*Textos escritos durante el verano del 2013, recopilados e ilustrados por María Camila Trujillo Vargas.
Libro publicado e impreso en Colombia Julio 2015
4 In vino veritas 5 ¿Por qué hicistes eso? 6 8.7 .13 8 Aunque uno muera las palabras quedan 10 Síndrome de Korsakof 11 Desde Quito Ecuador 12 (Fecha pendiente) 14 Consciencia 15 Hostal de Ricky 16 La mer et le soleil 17 Colombia 18 Hongos 19 Francés 20 Amantes 22 Existencia 24 Arrecife 25 Serpientes 26 Amor 28 Muerte 29 Construir sobre la arena 30 Vómito 31 Tres 32 Lo que no tiene nombre 33 Regreso 34 Normalidad 35 Popayán
Texto dedicado a Manuel Noguera, George Beltrรกn y a todos los que aparecen mencionados en este libro, o que de alguna manera tuvieron que ver con el viaje.
ÂŤ Los amo a todos y a cada uno de ellos desde su particularidad. Son varios hombres, que a la vez conforman el mismo ser, la misma piel, la misma vaina Âť
ÂżPor quĂŠ hicistes eso? sic Metalero de Ipiales.
8.7.13 Después de todo este tiempo creo que por primera vez tengo miedo. No se trata exactamente del miedo a la muerte física que antes solía sentir, o de las pesadillas asociadas con paros respiratorios. Esta vez se trata del miedo a perderme a mí misma, es decir, los límites de mi consciencia. Pasa porque hace rato no la oigo. Se suponía que los regaños constantes que me hacía, tenían como finalidad la permanencia de mi vida biológica, de mi vida en general, de mi vida funcional. Pero no, ahora siento que esa voz que tanto quise callar aparece con menos frecuencia cada vez y eso es lo que me preocupa hoy
Desde que vi ese documental sobre el funcionamiento del cerebro, me he puesto a pensar que finalmente el ser humano y sus supuestas capacidades son una consecuencia del cuerpo. Sin cuerpo no hay existencia; y con existencia me refiero a la mente cogito ergo sum*. La mente entonces que falsamente cree manejar al cuerpo, es simplemente el resultado de demás procesos químicos y físicos del cuerpo mismo.
Siento algo semejante a lo que pudo sentir el Dr Jekyll* cuando escribía en su libreta de apuntes el proceso de transformación y pérdida del ‘yo’. Recuerdo que al leer la historia me identifiqué de cierto modo, y ahora, que tengo el dilema ontológico más exacerbado que nunca, entiendo el porqué de esa identificación.
Si uno pierde la mente que cree poseer, se pierde a sí mismo. Y si la pérdida de la mente no depende de la voluntad personal (es decir, de las capacidades racionales que uno tiene) sino del cuerpo y de la regulación de químicos que hay dentro de él, la situación es complicada. *“Pienso luego existo”, Descartes. *El extraño caso del Dr Jekyll y Mr Hyde, R.L Stevenson
ÂżAcaso perder control de la racionalidad, de la consciencia, nos harĂĄ dejar de ser?
Ver respuesta encontrada en MontaĂąita, pag 18 *
9.7.2013
9.7.2013
Cuando se irrumpe la cotidianidad Cuando se irrumpe con la con cotidianidad tambiéntambién se entra se entra en choque con mecanicidad que en choque psicológico con la lamecanicidad a laa la que el cuerpo está acostumbrado. el cuerpo está acostumbrado.
