Los primeros años de la infancia de Federico García Lorca transcurrieron en el ambiente rural de su pequeño pueblo granadino, para después ir a estudiar a un colegio de Almería. Continuó sus estudios superiores en la Universidad de Granada: estudió filosofía y letras y se licenció en derecho. A partir de 1919, se instaló en Madrid, en la Residencia de Estudiantes, donde conoció a Juan Ramón Jiménez y a Machado, y trabó amistad con poetas de su generación y artistas como Buñuel o Dalí. En este ambiente, Lorca se dedicó con pasión no sólo a la poesía, sino también a la música y el dibujo, y empezó a interesarse por el teatro. El reconocimiento y el éxito literario de Federico García Lorca llegó con la publicación, en 1927, de Canciones y, sobre todo, con las aplaudidas y continuadas representaciones en Madrid de Mariana Pineda, drama patriótico. Entre 1921 y 1924, al mismo tiempo que trabajaba en Canciones, escribió una obra basada en el folclore andaluz, el Poema del cante jondo, un libro ya más unitario y madurado, con el que experimenta por primera vez lo que será un rasgo característico de su poética: la identificación con lo popular y su posterior estilización culta, y que llevó a su plena madurez con el Romancero gitano (1928), que obtuvo un éxito inmediato. Tras este éxito, Lorca viajó a Nueva York, ciudad en la que residió como becario durante el curso 1929-1930. Las impresiones que la ciudad imprimió en su ánimo se materializaron en Poeta en Nueva York, un canto angustiante, con ecos de denuncia social, contra la civilización urbana y mecanizada de hoy. De nuevo en España, en 1932 Federico García Lorca fue nombrado director de La Barraca, compañía de teatro universitario que se proponía llevar a los pueblos de Castilla el teatro clásico del Siglo de Oro. Así, los últimos años de su vida los consagró al teatro, a excepción de dos libros de poesía: Diván del Tamarit, , y el Llanto por Ignacio Sánchez Mejías (1936), hermosa elegía dedicada a su amigo torero, donde combina el tono popular con imágenes de filiación surrealista. Las últimas obras de Federico García Lorca son piezas teatrales. Yerma (1934) es una verdadera tragedia al modo clásico y Bodas de Sangre (1933), donde un suceso real inspiró el drama de una novia que huye tras su boda con un antiguo novio (Leonardo). Entre toda ellas destaca La Casa de Bernarda Alba (1936), considerada su obra maestra, fue también la última, ya que ese mismo año, al estallar la guerra civil, fue detenido por las fuerzas franquistas y fusilado diez días más tarde, bajo acusaciones poco claras que señalaban hacia su papel de poeta, librepensador y personaje susceptible de alterar el «orden social».
Me han traído una caracola. Amanecía en el naranjel. Abejitas de oro buscaban la miel. ¿Dónde estará la miel? Está en la flor azul, Isabel. En la flor, del romero aquel.
Dentro le canta un mar de mapa. Mi corazón se llena de agua con pececillos de sombra y plata. Me han traído una caracola.
(Sillita de oro para el moro. Silla de oropel para su mujer.) Amanecía en el naranjel.
La luna va por el agua. ¿Cómo está el cielo tranquilo? Va segando lentamente el temblor viejo del río mientras que una rama joven la toma por espejito.
Mamá. Yo quiero ser de plata. Hijo, tendrás mucho frío. Mamá. Yo quiero ser de agua. Hijo, tendrás mucho frío. Mamá. Bórdame en tu almohada. ¡Eso sí! ¡Ahora mismo!
Salen los niños alegres de la escuela, poniendo en el aire tibio del abril canciones nuevas. ¡Qué alegría tiene el hondo silencio de la calleja! Un silencio hecho pedazos por risas de plata nueva.
El lagarto está llorando. La lagarta está llorando. El lagarto y la lagarta con delantalitos blancos. Han perdido sin querer su anillo de desposados. ¡Ay, su anillito de plomo, ay, su anillito plomado! Un cielo grande y sin gente monta en su globo a los pájaros. El sol, capitán redondo, lleva un chaleco de raso. ¡Miradlos qué viejos son! ¡Qué viejos son los lagartos! ¡Ay, cómo lloran y lloran, ay, ay, cómo están llorando!
Mariposa del aire, qué hermosa eres, mariposa del aire dorada y verde. Luz del candil, mariposa del aire, ¡quédate ahí, ahí, ahí! No te quieres parar, pararte no quieres. Mariposa del aire dorada y verde. Luz de candil, mariposa del aire, ¡quédate ahí, ahí, ahí!. ¡Quédate ahí! Mariposa, ¿estás ahí?
Alto pinar! Cuatro palomas por el aire van. Cuatro palomas vuelan y tornan. Llevan heridas sus cuatro sombras ¡Bajo pinar! Cuatro palomas en la tierra están
La Tarara, sí; la tarara, no; la Tarara, niña, que la he visto yo. Lleva la Tarara un vestido verde lleno de volantes y de cascabeles. La Tarara, sí; la tarara, no; la Tarara, niña, que la he visto yo. Luce mi Tarara su cola de seda sobre las retamas y la hierbabuena. Ay, Tarara loca. Mueve, la cintura para los muchachos de las aceitunas.
Cirio, candil, farol y luciérnaga. La constelación de la saeta. Ventanitas de oro tiemblan, y en la aurora se mecen cruces superpuestas. Cirio, candil, farol y luciérnaga.
