Tito Kuramotto

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Calle Independencia y Plaza Manzana Uno Santa Cruz de la Sierra – Bolivia Telf. (591-3) 339-5792 / Cel. 760-03552 contacto@manzanauno.org.bo Facebook: Manzana 1 www.manzanauno.org.bo Edición: Manzana 1 Espacio de Arte, noviembre 2018 Concepto gráfico: Ejti Stih Fotografías: Antonio Dávila U., archivo de Tito Kuramotto Corrección de textos: Leyla Anas Diseño y diagramación: Juan Carlos Poma Manzana 1 Espacio de Arte agradece a los coleccionista que, gentilmente, cedieron cuadros de su propiedad para integrar este catálogo: Carmen Gamarra (Tunchy) Familia Romero Pinto Marcela Urenda Tania Fernández B.


TITO KURAMOTTO

Exposiciรณn del 6 de noviembre al 9 de diciembre de 2018 Santa Cruz de la Sierra - Bolivia



Tito Kuramotto pinta como le da la gana. Él no cree en los complacientes halagos y aplausos. Su camino como pintor lo traza lejos de los gustos del público y clientes, lejos de la tentación de vender, de la moda, de las tendencias artísticas o dictámenes del momento. Tito busca la libertad. Y la libertad es lo máximo a lo que podemos aspirar los humanos. Es el valor supremo. La libertad de Kuramotto está en sus enormes formatos, en su enamoramiento con el paisaje tropical, en los lascivos árboles femeninos, en la luz del atardecer… Conociendo su estilo anterior, por llamarlo así, renacimiento tropical, el deseo de representar el mundo lo más realista posible y comparándolo con estos audaces gestos de pintura, nos damos cuenta de que hubo una larga búsqueda hacia esa libertad, hacia la esencia de la pintura. Kuramotto no es creyente, pero encuentra la paz y las respuestas en este paisaje nuestro, sea en el color del atardecer o en la aspera textura de la corteza de un árbol. Para ser tan consecuente como Kuramotto hay que ser terco. Y Tito es terco, pero es también inmensamente generoso como maestro y como persona. Y es un testigo del tiempo con sus obras. Kuramotto es como un gran árbol. El resiste al viento y nos cobija en su admirable sombra del pintor que no se rinde nunca. Ejti Stih

Pintora Directora voluntaria de Manzana 1 Espacio de Arte


MANIFIESTO CAMALEÓNICO

Justificando el motivo de estas líneas Imitando los movimientos vanguardistas de comienzos del siglo XX quiero lanzar un “manifiesto”, afirmación, lista de principios o como quiera llamarse. Quiero explicar primero el nombre que elegí para titular este reclamo: “Camaleónico”. Un nobel e inexperto crítico concluyó que la mejor forma de hacerse un nombre como “Crítico de arte” era encontrar un artista y lanzarse contra él porque así demostraría su pericia como crítico en detrimento del nombre del artista, en este caso yo: Tito Kuramotto. Cabe explicar que mi recorrido artístico siempre ha sido un continuo cuestionamiento de mi trabajo, lo que me ha obligado a dar frecuentes golpes de timón a la orientación de mi obra, aún en detrimento de la pérdida de clientela que quería mantenerme en una misma y eterna línea. En este panorama nada más fácil, gráfico y explicativo para éste neo-crítico, que llamar a mi pintura: “Camaleónica”. Sin embargo, obviando la metonímia, el apodo tiene algo de verdad porque los conceptos, estilos y técnicas no son estáticos, sino que cabían según el contexto histórico cultural, igual que lo hace el color del saurio susodicho. Es por ello que he adoptado la diatriba como el apelativo de mis ideas.


Manifiesto camaleónico No es un pensamiento grupal como todos los manifiestos, es personal, y me gustaría que convenciera a mis colegas artistas (no conceptuales) para aceptar mis ideas, que son las de todos los artistas que han meditado sobre el tema y se han hecho las mismas preguntas y han sufrido las discriminaciones, sanciones, arbitrariedades, críticas y postergación por parte de críticos, curadores, directores de museos, autoridades culturales, bienales, becas, etc.

continuidad frente al mundo globalizado y cambiante que se les viene encima. Así pues, considerando que estamos en una era post-conceptual debemos de construir este concepto y colocarlo donde siempre ha estado, es decir, pensamiento expresado con palabras y no palabras expresadas con objetos. Dejando de lado este oscuro capítulo del arte contemporáneo, (en el sentido estricto del término), volvamos al “manifiesto” que no es otra cosa que la explicación y orientación de nuestro trabajo.

