21 SALONES 21 VERSIONES Un estudio de caso de los salones de los apartamentos de las Torres del Parque
maría angélica mejía pimienta michelle ocampo · daniel salcedo fabián medina · miguel olaya
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21 SALONES 21 VERSIONES
21 SALONES 21 VERSIONES Un estudio de caso de los salones de los apartamentos de las Torres del Parque
maría angélica mejía pimienta michelle ocampo · daniel salcedo fabián medina · miguel olaya Monografía para la opción en Arquitectura y Ciudad Departamento de Arquitectura · Facultad de Arquitectura y Diseño Universidad de Los Andes Mayo de 2009
Investigación y textos:
María Angélica Mejía Pimienta
Fotografías:
Michelle Ocampo Daniel Salcedo Fabián Medina
Diseño editorial:
Miguel Olaya
agradecimientos
Gracias a: Alessandra y Pablo, Álvaro, Amalia y Giselle, Amparo y Jorge, Ana Gabriela, Andrés, Angelika, Amelie y Eva, Carolina, Miguel y Pablo, Claudia, Shawn y Siena, Felipe Arturo y Luisa, Francisco, Inés y Daniel, Juan Camilo, Lily, María Cecilia, Marta, Martín, Rosario y Dieguito, Santiago, Sara, Stefania y Matilde por darle la oportunidad a la investigación de existir. Michelle, Daniel y Fabián por ser cómplices en esta visita a la arquitectura doméstica de Rogelio; por registrar y editar ingeniosamente los espacios con sus temperaturas y texturas. Santiago por las numerosas visitas de prueba a su apartamento y por confesar sus opiniones como artista frente a este experimento. Inés y Daniel por refrescar la investigación con nuevas y muy acertadas ideas; por permitirme visitar su casa en naturaleza de biblioteca. Miguel por apoyar la posproducción del documento y por dejar huella de su sensibilidad gráfica —y arquitectónica— en cada una de las páginas. Fabio por compartir accidentalmente su idea en una mañana de febrero; por guiar y comentar la investigación. Rafael por su firme ayuda tras una y otra temática para esta monografía. Antonio por alimentar con cada encuentro mi fijación por la arquitectura; la emoción que genera habitar y observar el espacio y su relación con mi oficio. Fabio Zambrano por dar espacio a mis reflexiones fanáticas en sus cursos de historia de Bogotá a través de la plaza y los barrios.
contenido
El objetivo
4
Contextualización histórica del proyecto
13
Aspectos del proyecto
19
Introducción al estudio de caso
29
Presentación del material
31
Interpretaciones
51
Conclusiones
61
Referencias
63
Apéndice
65
el objetivo
este ensayo recae en el diálogo, a veces suscitado a veces olvidado, entre la arquitectura de la casa y la vivencia interior. En pocas palabras, la obvia pero a la vez ingrata relación entre forma y uso. Dicha experiencia interior implica la variación de la vida misma, transiciones y reinvenciones hechas por la mano no artística, consciente y no consciente de sus protagonistas: los residentes.
la inspiración de
La vida cotidiana no está hecha solo de sentimiento, sino también de creación, y el arte es considerado como paradigma de toda actividad creadora y productiva. Sierra 1996, 32
No es claro si la arquitectura consideró la continuidad de la vivienda más allá del impecable taller de proyectos y la fijación de los primeros pilotes. Todo indica que los arquitectos hablan de vivienda y espacio, mientras los habitantes hablan de casa y uso. Sin embargo, la intención de estas líneas no
es agitar bruscamente la genialidad del diseño residencial ni la metodología arquitectónica impartida en la academia. Se busca reflexionar sobre el medio que hace posible el nexo entre los habitantes y la arquitectura a través de un reino que, por su aparente quietud y reducida escala, ha sido desligado del sofisticado proceso arquitectónico. En concreto se hace referencia a los artefactos y lógicas que guían el proceso de amoblamiento, capaces de convertir el espacio ‘genérico’ y desnudo en una casa; lejos de la finalidad de un museo o un monumento. Son muchos los interrogantes que despierta la observación consciente de la casa. ¿Cómo se usa? ¿Qué opiniones hay sobre ella? ¿En qué ideología se inspiró su creador, el responsable de la envolvente estructura? ¿Cuál es la naturaleza de los artefactos que habitan el espacio? y consecuentemente ¿Cuál es el carácter de la casa? El tema implica enfrentarse a dualidades como forma y contenido, arquitecto y habitante, rigidez y mutabilidad, unidad inmobiliaria y universo mobiliario. Estas dualidades son física, teórica y emocionalmente incluyentes.
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Comedor, dibujo de Xavier Monteys.
Comedor de las Torres del Parque.
A la luz de lo anterior, el presente ensayo extrae sus más interesantes conclusiones del estudio de caso de un espacio particular de la casa cuyo lienzo es a la vez un proyecto arquitectónico específico: los salones de los apartamentos de Residencias El Parque de la ciudad de Bogotá. La metodología que guiará las próximas líneas se resume a continuación: • Contextualización histórica del proyecto. • Aspectos del proyecto. • Introducción al estudio de caso. • Presentación del material. • Interpretaciones. • Conclusiones. Se reitera entonces: el espacio a observar es el salón de las unidades habitacionales, unidades cuya piel envolvente son las Residencias El Parque del arquitecto Rogelio Salmona, mejor conocidas como Torres del Parque.
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contextualización histórica del proyecto
Ese trozo decisivo de ciudad [el centro] adquirió, entre 1955 y 1970 un carácter urbano y arquitectónico señalado por dos hechos básicos: El primero, la inexistencia, en ese lapso, de una planeación integral del sector, e incluso de una reglamentación estable de alturas permisibles, densidad y espacios libres o públicos, puesto que éstas últimos normas fueron variando según las presiones e intereses de propietarios y promotores. El segundo, el predominio total en el sector de la arquitectura comercial de “estilo internacional”
Téllez 2006, 178
del proyecto Residencias El Parque, o mejor conocido como Torres del Parque, se remontan a los primeros bocetos
Dibujo para el proyecto de las Torres del Parque, 1965 según apareció en Credencial Historia 114, junio de 1999.
Uno de los primeros esquemas, en volumen único, para las Torres del Parque que realizó Rogelio Salmona en 1963. Téllez 2006,180.