Suelen gustarme viajes justamente por eso, porque Suelenlos gustarme los viajes justamente por al cambiar de hábitos corporales tenemos estar en eso, porque al cambiar de hábitosque corporales un continuo proceso de interiorización de los hechosde y tenemos que estar en un continuo proceso de reflexión. Y reflexionar sirve para estarse pensando interiorización de los hechos y de reflexión. Ya uno mismo y estarsesirve replanteando cosas. reflexionar para estarse pensando a uno mismo y estarse replanteando cosas. Lo mismo me sucedió la última vez que vine a este lugar (Pasto, Colombia). Por eso también me gusta escribir, Lo mismo me sucedió la última vez que vine a porque escribiendo uno tendría los soportes físicos del este lugar (Pasto, Colombia). Por eso también me pensamiento y aunque luego se olvide, uno sabrá por lo escribir, porque escribiendo uno tendría menos gusta que una vez pensó, que una vez existió. los soportes físicos del pensamiento y aunque luego se olvide, sabrá pordelotodo menos La vida es tan incierta queuno lo agradable esto que (me una pensó, que una de vezrepente, existió. refiero a escribir) es quevez aunque uno muera las palabras se quedan. La vida es tan incierta que lo agradable de todo esto (me refiero a escribir) es que aunque uno muera de repente, las palabras quedan.
Ahora que tengo 20 años, siento el peso simbólico de la vida. Le decía a Mauricio que ya, a los 20 uno Ahora que tengo 20 lo años, el peso de la vida. ha vivido 1:3 de quesiento tenemos parasimbólico vivir y entonces Le decía a Mauricio que ya, a los 20 uno ha vivido 1:3 de lo que en el 2:3 se establecerá claramente lo que seremos; tenemos para vivir y entonces en el 2:3 se establecerá claramente sobre todo socialmente hablando. lo que seremos; sobre todo socialmente hablando. Y temo. Temo como Françoise de La invitada* Y temo. Temo como Françoise de La invitada* cuando pensaba cuando sobre su y se daba que sobre esto y pensaba se daba cuenta quevida su tiempo se lecuenta había pasado su tiempo se le había pasado “Era para la humanidad “Era para la eternindad una mujer que no sabía bailar, una mujer una mujer más que que no un sabía bailar,enuna mujerLeerla que no que no habíatenido hombre su vida”. quizá había tenido más que un hombre en su vida. Ningún fue uno de los detonantes de la re-estructuración personal que heroísmo, absurdo iba a cambiar he hecho. Eso y ningún el Carpeacto Diem. Sin embargo, cuandoeso”. uno se percata de que existe una vida social, económica y material, Leerlacon quizá fue de los detonantes de los entra en conflicto todo deuno nuevo. cambios que he hecho a mi vida. Eso y el Carpe Diem. en Sin detalles, embargo, cuando unoque se percata que en No entraré pues se supone a estas de alturas lugar dehay estar escribiendo reflexiones pueriles, debería estarme una vida a largo plazo, entra en conflicto con preocupando por el libro que me propuse terminar este 2013. todo de nuevo. No entraré en detalles, pues se supone que a estas *Simone de Beauvoir. alturas en lugar de estar escribiendo reflexiones infantiles, debería estarme preocupando por el libro que me propuse terminar este 2013. *Simone de Beauvoir.
Es una enfermedad producida por un consumo continuado en el tiempo de cantidades importantes de alcohol. Altera las funciones de la memoria, además, puede ir acompañado de episodios psicóticos que complican aún más el diagnostico y el tratamiento de este problema. Estoy tan ebria que no puedo controlar los efectos. Siento que he perdido el control de mi ser y que ahora sólo puedo actuar bajo efecto algo más.Quizá por eso sólo me relaciono con la gente cuando estoy así, porque de otra manera me resultaría imposible soportar mi entorno. Hoy me despido de Pasto, de Colombia por primera vez. Espero poder divertirme mucho y que mi racionalidad, que tanto anhelé ayer, se vaya por ahora. à demain!
