Raúl Lara
Inédito
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Era en una casa de Santa Cruz, en 1982, el año que llegué a Bolivia, cuando vi el primer cuadro de Raúl Lara. Me impactó muchísimo, lo sentí como un hermano en la pintura y me dio un tremendo deseo de conocerlo personalmente. Dos años después, Raúl me recibió en Sopocachi (La Paz), en el taller que compartía con su hermano Gustavo, también pintor. Del tocadiscos sonaba música de una banda tradicional boliviana, a todo volumen. Raúl movió todos los cuadros. Eran muchos los apoyados en las paredes, uno sobre otro, para mostrármelos. No voy a olvidar nunca esta visita. Yo era una “gringa” todavía desconocida como artista y él me abrió las puertas de su taller con toda confianza y simpatía. Charlar con el gran Raúl fue para mi la confirmación de que lo figurativo en la pintura vale la pena. Sus obras muestran los personajes y paisajes “típicos” bolivianos, pero de una manera única, mágica e intimista. Raúl, vos compartiste con tu ídolo Vincent y yo pude compartir contigo. Y no solo fue esa primera vez, la amistad y el respeto duró hasta que te fuiste con el viento. Ahora me toca presentar dibujos y acuarelas inéditas, sesenta obras de arte elegidas entre miles de su legado. Qué puedo decir? Que la vida de Raúl, dedicada al dibujo y la pintura con la convicción de que el artista no se debe corromper con las modas o el reconocimiento, sino que debe seguir buscando dentro de sí, nos queda como ejemplo de un hombre íntegro. Gracias queridos Lidia, Ernesto y Fidel por ser tan generosos y prestar estas obras a la Manzana 1 y a Santa Cruz. Raúl Lara, gran maestro del oficio y gran retratista del alma boliviana, gracias por mostrarnos que no es el folclore, sino el sentir profundo que nos hace bolivianos. EJTI STIH
Pintora Directora de Manzana 1 Espacio de Arte
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Lápiz, acuarelas, tintas, aguadas, acrílicos, micropuntas fueron las técnicas usadas para despertar a personajes y vivencias de su infancia con la tremenda imaginación que caracterizó a Raúl Lara y con la motivación y apoyo de su hermano mayor Gustavo Lara, pintor y escultor. A los 14 años, viviendo y estudiando en Buenos Aires, tuvo la influencia de los maestros Picasso, Van Gogh, Goya y Bacon, entre otros. Con esa vivencia y apego, surgieron sus obras y con ellas, su estilo propio. Al retornar a Jujuy, a sus 29 años, volvió la añoranza de su infancia, se sintió geográficamente más cerca de su país natal Bolivia y plasmó en sus dibujos recuerdos y apuntes (manuscritos) que enriquecieron su vida de artista, hasta el último día. Después de 25 años, cuando alcanzó los 39 de edad, volvió a Bolivia y quedó deslumbrado con la cultura y costumbres de los mercados, los prestes y el carnaval. Se produjo entonces un gran cambio en su temática y encendió su paleta de magentas, azules y violáceos. Cada espacio, personajes, niños, viejos, jóvenes, rubios, morenos, todos fueron motivo pictórico para sus obras soñadas, como es la serie que ilustró la novela del escritor chileno José Donoso, para Periolibros, proyecto del que participaron Fernando Botero, José Luis Cuevas, Roberto Matta, Antoni Tapies, entre otros. Estos estudios o divertimentos, como Raúl Lara solía llamarlos, fueron la gestación de sus obras maestras en el dibujo, bocetos que nacieron de forma espontánea y libre en la intimidad de su taller, que por primera se presentan en Santa Cruz de la Sierra. Él nunca pensó en mostrarlos, por eso la exposición en Manzana 1 Espacio de arte, desnuda inéditos y profundos sueños de Raúl. Lidia de Lara
Esposa de Raúl Lara Febrero 2017 5
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“Gran pintor del mestizaje boliviano”, así llamó el historiador Carlos Mesa al artista Raúl Lara 24