1964. Seis años después se concretaría la construcción de las Torres convirtiéndose así en una obra arquitectónica fundamental dentro del centro de Bogotá. Desde el Anuario de Arquitectura Colombiana hasta la revista de arquitectura Proa hacen referencia a las Torres del Parque como un proyecto que buscaba solucionar el problema de densificación de la ciudad así como nutrir el paisaje del entonces cotizado “Centro Internacional”. Las Torres estuvieron lideradas por el Arquitecto Rogelio Salmona en colaboración de los colegas M.V. Acosta, C. Castillo, L. Martínez, U. Ripoll, M.V. Téllez, L.E. Torres y E. Zárate. El impulso financiero recayó en
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una de las empresas industriales y comerciales del Estado: el Banco Central Hipotecario (BCH). Dicha organización, fundada en 1932, estaba vinculada al Ministerio de Hacienda y Crédito Público. Paralelo a su función de captar ahorro, el BCH lideraba convocatorias y programas de financiamiento para proyectos residenciales (Saldarriaga y Carrascal 2006, 29). Según Rogelio Salmona: Obra Completa 1959–2005 (Téllez 2006), para lo que concierne a las Residencias El Parque, el BCH se apartó de su política tradicional de brindar vivienda a las clases medias en focos urbanos alejados del centro histórico de la capital. Téllez (2006, 178) recuerda el discurso arquitectónico vigente en la década del 60 en cuanto al proceso de urbanización de Bogotá: “(…) una necesaria densificación de los sectores centrales de la ciudad, en preferencia a una continuada dispersión de la misma”. El autor menciona la incursión de dos hoteles en la zona así como el conjunto residencial Bavaria y uno adyacente al Hotel Tequendama. Las Torres del Parque y la renovación urbana del barrio colonial Santa Bárbara fueron las últimas grandes iniciativas de urbanismo y construcción del BCH en la década del 60. Entre el abanico de los diversos proyectos arquitectónicos del siglo XX, las Torres del Parque fueron seleccionadas como Monumento Nacional casi veintisiete años después de su inauguración (Téllez 2006, 184). La
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Fotos de la autora
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íntima relación que existe entre el Proyecto y el imaginario bogotano es el reflejo de la acertada inserción de las Torres en el centro capitalino en dos naturalezas: 1. Como obra de arte dentro de la ciudad y 2. Como solución de vivienda. La ideología de Salmona en cuanto al poder de la arquitectura para asombrar (las relaciones sociales y poéticas que surgen de la experiencia urbana) logra cristalizarse en las Torres. La estructura permite el dinamismo entre el espacio público y el espacio privado. Los empinados volúmenes se abren a la ciudad para recibir no solo el impresionante paisaje sino los transeúntes que en ella habitan. En una entrevista concedida en 1999 a El Malpensante, Salmona, hablando de su propia obra, resaltaba el valor emotivo de la arquitectura y la diversidad de espacios que un único conjunto es capaz de brindar: A mí me gusta que la arquitectura sea tranquila, serena, que uno pueda describirla a medida que la recorre, que la conoce, que la vive. Me gusta la arquitectura que produce una emoción contenida, no una emoción a gritos. También me gusta que tenga una gran variedad dentro de la mayor unidad posible, porque la idea de un conjunto me parece importante. Me gusta crear espacios variado sin que se pierda la armonía en el conjunto. Y busco que al pasar de un espacio a otro, por medio de los recorridos, vayan encontrando
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ambientes sorpresivos. El objeto de la arquitectura es, como decía LeCorbusier, crear espacios increíbles. Posada Barbosa 1999, 34
La proyección de entes comerciales y zonas sociales, entre otras disposiciones arquitectónicas, responden a la tipología del mercado residencial de clase media de entonces, no solo a nivel local sino internacional. En el artículo “Nuevas ciudades”, publicado en la revista Proa en 1966, aparecen las siguientes palabras de Lewis Keeble, entonces presidente del Town Planning Institute de Londres: La promoción de vida social e instituciones no es ni mucho menos labor de los planificadores; su trabajo está relacionado con solares y edificaciones, pero puede contribuir su éxito si consigue aumentar al máximo su accesibilidad. La pauta aceptada generalmente, y que ha demostrado ser satisfactoria, es que deberían existir comercios locales, una guardería infantil y espacios abiertos, en un radio de cinco minutos a pie desde cada casa, y una escuela primaria a no más de 10 minutos de cada vivienda. Keeble 1966, 2
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aspectos del proyecto
Aunque el conjunto de las Torres del Parque es hoy reconocido como una de las mejores obras arquitectónicas latinoamericanas del siglo XX, su construcción a comienzos de los años setenta estuvo rodeada de fuertes polémicas. No era fácil entender por qué unos edificios de apartamentos no eran juiciosamente rectangulares, como lo eran todos, sino que se torcían en curvas ascendentes que parecían caprichosamente escultóricas. Arango 1999
están ubicadas entre las calles 26 y 27, lindando con la Plaza de Toros Santamaría en el sentido occidental y la carrera 5ta en el oriental. Las particularidades del terreno (8.046 m²) fueron ingeniosamente trabajadas por
las residencias el parque
Fachada del Tercer Anteproyecto. 4arquitecturas 1999, 35
el arquitecto, en especial la pendiente del sector hacia la ciudad recurriendo a soluciones escalonadas (Proa 1967, 11). El proyecto consta de 294 apartamentos distribuidos en tres masas arquitectónicas de alturas y dimensiones heterogéneas. “La forma general y las alturas están resueltas en función del contorno urbano” (Proa 1972, 8). El área promedio de las unidades habitacionales es de 128 m² y cuentan con tres o cuatro dormitorios, sala comedor, cocina y demás servicios para el confort (hall de entrada, estudio, lavandería, terraza). En resumen, cada edificio goza de las siguientes características: Plantas Apartamentos Alcobas Niveles por apartamento Ascensores Locales comerciales Cafetería
torre c
32 117 1a4 1, 2 o 3 3 8 –
torre a
39 112 3a4 2o3 3 4 –
La curvatura de las fachadas responde al deseo del arquitecto por maximizar la luz en los interiores así como por ofrecer espacios de diversa naturaleza dentro del mismo complejo.
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torre b
22 65 1a4 1, 2 o 3 2 7 1
Sistema de generatrices de trazado de las Torres del Parque. Téllez 2006, 185.
