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Despensa Karina ¡Estamos para servirte
Desde hace más de cuarenta años, la Despensa Karina es un punto de encuentro en el barrio Nuestra Señora de la Asunción de la capital. Detrás hay toda una historia, la de la familia Ramírez Rodríguez. Así lo cuenta Ever Ramírez, quien actualmente está a cargo del negocio familiar, junto a su esposa Verónica Espínola.
La Despensa Karina se encuentra en la calle Tavytera Nº 1688 casi Chamacoco, del mencionado barrio capitalino. Agiornado a la tecnología, el almacén tiene su cuenta en Whatsapp, donde el primer saludo es “¡Estamos para servirte!”
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“En sus inicios, al frente del almacén estuvo mi madre, doña Silvia Rodríguez, Viuda de Ramírez. Luego pasó a manos de mis hermanos. Primero Alcides, luego Karina y finalmente, desde hace once años, tomamos la posta mi señora Verónica Espínola y yo”, relata Ever, quien es padre de Silvia Lizeth (10 años de edad) y Vannia Sophía (6 años).
“Mi familia es mi principal soporte. Mi esposa y mis hijas me apoyan en esta experiencia de salir adelante en este negocio, porque es un trabajo que se debe hacer en conjunto”, cuenta.
Al hablar del modelo de negocio que le toca administrar, Ever reconoce que si bien no es un negocio estructurado como lo es una empresa, el almacén sobrevive a través del tiempo. “Incluso sin contar con la ayuda que prestan, por ejemplo, las grandes empresas a los supermercados y demás cadenas (créditos, repositores, ofertas, etc.)”, indica. Consultado sobre el valor y el rol que cumple una despensa en un barrio, Ever destacó: “Las despensas son un punto de encuentro para los vecinos que no se ven a diario o no se veían hace tiempo. Los despenseros siempre estamos a las órdenes cuando se realizan actividades benéficas, ya sea económica o como un punto de información de actividades que se harán en el barrio. Incluso, en algunos casos, hasta se llegan a realizar actividades en el local. Otro punto importante también es que estamos siempre disponibles para ayudar a un emprendedor, dándoles un espacio dentro de nuestro local donde puedan exhibir sus productos, para que la gente les conozca”, refiere.
CAPACITACIÓN Y CÚMULO DE EXPERIENCIAS
Al hablar sobre cómo le ayudó el hecho de formar parte de la Asociación de Almaceneros Minoristas del Paraguay (AMP), Ever señala que fue a través de las capacitaciones que brindan y las experiencias que cada miembro acumuló a través de los años y que comparten con todos, para que los pongan en práctica en sus respectivos negocios. “Estar en la asociación me motivó a crecer cada día más. No existe una carrera donde te enseñen a ser almacenero. Lo vas aprendiendo día a día. Estar en la Asociación, compartir ideas, escuchar experiencias de otros almaceneros, motiva a seguir y a formar un gremio grande y fuerte, que nos respalde en nuestra lucha contra los privilegios que tienen las cadenas de supermercados”, es la reflexión que hace al destacar la importancia de que más almaceneros se sumen a la AMP.
Asimismo, habla de la importancia que tiene para los almaceneros contar con una cooperativa que les respalde. “Los almacenes son prácticamente los que mueven la economía en los barrios, ya que trabajamos netamente al contado. Por eso, necesitamos siempre de un respaldo económico. Una cooperativa nos ayudaría muchísimo, porque nos daría ese respaldo necesario, sin tasas de interés muy altas, como las que tienen los bancos y las financieras”, aduce.
EN NUESTRO PAÍS EXISTEN 55.000 COMERCIOS MINORITARIOS, DE LOS CUALES 4.000 ESTÁN EN ASUNCIÓN Y GRAN ASUNCIÓN.