Cuento de la igualdad 1º ciclo

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1ยบ Ciclo

CEIP LA ALMOHADA


ÍNDICE 1. LA NIÑA FUTBOLISTA Pablo Martínez Villadiego 1ºA 2. IRIS LA CHICA ESPECIAL Alba Uréndez Jiménez y familia 1ºA 3. LA DECISIÓN DEL PRINCIPE Julio Victor Ariza Martín y familia 1ºA 4. ANTONY Y CANDY Laura Guardia Carmona 1º B 5. LOS PRÍNCIPES AL REVÉS Alba Santos Muñoz 1º B 6. UNOS PRÍNCIPES DE AHORA Eva Penzato Casillas y su familia 1º C 7. LOS PRÍNCIPES DE ORIENTE Adrián González Framil, 2ºA 8. LA PROTESTA DE MARÍA José Arenas Mesa 2º A 9. EL PAÑUELO Paula Tomás Cáceres 2º B 10.RICITOS DE ORO … Pauli Santos Sánchez 2º C


Autor: Pablo MartĂ­nez Villadiego 1Âş A Primaria





Autora: Alba Urendez Jiménez 1ºA Primaria


IRIS LA CHICA ESPECIAL

Había una vez una niña llamada Iris a la que le gustaba mucho jugar al fútbol con los chicos de su clase. Desde siempre,Iris había sido una niña muy especial pues no hacía las mismas cosas que el resto de sus amigas, como jugar a las muñecas, jugar a las princesitas, pintarse las uñas, … sino que Iris prefería irse a jugar al fútbol. Los chicos de su clase estaban encantados con Iris, pues era mucho mejor que otros niños jugando al fútbol, así que siempre intentaban que Iris estuviese en su equipo. Todos los niños de su clase respetaban que Iris jugase al fútbol. Pero de repente un día las amigas de iris le dieron de lado pues no era como ellas. Cuando iris se dio cuenta de que sus amigas ya no querían jugar con ella, se sintió muy triste, pues no comprendía que porque a ella le gustase el fútbol, no podía ser su amiga. Una mañana de camino al colegio,iris se encontró con su amiga Carolina y decidió hablar con ella para que volvieran a ser amigas otra vez. -Hola Carolina, me gustaría preguntarte algo – le dijo Iris algo tímida. -Si – le respondió. -¿Por qué no queréis que seamos amigas? ¿Es por qué me gusta ir a jugar al fútbol con los chicos de la clase?- preguntó Iris. Durante unos instantes, Carolina se quedó sin palabras, pero al final respondió:


-Es por quĂŠ pareces un chico, Iris, todo el dĂ­a jugando al fĂştbol con los chicos, y si no montando en bici,...


Iris que era una niña muy madura para su edad, le dijo a Carolina: -Pues Carolina, creo que no es un motivo para que no queráis ser mis amigas, porque si me voy a jugar con ellos es porque a vosotras nunca os apetece hacer deporte y a mi me gusta mucho. Creo que podemos ser amigas, porque aunque me vaya a veces con los chicos, vosotros sois mis amigas y también me gusta estar jugando con vosotras. Después de esa conversación, al cabo de unos días, Iris estaba jugando al fútbol en el colegio con los chicos, y de repente, oyó como una voz la estaba llamando: -Iris, ¿puedes venir un momento?- Era Carolina que la estaba llamando junto con el resto de sus amigas. Iris fue sin pensárselo dos veces hacia donde estaban sus amigas. -Iris, hemos pensado todas las chicas que tienes razón, y que te guste jugar al fútbol, no significa que seas un chico. Además nos has dicho que te gusta jugar y salir con nosotras, y a nosotras también nos gusta salir contigo- le dijo Carolina, en representación de todas las niñas. Así fue como las amigas de Iris aprendieron que tiene que respetar a las personas por ser como son. Además aprendieron que el fútbol no es un juego solo de chicos, sino también de chicas, e incluso algunas aprendieron a jugar y les gustó mucho. Alba Urendez Jiménez 1ºA


