Boletín no. 31 | otoño - invierno | 2013
Conjunto Manacar, un ícono que se esfuma | Francisco Aroldo y Alejandro Ochoa La luca por el mercado de Arriaga | Hans Kabsch ¿Quién es Erich Coufal? | Mónica del Arenal Pérez Arquitectura y espacio urbano, memorias del futuro | Louise Noelle Rogelio Salmona en Medellín | Sara Topelson Bienal de Venecia | Louise Noelle
do . co mo . mo _méxico documentación y conservación del movimiento moderno Dirección: Sierra Mazapil 135 Colonia Lomas de Chapultepec CP. 11000 México D.F. docomomomexico2010@gmail.com http://www.esteticas.unam.mx/docomomo Boletín do. co. mo. Mo Editor: Louise Noelle
DIRECTORIO Mtra Louise Noelle Gras Gas Presidenta Arq. Sara Topelson de Grinberg Vicepresidenta Dr. Ivan San Martín Secretario Dra. Lourdes Cruz González-Franco Tesorera Mtra. Mónica del Arenal P. Matro Manuel Berumen Rocha Dr. Carlos Caballero Lazzeri Dr. Juan Ignacio del Cueto Mtra. María de Lourdes Díaz Mtra. Alejandrina Escudero M. Dra. Catherine Ettinger M. Dr. armando V. Flores Salazar
Dra. Raquel Franklin Dra. Elvia González Canto Arq. Hans Kabsch Vela Mtra. Gabriela Lee Alardin Mtra. Yani González Torres Mtro. Fabricio Lázaro Villaverde Dra. Iliana Miranda Zacarias Dr. Alejandro Ochoa Dr. Marco Tulio Peraza Dr. Arturo Román Kalisch Mtro. Rodolgo Santa María Dra. Lucía Santana Lozada Dr. Enrique Urzaiz Lares Dr. Jesús Villar Rubio Dr. Fernando N. Winfield Reyes Mtra. María García Holley Mtra. Anette Arámbula-Mercado Coordinación Boletín: Claude Constante
Boletín no. 31 | otoño - invierno | 2013 Neque porro quisquam est qui dolorem ipsum
CONJUNTO MANACAR UN ÍCONO QUE SE ESFUMA
Francisco Haroldo Alfaro Lazar y Alejandro Ochoa Vega
En febrero de este 2013 se iniciaron las obras de demolición del conjunto urbano Manacar, construido entre 1963 y 1965 en la confluencia de las avenidas Insurgentes y Río Mixcoac, al sur de la Ciudad de México. El proyecto original fue realizado por los arquitectos Enrique Carral, Héctor Meza y Víctor Bayardo, mismo que a lo largo de casi 50 años se convirtió en referente urbano; ofrecía su expresión elegante y moderna, a partir de un bloque horizontal que albergaba una plaza comercial, el volumen sólido de una sala cinematográfica, una equilibrada torre de cristal para oficinas, complementando todo con un estacionamiento resuelto en sótano y azotea. El esquema funcional se resolvía con pasajes interiores que comunicaban la zona comercial, el cine y la torre de oficinas con la plaza de acceso y las calles vecinas. Al exterior, fueron parte de la imagen urbana por muchos años tanto el Banco de Industria y Comercio como el Sanborn’s y la Librería de Cristal. Aun cuando el conjunto empezó a sufrir alteraciones se mantenía vigente en sus usos mixtos y seguía cubriendo las necesidades contemporáneas. Ya en los años noventa del siglo pasado las alteraciones Boletín no. 31 - Otoño Invierno
Aquí pueda ir la editorial de Louise Noelle de 250-300 palabras que acompañe a todos los textos del boletín hablando sobre la línea editorial y los colaboradores.
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fueron agresivas, al cambiar el giro del restaurante y agregar texturas y colores a la fachada, sin relación con la imagen restante del conjunto. Por otra parte, la planta baja de la torre, por años libre y transparente, sólo con el vestíbulo y circulaciones verticales para acceder a los niveles
noventa se fragmentó en nueve salas para la cadena Cinemex. Dicha intervención radical al interior, mantuvo el amplio vestíbulo original así como la blanca fachada ciega hacia la avenida Insurgentes y la pequeña calle transversal. En esas condiciones, el conjunto se mantuvo
“el cine se proyectó como polo de atracción de peatones dentro del área comercial” superiores, fue ocupada por un local comercial. En cuanto a la sala cinematográfica, funcionó como sala única alrededor de 30 años, pero a finales de los
durante la primera década del siglo XXI, pero paulatinamente se cerraron las salas de cine, el restaurante, los locales comerciales y las oficinas. En 2011, con el conjunto cerrado y en obras de remodelación,
planteamiento general:
se anunciaban trabajos para convertir al cine en casino, sin embargo, la desarrolladora DAHRNOS adquirió el terreno y una autorización para demoler y hacer un nuevo proyecto urbano multifuncional de gran escala, con la autoría del arquitecto Teodoro González de León. Ante estos hechos contundentes, que se suman a varios otros de años recientes que han mandado a la picota a esos viejos recintos de exhibición cinematográfica (tan distintivos por varias décadas del siglo XX y para el goce de varias
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generaciones como el Latino, Teresa y París entre otros), no queda más que dejar el testimonio de lo que fueron a lo largo de su vida útil. Con una piel totalmente acristalada en la torre, el cine era el contraste con su fachada ciega, recubierta con una cerámica blanca y el bloque de unión era la zona comercial, horizontal y transparente que servía para armar el conjunto que ligaba a los dos volúmenes extremos. El arquitecto Carral describía el papel que jugaba la sala de cine dentro del