Yo invoco a la inteligencia y creatividad del arte

Yo invoco a la libertad.

Invoco a la inteligencia y creatividad en contraposición al llamado arte conceptual. Después de haber asistido durante 50 años al efecto deletéreo y pernicioso del llamado arte conceptual y de reconocer el efecto de éstas ideas que como un cáncer han destruido todos los valores anteriores a él, solo nos queda recoger los pedazos y tratar de reconstruir la idea del arte, tal como debe ser entendida en una sociedad emergente como la nuestra y no con las ideas filosóficas de una sociedad decadente, existencialista y nihilista, hastiada de sí misma y refugiada en sus espectros de supremacía racial, supremacía económica, alta tecnología: elementos de frágil

A la libertad que tenemos los artistas de realizar nuestras obras como nos venga en gana, sin respetar reglas de conducta, reglas de mercadeo, reglas preconcebidas de crítica de arte, sin encasillarse en estilos, ni la ortodoxia de las técnicas, pero manteniendo las artes plásticas dentro de la plástica y el empirismo. Es decir que el artista, si lo desea, puede tener un estilo y apoyase en él durante el tiempo que desee, pero si él quiere cambiar a otro estilo diferente debería tener la libertad de hacerlo cuantas veces quiera. Y no debería ser el mercado el que decida el estilo de tal o cuál artista, porque el precio de


una obra no se debería definir por la firma y nombre, sino por la calidad de la obra en sí misma, que enaltece el nombre del autor como sucede con toda obra manual artesanal. Esta igualdad debe hacerse presente a la hora de adjudicar espacios de exposición en los museos y galerías oficiales. Soy consciente de que el arte, como todo artículo, es susceptible de comprarse y venderse y debe tener un precio que lo define la oferta y la demanda; contra lo que no estamos de acuerdo los artistas es contra la especulación millonaria que se da en los grandes mercados internacionales donde la obra de arte solo es una posesión financiera de intercambio. Yo invoco a la eternidad del arte. ¿Que el arte debe ser efímero y perecedero? ¿y eso por qué? Porque el existencialismo dice que el hombre es efímero y perecedero… ¡Luego todo debe perecer…! Actitud egoísta típica del hombre sin ideales, del hombre mediocre, del decadente occidental ¿a quién le interesa la angustia y el temor a la muerte del existencialista? El arte es un diálogo con la eternidad, por tanto, sus obras deben aspirar a la eternidad, por tanto, declaro que el arte debe ser eterno y atesorarse

como lo más valioso de la producción humana manual, dado que al final de los tiempos la empiria artística será la única manualidad que sobreviva a la automatización. Que el arte será destruido por la producción en serie…! Han olvidado que Walter Benjamín (el filósofo que consideran que sentó las bases del arte conceptual) reconoció que el arte ,ya desde antes, había sufrido la influencia de la reproducción en serie, primero con la xilografía, luego la calcografía, la litografía, la fotografía y, yo añadiría, el aparato saca puntos de la escultura, el vaciado múltiple, la serigrafía, el offset, la copiadora 3D y otros, sin contar el teatro que es una reproducción múltiple de una obra. Y los libros? El arte sigue incólume a los efectos de la producción en serie. Es como pretender que unas hojas no identifiquen a un árbol. Claro que de lo que están en contra es de la obra plástica, que requiere un trabajo de elucubración mental, de organización de elementos, de clasificación de colores, tonalidades, elección de estilo, de temáticas y técnicas hasta llegar con una técnica elaborada a realizar una obra de arte que, además, tiene un aura “un no sé qué” que la hace bella y única y que tal vez algún día sea posible reproducirla en sus mínimos detalles, igual seguirá siendo una obra única con múltiples copias.


