A la opinión pública nacional e internacional A las amigas y los amigos A las organizaciones sociales que nos han acompañado A la sociedad en general Familiares de Rubén Espinosa exigimos al presidente Enrique Peña Nieto esclarecer el caso hasta las últimas consecuencias, por el asesinato de Rubén, fotoperiodista desplazado de Veracruz y asesinado el pasado 31 de julio, junto con Nadia Vera, activista, Yesenia Quiroz Alfaro, Mile Virginia Martín y Olivia Alejandra en la colonia Narvarte. El Estado mexicano, es el responsable de garantizar la libertad de expresión y derecho a la información que como ciudadanos y ciudadanas se nos ha negado ante la creciente ola de violencia contra la prensa y las voces críticas. Responsabilizamos a las autoridades estatales y federales de salvaguardar la integridad y seguridad de aquellos familiares que hemos perdido a un periodista como represalia a su labor informativa. Hacemos un llamado para que través de las instancias de justicia se sigan las líneas de investigación relacionadas con la labor periodística de Rubén y el activismo de Nadia en Veracruz, siendo estos ejes fundamentales para garantizar el derecho a la justicia y solicitamos la reparación de daño para las víctimas así como el reconocimiento público. Exigimos a Miguel Ángel Mancera, jefe de gobierno del Distrito Federal, que aclare la vulnerabilidad con la que se encuentran la ciudadanía y periodistas que hablan con la verdad, que especifique qué medidas están realizando para garantizar la protección de periodistas desplazados, que realice un compromiso para que no se repitan estos hechos y que el caso no quede impune. Exigimos una rendición de cuentas pública de Javier Duarte, gobernador de Veracruz, ya que no aceptamos que haya más periodistas asesinados, ni más casos impunes. Mientras, el mandatario advierte a periodistas "pórtense bien”, Veracruz es la entidad más letal para la libertad de expresión: aquí se matan, desaparecen, y agreden a cualquier voz crítica al gobierno local. Familiares de Rubén Espinosa agradecemos a los periodistas, organizaciones y ciudadanía por su apoyo y acompañamiento en esta exigencia de búsqueda de justicia. Por cuestiones de seguridad y procesos legales en la investigación del homicidio y feminicidios hemos decidido -por el momento- no otorgar entrevista con medios de comunicación, nacionales ni internacionales, dejando en manos de nuestros abogados los procesos legales de la investigación. Apelamos a su solidaridad y comprensión en esta decisión. Rubén Espinosa Becerril regresó al Distrito Federal tras ocho años de trabajar en Xalapa, Veracruz. El 12 de junio de este año llamó a su hermana para decirle que estaba en la Ciudad de México: "Hubo problemas; está cabrón"-le expresó-.
Rubén con el afán de mantener la seguridad de su familia decía poco; escondía su miedo. Pero actuaba, se movía y confiaba en las organizaciones con las que trabajaba. Al llegar dio entrevistas, habló con quien pudo para protegerse para buscar un camino nuevo lejos del peligro que Veracruz le significaba. Trabajaba en AVC Noticias y como corresponsal de Proceso y Cuartoscuro. Su camino lo forjó solo, sin escuela, investigando, con ideales firmes y siempre con el respaldo de la comunidad periodística de Xalapa. Hizo de la fotografía la manera de compartir su mundo. "Me han hecho saber que soy un fotógrafo incómodo para el gobierno veracruzano", dijo Rubén entrevistado por SinEmbargo. Buscaba siempre la verdad, darle voz a través de su imagen a los movimientos independientes, a las luchas, a los no escuchados. Y por ello le cerraron los ojos, le amarraron las manos, lo torturaron y le dieron el tiro de gracia. Lo asesinaron. Lo mataron en un departamento de la colonia Narvarte junto a cuatro mujeres. Entre ellas una luchadora social, firme y contundente, una gran amiga de años, Nadia Vera. Ni ellas ni él merecían ser asesinados. No cuando Rubén se fue al DF buscando salvaguardar su vida de las amenazas que había recibido en el estado de Veracruz por parte del gobierno de Javier Duarte. No, cuando dio aviso a todos los medios que estuvieron a su alcance para advertir a las autoridades federales y capitalinas acerca del riesgo en el que se encontraba. Él pensó que esos gritos de auxilio lo salvarían y sin embargo no fue cobijado por el estado. No es justo que gente inocente muera. Por Rubén Espinosa. Por Nadia Vera. Por Yesenia Quiroz. Por Olivia Alejandra. Por Mile Virginia Martín. Por los periodistas asesinados en Veracruz. Por las víctimas de la violencia y la impunidad que reina en Veracruz. JUSTICIA.