El cine además de resolver una necesidad de la zona, se proyectó como polo de atracción de peatones dentro del área comercial; por esta razón sus accesos son a través del pasaje que permite un recorrido horizontal para los comercios situados a nivel de la plaza principal, del acceso al estacionamiento de coches. Este pasaje por medio de una escalera que queda ligado al pórtico existente en el nivel bajo de Insurgentes, resolviendo de esa forma la continuidad deseable con los comercios de la planta baja y proporcionando otro acceso tanto al cine como a la planta principal del conjunto. Vale la pena detenerse en un aspecto significativo de esta sala cinematográfica: Independientemente del lenguaje funcionalista internacional que tiene todo el conjunto, integrante y detonador de la arquitectura del corredor urbano donde se ubica, el Manacar conforma con otros cines de la época, como el Latino, el Ariel y el Diana, Boletín no. 31 - Otoño Invierno
la búsqueda por integrar en sus espacios la obra plástica de artistas reconocidos. Carlos Mérida realizó el telón para esta nueva sala, con base en enormes bastidores de lona sobre tubulares de aluminio. Dicho telón, cuyo diseño presenta las características formas geométricas del autor, llegó a ser uno de los
través de luces indirectas, espacios diáfanos y un arte plástico de carácter abstracto. Es así como en el Manacar fue famoso ese telón del artista guatemalteco Carlos Mérida, desaparecido desde la fragmentación de los años noventa. Ubicado entre las colonias Insurgentes Mixcoac, San José Insurgentes, Crédito
“La modernidad del siglo XX tuvo un excelente ejemplo en el conjunto que albergaba el cine Manacar” atractivos que ofrecía el cine original. Efectivamente, el cine Manacar representó muy bien la etapa final de la tipología de gran formato, que lejos de las grandilocuencias en fachadas e interiores de los viejos recintos de las décadas de los años treinta y cuarenta, ya en los sesenta no perdían monumentalidad pero agregaban ligereza y modernidad, a Boletín no. 31 - Otoño Invierno
de la transformación. Dado el carácter de la esquina referida, seguramente el nuevo proyecto se alzará con las innovaciones propias del siglo XXI y con la visión de un mundo nuevo, que se abre paso ante el pasado, demoliéndolo y dejando huérfana a la cultura contemporánea. La modernidad del siglo XX tuvo un excelente ejemplo en el conjunto que albergaba el cine Manacar; sin embargo su memoria solo quedará viva en los registros que se hagan, para hacer comprensible su historia, puesto que su realidad tangible ahora se ha esfumado.
Constructor y Actipan, el conjunto Manacar y su cine fueron referentes de vida urbana desde el último tercio del siglo XX. Agotadas sus posibilidades de permanencia en un mercado inmobiliario que descubre nuestras carencias para valorar, proteger, conservar y reutilizar el parque construido, el conjunto ha cedido ante los embates
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Con este lamentable acto desaparece uno de los cuatro edificios proyectados y construidos con la lógica de los paraboloides hiperbólicos de concreto en Chiapas. Los esfuerzos por preservar este espacio se prolongaron por espacio de un año. La lucha comenzó en marzo de 2012, cuando se tuvo conocimiento fortuito de los planes para demoler
muros de mampostería y techo de trabelosas de concreto para el área de comidas, carga y descarga. Para la nave principal: muro en talud de mampostería de piedra de río y dieciocho paraguas de concreto de los cuales dos están exentos del muro anillo de piedra, dejando los otros dieciséis dentro haciendo juego de damero alternados en altura. Costado poniente de la nave principal Cada paraguas de concreto de cubierta rectangular, tiene 6.55 mt. por 18.15 mt. Con una columna central de planta en cruz, que después se ramificaba para formar nervaduras de apoyo en las aristas, al centro de cada columna y embebido en ella hay un bajante pluvial que recoge el agua de lluvia del techo. El singular manejo de los paraguas a diferentes alturas permite ventilación cruzada e iluminación por medio de celosías de concreto, y un sistema de ventilas de herrería y fibra de vidrio. Después de realizar un levantamiento fotográfico del exterior y del interior, las primeras cuatro imágenes se postearon en la red social Facebook, el 26 de marzo de 2012, las imágenes iban acompañadas de una pequeña leyenda: Vista general del Mercado Belisario Domínguez. Arriaga Chiapas, en peligro de demolición.
el inmueble por parte de la autoridad estatal, esto debido a la sobrepoblación de locatarios y el asedio del comercio ambulante en el perímetro del inmueble, todo lo anterior, aunado a las condiciones de deterioro por años de ausencia de mantenimiento, generaron las peticiones de locatarios y autoridades municipales para construir un mercado más moderno. Pero: ¿qué es más moderno? Así comenzó el proceso de documentación y defensa de esta obra particular considerada como ejemplo singular de la arquitectura moderna en Chiapas. El mercado estaba dividido en dos sistemas constructivos:
Gran parte de la campaña a favor del rescate del mercado de Arriaga se libró en el espacio virtual de las redes sociales. El uso de estas para distribuir y obtener información, por ser un fenómeno reciente, está en proceso de aceptación como herramienta legítima de investigación, ya que la información
La lucha por el mercado de arriaga Hans Kabsch Vela El siete de junio de 2013 al amparo de la noche, comenzó la demolición del mercado municipal Belisario Domínguez, en la costera ciudad de Arriaga, Chiapas.
