1 minute read
BAILE
Un traje de claqué; unas zapatillas de ballet; unas mallas y unas deportivas. O cualquier cosa del armario con el pie descalzo. Si necesita pareja, le vale una almohada, la escoba, el gato o su paciente hermano.
Y es que, cuando Pablo baila, todo comienza a moverse como por arte de magia. Las copas y los platos tintinean; las prendas vuelan, los animales mueven la cola y los bigotes al ritmo.
Advertisement
Y hasta el suelo tiembla produciendo un pequeño terremoto. Pablo danza en los tejados, bajo la lluvia o sobre el agua congelada. Y, mientras baila, todo va bien: nada puede borrarle la sonrisa de la cara.
El superpoder de Pablo es el