16 SÁBADO, 11 DE NOVIEMBRE DE 2017
LaOpinión DE MÁLAGA
Málaga Málaga Solidaria Málaga Acoge Testimonio en primera persona de una mujer víctima de violencia de género
CONSEGUÍ UNA VIDA NORMAL. YA NO TENGO MIEDO
M
e llamo Marina*. Desde hace unas semanas vivo por mi cuenta, con mis hijos. Sin embargo, a principios de este año tuve que entrar en el piso de Málaga Acoge. Sentía miedo, incertidumbre. Estaba sola, sin trabajo, y era la primera vez que vivía una experiencia así. No sabía qué iba a pasar, ni si se-
ría capaz de salir adelante. Durante este tiempo Málaga Acoge me ha apoyado mucho a mí y a mis hijos. Para encontrar trabajo hice un curso de formación que organizaba la asociación. Cuando terminé las prácticas empecé a enviar currículums todos los días y me llamaron rápido de una empresa. Porque el salir adelante también depende mucho de una misma. Ellos me dieron las herramientas para aprender y yo las puse en práctica. Ahora tengo un empleo con un horario con el que puedo ocuparme bien de mis niños y tengo buena relación con las compañeras del trabajo. Yo fui la primera que entró en el piso. Aunque había tres habitaciones, dormía junto a mis hijos en una cama grande. Después llegó Elena, una mujer mayor, sola, muy ordenada y recta. Y más tarde Lucía, con sus hijos, que se llevaron muy bien con los míos. La convivencia con las otras familias ha sido buena aunque claro que había días que nos levantábamos la tres con los cables cruzados, en silencio, pero al siguiente éramos puras risas.
Cada miércoles o jueves había reuniones en el piso con gente de Málaga Acoge para hablar sobre cómo había ido la semana y los conflictos que podían haber surgido. Clara nos orientaba sobre cómo resolver problemas con nuestros hijos e hijas. Cuando venía Carlos siempre hacíamos actividades. Me encantaba: Un día las madres nos vendamos los ojos e hicimos de guías de nuestros niños por el pasillo, orientándoles sin tocarlos, sólo con la voz, para evitar que se chocasen con las paredes. Después intercambiamos las vendas. Todo para hacernos ver la responsabilidad que tenemos ante ellos. El piso ha sido una bendición. He notado muchísimo cambio en mis hijos. Llegamos desde otra localidad en la que el mayor se negaba a ir al colegio. Había días en que me lo tenía que llevar al trabajo porque lloraba por no querer ir. Cuando vine al piso imaginaba que le costaría cambiar de sitio e ir a una escuela nueva. Por las tardes estuvo yendo a horas de refuerzo escolar en la asociación. Ahora está tranquilo y muy contento, la verdad. Y por
nada del mundo se cambiaría de clase. En las actividades de Málaga Acoge he podido conocer a otras mujeres. Me encantaría hacer algún tipo de voluntariado. Por ejemplo cuidar niños de madres que estén solas y que se vean en la misma situación que yo, teniéndolos que dejar para ir a trabajar los fines de semana. También estoy loca por volver a estudiar. Cuando dejé la ESO en mi país me faltaba sólo un año para empezar la Universidad. Ahora he pensado que mejor que seguir prefiero empezar de nuevo para refrescar la mente. Quiero hacer además un curso de manicura. Lo veo como una buena salida para sacar algo más de dinero. Ahora estoy con muchas cosas en la cabeza después de todas las dificultades que he pasado. Vivir en el piso me ha servido muchísimo. Tengo una vida normal. Ya no tengo miedo. *Marina es el nombre ficticio de una mujer víctima de violencia de género que ha vivido ocho meses en un piso que Málaga Acoge mantiene en el marco de un proyecto de acogida.