Si bien la distribución de los tres volúmenes establece un diálogo con la ciudad inmediata, es evidente la relación espacial entre ellos. Como se mencionó en el apartado 1, el Complejo goza de unidades comerciales y zonas comunales. Según la revista Proa en una de sus ediciones de año 1967, las Torres contarían con 17 almacenes, una guardería infantil, una cafetería, una sala de reunión, 70% de área libre con jardines y 2 plazoletas y parqueaderos bajo cubierta. El número de los parqueaderos ha variado; se han reducido los límites originales y con ello ampliado el número total. Desde el uso de materiales como la ocupación del terreno corresponden a las características locales del proyecto. En una entrevista realizada al arquitecto Daniel Bermúdez (2009) para fines de esta investigación, este compartió “(...) claro que sí, el Proyecto fue una solución a la vivienda; a la vivienda del sector no a la del país”. Cada unidad habitacional es el reflejo de los principios generales del conjunto; a su vez la sumatoria de los apartamentos —en sentido agregado— influye en estructu-
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ración de la totalidad. El artículo “Torres del Parque”, publicado en 4arquitecturas expresó lo siguiente: La implejidad formal de cada torre obedece en realidad a un esquema geométrico sencillo y repetitivo que integra las razones morfológicas de relación con el contexto con las tipologías de apartamento; se trata de de un módulo básico que se repite y se une al anterior de tal manera que conforma una estructura radial. La lógica ortogonal y la radial se combinan para producir un volumen 4arquitecturas 1999, 40
En cuanto a la experiencia interior de los apartamentos, es evidente la forma como el espacio responde a los principios generales del proyecto. De manera orgánica las unidades se “deforman” para incorporar el paisaje urbano y con este, la penetrante luz de la ciudad. La decisión de cubrir con ladrillo tanto las fachadas de los tres edificios como sus áreas adyacentes, responde al genuino interés del arquitecto por la identidad que este materail establece con el contexto local. Dada la existencia de ventana corrida, es de esperar que la ventanería goce de una extensión tan impresionante como la del ladrillo mismo. En general, las posiciones frente a los espacios de las Torres, resaltan la solución “fluida y continua” de la zona social permitiendo así la separación y
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caracterización del salón y del comedor. El ya mencionado arquitecto Bermúdez, hace alusión a la eficiencia de las zonas de circulación en 120 m²y la forma acertada en que se pensó el proyecto del salón y el comedor. Si bien la existencia de ángulos no ortogonales exige una especial atención por parte de los habitantes al momento de dirigir sus procesos de amoblamiento, Bermúdez afirma que la estructura autónoma de las Torres no es menos rigurosa a la de un modelo inspirado en el Estilo Internacional. De hecho, opina Bermúdez (…) pero las Torres responden a todos los principios de la arquitectura moderna: aire y luz. Los principios Le Corbusianos y todo el proceso higienista de la construcción se satisfacen acá. Por ejemplo la ventilación cruzada e independencia entre las alcobas. Al analizar los planos estructurales uno se da cuenta que las formas son tan racionales como las que propone la arquitectura moderna. Los casquetones son iguales en los tres casos lo que pasa es que no son ortogonales.
En las Torres del Parque se identifican tres tipos de apartamentos cuya distribución no está condicionada a un edificio en particular. Es una distribución transversal de las diversas unidades habitacionales a lo largo de las tres torres del complejo. En las siguientes páginas se muestra la tipología según apareció en la revista Proa (1972, 12).
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apartamento tipo i
Este tipo de apartamento se encuentra en las primeras plantas de los edificios a y c. 1
Hall de entrada
2
Sala comedor
3
Cocina
4
LavanderĂa
6
Dormitorio principal
7
Dormitorio de niĂąos
11
Dormitorio de servicio
12
Estudio
13
Terraza
Planta baja 4
3
11 1
2 13
12
Planta superior 7
7 7 6
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apartamento tipo ii
Este tipo de apartamento se halla en varios pisos de los edificios a, b y c. 1
Hall de entrada
2
Sala comedor
3
Cocina
4
Dependencias del servicio
5
Balc贸n
6
Dormitorio principal
7
Dormitorio de ni帽os
Planta baja 4 1
2
3
5
Planta superior
7 6
7 7
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apartamento tipo iii
Este tipo de apartamento se encuentra en diferentes pisos de los edificios b y c.
Planta baja 8
1
Hall de entrada
2
Sala comedor
3
Cocina
4
Lavandería
5
Balcón
6
Dormitorio principal
7
Dormitorio de niños
8
Alacena
10
4
1
3 5
9
Planta superior
Baño principal
10
7
6 7
28
2
Una vez familiarizada la mente del lector con los aspectos fundamentales del Proyecto, las siguientes líneas invitan a la reflexión consciente sobre la casa —en especial el salón— su correspondencia con las características estructurales, las soluciones de amoblamiento, las preferencias de los habitantes; sus posibilidades y ambiciones creativas dentro del espacio. El diálogo entre forma y uso, casa y vivienda fue expresada por Salmona en el prólogo del artículo “Repertorio Formal de Arquitectura Doméstica. Cartagena de Indias. Época Colonial” (Téllez y Maure 1982). La casa es nuestro rincón del mundo. Es nuestro primer universo. La arquitectura doméstica —la casa y su entorno inmediato—, es el legado más humilde, pero no el menos importante que una sociedad deja a la historia. Es la arquitectura hecha por el grupo familiar, para conformar el sitio alrededor del cual se va a organizar y desarrollar la vida doméstica, y también el sistema de relaciones de todo el conjunto de la comunidad.
Al final, en su fase concluyente, el presente ensayo volverá a las reflexiones de Salmona, así como a otras tantas citadas a lo largo de estas líneas: Banchelard, Bermúdez, Fuentes y Monteys, Sierra, Rybczynski, Corsini y claro, los habitantes.
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introducción al estudio de caso descripción de un proceso
del presente ensayo se apoya en un riguroso registro fotográfico de 21 salones, así como las correspondientes 21 apreciaciones que los residentes compartieron. El cuestionario constó de las siguientes preguntas:
el estudio de caso
¿Hace cuánto vive en las Torres del Parque? ¿Cuántas personas viven en el apartamento? ¿Ha tenido algunas dificultades amoblando el espacio (ejemplos, experiencias)? ¿En qué estilo decorativo se ha inspirado para amoblar el espacio? ¿Qué tipo de muebles tiene en su sala (qué historia han tenido)? ¿Cuál es su mueble preferido? ¿Cuál es la característica que más aprecia de su sala?
El levantamiento de la información se llevó a cabo durante el mes de marzo de 2009. Se acudió a la convocatoria formal a través de la Oficina Administrativa del Conjunto así como a colaboraciones y contactos previamente
establecidos, siendo la segunda situación la más ventajosa para la investigación. El equipo involucrado en el levantamiento de dicho material estuvo integrado por Michelle Ocampo, Daniel Salcedo, Fabián Medina y la investigadora, María Mejía. Según las características estructurales de las Torres del Parque —expuestas en el apartado 2—, la distribución de la muestra de las unidades es de la siguiente manera: tipo i ii
iii
no.
torre a
torre b
1* · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · 907 2 · · · · · · · · · 1204 3 · · · · · · · · · 806 4 · · · · · · · · · 1807 5 · · · · · · · · · 703 6 · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · 7 · · · · · · · · · 605 8 · · · · · · · · · 205 9 · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · 10 · · · · · · · · · 204 11 · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · 12 · · · · · · · · · 2405 13 · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · 14 · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · 309 15 · · · · · · · · · 606 16 · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · 1304 17 · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · 18 · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · 302 19 · · · · · · · · · 2804 20 · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · 21 · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · ·
10
total
32
4
torre c
total
1
· · · · · · · · · · 1107 · · · · · · · · · · 1507
··········
509
··········
904
··········
905
· · · · · · · · · · 2101 · · · · · · · · · · 701
7
18 2
* Con estos números se identificarán las unidades en el resto del documento.
presentación del material descripción
las fotografías
En resumen, en la más interminable de las dialécticas, el ser amparado sensibiliza los límites de su albergue. Vive la casa en su realidad y en su virtualidad, con el pensamiento y los sueños. (...) Así, abordando las imágenes de la casa con la preocupación de no quebrar la solidaridad de la memoria y de la imaginación, podemos esperar hacer que sentir toda la elasticidad psicológica de una imagen que nos conmueve con una profundidad insospechada. Bachelard 1975, 35–36
observados, 8 cuentan con una o varias de las siguientes intervenciones: ampliación de la ventana de la terraza, eliminación de la pared que separa la zona de lavandería del salón o traslado de la cocina.
de los 21 salones
1
Ventana del sal贸n hacia la terraza
Se opta por continuar la ventana hasta el piso con el prop贸sito de ampliar la fuente de luz hacia el sal贸n y conquistar la vista de la terraza desde la altura de los sof谩s en los salones.