“Si yo no soy para mí mismo, ¿Quién será para mí? Si yo soy para mí solamente, ¿Quién soy yo? Y si no ahora ¿Cuándo? * Desde Quito, Ecuador “Sentirse completamente aislado y solitario conduce a la desintegración mental, del mismo que la inanición conduce a la muerte”. “Una vez alcanzada la etapa completa de individuación y cuando el individuo se halla libre de sus vínculos primarios, una nueva tarea se le presenta: orientarse y arraigarse en el mundo y encontrar la seguridad siguiendo caminos distintos de los que caracterizaban su existencia pre individualista”
- Avenida 6 de diciembre - Boulevard Naciones Unidas
* Refranes del Talmut
(Fecha pendiente) Lugar: Terminal del sur de Quito Desde la cima del Panecillo divisé la arquitectura de la ciudad, percatándome de divisiones estructurales en el sentido social, en el sentido económico, en el sentido visual. No es un mito urbano eso de la relación Norte-Sur, Centro-Periferia. Miles de casitas, miles de ventanitas, miles de almas coexistiendo dentro de un horrible engranaje y aceptando con naturalidad que el mundo es así, que ese lugar les pertenece, que no hay otra posibilidad ni otra manera de hacer las cosas. Esta noche, esas miles de almas me observan. Me miran y me dicen a gritos que estamos solos en el mundo, que no hay dios que responda por sus actos, ni estado, ni nada, ni nadie. Me dicen que si nos dormirmos, nos tragará la tierra.
Hostal de Ricky, Montañita, Ecuador. Después de todo, aunque no me lo creo, es la realidad. Realidad que uno suele considerar irreal cuando la perfección se siente. No es alegría, es perfección. Mañana llegan Julián, Rubén y Harlen. Hoy Manuel y yo nos hemos encontrado con Laura y prontamente notaré que cambiaremos, seremos los mismos de siempre pero en otro lugar del mundo. Somos “nosotros” cuando estamos juntos, y un “nosotros” significa una fortaleza que nada ni nadie más puede ortogar. Cuando no, cada quien es un ser aislado en su propio mundo, un conflicto sin respuesta, un drama sin sentido.. Creo que por eso nos gusta juntarnos, porque somos como elementos químicos. Elementos que al mezclarse e interactuar entre sí, generan una sustancia o reaccionan para formar algo, para crear, para creer, para vivir.
Es el segundo día en Montañita, aún no me lo creo. Todo este viaje me he sentido como si entrara a una dimensión paralela de mi vida en la que todo es perfecto. Uno no suele encontrar la perfección constantemente y que eso esté sucediendo, me hace feliz.
Lunes _ de julio La he pasado muy bien. Reafirmé lo de sentirse satisfecho con lo básico. Tengo comida, agua caliente, compañía y con eso basta para que todo esté bien. Mucha gente me cuenta que llegó acá por casualidad. Luis, un peruano que conocí anoche, me dijo “estoy acá porque fui robado por uno de tus compatriotas”. Y escuchar eso, así como todos los comentarios sobre los colombianos que me hacen, me recuerda esa conferencia de Fernando Vallejo, en donde afirma que aunque uno salga del país, jamás podrá quitarse de encima la etiqueta, el estigma. Es como una cruz con la que debemos cargar siempre. De todas maneras no me importa, no me averguenzo. Finalmente terminé por aceptar que el país donde he nacido
ha forjado mi identidad, mi histoia, mis imaginarios, mis gustos, mis adicciones, mis sueños. Ser asesinada en cualquier momento por una causa absurda, o golpeada, o violada, o torturada y que además el caso quede impune ante el Estado, no son sólo cosa mía, es el sentir Colombiano. La ‘pasión’, que llaman. Ese temor al sonido de las motos, la desconfianza en las buenas acciones de los demás y la sensación de no sentirse en paz ni con uno mismo, son mi identidad, son nuestra identidad.
Colombia, cuánto daño haces. Cuánto me dueles pero cuánto te quiero.
* por el contrario, si uno pierde la mente que cree poseer, se llega a encontrar a sĂ mismo.
Cook some mushrooms is cool! -Ay, qué dolor que me duelen tus besos, tu ausencia. -El planeta, el mar y el sol Nos transmiten su energía por medio del calor -Siento que estás cada vez más dispuesto al riesgo y a-per-der-el-con-trol.
- El cuerpo es un condicionamiento bastante grande que tiene la existencia humana. - La mente es la existencia misma y al serlo, se cree falsamente con la capacidad de trasncender. Pero nada, no lo hace, solo perece.
