Escritores y Artistas de LatinoamĂŠrica, por Ayotzinapa
Escritores y Artistas de Latinoamérica, por Ayotzinapa Primera Edición miCielo Ediciones micieloediciones.blogspot.com Selección y edición Mónica González Velázquez Diseño M. F. Wlathe Ciudad de México, 2015
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Contenido
Introducci贸n
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Narrativa
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Poes铆a
24
Autores
50
Abel García Hernández Abelardo Vázquez Peniten Adán Abrajan de la Cruz Alexander Mora Venancio Antonio Santana Maestro Benjamín Ascencio Bautista Bernardo Flores Alcaraz Carlos Iván Ramírez Villarreal Carlos Lorenzo Hernández Muñoz César Manuel González Hernández Christian Alfonso Rodríguez Telumbre Christian Tomas Colón Garnica Cutberto Ortiz Ramos Dorian González Parral Emiliano Alen Gaspar de la Cruz Everardo Rodríguez Bello Felipe Arnulfo Rosas Giovanni Galindes Guerrero Israel Caballero Sánchez Israel Jacinto Lugardo Jesús Jovany Rodríguez Tlatempa Jonas Trujillo González Jorge Álvarez Nava Jorge Aníbal Cruz Mendoza Jorge Antonio Tizapa Legideño Jorge Luis González Parral José Ángel Campos Cantor José Ángel Navarrete González José Eduardo Bartolo Tlatempa José Luís Luna Torres Jhosivani Guerrero de la Cruz Julio César López Patolzin Leonel Castro Abarca Luis Ángel Abarca Carrillo Luis Ángel Francisco Arzola Magdaleno Rubén Lauro Villegas Marcial Pablo Baranda Marco Antonio Gómez Molina Martín Getsemany Sánchez García Mauricio Ortega Valerio Miguel Ángel Hernández Martínez Miguel Ángel Mendoza Zacarías Saúl Bruno García
A todas las vĂctimas del Estado
Introducción A un año de la desaparición forzada de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa, el 26 de septiembre de 2014, y en medio de una crisis, donde el Estado es el principal responsable de actos de represión y violencia contra el pueblo de México, escritores y artistas latinoamericanos nos unimos en una sola voz para exigir justicia y demostrar que la solidaridad es más poderosa que la opresión del Estado.
Ni perdón ni olvido. ¡Vivos se los llevaron, vivos los queremos!
Mónica González Velázquez Ciudad de México, 24 septiembre de 2015
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Narrativa
EL MILAGRO SECRETO DE AYOTZINAPA Carlos Aguasaco (Bogotá, Colombia 1975) En sus caminatas pendulares entre su hogar en Omeapa y la preparatoria en Tixtla, Jhosivani descubrió su inclinación por la poesía. El lenguaje, como el mundo –pensó- es un canto hecho de repeticiones y variantes, una celebración de lo común y lo particular en hermandad infinita. Lejos de los salones literarios, de la arrogancia de los teóricos y los “escritores” citadinos, Jhosivani desarrolló su poética personal con base en la observación de la naturaleza. El verso, como el hombre, respira en resonancia con su contexto –meditó- y a veces hace eco del aire y las alas que lo perturban o retumba con la tierra por la que se arrastra la serpiente que huye que quien viene a cazarla. Unos meses antes de partir para integrarse a la escuela normal en Ayotzinapa, Jhosivani descubrió que desde hacía varios días un zanate lo seguía como una sombra con alas. Jhosivani y el “chanate” –así lo llamaba élconstruyeron una amistad translucida y permanente. El joven poeta lo alimentaba y el ave, agradecida, respondía con un popurrí de sus siete cantos. Inspirado en esas melodías, Jhosivani quiso traducirlas en versos, y así hizo en su marcha a la normal donde soñaba con convertirse en maestro. Para su sorpresa, su amigo Chanate lo siguió hasta allí y mantuvo con él sus acostumbradas charlas matutinas y vespertinas. El 26 de septiembre de 2014, Chanate se unió a Jhosivani y sus compañeros en Iguala y desde el aire, impotente, lo presenció todo. Cuando supo que la muerte era inevitable, Jhosivani levantó la mirada y vio a su amigo en aire; en un último intento por aferrarse a la vida habló con él en la oscuridad. Si de algún modo existo – le dijo- si no soy una repetición o errata de la naturaleza, existo como tu amigo y como poeta. He traducido en versos tus siete cantos y ahora quisiera, antes de morir, pedirte que tradujeras los míos a tu lenguaje de trinos y los siembres en el aire. Chanate aceptó y mantuvo el vuelo junto a las llamas mientras interpretaba la primera versión de su nuevo canto para que Jhosivani la escuchara y corrigiera en su agonía. Antes de morir el joven poeta hizo una acotación a la traducción de su amigo. Chanate, el último verso de mi vida quiere decir dos cosas: semilla y esperanza. El ave, con las alas chamuscadas, lo comprendió y se alejó de las llamas buscando un canto que tradujera ese sentimiento. Semilla y esperanza, semilla y esperanza, semilla y esperanza, todavía se repite Chanate por aires, mientras llora. *“El milagro secreto de Ayotzinapa” está dedicado a la memoria de Jhosivani Guerrero de la Cruz y sus compañeros de Ayotzinapa. Las cursivas resaltan la referencia intertextual al cuento “El milagro secreto” de Jorge Luis Borges.
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EPITAFIO EN UN BASURERO DE CENIZAS César Rodríguez Diez (Puerto de Veracruz 1967) No queda nada más que el grito. Pero tarde o temprano nos hará conscientes. Porque la sangre sacudirá de su indiferencia al mundo y entonces nadie podrá callar lo que yace escrito entre cenizas. Existiremos en la memoria, en la inquietud de los murmullos, en la palabra no dicha ante el silencio perpetuando el grito, para que ningún otro tenga que jamás gritar.
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ESPERANDO A PAPÁ Dina Grijalva (Culiacán, Sinaloa) a Allison Abraján de la Cruz Me gusta que viene mucha gente a visitarnos a mi casa. Antes no venías tantas visitas, el que siempre llegaba de sorpresa era mi papá, a veces se venía caminado o en combi desde Ayotzi, donde estudia para ser maestro. También me gusta la mesa que puso mi mamá con fotos de mi papá y flores y velas y donde se ponen a rezar todas las mamás y algunos papás y mis dos abuelitas y mi abuelito que vienen en las tardes. Así yo y las niñas y niños que vienen aprovechamos para jugar y correr afuera, mientras las personas grandes rezan y platican y no tienen tiempo de regañarnos. Lo que no me gusta es que en los últimos tiempos mi mamá y mi hermano de repente lloran y casi siempre están tristes. Mi hermano ya no quiere ir a la escuela porque le dicen cosas malas de mi papá, le dicen que ya no va a regresar; pero mi mamá le dijo ahora: acuérdate que ayer en la marcha gritamos ¡vivos se los llevaron, vivos los queremos! Y entonces mi hermano dejó de llorar y dijo: sí, en la otra marcha gritaré más fuerte para que escuchen los malos y nos lo regresen. Pero lo que más me gusta en estos días es cuando vamos toda la familia y otras personas a Ayotzi y podemos jugar y ver los escritorios con fotos, en uno está la de mi papá y me gusta verlo allí. Como dicen que una noche salieron él y sus amigos y no han vuelto, yo creo que están jugando a las escondidas. Y yo juego con otras niñas a buscarlos, pero se han de haber escondido muy bien porque no los hemos encontrado en tantos días. Cuando vamos en las marchas con velas y gritando es para que mi papá y sus amigos vean las luces y nos oigan y encuentren el camino de regreso pronto. Ya tengo ganas de ver a mi papá.