Yo invoco la diversidad de elementos. La diversidad que constituye una obra de arte. Que debe ser realizada de acuerdo a lo que se quiere representar. Si se trata de jugar con el colorido se debería seguir las directrices del arte abstracto. Pero si quiero retratar a mi nieta entonces el ideal es una pintura realista. Si se quiere expresar sueños o ideas metafísicas pues nada mejor que partir del surrealismo. Te sorprende el misterio de la naturaleza, el naturalismo ya lo ha intentado, el lenguaje íntimo de un objeto: entonces hay que pintar un bodegón, expresar tus ideas en un cuadro, el expresionismo te ayudará a comenzar y el fauvismo las estilizaciones, etc. Hablo de todos estos estilos, no para que los vayas a imitar, sino para indicarte la gran diversidad de caminos que ya se han tomado y de los que aún falta por descubrir, porque el arte es, ante todo, creación y novedad. Reafirmo la idea de que el artista es libre de escoger cada vez en qué estilo debe hacer realidad su idea y así cambiar cuantas veces sea conveniente hacerlo. Yo invoco la igualdad de los artistas. Tanto aquellos que han conseguido destacar en la creación y edificación de obras bien estructuradas y que son conocidas,

como aquellos que no han destacado por su corta experiencia, falta de estudios y de oportunidades, como aquellos que practican un estilo establecido y no les importa si su obra es original o no; la igualdad artística significa que los que practican cualquier técnica artística son artistas y se les debe tratar como tales. Esta igualdad debe hacerse presente a la hora de adjudicar espacios de exposición en las galerías y museos oficiales, de los privados no podemos referirnos porque ellos se rigen con las leyes del mercado. También es necesario remarcar que estoy en contra de todo movimiento que pretenda consagrarse como la única verdad y anatemice todos los demás estilos Yo invoco una sociedad abierta. Abierta y sin prejuicios, en la cual el arte sea valorado en su justa medida, no por su connotación política o por su parentesco con grupos de poder (como sucede hoy con el arte conceptual) o por su afinidad con críticos y curadores, sino con el valor de la calidad, de la belleza, de la excelencia artística. Tito Kuramotto Pintor Santa Cruz de la Sierra, 21 de diciembre de 2017


AUTORRETRATO • Óleo sobre madera • 72.5 x 91.5 cm • 2017


TERESA • Óleo sobre madera • 73 x 92 cm • 2016


REFLEXIONES DE UN PROFESOR DE ARTE A SUS ESTUDIANTES

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La escuela de arte no produce genios. La función de la escuela de arte es dar al estudiante las herramientas necesarias para producir arte. El arte es un trabajo que se perfecciona toda la vida. El perfeccionamiento artístico requiere largas horas de práctica y una honda meditación. Aristóteles: El arte es un proceso de creación razonada. El arte es un espejo de nuestro me dio ambiente: Observad la época actual y veréis el arte actual. • El lenguaje del arte se expresa en líneas, espacios, formas, color, texturas, luces, sombras y en último término: temática. • Las artes no deben basarse en ideas literarias (conceptos) que no pueden expresarse plásticamente. • Estos elementos literarios han invadido las artes plásticas introducidos por el llamado arte conceptual. • El arte conceptual es mal llamado “arte contemporáneo”, como si todo el arte que se hace hoy no fuese también contemporáneo. • El “estilo conceptual” (como debería llamarse) proclama que


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una obra de arte no necesita un soporte técnico; saber pintar, dibujar, saber esculpir; solo debe ser realizada por un “artista”. Joseph Beuys, el patriarca del conceptualismo (Suena a religión), dijo: Democraticemos el arte, que todos seamos artistas. De esta manera cualquiera puede poner una escoba y unos calzoncillos colgados y decir: “Yo soy artista y digo que esto es arte” (instalación). Otro se disfrazará de preservativo y saltará pregonando su “Impermeabilidad” (performance). Un tercero grabará a un albañil levantando una pared, dará luces intermitentes, moverá la cámara al azar, pondrá sonidos incoherentes… (video arte). Entonces ¿para qué seguimos enseñando dibujo, pintura, escultura, cerámica, grabado, puesto que son técnicas “obsoletas” en el “arte contemporáneo”? Entonces, si cualquier hijo de vecino puede ser artista ¿bajo qué argumento se creó la materia “Instalaciones” en la carrera de Arte de la UAGRM?.

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Los “artistas” actuales serán reemplazados, sus obras serán olvidadas por su intrascendencia, falta de técnica y estética. Estos “conceptuales” nunca podrán transmitir elementos estéticos que hacen de una obra de arte algo excepcional y único. Ni siquiera logran comunicar lo que tratan de expresar (tienen que poner al lado de la obra una cédula explicativa). En estas fechas se cumplen cien años del exabrupto de Marcel Duchamp con su mingitorio. Demos vuelta a la página de la historia y, avergonzados, disculpémonos ante los futuros artistas por este tropiezo. Aquellos que quieran hacer “arte conceptual” ¡que lo hagan¡, pero no lo llamen arte, por favor… No necesitan estudiar cuatro años en la carrera de Arte. Escuchen a Beuys: ¡Todos somos artistas¡ Dejen el lugar para los que no son artistas y quieren serlo. Los invito a irse… Tito Kuramotto

