El cacique paine

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MENSUAL . Año I

01. VII

ABRIL DE 1937

úm.43

Las dos aspiraciones del Cacique Paine Pan. Canarios, pájaros cantores La Nación

y

de adórno ..

r~~b~~--f-~:4,.~+-l1

Pampa.

Desarrollo político y origen del dillismo en Venezuela.

cau-

Panamá. EL SUMARIO DETALLADO· ESTA EN EL INTERIOR DE LA TAPA

EL ESTImo)

por Remando 4. Dalla Lasta

Número suelto $

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ESTE UMEROCONTIENE---.. Notas

y Noticias

Las dos aspiraciones

-.

Con. /6 Canarios, Con

del Cacique

Paine

Pan jOSE

ilustraciones

pájaros

I lá~ina

cantores

IMBELLONI

y de adorno EST ANISLAO

en colores

GUARRO

La N ación Pampa Con

8 ilustraciones

Apuntes Con

de la República

AMADEO

ARTAYETA

Argentina

3 diagr amas

Desarrollo Con

ENRIQUE

sobre economía

I mapa

político

y origen .del -caudil lismo

en Venezuela RA YMOND

~ 11 il usíracíones

E. CRIST

Panamá Con

I mapa

Rodas,

ANDREW

y /2 ilustraciones

GINO

C;on I mapa y 10' ilustraciones

EL MUNDO La

región

Alippi Barberton

Me. CLEAN

la isla de las Rosas Y LAS REVISTAS

de los Chiapas Oriental, por David' E. Amram - Las grandes corrientes La travesía de la Laponia en esquí, por Silvestre Biasulli - El cráter del En el .Spitzberg . por Bernardo App,erl.

EL MUNDO Geografía' Universal. Parte IV (Continente lítica del Perú, por César C<..rcía Rosell Militar Brasileira, número especial dedicado

Algunos

aéreas

del globo.

por Tilo

Ny arrrlag'i ra , '.JOr /. Muford-

Y LOS LIBROS

ASiático). por U T E. Lti nere rio de los Estados al Duque de Caxí as,

UNA LAMINA

DE PASSERA

A TODO

pájaros cantores

T -

DIccionario de la demarcación poUnidos, por Antonio l raizoz, - Revista

COLOR y de .adorno

103 ilustraciones

Año IV - Vol. VII

ABRIL 1937

Núm. 43


AÑO IV - ?\lo 43

BUE0:0S

AIRES

REVISTA GEOGRAFI~A AMERI~A A JOSE

ANESI

A13RIL 1937

,-

'-

SAN JUAN U.,T.23·0487

Director

738

LAS· DOS ASPIRACIONES DEL CACIQUE PAINE ..PAN por

.CUANDO, .

J.

IMBELLONI

desde la ventanilla del tren que me llevaba hacia las . provincias del sur de Chile, divisé el cono del Llaima, uno de los maravillosos volcanes chilenos que permanecen activos, una nube espesa y más bien grisácea, envolvía todo el paisaje, borrando los últimos planos. Mi primera impresión fué que se tratara de emanaciones del cráter, el cual en efecto se veía señalado por una te. nue línea de humo, dirigida por el viento hacia elnorte. idea de turista superficial, que pretende observar las formas y fenómenos de la naturaleza desde ·la ventanilla del tren o del auto, ·sentado cómodamente en los almohadones. Más tarde, al abandonar la línea férrea v adentrarme en 'el vaire, llegando en mis excursiones 'hasta los

confines de la zona coriquistada por los leñadores, comprendí la verdadera naturaleza de aquella bruma. La colonización de las tierras chilenas consiste en una penetración progresiva del trabajo humano de norte a sur y del valle central hacia la periferia, cuyo primer acto es la limpieza de los árboles y matas del monte originario (nótese que el verbo desboscar está registrado en el vocabulario de la Academia como chilenismo). En teras p r o v i n c i a s, empezando por las limítrofes con Santiago, que lo fueron en remotos tiem. pos de la Colonia, y siguiendo hacia el sur, han sido, una tras otra, desboscadas para dar lugar a la agricultura y a la ganadería de los tiempos. actuales, que han puesto en valor la riqueza del suelo. M agn ífico espectáculo ofrecen


