El proyecto reflexiona sobre el papel que juega la arquitectura en la violencia estructural e institucionalizada del capitalismo, donde la lucha de clases se expande hasta la esfera espacial y es regulada únicamente a partir de criterios de rentabilidad económica dejando a un lado criterios sociales y políticos, y creando un vacío en el debate que acaba con los intereses privados ganando terreno y configurando lo que entendemos por ciudad.
A través de este contexto se moverá el proyecto buscando hechos, patrones, mecanismos económicos, sociales y políticos para crear un nuevo debate redefinido que integre la cuestión del valor.
El proyecto está formado por 4 partes que siguen un hilo continuo y que indagan a través de una visión marxista de la arquitectura en el proceso de producción de ciudad como si de una mercancía se tratará para poder entender de que manera ésta se utiliza para especular y desarrollar ciclos de reproducción y acumulación de capital dentro de la urbe.