EL MODERNISMO
ÍNDICE:
1. Concepto: movimiento impulsado por el inconformismo y el disgusto con el mercantilismo y el pragmatismo de los burgueses. 2. Orígenes del Modernismo
Raíces históricas y sociales: rechazo de la realidad burguesa, de su prosaísmo; nacen los artistas bohemios. Raíces literarias: literatura francesa (parnasianismo y simbolismo) / literatura española (Bécquer, simbolismo y Mester de Clerecía)/ componente autóctono (temática indigenista).
3. Temática:
Vía intimista (desengaño, frustración, angustia / erotismo ). Vía evasiva ( evasión en el espacio, en el tiempo y a través de los sueños)
4. Estilo: el esteticismo modernista (elaboración retórica, léxico cuidado, sinestesias, metáforas... 5. Fases: modernismo canónico y posmodernismo 6. - Autores representativos: los hermanos Machado, Juan R. Jiménez, ValleInclán.
MODERNISMO
Movimiento estético que se desarrolla en los últimos años del siglo XIX y primeros del S XX: la literatura modernista convive con la de la Generación del 98; no se oponen, ambos son respuestas literarias al desencanto finisecular.
DEFINICIÓN Movimiento estético que surge como una reacción contra la sociedad burguesa: a los modernistas les desagrada profundamente el materialismo y el espíritu práctico del mundo capitalista.
INFLUENCIAS
Parnasianismo: “arte por el arte”, el autor busca la perfección formal. Gusto por temas refinados.
Simbolismo: extrae significados ocultos tras las palabras, les otorga valores simbólicos ( el camino: la vida, por ejemplo)
Literatura hispánica: Mester de Clerecía, Gustavo Adolfo Bécquer (conexión del Modernismo con el inconformismo romántico)
Interés por lo autóctono (alejamiento de la metrópoli).
EL MODERNISMO EN LAS DIVERSAS ARTES
PARQUE GÜELL, Barcelona (A. Gaudí)
CASA BATLLÓ, Barcelona ( A. Gaudí)
EL BESO, de Gustav klimt, pintor modernista austrĂaco.
TEMAS UNA DESAZÓN ROMÁNTICA Se exalta la pasión por encima de la razón El misterio, el sueño y lo irracional Hastío y profunda tristeza Melancolía y angustia
Lo fatal, Rubén Darío Dichoso el árbol, que es apenas sensitivo, y más la piedra dura porque esa ya no siente, pues no hay dolor más grande que el dolor de ser vivo, ni mayor pesadumbre que la vida consciente. Ser y no saber nada, y ser sin rumbo cierto, y el temor de haber sido y un futuro terror... Y el espanto seguro de estar mañana muerto, y sufrir por la vida y por la sombra y por lo que no conocemos y apenas sospechamos, y la carne que tienta con sus frescos racimos, y la tumba que aguarda con sus fúnebres ramos, ¡y no saber adónde vamos, ni de dónde venimos!... Rubén Darío, 1905
TEMAS EVASIÓN DE LA REALIDAD DEL MOMENTO Huida por los caminos del ensueño.
En el espacio: exotismo, atención a lo oriental En el tiempo: hacia el pasado medieval, mitología clásica
SONATINA La princesa está triste... ¿Qué tendrá la princesa? Los suspiros se escapan de su boca de fresa, que ha perdido la risa, que ha perdido el color. La princesa está pálida en su silla de oro, está mudo el teclado de su clave sonoro, y en un vaso, olvidada, se desmaya una flor.
Ya no quiere el palacio, ni la rueca de plata, ni el halcón encantado, ni el bufón escarlata, ni los cisnes unánimes en el lago de azur. Y están tristes las flores por la flor de la corte, los jazmines de Oriente, los nelumbos del Norte, de Occidente las dalias y las rosas del Sur.
El jardín puebla el triunfo de los pavos reales. Parlanchina, la dueña dice cosas banales, y vestido de rojo piruetea el bufón. La princesa no ríe, la princesa no siente; la princesa persigue por el cielo de Oriente la libélula vaga de una vaga ilusión.
¡Pobrecita princesa de los ojos azules! Está presa en sus oros, está presa en sus tules, en la jaula de mármol del palacio real; el palacio soberbio que vigilan los guardas, que custodian cien negros con sus cien alabardas, un lebrel que no duerme y un dragón colosal.