Pintor


SEMBLANZA DE UN HOMBRE CONSECUENTE

A tres años de tocar el portal de los 80 de edad y con más de seis décadas de trayectoria profesional, la libertad creativa que asume es lo que hoy provoca mayor satisfacción al artista Tito Kuramotto Medina. Este personaje cruceño del arte, que marcó época con su realismo, que luego giró e indagó en las formas expresionistas y cubistas y que mezcló estilos sumergido en búsquedas personales, ahora admite que no quiere sujetarse a nada establecido sino hacer lo que le gusta sin pensar si es anticuado, moderno o si ya se ha hecho o no. “Estoy en un nivel en el que no me importa lo que digan los críticos, si se vende o no se vende mi trabajo, tampoco me importa botar dinero porque cada cuadro es un gasto”, afirma. Él siente que lo fundamental como autor es gozar de su oficio y de su producción. Además de sus cientos de cuadros pintados a lo largo de su vida, de sus acciones como gestor cultural fundador del Taller de Artes Visuales de Santa Cruz de la Sierra, de su vocación de maestro y de su voz reflexiva y crítica como pensador, su mayor legado ejemplificador para la sociedad es su honestidad, además de unas 200 pinturas que tiene, y las que vendrán, que son herencia para sus cuatro hijas. Primero el dibujo Kuramotto también es un pionero del arte en Santa Cruz. Llegó a él impulsado por la atracción que sentía hacia la historieta. En 1955 su prioridad no era pintar cuadros, sino ser


dibujante. Hizo cursos por correspondencia y sus ídolos eran Alex Raymond, el famoso autor de Flash Gordon y Hugo Pratt creador del Sargento Kirk, que más tarde fue su profesor y corrector de sus dibujos en Buenos Aires. Paralelamente daba pasos en la pintura. Preparaba sus lienzos y con caballete salía a pintar al Arenal y al Tao. Hasta entonces del único que se sabía que pintaba era de Armando Jordán. En 1958 coincidieron en una exposición, en el Club Social de Santa Cruz, probablemente la primera del siglo XX. Participaron Jordán, Jorge Rozsa, Herminio Pedraza y Tito Kuramotto. “Ahí conocí a Herminio. Su pintura entonces era surrealista. Me asombró porque pintaba grande. Sus cuadros eran de dos metros, los míos eran de un cuarto de metro cuadrado”, recuerda. A nadie, en su entorno familiar, le parecía buena idea que se dedique a pintar. Todos creían que se trataba de un pasatiempo. “Pensaban que al final me iba a enderezar -dice con una sonrisa- y a tomar una profesión como mis hermanos”. Entre ellos había un médico, un militar, una bioquímica, una odontóloga y una secretaria ejecutiva. Finalmente, cuando en 1960 le tocó la etapa universitaria, se fue a La Paz para formarse en Arquitectura. Estuvo un año y medio. Cuando murió su padre regresó para acompañar las exequias y no volvió. “Me sentí desligado de compromisos, tanto que me fui de fotógrafo. Compré una cámara, una copiadora y fui a la chiquitania, sobre todo a San Ignacio de Velasco. Estuve parte de 1960 y en 1961 volví al festejo del cuarto centenario de

fundación de Santa Cruz. Encontré un teléfono en la casa. El 1961 llegó la telefonía a Santa Cruz. Abrieron el primer anillo. Me dijeron que había una escultura en la ciudad, era el Cristo Redentor. La avenida Mons. Rivero estaba recién abierta, no había casas, todo era campo. Yo tenía 20 años”. Jorge Rozsa Pasados los festejos Kuramotto identificó que el arquitecto húngaro Jorge Rozsa Obermayer era profesor en la Escuela de Bellas Artes. “Fui y vi cómo él cambió la escuela: tiró las estampitas y tonterías que copiábamos antes, puso modelos desnudos, mandó a hacer caballetes grandes con tableros, nada de dibujitos tamaño carnet, dibujábamos con carboncillo grueso. Como conocedor de historia del arte nos daba conferencias. Él fue nuestra epifania, nos abrió la mente a mí, a Marcelo Callaú, Herminio Pedraza, Olga Rivera, Heberth Roman, Carmen Villazón, José Peña...” Basado en esas memorias Tito Kuramotto opina que Jorge Rosza merece ser reconocido entre las personas que más colaboraron a la cultura en Santa Cruz, ya que no solo trabajó con la Escuela de Bellas Artes, de donde catapultó a figuras de la pintura cruceña, sino también aportó al Teatro Experimental Universitario. Escribió libros y obras de teatro que puso en escena y resultaron ganadoras en festivales de Sucre y La Paz. Sin la influencia de Jorge Rózsa, Kuramotto cree que aho-


