Poesía para Celíacos

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Mariela Betania Pacin

PoesĂ­a para celĂ­acos


MARIELA BETANIA PACIN POESÍA PARA CELÍACOS 2011 CONTACTO CON LA AUTORA marielabetania@hotmail.com http://gabinetesespaciales.blogspot.com/


Textos especialmente seleccionados para gente intolerante a la gliadina.



Aprender a vivir sin vos Como quiĂŠn despuĂŠs del diagnostico Aprende a comer sin harina.



uno. No desnudes tan pronto lo que escondo no me cortes el pecho y me esparzas sobre la mesa no me dejes en carne viva bajo esta luz tan blanca no me leas, por favor no me leas, no quiebres el misterio no me leas que asĂ­ sin leerme


lo que escribo es mejor que lo que escribo

no me leas, por favor no me leas no me arranques tan pronto el disfraz no me dejes desnuda en este invierno no me leas, por favor no me leas, pero por sobre todo nunca me hagas caso del todo a lo que digo, arrancame a la fuerza este cuaderno y terminemos de decirnos las cosas que siempre nos decimos a medias.



due.


ser cada

m

vez

รกs

grand

e


para

verte

cada vez

mรกs chiquito.


tre. Que importa si los demás no entienden que importa si estás del otro lado del mundo a esta hora y desayunes mientras yo cene que importa que digan que en verdad no sé quién sos si a mi tu palabra me basta para arrancar el día para arrancarme de las sábanas y decirme que debo ponerle garra a lo que surge en mi que debo confiar en mis impulsos combatir todo lo que en mi quiera morir y nacer de nuevo hecha tallo;


echar pronto raíces en todos los países no ser de ningún lado ser viento en este invierno ser el puño izquierdo levantado. Vos miras el techo de algún cuarto yo imagino tus paredes y derrumbo mentalmente todo lo que no es más que decorado. Algo desde las entrañas se revoluciona en mi este sur anclado en la frente veo mundo en los surcos de tu rostro iluminado.



quattro. ¿Cómo le explico a la señora con changuito que en la fila del supermercado se horroriza pensando en la juventud “de hoy en día”? (Es verdad. Estoy perdida a veces. ¿No será que busco la manera de no ser una futura señora con changuito?) ¿Cómo le explico al colectivero que dice “a ver un pasito más que sino no cierra la puerta y no arrancamos eh”? ¿Cómo le explico al chico que revuelve mi basura?


¿Cómo le explico al padre de familia tipo? ¿Cómo le cambio su rutina de cuarenta años? Cómo le explico. Que hay más cosas EN EL MUNDO. ¿Cómo le explico al que cree que el mundo es lo que muestran por tv? Cómo le digo que hay otros modos de pensar. Que su moral es PROTOTIPO, un chip que le instalo la sociedad. Que su soledad es la de todos, su angustia la misma que la del vecino al que putea a la noche por la música fuerte. Ni él, ni el vecino pueden dormir, así que prefieren pasar la noche discutiendo en las escaleras.



cinque. Corrías como un loco la ciudad robábamos patentes y envolvíamos todo con celofán supe de tus caprichos antes que se hiciera el día, pero me equivoqué, el día ya estaba hecho allá a lo lejos soy yo, siempre a destiempo soy yo, que tardo en despertar.


A veces presagio abismos y despuĂŠs solo camino sin mirar y el suelo se va armando a nuestra medida a la medida de el tiempo que no se fija en nosotros, que no le importa donde nos escondemos cuando la luz nos deja menos lugares ocultos.


sei.

Estoy enamorada, Lo decidĂ­ mientras roncabas


Ahora no sĂŠ que hacer con mi amor.



sette. Hace mucho que no escribo hace mucho que no escribo (te) Tengo miedo de escribirte tengo miedo del regocijo de tenerte entre mis letras de acunarte entre los puntos y las comas tengo miedo del vicio aquel de respirarte a la distancia agrandar tu imagen y que seas pronto mĂĄs grande que yo y yo tan pequeĂąa como el punto este.



otto. Le tengo miedo a julio que se acerca con su aire frĂ­o y cara siniestra le tengo miedo al aire de julio y sus posteriores despedidas las lloro de antemano para ir ganando tiempo lloro tu rostro que se esfuma que pronto serĂĄn solo fotos y recuerdos le temo a julio que me besa la espalda y me da escalofrĂ­os no quiero, de nuevo, este dolor, este hielo este invierno que emerge y estar sola cuando todo florece no quiero, otro septiembre sin vos.


nove. Lo tengo entre dientes algo no anda bien, decido mientras veo el parabrisas que va y viene las gotas que vuelven a caer. EsporĂĄdicamente me pasa esto de hallarme en el lugar equivocado acertadamente, las pausas van y vienen le pongo play y arranco de nuevo. Algo perturba la danza de lluvia todo es muy poco trascendente le reprocho a los dĂ­as y me enojo severamente con mis pasos suicido mis certezas en el barro, me estĂĄn almidonando les digo mojando mis pies, ensuciando los zapatos,


pisoteando lo que aflora de las horas vacías, me saco pronto el polvo de todos los tapados viejos. El colectivero me mira por el espejo mascullando presagios fatales segundos antes de que otro bondi nos impacte por la izquierda y salgamos disparados al espacio exterior. Desde acá, queridos comensales, todo es niebla, aromas y colores, un coma de diez años, una radio que emiten en otro planeta deja sus señales en mi cabeza.



dieci. Me siento en las rodillas de un extraĂąo, padre, amante, hermano, amigo, me gusta cuando el rol aĂşn esta indefinido y estamos a tiempo de serlo todo aunque la ansiedad me carcoma las piernas y como abejas que zumban en mis oĂ­dos las no certezas me advierten que puedo ahogarme si no piso tierra firme, pero como explicarles que se ven hermosos desde altamar los amaneceres la marea confunde los sentidos padre, amante, hermano, amigo, no pido tanto, no quiero anillo, dejame que me quede en tus rodillas hasta que encuentre un nuevo viaje.



undici.

