HERNÁNDEZ PRADA EL PROFESOR
Obviamente la osadía de asumir el rol contrario al establecimiento le costaría caro, traducido en el empeño de los maestros en hacerle la vida a cuadritos y finalmente, empujarlo a renunciar a su proceso formativo y casi a llevarlo a perderse en un rumbo distinto, aplicándose al oficio de la caricatura política al servicio del periódico El País de la ciudad de Cali, donde se radicó por un corto tiempo. Entre tanto en Bucaramanga sucedían muchas cosas en el seno del devenir de la dinámica del arte y la academia, pues también empezaban a surgir iniciativas contrarias a la formación clásica imperante y se sucedían hechos que evidenciaban la necesidad del siguiente paso, con hechos como la renuncia al cargo de director de Óscar Rodríguez Naranjo, el rechazado remplazo por cuenta del maestro Carlos Gómez Castro poco aceptado en razón a su fuerte carácter y el nombramiento sorpresivo de un hasta entonces desconocido Jesús Niño Botia, cuyo único referente era el premio otorgado por un exigente jurado nacional, en el Salón Regional de Artistas convocado por la naciente Cámara de Comercio de Bucaramanga, donde había superado a todos sus maestros que también participaban. En medio de ese agitado mar, aparece en escena Mario Hernández Prada, que es visto como la mejor alternativa para ¨salvar¨ la academia. Literalmente, trajeron al ratón a cuidar el queso, puesto qué de entrada, el espíritu reformista del nuevo director comenzó a hacerse notar, con decisiones aparentemente sin importancia como la suspensión del Salón Anual de Arte que se hacía en el Club de Comercio y donde tanto estudiantes, como maestros exponían sus obras con gran éxito comercial. ¨Se trataba de poner las cosas en su sitio, esas ferias para vender barato y de paso hacer sentir a los alumnos como si ya hubieran coronado, no podían aceptarse y aunque no era amigo de la disciplina per se, resultaba necesario poner las cosas en consonancia y este era un principio, de cara a reorganizar la institución, lo que se logró con la creación de Instituto Santandereano de Cultura Artística – INSAC-¨.
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Sobre su papel de profesor, Mario Hernández Prada era sustantivo en asegurar: ¨lo mío no fue enseñar a pintar, fue enseñar a pensar. Si una obra de arte no involucra un proceso intelectual previo, no puede definirse sino como un bonito manchón¨. Rendido homenaje al artista, al maestro, al intelectual y al gran iluminado de la estética del pensamiento. CÉSAR MAURICIO OLAYA Comunicador Social - Periodista
SERIE DE PÍLDORAS CONCEPTIVAS
Óleo sobre lona 12 piezas 1987
HOMENAJE A SCHÖNBERG Acrílico / lona 1990
MOVIMIENTO ARTICULADO #2 Óleo / tela 1973
PROPULSIÓN ATÓMICA Óleo / tela 1972
SIBILLA IN APPLE Óleo / tela 1981
SIBILLA IN TRANCE
Óleo / tela 1984
AUTORRETRATO Óleo / tela 1971
ACCIÓN COMUNAL
ENLACE MOLECULAR
Óleo / tela 1985
Óleo / tela 1992
NAUFRAGIO
Óleo / tela 1993
Evento apoyado por el Ministerio de Cultura y el Programa Nacional de Concertación Cultural
Junta Directiva Fundación MAMB Maestra Luz Amparo Moreno Valderrama Presidente Junta Directiva Maestro Orlando Morales Director MAMB Daniela Mantilla Ardila Directora Ejecutiva MAMB Maestra Clemencia Hernández Guillén Curadora y Representante de Artistas MAMB Maestro Milton Afanador Alvarado Curador MAMB Adriana del Pilar Fuentes Rodríguez Coordinadora de Comunicaciones MAMB Dana Valeria Pérez Joya Diseñadora Gráfica MAMB
Agradecimientos: Maestro Adolfo Hernández, Compositor Ángela Rodríguez, Fotografía OCTUBRE 2021- BUCARAMANGA