RICARDO LEGORRETA VIDA Y OBRA
ARQUITECTURA MEXICANA “Sin venir de una familia de arquitectos o artistas, siempre viví rodeado de arquitectura. Mi infancia la pasé visitanto pueblosy haciendas, conventos e iglesias; de forma natural el mundo de los espacios mexicanos fue llenando mi vida de tal manera que la luz, los muros, el color, el misterio, el agua y la consecuente belleza se volvieron parte de mí”
RICARDO LEGORRETA VILCHIS
PRIMEROS INICIOS
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historia Después de Barragán, Legorreta es el máximo exportador de arquitectura “mexicana”. Con su primera obra en Estados Unidos, en 1985, dio a conocer la arquitectura mexicana contemporánea por medio de aplanados, muros ciegos y color. Legorreta se recibió de arquitecto por la Universidad Nacional Autónoma de México en 1952 y su obra se ha desarrollado a partir de la comprensión de valores de la arquitectura tradicional mexicana. Después de trabajar con José Villagrán, a principios de los años sesenta, fundó Legorreta Arquitectos.
Si bien su obra más notable son los hoteles Camino Real de la ciudad de México (1968) y de Ixtapa (1981), su etapa más prolífica se centra en los primeros años noventa: el Museo MARCO en Monterrey (1991), el Museo del Niño en la ciudad de México (1993), la Biblioteca Central de Monterrey (1994), la Biblioteca Central de San Antonio, Texas (1995) y, sobre todo, el Centro Nacional de las Artes (1994) en la ciudad de México, son parte de su titánica producción en un periodo en el que consiguió fundir su escenográfica arquitectura con la grandeur neocapitalista.
"Para mí es muy importante la presencia del humanismo mexicano en la arquitectura"
HOTEL CAMINO REAL
El Hotel Camino Real de la Ciudad de México ubicado en Polanco, es quizás la obra clásica por excelencia de este notable arquitecto, siendo el primero de una serie de hoteles que proyectó para esta cadena. Inaugurado el 25 de julio de 1968, este hotel-museo, definido así por el mismo arquitecto, fue construido en un estilo arquitectónico muy propio de Legorreta. Con obras de arte y antigüedades distribuidas por el hotel estratégicamente, con sus 33,000 m2 de jardines, piscinas, fuentes y patios, este proyecto mexicano constituye un verdadero refugio en la vida de la ciudad.
El cliente solicitó como idea inicial, crear un conjunto de torres, sin embargo el arquitecto, luego de un arduo estudio, concluyó que un edificio alto era frío y con poca personalidad. Por lo tanto Ricardo Legorreta propuso un hotel de colores más cálidos, de baja altura, y que reflejara la verdadera cultura mexicana. esta singular obra es conocida por estar sobre un terreno sísmico, Legorreta, por temas estructurales, decidió diseñar un volumen de máximo 5 pisos, permitiendo reordenar las habitaciones y los espacios públicos, con grandes espacios abiertos entremedio, logrando así una fuerte relación con el mundo exterior, ya sea de protección (3 de sus lados) como con un pequeño bulevar comercial que lo conecta con la ciudad.
Este proyecto es quizá el más importante en la carrera del arquitecto Ricardo Legorreta, debido a que plantea una estética que marcaría el camino de sus obras posteriores, modernas y tradicionales a la vez, herederas de la arquitectura vernácula mexicana. R I C A R D O
L E G O R R E T A
En la fachada de la calle principal, el hotel se presenta con una gran celosía color rosado, generando impacto, pero que luego se desvanece al ingresar al interior del hotel, a un espacio de una clara tranquilidad con una fuente en el centro. Las habitaciones son completamente independientes dentro del complejo del hotel, invitando a recorrer los lujosos espacios exteriores y haciendo que los huéspedes “revivan el placer de caminar” a través de los colores, los distintos materiales y elementos de la naturaleza y la arquitectura mexicana. Legorreta se enfocó en los rincones, dejando solo el mobiliario suficiente para acoger a la escala humana dentro de estos grandes espacios, y utilizando muros aplanados, característicos de la arquitectura tradicional mexicana, y logrando un recorrido fluido entre los espacios exteriores e interiores.
PAPALOTE MUSEO DEL NIÑO El reto del Museo del Niño fue sencillo y complicado a la vez. Había una necesidad de invitar e inspirar a los niños en el arte y en el aprendizaje, porque pueden ser muy fácilmente intimidados por el tamaño y el volumen de un museo convencional. Es por ello que el museo tenía que estar hecho de formas, colores y materiales fáciles de comprender, que estimularan la imaginación y las fantasías de los niños. La geometría básica, una esfera y formas triangulares, son fácilmente identificadas desde lejos, y resultan familiares para los niños. La variedad de formas y espacios, despiertan curiosidad y mantienen el interés del visitante en repetidas visitas. os volúmenes son definidos por forma y color. Luz natural, colores y materiales crean un edificio alegre y emocionante que evoca la cultura y el carácter de México. El Museo se diseñó para que sea 100% interactivo, con un ambiente para que los niños toquen, interactúen y experimenten un mundo nuevo. Trabajamos junto con los diseñadores de la exhibición y acomodamos exhibiciones flexibles que podrían ser usadas y transformadas por los niños. Los murales en las paredes y los techos fueron hechos por los niños. Unos de los grandes retos fue el diseñar un edificio que pudiera dar un largo servicio a sus visitantes y a su vez poco mantenimiento. Por estas razones usamos azulejos en el exterior del edificio. El Museo del Niño es un edificio completamente humano y alegre, un símbolo dramático del amor de un país hacia sus niños, un testamento visual de la posesión más preciada de los mexicanos: sus niños.
LEGORRETA
TORRE BBVA BANCOMER
Museo Marco Monterrey
BIBLIOTECA CENTRAL DE SAN ANTONIO TEXAS
"Ganador del GDPC Urban Design Awards Program, 2004."
CENTRO CULTURAL LATINO
CASA KONA ''Gestada en una cena, esta casa es una oportunidad e gozar un clima inimaginable en un entorno y perfeccionismo.''
“No tengo respuesta porque no lo recuerdo, ya pasados los años hago un recuento y digo por qué, pero no hubo un día en el que me senté en el bosque y dije voy a ser arquitecto. Yo creo que viene de que mi padre, dedicado a las finanzas, fue un hombre que quiso mucho a México y anduvo por todo el país. Mientras él hacía otras cosas, yo me dedicaba a ver los pueblos, me acostumbré a caminar, a ver y de ahí se me despertó un amor por México excepcional; me di cuenta de que la arquitectura mexicana es extraordinaria, me acostumbré a ver los colores, esas cosas que han sido fuentes de mi inspiración”..
MUSEO LABERINTO DE LAS CIENCIAS Y ARTES
TORRE EL PEDREGAL
JUNIO 2017
RICARDO LEGORRETA VILCHIS
VIDA Y OBRA