RETENTIVA VIVA - Detalles y vivencias en Navas de San Juan -
En los Encuentros de Creación El Cortijo de la edición de 2021, se desarrolla este proyecto de investigación del tú a tú. El documento-resultado lo tiene usted entre manos. Verá que a lo largo del mismo se recopilan recuerdos expuestos de forma sencilla y literal. Estos recuerdos se han rescatado de conversaciones con las personas participantes. Algunas conversaciones han sucedido de forma individual y otras en el encuentro Hacer Memoria, que tuvo lugar en la Plaza del Ayuntamiento el día 14 de julio de 2021. Hablamos del funcionamiento de la vida, de los juegos, de responsabilidades y miedos, del carnaval, de los encierros... Hacemos una retentiva particular. Agradezco a quienes hacen posibles estos encuentros y a las personas que aportaron su memoria: José Collado, Amparo E. Güido, Ana Güido, Pepa Guzmán, Pedro Magaña, Pepi Peñalver, Maria Luisa Pineda, María Raigal, Lola Retala, Eudelia Rodríguez, Conchita Rojas, Juana Sánchez, Luisa Sánchez y Juani Serrano. Los dibujos y la investigación han sido elaborados por María Matas. Navas de San Juan, 2021
3
Los primeros bombones que vinieron al pueblo los traía Tirso. Valían a siete pesetas. Como a mí aquella semana me daban una peseta al día, las iba guardando toda la semana para poder comprarme mi bombón el día de San Pedro.
4
La primera cocacola que vino al pueblo la trajo Marianillo. Que decían que si se bebía no dormías, y es que antes la cocacola era bastante más fuerte que ahora. Una tarde la probamos y no dormimos aquella noche.
5
“Los barquillos de canela, pa tu tía y pa tu abuela“
Nos cambiaban las suelas de alpargatas viejas y rotas por barquillos.
6
Venían romances y vendían las canciones. Así, sin instrumentos ni nada se ponían en las plazas a señalar con una varilla para seguir las letras que iban cantando y nosotras les comprábamos las canciones. Todavía habrá alguna letrilla de esas guardada en mi casa.
7
Cuando estábamos de luto la tele se tapaba. Yo me acuerdo de ponerle una sábana, por si venía alguien que se viera que no la veíamos. Ahora, yo no se para qué se hacían estas cosas si luego íbamos a verla a la casa de la vecina.
8
9
Cuando los Hojalateros cerraban el taller en verano todos sabían que se habían ido al río. Como todos ellos tocaban instrumentos, de momento el río se llenaba de gente.
En el año 62 pusieron la fuente de la iglesia el mismo día que nació mi hermana.
10
El agua de la Fuente de la Taza era la que se usaba para beber en las casas. Aquella fuente era donde iban los muchachos a pelar la pava, aunque también se formaban peleas. En las épocas en las que echaba un hilillo de agua había que levantarse muy temprano para coger vez, muchas veces había discusiones y se rompían los cántaros.
11
Nos gustaba bajar las escaleras de la Plaza del Ayuntamiento como princesas.
12
13
Nos hacíamos nuestras propias alacenas en las esquinas y las decorábamos con trozos de platos que se rompían
14
15
Mi madre me dijo que no mojara la muñeca de cartón que me habían traído los reyes... ¡Ni tres días tardé! Y como era de cartón se hinchó y me quedé sin muñeca.
16
17
Jugábamos a los cromos. Nos sentábamos ahí donde había una farmacia, llevábamos las cajas de optalidon con nuestros cromos y jugábamos allí a la luz del foco. Aquella mujer era muy cariñosa.
18
19
¡Ah! ¡Me voy pa mi casa! Ya no juego más contigo, ¡que los toros no se suben a las rejas!
20
21
¡Hoy toca tarde de fotos!
22
23
¿Pero tú cómo entiendes las cartas de la chacha? Si ahí no pone ná.
24
25
No me gustaba la escuela y para que no me la saltara me iban dando palos desde el cañete hasta la esquina de Presenta.
27
Me movía mucho y no dejaba a mi hermana dormir. Ella cantaba esto muy solemne y a mí de daba un miedo que me moría. La música hacía su función: me quedaba quieta y me dormía de momento.