Traumatólogos de Barbarela dedican 3,5 minutos por paciente El Sindicato Médico asegura que algunas especialidades cuentan con citas duplicadas cada siete minutos y ven hasta 50 personas al día La Junta asegura que trabajan para reorganizar las agendas M.FERRARY / M.SOLER MÁLAGA
@miguelferrary / @melanie_soler
El Sindicato Médico de Málaga denunció ayer el colapso del centro sanitario de Barbarela (Centro Periférico de Especialidades San José Obrero), que considera «inaguantable», poniendo de relieve que el servicio médico de Traumatología está atendiendo citas duplicadas cada siete minutos como plan diario, llegando a alcanzar los pacientes atendidos por un médico en una jornada laboral promedio. Los traumatólogos del centro se ven obligados a dedicar a cada paciente menos tiempo que el que compromete McDonalds en servir una hamburguesa desde que se elabora hasta que se sirve, que son minutos. Mientras tanto, los traumatólogos en Barbarela realizan la atención en segundos, es decir, minutos y segundos. El Sindicato Médico de Málaga (SMM) considera que esta comparación es «demoledora de lo que para el Servicio Andaluz de Salud representan sus pacientes y sus profesionales» y asegura con ironía que es «el mejor servicio de atención de salud rápida que existe». Para solventar el atasco en el servicio de Traumatología en Barbarela, el Sindicato Médico pide urgentemente «que se refuerce el servicio con tres puestos de traumatólogos que están pendientes de cubrirse» para poder normalizar este área tan demandada. Además, requiere que se ofrezcan mejores condiciones laborales, «pues
Fachada del centro de especialidades Barbarela. L.O.
su precariedad y eventualidad hacen que sigan sin cubrirse». La denuncia de este caso concreto va más allá, ya que el Sindicato Médico apunta que con la práctica de duplicar citas «es prácticamente imposible realizar gestiones como pruebas previas a una intervención quirúrgica, exploración de la zona, explicación de la dolencia o proceder a la firma y explicación del consentimiento legal para una operación en un tiempo tan reducido». Aun así, no es la primera vez que el Sindicato Médico denuncia masificación en Traumatología de Barbarela. Y es que hace casi dos años ya detalló que en las tres consultas programadas de este centro sanitario se citaban hasta pacientes que debían ser vistos por
McDonalds, más tiempo El sindicato recordó que la cadena McDonalds tiene estipulado un tiempo superior entre que se hace el pedido y llega al cliente: Diez minutos dos traumatólogos y un enfermero en el Cuarto de Técnicas que precisaba de un asesoramiento de estos dos facultativos de forma frecuente.
La gerencia del Clínico, centro del que depende Barbarela, aseguró que trabajan en un plan conjunto de coordinación entre atención primaria y los servicios de traumatología y rehabilitación del hospital para reorganizar agendas y mejorar los tiempos asignados para las consultas. Sin embargo, expusieron que la atención está «totalmente garantizada y no se ha producido ninguna incidencia de tipo asistencial en este sentido», además, la dirección dice haber autorizado la contratación de nuevos profesionales. En cuanto a la comparación llevada a cabo por el Sindicato Médico con los tiempos de atención en la consulta y los que estipula McDonalds, la gerencia catalogó como «un insulto» a pacientes y profesionales el símil.
Un centenar de personas asiste a una jornada sobre el dolor en el Costa del Sol E.P. MÁLAGA
El Hospital Costa del Sol en Marbella celebró ayer su cuarta Jornada Contra el Dolor, a la que asistieron unas personas y cuyo objetivo principal fue intercambiar conocimientos e informaciones para mejorar así el tratamiento y asistencia del dolor en todos sus aspectos y para ofrecer a los asistentes claves de cómo afrontarlo a diario con una actitud positiva. Este evento, dirigido a la ciudadanía y a todos los profesionales sanitarios, fue inaugurado por el coordinador de línea de Procesos Quirúrgicos, Emilio Montenegro; el director del área de Anestesiología y Reanimación, José Antonio Reinaldo; el anestesiólogo y responsable de la Unidad del Dolor del hospital, Manuel Sánchez del Águila; y el responsable de Enfermería del Bloque Quirúrgico, Manuel Vergara. Las jornadas las organizó por la línea de Proceso Quirúrgico que forma parte de la Comisión de Participación Ciudadana del centro. La sesión se inició con la mesa redonda «Unidad del dolor responde», constituida como un espacio en el que los asistentes tuvieron ocasión de formular preguntas, sugerencias y expresar sus inquietudes, que fueron respondidos por los miembros de la unidad del dolor. Para ello, los ponentes realizaron una breve exposición de diferentes temas que inquietan a la población en torno al dolor para, a partir de ahí, generar el coloquio e intercambio de información. Además, los participantes hicieron preguntas de forma anónima que fueron debatidas en el foro.