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obtenida por este medio suele ser considerada trivial o dudosa; a últimas fechas, el uso de las redes se ha extendido con mejor calidad de información, revolucionando la forma de comunicar y encontrar referencias de valor. Notificados de la situación del inmueble, hubo respuesta por medio de oficios y cartas de diferentes organizaciones e instituciones ligadas a la
menciones a Félix Candela, sin embargo, para ese momento no se tenía conocimiento de ningún tipo de documento: fotografías, planos, dibujos, testimonios previos, sobre el edificio. En la ciudad nadie sabia nada sobre el autor, ni una pista de quién o quienes estaban involucrados en su edificación. Solo una: la placa conmemorativa, con el nombre del gobernador de
conservación del patrimonio moderno: Louise Noelle a nombre de DoCoMoMo México y la Dirección de Patrimonio inmueble del INBA. Y así comenzó a extenderse la información a la par del interés por el edificio y su problemática. Los primeros comentarios centraron su atención en la autoría del mismo, por el uso de paraboloides de borde recto, salieron a colación las
Chiapas de ese entonces Manuel Velasco Suárez y una fecha de inauguración, 27 de diciembre de 1970. La respuesta a esas interrogantes no tardaría en llegar por medio de Facebook. El diez de abril de 2012, por conducto de Víctor Arias, docente e investigador de la UNAM, fue posible establecer contacto con Octavio Barreda Marín, quién confirmó ser el autor del proyecto
al aportar la información más valiosa; de este modo se obtuvieron los planos arquitectónicos originales, y su testimonio, el cual permitió disipar cualquier duda sobre los aspectos de diseño del edificio. Al revisar los planos se constató que el proyecto había sido patrocinado por el Banco Nacional Hipotecario Urbano y de Obras Públicas, (BNHUOP). Mas tarde en un documento manuscrito por el propio Barreda Marín, el autor reconoce la influencia no solo de Félix Candela, sino de otro gran artífice: Alberto Teruo Arai, cuyos imponentes muros en talud de los frontones de Ciudad Universitaria, fueron referente para el muro anillo del Mercado de Arriaga. Otra de las dudas que surgieron sobre una posible intervención de Candela en el diseño, eran las nervaduras que arrancaban desde la columna y corrían a lo largo de los vértices del manto inferior de cada paraboloide; una
vez más Octavio Barreda aclara: Cuando ya tuve dibujados todos los planos arquitectónicos fui con Candela a su despacho en Insurgentes Centro. Todos los cálculos, incluyendo el segundo piso y trabe-losas se entregaron al banco. Los paraguas tuvieron una columna al centro y como todos los últimos que hacia Candela. La zapata era, por supuesto, otro paraguas invertido. Sin embargo el diseño original de Candela sufrió modificaciones; Mis honorarios en el banco (en aquel entonces Aguirre Cárdenas era el director del departamento de obra) no me fueron pagados en el concepto cálculo (yo si le pague a Candela) ya que (se me dijo) Heriberto Izquierdo (el perito del banco) dijo que el cálculo de Candela estaba mal. Fue por orden del ingeniero Heriberto Izquierdo, perito jefe del Banco Hipotecario que en esa ocasión se agregaron las
“Cuando ya tuve dibujados todos los planos arquitectónicos fui con Candela a su despacho en Insurgentes Centro”.
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nervaduras de refuerzo. Los siguientes meses fueron de intercambio de oficios entre el INBA y el gobierno del Estado de Chiapas, el involucramiento de especialistas en la obra de Candela como Juan Ignacio del Cueto, pieza fundamental de la difusión de todo lo referente a la conservación del inmueble y
miembro también de DoCoMoMo México; todo lo anterior, se dio en paralelo al inicio de una acción ciudadana en pro de la conservación del edificio que empezó a activarse con el sorpresivo inicio de la demolición del inmueble en noviembre; en esta primera agresión desapareció el área de comidas, mariscos,
carga y descarga, que eran básicamente los espacios construidos con trabelosas de concreto y dos de los paraboloides exentos, que servían para el comercio de pescadería. Una vez más, comenzó una intensa actividad por medio de comunicaciones electrónicas, así como el cabildeo institucional y
“Cuando ya tuve dibujados todos los planos arquitectónicos fui con Candela a su despacho en Insurgentes Centro”. ciudadano en el municipio de Arriaga para salvar al edificio de su desaparición total; se logró por fin detener momentáneamente la demolición, para ese entonces el 40% del edificio había desaparecido, pero quedaba intacta la nave central con su muro perimetral de piedra y los dieciséis paraguas restantes. Una esperanza. En diciembre el recién
