LA CURA CONTRA EL MAL DEL jefe tirano
¿Cómo administrarla? ¿Para qué sirve? ¿Qué otros males puedes tratar?
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ÍNDICE Sociedad actual. ¿Qué nos pasa?
¿En qué consiste el mal del jefe tirano? ¿Cómo lo tratamos? Realiza nuestro “Estrest” ¿Qué tipo de jefe tienes? Consejos para que tu jefe no te vuelva loco. Otros males
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Sociedad Los botiquines la
cura contra el mal de,
surgen ante la necesidad de tratar el
desencanto actual que nos embarga a la mayoría de nosotros y los problemas de la sociedad en la que vivimos.
Seguro que estás pensando que no tenemos poderes y que con una caja no podemos curar nada. Tienes razón. Lo que sí podemos hacer es darte consejos e ideas para que tú mismo trates tus males.
Aunque actualmente todo, o casi todo, funcione mal, te proponemos un punto de vista más positivo y amable para intentar poner al mal tiempo buena cara.
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EL JEFE TIRANO En quÉ consiste Este mal Una de las mayores preocupaciones de la sociedad es el trabajo. Millones de personas no encuentran trabajo y los que todavía lo conservan sufren cada vez más la precariedad laboral. Estudios han revelado que el 45% de los españoles en activo tienen miedo a perder su puesto de trabajo. El trabajo y nuestra carrera profesional es una parte importante de nuestras vidas. Además de proveer ingresos, nos ayuda a alcanzar nuestras metas personales, construir nuestros círculos sociales y sentirnos útiles para nuestra comunidad. En este clima de precariedad laboral muchos empleados se sienten agotados mentalmente en sus centros de trabajo: horarios injustos, bajos sueldos, cargas excesivas de trabajo, miedo al despido, presión por parte de los jefes, etc. Otro factor determinante en el entorno laboral es la figura del jefe. Quién no se ha preguntado alguna vez: ¿Cómo ha llegado esta persona hasta aquí? ¿Por qué me da órdenes si no tiene ni idea? Un mal jefe puede agotarte mentalmente y producirte un estrés extremo. Puede ser la causa por la cual aborrezcas tu trabajo y teniendo en cuenta que pasamos la mayor parte del día trabajando, es necesario encontrar la manera de que no nos afecte demasiado.
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cOmo Si te han regalado este pack sรณlo puede significar una cosa:
ยกAmigo/a, ยกnecesitas ayuda! Seguramente necesites un cambio, o al menos parar y reflexionar porque tu trabajo estรก acabando contigo lentamente. En este pack te ofrecemos una serie de
remedios, para hacerte sonreir y para que al menos te intentes tomar la jornada laboral con mรกs calma y no como una tortura china.
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GUiA de uso ¿Qué encontrarás en el botiquín? Un fármaco: Bueno, en realidad son chicles, ¡pero son MÁGICOS! Además al masticar liberarás tensión. Un muñeco VUDÚ que hará las veces de jefe. Una pelota antiestrés para los peores momentos en el trabajo. Una diana donde colocar la cara de tu jefe. Cuando no esté en la oficina seguro que la puedes sacar y echarte unas risas con tus compañeros. Una pedorreta para distender el ambiente en el trabajo. Quién sabe, si tu jefe tiene sentido del humor quizás puedas gastarle una broma.
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El estrest! ¿Te gusta tu trabajo? ¿Te sientes realizado? ¿Consideras que se te valora? ¿Te llevas bien con tus compañeros? ¿Y con tu jefe? ¿Puedes hablar libremente y expresar tus opiniones? ¿Estás en casa pensando en el trabajo? ¿Te cuesta disfrutar de tu tiempo libre? ¿Te niegas a irte a dormir el domingo porque no quieres que empiece la semana? ¿Te cuesta conciliar el sueño?
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RESULTADOS: De 1 a 3 respuestas afirmativas Lo tuyo todavía tiene remedio. Tu jefe no es de los peores y sobrellevas bien la presión. Con un chicle de vez en cuanto y un poco de pelota en los peores momentos es más que suficiente.