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SESENTA Y TRES DÍAS Y NI UNA PISTA Dina Grijalva (Culiacán, Sinaloa) Hace sesenta y tres noches y sesenta días que seis jóvenes fueron asesinados y 43 estudiantes fueron capturados por policías y desaparecidos. En estas sesenta y tres noches y sus días, las madres y los padres de los jóvenes las han buscado, se han entrevistado con el presidente, han sido insultados por el procurador que sin pruebas creíbles les mostró una caja con pedacería de huesos diciéndoles que eran sus hijos. Un fragmento importante de la sociedad civil y de los estudiantes de todo el país han expresado su solidaridad y su exigencia del regreso de los jóvenes, de diversas y plurales maneras. En varios países también se han visto múltiples y creativas muestras de solidaridad con los jóvenes y de exigencia a las autoridades mexicanas. La pareja presidencial, mientras tanto, ha viajado feliz a China y ha retornado indignada por la indignación que ha despertado en la sociedad la ostentosa casa en la que habitan. Se han dedicado en febril actividad a grabar videos por su casa y pidiendo que se apoye con dinero a la misma empresa que les regaló la casa de cientos de millones de pesos. La sociedad ha seguido manifestando su indignación y exigencia del regreso de los jóvenes estudiantes desaparecidos por la policía y ahora se suma la indignación y el agravio de que manifestantes hayan sido detenidos. Han pasado sesenta y tres días y sesenta y tres noches y de los jóvenes ni rastro.
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EL SILENCIO DE LA AUSENCIA Francisco de León (Ciudad de México 1975) Uno Abrió los ojos. No pudo ver nada, el lodo le nublaba la vista por completo. Le ardía. Quiso gritar, gemir al menos, pero la tierra mojada, la sangre en fuga, se convirtieron en su lengua en un sabor imposible de degustar que lo enmudecía. Elevó un poco la cabeza para respirar. Tomó aire largamente. Al hacerlo pudo sentir el sabor del silencio que le rodeaba, de la muerte que ocurría a su alrededor, pero también podía sentirla piel adentro, próxima y ansiosa. Quiso rezar un padre nuestro, pero las palabras se le agolpaban, imposibles. “Padre nuestro…” dijo una vez mientras con la todavía sucia palma de la mano trataba de limpiar sus ojos. Logró ver, a lo lejos las luces de lo que sabía que era su pueblo. “Padre nuestro…” repitió, “nuestro…”, “nuestro…”, la palabra lo abarcaba todo: lo que su mirada cansada alcanzaba a reconocer, la tierra en su boca que ahora sabía diferente; “nuestro…”, “nuestro…” repitió una y otra vez como si en ello se le fuera la vida, y en ello se le iba. Su tacto reconoció lo que desde la tierra se eleva por sobre la muerte: “nuestro…”
Dos ¡Zip! ¡Zip! Escuchaban por sobre sus cabezas. ¡Zip! ¡Zip! Cada vez que el sonido abarcaba el espacio, ella se apretaba un poco más sobre su pecho. Tantas veces él lo había deseado, tantas veces había soñado con esta cercanía. ¡Zip! ¡Zip! No podía verla. Todo estaba muy oscuro. Pero la sentía. Su tacto, su aroma que podía reconocer desde la distancia. Hoy no había nada más que esa cercanía para ambos. ¡Zip! ¡Zip! Ella de él no supo más que su nombre y que estudiaban en la misma escuela. Lo veía pasar por las calles en silencio, sentía su mirada, pero nada más. ¡Zip! ¡Zip! Ella siempre temió que le hablara, pues no habría sabido qué decir. No era buena para hablar con gente que no conocía. Ahora, en esa oscuridad, lo sintió como si siempre hubiesen estado juntos.
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¡Plac! ¡Zip! Una de las balas atravesó la lámina del techo y se incrustó silbante en una de las paredes. Una pequeña ráfaga de luz se dejó ver en el piso. Ellos se abrazaron con más fuerza. Estaban tan juntos que el mundo cabría entero en su abrazo. Hubo mucho silencio. El murmuró su nombre al oído de ella. Ella murmuro su nombre al oído de él. Ambos sonrieron en la oscuridad. Con cada gesto, el mundo comenzó a ser otro.
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YA ME CANSÉ 43 Héctor Rojas M. (Ciudad de México 1986) A la familia de los desaparecidos. Su dolor es el nuestro. Vivos los raptaron En nuestro corazón vivos los mantenemos. Su voz ha nacido en todos lados. Hace algunos años, Ángel escribía: Estoy felizmente cansado, y con mucho trabajo por delante. Hoy conocí a Rubén Álvarez Mendiola, periodista que hoy dirige un proyecto que se llama Educación a Debate, donde se me han abierto las puertas y se me ha encomendado la tarea de hacer un reportaje de educación y género. Es perfecto, mi amigo Valek me ayudo a entrar ahí, hoy en la junta me sentí en mi ambiente total, lo que siempre había soñado, mañana empiezo a realizar entrevistas y a redactar el reportaje. Por otra parte en menos de 15 días tengo una presentación en el MUNAL. No hay más, poesía y educación. La educación es poesía y la poesía educación. Estoy cansado, felizmente cansado. 12:47 hrs, martes 10 de agosto de 2010. Un libro en manos de un vecino es como un arma cargada R. Bradbury (La cita del día) Ángel, acostumbraba poner una cita luego de escribir algo en su diario. Lo que Ángel, cansado, no sabía, es que, cuatro años y un mes después el sabría perfectamente el desarrollo del trabajo en las Normales, que toda modificación de carácter educativo tendría que empezar justo en estos centros tan diversos y tantas particularidades hilvanadas con un mismo propósito. La intervención del Estado en las Normales es irrevocable desde la perspectiva pedagógica como desde la gobernanza del país, no se puede gobernar tal y como están hoy las Normales, y hay que decirlo, Ángel, se ha cansado todos estos días, todos estos años, para atestiguar la barbarie, para ser testigo de la sangre derramada por el delirio. PISA. PISA. Ayotzinapa, verdad histórica, medida de México, medida del mundo. La manu como la mente factura de maestros es esencial para el desarrollo de cualquier nación, el cansancio de Ángel lo había llevado a esa conclusión de una forma muy sencilla, luego de una entrevista con la embajadora de Finlandia Anne Lammila; Anne, había sido muy honesta: “Finlandia no es un país muy rico, tenemos pocos recursos naturales”, por eso la Reforma del 68, lo que hace que casi 50 años después, Krista, ministra de Educación de este país del norte de Europa, asegure: “El sistema educativo finés no evalúa cada año a sus maestros, confía en la capacitación que han obtenido a lo largo de su carrera y les brinda total libertad y autonomía para que desarrollen su trabajo”, la nota está ahí y es de Educación a Debate, hoy, Educación Futura. 11 de septiembre de 2014; quince días antes de la desaparición de los 43. En muchas de las Normales Rurales, el cansancio de Ángel lo sabe bien, se enseña principalmente a odiar al Estado, es evidente que el Gobierno tiene que intervenir. Amar el conocimiento es, el espíritu del aprendiz de maestro. Formarlos sólidamente y después darles libertad para trabajar. Son nuestros semilleros de luz, no los podemos abandonar. Aún cansados, tenemos que continuar. La educación es poesía y la poesía educación.
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¿Educar, para qué? ¿Qué queremos construir? ¿Cuántos modelos de desarrollo caben en un país? ¿Qué vamos a hacer? Seremos capaces de perdonar? Pero sobre todo ¿seremos capaces de transformar con audacia y armonía instituciones como la policía comunitaria de Iguala? ¿Qué vamos a hacer? El nuevo mundo nace de la solidaridad Del entendimiento de la otredad Como reflejo firme de la identidad misma
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Julio Jonathan Minila (Ciudad de México) —¿Está segura que quiere verlo?—le preguntaron. Marissa asintió. —Tiene que ser fuerte— dijeron. Levantaron frente a ella la sábana blanca que lo cubría. Se estremeció. Era Julio. Reconoció la ropa. Esa playera roja. La llevaba, también, semanas atrás cuando cargó a su hija por primera vez. No dijo nada. Tampoco Julio que comprendió su silencio. Se paró detrás de ella y tocó su hombro. Marissa no lo percibió. Te amo, dijeron al mismo tiempo.
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DE LA AUSENCIA QUE DUELE MÁS Jorge Manuel Herrera (Toluca, Edo. de México 1972) Indolente Qué grande eres pueblo mexicano que tus hijos cruelmente muertos no te lastran ni llagan menos te duelen para detonar tu rabia y corregir tu historia Qué grande eres pueblo mío pero qué corazón tan jodido tienes…
Individual y colectivo… … algún día (no muy lejano) nos arrepentiremos de haber llamado “patria” a este silencio cómplice, cobarde y ciego sinónimo de la desgracia del país que no somos.