¿Piensa, acaso, en el príncipe de Golconda o de China, o en el que ha detenido su carroza argentina para ver de sus ojos la dulzura de luz? ¿O en el rey de las islas de las rosas fragantes, o en el que es soberano de los claros diamantes, o en el dueño orgulloso de las perlas de Ormuz?
¡Oh, quién fuera hipsipila que dejó la crisálida! (La princesa está triste, la princesa está pálida) ¡Oh visión adorada de oro, rosa y marfil! ¡Quién volara a la tierra donde un príncipe existe, —la princesa está pálida, la princesa está triste—, más brillante que el alba, más hermoso que abril!
¡Ay!, la pobre princesa de la boca de rosa quiere ser golondrina, quiere ser mariposa, tener alas ligeras, bajo el cielo volar; ir al sol por la escala luminosa de un rayo, saludar a los lirios con los versos de mayo o perderse en el viento sobre el trueno del mar.
—«Calla, calla, princesa —dice el hada madrina—; en caballo, con alas, hacia acá se encamina, en el cinto la espada y en la mano el azor, el feliz caballero que te adora sin verte, y que llega de lejos, vencedor de la Muerte, a encenderte los labios con un beso de amor».
TEMAS COSMOPOLITISMO Un aspecto más de la evasión
Referencia especial a París, símbolo del refinamiento, de lo distinto.
TEMAS AMOR Y EROTISMO
IDEALIZACIÓN DEL AMOR Y DE LA MUJER
LANGUIDEZ
MELANCOLÍA
EROTISMO DESENFRENADO
Fragmento del poema Coloquio de los centauros
¡El enigma es el rostro fatal de Deyanira! Mi espalda aún guarda el dulce perfume de la bella; aún mis pupilas llaman su claridad de estrella. ¡Oh aroma de su sexo! ¡Oh rosas y alabastros! ¡Oh envidia de las flores y celos de los astros!
TEMAS AMÉRICA Temas indígenas
Mitos
TEMAS En resumen, la temática se orienta en dos direcciones; las dos evitan reflejar la realidad del momento: 1. El escritor se evade en el espacio o en el tiempo, hacia mundos más placenteros (lujo, color…). Puede aparecer el amor sexual. 2. El escritor orienta su atención hacia el propio mundo interior: melancolía, pesimismo, tristeza son las notas que aparecen en las composiciones con esta orientación temática.
ESTÉTICA ESTETICISMO
Búsqueda de la belleza
BÚSQUEDA DE VALORES SENSORIALES Es una “literatura de los sentidos”. Todo es fuente de goce para el oído, la vista...
LENGUAJE
Vocabulario relacionado con los sentidos: color, sonido...
Recursos estilísticos:
Aliteraciones Sinestesias Léxico cultista Imágenes
MÉTRICA
Verso preferido: el alejandrino
Modifican estrofas clásicas: son, por ejemplo, frecuentes los SONETOS EN ALEJANDRINOS
AUTORES Y OBRAS MODERNISTAS
Poetas como Antonio Machado o Juan Ramón Jiménez hicieron uso del Modernismo en su primera etapa de creación, para después evolucionar hacia otras formas de literatura. PRODUCCIÓN POÉTICA
RUBÉN DARÍO ( nicaragüense)Azul (1888), Prosas Profanas (1896), Cantos de vida y esperanza (1905) ANTONIO MACHADO * poesía:Soledades (1903), Soledades, Galerías y otrospoemas (1907)Más tarde publicará Campos de Castilla, (1912 y 1917), dentro ya del espíritu de la Generación del 98. JUAN RAMÓN JIMÉNEZ* poesíaArias Tristes (1903), Jardines lejanos (1904), La soledad sonora (1908) y en prosa Platero y yo (1914). Su evolución poética se encaminará hacia una poesía cada vez más personal, filosófica e intelectual. NARRATIVA
RAMÓN M. DEL VALLE-INCLÁN* narrativa Sonata de otoño, Sonata de invierno, Sonata de primavera, Sonata de estío (publicadas entre 1902 y 1905)
A MARGARITA DEBAYLE RUBEN DARIO
Margarita está linda la mar, y el viento, lleva esencia sutil de azahar; yo siento en el alma una alondra cantar; tu acento: Margarita, te voy a contar un cuento: Esto era un rey que tenía un palacio de diamantes, una tienda hecha de día y un rebaño de elefantes, un kiosko de malaquita, un gran manto de tisú, y una gentil princesita, tan bonita, Margarita, tan bonita, como tú. Una tarde, la princesa vio una estrella aparecer; la princesa era traviesa y la quiso ir a coger.
