Director / Propietario Corrección
Foto de Tapa
Marcos Ferrer
Francisco Ibarra Osorio
María Soledad Navarro
Participaron de esta edición Antonio de La Rosa Juan Pablo Sarjanovich Juancho Ibañez Pablo Lafourcade Ivan Canturin Gustavo Rodriguez
Nouria Newman Diego Duverges Atilio Mosca Magdalena Nieto Sergio Martorelli
Pre Impresión Corrales Impresión 4 Colores
Fotografías Antonio de La Rosa Red Bull Content Poll Juan Pablo Sarjanovich Marcos Ferrer Francisco Ibarra Osorio Juan Cruzzg Lixayda Vásquez Gustavo Rodriguez
Revista de Aventura, Deportes Extremos, Medio Ambiente y Turismo. Registro de la propiedad Intelectual. Dirección: 65 nº 287 (1 y 115), La Plata, Bs As, Argentina. Tel:0054 (0221) 5792744 E-mail: info@andaresaventura.com.ar ffan page: andar extremo Queda prohibida la reproducción no autorizada total o parcial de los textos publicados, mapas, ilustraciones y gráficos incluidos en esta edición.La Dirección de esta publicación no se hace responsable de las opiniones en los artículos firmados, los mismos son responsabilidad de sus propios autores. Las consecuencias de practicar deportes extremos pueden ser muy peligrosas. Las notas publicadas en este medio no reemplazan la debida instrucción por parte de personas idóneas. El staff de Andar Extremo colabora ad-honorem, si deseás publicar un relato o nota comunicate a nuestro mail.
ealmente “Nims,” como lo llaman sus amigos a Nirmal Purja, es un ser de llllllllllllllllotro planeta. Este militar alplinista de 36 años, logró convertirse en la llllllllllllllllpersona con mayor rapidez en el ascenso a los ochomiles haciéndolos en 6 meses y 6 días, en unas 190 jornadas de pura montaña. El 28 de octubre de este año, coronó el Shishapangma de 8.027 metros msnm, logrando derrumbar el récord del surcoreano Kim Chang-ho, primero en subir los 14 ochomiles. Kim sin oxígeno, tardó 7 años 10 meses y seis días, y completó su objetivo en 2013. Nims, a diferencia de su colega, utilizó helicópteros para los traslados a los campamentos base, y llevó oxígeno. El primero en alcanzar las 14 cumbres más altas fue el polaco Jerzy Kukuczka en 1987, un logro que le costó 7 años, 11 meses y 14 días. Purja ya era conocido por ser el autor de la fotografía del atasco de alpinistas en el Everest, que en mayo pasado dio la vuelta al mundo, pero este acontecimiento lo ubica dentro de una de las páginas más importantes de alpinismo mundial. El despliegue logístico de las expediciones fue perfecto para un sprint dividido en tres series. Inició con el Annapurna de 8.091 msnm el 23 de abril, luego el 12 de mayo el Dhaulagiri de 8.167 msnm, siguió el 15 de mayo Kanchenjunga de 8.586 msnm, el 22 de mayo hizo dos cumbres del Everest de 8.848 msnm, el Lhotse de 8.516 msnm, y finalizó la primera serie el 24 de mayo, con el Makalu de 8.481 msnm. La segunda serie comenzó el 3 de julio con el Nanga Parbat de 8.126 msnm, luego el 15 de julio Gasherbrum I con sus 8.080 msnm, el 18 de julio Gasherbrum II de 8.035 msnm. Siguió el 24 de julio con el K2 y sus 8.611 msnm, y cerró el 26 de julio con el Broad Peak de 8.051 msnm. La última serie la arrancó el 23 de septiembre con el Cho Oyu 8.201 msnm, el 27 de septiembre hizo el Manaslu de 8.156 msnm y coronó su récord con el Shisha Pangma de 8.027 msnm.
por Antonio de La Rosa fotos y texto
ntonio de la Rosa, quien cumplió 50 años llllllllllllllldurante esta travesía, consiguió una llllllllllllllllgesta histórica tras permanecer más de 76 días remando de pie sobre su embarcación de Paddle surf fabricada especialmente en España para la odisea. De este modo, completó la difícil travesía oceánica que separa la Costa Oeste de Estados Unidos del archipiélago Hawaiano. Durante el cruce permaneció solo, con la única comunicación exterior de un dispositivo satelital especial que le permitió trasmitir por redes sociales el día a día de esta increíble aventura y hablar con sus familiares y amigos. También contó con un pequeño dispositivo que permitió ubicar su posición en directo y lograr su seguimiento progresivo en directo a través de su
web www.antoniodelarosa.net. En su llegada al Puerto de Waikiki, Honolulu, fue abrumador el recibimiento de los hawaianos que valoraron la aventura del español, de llegar al lugar donde nació este deporte. "Me siento cansado pero muy satisfecho, he tenido que superar unas difíciles corrientes cuando salí de San Francisco, fuertes vientos que me empujaban hacia el sur, varios huracanes que me han pasado cerca, grandes olas que sacudían mi pequeña embarcación como si fuera una lavadora, noches de insomnio, calor y humedad, pero estoy aquí, lo he conseguido, casi no me lo creo", comentó. Bastante más delgado que cuando empezó, dado que bajó 12 kilos, mantuvo la energía y eterna sonrisa que lo caracteriza. En cuanto a su
alimentación, comentó que comió productos deshidratados y liofilizados en su mayoría, bebió agua de una desalinizadora que funcionaba con las placas solares que lleva la pequeña embarcación de 7 metros de largo, e incluso se permitió el lujo de comer algún dorado que pescó. Por último, agradeció la ayuda de las empresas que contribuyeron para que pueda hacer realidad su sueño. Es importante recordar, que no es la primera gran gesta oceánica de este sorprendente aventurero. En 2014 participó y ganó la Travesía al Océano Atlántico Rames Guyane, a remo, y en el 2016 completó la primera circunnavegación a la Península Ibérica, también en Paddle surf.
a francesa Nouria Newman, es conocida llllllllllllllllcomo una de las remeras intrépidas del llllllllllllllllkayak. En un nuevo desafío, emprendió viaje por la Patagonia Chilena, un maravilloso lugar con incontables ríos salvajes, sistemas climáticos feroces y cambiantes, que los hacen aún más inciertos para lanzarse a sus rápidos.
Newman, atleta Red Bull y campeona del mundo de piragüismo, se embarcó en una aventura inolvidable junto con dos expertos kayakistas estadounidenses, Ben Stookesberry y Erik Boomer. A lo largo de dos meses, el equipo recorrió más de nueve ríos, además de lograr cuatro primeros descensos, y realizar el segundo
de la historia por el Río Pascua, grande en longitud y con los rápidos más difíciles de la Patagonia. Superaron de ese modo, y en poco tiempo, lo que se había hecho en aquella región durante la última década. “La climatología en la Patagonia es un poco loca, pues cambia muy, muy rápido. Está soleado y al minuto se pone a diluviar o a nevar. Tuvimos muchísima suerte con el tiempo, pero allí las condiciones no son fáciles”, dijo Newman. El objetivo del equipo era completar la “triple corona” del kayakismo en la Patagonia (los ríos Baker, Bravo y Pascua), una aventura que se intentó en 2017, a través de un grupo liderado por Evan García. El equipo de Newman vivió el Año Nuevo en la Patagonia. Para moverse utilizaron multitud de medios de transporte: coche, autobús, ferry y bote. La expedición les permitió explorar todos los ríos que se encontraron por el camino. “Sabíamos que íbamos a tener muchas dificultades en uno o dos ríos, así que decidimos tomárnoslo con calma”, mencionó la aventurera. Otro de los retos de la expedición fue el transporte de los kayaks por un terreno agotador durante 160 km que, con todo el material, pesaban 45 kg. “Llevar a cuestas los kayaks fue algo horrible. En el río Pascua bromeábamos porque parecía que lo único que hacíamos era cargar con todo el material”, señaló. En esa zona tuvieron que caminar fuera de los senderos durante 87 km.
