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Poesía imperfecta
Marcelo Suárez De Luna 3
Poesía imperfecta © Marcelo Suárez De Luna, 2012. Edición: María García Esperón. Buenos Aires./México 1ª. Edición. Impreso en Argentina * Printed in Argentina.
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A Macarena
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¿Cómo poder hablar de amor?
¿Cómo poder hablar de amor en bares con televisión si en el momento justo en que mi corazón se parte tus ojos se distraen por un instante mirando sin mirar figuras espectrales? Y cuando vuelves a mi amor de las noticias terrenales ¿olvidaste que aquí estoy yo, confundido, sin ganas de volver a ser herido? Prefiero a los bares como antes. Sabían los cafés que yo he querido dejar hablar de amor a los amantes.
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Mi fe
Quién te dice si soñar a lo mejor no es tan difícil ¡y hace bien! Porque seguro es necesario como el pan como tu luz como mi fe. Aunque trabajes en un banco soñate un mundo entero de gente que se ríe y que se besa por las calles. Estoy seguro que mañana será distinto.
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Borde
Es raro este amor que se me escapa como una peli, al borde del abismo él la sujeta mas ella se resbala y no hay quien pueda remediarlo así parece a veces este amor que se sostiene apenas con un dedo con una mano temblorosa que se escurre hacia el vacío infinito del adiós.
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Palacios de arena
Caminando por la arena me pregunto ¿por qué, quiénes, para qué? Ninguna respuesta obtengo hasta que veo la sonrisa de mi niña construyendo palacios, no castillos y entonces cualquier interrogante pierde toda relevancia.
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Poesía imperfecta
Poesía torpe de mi amor irregular plagado de defectos, de recortes, de intentonas que llega sin saber adónde va. ¿Adónde irá pues este amor? con ansias de salir maravilloso pero es rudimentario y con hilvanes y su poesía, tan imperfecta como yo.
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Una mirada molesta
En mi edificio hay un tipo que hace guardia sábado y domingo cuando lo saludo me saluda es muy correcto pero hay un problema apenas me mira a los ojos enseguida escruta lo que llevo: la bolsa con el desayuno el diario del domingo o el teléfono y me vuelve loco esa mirada me dan ganas de mostrarle la bolsa y decirle: ¿Sabés qué llevo? Una cabeza, un pie izquierdo y un brazo sanguinolento ¿Me los cuidás?
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Cada mañana que te vas
Cada mañana que te vas no te das cuenta cuando mi cuerpo dice adiós sin inmutarse es por la máscara, no adviertes que mis ojos desesperan tu regreso. Mientras te arreglas no te miro; hago café pensando si lo habrás notado pues cada mañana que te vas, entre tus cosas, llevas también mi corazón.
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Golpe de suerte
Quemé tus cartas olvidé tu teléfono borré tu correo me cambié de ciudad rompí tu foto regalé tus libros (incluso los dedicados) dejé de nombrarte ni siquiera te pienso y sin embargo esta noche tiraría los dados una vez más.
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Un round más
Ya sé que estás exhausto que no sentís las piernas que estás mareado que te falta el aire y que tenés ganas de llorar de dolor. Y yo que estoy afuera en tu rincón sólo puedo hablarte y en un minuto curarte las heridas. Sólo para que vayas de vuelta; a dar y a recibir. Un round más sólo eso te pido no que ganes un round más. Respirá profundo abrí bien los ojos movete por el ring no te quedes quieto. ¡Subí la guardia! Que si bajás los brazos la vida te mata ¡usá tu derecha!
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Yo sé lo que querés que te tire la toalla pero no hay toalla en tu rincón. ¡No la hay! Son sólo tres minutos, nada más que parecen eternos cuando estás golpeado y solo contra las cuerdas. Pero no hay toalla en el rincón ¡No la hay! No te queda otra usá tu derecha abrí bien los ojos movete y salí de nuevo. Un round más.
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Por el amor de Dios
Hay un tipo tirado en un portal de la avenida Callao tiene un brazo extendido pide algo las personas miran a otro lado apuran el paso aprietan el dinero en los bolsillos se sienten agredidos y se defienden. El tipo no habla pide algo pero no es un mendigo. Es un borracho. Me parece que ya sé lo que le pasa -¿Le doy una mano para levantarse jefe? - Sí, ¡gracias! (sonrió). Eso era todo.
