UN PASEO POR MI VIDA

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Recordar el pasado escribiendo una biografía parece “cosa de viejos” para los que el ayer vale mucho más, que el mañana, donde un futuro incierto o sombrío te impulsa a recordar las partes más interesantes de tu vida juvenil, espero que no sea así y que mi espíritu bohemio y aventurero me lleve a nuevas experiencias que aunque no puedan ser iguales que las vividas si puedan ser estimulantes y novedosas. MIS PRIMEROS PASOS Manolo y Roberto nuestro primer coche

Yo también fui bebé

Vine al mundo un 17 de noviembre de 1956 en Tarrasa, provincia de Barcelona, aunque el espíritu inquieto de mi padre y las dificultades económicas de aquellos tiempos hizo que

apenas con un año abandonase Cataluña y comenzará una constante de viajes en búsqueda de trabajo y mejores condiciones de vida. El carácter de mis padres era antagónico, mi


madre, de familia castellana, era sobria, educada, organizada y religiosa, siempre pendiente de su casa y de sus hijos. Mi padre, de familia catalana, era aventurero, inventor, rebelde y ateo, tenía bastante de genio y también a veces un poco de mal genio… ¡Ah! y piloto de motos corrió en Montjuic y conducía muy bien (quizá de ahí me viene la afición a la velocidad). Yo tengo de los dos: la disciplina de mi madre, pero también la vena alocada de mi padre. Ambos eran artistas de baile, sobre todo mi madre y así se conocieron, tenían contratos para el extranjero, que se truncaron con mi nacimiento. Toda mi familia han sido o son grandes artistas de cante o baile, eso si, menos

A mis dos años

yo, que para bailar necesito la sintonía de unos pistones, los giros de un volante y el calzado de unas ruedas slicks. Mi madre me comento, que en esta época, con poco más de un año, fue la primera vez, que estuve a punto de morir al atragantarme con un trozo de pera y que solo lanzándome por los aires reaccioné… con razón de mayor quise ser piloto de aviones.


MIS AÑOS DE EMIGRANTE En el Kindergarten aleman

Con mis hermanos en el río de Alemania

Pronto comenzaron nuestros viajes, primero a Valladolid y luego a Alemania, eran los años sesenta y la necesidad obligó a muchos españoles a emigrar para buscar un futuro mejor, también emigraron mis primas catalanas con las, que recuerdo jugar inocentemente a los médicos. Con 5 o 6 años se captan muy bien los idiomas, de modo, que en solo 3 meses

aprendimos alemán lo, que a mis padres les costó mucho más. De aquella época recuerdo mis carreras con los niños alemanes en trineo sobre la nieve, ¡parece que mi espíritu competitivo me ha acompañado desde pequeño! También la travesura de mi hermano Roberto y mía, que pudo costar un serio disgusto. Mis padres nos dejaron


en la casa (un tercer piso) y mientras uno intentaba saltar por la ventana el otro quiso abrir la puerta, bloqueándola. Mi madre, desde el trabajo, vio a mi hermano colgado de la ventana para saltar y cuando vino corriendo no podía abrir la puerta ¡Me imagino su desesperación! Y como no, recuerdo la segunda vez, que estuve a punto de morir ahogado, aunque ahora en un río, al caer desde el árbol del que intentaba coger flores para mi

Mis primeras carreras

madre, la corriente me arrastró y todas las ramas a las que intentaba sujetarme se rompian, menos mal, que cuando ya sentía la muerte la última rama no se rompió. Al salir todo mojado y para ocultar lo ocurrido no se me ocurrió otra cosa, que decirle a mis Con Roberto en Alemania padres, que el vecino me tiró un cubo de agua. En fin, cosas de niños descubriendo el mundo.


MI DIFÍCIL NIÑEZ

Mi primera comunión

Posteriormente viajamos a Valladolid alojándonos en la vivienda de mi tía y junto a mis abuelos maternos. La dificultad de mi padre para asumir un trabajo estable nos llevó a una crisis económica acuciante, recuerdo por ejemplo, que cuando mi madre tenía algo de dinero nos daba 2 pesetas (1 céntimo de ahora) para comprar yogur blanco sin azúcar y Roberto y yo salía-

mos corriendo a comprarlo como un premio… nada que ver con la situación de los niños de ahora. No llegamos a pasar hambre, pero poco faltó y eso me llevó a situaciones complicadas… las fruterías de Valladolid colocaban en el exterior de las tiendas las cajas con sus mejores frutas y varias veces habíamos cogido una manzana o pera para comer y salir corriendo, hasta que un dependiente salió de-