28
29
Se cayeron solos los platos, me asusté tanto que las piernas parecían chocolate.
30
31
Un día un hombre se tiró por la carretera y se mató. Yo tenía cinco años. No se ni quién era el hombre, solo recuerdo ver correr mucha gente detrás de mi casa.
32
33
Con ocho años te enseñaban a bordar: bordabas tu dote.
34
A saber quién será el baboso que se limpie las babas en esta servilleta
35
Cuando era chica me venía a la plaza con mi hermano. Las chiquillas jugaban al corro y me decían que jugara con ellas. Yo no iba porque tenía que cuidar a mi hermano, me sentaba en la valla con él.
37
Íbamos a Vadillo a lavar la ropa. Más de media hora tardábamos en llegar
38
Cuando me casé me acuerdo que fui a lavar la lana de los colchones a las pilas.
39
En la fiesta de San Juan, cuando hacían los encierros, cortaban las bocacalles y ponían maderas y bidones.
41
No vi la verbena jamás en mi vida porque a las diez tenía que estar en mi casa.
42
Íbamos de encierro pero teníamos que volver antes de que salieran los toros para que no nos pillaran por el camino. Se nos había hecho un poco tarde y salimos corriendo pensando que podían aparecer en cualquier momento. Yo llevaba unos zapatos que me quedaban pequeños y después de la carrera ya ni me molestaban. ¡Claro! Se habían hecho unas rajas... 43
Me di la vuelta y pensaba que me perseguía el toro. Salí corriendo y salté un bidón al paso. Al final era un muchachillo. No sé cómo conseguí saltar aquello.
44
Casi pillan a los toros a mi madre porque se cayó y se quedó plantada allí enmedio. Sin embargo a Pura la cogieron del brazo y como pesaba poco voló como una muñequilla.
45
En la verbena que hacían aquí en mi juventud, con un refresco echabas la noche.
46
Bailábamos en la fiesta de San Juan y los encierros me gustan mucho y la romería de la Virgen de la Estrella. Bailábamos la conga desde La Estrella hasta ahí la calle abajo.
47
Me vestí de mora un carnaval. Llevaba un cesto con una serpiente de las de juguete, le puse un anzuelo y un hilo de sedal de pescar. Cuando tocaba la flauta la serpiente se movía, subía y bajaba. La gente que lo veía salía corriendo, se pensaban que la serpiente era de verdad.
48
Me vestí de teletabi y llovía a mares, pero me recorrí el pueblo entero de punta a punta con el painete.
49
Le hicieron una canción a Maria Estrella en el carnaval y fueron a cantársela a su casa. Iban montando tanto jaleo que todo el pueblo se iba uniendo a ellos.
50
Corríamos por todo el pueblo disfrazados, íbamos esquivando a los municipales, porque entonces no se podía uno disfrazar.
51
El traje lo hice yo con un sombrero viejo, una cruz bordaílla y un trapo rojo... Fue el segundo premio, guardo el sobre todavía.
52
53
En carnavales se jugaba a lanzar el botijo.
54
55
El disfraz un año de Maria Estrella fue que se metió en una caja que parecía un carrito de bebé y lo mirabas y se veía la cara. ¡Claro! Llena de arrugas y con muy pocos dientes, si era ya vieja.
56
A Juana un día la invitaron a comer una carne de conejo que estaba buenísima. Tanto le insistieron que se la comió. Cuando se enteró de que era gato echó veinte para uno que se había comido. A mi tío Domingo también le hicieron una de esas, pero él comió lagarto.
57
Espero que ahora tengas una idea más completa de lo que es este pueblo, por lo que tuvo relevancia a través de los ojos y las pieles de unas cuantas. La historia no es sólo lo que aparece en los libros de historia. No podemos olvidar el gran valor que tienen las vivencias y experiencias personales, el pararse a escuchar y a aprender de lo que otras y otros han vivido para comprender lo de ahora. Darse cuenta de que muchos de esos recuerdos son compartidos y son, también, los vínculos que unen a las personas.
María Matas Encuentros de Creación El Cortjo
Navas de San Juan, julio 2021