El invierno camina solo los gentĂ­os se dispersan la calle gruĂąe su asfalto porque los pies no la besan.


dodici. Es todo muy melodramático me digo mientras releo afuera los astros hacen de las suyas los planetas se emborrachan y cambian todos los horóscopos. Yo espero las 12 para darte un beso en la frente y mientras paseo en mi cabeza afuera la ciudad se mueve. A veces, la poesía que más me gusta es la suya, la de él, que nunca escribe.



tredici. Estrepitoso modo de mover los pies tenía. La dama iba y venía, llevaba flores en su vientre. Los tacones hacían ruido, los cabellos batían duelo con el aire. Es un juego, una danza con palabras, darte el golpe certero, un torero con melena larga y vestido al cuerpo. Su daga no mata ni hiere, sólo cosquillea en el pecho, roba unos instantes el aire y luego se aleja misteriosa con su aire engalanante. Es un juego, pasatiempo, y no sabe otra manera, nada perdura en su cuerpo, todo efímero como estrellas fugaces. A veces taciturna mira la noche y la noche la mira a ella. Estrepitoso modo de mover los pies tenía. Era una apuesta con la luna captar almas al paso, jugar los versos con los que confundiría al transeúnte.


Sus palabras plumas que rozan las pieles y dejan peque単as marcas imperceptibles. Dama de triste porte, pelo azabache, zapatos de tango, ojos canela, miel en sus manos. Nadie sabe como amarla y retenerla en sus brazos, siempre la brisa la lleva como hoja con su canto. Suenan tambores a lo lejos, la lluvia la esta llamando, ya la noche gui単a su blanco ojo, y del suelo se alejan los zapatos.




quattordici. imposible este viento locosotaba todo lo que toco. estemburgo losabe pero noquiere que se lo diga. estepas en su cuerpo, lo toco, no miento, pero me come de a poco las entrañas este viento. armaduras llenaban los recovecos que dejabas abiertos. un poco de perfume para tapar este aliento. es que no quiero sepas lo que quiero. dejé en una cajita de música mi opinión de vos. la bailarina bailarotea perturbante con turbante escremiscular. no sabes lo que parlaroteo, pero es puro mosdisqueco crepuscular.


equinoccio se llamaba el peluchisotoide que te regale aquel cumplelustro en que te ame. ahora los festejales estarán plansistrando algo para éstos garabatos del calendario llamados díapasones por los apasionados. la resistuta embadurnada en formalidades me discurrió de esta manera: - ¿dónde carastoides aprendiose usté a parloteare de tan mal entraña? - aprendí de los grandes escribitoreanos respondiose mi corporalidad con voz de humanoide.



quindici. Tengo ganas de hacer un collage con todas tus fotos. Tengo una ansiedad de tomar todos los colores y revolverlos, tengo tantas musiquitas, dibujos, .jpg, archivos de texto. Ojala todo fuera mรกs lienzo y menos producto. Si miro como a veces miro todo es hoja para escribir mis mundos. Tu funzine, tu mochila, tus peluches, las llaves de tu casa con muchos llaveros, las canciones de bbk.


sedici. No, no volverĂŠ, a esos lugares comunes lo supe cuando la punta del pie choco con la barrera en el aire tengo frĂ­o, calor, espasmos tengo fiebre de sĂĄbado, de domingo y de martes agua bendita que recogĂ­ en el riachuelo una estampita del gauchito gil y un monedero lleno de chapitas de cervezas acabo de descubrir otro modo de lo que dije primero conjugado


a veces aplasto y otras libero a veces emerjo de costado como enredadera no huyas tan pronto no huyas antes que yo hagamos asĂ­: (para no salir heridos) nos miramos cerramos los ojos nos damos media vuelta todavĂ­a con los ojos cerrados los abrimos y corremos corremos corremos no vayas a mirar atrĂĄs no vayas a mirar es la Ăşnica forma de no saber quien se fue primero.



diciassette.

otro dĂ­a otro mes otro rostro de vos que me guardo y dibujo en los mĂĄrgenes de los cuadernos.


diciotto.

(Ya exorcizamos un par de lugares comunes ya almidonamos un par de futuros lugares para llorar)

Sucede solo si lo digo sucede solo si lo admito si no lo escribo no es si nadie lo dice ni piensa no existe entonces me callo me abstengo de demasiado palabrerĂ­o vos tampoco queres que lo diga aunque quizĂĄs ya lo sabes asĂ­ que hablamos de otra cosa o prendemos la tv te dormis justo cuando me empieza a surgir


entre los dedos desde la piel a crecer desde el ombligo a subir por la espalda no queres que te lo diga por eso callo justo a tiempo de caer por el abismo de precipitar el adiós si me olvido la prudencia y lanzo algo indebido no sé dice no sé dice no sé dice la palabra a-m-o-r.



diciannove. Cómo cuando encontras el color perfecto para el día y te sonreís en el espejo. (Juro que, me esfuerzo en aprender la forma de quererte menos dañina.) Cómo hacer para que el amor no sea un remolino en el cuerpo que se lleva todo, y te arrastra con él. (Lo "lindo" del amor nos han contado es ya no poder estar sin vos, algo pasó en mi, en estos tiempos, ya no me parece bello perder autonomía) No es que no quiera enamorarme ¡es que me quedan tantos libros por leer!



