DEL LIBRO Y SUS ALREDEDORES

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17 de mayo de 2010 /

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Libros universitarios: nuestros y cercanos Coordinación: Dpto. de Producción Editorial Diseño gráfico: Andrea Hernández Párraga

La producción científica, tecnológica y humanística de los ucistas al alcance de estudiantes, docentes, investigadores y lectores en general.

PRÓXIMOS TÍTULOS Ergonomía en la Odontología Actual

Lo Frecuente en Medicina Clínica Materno Fetal José Alberto Cabrera Martín

Elisabel Rubiano Iliana Lo Priore

Sara Giglioli

Colección Biblioteca de Ciencias de la Salud 1ª edición, 288 págs., 2009 ISBN: 978-980-123-939-0 Colección: Biblioteca de Odontología 1ª edición, págs., 2010

Principios de Formación Vocal, Auditiva y Coral Merlina Bordones de Aramburu

Colección Biblioteca de Ciencias de la Educación. Serie: Pedagogía Musical 1ª edición, págs., 2010

Anomalías de la Dentición en Desarrollo María G. Acosta, Marielvys Bolívar, Claudia Giunta, Claudia Rojas

Colección Biblioteca de Odontología 1ª edición, 80 pàgs., 2009, págs. ISBN: 978-980-233-479-7

Cinemática de Robots Industriales Wilmer Sanz

Nociones Básicas de Lingüística Yilmar Campbell

Colección Biblioteca de Ciencias de la Educación. 1ª edición, págs., 2010

Tópicos de Análisis Instrumental Luis Tellería

Colección: Biblioteca de Ciencias de la Salud. Serie: Bioanálisis 1ª edición, págs., 2010

Actividad Financiera Evaluación y planificación: procesos claves para la mediación del Sector Público en Venezuela en educación inicial Autora: Luisa Rodríguez de Sanoja y educación primaria

Colección Biblioteca de Ciencias de la Educación 2ª edición actualizada, 78 págs, 2009 ISBN: 978-980-233-473-5

Guía-T Texto para la Selección de Personal Nilda Chirinos de Sánchez

2ª edic. revisada y actualizada, 142 pàgs., 2009 ISBN: 978-980-233-474-2

Morfosintaxis del Verbo Español: de la Teoría a la Práctica

Colección Biblioteca de Ciencias Económicas y Sociales 2ª edición actualizada y ampliada 164 págs., 2009, ISBN: 978-980-233-475-9

El Servicio Comunitario y la Responsabilidad Social Universitaria Mariela Abraham de Quintero

Colección Biblioteca de Ciencias Económicas y Sociales 1ª edic., 454 pàgs., 2008 ISBN: 978-980-233-459-9

Nociones de Demografía Médica Ovidio Beltrán Reyes

Natalia Chourio

Colección Biblioteca de Ingeniería 1ª edic., 144 pàgs., 2009 ISBN: 978-980-233-478-0

Fundamentos de Contabilidad Financiera Marfa Olivo de Latouche, Ricardo Maldonado, Lucila De Franca

Colección Biblioteca de Ciencias Económicas y Sociales 3ª edición revisada y ampliada, 400 págs, 2009 ISBN: 978-980-233-486-5

Colección Biblioteca de Ciencias de la Educación 1ª edición, 136 Págs., 2009 ISBN: 978-980-233-476-6

Seminario El Estrago Materno Margarita Mesa de Uribe Ana Mercedes Tortolero

Coedición con Editorial IADA 1ª edición, 126 Págs.., 2009 ISBN: 978-980-233-480-3

Colección Biblioteca de Ciencias de la Salud. 1ª edic., 252 pàgs., 2009 ISBN: 978-980-233-469-8

Control Social y Medios Alternos para la Solución de Conflictos Víctor Genaro Jansen

Colección Biblioteca de Ciencias Jurídicas y Políticas 2ª edición actualizada y ampliada, 190 págs., 2008 ISBN: 978-980-233-446-9


24 de mayo de 2010 /

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Geografía de la imprenta Las universidades son inseparables del libro. Imprentas y libreros Coordinación: Dpto. de Producción Editorial Diseño gráfico: Andrea Hernández Párraga

En síntesis, el presente texto describe el avatar de la lengua española dentro del desarrollo de la imprenta en Europa desde el siglo XV al XVIII; se señalan algunos de los hitos del libro impreso en español, la azarosa presencia en el resto del continente, su gran repercusión y el papel

las eligen como sedes preferentes de su actividad

trascendental de sus protagonistas en los avances del arte de la impresión. Resalta especialmente la referencia a los espacios urbano y universitario enlazados por el libro y la imprenta, propiciados por supuesto por el suelo fértil del Humanismo, movimiento cultural vinculado al

Renacimiento y de inmensurable repercusión en todos los órdenes del desarrollo cultural. Es un fragmento que sirve de contexto para una serie de trabajos sobre tipógrafos, libreros, impresores y editores, que paulatinamente presentaremos en esta sección. (M.G.)

implantados. Estos dos factores alentaban la inversión de capital en la industria y el comercio libreros. La circulación de textos era también fluida: escritores, editores literarios, eruditos, frecuentaban estas ciudades prósperas y se integraban con facilidad en un tejido social abierto y cosmopolita. Generalmente se trataba de ciudades portuarias, fluviales o marítimas, o de puntos nodales de grandes vías terrestres. El Rhin, el Elba, el Ródano, el Sena, el Loira, el Danubio, el Támesis y el Guadalquivir, son, de esta manera, los ríos de la imprenta y del libro.

plo, envían sus agentes a las ciudades universitarias españolas; Salamanca se ofrece a Europa, a lo largo del siglo XVI, como una apetecible cabeza de puente. La preponderancia de determinados estudios superiores, como los de la Sorbonne, donde la imprenta de la universidad había empezado a funcionar en 1472, hace que esas ciudades produzcan textos de y para otros países.

(...) En la primera mitad del siglo XVI, el movimiento humanista favoreció el desarrollo de la imprenta, que vive en este período una edad de oro: nuevos textos, prosperidad económica, la consideración del libro como un bien cultural y el crédito que el impreso había ganado como industria floreciente explican este auge. Aparecen los grandes talleres y libreros ligados a esta corriente de pensamiento. Froben, Koberger, Birckmann, Aldo, Petit, Bade, Amerbach, Eguía y Brocar, en España, son hombres implantados en el medio intelectual y académico en los que se mueven autores y comentaristas y se producen los textos; tienen, además, sólidas redes comerciales de importación y exportación. Un mercado tan amplio como el que abrían estas publicaciones no escapó de las redes comerciales de grandes familias como las de los Giunta, Portonariis y otros tantos, implantadas en núcleos urbanos estratégicos de varios países. Lógicamente, la tipología urbana favorece el despliegue de estos talleres y tiendas especializadas en humanismo: las ciudades universitarias y las comerciales son polos donde se concentran los intelectuales y se mueve el mundo de las letras. La recuperación de autores y textos clásicos, consustancial al movimiento humanista, es global y el arco de materias que se editan de forma crítica es completo. Muchas de estas materias –religión, ciencia, música, por ejemplo– exigían una gran capacidad técnica y unas disponibilidades tipográficas especiales. La edición de textos en alfabetos no latinos (griego, hebreo, árabe), el empleo de tipos especiales, como era el caso de la edición musical y el requerimiento de un aparato ilustrativo, colocaba en una situación privilegiada a los grandes talleres europeos; los tipógrafos venecianos, antuerpienses, lioneses o parisinos, impusieron su superioridad técnica y artística. Además, estas ciudades comerciales y universitarias, que monopolizaron las ediciones, tenían la ventaja de ser punto de encuentro de la intelectualidad y de la erudición internacionales, lo que aseguraba el rigor crítico textual, requisito indispensable en la lectura humanista de los clásicos. La política territorial española y la debilidad de su industria editorial y librera hicieron que, en el libro humanista, España fuese subsidiaria de la imprenta europea. TIPOLOGÍA URBANA / Ciudades comerciales El desarrollo de una burguesía productiva y acomodada, así como la existencia de unas redes comerciales y financieras, facilitan la implantación de la imprenta en unos núcleos urbanos en los que el mercado estaba asegurado y los libros eran una mercancía más en circuitos de exportación bien