La tarde equivocada se vistió de frío. Detrás de los cristales, turbios, todos los niños, ven convertirse en pájaros un árbol amarillo. La tarde está tendida a lo largo del río. Y un rubor de manzana tiembla en los tejadillos.
Arbolé, arbolé seco y verde. La niña de bello rostro está cogiendo aceituna. El viento, galán de torres, la prende por la cintura. Pasaron cuatro jinetes, sobre jacas andaluzas. con trajes de azul y verde, con largas capas oscuras. "Vente a Granada, muchacha." La niña no los escucha. Pasaron tres torerillos delgaditos de cintura, con trajes color naranja y espada de plata antigua. "Vente a Sevilla, muchacha." La niña no los escucha. Cuando la tarde se puso morada, con luz difusa, pasó un joven que llevaba rosas y mirtos de luna. "Vente a Granada, muchacha." Y la niña no lo escucha. La niña del bello rostro sigue cogiendo aceituna, con el brazo gris del viento ceñido por la cintura.
Empieza el llanto de la guitarra. Se rompen las copas de la madrugada. Empieza el llanto de la guitarra. Es inútil callarla. Es imposible callarla. Llora monótona como llora el agua, como llora el viento sobre la nevada. Es imposible callarla. Llora por cosas lejanas. Arena del Sur caliente que pide camelias blancas. Llora flecha sin blanco, la tarde sin mañana, y el primer pájaro muerto sobre la rama. !Oh guitarra! Corazón malherido por cinco espadas.
Agua, ¿dónde vas? Riyendo voy por el río a las orillas del mar. Mar, ¿adónde vas? Río arriba voy buscando fuente donde descansar. Chopo, y tú ¿qué harás? No quiero decirte nada. Yo... ¡temblar! ¡Qué deseo, qué no deseo, por el río y por la mar! (Cuatro pájaros sin rumbo en el alto chopo están).
Córdoba. Lejana y sola. Jaca negra, luna grande, y aceitunas en mi alforja. Aunque sepa los caminos yo nunca llegaré a Córdoba. Por el llano, por el viento, jaca negra, luna roja. La muerte me está mirando desde las torres de Córdoba. ¡Ay qué camino tan largo! ¡Ay mi jaca valerosa! ¡Ay que la muerte me espera, antes de llegar a Córdoba! Córdoba. Lejana y sola.
Yo me alivié a un pino verde por ver si la divisaba, y sólo divisé el polvo del coche que la llevaba. Anda jaleo, jaleo: ya se acabó el alboroto y vamos al tiroteo. No salgas, paloma, al campo, mira que soy cazador, y si te tiro y te mato para mí será el dolor, para mí será el quebranto, Anda, jaleo, jaleo: ya se acabó el alboroto y vamos al tiroteo. En la calle de los Muros han matado una paloma. Yo cortaré con mis manos las flores de su corona. Anda jaleo, jaleo: ya se acabó el alboroto y vamos al tiroteo.
La zapatera prodigiosa trata de una mujer joven casada con su marido por conveniencia, por eso su actitud hacia el zapatero no es de ternura. En el pueblo, la gente habla mal de esta joven sobre todo las vecinas y por tanto La Zapatera tiene muy mala fama, la cantan coplas con desprecio, ella se siente sola y sólo tiene un gran cariño a El Niño que es la única persona del pueblo con que se lleva bien la zapatera, como ella no puede tener hijos propios, le trata como si fuera hijo suyo.
El Zapatero es infeliz, trata bien a su mujer aunque se deja llevar por la opinión de los demás. La Zapatera y le cuenta que su marido se ha ido (por culpa de todo lo que dicen de ella en el pueblo.) La Zapatera tiene que salir adelante trabajando en la taberna. el Alcalde del pueblo sigue malmetíendo y hablando con sorna de la zapatera . La señora Zapatera, al marcharse su marido, ha montado una taberna
donde acude el señorío. El zapatero haciéndose pasar por titiritero extranjero, descubre lo mucho que quiere a su mujer y la pide perdón por haberla abandonado. Al final el matrimonio se declaran abiertamente su amor y el autor acaba la obra con un cantar de coplas y el repicar de las campanas.
http://malusan.edu.glogster.com/garcia-lorca/
http://www.juntadeandalucia.es/averroe s/colegiolasalud/lorca/index.htm
 http://www.youtube.com/watch?v=fXLaYVaXW5U &noredirect=1 http://www.youtube.com/watch?v=Lgk9thbhCo8 http://www.youtube.com/watch?v=nPU6vVpdrac &feature=related&noredirect=1 http://www.youtube.com/watch?v=6rP2XgBVKQ&feature=related http://www.youtube.com/watch?v=OFfxOnDBT4k &feature=fvwrel http://www.youtube.com/watch?v=kcexu5LSM_E &feature=related http://www.youtube.com/watch?v=rPScsaW0RYk &feature=related http://www.youtube.com/watch?v=R-jL7m0fUq0
http://teacherweb.ftl.pinecrest.edu/zing gir/conversacion4/WebQuest-GarciaLorca.htm http://www.catedu.es/crear_wq/wq/ho me/6171/index.html http://www.edutic.ua.es/visualiza_wq/c ontenido.asp?opt=introduccion&id=635 http://www.eduteka.org/espcreacer.php