Así andamos Nuestra memoria, no es aquella ave cansada que todos creemos que es. Sí no nos sirve de nada es recién un polluelo desenvainado.
Avalancha Desde el fondo, exactamente donde se siente uno humano más cerca de lo que es sentirse pueblo o cómo dirían los más dignos : esto ya está moviéndose y viene repartiendo chingadazos.
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Cábala “nuevoañera” No usar nada de calzones, ni rojos ni amarillos, Debe recibir el año nuevo a raíz (sin calzones, pues) ¡Ahhh! Y tampoco usarlos el resto de su vida, haber sí, cuando más rozado ande recuerda que tiene madre, hijos, hermanos, amigos, compatriotas y un país, por los cuales tiene que cambiar su modo de pensar y actuar.
Doble filo El odio consiste en no olvidar No olvidar es ser digno Él no digno olvida con odio Olvidar merece un odio indignado
Fosas clandestinas Cada uno de nosotros cobardemente enterramos con indiferencia valemadrismo y apatía el paso de los que marchan reclamando justicia y exigen ver de regreso a sus hijos con vida Pareciera ignorarse que, en este país NADIE está a salvo.
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SOMBRA EN MEDIO DE LA NOCHE Leticia Carrera L. (Morelia, Michoacán 1981) El viento de aquella noche trajo la lluvia, obligando a todos a mirar una mentira, los hecho relatados fueron acaso un último recurso para distraer a la gente, la repitieron tantas veces que ellos creen que es verdad, pero un país lo duda, los otros países incluso escriben y relatan del cinismo, de los cuentos de horror que se relatan en el país del águila y la serpiente. Esa noche se hicieron leyenda, 43 nombres quedaron registrados en la historia, sin saberlo fueron la voz de reclamo, el choque contra el iceberg que resquebrajo las láminas del barco, aunque sigue luchando por no naufragar, se escucha la fuerza del agua entrando por las ranuras. En tierra agreste se levanta el humo, el calor de la tierra desaparece con los cuerpos inexistentes, dicen que fue el fuego, los analistas insisten que fue lluvia, que el fuego no tuvo oportunidad, que la historia no está bien contada, que si hubiera sido el fuego, la temperatura sería como el de la lava, no son encantadores de serpientes, su historia es un cuento sin verdad. No lograron decir palabra alguna ni levantar mano en pos de su idea, de la meta que tenían, los 43 normalistas se hicieron sombra en medio de la noche, los callaron por miedo, por odio, por necesidad, por ser esa sangre de rebeldes que sólo una tierra como Guerrero puede gestar. Los desaparecieron, ni siquiera hay cuerpo para un entierro, para cerrar su ciclo en esta tierra, ni siquiera cenizas para esparcirla en los campos y que florezcan en el maíz, como alimento mágico, como alimento de los dioses de otros tiempos, para no olvidar su sangre, para nombrar Ayotzinapan con deseo de justica, con sabor a un futuro, con un aroma que pueda parecerse al corazón que late después de saber su historia.
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26 DE SEPTIEMBRE Leticia Carrera L. (Morelia, Michoacán 1981) El 26 de septiembre de 2014 cumplí 33 años, imaginé que ese día renacería como Huidobro narra en Altazor: “Nací a los treinta y tres años, el día de la muerte de Cristo; nací en el Equinoccio, bajo las hortensias y los aeroplanos del calor.” Sin embargo ese día las noticias no fueron luminosas, y bajo las hortensias desaparecieron ellos, los 43 jóvenes que soñaban con ser maestros, pero en lugar de nacer, sus cuerpos desaparecieron, “He aquí la muerte que se acerca como la tierra al globo que cae”. Entonces ese día el lugar no fue el cielo ni la tarde, fue Ayotzinapan, las noticias no pararon, las noticias siguen hablando de ese fatal día, la mirada de los otros países cayeron y sus preguntas ante los 43 alumnos de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos que habían desaparecido continuaron, y tuvieron que venir de Argentina a decirnos lo que todos imaginaban… “De pronto, comenzaron a desprenderse, uno a uno, arrastrando como pabellón jirones de aurora incontestable”. Los meses han pasado, la vida sigue, arrastra la memoria de 43 que ya no caminan, que ya no están, que no se olvidan. Todos los meses ha habido marchas los días 26, me recuerdan que sigo viva y también recuerdo a los 43 que ya no son: “Los verdaderos poemas son incendios. La poesía se propaga por todas partes, iluminando sus consumaciones con estremecimientos de placer o de agonía.” Los 43 dejaron de ser humanos, los vivos los han transformado en grito, y recordatorio. Ellos se transformaron en memoria, en semilla, en temblor. El mundo sigue preguntando por ellos, sus padres caminan otras patrias para contar su historia. En la patria de los 43 se agita el viento que los nombra a cada momento, soñando que un día su fruto será la más dulce soberanía.
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LEVANTAMIENTO Mariano F. Wlathe (Ciudad de México 1986) Yace en la cama incapaz de moverse. Está paralizado, lleva años así. La persona que debería cuidarlo, abusa de él. Lo golpea, se burla, le roba la comida. La ira, la frustración acumulada a lo largo de años recorre el cuerpo inmóvil sin encontrar lugar donde expresarse. Cuarenta y tres milímetros del cuerpo responden, cuarenta y tres milímetros que están hartos, cuarenta y tres milímetros de su mano izquierda. La falange media de su dedo corazón se yergue retadora. El hombre a cargo se enfurece. Grita, ofendido, al cuerpo paralizado. Lo maldice, a él y a su repuesta. Lo escupe. Pero los cuarenta y tres milímetros resisten. Lo enfrentan, están dispuestos a luchar. El hombre se burla y, sonriendo, se monta sobre el cuerpo inerme que sólo puede ver. Se retuerce provocándolo, mofándose de los cuarenta y tres milímetros subversivos, los lame mientras ríe. Se los introduce en la boca y, mirando a los ojos del hombre en la cama, muerde con fuerza. La mordida desgarra la piel y rompe los huesos. El dolor recorre todo el cuerpo. El hombre, convertido en bestia, se carcajea con la boca manchada de sangre y, entre sus dientes, el trofeo recién amputado. ¡Cobarde! Se dice a sí mismo el hombre en la cama. Quisiera apartar la mirada, olvidar el dolor, pero la bestia sobre él se lo impide. Cínica, le escupe el dedo en el rostro, mientras se exhibe, presumida y sonriente, cubierta de sangre. Sin darse cuenta de que el resto de los dedos ha comenzado a levantarse para formar un puño.
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Cenizas Mariano F. Wlathe (Ciudad de México 1986) Una niña de seis años camina descalza, desde Guerrero, arrastrando con una cuerda un ataúd lleno con las cenizas de su generación. Aunque sus pies arden sobre el asfalto abrasador, no se detiene. Avanza entre hombres que han perdido su humanidad: bestias que arrancan a personas de su comunidad para devorarlos. Fieras ignorantes y ambiciosas con rostros de oficiales y corazones de asesinos. Al verla pasar la insultan, intimidad, golpean y violan frente a cientos de testigos cobardes o cínicos que escupen mierda. Mierda que se acumula en el camino, que hiede y hierve bajo el sol, dificultando el caminar de la niña que, vejada, continua avanzado entre el pantano de heces que llega hasta sus rodillas y atasca el ataúd. Su recorrido es arduo e ingrato hasta arribar a la capital del país, donde el pantano se vuelve más profundo. Donde marcha entre los padres de cuarenta y siete jóvenes que el Estado convirtió en fantasmas, en sombras que reflejan nuestro miedo a este país. Cuarenta y tres desaparecidos, tres enterrados y uno más golpeado hasta la muerte cerebral y miles de muertos más detrás de ellos y miles delante. La niña ve a los padres, abandonados a su suerte, ignorados y denigrados. “Imbéciles que no logran entender que sus rufianes están muertos, mejor que se pongan a trabajar para que salgan de la pobreza en que viven”* gritan monstruos despiadados que se confunden con el excremento que inunda la ciudad. “Ya dejen de insistir en fastidiar a los demás. Es horrible lo que pasó y estoy con ustedes de corazón, pero no arruinen mi día provocando tráfico”* Grazna otro hipócrita insensible hundido en el pantano de estiércol. La niña alcanza, agotada, el centro de la ciudad donde un grupo de bestias con disfraz de granaderos la esperan. La atosigan, como perros que ladran y muerden. Ella no puede más, se deja caer, pero con sus últimas fuerzas abre el ataúd que guarda las cenizas de toda su generación, esperando que éstas vuelen y cubran la mierda y que asfixien a todos los responsables de ella. Que se enciendan y esparzan convirtiendo en ruinas los cascarones de las instituciones vacías. Que se petrifiquen sobre todo el horror para que no se olvide. Que germinen y se conviertan en algo muy distinto al país que hoy nos avergüenza. *Comentarios tomados de perfiles de Facebook.