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"los ~aballos pero endurecidos accidentado

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GEOGRAFICA

Íocaies,' pequeños y modestos y acostumbrados a un terreno y de los más difíciles,

los valles chil~nos al viajero, aún desde el punto de vista meramente turístico .. 'Pero, 'si uno quiere realmente conocer de cerca la recia batalla que los homobres comba ten con el fin de agrandar las zonas de la tierra susceptibles de producir los bienes apetecidos por la 'economía humana, le convendrá dejar por algunas semanas los caminos trillados por las grandes vías de comunicación e internarse en los valles laterales hasta tomar contacto' directo con los límites del bosque,' Para eso hay qué recurrir .a los caballos locales, pequeños y modestos, pero endurecidos y

AMERICANA

acostumbrados a la marcha en un terreno accidentado y de los más difíciles, por efecto de los miles de troncos .Y astillas dejados por los leñadores. Dejando el ferrocarril a espaldas y atravesando por los campos y fun dos recientemente puestos en explotación, el excursionista se aproximará gradualmente a lajronlera del desbosque. Una nubecilla tenue de humo empaña allí constantemente la atmósfera y de noche brillan" aquí y allá" como en un anfiteatro iluminado 'por miles de teas, -Ios roca encendidos para quemar las ramas secas y hojas apiladas. A menudo un viejo tronco de alto fusta, que los leñadores por regla desdeñan abatir, durante el corte sistemático de la arboleda viva, y que ha quedado en' pie, seco y emblanquecido, se enciende por el roce Y' flamea con súbito chisporroteo, consumiéndose rápidamente como un fuego de artificio. ' La provincia de Cautí~ 'empezó a ser desboscada unos .treinfa años atrás, .Y siguió siéndolo con actividad redoblada. ' Hoy se ha llegado, hacia el borde oriental, a los mismos pies del volcán Llaima. El valle allí se restringe, y' casi se está trabajando en zonas de faldeo. 'He visto' un amarillento 10sange cultivado a trigo en la misma ladera del tupido Cerro ,Negro, que es un contrafuerte meridional del macizo del volcán. Se trata de aprovechar la primera cosecha de las tierras vírgenes, que suele ser generosa; luego el suelo rápidamente se' agota y necesitará descanso y abono. En~edio de este escenario de naturaleza contradictoria se ha realizado mi coloquio con el viejo cacique araucano Paine-Pan: por un lado trigales y carreteras 'modernas con sus pintorescos cercos chilenos de lranquero.r (1), por (1) Los que han recorrido' los caminos de Chile. especialmente en la zona maderera, han observado la' gran variedad de los cercados. desde el simple cerco de palo botado, que es una sucesión de troncos y gruesas ramas. al más elaborado, de palo a pique, con su variante de astillón a pique; siguen en orden de complejidad el cerco de tablas y el tranqueros. Este último consiste en una fila de. cuatro vigas cuadrangulares, del' largo de más o menos 3,50 metros, mantenida-s en posición horizontal por tener el rabo insertado en unos característicos pilones de madera plantados en el suelo,' o tranqueros. Cada tranque-o es un' grueso bloque rectangular de cohihue, .trabajado con el hacha, que lleva· cuatro perforaciones

ae


LAS DOS ASPIRACIONES

El cacique

Paine-Pan dispuesto ción de la talla

para

la

medi-

el otro, a unas pocas cuadras, las faldas colinosas ennegrecidas por matas y dominadas por las siluetas características del cohihue, el roble, el tineo, la iepa, el Lingüe, el ulmo y demás árboles legendarios de la vieja .Araucania, Paine-Pan había' recibido el anuncio amplias cuadradas, y tiene por lo común dos metros de altura sobre el terreno; recuerda muy de cerca los famO:S03 rehue de .las hechiceras mapuche. El cerco de tranqueros, que abunda en la Frontera, constituye un elemento del paisaje digno de interés.