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electo gobernador Manuel Velasco accedió negociar con las partes involucradas el destino del mercado. La Secretaría de Infraestructura estatal puso condiciones para que su conservación pudiera discutirse. Entre estas estaba el desarrollar un proyecto alternativo y un presupuesto, que tomara en cuenta la restauración de los
paraboloides dañados por la corrosión y la ampliación del inmueble para albergar a otros trescientos locatarios. Dicha propuesta de emergencia fue elaborada por la Coordinación de Vinculación de la Facultad de Arquitectura de la UNAM, con el apoyo de los arquitectos Mariano del Cueto y Moisés Escárcega, con la coordinación de Juan Ignacio
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del Cueto, dicha propuesta se presentó oficialmente el 17 de enero de 2013. La decisión de analizar el anteproyecto fue aplazada por presiones del contratista de la demolición y un grupo de ingenieros y arquitectos que lo respaldaban,
Facultad de Ingeniería de la Universidad Autónoma de Chiapas y el despacho especializado de Colinas de Buen (en representación técnica del INBA), arrojó un fallo positivo a la conservación. Este hecho, junto a la presión de
los cuales exigieron un dictamen detallado de la estructura, el dictamen conjunto hecho por especialistas de Protección Civil, el Colegio de Ingenieros local, la
ciudadanos de Arriaga, Colegio de arquitectos, periodistas y por supuesto el apoyo en las redes sociales obligó al gobierno del Estado a sentarse una vez más a
negociar, reconociendo el valor del edificio y comprometiéndose a su reutilización como mercado público. El ocho de abril se oficializó la iniciativa de rescate, ante Dolores Martínez Orralde, directora de Patrimonio Inmueble del INBA, los representantes de las partes involucradas y un reticente alcalde de Arriaga. Vista de la techumbre desde el interior Una vez logrado el acuerdo, lo siguiente era buscar soluciones viables. Se conformó entonces un equipo de especialistas para discutir las posibilidades de restauración de los delicados
cascarones de concreto, corroídos por el agua y el salitre, se analizaron desde la propuesta hecha por el mismo Octavio Barreda (antes de fallecer sorpresivamente en febrero de 2013): un ingenioso refuerzo con vigas Vierendel colocadas en los bordes de los paraguas de concreto, hasta soluciones más pragmáticas con concreto de alta resistencia o tiras de fibra de carbono. Paralelo al equipo de restauración , se formó otro, de proyectistas voluntarios encargados desarrollar a detalle el proyecto de lo que se llamó “el anexo” un edificio complementario a
“Cuando ya tuve dibujados todos los planos arquitectónicos fui con Candela a su despacho en Insurgentes Centro”.
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la nave principal del mercado, para alojar al resto de los locatarios, rescatando la idea original presentada por la UNAM, en enero de ese año. El reinicio de obra fue programado para inicios del mes de mayo. Sin embargo dicho inicio fue aplazado por el mal tiempo, el 29 de mayo el huracán Bárbara golpeó la Costa de Chiapas, resultando particularmente afectado el municipio de Arriaga. En la confusión de los siguientes días marcados por la contingencia comenzó la sigilosa demolición del inmueble (sin ningún peritaje técnico previo). Ante la indignación de la opinión pública, las autoridades solo alcanzaron a emitir un escueto comunicado: El mercado
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fue demolido a causa de los daños sufridos por el huracán Bárbara. Ante el hecho, la dirección general del INBA, pidió iniciar una investigación sobre lo ocurrido. Entrevistado en un programa radial el alcalde Noe López Duque de Estrada, comentó que: “la demolición del mercado era necesaria, porque tenia demasiadas filtraciones.” El hecho puso de manifiesto la vulnerabilidad de este tipo de construcciones, pese a acuerdos y buenas intenciones, que suelen ser demasiado frágiles, siempre a merced del capricho político o la lógica pragmática y mercantil, sin un marco legal adecuado para preservar la arquitectura moderna, en particular
la edificada durante la segunda mitad del siglo XX. Mercado de Arriaga: antes y después de la demolición “Esto solo pasa en México” escribió desconsolada una de las foristas en Facebook, sin embargo, lo sucedido en Chiapas se replicó con circunstancias similares una semana después en Nueva York, con el inicio de la demolición de la llamada Terminal tres, conocida como The Pan Am Worldport, en el aeropuerto Kennedy. Pese a los esfuerzos de la National Trust for Historic Preservation, DocoMomo US y cientos de activistas en Facebook y Twitter. El fatídico plazo se cumplió, ese día, alguien posteó en el sitio oficial pro defensa de ese edificio
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¿QUIÉN ES ERICH COUFAL? EL TIEMPO DE SU ARTE, EL TIEMPO DE SU LIBERTAD Mónica del Arenal Pérez “¿Sabes cuál es el mueble más importante en la casa de un vienés?”, es su pregunta usual. “El piano”, responde.