ra estaría haciendo pergaminos. Rozsa también convenció al padre de Marcelo Callaú y a Ramón Darío Gutiérrez para que, con una beca, lo envíen a Europa, lo cual sucedió. La Escuela de Arte Entre 1969 y 1971, cuando hubo el golpe de estado de Hugo Banzer, Jorge Rozsa creó la Escuela de Artes Plásticas con la participación de Kuramotto y el escultor Jorge Chuquimia. En dos aulas y con 20 estudiantes se hacían cosas interesantes. “¡Es uno de mis mejores recuerdos!”, exclama el pintor. Tras el golpe, los paramilitares destruyeron 12 esculturas de tamaño natural hechas en yeso y recién vaciadas, una colección de diapositivas y una proyectora. “Tuvimos que escapar porque, además, esa escuela era un nido de subversivos. En esa época el que no era comunista o por lo menos socialista era un pobre tipo. Cosa que, dicho sea de paso, yo ahora detesto”, confiesa Kuramotto. Poco después obtuvo la beca que lo llevó a Francia. Buenos Aires y París La experiencia de formación de Kuramotto fuera de Bolivia lo nutrió de lo que acontecía en el ámbito internacional. Tuvo maestros de jerarquía, los de Buenos Aires mandaban tiras de historietas a Nueva York y a París. Después de la capital argentina, a partir de 1972 Kuramotto estuvo en París. Fueron dos años en los que, como ganador de una beca de la Fundación Patiño y motivado por hallar una alternativa nueva para él, pudo ser parte del Atelier 17 del

londinense Stanley William Hayter, famoso grabador y pintor abstracto. Con él aprendió la técnica Hayter, de su invención, para grabar con una plancha que tenía diferentes relieves y rodillos -uno duro y otro blando- en base a la viscosidad del aceite para lograr la separación de los colores. Un beneficio más de su estadía en París fue su acercamiento a los museos, como el Louvre y otros a los que iba jornadas íntegras. Allá también se reencontró con el escultor Marcelo Callaú, que se había ido en 1968, justo al Mayo Francés. Entre sus conversaciones estaba siempre presente el plan de hacer algo en Santa Cruz que supla la ausencia de las cerradas escuelas de Bellas Artes y Escuela de Artes Plásticas, Taller de Artes Visuales Cuando Kuramotto volvió a su tierra en diciembre de 1973 se propuso dictar un taller. Para eso pidió prestado un ambiente del colegio Josefina Goytia hasta que tramitó la concesión de las dos mismas salas de la ex Escuela de Bellas Artes, en el edificio de la calle Seoane. Ahí fundó el Taller de Artes Visuales, en enero de 1974. En septiembre de ese año volvió Marcelo Callaú y se incorporó. En enero de 1975 llegó Herminio Pedraza, que anduvo en México y también se unió, con Olga Rivera. Fue entonces que se produjo la fundación oficial. La obra se hizo a pulmón, con aportes de todos. Sin embargo, en la gestión de Guy Coutand como director de la Casa de la Cultura se consiguió del Comité de obras públicas el local del segundo anillo donde funciona hasta hoy. “Ahora


tenemos un horno de cerámica, un horno a leña, prensa de grabado, prensa de xilografía, mesas y caballetes. Es la única escuela de arte vigente”, dice Tito Kuramotto. Escenógrafo en el TEU El TEU, Teatro Experimental Universitario, es otro espacio en el que Kuramotto plasmó su ingenio, cuando era dirigido por Jorge Rozsa y Humberto Parada Caro. Hizo 11 escenografías en formas tridimencionales, con el uso de pintura, pero sobre todo uso de luces y telones. Creativo del Carnaval A Tito Kuramotto le atrajo desde siempre el diseño y creación de carrozas de Carnaval por ser un trabajo artísticos grande. Casi siempre sus carros tenían atrás una gran pintura para crear un ambiente, aunque tambien utilizó elementos escultóricos con personajes y/o animales. “Era como una escenografía teatral”. Hace cinco años que dejó de hacer alegorías por la exigencia física de esta labor. Amigos Marcelo Callaú (+) y Herminio Pedraza (+) fueron sus grandes amigos. Lo dejaron y los recuerda como los amigos constantes que mantuvo en el transcurrir del tiempo y la distancia. Se veían casi cada fin de semana. Compartían una comida, vinos y charlas interminables. El tema recurrente, el arte. A