Nacido en el centro minero San José, de Oruro, el 17 de diciembre de 1940, Raúl Lara fue parte de una decena de hermanos, seis de ellos artistas (Gustavo, Walter, Roberto, Raúl, Jaime y Ramiro). Es considerado uno de los pintores más importantes del arte visual boliviano, de la segunda mitad del siglo XX. A los 11 años inició su aprendizaje de la pintura en el taller de Gustavo Lara, nueve años mayor que él. Cumplidos los 14, su familia migró a Argentina en busca de mejores oportunidades. En 1954, en Jujuy, expuso por primera. Gracias a esa muestra el poeta jujeño Domingo Zerpa, en calidad de tutor, lo invitó a estudiar en Buenos Aires, donde, entre otros contactos, le presentó al escritor Julio Cortázar. Ingresó al taller de Juan Carlos Castagnino y en 1955 siguiente al taller de Besares Soraire. En 1957 se integró a la Asociación Estímulo de Bellas Artes. En 1958 expuso por primera vez en Buenos Aires, en la galería del nuevo teatro independiente “Pedro Azquini”, ocasión en la que fue invitado a ser parte del Grupo Espartaco (1958-1968), un movimiento de artistas que promovieron el arte social en la década del 60 y rechazaron
el colonialismo cultural. Con ese colectivo hizo multiples exposiciones en territorio argentino. En 1960 ganó el Concurso de Becas del Fondo Nacional de la Artes para la escuela superior de Bellas Artes “Ernesto de la Cárcova”, donde se especializó en pintura mural al fresco con los maestros Carlos Aschero y el pintor boliviano Ponciano Cárdenas. Por su buen desempeño, la beca se prolongó hasta 1964. Más tarde se convirtió en profesor de este centro de estudios. En 1969 retornó a Jujuy junto a Walter, Gustavo, Roberto, Jaime y Ramiro Lara, con quienes compartió un taller e inauguró la primera galería privada de esa ciudad, “Chaua”. En 1970 expuso por primera vez en el Museo Nacional de Arte de La Paz. Raúl y Gustavo Lara regresaron a Bolivia en 1977. Instalaron un taller en Oruro. En 1979 Raúl Lara fue a residir a La Paz y expuso por primera vez en la galería EMUSA. Durante la década del 80 su trabajo se difundió en Uruguay, Venezuela, Chile, Ecuador, Argentina, Cuba, Brasil, Reino Unido, Japón, Colombia, México, Italia, Estados Unidos y Alemania, entre otros. 25
En 1996 trasladó su residencia a Cochabamba. En 2001, la obra de Lara sentó presencia en el Pabellón Latinoamericano de la 49a Bienal de Venecia (Italia). Raúl Lara es considerado también “maestro del realismo mágico”. Cultivó la pintura y el dibujo. Esta última faceta, intimista, se devela públicamente con énfasis luego de su muerte el 22 de agosto de 2011, en Cochabamba.
PREMIOS
1955. Mención honrosa del Salón Nacional de Estudiantes de Arte “Eva Perón”, por su óleo “Mesón de cocina”. 1961. Beca Fondo Nacional de Artes para pintores de provincias a Buenos Aires. 1964. Tercer premio Salón Municipal “Eduardo Sivori”. 1971. Primer premio Salón Provincial “Antonio Fernández Otero”. 1972. Primer premio Salón Provincial de Jujuy “Jorge A. Cnecco”. 26
1974. Primer premio XVIII Salón Nacional de Tucumán. 1974. Premio nacional para artistas argentinos, representando a la Provincia de Jujuy. 1974. Primer premio Adquisición en el XVIII Salón Nacional de Tucumán. 1974. Primer y segundo premio en el Premio VII Salón Rotativo de Artes del Noroeste Argentino. 1977. Primer premio, Segunda Bienal de Arte INBO. 1977. Primer premio Adquisición del XXV Salón Pedro Domingo Murillo, La Paz. 1977. Primer premio Salón Nacional de Cochabamba, Bolivia. 1981. Premio Dinners Club, en la IV Bienal de Dibujo y Grabado, Maldonado, Uruguay. 1983. Primer premio por unanimidad en el Concurso Internacional Iberoamericano de Pintura “Bicentenario del Nacimiento del Libertador Simón Bolívar”, Corpondes, Mérida, Venezuela. 1985. Premio de la Asociación de Críticos de Arte de Montevideo, Uruguay. 2001. Participó de la Cuadragésima Novena Bienal de Venecia, Italia. 2010. Premio Obra de una Vida – Salón Municipal de Artes Plásticas “Pedro Domingo Murillo”.
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Raúl Lara
Inédito Muestra homenaje Exposición del 9 de marzo al 23 de abril de 2017 Calle Independencia y Plaza Manzana Uno Santa Cruz de la Sierra – Bolivia Telf. (591-3) 339-5792 Cel. 760-03552 contacto@manzanauno.org.bo Facebook: Manzana 1 www.manzanauno.org.bo HORARIO DE ATENCIÓN Lunes a domingo 10:00 a 12:30 y 16:00 a 21:00 Ingreso gratuito