DEL CACIQUE

PATNE-PAN

La esposa

229

de José Paine-Pan

de que una especie de médico-hechicero (Dios me perdone la modestia) llegado del otro lado de los Andes ~ es decir de la Argentina - se interesaba por estudiar los caracteres físicos de los Araucanos dé Chile, y pedía permiso para hacer mediciones corporales en los miembros de su familia, retra tarlos, ete. Contrariamente a todas mis suposiciones, no hubo el menor inconveniente por parte de ellos,


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-,

GEOGRAFICA

AMERICANA

tierra", (2), los que se sometían a rm Al llegar a la puerta de la reducción .me encontré .con otras novedades no examen· con un cierto sentimiento de dignidad. menos inesperadas. Se estaba en pleno Cuando mis manipulaciones tuvieron trabajo campestre, y una trilladora término, me senté en la silla que las mecánica, en acción, escupía las pájóvenes mapuche me habían ofrecido, lidas . trizas de paja con su ronquido ensordeceder, servida por dos jó- engalanada con flamante 'choapl n de vivos colores, y por cierto me .pareció venes indios hijos del cacique y por cierto número de peones blancos; con- casi tan elegante y suntuosa como una butaca de brocado de Génova. chabados. Hice circular varias cajas dé cigarriMás que la maquinaria, llamó mi atención el contraste entre los dos mo- llos (que en Chile son apenas mediocetones araucanos, Bernardo y Luis cres) y, una vez sentados todos en círculo, nos sentimos irrvolun ta.riamen te Alberto Paine-Pan, con su porte frandispuestos a reproducir de alguna maco, sus camisas de deporte a la moda, cinturones de relativo buen gusto, pan·· nera las escenas de "parlamento" a las talones de corte correcto y cabellos es- que los indios se muestran tan afectos.· No me preguntó Paine-Pan a qué tirados a la gomina, y los pobres jornaleros chilenos, depr-imidos, sucios y ves- servían mis medidas. ¿Desaén? ¿Conciencia de su incomprensión por las exitidos poco más que de harapos. Muy (En pronto debía convencerme, con la vi- gencias de los "sabios" blancos? nunca pronunció sita a las habitaciones de Páine-Pan y la nuestra conversación confrontación con las viviendas de campo de. in quilino» y rotos, de 'que una (2) Harto conocida es la significación etimol6gira del' vocablo M apuche, que es el nombre indígena con que se distancia inconmensurable diferencia el llamaban los Araucanos a si mismos: che, gente (hombres); estado general del indígena de Chile ma.pn, tierra. En este articulo no se encontrará la forma pluralízada que es de uso común en la literatura amena. de la población común del campo. Ni En cuanto a los escritores que siguen la convención establecida en etnología y antropología, especialmente por en las más apartadas rucas indígenas obra de Hodge (1912), ya están familiarizados con el empleo correcto de los gentilicios que proceden directahe encontrado la atmósfera inhabitable mente de idiomas indígenas, los que no pueden ser transpor suciedad y descuido en que vrven formados a la forma plural por el medio, demasiado simplista y Iinoütsri camente arbitrario, de la te-rminación del amontonados los rotos. plural en castellano, francés, inglés, ruso y otras lenguas El viejo cacique José Paine-Pan es modernas b..bsolutamente extrañas al idioma originario. Ya anoté en otro escrito (1933) que lo que interesa '0una figura. venerable y llena de digni- bre todo, el) CIencia, es la conservación del nombre genticon la mayor fidelidad fonética. posible. En cuanto dad. A pesar de sus setenta .años, en alicio, las alteraciones morfológicas, por ejemplo, la del plural, hay que tener en cuenta - ante todo - que el genel momento de posar ante el objetivo, tilicio ya. de por si entraña en la mayo-ría de los casos el guiso peinar sus cabellos, bien cortacarácter de vocablo "colectivo", por su significado de "hombres", o "gente". Este carácter resulta más apados .Y parcialmente canos~s. Fué el pri- rente en aquellos nombres que están formados por. el plural pr-imitivo de redobla miento, como entre los indímero en prestarse a' mis cuidadosas genas americanos del Norte Bella-Bella. . . mediciones. 'La vista de los instruTodo escritor avezado emplea hoy día loa gent.ilieios indígenas intactos, con los que obvia tres inoonvenient e»: mentos que saqué de mi bolsa antro10, evita poner en plural un vocablo Que yn tiene significación colectiva: hombres, gente; 2° evita el absurdo que pométrica, los puntiagudos compases implica la pluralización de un vocablo algonquino meniquelados y la cinta de acero, no per- diante las reglas de la morfología inglesa, o de un vocablo tupt mediante las de la morfología española o portugueturbó en' lo más mínimo su filosófica sa, etc.; y 3 reduce en la literat-ura cientifica In. compliresignación. Uno tras otro, todos los cación de las inútiles sinonimias acumuladas por la. adaptación a idiomas modernos distinto de las sencillas formiembros adultos de la patriarcal fa- mas originarias, lo que constituye un inconveniente que todo lector ha observado de seguro al intentar un acuerdo milia desfilaron ante mí para el' largo entre los Cronistas v las varias fuentes modernas y antiguas. procedimiento de mediciones y fotograNaturalmente, el plural continuará siendo legitimo tofía. Los rotos contemplaban la escena da vez que el gentilicio, lejos de 'ser una creación idiomática indigena, pertenece - en cambio - a la lengua del con mirada inexpresiva; parecían estar pueblo colonizador. En este caso se encuentra A::,..c.ucano, acostumbrados a considerarse en un ni- homhre del país de Arauco, Coroodo Y Botocudo, respectivamente hombre con corona y botoco, Canoeiro, botero, vel menos importante que los Mapuetc., parh los cuales ·es correcto emplear lo= plurales romances: .Arallcanos, Coroados, Botocudos, Canoeir os, etc. che, y iera evidente que allí estaba "en . Pero, también en esta circunstancia, nada autoriza adaptar e! gentilicio a lengua') extrañas a la lengua coloel aire" 'una predominante consideranizadora que lo "ha formado. Las formas Aucp.nians y ción hacia los arrtiguos "hombres der.Ia ..Araucanjans son del todo arbitrar-ias. 0

