NODO
PALABRA, CUERPO Y MEMORIA Repensando lo común
Diseño: María Rodríguez Cruz | ©María Rodríguez Cruz y Rodrigo Cué
NODO
PALABRA, CUERPO Y MEMORIA Repensando lo común
2 ENCUENTROS + 1 ACCIÓN CARTOGRÁFICA ORGANIZADORES MARÍA RODRÍGUEZ CRUZ - CORRIENTES RODRIGO CUÉ – OVNI
SEDES
CORRIENTES OVNIBUS MUSEO UNIVERSITARIO DEL CHOPO
EN EL MARCO DEL SITAC XIII – Fase II: Nodos
MEDIO ASOCIADO RADIO MUTT julio - agosto / 2016 Ciudad de México ©María Rodríguez Cruz y Rodrigo Cué
Nodo PALABRA, CUERPO Y MEMORIA | Repensando lo común
RELATORÍA Palabra, cuerpo y memoria El Nodo PALABRA, CUERPO Y MEMORIA | Repensando lo común es un proyecto de Ovni y Corrientes, organizado por María Rodríguez Cruz y Rodrigo Cué, en el que participaron un total de 40 plataformas artísticas y culturales. Consta de dos Encuentros y una Acción Cartográfica y forma parte las actividades en torno al eje ¿Cultura del beneficio común? de la Fase II: Nodos del Simposio Internacional de Teoría sobre Arte Contemporáneo XIII “Nadie es Inocente”, que organiza el Patronato de Arte Contemporáneo y coordina Christian Gómez.
Repensando lo común La cultura se encuentra atravesada y enmarcada por categorías como alta cultura, industria cultural o cultura popular. En el panorama actual surge una interrogante: ¿existe o es posible hablar de una cultura del beneficio común? Como agentes y plataformas de la cultura y las artes en la Ciudad de México, nos preguntamos qué papel jugamos, dónde nos ubicamos, a quién beneficiamos.
Encuentros Los Encuentros consistieron en un juego de cartas, al azar se pusieron sobre la mesa una serie de agentes del arte y la cultura, plataformas e interrogantes sobre los criterios y modelos de gestión, trabajo, intercambio y organización. Intercambiando la palabra se glosó el funcionamiento de las plataformas para repensar el bienestar común y descifrar la manera en que se entretejen las redes de producción, distribución y consumo de arte y cultura.
Acción Cartográfica La Acción Cartográfica se planteó como un encuentro entre agentes para tejer colectivamente una expresión gráfica de las relaciones monetarias, humanas, materiales y de contenidos entre plataformas. La dinámica consistía en disponer sobre el espacio imágenes y textos que identificaran a los agentes y plataformas participantes, para en un acto corporal ser interconectadas a través de flechas que indicaran los flujos de vinculación. El encuentro en sí mismo se planeó como acto orgánico suscitador de incidentes, de roce e hilvanados, buscando como resultado un espacio intervenido desde la memoria individual para dar paso a una cartografía colectiva que visibilizara los entramados artísticos y culturales y las direcciones hacia dónde construimos lo común.
Nodo PALABRA, CUERPO Y MEMORIA | Repensando lo común
ENCUENTRO 1
Foto: Radio Mutt | ©María Rodríguez Cruz y Rodrigo Cué
sede
OVNIBUS moderador y relator
RODRIGO CUÉ PARTICIPANTES
Alejandro Gómez Arias – Arte & Trabajo | Felipe Zúñiga – Plataforma Arte Educación | Liliana Ang – Espacio Fidencia | María Rodríguez Cruz – Corrientes | Miguel Rodríguez Sepúlveda – Círculo A | Néstor Quiñones – La Quiñonera | Sandra Sánchez – Biquini Wax | Ximena Hernández - Museos de México
Encuentros Los Encuentros consistieron en un juego de cartas, al azar se pusieron sobre la mesa una serie de agentes del arte y la cultura, plataformas e interrogantes sobre los criterios y modelos de gestión, trabajo, intercambio y organización. Intercambiando la palabra se glosó el funcionamiento de las plataformas para repensar el bienestar común y descifrar la manera en que se entretejen las redes de producción, distribución y consumo de arte y cultura.