Autor: Julio Ariza MartĂ­n y familia 1ÂşA Primaria


LA DECISIÓN DEL PRINCIPE

Érase una vez un príncipe muy guapo que vivía en un reino muy lejano y que aún no había encontrado a su princesa. Un buen día, el apuesto príncipe pensó que ya estaba cansado de estar solo y decidió buscarse una princesa. Llamó a uno de sus sirvientes y le dijo: - Como ya estoy cansado de estar solo, quiero que escribas un comunicado a todas las muchachas del reino para decirles que estoy buscando esposa y que, todas aquellas que estén interesadas, deben acudir a mi castillo. Para convertirse en mi esposa, deben de cumplir estos requisitos: ser guapa, humilde, buena persona,... pero, sobre todo, debe ser muy buena ama de casa. Mi castillo es muy grande y necesito a una buena mujer que se le de muy bien la limpieza, pues tendrá que pasarse muchos días limpiando, sobre todo cuando yo tenga que ausentarme varios días por alguna batalla. El sirviente mandó el comunicado a todo el reino y, al día siguiente, cientos y cientos de chicas acudieron al palacio para hablar con el príncipe, todas muy ilusionadas porque querían ser la futura princesa del reino. Iban entrando de una en una para hablar con él y le explicaban las razones para que las eligiese como esposa. Una le decía que era muy buena lavando platos, otra que nadie barría tan rápido como ella, la siguiente que no tendría porqué preocuparse, pues con ella en el castillo no tendría que mover un dedo, y así todas..., cada cual era más limpia y mejor ama de casa que la anterior. Entonces, llegó una muchacha que le dijo: - ¡Claro que yo sé limpiar!, pero yo ya tengo


trabajo y, al igual que tú, tendré que pasar varios días fuera de palacio porque soy diseñadora y me llaman desde muchos lugares del reino. Además, no me parece bien el tipo de esposa que quiere, lo que está buscando es una criada más. Una esposa sirve para algo más que limpiar, es alguien con quien compartir tu tiempo libre y disfrutar de su compañía. En el caso de que decidas quedarte conmigo, compartiremos las tareas del hogar y trabajaremos los dos por igual. Yo no puedo prometerte una vida de comodidad absoluta, pero si puedo ayudarte en todo lo posible y compartir contigo mi tiempo. El príncipe se quedó muy impresionado con lo que ella le dijo y se dio cuenta de que tenía razón y que había sido muy egoísta pensando solo en su comodidad. Al final decidió quedarse con ella, pues ninguna de las otras muchachas le habían sorprendido tanto y se dio cuenta de que las princesas sirven para algo más que para ocuparse del príncipe... Julio Ariza Martín y familia 1ºA


Autora: Laura Guardia Carmona 1ยบ B Primaria


ANTONY Y CANDY Érase una vez, en un reino muy lejano, unos hermanos principescos llamados Antony y Candy. Antony era un príncipe muy tierno al que le gustaba ayudar a su madre en las tareas del reino, lavar, planchar, cocinar, etc. Y Candy por el contrario le gustaba luchar, salir a cazar, fabricar arcos, etc. Todos los días había revuelo en palacio ya que nadie entendía ¿por qué? Los príncipes tenían las tareas cambiadas ya que Antony hacía cosas de niña y Candy de chico. Un día apareció un hada en palacio y convocó a todos los miembros del reino y les contó que no tiene porque haber tareas de chicos ni de chicas, que todos somos personas y que el sexo no importa para desarrollar cualquier tarea y sentirse bien por ello. Desde aquel día todos los miembros de palacio intercambiaron sus faenas y pudieron comprobar lo que el hada decía, se podía hacer cualquier cosa, sin tener que decir: -¡ESTO ES DE CHICA! o esto ¡ ES DE CHICO! Y desde aquel día, vivieron en perfecta armonía y felices, compartiendo tareas y sintiéndose bien por ello. Y colorín colorado este cuento se ha acabado.


