EL AGUA CORRIENTE por Jesús Jurado Barrau 4º ESO
Todos conocemos el agua, es tan corriente que apenas le prestamos atención. Aquí en Andalucía, si que somos más conscientes de su importancia debido a las tremendas sequías que padecemos. Es evidente que no se reparte por igual en el mundo. Cubre más del 70% de la superficie de la Tierra y hay un millón cuatrocientos mil kilómetros cúbicos en todo el planeta. Pero solo el 3% es agua dulce y un gran porcentaje está congelada en los polos y glaciares o bien es subterránea. Así que al final el agua realmente aprovechable es un porcentaje muy pequeño y encima repartida muy desigualmente, como ejemplo España, que tiene un norte abundante en agua y el centro y sur son casi desiertos. Los seres vivos somos agua entre el 50 y el 90% de nuestro peso. No habría vida sin agua. Es el disolvente universal y dentro de él se producen todas las reacciones químicas que forman la vida. Curiosamente el agua siempre es la misma, su ciclo de vida va de los océanos a la atmósfera y de esta a los continentes o mares de nuevo. Parte queda retenida en acuíferos, hielos o en seres vivos, pero tarde o temprano regresa al océano. El agua de la Tierra procede de los volcanes del nacimiento del planeta y también de cometas y asteroides de hielo que chocaron con nosotros. Para los humanos el agua es fundamental no solo porque estamos vivos sino para mantener nuestra civilización. Cada individuo consume entre 2 y 3 litros de agua al día, bebida y en comidas. Pero el consumo real por persona depende de la parte del mundo en la que vives. En los países ricos y con mucha agua el consumo es tremendo, pues hay que contar con que en la fabricación de todas las cosas que usamos se utiliza el agua en algún momento. El resultado de esto es que mucha agua se contamina y a veces se devuelve al medio ambiente sin depurar con lo que contamina el resto del agua de ríos, lagos y mares. Por otro lado producir
nuestros alimentos consume gran parte del agua dulce que consumimos. La agricultura necesita cantidad de agua y hace unos años se desperdiciaba mucha regando por acequias, pero ahora se usan mangueras que suministran la cantidad justa y evita la evaporación y filtración del agua. También se pierde mucha agua por las cañerías de las ciudades, pues tienen grietas y roturas y además la gente no tiene cuidado gastándola. Muchas veces dejamos los grifos o la ducha abiertos o tiramos de la cisterna sin necesidad y con los jardines y las piscinas se gasta muchísima. Tenemos que entender que el agua es escasa y preciosa, es la sustancia más importante para nuestras vidas y si la contaminamos nos estaremos suicidando. En China, por ejemplo, han contaminado casi toda su agua subterránea y de los ríos, hasta el agua embotellada está sucia. La gente enferma y muere por millares cada año. Aquí mismo podemos ver la suciedad de los arroyos que salen del pueblo hacia el Guadalhorce, van sucios y malolientes. La gente no piensa mucho en esto, parece que si no lo ven no existe. Por más lejos y fuera de la vista que pongamos los desagües, esto no elimina el problema fundamental y es que el agua es limitada y dependemos de ella para vivir. En nuestro pueblo hay otro ejemplo, se ha mudado tanta gente y se han construido tantas casas con piscinas y jardines que el acuífero del que sacamos el agua potable está cada vez más vacío. Los pozos del ayuntamiento tienen que profundizar cada vez más para alcanzar el agua. Esta situación no se puede prolongar pues ya lo he dicho, el agua es limitada. Creo que cada uno de nosotros debe ahorrar en todo lo que pueda, el agua que no gastemos ni ensuciemos será la reserva de nuestro futuro.