L.

~ ..

..•.


LAS DJS

ASPIRACIONES

DEL CACIQUE PAI~E-PAN

José Paine-Pan. Edad 70. Estatura mm. 1570; Índice squélico 51,4; Índice cefálico horizontal 89; ídem vér-tico-transversal, 82; Índice facial total 100; Índice nasal, 76,2

Avelino Paine-Pan, hermano de José. Edad 45. Estatura mm. 1563; írídice squélico 53,0; Índice cefálico horizontal 97,5; Ídem vértico-transversal 74; Índice facial total 102,4'; Índice nasal 66,7

Luis Aíb~rto Paine-Pan, primer hijo del cacique. Edad 24. Estatu¡~ mm·.1649; Índice squélico 51,5; Índice cefálico horizontal 86,6; Ídem vértico-transversal 80,6; Índice facial total 97,0; Índice nasal 70


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GEOGRAFICA

AMERICANA

Bernardo Paine-Pan, segundo hijo del cacique. Edad 23. Estatura mm. 1611; índice squélico 52,6; , Índice cefálico horizontal 90,3; Ídem vértico-transversaI82,4; índice facial totaI1l4,2; Índice nasal 65,2

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Luda Paine-Pan, hija del cacique. Edad 26. Estatura mm. 1432. Indice squélico 54,5; indice cefálico horizontal 88; ideal vértico-transversal 74,7; índice facial total 86,6; índice nasal 85,7'

la palabra "blanco" o "cristiano"; cuando fué preciso distinguir las dos razas, siempre lo hizo mediante las dos palabras: mapuche y chileno), FuÍ yo mismo que me senti arrastrado va exp ii-. carle de alguna manera mis absurdas manipulaciones, y ·le dije que quería establecer si los Araucanos de Chile tienen los idénticos caracteres de los que se hailquedadoen la Argentina o .han emigrado allá, lo que, en realidad,