La expedición de mercancías, interior o exterior, estaba asegurada por estas redes; mover las mercancías por mares y ríos contaba, además, con ventajas económicas porque era un transporte más barato. En Francia, Rouen, Lyon y Burdeos; en Flandes, Amberes; Amsterdam y La Haya en los Países Bajos; Sevilla en España; Venecia en Italia; Londres en Inglaterra deben citarse como señeras representaciones de este tipo de ciudades. Amberes y su puerto desempeñaron un papel determinante para la historia del libro español. La ciudad era heredera del esplendor comercial de Brujas, con la que Castilla mantenía fluidas relaciones comerciales. Más del cincuenta por ciento de los impresores que trabajaban en los Países Bajos en la primera mitad del siglo XVI estaban establecidos allí. Las posibilidades económicas, intelectuales y artísticas de Amberes fueron rentabilizadas al máximo por las "gentes del libro" con magníficos resultados. Las imprentas de estas ciudades se volcaron en el mercado de la exportación y supieron sacar ventaja de países con poca capacidad industrial, convirtiéndolos en subsidiarios de su pujante manufactura libraria. España estableció relaciones con los mercados del Norte y de Levante a través de los puertos de Santander y Bilbao, Barcelona, Valencia y Alicante, Sevilla y Cádiz. Encabezando las que convirtieron a España en subsidiaria de sus talleres están Amberes, Venecia y Lyon. A éstas se añaden Florencia, Roma, Bruselas, Amsterdam, Londres y Colonia. Ciudades universitarias Las universidades y centros de estudio son inseparables del libro. Imprentas y libreros las eligen como sedes preferentes de su actividad, ya que tanto la producción de originales como el mercado de textos estaban garantizados. Junto con la Iglesia, la universidad es un motor de la imprenta. El libro universitario, el libro de estudio, tiene la ventaja de encuadrarse en un ámbito internacional gracias al empleo del latín y facilitar así su comercialización en un amplio mercado. Los grandes impresores europeos, Plantin por ejem-

Colonia, que debía a Heinrich Quentell la bibliografía teológica fundamental para la causa católica, aunque desarrolla una imprenta ligada a la poderosa universidad, tiene una demanda tan alta que algunos editores o impresoreseditores tienen que utilizar talleres en París o en Amberes, además de mantener una red comercial y sucursales en toda Europa. Leiden, donde el yerno de Plantin, Raphaelengius, ejerció como impresor universitario, está asociada con la arrolladora actividad de la saga de libreros-impresores Elzevier, cuyo nombre que ha pasado a denominar un inconfundible tipo de libro asociado con sus ediciones en pequeño formato (dieciseisavo). Saumur, la otra gran universidad protestante, asocia su imprenta con otra gran familia de impresores, los Desbordes. Las imprentas ligadas a la universidad derivaban, con frecuencia, en negocios de librería; Oxford, sede editorial de disidentes españoles y franceses en el período isabelino, también participó de esta práctica habitual y en ella fue frecuente que impresores ya rodados abriesen su propia tienda para la venta de su producción. La tipología de la ciudad determina también una geografía ideológica de la imprenta: el humanismo y las diversas confesionalidades se desarrollan en estos ámbitos de estudio y hacen que impresores y sedes queden vinculadas a corrientes de pensamiento o religiosas específicas: en el caso de la Sorbonne al catolicismo, en el de Leiden u Oxford a la Iglesia Protestante. La frontera entre tipologías ciudadanas e imprenta no es tampoco nítida. Las ciudades comerciales funcionaron muchas veces como ciudades del libro universitario: Basilea, Venecia y Nuremberg fueron estratégicos puntos de producción y comercialización de los textos de estudio porque su industria tipográfica y su consolidada red de distribución garantizaban, en ocasiones, un movimiento de fondos muy superior al de las ciudades universitarias más restringidas a la clientela local. Fragmento de la exposición Fortuna de España. Textos españoles e imprenta europea (siglos XV-XVIII). Enlace: http://cvc.cervantes.es/obref/fortuna/expo/geografia/ Ilustraciones: Centro Virtual Cervantes y Wikipedia.org


14 de junio de 2010 /

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El “genoma” vegetal del libro Mientras manipulaban con diversos propósitos utilitarios los delgados tallos del papiro, transmutando forma y materia, los egipcios entrevieron el futuro del libro

Coordinación: Dpto. de Producción Editorial Diseño gráfico: Andrea Hernández Párraga

LA OBSTETRICIA DEVELADA Otra mirada desde el género

PR Ó TÍT XIMO UL OS S

Marbella Camacaro

Colección: La sociedad y sus discursos ISBN: 978-980-233-505-3 224 págs., 21,5x15

Una nueva producción de la profesora Marbella Camacaro Cuevas, que continúa su línea de trabajo sobre el tema de los derechos sexuales y reproductivos. Se refiere a la medicalización excesiva de un proceso: el embarazo, y un acto, el parto, de los cuales se ha venido cada vez más desposeyendo a las mujeres, privándolas de su capacidad de decidir y convirtiendo algo tan natural en una especie de enfermedad. Por primera vez en Venezuela, un trabajo de esta naturaleza se plantea desde la única perspectiva posible: la mirada feminista a través de la metodología de género. Su autora reflexiona sobre la violencia obstétrica y muestra cómo el patriarcado ha interpretado la diferencia sexual, reduciendo a la mujer a su ser biológico. En este trabajo pionero todo es aprovechable, se lee con agrado e incluso con pasión.

ESTADÍSTICA PARA INGENIERÍA Una herramienta para la gestión de la calidad Ninoska Maneiro / Agustín Mejías

Colección: Biblioteca de Ingeniería ISBN: 978-980-233-504-6 512 págs, 28x21 cms.

Temas, tratados e instrumentos de la Ingeniería Industrial en particular y la Ingeniería en general. Relaciones entre la estadística y otras disciplinas. Los autores conjugan con sencillez conceptos y procedimientos estadísticos conservando un alto nivel matemático y brindándole al lector un nuevo sabor y ritmo. El lector puede pasearse por diversas aplicaciones de paquetes estadísticos como: Minitab®, Statgraphics Plus®, SPSS® y la hoja de cálculo Microsoft Excel®, entre otros. Se suministran ejercicios y se presentan soluciones al final de cada capítulo, que facilitan al estudiante la autoevaluación. Los autores muestran citas de importantes y destacados pensadores estadísticos, exponiendo un lado que pocas veces se ve en los libros de Ingeniería: el lado humano, ofreciendo la cosmovisión del matemático y estadístico como ser sensible al mundo que le rodea.

De soslayo, saltando levemente el rol histórico de materiales como la arcilla, podemos afirmar que el libro tiene un genoma vegetal. El papiro es literalmente la fibra original del libro de la Humanidad. Mientras manipulaban con diversos propósitos utilitarios los delgados tallos del Cyperus papyrus Linn. (subsp. Antiquorum, Willd.), transmutando forma y materia, los egipcios entrevieron el futuro del libro. En términos lingüísticos, el p-apu egipcio devino en el papyrus grecorromano y de allí el catalán paper y el español papel. Del tallo (culmo) de la ciperácea, reseña el botánico Adolfo Ernst, aquellos artesanos empleaban la médula cortada laboriosamente en laminillas y el mucílago humedecido con agua actua-

ba como aglutinador de las tiras dispuestas en capas, en dirección contraria cada una de ellas en relación con la anterior. De este proceso resultaban pliegos de diversos tamaños, que ya secos y desprovistos de asperezas y arrugas mediante el prensado, quedaban listos para soportar en su superficie el inmensurable legado cultural de los jeroglíficos. Prácticamente, a partir de la conformación de esos pliegos, la adecuación en rollos y la organización en volúmenes surgen aspectos propios del proceso editorial: la encuadernación, la diversidad de soportes, la distribución gráfica; la organización por colecciones y su resguardo en bibliotecas. En buena medida aquel humilde acto de “formatear” el material proveniente de una especie vegetal abundante en la zona geográfica de la cuenca del Nilo marcó el inicio

de la labor editorial, en cuya evolución fueron determinantes por supuesto el ulterior desarrollo comercial y cultural en las ciudades, la organización laboral, la incorporación de los avances tecnológicos y la diversificación de los materiales y los procesos. A través del siguiente fragmento del excelente ensayo Libros y libreros en la Antigüedad (1952), del magnífico escritor mexicano Alfonso Reyes (Monterrey, Nuevo León, 1889 - Ciudad de México, 1959), asistimos a momentos claves del rol del papiro en la génesis del libro y nos acercamos, en retrospectiva, a algunos aspectos técnicos que, no obstante su estricta referencia histórica, prefiguraban ya lo que hoy forma parte del lenguaje de edición; entre ellos, el formato, la página, los renglones, las columnas, la mancha, la caja, los márgenes, la distribución tipográfica y la ilustración (M.G).

