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La música divierte, relaja y sana
4 NOVIEMBRE
NOTA DE TAPA
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La música genera en los seres humanos incontables beneficios físicos, emocionales, cognitivos y psicológicos. A nivel del organismo, incide directamente sobre el sistema inmunológico.
La música
divierte, relaja y sana
La música tiene efectos poderosos en el cuerpo humano, según confirma la ciencia. Numerosos estudios científicos indican que la música activa mas partes del cerebro que cualquier otro estímulo humano, optimizando la calidad de vida y el bienestar en los ámbitos físico, mental y psicológico.
Escuchar música es uno de los placeres de la vida. Durante la tercera edad, oir música, bailar y cantar resulta muy beneficioso, porque ayuda a superar la depresión, angustia y activa la memoria al escuchar melodías que traen recuerdos.
Cuando se escucha música, el cerebro se activa en distintas áreas. En efecto, la música activa más partes del cerebro que cualquier otro estímulo humano, según un estudio realizado por la Universidad de Florida.
En los niños, la música ayuda a desarrollar habilidades lingüísticas, como el desarrollo del vocabulario, y la memoria auditiva. Por otro lado, el contacto con instrumentos y juguetes musicales les bienestar emocional.
Los efectos en el cerebro son asombrosos. Los estudios realizados encontraron que la música afecta la química del cerebro. Las melodías agradables, por ejemplo, hacen que el organismo se inunde de dopamina, una neurohormona liberada por el hipotálamo que se le relaciona con el placer. También detectó sus benéficas funciones cuando está presente en los procesos de aprendizaje, comportamiento, actividad motora, sueño, el humor y la atención.
La música tiene relación con la mejora de la actividad motora, por ejemplo, en el tratamiento de pacientes con parkinson o en el incremento del razonamiento espacial en pacientes autistas y para el apoyo en terapias de pacientes que sufren convulsiones.
La música es energizante o relajante. Escucharla afecta el latido del corazón, el pulso y la presión arterial. La música es capaz de cambiar la velocidad de las ondas cerebrales. Es así que, con un pulso de unos sesenta beats por minuto, puede llegar a cambiar la conciencia beta hacia el rango alfa, con lo que mejora el estado de alerta y el bienestar general, algo muy parecido a lo que sucede con la meditación y la yoga.
La música
• Regula el nivel de hormonas relacionadas con el estrés.
• Fortalece la memoria y el aprendizaje.
• Afecta la velocidad de las ondas cerebrales.