De 4 a 7 respuestas afirmativas Estás en el límite, si no le pones remedio pronto vas a perder la cabeza. Prueba con un chicle cada dos horas y combina el vudú con la pelota antiestrés.
De 8 a 10 respuestas afirmativas ¡Lo tuyo sí que es serio! Tu familia y amigos están a punto de perderte. Toma un chicle cada dos horas y practica tu puntería siempre que puedas. Ten la pelota cerca en caso de crisis.
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tipoS de jefe 1. EL JEFE AUSENTE Suelen estar o bien reunidos todo el día, o haciendo “gestiones”
fuera de la empresa. Casi que si quieres verle, tienes que rellenar
una instancia. Nunca se les puede consultar nada y uno tiene que adivinar lo que esperan de ti.
Suele ocurrir también, que estén descontentos con uno por haber ido decidiendo sobre la marcha, sin consultarles.
2. EL PATERNALISTA La primera impresión es positiva, pero a la larga son tan pesados
que impiden que sus empleados sean autónomos. Al creerse que
son nuestros padres pierden la objetividad. A los empleados se les trata como personas, no como hijos.
3. el PORQUE YO LO DIGO Quizás sea uno de los tipos más difíciles con los que trabajar y desafortunadamente, el más abundante. Le da igual saber que está equivocado en sus predicciones y sigue con sus órdenes
hasta el final. Eso sí, cuando vienen las consecuencias negativas, la responsabilidad recaerá en su equipo de colaboradores. Aquellos que estén bajo las órdenes de este tipo de jefes,
tendrán que llenarse de paciencia tantas veces como intentéis
hacerle razonar para que vea su error. Tienen más orgullo que
profesionalidad. Son capaces de despedir a un trabajador antes que reconocer que éste tenía razón y él no.
4. EL ESTÁTICO ¿Para qué cambiar las cosas si siempre lo han realizado así y han tenido éxito? Piensan que el hecho de que en estos
momentos no funcione será por otra cosa pero no por la forma de ejecutarlas. Son defensores de la idea de que las nuevas
herramientas y sistemas de gestión de los temas son pérdidas
de tiempo de los recién llegados que no saben lo que dicen. Lo que les pasa es que solo de pensar que tienen que cambiar el
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procedimiento X, les supone tener que hacer frente a miedo a lo desconocido. Y es curioso, pues en el pasado, posiblemente hayan arriesgado considerablemente su forma de actuar que,
afortunadamente, les ha llevado donde están ahora… La pregunta es fácil… ¿Por qué entonces sí que se arriesgaba y se buscaban nuevas formas de actuar y ahora no? Como siempre, paciencia y será necesario hacer un astuto ejercicio de diplomacia para
demostrarles que cambiando determinadas cosas, los ratios de
productividad van mucho mejor, al igual que el ahorro de tiempo
invertido. Con ejemplos reales os harán caso y si os descuidáis, os
dirán la famosa frase de “si ya os lo decía yo” cuando antes decían que esa nueva idea era un fracaso seguro.
5. EL DONDE DIJE DIGO, DIGO DIEGO ¡Alto! que ya veo que se os está yendo la mente a casos
prácticos en vuestras empresas. Este tipo de responsables son expertos en ser unos grandes oradores a la hora de dirigirse a
sus trabajadores, diciéndoles que ellos son lo más importantes, que su desarrollo profesional debe ir línea con sus objetivos,
que deben de cumplir los procedimientos por el bien común, etc. Eso sí, a la hora de la verdad, son los primeros que no cumplen ni horarios, ni procedimientos marcados porque son jefes y a
ellos, se les permite todo. Cuando sus colaboradores le piden
ayuda para conseguir una mejora profesional les dicen “es lo que hay” y que si no están contentos ya saben donde esta la puerta. Siempre recomiendo estar alerta con todo lo que os prometen sin concretároslo y dároslo por escrito. Menos palabras y más acciones.