Desplazamiento: del arte contemporáneo a la cultura inmediata Nadie es Inocente ha sido el nombre que eligió el Patronato de Arte Contemporáneo para el SITAC de este año, y más allá de la motivación que tuvo para hacerlo, nos ha servido para partir de sus múltiples lecturas e hilvanar relaciones entre el conjunto de conceptos y agentes citados a una discusión planteada desde la asumida corresponsabilidad y ambivalencia. Donde por otro lado al sugerir que se continuara con las discusiones del simposio desde la autogestión, nos dio espacio a desplazarnos del arte contemporáneo a una concepción más holística de la producción, consumo y difusión de arte y cultura en nuestro contexto inmediato, entendiendo también, las ambigüedades implicadas. El Nodo Palabra, Cuerpo y Memoria | Repensando lo común, fue la propuesta conjunta de Ovni y Corrientes, para enunciarnos como plataformas culturales de la Ciudad de México, en el marco del eje ¿Cultura del Beneficio Común?
Crisis: todos somos responsables El primer encuentro se realizó en el espacio cultural a mi cargo: el Ovnibus. La dinámica consistió en un juego de cartas con imágenes que hacían referencia a las personas y sus respectivas plataformas, generando entrecruces con otras cartas en las que se contuvieron preguntas abiertas a interpretaciones personales, para así compartir experiencias en torno a las motivaciones de generar proyectos, los modelos de sostenibilidad, las relaciones económicas (más allá de lo monetario), la concepción del beneficio común y sus efectos en la vida y obra de los agentes, entre otras tantas cosa relevantes al quehacer cultural bajo una generalizada situación de crisis; de la que todos somos absolutamente responsables.
Deconstrucción: más allá de lo patológico Más allá de subrayar el extenso listado patológico de nuestro rubro, la Fase Nodos del SITAC vino a detonar una pasajera entropía, que a muchos nos sirvió de pretexto para vernos a la cara, discutir el mundo y repensarlo desde la discursiva antítesis, en la que construimos posibilidades alternas, bajo la lógica de un sistema del cual pocos están satisfechos pero para el que todos hemos trabajado, un sistema en el que ninguno de nosotros es Inocente, y que a la vez tendremos que deconstruir desde su interior.
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ENCUENTRO 2
Foto: Radio Mutt | ©María Rodríguez Cruz y Rodrigo Cué
sede
CORRIENTES moderadora y relatora
MARÍA RODRÍGUEZ CRUZ PARTICIPANTES
Christian Gómez - Nodos SIT_AC XIII | Ivelin Meza – Hysteria! Revista | Elena Román – Observatorio de Políticas Culturales UACM | Fernanda Mejía – Taller Multinacional | Laetitia Jeurissen – Colectivo Aztlán | Natalia Lara Díaz-Berrio - Art.Facto | Ricardo Cárdenas – Ediciones Colaterales | Rodrigo Cué - Ovni
Encuentros Los Encuentros consistieron en un juego de cartas, al azar se pusieron sobre la mesa una serie de agentes del arte y la cultura, plataformas e interrogantes sobre los criterios y modelos de gestión, trabajo, intercambio y organización. Intercambiando la palabra se glosó el funcionamiento de las plataformas para repensar el bienestar común y descifrar la manera en que se entretejen las redes de producción, distribución y consumo de arte y cultura.