Fue en ese río donde Newman y Stookesberry (Boomer debió dejar antes la expedición) tuvieron que ir fuera del límite: “Echas un vistazo a esos rápidos y piensas: 'Oh, ¡nunca he visto nada tan grande! Mi kayak acabaría destruido en un momento. No veo ninguna manera en la que yo pueda sobrevivir a esto”. Incluso Stookesberry, que ya se había enfrentado a los rápidos peligrosos del globo, pensó que debían abandonar. Newman lo convenció para intentarlo. “Le dije, 'Ben, si Pascua no diese miedo, si fuese fácil, ni siquiera habríamos oído hablar de este río. Vamos al menos al comienzo del cañón. Y si lo hacemos, lo haremos desde allí”. Nouria comenzó a practicar kayak cuando tenía cinco años, en La Plagne, su pueblo natal. Allí los niños se inscriben en clubes deportivos y enseguida empiezan a competir. En aquella época solo había una chica en el club de kayakismo y tenía 10 años más que ella. Los padres de Nouria no acababan de ver con buenos ojos el deporte que quería practicar su hija, sobre todo porque no sabía nadar. Así que debió aprender para que le permitieran apuntarse al club de kayakismo. Sin dudas, un ejemplo de su proverbial tenacidad. Brilló en las competiciones internacionales desde 2007 hasta 2017. En 2013 fue campeona del mundo de kayakismo extremo. Durante el Campeonato del Mundo de Slalom de Piragüismo se llevó la medalla de oro en 2014 y la de plata en 2013. “Creo que había alcanzado mi límite. Me lesioné y realmente nunca llegué a recuperarme del todo, así que no pude conseguir buenos resultados. Estaba haciendo las mismas carreras una y otra vez. Me estaba quemando”, recuerda. Licenciada en periodismo y ciencias políticas, se dedicó a la aventura, incluso realizó un viaje en solitario al Himalaya en 2018 y 2019. “Necesitaba estar sola, pero luego quedó claro que no fue la mejor idea del mundo”. Como ocurre con cualquier aventura, un par de cosas se torcieron. La detuvo la policía y también se vio afectada por la extrema altitud. En agosto de 2019 fue al Tíbet a explorar tres ríos. “Nouria es una de las mejores del mundo, da igual si hablamos de hombres o mujeres. Pero lo que la convierte en una gran aventurera es su apetito por enfrentarse a todo tipo de retos con el kayak: subir por la montaña con él a la espalda, sumergirse en los problemas logísticos o en las cuestiones culturales e idiomáticas. No basta con simplemente querer enfrentarte a algunos rápidos que quitan el hipo. Para alcanzar el éxito también te tiene que gustar todo lo demás que eso conlleva. Así es como se triunfa en los ríos que están por explorar”, dijo Stookesberry.
Alta en el cielo, cumbre del Kanchenjunga
ada de lo que estoy viviendo ahora. En llllllllllllllllese momento lo hice con total inocencia lllllllllllllllly no se me ocurrió pensar en la movilidad que podría generar en la gente, en los medios… la difusión que está teniendo. El objetivo es siempre el mismo: mi proyecto 8000, ir por cumbres que no hayan hecho argentinos. En lo personal, me motivo y lo estoy disfrutando acá abajo. Soy muy mecánico allá arriba, soy consciente de los peligros, metódico para bien y para mal, y muy cauto. La verdad, no festejo en la cumbre. En esta oportunidad, a 10 minutos de lograrlo, se me escapó un lagrimón, pero tuve un percance y me concentré para llegar en las mejores condiciones.
Se armó un embotellamiento e iba último en la fila. Ya no tenía mucho oxígeno. Iba bien
Campo III a 6850 msnm
730 am, cumbre
rezagado, porque además todos coincidimos en el mismo día de cumbre. Iba como 50 en la cola. Una vez que daba una bocanada de oxígeno, levantaba el ritmo. Pasaba a algunos, pero nunca llegaba adelante de todos. Siempre alguien iba entorpeciendo y era muy difícil pasarlo dando un paso cada cuatro respiraciones. Si querés pasar a alguien y dar tres pasos seguidos sin respirar, la recuperación es larga. Imagináte que, dando cinco pasos sin respirar, la recuperación después es de un minuto y medio. Cuando llegué a esa pre cumbre, me encontré con 10 personas que venían bajando. Ya veía la cumbre. Era una pared casi vertical y con un paso transversal apenas iba apoyando los crampones en una grietita, escalando a pleno. Me tuve que desencordar para pasarlos, todo a un ritmo super lento… me enfrié un montón. Pensaba todo lo que había hecho para llegar y justo me pasaba eso. Lo único que quería era poner la bandera en la cumbre. Si me tenía que pasar algo que sea bajando, pensaba. Era injusto pegármela a 10 minutos de la cima.
Un descanso camino a Campo III
Sí, pero me hizo tensionar tanto que actué mecanizado. Foto por acá, foto por allá, le hice un video a Nacho de Matna, el director del cortometraje que presenté en el Banff del Kachenjunga. Al bajar, me pasó lo mismo en el mismo lugar, había demasiada gente. Tuve que hacer lo mismo: desencordar y pasar por el borde.
Llegué al campamento base. Me fui al “Puja” que es el altar tibetano de montaña donde bendicen las expediciones. Me arrodillé allí, y estuve 30 minutos llorando hasta que vino una compañera que me abrazó, y aflojé. La tensión que tenía acumulada de 45 días de expedición los largue ahí. Ni media hora antes de llegar me pude aflojar, porque había un paso que caían rocas permanentemente y tenía que esquivar unos piedrones que me podían dejar fuera de juego. Ocho veces tuve que pasar por eso, y estaba ahí nomás del campamento base.
metros de profundidad. Todo sombra no tenía los guantes puestos, me pegue una congelada bárbara, parecía que me apretaban los dedos con una tenaza. Encima tuve que remontar una pared vertical de 20 metros que no podía agarrar las piquetas y hacer maniobras. Así que arranque mal pero cuando llego a campo 4 ya me había recuperado bastante.Y seguí… tome agua y seguí. Fueron 28 horas, salgo el 14 de mayo 8 y media de la mañana y vuelvo a campo después de cumbre a las 12 y del mediodía. En este tramo tome medio litro de agua, comí media barrita de cereal y me metía chomps, los geles, los dejaba que se desarmen en la boca. Esto fue peligroso porque podría haberme deshidratado, me costó recuperar luego por no haber comido.
Botas rígidas triples, crampones, mono de plumas, arnés, jumar, equipo de seguridad para mosquetonear, equipo de rescate en grieta, una piqueta. Siempre ando con dos mudas de ropa de punta a punta de la montaña. Llevo una puesta y otra la lavo y la dejo secándose. Para el día de cumbre andaba con un interior térmico
Condiciones de higiene en campo base
Estaba en campo 3 6850 msnn, el día estaba lindo como nos indicaba el pronóstico, no había viento ni nubes altas, si había nubes por debajo de nosotros. Me levanto de campo y salgo el 14 de mayo, pero yo no sabía allí que iba a pasar de largo el campo 4 7350 msnm, tome agua y seguí. Normalmente uno para en campo 4 duerme y sigue, incluso en Everest uno tiene una cumbre de unas 9 horas. En este caso me levante, estaba bien aclimatado y me pasa algo mortal. Fui uno de los últimos en salir con sol y enseguida me toca pasar una grieta de unos 50
seco en una siploc, y unas medias cumbreras que son una cábala. Antes del día de cumbre me limpié bien los pies y me puse esas medias limpias y secas.
En la cumbre tuve que hacer tres maniobras sin guantes: tomar la cámara y hacer una foto, sacar la bandera Argentina, y manipular el celular para hacer un craqueo de la cumbre en GPS para la gente que me venía siguiendo en el map gear de Garmin, que para mal de males se me congeló antes de llegar a la cima y la gente se preguntaba si había llegado o no. Lo dejé media hora al sol, y pude hacer un craqueo. Las tres veces que me saqué un guante tenía que volver a ponerlos y esperar 10 minutos para que vuelvan a recuperar calor. Cada vez que me lo sacaba miraba los dedos… me daba cosa. Había sol, pero con -31 grados. Ahora tengo un sabañón tremendo en los dedos. Hay que tener mucho respeto a esa altura con el frío. Lo mismo que con los pies, muy difícil identificar cuál es el límite entre el frío normal, el apretón y la falta de irrigación, o el congelamiento.
3 vuelos para bajar a Katmandu en poco más de 24 hs desde el base
Vientos el dia de espera en Campo II
Vista de campo base
Venía pensándolo antes de usar oxígeno para tener una referencia y decir: hasta acá llegué. Hasta que no estuve en el campo 4, no me saqué las botas ni me vi los pies, no creí que los tuviera congelados. Los tenía rojos, pero no congelados. Cada vez que hago una expedición, voy aprendiendo y soltando cosas. Vengo lento progresando. Solté guías, solté sherpas, solté compañeros, solté las cuerdas fijas, espero soltar el oxígeno a futuro. Cuando sale bien, impecable, pero ya sabemos cuando la cosa sale mal.
Fue un trabajo que hice por mi cuenta. Los servicios que contraté fueron de una empresa nepalesa pero no estaba atado a nada. Si bien en campo base compartía el espacio, cuando me iba para arriba me iba con mis cosas, llevando equipo, cocinándome. Cuando hice la última rotación que había una ventana de dos o tres días, había un búlgaro en el campo base y coordinamos para ir juntos. El iba con su sherpa, y arrancamos. Hice campo base, campo 2 tres veces, una vez había llevado el equipo, otra vez había dormido dos noches y la tercera me quedé. Fui a campo 3, y de ahí al base a dormir. Luego subí a campo 3 de nuevo. Ir con alguien para arriba es construir la seguridad, ir acompañado te da dos puntos de vista.