venti. Un señor de traje y de discurso fachistoide me saca un ojo con su paraguas en un día de lluvia. Logro atajar mi ojo en el aire. Ahora el mundo se puso rojo. Hay mucha gente que da miedo. Los idiotas y los hijos de puta hoy están de negro. Nosotros, nos ponemos la boina y salimos con una sonrisa. Llueve, el agua nos limpia. No deja de sorprenderme esta especie. Que retorcido entramado de ideas tenes en la cabeza. Lavado de cerebros. Fuga de cerebros (de los nuestros en aquellos tiempos negros). Escucho voces que no dicen nada y me aburro en el tiempo que tarda en prenderse y apagarse una luz. Me apago, callo, otorgo. Después grito, ilumino, proyecto, enhebro futuros reconstruyendo


la historia. A veces me canso pero esa es otra historia. A veces me refugio en los poetas muertos porque ellos saben lo que yo sé que pocos saben y que algunos callan. De todos modos hoy es un buen día. ¡Buen día sol, buen día día! Noviembre pinta lindo que sé yo le digo al expendedor de boletos. ¡No me tires Boecio! Tengo un vértigo que ni te cuento, por eso no miro para abajo. ¡Dale en serio! No empecemos de nuevo que ya estoy más vieja y me mareo más rápido, no es como a los cinco años que giraba horas en la calesita roja a toda velocidad. Me acuerdo la primera vez que me dolió la cabeza no entendía ese dolor, no sabía como llamarlo. El sufrimiento es aprehendido. El miedo, la vergüenza. Ahora sé nombres de muchas dolencias diferentes para poder diferenciarlas. Hemos crecido. ¡Buen día día! Estamos mejor igual, yo sé lo que te digo, este noviembre pinta lindo, y


tenemos la mirada cada vez más enfocada, estamos aprendiendo a ver. Aunque tengo los ojos rojos de algunas cosas que no quisiera haber visto, de esas cosas que no quisimos creer, el mundo se empaña de pasado, amanece rojo el día. Se veían unas nubes increíbles esta mañana desde mi aula en el pabellón tres. El señor siguió con su paraguas, no me vio porque esta afligido, fue un mal día para él, camina rápido, malhumorado con su maletín choca a los demás transeúntes. Piensa en lo terrible de la muerte, en lo efímero de la vida, piensa en su familia. En las otras no. Los otros siempre son los otros. La tortura siempre pasa lejos, a puertas cerradas y al de apellido desconocido. Lo puteo un poco, me pongo el ojo y sigo mi viaje. Primer y último reporte del lunes 8 de noviembre 2010.


ventuno. paracaidismo Que olvido tedioso que idas y venidas pesadas para el alma que duelo prolongado tu cadáver que de pronto toma vida y camina por mi cuarto, que ahogo tan grande que karma malvado que duelo inconstante si a veces renace el "nosotros" y tejo mañanas que pronto descoso. me decido a decidirme otra vez, pero sé, es una rueda que mañana caeré,


que viaje pesado pasear por tu carne que naufragio de locos navegar en tus ideas sin nunca sacar pasaje con miedo a que te des cuenta y me tires del barco. que maldito mi cuerpo que me engaĂąa y me lleva de nuevo a perderme en tu locura, que estĂşpido argumento perder todo este tiempo para ganar unos minutos en que abraces mi cintura. que infame esta sintaxis ÂĄque te escribo y no te tengo! que te nombro y no te toco que te toco y no te siento


que te siento y dura poco que la rueda se detiene menos tiempo en tu casa que en la mía es tan lenta la subida y como montaña rusa desciendo con vértigo en el estómago grito tu ausencia al aire. dicen debería bajarme de la rueda C'est fini el juego no saben la adrenalina de paracaidista que es mi amor después de rozar la muerte en el aire en tierra firme todo es poco trascendente, ansiedad de volver a arrojarse el vacío.



ventidue. PROTO – TIPO Sos prototipo de una especie que emerge mucho últimamente de esta urbe burguesito que se hace el punk, a veces el hippie que fuma y exhala poesía barata que vende en plaza Francia do peso el funzine todavía se te nota la influencia fun people en tu caligrafía de marcador oles a paraguaya andas en alpargatas tomas vino en cartón y después volves a casa porque a las 23 dan esa nueva serie en fox. se juntan a hablar de la política local


en la plaza de cuidad de la paz (no van más a la de antes, se lleno de cartoneros ahora y no te gusta que los “negros” te vengan a molestar) yo lo sé te conozco de pies a cabeza te tengo la ficha sacada hace rato pero no dije nada fumaba callada mientras pensaba si hablarían lo mismo los pibes de la vuelta si todos hablaban lo mismo si todos hablaban. prototipo de esta urbe snob altas llantas pegaste hoy burguesito que se hace el punk, a veces el hippie, igual que yo.



ventitrè. Tengo un par de cosas en la galera, las estoy ordenando antes que vuelvas. Me decido por décima vez a que ésta es mi última palabra. Leo en el colectivo y ella con sus palabras me pega un puñetazo en la cara mientras me dice lo que tengo que hacer. Cierro un momento el libro conmocionada, lo vuelvo a abrir y releo el mismo párrafo, lo vuelvo a cerrar con el dedo que aún marca la página y miro por la ventanilla esas calles que vi tantas veces desde ese mismo colectivo. No quise seguir leyendo para no salir de esa sensación, para no arruinar esa verdad que me sacudía y me despertaba.


Debo combatir la trivialidad y no dejarme arrastrar a ser lo que no quiero. Soy lo que hago con mi tiempo. Soy estar acá escribiendo y haber apagado la tv. Soy estar acá y no en cualquier otro lado. Soy que no me llames y tener que buscar otra cosa para hacer. Soy esta inconstancia, ansiedad en mi cabeza, este libro que tengo en mi regazo, soy en mi cuaderno esos garabatos que llenan las hojas. Vos no sé, te desdibujaste. Soy también eso que creo de vos, eso que siento, eso que sufro. Soy un poco vos, un poco todos, soy el mundo en mi cabeza, cargo con la conciencia de la existencia de algo llamado universo. Soy el espacio y el tiempo, si ellos no fueran yo no sería.


Una tarde de primavera en agosto. Pizza y cerveza en un viernes soleado, todos los dĂ­as deberĂ­an ser viernes, y todos los meses deberĂ­an tener un dĂ­a de primavera.


“No estaba dotada para la resignación; llevando al paroxismo la austeridad que me había caído en suerte hice de ella una vocación; privada de placeres elegí el ascetismo; en ves de arrastrarme lánguidamente a través de la monotonía de mis días marchaba hacia adelante, muda, con la mirada fija, tendida hacia una meta invisible. Me embrutecía de trabajo y el cansancio me daba una impresión de plenitud. Mis excesos también tenían un sentido positivo. Hacía tiempo que me había prometido huir de la atroz trivialidad cotidiana: el ejemplo de Garric transformó esa esperanza en una voluntad. Me negué a tener más paciencia: entré sin más, en la ruta del heroísmo.”