Sobre las plataformas, ¿quiénes son?, ¿qué hacen?, ¿por qué lo hacen? La crisis es para muchos el punto de origen, pero también el punto final. Y es la crisis del panorama cultural actual la que nos reunió a plataformas artísticas y culturales que operamos u operaban en la Ciudad de México, con diversos orígenes, motivaciones y quehaceres: editoriales, educativos, de producción artística, difusión, organización, investigación, participación ciudadana, impacto político y social. ¿Por qué lo hacen? ha sido para todos la pregunta más difícil de responder, revisando la historia de circunstancias contextuales-personales fue posible contestarla. Ya sea que se trate de un proyecto ligado a la institución como el Observatorio de Políticas Culturales de la UACM, de una visión empresarial como Taller Multinacional, o un proyecto “independiente” como Art.Facto, en el origen siempre está implicada una inquietud personal. Un motor común es la identificación de problemáticas y necesidades específicas, personales, sectoriales o locales para la conformación de las plataformas y los proyectos. Las ausencias han resultado propulsores de construcción: la falta de empleo como lo fue para Fernanda Mejía cuando fundó Taller Multinacional, la falta de visibilidad de otra cultura sexual como lo fue para Lyz Misterio e Ivelin Meza cuando crearon Hysteria! Revista, la necesidad de los artistas para publicar su obra, más allá del formato expositivo, como lo fue para Ricardo Cárdenas y Pierre Vals al emprender Ediciones Colaterales, la necesidad de investigar y tener conocimiento de causa para la toma de decisiones lo fue para Elena Román cuando formó el Observatorio de Políticas Culturales de la UACM, traspasar fronteras transnacionales y disciplinares para Natalia Lara y su hermano cuando crearon Art.Facto, la urgencia por crear comunidad en su colonia natal para Rodrigo Cué cuando construyó Ovnibus, la inquietud por entender el funcionamiento de otros colectivos en la Ciudad de México llevó a la conformación del Colectivo Aztlán, o lo está siendo la necesidad de renovación del SIT_AC cuando se convocó a participar en los Nodos a través de actividades autogestivas como el Encuentro 2, del Nodo Palabra, Cuerpo y Memoria | Repensando lo Común, que sucedió en Corrientes y que en este texto se relata.
¿Cómo se sostienen los proyectos? ¿Qué intercambios y con quiénes los establecen? Los proyectos se sostienen más por pasión que por ser proyectos sostenibles, inclusive en las instituciones se sostienen gracias a cabezas apasionadas. La excepción es Taller Multinacional, que no después de tropiezos y guiados por la necesidad del autoempleo, actualmente son una plataforma económicamente sostenible, que vende formación artística y cultural, paga impuestos, una nómina y está registrado legalmente. Se identificaron estrategias de sostenibilidad monetaria como lo son becas gubernamentales y privadas, la conformación de cooperativas, sociedades civiles, empresas, economías mixtas, la dependencia de alguna institución, redes de apoyo y lo que más bien es la regla, la insostenibilidad asumida. También se identificaron distintos tipos de relaciones entre actores: entre empresas y proyectos, entre artistas y galerías, entre plataformas y gobiernos, entre gobierno y empresas, entre investigadores e instituciones, entre plataformas y museos. Lo cierto es que, como Fernanda Mejía de Taller Multinacional plantea, no se pueden dar de la misma forma las relaciones entre unos y otros, ni por lo tanto los intercambios. Abordamos lo económico más allá de lo monetario a través de diferentes tipos de intercambio: de contenidos por infraestructura, de contenidos por servicios, de becas por contenidos, de conocimientos por dinero, de difusión por difusión. Rara vez el dinero se hace presente, sin embargo abundan los recursos humanos y de contenidos. Se escuchan consejos como “si no ganas, por lo menos no gastes”, o “ es mejor concentrarse en sostener proyectos y no espacios”, “el futuro es mudarse de lo físico a lo virtual”. Se debate entre lo intangible y lo material, los valores simbólicos y monetarios, sobre el abuso del pago con currículum, con prestigio. Ante este panorama y siendo consientes de un mundo con recursos limitados, ¿cómo relacionarnos sanamente? ¿Cómo establecer intercambios justos? ¿Cómo no devorar ni ser devorado en un mundo con hambre? Nos enfrentamos a la necesidad de crear consenso para establecer tanto tabuladores que esclarezcan y faciliten el flujo de recursos, una economía activa y líquida, como manuales de buenas prácticas que permitan vínculos, relaciones e intercambios sanos.