Libros y Libreros en la Antigüedad

(fragmento)

Alfonso Reyes ...En los días del Imperio, se encontraban en Roma varias calidades de papiro. El mejor se llamaba “imperial” (Augusta, Livia o Claudia). Ya Catulo habla del “real” (charta regia) como de un lujo. Las fábricas egipcias entregaban rollos de distintas formas y dimensiones. Para las obras científicas se prefería el papiro de dimensiones grandes, el rollo ancho; y el más pequeño se consideró más propio de la poesía. Desde luego, los grandes rollos corrían peligro de desgarrarse más fácilmente, y eran, digamos, “menos populares”. Se atribuye a Calímaco esta sentencia: “Un libro grande es un gran daño.” A juzgar por los volúmenes descubiertos y por los datos que hallamos en Plinio, el tamaño usual era de unos 10 metros de largo por unos 25 cm de ancho. El rollo cerrado hacía un espesor de unos 5 ó 6 cm, y cabía en el hueco de la mano. Es raro que se escriba en los dos lados de la banda. Generalmente, la cara externa se deja en blanco. Y, a lo largo de la cara interna, la escritura se divide en columnas paralelas que corresponden a nuestras páginas y que, de hecho, se llamaron página. El texto comienza a la izquierda, y las columnas se suceden de izquierda a derecha con un margen que encuadra como un marco blanco cada página. La columna suele tener una anchura de unos 8 cm. Para los versos, la anchura depende del metro. Los buenos ejemplares muestran una escritura muy regular y dan el efecto de la impresión. El área de la superficie escrita es más o menos la de nuestro in-octavo en la mayoría de los casos. En un volumen cabían dos cantos de la Ilíada”.

Para las obras científicas, el papiro de dimensiones grandes, el rollo ancho; y el más pequeño se consideró más propio de la poesía Las obras extensas se dividían en varios “libros”, a uno por rollo. Así como el lector moderno espera que cada volumen de una obra acaba en determinado punto apropiadamente escogido, así el lector antiguo. Y cuando las obras eran pequeñas, se las escribía unas a continuación de otras en un volumen misceláneo. Los libros antiguos eran manuscritos cuidadosamente caligrafiados, según normas establecidas y preconizadas por las casas de publicaciones. Las palabras en los manuscritos latinos aparecen bien espaciadas, pero no así en los manuscritos griegos. Apenas se usa la puntuación. No había división en capítulos. De aquí que las citas antiguas sólo se refieran al título del libro, lo que hoy nos parece muy vago.

Este fragmento es un recibo que especifica el precio del papiro, entonces monopolio del imperio romano.

Se escribía con una caña (calamus), aguzada a navaja. La tinta se hacía con jugos naturales. Es fuerte y persistente como la tinta china, y conserva hasta hoy su negrura. Los romanos escribían los títulos, y a veces los encabezamientos, con tinta roja. También usaban algunos instrumentos auxiliares, como regla y compás para equilibrar los renglones. Todo un juego de estos implementos, incluso el tintero, puede verse en los murales de Herculano, ahora custodiados en el Museo Nacional de Nápoles. Tampoco faltaban los libros ilustrados, cuyo eximio abuelo pudo haber sido aquel tratado de Anaximandro el Milesio con el primer mapa terrestre. Desde luego, los libros matemáticos necesitaban dibujos. Dos fragmentos de Euclides en papiro contienen trazos explicativos. Según Plinio, los griegos ilustraban también las obras de farmacología con plantas a colores. Los romanos adornaban las biografías con retratos. Plinio aplaude la ocurrencia de Varrón al haber ilustrado su grande obra biográfica (Imagines o Hebdomades) con 700 figuras de personalidades eminentes, dándoles así “inmortalidad y omnipresencia”. La aparición de esta obra única —destinada al “gran público”— merece ser señalada. Cómo se hayan podido hacer tantas copias de un libro tan profusamente ilustrado sin contar con medios mecánicos de reproducción es un verdadero enigma (…)


28 de junio de 2010 /

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Aplicándola prevenimos enfermedades y mejoramos nuestra productividad

Coordinación: Dpto. de Producción Editorial Diseño gráfico: Andrea Hernández Párraga

Un libro que trasciende el ámbito odontológico

La ergonomía es piedra angular de la salud y el rendimiento laboral Sara Giglioli, autora del libro Ergonomía en la odontología actual, maneja la relación hombre-trabajo como un todo, desde el punto de vista físico, emocional y social. Ana Verónica Gómez Fotos: Claudio Vallieri

a secretaria, con ropa ceñida y tacón alto, se siente bien porque está presentable; la costurera, encorvada en su oficio, cree estar más cómoda porque trabaja en su casa; al chofer, le basta con el aire acondicionado; y cualquier profesional, en estos tiempos, busca simplemente ejercer a toda costa y ser remunerado. En ese diario andar nos olvidamos de algunas normas ergonómicas en el trabajo, de la postura correcta y de nuestra propia comodidad, condiciones que van a ser el eje para mantenernos saludables y, por ende, mucho más productivos. Este descuido humano es el resultado de una desinformación en cadena, desde el aula de clases o el laboratorio donde se prepara un profesional (en cualquier área), hasta la transcriptora de textos que trabaja desde la supuesta tranquilidad de su hogar. Sara Giglioli, odontóloga, coordinadora del área de Periodoncia de la UC y autora del libro Ergonomía en la odontología actual, maneja la relación hombre-trabajo como un todo, desde el punto de vista físico, emocional y social. "La ergonomía está relacionada con la posición, no solamente con el odontólogo -que es el operador en este caso- sino también con la postura que debe tener el paciente; la posición de nuestro asistente, el mobiliario y la unidad de trabajo, hasta cómo ubicamos el instrumental dentro de la bandeja. Si yo tengo una buena posición ergonómica, obviamente voy a tener una salud laboral y un mejor rendimiento profesional".

L

La ergonomía es el estudio de las capacidades físicas y mentales del ser humano y la aplicación de los conocimientos obtenidos en los equipos y entornos artificiales; constituye una práctica continua sobre la actividad del trabajo, adaptándola a las personas para evitar problemas físicos y emocionales en quienes lo ejerzan, incrementando su bienestar y mejorando la productividad. Ergonomía en la odontología actual, de la profesora Sara Giglioli, cubre y prolonga las expectativas: un libro sobre ergonomía para uso de odontólogos, docentes, estudiantes, personal auxiliar, asistentes e higienistas dentales; escrito con sencillo estilo y accesible a todos los interesados en el área, sean o no especialistas. Estamos seguros de que muchos lectores se sentirán motivados a seguir las recomendaciones aquí presentes sobre las posturas ergonómicas, la bioseguridad y los principios básicos de la salud ocupacional, pues son preocupaciones comunes en diversas prácticas profesionales. Además, se ha demostrado que con la participación del trabajador en el análisis e identificación de los problemas, con propuestas que ayudan a las soluciones, se pueden lograr avances en los diseños de equipos y cambios en el ambiente laboral; lo que sin dudas repercute en una mejor salud del trabajador.

Ergonomía en la odontología actual Sara Giglioli Colección Biblioteca de Odontología 1ª edición 2010, 190 págs. 21,5 x 15

Sara Giglioli, coordinadora de Periodoncia en la Facultad de Odontología de la UC, sugiere aplicar posturas ergonómicas en cualquier práctica laboral y ambientes diversos de trabajo.

-Pero no sólo es la comodidad del mobiliario y el ambiente laboral, también hay que buscar el equilibrio trabajo-persona, trabajofamilia, hacer algo por nosotros mismos, como caminar, practicar ejercicios, lo cual es fundamental para ser personas integrales.

Para la prevención "Hoy en día se habla de ergonomía hasta en los comerciales de televisión", señala la odontóloga, quien da como ejemplo a compañías automotrices que hacen esfuerzos para que los asientos de sus vehículos sean

más ergonómicos. "Hasta en los aviones, durante vuelos de más de cuatro horas, se recomiendan posturas ergonómicas, por lo que todo tiene que ver con la ergonomía y no hay ninguna excusa para no cuidarnos y evitar algunas enfermedades". Si no se aplica la ergonomía laboral, a la larga se producen enfermedades también propias de las personas que trabajan horas frente a computadoras: Estrés, bursitis, túnel carpiano, insuficiencia de miembros inferiores: várices y celulitis -tan temidas en las mujeres- entre otras complicaciones.

Con posturas adecuadas hay menos cansancio físico y mental Ergonomía en odontología actual recopila información de varios autores. Sugiere posturas adecuadas para el trabajo, hace referencia a la bioseguridad, la salud y enfermedades ocupacionales, medidas preventivas y algunas leyes. La inquietud por el tema le surgió a la autora, Sara Giglioli, desde sus investigaciones de tesis de pregrado hace más de 25 años, cuando "ni siquiera se oía el término de ergonomía ni de perfil ergonómico; existían alteraciones en el odontólogo y éste no se imaginaba que eran inherentes a la profesión"; asegura la odontóloga. Posteriormente, llevó a cabo otra investigación referente a los frutos que se tenían en el trabajo, aplicando o no posturas ergonómicas, demostrando que con éstas hay menor cansancio físico. En su último sabático 2006-2007, comenzó la idea como un manual cuando debió elegir un tema para la Maestría en Investigación Educativa, basado en las posturas básicas y riesgos ocupacionales inherentes a la profesión. Este material, la investigación y la vasta experiencia, se convirtieron en un nuevo producto editorial de la Dirección de Medios y Publicaciones de la Universidad de Carabobo.