Simone de Beauvoir.


ventiquattro.

A ĂŠstas alturas ya no me das vĂŠrtigo.



venticinque. Soñé con peces caminé solo por caminar te extrañe de nuevo mientras pensaba en no extrañarte.

Vos siempre vos ahora tu ausencia y de todos modos vos que me dejaste un par de libros un par de amigos y unos cuantos kilombos en la cabeza


yo era tan virgen por aquel entonces pero él no quería cogerme quería que le cuente lo que no solía contar, dormíamos juntos abrazados yo intentaba respirar a su ritmo no, no cogiamos pero hacíamos el amor ahora garcho de vez en cuando sobre todo viernes y sábados pero nadie me alivia de mi soledad de domingo.



ventisei.

Te cuento un cuento infinito porque no quiero que te duermas no quiero que me dejes hablando sola.


ventisette.

De tanto en tanto vuelve a soĂąar que es un barco de papel en altamar fue tan crucial aquella vez en que no dijimos nada ni paso ningĂşn hecho trascendente que desde aquel dĂ­a no volvimos a ser los mismos pintaste el cuarto entero cuando el cuadro te quedo chico y dejaste de ser pintor para ser cuentero y pintarme el mundo de mil colores.


ventotto.

Cumplía el tercer mes y los llamaste para hacer un estudio de ADN les dio negativo a los seis ¿A dónde vas a huir esta vez? las hojas del otoño ya no son lo que solían ser el cielo ya no es lo que solía ser… en ese espacio equívoco te abandonaste a la suerte querías emociones fuertes dijiste y me lanzabas al vacío otras, me dejaba caer


hace tanto no escribo las cosas que solía escribir se ha endurecido lo efímero que eras lo volátil de saborearnos es ahora pura teoría, proporciones, lógica aplicada a la distancia de nuestras manos me atraganto en el intento de comerme el globo terráqueo.


ventinove. De tanto en tanto de tanto dar vueltas uno sale volando y desde allĂĄ arriba todo es tan pequeĂąo que te veo como un punto blanco como una estrella de este cielo que es la tierra dada vuelta cuando uno de tanto en tanto y de tanto dar vueltas sale volando y todo queda patas para arriba.


trenta. REP. Dos centímetros a la derecha, un piecito que se mueve y ya todo se torna technicolor. Hace falta sacarse los lentes y ver deforme al mundo. Ver lo borroso que en realidad vemos con la cabeza que tenemos, no es cuestión de mirar el ver. Te salpico mi dosis de existencialismo para que me abraces sabiendo que te quiero con toda mi libertad de estar en otra parte y que de todos los lugares hermosos que pude/puedo habitar, elijo en el día de la fecha habitar ese abrazo, dejarme acariciar la cabeza dócilmente como si siempre así fuera, como si siempre fuera tan fácil dejarse estar en un hombro de otro ser extraño y ajeno a toda mi conciencia, masa pensante. Yo sé por otra parte, y agradezco, que de todas la masas pensantes del universo te duermas abrazado a la mía.


No es cursilería, ni romanticismo, es pura filosofía con la que pinto los cuartos. No quiero rosas ni fidelidades de porcelana, te quiero hecho carne, cambiante, inconstante, vivo, aunque tenga que reaprenderte todo el tiempo, volver a elegirte, porque yo tampoco me quiero seca en el estante, sucia de polvo, flor sin semilla. Vivamos separados a morirnos tiernamente juntos y sin historia. No quiero que vayamos de la mano a elegir el ataúd. Sólo quiero que me escribas cuando estés haya lejos, que te acuerdes de ésta otra viajera que mira el cielo y se acuerda de cuando decías que estabas donde querías estar y yo también sonreía satisfecha ante esa realidad elegida y tangible. ¿Qué importaba que haría la gente del otro lado del mundo? Sí eso se podía tocar y oler, si ese cielo descubierto nos pertenecía, si la noche se extendía entera para que debatamos nuestras conciencias ante esas otras conciencias con las que compartíamos la noche.


Unos centímetros más y uno ya puede sentarse a observar lo simple que es todo cuando se aleja un poco del lugar del hecho, cuál si digiera de la escena del crimen. Uno es en tal escena víctima y asesino. Asesino de uno de tanto ponerse en víctima hasta que arrojamos las armas en busca de paz y nos amigamos con el ejército de ideas que nos habita y aprendemos a que todos los soldaditos internos luchen por la misma causa: la nuestra. Con toda esa maraña que tengo en la cabeza sé que tu causa no tiene porque incluirme y sin embargo algo en mi quiere acompañarte un rato, saborear tu mundo por esa curiosidad enorme que me dan todos esos nuevos modos de mirar que veo en todos los que no son yo.



trentuno. esta que arde no es tu carne es mi hambre hambre de llegar a alguna parte de no quedarse con una pequeña porción de mundo de beber todos los segundos en un instante y llenarte todo el tiempo los bolsillos de caramelos que a esta hora nunca es tarde para perdernos en cualquier calle que todavía la ciudad nos quiere ver caminarla juntos y nos pierde el rumbo después nos deja sin mapa, con un boleto de ida a cualquier parte.


trentadue.


Estoy ensayando mi devenir, estoy aullando a la luna y en el medio de la soledad de la noche escucho otro aullido lejano. Somos lobos y nos devoramos todo, estamos ansiosos de ser lo que soĂąamos, estamos ansiosos por terminar de despegarnos de una vez de la otra manada en la que nos educaron. ESTA VEZ VOY A SER LIBRE.