34
1
35
2
9
4
13
Pared divisoria de la zona de lavandería
Algunos residentes han suprimido la pared que separa el salón de la zona de lavandería. Los casos en que dicha intervención es parcial son los salones 8 y 19. El primero, soluciona el interés por una contemplación continuada hacia el exterior haciendo una pequeña intervención no estructural. El caso del salón 19 amplía el salón en las dimensiones del original cuarto de servicio. El caso en que dicha intervención es más radical se evidencia en el salón 4, donde el residente amplió el salón incluyendo en su totalidad la original zona de lavandería.
36
4
8
19
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Trasladar la cocina
En el caso de los apartamentos 13 y 18, se ha optado por trasladar la cocina a donde originalmente estaba la zona de lavandería. La forma como se ha resuelto el deseo por una cocina más amplia e iluminada, en los casos referenciados, ha incidido directa y significativamente sobre la habitabilidad del salón; ya sea a través de la contemplación continuada e iluminación como en el salón 18 o el caso del apartamento 13 —de forma más evidente— dado el monoespacio que resulta de la cocina y el espacio adyacente. Tal “espacio adyacente” a la cocina se destina comúnmente al salón; sin embargo, los residentes del apartamento 13 lo han destinado al comedor.
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13
18
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los cuestionarios
La gente, las personas que habitan los edificios, siguen siendo, en el fondo los grandes olvidados de la arquitectura residencial. Sin embargo, una casa, es una vivienda más la gente que la habita y los objetos que guarda. Fuentes y Monteys 2001, 14
A continuación se presentan las observaciones resumidas frente a cada una de las categorías del cuestionario. Dichas observaciones constituyen una primera aproximación al perfil de los residentes; perfil compuesto por preferencias, fijaciones, lógicas afectivas, entre otros parámetros que direccionan el proceso del amoblamiento. Tiempo en el apartamento
En resumen se encuentra que en menor periodo de residencia es de mes y medio, pasando por 7, 15 y hasta 20 años de vida en el apartamento. Hay casos en que el residente ha vivido en otros apartamentos diferentes al fotografiado; en ese orden de ideas el tiempo como residente (general) del Complejo es mayor. Un ejemplo de ello es un matrimonio el cual lleva 30 años en las Torres y, en particular, 19 años en el actual al momento de la fotografía. Una posible explicación de ello, expresada por los residentes, tiene que ver con la naturaleza de la propiedad. Es decir, en seis de los casos, los residentes han “rotado” en diferentes unidades dentro del complejo en
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carácter de arrendatarios. Finalmente, consiguen la propiedad definitiva del apartamento instalándose con proyecciones de tipo permanente. Número de habitantes
El número de los habitantes refleja los patrones demográficos de la ciudad en lo concerniente a las clases media-alta y alta. Las familias de los residentes en cuestión, son de máximo 4 miembros; un matrimonio con uno o dos niños pequeños (9 casos). Se observó un caso en que los 4 habitantes de una misma unidad eran jóvenes universitarios; otro caso dos amigos profesionales. Finalmente, en la mayoría de las situaciones residen únicamente parejas. Dichas parejas son matrimonios cuyos hijos ya se han independizado y, en algunos casos incluso, viven en el mismo complejo. Dificultades amoblando el espacio
Las posiciones frente a este tema varían bastante y sería radical definir un juicio definitivo. En algunos casos los muebles principales (aquellos que absorben gran cantidad del espacio del salón) han sido hechos a la medida justa o en general, el espacio en cuestión ha sido intervenido según las preferencias de los residentes. Aquellos residentes que cuentan con un universo objetual (citando a Sierra) afortunado para la estructura arquitectónica del salón, no expresan molestia alguna en su experiencia como amobladores del espacio. Tal es el
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caso de un juego de muebles definido: algunos sillones, un sofá, mesa de centro, uno que otro mueble de piso (anulando el piso primitivo), sin cómodas o armarios gigantescos. Por ejemplo, los residentes del salón #1 optaron por reducir la altura de todos los muebles del salón. Se esforzaron por evadir muebles altos y anchos; en general crearon una atmósfera de altura media en donde la luz, el aire y la gente circula sin mayores complicaciones. “Acá optamos por tener muebles bajitos, les recortamos las patas”. Sin embargo, vale la pena mencionar algunas apreciaciones que reflejan los desafíos a lo que se enfrentaron o se enfrentan aun, algunos de los residentes. En el caso de los apartamentos ubicados en las plantas muy bajas, la altura del observador sentado en un sofá o una silla es “baja” para poder
42
12
1
apreciar el paisaje más inmediato (los árboles, la calle o la Plaza de Toros Santamaría). “A la altura normal del sofá uno queda hundido”. Una solución al problema anterior tiene que ver con el salón 1 y también con el caso de los salones 4, 9 y 13. Los residentes optaron por continuar hasta el piso aquel ventanal hacia la terraza. De esa forma, desde la altura normal de las sillas se logró contemplar enteramente la terraza. En el caso de los apartamentos de tipo 1 y tipo 3, el acceso a la terraza es parcial o totalmente incorporado al salón, respectivamente. Lo anterior exige reflexionar con especial atención los muebles que irán cerca de dicho acceso. Un residente en esta situación, compartía que para no bloquear el acceso a la terraza, no le compramos al diván la otra parte. El diván está incompleto. Teníamos pensado un sofá, pero ocurría lo mismo, era muy grande. Es decir, los muebles ubicados en el perímetro inmediato al acceso a la terraza deben ser si no ausentes, contar con características amigables con el constante tránsito; por ejemplo sillas muy ligeras y de dimensiones discretas.