Erich Coufal, arquitecto graduado de la Technische Universität Wien, nació en Viena el 11 de mayo de 1926. A sus 87 años afirma con alegría: “Nací dos veces: una vez en Viena y otra vez aquí”, refiriéndose a su estancia permanente en Guadalajara, ciudad en la que ha vivido desde que llegó en 1950. Durante su infancia temprana, gozó de una educación privilegiada en términos de apreciación musical, de arte y arquitectura como dos órdenes inseparables. “¿Sabes cuál es el mueble más importante en la casa de un vienés?”, es su pregunta usual. “El piano”, responde. Coufal y la Escuela de Arquitectura de Guadalajara La Escuela de Arquitectura de la Universidad de Guadalajara se fundó en noviembre de 1948 y la apuesta de su director, Ignacio Díaz Morales, fue la de conformar una planta permanente de docentes de primer nivel; así, se dio a la tarea de seleccionar a profesores con formación de arquitectos, egresados de las mejores universidades de la Europa de la posguerra. Ya en marcha el programa educativo, se conformó una ecléctica planta de maestros y los docentes europeos se fueron incorporando a la escuela entre 1949 y 1951. El primero en arribar a la ciudad tapatía fue Mathias Goeritz, de origen alemán, quien empezó a impartir la asignatura de educación visual, una materia elemental que revolucionaría la manera de ver la composición artística, más allá de los fundamentos de la composición arquitectónica. El último profesor en llegar a Guadalajara fue Erich Coufal, quien con graves problemas de salud y de visado, arribó al país en octubre de 1950, 26 horas antes de que se venciera su permiso de tránsito. Tras una corta estadía en la ciudad de México, finalmente se incorporó a la escuela en enero de 1951, para impartir la asignatura de dibujo. Coufal fue el único arquitecto de quien Díaz Morales no obtuvo recomendación previa. Su Boletín no. 31 - Otoño Invierno
llegada fue resultado de una casualidad, cuando Díaz Morales arribó a la Escuela Técnica Superior de Viena. Coufal tenía ya en mente venir a México, por ello deseaba, a toda costa, contactar al arquitecto mexicano que estaba reclutando gente. Yo había estado en México en 1937, cuando pertenecía al coro de los Niños Cantores de Viena, a los doce años de edad… de ahí nació, años después, la idea de no aguantar la guerra ni el fascismo y la posibilidad de llegar a México. Fue una serie de coincidencias… lo personal se redondeó al seguir buscando contacto con el mundo libre desde que perdimos la guerra, en mayo de 1945. Empecé a escribir en 1946 una humilde tarjeta a los amigos que tenía: a México, a Cuba. Yo ya tenía una visa de turista por 180 días, porque Austria, como parte de Alemania, estaba en estado de guerra. Díaz Morales dejó una nota en el pizarrón en la que buscaba contacto, un amigo me avisa y yo me entero que llega al hotel Grand Ambassador. Este hotel estaba la mitad bombardeado y la mitad, vivo. Un hotel de lujo del centro de Viena, del Primer Distrito. Entonces, el día que me presento en la administración provisional -porque estaba todavía lleno de escombro y destruido-, me dicen: “No. Perdió el tren de Milán y llega mañana”… Él vino solo a Viena y al día siguiente me presenté. Lo que era el problema: un coche. ¿Conseguir un coche con gasolina? ¡Nada más los médicos tenían derecho de un boleto para cargar gasolina! Un ser humano “normal”, no. Taxis había realmente pocos, entonces encontré a un amigo que sí tenía permiso de un cochecito Renault chiquito donde cabíamos dos amigos y otro, entonces fuimos a conocer Viena y estaba feliz, y él preguntaba “¿Por qué me hablaron?” Y yo hablaba de mi actividad…. Y de repente me dice “¿Por qué no viene a Guadalajara a dar clases de dibujo?” Yo estaba activo como podía estar uno entonces, y resulta que después me llega un sobre modesto del Tecnológico, en el mismo mes de agosto del cincuenta, firmado por Matute: ahí está el contrato… Estaba yo feliz de salir de casa. Para mí esta época en Viena era la traición del vecino, el fascismo. Díaz Morales fue director de la Escuela de Arquitectura entre 1948 y 1960. Durante esos años, decenas de alumnos egresados de la facultad se convirtieron en profesionistas de gran calidad en los años sesenta y setenta, época en la que se produjo la mejor arquitectura de la ciudad en términos de búsqueda y creatividad. De los excelentes profesores traídos de Europa, varios de ellos continuaron impartiendo clases en la Universidad de
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Guadalajara, pero con un desempeño profesional medianamente bueno o parco. Sin duda alguna, las estrellas de ese grupo fueron Mathias Goeritz y Erich Coufal. Mathias emigró a la Ciudad de México donde se posicionó como uno de los mayores artistas plásticos del país. Y Coufal decidió quedarse en Guadalajara donde alcanzaría la quintaesencia de la modernidad a partir de un trabajo exquisito y racional. Las primeras obras de arquitectos en la ciudad Erich Coufal, un hombre con gran facilidad para el trazo a mano alzada y con un ojo extraordinario para elegir lo bueno y lo bello, se distinguió entre sus contemporáneos por tener un carácter severo y lleno de ambición. Como maestro, muchos alumnos le guardan cariño y admiración. A los pocos años de su llegada a México construía ya las obras mejor acabadas de la ciudad. En los primeros años de la