formaba parte de mi cometido (3). Paine-Pan se mostró muy sensible a esta evocación de las tierras puestas (3) Resumiendo la-S"anotaciones de valores absolutos y relativos que publicamos en correspondencia de las fotografías de algunos miembros de la familia Paine-Pan, podrá formularse. sucintamente, la descripción somé.tica de los Araucanos de Chile. de la siguiente manera: . Varones de estatura baja, con promedio de 1598, torso muy desárrollado, especialmente en altura; sensible braquisquelía, con" indice m e lio. 52,1 . (lo que indica que el conjunto cabeza-torso supera «e var-ias unidades la "mitad de la altura total); cabeza con 'bóveda baja, con Indice .wértico-transversal medio 79,7; desarrollo de la re6ón


LAS DOS ASPIRACIONES Un rehue o trono escaleriforme de la sacerdotisa y adivina araucana (machi), del que se hace mención en la nota (1)

al otro lado de la Cordillera (estábamos, en línea de aire, a pocas decenas de millas del lago Aluminé,en el Neuquén). Se puso de pie y con el brazo levantado trazó en el espacio una línea imaginaria, para señalar los puntos en que recordaba haber estado en su juventud, entre sus parientes de la vertiente argentina. Luego su atención se concentró en asuntos más próximos, relativos a la reducción. Y como estaba en rru compañía un gentilhombre chileno de gran influencia,Don Agusfin Edwards, comenzó a formular algunas peticiones, que en realidad estaban dirigidas al gobierno. Por medio de sus palabras, en un español un tanto amortiguado y lento, pero sumamente claro, pude hacerme una idea más exacta sobre la vida del indio de Chile y los efectos sorprendentes de la vieja legislación de Indios promulgada antaño por el gobierno chileno, con que se les repartió buenas tierras (he averiguado que a menudo son las mejores tierras de cada región) en facial muy extenso en sentido horizontal, en relación al vertical, con índice facial totallll;9, lo Que-indica que la distancia entre la raíz nasal y el mentón es poco mayor que la distancia entre los dos pómulos. El cráneo araucano masculino, observado desde arriba, muestra el aspecto de una. verdadera bola, por medir en ancho noventa partes centesimales de su longitud; o diámetro antero-postérior (índice cefálico horizontal medio 90,8; nótese el índice 100, esférico, de José. Paine-Pan). La nariz tiene forma suficientemente desarrollada en altura, casi al limite de la leptorrinia (índice nasal medio 69,5). En las muieres la braquisquelía tiende a aumentar sensiblemente, sumándose a la 'conformación racial la típica

DEL CACIQUE

PAINE-PAN

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Estela de madera rudamente tallada en forma de figura humana, llamada chel-maméll, de las que se encuentran en los antiguos cementerios araucanos; corresponde a las conocidas "imágenes de antepasados" propias de las culturas del Arco. La cabeza está siempre coronada por una toca, y este ejemplar ostenta la forma antigua, exenta de aculturaciones europeas

que los indios podrían VIVIr libremente, no ya como súbditos del cacique, sino más bien como administrados, en comunidades de treinta a sesenta comuneros.· En los primeros tiempos cada cacique, elegido por el estado entre los indios más influyentes y ricos, reci.bía del gobierno el sueldo de capitán. -La cosecha nos ha ido m,uy bien este año -~ contestóPaine~Pan a ~uestra pregunta, mientras entre las arrugas de su frente aparecía la sonrisa del agricultor satisfecho. -Pero el mayor trabajo . me lo dan "aquellos" de enfrente agregó luego, indicando las habitaciones de madera puestas a unos quinientos,' metros, más allá· del camino provincial. -Necesito que alguien me ayude a trazar de nuevo las .líneas divisorias, y l~s lindes ide las hijuelas. Acabo de pedir al gobierna que me mande un ingeniero ----:-,djjo lentamente, con voz que indicaba. honda preocupación y algo de resentimiento, aunque sin abandonar un .solo instante una cautelosa braquisquelía sexual del desarrollo Iemenimo. También la estatura desciende. En cuanto a la nariz" se diferencia por' aumento de leptorrirnía, En síntesis, estas pocas expresiones numéricas, que he querido agregar a mi escrito para que el lector se familiarice con los elementos principales con que se elabora el diagnóstico de las razas humanas, atestiguan que el Araucano de Chile. así cómo el de la Argentina, estudiado por Ten Kat y Marelli por medio de sus restos óseos dejados en la. aIÍ)pa y. la Patagonia, es un grupo que se clasifica dentro de la raza Pueblo-Andina, una de las nueve grandes agrupaciones ra-ciales que constituyen la población aborigen de las dos Américas.