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Todo fue hecho a la medida. Casi todo lo hizo mi papá, las lámparas, la biblioteca, La sala es trapezoidal.
el mueble del televisor…
Por ejemplo mi organeta quedó volando ahí
Si uno tiene plata, uno puede hacer lo que
La estructura de la sala es muy tiránica
quiera
Ecléctico. Hay
Estilos en que inspiraron su proyecto de amoblamiento
Más que estilos, los residentes hicieron referencia a sus preferencias frente a ciertos materiales o juego de colores para el salón. Por ejemplo los muebles rústicos en madera de dimensiones macizas y combinaciones con hierro u otros materiales. El cuero para los sillones y los sofás. Los tonos marrones y en otros casos negros y grises. Así mismo mencionaron sus preferencias frente a lo que Sierra llamaría la cualificación superficial de los límites, como la pintura, los frisos, la alfombra y los tapices.
de todo. Un sofá fue regalo Ninguno. Estilo personal e intransferible
La hamaca la compré en Homecenter,
Es un instinto
el comedor es
libre. Queremos
de uno de los
reflejar lo que
roommates.
somos
En esta fase de la vida los muebles son
Me he guiado por el Feng Shui, abajo y arriba también
rojos. Antes los tenía verdes. En general, prefiero combinar lo clásico con lo moderno
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de un amigo.
Las repisas, las copas de vino y las sillas son regalo de mi mamá
El sofá era de
Tipo de muebles presentes en el salón
En muchos de los casos se encuentran muebles heredados; de tradiciones familiares y cuyo valor estético o sentimental despertó el interés de los residentes por incluirlos en el salón. Los residentes hablaron de muebles heredados, comprados, reciclados, regalados y claro mandados a hacer. Se observaron muebles propios de la década del 50, íconos del diseño moderno; Breuer, Bastiano, Eames, Brunn o Noguchi. Muebles contemporáneos así como sillas provenientes de la remodelación del Teatro Metro en Bogotá, mesas adquiridas en el mercado de las pulgas y muebles tapizados frecuentemente con uno u otro color de tela. Bibliotecas musicales y literarias; algunas de piso a pared otras hasta la altura media del salón. Pianos verticales, guitarras, hamacas, baúles y cuadros colgados en la pared.
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la época de mi suegra. Ella lo tenía con rosetas en el exterior del brazo y faldón. Nosotros lo empelotamos y
Muchos los heredé de mi
lo dejamos como
tía abuela.
originalmente era.
Son de estilo cincuentero
Los muebles fueron comprados por mi mamá. Se inspiró en el mueble suizo
Varios fueron regalos de matrimonio. 1995, la época en que estaba de moda lo rústico
8
El mueble favorito
En las observaciones compartidas por los residentes, el componente afectivo fue supremamente importante al momento de señalar el mueble favorito. Por ejemplo, regalos de familiares hechos especialmente para el salón. Por otro lado, el mueble favorito resultó ser el que brindaba mayor comodidad y por ende, en el cual el residente “habitaba” la mayoría de las oportunidades.
46
14
47
6
13
11
1
Característica favorita de la sala
Sin mayor esfuerzo es evidente encontrar que todos los residentes agradecen la luz y la vista con la que cuentan los salones; el primero es un fenómeno totalizante en el apartamento. Así mismo, se mencionaron atributos como la movilidad y la cómoda metamorfosis que el amoblamiento y el espacio permiten; escenario que puede ser una pista de juego para Matilde y Eva así como un lugar de amigos, pasabolas y vinos.
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La vista hacia los árboles. De noche también
La luz y que
La luz, el
es un espacio
ventanal amplio
perfectamente
y también la
proporcionado y delicioso de estar
La luz y la vista a los árboles. Son
me gusta, es
una compañía
más oscuro
maravillosa,
pero es muy
hacen que la
acogedora
ciudad este en
Lo que más me gusta de la sala es que es mía.
Podemos hacer de todo: gimnasia, trabajamos, comemos, vemos televisión…
Es mi espacio;
un quinto plano.
movilidad. Cuando invito a un cierto número de personas es fácil ubicar la visita más hacia la sala o más hacia el comedor
Me produce felicidad verlos
es un lugar muy
Lo que más aprecio de la
tranquilo
sala es la vista Lo que más me gusta es que es un solo espacio
al Colpatria de noche a vista hacia los árboles
algunas problemáticas
Las siguientes apreciaciones corresponden al genuino interés de esta investigación por armar un dialogo entre la forma estructural del salón y su uso. En concreto, las decisiones y lógicas que alimentan el proceso de amoblamiento en correspondencia con el aspecto estructural. Resulta obvio concluir que los límites que impone la estructura al uso del espacio son evidentes. Sin embargo ¿Fue calculado también el destino de dichos límites desde el taller del arquitecto? ¿Anticipó alguien los límites del salón a escala “humana” y profetizó las posibles soluciones en la forma habitacional? ¿En qué momento del camino se desentendió el arquitecto de la relación entre su obra residencial y el habitante móvil que llegaría a ella? Una vez más, la finalidad del presente escrito no es cuestionar la metodología arquitectónica —tarea ambiciosa— sino rescatar del polvo el papel del proceso de habitar un espacio. La casa es objeto de juego, escenario de veneración, cajón de recuerdos y refugio incomparable para los allí habitan. Así se llega de la vivienda a la casa, de los planos a los recuerdos, de las estructuras a las soluciones. Todo el proceso es el medio (médium) entre la obra y las personas. Cuál es la lectura desde el en escenario a escala real; escenario sobre el cual el habitante debe enfrentarse a una forma rígida, definida y protectora. En últimas, la génesis de la arquitectura.
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Ahora ¿Qué problemáticas generalizadas han experimentado los residentes? ¿Qué susurros les ha sugerido la estructura? Las problemáticas
Es usual encontrar espacios triangulares “ambiguos” y quizá olvidados, dada la dificultad al momento de amoblarlos. Se hace referencia al lado izquierdo de los salones (vistos desde espectador de las fotografías). En algunas situaciones y de forma acertada, los residentes acuden a la instalación de muebles-piso; salones 2 y 12. Sin embargo, en otros casos, el objeto que resuelve la ausencia de ángulos rectos en la estructura del salón, no consigue estar alineado con los muebles situados en su entorno más próximo creando rincones en los cuales el “uso” directo no es evidente. (Aplica para salones 4, 6, 8, 14 y16). En el caso del lado derecho de los salones (vistos desde espectador de las fotografías), la arista de la ventana (hacia la terraza) plantea un problema serio entre los límites del salón, la incorporación del comedor y la terraza. El espacio de convergencia de los tres espacios mencionados implica definir con especial atención los parámetros bajo los cuales será habitado cada espacio según su destino funcional. Por ejemplo, en muchos casos la instalación del mueble del comedor intenta no interferir con los límites del salón; al mismo tiempo, dicho proceso de amoblamiento se esfuerza por permitir el
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f谩cil acceso a la terraza. La anterior situaci贸n, con sus diferentes soluciones, amerita ser observada en los casos 3, 5, 8, 9, 11, 14 y17.