trás de mí y me dio un buen escarmiento, entonces se actuaba así y aprendíamos muy bien la lección. Por otra parte, jugábamos mucho, siempre en la calle, sin medios, pero con imaginación. Nuestro único regalo de reyes fueron unos patines sencillos, montados en ellos nos enganchábamos en los carros, que transportaban carbón o piñas, que remolcados por burros realizaban venta ambulante por las calles…. Claro, hasta que bajaba el cochero y ya se sabe, pies para que os quiero. Finalmente, mi padre comenzó a trabajar por su cuenta, vendiendo diversos productos por los pueblos, en cierta ocasión, íbamos mi padre y yo, se nos hizo tarde y tuvimos que hacer noche en una pen-

sión y alrededor de las 3 de la mañana entró la guardia civil bruscamente y con armas pensando, que mi padre era el Lute, tenía la piel oscura y un porte, que levantó sospechas… me dieron un buen susto. Eran otros tiempos, pero de lo malo se aprende más, que de lo bueno para afrontar la vida y sus dificultades. Roberto y yo estudiábamos en una escuela “clandesValladolid 1964


Manolo, Roberto y Ester

tina”cuyo excelente maestro: D. Mariano había sido republicano y como consecuencia el régimen lo tenía repudiado y tristemente murió en la miseria. De aquella época también fueron las caminatas al río Pisuerga para bañarnos, ahora ya esta muy contaminado para eso. Todos los días, mi madre comenzó a darnos clases de sevillanas, como ya he dicho yo sencillamente no aprendí, contrariamente a mis hermanos, sobre todo a mi hermana quien finalmente llego a ser una exce-

lente profesora de baile español, al igual, que después sus hijas. Por aquel entonces, mi madre comenzó a tener una fuerte alergia asmática, que le impedía respirar, sobre todo por las noches, aún recuerdo sus silbidos agónicos, ya que dormíamos en un sótano con habitaciones unidas. Finalmente y tras acudir al médico le diagnosticaron una alergia al polvillo del trigo, cereal muy abundante en Valladolid. Mi padre, que se había criado en Tarrasa, junto a muchos andaluces, algunos almerienses, de siempre le había encantado esta tierra así que cuando el médico le dijo las ventajas de Almería para su señora, ni corto ni perezoso, sin casa, sin proyecto claro, con solo 5.000 pesetas (30 euros de ahora) nuevamente de viaje, ahora la aventura se llamaba Almería.


MI ADOLESCENCIA: ESTUDIO, TRABAJO Y DEPORTE

Almeria 1971

Mi hermano Roberto y yo hacíamos todo juntos, debido a la poca diferencia de edad. Mi hermana Ester era más de su casa, aunque todos hemos practicado siempre la máxima que nos enseñó mi padre: “la familia es lo primero” ciertamente siempre hemos estado muy unidos y dispuestos a ayudarnos en todo. Roberto y yo comenza-

mos el bachillerato, siempre con beca y siempre obligados a sacar notas altas para no perder la ayuda, aunque eso nunca fue un problema para nosotros, recuerdo, por ejemplo, que en 5º Curso obtuve seis sobresalientes, consiguiendo junto con Roberto la mejor nota de todo el instituto. Los estudios los combinábamos con el trabajo en


casa ayudando a nuestros padres en un nuevo invento artesanal en el, que al final trabajaron un buen número de vecinas del barrio, mejorando sensiblemente el status económico de la familia. Además entrenábamos atletismo con el recordado Emilio Campra en el estadio, que hoy lleva su nombre. En este deporte, con el tiempo, llegue a ser campeón de Almería de salto de pértiga y 2000 m. y participé en las finales andaluzas y en el campeonato de

España juvenil de atletismo por clubs. De modo, que no nos aburríamos, nos levantábamos a las siete de la mañana para ir caminando al estadio, que estaba en el otro extremo de la ciudad, eran unos 4 km., dos veces al día ida y vuelta, total unos 16 km. Después de entrenar estudiábamos en el Instituto Masculino, que estaba cerca. Ya por la tarde y los fines de semana ayudábamos en las tareas de la empresa familiar.

MIS AÑOS CON LA RELIGIÓN

Castillo de Calahorra con tres amigos


Con 17 años me integré en una religión muy intrusiva con la vida de sus adeptos, que indudablemente limitó mi juventud, aunque también me aportó muchos conocimientos de las personas, de la historia y de la vida. En ella conocí a mi primera mujer con la que forme una familia con dos maravillosos hijos. También conocí a una excelente persona, cuya amistad he mantenido en el tiempo: mi compañero de andanzas Julio Rodríguez.