LAURA GUARDIA CARMONA 1ยบ B


Autora: Alba Santos Muñoz 1º B Primaria


LOS PRÍNCIPES AL REVÉS Érase una vez, en un país muy lejano, había un castillo, en él estaba el Rey y la Reina que tuvieron dos hijos, una niña y un niño. La niña llamada Alba jugaba con las espadas de su hermano Pedro, él a su vez jugaba a peinar y vestir a las muñecas de su hermana. El Rey un día presenció los juegos de sus hijos y muy enfadado y sorprendido se echó las manos a la cabeza y solo decía dando vueltas de un lado a otro, y en círculo. ¡No puede ser, no puede ser¡ El hada le dio una charla sobre la igualdad entre niños y niñas, hombres y mujeres. Que todo no se basaba en que los niños solo pueden hacer y jugar a unas cosas y las niñas a otras. Pero el Rey no entraba en razón y prohibió que compartieran juegos y juguetes y nunca pudieron jugar juntos. Los dos hermanos se criaron en la lejanía y separados por completo solo compartían mesa a la hora de la comida. Alba fue educada para servir a su marido e hijos y recibió clases de modales y protocolo. Pedro a su vez fue educado para la lucha y recibió clases de esgrima y artes de guerra.


Pero estaban muy tristes, eso no les hacía feliz porque su pasión era: la de Alba la lucha y el esgrima y a su hermano la moda, el peinado.... El Rey se hizo mayor y sus hijos ya cansados de tanto fingir y hacer lo que su padre y la gente del pueblo veía normal, hablaron con el Rey y este tuvo que acceder por ver a sus hijos felices. Esto hizo un cambio radical en las costumbres del pueblo ya que gracias a las Príncipes que fueron el ejemplo a seguir, todo el mundo hizo lo que le gustaba sin complejos y sin pensar en el “qué dirán”. No solo ellos fueron felices desde ese momento sino todo el pueblo. ¡Y colorín colorado este cuento me ha gustado!

ALBA SANTOS MUÑOZ

1º B


UNOS PRINCIPES DE AHORA Autora: Eva Penzato Casillas y su familia. 1ยบ C Primaria


UNOS PRINCIPES DE AHORA

En un reino no muy lejano y en un tiempo bastante cercano, vivía una princesa, vestida toda de rosa y con los labios de fresa. Tenía ya edad de casarse, pues había cumplido los treinta, pero a ella no le importaba, porque para buscar novio no tenía paciencia. Pero un día por sorpresa y con alegría, llegó un príncipe todo apuesto, de un reino extranjero para hacerle compañía. Enseguida se casaron pero como ocurre en nuestros días, la crisis llego a palacio y los príncipes fueron a buscarse la vida. La princesa no tardó en encontrar trabajo, pues había estudiado mucho, se sacaba su dinerillo ayudando a todo el mundo. Ayudaba a un abogado a resolver casos injustos, ayudaba también a un director


como su secretaria, con mucho gusto. El príncipe se quedaba en casa dando clases de idiomas, pues era el muy culto y de lenguas sabía mucho. Así que, en general los dos colaboraban en salir adelante y hacer las tareas de casa. La princesa hacía la compra, y el príncipe hacía la colada. La princesa ponía la mesa y el príncipe los platos fregaba. Y es que hoy día, en todas las historias y en cada casa, todas las personas trabajan y todas las personas debemos ocuparnos nuestras tareas de buena gana y con gracia. Eva Penzato Casillas y su familia 1º C de Primaria

de


AUTOR: Adriรกn Gonzรกlez Framil 2ยบA Primaria


Los Príncipes de Oriente Había una vez en el lejano 0riente, un príncipe llamado José, que esperaba y esperaba a su princesa Elena. Ella había ido a trabajar a los pozos petrolíferos. José se encontraba en el palacio tejiendo y tejiendo, ya que le gustaba mucho coser. Todos los hombres y mujeres del palacio venían , para que Jose, les cosiese todas sus ropas. Él estaba encantado. Tenía más tiempo libre que la princesa y por eso hacía todas las tareas del palacio. Se le daba muy bien coser y planchar. Elena, cuando llegaba de trabajar ayudaba al príncipe a hacer de comer, ya que a José no se le daba muy bien. Un día salieron a dar un paseo en sus hermosos camellos y encontraron un jarrón, de él salió un genio mágico. El genio les dijo: -¡os concederé un deseo ¡ , tenéis un día para pensarlo. Ellos pensaron y pensaron y decidieron que el mejor deseo que podrían pensar, es estar juntos para toda la vida y ayudarse el uno al otro, para siempre.

