14 LUNES, 2 DE DICIEMBRE DE 2013
LaOpinión DE MÁLAGA
Málaga Educación. Más de 60 niños participan en el programa de actividades de ocio y refuerzo educativo del programa Caixa ProInfancia, que se desarrolla en Málaga Acoge y que está dirigido a familias vulnerables. De lunes a jueves, el ambiente es de estudio, pero los viernes los libros se quedan en las mochilas y el centro abre sus puertas a la diversión de estos menores
1
Refuerzo en favor de la integración 2
Sami y Yamal van a distintos institutos pero por las tardes
comparten horas de estudios en la sede de Málaga Acoge Sonia Sánchez
CAIXA PROINFANCIA
MÁLAGA
Lunes. . horas. Toca clases de refuerzo educativo. Sami, de años, cursa º de ESO en el Instituto de Martiricos. Su fuerte son las Matemáticas y Educación Física. Y va aprobando, con no poco esfuerzo, aunque el inglés le trae de cabeza, como a Yamal, de su misma edad, que estudia primero de secundaria en el Instituto Juan Ramón Jiménez de la capital. Cada tarde comparten mesa de estudio y profesora en la sede de Málaga Acoge, centro al que acuden de lunes a jueves para hacer los deberes y resolver dudas, pero también para aprender técnicas de estudio y reforzar las asignaturas que se les resisten. Ambos reconocen, con media sonrisa, que son chicos con suerte. Tienen una profesora para ellos dos solos con la que comparten la alegría de una examen aprobado, aunque sea por lo pelos, pero también las preocupaciones del día a día de unos niños a los que la precariedad económica y laboral de sus padres les complica el poder estudiar en casa o contar con su apoyo para sacar adelante los estudios. Y es que cuando intentar pagar la factura de la luz a final de mes o evitar un desahucio quita el sueño a los progenitores, los estudios de los hijos pasan a un segundo plano, aunque preocupan, de ahí que la labor que hacen los técnicos del Área de Educación de Málaga Acoge y los voluntarios que a diario comparten mesa y pizarra con niños españoles, hijos de padres inmigrantes, cobre un valor especial, y no sólo en el plano formativo, también en el de la integración. Algunos de estos niños, explica Isabel Pineda, responsable de coordinar al equipo educativo y «seño» de Sami y Yamal, «a veces no tienen ni un sitio para estudiar; hay uno que hace los deberes en una mesita de noche [para él ya buscan una mesa de estudio] y otros que estudian en el salón,
Hay lista de espera de niños y voluntarios Málaga Acoge desarrolla este programa de refuerzo educativo y actividades de ocio desde el año 2009, en el marco del programa Caixa ProInfancia, en el que también participan otras entidades de la provincia. Atienden a más de 60 niños de entre 3 y 16 años, de lunes a viernes, día que se reserva para las actividades lúdicas. No tienen plazas libres. Ni para niños, ni para voluntarios, que esperan pacientes su turno para poder echar una mano. Esta iniciativa promueve el desarrollo de niños y adolescentes de familias de la capital que viven en situación de pobreza o vulnerabilidad social, y a los que se ofrece refuerzo educativo, así como la posibilidad de participar en varios campamentos durante el curso y en verano.
donde está toda la familia», por lo que concentrarse se tercia complicado. Se trata de niños que necesitan mucha motivación, sobre todo en el caso de los repetidores, y aprender a planificarse. A los de Primaria se les echa una mano con los deberes, «que tienen que hacer ellos» y se trabaja, sobre todo, en el tema de la comprensión lectora «porque a veces se desesperan si no entienden el enunciado de un problema o no les sale algo; hay que enseñarles a razonar», comenta Roberta, una voluntaria mexicana, que es pedagoga, y que acude dos días en semana para ayudar a sus niños en aquellas materias que más les cuesta. Ella es una de los doce voluntarios que, junto a los técnicos, se encargan del refuerzo educativo de los escolares de Primaria (cuatro grupos) y Secundaria (dos) y de ayudarles con los deberes. Los martes, eso sí, están reservados para John Burke, un profesor nativo voluntario que tiene ante sí el
3
4
MÁLAGA ACOGE se transforma cada tarde en un centro educativo en el que se respira ambiente de estudio y compañerismo. 1 Un grupo de niños de Primaria realiza los deberes del colegio bajo la supervisión de una de las voluntarias que colaboran en el programa ProInfancia. 2 Diego comprueba que el móvil de hojas secas que ha hecho funciona, eso sí, ha necesitado la ayuda de su compañero Alí. 3 Una de las últimas salidas del viernes fue a la Fundación Picasso donde hicieron manualidades. 4 Yamal, que asegura haber aprendido ya a estudiar con esquemas, en una visita reciente con sus compañeros a las instalaciones de la Protectora de Animales de Málaga. FOTOS DE LA OPINIÓN
reto de conseguir que estos chicos le pierdan el miedo al inglés. Pero la labor de Málaga Acoge no termina con los deberes, sino que llega hasta el propio centro educativo. «Pedimos tutorías o acompañamos a los padres; muchos creen que si el tutor no les llama es porque todo va bien y como no quieren molestar al profesor, no saben cómo van sus hijos». Y es que, ese contacto directo con los padres y los centros resulta clave para ver la evolución académica,
pero también de comportamiento, de los niños con los que están trabajando, en muchos casos desde hace varios años. Es el caso de Hakima, de años, que fue de las primeras en estrenarse en este programa de refuerzo escolar hace cuatro años, y que cada tarde acude a Málaga Acoge, junto con sus hermanos Ali y Saida, de y años. «Son muchos los niños que llegan con un rol de madre, con una responsabilidad excesiva para su
edad, por lo que cualquier problema en la familia lo viven de forma muy interna con lo que, en ocasiones, el refuerzo educativo es secundario», reflexiona Isabel. Por eso, cuando llegan los viernes, los deberes se aparcan y toca divertirse. Ese el día las puertas se abren a más de niños que participan en múltiples actividades de ocio, dentro y fuera del centro que sirven para romper la rutina del cole y trabajar habilidades, destrezas y valores que les ayudarán a crecer.