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Un viejo indecente Dedicado a Charles Bukowski
El viejo escribía bien. Era un borracho que escribía bien. Trabajaba de cartero de cartero-escritor y lo hacía bien. De joven tenía la cara llena de granos nunca tenía un centavo pero escribía bien. Luego se hizo famoso y tuvo plata siguió escribiendo bien hacía escándalos por TV jugaba todo en el hipódromo (era bueno en eso) pero seguía escribiendo bien. A los críticos expertos no les gusta con Miller es lo mismo: lo acusan de misógino sexista sin talento pero escribía bien. Las mujeres generalmente lo odian porque su poesía es sucia como lo era él nadie quiere a un tipo que putea, escupe y tiene úlceras tan sangrantes como descuidadas.
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No duraba en ningún trabajo no está en el Olimpo de Las Letras pero ese viejo escribía endemoniadamente bien. A mí me gusta.
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Homeless (I)
Y aquí estoy yo, sin voz, sin rostro, sin fe. Pálido de soles invernales y madrugadas frías; homeless que te pregunta si le permites tu baño, o tu cocina porque no se anima a pedirte tu corazón.
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Caballos salvajes
Sueño con caballos salvajes paciendo por los llanos del norte o del oeste de la tierra sin alambres; sin monturas sin aperos sin jinetes ni desfiles militares. Dueños de su tiempo orgullosos invictos sin carreras sin espuelas. Detrás de las pupilas apagadas del caballo viejo que recoge las miserias frente al carro del paupérrimo veo el alma victoriosa que resiste que recuerda los inmemoriales tiempos no vividos de la libertad.
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La gente se oye pero no se escucha
Hagan la prueba díganle a alguien que discute con ustedes “tenés razón”. Él seguirá exponiendo sus razones sin advertir la venia, en vez de hacer lugar a silencios elocuentes y cambiar de tema.
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Homeless (II)
He vuelto a ver luz en tu ventana mientras camino por la calle oscura. Ese simple detalle inadvertido por el mundo para mĂ es la vida.
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La condición del amor
Puedo enlazarte la luna de una soga ¡llévala luego, cual globo por el parque! pero aprovecho la ocasión para avisarte que no podré ir por ti mañana a yoga. Puedo tocar las alas de aquel ángel y describirte sus risas celestiales mas no lavaré los platos, te lo juro ni tus ventanas repletas de cristales. ¿Sabes? le dije a Dios cuánto te amo ya le conté de ti y de mis versos. Empero no podré pagar ninguna cuenta de luz, de gas ni de teléfono. Quedémonos despiertos esta noche amándonos de todas las maneras no obstante luego de ello ¡no me pidas! que te higienice de cabellos la bañera. Y por mi amor a ti puedo inmolarme dejarme lacerar mi amante carne sólo te ruego tu indulgencia al pecadillo de mi mortal pavor por clavos y martillo. Y así por siempre me tendrás en tu regazo seré tu amante fiel, tu vate iluminado. Pero si quieres que repare aquella silla pide un idóneo en la página amarilla.
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Que mis sutiles dedos por Dios están dotados para explorar en tus recónditos secretos placer y goces febrilmente imaginados ¿para otras cosas? ¡parecen de concreto! Espero vida mía –y me despidooigas el ruego de mi alma torturada. Pídeme el cielo, los astros, las estrellas mas no me pidas nunca, pero nunca, que haga nada.
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Ración
Como el preso de una comida diaria estoy esperando mi ración. Ansioso, con agua en la boca con la memoria llena de manjares compartidos que ahora parecen tan lejanos pero con la ilusión intacta te decía que estoy esperando mi ración de ti.
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Impaciencia
El cielo puede esperar las hipotecas subprime la quiebra de los bancos Obama y Mc Cain la Bolsa el partido de fĂştbol mi camisa arrugada la hora de la fiesta la oferta de fin de temporada la primavera el amigo la impaciencia. Lo que no puede esperar es el deseo.
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Propuesta (I)
Juguemos a que acabo de llegar y baila para mí. Yo te ofrezco algo de dinero, y que parezca que te importe. Seamos esta noche cualquier cosa y olvidémonos de todo. Hagamos esta noche lo que quieras. Pero por favor no dejes de bailar para mí.
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Bodegón “La vida”
Si vas a comer a un restaurante lleno y querés dejar de pensar en vos por un buen rato hacé la prueba (pero tiene que estar repleto, eh) Verás al tipo mal llevado que disimula apenas el eructo y que busca los restos de comida en sus encías y estornuda y luego observa su pañuelo ante la mirada impasible de su esposa y de su suegra que también buscan con palillos infinitos universos devorados. Observarás a la pareja cómplice que se habla de amor con todo el cuerpo especialmente con los ojos y sus risas aunque también con sus voces, pero menos. Repararás en el hombre solitario que busca en los bares con tevé el hogar que se le fue hace mil años.