veces Kuramotto era el anfitrión en su casa próxima a la Av. Mutualista. Otras era Marcelo en su quinta del Km 9, donde se lucía como un gran cocinero. Otras iban a Buena Vista, La Guardia o El Puente, lugares de Herminio. Y esporádicamente aparecía el escultor Roy Prinz. “Se fueron, me dejaron solo y no pude engranar en ninguna otra parte. Es notable la diferencia generacional, la gente joven piensa totalmente de otra manera. Quise intentar unas dos o tres veces hasta que vi que era mejor vivir solo”. Patear la escalera A Tito Kuramotto lo cobija su taller de techo alto, repleto de cuadros y con música clásica de fondo, en la casa familiar que construyó en el auge de las ventas de sus pinturas cuando su realismo fidelizó coleccionistas que demandaban su trabajo. Ahí pasa la mayor parte del tiempo cuando no está en la universidad donde es docente en la carrera de Arte. “Lo que pasa es que uno está haciendo algo y se acobarda. Uno busca otra cosa. Es lo que me pasó. Fue como patear la escalera y quedarme colgado de la brocha. Desapareció mi clientela. Es que el gusto artístico incipiente va por el realismo. Nunca me he sujetado a eso. Incluso hice un manifiesto defendiendo mi trabajo”. Hoy pinta paisajes, los toborochis son una constante en su obra reciente. “Estoy volviendo a lo que empecé a los 15 años. Lo que más me gusta es la naturaleza”. Leyla Anas


BÁRBARO • Óleo sobre tela • 0.67 X 0.87 m • 1965


DOS MUJERES CON CÁNTARO • Óleo sobre tela • 0.59 X 0.75 m • 1966


LA BOMBA H • Grabado en metal • 37 x 48.6 m • 1973


ARQUEOLOGÍA DEL SIGLO XXX • Grabado en metal • 48.5 x 39.7 m • 1972


SARA • Óleo sobre madera • 1.22 x 1.22 m • 1981


BEATRIZ CON HAMACA • Óleo sobre madera • 1.97 x 1.20 m • 1982


RETRATO DE LA SEÑORA ANITA SUÁREZ DE LEYGUE • Óleo sobre tela • 1.30 x 0.99 m • 1989