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GEOGRAE'[CA

AMERICANA

Cementerio antiguo de los Mapuche de la Argentina. Las estelas en forma de cruz latina o de San Jorge han substituído en parte las antiguas de figura humana, y en éstas, a su vez, las tocas' que rematan siempre la cabeza se han transformado en sombreros de forma europea. Se trata, sin lugar a dudas, de una época que de poco ha precedido la colonización moderna

reserva y pudor en la expresión de sus sentimientos. La primera cosa que pidió Paine-Pan, fué que procediera a una nuevadi~ visión de las parcelas de tierra· entre las familias de la reducción. Evidentemenf e, los treinta años de vida agrícola intensiva han transformado la mentalidad del Mapuche. Conforme un día con el trabajo y la cosecha indivisa y luego con la subdivisión somera y temporánea por grupos de consanguíneos, hoy día se muestra sumamente deseoso de poseer su parcela individual. El concepto de propiedad se ha. infiltrado lentamente en las comunidades más adelantadas de los Mapuche, produciendo una transformación profunda.y sólida, en el sentido de la valoración de los factores individuales, que resultaria vano buscar, como fenómeno colectivo, entre los indios de otras naciones de América, como Perú, y Bolivia. La subdivisión de las parcelas ha sido, por lo común, un hecho de resorte interno, de la reducción, v no interviene en ella el estado. Pero· ahora, según se des-

se

prendía de las palabras de Paine-Pan, se trataba de una aspiración muy distinta: de una verdadera mensura de la superficie cultivable y' su adjudicación a los varones casados. con carácter estable y - por lo que yo pude entender' ~ hereditario. En otras palabras, el verdadero concepto pleno de la propiedad rural (4). , T ambién otra circunstancia se hizo notar con evidencia, y es que la reduc-: (4) La institución de las reducciones de Iruiios en el territorio de la antigua Araucania (que comprende las pro:' vincias de Cautin, Valdivia, Bio-Bio y parte de Concepción), se remonta a la primitiva Ley de Indios de 1866. con la que el gobierno chileno reconocía legalmente eluso de una determinada fracción de tierra a cada una de las agrupaciones familiares de. Mapuche que se encontraban en dicha región. El respectivo Título de merced fué otorgado a favor del cacique, respetando la costumbre indígena, pero en realidad se trataba de una propiedad indivisa de la Que debían gozar todos los miembros, o comu11 eros. Generalmente éstos se repartían en 5 a 10 fami1 ias, las Que vivían cada una en su propia choza, por regla distanciadas una de otra, continuando la costumbre de los antiguos Mapuehe, Que nunca han formado verda. deras aldeas cerradas. La irrupción de los blancos en las provincias del sur, que de ello tomaron el nombre genérico de Frontera, ha dado origen, en el transcurso del tiempo, a un cierto número de modificaciones territoriales y legales,' cuyo móvil fué -;-'en stntesis - el apremio del blanco para ganar 'espaci9S siempre más amplios en Q'4-eestablecerse en su rol de colonizador. Por un lado, el gobierno trató de controlar la primitiva distribución de terr~nos. sobre la base de la" necesidades

:


LAS DOS ASPIRACIONES

DEL CACIQUE PAINE-PAN

235

Grupo de mujeres Mapuche. La indumentaria es moderna aunque algo desigual; las más jóvenes han adoptado medias y zapatos, mientras las de mayor edad prefieren ir 'descalzas. Ninguna renuncia a sus 'cabellos, que se llevan por lo común reunidos en una larga y única trenza. En las ceremonias es de rigor el uso de los tradicionales y ricos adornos de platería, especialmente la franja frontal y el colgante pectoral de triple cadena

ción no representaba ya una unidad como en los tiempos ya lejanos de su establecimiento. Había dos grupos de familias, separados por sus intereses antagónicos, más que por el camino provincial, que los d-jaba uno a la izquierda y otro a la derecha; el de aquende lo formaba el grupo patriarcal de las esposas, hermanos e hij os de José Paine-Pan (los hijos, para la ley de los Indios, son legítimos a pesar oe la poligamia), y el de allende los descendientes de 'ramas laterales más o menos

emparentadas entre ellas y reunidas alrededor de otros patriarcas. En segundo término Paine-Pan pidió que se le permitiera organizar un verdadero cementerio. Levantando' el brazo hacia el cerro vecino,indicó una ladera en que ya seencontra han sepultados muchos de los suvos. Pero ahora quiere cercar el sí.:o con una empalizada, y destinado exclusivamente para enterratorio. La palabra textual empleada por el cacique fué Pantheán, y puede imaginarse quéefedo singular

reales de cada comunidad indígena, y dispuso nuevamente de les superficies superfluas o que no habían sido explotadas, y por el otro los Mapuche comenzaron a reconocer los beneficios de una propiedad del suelo menos inestable, y concibieron el ideal de la subdivisión de las reduccjones en parcelas familiares sujetas a las leyes comunes de la 'propiedad de la 'tierra, En los últimos 10 años la subdivisión legal de reducciones ha ido en desarrollo siempre creciente. Mientras en 1928 quedaban aun 3,278 terrenos colectivos de antaño, en 1930 su número apenas alcanzaba a 1,510, en 1933 a 1,472 y a principios de 1934 a 1,302. La, disgregación

de las antiguas reducciones crea' un gran número de pequeñas parcelas, En 1933; pór ejemplo, las 38 propiedades colectivas' .divididas se repartieron en 830 kiiuelae, adscr iptas a otras tantas familias. Por parte del Mapuche esta transformación importa un inconveniente, el de pagar los impuestos al gobierno y a la provincia, junto con la prohibición de c.isponer del fundo por 10 años. A pesar de tales desventajas, la propiedad individual se impone a la mentalidad del moderno Mapuche pbr la innegable seguridad de las leyes comunes y otras" ventajas morales, cuya valoración es prueba de una verdedera y radical transformación del- alma del indio chileno.


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REVIS:rA

GEQGRAFICA

;\'lapa donde se muestra el progresivo desmonte de los bosques en Chile meridional. 1) Bosques en 1850-1930; 2) Regiones libres de bosques en 1850; 3) Desmontes efectuados entre 1850 y '1930; 4) Regiones susceptibles de ulte. riores desmontes. (De' McBride)

tuvo ese vocablo, en ese lugar, para mis oídos de romanista. Le .pregunté si todavía se sigue el antiguo ceremonial araucano, de deponer los cadáveres en una, canoa. Nofué su respuesta -- hoy día sepultamos los muertos como lo hacen los demás chilenos. Sin embargo, y a pesar de la ausencia de las fórmulas de antaño v de los esculpidos chel-mamell que señ;lan las fosas con su 'alta silueta ennegrecida, al mirar la agreste solemnidad del cerro, tupido de cohihues y ulmos, me sentía invadido por un extraño sentimiento de respeto' hacia ese exiguo