La aclimatación la clavamos en campo 3 porque después vino un tifón del sudeste asiático que llegó en forma de humedad. Cayó un metro de nieve y dos días después sentí movimiento a la noche: palas, ruido, sherpas que iban y venían. Tenían que armar la vía de nuevo. Una vez hecho, quedamos listo para tirar cumbre. Tenía 50 km acumulados, 5000 metros de desnivel, tres ascensiones, y consideré que estaba listo incluso sin oxígeno. No se dio porque fueron 28 horas de caminata.
Llevé oxígeno y fue el único día que utilicé los servicios de un sherpa, porque no me animé. El sherpa no tenía mucho estado, pero me sentía seguro con alguien. En campo 4 me habían dejado tres tubos de oxígeno.
Es un temita el tema de los petates, porque desde que yo salí de Rosario hasta el campamento base no sabía si llegaban o no llegaban. Son 20 días de espera. El equipo sufre un montón. Siempre corto clavos. Primero en Katmandú, esperando que llegue todo del avión. Tenés 45 kilos de equipo. Es difícil si te lo pierden. Del avión hasta el este de Nepal, luego los dos días de vehículos 4x4 que hacen la aproximación, después los porteadores hasta el base. Caminás desde que te dejan: 6 días, 100 km y 5000 metros de desnivel.
Contrato una empresa que son tres coas las que pago y es lo básico que contrata cualquier montañista amateur o profesional. El permiso para subir a la montaña, los porteadores que esta bueno contratarlos por una empresa porque si no hacen lo que quieren y la carpa del campo base con la cocina, porque se pasa del mes que uno está en la montaña la mayor parte está en el base.
Es muy difícil, pero de apoco se van acercando y este año estamos trabajando con diferentes marcas. Una es Petzl y la otra La Sportiva. Son indispensables. La gente de Portezuelo del Viento de Mendoza y Sabor de Reyes también me están dando una mano. Los fondos son propios pero la ayuda de estas marcas es muy importante para poder seguir adelante. Agradezco también a la gente de Western y de Naka. Estoy usando (que me viene muy bien) Petzl Tikka Core y Reactiv, que tiene un sensor foto lumínico que regula el haz de luz. En calzado estoy usando La Sportiva, botas de trekking, botas de media altura y botas alta montaña que tengo dos pares: un modelo liviano que es el modelo G2, un botín de 900 gramos triple, porque tiene botín, bota exterior y cobertura externa ,una polaina. Para aclimatación uso esas. Cuando salgo a cumbre uso las Olimpus, botas triples grandes rígidas, de 1350 gramos, menos maniobrables.
La mancomunidad que logré con la gente en entorno a esto de poner la bandera Argentina en la cumbre. Uno no anda con la camiseta puesta todo el día como un atleta olímpico o un deportista convencional. Pero poner la bandera en la cumbre y sentir que es un logro nacional, es increíble, y la gente que me lo hizo saber. Ese momento fue lo mejor que me pasó en una montaña después de 25 años.
Cumbre del Kanchenjunga con vista al Jannu
Carpa cocina Camino a Tseram
Las críticas. La gente es muy despiadada con las críticas. A mí me parece que las críticas constructivas suman, pero hay un minúsculo grupo que se le ha ido la mano.
Lo viven de una manera muy especial. Tengo más comunicación con mis hermanos y con un grupo de amigos íntimos y trato de no preocuparlos. No resigno lo que hago ni lo voy a dejar de hacer. Hay algo fundamental, siempre llevo un seguro de vida, trato de prever si me llegara a pasar algo, no dejarle una carga a la familia. Cuesta lo que una cuota al año, la cuota de un servicio y te cubre asistencia, rescate, repatriación, gastos médicos y hasta pérdidas de equipo.
Hace dos expediciones que lo asumí y estoy plenamente entregado a esto. Sé que se me va la vida en ello, lo asumo. Lo que me cuesta más es pensar en sufrir, no me gustaría quedar roto en la montaña. Si pasa, que pase de una.
Primero terminar el proyecto 8000 que son las montañas que no tuvieron bandera argentina: Nagna Parbat y Annapurna.
Torton
Camino a Campo I 6100 msnmr Campo II a 6250 msnm
Festejo de cumpleaños luego de bajar de aclimatar
n Noviembre de 2016 Sergio Martorelli tuvo un percance llllllllllllllllel segundo día de flotada, perdió uno de los pontones del llllllllllllllllKata donde estaba enganchada su campera Ansilta Sea Trout, aunque pudieron recuperar el pontón, pudieron ver muy tristemente como la camera era devorada por el río Caleufú (Neuquén) con sus moscas, la billetera con plata, tarjetas y documentos, hasta el celular estaba adentro. Seguramente por el peso de todas esas cosas la campera se sumergió y la dio por perdida para siempre. En la navidad de 2017 Sergio recibió una sorpresa increíble y no precisamente debajo del arbolito. Un mensaje en facebook de Nacho Alonso, persona desconocida para él hasta ese momento, diciéndole, “encontramos tu campera en el Caleufú”. Su sorpresa fue tal que demoró como 15 minutos en llamar. Una vez calmado llamó al teléfono que Nacho le pasó, era el teléfono de su padre Ivo Bozic, guía de pesca de Bariloche, el que
le comentó que pescando enganchó la campera y la recuperó. No sólo la recuperó sino que tambien la lavó con productos para Goretex para recuperar su impermeabilidad y prolijamente secó toda la documentación y el dinero que llevaba, todo quedó impecable. Gracias a Dios todavía existen personas como Ivo que la recuperó y como Sergio que nos contó la historia. Lo que más nos sorprendió es el estado de la campera luego de haber estado un año y un mes sumergida en el río, hasta los cierres funcionan a la perfección. En Ansilta tenemos estrictos controles de calidad tanto de los materiales, la fricción, las costuras impermeables y de las prendas terminadas… Pero jamás se nos ocurrió sumergir una campera un año en un río caudaloso de la Patagonia!. Gracias Ivo por tus valores y Sergio por tu relato. Ese es el espíritu de calidad y compromiso del que hablamos cada vez que decimos “Andes donde andes”: el espíritu de la montaña, estés donde estés.
ampera de vadeo técnica de pesca, permite soportar desde los más fuertes vientos hasta lluvias torrenciales o nevadas. Nuevo calce, pensado para mejorar el deslizamiento de las capas internas. Alto confort. Tejido GORETEX® 3C PRO 100% impermeable y respirable. Peso 535 gr
rutas a mucha altura, y tienen facilidades a los accesos. urgió antes que el Kitesurf, entre estadounidenses y franceses. Ellos hacían parapente y empezaron a cruzar el kite con el esquí. Alemania, Suiza y EE. UU, se podría decir que son los precursores. El Kitesurf ayudó mucho a desarrollar el Snowkite en lo referente a equipos, por ejemplo. En Europa es donde más se practica Snowkite por que tienen
Soy instructor de Kitesurf desde hace más de 15 años. Me encanta la montaña. Antes trabajé en Las Leñas y siempre me gustaron los deportes de invierno. Luego me vine a trabajar a San Martín de los Andes y practiqué Snowkite por mi cuenta, hasta que dije: qué bueno sería contar con este servicio en el Cerro Chapelco. Así empezó todo.
Porque el acceso es fácil. Llegás por un medio de elevación, y los del Cerro Chapelco son los más aptos y modernos. Además, podes venir a esquiar y si hay viento te pasas a kitear.
La diferencia con el Kitesurf es que acá tenés la montaña, con lo cual tenés un desnivel. Por eso digo que es como navegar en 3D. Lo más importante es adaptarse a la pendiente y leer los vientos. La clase está orientada para cualquier persona que tenga ganas de probar algo novedoso y divertido. Además, en la nieve no te hundís como en el agua, con lo cual lo hace más fácil. Cambia si nos vamos a una pendiente más pronunciada. Si uno viene practicando Kitesurf, la progresión es más fácil para pasarse al Kitesnow y lograr surfear la montaña de manera más fluida.
Es un evento que surgió con dos amigos, el Chompi y Nico. Los tres somos fans del Kite, y descubrimos este desierto de nieve a 2000 m de altura, muy cerca del Cerro Chapelco. El lugar es alucinante y las condiciones perfectas, porque la
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orientación de la explanada es una orientación de frente al oeste y acá los vientos de la Patagonia son predominantes del oeste, además son 800 hectáreas y siempre hay nieve por la altura. Como el acceso es difícil, pensamos llevar gente en helicóptero al C4 gracias al apoyo de sponsors como Corona.
sensación increíble. ¡Poder hacerlo es literalmente alicinante!