MADRUGANDO A MISA • Óleo sobre tela • 1.30 x 1.00 m • 1986


PALMERA ENANA • Óleo sobre tela • 1.30 x 1.60 m • 2001


MANGOS • Óleo sobre tela • 1.50 x 1.50 m • 2001


EL ÁRBOL DE LA FE • Óleo sobre tela • 2.00 x 1.50 m • 2002


EL ÁRBOL DE LA NOCHE • Óleo sobre tela • 2.00 x 1.50 m • 2002


EL ÁRBOL DEL BIEN Y DEL MAL • Óleo sobre tela • 1.50 x 1.50 m • 2002


LUJURIA • Óleo sobre tela • 2.00 x 1.50 m • 2005


VIAJES ESPACIALES • Óleo sobre tela • 1 x 1 m • 2005


LA ENVIDIA Y LA AMBICIÓN SON ROJAS • Óleo sobre tela • 0.90 x 0.90 m • 2006


LAS ROCAS SAGRADAS • Óleo sobre tela • 2.00 x 1.24 m • 2007


HOMENAJE A ARQUÍMIDES • Óleo sobre tela • 1.50 x 1.50 m • 2007


LA BELLA EXISTENCIA • Óleo sobre tela • 2.42 x 1.50 m • 2008


EL SUEÑO DEL FOLCLORE • Óleo sobre tela • 3.72 X 2 m • 2007


LA BELLEZA EN LA MADUREZ • Óleo sobre tela • 1.00 x 1.50 m • 2009


LA RELIGIÓN Y DIOS • Óleo sobre tela • 1.20 x 1.50 m • 2009


LA HAMACA DE LA SIESTA • Óleo sobre tela • 2.00 x 1.50 m • 2010


DESNUDO No. 7 • Óleo sobre tela • 2.13 x 1.50 m • 2012


PAISAJE CON RÍO Y ROCAS • Óleo sobre tela • 1.95 x 1.45 m • 2013


PAISAJE CON TRONCO Y MATATOS • Óleo sobre tela • 1.95 x 1.45 m • 2013


ÁRBOLES EN DORADO Y GRIS • Óleo sobre tela • 1.04 x 1.85 m • 2014


PLATANAL • Óleo sobre tela • 1.04 x 1.84 m • 2014


PAISAJE AGRESTE • Óleo sobre tela • 1.86 x 1.03 m • 2014



TRONCO CON BEJUCO Y CIELO • Óleo sobre tela • 1.86 x 1.04 m • 2014



TOBOROCHI CURVO No. 4 • Óleo sobre tela • 1.04 x 1.87 m • 2014


TOBOROCHI Y SOL No. 5 • Óleo sobre tela • 0.92 x 1.87 m • 2014


TOBOROCHI FLORIDO No. 6 • Óleo sobre tela • 1.85 x 0.98 m • 2015



TOBOROCHI No. 1 • Óleo sobre tela • 0.92 x 1.68 m • 2015


COLUMPIO DE BEJUCO • Óleo sobre tela • 1.86 x 1.03 m • 2015


TOBOROCHI No. 10 • Óleo sobre madera prensada • 1.24 x 1.25 m • 2016


TOBOROCHI No. 11 • Óleo sobre madera prensada • 1.24 x 1.25 m • 2016


TOBOROCHI No. 8 • Óleo sobre tela • 1.95 x 1.45 m • 2016



PASCANA AMARILLA • Óleo sobre tela • 2.00 x 1.24 m • 2017



POTENTES RAYOS CREADORES • Óleo sobre tela • 2 x 1.24 m • 2017



LO BELLO MUERE • Óleo sobre tela • 2.44 x 1.50 m • 2017



hjghgghg • Óleo sobre tela • 2.10 x 1.32 m • 2017



TRONCO DE MOTACÚ CON HELECHOS • Óleo sobre tela • 2.10 x 1.32 m • 2018



BIOGRAFÍA TITO KURAMOTTO Tito Kuramotto Medina nació el 19 de julio de 1941, en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia. Es hijo de Yeysho Ricardo Kuramotto Tokunawa y de Luisa Medina Ribero. Estudió la primaria y secundaria en Santa Cruz de la Sierra. Comenzó como aficionado a la historieta. Dibujaba bocetos y escribía guiones sobre h-istorias de cowboys, detectives y ciencia ficción. A los 12 años, en una revista Selecciones, vio un artículo sobre Camille Corot, un paisajista del siglo XIX. Desde aquella vez buscó la forma de hacer del arte su forma de vida. Sus primeros estudios artísticos los realizó en la “Escuela Panamericana de Arte” de Buenos Aires, Argentina, donde estudió dibujo. En 1959 ingresó en la Facultad de Arquitectura de la Universidad Mayor San Andrés, La Paz. Abandonó en 1960, tras la muerte de su padre. Al inicio de los años 60 recorrió las provincias cruceñas con una cámara fotográfica con la que se ganó la vida por un tiempo. Fue uno de los primeros en exponer en la Casa de la Cultura. En 1961 inició sus estudios en la Escuela de Bellas Artes de Santa Cruz, en el Taller de Jorge Rozsa Obermayer, arquitecto, dramaturgo, pianista, autor de libros de críticas artísticas

y entusiasta profesor, que posteriormente creó la Escuela de Artes Plásticas e invitó a Kuramotto a dar clases con él y el maestro Jorge Chuquimia. En 1972 ganó, por concurso, una beca de la Fundación Patiño que le permitió una estadía de dos años en París. Allí se inscribió en el Atelier 17 y fue estudiante del maestro Stanley Willian Hayter, pintor y grabador de gran trayectoria artística, de quien aprendió el arte del grabado en metales o “calcografía” y la técnica Hayter. Ese mismo año contrajo matrimonio con Teresa Virginia Justiniano, con la cual tuvo cuatro hijas: Irene, Cecilia, Inés y Cristina. De regreso a Bolivia, en enero de 1974, fundó el Taller de Artes Visuales”, institución dedicada a la formación y promoción de estudiantes de Arte, artistas noveles, aficionados, amateurs y simpatizantes de las Artes Plásticas, además de cultivar ideas y técnicas antiguas, modernas y experimentales. Tito Kuramotto fue profesor de colegios secundarios públicos y privados en la materia de Dibujo, por 33 años. Desde 2005 es catedrático de pintura, grabado y restauración en la carrera de Arte de la Universidad Gabriel René Moreno.