12 de julio de 2010 /

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Uno de los grandes impresores y editores de la historia venezolana

Coordinación: Dpto. de Producción Editorial Diseño gráfico: Andrea Hernández Párraga

Entre Barinas, Guanare y Acarigua Finales de la década del noventa: tardes de sol, cerdo asado y cachapas de maíz tierno con queso de mano, a la sombra de los samanes, en La Rosaliera, la hermosa finca de José León Tapia, en Barinas. Nuestro anfitrión nos contaría que allí mismo, en aquella mata, cerca del jagüey, estuvieron conversando no hacía mucho, puntuales, cumplidores, expectantes por la dimensión de la invitación que les había cursado: el poeta Alí Lameda, con su parsimonia acostumbrada, Luis Alberto Crespo, dispuesto a montar su nuevo caballo recién llegadito de Carora y José Vicente Abreu, con su elegante pelo e´ guama, regalo de José Agustín Catalá, quien lo había adquirido esa semana en Valencia, donde Otto Schimerr, aquel bondadoso alemán aclimatado en estos lares hacía tantos años. Disfrutaríamos esa vez (como todas las demás) las atenciones de Carmen Dolores y la sabrosa conversación de José León: aquella tarde, cerca del ocaso, luego de las obligadas referencias a todos los héroes olvidados de la llanura, con su facundia intelectual y su aplomada y proverbial sencillez, nos hablaría apasionado de este ser excepcional sentado a nuestro lado: José Agustín Catalá Delgado. Hijo primogénito del también editor Juan Catalá Arráiz y Teresa Delgado, había nacido en Guanare, estado Portuguesa, el año 1915, en una humilde casa de bahareque con techo de palma, en la esquina norte de la antigua calle “Los Catalanes”, a poca distancia de la Plaza Páez, detrás de la iglesia, cerquita de donde emergería años después el poeta José Joaquín Burgos. Ese mismo año 1915 la familia viaja hasta Acarigua, “…en carreta de mula bajo un toldo formado con encerado de lona y sentados sobre colchones y almohadas de escasa amortiguación”. En este pueblo, de calles polvorientas y escasos faroles de alumbrado, hará José Agustín sus primeras letras, de manos de la señorita Ernestina, sobrina del cura y quien lo llamaba “su prenda linda”.

José Agustín Catalá en Valencia, 1934

José Agustín Catalá: capitán del desolvido Julio Rafael Silva Sánchez

Catalá registra la memoria oculta del país. Allí están, como una pequeña muestra de este prodigio: las Obras Completas de Andrés Eloy Blanco, los ciento cuatro volúmenes del Pensamiento Político Venezolano del Siglo XX, las Obras Completas de Mario Briceño Iragorry, Se llamaba SN y Donde el río perdió las siete estrellas (de José Vicente Abreu), Antonio Pinto Salinas, poeta y combatiente, Los archivos del terror, Hombres y verdugos, las Obras Completas de José León Tapia y un sinfín de títulos que revelan en profundidad la egregia estirpe de este venezolano excepcional.

Valencia: afectos perdurables, cárcel y destierro En 1925 se traslada con su familia a Valencia. Cursa estudios en el Colegio Católico Alemán y el Colegio Don Bosco y se aloja en una amplia casona en la calle Páez, No. 179, a dos cuadras de aquella antigua casona, conocida desde 1908 como la Casa Páez, convertida ahora en cuartel de policía. En la acera de enfrente vivían la señora de Gerbasi y sus hijos Vicente y Chepino, don José Mucci Abraham y familia, los Ramos, los Jiménez. Y en la cuadra siguiente, hacia arriba; Furyalah Raidi, el padre de Abelardo y sus hermanos. Una vecindad de italianos y libaneses cuya descendencia venezolana ha honrado el gentilicio. A los diecinueve años, en 1934, recibe su bautizo carcelario, por la misma causa por la cual sería encarcelado otras veces en su vida: por publicar lo que la tiranía de turno no toleraba. Estuvo preso durante cuatro meses en los sótanos de la policía instalada en la Casa Páez… Pero aquella primera prisión valenciana no sería ni la sombra de las que le esperaban en tiempos de la dictadura del general Pérez Jiménez. En esta época, Catalá proyectaba editar unos cuadernos quincenales de literatura, con asesoramiento del escritor Pablo Domínguez, de paso por la ciudad. Allí se proponía publicar textos de sus entrañables amigos: Pedro Francisco Lizardo, Otto de Sola, Vicente Gerbasi, Luis Augusto Núñez, Pálmenes Yarza, Felipe Herrera Vial, quienes, junto al humilde pintor del

Cabriales, Leopoldo La Madriz, constituían su más cerrado círculo de cofrades. Pero este proyecto fue abortado por los acontecimientos políticos, pues, al conocer la muerte del general Gómez en diciembre de 1935, José Agustín contemplará las manifestaciones populares que desbordaban las calles de Valencia y que culminaron con los saqueos de las casas de distintos dignatarios de la dictadura - como el coronel Angulo y Roberto Matute - y el almacén del ex presidente del estado Carabobo, el tristemente célebre Ramón H. Ramos. En 1936 se incrementa su militancia política y la actividad sindical. Su nombre comienza a aparecer como agitador radical en los registros policiales del nuevo régimen. Catalá tendrá muchos obstáculos para actuar en Valencia, ya que recibía las amenazas y persecuciones del gobierno que presidía en el estado Carabobo el poeta Salvador Carballo Arvelo. Estas agresiones culminarían en 1937, cuando, por exigencias de este funcionario, el Ministerio de Relaciones Interiores decide expulsarlo del país, por sus innumerables y repetidos actos de agitación. Se radica en Barranquilla.

Caracas: el apasionante oficio de redimir la memoria de un país Regresa al país en 1938, por gestiones de su amigo Amenodoro Rangel Lamus, quien ejercía la Secretaría de la Presidencia de la República. Se radica en Caracas, con la expresa prohibición de volver a su añorada Valencia. Hasta 1944 permanece en el Ministerio de Agricultura y Cría en diversas

funciones y en 1945 Betancourt y Valmore Rodríguez lo encargan de la gerencia de publicaciones del diario El País. De allí pasa en noviembre del mismo año a la Dirección de la Imprenta Nacional y la Gaceta Oficial. En febrero de 1948 Rómulo Gallegos lo ratifica en el cargo. Ese mismo año, cuando ocurre el golpe militar, renuncia a su responsabilidad y se incorpora a la lucha clandestina. Esos serán los años en que se entrega a su empresa Ávila Gráfica y comienza su tarea gigantesca de impresor y editor independiente. En 1950 aparece la revista Cantaclaro, impresa en Ávila Gráfica y animada por el grupo del mismo nombre, integrado por Jesús Sanoja Hernández, Rafael José Muñoz, Francisco Pérez Perdomo… Al año siguiente, Catalá se arriesga con Signo, otra revista de naturaleza política y de oposición a la dictadura militar. La dirigían Ramón J. Velásquez, Juan Liscano y Alfredo Tarre Murzi. Pero en 1952 el exilio y la prisión de sus animadores decretó la muerte de la publicación. Ese mismo año aparece Venezuela bajo el signo del terror (libro negro de la dictadura), obra que condujo a Catalá a la cárcel. El libro fue ensamblado por nuestro editor, Leonardo Ruiz Pineda, Alberto Carnevali, Jorge Dáger, Ramón J. Velásquez, Simón Alberto Consalvi… En 1953 Catalá es recluido en la cárcel de Ciudad Bolívar, de donde saldrá en 1956, después de tres años de infierno. Seguirán años de represión y persecución política hasta 1958, cuando recomienza la libertad para los venezolanos y Catalá prosigue su labor de registrar la memoria oculta del país. Allí están, como una pequeña muestra de este prodigio: las Obras Completas de Andrés Eloy Blanco, los ciento cuatro volúmenes del Pensamiento Político Venezolano del Siglo XX, las Obras Completas de Mario Briceño Iragorry, Se llamaba SN y Donde el río perdió las siete estrellas (de José Vicente Abreu), Antonio Pinto Salinas, poeta y combatiente, Los archivos del terror, Hombres y verdugos, las Obras Completas de José León Tapia y un sinfín de títulos que revelan en profundidad la egregia estirpe de este venezolano excepcional, de quien alguna vez diría Manuel Alfredo Rodríguez: “…José Agustín Catalá ha tendido mano amiga a quienes han recurrido a la inagotable reserva de su fraterno sentido de la amistad. Amigo de sus amigos, indoblegable frente a sus adversarios, alternativamente gritón o apacible según la magnitud de sus trabajos o preocupaciones, siempre tiene pecho abierto y palabra alentadora para quien disfrute de su afecto o le proponga obra socialmente útil. Y parafraseando al Galdós de Doña Perfecta concluyó diciendo: y es todo cuanto podamos decir de un hombre que parece bueno y sí lo es”. _________ REFERENCIAS Catalá, J. A. (2007). Apuntes de memoria del editor (19152007). Caracas: El Centauro, ediciones. Bruni C., M. T. (2008). Contra las dictaduras por la república civil. Caracas: El Centauro, ediciones. Tapia, J. L. (1998). El tiempo indetenible. Mérida/Caracas: coedición del Instituto de Desarrollo Artístico y Cultural del Estado Mérida y El Centauro, ediciones.