Adrián González Framil, 2ºA


Autor: José Arenas Mesa 2º A Primaria


LA PROTESTA DE MARÍA Érase una vez, una niña que se llamaba María. Era la mayor de cinco hermanos. Por desgracia era la única chica y todas las tareas de la casa siempre eran para ella. Tenía que limpiar, que poner y quitar la mesa, que fregar los platos, todo le tocaba a ella. Un día le preguntó a su mamá que por qué solo trabajaban en la casa ellas dos, ni su papá ni sus hermanos hacían nada. La madre le dijo que eso eran tareas de las mujeres, que los hombres no tenían que hacer esas cosas. María no entendía lo que su madre le decía. “Si mis hermanos comen como yo y ensucian como yo ¿por qué no ayudan a mamá como yo? Eso no es justo.” Se fue muy enfadada al cole y la seño le preguntó que le pasaba. Ella le contó lo que había hablado con su madre y le preguntó que si eso era lo normal. La seño le dijo que no, que habían muchos hombres que ayudaban en casa como las mujeres, pero que por desgracia todavía hay mucha gente que pensaba como su mamá. - Pero esto hay que cambiarlo,- dijo María.- Tengo que hacer algo para que en casa entiendan que todos tenemos que colaborar y ayudar a mamá en las tareas de la casa. María de camino a casa iba dándole vueltas a la cabeza pensando en que podía hacer para cambiar


las cosas. Así que decidió ponerse en huelga. María dejó de hablar. Todos le preguntaban que le pasaba y ella nada, que no hablaba. Sus padres preocupados la llevaron al médico para ver qué pasaba, y así descubrieron que María estaba en huelga. Le dijo al médico que hasta que su papá y sus hermanos no colaboraran en casa ella no iba a hablar. Y así fue; pasaban los días, las semanas y los meses hasta que un día después de comer su papá se levantó y le dijo a sus hermanos: -Hoy quitaremos nosotros la mesa y limpiaremos los platos, mamá y María descansarán. Y María habló: -“Gracias” Papá. Por fin lo habían entendido y desde ese día, todos, pero todos colaboraban en las tareas de la casa. Y como lo hacían entre todos tenían más tiempo para disfrutar en familia. Y desde ese día María no paró de hablar porque se sentía muy “feliz”. JOSE ARENAS MESA 2º A


Autora: Paula Tomรกs Cรกceres 2ยบ B Primaria



Autora: Pauli Santos Sรกnchez 2ยบ C Primaria


RICITOS DE ORO…………. Érase una vez una familia de osos. Estaba la mamá osa , el papá oso y el pequeño osito. Vivían en una casita al final del bosque, era muy bonita y muy pequeñita. El papá oso se pasaba el día tirado en el sofá, zampando bollos de chocolate y viendo la tele. Al verlo así día tras día, el pequeño osito hacía lo mismo que su padre. La mamá osa muy enfadada, era la que hacía todas y cada una de las tareas de casa. Por más que les pedía que le ayudaran, ninguno le hacía caso. Un día soleado de primavera, mamá osa hizo como todas las mañanas todas las tareas de casa y la comida. Mientras papá oso y el pequeño osito jugaban al fútbol en el porche. Mamá osa se acercó a ellos: -¿Queréis que vayamos a dar una vuelta? -¡Sí! Contestó el pequeño osito. Y se fueron a dar un paseo por el bosque. Una niña que pasaba por allí, se paró para ver la casa tan bonita. Se llamaba Ricitos de Oro, la llamaban así por el color y los rizos de su pelo. En ese momento aparecieron los tres osos. Mamá osa vio que la niña tenía mucha hambre y la invitó a pasar para que comiera con ellos.Y la niña aceptó . Se sentaron todos a comer una rica y sabrosa sopa de fideos, y un filete de pollo con patatas.Y después mamá osa y Ricitos de Oro,


comenzaron a quitar la mesa y fregar los platos . Ricitos de Oro y mamá osa se hicieron muy amigas y la niña se sorprendió mucho, al ver que no tenían ayuda ni de papá oso, ni de pequeño osito. Ricitos de Oro le dijo a mamá osa que deberían de hacer algo para que todos colaboraran en las tareas de casa. Juntas hicieron un plan : Trataba de que cada uno se preocupara de su ropa, de su habitación, de su comida y de que la casa estuviera siempre ordenada y limpia. Se dividirían el trabajo en partes iguales y el pequeño osito les ayudaría . Porque la casa era de todos y juntos podrían mantenerla limpia y ordenada.

Pauli Santos Sánchez 2º C


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