AMERICANA

cuadrado de tierra en que reposaban los Araucanos fundadores de la nueva civilización mapuche agrícola y modernizarite. Allí los elementos tradicio'nales del paisaje, destinad~s a desaparecer dentro de poco por completo, estaban en inmediata vecindad con los elementos del paisaje industrial nuevo, y los hombres antiguos dormían su sueño definitivo al lado de los jóvenes Mapuche que trillan el cereal con trilladora mecánica y compran en las tiendas de Temuco camisas de estilo deportivo de fabricación modernísima. Como los lectores habrán. observado, yo no pertenezco a la pléyade de viajeros que prefieren embalsamar en sus relatos los viejos encantamientos del lugar común, y hacen desnudara indias e indios para fotografiarlos con plumas y lanzas. Pero tampoco quisiera exagerar en sentido opuesto. Confieso que también he visto - después - reducciones más alejadas de los centros comerciales, en que sobreviven en cierta manera las vestiduras v las rucas de ~ntiguos tiempos. A pesar de tales dife~encias locales, es innegable que en Chile el indio está redimido por completo, y los cien mil Mapuche que lo . habitan forman una 'parte importantisima de la nación. aún en el .sentido de la producción económica. Cuando, al sacar la tableta de colores . cutáneos de von Luschan,ul!a arista' de la tapa de zinc me produjo una herida lacerante en el índice, que sangraba con cierta insistencia, la joven Lucía Paine-Pan, hija del cacique.ventró súbitamente en la habitación y yiI10 .a ofrecerme un frasquito de tintura: .'de. yodo. Es un pequeño .episodio que pudo mortificar el espíritu corrvencional del viajero, mas para €Clestudioso constituye una prueba evidente .del tenor de vida y la modernización de los Araucanos de Chile. . Una personalidadipolifica de Santia~ go, a la que estaba-yo relatando un día estas impresiones, me preguntó' sobre .ni opinión respecto al. porvenir de la población campestre' de ·Chile. -He comprobado - le contesté -que Ios'autores de la legislación de In-


LAS DOS ASPIRACIONES

Madre mapuche con sus adornos de plateria; que consisten en la venda alrededor de la nuca .. y los colgantes del pecho, s iquil! o prendedores que esta mujer se ha colocado en serie, uno arriba de otro. En cuanto a los alfileres con discos usados antaño (pÍ¡.nz6n y tupu) a veces de dimensiones enormes, su empleo ha decaído con el desuso de las túnicas ajra y del quipam. Elementos principales de tales adornos son las planchitas unidas en cadenilla y abundantes discos de plata O chauchas (con este' nombre indican en Chile todas las monedas de metal blanco}; El metal del platero chileno dista mucho de ser puro. Estos adornos han tenido un desarrollo muy grande en el. siglo XIX; antes eran muy raros, y solamente consistían en iupu para las mujeres y algún pendiente; además algún aro de plata ceñido a la cabeza por los antiguos caciques

dios cumplieron, en sus días, una 'obra magnífica y las prerrogativas conferidas al Mapuche lo han convertido, después de varias décadas, en una fuerza viva del estado. N o puedo explicarrne, en cambio, el abandono completo en que se ha dejado al campesino y jornalero común, conocido con el nombre de' roto (esta masa de desamparados, en gran parte degradada, no está constituÍda como yo había creído en un principio por una población mestiza, sino por una

DEL CACIQUE

PAI~E-PA~

237

Familia mapuche ,de la provincia de Cautín ante lit puer-ta de su, ruca, El hombre lleva la indumentaria .algo endomingada de la "ente de campo adinerada. [ótese el poncho con delicados dibujos cruelformes, que las tejedoras mapuche ejecutan con fino trabajo, especialmente en colores índigo y blanco, Las mujeres jóvenes harí abandonado ya por completo al.a.jJ"U ó antigua túnica andina, y han substituído co~ el chal moderno ~I ,antiguo quipam.

masa eminentemente colonial, en que abundan fisonom ias y tipos castellanos). Olvido realmente extraño, que no quiero ahora juzgar ni explicarme, y cuyo efecto será, la inevitable utilización de, esos rpar ias en los movimientos sociales que, por .varios :indicios,aparecen inminentes (5) .. Pero lo que mi interlocutor encontró interesante y novedoso, fué mi sugestión que el elemen. to mapuche, trabajador y organizado, podría formar en esa emergencia una gran masa de resistencia, solidaria con los defensores del orden. (5) El estudio' cumplido por el Dr. McBride por encargo de la American' Geoyraphical Society (editado en 1936), ha contrihuido a dar a los chilenos, y a los estudiosos de todo el mundo la certeza de que "change is inevitable", porque la vieja armazón económica, _de origen feudal, ya no puede resolver los problemas de la vida moderna.


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