo cierta dificultad en creer que Gandhi y los Nó-cooperadores . ac.epten el asociarse en una misma Asamblea con los capitalistas europeos e indios! Pero lo que me parece s~~ro, es que el Home Rule indio no está ya como euestion. J?e una manera o de otra, es inevitable. y nada más llamativo. que el cambio de tono de Inglaterra, con respecto a los Índios, desde el comienzo de la acción de GaDdhi. El ~espreclO europeo por los Indios. no es más. Se hace eserzos p~ra habla; de ellos con contemplaciones, y se acuerda repudiar las VIOlenciastorpes que eran antes el supremo vencidc del poder, y a veces aún, el primero. La India ha venci o moralmente.
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no comprenden el verdadero sentido de esa liberación. Largo tiempo aquellos esperaron sobre la tierra el adueniat regnum tuum. Las esperanzas de una gran parte de los Indios no ven más allá del reino del Swara¡ en la India. Y pienso que, por lo demás, . este ideal político será prontamente alcanzado. La Europa, sangrada por las guerras y y las revoluciones, empobrecida y cansada, despojada de su prestigio, a los ojos del Asia, que oprimía, no será ya durante mucho tiempo de talla para contener sobre el suelo de Asia a los pueblos despertados del Islam, de la India, de la China y del Japón. Pero poca cosa serían algunas naciones más,-por ricas que puedan ser las nuevas harmonías, con las cuales enriquecerán las sinfonías humanas,-poca cosa sería, si estas fuerzas del Asia no fuesen el vehículo de una nueva razón de vivir, de morir, y (lo que Cuenta más!) de obrar para toda la humani-
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Mahátma dad, si no aportaran a la Europa agotada un nuevo viático. El mundo está barrido por el viento de la violencia. Esta tempestad que quema las cosechas de nuestra civilización, nada imprevisto sería. Siglos de brutal orgullo nacional, exaltado por la ideología idolátrica de la Revolución, propagado por el numetismo ciego de las democracias,-y, por coronamiento, un siglo de industrialismo inhumano y de glotona plutocracia, un maquinismo aservilizador, un materialismo económico que en el alma muere ahogado.e=debían fatalmente llevar a esas confusas peleas, donde desaparecen los tesoros del Occidente. No sería bastante decir que había ahí una necesidad. Hay ahí una Diké. Cada pueblo degüella al otro en nombre de los mismos principios, que enmascaran los mismos intereses y los mismos instintos de Caíns. Cada uno,nacionalista, fascistas. bolchevikes, pueblos y clases oprimidas, pueblos y clases opre-
soras,-cada uno reivindica para sí, rehusándolo a los demás, el derecho a la violencia, que le parece el Derecho. Hace medio siglo la fuerza primaba el derecho. Hoy día. es mucho peor: la Fuerza es el Derecho. Lo ha devorado. En este viejo mundo que se desmorona, ningún asilo, ninguna esperanza. Ninguna gran luminaria. La iglesia da consejos anodinos, virtuosos y dosificados, que velan prudentemente en no malquistarla con los poderosos; por lo demás, aconseja, pero no da el ejemplo. Pacifistas lacios balan lánguidamente; y se siente que vacilan; hablan de una fe que no están seguros de tener. ¿Quién les probará esta fe? y ¿cómo, en el medio de este mundo que la niega?-Cómo una fe se prueba.-Obrandol He ahí el Mensaje del mundo, como lo llama Gandhi, el mensaje de la India: «Sacrifiquémosnos», y Tagore lo ha vuelto a decir en palabras
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mágicas: porque en este orgulloso principio, Tagore y Gandhi no son sino uno: « ••. Espero que crecerá, vigoroso, este espíritu de sacrificio, este consentimiento en sufrir ... esa es la verdadera libertad ... Ningún valor es más alto,-ni aun la independencia nacional... El Occidente tiene su fe inquebrantable en la fuerza y en la riqueza material: en consecuencia, por más que grite por la paz y el desarme, su ferocidad ahullará siempre más fuerte ... Tal un pez que hiciere la presión del agua, y que quisiera sola, brillante ideal, pero totalmente imposible realizar para un pescado. Nosotros, en la India, tenemos que mostrar al mundo lo que es esta verdad que, no sólo hace posible el desarme, sino que lo trasmita en fuerzas. El hecho que la fuerza moral es una potencia superior a la fuerza brutal Será probada por el pueblo que está sin armas. La evolución de la Vida muestra que poco a poco ha rechazado su formidable fardo de armadura y una monstruosa cantidad de carne, hasta el día en que el hombre ha llegado a ser el conquistador del mundo brutal. Vendrá el día en que el delicado hombre de corazón, completamente desprendido de la armadura, probará que son los dulces quienes
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heredan la tierra. Es, pues, lógico que Mahatma Gandhi, de cuerpo débil y desnudo de todos los recursos materiales, evoque el inmenso poder de los dulces y humildes, que espera escondido en el corazón de la humanidad de la India ultrajada y destituída. Los destinos de la India han buscado por aliado Nuruyana, y no Nuruyani-senu, la potencia del alma y no la del músculo. Ella debe elevar a la historia humana, del nivel fangoso de la lucha material a las cimas de las batallas del espíritu ... Aunque podamos satisfacernos con las frases aprendidas del Occidente, el Swaraj (Home Rule) no es nuestro fin. Nuestro combate es un combate espiritual. Debemos emancipar al hombre de las redes que ha tejido alrededor suyo, de esas organizaciones de Egoísmo Nacional. Nos es preciso persuadir a la mariposa que la libertad del cielo vale más que el abrigo del capullo ... No tenemos término para Nación, en nuestra lengua. Cuando prestamos esta palabra a los otros pueblos, ella no nos viene porque debemos ligamos con Nuruyana, el Ser supremo; y nuestra victoria no nos dará nada más que la victoria misma, la victoria para el mundo de Dios ... Si podemos desafiar a los fuertes, los ricos, los armados, revelando al mundo el poder del espíritu inmortal, todo el poder del gigante.