6. EL MALEDUCADO Normalmente, déspotas, al mínimo error de los miembros de su equipo, les cae una bronca desmedida en la que sólo se reluce
que ese trabajador no vale para nada. ¿Acaso los responsables no se equivocan? Quizás eso es lo que creen ellos porque lo
tapan rápidamente. Luego se sorprenden que sus trabajadores
no se involucren ni comprometan y mucho menos aporten nuevas ideas. ¡Cualquiera lo hace! No hay que olvidar que para este tipo de responsables, el delegar significa ordenar a un colaborador
“¡Hazme esto para el lunes!” sin pararse a pensar si sabe hacerlo o si debería enseñarle.
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7. CONTROLADOR Tienen que estar en copia en todos los correos electrónicos, sea del tema que sea y, para poder avanzar hasta en un pequeño comunicado interno sin importancia, deben de esperar a sus
supervisión y visto bueno. El problema es que muchas cosas
requieren una decisión en el momento y así, va pasando el tiempo y cosas importantes se demoran por una mala planificación y
gestión. Por supuesto, si un miembro de su equipo osa saltarse sus normas, que se prepare, independientemente de que fuese exitosa en la resolución. Este tipo de responsables quieren
personas dependientes y sin iniciativa porque los que son todo lo contrario le pueden hacer sombra.
8. EL INDECISO Duda de todo y mira constantemente todas las variables para que,
cuando esté a punto de decidir, vuelva a dudar y vuelta a empezar. Pueden volver locos a sus equipos de trabajo porque les piden
muchas tareas e informes que requieren inversión de tiempo para
luego no quererlos y pedir otras cosas a última hora cuando ya no hay tiempo para poder maniobrar de forma coherente.
9. EL NO VALORO LO QUE TENGO HASTA QUE LO PIERDO Piden y se exceden en la carga de trabajo de algunos de
sus colaboradores, sin darles nada a cambio ni escuchar sus
necesidades e inquietudes. En todo caso, les oyen que significa que no captan el mensaje, simplemente son un conjunto de
palabras sin sentido. Si la cosa se pone muy fea, le dirán sus mejores palabras y poco más. Denegarán sistemáticamente
cualquier mejora, hasta que un día, esos trabajadores se cansen
de esperar y se marchen porque les surja una buena oportunidad laboral en otra empresa. Será en este momento, que estos
responsables se hagan las víctimas, diciéndoles a los trabajadores “¿cómo me puedes hacer esto a mi?”, sin ponerse en el lugar del
otro. Si estos jefes sólo hablan y hablan, porque el escuchar, no va con ellos.
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10. EL NO DOY NADA A MIS TRABAJADORES Suele ser el que menciona que sus trabajadores, llegada la hora
de salir, adoptan la filosofía de los bolis caídos. Les sabe malísimo que cojas vacaciones. Si pides un cambio de jornada intensiva
porque te ha surgido un tema personal que debes atender, no te lo conceden. Nunca se trabaja suficiente para ellos… Es muy difícil contentarles.
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Consejos Para combatir el estrés laboral Intenta llevar una VIDA SANA y ordenada. Sal a CORRER. Haz YOGA o meditación. Intenta practicar alguna ACTIVIDAD antiestrés: Bricolaje, puzzles, costura…
SAL A TOMAR UNA COPA después del trabajo. Tómatela con algunos compañeros y aprovechad para CRITICAR AL JEFE. Llama a un AMIGO al azar. Hazte una lista de reproducción con CANCIONES BUENROLLERAS para escuchar de camino al trabajo. Organiza una FIESTA con tus amigos. Te darás cuenta de lo que es realmente importante en la vida y de que el trabajo es sólo eso.
TRABAJA PARA VIVIR, NO VIVAS PARA TRABAJAR. Date un capricho de vez en cuando, gasta el dinero que tanto te cuesta ganar en algo que te haga feliz. 19
otros remedios Si ha llegado el momento de plantarle cara a ese sentimiento de soledad que no te deja ser feliz, te proponemos una soluci贸n.
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