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Poesía
CARDÚMENES Alejandra Proaño (Ecuador 1976) Cardúmenes de estrellas ciegan los horarios, pero nosotros somos un inmenso cuerpo luminoso en la superficie del mar. Respirar el tiempo es mirar arriba, cerrar el paso a la muerte, patalear con alas de narices, emprender vuelo marino en la esfera húmeda, olerse, sofocar con piel ventosa el filo de la esfera globular, esperar en quietud los compases de la inmersión nocturna. Pero burlar la muerte es danzar con agua y plancton. En el agua, los cuerpos se rozan por accidente Somos 43 luces de navíos sin brújula. En ocasiones, nos recogen de regreso al mar astronautas en órbita, pero nosotros, entregados bajo la marea, despreciamos el oxígeno para mirar a los ojos. Los encuentros marinos se los lleva la luna Ella mueve las mareas con su mano de garfio desgarrando, arrancando, con el borde de sus uñas. Sí, esa luna que promete acurrucarnos, y al cabo de tres noches se hincha y nos deja caer de nuevo al vacío de altas mareas. A veces soñamos que nos han encontrado y entonces somos el arrullo de dos extraños en la oscuridad. Un diamante de hojas incrusta escamas en voz baja, contar una noche es la larga perla de un collar en el cuarzo negro de una playa nocturna.
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NOTA ROJA PERIÓDICOS NACIONALES Canek Zapata Paniagua (Ciudad de México 1985)
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LOS CADÁVERES HERMOSOS Augusto Rodríguez (Guayaquil, Ecuador 1976) Míralos sin camisa, arrastrados, echando sangre, con capucha, reventados, refundidos en las pilas, con la picana, el ojo sacado, degollados, acribillados, botados al borde de la carretera, en hoyos que ellos cavaron, en fosas comunes, o simplemente sobre la tierra abono de plantas de monte: Vos los representás a ellos. Ellos delegaron en vos, los que murieron. Ernesto Cardenal 1 Todo hombre nace y muere en una jaula. Cada cuerpo que se resista a un nombre nuevo caerá sobre su peso. Contaminan el aire de los que tienen patria. Les quitan su origen, su descendencia, su identidad. Su semen es arrojado a las víboras. Su sangre a los perros. Sus dientes a las ratas. Sus ojos a los cuervos amarillos. Sus uñas a los cadáveres. Sus vergas a los presos. Vuelan dentro de sus jaulas como si fueran aves de la muerte sin estar muertos. Caen. Se desdoblan por fuera, por dentro. Destrozan su propio cuerpo con el pico, las garras, los ojos y moldean otro cuerpo. Hasta convertirse en monstruos destripadores que se miran al espejo y no ven nada. Monstruos que se hunden en barcos llenos de sangre de niñas vírgenes. 29
Niños mueren desgarrados, decapitados, cercenados, ahorcados. Son liberados de las jaulas para que vuelen sin alas a los destinos de la humillación. Son lanzados a fosas comunes. Son divididos con furia, con parsimonia, a las aldeas de la patria. Provienen de todos los lugares de la tierra. Regresan a padecer debajo de los árboles genealógicos. Arrojados, una y otra vez: amor éramos tú y yo.
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A LOS 43 NORMALISTAS DE AYOTZINAPA Chary Gumeta (San Cristóbal de las Casas, Chiapas 1962) Soy el demonio la santa muerte. Soy la gran bestia lo bárbaro Lo salvaje. Yo soy el hombre que destruirá tu vida el país el mundo. Esther M. García Señor Sicario: Asesinaste a cuarenta y tres muchachos destruiste cuarenta y tres sueños cuarenta y tres educadores que eran esperados por los niños de las comunidades donde no existen los ángeles. Arrebataste cuarenta y tres hijos de cuarenta y tres madres que agonizan de tristeza y dolor cuarenta y tres jóvenes que creían en la justicia y en un paisaje diferente. Arrancaste de la tierra esos pasos firmes y seguros que prometían ser factor de cambio. Estamos indignados, enojados y demasiado dolidos para perdonar. Ten piedad de tu alma y dinos donde están antes de que los cubran mas noches antes de que el viento los olvide antes de que el monte se compadezca de ellos y los cubra con su verde manto. Y entonces sólo entonces tal vez el recuerdo te perdone.
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Desenterrar Elodia Corona (Ciudad de MĂŠxico)
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DESAPARECIDO Fátima López (Ciudad de México) A las madres de los 43 Hay una canción que me hace falta un brillo bajo la inmensa ola. "¿Dónde has estado todo este tiempo?", si pudiera decirte. Si pudiera hacer que el viento sople entre tu cabello, que tus manos me recojan de esta llama oculta, si tus pasos pudiera sanar desde la aurora. Pero, tu cuerpo es un vaho sobre las rocas, un ardiente pozo en el corazón, un nombre apenas, una cosa entre las cosas. Tu cuerpo, que andará por ahí, cubriendo de destellos el río, o haciéndose brisa entre el bosque. Tu cuerpo andará buscándome cada noche, como esa noche cuanto te llevaron y, seguro, alcanzaste a pensarme o a decir mi nombre casi susurrando. Tu cuerpo, que verá en las flores una añoranza terrible, que no podrá luchar, enseñar, que su voz 33
no podrá compartir. ¿Andarás con otros cuerpos?, ¿tendrás compañeros de memorias, charlas acaloradas frente a la sutileza de la luna? ¿Les hablarás de algo: de la muchacha con la que ibas a casarte, o del mole verde que tanto te gustaba? ¿O será tu cuerpo una partícula ya, en la boca de todas las olas? Para mí, eres más que un nombre, o un signo oculto, eres mi historia. ¿A dónde he de llevarte tus flores? ¿Dónde van a perfumar los crisantemos lo que queda de esa noche brumosa? ¿Andarás en el suelo adolorido, ensangrentado, o libre flotando entre palomas? Mi tierra se rasga las raíces, se restriega en tu ausencia, hace eco, hasta sus zonas más profundas. ¿A dónde salgo a buscarte? ¿Debo ir a la ciudad, a la cárcel, o al fondo de una ribera sinuosa?
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¿Debo gritar tu nombre debajo de las piedras, o decirle a mi memoria, –como si fuera un testamento– que no regresarás nunca? Por eso digo que me falta una canción, la que tú cantabas ese día, el último día, o la última noche, da igual. Te oí cantarla. Me guardo su sonido entre las manos, voy a cubrirlo con un candor amoroso, con un manto. Que sepas que tu canción te está esperando. Yo, velaré todas las noches. México, D.F., 02 de diciembre de 2014.
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Despertar Iliana Rodríguez (Ciudad de México 1969) Soñé con un Dios Desollado, Señor de la Renovación. En mi sueño prometía primaveras. Desperté: me miraba, sin ojos, una incomprensible máscara de muerte. Soñé con sombras. Dos veces veinte más tres: y siempre más. Sombra tras sombra, crecía la sombra. Era una mortaja que cubría la tierra caliente de sangre; mortaja que el desierto del norte cubría con cruces rosas, que cubría los rostros de los colgados en los puentes, que cubría despedazados, ultrajadas. Soñé con mortajas de sombra. Desperté: me miraban los ojos vivos desde el fondo de sus fotos. Soñé con una pira que arrasaba carnes, huesos, llantas, uñas, pelo, sueños. Con una pira absurda que los cielos incendiaba. Soñé los más horribles sueños. Los sueños del quebranto y de la injuria. Y me cansé, ya me cansé y quisiera despertar ahora.