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¿Y esos niños que juegan, lloran, ríen y destrozan cosas sin padres que intervengan ni los vean, o mejor dicho, los quieran ver? No te pierdas a los que saludan entre mesas. En realidad son comerciantes que se sienten importantes cuando alguien los recuerda sin saber de dónde era. O el matrimonio mayor que apenas habla: miradas perdidas pidiendo por el pan o por el vino. Al que grita por teléfono y se ríe carcajadas estruendosas que troca en furia despiadada a la hora de la cuenta. Tendrás al mozo servicial, al rencoroso, al optimista. Todos ellos escrutados por el ojo rapaz del propietario que lucha contra todo en pos de la salud de su bolsillo
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que luego vaciarán alegremente hijos y esposas. Pero él no verá eso vigía atento de la caja. ¡Ya sé que estás pensando! ¿no es demasiado? ¿Adónde fue a comer este fulano? A cualquier lado, es verdad, pero igualmente No perdés nada en intentarlo. Entonces, si estás cansado y querés dejar de pensar en vos por un buen rato, metete en cualquier lado (pero tiene que estar lleno, eh). Hacé la prueba y mirá. La vida pasará por tu costado y no tendrá tiempo de observarte.
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El alma de las cosas
Quizás buscamos sin saber lo que no existe; dentro del pecho, detrás de tu mirada. Tal vez debiéramos dejar que nuestro cuerpo sea sólo eso, la mejor de las moradas. ¿No será en otro lugar donde ella vive? (en una carta, en un café o en una rosa) ¡oh geografía equivocada del poeta! no es en el cuerpo donde hay alma: es en las cosas.
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Finales felices
A él le calculo ochenta y siete (a ella, ochenta) llegan casi al cierre al restaurante (¿de dónde vienen?) De arranque piden vino, queso y pimientos (¡le ponen sal!) después fuccile pesto y tuco. Mientras tanto se comen con los ojos y conversan toda la comida (son dueños del tiempo). El tiene un cigarro en el bolsillo. Piden la cuenta y yo que tengo la mitad de sus edades los envidio como si fueran estrellas de rock. Y es que lo son.
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Sangre
En el Mayor Momento de la fe cristiana ha sido siempre hermanada con el vino la Cena en cruz se trocará mañana para cumplir así nuestro feliz destino. Metáfora que mezcla la espina con la rosa en toda historia es prédica que cunde: que sabe a dulce la daga silenciosa en el postrero instante en que fatal se hunde. Yo admiro la bebida del festejo de los amigos, la risa, la alegría. Rival eterno de la sangre derramada el vino tinto y fuerte de la vida.
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Rajatabla
Cueste lo que cueste Caiga quien caiga Porque lo digo yo Porque a mí me parece Porque soy macho Porque me la banco Y no se hable más del asunto Sanseacabó Es mi última palabra No acepto peros ni excusas Así se hará o nada Digo, de pronto, me parece Salvo mejor opinión tuya En realidad no estoy seguro Lo que a vos te parezca está bien Sí querida.
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Esos amores livianos
Esos amores livianos que nunca levantan vuelo lo cual me resulta muy extraño siendo como son (livianos). Tal vez una llamada quizás una salida prohibido “necesitos” (mucho menos sugerirlos). No se puede contar con ese amor charla escasa, pelis nuevas y miradas que se escurren a otras mesas otros ojos. Y si pinta la ocasión un encuentro de caricias en lo oscuro, sin te amos ni te quieros por supuesto, con condón. Es que uno nunca sabe qué hacen esos amores livianos cuando se van.
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Heartbeats
El viento golpea duro en la cara y moja el alma. Nadie podría caminar en una tarde como esta. Nadie en su sano juicio. Nadie camina en un día de lluvia y viento sin saber adónde va a menos que esté loco o perdido. Eso me digo yo que estoy cuerdo mientras apuro el paso buscando adónde ir.