Finalmente a los 30 años comprendí que la religión deja más preguntas que respuestas, que nadie sabe la verdad de nuestra procedencia o destino, que solo nuestra prepotencia intenta explicar un universo infinito e inexpugnable. Prepotencia, que hace creernos superiores a las especies que conviven con nosotros (algunos tan parecidos), quizá algún día miremos atras y nos avergonzaremos de nuestra crueldad con todas ellas y de la destrucción que nuestro egoísmo y nuestra ambición ha ocasionado en la tierra. La historia de la religión no es de paz, sino de guerra y muerte. No es de amor, sino de poder y odio. No es de libertad, sino de coacción y cadenas. De modo, que si nadie me consultó para nacer, nadie me obligará a vivir bajo sus designios ni a temer por un futuro desconocido para todos.


MI OBJECIÓN DE CONCIENCIA

Los doce objetores de conciencia

A mis 20 años, cuando me llamaron para realizar la mili obligatoria, me declaré objetor de conciencia, estábamos en el tiempo de Franco y eso tenía una pena de tres años de prisión, pero que se convertían en muchos más, ya que al cumplir los 3 años en la sombra los mandos volvían a obligarte a coger las armas y en el caso de negarte se repetia la condena convirtiéndose en penas consecuti-

vas que podían llegar a más de veinte años hasta que un indulto expreso del entonces generalísimo te liberase. Creo, que fui el primer objetor de Almería, ya que los mandos militares, en un principio, no sabían que hacer conmigo. Recuerdo, que a mi llegada un sargento nos reunió a decenas de reclutas en el patio del gobierno militar y con mucha autoridad comenzó a amenazarnos


con lo que nos podía pasar si incumplíamos las ordenes: en tiempo de paz casi siempre era cadena perpetua y en tiempo de guerra era ejecución mandada por un tribunal militar. De pronto alce la voz para decir, que yo era objetor de conciencia y por tanto no iba a hacer la mili, el patio quedo en silencio como un funeral, cuando el sargento reaccionó me dijo, que fuera con el resto de mozos al campamento y allí me comunicarían los superiores mi castigo. De camino al campamento muchos reclutas me exhortaron a que lo pensara bien, pues me jugaba mucho, pero yo estaba decidido a seguir hasta el final mis ideales. Finalmente me enviaron a la prisión de Viator en Almería donde me encontré con otros once objetores, cinco catalanes, cinco madrileños y un vasco, lo cual tenía su ventaja cuando jugábamos en el patio al fútbol, éramos Ma-

drid contra Barça y dos porteros: un vasco y un almeriense. A los tres meses tuve la suerte del indulto general por la coronación del Rey Juan Carlos I y me liberaron con una amnistia. En aquellos meses de reclusión tuve tiempo de escribir poesía, actividad que siempre me ha gustado, de pensar mucho, de ver el mundo desde otro prisma e incluso de aprender a tocar la flauta interpretando las notas musicales ya, que uno de mis compañeros era músico. Puedo decir, por tanto, que aunque nunca me ha tocado la lotería (para eso hay que jugar) esta vez tuve más suerte que los reclutas que me comentaron “si estaba loco” por lo que iba a hacer, que por cierto visite al salir y estaban pasándolo fatal. Luché por mi ideología de vivir en paz, que sigo compartiendo y este convulso mundo necesita.


MI PRIMERA BODA Con Juani embrazada de 9 meses

Mi experiencia con las mujeres fue muy tardía. Sería Juani, la primera mujer a la que di un beso, con quien me casaría por el juzgado. Mis dos hijos, Manolo y Evelyn nacieron de este matrimonio. Ella provenía de una familia humilde, que vivía en el puche, una de las zonas más pobres de Almería. Su padre poseía una antigua caseta de feria situada en la zona más conflictiva del barrio y decidí

arreglarla y abrirla con productos de alimentación. La venta no era muy alta, pero como allí no se pagaba impuestos, ni había control alguno, la rentabilidad era suficiente para nosotros. Con el tiempo tuve que devolverle la caseta arreglada a mi suegro con lo que me quedé sin trabajo y para complicar más las cosas, por esta época, mi padre estaba pasando una crisis existencial, repudiando


a la sociedad, se compró un cortijo para alejarse de ella y por entonces su carácter era muy difícil lo que le llevo a discutir violentamente con mi madre y al intermediar yo me echó de la casa... durante años estuvimos sin hablarnos y sin vernos, el se fue a su cortijo y yo seguí con mi familia y con mi vida. Este es uno de los episodios de los que más me arrepiento, ya que durante un lustro perdimos todo contacto y menos mal, que el último año de su vida me reconcilié con él, incluso cambié mi residencia al cortijo para ayudarle y me involucré totalmente en in-

tentar curar su enfermedad. No soy persona de llorar, pero el sentimiento de pérdida y la angustia ante la imposibilidad de hablar nuevamente con él para agradecerle todo lo que, a su manera, hizo por nosotros me llevó a una profunda tristeza y un desconsuelo, que las lágrimas de muchos días apenas podía mitigar. Pero volviendo al momento anterior, ya me había casado y me encontré con la mujer embarazada, sin trabajo, sin dinero y con hipotéca que pagar en una vivienda que como único mobiliario tenía un sofá cama.