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Y DÓNDE QUEDA LA DIGNIDAD HUMANA Jesús Urbina Rz (Ciudad de México 1985) Quisiéramos mejores tiempos para este país para ti y para mí y para todos los seres que cohabitan este mundo este país está sangrando digo que este país está sangrando y la impunidad sigue sin ser detenida ya sé que todas son especulaciones mías que los caídos son personas desconocidas que la violencia no tolera el arte ni la poesía los más grandes poemas se escribieron sin cobardía pero la juventud toma nota y deja fluir el sin fin de sus rencores con osadía en este país existe la melancolía de saber la cantidad de personas que mueren cada día hirió de muerte a lo que llamábamos tercamente vida en ésta ciudad tenemos cerradas todas las salidas -pero- quién dijo que queríamos escapar de este ataque de desinformación masiva ahora es tiempo de formar el colectivo llamado contraataque nuestra táctica será la información y tomar las calles de manera pacífica aunque nuestras almas estén franqueadas aún no han sido derrotadas esta carnicería de carne humana debe terminar de un solo tajo la única salida es desmantelar el sistema de un gobierno totalmente desorganizado dejemos de ser anónimos para cantar uno a uno nuestros nombres nosotros somos los habitantes del presente luchar de paz o morir de nada son los dos caminos que nuestros corazones ahora trazan dejemos de llorar por los ausentes no es posible que sigamos con los brazos cruzados y mientras de sangre se humedece el ambiente nosotros nos quedamos callados y sumidos y consumidos por el pánico salvaje dejemos fluir el coraje de un verdadero cambio que la pesadumbre no sea nuestra indomable y ensombrecida tristumbre parece que el horror nos termina nos sobaja y nos desgata parece que el dolor nos arruina es penoso y nos dispersa la túnica está enlutada en ominosas llamaradas y seguimos sin hacer nada y dónde queda la dignidad humana cuándo somos testigos de los peores castigos de la impunidad disfrazada otra vez el engaño viene desde lo alto desde la misma silla consumada y ensangrentada otra vez será vencida cuando el pueblo así se lo decida hemos visto morir a nuestros hijos y no somos padres todavía nosotros sobre nosotros enfurecidos y temerosos domesticados a quedarnos callados por cobardes hemos tomado hoy las calles para darle un rumbo de esperanza a nuestra vida no dejaremos que nadie por nosotros decida no vamos a ofrecerle nuestra carne y el cuchillo al homicida ya sé que no he dicho el nombre de la patria donde nuestro corazón habita porque nuestro hogar es la justicia de saber que somos más los que no perdonamos esta cruel y desmedida injusticia somos ofrecidos en el festín de la delicia por la avaricia a donde somos reducidos a simples cifras el apetito de unos pocos ha dejado con hambre a los flagelados por esta matanza indigna y miserable en nombre de la humanidad dejemos de ser testigos inapetentes de una guerra en donde nunca gana nadie esta cobardía que parecía impenetrable dejo sobre nuestra piel una marca imborrable ahora es tiempo de pensar en dar el cambio nuestra visión no es la visión de los vencidos ni nuestra nación es la mansión de los desaparecidos hay que dar un golpe un grito y de frente dar la cara un hermoso canto de paz que tanto nos hace falta ellos con sus armas y la infamia de sus almas barbarizan nuestras vidas cotidianas este país arde de esperanza la sangre arde y nos llama el corazón arde y nos llama la vida misma arde y nos llama este país no está hecho para los cobardes que pretenden someternos ahora como antes somos jóvenes y no nos comemos los brazos nuestros corazones no son armas aunque cada latido sea de justicia un disparo una bala puede penetrar un libro y destrozarlo pero un libro puede atravesar un corazón herido y sanarlo nosotros estamos armados con las balas de las palabras disparemos más poemas al aire y terminemos con las plegarias este poema es un incendio de paz consumiendo de raíz este país hasta guiarlo hacia la esperanza ellos corrompieron nuestro ayer y casi están a punto de despojarnos del mañana pero nosotros somos el presente forjando la historia contemporánea no dejemos que el silencio encadene nuestras almas 37
LOS SERES QUE CALLARON MISTERIOSAMENTE José Vásquez (Guayaquil, Ecuador 1991) Protestaron por un país mejor pelearon hasta que de la nada dijeron adiós familias enteras llorando en silencio pero sus gritos se escuchan cada vez que dicen justicia la cual es misteriosa ciega y a veces injusta gente que calla la verdad compinches de un delito que se verá reflejado en los actos que después llegarán.
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CIUDAD HEROICA Juana M. Ramos (El Salvador) A Ayotzinapa y sus hijos A lo lejos la ciudad, hace alarde de la muchedumbre de sus venas. Una lluvia delgada amenaza la brevedad de mis cabellos, me atraviesan sus luces y pienso en su centro en damero, sus faroles mortecinos, sus calles , una sola, intransitable cuando el sol se pasea en el asfalto. A aquellos que tercermundean tu existencia, muéstrales tu boca desdentada y cuéntales que dejaste los caninos en los palos de tus amos, que te vestiste de pancartas y ostentaste manifestaciones multitudinarias, que por muchos años recorrió tu noche la bota y el fusil, que tus cunetas recogieron la sangre de tus hijos, y de los hijos de tus hijos, sangre que se sigue repitiendo.
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AYOTZINAPA: 43 Judith Santopietro (Ciudad de México 1983) El día llueve y llora sus cenizas, rostros casi limpios huesos duermen entre el fango, los arropamos en la espesura del miedo como se acaricia una flor crisálida o a un diminuto colibrí nacido ayer Decíamos, cada atardecer, en el esplendor más sucio de las calles "saldrán saldremos saliremos” Conjugando el verbo de estas imperfectas flores Dijiste "estoy contigo a quien el fondo de un basural no hay luz no hay sombra ningún fuego nos quema sólo perros hacen guardia alrededor del río nadie sabe si es amargo este caudal” Eran así nuestros niños murmurando al mundo en la cosecha dorada del Sur, cubiertos de los copos de aguanieve, entre amaranto y trigo allá por los maizales, con sus pesadillas de niños y el dolor del primer diente acaso la enfiebrada cara después de un aguacero O quise decir que eran casi niños que miramos cada foto y parecía tan breve la mirada desde donde punzan hoy sus huesos como astillas En el luto de esta noche (un ferry brama cada hora) me pregunto cuándo volveré a pisar las calles de mi patria o si mi patria es el territorio donde poso mis pies ahora mismo, o si mis pies son dos arcas que navegan sin libros, sin platos ni comida, si son pájaros de otoño y sus únicas hojas caen del cielo desecadas tristes, si mi patria es la inmensidad de cadáveres en cada esquina si ya pasaron siglos y aún la ciudad está sitiada. New York City, diciembre, 2014. 40
LA NUEVA GRAMÁTICA Luis Cruz (Lima, Perú 1981) Te están llamando, todo el tiempo los policías corren de esquina a esquina, se chocan con momias de papel se enredan con sus heridos, son malabaristas con fuego ajeno y siempre caen… Parece que Bolaños dejó caer su tinta en mis calles y que sus novelas toman forma en cada partisano en cada miembro mutilado, en cada ciego a voluntad. El fuego nos interroga, los cuerpos ardiendo nos quieren dar la mano, pero uno tiene miedo y el fuego se apaga. Los relatos de Borges y Cortázar parecen tomar sentido con cada minuto de esta noche espesa como la brea. ¿Dónde anidarán chicos? Te están llamando, son vastos sistemas de pensamiento reflejando sus heridas, sombras encorvadas, fábricas abandonadas: “Simplemente míralas y fíjate que hacen contigo” dicen… Las azoteas llenas de banderas a media asta, pobre chicos, pobres madres quiera que la gramática tenga nuevas formas de hacer oraciones para la gente vestida de dolor.