¿Bajo qué modelo de gestión trabajan? ¿Existe un sentido real de colectividad y solidaridad? El elemento del fracaso se identifica en todos los procesos, para Colectivo Aztlán fue su fin, pero a la vez el reconocimiento del fracaso fue su gran logro y su invaluable aportación para las plataformas actuales y para las futuras. Con un juego de serpientes y escaleras a escala real, nos plantean de manera lúdica y a la vez crítica el resbalar y caer constantemente. Lo anterior puede parecer un juego y lo es, pero uno muy real para
plataformas que se construyen de manera no organizada sino más bien orgánica, intuitiva, con un porvenir en constante tambaleo entre el gozo y la desaparición. Por lo general, la manera en que se gestionan las plataformas es diversa, caótica y multifacética, lo cual responde al entusiasmo e ingenuidad con que surgen, y deviene en la formación en la práctica. Por ello Elena Román del Observatorio de Políticas Culturales de la UACM para no contestar esta pregunta, atinadamente apuntó que más bien la cuestión sería si ¿existen modelos de gestión cultural en México? Lo mejor será revisar casos y abordar experiencias concretas. Hablando de la colectividad dentro de las plataformas, se asoman cuatro elementos que bien vale la pena revisar: la amistad que diluye la carga pesada del trabajo, la empatía entre miembros de la misma plataforma que se traduce en apoyo durante circunstancias personales adversas, la división social del trabajo, no siempre una división igualitaria sino más bien práctica, y la comunicación como lenguaje común, como comprensión. En cuanto a la solidaridad, el término inmediatamente alude a la campaña Salinista, lo cual modifica profundamente la manera en que se piensa y, por lo tanto, la manera en que se practica o no ésta. Hacia fuera de las plataformas, con agentes externos, colaboradores, otras plataformas, con las audiencias, no se habló del sentido de colectividad y solidaridad ¿será porque no existe? Entonces ¿cómo se construyen estas otras afecciones? Observamos también un desplazamiento conceptual de términos como colectividad, comunidad, o solidaridad por otros como internet, interdependencia, interdisciplina. ¿Qué implicaciones terrenales tiene este desplazamiento conceptual?
¿Cuáles son los criterios de inclusión/exclusión en los proyectos? ¿Quiénes, cómo y bajo qué criterios se regula la producción, distribución y el consumo cultural en México? La inclusión/exclusión atraviesa todas las etapas de los proyectos, desde su planeación hasta su consumo. En todas las etapas existen distintos niveles de involucramiento e intereses o preferencias por la inclusión de ciertos agentes, sectores y comunidades. Las plataformas hemos generado criterios de inclusión y exclusión, sobre todo en cuanto a las colaboraciones y a los contenidos se refiere. Estos criterios tienen que ver con el “nivel” de las propuestas, la profesionalidad, la concordancia discursiva, la identificación de potencialidades, la coincidencia en la forma de trabajo, el proceso de compenetración y los afectos construidos entre amigos y colegas. Todo ello parte de un dinamismo heterogéneo que facilita la fluidez en el trabajo, pero que continúa resultando en criterios ambiguos y no explícitos. ¿Cómo trabajar desde los lazos de confianza y el respeto sin caer en la exclusividad o el sectarismo? Rara vez se habla de inclusión/exclusión más allá de los contenidos o del acceso de las propias plataformas o agentes a ciertos recursos o circuitos. En el incluir o excluir también
está el pensar a quién o a quiénes benefician los proyectos, a qué audiencias o interlocutores se incluye y excluye con lo que se hace. Finalmente visibilizar y socializar son necesidades culturales, e inevitablemente trastoca las esferas de lo público, de lo político, de lo humano. Cuando hablamos de acceso a la cultura ¿de quién estamos hablando? Hablar del “público en general” resulta una falacia.
¿Aquello que surge de los proyectos apela al bienestar común? Es importante partir de que intereses personales, el gozo y el placer en el quehacer, han hecho emerger a las plataformas, y por lo tanto los proyectos que de estas surgen. Es decir que en primer lugar se apela al bienestar propio. El proceso compartido ha consistido en llevar las inquietudes de lo personal a lo colectivo y de lo colectivo a lo público. Comenzamos por renombrar, repensar lo común. Resulta imposible hablar en singular ¿qué es lo común? Agregamos la “S”, hablamos entonces de culturaS, de beneficioS, de comunidadeS, circuitoS, contextoS, escenaS, arteS. ¿Qué es el bien? ¿Qué es un bien? Encontramos dos lugares comunes: lo moral y lo económico. Más allá de una visión moralista-maniquea que podría llevar a una visión extrapolada de pensamiento entre bien y el mal, tratamos de abordarla desde una discusión crítica-ética-política. En términos económicos, pensamos los bienes como patrimonio. Los bienes artísticos y culturales, los tangibles y los intangibles, se conciben como lujo y exclusividad o como construcción colectiva y por lo tanto como bien común. De esta segunda concepción surge la preocupación por la ausencia de responsabilidad colectiva por resguardar el patrimonio cultural, que ante el panorama actual puede servir como cimiento para desde ahí reconstruirnos/deconstruirnos.