Subida de Enix, mi primera carrera


Por aquel entonces, ya me gustaban las carreras de coches y recuerdo, que en cierta ocasión era la subida de Enix y quería ir a verla, pero no tenía ni para echar gasoil a la vieja furgoneta DKW que poseía entonces, pero yo tenía que ir, así que pare en la gasolinera, eche combustible y luego le dije al cobrador que me dejé la cartera en la casa, se enfadó, como es natural, pero vi la subida, eso sí, otro día pasé y le pagué. Gracias a un amigo, que me cedió un espacio en su taller de tapicería pude trabajar realizando unos taburetes tapizados artesanales, que

vendía en las tiendas de muebles. Posteriormente entré en una panadería para repartir pan con mi furgoneta. Me levantaba a las cinco de la mañana, por la tarde vendía dulces por las tiendas. No tenía seguro social y el sueldo equivalía a 260 € actuales, pero era la mejor la situación hasta la fecha. Un día leí en un periódico que buscaba un vendedor para una tienda de muebles de cocina me presenté y un señor muy amable me contrató, con él aprendí a diseñar cocinas y yo le inyecté la pasión de los coches, se trataba de mi gran amigo actual Enrique Guisado Martínez. Las cosas fueron mejorando económicamente y cada vez me gustaban más las carreras, tanto, que participé en una prueba denominada “en busca de un piloto”


organizada por la revista Auto Hebdo Sport, que se celebró en el madrileño circuito del Jarama y en la que conseguí el mejor tiempo en la prueba cronometrada entre más de cien participantes, los dos años que competí.

También le coloqué las barras anti vuelco a mi Fura Crono de calle para participar por primera vez en la subida de Enix, en la que pagué la novatada al caer por un barranco en la subida de entrenamiento, además me quedé

El día de mi primera boda



sin coche para ir al trabajo al día siguiente ya que junto con un socio había pagado el traspaso de una tienda de cocinas en El Ejido, única, que se salvó de la empresa de Enrique que cerró por problemas financieros. De modo, que tuve que improvisar y comprar un viejo Seat 850 por 25.000 pesetas (150 € de ahora) y así comencé con una nueva aventura y sus dificultades ya que es difícil abrirse camino en un pueblo que no te conocen. Pasaron los años y poco a poco fue mejorando la situación, en aquel entonces, mi proveedor de cocinas era una empresa de Almería regentada por José Antonio Ureña, quien en varias ocasiones me había ofrecido entrar a formar parte de su empresa donde finalmente terminaría como vendedor. Entre tanto, había conseguido mi primer coche de competición, un Seat Fura Crono de circuito, que perte-

neció a Fermín Sánchez, con él, en mi primer año de competición, me atreví, nada menos, que con el campeonato de Rallys de Andalucía y con el campeonato de montaña nacional, consiguiendo ser tercer absoluto del andaluz y subcampeón del nacional en grupo B, solo superado por un Porche, aunque lo más sorprendente fueron los escasísimos medios con los que los hice, prácticamente sin dinero, el mismo coche con el que competíamos servía para llevarnos a las pruebas,como coche de asistencia, para entrenar las carreras, como transporte de las ruedas de competición, (en fin valía para todo). Ese fue el principio de mis carreras de coches y también el principio del fin de mi matrimonio.


MI SEGUNDA BODA

Boda con María Ángeles 1991

Un nuevo amor entró muy fuerte en mi vida rompiéndome muchos esquemas y provocando una situación convulsa, que terminó en divorcio y posteriormente con otra boda, esta vez en la catedral (por deseo de mi segunda mujer). Tuve mucha preocupación por mis hijos, que procuraba ver casi todos los días, además de cumplir con sus necesidades económicas, sin embargo, todo fue muy difícil y angustioso, sobre todo al

principio, el tiempo se encargaría de tornar las aguas a su cauce y la relación posterior con Juani fue muy buena colaborando también con ella en todo lo que he podido. Alquilé un apartamento económico en el Zapillo y comencé una nueva vida con Mari Ángeles, mi nueva mujer. Trabajábamos los dos y además yo era el encargado de ventas por lo que pronto pudimos comprar una casa y mejorar mucho la situación económica.


Mi puesto me permitía emplear personal así que contraté a mi primer mentor Enrique Guisado, (qué vueltas da la vida) que por aquel entonces no tenía trabajo. Por

otra parte adquirí el Renautl 5 GT Turbo de competición de Chus Puras, que me daría muchos triunfos y también algún susto.

