CORTE DE CABELLO ¿Alguna vez se han sentido sin inspiración?. El lunes pasado me encontraba borracho en mi cuarto, cosa que no es extraña en mí, cuando recibí una llamada de mi editor presionandome para que le entregara otro avance de mi próxima novela, entre las pocas palabras que pude articular le dije que tendría listo el avance el miércoles de la próxima semana. Me encontraba totalmente perdido, tenía más de dos meses sin escribir una sóla palabra, lo intentaba por horas, había días que no dormía y ni el whisky lograba que pudiera continuar escribiendo. Me fui a dormir y al día siguiente en medio de una resaca horrenda me dirigí al parque para ir en busca de la inspiración; en el camino, para mi desgracia, encontré a esa maldita señora, a la persona que menos tenía ganas de ver ese día, la señora de Lechuga, como era de esperarse, en cuanto me vió dijo que sentía vergüenza de mi y que ella hubiera preferido que su hijo fuera doctor y no un mediocre escritor... le contesté: Sí mamá, me da gusto verte. Continúe mi camino hacía el parque sintiéndome un poco más frustrado que antes. Una vez ahí me senté en una banca, volteé a mi alrededor y me puse a escribir lo primero que se me vino a la mente, tenía unos minutos escribiendo cuando empecé a escuchar a unos niños haciendo un ruido estridente cerca de mí. ¡No soporto a los niños! Hay veces que me dan ganas de patearlos para que se callen, en serio, era imposible concentrarme con esos pequeños seres revoloteando por ahí. No podía seguir estancado en la laguna de mi mente, necesitaba encontrar inspiración cuanto antes y en ese momento en lo único que pensaba era en el alcohol, creía que en él encontraría la respuesta a esa pinche crisis, tomé mis cosas y caminé hacía el bar de Mauricio, él ha sido mi mejor amigo desde los 10 años siempre ha estado ahí, cuando llegué al bar me vio y me dijo: Tenía 2 días que no venías, pensé que ya eras hombre de bien y te ibas a ordenar de sacerdote, no pudimos contener la risa por semejante atrocidad que acababa de decir, sacó una botella de tequila y nos pusimos a beber, normalmente ahí me pierdo junto a personas
que tampoco saben cómo manejar su vida, después de acabarme yo sólo la botella de tequila ya no recuerdo qué más sucedió.
Amanecí en mi cama en calzones, no recuerdo cómo llegué a mi casa, me despertó el roce de Paco, mi víbora, confidente, amigo, en la cara, me levanté de la cama y le di un ratón de desayuno, es tan perfecto, no me juzga y disfruto mucho su compañía. Mientras observaba el sublime espectáculo de Paco matando al pobre ratón. Segundos después caí en cuenta de que estaba mudando de piel, era un acontecimiento totalmente nuevo, en ese momento pensé que Paco se estaba reinventando. Salí a caminar para intentar comprender lo que mis ojos acababan de presenciar, fue en ese momento cuando llegó una idea a mi mente… debía hacer un cambio en mí al igual que mi víbora, tenía que reinventarme. Me metí a bañar y observé mi cuerpo desnudo en el espejo, fue en ese momento cuando supe que necesitaba un cambio de imagen. El jueves desperté temprano, saqué a pasear a Paco, al llegar a mi casa marqué a una peluquería que encontré en internet e hice una cita. No sé ustedes pero nunca pensé pagar treinta dólares por un corte de cabello. Pero lo hice. Llegué y le dije al estilista que quería cortarme el pelo. Lo que sucedió después fue más increíble. El estilista (un italiano corpulento, amanerado y guapo) me dijo: yo no corto el cabello, yo hago con el cabello arte. Lo dijo con una mezcla de seguridad y atractivo. Le creí, al cabo de unos minutos iba brotando de mí un personaje desconocido. Usted será otra persona— afirmó el estilista— su rostro, sus gestos, su personalidad brotarán de nuevo. Al terminar no podía creer lo que veía. Es hermoso, dijo el estilista. ¿Yo?, pregunté atónito. Claro que no, me refiero a lo que hago. Pagué y me fui. Cuando pasé por la ventanilla de un auto me miré en ella y pensé: con treinta dólares me hubiera comprado un libro o me hubiera comprado alcohol, pero… habría sido la misma persona. Luego reflexioné: en esencia sigo siendo la misma persona, sólo que con hambre, sin libros y con un corte de cabello hermoso en un rostro afeado.