Dentro del sistema artístico-cultural, ¿dónde nos ubicamos? ¿qué papel jugamos? Ubicamos distintos frentes, herramientas y campos de acción: la teoría, la enseñanza, la investigación, la producción artística, la difusión, la gestión, la crítica, la política, la administración, el derecho. Aglutinarse por campo y área de acción es útil, revisar fortalezas y debilidades por disciplina es relevante, pero parece que es más urgente romper/abrir esferas disciplinares y generar un frente común transdisciplinar. Reconociendo la precariedad como realidad que se extiende dentro pero también fuera del circuito cultural, como plataformas y agentes culturales nos ubicamos en una posición de privilegio, de beneficiados, sobre todo tomando en cuenta que los motores principales de
existencia de las plataformas son el gozo y el placer ¡todo un lujo en un mundo precarizado! Más allá de lo personal, contextualizando las realidades sociales, nos vimos en la necesidad de analizar más que la permanencia de los proyectos, la pertinencia de estos en los contextos en los que se desarrollan y a los que responden, también la pertinencia para los sujetos con los que dialogan. Divagamos alrededor del término artivismo y de la memoria, lo que nos llevó a abordar la responsabilidad política-social de los artistas y el papel que nosotros como agentes, debemos y podemos jugar. Más allá del gremio cultural ¿cómo actuar en sociedad?
¿Cómo se estructura el entramado cultural? Hablar de intercambios nos inserta inmediatamente en el mundo de lo relacional, de los vínculos, de las afecciones. Nos lleva a identificar redes que desde lo personal se construyen, sólo entonces se deshilvana, se descifra y se comprende el entramado cultural. Se revisaron iniciativas de mapeo como las Cartografías de la Investigación Artística que desde lo geográfico en el 2015 llevó a cabo el CENIDIAP, el Directorio de Gestiones Autónomas de Arte Contemporáneo - Latinoamérica de Curatoría Forense, el intento fallido de Colectivo Aztlán por comprender el funcionamiento de otros colectivos e iniciativas en la Ciudad de México, la investigación que actualmente lleva a cabo el Observatorio de Políticas Culturales de la UACM sobre plataformas culturales independientes en México y la Acción Cartográfica sobre los vínculos humanos, monetarios, materiales y de contenidos que se plantea como parte de este Nodo. Aunque muchas de estas exploraciones se repiten en objetivos, es posible reconocer el interés común y por lo tanto la necesidad actual de contar con esta herramienta de comprensión, como archivo de flujos y construcción para abordar las problemáticas, identificar síntomas y encontrar soluciones dentro de las escenas locales y globales, glocales, gentrificadas también. Resuena la necesidad de reconceptualizar y recontextualizar, como pasa también con el término “independencia”, “autonomía” o “autogestión” en la escena cultural. Como apunta Rodrigo Cué de Ovni, parece el mundo del revés. Los “independientes” resultan los más “dependientes”, de la familia, del gobierno, de las empresas, y, por otra parte, las grandes fondeadotas aparecen como las más ”independientes”. Si analizamos los intercambios, y aunque en su mayoría estos no resultan equitativos, quizás el término más adecuado será el de interdependencia, como se entendería la sostenibilidad en cualquier ecosistema. El “decrecimiento” que plantea Serge Latouche es una forma de entender y practicar la economía, en todas sus etapas (extracción, producción, intercambio, distribución, consumo), no desde el crecimiento sino desde la sostenibilidad. Parte de dos conceptos: ecodependencia e interdependencia. Es decir que somos parte de un ecosistema, que
vivimos en un mundo con recursos finitos y que dependemos los unos de los otros. Partiendo de la viabilidad y de los recursos existentes, ¿qué producimos?, ¿cómo lo distribuimos?, ¿cómo lo intercambiamos?