26 de julio de 2010 /

Coordinación: Dpto. de Producción Editorial Diseño gráfico: Lino Guglielmo

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Hitos de la producción editorial en Venezuela (I)

H

asta 1808, Venezuela no tuvo historia tipográfica. Quizás algunos signos simulados sobre el papel, a manera de sello, con caracteres fundidos en la metrópoli peninsular y pies de imprenta de origen extraterritorial. La producción editorial (periodística primero, bibliográfica después) comienza realmente, según todos los investigadores que han abordado el tema, hacia la primera década del siglo XIX, en 1808. Antes de esa fecha sólo hubo escarceos, algunos ya de exigua relevancia histórica y otros meramente anecdóticos, a los que no obstante es necesario referirse antes de precisar el establecimiento de los primeros talleres de impresión en el país. ALBORES DE TIPOS, TINTA Y PAPEL Para el siglo XVIII, hasta 1797, la isla de Trinidad era posesión española y formaba parte de la Capitanía General de Venezuela. Esto hizo que se considerara en algún momento el 13 de agosto de 1789 como la fecha inaugural de las publicaciones en nuestro país, pues ese día aparece el periódico Courier de la Trinité Espagnole, cuyas informaciones eran leídas en algunas zonas de las provincias venezolanas. Sin embargo, no se lo considera hecho clave para la implantación de la imprenta debido a la poca trascendencia editorial y al escaso impacto cultural, social, económico y político que ese periódico allende del mar tuvo para la Venezuela de la época. Héctor García Chuecos (1949), historiador y archivólogo, uno de los primeros expertos en paleografía en el país, por falta de pruebas contundentes descarta el valor de la imprenta de Trinidad, reseñada con autoridad académica por el bibliógrafo Manuel Segundo Sánchez en su ensayo "Orígenes de la Imprenta en Venezuela" (número 1º del "Boletín de la Biblioteca Nacional", Caracas, noviembre de 1923). En el mismo sentido, el bibliógrafo Pedro Grases (1989), quizá quien mejor ha historiado el tema, rechaza que la "reimpresión" del texto Festejo de nueve días o novenario del Santísimo Niño, argumentada originalmente por Pedro Pablo Barnola en su escrito "Investigaciones Bibliográficas. Más sobre las primicias editoriales de Caracas" (Revista Sic, N° 40, diciembre de 1941) sea un documento que permita asegurar que para 1764 había imprenta en Venezuela, pues no existen referencias de dónde se reimprimió dicha novena ni existen ejemplares de ella. Por otro lado, aunque no se la toma como real antecedente de los inicios de las actividades de impresión, se ha referido la existencia, hacia 1795, de una prensa ambulante, que algunos autores han llamado "imprentas de camino", en la que al parecer se realizaron impresiones de las que no queda vestigio. Alejandro de Humboldt, durante su estadía en Caracas (1800), tuvo noticias de estos aparatos y al respecto opinó que no podía llamarse propiamente imprenta "a las prensas con las que de año en año se ha probado a imprimir algunas páginas de un calendario o un mandato del Obispo" (citado por Chuecos). El 21 de febrero de 1806, en la cubierta del Leander, Francisco de Miranda instala la imprenta que había adquirido un mes antes en

Entre 1808 y 1810, en el taller de Gallagher y Lamb, en Caracas, se producen las primeras publicaciones mediante el procedimiento de imprenta: la Gaceta de Caracas, en formato periodístico, y el primer libro organizado conceptual y formalmente con criterios editoriales, el Calendario manual y guía universal de forasteros en Venezuela para el año 1810 Nueva York e imprime, asistido por los tipógrafos, "oficiales del arte", numerosas hojas a dos columnas: "dos mil proclamas en español, las cuales contienen la declaratoria de nuestros propósitos y serán distribuidas a todas partes del mundo…", según refiere el tipógrafo Henry Ingersoll, quien forma parte de la tripulación. Cuando la expedición libertadora mirandina fracasa, la imprenta que traía el prócer, que nunca tocó tierras venezolanas, es vendida en Trinidad, para pagar deudas, al inmigrante irlandés Mateo Gallagher, quien tenía en Puerto España un taller de impresión, el cual mantiene activo incluso después de la ocupación inglesa en 1797. En ese establecimiento, Gallagher recibe en 1808 al comerciante Francisco González de Linares, a quien autoridades de la Capitanía General de Venezuela habían encargado la contratación de una imprenta para emprender publicaciones en la ciudad de Caracas. Al respecto, no existe seguridad de que aquella imprenta de Fran-

cisco de Miranda formara parte de los implementos que Gallagher trajera a Caracas, pues su taller fue armado con equipos provenientes de Puerto España y Granada. UNA MÁQUINA DE PROPAGAR IDEAS Todos los investigadores coinciden en señalar el primer número del semanario la Gaceta de Caracas, publicado el 24 de octubre 1808, como el nacimiento de la imprenta en Venezuela, no sólo por ser el primer producto de la primera máquina de imprimir asentada en nuestro territorio, de forma definitiva y claro propósito público y comercial, sino por la significación histórica, política, social y cultural de esa primera publicación. De 1808 a 1822, las páginas de la Gaceta de Caracas repercutieron en la sociedad venezolana como canal de expresión ciudadana y con la finalidad de propagar ideas que resultaron inaugurales en la formación del pensamiento político venezolano.

En síntesis la exposición del plan de la obra es el siguiente: "Dará principio por el Almanaque civil, astronómico y religioso; Cómputo Eclesiástico; Fiestas movibles; distribución del Jubileo circular; Épocas memorables del mundo, la América y la Provincia y Gobierno actual de la Metrópoli. Seguiráse a esto una ojeada histórica sobre descubrimiento, conquista y población del país que forma hoy el departamento de Venezuela que comprenderá la fundación de sus principales ciudades, los lugares que ocupan y sus nombres primitivos; las varias naciones a quienes pertenecían; los medios empleados para su reducción y pacificación; los principales Jefes o Caudillos que formaron los primeros Ayuntamientos o Cuerpos Municipales que regentaron la autoridad civil; y todo cuanto tenga relación con los medios políticos que se han empleado para conservar, organizar y poner en el estado de civilización y prosperidad en que se hallan las Provincias que componen hoy la Capitanía General de Venezuela, concluyendo con la serie cronológica de sus Gobernadores, Capitanes Generales, principales conquistadores y pobladores. Constará toda la obra de cinco divisiones: Primera, Civil y Económica; segunda, Fiscal o de Real Hacienda; tercera, Eclesiástica; cuarta, Militar; quinta, Mercantil…"

EL PRIMER TALLER El 23 de septiembre de 1808 llega a La Guaira la primera imprenta (plenamente documentada y testimoniada) en pisar tierra venezolana. Con ella arriban también los impresores Mateo Gallagher y D. James Lamb, socios del primer establecimiento organizado como verdadero taller: Imprenta de Gallagher y Lamb. Del taller de estos extranjeros, considerados protoimpresores venezolanos, sale la primera publicación impresa, con formato periodístico, y la primera producción editorial: Calendario manual y guía universal de forasteros en Venezuela para el año de 1810, publicado el 10 de junio de 1810. Este primer libro es el resultado de un plan editorial. En efecto, su concepto fue presentado al público mediante un prospecto (escrito por Andrés Bello) publicado en el Nº 68 de la Gaceta, viernes 27 de octubre de 1809.