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interpretaciones
Lo hogareño no es ordenado. Si no, todo el mundo viviría en réplicas del tipo de las casas estériles e impersonales que se ven en las revistas de diseño de interiores y de arquitectura. De lo que carecen esas habitaciones inmaculadas, o lo que unos fotógrafos astutos han eliminado laboriosamente, es de toda huella de que están habitadas por seres humanos. ¿Puede la gente vivir de verdad sin desorden? (…) ¿Dónde esconcen el detritus de sus vidas cotidianas? Rybczynski 2006, 29
¿cómo se apropian las personas de la arquitectura? ¿Cómo se apropia la arquitectura de la casa? A los ojos del visitante común la presencia obvia de los artefactos domésticos suscita, en el mejor de los escenarios, un regocijo doméstico cuya euforia no supera los pocos minutos. Más allá de ello rige la pasiva contemplación.
Sin embargo, los artefactos prolongan la vivienda, la transforman en casa y hacen del espacio un escenario del teatro de la reinvención. La condicionan para su uso cotidiano. Por lo tanto, la arquitectura necesita del universo de objetos: útiles e inútiles, mesas y recuerdos, sillas y afectos, para comunicarse con el habitante. Es evidente que ello traspasa las paredes del taller arquitectónico. Bien lo anunció Sierra (1996, 16) al afirmar que La arquitectura nace para los hombres y para los dioses de los hombres, que es lo mismo, y, sin embargo, una ausencia se interpone entre ella y su destino de servicio.
Es evidente que los espacios insertados en un mismo plano estructural, limitados por dimensiones homogéneas: corredores de entrada, salón, cocina, lavandería, etc. significan una ecuación de infinitas combinaciones. Tantas constelaciones como la mente de los habitantes imagine y sus economías permitan realizar. Las fotografías de los 21 salones que componen el presente estudio de caso son un vivo testimonio de ello; 21 ideas que representan un mosaico de estructuras gemelas y calculadas desde los planos, pero profundamente distantes en su textura, color, motivaciones y lineamentos de habitabilidad. Las 21 fotografías son representaciones de salones “arreglados”, que gozan de una arrítmica armonía dirigida por el desorden y el color de los deseos. Las 21 tomas arman un rompecabezas de temperaturas hogareñas y salones habitados por familias, parejas, niños y amigos.
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El arquitecto Corsini en Edificio Mitre, hace referencia a las sugerencias de amoblamiento incluidas de forma literal en el catálogo de venta de los apartamentos. Dado el reto que implicaba mejorar la calidad de vida en espacios de 46m², los promotores de dicho proyecto optaron por aconsejar un paquete mobiliario a los futuros residentes. El apartado 14 del folleto editado para la promoción y publicidad del Edificio, sugiere lo siguiente Le ofrecemos la fórmula para amueblar su vivienda para su máximo aprovechamiento. Puede Vd. comprobarlo en los pisos de muestra amueblados al efecto.
Sin embargo, las últimas 4 páginas del libro, con 22 fotografías tomadas desde el mismo ángulo a los mismos espacios, son 22 unidades intervenidas y reinventadas, ejemplos de la genialidad que un espacio de 46m² exige. Los 22 salones —muestra de la actualidad del Edificio— poco tienen que ver con la uniformidad. La arquitectura con personas está saturada de enseres y lógicas afectivas. No obstante, aun hay resistencia a concluir con voz entusiasta que el proceso de instalar un par de sillas, colgar un cuadro a la entrada o en el fondo del salón y tapizar de rojo en enero y de verde en agosto el sofá Bastiano, constituye una continuación de la arquitectura. Los habitantes como su etimología de su entorno lo insinúa se convierten en los economistas, administradores de su espacio; protectores y principales tomadores de decisiones del oikos.
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la playa y el salón
Uno de los residentes, profesora de cine italiano, en su tesis doctoral “Los objetos en el cine” dio forma —sin sospecharlo— a los pensamientos de Sierra y lo que él llamaría “Los objetos de la casa”. Pero no solo de muebles y útiles está compuesto el universo de los objetos cotidianos: queda todavía el amplísimo grupo de los inútiles; el arte, los recuerdos, los regalos y las cosas encontradas en la playa. Sierra 1996, 45
Dada su fijación objetual, la profesora dispuso de la superficie de la biblioteca del salón para exhibir algunas piedras negras con pinceladas blancas, estructuras orgánicas de formas envolventes y hierros naturalmente doblados que se resisten a envejecer; traidos desde las playas italianas directamente al salón. Antes de pasar a ser objetos en el cine e inspirar su documento y sin que nadie lo infiera, las piedras de Italia son objetos del salón. el fósil y el salón
En el ensayo sobre la fenomenología de las imágenes, es decir “el surgir de la imagen en una conciencia individual”, Blanchelard hizo referencia a la casa como refugio de recuerdos inmóviles. Así mismo mencionó la capacidad biográfica de la casa, la cual se traduce en historias de uso exterior, historias para contar.
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Aquí el espacio lo es todo, porque el tiempo no anima ya la memoria. (…) Es por el espacio, es en el espacio donde encontramos esos bellos fósiles de duración, concretados por largas estancias. Blanchelard 1996, 39
El fósil de uno de los salones; el otro hijo de mi abuela, como lo compartió la residente, es un piano vertical. De las generaciones de nietos, el único salón apropiado para recibir el piano estaba en el piso 21 de una de las Torres de Rogelio. Sin embargo, la artista ha empezado a lidiar con otro de los atributos de las unidades de las Torres —aparte de la amplitud— la luz. La joya familiar está al lado del enorme ventanal de la terraza por lo que luz, fósiles y espacio deben meditarse cautelosamente. En este caso, más que un límite estructural de ángulos no ortogonales y formas trapezoidales, la memoria del pasado se encuentra frente al intangible atributo y más poderoso modificador de espacios: la luz. la diversión y el salón
Una vez más, las reflexiones de Fuentes y Monteys (2001) simpatizan con las observaciones de esta investigación. La reflexión se inspira en la presencia de los niños; aquellos principiantes en la lógica de la distribución y cálculo dimensional pero responsables de muchas de las trasformaciones del
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salón. Sin saberlo, ellos son quizá los agentes que más dinamismo imprimen a los espacios y cuya huella es imposible de ocultar. La tierna resignación de esta huella hace de los enseres infantiles una parte esencial del salón. En una ocasión, la mesa de centro del salón cambió de color a causa de la hora (las horas) de juego de un pequeño personaje. Sin crayolas ni pinturas se tenía la siguiente transformación: para las amistades la mesa de centro mostraba una piel oscura; para Matilde, se instalaba la superficie roja hecha a la medida en el mismo material y así “por arte de magia” la funcionalidad cambió. Los niños en la casa permiten una reflexión más. (…) Como tales, irrumpen en la arquitectura doméstica moderadamente y nos sirven para ofrecer un punto de vista distinto de la casa. Fuentes y Monteys 2001, 36