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¿QuÉ COSECHA UN PAÍS QUE SIEMBRA CUERPOS? Manuel Roberto Rodas Mendez (Xela, Guatemala 1981) A los 43 normalistas desaparecidos solamente por poner voz a la "sin voz", solamente por pensar... El aula espera a sus huéspedes, detienen el tiempo, prende una vela, busca en el cielo el rostro de aquellos que llegaban con una sonrisa a sus brazos. Grita y llora como el sonido de un recién nacido, sus paredes se desgarran. Busca en periódicos a sus hijos, a sus hermanos, a sus tíos, a sus amores perdidos. ¿Puede una hoguera quemar los sueños? ¿Caben los sueños en una urna? ¿Han inventado acaso el arma para matar los sueños? Yo soy los 43 normalistas, soy la lagrima de las madres esperanzadas por volverlos a ver, soy el grito de los hermanos que se han unido reclamándolos, soy Caifanes cantando "antes de que nos olviden", soy el aerosol que pinta las paredes, porque también las paredes hablan, soy la duda de todo México, soy el luto de los que aún son seres humanos.
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Se los llevaron Margarita Drago (Rosario, Argentina) Why pour more sorrow on the hearts of the sorrowful? Rumi Quedaron los abrazos prendidos en el aire la mesa servida y el pan tibio en el horno quedó el grito mordiendo las sombras y las manos de todos arañando la noche "se los llevaron" "se los llevaron” retumba en las paredes de las casas vacías "se los llevaron" "se los llevaron” susurra el aire por las calles desiertas dónde el infame arrojó sus cuerpos dónde la tierra esconde sus miradas dónde las bocas desangran palabras dónde los huesos tiritan de frío "se los llevaron" "se los llevaron” claman madres angustiadas en una búsqueda sin tregua. el silencio se hizo largo anochecida la espera. (De Las hijas de los vuelos, poemario inédito)
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VERTICALIDAD DEL QUE MUERE Mónica González Velázquez (Ciudad de México 1973) Todos sabemos de alguna manera que el terror es una pasión sagrada, una puesta en escena de nuestra propia inocencia y de nuestra propia revelación. José Carlos Becerra ¿Quién turba mi sueño la angustia de vivir en el tedio la incertidumbre, la guerra? ¿Pero qué sé yo de guerra? Si mi bandera es pacifista, acumulación de tribus confederadas sin propiedad intelectual donde la ley, por decreto se respeta. Me busco en esta patria de hombres de pensamiento de sudor y de palabra. De silencios se construye el dolor me estoy yendo a ninguna parte me invaden oraciones fuertes -blandas- confusas tengo el vértigo del recién parido la verticalidad del que muere. Soñando y de cara a la pared mi cuerpo tendido en la hierba encuentra la diferencia y sublima el entorno: el ocaso y sus tonalidades los vigías de concreto las copas de los árboles el azul del cielo… ¡Alto! 45
Me niego a buscar belleza donde sólo hay podredumbre. Quiero decir de la realidad lo que ella me escupe en la cara. Realidad, toca a mi puerta para construirme no para uniformarme con productos de moda. Toca a mi puerta para darme certeza no para inventariar mi existencia. En la radio se anuncia: ¡Otra ciudad en llamas! Entre las pestañas, un poco de luz permite mirar a los ojos miopes, mi huella en el asfalto calza su descendimiento y yo sólo sé, que la guerra es odio racial y estupidez humana niños inmolados patrias sin nombre cifras de dolor en la carne. Pero también sé, que la guerra significa alianzas generación de intereses bajas humanas y miles de máquinas que no cuestionan: su objetivo es buscar y eliminar. Máquinas que son el milagro de la tecnología y representan la evolución del hombre como la especie de vida más inteligente en el planeta tierra.
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ESTADÍSTICA Noé Lima (El Salvador) Cuarenta y tres babas colgando del árbol después del último balazo han quedado como abecedarios diseminados por el campo Cuarenta y tres penas y sus ojeras de ceniza para extenderse entre velas y esas mantas roncas de tanto gritar colgadas en las avenidas que también se queman La luna fue testigo de cómo se puede morir con las rodillas roídas por el silencio de las balas de cómo ella puede soltar su dentadura en el fondo de los ríos para llorarles La bendita luna que los acompañó a morir al lado de su sombra con sus cuarenta y tres pares de manos cortadas sin esa tiza temblorosa en sus dientes sin alfabetos grabados sobre la hierba con sus cuarenta y tres latidos antes de caer en el fondo de esa pizarra en que se convirtió la noche Apenas y ella pudo guardar sus iniciales entre el rocío apenas pudo hacerles un hueco en su corazón para salvarles la vida antes que la madrugada llegara a convertirlos en estadística.
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CONTRATIEMPO Omar Fuentes (Ciudad de M茅xico) Tiempo que desligas memorias te aproximas para dejar rastro en espacios sin horas en relojes inservibles para estar sin estar y poder existir yaces en recuerdos y te deshaces en instantes escapas de la vida cuando hecha trizas penetra en el umbral de la muerte para asomarse y mirar la raz贸n de su suerte.
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Ayotzinapa Omar Fuentes (Ciudad de MĂŠxico)
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43 Sergio García (Ciudad de México 1962) (Arriba) (en) (el) (poder) (cuyos) (ojos) (oídos) (son) (omisos) (miremos:( ): (esos) (43) (corazones) (que) (laten) (al) (ritmo) (de) (tambores) (y) (Chirimías)(prehispánicos) (tambores) (alegres) (tambores) (de) (cuero)( de) (venado) (Tambores) (de) (negros) (bembones) (alegres) (Abajo) (pueblo) (abajo) (cuyas) (flores) (son) (doradas) (miramos) (cuarenta) (y) (tres) (pájaros) (cuarenta) (y) (tres) (fractales) (cuarenta) (y) (tres) (ríos) (cenizas) (cuarenta)( y)( tres)( huesos)…(que)( no) (hemos)( visto) (Arriba)( no)( hay)( ojos)( hay)( ojotes): (que)( no)( florecen) (Abajo)( los)( más)( pequeños) (sufren) (las) (flores) (florecerán) (en) (cada) (puño) (indignado) (abajo) (los) (nadie) (que) (somos)( todos) () (;) ( ,) (-) ([) ({) (') (¿) (¡) (Om) (Mani) (Prame) (Hum) (Ayac) (ni) (can) (nemiz)
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TERCERA TORMENTA Shimara Magaly (Ciudad de México 1984) Somos sólo un cuerpo despojado de toda culpa, de toda condena, de toda materia, huesos rotos, anquilosados, fluido desgarbado. Una ligera llovizna anuncia la partida presurosa de un par de alas negras. Soberbia habitual, intolerancia cartesiana. Somos incendio que no arde porque nuestros ojos fueron alejados de su centro, en una cadencia infinita de locura. Nadie escucha nuestros gritos, están todos ocupados en sus compras, en saciar apetitos iconoclastas, en anunciar su siguiente charada. Somos lluvia de estrellas atrapada entre cuatro paredes, la tierra cubre nuestros restos, cenizas inconclusas, Somos apenas un olvido entre tantas memorias reprimidas, ya nadie pronuncia nuestros nombres, ni recuerda el sonido de nuestras voces. Somos esa extraña sensación que muy pocos guardan en el pecho, dolor punzante, tormenta infrahumana, que un día reventará los sueños de los aún dormidos y todo llegará a un mismo sitio. No habrá desiertos ni mares, ni tierra fértil donde sembrar despojos, entidades apiladas, erosionadas por el tiempo. El cáncer ya no consumirá nuestra sangre, ni los arranques neuróticos serán motivo de infierno.