La obra así concebida no llegó a realizarse completamente según el proyecto, pero es sin dudas la primera publicación organizada conceptual y formalmente con criterios editoriales; Además, tiene el gran valor, al decir de Pedro Grases, de "contener la única prosa relativamente extensa del humanista Andrés Bello, escrita en su juventud: el Resumen de la Historia de Venezuela". (M.G) REFERENCIAS Grases, Pedro (2000). Los primeros talleres de Imprenta enVenezuela (En: revista Arrabal. Núm. 2-3, págs.13-18). --- (1989). Escritos selectos. Vol. Nº 144. Caracas, Biblioteca Ayacucho. Millares C., Agustín (1969). La imprenta y el periodismo en Venezuela. Caracas. Monte Ávila Editores. Diccionario Multimedia de Historia de Venezuela (2000). Fundación Polar. Caracas, Venezuela (CD interactivo). Revista Nacional de Cultura (2000). Volumen II. Nros 51-100. Año 1, Nº 2. Caracas. 2000 (digital)


Hitos de la producción editorial en Venezuela Coordinación: Dpto. de Producción Editorial Diseño gráfico: Lino Guglielmo

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20 de septeimbre de 2010 /

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( II )

Tras la derrota patriota en la Batalla de Los Aguacates, en Ocumare de la Costa, queda abandonada en la playa aragüeña la imprenta y los implementos que en gran medida habían dado forma tipográfica a los primeros momentos de la gesta independentista.

entro de la historia de la impresión en Venezuela suele considerarse acontecimientos realmente trascendentes, aquellos que se reflejan como momentos clave en el arribo del artefacto al país, el establecimiento de los primeros talleres, la evolución del proceso tipográfico, la actividad comercial-editorial y los productos que tuvieron mayor repercusión histórica, cultural, social y política en la sociedad. Se añade a estos aspectos la organización formal y conceptual de las publicaciones con criterios editoriales, aunque sean incipientes. En este sentido, la Gaceta de Caracas fue la primera producción con formato determinado (periódico) e intencionalidad editorial salida de una imprenta y taller asentados en el territorio venezolano; la segunda, el Calendario manual y guía universal de forasteros en Venezuela para el año de 1810, pensado con concepto y plan editorial definidos, incluso con cronograma y suscripción. Dos años después de la primera imprenta de Gallagher y Lamb, comienza sus actividades el taller de Juan Baillío, segundo taller establecido en Venezuela. Baillío había sido impresor en Cabo Francés (zona francesa de Santo Domingo), en Haití (ya convertida en república) y en

París. Con su socio Luis Delpech, en la esquina del Palacio Arzobispal, en Caracas, Baillío comienza su breve pero significativa actividad como tipógrafo e impresor, siempre ligada a la causa independentista; de su prensa salen los documentos fundacionales del período posterior a la proclamación. El 4 de noviembre de 1810, para consumo de lectores nacionales, salen a la calle el Semanario de Caracas (creado por el Licenciado Miguel José Sanz) y posteriormente El Publicista de Venezuela, El Patriota de Venezuela (publicación de la Sociedad Patriótica, fundado por Vicente Salias y Antonio Muñoz Tébar) El Mercurio Venezolano, conducido por Francisco Isnardi y algunas ediciones de la Gazeta de Caracas. La audacia comercial y la visión editorial de Baillío lo llevan a convertirse oficialmente en el Impresor del Supremo Congreso de los Estados Unidos de Venezuela y con ese título imprime el Acta de la Independencia, la Constitución y el Decreto de Guerra a Muerte, ya en plena acción independentista. En 1815, impelido por las fuerzas realistas, se ve obligado a regresar a Haití, desde donde continúa su labor de impresor, esta vez al lado de Simón Bolívar, para quien imprime variados documentos.

Prensa manual del año 1811

En mayo 1816, como integrante de la Expedición de Los Cayos, se halla en Juangriego, Margarita. De ese momento son el Boletín del Ejército Libertador, los "Documentos interceptados al General español de Caracas y al gobernador de esta Isla", y proclamas del Libertador. Tras la derrota patriota en la Batalla de Los Aguacates, en Ocumare de la Costa, Baillío regresa a Haití, dejando en la playa aragüeña la imprenta y los implementos que en gran medida habían dado forma tipográfica a los primeros momentos de la gesta independentista. (M.G)

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3 de mayo de 2010 /

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Autor universitario: Coordinación: Dpto. de Producción Editorial Diseño gráfico: Andrea Hernández Párraga

¡ama tu libro, usa tu libro! Para levantar la autoestima editorial el autordocente ucista no debe claudicar ante otras

a actividad editorial que actualmente se desarrolla en la Dirección de Medios y Publicaciones de la Universidad de Carabobo no pretende ser la máxima expresión de las publicaciones institucionales, pero si de algo pueden estar seguros los miembros de la comunidad ucista es que quienes estamos involucrados en la recepción, canalización, organización, edición y publicación de los materiales que llegan a nuestras manos nos esforzamos en cumplir de manera profesional con estos procesos y conducir a buen puerto sus libros. Con insuficiente recurso humano y un presupuesto exiguo, que apenas alcanza para dar respuestas a una pequeña parte de la gran cantidad de solicitudes, ha sido muy difícil remontar la inclinada cuesta que representa publicar más y mejor. Particularmente durante los últimos tres años, hemos trabajado arduamente para superar las deficiencias en nuestra política editorial, enfatizando la pertinencia humanística, científica y tecnológica, estructurando colecciones y series, estudiando propuestas conceptuales y formales, diversificando formatos, implementando normas y procedimientos, revisando factores de producción y, en definitiva, adaptándonos a una dinámica editorial universitaria acorde con estos duros tiempos.

L

lorar más su producción y no claudicar ante otras ediciones por más voluminosas, lujosas o presuntuosas que sean. Aunque estén en inglés y sean impresas en España, Francia o Estados Unidos no serán más útiles que el modesto libro de un profesor de la Universidad de Carabobo, avalado por su cátedra o departamento, que abordó con seriedad un contenido programático, le agregó su óptica particular construida durante una larga experiencia pedagógica y lo adaptó cabalmente a la realidad y al contexto de sus estudiantes. De ese libro se debería salir airoso con relativa comodidad; del otro publicado por una "prestigiosa" editorial anglosajona o europea quizás emerja un estudiante cansado y estropeado de tanto navegar inútil; después de encontrar en la página 620 lo que en el libro de SU profesor se vislumbra claro en la página 17.

Angustia ante los temas

No improvisamos En el Departamento de Producción Editorial, la "factoría" del formato libro dentro de la Dirección de Medios y Publicaciones, no improvisamos. Recibimos numerosas solicitudes de manera formal y las canalizamos con ánimo y concierto, estableciendo la viabilidad editorial con criterios objetivos. Seleccionamos materiales y autores basándonos en factores editoriales y académicos; pensamos en los usuarios estudiantiles y docentes; brindamos asesorías sobre la elaboración y presentación de los originales; proyectamos según las necesidades del mercado académico universitario; elaboramos un plan editorial, cronogramas y lapsos; revisamos costos, solicitamos cotizaciones y efectuamos licitaciones; establecemos puentes entre distribuidores y espacios de venta; divulgamos las ediciones por los canales institucionales, organizamos exposiciones intra y extrauniversitarias y realizamos actividades de promoción de lectura. Nuestro proceso de producción está estructurado en etapas, lo que nos ha permitido una modesta gestión editorial planificada, controlada y supervisada. Categorizamos los materiales mediante colecciones y series, con las cuales cumplimos con principios básicos de organización y al mismo tiempo ponemos marcas gráficas distintivas a las ediciones. Hemos dado otro paso adelante en cuanto al ahorro de recursos materiales, esfuerzo humano y tiempo: diversificamos el uso post-impresión, específicamente en lo que respecta al máximo aprovechamiento de los archivos electrónicos y artes finales. Otro aspecto esencial es la reducción de los tirajes. Una ingente cantidad de ejemplares de ediciones con cinco, diez y hasta quince y más años permanece (incluso con sus empaques originales de imprenta) en anaqueles y cajas de los almacenes de nuestras universidades, expuestos al deterioro y destinados al reciclaje, en el mejor de los casos. Frente a los invariables nubarrones presupuestarios de las casas de estudios, seguir incurriendo en esta situación es sencillamente irresponsable, pues los costos de impresión son en tal grado prohibitivos e insoportables que hoy las ediciones universitarias se encuentran peligrosamente amenazadas.

ediciones por más voluminosas, lujosas o presuntuosas que sean

Los libros que publica una instancia editorial universitaria son parte del rostro público que la universidad muestra a sus miembros, a su localidad, su región y al país. (Foto: Claudio Vallieri)

El prolongado sueño de un libro Si la mayoría de nuestras publicaciones en formato libro de texto tienen el aval académico de cátedras y departamentos, lo que las coloca en plena correspondencia programática con las necesidades estudiantiles, entonces a qué obedece el prolongado sueño de los libros en los depósitos. Lógicamente a fallas en la distribución (de lo que adolecen todas las universidades) pero también a que en la dinámica que involucra a los autores, docentes, estudiantes e investigadores esos libros no constituyen una necesidad, sea porque conceptualmente no armonizan con las líneas de investigación de actualidad, porque los enfoques de los contenidos no satisfacen la sed de consulta de los usuarios o porque simplemente no son asumidos como herramientas de estudio recomendadas en las aulas. Si de una edición de 1.000 ejemplares, impresa en el año 2000, quedan 400 ejemplares diez años después, sin dudas estamos ante un problema editorial sobre el que vale la pena que reflexionemos . ¿Por qué estudiantes, docentes e investigadores de la nuestra y de otras universidades no logran agotar semestre a semestre o año a año un libro de texto que trata sobre los contenidos que día a día son abordados en las aulas y que son evaluados mediante diversos instrumentos?