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Escuela de Arquitectura se vivía, por una parte, un ambiente intelectual elitista y de rigor académico, y por la otra, cierto aire festivo y arrogante, así que Guadalajara empezaba a ser más atrevida, dejaba atrás la tradición y quería convertirse en una ciudad moderna. Esta atmósfera fue la que sedujo al arquitecto para experimentar y construir sus primeras obras. La construcción, en ese momento en auge, estaba dominada por los ingenieros, y sólo dos arquitectos, aunque sin título, podían preciarse de serlo: Julio de la Peña e Ignacio Díaz Morales. Erich Coufal se siente feliz de haber conseguido, entre 1950 y 1960, allanar el camino para la valoración del arquitecto como un personaje que propone y transforma la ciudad. Entre sus mayores retos, la formación del cliente fue su mayor preocupación, educándolo para invertir su dinero en la arquitectura, y por otra parte, haber promovido la fusión entre esta disciplina con las artes plásticas. Sin intermisión, se negaba a presentar recintos vacíos en sus obras, y desde el ejercicio de proyectar, incorporaba el mobiliario y la decoración, porque para él un mueble debe tener una ubicación lógica y única. La obra de Coufal: lo barroco en el movimiento moderno de arquitectura El repertorio de materiales del arquitecto se reducía a una buena selección de mármol, piedra caliza, piedra braza, concreto armado, aluminio estructural. Quizás uno de sus mayores aciertos fue aprovechar los propios acabados de los materiales para dar color y textura a los espacios y al exterior de los volúmenes. Prácticamente nunca recurrió a pinturas u otros recubrimientos ajenos al material mismo. Por otra parte, el arquitecto siempre tuvo fascinación por las especies vegetales y logró una suave continuidad con ellas en su arquitectura. Ingreso del Teatro Experimental de Jalisco, obra de Erich Coufal, con la escultura “La comedia y la tragedia” de la autoría de Olivier Séguin. Cortesía: Archivo Erich Coufal Una de sus mejores obras de carácter público es el Teatro Experimental de Jalisco (1960), edificio enclavado en el Parque Agua Azul, que nos va revelando las facetas de una escultura monumental lograda con maclas de piezas que son planos, algunos perfectamente a plomo y otros en talud, que dan la impresión de estar en movimiento tras su intersección o traslape. La solución formal a edificios como éste, nos recuerdan la connotación barroca con la que muchos califican la obra de Coufal, porque ¿qué es el barroco sino una atribución de dinamismo espacial, más que profusión de elementos decorativos? A Erich Coufal, un aspecto que le inquieta mucho es la participación de los artistas en la arquitectura, ya que para él esto no significa “poner el timbre al sobre” sino diseñar de manera integral. Algo que el arquitecto más apreció en su desempeño profesional en México fue la posibilidad de experimentar con múltiples recursos constructivos tradicionales a partir de la artesanía y las artes aplicadas. Así, el uso de celosías prefabricadas con diseños propios, las bóvedas de ladrillo de lama, los alicatados de azulejo, los mosaicos de vidrio de colores, la pintura mural en acrílico, la escultura en concreto y los gobelinos diseñados ex profeso, fueron elementos y sistemas que de manera recurrente incorporaba en sus obras. La única técnica que nunca pudo aplicar en nuestro país fue la del sgraffito, y lo recuerda con vehemencia. Pero lo Boletín no. 31 - Otoño Invierno
que hace que su obra arquitectónica sea excepcional es, en definitiva, la incorporación de piezas de arte en el espacio arquitectónico. En palabras del propio Coufal, le fue muy difícil elegir un artista y un tratamiento para cada obra: no quería ni académicos, ni abstractos. Su búsqueda implicaba resolver el espacio arquitectónico con obras acordes con el movimiento moderno de arquitectura, en pleno auge en el México de los sesenta. Coufal no creó edificios públicos funcionales sino una serie de refinadas y opulentas obras con la participación de artistas de la talla de Olivier Séguin, Estanislao Contreras, Carlos Mérida, José María Servín, Jorge Wilmot. Construyó además una cincuentena de casas particulares de las que destacan la Casa Magaña (su primera obra en Guadalajara, construida hacia 1954) y la propia Casa Coufal Díaz Garza (1970). Edificios como la Torre Minerva y el Edificio Brun (ambos de 1961), el Banco Industrial y la Casa de las Artesanías (ambas obras de 1962). Dentro de sus actividades, participó también, en proyectos de espacio público, como la Plaza de la Universidad y las fuentes de la glorieta de las jícamas, denominación popular debida al corte serrado que parece tener el concreto. La veintena de obras de Coufal que hemos documentado en Guadalajara, no tienen una protección adecuada, ya que las construcciones de corte funcionalista, derivadas del movimiento moderno de arquitectura, datan de fechas relativamente recientes y por tanto no están consideradas dentro de la regulación oficial. Esperamos que en estos momentos en los que el arquitecto austriaco está siendo reconocido localmente por instituciones públicas, medios de comunicación y amigos cercanos, su obra pueda ser cabalmente valorada por la sociedad y en consecuencia, por las instancias que salvaguardan el patrimonio edificado. Boletín no. 31 - Otoño Invierno
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ARQUITECTURA Y ESPACIO URBANO: MEMORIAS DEL FUTURO SEMINARIO DE ARQUITECTURA LATINOAMERICANA EN BOGOTÁ Louise Noelle “La arquitectura, como conformadora de ciudad, es parte del espacio urbano… un espacio político que se define como el lugar de lo público, es decir, como el lugar de la convivencia, de la confrontación y del encuentro ciudadano. En este sentido lo público no es la contraparte vacía e inerte de lo privado, ni abarca sólo los espacios abiertos que pertenecen al Estado”
El comité organizador del Seminario de Arquitectura Latinoamericana, SAL 15, que se llevó a cabo entre el 22 y el 26 de septiembre, 2013, en Bogotá, Colombia, integró en su convocatoria la siguiente frase: “La arquitectura, como conformadora de ciudad, es parte del espacio urbano… un espacio político que se define como el lugar de lo público, es decir, como el lugar de la convivencia, de la confrontación y del encuentro ciudadano. En este sentido lo público no es la contraparte vacía e inerte de lo privado, ni abarca sólo los espacios abiertos que pertenecen al Estado”; agregando que “la urbanidad que se desarrolle ahora en el ámbito ciudadano latinoamericano será el mejor legado que podemos dejar a nuestros descendientes. La calidad del lugar que habitemos constituirá la memoria del futuro.” La organización corrió a cargo de la Fundación Rogelio Salmona, acompañada por la Universidad Nacional de Colombia (Sedes Bogotá, Manizales y Medellín), Pontificia Universidad Javeriana (Sedes Bogotá y Cali), Universidad Jorge Tadeo Lozano (Sede Bogotá, Cartagena) y la Universidad de los Andes (Sede Bogotá) como entidades aliadas, y el apoyo de la Universidad Central. El comité estuvo encabezado por Silvia Arango y un grupo internacional conformado por Ramón Gutiérrez de Argentina, Gustavo Luis Moré de República Dominicana y quien esto escribe, de México, con el apoyo del Comité Académico conformado por