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Refugios
Unos se refugian en la religión (o en otras formas de literatura). Otros, en una botella de whisky (dicen que te entiende…) También hay quien se refugia en el amor, verdadero o falso; en el trabajo o en otras formas de droga en casas en autos. ¡Tené cuidado! están disparando en la calle. Hay que buscar refugio ya. O tendrás en la frente una cruz pequeña como un orificio. Entonces game over. Refugiate y cerrá los ojos la boca los oídos. No pienses en nada no mires si los otros pudieron refugiarse ¡no abras tu puerta! Son tiempos difíciles. Ya pasarán (dicen).
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Un paseo por el campo
Yo que tanto le escribo a Buenos Aires a su contorno gris, al negro de su lodo y a los maulas de sus hijos que traviesos no se detienen hasta arrasar con todo quise alejarme de la cívica violencia huir al campo, a la espiga y a las frutas, y al caminar la vastedad de su llanura sentir la tierra, y aprender de su paciencia. Ya que no hay gauchos, ni postas ni pulpera ¡qué bien me haría beber una ginebra! y entre paisanos recuperar el goce de la baraja fiel, de la amistad sincera. Tres parroquianos vinieron a mi mesa comenzó el juego, del "truco", por supuesto y todo el mundo se le arrimó al porteño que entre la multitud se sorprendió molesto. No sé por qué pero perdí la calma me quería ir y definí el partido, mi compañero en la sien me puso el arma porque con 25 perdí la "falta envido".
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Tan enojado estaba que volteó la mesa fue todo al piso, los vasos y las cartas y me dijeron que la apuesta cancelara o que salir con vida del boliche, no esperara. Yo no aposté, dije apenas susurrando ah, ¿no? poné mil pesos ¡taca taca! dijo el que dijo ser mi amigo en vano saqué el dinero de mi billetera flaca. Cuando salía el patrón gritó ¡Sofrene! y del susto que me dio me quedé tieso Por la ginebra y los vermús son 800 Más treinta y tres por el big mac con queso. Fue sólo un día, pero me pareció un año volver a ver tus grises como soles regreso triste, más pobre de ilusiones ciudad querida, ¡tu ausencia me hizo daño!
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Quimera de Notre Dame Extra単o monstruo bestia so単adora que custodia a Notre Dame de sus amados padres infernales.
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Mosquitos
Las Fuerzas del Mal se empeñan en mandarme legiones de ellos, a veces uno solo pueden llegar a casa o perseguirme a suelo antártico a estepas siberianas para irrumpir en el momento exacto en donde el sueño me da su dulce abrazo y así clavar sus dagas traicioneras. Es tarde cuando despierto dolorido se alejan como aviones japoneses cumplieron su objetivo. Regresarán después a torturarme una vez más.
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Enigma revelado
El toro por las astas. La sartĂŠn por el mango. Agarrado de los huevos. AsĂ nos gusta decir a nosotros, los machos. En cambio, Dios aprieta pero no ahorca. Yo siempre supe que Dios era mujer.
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(Uno) otoñal
Seguramente es el otoño que llegó con su frío de árboles marrones y lloviznas repartiendo melancolías. Pero uno que va de contramano por las calles de la vida, arranca el día alegre con vientos en la cara revuelta de hojas secas tomando mate mientras la vida pasa en la sonrisa de una niña. Uno se pregunta por qué será que siempre estamos esperando mil mañanas: que vuelva el calor, que llegue el viernes. Y sin embargo ahora hay una fiesta de grises y marrones (también amarillos) en el cielo y en la tierra que nadie parece agradecer.
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Excepto uno que va de contramano por las calles de la vida y espera que lleguen otros invitados a esta fiesta oto単al que es suave y sutil como la vida a veces.
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Muñecas
La niña ya no juega con muñecas ahora ve novelas en la tele. y pregunta qué hace mejor si cantar o actuar. Yo le contesto, ensimismado ella sonríe, soñadora y al despertar permite que juguemos como antes.
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Interrupción
En dirección opuesta a mi camino viene un hombre bien vestido conversando. Busco teléfonos, compañía pero viene hablando solo. Lo que sea que le oye va a su izquierda. Y el hombre le sonríe, gesticula. Ya nos cruzamos y advierte que lo observo. Se calla y me dedica una sonrisa cómplice, que devuelvo. Ya ganó mi espalda y sigue su camino pero giro a ver qué hace y él vuelve a hablarle al de la izquierda. Estoy seguro que le dijo: - Te decía que…
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Remedios antidomingo
En esas horas en que el suicidio no parece un disparate Mejor refugiarse en cualquier medicamento: Un libro hipnótico. Un gesto anticonvulsivante. Una ansiolítica tarde sin malos pensamientos. Tal vez algo de vino tinto y antipánico. Y miorrelajantes caricias homeopáticas Nada de muertos en noticias policiales, ni polos derretidos, o tigres africanos. Urge olvidarse de ayeres y mañanas que nos conduzcan a la angustia del fracaso. No disculpés la situación en esas horas en que el suicidio no parece un disparate pues toda precaución resulta poca ante la tentación del somnífero balazo.