Llegué a través de un amigo que tiene un local muy conocido de venta de productos de esquí y montaña en San Martín. Ahí la descubrí. Me
Chapelco está premiada como la mejor estación de esquí de Latinoamérica. En seguridad, calidad de medios, personal. Siempre está nivelando para arriba en todo sentido. Por eso lo elegí. La zona de Snowkite es como un Wakepark porque tiene todas las variables. Es ideal… podés volar, esquiar. Es una zona de entrenamiento. Después, la idea es ir a esquiar montañas enteras como el C4.
Me dedico a esto. Soy Profesor de Educación Física en San Isidro, y tengo mi escuela de Kitesurf orientada al deporte y al ambiente familiar. Cuando termina el verano, organizamos un viaje al Caribe. En invierno me vengo a Chapelco.
Es un deporte invernal nuevo. Sentir que podés subir una montaña con viento es una
gusta… el respeto en el tránsito, su gente, la estética de pueblo de montaña, la arquitectura del casco histórico. Siempre digo que tengo mi familia invernal acá. Y vuelvo a destacar que al trabajar en el Cerro Chapelco, siempre veo que tiran para adelante. Siempre hay novedades. ¡Eso me gusta!
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iudad fundada en el año 1540, a lllllllllllllll2335 msnm, es un pórtico para llllllllllllllanzarse a realizar deportes de aventura. Muy tranquila para caminar de punta a punta y para disfrutar la excelente gastronomía peruana. Está llena de restaurantes cerca de su plaza principal y posee un mercado que tiene de todo, imperdible para disfrutar de la rica comida regional. Con lo que respecta a la colonia, la iglesia principal y demás edificios, están hechos de sillar, una piedra volcánica más dura que la piedra pómez. Existen canteras que se pueden visitar y ver cómo se sigue extrayendo manualmente este mineral, para ladrillos y ornamentos. Emplazada en una zona montañosa de la cordillera, los volcanes que la rodean superan los 5000 msnm. El Misti es una opción muy buena para hacer una montaña que alcanza los 5822 msnm. El campamento base cerca del río Chili, a unos 5 km de la ciudad, en dos días nos basta para hacer cumbre. Luego está el Volcán Chuchuni con sus 6.057 msnm a unos 50 km de Arequipa, y el Volcán Pichu Pichu de 5.664 msnm, a unos 30 km de la ciudad.
C
Arequipa es, sin duda, una ciudad que esconde las historias de las culturas incaicas. En uno de sus museos, se puede encontrar a la momia Juanita, una doncella sacrificada que estuvo escondida en la cima de una montaña por más de 500 años. “La niña de los hielos”, como la llaman, es quizás la momia mejor conservada de la historia humana. Fue encontrada por la erupción del volcán Sabancaya de 5.976 msnm, que descongeló su tumba y la dejó expuesta en el volcán Ampato a una altura de 6.288 msnm. Juanita y otras dos momias, fueron encontradas en 1995 y 1997 por José Antonio Chávez y Johan Reinhard. Arequipa tiene algo muy lindo, y es que dentro de la ciudad se encuentran los valles. Dar vuelta a la esquina es encontrarse en el medio de un paisaje con ríos caudalosos que permiten la práctica de kayakismo y rafting. Muy cerca, a unos 170 km, está el pueblo de Chivay que es la compuerta a unos de los cañones más profundos del mundo: el Cañón del Colca, que llega a unos 4000 metros de profundidad. Fue descubierto en 1981 por Jerzy
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Yurek Majcherczyk, junto a un grupo de cinco investigadores polacos que llegaron al cañón buscando el inicio del río Amazonas. El Río Mismi es considerado hoy, el inicio del río más largo del mundo. Recién en el año 2009, el mismo Jerzy Yurek Majcherczyk, organizó otra expedición para recorrer los últimos 20 kilómetros y así demostrar su profundidad.
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uando llegó a mis manos la invitación de Nativo Expediciones SRL, para ser lllllllllllllllllllllguía del Primer Encuentro de Kayak Invernal de Mar en Tierra del Fuego Chilena, lllllllllllllllllllllmás precisamente en el Fiordo Parry, armamos un grupo de kayakistas del club AFASyN de Ushuaia para asistir al evento. Esta región posee un paisaje majestuoso, que comprende montañas, fiordos y glaciares, fauna marina muy diversa, y un clima que imposibilita predecir lo que sucederá en las próximas horas. Para viajar éramos 6 kayakistas: Guadalupe Gómez, Luciana Cavallin, Agustín Ciolfi, Hugo Monte de Oca y yo de Ushuaia y Dolores Urdampilleta de Mar del Plata. En el grupo de Whatsapp volaban las preguntas, había mucha ansiedad y entusiasmo. La decisión principal, fue llevar kayaks de plástico roto-moldeados, por la presencia de hielos flotantes dentro del fiordo. Luego entendimos que fue una muy buena opción. Cuando ya teníamos todo organizado y faltaban dos días para el viaje, lamentablemente Dolores Urdampilleta, kayakista de Mar del Plata, tuvo que bajarse de la expedición.
Glaciar Darwin
Glaciar Luis de Saboya
El día antes de salir, cargamos los kayaks en las camionetas y empezamos a sentir el invierno. Lograr atar y fijar los kayaks en los techos del vehículo con viento y frío fue muy dificultoso, pero las ganas de estar en el fiordo rodeado de cinco glaciares que llegan al mar con las imponentes montañas de la Cordillera Darwin de fondo, hacían olvidar las duras condiciones. En Ushuaia, que remamos en el Canal de Beagle todo el año, la temperatura no nos amedrenta. Sabía que, al ingresar en los fiordos con los glaciares, bajarían, y más en esta época. Mi experiencia de haber navegado los fiordos tanto en kayak como en velero, sirvió para que el equipamiento q u e l l ev á r a m o s s e a e l a d e c u a d o. Fundamentalmente lo más importante era el traje seco, abrigo debajo y buena bolsa de dormir para recuperarse del cansancio diario. El día 1 de Agosto con el amanecer, emprendimos el viaje en dos camionetas 4x4, que también había sido un requerimiento, por la zona de alta montaña que había que atravesar y que en estos momentos sabíamos que se encontraba con mucha nieve. La ruta que nos tocaba hacer en vehículo eran 570 km desde Ushuaia. Pasamos por Río Grande y luego cruzando la frontera Argentina-Chile en el paso San Sebastián, para llegar a la comuna de Cameron, donde pudimos descansar la primera noche y nos encontramos con los organizadores Camilo Uribe y Fredy Moreno de Nativo Expediciones.
Productos de Punta Canoa
Fauna de Punta Canoa
Productos de Punta Canoa
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Bahía Pared Glaciar Luis de Saboya
Hasta llegar, la ruta fue clásica de Patagonia: poco tránsito y mucho paisaje. Cameron se encuentra en la cota oeste de la Isla de Tierra del Fuego lado chileno, sobre el Estrecho de Magallanes. La mitad del camino era de asfalto, la otra de ripio y con nieve. Como medidas de precaución llevábamos cadenas para las ruedas de los vehículos que, además, tenían clavos. Al llegar y entrar al valle de la comuna, el paisaje bordeando la costa del Estrecho de Magallanes, se veía majestuoso. Campos con horizontes infinitos, el típico guanaco queriendo saltar algún alambrado, y algún hambriento cóndor sobrevolando la ruta en busca de comida. Los cóndores en época invernal se encuentran en zonas más bajas ya que las cumbres están nevadas. La recepción estaba prevista en el albergue municipal de la comuna, cedido por el alcalde. Ahí nos encontramos con los demás integrantes de Chile: Pablo Aravena Cerda (kayakista de
Coquimbo) y Juan Paulo Cerón (de la empresa Universal Kayak de Santiago), quien compartiría conmigo la tarea de guía del encuentro. Al equipo de la organización se sumaba Valeria, marinera de la embarcación que nos llevaría de Caleta María hasta el campamento dentro del Fiordo Parry. Después de deleitarnos con una rica cena, brindar y augurar una buena estadía en los glaciares, tomamos posición de las cuchetas. A Hugo le toco mantener la salamandra alimentada de leña para conservar la temperatura de la cabaña durante la noche, única calefacción en estos lugares. A la mañana siguiente, continuamos en los vehículos. Al principio la ruta era ripio, pero a medida que nos elevábamos en las montañas, la nieve cubría todo. Para nuestra suerte, el camino era mantenido por máquinas del ejecito y no hubo necesidad de encadenar las ruedas. La cordillera se cruzó muy despacio, pero segura.