El canasto repleto de juguetes a la hora de la gimnasia. El montoncito de sutilezas de diversión infantil en cajones y recipientes que naturalmente rebasan los bordes. Eva en la gimnasia, Matilde sobre el sofá Bastiano, Pablo sobre la mesa y Siena sentada en la barra de la cocina; una opinión nueva de la casa. El jugueteo de Eva, Amelie, Matilde, Siena, Pablo y Diego en el espacio ideado por Rogelio. El enorme rompecabezas de colores y acolchonadas letras sobre la tableta de madera del salón. Un área virtual, un espacio que automáti-
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camente se vuelve exclusivo para ellos (los niños). Es innegable la relación que se establece entre estos objetos, la imaginación de los niños y el resto del universo del salón. El nido debajo de la mesa, la cueva encima del sofá, la cocina debajo de la silla, la casa de muñecas sobre las tabletas del piso. ¿Alguna otra muestra de habitabilidad y uso del espacio desde una altura diferente? Los niños se ubican literalmente desde un punto de vista diferente. la ciudad y el salón
En Edificio Mitre, Corsini y Monteys hicieron referencia al siguiente apartado del folleto publicitario del Edificio desde su casa… vd. disfrutará de esta vista Lo que ocurrió fue lo siguiente: se dio un giro a la forma de mostrar el proyecto y sus unidades. A la vez que se explicó la fachada del Mitre a sus usuarios, se dio vuelta al punto de referencia y se mostraron las ventanas desde su cara interior. Ventanas (…) que ahora con independencia del papel que tienen en la composición de la fachada, se convierten en el marco de un entorno cambiante: las vistas de las que se disfruta. Corsini y Monteys 1998, 37
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Los cerros, las calles, las rosadas casas del Barrio La Macarena, los edificios, los árboles, la gente, la Plaza de Toros Santamaría, la Torre Colpatria, entre otros colgandejos de la ciudad, son parte fundamental (íntegra) del salón. La imponente presencia de la fotografía urbana, a veces verde a veces de hormigón, absorbe no solo la atención de los visitantes que caminan ansiosos por el corredor de bienvenida sino por los mismos habitantes de las Residencias. El paisaje y la luz que éste amarra es quizá el atributo más agradecido en sus testimonios: La vista a los cerros. Eso no se da en todos los apartamentos, en muchos te tienes que parar. Acá el paisaje hace parte de la misma sala, los cerros están metidos. Veo las montañas, los edificios; veo cómo cambian los verdes, la luna.
En su segundo número del año 1999, la revista 4arquitecturas inauguró sus páginas con la editorial de Tatiana Urrea en colaboración con Camila Pinzón. El artículo se tituló “Interior y Ventana: Doscientas noventa y siete variaciones sobre el tema de habitar” y se inspiró en el análisis de las unidades de habitación de las Torres del Parque. Análisis dirigido por un por una mente con la firme convicción de la relación inneglable, coherente y contundente entre la ciudad y la vivienda… “como una traslación de escalas”. Así lo compartió Urrea en una comunicación durante el desarrollo del presente
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ensayo. Entre repetidas coincidencias programáticas y emocionales que el artículo tiene con esta investigación, alguna de las líneas de la autora en “Interior y ventana” expresó: (…) la forma consigue unificar dos características que son tal vez las más importantes para exponen las relaciones que establece el habitar en el interior y habitar el centro de la ciudad: la primera es que el interior y el exterior están en permanente relación e intercambio de cualidades, sin arriesgar por esto el escenario privado para la vida cotidiana que se desarrolla para cada una de las soluciones de vivienda. La segunda, es que a partir de esa permeabilidad no recíproca, la ciudad es traída por la forma abanicada e incluida como fachada interior de cada uno de los apartamentos. Urrea 1999, 5
Tal como lo incluyó Corsini en el folleto de publicidad del Mitre, el componente paisajístico de las unidades de las Torres es un atractivo esencial capaz de modificar la vivencia interior. Tan significativo y decisivo como lo son el resto de ventajas económicas y funcionales divulgadas en el discurso de los promotores de ventas. Gracias a los volúmenes sueltos de Salmona y a la distorición geométrica de sus fachadas, la entrada de la luz se optimiza al rebotar sobre las innumerables ventanas y la presencia del paisaje y su cosmología penetran sin previa aprobación todos y cada uno de los doscientos noventa y cuatro salones.
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conclusiones
del presente escrito recae en suscitar reflexiones en torno a la casa y el salón, las aproximaciones descriptivas sobre los espacios —de la mano del registro fotográfico así como de las percepciones de sus residentes— imprimen el pragmatismo característico de un estudio de caso. Los apartados descriptivos cristalizan las reflexiones expuestas tanto en la introducción como en el apartado de las interpretaciones de este ensayo. Cada autor mostró algo: Corsini, sus ideas sobre el componente paisajístico de los interiores; Fuentes y Monteys, la insistencia en la visión habitada de los espacios; Blanchelard, la concepción de la casa como un refugio de recuerdos inmóviles y lugar de biografías; Rybczynski, el llamado por no leer de forma “inmaculada” los espacios como si la huella de la vida cotidiana fuera un asunto de esconder; Sierra, las categorías sobre el universo de objetos y las relaciones que estos establecen entre ellos mismos y con
si bien el valor
el espacio; Rogelio, finalmente, lo que él llamó “la arquitectura hecha por el grupo familiar”, capaz de construir el lugar que cobijará la vida doméstica y el sistema de relaciones de todo el conjunto de la comunidad. La arquitectura hecha por la mano no consciente o consciente de los habitantes y las lógicas que guían el proceso de amoblar el espacio por parte de los habitantes (entenderse con las estructuras y abrazarlas con un ánimo personal) invitan a la observación juiciosa de los espacios y su interpretación no domesticada. De nuevo, el trabajo descriptivo es una aproximación “transparente” del diálogo olvidado entre la forma y su uso; casa y vivienda; arquitecto y habitante. 21 salones, 21 versiones es una recopilación del testimonio de los protagonistas del espacio así como el registro vivo —no arreglado ni maquillado— de los salones.
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referencias
4arquitecturas. 1999. Torres del Parque. 4arquitecturas 2: 44–47. Arango, Silvia. 1999. Torres del Parque en Bogotá. Rogelio Salmona. Credencial Historia 114. Bachelard, Gaston. 1975. La poética del espacio. México: Fondo de Cultura Económica. Corsini, Barba. 1998. Edificio Mitre. Barcelona: Ramón Crusi More. Keeble, Lewis. 1966. Nuevas ciudades. Proa 184: 1–2. Monteys, Xavier y Pere Fuentes. 2001. Casa Collage: Un ensayo sobre la arquitectura de la casa. Barcelona: Gustavo Gili. Posada Barbosa, Ricardo. 1999. Arquitectura para la memoria : una entrevista con Rogelio Salmona. El Malpensante 19, 32–51. Proa. 1967. Residencias el Parque. Bogotá. Proa 186: 11–13. ———. 1972. Residencias el Parque. Bogotá. Proa 231: 6–16. Rybczynski, Witold. 2006. La casa: Historia de una idea. Madrid: Nerea. Saldarriaga, Alberto y Rodrigo Carrascal. 2006. Vivienda social en Colombia. Bogotá: Bochica. Sierra, José Ramón. 1996. Sobre el destino poético de los objetos cotidianos en la casa del artista no adolescente no habita el diseño. Barcelona: Universitat Politècnica de Catalunya. Téllez, Germán. 2006. Rogelio Salmona: Obra Completa 1959–2005. Bogotá: Escala. Urrea, Tatiana. 1999. Interior y Ventana: Doscientas noventa y siete variaciones sobre el tema de habitar. 4arquitecturas 2: 4–8.