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El último de la clase (I)
El convidado de piedra. El último orejón del tarro. El que nadie nota cuando se va. El cuatro de copas. El bueno para nada. El callado. El último de la clase... él también se puede enamorar.
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Lovecrafts
Scooby Do puede ser un perrito muy simpático o un loco que jadea en el teléfono Lovecraft es el apellido de un señor muy terrorífico aunque también podría ser un artesano del amor La muralla china se ve desde el satélite pero a la Ciudad Prohibida tal vez no la encuentres. Barney es la alegría de los niños o un tímido adentro del disfraz Yo puedo ser un tipo mirando a tu ventana o el que acecha en la oscuridad. Son puntos de vista.
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Falsos perdones
Te pido perdón por haberte jurado que me encargaba de todo y las pilas de casi todo siguen ahí, llenándose de olvido. Por los silencios. Por haber detestado el sushi sólo porque es snob, sin darle antes una chance al japonés de Chacarita. Por creer que los hijos pueden elegir su identidad sexual pero no el club de fútbol, que llega en línea directa por ascendencia paterna (no negociable). Por las inconsistencias. Por las heridas que nunca cicatrizan. Por escucharte muchas veces con los ojos distraídos. Por reírme con los tangos de Rivero y decirte al quinto al hilo ¿en serio no te gusta? para después poner a Gardel. Por Calamaro. Por agotar las cosas que me gustan como a un pozo de petróleo. Por mis malos humores excesivos. Por mis buenos humores peores todavía. ¡Perdón! Por reírme sin querer, mientras te pido estas disculpas
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La suerte de un cantante
En el subte hay un tipo que es cantante. Lo hace muy mal, sólo tiene tres canciones y se ríe todo el tiempo. Me parece que se ríe de la gente somnolienta: “yo soy libre, ustedes no”. Hace frío y el andén está repleto y él se ríe, con su burla es estridente; hace mucho que lo veo cuando voy para el trabajo. Es feriado, bajo al metro con mi hija y ahí está. El se ríe y desafina sus canciones (tres canciones que ensordecen) Ella frena para verlo y yo me callo. Nada digo de la historia, ya lo observa. Yo no aguanto y le pregunto ¿Qué?¿te gusta? Es gracioso por su risa, me contesta. Pero no, canta muy mal. Es lapidaria Suficiente para mí, habló vox dei. Desde ahora me preparo para hacerlo. Unas pinzas, una bolsa, unas tijeras lo que sea pero el próximo feriado es mi deseo que se calle el cantor.
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Hombre al agua
Creyó que era un sueño pero no. Estaba dentro de un vaso de agua y si no braceaba, se ahogaba. Mas él era un eximio nadador, y nunca, pero nunca tenía por costumbre ahogarse en vasos de agua. Enfiló hacia la orilla de vidrio y demoraba - ¿será un vaso de whisky? Por fin estuvo a punto de llegar. Incluso rozó el vidrio. Pero el Gigante tuvo sed y bebió del vaso.
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Yo no hice nada
No quise cruzarme en tu camino ni que te fijaras en m铆 no pretend铆 llamar tu atenci贸n tosiendo a prop贸sito pensando en voz alta hablando en voz baja. No quise que cayeras rendida a brazos ni pies por eso cruzo la calle cuando te veo venir porque yo no hice nada para enamorarme de ti.
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Yo invito
“Más que Justo Suárez, Gatica me recuerda a Kid Charol. En el rincón es de los que no necesitan estímulos y, por el contrario, se lo da a sus ayudantes. Conversa, pregunta o explica algo durante el descanso como si en vez de una pelea se tratara de un entrenamiento. Y escucha lo que se le dice, interpretando los consejos con una claridad mental que, en la acción, los perfecciona” (Diego Franco ¡Aquí está! – Diciembre 16 de 1946). Vamos al Picadilly, pibe? Yo invito!