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Autores
Narrativa Carlos Aguasaco (Bogotá, Colombia 1975), docente, editor y poeta. Vive y escribe en Nueva York desde 1999. Es una de las voces más representativas de la nueva literatura hispana en los Estados Unidos. Es profesor de Estudios Culturales Latinoamericanos en The City University of New York. Doctor en lenguas hispanas y literatura (Stony Brook University). Dirige The Americas Poetry Festival of New York y la editorial Artepoética Press. César Rodríguez Diez (Puerto de Veracruz 1967), poeta e ingeniero en sistemas y maestro en negocios. Obtuvo el primer lugar en el concurso literario del ITESM. Ha participado en diversas antologías en México y España. Su obra ha sido traducida al francés, alemán e inglés. Autor de cinco poemarios entre los que destacan: Estaciones Restauradas, Ojo de Patio y Fenómenos. Colabora con diversas revistas del país y es cofundador del grupo literario Floricanto A.C. Dina Grijalva (Culiacán, Sinaloa), docente y escritora. Ha publicado dos libros de minificción: Goza la gula y Las dos caras de la luna. Ha sido incluida en antologías, entre ellas: Minibichario. El libro de los seres no imaginarios; Alebrije de Palabras. Escritores mexicanos en breve, y en Dos veces breve. Minificción de México y Colombia. Minificciones suyas han sido publicadas en España, Colombia y Perú. Ha sido traducida al mixe, zapoteco, mixteco y francés. Dicta clases de literatura en la Universidad Autónoma de Sinaloa. Actualmente realiza una estancia posdoctoral en la Universidad de Salamanca, elaborando una Antología de minificción erótica. Francisco de León (Ciudad de México 1975), escritor y docente. Doctor en Filosofía por la UNAM. Autor de los libros de Poesía: Traición al Silencio; Las Guerras Floridas, Mitologías, Concierto para piano y poesía y La Noche Mil y un Veces (CONACULTA). Fue becario del Banff Centre para Artistas residentes de Alberta, Canadá (2008). Coautor del guión Las Orillas del infinito (FIDECINE). Es dramaturgo de las puestas en escena El Enviado de Cthulhu y Zombicentenario. Es autor del libro Prometeo en llamas: Metamorfosis del Monstruo (UNAM, FFYL, AFINITAS) y participó como autor del libro colectivo Reflexiones sobre cine mexicano contemporáneo (Cineteca Nacional). Héctor M. Rojas (Ciudad de México 1982), poeta y periodista. Ha publicado sus trabajos en el suplemento Campus del periódico Milenio, en el portal Educación Futura y creó la Plataforma: Cultura Educativa. Actualmente coordina el área de comunicación de la Biblioteca Mexicana del Conocimiento. Ha ganado concursos de poesía a nivel nacional e internacional. Ha participado en los festivales Chilango Andaluz, Poesía en el Mundo y Poesía Subterránea en la ciudad de México. En 2010 concluyó la especialidad de Literatura Mexicana en la UAMAzcapotzalco. Jonathan Minila (Ciudad de México), escritor y promotor cultural. Es autor del libro de ensayos Ruido y del libro de cuentos Lo peor de la buena suerte (Fondo Editorial Tierra Adentro 2015). Jorge Manuel Herrera Velázquez (Toluca, Edo. de México 1972), escritor de poesía, empresario cultural independiente y editor en jefe de Diablura Ediciones. Publica en el Semanario Punto en Toluca la sección La Cajuela de Memo. Tiene publicados: Poemas para despertar la libido, Miguel TeplaTepo, Sueño con una mujer inasible. Parte de su obra ha sido publicada por el Centro de Estudios Poéticos en Madrid, España en distintas antologías en México, Uruguay y España. 55
Leticia Carrera López (Morelia, Michoacán 1981), escritora y promotora cultural. Es Licenciada en Filosofía por la UMSNH. Está antologada en varios libros, ha publicado en varias revistas del país, así como suplementos culturales de periódicos. Es enlace en la ciudad de México de la Sociedad de Escritores Michoacanos (Literatura de Michoacán, LIMICH A. C.). Mariano F. Wlathe (Ciudad de México 1986), escritor y editor. Estudió Ciencias de la Comunicación en la UNAM. Su obra se ha publicado en varias revistas, mexicanas e internacionales, y forma parte de más de diez antologías en México y España. Coordinó y editó las antologías digitales gratuitas de minificción: Rorschach, Collage y Tales of Deception.
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Poesía Alejandra Proaño (Quito, Ecuador 1976), escritora y docente. Su vida y trabajo transcurren entre Ecuador, Colombia, México y Canadá. Sus ensayos y su poesía han sido publicados en Estados Unidos, México, Argentina, Chile y España. En coordinación con la UNAM preparó un estudio filológico y una lectura crítica al imaginario femenino en la correspondencia amorosa del Archivo Epistolar Efraín Huerta. Su tesis fue laureada y le otorgó el grado de Maestra en Letras por la Pontificia Universidad Javeriana de Colombia. Es candidata a una Maestría en Psicología, y estudia la escritura como medio terapéutico. Augusto Rodríguez (Guayaquil, Ecuador 1979), poeta, periodista, editor y docente. Ha publicado los poemarios: Mientras ella mata mosquitos (2004), Animales salvajes (2005), La bestia que me habita (2005), Cantos contra un dinosaurio ebrio (Barcelona, España, 2007), Matar a la bestia –recopilación- (Guadalajara, México, 2007), La gramática del deseo -recopilación- (La Paz, Bolivia 2009/ Monterrey, México 2009/ Neuquén, Argentina 2009), Voy hacia mi cuerpo (Lima, Perú, 2010), La enfermedad invisible (México 2012) y El libro de la enfermedad (Madrid, España, 2013). En cuento: Del otro lado de la ventana (Lima, Perú, 2011). Novela: El cuaderno de K (Lima, Perú, 2011). Ha obtenido el Premio Nacional de Poesía David Ledesma Vázquez (2005), el Premio Nacional Universitario de Poesía Efraín Jara Idrovo (2005), Mención de Honor en el Concurso Nacional de Poesía César Dávila Andrade (2005) y Premio Nacional de Cuento Joaquín Gallegos Lara 2011. Es uno de los fundadores del grupo cultural Buseta de papel. Parte de su obra poética está traducida al inglés, al árabe, al portugués, al catalán y al francés. Editor de El Quirófano Ediciones. Director del Festival Internacional de Poesía Joven IEC (Ileana Espinel Cedeño). Chary Gumeta (San Cristóbal de las Casas, Chiapas 1962), poeta y promotora cultural. Sus últimas publicaciones son Más allá del sur, Veneno para la ausencia y Los muertos marcela? (Poesía) y en ensayo histórico: Joaquín Miguel Gutiérrez, entre otras publicaciones. Su poesía ha sido seleccionada en antologías de México, Guatemala, Honduras, Costa Rica, Perú, Estados Unidos y España; asimismo ha sido traducido al inglés y al zoque. Ha participado en festivales Internacionales de Poesía. Actualmente es coordinadora del Festival Internacional de Poesía Contemporánea SCLC y del Festival Internacional Multidisciplinario Proyecto Posh, en Chiapas. Fátima López (Ciudad de México), actriz y poeta. Fue conductora del programa Entrelíneas TV de Canal 22 durante 2 años y, como actriz, ha colaborado con Argos, Telemundo y Tv Azteca. Ha publicado 6 libros en coautoría sobre Literatura e Historia, y actualmente prepara su primer libro de poesía. Además, es coautora del libro Success from the heart, una colección de historias inspiradoras de gente de todo el mundo, que se convirtió en Best Seller en Amazon a dos días de su lanzamiento. Ha sido colaboradora de las revistas culturales: Variopinto, Lee + K y El Fanzine. Cofundó el Centro Cultural Pedro López Elías en Tepoztlán, Morelos, primera biblioteca sustentable de México, así como la primera de un profesionista independiente que se incorpora a la Red Nacional de Bibliotecas Públicas de Conaculta. Iliana Rodríguez (México, DF 1969), poeta y docente. Ha publicado los libros de poesía: Claroscuro, Efigie de fuego, Embosque y Lapidario. Estudió el Diplomado de Creación Literaria en la Escuela de Escritores de la Sociedad General de Escritores de México y es doctora en Letras por la Universidad Nacional Autónoma de México. Ha impartido talleres de poesía en el Diplomado de Creación Literaria del Centro de Creación Literaria Xavier Villaurrutia del Instituto Nacional de Bellas Artes. Actualmente es profesora-investigadora de la licenciatura en Creación Literaria de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México. 57