apéndice
los salones en perspectiva comparada
estéticas de un mismo espacio que hacen diferentes personas es el eje fundamental de este trabajo. A continuación se ofrece un catálogo con los 21 salones de las Torres del Parque que se observaron, los muebles favoritos de sus residentes y una frase que resume su sentir. En manos del lector queda pasar las páginas para llevar a cabo el ejercicio comparativo. Quedará retenida la imagen de una misma forma que cambia de contenido y textura o de particularidades que se aprisionan en una misma forma. Ambas lecturas son válidas y necesarias en la reflexión consciente sobre el espacio, la forma, su uso y su habitar.
las diferentes interpretaciones
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Habitantes Matrimonio de arquitectos. Viven con su hijo de 18 a単os. Tiempo en el apartamento 19 a単os. Sin embargo, han vivido en otros apartamentos de las Torres del Parque. En total son 30 a単os en el complejo.
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Lo que mรกs aprecio de la sala es la luz en todo el apartamento y que es un espacio perfectamente proporcionado y delicioso de estar 69
2
Habitantes Matrimonio. Su hija y su familia viven en el mismo complejo Tiempo en el apartamento 1 a単o y 3 meses
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Casi todo lo remodelamos. Lo recibimos en tan malas condiciones que decidimos remodelarlo 71
3
Habitantes Matrimonio con hija peque単a Tiempo en el apartamento 4 a単os. Sin embargo, han sido 10 a単os en total en las Torres del Parque.
72
Lo que mรกs me gusta es la vista a los cerros. No se da en todos los apartamentos, en muchos te tienes que parar. Acรก el paisaje hace parte de la misma sala. Los cerros estรกn metidos 73
4
Habitantes Matrimonio de profesores universitarios. Viven con sus dos hijas pequeĂąas. Tiempo en el apartamento 7 aĂąos. Vivieron en el apartamento de arriba durante la remodelaciĂłn.
74
La sala es amplia y muy clara. Eso es algo que se aprecia en esta ciudad frĂa 75
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Habitantes Joven matrimonio. No tienen hijos.
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6
Habitantes Matrimonio con hija de 22 a単os. Tiempo en el apartamento A単o y medio.
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Los muebles los compraron mis papรกs cuando se casaron. Mi mamรก hizo la lรกmpara de vitral, es mi pieza favorita junto con el escritorio de mi papรก 79
7
Habitantes Cuatro amigos universitarios. Estudian música, economía e ingeniería. Tiempo en el apartamento 1 año y algunos meses.
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El estilo es ecléctico. Hay de todo, recibimos lo que caiga. (…) Las repisas, las copas de vino y las sillas son regalo de mi mamá. La tesis de ella de la universidad está colgada en la pared 81
8
Habitantes Familia de arquitectos, dise単adores y artistas. Matrimonio e hijos. Tiempo en el apartamento 21 a単os.
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Casi todo fue hecho para la sala. En general los muebles fueron hechos por mi papรก 83
9
Habitantes Madre profesora universitaria de arte. Vive con su hija peque単a. Tiempo en el apartamento 7 a単os.
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Para amoblar me guĂo por la diagonal que se forma desde el hall de entrada hasta el borde de la ventana 85
10
Habitantes Profesora universitaria. Tiempo en el apartamento 1 a単o.
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Lo que más me gusta es la luz y la vista a los árboles. Son una compañía maravillosa, hacen que la ciudad esté en un quinto plano 87
11
Habitantes Matrimonio de profesores universitarios. Viven con su hijo peque単o. Tiempo en el apartamento 15 a単os.
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Lo que mรกs me gusta es la luz y la movilidad; es fรกcil ubicar la visita mรกs hacia la sala o hacia el comedor 89
12
Habitantes Matrimonio. Su hija vive tambiĂŠn en las Torres del Parque. Tiempo en el apartamento 18 aĂąos.
90
La vista es lo que mรกs aprecio de la sala 91
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Habitantes Matrimonio de profesores universitarios de historia. Viven con su hija peque単a. Tiempo en el apartamento 14 a単os.
92
El apartamento tiene todo a la medida 93
14
Habitantes Pareja de j贸venes. Tiempo en el apartamento 4 meses.
94
El estilo es lo que vaya llegando. Estilo espontรกneo 95
15
Habitantes Matrimonio de profesores universitarios. Viven con su hijo peque単o. Tiempo en el apartamento 2 meses.
96
El mueble favorito me lo hizo mi papĂĄ especialmente para mi mĂşsica 97
16
Habitantes Dos amigos profesionales. Tiempo en el apartamento 4 a単os.
98
Nos inspiramos en la espontaneidad 99
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Habitantes Madre e hijo. Tiempo en el apartamento 5 a単os.
100
Los muebles fueron comprados por mi mam谩; se inspir贸 en el mueble suizo 101
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Habitantes Matrimonio con hija de 22 a単os. Tiempo en el apartamento 2 a単os.
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Es un estilo normal, sobrio y muy libre 103
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Habitantes Padre e hijo. Tiempo en el apartamento 7 a単os.
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La profundidad de la biblioteca en un extremo es de 28 cm y en el otro extremo es de 30 cm 105
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Habitantes Profesora universitaria de arte. Vive con su hijo. Tiempo en el apartamento 7 a帽os, aunque desde 1999 vivi贸 en otro apartamento del mismo conjunto.
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Me he guiado por el feng sui abajo y arriba tambiĂŠn, la pared es color arena por ejemplo. TambiĂŠn dividĂ la sala en nueve cuadrantes 107
21
Habitantes Dos profesoras universitarias. Tiempo en el apartamento 7 a単os.
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Este apartamento antes era un dep贸sito de todo. Encontramos unas sillas Breuer y el due帽o las iba a botar. Le ofrecimos 80.000 pesos y 茅l accedi贸 109
Este libro se termin贸 de componer el 30 de mayo de 2009 d铆a del vig茅simo noveno aniversario de matrimonio de Noel Olaya y Josefina G贸mez, usando tipos London Two y Times Sans Serif
la inspiración de este ensayo recae en el diálogo, a
veces suscitado a veces olvidado, entre la arquitectura de la casa y la vivencia interior. en pocas palabras, la
obvia pero a la vez ingrata relación entre forma y uso. dicha experiencia interior implica la variación de la
vida misma, transiciones y reinvenciones hechas por la mano no artística, consciente y no consciente de sus protagonistas: los residentes.
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