Fiordo Parry
Al alcanzar el final de la ruta: Caleta María. Allí nos esperaban Fredy, el capitán, y Valeria. Con ellos recorreríamos 30 km para llegar al campamento. La Armada de Chile esperó nuestra llegada a Caleta María. Una vez que inspeccionó los kayaks y equipos, dio el visto bueno para iniciar la navegación e ingresar a uno de los lugares más inhóspitos de Tierra del Fuego. La embarcación, con 12 personas, kayaks y bolsos con equipos, contaba con dos motores que la hacían correr a 30 nudos. Alcanzar esta velocidad optimizaba el viaje ya que en esas latitudes el clima era intenso y cambiante. El mar puede variar de estar planchado, a elevar en 5 minutos 2 m de ola, por el aumento en la intensidad del viento. Al poco tiempo de estar navegando en la lancha e ingresar al fiordo Parry, la ansiedad por ver dónde pasaríamos los próximos dos días remando, y el deseo de registrar todo, nos hacían disparar fotos y videos en todos los aparatos que llevábamos.
Glaciares Cuevas y Reina Isabel II
Para nuestra suerte iba Francisco, fotógrafo profesional, quien registró imágenes de momentos únicos. Llegamos a Puna Canoa a las 15 h y nos recibió en tierra Fabián, quien se encargó del campamento armando un refugio tinglado para protegernos de la lluvia y nevadas, que eran inminentes. Ya habíamos pasado frente al primer glaciar que daba la impresión de forzar su paso entre las montañas para poder tocar el mar. El fuego estaba siempre encendido para tener un punto cálido donde reunirse y disfrutar de
historias y anécdotas vividas por los que participábamos de la reunión, tal como lo hacían los pueblos originarios que habitaron estos lugares. Esa primera noche, se planificó la actividad del próximo día y a la vez un cordero fueguino crujió al espiedo. A la cena se sumó un zorro colorado, que se hizo habitué del campamento y que tomaba confianza con el correr del tiempo. A medida que pasaba la noche nos íbamos acomodando cada vez más cerca del fuego. La escasez de confort se empezaba a sentir. El piso estaba totalmente húmedo por el
manto verde de las hojas y tierra acumulada durante milenios. Fabián (Guenchu) improvisó unos bancos con troncos. Guenchu, como lo llaman sus amigos, vivió toda su vida en estos lugares y su físico fue moldeado para resistir el trabajo duro de pescador artesanal, marisquero y centollero. Mientras que nosotros ya no teníamos ropa para ponernos encima y ya no contábamos la cantidad de capas entre sintéticos y respirables, él se manejó con un buzo de algodón como único abrigo, cuando no, aparecía en remera… pura adaptación al medio. Pasadas las horas, cada uno buscó su carpa. En minutos, el silencio recuperó el lugar. A las 6 h de la mañana, Guenchu empezó a levantar la fogata para armar el desayuno y cortar el frío mañanero. A las 8 h comenzaron a surgir de las carpas en estado somnoliento, los kayakistas, que habían experimentado la primera noche invernal dentro de un fiordo rodeado de 5 glaciares. Los que tuvieron sueño liviano pudieron escuchar los estruendos producidos por los desprendimientos de bloques de hielo de los glaciares. Enseguida, nos pusimos los trajes secos, chalecos salvavidas y demás equipos, y fuimos al agua. En la playa nos encontramos con un paisaje diferente al del día anterior. El viento había traído del interior del fiordo, cientos de bloques de hielo que quedaron depositados en la playa durante la marea baja. La nevada caída había dejado los kayaks ocultos. Previa charla de seguridad de cómo movernos en zona de hielos y glaciar, comenzamos a remar con un día de sol espléndido sin nada de viento. La lancha se mantuvo en la cercanía, siempre
con bebidas calientes, por si era necesario suspender la remada y volver a la protección del refugio. Visitamos dos glaciares que llegaban al mar, y nos detuvimos media hora frente a uno de ellos. El espectáculo de rompimiento era continuo. Los estruendos al fondo del glaciar debido al movimiento de la masa de hielo, hacían que todos giraran la cabeza en estado de alerta. La medida de seguridad frente a un glaciar es mantener distancia del frontón, nunca se sabe cuál será el bloque que caerá y su tamaño, ni la ola que se generará, pero sí que pueden golpear al kayakista. Para el mediodía continuamos remando al segundo glaciar, un trayecto que bordea un pie de montaña no accesible para desembarcos. Durante ese trayecto, se nos acercó una foca leopardo, uno de los máximos predadores que llegan a estas latitudes desde el sur. Se mantuvo un rato curioseando mientras remábamos. Nos mantuvimos en nuestro rumbo sin interrumpir
sus movimientos, por precaución. Aunque es muy difícil que se produzca un evento de peligro, siempre hay que mantener una distancia y respetar su camino. Al llegar al segundo glaciar, nos encontramos con la pequeña bahía congelada en superficie, con un espesor de 5 a 10 cm de hielo. Pudimos avanzar rompiendo el hielo unos 30 m, pero luego fue imposible. La lancha al mando de Fredy, ingresó como un rompehielos y nos abrió un camino para hacer una nueva y única experiencia, y remar en un manto de hielo. Nos detuvimos y compartimos el almuerzo a bordo de la lancha. El regreso en kayak al campamento fue casi en silencio. Pienso que todos estábamos hipnotizados por la nueva experiencia. En el campamento, nos encontramos con Guenchu y dos amigos pescadores y buceadores de mariscos, que trabajan en la zona. El refugio se llenó de conversaciones donde cada uno explicaba lo que experimentó.
Mientras cenábamos, el fuego mantenía un estado de reunión único. Después de escuchar increíbles historias, nuestros nuevos amigos pescadores nos demostraron la sencillez con que llevan adelante su vida para poder subsistir meses en estos lugares. De a poco, cada uno a su tiempo, desaparecían de la luz del fuego y se perdían en la oscuridad en busca de su carpa. El domingo por la mañana, cada uno ordenó su equipamiento y se alistó para el regreso. Nos esperaba 1 hora en lancha hasta Caleta María y luego 10 en vehículo hasta Ushuaia. A pesar de que ya habíamos recorrido el camino, hacerlo nuevamente generaba emoción por la inmensidad del paisaje. La ruta serpenteaba las montañas, acompañada de guanacos que observaban el paso de los autos. Nuestro propósito era visitar lugares vírgenes, procurando respetarlos y mantenerlos igual para los próximos buscadores de lugares especiales.
antalón de lllllllllllllhombre, confecciollllnado en tela hybrid softshell, con 8.000 de c.a. y 3.000 de respirabilidad. Con dos bolsillos en el frente con cierres, forrados en velour para brindar calor en las manos, un bolsillo lateral con cierre y otro bolsillo lateral con velcro. Tiene cierres de ventilación con tapa cierre en la parte externa de las piernas, para regular la temperatura corporal y dos ojalillos en la botamanga para poder pasar un cordín de 4 mm, para que no se suba el pantalón sobre la caña de la bota. También tiene ajuste en botamanga con cordón elástico y tanca. Usos ideales:ski – ski de travesía – escalada en hielo
n corredor argentino se propuso realizar una campaña llllllllllllllllsolidaria para promocionar y difundir la lengua de señas, y llllllllllllllllbrindar charlas de concientización, uniendo Ushuaia con Alaska. Juan partió desde la capital de Tierra del Fuego el 1º de enero de 2019, al cierre de nuestra edición estaba llegando a Salta. No tiene apuros ya que le queda un año y medio más de recorrido para llegar a la meta, la Bahía de Prudoe, en Alaska. Es ultra runner y tiene varias competencias internacionales, tiene 37 años y es hijo de padres sordos. A los 20 años emigró a Europa, vivió en Francia, Italia y últimamente en Bulgaria. Habla 9 idiomas y un día se decidió a hacer lo que más le gusta: correr y ser solidario. Se comunicó con las autoridades de la asociación ELAEsclerosis Lateral Amiotrófica), quienes le hicieron ver que su lucha debía estar vinculada a la discapacidad .
E atías Sergo quiere bajar los tiempos de sus récords en Aconcagua, llllllllllllllllbuscará esta temporada mejorar su propia marca por la ruta 360°. Y si lllllllllllllllllogra 13 cumbres más, cumplirá 30 años con 30 cimas en Aconcagua. En la temporada 2017-18 Matías logró tres récords de ascenso en velocidad en el Coloso de América: completó la ruta 360° (Penitentes, Punta de Vacas, Plaza Argentina, cumbre, Plaza de Mulas, Horcones, Penitentes) en 27 horas, 2 minutos, 56 minutos menos que el tiempo logrado en 2017 por el ecuatoriano Nicolás Miranda. Llegó en 10 oportunidades a la cumbre en una misma temporada desde los campamentos base. Y cubrió el trayecto Plaza Argentina, cumbre, Plaza Argentina (base, cumbre, base) en 6 horas con 33 minutos. El consagrado deportista anunció “el próximo intento deportivo es bajar el tiempo del récord 360° y el de las 10 cumbres y, si se me da, bajar también el de base, cumbre, base, pero primordialmente los dos primeros”.