El temible Mono. El gastador. El analfabeto. El borracho. El gran boxeador, inteligente y valiente. El amado por el pueblo. El peronista. El fanfarrón. El que los finos esperan ver caer con rencor. El del Mercury convertible. El que nació en la calle. El que murió en la calle. El bruto que no sabe fumar habanos pero le gusta tenerlos en la boca. José María Gatica al encuentro del Presidente Perón diciendo: “dos potencias se saludan”. El tipo generoso y pródigo con sus amigos.
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El de borrachera difícil, también rencorosa y violenta. Pasó a la historia argentina como metáfora del que no sabe guardar y termina sin nada Yo me pregunto cómo se puede guardar lo que se desprecia
“Gatica pelea el sábado y gana. Y el lunes, cuando se encuentra con su entrenador, le pregunta ¿Cuándo peleo? Como Carlitos Gardel, que al salir del teatro se iba con los amigos para cantar a gusto…” Cosas de la sangre. (Horacio Estol ¡Aquí está! Diciembre 16 de 1946). “Un doble cordón de policías estaba formado en la vereda para abrir paso al féretro…el coche fúnebre que esperaba frente a la casa fue obligado a desplazarse hasta la esquina, sin el ataúd. La gente quería conducirlo a pulso…No fue aceptado ese reclamo, pero la multitud no se dio por vencida. Así como en otros tiempos, en casos parecidos, se desengancharon los caballos para arrastrar el coche a tracción humana, la multitud que seguía a Gatica impidió que el chofer empleara el motor y procedió a empujar el vehículo” (Diarios de la fecha de la muerte de Gatica)
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Tengo un amigo gay
Tengo un amigo gay uno negro y uno judĂo (yo soy sudaca, y tambiĂŠn un poco contrahecho). Salimos una vez por mes y nos divertimos mucho. Juan quiere esta noche ser de la partida pero le diremos que no. Porque en verdad se llama Wang. Y no nos gustan los chinos.
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El niño estudia canto
Mis amigos Los Maestros tienen un sobrino. En los ochenta jugábamos al truco y el chico traía el mate (o el vino y los chorizos). En tanto el grupo, atento a la baraja. "El pibe estudia canto" dijo un Maestro aquella noche de verano. Familia de cantores, tiene chance (aunque es difícil) Hoy es Ariel Ardit, Cantor de Tangos y se codea con Los Grandes. Los años han pasado y ya no hay truco con Maestros. Mas en cualquier caso faltaría el secretario porque hoy Ariel es mano.
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Aristocracia argentina
Me da ternura cierta aristocracia que ya no es sino que ha sido en ciertos linajes de guerreros en estancias inmensas como pampas pero ya no. Aquella señora que mayor bebe té en la Recoleta. Ya no hay fortunas pero aún tiene bibliotecas y recuerdos de París para contarme.
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Los negros del blues
Anduve por Chicago y vi la Torre Sears y la John Hancock. La Magnífica Milla con sus Hugo Boss y Ferragamo y el Art Museum. ¿Y los negros del blues? Pregunté. ¡Después! Primero Chicago Bulls Navy Pier y Al Capone. ¿Y los negros del blues? Pregunté. Hay mucho teatro, cultura, mejor que Nueva York. ¡La Torre de Agua y el Millenium! ¿Y los negros del blues? Pregunté. Hay un show para turistas en un barrio acomodado y tocan bien. ¿Y los negros del blues? Pregunté. ¿Los querés ver? dijo harto mi anfitrión y me llevó al barrio feo y peligroso de los negros.
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Acá están, me dijo ¿Querés bajar a preguntar? ... No, mejor llevame a “Towers Records” a comprar CDs. Y eso que en el barrio había blues por todas partes...
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El último de la clase (II)
El acabado. El loco. El que hizo trizas su cara (y su carrera). El borracho. El drogón. El que lo tuvo todo. El que lo perdió todo. El último de la clase... Él también puede ganar una vez más.
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Sures
Para mí el sur es una raya que va de Buenos Aires a Santiago. Llega hasta la Patagonia y calla surcando mil desiertos despiadados. También el sur del uruguayo (ese que existe, nosotros lo habitamos) o el del poeta ciego con gauchos y paisanos. Es Camino del Sur que invita a ir Sureando silbando mil canciones que para mí son tangos. ¿Qué sur de aquellos sures es el que yo más amo? Seguro que el de Manzi, con Manoblanca al lado. El sur de las estrellas. El sur de aquellos ojos que sueñan en Pompeya esperándome.