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María Elvira Madriñán, Presidenta de la Fundación, Marta Devia, Lorenzo Fonseca, Jorge Ramírez y Sergio Trujillo. Este importante tema se analizó en siete mesas, con los siguientes temas: Centralidades; Recuperación urbana y transporte; Ciudad marginal; Bordes; Proyecto arquitectónico; Institucionalidad y participación ciudadana; y Comunicación y crítica. Cuatro intensas jornadas de presentación de trabajos y discusión tuvieron lugar después de la ceremonia inaugural en la Biblioteca Virgilio Barco, obra de Rogelio Salmona. El Seminario tuvo la peculiar característica de cambiar de sede cada día, por lo que las sesiones tuvieron lugar en la Universidad de los Andes, la Pontificia Universidad Javeriana, la Universidad Jorge Tadeo Lozano y el Auditorio México de la Universidad Central. Tuvieron lugar además dos mesas redondas sobre las revistas de arquitectura, cuyo análisis y presencia ha sido ya una constante en los últimos tiempos, con Patricia Méndez, promotora de estas mesas de reflexión, y la participación de Abilio Guerra, Pedro Belaunde, Hernán Ascui, Inés Moiset y Lorenzo Fonseca, entre otros. Se contó también con cinco mesas donde se presentaron trabajos de estudiantes, que habían venido laborando sobre el tema de lo público en sus distintas instituciones académicas. Dentro de las 7 mesas de discusión, se lograron interesantes aportes, donde destacaron las propuestas de arquitectos en Boletín no. 31 - Otoño Invierno
activo, como Andrés Mignucci de Puerto Rico, Manuel Delgado de Venezuela, Héctor Vigliecca de Brasil, Marc Raymond de Jamaica o Daniel Bermúdez y Simón Hosie de Colombia; estos artífices, presentaron sus conceptos sobre el tema de lo público, a la vez que ofrecieron ejemplos puntuales de sus proyectos y realizaciones. En cuanto a las reflexiones teóricas, cabe destacar la presencia Augusto Ortiz de Cevallos de Perú y de Eduardo Tejeira de Panamá, con sendas visiones sobre el reciente acontecer en sus países y la relación intrínseca con el Océano Pacífico; por su parte María Dolores Munoz y Leonel Pérez retomaron las costas del Pacífico al sur de Chile, para mostrar los trabajos que se han venido realizando en el territorio de Concepción. A ellos se agregaron interesantes digresiones de Abilio Guerra de Brasil, Fernando Diez de Argentina y Fernando González Gortázar de México, quienes adoptaron una visión más personal y crítica del tema del SAL. Además, es de justicia señalar las aportaciones que realizaron los moderadores, aportando importantes luces a los temas de cada mesa, como fue el caso de Sara Topelson, Gustavo Luis Moré, Melín Navas, Benjamín Barney y Hugo Segawa, entre otros. Finalmente, en el acto de clausura, tomaron la
palabra Jorge Ramírez y Sergio Trujillo, con sendas conferencias sobre lo público y el espacio urbano en Colombia. Mesa “Comunicación y Crítica”, con Fernando González Gortázar, Abilio Guerra, Fernando Diez y Ana Esteban En cuanto a las ponencias magistrales, podemos destacar los aportes al tema de lo público y lo social, con la presentación de Sergio Magalhães de Brasil, quien versó sobre el exitoso trabajo realizado en las favelas de Río de Janeiro, donde se buscó rediseñar el espacio urbano; lo propio sucedió con Cristián Undurraga de Chile, quien ofreció una apuesta personal para la recuperación de los espacios centrales en Santiago, dentro de la cual ya ha llevado a la realidad algunos de sus proyectos. Con la presencia de 450 asistentes y más de 35 conferencistas provenientes de Chile, Argentina, Brasil, Perú, México, Las Antillas, República Dominicana, Ecuador, Venezuela, Puerto Rico y Guatemala, el programa de actividades, reflejó la temática en torno a la arquitectura y la construcción de lo público en las ciudades latinoamericanas. Se contó con una nutrida presencia de profesionales venidos de todos los rincones de nuestra América, señalando además de los ya mencionados, la presencia de Mariano Arana y Nelson Inda de Uruguay,
Gustavo Medeiros de Bolivia, Graciela Viñuales, Jorge Ramos de Dios. Jorge Hampton y Mario Sabugo de Argentina, Juvenal Baracco de Perú, Rodolfo Santa María y Alejandro Ochoa de México, Margareth Pereira da Silva y Maria José Marcondes de Brasil, Beatriz García Moreno de Colombia, y María Dolores Muñoz y Edward Rojas de Chile, entre muchos otros; asimismo, hubo un recuerdo sensible ante el fallecimiento de Roberto Segre. Grupo asistente al “Post-Sal 15” El evento se complementó con dos recorridos nocturnos en sectores emblemáticos de Bogotá, “Memoria y Ciudad” y “La Ciudad Imaginada”, y un concurso de fotografía sobre espacios públicos. Además, como ya es costumbre, en la sesión de clausura se entregaron los Premios América, cuyo anuncio estuvo a cargo de Ramón Gutiérrez. Sérgio Magalhães recibió el
Premio América en Arquitectura, por la proyección social de su trabajo de largo aliento; Hugo Segawa recibió el Premio América en Teoría y Crítica como reconocimiento a su esfuerzo para reconocer los valores de la arquitectura latinoamericana y los aportes de sus estudios; y Gustavo Luis Moré obtuvo el Premio América a la Difusión de la Arquitectura Latinoamericana, por su esfuerzo sostenido como editor de la revista Archivos de Arquitectura Antillana. Finalmente, se anunció que la versión número 16 del Sal Se llevará a cabo en Santo Domingo, República Dominicana, en 2015, a cargo de Omar Rancier y con el apoyo de Gustavo Luis Moré.