En octubre de 2017 comenzó a planificar su campaña. Casi no recibe ayuda y la necesita, especialmente para comer, a través de su sitio web los interesados pueden colaborar con una donación. El 40% de lo recaudado lo destinará a la Federación Mundial de Sordos. Juan Pablo utilizará unos 25 pares de zapatillas, las que deben ser reemplazadas cada 1000 km para evitar lesiones. Corre a una velocidad de 10 a 15 km/h.
acía tiempo que La Esfinge nos venía llllllllllllllllrondando en la cabeza, pero otros viajes y llllllllllllllllobjetivos la fueron posponiendo. Este año, desde el principio dijimos: vamos a intentarla. Con mi amigo y compañero de cordada, Martín Montero, estábamos ansiosos por hacer esas paredes de granito. Empezamos a ver fotos, videos y buscar info. El denominador común era escalar en altura. La Esfinge tiene su campamento base a 4500 msnm aproximadamente y el comienzo de la vía a 4700 msnm, lo que hace que llegar a su cumbre de 5325 msnm, sea toda una aventura. Ubicada en Parque Nacional Huascarán, la vía elegida fue La Vía del 85 también conocida como la normal, 18 largos de hasta 6c/7a de escalada tradicional. Salimos de Buenos Aires el viernes 9 de agosto en avión hacia Lima, y de ahí fuimos en micro a Huaraz. Huaraz es una ciudad que parece un caos, pero es un sitio donde todo funciona. Ruidosa y apurada, es habitada por gente simple, educada y servicial. Se encuentra rodeada de un lado por la Cordillera Blanca, y del otro por la Cordillera Negra, ambas hermosas y atractivas. Allí, nos hospedamos en el Hostel Shelek Trek, de Pablo y Yani, dos personas geniales que nos hicieron sentir como en casa. El plan era sencillo: caminar un par de días para ir aclimatando, y comenzar a escalar en altura para estar lo mejor posible para La Esfinge. Iniciamos con caminatas cortas pero muy atractivas. Primero fuimos a la Laguna Wilcacocha, a 3745 msnm. También a Laguna Churup, a 4450 msnm. Por las tardes, escalada en Los Olivos, sector deportivo a pocos minutos del centro de la ciudad. Al quinto día salimos hacia Inka Wakanka, un sector de escalada deportiva a unas 2 horas de viaje. Muy recomendado por los lugareños, el lugar era realmente muy bonito. Llegamos, nos instalamos, y
AVANT 4
salimos hacia las paredes. Escalar a más de 4000 msnm dejaba sin aliento. Escalamos cerca de 8 vías de hasta 6c. Por la mañana, salimos nuevamente para arriba a probar vías más largas. Comenzamos con 2 de 25 metros. La idea era hacer la reunión, que suba el segundo, y rapelar. Cuando estaba en el Top de la segunda vía y mi compañero estaba a 3 chapas de llegar a la reunión, un estruendo nos sorprendió, y seguidamente un temblor casi nos saca de la pared. Nos pegamos terrible susto. Sin terminar de entender qué pasaba, Martín llegó y pasó de largo a un descuelgue de otra vía. De ahí, salimos caminando o casi corriendo por detrás, hacia una ladera poco pronunciada. Una vez que nos sentimos más seguros, paramos a tomar aire y tratar de tranquilizarnos. Continuamos bajando hasta el pie de vía y, sin mucho que discutir, decidimos que la escalada en Inka Wakanka estaba terminada. Bajamos, desarmamos el campamento, y fuimos a la ruta para ir a Antacocha. De camino hacia nuestro nuevo destino, nos enteramos de que el terremoto había sido 5.1 en la escala Ritcher y que había roto la ruta y varias casas en diferentes lugares. Antacocha es una laguna de agua salada a 3780 msnm. Pegada a ella, hay una pared con no más de 12 vías. Algunas de ellas son deportivas y otras mixtas, como la que escalamos nosotros, la vía Sin Nombre. Esta tiene 4 largos y 200 metros altura. Nos gustó mucho porque era bien variada, atlética y además por su hermoso paisaje. Luego de escalar, bajamos caminando a la ruta en aproximadamente una hora, y volvimos en combi a Huaraz. En el día de descanso, aprovechamos a organizar el equipo y comprar víveres para subir a la Laguna Parón a 4200 msnm, desde donde comienza la caminata de ascenso a La Esfinge.
Para ir, nos decidimos por una combi de turismo que era la opción más económica. El viaje fue bastante ameno e informativo, pero muy largo. Una vez que llegamos, alistamos las mochilas, preguntamos dónde comenzaba el sendero e iniciamos. La explicación no había sido muy precisa, así que fuimos ganando altura hasta que, después de un rato, la senda se perdió y nos dimos cuenta de que nos habíamos equivocado. Con una mezcla de enojo y desilusión bajamos a la laguna, y en el puesto de la comunidad, armamos la carpa y pasamos la noche. Por la mañana nos despertamos temprano y después de desayunar, salimos nuevamente para arriba. Esta vez sí agarramos la senda correcta, y poco después del medio día llegamos al vivac cercano a la pared. El lugar era un mar de piedras con la mole de granito al fondo. Las sensaciones fueron muchas, y las ganas de escalar salían por los poros. Después de buscar agua, comer, dormir una breve siesta, fuimos al pie de vía a dejar algo del equipo y reconocer los primeros largos. De vuelta en el vivac, merendamos, vimos por enésima vez el croquis, acomodamos el equipo, cenamos bien temprano, y tratamos de dormir. La estrategia para la pared era ir lo más livianos posibles para hacer la vía en el día, pero estar preparados por si nos tocaba dormir en la pared. El resultado fue los dos escalamos con mochila. A las 5 am sonó el despertador. Después de un desayuno veloz y con el arnés puesto, salimos del vivac con la linterna en el casco. El primer largo lo escalé yo, todavía de noche. Para cuando Martín llegó a la reunión, comenzó a aclarar y a asomarse el sol. La escalada era muy bonita y llevábamos buen ritmo, pero el esfuerzo se notaba, y recuperar el aliento en cada largo se hacía sentir. Escalé los primeros 3 largos yo, y
Martín el 4. Seguí con los próximos largos hasta que pasamos el primer techo. Al llegar a la 7 reunión, cerca de las 10 am, Martín ya no se sentía bien. Después de una charla y algunas lágrimas, decidimos bajar. Los rapeles los hicimos en silencio y concentrados. Al llegar al pie de vía, reafirmamos que fue la decisión correcta. Siempre pensamos y ponemos en práctica que, si uno de los dos ya no quiere seguir subiendo por la razón que sea, la cordada se baja y eso es lo que hicimos. Volvimos al vivac, acomodamos las mochilas y comenzamos a descender hacia la Laguna Parón. Nos alcanzaron hasta el pueblo de Caraz y desde ahí, fue un vertiginoso viaje hasta cerca del Hostel. Durante este tramo, pensamos que no nos podíamos ir de Huaraz sin conocer Hatun Machay, así que nos tomamos un día de descanso y aprovisionamiento, y fuimos. Hatun Machay está a 4200 msnm. Es simplemente espectacular. Estuvimos 2 días y escalamos mucho. Hay para todos los gustos, de todos los grados, alturas y variedad de estilos: techos, placas, desplomes, y roca muy adherente, así que “dejás los dedos”. Durante el día escalamos en remera y por las noches, bajaba mucho la temperatura, al punto de congelar todo. Es manejado por la comunidad, y su encargado es muy atento. Sin dudas, es un lugar para conocer. Ya de vuelta, nos tomamos la tarde para pasear y comprar algunos recuerdos. Las vivencias de las escaladas en Perú son hermosas, llenas de enseñanzas y buenos momentos, siempre agradeciendo la amistad y la gente que fuimos conociendo. Ojalá pronto estamos de vuelta. Gracias Garmont y Filo Sur, por el apoyo y el aguante. Por darme lo mejor en equipo e indumentaria.