Es de noche y pienso, por suerte hay textos que me salvan: textos, personas, ideas. Les agradezco en silencio, les aĂşllo en la oscuridad de mi insomnio.



trentatré. Nuestro lazo es tan frágil que no se rompe es elástico es un hilo tan fino que no se quiebra que se estira infinitamente nuestra libertad es tan nuestra tan orgullosamente nuestra que podemos compartirla sin que sufra el menor daño el elástico que nos une no aprieta no ahorca puedo estar del otro lado del mundo sin que se rompa, sin que me marque la piel.


trentaquattro. Te extraño te llamo te escucho corto desciende el ansia que bueno que siempre estés del otro lado aunque también que lastima que siempre estés del otro lado y no de este. Meriendo planes de fin de semana los degusto gratamente y después como las migas


de lunes de martes de miĂŠrcoles y nuevamente al azĂşcar de jueves de viernes y la merienda en que degusto los planes de fin de semana. Quiero darte la mano y sacarte de paseo no, no estoy queriendo nada mĂĄs que darte la mano y sacarte de paseo y me molesta terriblemente que siempre creas que uno no puede simplemente darte la mano.


Hay veces en que las cosas me miran fijo y me dicen “soy esto que ves y a la vez no soy esto que ves sino otra cosa que estás viendo pero te cuesta no rellenar con otras cosas que viste” y yo sin inmutarme les contesto “no deberías hablarme a esta hora, deberíamos dormir, vos, yo, lo que sos, lo que soy, y lo que creemos que somos” entonces pronto (a veces más, a veces menos pronto) materia y sustancia roncan la noche. Cuando nos despertamos siempre ya somos otra cosa, me despierto pared y le hablo a la que duerme.


trentacinque.

No hables por hablar que tengo buena memoria y el registro de las horas se extiende y proyecta en el horizonte despuÊs de caminar largo rato seguimos en la misma cuadra es el efecto me decis y yo te digo que pareces un viejo con la gorra y la pipa (no es jean paul, pero me encariùÊ)



trentasei.

Abrazame fuerte cómo si me quisieras le dije a tu imagen en la oscuridad.

Es que todo sucedió tan rápido, entiéndame en un entrecerrar los párpados estaba yo besando su mano con ternura sin saber muy bien porque pero esa blancura que acariciaba mi rostro dibujaba collages en todas las mesas con un marcador negro y plantas desde el suelo comenzaban a florecer y tuve que delinearlas en las paredes, sus contornos


las raíces en el suelo, esas baldosas, estaban impidiendo el crecimiento natural de toda esa nueva vida que surgía justo ahí sí, se lo juro, en ese preciso momento brotaba de mi y de todas partes, ese nuevo espesor, ese nuevo aliento caliente de vida y tuve que romper esas barreras, esas construcciones rídiculas, que impedían el normar curso de las cosas tuve que fue así aunque no me quieran entender, y me tengan aquí retenida por destrucción total y parcial de moviliario público y privado.


trentasette. habitáculo Estaba yo regando mi habitáculo cuando me distrajo aquel mosquito que salía por debajo de la brazada donde nos dormimos ayer y de donde todavía hoy no terminamos de despertar. Sobrevolaba las cosas con una prepotencia tal que al rato de mirarlo empecé a dudar si era él quién estaba usurpando mi espacio o era yo la irrespetuosa dama que sin permiso dormitaba en su habitación. Cómo no pude obtener respuesta exacta de ninguna de las dos hipótesis ya que ni el mosquino ni yo presentamos documento alguno que nos atribuyera la propiedad de esas paredes, me limite a quedarme quieta unos segundos más. Vos babeabas sobre a la almohada ignorando por completo la cantidad de cosas importantes que estaban aconteciendo esa mañana. Al final llegó el acuerdo tardío: ninguno de los dos creíamos


demasiado en eso de la propiedad de las cosas, así que dejamos librado el azar quién quedaría asentado allí por más tiempo. Volví de nuevo la espalda sobre la cama todavía tibia y miré detenidamente los puntitos negros del techo tu brazo me rodeo entre sueños y el mosquito se me posó en la nariz. Estornudé sonoramente y diste un salto, me murmuraste algo que no entendí. Te expliqué que podíamos habitarnos sin nunca tenernos (nadie tiene nada, nadie tiene a nadie), no sé si me escuchaste pero me levante suave y acomodé mis cosas.



trentotto. Llegamos al cosmos !

¿Y ahora donde guardo las mil flores de papel? El corazón está helado en este mes. Nunca tomo conciencia de que el cielo de hoy no será exactamente igual mañana, me acuerdo tarde y lloro las estrellas, mamá me mira sin entender y me alcanza un pañuelo de papel, hace tanto que no nos abrazamos. Intento recordarlo y sólo se me viene a la cabeza cuando tuvo que decirme ella que se había muerto mi abuelo y la abrace para llorar en su hombro.


Es un fastidio este mes si no tenes piel donde calentar la tuya.

Pero por suerte, en ese mismo momento y por este mismo canal... suena el timbre y un muchacho con sonrisa de galรกn nos deja una grande de muzza y dos cervezas... entramos rรกpido para que no nos entre el chiflete y nos sentamos a masticar lo que es verdaderamente el corazรณn hecho de harina !


trentanove.

(suena la puerta, tocan el telĂŠfono) No sĂŠ. No importa. Me estoy re-aprendiendo de memoria para no olvidarme. A ver si asĂ­, con un poco de concentraciĂłn logro quedarme con la parte del mundo que realmente me interesa. Toco fondo para asegurarme de donde esta el piso de todo esto que flota.

Surtime efecto antes de las 2.


quaranta.