Autoestima editorial Estamos ante una urgencia institucional que nos empuja a hacer un mejor uso de los recursos cada vez más escasos. Paralelamente, debemos levantar la autoestima editorial: los autores-docentes anclando su obra al diario quehacer programático, recomendándola, conectándola con sus pares; los estudiantes adquiriendo y usando la obra de sus profesores, ese libro-guía que les permite llegar a salvo a las costas del aprendizaje; nosotros, como editores, promocionando las ediciones, buscando alternativas de distribución y mercadeo. También en relación con la autoestima, los autores-docentes deben va-

Los temas para un libro de texto están al alcance de la mano, brotan del día a día, clase tras clase, consulta tras consulta, asesoría tras asesoría; surgen de la conciencia y el reconocimiento de las carencias de otros materiales, de las grietas presentes en otros libros con la misma temática y de las huellas que dejaron autores que recorrieron muchas veces una senda conocida y en la cual se creía que no hallarían nada. Como en otras situaciones, detrás de lo manifiesto suele ocultarse algo nuevo o algo que no se trató lo suficiente. Una vez más la óptica personal puede ser la diferencia. Cuando se cree que en una disciplina se ha agotado todo, quedan las aristas interdisciplinarias. Muchos autores universitarios piensan que un libro publicado es un libro terminado. Su libro, apreciado autor, está más vivo que nunca, va de mano en mano y semestre a semestre, año a año es manejado por nuevos estudiantes. Incluso es un libro susceptible de renovación a través de la actualización y la ampliación, mediante las cuales el libro retoma un nuevo vuelo, esta vez con mejor viento y un horizonte más claro.

Libros que piensen el país Hasta ahora nuestra producción editorial ha estado orientada a satisfacer parte de la demanda intrauniversitaria, a darle limitada respuesta a las numerosas solicitudes de publicación recibidas; pero aún estamos en deuda con la creatividad y la reflexión sobre los grandes temas y tendencias nacionales, con un sentido orientador del presente y el futuro, y en sintonía con otras universidades e instituciones del país. Si los libros que publica una instancia editorial universitaria son parte del rostro público que la universidad muestra a sus miembros, a su localidad, su región y al país, vale la pregunta: ¿reflejan esos libros una universidad que realmente está leyendo a su sociedad y su cultura? Francamente creo que no y hacia allá apunta la renovación necesaria de nuestra política editorial y nuestros mejores esfuerzos por lograr un presupuesto justo orientado a una producción editorial que no soslaye alternativas ni búsquedas de propuestas innovadoras, audaces. Para muchos, lo publicado en el tiempo reciente dice quizás poco de cómo asumimos nuestra responsabilidad editorial institucional. Ciertamente con nuestro limitadísimos recursos no podemos apostar fuerte y diversificar más ampliamente nuestras ediciones; por ejemplo, producir libros en los que se reflexione sobre nuestra sociedad, nuestra época, la cultura, la política, la historia. Sin embargo, estamos haciendo esfuerzos para publicar materiales que nos reflejen en sentido más amplio, que nos conecten con la realidad nacional y nos permitan salir de los muros universitarios. (M.G.)


5 de abril de 2010 /

Coralia López ilustra con pasión creadora Coordinación: Dpto. de Producción Editorial Diseño gráfico: Andrea Hernández Párraga

“La ansiedad de ver cómo queda el trabajo impreso es lo que más me apasiona”

Ana Verónica Gómez de obtener más herramientas en cuanto a lo que es el diseño editorial. En medio de esa búsqueda, se involucró con el mundo de la literatura para niños, impulsada por la escritora Laura Antillano desde la página La Escuela Viva (en Notitarde) y con la Fundación La Letra Voladora, con la que ilustró su primer libro: Gatero y yo, de Luis Cedeño.

Exploró el arte de la ilustración con Gatero y yo, de Luis Cedeño, para ediciones La Letra Voladora; ahora construye mundos

La literatura infantil permite espacios más creativos

a los autores en Playco Editores, Monte Ávila y Alfaguara i hay una tendencia en Venezuela que se ha venido incrementando, es en las artes gráficas, gracias al grandioso poder de la imprenta. Lo sostiene casi de por vida el notable cartelista Santiago Pol, cada vez que es invitado como conferencista a universidades donde se forman las nuevas generaciones en esta área. Y es que el diseño gráfico es una adicción, “una vez que empiezas no paras y van surgiendo cosas nuevas; cada libro, cada revista, cada propuesta, es un reto”. Así lo ve Coralia López, diseñadora en el área editorial, con amplia trayectoria en revistas, periódicos, suplementos y libros; ahora ilustradora para niños en Playco Editores, Monte Ávila y Alfaguara. A ilustrar es a lo que últimamente se ha dedicado más, y aunque no todo diseñador es ilustrador, Coralia López ha sabido complementar muy bien los dos oficios. “Comencé trabajando con ilustraciones de folletos institucionales, con un proceso muy manual. Luego entré a trabajar en el diario Notitarde y fue cuando me dediqué como diseñadora del área editorial. Me encantó lo de los periódicos, las rotativas, me hice como adicta a todo este mundo y al trabajo nocturno, a la ansiedad de ver cómo queda, que es lo que más me apasiona”; relata la diseñadora de A ciencia cierta, publicación del Vicerrectorado Académico, de algunos números de La Iguana de Tinta y de Laberinto de Papel, publicación de la Feria Internacional del Libro de la UC. Coralia López estudió además fotografía y arte, y hace unos años se graduó de Comunicadora Social (Unica) con la finalidad

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S

Coralia López: “Me encantaría crear una editorial de libros para niños” (Fotografía: Argenis Agudo)

“La lectura para niños es como un espacio que te permite ilustrar cosas más creativas con troquelados, diferentes formatos, juegos de colores. Es un nicho donde la creatividad tiene mucho espacio, no hay una técnica exclusiva, puede hacerse con papel recortado, collage, fotos, y el universo para niños es ideal para todo eso”. - Ilustrar me cuesta mucho todavía, diseñar es algo más fácil porque tengo más tiempo haciéndolo; porque ilustrar es como construir una historia partiendo del cuento que ya está: Es algo que me produce mucha angustia siempre como para arrancar, pero me pasa y me sale algo interesante -cuenta Coralia, quien realiza los trabajos desde su propio taller. Coralia López ilustró además el libro-juego Cielo Estrellado, La Barca de la Luna, Playco Editores (2008), experiencia que la conmovió mucho más en el trabajo de la ilustración.

Una editorial para niños

N° 1, septiembre - octubre 2009

Coralia López edita, con su esposo, Tamboré, un suplemento de circulación bimestral, que se distribuye en las escuelas, patrocinado por la Fundación Tierra Viva y Shell. Para ver sus trabajos, haz un clic en coralialopez.com

N° 3, año 1, 2006

La Iguana de Tinta, órgano informativo de la Feria Internacional del Libro de la Universidad de Carabobo, diseñado por Coralia López. Portada del la tercera edición, octubre 2006.

La diseñadora e ilustradora no descarta la idea de crear una editorial de libros para niños, para editar sus propios textos y proyectos o los trabajos de amigos. “Una meta que no es fácil pero me gustaría”. “A mí siempre me ha gustado dibujar y siempre me han gustado los libros para niños, de hecho, los compraba y los compro para mí, incluso antes de tener a mi hijo Pablo”. La idea de Coralia viene dada porque está haciendo un taller con Laura Antillano, acerca de cómo escribir para niños, por lo que “a lo mejor termino escribiendo, pero lo hago porque se aprende mucho de los libros para niños y la idea es que cuando lo termine tenga ya varios textos escritos. No sé si sea publicable o no. Quizás termine haciendo el libro ilustrado o escrito, o sólo que sea ilustrado y cuente la historia con la ilustración”.