MIS CARRERAS

Circuito madrileño del Jarama nº 50

Durante años estuve organizando y mejorando la empresa de cocinas en la que trabajaba y cuando todo iba viento en popa el gerente optó por prescindir de mis

servicios, de modo, que me fui sin pedir nada y comencé otra difícil tarea que llevaba tiempo pensando: realizar un campeonato provincial en Almería de automovilismo


abierto a cualquier conductor y vehículo cuyos premios finales para cada uno de los tres primeros clasificados sería adquirir en propiedad un Citroen AX GTI, preparado para competición así como todos los gastos para realizar la temporada de circuitos nacional. Aquello parecía misión imposible, pero como disponía de tiempo me propuse intentarlo. Finalmente y tras arduas gestiones conseguí reunir en la pista de karts de mi amigo Juan Campeonato Racing Alborán 1992

Ángel Ruíz, a los principales alcaldes y concejales de deporte de un buen número de pueblos almerienses, donde con la inestimable colaboración del recordado Kiko Gil conseguimos su apoyo económico para realizar un total de 15 pruebas en un período de 4 meses coincidiendo con sus fiestas patronales. Algunos criticaron el evento al considerar una falsedad la entrega de semejantes premios, incluso tuvimos problemas con la federación y


con la guardia civil, que intentó parar alguna prueba. Sin embargo, felizmente y tras unos meses de trabajo agotador todas las pruebas se realizaron con sus correspondientes premios y los tres vehículos nuevos y preparados se entregaron puntualmente, además la participación fue impresionante con 133 pilotos, que también demostraron su calidad ya que entre los 10 primeros clasificados 6 lograron ser pilotos de renombre. Me siento orgulloso de haber llevado a cabo este campeonato que significó un hito a nivel nacional nunca realizado anteriormente y que desde entonces tampoco se ha atrevido a emular nadie. En esta época también hice grandes amigos como Luis Fernández Joya, gran piloto y mejor persona con el que mantengo una estrecha complicidad de pasión por la competición. En estos años participé

en diversos campeonatos automovilísticos con nada menos que una veintena de vehículos diferentes, casi la mitad prestados por otros pilotos, con buenos resultados destacando el subcampeonato de España en la categoría más rápida de la competición: la montaña. En mi larga trayectoria como piloto, solo he tenido dos accidentes que mencionar, uno fue el de mi primera carrera y el otro ocurrió en el Rally Campeonato de España de Sierra Morena cuando en un cambio de rasante me encontré a numeroso público en mitad de la calzada y por no atropellarlos me estrellé contra unos vehículos que estaban mal aparcados en los arcenes. Estuve inconsciente quince minutos y mi Renault 5 GT Turbo quedó para el desguace, pero para mi satisfacción no atropellé a nadie y mi copiloto salió ileso, eso si, el bueno de Paco Siles dejó las carreras


Subida de Ubrique, primer clasificado


Subida de Macael

para siempre, le debí de dar un buen susto. Así fue como se truncó mi previsto campeonato de España de Rallys y el patrocinio de Pryca de 3000.000 ptas. (1800 €) por prueba, que en aquella época era un auténtico dineral. Las anécdotas en mis 25 años de competición en slalon, rallys, montaña, tierra… Son innumerables, daría para escribir un libro, muchas de ellas vinculadas a la escasez económica con la que en muchas ocasiones competí, solo por mencionar algunas: - Aunque resulte sorprendente en dos rallys me

quedé sin gasolina, en el primero se nos rompió el marcador de nivel de carburante y nos quedamos parados en un tramo de enlace, pare al primer piloto que pasó, que resultó ser el campeón Antonio Zanini quien muy amablemente nos llenó el depósito, por cierto, algo llevaba la gasolina pues en adelante mi coche “volaba”, llegando a meta sin problemas. En el segundo, un rally Costa de Almería, mi pupilo y excelente piloto José Luís Fuentes, que entonces lo tenía de asistencia, se perdió por unas ramblas y no pude


Mis años de bohemio

llenar el tanque de gasolina en el punto establecido quedándome en pleno tramo cronometrado con el motor parado por falta de combustible, menos mal que era bajando y en punto muerto recorrimos más de 3 km., al final mi copiloto Salvador tuvo que bajarse y empujar el coche hasta la meta. Perdimos más de un minuto lo cual fue una pena, ya que teníamos muchas esperanzas en esta rally, aunque finalmente

llegamos a terminar en un satisfactorio cuarto scartch. Gracias a la otra asistencia de Manolo Ríos “Daytona” que estaba en la meta. - Todos sabemos que la labor fundamental del copiloto es “cantar” las notas que definen las curvas y supuestamente hemos entrenado antes, sin embargo, algunas veces he ido a correr un Rally con notas prestadas de otros pilotos y sin haber pasado nunca por los tramos (daba