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Carne se desplomará en el vacío. Y entonces el Hombre encontrará el verdadero Swaraj.-Nosotros los desarrapados del Oriente, debemos conquista' la libertad para toda la Humanidad ... » r
Oh. Tagore, Gandhi, ríos de la India, que parecidos al Indus y al Ganges, abrazáis en vuestro doble abrazo al Oriente y al Occidente,-esta tragedia de la acción heroica., aquel, vasto sueño de luz,-ambos corriendo de Dios, sobre el mundo laborado por el arado de la violencia, desparramad sus semillas!
*** «Nuestra lucha, ha declarado Gandhi: tiene por fin la amistad con el mundo entero... La Nó-violencia ha llegado entre los hombres; y quedará. Ella es la Anunciadora de la paz del mundo ... » La paz del mundo está lejos. No tenemos ilusiones. Hemos visto abundantemente, en 232
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el curso de medio siglo, las mentiras, las cobardías y 'las crueldades de la especie humana. Lo que no impide en ningún modo, aquello de amarlos. Porque, aun en los más viles, hay un nescio quid Dei... Nada ignoramos de las fatalidades materiales que pesan sobre la Europa del siglo XX, el agobiador determinismo de las condiciones económicas que los encierran, los siglos de pasiones y de errores petrificada que constituyen alrededor de las almas de nuestros tiempos una corteza dura que la luz no puede perforar.-Pero también conocemos los milagros del espíritu. Historiador, hemos vistos sus rayos traspasar cielo más sombríos que el nuestro. Viviendo la hora, vimos en la India el tambor de Civa, «le MaestroDanzador, que vela su mirada deuoradora y domina sus pasos para salvar al universo de la vuelta al abismo . » (1) (1) Extraído de la más antigua invocación a Civa, pieza Mudra-Rakshasa (400) por Vishákhadatta.
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El Realpolitiker de la violencia (reacciona. ria o revolucionaria) se burlan de esta fe; y así muestran su ignorancia de las realidades profundas. Qué se burlen! Tengo esta fe. La veo despreciada o perseguida en Europa; y, en mi propio país, somos un puñado: (y somos siquiera un puñado?) Pero aun cuando fuese él solo en creerlo que me importa? Lo propio de la fe es-lejos de negar la hostiiidad del mundo-verla y creer,-contra ella: es mejor todavía. Porque la fe es un combate. Y nuestra No-violencia es el combate más rudo. El camino de la paz no es el de la debilidad. Somos menos enemigos de la violencia que de la debilidad. Nada vale sin la fuerza: ni el mal ni el bien! Y más vale el mal entero que el bien emasculado. El pacifismo gemebundo es mortal a la paz: es una cobardía y una falta de fe. Que los que no creen, o que temen, se retiren. El camino de la paz es el sacrificio de sí.
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Es esta la lección de Gandhi (1). No le falta sino la Cruz. Y cada uno sabe que, sin los Judíos, Roma se la hubiera rehusado al Cristo. Y el British Empire vale el Imperio Romano. Pero el impulso está dado. El alma de los pueblos de Oriente ha sido removida por él hasta sus profundidades; y sus vibraciones se extienden a toda la tierra. Las grandes apariciones religiosas tienen, en Oriente, un ritmo. De dos cosas una; o la de Gandhi vencerá, o ella se va a repetir,-como se han repetido, por siglos en la anterior, el Mesías y Buddha,-hasta la encarnación completa en un semi-dios mortal, . del principio de la Vida que conducirá hacia la nueva etapa a la humanidad nueva. FIN
(1) Es también la de la Consciencious Object.?rs que de Inglaterra se expanden poco a poco a todos los paises de Europa.
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