Durante la década del 70 experimentó la actuación y fue escenógrafo y director asociado del Teatro Experimental Universitario (TEU), junto con el maestro Humberto Parada Caro. Desde 1964 y durante 48 años realizó numerosas alegorías en carrozas para el corso del Carnaval cruceño, tarea en la que fue ganador de premios. Realizó 33 exposiciones personales y participó en 95 colectivas. Su obra se exhibió en París (Francia), Cali (Colombia), así como en varias ciudades de Estados Unidos y de Bolivia. PREMIOS 1972. Primer premio. Concurso Nacional de Artistas Bolivianos. Premio estadía en París, Francia. 1977. Primer premio en Pintura. Primera Bienal de Arte en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia. 1979. Primer premio en Grabado. Segunda Bienal de Arte en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia. RECONOCIMIENTOS 1979. Premio al artista más destacado. Rotary Club de Santa Cruz de la Sierra, Bolivia.

1981. Pergamino de Honor. Rotary Club de Santa Cruz de la Sierra, Bolivia. 1981. Medalla de Oro al Mérito Artístico. Alcaldía Municipal de Santa Cruz de la Sierra, Bolivia. 1999. Distinción al Maestro. Cruz Roja Departamental Santa Cruz. 1999. Reconocimiento al Mérito Artístico. Club Social 24 de septiembre, Santa Cruz de la Sierra, Bolivia. 2000. Destacado Nikkei. Distinción del Centro Social Japonés de Santa Cruz de la Sierra, Bolivia. 2000. Medalla a la Honra y Mérito. Congreso Nacional de la ABAP, Santa Cruz de la Sierra, Bolivia. 2004. Homenaje al “Consagrado Artista Cruceño”. Universidad Gabriel René Moreno, Santa Cruz de la Sierra, Bolivia. 2004. Medalla de reconocimiento por su aporte al Arte y a la Cultura. Asociación de Artistas Plásticos ABAP. 2006. Reconocimiento al mérito y la labor artística del Gobierno Departamental de Santa Cruz de la Sierra. 2006. Reconocimiento al mérito. República de Bolivia. 2008. Distinción al Mérito. TVU de la UAGRM. 2010. Medalla del Bicentenario de Santa Cruz. 2014. Título Maestro de las Artes. Ministerio de Educación. 2015. Título de Maestro de las Artes. Estado plurinacional de Bolivia. 2016. Gran Cruz del Oriente. Sociedad de Estudios Geográficos e Históricos, Santa Cruz de la Sierra, Bolivia.




13 AÑOS DE ARTES VISUALES PARA SANTA CRUZ DE LA SIERRA Manzana 1 Espacio de Arte es una institución independiente que, como asociación civil sin fin de lucro, trabaja en la promoción de las Artes Visuales. Nació en septiembre de 2005, en el predio de la antigua Policía y cárcel de la Santa Cruz, fundada por los artistas Ejti Stih, actual directora voluntaria, Juan Bustillos y Valia Carvalho. Ellos buscaron fondos económicos para restaurar la planta baja del edificio que estuvo 13 años abandonado. Los obtuvieron del mecenazgo de empresas y personas que dieron dinero, material y trabajo como apoyo al proyecto. La galería se gestó para dar un espacio gratuito y abierto a quienes frecuentan las plazas 24 de Septiembre y Manzana Uno. Hoy es atracción artística y urbana para niños, jóvenes y adultos, con cinco salas para apreciar ex-

posiciones nacionales e internacionales de gran nivel y la muestra Arte en la plaza, en el espacio público. En sus 13 años de vida Manzana 1 es un punto cultural popular, lo demuestran sus 15.424 visitas, promedio mensual. Junto a su dirección, el equipo laboral tiene una gerencia, una administración, una coordinación y una asistencia (cobranza de aportes de Amigos benefactores y atención en fin de semana), personal remunerado con contratos municipales eventuales, que tienen la posibilidad de ser renovados cada año. Ellos gestionan exposiciones, actividades paralelas y la búsqueda permanentemente de fondos privados y públicos para sostener la galería. Manzana 1 siempre guarda la esperanza de que la vieja sede policíal, hoy espacio cultural para todos, pueda seguir fomentando el arte que en 13 años logró ser parte de lo cotidiano.


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