Parece que salir de Colombia me ha permitido asimilar la estructura tan honda que uno tiene dentro. Como si ya no hubiera escapatoria, como si fuera imposible desligarse del pasado, del estigma, de la mierda. Pero así es. Somos ‘sujetos’ en tanto nos ‘sujeta’ a la existencia algo mucho más fuerte que nosotros mismos. Estamos sujetos a todo, estamos condicionados por todo y estamos jodidos por todo.
Un lugar puede encapsular el origen, la casualidad y la perfecci贸n de la existencia. Sin embargo, los seres que se arraigan a 茅l se convierten en f贸siles, se momifican, se queman. Los que se mueven encambio, hacen fluir el curso de la existencia, permanecen vivos. El cosmos y las energ铆as confluyen para que todo sea perfecto. *Y en efecto Hermes, el dios de los viajeros, a diferencia de otros dioses, ha sido el elegido para guiarnos en su recorrido.
“Sólo las personas que tienen respeto por los seres, pueden encantarlos. Por eso en la India quienes encantan serpientes, sólo lo pueden hacer si tienen un corazón limpio.” (Conversación junto a mi carpa en Montañita Ecuador).
¿Cómo se representa la fluidez del universo, si al representar estamos matando lo que representamos al negarle la posibilidad de que como “representación” pueda cambiar?
Uno es lo que odia y odia lo que ama y ama lo que es, aunque eso sea lo que uno odie.
Sobre el amor. Resulta que la expresión amor (si no estoy mal) proviene del latín amore, asociado con el término madre. Resulta que culturalmente al ser las madres las que engendran y tienen la potestad de dar o no a luz al ser gestado, cargan con el peso simbólico de dar vida, de sacrificarse (en términos tanto biológicos como sociales) para que otro exista, también para cuidarlo o perdonarlo con abnegación. Resulta que cuando una madre tiene más de un hijo, no deja de amar al que ya existía por el nacimiento del segundo.
Pero así mismo, resulta que aunque ese peso simbólico recaiga sobre la figura Mater Familias, en realidad todos los seres humanos somos capaces de dar amor, así como de sentirlo. También somos capaces de amar a muchos seres simultáneamente y de sentirlos. El amor es infinito, bien lo han dicho a través de la historia. Y es infinito, porque sólo por amor, un ser es capaz de ponerse en riesgo a sí mismo, por alguien más. También lo es, porque al parecer es la única manera en la que alguien deja de cosificar a otro para otorgarle un sentido, para verlo como un igual. *Hay que aclarar que no se debe confundir el amor, con la figura estúpida del enamoramiento.
* La vida no se puede vivir a través de otro ser, ésta sólo puede vivirse a partir de uno mismo. * En este viaje me rencontré con la voz de la consciencia que creí perder. * Las relaciones perfectas son de 3, como pasa con el triangulo equilátero.
Estaba en el mar En la playa Y pasaban gaviotas Y la observaban Y pasaban pelícanos Y se enfadaban Y cuando llegaban las aves negras Se preguntaba ¿Por qué me rodean? ¿Qué es lo que esperan? Giró la cabeza Y no vio nada Salvo el montón de aves Que se acercaban Y luego de un tiempo De profundo silencio Por fin aceptó Que había muerto.
Domingo 21 julio 2013 He recuperado la noción del tiempo. Probablemente se debe a que esta mañana salí de Montañita. Escribo de nuevo en primera persona quizá, porque después de todo esto, es la primera vez que puedo referirme a mí misma; como siendo mi propia consciencia. La noche está espectacular. La luna, que no es usual verla en este lugar (Manta) está perfecta, al igual que el resto de la iluminación. Algo así como lo que pasó el día del viaje al arrecife. El sol nunca pudo estar mejor. Creo que la plenitud encontrada en este viaje se irá eventualmente, así como se van los castillos de arena y se deshacen con el mar. Mientras tanto, es posible seguirlo viviendo, viviendo y escribiendo.