rinocerontes Un rinoceronte se come mis órganos por dentro me retuerzo cuál ropa mojada antes de colgarse a la soga me decoloro en ese espiral de piel un hombre de saco y corbata saca a pasear a su hijo deforme en una bañadera con ruedas que el mismo fábrico en tu taller de hígados prefabricados los chicos que salen de la escuela se emborrachan con vodka y jugo de naranja en la esquina un policía los mira largo rato hasta que se anima y les pide un trago


el rinoceronte hoy ataca mi riñón me revuelco por el piso limpiando la alfombra con mi cuerpo en ese ir y venir sistemático después me quedo pensando en las formas en que podría desmayarme uno de los chicos tambaleante abre la puerta de su casa aún con la mochila de Los Piojos en el hombro y la caja vacía de Baggio en la mano su madre se desangra en el suelo su padre atropelladamente habla acerca del hecho muy serio el púber ve los moretones en el cuerpo de su madre y la voz del padre se distorciona es un líquido espeso en un frasco de vidrio que erupciona, que llena la habitación de un vapor adormecedor camino por la calle, me paro en seco


una puntada en el hígado no me deja avanzar tengo los ojos rojos, la cara blanca una señora asustada me mira de arriba a abajo y finalmente me pone una targeta lila en un bolsillo "Sr. Armando Mello Doctor especialista en trasplantes implantes en el acto total discreción". detrás la dirección, saco la guía T y observo los cuadraditos amarillos que me separan del doctor cuando llego me hacen sentar en una sala de espera improvisada hay muchas heladeras alrededor una mezcla de frigorífico y hospital que me da escalofríos detrás de una puerta entreabierta en la semi penumbra se ve un chico deforme en una bañera


que juega con muñecas sin cabeza rato más tarde el Doctor Mello extiende ante mi diversos envases Tupperware con hígados para elegir en esto estábamos cuando entra la policía federal a allanar el lugar justo antes de empezar el proceso de descongelarme uno que se veía ideal para mi joven cuerpo en la comisaría al entrar se me bajó la presión de tanto olor a carne picada y plasma de las cosas confiscadas me llevaron a otra sala a darme algo de azúcar unos sobrecitos de esos de confiterías con proverbios redundantes mientras ante mi las cosas volvían a tener cuerpos definidos un muchacho declaraba temblando el asesinato de su madre


por parte de su padre tenía la cara grasienta, los ojos saltones, granos de adolescente se retorcía las manos cuál ropa antes de extenderse en la soga y miraba de a ratos un punto fijo en la pared blanca quedandose en silencio largos minutos así.


quarantuno. Un pedazo nuestro en el tiempo imperfecto quedo adherido a mis dedos carcomiendome huesos lastimando flores con su perfume a sexo heriendo suceptibilidades finas de clases rídiculamente poseedoras de todo lo que no hace falta. "vergüenza es robar y que te vean" canta Juanita con su voz de mar y espuma vestida de viento en un cuento siniestro sobre heroes prisioneros de su propio destino que lo que más quisieran es ser simplemente un niño que lee cuentos antes de ir a dormir. quarantadue.


Aunque lo disimule contrayendo los músculos del rostro imposte la voz cuando hablo para que no se note me vista de mil colores absurdos para distraer la atención la verdad es que... te llevo en mi. Te quedaste en alguna parte del cuerpo y jamás quise ni pude sacarte. Ni exponiéndome a intervención quirúrgica podría sacarte de mi y volver a ser yo antes de vos. Esta yo de ahora


es lo que quedo de nosotros, la consecuencia material y energética de nuestro encuentro. Primer y último reporte de las 19:57. (***)

quarantatré. USTED HA RECIBIDO UN MENSAJE NUEVO.


SEÑOR CABEZA DE TOMATE DICE : HOLA. SEÑOR CABEZA DE TOMATE DICE: COMO ESTAS? SEÑOR CABEZA DE TOMATE DICE: ESTAS? #SEÑOR CABEZA DE TOMATE LE HA ENVIADO UN ZUMBIDO# SEÑOR CABEZA DE TOMATE DICE: LA CONCHA DE TU HERMANA. #SEÑOR CABEZA DE TOMATE A CERRADO SESIÓN#

La historia se remonta a los primeros años de nuestra Buenos Aires. Un señor muy arreglado venía en un barco desde Italia, echado de allí por sus ideas anarquistas revolucionarias. Al desembarcar busco empleo y al no conseguirlo se refugio en un bar donde vivía borracho a costas de el alcohol que le pagaba Carmela, una extraña dama que por algún motivo gastaba su dinero en aquel hombrecito con boina y bufanda escocesa. Jamás cruzaron una sola palabra, ni siquiera el día en que Carmela lo guió hasta su cuarto y


engendraron a su primogénito Juan Edmundo Pusilanime quién sería luego dueño del bar en el cuál su padre conoció a su madre en la época que ella llevaba polleras cortas y zapatos de taco. Cuando ya él dueño del bar llegó un día Doña Jacinta, la hija del verdulero del pueblo, que vendía estampillas para ayudar a su madre, a quién su padre había dejado luego de irse a las islas Fuji con una prostituta del, por entonces, burdel del buen ayre (a lo que la verdulería quedo en manos del siniestro tío de Jacinta, un hombre calvo y jorobado de turbulentas formas de masticar los alimentos), así, la muchacha ofreciendo sus estampillas conoció al promiscuo Juan Edmundo Pusilanime, quién, al verla, soltó los anteojos que sostenía al suelo y quedo cuasi mudo unos instantes. Jacinta sonrojada alcanzó a levantarle los anteojos del suelo y Juan Edmundo medio mudo pero no boludo se agacho rápido y como quién no quiere la cosa le encajó un beso que la dejo echa un flan en sus brazos. A la cocina de


postres típicos se dedicaron justamente las hijas de ambos, las mellizas Lala y Lula. Ambas rubias y de unos enormes ojos celestes se paseaban por el barrio cada vez más poblado de gente con una canasta con sus productos deleitando a todos los muchachos de los sindicatos que esperaban ansiosos la hora del postre, también de los de chocolate. Pero Lula pronto empezó a ser mal vista entre los obreros por rumores de una relación con un muchacho de rasgos finos militante del partido radical y Lala, por su parte, cada vez simpatizaba más con la juventud justicialista que empezaba a movilizarse alentando a un tal Juan Domingo que venía a dar discursos a la hora del almuerzo y hacía que decayera el negocio de los postres de las mellizas. Así la vida las fue separando cuando tuvieron que dedicarse a otra profesión y más aún cuando Lala, unos años después, se comprometíera en matrimonio con un hippie comunista que vendía libros en un puesto de Plaza Italia. La abuela Jacinta siempre


recuerda con gran cariño la época en que las lindas mellizas se vestían igual y andaban todo el día juntas pero el apodado Pintorcito -por imitar cuadros de Van Gogh con algunas influencias de Kandinsky a sus sólo tres añitos-, su nieto, le reprocha la manía de vivir en el pasado y le insiste en que aprenda a usar las salas de chat. Resulta que el Pintorcito ya adolescente andaba muy cariñoso con una chica -o sea yo- el otro día que pensando en un poco de todo esto se quedo colgada mirando la luna y el Pintorcito se fue a su casa porque la tía Lula llamó para hacer un reencuentro familiar veinte años después mediante frases como lo corta que es la vida y como podemos irnos de un día para el otro sin despedirnos siquiera conmovida por los acontecimientos de los últimos días transmitidos en vivo y en directo por Crónica TV. MUCHACHA PUNK DICE: CABEZA DE TOMATE PERDÓN ESTABA HABLANDO POR TELÉFONO.