Camponato de España de Rallys de Tierra

mucho miedo). Incluso en una ocasión fui solo a entrenar una prueba porque a mi copiloto le fue imposible acompañarme y por el camino paré a un autoestopista que se ofreció a tomarme las notas del Rally, por cierto, lo hizo muy bien y la prueba salió perfecta. - Algunas veces, mirando hacia atrás me he dado cuenta de lo cerca que he estado de tener un grave accidente, que en aquel momento

no me paré a pensar. Recuerdo, por ejemplo, que en el Rally Spring de Gádor de 1986 pilotando mi Fura Crono se me rompió el muelle de retorno del acelerador en plena prueba cronometrada, la suerte es que me sucedió justo entrando a toda velocidad en la recta de meta quedando el motor acelerado a tope… Si hubierse pasado un segundo antes, en la curva anterior, en una carretera tan estrecha y sin escapatoria me


Rally Costa de Almeria

habría estampado en la casa de enfrente, la suerte me favoreció otra vez. - En ocasiones la escasez económica provocó las quejas a mi inseparable copiloto, Salvador Oyonarte Puga, por el frío que pasaba en la furgoneta C-15, que no tenía ni calefacción y que valía para todo: nos llevaba a las pruebas remolcaba el coche de carreras, era el vehículo de asistencia e incluso la utilizábamos para entrenar los tramos cronometrados. Eso

sorprendía mucho a los otros pilotos del nacional, que disponían de buenos vehículos para entrenar, algunos utilizaban avión para ir a las pruebas y la asistencia venía en camiones muy bien preparados… Claro, que cuando el domingo se despertaba el atómico Citroén Ax Sport las caras les cambiaban. Por cierto, ¡qué buenos amigos pilotos tengo de aquellos tiempos! Con la famosa furgoneta C-15 y remolcando el Citroen Saxo hice varios viajes


internacionales para realizar las finales europeas de circuito, uno de esos viajes fue a Holanda y cuando estábamos pasando Francia en plena noche y lloviendo a mares circulando por la autopista se nos salió la rueda del remolque, después del susto y poder parar el vehículo nos dimos cuenta mi hermano Roberto, que me acompañaba en este viaje y yo, que teníamos un grave problema, sin teléfono móvil (no existían), sin saber francés, con poco dinero... finalmente vino una asistencia de la autopista, que dijo no tener solución para nuestro problema

así que dormimos en el coche y al día siguiente encontramos la pieza en un desguace. A todo esto Pedro Vilches, que también corría y con el que siempre íbamos juntos a las carreras había recorrido 200 Km. de vuelta buscándonos ya, que en la oscuridad y lloviendo no se dió cuenta del incidente. Finalmente llegamos juntos al circuito de Zandovoot donde, también con lluvia, llegué a encabezar la prueba hasta que la suspendieron por un accidente. En todo el viaje no nos paró ningún guardia civil, hasta, que llegando a Alme-

Con mi R5 GT Turbo patrocinado por Pryca


ría nos dieron el alto y sorprendentemente, el agente después de muchas vueltas me dijo, que sabía que algo llevábamos mal, pero no sabía el artículo… el caso, que luego nos dimos cuenta, que la matrícula del coche y del remolque no coincidían… en fin gajes del oficio. - El rally de la vendimia de 1986 fue diferente para mí: pilote un coche Renault 5 GT Turbo prestado por el piloto Carlos López Hita, mi copiloto fue mi inseparable Enrique Guisado Martínez y además llevaba acompañán-

dome nada menos que tres vehículos para ayudar de asistencia con la colaboración de Julio Pérez Rubín… eso sí, lo que nadie llevaba era ni recambios ni dinero, de hecho tuvimos, que colocarle al turbillo las pastillas de freno, que otro piloto tiró, ya que las del coche estaban en la chapa. También me equivoqué al rayar las únicas ruedas lisas, que llevábamos porque estaba lloviendo y sucedió, que cuando empezaba el rally dejó de llover y toda la prueba fue en seco, por lo que las ruedas terminaron en los


alambres. A pesar de todo ello, nos clasificamos muy bien peleándonos con el uruguayo Gustavo Frelles con un coche como el nuestro y que se proclamaría al año siguiente campeón del mundo de Grupo N. eso si, me lleve un buen susto en una curva cerrada (paella) cuando Enrique me la cantó tope y nos escapamos por los pelos, lo cierto es que el rally apenas lo habíamos estrenado. Ahora, bien a la hora de volver a Almería ninguno del equipo tenía dinero para echar gasolina a los coches!!!