Pues se fue la niña bella, bajo el cielo y sobre el mar, a cortar la blanca estrella que la hacía suspirar. Y siguió camino arriba, por la luna y más allá; más lo malo es que ella iba sin permiso de papá. Cuando estuvo ya de vuelta de los parques del Señor, se miraba toda envuelta en un dulce resplandor. Y el rey dijo: —«¿Qué te has hecho? te he buscado y no te hallé; y ¿qué tienes en el pecho que encendido se te ve?». La princesa no mentía. Y así, dijo la verdad: —«Fui a cortar la estrella mía a la azul inmensidad».
La quería para hacerla decorar un prendedor, con un verso y una perla y una pluma y una flor.
Y el rey clama: —«¿No te he dicho que el azul no hay que cortar?. ¡Qué locura!, ¡Qué capricho!... El Señor se va a enojar».
Las princesas primorosas se parecen mucho a ti: cortan lirios, cortan rosas, cortan astros. Son así.
Y ella dice: —«No hubo intento; yo me fui no sé por qué. Por las olas por el viento fui a la estrella y la corté».
Y el papá dice enojado: —«Un castigo has de tener: vuelve al cielo y lo robado vas ahora a devolver». La princesa se entristece por su dulce flor de luz, cuando entonces aparece sonriendo el Buen Jesús. Y así dice: —«En mis campiñas esa rosa le ofrecí; son mis flores de las niñas que al soñar piensan en mí». Viste el rey pompas brillantes, y luego hace desfilar cuatrocientos elefantes a la orilla de la mar. La princesita está bella, pues ya tiene el prendedor en que lucen, con la estrella, verso, perla, pluma y flor. * * * Margarita, está linda la mar, y el viento lleva esencia sutil de azahar: tu aliento. Ya que lejos de mí vas a estar, guarda, niña, un gentil pensamiento al que un día te quiso contar un cuento.
Tarde (extraído de SOLEDADES)
Fue una clara tarde, triste y soñolienta tarde de verano. La hiedra asomaba al muro del parque, negra y polvorienta... La fuente sonaba. Rechinó en la vieja cancela mi llave; con agrio ruido abrióse la puerta de hierro mohoso y, al cerrarse, grave golpeó el silencio de la tarde muerta. En el solitario parque, la sonora copla borbollante del agua cantora me guió a la fuente. La fuente vertía sobre el blanco mármol su monotonía. La fuente cantaba: ¿Te recuerda, hermano, un sueño lejano mi canto presente? Fue una tarde lenta del lento verano. Respondí a la fuente: No recuerdo, hermana, mas sé que tu copla presente es lejana. Fue esta misma tarde: mi cristal vertía como hoy sobre el mármol su monotonía. ¿Recuerdas, hermano?... Los mirtos talares, que ves, sombreaban los claros cantares que escuchas. Del rubio color de la llama, el fruto maduro pendía en la rama, lo mismo que ahora. ¿Recuerdas, hermano? Fue esta misma tarde de verano.
-No sé qué me dice tu copla riente de ensueños lejanos, hermana la fuente. Yo sé que tu claro cristal de alegría ya supo del árbol la fruta bermeja; yo sé que es lejana la amargura mía que sueña en la tarde de verano vieja. Yo sé que tus bellos espejos cantores copiaron antiguos delirios de amores: mas cuéntame, fuente de lengua encantada, cuéntame mi alegre leyenda olvidada. -Yo no sé leyendas de antigua alegría, sino historias viejas de melancolía. Fue una clara tarde del lento verano Tú venías solo con tu pena, hermano; tus labios besaron mi linfa serena, y en la clara tarde, dijeron tu pena. Dijeron tu pena tus labios que ardían; la sed que ahora tienen, entonces tenían. -Adiós para siempre, la fuente sonora, del parque dormido eterna cantora. Adiós para siempre, tu monotonía, fuente, es más amarga que la pena mía. Rechinó en la vieja cancela mi llave; con agrio ruido abrióse la puerta de hierro mohoso y, al cerrarse, grave sonó en el silencio de la tarde muerta.
Las ascuas de un crepúsculo dorado…, extraído de Soledades, Antonio Machado.