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Cinco minutos
El reloj dice que faltan cinco minutos para levantarse de la cama o para entrar al trabajo para seguir en la playa o para que empiece la función. Cinco minutos para tomarse la última cerveza. Para dar y recibir besos. Quizás en realidad faltan cinco minutos para morir o por vivir. Eso no lo sabemos. Lo que me resulta curioso es que vivimos como si tuviéramos cinco siglos por delante.
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Ella Hasta al mĂĄs taura lo achica el puĂąal de una traiciĂłn en Palermo o en Barracas no hay duelo donde ella pierda.
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La advertencia
Hay un loco dando voces por la calle ¡todos moriremos! ¡todos moriremos! la gente disgustada se desvía porque tiene razón.
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Huellas
Huellas en el mar, en los caminos, en las vidas. Indelebles o borrosas, transcurrimos queriendo persistir y dejar huellas imposibles que durarĂĄn hasta maĂąana en que no estemos. MaĂąana, como ayer, seremos nada.
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Víctor Noir
Negra la muerte vino a verte en un absurdo ¡Víctor! Hombre niño novio que yaces en París para deleite de quien busca centurias después lo que no pudiste darle a tu amada.
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Te llamaría Te llamaría esta noche para salir por ahí hay un lugar extraño al que me asomé te quiero llevar porque es misterioso como vos tomaríamos algo nos perderíamos en la oscuridad y luego veríamos te llamaría esta noche pero me da una terrible pereza y encima hay fútbol por TV.
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Propuesta (II)
Y si luego de bailar para mí me pidieras cualquier cosa ¡pues la haría! Si la noche no ha llegado a hacerse día. Puedo ser –como Joaquíntu mal y tu bien tu pan y tu vino. Sólo es cuestión que te decidas y me digas lo que quieres ahora mismo. Que mañana quede lejos, a años luz. En otro siglo.
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Sandstorm
Es difícil resolver cuando llega la tormenta si no eres del lugar. qué hacer o adónde ir cuando el día se hace noche de repente. Sólo puedes pedir ayuda a la gente del desierto si no eres invasor. ¿No lo eres?
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Lady
Te dibuja ojos azules y después susurra la peor barbaridad ¿cómo puede un angelito ser tan guarro con la ceja arqueada? Reparte risas penas no no miente nunca o casi nunca una tarde dice adios y sin embargo no te enoja yo creo que no hay forma de ofenderse cuando alguien te mira con su ceja levantada ¿verdad Milady?
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Consejo para orientar la búsqueda
Respetad al silencioso. al callado que anda por la vida sin mostrar todos sus trucos. Huidle al charlatán al alma de la fiesta que enseguida agota el cargador sin siquiera afinar la puntería. Quien se guarda sus palabras a pesar de haberlas leído (o vivido) es el dueño de las claves de volcanes y tormentas o de bombas a punto de estallar. Es que al otro, al parlanchín sus encantos se le escurren como fuegos de artificio.
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Monte vide eu
Montevideo es porteño todo es bueno y de lo malo no me acuerdo, es como acá sólo que más pequeño. Tiene mercado en el puerto en la ciudad vieja, arrabal. Tiene Pocitos, llamadas cuando llega el carnaval. Te pelean por Gardel su lugar de nacimiento mas eso es con sentimiento con respeto, es un placer llegar a Montevideo donde hay negros con tambores comer asado con ellos al compás de algún candombe. Y luego volver a casa por ese río marrón que lo llamamos del plata y descubrió un español ¡Hace tantos, tantos años! Dice el libro qué sé yo.
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A. C.
Hay un tipo no sabés al que lo llaman Andrés. tiene un poco del Zorzal y de Bukowski también ¿Me zarpé? será el afecto lo que ocurre es que el salmón de la dura dirección hace crímenes perfectos. Amigo de Diego y Pappo de Jarmusch y Abel Ferrara vive un poco en Argentina y otro poco allá en España. Es abuelo de la nada de rulo y bigote raro. Rodríguez lo llaman muchos y otros tantos Calamaro.
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Sísifo
Y aquí estoy yo levantando una y mil veces la piedra del castigo. Hades no perdona la mentira. No me importa el cargarla para siempre si salí de la morada de los muertos para oler al aire, sentir la tierra, cruzar los mares una vez más. No temo revelar los secretos de los Dioses. Traicionarlos a ellos o a los hombres pero no a la vida. A ella jamás la traicioné. ¿Qué otra cosa debe hacerse que vivir cada día un poco más? ¡Un poco más! Ya encontraré luego la manera de engañarlos otra vez.