¿Podemos hablar de una cultura del beneficio común? El “bienestar común” confronta intereses públicos y privados, colectivos e individuales. Actualmente, entre los que nos desenvolvemos en el sector prepondera un discurso de la cultura para el “beneficio común”, pero en el ejercicio profesional ¿existe la voluntad y el empuje real de iniciativas que lo propicien? o ¿estamos viviendo en la hipocresía? Existen lagunas. Las políticas públicas, la asignación de presupuestos finalmente la llevan a cabo personas de carne y hueso. ¿Nos hemos dado a la tarea de conocer quiénes son y cuáles son sus intereses? ¿Estamos vigilantes y atentos a la aplicación de las políticas? ¿Qué injerencia real tenemos en las leyes y políticas culturales? Somos sujetos políticos que construimos, legitimamos y sostenemos, a través de nuestra ausencia, presencia, enunciación y quehacer, el entramado y sistema cultural actual. Como sector tenemos una incidencia en lo conceptual, en el lenguaje, producimos valores en el campo de lo simbólico. En un sistema jerarquizado que se alimenta de la competencia y se mueve a partir del lucro, pareciera que el sector artístico-cultural, en el que la precariedad está normalizada, los agentes y plataformas ofrecemos el paquete perfecto: trabajo gratis y producción de valores, pero ¿alguien sabe para quién trabaja? Más allá de nuestras intenciones, con la idea de gratuidad en la cultura ¿quién se queda con la plusvalía? Asumiendo la corresponsabilidad, entonces ¿cómo impactar desde nuestro lugar?, o, ¿quizás sea necesario desplazarnos?
Conclusiones: “Nadie es inocente” “No es posible que no nos podamos sentar a hablar”. Christian Gómez, coordinador de la Fase II Nodos del SIT_AC XIII y participante en el Encuentro 2 en cuestión, comentó que en un principio éste sería el título del SIT_AC XIII. Sin embargo, los Encuentros del Nodo Palabra, Cuerpo y Memoria resultaron en largas horas sentados repletas de ricos intercambios de palabra. Lo que aún no nos es posible concretar no son buzones de quejas sino soluciones, no son diálogos sino relaciones sanas, no son encuentros sino organización. Repensándolo, nos seguimos encontrando en lo común y lo común es que “Nadie es inocente”.
Nodo PALABRA, CUERPO Y MEMORIA | Repensando lo común
ACCIÓN CARTOGRÁFICA
Foto: Radio Mutt | ©María Rodríguez Cruz y Rodrigo Cué
sede
CENTRO DE INFORMACIÓN Y MEDIATECA MUSEO UNIVERSITARIO DEL CHOPO relatora
JO ANA MORFIN organizadores
MARÍA RODRÍGUEZ CRUZ – CORRIENTES RODRIGO CUÉ - OVNI
Acción Cartográfica La Acción Cartográfica se planteó como un encuentro entre agentes para tejer colectivamente una expresión gráfica de las relaciones monetarias, humanas, materiales y de contenidos entre plataformas. La dinámica consistía en disponer sobre el espacio imágenes y textos que identificaran a los agentes y plataformas participantes, para en un acto corporal ser interconectadas a través de flechas que indicaran los flujos de vinculación. El encuentro en sí mismo se planeó como acto orgánico suscitador de incidentes, de roce e hilvanados, buscando como resultado un espacio intervenido desde la memoria individual para dar paso a una cartografía colectiva que visibilizara los entramados artísticos y culturales y las direcciones hacia dónde construimos lo común.