De modo que nos paramos en la estación de servicios del pueblo, llenamos todos los tanques y a la hora de pagar dimos el talón que la escudería nos había pagado como premio. Después de algún dime y direte finalmente nos cobró y nos dio la vuelta en efectivo... si no hubiéramos terminado la carrera igual estábamos todavía por tierras extremeñas. Y con estas locuras y muchas otras, que serían imposibles de resumir fueron pasando mis años en competición. Lo de la “vena de loco” seguía funcionando.


MI NUEVA PAREJA Con Mayca en Murcia

Mari Ángeles y yo estuvimos una década juntos compartiendo todo, vivimos grandes experiencias y mejoramos mucho económicamente, pero el tiempo fue enfriando nuestra relación y finalmente nos separamos, aunque siempre mantuvimos el contacto y una fuerte amistad. Comenzaba un nuevo siglo y también una

nueva situación para mi, conocí a Mayca que se convertiría en mi tercera relación y con la que sigo compartiendo mi vida. Tengo que decir, que siempre he respetado a mis compañeras “de viaje”, pues no concibo haber sido uña y carne con una mujer conviviendo durante años y luego terminar peleado para siem-


Manuel RĂ­os, Albert y Dieter una gran asistencia para mi Formula Martini


pre, de hecho, aunque a muchos les parece incomprensible, mis tres parejas están trabajando en la empresa que en estos momentos regento y espero, que la relación de amistad y el sentimiento de colaboración y ayuda mutua permanezca siempre, aunque haya desaparecido la unión como pareja. Mayca ha sido siempre una mujer de fácil convivencia, si bien, con la menor de sus hijas que vivía con nosotros tuve algunos problemas, que en ocasiones estuvo a punto de provocar la

Formula Reynard 2008

separación, creo que ella nunca terminó de aceptarme al no ser su padre. El tiempo, como siempre, todo lo estabiliza, ahora se ha casado y tiene un niño Noah, que ha colaborado en limar asperezas y mejorar nuestra relación. También un poco de sensibilidad y de empatía puede ayudar a rebajar el carácter fuerte, que es el motivo de la mayoría de los conflictos.


MI EMPRESA

Mi historia en los negocios se puede parecer a una película en la que empezando sin nada y con mucho esfuerzo finalmente se alcanza el éxito. Un anuncio en la prensa buscando vendedores me inicio en las cocinas y finalmente me quede con la empresa más importante del sector en la provincia. A pesar de la crisis sostenida de casi una década en el sector, mis tiendas, que han llegado a ser 6, finalmente funcionan muy bien, en ellas no solo tra-

bajan las parejas que tuve, sino también mis hijos, lo que me llena de orgullo como padre y espero, que signifique un futuro prometedor para ellos y para mis nietos. Ahora bien, no puedo obviar las enormes dificultades que tuve al principio de quedarme con la empresa, ya que desconocía las grandes deudas que adquirí con el traspaso de la sociedad y que me fue ocultado por el anterior propietario. Dicha circunstancia me obligo a


apartarme totalmente de mi afición a la competición automovilística, para centrarme de lleno en levantar el negocio. En esta época tuve también un conato de introducirme en la política con mi buen amigo Pedro Blanco Naveros, quien además de gran persona y excelente escritor fue mando de la guardia civil , defensor a ultranza de los derechos humanos y enemigo de cualquier tipo de maltrato. Con él incluso formamos un grupo que en pos de mejorar la justicia y con motivos nobles intentamos formar parte del equipo del

ayuntamiento de Almería. Muchos se sorprendían al encuadrarme en un partido de izquierdas siendo empresario, pero eran mis ideales de siempre y mi mejora económica o incluso mi mayor poder no iba a cambiar mi espíritu. En fin, sobre este tema puedo decir, que tanto Pedro como yo nos levantamos con ganas de trabajar y cuando nos dimos cuenta nos acostamos para que se nos pasara. Estoy convencido, que las experiencias vividas moldean la personalidad y que una niñez y una juventud de lucha me ayudo primero a no desfallecer y continuar con


mi hobby de competición (a pesar de los casi cinco años de continuas roturas y problemas que me planteó el primer formula que piloté) y segundo a no doblegarme ante la impresión general de que la

empresa que había adquirido era inviable. Dicen que mi apellido proceden de provincias mañas, también puede, que mis “cabezonería” me venga de herencia.