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Comer solo
Cuando como solo sin leer (algo extraĂąo) no me cuido. No tomo la copa del tallo ni me limpio las comisuras de los labios urbanamente. No evito apoyar los codos en la mesa ni cierro la boca al masticar. Cuando como solo puedo agarrar la comida beber sin limpiarme la boca brutalmente y eructar. Y eso me gusta porque me recuerda de dĂłnde vengo de otro lugar. No es ni mi ciudad ni mi paĂs ni mi continente.
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Vengo de donde venimos todos de las cavernas y del fuego milagroso en eso pienso cuando me engullo la comida brutalmente porque como solo.
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Puedes llamarme Puedes llamarme Nick tomar una copa conmigo yo invito me cuentas tus penas yo las mías diremos que la vida es rara brindaremos por los buenos tiempos pasados, presentes, futuros borrachos dormiremos juntos o simplemente hablaremos después olvidaré tu nombre tu historia tu rostro salvo que mañana regreses. En ese caso diré que puedes llamarme Nick.
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Lluvia4 Abrí el paraguas por las dudas descubrí que no llovía y lo tiré al rato me mojé volví corriendo. Ya era tarde un viejito lo tenía una casa de paraguas abiertos y tirados como el mío construyó.
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Percal Vos que dormís en Grand Hotel pensás que no conozco el percal y eso que fuiste conmigo a aquel lugar donde esa tela reina un barrio como el tuyo antes de ser señora de ¿No te acordás?
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EnclavevudĂş Asoman tus sandalias bajo mi cama me pregunto si quedaron en clave vudĂş porque desde que te fuiste no me libro de ellas ni de vos.
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Vida Aunque a veces el cuore me asfixia tuve más de lo que pude imaginar te agradezco cada instante que me diste y sé muy bien que una bola más me vas a dar nada quiero para mí solo te pido que me cuides a ellita si no estoy. Ya no tengo nada que pedirte y sé muy bien que una bola más me vas a dar.
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El paraĂso de unos es el infierno de otros Suave es la noche los Havanna de chocolate ese gato prudente tu sonrisa incluso tu hermosa sonrisa puede ser para alguien un tenaz e insoportable infierno
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Testamento
Me preguntan cómo me gustaría que me recuerde mi hija mañana. Como a todos, que su padre fue un buen hombre. Que con errores, luchó para que la vida la dañe lo menos posible. Que la amó. Que le enseñó algunas cosas. Pero esos deseos los tenemos todos los padres. Mi sueño particular es que un día, revisando trastos en desuso ella encuentre uno con forma de poesía imperfecta Y se diga que su viejo no lo hacía tan mal.
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Índice ¿Cómo poder hablar de amor?, 7 Mi fe, 8 Borde,9 Palacios de arena, 10 Poesía imperfecta, 11 Una mirada molesta, 12 Cada mañana que te vas, 13 Golpe de suerte, 14 Un round más, 15 Por el amor de Dios, 17 Un viejo indecente, 18 Homeless (I), 20 Caballos salvajes, 21 La gente se oye pero no se escucha, 22 Homeless (II), 23 La condición del amor, 24 Ración, 26 Impaciencia, 27 Propuesta, 28 Bodegón “La vida”, 29 El alma de las cosas, 32 Finales felices, 33 Sangre, 34 Rajatabla, 35 Esos amores livianos, 36 Heartbeats, 37 Refugios, 38 Un paseo por el campo, 39 Quimera de Notre Dame, 41 Mosquitos, 42 Enigma revelado, 43 Uno (otoñal), 44 Muñecas, 46 Interrupción, 47
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Remedios antidomingo, 48 El útimo de la clase, 49 Lovecrafts, 50 Falsos perdones, 51 La suerte de un cantante, 52 Hombre al agua, 53 Yo no hice nada, 54 Yo invito, 55 Tengo un amigo gay, 57 El niño estudia canto, 58 Aristocracia argentina, 59 Los negros del blues, 60 El último de la clase II, 62 Sures, 63 Cinco minutos, 64 Ella, 65 La advertencia, 66 Huellas, 67 Víctor Noir, 68 Te llamaría, 69 Propuesta (II), 70 Sandstorm, 71 Lady, 72 Consejo para orientar la búsqueda, 73 Monte vide eu, 74 A. C., 75 Sísifo, 76 Comer solo, 77 Puedes llamarme, 79 Lluvia4, 80 Percal, 81 Enclavevudú, 82 Vida, 83 El paraíso de unos es el infierno de otros, 84 Testamento, 85
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