En el plano que hoy incorporamos a nuestro Archivo Histórico, publicado en la Revista Minera de 1909, aparecen las concesiones mineras existentes en la fecha en la localidad almeriense de Olula de Castro, todas ellas dedicadas a la extracción del hierro y emplazadas a ambas márgenes del arroyo Verdelecho.
El filón principal tenía una corrida estimada de 5 kilómetros, estimándose sus reservas en más de 5 millones de toneladas de hematites.
Cuando Pablo Fábrega redactó su informe, estos criaderos eran prácticamente vírgenes, y estaban arrendados en su casi totalidad por la sociedad The Soria Mining, que explotaba igualmente los yacimientos de Gergal. En 1910 las traspasarían a la compañía Hierros de Olula, para ser cerradas definitivamente poco antes de la Guerra Civil.