22 julio Recuperar la noción del tiempo y el espacio hace que vuelva a retomar asuntos de la vida que se habían archivado por completo. Uno recuerda que tiene nombre, familia y obligaciones; recuerda por qué deseó en principio viajar lo más lejos posible y recuerda por qué no quiere volver. No quiero regresar. Aún no tengo la disposición mental para hacerlo. Sin embargo, sabiendo en el fondo que el retorno es inevitable, no queda otra opción que relajarse y disfrutar cada instante de esta cotidianidad transgredida. A propósito del lugar en el que estamos (Ecuador) debo decir entre otras cosas que me sorprende confirmar el machismo y la cultura patriarcal existentes acá.
Lo gracioso de todo este asunto es que sabiendo cómo funcionan las cosas en Popayán, es muy probable que el “arraigo” que puedo llegar a tener hacia esa ciudad sea cada vez menor. Todo este machismo de mierda, allá también existe. Las relaciones de poder (pareja) emergen de des-niveles económicos e intelectuales y entonces, el objeto a usar (en este caso las mujeres) debe compensar con actos concretos (sexo) el gasto económico que el proveedor ha hecho. De no corresponderle, se generan choques que pueden ocasionar situaciones bastante incómodas o peligrosas (feminicidios). Y entonces (ya refiriéndome a esto de manera personal), regreso aborreciendo aún más los modos de relación existentes en culturas como estas. Después de salir de la tierra del amor (donde mes amants du monde disfrutaban del amor libre), regreso a la mierda y se me ha alborotado nuevamente la misantropía.
Desde Pedernales, Ecuador No quiero regresar. Siento como si mi paraíso perfecto se fuera evaporando conforme pasan los segundos. Ya no disfruto, ahora solo puedo sentir una fea nostalgia por los días que he vivido; como si se me imposibilitara disfrutar lo que queda por vivir; como si lo vivido fuera sólo un vestigio del pasado. Ha sido el segundo lugar sobre el que hemos acampado. Al final, ya me estaba acostumbrando a la vida compartida, a distribuir el almuerzo, a estar pendiente de los otros, a pensar en colectivo. Y eso, lo de pensar en colectivo, sí que resultó ser una novedad para mí. La perfección geométrica tiene 3 ángulos, 3 lados y 3 vértices. Lo asocio directamente con las relaciones interpersonales, las cuales según experimenté son perfectas siendo de 3. La forma es tan hermosa que me conmueve. 3, el perfecto 3, que permite la unión y la correspondencia, pero sin la dependencia.
Lo que no tiene nombre, Piedad Bonnett (Libro de George)
“Nadie llora: si uno de nosotros se rindiera al llanto arrastraría con su dolor a los demás” “Sin echarnos una mirada, husmea los pasaportes con el mismo gesto desconfiado de tantos en este país, frente a los cuales sus compatriotas siempre somos culpables” “Pero la verdadera vida es física, y lo que la muerte se lleva es un cuerpo y un rostro irrepetibles: el almas que es el cuerpo” “Y ese cariñoso parloteo de los amigos nos proporciona también una cierta dosis de aturdimiento, el necesario para no hundirnos en la desesperación” “El dolor se apacigua al ser compartido con otros” “La fotografía, qué paradoja, recupera y mata. Muy pronto esas veinte o treinta fotografías se tragarán al ser vivo” “Era cada vez más ajeno y más extraño a medida que su mundo interior se hacía más hondo”
Desde el bus hacia Santo Domingo. Regresar a la vida de la que uno huyó es de los sentimientos más ambiguos y frustrantes. Es como tener que enfrentarse irremediablemente con el destino que se intentó evadir, o verse obligado a convivir con lo que aterra. Finalmente no es que tenga muchas opciones, por lo tanto, lo único es aceptar que ya no las tengo. Esto suele sucederme cada vez que viajo. El ineludible regreso me perturba y pensar en cotidianidades pasadas hace que la caída del pedestal de la existencia en el que me encuentro sea mucho más lenta. Lenta y reflexiva, por lo tanto dolorosa. Siento ahora como si todo esto que he vivido fuera irreal. Probablemente es por eso que tanto adoro la fotografía y la escritura; porque dan fe material y física de que uno fue feliz alguna vez. Por ahora sólo me queda ingeniarme rutinas de ejercicio al extremo, para que mi cuerpo produzca las suficientes hormonas que compensen el bajón químico que ya empiezo a tener.