MIS NIETOS

En el cortijo con mis nietos, 2013

En el último capítulo de este resumen de mi vida pasada, quisiera hacer una reflexión sobre qué ha

significado mi presencia y acciones a las personas que se han cruzado en mi camino ¿Cómo habría cambiado lo


Punta Cana, 2017

Una pasiรณn inalcanzable


que actualmente me rodea si con un año hubiese muerto atragantado? Lógicamente, no me corresponde a mi sino a las personas que han compartido mi vida examinarme, si bien, tengo que decir, que me siento muy orgulloso de una descendencia tan extraordinaria como mis hijos y mis nietos y de que sin grandes hazañas o descubrimientos, siempre he trabajado para mejorar el día a día de las personas que me han

acompañado y que hay dos palabras que no existen en mi vocabularios, ni el odio ni la envidia, ¡ojala todo el mundo fuera feliz! Tengo que dar gracias a la vida, pues he realizado la mayor parte de mis sueños e intentaré realizar los que me quedan. Si bien, en ocasiones, me planteo que tanto esfuerzo por alcanzar metas, quizá este reñido con alcanzar la felicidad. Pienso, por ejemplo, cuantas veces hin-


qué los codos en bachillerato por obtener una nota de 10 y no de 9’5 o cómo luché en atletismo por ser primero y no segundo, o cómo me la jugaba por bajar una décima de segundo en mis rallyes o incluso cómo hacia horas extras y perdía fines de semana trabajando duro para ganar un poco más… para cuando lo conseguía darme cuenta, que no fue tan importante, incluso que mientras contemplaba la vida como una competición, en realidad, la misma vida se me estaba escapando de las manos sin vivirla ni disfrutarla. Ahora intento transformar mis objetivos, le dedicare más tiempo a mis nietos y a las personas que comparten mi vida, también tengo otros sueños: ver la aurora boreal y conocer la selva de Costa Rica. Y si en alguno de mis viajes me encontrara una lámpara

maravillosa y Aladino me concediera un deseo personal, no le pediría nada material, ni siquiera un sentimiento como la felicidad, le pediría respuestas a la vida: el quién, el por qué, el para donde… preguntas que, de una u otra manera, nos hemos hecho todos alguna vez y cuya respuesta es tan inalcanzable como imposible es que me encuentre la lámpara de Aladino. A todos los que habéis tenido la paciencia de llegar hasta aquí, un abrazo y que seáis felices.


EPÍLOGO

Paradoja del tiempo: Deseas que pase rápido, pero luego te arrepientes de no haberlo aprovechado.

Mi vida ha sido la suma de muchas paradojas: -De niño casi me ahogo en un río al no saber nadar, paradójicamente, de adolescente participé en el campeonato de España de natación. -A los 20 años estuve en prisión por mi pacifismo religioso, paradójicamente, con el tiempo renuncié a todas las religiones.

-Debidos a mis problemas económicos, utilicé la picaresca para asistir como espectador a la subida de Enix, paradójicamente, gané la carrera unos años después y con un fórmula prestado. -Por un anuncio de prensa comencé a trabajar en una importante empresa, ocupando el puesto más básico, paradójicamente, en la


Noah y yo, me encantan lo niĂąos


actualidad soy el dueño de la empresa. -La persona que me contrató, cuando más lo necesitaba, paradójicamente, luego la contraté yo, en la empresa que administraba. -Las relaciones con las ex-parejas suelen ser complicadas, paradójicamente, en mi caso, no solo han sido buenas, sino que incluso, están colaborando y en nómina en mi empresa. -Toda mi familia ha sido o es artista, paradójicamente, en mi caso, si ganarse la vida dependiera de cantar o bailar, seguramente estaría recogiendo cartones. -Nunca me ha gustado la política y siempre he visto a la guardia civil con cierto recelo, paradójicamente, hace unos años, me impliqué en un partido político al solicitármelo un gran amigo mío, que resultó ser ex-mando de la guardia civil y al que respeto por sus cualidades personales y sobre todo por su

humanidad. -Mi historia deportiva con los coches fue una auténtica lucha motivada por mis dificultades económicas, paradójicamente, cuando estas terminaron, también se acabaron mis deseos de competir. -La madurez, que proporcionan los años, ha moldado mi personalidad creando un carácter definido y algo fuerte, pero eso si, las paradojas de mi vida me han enseñado a no dar nada por sentado, a estar abierto a nuevos argumentos y sobre todo, a huir del fanatismo ya que siempre puede aparecer alguien cuyo camino corrija el mío, aunque haya sido el mismo de toda mi vida. Esta “madurez” abierta a lo “nuevo” no es más que otra paradoja de una vida en constante transformación y evolución. Manolo Buil


Acepto el reto de la aventura

Recuerdos en vídeo: Si deseas ver vídeos antiguos de la niñez y adolescencia de Manolo Buil puedes acceder a través del siguiente link:

https://youtu.be/FnpwlqpPYW4 Si quieres ver más fotografías y vídeos accede a la página de facebook:

@manolobuilcompeticion


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