MUCHACHA PUNK DICE: SEGUIS AHI CABEZA DE TOMATE?? MUCHACHA PUNK DICE: UFAAA NUNCA ME ESPERAS NI DOS MINUTOS. MUCHACHA PUNK DICE: QUE VAS A CENAR??? MUCHACHA PUNK DICE: TE ENOJASTEEESSS?? #CARMELA ENTRA EN LA SALA# CARMELA DICE: HOLA MUCHACHA PUNK. MUCHACHA PUNK DICE: HOLA CARMELA. CARMELA DICE: QUERES QUE TE CUENTE UNA HISTORIA?? MUCHACHA PUNK DICE: NO. CARMELA DICE: RESULTA QUE YO IBA A UN BAR Y... MUCHACHA PUNK DICE: TE DIJE QUE NOOOO! CARMELA DICE: NO QUERES SABER PORQUE YO LE PAGABA TODO AL SEÑOR ESE VENIDO DE ITALIA?, AHÍ ESTA LA CLAVE DE TODA ESTA HISTORIA. MUCHACHA PUNK DICE: NO, NO QUIERO SABER. CARMELA DICE: PORQUE ASÍ EMPEZABA TODO


SABES Y HABÍA ALGO OCULTO EN ESE... #MUCHACHA PUNK HA CERRADO SESIÓN#


quarantaquattro. tus restos VOY A EXUMAR LOS RESTOS DE TU MEMORIA, A VER QUE QUEDA, A VER QUE AGUANTA EL EXÁMEN DEL PASO DEL TIEMPO DE LAS HUELLAS QUE SE BORRAN. SACAME YA DE ESTE ESPACIO INDEFINIDO, DE ESTE JUSTO MEDIO ABSURDO, DE ESTE AZUL CREPÚSCULO COLMADO DE SIGNOS DE INTERROGACIÓN CON FORMA DE ANTORCHAS QUE PRENDEN FUEGO MI SUEÑO, LLENAME DE DUDAS NUEVAS DE FLUORESCENCIAS AMARILLAS INCANDESCENTES, VOLCAME ENCIMA LOS RESTOS MUERTOS DE AMORES PODRIDOS QUE TE HAYAN VENCIDO AQUELLOS DÍAS EN QUE LLORABAS DEBAJO DE CUALQUIER OBJETO Y CON CUALQUIER EXCUSA, QUE LLORABAS Y NO DECIAS NADA QUE LLORABAS Y SONREÍAS Y HASTA ME HACIAS REÍR, QUE LLORABAS SOBRE SUS LETRAS QUE TE DECÍAN TE QUIERO CUANDO YA ESTABA TAN LEJOS, TAN LEJOS TUYO Y LA SOÑABAS TODAS LAS


TARDES Y TE RENDIAS DE NOCHE Y DORMIAS SU SUEÑO. ACABAME YA ESTA HABLADURÍA SIN VERSO CON ALGUNA SORTIJA DE CALESITA DE DIBUJOS ANIMADOS DE OTRO TIEMPO Y QUE YO LA SAQUE Y TENGA TRES VUELTAS MÁS GRATIS Y NO HAYA APURO Y NO HAYA PUNTOS. TUS RESTOS NEGROS, TUS RESTOS PUROS, TUS MANOS LEJOS, MI INSOMNIO DURO. NO QUIERO MÁS TÉ. NO QUIERO MÁS TÉ. NO TE QUIERO. ABAJO LOS MUSLOS BUSCAN ESCAMAS PARA ANDAR LAS AGUAS DULCES DE TUS INSTINTOS MÁS VERDES, SIN CLASIFICAR, SIN EMBOLSAR, ESOS SIN ESPINAS QUE CAMINAN, ORBITAN, LOS PASAJES DE DO MENOR EN LAS MÁS GENUINAS PIEDRAS DE LA SIN RAZÓN. LA MASA GRIS DEL CEREBRO AGARRADA CAPRICHOSAMENTE A ARCHIVOS NO IDENTIFICADOS, REPRIMIDOS, CLAUSURADOS POR EL BIEN DE LO QUE SÍ SE DEBE HACER. LA MAYORÍA DE LA GENTE FUNCIONA ASÍ : PULSO PULSO IMPULSO. Y DESPUÉS: CABEZA


CABEZA PULSO. Y MÁS TARDE : FLOTAR EN LA MENTE Y NO AVANZAR. FLOTAR. Y MÁS TARDE LAS LAPIDAS FUNEBRES. Y MÁS MÁS TARDE LA REMUNERACIÓN DE TODOS LOS JUICIOS POR DAÑOS SEVEROS. CAMINO TUS TUMBAS MENTALES EN BUSCA DE PERDÓN ETERNO, EN BUSCA DE LA SAL QUE SALA MI ANGUSTIA DOMINICAL Y SE VA EN FORMA DE CANCIÓN DE PRIMAVERA LOS MARTES A LA TARDE QUE PARECEN UN JUEVES. ELLA TAN LIBRE TAN HERMOSA TAN FUERTE TAN SINCERA TAN SIN MIEDO TAN ELLA SIEMPRE TAN SE MURIÓ CUANDO PARIÓ SU FRUTO NUEVO MADURO FRUTO DE FRENTE AL MUNDO ROJO DISFRAZ. ARLEQUINES DANZAN FUNERALES SIN VELOS. FOGATAS IMPUNES DE CASTIGOS RECIOS FISGONEAN LAS MIGAS DEL DUELO PARA COMERSELAS. YO, ESTOY SIN CIELO. BUSCANDO TÉ. PONIENDOME HIELO EN EL PECHO. CASTIGANDO LOS SEGUNDOS CON MILES DE RANCIAS SIGLAS COMO TANZAS QUE ATAN LOS DEDOS AL VIENTO IMPIDIENDO EL