Desde el terminal de Pasto, Colombia El inevitable regreso está cada vez más cerca. Aunque en la madrugada de hoy sentí una sensación aterradora, creo que la mente misma se ha ido encargando de hacerme naturalizar la situación. Al llegar a Ipiales sentí el definitivo cruce del límite con la frontera y durante el viaje hasta acá, simplemente me quedó cabeza para pensar en qué haré al llegar.
Debo confesar que a pesar de todo, me invade una extraña alegría al saber que llegaré al Ap 503. También quiero contarle al mundo lo que ha pasado, ver a Daniel y Aleja, y tomarnos el ron que compré, para restablecer de ese modo mi rutina en Popayán. Hago lo posible por creerme la falsa certeza de que esta vez “todo será mejor”.
La vida es eso: rutinas, ruptura con ellas y restablecimiento de las mismas con algunos cambios.
Desde Popayán. Regresar es recordar. Recordar la MIERDA por la que hui de este sitio y la causa por la que hice hasta lo imposible para postergar mi estadía fuera de este inmundo lugar. La gente es mierda, las calles son mierda. TODO ES UNA GRAN PUTA MIERDA. Acá solo hay suciedad y mierda. Me resulta inevitable sentir este desdén aunque me esfuerzo por no sentirlo. Recuerdo ahora por qué me ha resultado imposible sentirme atraída por algún hombre de acá. La mentalidad de provincia de esta gente me mata y quema mi espíritu.
No soporto Popayán.
Lecciones del viaje 1) A donde quiera que uno vaya, como bien lo dice Fernando Vallejo, el estigma de ser colombiano lo persigue. Y pasa, porque en general, los estereotipos son más cercanos a la realidad de lo que uno piensa (Aplica para el mundo entero). 2) Resultó ser cierto lo de las "buenas proporciones pélvicas de los colombianos", en medio de todo, Colombia ha sabido engendrar buenos amantes. 3) En general, los latinos son muy machistas. Creen que pueden poseer sin ser poseídos, adueñarse y marcar territorio. ¡Insolentes! 4) Los europeos tienen otra construcción de su masculinidad y no reposan su seguridad en la entrepierna o en la "heterosexualidad".
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5) La trata de blancas es real y el estereotipo del sujeto, "medio oriental" con lujos y una falsa cara que intenta reclutar jovencitas es real también. Ojo con eso. 6) Perder la noción del tiempo y el espacio es genial. El problema es cuando el regreso es inevitable y el bajón no se compensa con NADA. 7) Hasta este momento de mi vida jamás se me habría pasado por la cabeza que ser "mujer" puede respaldarlo a uno con una barrera simbólica de un montón de cosas, eximir de responsabilidades y justificar la idiotez. Por eso es que la pasividad, las sonrisitas, la docilidad y el coqueteo funcionan.
8) Cuando asuntos como "dios", "el amor", "la libertad" se pretenden materializar, se arruinan. 9) Cantar Le chant des partisans en la playa, a la madrugada, tomando PILSENER con ese francés de cabello liso y camiseta negra, fue el acto de mayor identificación emocional que pude tener. Pero como mis intenciones no eran esas, arruiné el momento, la oportunidad. Y esa, es la única cosa de la que me arrepiento. ¿Arrepentirme yo? ¡Eso jamás! Hubiese dicho antes. Pero sí, el arrepentimiento existe y hay que admitirlo. 10) Los momentos de reflexión y vainas emocionales deben dejarse para el final. Es preciso que primero se goce al máximo la situación, se corra el riesgo, se invoque a Eros y Thánatos, y luego se piense. Si uno se pone a pensar desde el principio, no hace nada.