Jesús Urbina Rz (Ciudad de México 1985), poeta visual, artista digital y editor. Curador de la revista digital Expoesía Visual Experimental. Mezcla la poesía experimental con el net art, el tex art, el op art y el glitch art. Ha participado en varias lecturas y festivales de poesía alternativa, así como encuentros culturales. Ha organizado un par de exposiciones independientes de poesía visual en la Ciudad de México. José Vásquez (Guayaquil, Ecuador 1991), estudiante de la UPS sede Guayaquil carrera Comunicación Social, pertenece al proyecto de promoción de la lectura: Literatura en Movimiento. Juana M. Ramos (Santa Ana, El Salvador), poeta y docente. Actualmente reside en N.Y. Profesora de español en York College. Estudió en Hunter College y continúo sus estudios graduados en The Graduate Center, CUNY, en Literatura Hispanoamericana. Trabaja en su tesis doctoral sobre el poeta salvadoreño Roque Dalton. Publicó el poemario: Multiplicada en mí (artepoética press, 2010); también fue incluida en la Antología del Encuentro Internacional de Poetas en Zamora, Michoacán, México. Cofundadora del grupo literario Coordenadas. Judith Santopietro (Ciudad de México 1983), poeta. Ganadora del Premio Nacional de Poesía Lázara Meldiú 2014, por el poemario inédito Tiawanaku, poemas sobre su corta estancia en Bolivia entre 2013 y 2014. También publicó en Anuario de Poesía Mexicana 2006, Fondo de Cultura Económica; Árbol en llamas, compilación del taller Juntaversos de Saúl Ibargoyen, Sediento Ediciones, México, 2013. Ha leído sus poemas en el Festival Latinoamericano de Poesía Ciudad de Nueva York, EE UU, 2014; XXX y XXXI Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería; Festival de Poesía Latinoamericana Rodante LATINALE, Instituto Cervantes de Berlín, Alemania; XVII Festival de Poesía de La Habana, Cuba; Maison du Mexique, París, Francia, 2010. Fue investigadora visitante en Lozano Long Institute of Latin American Studies, Universidad de Texas, Austin, EE UU, 2012-2013. Además de la poesía, su pasión es la Editorial Cartonera Iguanazul: Literatura en Lenguas Originarias, proyecto de revitalización de las lenguas mexicanas entre la comunidad migrante, que desarolla en la ciudad de Nueva York. Luis Cruz (Lima, Perú 1981), poeta. Ingeniero Industrial de la Universidad de Lima, con maestría en Gestión del Conocimiento por la Universidad de León de España. Ex miembro del Taller de Poesía de la Universidad de Lima entre los años 1999-2003 dirigido por Renato Sandoval. Publicó el libro co-autoral, Tetrameron (Fondo de la Universidad de Lima, 2003), y luego los libros Lumen, Trilogía del Espíritu (Nido de Cuervos, 2007) y Radio Futura, dentro de la Colección Piedra y Sangre (Lustra Editores, 2008), Osario de criaturas perplejas (miCielo ediciones 2014). Ha colaborado en diversas revistas de arte y literatura. Su poesía forma parte de la muestra poética Cuatro Poetas Peruanos (El Quirófano Editores, Guayaquil 2013). Margarita Drago (Rosario, Argentina), poeta y docente. Radicada en Estados Unidos desde que salió de la cárcel, en 1980. Como ex-prisionera política y escritora ha representado a su país en congresos y encuentros realizados en los Estados Unidos, México, Perú, Honduras, Puerto Rico, República Dominicana, Cuba, Argentina, España y Francia. Ha publicado en periódicos y revistas literarias, educativas y de derechos humanos. Es profesora de lengua española, literatura y educación bilingüe en York College, de la Universidad de la Ciudad de Nueva York. Forma parte de la Comisión Directiva de Latino Artists Round Table, una organización cultural sin fines de lucro fundada en 1999. Es autora de Fragmentos de la memoria: Recuerdos de una experiencia carcelaria (1975-1980), y de Sor María de Jesús Tomelín (1579-1637), concepcionista poblana: la construcción fallida de una santa, obra inédita de la que se han publicado capítulos. 58
Sus poemas y relatos han aparecido en varias antologías y revistas literarias, tales como: A Gathering of the Tribes, Memorias Festival de Nueva Poesía "Poetas en Nueva York", Tinta Seca, México, D.F., Aquí me tocó escribir: Antología de escritores latinos en Nueva York., Dos orillas, Two Shores: Voices in Lesbian Narrative y Lectura y vida de Argentina. Manuel Roberto Rodas Méndez (Xela, Guatemala 1992), poeta y editor. Desde el 2013 colaboradora con la organización del Festival Internacional de Poesía de Quetzaltenango (FIPQ). Miembro activo del movimiento Acción Poética Xela y Metáfora. Sus textos se encuentran incluidos en la plaquette “90” Breve Antología Poética, las revistas digitales: esQuisses.net, digopalabratxt.com y las revistas literarias: Rayuela de Tuxla, México, Vómito de Letras y Revista BISTRÓ. Actualmente dirige el proyecto editorial 90s -Plaquettes – Mónica González Velázquez (Ciudad de México 1973), poeta y editora. Estudió Diseño Gráfico en La Escuela Nacional de Artes Plásticas (UNAM). Cursó el diplomado de Creación Literaria en la Escuela de la SOGEM. A la fecha, cuenta con nueve libros de poesía escritural publicados: Tríptico de desamor, La luz y las sombras altas, Poesía reunida, Las cosas últimas, Gran mal, Glory box con reedición en Guayaquil, Ecuador; Las eternas rutas, Le mystère de la vulgaire mondes y Breviario de la renunciación. Su poesía visual está compilada en La palabra transfigurada. 100 años de poesía visual mexicana y We are visual poetry. En 2010 fue becaria por la Agencia de Cooperación Internacional Española. Obtuvo mención honorífica en dos concursos de poesía en España. Es directora de miCielo ediciones, editorial especializada en edición de Libro-Objeto. Noé Lima (El Salvador 1971), poeta y artista visual. Ex integrante de los extintos talleres literarios Tecpán y El Parque. Tiene editado los libros Efecto Residual (Ediciones Mundo Bizarro, Guatemala) Erosión (Editorial X, Guatemala) y en preparación Zumbido, entre otros. Fue parte del equipo coordinador del suplemento cultural Altazor, Diario El Mundo (El Salvador) y actualmente es miembro del consejo editorial de la revista cultural Carajo. Omar Fuentes (Ciudad de México), artista visual y poeta. Escritor de poesía y colaboraciones para Boletín espacio diseño UAM (2005actual). Semifinalista concurso de poesía centro de estudios poéticos (Madrid, España; 2007). Primer lugar concurso nacional Generemos una nueva imagen de promoción de la salud (2011). Colaboración gráfica y conceptual para audiovisuales en Planeta Anáhuac (2013). Su poesía visual fue incluida en La palabra transfigurada, 100 años de poesía visual mexicana (2014). Sergio García Díaz (Ciudad de México 1962), narrador y poeta. Cuenta con varias publicaciones de cuento: Border line, Pasión por las moscas, Agazapados; novela: Regueiras y poesía: Dos entradas por un boleto, Sueños de un chamán, Pétalos de mar, Animales impuros, Alicia en mi espejo, Bajos fondos. Ha coordinado dos antologías de poesía del Taller Charles Bukoswki y actualmente coordina el taller de poesía Charles Bukoswki. Secretario de las Casas del Poeta A.C. Shimara Magaly (Ciudad de México 1984), poeta. Artista conceptual que hace del Spoken Word la base de su lenguaje performativo.
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Poesía Visual Canek Zapata Paniagua (Ciudad de México 1985), artista multimedia. Estudió Letras Clásicas en la Universidad Nacional Autónoma de México. Realiza intervención de imágenes por medios digitales, pintura digital y collage. Elodia Corona (Ciudad de México), poeta. Licenciada en Lengua y Literatura Hispánicas de la UNAM. Su poesía visual está compilada en La palabra transfigurada. 100 años de poesía visual mexicana. Omar Fuentes (Ciudad de México), artista visual y poeta. Escritor de poesía y colaboraciones para Boletín espacio diseño UAM (2005actual). Semifinalista concurso de poesía centro de estudios poéticos (Madrid, España; 2007). Primer lugar concurso nacional Generemos una nueva imagen de promoción de la salud (2011). Colaboración gráfica y conceptual para audiovisuales en Planeta Anáhuac (2013). Su poesía visual fue incluida en La palabra transfigurada, 100 años de poesía visual mexicana (2014).
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Ciudad de MĂŠxico. Septiembre, 2015.