a primera vez que vine invitado a lllllllllllllllTurmalina, no había corrido en calle llllllllllllljamás, ni 5 kilómetros. Llegué en condición de periodista y por la insistencia de Pablo Ureta y Gustavo Ortiz, me decidí a correr el Kilómetro Vertical del viernes a la noche. Repetí en 2018 y le sumé los 15, y ahí mismo me prometí volver al año siguiente para los 30. Y bueno, acá estamos. O allá estuvimos y fue combo completo, con papas y gaseosa. El viernes, con un frío que hasta hacía difícil hablar, corrí por tercera vez la subida nocturna al Uritorco, un plus súper aconsejable antes de la cita mayor. El domingo, con puntualidad inglesa, a las 7.45 partimos rumbo a los 30k, que por las últimas mediciones nos habían avisado que finalmente serían 34. Fui con el temor propio de quien tiene un puñadito de carreras de Trail en su historial y ninguna de más de 15. Fui sin saber cuánto podía tardar, cuánto me cansaría y en qué momento iba a estar al borde del calambre. Las respuestas: 6 horas y 24 minutos; lo suficiente como para dormir las 12 horas del viaje de vuelta de un tirón; y no me acalambré. Como compensación a esto último, en el ying y el yang del running, me comí una caída memorable bajando del Uritorco. Era el
kilómetro 10, volé un par de metros y me reincorporé con cierta dignidad y algunos magullones, pero sabía que quedaba a un toque de tener que parar en boxes. Luego fue el turno de encarar para el Dique Los Azalanes, con paisajes tan lindos que hacían valer la pena cada cruce de arroyo, aunque al salir se sintiesen los pies medio dormidos por el a g u a h e l a d a . Más tarde, tocó otra trepada fuerte e inacabable en el Cerro Las Gemelas que casi me hace extrañar al Uritorco porque acá, al ver corredores que van más adelante, uno es plenamente consciente de cuánto falta subir. Pero lo que sube baja y desde el 26 fue casi todo corrible hasta la base, en donde sabíamos que quedaban 5000 metros. Y ahí, mientas empezás a escuchar los aplausos de desconocidos, pensás en lo afortunados que somos por hacer lo que nos gusta, por estar sanos y correr, y por ya tener ganas de querer volver.
www.turmalinaut.com 80k Caballeros 1° Luis Emilio Trujillo 9:15:34 hs 2° Isaac Nimer 9:31:46 hs 3°Jorge Burgos 10:05:38 hs
50k Caballeros 1° Fernando Reyes 6:52:04 hs 2° Yamil Manzur 7:06:07 hs 3°Jorge Pérez Romero 7:30:22 hs
30k Caballeros 1° Fabio Fernando Ochoa 3:52:35 hs 2° Lucas Marca 3:58:15 hs 3° Jose Peña 4:12:49 hs
15k Caballeros 1° Marcos Salas 1:12:10 hs 2° Mauricio Boletti 1:14:27 hs 3° Gaston Amateis 1:14:35 hs
80k Damas 1° Natalia Soledad Pérez 12:05:26 hs 2° Vanesa Vivas 12:37:09 hs 3° Cecilia Vallona 13:27:11 hs
50k Damas 1° Laura Gordiola 8:10:27 hs 2° Carolina Pumar 9:24:37 hs 3° Cecilia González 09:45:19 hs
30k Damas 1° Marianela Cortadi 4:44:59 hs 2° Carolina Rossi 5:00:56 hs 3° María Alejandra Pennisi 5:09:28 hs
15k Damas 1° Catalina Sofo 1:18:27 Hs 2° Maria Belen Sanchez Ruiz 1:23:06 hs 3°Jesica Moyano 1:29:06 Hs
El 25 de mayo se corrió en la provincia de San Juan, la octava edición del Desafío Ansilta. En el dique Cerro Negro se llevaron a cabo la mayoría de las modalidades, y fue el sitio donde las montañas exigieron a pleno a los competidores en 70, 50, 30, 16, 10 y 5 km. En la nota, Magui Nieto contó su participación en esta edición. e enamoré de San Juan en 2018 con tres llllllllllllllhermosas carreras que me llenaron el llllllllllllllalma: Xterra, Desafío Ansilta 65k y la XK Traverse. Tanto por sus imponentes e inhóspitos paisajes como por la calidez de su gente, en San Juan encontré una gran familia, mucho cariño y generosidad. Eso es lo que me hizo volver al Desafío Ansilta 2019. Todo el equipo de Adventure Pro con Mauro y Andrea Ayesa, Gaby Beccher, etc; junto al equipo de Ansilta, el excelente grupo de fotógrafos y filmakers, y el gran corazón de todos, hacen que este evento sea casi indescriptible.
Largamos a las 3 am con el clima perfecto, rodeada de un montón de amigos. Estaba fresco pero lindo, nada de viento y una noche estrellada hermosa. Largué a la par de mis compañeros de Team Ansilta, Guillermo y Nicolas Ramos, con quienes salimos juntos los primeros kilómetros. Después yo me fui quedando, cuidando las piernas para lo que vendría a más de 70 km en las hermosas y duras montañas del dique Punta Negra. Nos encontró el amanecer, subiendo un filo increíble donde nos alentábamos con otros dos compañeros para no aflojar en la dura subida. Es
regla en este tipo de carreras para mí, trekkinar a ritmo en las subidas, trotar en los planos y falsos planos y correr en las bajadas…las bajadas interminables por ríos secos o por sendas en los filos increíbles. ¡Puestos de abastecimiento de la Sal completo con todo! Una sopa, y a seguir. Ahí estaban nuestros bolsos. Agarré los bastones. Faltaban 30 km de carrera con la subida durísima del Cerro Negro. Quería llegar ahí, porque ya lo conocía bien… quedaba aguantar esos últimos km dejando todo. Me cruzaba con otros compañeros y charlábamos un rato. Es muy lindo ir conociendo gente que le apasiona lo mismo que a uno. En fin, carrera maravillosa. Hermoso el paisaje, increíble como se acortan las distancias esperando encontrarte en el camino con tus amigos de tantas aventuras, darles un abrazo y
seguir. Pato Pérez Gasquet, Marcos Ferrer, Martin Papalia, Lucas Bylo, Jorge Amaya, quienes sacan fotos o filman, y te dan una inyección de energía increíble. La llegada es muy linda. Siempre da una satisfacción enorme llegar sana y salva una prueba más donde se lleva el físico al extremo, pero transitarla es una adicción hermosa. Amo las montañas, y más allá de un resultado, acá el recorrido es lo que realmente hace que cada entrenamiento y cada esfuerzo, haya valido la pena. Corro ultra distancia en Trail y en aventura, multidisciplina, y es mi forma de descubrir el mundo. Aunque sufra en el trayecto, aunque duela el cuerpo, aunque deje muchos afectos, elijo este deporte, esta forma de vida. Me enamoré de San Juan y sus montañas, y
será para siempre. Ahí tengo amigos que valen oro, tengo la suerte de que Ansilta, la mejor marca de indumentaria técnica me elija y me acompañe como deportista, y es un gran mimo. Solo me queda hacer un pequeño llamado de atención al los Corredores DISTRAÍDOS que siguen tirando sus envoltorios de gel o barritas en los senderos… ¡levanté más de 20! Somos invitados en estas sendas, deberíamos ser agradecidos por esta oportunidad. Gracias a la vida, gracias a Eduardo, a mis hijos, mis padres y mis hermanos. Gracias a mis alumnos de CrossRunCarlosPaz, a mis sponsor Ansilta oficial, Herbalife Latino y Municipalidad de Villa Carlos Paz
www.desafioansilta.com 70 km Caballeros 1° Reyes, Gustavo 9:21:44 hs 2° Basualdo, Nazareno 9:33:08 hs 3° Nievas, Mario 09:48:27 hs
50 km Damas 1°Nazara, Andrea 7:32:06 hs 2° Bruno, María Silvina 7:47:29 hs 3° Reeves, Sofía 8:05:24 hs
16 km Caballeros 1° Vallejo, Mateo 1:12:42.065 hs 2° Muñoz, Jesús Alberto 1:12:34 hs 3° Díaz, Agustín 1:13:35 hs
10 km Damas 1° Rodríguez, Celina 1:00:29 hs 2° Flores, Macarena 1:03:53 hs 3° Figueroa, Marcela 1:05:40 hs
70 km Damas 1° Nieto, Magdalena 11:57:50 hs 2° Benedetti, Celeste 15:12:55 hs 3° Castellani, Claudia 16:58 hs
30 km Caballeros 1° Aguilera, Victor 3:07:53 hs 2° Gasco, Daniel Gasco 3:08:13 hs 3° Azua, Diego 3:18:57 hs
16 km Damas 1° Paniagua, Valeria 1:28:05 hs 2° Palomo, Micaela 1:33:07.525 hs 3° Samso, Victoria Dana 1:34:51 hs
5 km Caballeros 1° Funes, Williams 00:24:17 hs 2° Lara, Angel 00:24:19 hs 3° Pasten, Carlos 00:24:40 hs
50 km Caballeros 1° Tosoni, Pablo 6:10:27 hs 2° Ripalta, Fernando 6:10:56 hs 3° Herrera, Cristian 6:10:57 hs
30 km Damas 1° Filippa, Verónica P. 3:42:04 hs 2° Andreucetti, Sol 3:50:53 hs 3° López Fernández, Maite 4:14:19 hs
10km Caballeros 1° Toledo, Paulo 00:47:40 hs 2° Manzano, Juan 00:49:39 hs 3° Castro, Mariano 00:53:28 hs
5 km Damas 1° Tejada, Ana 00:31:22 hs 2° Domínguez, Romina 00:31:22 hs 3° Baca Silvina Fatima 00:31:35 hs
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Luego de cuatro años consecutivos del Inkafest, Arequipa es sin duda alguna, la puerta Inca de los deportes extremos. Con invitados de talla internacional y con actividades en donde predominó el espíritu de la aventura en cada rincón de la ciudad, la 15ta edición del Film Mountain, dio la oportunidad de ver más de 50 producciones de todo el mundo. nkafest es un festival llllllllllllllespectacular. Enmarcado por llllllllllllllluna ciudad que geográficamente acompaña con su templo de volcanes, el 14 de octubre durante la apertura realizada por Ivan Canturin, director del evento, se presentó a los integrantes de la primera expedición de rafting al Cañón
del Colca en 1983. En una charla divertida y llena de anécdotas, los pioneros de la aventura en Arequipa, dieron el puntapié inicial para un evento memorable. Las jornadas transitaron entre conferencias, experiencias, talleres y películas… muchas películas.