PARTICIPANTES
Abril Zales - Patronato de Arte Contemporáneo | Abril Karina Olivares del Río – La Esquina del Movimiento | Adriana Cadena Roa – Contexturas | Alberto Pacheco Pedraza - Nerivela | Alê Souto - La Embajada | Alejandro Gómez Arias - Arte & Trabajo | Andrés Mendoza Cantú Clínica Regina | Arcadio Quexquemitl – CIEDAC | Dora Bartilotti - Fundación Alumnos47 | Erick Tapia – Códec | Erika Vázquez Athié - Tráfico Libre de Conocimientos | Fernanda Mejía - Taller Multinacional | Francisco Pavón - Pasaporte Cultural | Gorka Larrañaga - Casa Galería | Itsue Nakaya - El Clan de la Oveja | Ivelin Meza - Revista Hysteria! | Jesús López ATEA | Julián Bonequi - Audition Records | Jo Ana Morfin – CIM Museo Universitario del Chopo | Leslie Cortés Alanís – GAMA | Manolo Garibay - Espectro Electromagnético | Marcos Castro - Obrera Centro | María Antonia Eguiarte Souza – Bienal Internacional de Obra Chiquita | Melissa Valenzuela - Foto Museo Cuatro Caminos | Miguel Rodríguez Sepúlveda Círculo A | Natalia Lara Díaz-Berrio - Art.Facto | Néstor Quiñones - La Quiñonera | Ricardo Cárdenas y Pierre Valls - Ediciones Colaterales | Sandra Real - VJMX y Salón Abierto | Sergio Ricaño - TACO | Ximena Hernández - Museos de México
Reconocerse como “comunidad” El “resultado” de la Acción Cartográfica entendido como la cartografía y su registro, son sin duda una herramienta que posibilita y potencializa el estudio y la investigación. Sin embargo, considero pertinente centrarme en el proceso de construcción y en la discusión grupal. Es decir, centrarme en la acción de trazar los vínculos, y en las formas y los modos en que los agentes entienden su plataforma y los mecanismos que articulan “lo colectivo” de aquello que busca reconocerse como una “comunidad” de espacios “independientes”.
Nodos y endogamia La primer etapa, el trazo de los flujos de vinculaciones, fue azarosa. En ocasiones, los agentes no sabían con precisión qué tipo de conexión existía entre ellos; los nodos emergieron aisladamente y después de varios recorridos se fueron entretejiendo las
relaciones. La acción fue sobre todo un ejercicio de exploración que dio pie a que los agentes empezaran a preguntarse y reconocer cómo se relacionaban con los otros. Esta etapa permitió visibilizar el carácter endogámico y la falta de interacción entre los espacios, pero al mismo tiempo produjo una necesidad de coordinarse e interesarse por el otro. El hilvanado de los distintos vínculos hizo evidente que el entramado cultural entre espacios independientes se sustenta en gran medida por esfuerzos personales y el apoyo de familiares y amigos. Esto me obliga a pensar que estas plataformas se entienden como una “gran familia” y no como una “comunidad de profesionales”; el reconocerse como familia entiendo que tiene que ver con vínculos de confianza y apoyo “incondicionales” pero que a mi parecer dejan de lado la definición de una estructura que articule de manera más precisa y sostenible los modos, estrategias y mecanismos en que las plataformas y los agentes quieren y pueden vincularse.
De una “gran familia” a una “comunidad de profesionales” La segunda etapa, la del diálogo, se entendió como una fase de presentación de las plataformas y la discusión fue breve pero enriquecedora. Llamó mi atención que muchos de los integrantes de esta “gran familia” no se conocen entre ellos y que es imprescindible generar espacios para que puedan comunicarse. Todos comparten la necesidad de interrelacionarse pero no queda claro para qué y cómo quieren interactuar con los otros. Considero importante que en estos ejercicios de diálogo se generen estrategias que busquen conformar una “comunidad de profesionales”. Trabajar lo colectivo desde la precariedad requiere que se establezcan intercambios, relaciones y vínculos de manera clara y sobre todo que apunten a una mayor vigencia y continuidad.