Las ascuas de un crepúsculo morado detrás del negro cipresal humean... En la glorieta en sombra está la fuente... con su alado y desnudo Amor de piedra, que sueña mudo. En la marmórea taza reposa el agua muerta.
A orillas del Duero (fragmento), poema de CAMPOS DE CASTILLA ¡Oh tierra triste y noble, la de los altos llanos y yermos y roquedas, de campos sin arados, regatos ni arboledas; decrépitas ciudades, caminos sin mesones y atónitos palurdos sin danzas ni canciones que aún van, abandonando el mortecino hogar, como tus largos ríos, Castilla, hacia la mar! Castilla miserable, ayer dominadora, envuelta en sus andrajos, desprecia cuanto ignora. ¿Espera, duerme o sueña? ¿La sangre derramada recuerda, cuando tuvo la fiebre de la espada? Todo se mueve, fluye, discurre, corre o gira; cambian la mar y el monte y el ojo que los mira. ¿Pasó? Sobre sus campos aun el fantasma yerra de un pueblo que ponía a Dios sobre la guerra. La madre en otro tiempo fecunda en capitanes madrastra es apenas de humildes ganapanes. Castilla no es aquella tan generosa un día, cuando Myo Cid Rodrigo el de Vivar volvía, ufano de su nueva fortuna y su opulencia, a regalar a Alfonso los huertos de Valencia;
Proverbios y Cantares, de A. Machado
Nunca perseguí la gloria ni dejar en la memoria de los hombres mi canción; yo amo los mundos sutiles, ingrávidos y gentiles como pompas de jabón. Me gusta verlos pintarse de sol y grana, volar bajo el cielo azul, temblar súbitamente y quebrarse.
Caminante, son tus huellas el camino, y nada más; caminante, no hay camino, se hace camino al andar. Al andar se hace camino, y al volver la vista atrás se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar. Caminante, no hay camino, sino estelas en la mar.
Etapas en la poesía de Juan Ramón Vino, primero pura, vestida de inocencia; y la amé como un niño. Luego se fue vistiendo de no sé qué ropajes; y la fui odiando sin saberlo. Llegó a ser una reina fastuosa de tesoros… ¡Qué iracundia de hiel y sin sentido!
Mas se fue desnudando y yo le sonreía. Se quedó con la túnica de su inocencia antigua. Creí de nuevo en ella. Y se quitó la túnica y apareció desnuda toda. ¡Oh pasión de mi vida, poesía desnuda, mía para siempre!
El viaje definitivo, Juan Ramón Jiménez
(1ª ETAPA)
... Y yo me iré. Y se quedarán los pájaros cantando: y se quedará mi huerto, con su verde árbol, y con su pozo blanco. Todas las tardes, el cielo será azul y plácido; y tocarán, como esta tarde están tocando, las campanas del campanario. Se morirán aquellos que me amaron; y el pueblo se hará nuevo cada año; y en el rincón aquel de mi huerto florido y encalado, mi espíritu errará, nostáljico... Y yo me iré; y estaré solo, sin hogar, sin árbol verde, sin pozo blanco, sin cielo azul y plácido... Y se quedarán los pájaros cantando.
Poema contenido en Eternidades (2ª ETAPA)
¡Intelijencia, dame el nombre exacto de las cosas! …Que mi palabra sea la cosa misma, creada por mi alma nuevamente. Que por mí vayan todos los que no las conocen, a las cosas; que por mí vayan todos los que ya las olvidan, a las cosas; Que por mí vayan todos los mismos que las aman, a las cosas… ¡Intelijencia, dame el nombre exacto, y tuyo, y suyo, y mío, de las cosas!
El otoñado, en La estación total, 1946
Estoy completo de naturaleza en plena tarde de áurea madurez alto viento en lo verde traspasado. Rico fruto recóndito, contengo lo grande elemental en mí (la tierra, el fuego, el agua, el aire), el infinito. Chorreo luz: doro el lugar oscuro, trasmino olor: la sombra huele a dios, emano son: lo amplio es honda música, filtro sabor: la mole bebe mi alma, deleito el tacto de la soledad. Soy tesoro supremo, desasido, con densa redondez de limpio iris, del seno de la acción. Y lo soy todo. Lo todo que es el colmo de la nada, el todo que se basta y que es servido de lo que todavía es ambición. (La estación total, 1946)