DOS DE LOS NUESTROS Y BIEN FRESCOS Análisis de Datos Estadísticos Juan Muñoz Para uso de estudiantes de Administración Comercial, Economía y Educación, cursantes de Estadística Aplicada o Análisis de Datos Estadísticos. Aquí también los profesionales encontrarán estrategias de comportamiento para el análisis y recopilación de información, mediante las cuales se busca la ampliación de la capacidad de análisis y el hábito de cierto rigor en el planteamiento y resolución de las situaciones propias del ambiente del futuro profesional. Con acertado enfoque didáctico, el autor incorpora herramientas como Statgraphics y SPSS, que colocan al libro en un plano académico universitario de ineludible referencia.

Manual de estudios de Derecho y Legislación Mercantil (2ª edición ampliada) Laura Álvarez Solá - Virginia Solá de Álvarez Presenta una visión global de los principales aspectos que rigen la disciplina, de cuyo conocimiento depende en gran proporción el mejor rendimiento académico de los estudiantes y el competente desempeño profesional del egresado de la carrera de Administración Comercial y Contaduría Pública. El texto proporciona herramientas necesarias para el estudio e interpretación de las normas que regulan la materia y para la capacitación en el cabal uso de las diferentes normas de nuestro ordenamiento jurídico, aplicables a la actividad comercial.


19 de abril de 2010 /

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A propósito del libro Lo Frecuente en Medicina Clínica Materno Fetal

Coordinación: Dpto. de Producción Editorial Diseño gráfico: Andrea Hernández Párraga

Según el Dr. Cabrera Martín muchas respuestas caben en un bolsillo Maigualida Del Valle Villegas / Foto: Rafael Delgado

Numerosas patologías

la Universidad de Carabobo. Le comenté de este libro, le entregué el boceto en el mes de enero del 2009; lo fue revisando progresivamente y me dio unos consejos valiosísimos. - Luis tiene una experiencia muy amplia y tiene un léxico envidiable, transmite mucha tranquilidad. Otra cosa admirable es su capacidad de trabajo. Hay una anécdota que siempre recuerdo y es que el libro se presentaba un día miércoles y la semana anterior a ese día trabajamos 15 horas continuas en la publicación. La noche anterior a la presentación no estaba listo y él me dijo con mucha calma: "No te preocupes que mañana el libro estará listo". En efecto así fue.

frecuentes e inusitadas en situaciones de embarazo aparecen compendiadas en un libro que se perfila como un bestseller médico l camino que recorre un libro, desde la escritura y organización del texto original hasta el libro editado e impreso, implica sin dudas una experiencia realmente única para cualquier autor, muchomás cuando se trata del primer libro. Y esto no ha sido distinto para el doctor José Alberto Cabrera Martín, profesor titular de la Escuela de Medicina de la Universidad de Carabobo, quien desarrolló la obra "Lo Frecuente en Medicina Clínica Materno Fetal", recientemente publicada con el sello editorial de la Dirección de Medios y Publicaciones de la Universidad de Carabobo. Es un caso editorial en el que la naturaleza académica del libro se aviene perfectamente con el enfoque personal en su temática, lo que lo hace ya una referencia ineludible en el área de la medicina clínica materno fetal. Nace fundamentalmente por una iniciativa del profesor Efraín Sukerman, quien tuvo la visión de informar que la mujer embarazada puede contraer enfermedades y que una mujer enferma, en efecto, puede embarazarse. El Dr. Cabrera Martín canalizó felizmente la idea "con muchas motivaciones". "La fundamental era llegar tanto al médico residente de gineco-obstetricia, que está en formación; es allí donde este libro viene a llenar un vacío" - afirma. Para este destacado docente, su libro es un compendio de respuestas siempre a la mano, un conjunto de soluciones actualizadas para rápidas consultas, considerando que ofrece de manera condensada sesenta patologías asociadas al embarazo, unas más frecuentes que otras. - Este libro ofrece de manera práctica una guía para los médicos en cuanto a lo frecuente y lo que resulta inimaginable, y que en efecto le puede pasar a una embarazada. Por ejemplo, la gente no se imagina que una mordedura de serpiente le pudiera pasar y es una posibilidad latente. De igual modo, están presentes las patologías más frecuentes, como la hipertensión y las infecciones urinarias, entre otras.

E

Soluciones en el bolsillo Como propuesta editorial ha resultado exitosa, fue uno de los libros más vendidos en la edición 2009 de la Feria Internacional del Libro de la Universidad de Carabobo (FILUC). Fue ideado como un manual en formato de bolsillo, que no sólo sirva de consulta a los médicos en el área específica de la Ginecología y la Obstetricia, sino también como una guía para los estudiantes de la carrera. Literalmente es de "bolsillo", pues su autor y su impresor, el médico y profesor universitario Luis García, midieron el bolsillo de la bata que utilizan como indumentaria para las consultas, para que así cupiese en el bolsillo de cualquier bata y estar a la mano en cualquier momento. Lo más trascendental de esta publicación es que es la primera vez que en Venezuela se hace un

La experiencia como escritor

A juicio de Cabrera Martín, la relación entre el autor y el editor-impresor es importantísima para concretar el libro como producto.

compendio de un gran número de enfermedades que en cualquier momento del embarazo pueden presentarse en algunas mujeres. Existe información de patologías puntuales que se presentan en embarazadas, pero como libro que abarca un gran número de afecciones y con un formato bien resumido es el primero en su estilo.

Relación con el editor La relación entre el autor y el editor-impresor es importantísima para concretar el libro como producto. Al respecto, Cabrera Martín califica su experiencia como única. - Mi relación con el editor, el doctor Luis García, fue una experiencia maravillosa. Es un personaje muy conocido y respetado dentro de la Facultad de Ciencias de la Salud de

- Qué difícil es escribir un libro, a pesar de que tenía experiencia en trabajos de investigación y publicaciones médicas, pero no escribir con tal seriedad. Yo estuve catorce meses escribiendo ese manual. Primero hice el índice, porque quise determinar los temas que iba a abordar o incluir. Esos temas se los di a seis médicos especializados en diferentes patologías médicas en el embarazo, para que me dieran sus opiniones. Luego vino la dificultad de conseguir bibliografía, que fue un trabajo minucioso porque no abunda la información acerca del tema; escogí luego los textos que estuvieran más actualizados y que se adaptaran más a nuestro medio. El autor narra sus experiencias como novel escritor que transita este camino. - "La experiencia fue gratificante, primero porque siento que hice algo que tenía que haberse hecho, que otras personas intentaron hacer pero que no concretaron. Eso me llena mucho, llené un vacío planteado por gente que me quiere mucho y que estoy seguro de que se sienten más orgullosos que yo hubiese logrado esta publicación. Allí no existen celos de ningún tipo". - Otro aspecto que me hace sentir muy afortunado es haber logrado que las personas que presentaron mi libro en la FILUC 2009 fueran los médicos que firmaron mi título de médico: los doctores Efraín Sukerman y Francisco Montoya. - Hubo colegas y alumnos que fueron guías fundamentales en muchos temas y eso me da mucha satisfacción, porque yo siempre digo que mi vida se la debo a dos cosas; a mis padres y a la Universidad de Carabobo. Si hay algo que me llena de orgullo como docente son mis alumnos y el hecho de que yo también aprendo de ellos. Yo me siento orgulloso de que hoy día como paciente mis médicos son mis alumnos.

Lo Frecuente en Medicina Clínica Materno Fetal

Colección: Biblioteca de Ciencias de la Salud 1ª edición 2009, 290 págs. 12x19,5 cms. ISBN: 978-980-12-3939-0 Dirección de Medios y Publicaciones LIBRERÍA UNIVERSITARIA. Rectorado de la Universidad de Carabobo. Contactos: 0241.8088905. Máster: 600400 - 600500. Ext. 104351. Correo: libreriauniversitaria@uc.edu.ve

Proyectos y planes futuros Son varias las iniciativas que el doctor Cabrera quiere llevar a cabo en un futuro no muy lejano. En primer lugar recoger el feed back de los lectores; la crítica para él es fundamental. En otro orden de ideas, lograr el contacto con la industria farmacéutica nacional. "Ellos con mucha frecuencia colaboran en la educación médica continua, y en virtud de ello estoy en conversaciones para ver el modo de difundir el libro, para que se adquieran y sean obsequiados a los médicos. Allí se daría un ganar - ganar". -La otra cosa que espero es que colaboren conmigo en la segunda edición aquellas personas que son mis profesores, que me enseñaron esto, y mis alumnos que trabajan en esta área, porque pienso que hay quienes están muy preparados en temas particulares.


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