Sabía que tenía que continuar mi historia, algo dentro de mí sabía que con ella ganaría el reconocimiento que siempre había anhelado, mi cambio de look me llevó a pensar muchas cosas, había asuntos internos que tenía que cambiar de mi persona. Lo primero que debía cambiar era esa obsesión por perder el tiempo en cosas sin sentido, cuando llegué a mi casa puse música, saqué a Paco de su jaula, le di un beso que expresaba la emoción de mi reinvención. Caminé hacia el estudio cuando escuche que Paco me dijo: Julio no esperes encontrar inspiración en otro lado, la inspiración está en ti, en lo que eres. No estaba borracho ni drogado, tampoco estoy loco sé que lo que escuché era real, Paco tenía razón así que decidí hacerle caso, tomé mi lap y empecé a escribir gran parte de la madrugada. Me despertó el sonido del timbre, eran las 10:00 am me vestí con ropa decente y abrí la puerta, al otro lado se encontraba mi madre no esperaba verla, pero me tuve que joder y la invité a pasar, le ofrecí un té pero lo rechazó. Se sentó en la sala y me dijo: ¿Qué haces de tu vida Julio? Yo no me partí la madre por sacarte adelante para que estés desperdiciando tu vida de esta manera, debes dejar de escribir y empezar a tomar las riendas de tu vida. Antes de que se me ocurriera algo que contestar se levantó, se burló de mí por tener una “horrenda” serpiente de mascota y se fue. Eso me dejó muy confundido por primera vez en mi vida consideré que quizá mi mamá tenía razón ¿Por qué no intentaba ganarme la vida de otra manera? Antes de que pudiera pensar más y como estaba acostumbrado le pregunté a mi víbora que opinaba sobre lo que mi madre me decía, siempre hablaba con Paco sólo que esta vez fue diferente por qué me respondió y dijo: No, ella no tiene razón tú debes seguir con lo que deseas, debes escribir para eso estas hecho, a parte se mofó de mi maldita bruja. El domingo continué escribiendo todo el día, nunca había tenido tanta fluidez por eso decidí aprovecharla, sólo salí del estudio media hora para buscar algo de comer cuando regresé al estudio vi un porro en la sala, lo tomé y cuando lo iba a
encender lo deje donde estaba, no necesitaba de eso para continuar mi historia así que regresé a mis palabras. A las 3 am recibí una llamada, era de un hospital. Me llamaron para decirme que mi mamá estaba en urgencias debido a una complicación del apéndice, después de todo ella era mi mamá y tenía que ir a verla, metí a Paco a su Jaula, le puse su programa favorito y salí de mi casa, justo antes de salir Paco me dijo que llevará mi computadora para que le enseñará a mi mamá lo que llevaba, me pareció una gran idea así que agarré mi portafolio y salí de mi casa. Hasta el día siguiente pude ver a mi mamá, la operaron de emergencia de apendicitis, cuando se recuperó un poco pasé a verla, al parecer le dio gusto verme, estuvimos platicando un rato y me dijo que había estado pensando mucho en nuestra relación, que no quería que se perdiera más y que por eso aceptaba mi rol de escritor aunque no estuviera de acuerdo del todo, pero que era su hijo y que me debía aceptar como soy. Comprendí porque Paco me dijo que trajera mi avance, se lo enseñe a la señora Lechuga y no tuvo gran opinión sólo me deseó suerte, al salir del hospital fui a cenar con Mauricio y volví a mi casa para seguir escribiendo. Era martes y ya no quería seguir escribiendo en mi casa así que decidí ir a un café un tanto hipster, dicen que son lugares perfectos para escribir y para comer cosas raras y orgánicas, al día siguiente tenía que enviarle algo a mi escritor y me sentía excelente, llevaba algunas horas absorto en palabras cuando una especie de ángel captó mi atención, era una mujer de unos 22 años, guapa, de pelo lacio, cara ovalada y pequeña. Sabía que tenía que hablar con ella, aparte de su perfecta belleza tenía una blusa de Gorillaz ¡Era la mujer perfecta! Me acerqué a ella y le dije que me encantaba Gorillaz, ella inmediatamente se volteó hacía mí, me dijo: Hola soy Victoria y me fascina también. Era la perfección misma mi cerveza favorita siempre ha sido La Victoria. Le invité un café y nos quedamos hablando 3 hrs sobre Gorillaz y un poco sobre nosotros, ella tenía que irse pero
antes de que se fuera me pidió mi whatsapp, me lo dio con una risa pícara y se fue. No pude dejar de pensar en ella, justo era ella lo que necesitaba para finalizar mi historia, me quedé despierto toda la noche acabando de escribir, había decidido que no sería una novela sino una serie de cuentos y estaba por acabar el primero, Paco se acercó diciéndome que aquí comenzaba lo que tanto había esperado, así finalice el primer cuento de mi libro, guardé el documento y se lo mandé a mi editor. El título del cuento y del asunto del mail sería Corte de Cabello, justo cuando iba a mandar el mail sonó mi celular, era un whatsapp de Victoria diciéndome Hola y un emoticon smile, después de recibir su mensaje acabé de escribir esto y ahora voy a mandar el mail.