Cincuenta y seis films fueron exhibidos a lo largo de una semana en diferentes salas, 1300 cortos y largometrajes de los dos últimos años. La temática de los films de deporte aventura y medio ambiente, tuvo la presencia de producciones argentinas como “The Running Nonna” la historia de nuestra
querida Elisa Forti. También pudo verse un documental de Leonardo Martínez, “Poke” de Ski adaptado. Cabe destacar también, “Troperos” un films de los arrieros de ovejas en la Patagonia y, como no podía faltar el agua, se emitió el films “Transcending Waves, olas sin fronteras” de surf. En defensa de la ecología, estuvo el un corto “El tiempo es Agua” y, por último, el video “Donde Cantan Los Vientos, Cerro Torre” de escalada. La película ganadora fue “The Last Mountain”, un film polaco que muestra el intento de escalar el K2 en invierno, único 8000 nunca hecho en invernal. Una expedición hecha en 2018 y liderada por leyendas del montañismo como Krzysztof Wielicki, Adam Wielicki y Denis Urubko, y donde también participan en el rescate en el Nagna Parbat de la francesa Elisabeth Revol. Dentro de las temáticas de este festival hubo 11 películas que tocaron el montañismo, 15 de escalada, 8 de Trail run y running, 5 de ciclismo de montaña, 3 de kayakismo, 3 de esquí y snow,
2 de surf, una de Stand Up Paddle y una de parapente. En lo que respecta a medio ambiente, se pasaron 13 películas. El Inkafest comenzó en 2005 en Huaraz, en la cordillera blanca. Cuando el lugar comenzó a quedar chico, buscaron una ciudad que pueda acoger a más persona y desde hace 4 años, se hace en Arequipa. Entre las grandes personalidades que han pasado en estos 15 años podemos recordar a Kurt Diemberger, Carlos Soria, Krzysztof Wielicki, Sebastián Álvaro (director del programa de TV Al Filo de lo Imposible), Oscar Cadia, Dalla Ojeda, Silvia Vidal, y directores de festivales de cines de montaña importantes como el de Trento o el de Torello. En la lista de las posibles personalidades para futuros eventos, están Reynold Mesnner,
Los hermanos Pou, Chris Sharma, Carlos Carsolio o Bear Grylls. También, en uno de los festivales estuvo el ex presidente de Bolivia Carlos Mesa, amante de los documentales de deporte aventura. En esta edición, no se puede dejar de mencionar a reconocida montañista suiza Marianne Chapuisat, quien dio una charla de vida en la montaña. Marianne es una de las dos mujeres que hicieron un ochomil en invernal en la historia de la humanidad. El Cho Oyu de 8201 msnm, fue la cima que coronó en noviembre de 1993 y que le dio un lugar destacado entre tantos hombres de montaña. Se inició con el argentino Lito Sánchez, con quien luego de varias temporadas en Aconcagua en el ´90 y ´91, hizo una expedición a los Himalayas con seis
españoles. De los 8, 7 hicieron cumbre en el Cho Oyu. También tiene tres ochomiles más coronados el Gasherbrum l y II en el 2003, y el Nagna Parbat en 2005. Hizo un intento al Everest, y a los 8700 msnm tuvo que bajar por mal tiempo. El festival también contó con la participación de la ecuatoriana Juliana García, única guía internacional de montaña de Sudamérica y presidenta de la Asociación ecuatoriana de Guías de Montaña. Con muchísimas cumbres en su haber, no solo relató su historia, sino que también brindó unos talleres sobre cómo planificar salidas a la montaña. Representando a Perú, estuvo la
montañista Lixayda Vázquez, de Cusco, quien dio una charla de su experiencia en la aventura. Realmente fue una semana increíble, donde seguramente quedaran personajes y experiencias en el tintero. Un festival a todo ritmo, donde convivieron films y charlas, Desde la revista Andar Extremo queremos agradecer a Promperu Comisión de Promoción del Perú para la Exportación y el Turismo, que presentó a Arequipa como destino de Aventura de la Región. También a Copa Airlines línea aérea del festival, a Socosani, agua mineral del Perú, la Universidad Tecnológica del Perú - Arequipa UTP, aliado principal del festival, y a la Municipalidad Provincial de Arequipa.
La verdadera historia del intento de escalar el K2, el ultimo pico del Himalaya sin conquistar en invierno. La expedición liderada en 2018 por veteranos del montañismo y leyendas como Krzysztof Wielicki, Adam Bielecki y Denis Urbko. Sumado a esto el exitoso rescate en el Nagna Parbat de Elisabeth Revol, escaladora francesa que estaba atrapada en una grieta. Fue una de las operaciones de rescate mas exitosas del montañismo.
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l cierre de la edición Guillermo Tibaldi estaba entrando en la Pampa, había salido el sábado 26 de octubre desde la escollera norte de la ciudad de Mar del Plata más precisamente desde donde amarraba el ARA San Juan para cumplir tan exigente travesía. “Desde su muelle a lo más alto de la Patria”. Guillermo Tibaldi, quien fue comandante del Submarino ARA “San Juan”, piensa estar entrando en el Parque Nacional Aconcagua el 5 de enero para intentar la cumbre y llevar la bandera con el nombre del los 44 tripulantes a la cima. El 26 de octubre de 2019 se cumplían dos años de la última salida desde la Base Naval Mar del Plata del ARA San Juan, Guillermo esta corriendo día a día en su tercer semana. desde el muelle hasta lo más alto de nuestro país. Junto a una bandera argentina con los nombres de los 44 tripulantes, buscará llegar hasta la cumbre del Cerro Aconcagua en Mendoza. Serán 1600 km trotando, caminando o corriendo, para luego ascender los 6962 msnm que tiene el techo de América. Durante el periplo, da charlas en las escuelas y otros lugares con fines educativos, hablando sobre la vida a bordo de un submarino, las particularidades de su navegación y su uso, la historia del San Juan y el cuidado de las tumbas de los marinos del mundo, a través del respeto del medio ambiente oceánico. Asimismo, se plantea como objetivo, realizar la construcción de un Memorial en la Escollera Norte al finalizar la Expedición.
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América a Pie MARTÍN EN EEUU
artín Echegaray Davies tiene 63 años, ya está camino a Dallas, llllllllllllllllrealizando una travesía nunca vista. Es caminante, y con un carro llllllllllllllllde 180 kg llamado “Carricatre Pilchero”, un viejo catre con ruedas de moto que él mismo arrastra, piensa ir de Ushuaia a Alaska en 4 años para hacer el Récord Guinness. Martín hace todos los días una distancia que ronda entre los 30 y 40 km. Padre de tres hijas, abuelo de 5 nietos, vive en Trelew con su mujer, pero su deseo hizo que arme un carro de 2 metros de largo (llega a 3 metros con el arnés), y unos 60 cm de ancho, y que el 31 de octubre de 2017 comience a caminar su historia, yendo a dedo hasta Ushuaia. Con 20493 km kilómetros en su andar, ya recorrió el país, atravesó Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia, Panamá, Costa Rica, Honduras, El Salvador, Guatemala, México y ahora está EEUU. El 22 de septiembre de 2018 terminó su objetivo de llegar a las 23 capitales de provincias argentinas, con 9873 kilómetros caminados. El 7 de abril de 2019 logró culminar su segundo objetivo: América del Sur con 15850 km caminados.
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