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notas breves NOTICIAS ROGELIO SALMONA EN MEDELLÍN Sara Topelson
El Centro de Desarrollo Cultural “Moravia” de la ciudad de Medellín, Colombia, está ubicado en un área donde se encontraba el tiradero municipal. En una zona donde originalmente se localizaba un tiradero, el barrio de Moravia lentamente se convirtió en un área con condiciones de vida muy precarias, alta densidad y una fuerte identidad; esta situación derivo en la necesidad de plantear, en este sitio que había quedado vacante, una reconversión urbana y social a través de un proyecto cultural. El proyecto del Centro Cultural de 2008, cuyo autor es Rogelio Salmona, recupera elementos tradicionales colombianos, con los espacios volcados
hacia un patio central que funge como ámbito de reunión. El edificio posee una planta cuadrada, simétrica y clara en cuyo entorno se ubican: aulas, talleres, oficinas y el acceso al auditorio. Una vez más, el ladrillo utilizado magistralmente es el material predominante, con un color ocre claro que define al edificio. En una reciente visita fue perturbador encontrar que este patio central y leit motiv del edificio ha sido cubierto por una carpa de varios colores, transformando dramáticamente la percepción y vivencia del espacio; ahora es Salmona de COLORES!
14ª BIENAL DE ARQUITECTURA DE VENECIA Louise Noelle
El proyecto ganador del concurso convocado por CONACULTA-INBA para realizar el Pabellón mexicano en la 14ª Bienal de Arquitectura de Venecia, contó con la presencia de nuestra colega, Catherine Ettinger. Efectivamente, el proyecto Condenados a ser modernos, fue presentado por los arquitectos Julio Gaeta y Luby Springall, junto con la historiadora Ettinger, el museógrafo Salvador Quiroz y el diseñador Gustavo Avilés. Esta propuesta fue seleccionada de entre 29 proyectos inscritos, que respondieron al tema de la bienal Absorbing Modernity: 1914-2014, propuesto por el curador Rem Kolhaas. Resulta interesante anotar aquí que este interés por explicar el desarrollo de la arquitectura moderna de cada país, de cierta forma contradice la postura poco respetuosa con el patrimonio que ha caracterizado al citado arquitecto neerlandés. El
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citado proyecto vencedor, se constituye en torno a una cita de Octavio Paz, con ocho núcleos temáticos que abarcan cien años de historia. La estructura física en la que se organiza la muestra es una elipse, con proyectores, al centro de la sala de exposición, además de paneles sobre los muros, para mostrar medio centenar de obras, tanto de la Ciudad de México como de Veracruz, Guadalajara, Monterrey, Mérida y otros. El proyecto será el primero en ocupar el nuevo pabellón de México en Venecia, Italia, ubicado en el complejo naval y militar El Arsenal, dentro del circuito de pabellones internacionales. En esta ocasión es de destacar tanto el interés en general de esta Bienal por el periodo del Movimiento Moderno, como la presencia de un miembro de Docomomo México en el equipo vencedor.
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do . co mo . mo _méxico documentación y conservación del movimiento moderno Dirección: Sierra Mazapil 135 Colonia Lomas de Chapultepec CP. 11000 México D.F. docomomomexico2010@gmail.com http://www.esteticas.unam.mx/docomomo Boletín do. co. mo. Mo Editor: Louise Noelle
DIRECTORIO Mtra Louise Noelle Gras Gas Presidenta Arq. Sara Topelson de Grinberg Vicepresidenta Dr. Ivan San Martín Secretario Dra. Lourdes Cruz González-Franco Tesorera Mtra. Mónica del Arenal P. Matro Manuel Berumen Rocha Dr. Carlos Caballero Lazzeri Dr. Juan Ignacio del Cueto Mtra. María de Lourdes Díaz Mtra. Alejandrina Escudero M. Dra. Catherine Ettinger M. Dr. armando V. Flores Salazar
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Dra. Raquel Franklin Dra. Elvia González Canto Arq. Hans Kabsch Vela Mtra. Gabriela Lee Alardin Mtra. Yani González Torres Mtro. Fabricio Lázaro Villaverde Dra. Iliana Miranda Zacarias Dr. Alejandro Ochoa Dr. Marco Tulio Peraza Dr. Arturo Román Kalisch Mtro. Rodolgo Santa María Dra. Lucía Santana Lozada Dr. Enrique Urzaiz Lares Dr. Jesús Villar Rubio Dr. Fernando N. Winfield Reyes Mtra. María García Holley Mtra. Anette Arámbula-Mercado Coordinación Boletín: Claude Constante
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