PROCEDER NATURAL DE LOS FENÓMENOS ATMÓSFERICOS. ACÁ ABAJO TODO SE DESFIGURA CONSTANTEMENTE COMO CICLOS CICLICOS INTERMITENTES QUE DEBEN HACERSE PARA UN BUEN FUNCIONAMIENTO DE LAS FUNCIONES MOTRICES DEL CUERPO.


quarantacinque. ¡Desatémonos!... Pero estamos atrapados... Por favor no tire que me duele, ¡no ve que me lastima el brazo!... A mi se me hace tarde... ¡Se me quema el estofado!... Desenrósquese, si usted, a ver, gire para el otro lado... Muévase usted por abajo... A ver, ¡paso yo para allá!... Ayy no ve que no me llega el brazo... Suelteme, no, yo no puedo soltarlo... Estamos pegados no hay nada que hacer, déjeme probar... No no no quédese donde esta... Uf me canse... ¿Nos movemos para allá? Vamos todos a la derecha... ¡Me piso el pie!... Perdón... Avancemos con cuidado, a ver, demos vuelta para allá... Bueno quizás aprendamos a convivir ¿tienen hambre también? ¿sueño? Solo es cuestión de organizar unas pequeñas cuestiones horarias y ya esta... ¡Yo nunca me puedo dormir, no se quejen si me pongo a hablar!... Uh empezamos de nuevo ¡desatémonos! Sí, ya sé, estamos atrapados... Pero por favor no grite que yo estoy al lado.


quarantasei. antro fechistoide ron ron ron chorrea la pared impecable la piel blanca los ojos saltan pool , si metes tu propio ojo perd茅s ron ron ron vidrio , cart贸n espuma de la misericordia saliva que silba intuici贸n al lado de la puerta un borracho pide otra vuelta huele la sangre y se enamora de vos y despu茅s ahoga el amor en un vaso sin fondo nada nada nada


el amor misericordioso y al final detiene sus brazos y se deja vencer ron ron ron la espuma camina sola se eleva en azul antes de caer verdes nuestras manos raĂ­ces pero no sabemos florecer cuero, liga, celofĂĄn afuera diluvia desde el piso o es que me caĂ­ otra vez.


quarantasette. Impotencia mi falta de fuerza mis manos tan débiles tu caminar como flotando mis pies apenas más grandes que los tuyos tus uñitas rosas impotencia de que un abrazo no alcanza de que el brazo que abrazo quedo lejos ahora El teléfono me distorsiona un poco la voz la fuerzo otro poco y lanzo un “hola linda” digno del recolector de basura tu voz aguda me sobresalta siempre me sorprende las notas a las que puede llegar me enredo en el cable unos minutos más Impotencia mi falta de,


nuestra incompatibilidad nuestros genes que nunca se cruzarán ¿Cómo sería? una cosita tuya y mía ¿Qué color de ojos? ¿Cuál piel? ¿Qué pelo? Con tu risa y mis desvelos con tus ojos y nuestros pelos, una mezcla de, Impotencia porque no puedo hacerte diez hijos ni cinco siquiera uno que crueldad no consumar ese anhelo que siniestro resulta el manual de biología en el estante a estas horas de la noche.


quarantotto. La dama eléctrica La sonrisa frutilla la dama eléctrica el alba sonámbulo me despierta! esta borracho no sabe ni que día ni que hora es el alba adelantado cuatro horas molestando mis párpados los recovecos de las memorias de piel yo no pregunto por las dudas más de una vez recorto , pego terapia de papel transformación práctica de colores dama eléctrica sombra fugaz implosión la pared chorrea cielo el techo se quiere abrir


color humedad, aspereza de granos café molido el río se ríe la infinitud es una palabra un simbolito matemático en un papel un ocho aplastado, dormido caído de la racionalidad borracho cayó panza arriba la dama eléctrica da vueltas tantas que levanta vuelo arriba arriba arriba hasta perderse de vista alguien en globo aerostatito la rescata y le dan la vuelta al mundo en ochenta días.



quarantanove.

¿Te conté de todos mis cuentos que cuento cuando no puedo dormir? Es que siempre hablamos tan poco...

Apila bibliografías como si fueran expedientes, historias clínicas. Los tiene separados por colores, en orden alfabético, en ficheros de diferentes tamaños. Tiene estudiada la proxemia de sus manos y las tuyas, las distancias, los contextos y sus consecuencias. Los olfatos en frascos con etiquetas de cinta de papel. Las manías encerradas, atadas con hilo de panadería en la percha de aquel vestido viejo que nunca usa, que tiene flores, que no está de moda. Tiene el


empedrado de las calles pegados a sus zapatos y jamás pisa un charco de agua, jamás se moja. Nunca se desviste, siempre queda sobre la piel la cordura, la razón, las causas primeras, la lista del supermercado. Las libélulas se chocan con el vidrio de la ventana y mueren.

¿Te conté de la mariposa que se volvió larva por olvidarse de volar? (no, ya sé... es que siempre hablamos tan poco).



cinquanta. último.

Basta de cháchara san se acabó ponga punto aparte a todo termine todas sus cartas de amor pague sus facturas a tiempo apague el televisor ¡prenda su cerebro! no baje, suba no retroceda, avance no llore, ríase no espere, busque complete todos sus formularios llene todos sus vacíos con goma espuma tire todas sus excusas y libérese de usted opérese frente al espejo


y cuando termine rómpalo y tenga siete años de no dependencia visual de usted mismo cómprese un espejo que refleje el interior (¿no lo consigue? ¡invéntelo!) no extrañe entierre su melancolía plante semillas hoy plántese usted y florezca mañana.




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