Nodo PALABRA, CUERPO Y MEMORIA | Repensando lo común
CARTOGRAFÍA
Foto y diseño: María Rodríguez Cruz | ©María Rodríguez Cruz y Rodrigo Cué
foto y diseño
MARÍA RODRÍGUEZ CRUZ
Nodo PALABRA, CUERPO Y MEMORIA | Repensando lo común
BIBLIOGRAFÍA
Foto: María Rodríguez Cruz | ©María Rodríguez Cruz
CURADURÍA BIBLIOGRÁFICA JO ANA MORFIN CENTRO DE INFORMACIÓN Y MEDIATECA MUSEO UNIVERSITARIO DEL CHOPO RODRIGO CUÉ MEDIATECA PÚBLICA OVNIBUS
CURADURÍA BIBLIOGRÁFICA JO ANA MORFIN
CENTRO DE INFORMACIÓN Y MEDIATECA MUSEO UNIVERSITARIO DEL CHOPO
Título: CARTOGRAFÍA DE LA LITERATURA DE VIAJE EN HISPANOAMÉRICA Coordinadores: DANIAR CHÁVEZ Y MARCO URDAPILLETA Edición: 1ra. ed. Lugar: Toluca, Estado de México Editorial: Universidad Nacional del Estado de México Año: 2015 Colección: Luis Mario Schneider Serie: Aportes académicos Páginas: 184 pp. Título: DESARROLLO CULTURAL Y COMUNITARIO. Opciones para la cohesión social una aproximación Coordinador: GERARDO COVARRUBIAS VALDERRAMA Lugar: México Editorial: Consejo Nacional para la Cultura y las Artes Año: 2011 Serie: Intersecciones; 24 Páginas: 134 pp. Título: RETHINK INFORMATION WORK. A career guide for librarians and other information professionals Autor: G. KIM DORITY Edición: 2da. ed. Lugar: Santa Barbara, California Editorial: Libraries Unlimited Año: 2016 Páginas: 264 pp. Título: BORIS GROYS. Google. Words beyond grammar Autor: BORIS GROYS Edición: 1ra. ed. Lugar: Ostfildern Editorial: Hatje Cantz Año: 2011 Páginas: 34 pp. Título: COMUNICACIÓN Y PODER Autor: MANUEL CASTELLS Lugar: Madrid Editorial: Siglo XXI Año: 2012 Páginas: 679 pp.
Título: TALLER DOCUMENTACIÓN VISUAL. noviembre 1984 noviembre 1999 Coordinadores: CARLOS VELOZ, ANTONIO SALAZAR, PORFIRIO MENDOZA VÁZQUEZ Lugar: México, D.F. Editorial: UNAM. ESCUELA NACIONAL DE ARTES PLÁSTICAS. POSGRADO EN ARTES VISUALES Año: 2004 Páginas: 584 pp. Título: EL RECURSO DE LA CULTURA. Usos de la cultura en la era global Autor: GEORGE YUDICE Traducción: Gabriela Ventureira y Desiderio Navarro Lugar: Barcelona Editorial: Gedisa Año: 2002 Serie: Culturas Páginas: 475 pp. Título: REDES SOCIALES DIGITALES. Nuevas prácticas para la construcción cultural Coordinadora: SANDRA FLORES GUEVARA Edición: 1ra. ed. Lugar: México Editorial: Consejo Nacional para la Cultura y las Artes Año: 2014 Colección: Intersecciones; 32 Páginas: 289 pp. Título: RECEPCIÓN ARTÍSTICA Y CONSUMO CULTURAL Coordinadoras: MARÍA PICCINI, ANA ROSAS MANTECÓN, GRACIELA SCHMILCHUK Lugar: México Editorial: INBA, Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información de Artes Plásticas. Casa Juan Pablos Año: 20oo Colección: Intersecciones; 32 Páginas: 413 pp. Título: JÓVENES, CULTURAS URBANAS Y REDES DIGITALES. Prácticas emergentes en las artes, las editoriales y la música Coordinador: NÉSTOR GARCÍA CANCLINI Lugar: Barcelona Editorial: Ariel Año: 2012 Colección: Fundación Telefónica; 13 Páginas: 301 pp.
CURADURÍA BIBLIOGRÁFICA RODRIGO CUÉ
MEDIATECA PÚBLICA OVNIBUS
Título: Information Graphics Autor/Coordinadores: Sandra Rendgen Traducción: Richard Saul Wurman, Nigel Holmes, Simon Rogers, Julius Wiedemann, Sandra Rendgen Edición: Lugar: Editorial: Taschen Año: 2012 Colección: Serie: Páginas: 480 Título: Visual Complexity mapping patterns of information Autor/Coordinadores: Manuel Lima Traducción: Lugar: Editorial: Princeton Architectual Press Año: 2013 Colección: Serie: Páginas: 272 Título: 100 Diagrams That Changed the World: From the Earliest Cave Paintings to the Innovation of the iPod Autor/Coordinadores: Scott Christianson Traducción: Lugar: Editorial: Plume Año: 2012 Colección: Serie: Páginas: 224 Título: The map as art Autor/Coordinadores: Katharine Harmon Traducción: Lugar: Editorial: Priceton Architectual Press Año: 2010 Colección: Serie: Páginas: 224
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©María Rodríguez Cruz y Rodrigo Cué
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