El mio Babieca y La deshonra del Cid
Dos cuentos infantiles preparados por los estudiantes de décimo grado e inspirados en “El cantar del mio Cid”.
Las imágenes son todas extraídas de Internet. Ambos cuentos son de la autoría de los estudiantes, inspirados en “El cantar del mio Cid” Este es un proyecto especial de la clase de Español 10 / 2014 y no tiene fines de lucro alguno.
Cadรกver exquisito
El mio Babieca autores: 1002
Cuento infantil
Un buen día a Babieca le pareció que él luchaba igual de fuerte que el Cid, y sin embargo no era igual de reconocido. Por ese motivo, decidió secuestrar a Tizona y a Colada. De esta manera el Campeador no podría luchar más.
El que en buena hora ciñó espada pasó toda la mañana y toda la tarde buscando sus dos consentidas espadas. También se dio cuenta que su caballo no estaba.
El Cid recorrió desesperado todo Valencia, hasta que dio con un rastro de herraduras muy familiares en el terreno; rastro que lo llevó hasta una cueva. El corcel alcanzó a ver a su amo antes de que este llegara, y por eso decidió huir a toda prisa. Ruy Díaz le gritó que no huyera, que todo estaría bien, y Babieca optó por creerle, ya que sabía que este era un humano de honra.
¡Detente, por favor!
Babieca tuvo que confesar que había echado las espadas a un pozo profundo. Al poco tiempo de estar consolando a su caballo, aún Rodrigo Díaz de Vivar no podía comprender la acción de Babieca ni el porqué se había convertido en enemigo de él. No podía olvidar todas las hazañas y la gloria vivida con este, pues era un corcel muy querido.
El Cid le pide que no se preocupe tanto por las espadas, pues él, como quiera, tenía en mente regalárselas a sus futuros yernos, los Infantes de Carrión, cuando estos se casaran con sus dos hijas: doña Elvira y doña Sol. Mientras caminaban de regreso a Valencia, el Cid le explicó a su rocín que él prefería tenerlo a él a su lado. En ese momento se dieron cuenta que la ciudad estaba bajo ataque. El Cid y Babieca fueron juntos a pelear.
Después de horas y horas de estar luchando, ganaron -como era costumbre para el Campeador y Babieca-. Gozaron de un gran festín para celebrar la gran victoria y perdonaron todos sus errores. Así duró esta gran amistad por el resto de sus gloriosos días.
Autores BOSCHETTI MUテ選Z, JUAN CINTRON GARCIA, LAURA LOPEZ LOPEZ, GABRIELA MALDONADO SPUCCHES, SEBASTIAN MARTINEZ BONILLA, MARIALEJANDR MASSI RODRIGUEZ, MELISHA QUIテ前NES VICENTY, ANDREA RODRIGUEZ SANCHEZ, CARLOS SANCHEZ GONZALEZ, PAULINA SHERRILL OQUENDO, GABRIEL TORRELLAS DEL VALLE, LUIS
Cadรกver exquisito
La deshonra del Cid autores: 1001
Cuento infantil
Tizona y Colada eran dos espadas que se querían como hermanas desde que Rodrigo las había adoptado. Un día, Babieca pensó en lo que pasaría si ataban los dos floretes juntos para provocar una pelea. El corcel llamó a ese evento “El plan Tilada”. Al Cid le llegaron estos rumores gracias a su fiel amigo, Minaya. Como pensó que era una idea muy tonta y poco justa, sabiamente decidió reprender al caballo y dejarlo sin comida por varios días.
Después de una semana sin alimentos, decidieron levantarle el castigo a Babieca, pero como él estaba tan rabioso, prefirió usar la fuerza que le quedaba para escapar. Todo el mundo quedó boquiabierto y sin saber qué hacer. Aunque mandaron a más de 40,000 caballeros a encontrarlo, no lograban dar nunca con su paradero.
Los adversarios moros del Cid festejaron grandemente, pues sin Babieca, Rodrigo ya no quería ir al campo de batalla. El que en buena hora nació enfermó gravemente ante tanta afrenta y tristeza. A los dos meses murió. Cuando el rocín se enteró de semejante desventura, sintió temor de que lo desterraran y decidió huir a tierra de los moros para ver si encontraba un nuevo amo.
En el camino se encontró a Tizona y a Colada, quienes iban a rendir su pésame a doña Jimena, a doña Elvira y a doña Sol. Las espadas y el caballo comentaron y se lamentaron de lo sucedido, así que decidieron formar un frente de batalla, pues nadie como ellos para conocer y dominar las estrategias de guerra del Campeador. El fin era conquistar la Península completa en honor a su señor.
Autores
CABRER VIEJO, AGUSTIN CEDEテ前 RODRIGUEZ, FRANCIS DIAZ CRUZ, GLORIBELLE DIAZ VELAZQUEZ, PATRICIA FENG CHANG, ALEXANDER GONZALEZ ORTIZ, ALEXANDRA HENRY PEREZ, ALLISON MENDEZ SOTO, KARINA PEREZ PURCELL, GABRIELLA REYES FIGUEROA, ALEJANDRO
RIVERA COSME, ANA RIVERA RIVERA, IRVING SIERRA GONZALEZ, ADRIANA SOTO DIAZ, GABRIELA VELAZQUEZ CARRION, ALONDRA WAWRIW SANCHEZ, TATIANA
Rodrigo Díaz de Vivar fue un gran héroe de la reconquista española. El poema épico-lírico “El cantar del mio Cid” es la primera obra de nuestra literatura española y está inspirado en algunas de sus grandes hazañas.