Nanas para dormir a una flor Escrito por María Sanz Ilustrado por Silvia Álvarez. Para dormir a una flor no existe nana más bella que las palabras de amor
Y entre palabras y palabras, elijo la primavera para que mi vos se abra.
No existe nana tan bella oh niña, como tu nombre entonado en mis poemas.
¿A que huele este clavel? a perfume en tropel duérmete pronto, niña de miel, como la luna sobre tu piel. ¿Dónde guardo este clavel? En mis versos de papel.
En el jardín de los cielos, volando muy despacio, ha aparecido un jilguero. Canta, cantarín, para que mi niña se pueda dormir. En el jardín del silencio, volando muy calladita, ha florecido un jilguero.
Nube peregrina de rojo color clavelina sin olor
¿Eres tú? Dímelo, Dulce aurora del amor.
Nube ya lejana cielo sin rubor pétalos de tu corazón.
Para que puedas jugar, hasta la cuna te traigo una estrellita de mar.
Con la brisa, tu sonrisa se ha puesto a navega.
Para que puedas soñar, hasta la cuna te traigo las olas de mi cantar.
Mañana de abril, fresca y olorosa como el alhelí.
Espera, tesoro, que voy a por ti, para coronarte de pétalos mil. Mañana infantil, despierta la vida pintada de añil.
Dibujándote ahora la primavera, es como si te viese por vez primera.
Que hermoso lienzo, acuarela de flores sobre tu sueño.
Con este poema te quiero acunar, oh niña dorada, corola de paz.
Después, el silencio, Para completar, oh niña desnuda tu serenidad.
En una nube de arrebol, poquito a poco se esconde el sol
Cae la tarde, todo esta en calma, ya voy cerrando las ventanas.
Desde tu cuna de alhelíes, niña dorada, me sonríes.
Una rosa se ha caído del rosal, ave sin nido, ¿sabes, niña, dónde está? pero como te has dormido, no me puedes contestar.
Ya la veo sobre ti, rosa de pitiminí,
la ha dejado el vendaval en tus manos de cristal.
Te voy a hacer un vestido con alas de mariposa y perlitas de rocío.
Mientras tú duermes me podre a coser, para que lo luzcas al amanecer.
Entonces mi corazón imitara en sus latido el canto del ruiseñor.
Las once, las doce, la una, las dos, suena la campana del reloj.
¿Aún no te duermes, mi pequeña flor? verano en la noche, y en la noche amor.
Si yo te arrullara lo que tu mereces, nunca terminara.
Sueño de cristal En tus ojos niños, ¿quién lo romperá?
Si yo te soñara, nunca despertara.
Tu cuerpecito de lirio es mi delirio, y tu mirada de luna, mi fortuna.
Niña querida, Si pudiera cantarte toda la vida…
Paloma escondida échate a volar, ven hasta la niña que durmiendo está.
Preséntame tus alas para habicar su cálida frente en el despertar, brisa plateada de mi palomar.
Sabanita de nieve, rendido sueño, ¿por qué caen los copos, si no es invierno?
La noche blanca también se ha convertido en una lágrima.
Trina que te trina, canta que te canta, la luna se acuesta y el sol se levanta.
Trina que te trina, una golondrina, mi niĂąa me entrega su flor matutina.
He dejado una orquĂdea en tu almohada, para que se mantenga siempre lozana.
Dos flores juntas, melodĂa de aromas sobre la cuna.
La caracola llega sola con su música del mar.
Viene sin dueño hasta tu sueño, niña de alegre despertar.
Y entre ella y tú, el día azul se quiere abrir de par en par.
Pajarillo que vuelas hacia tu nido, cógeme ese lucero que sea caído.
Sobre tu frente lo pondré con ternura, bella durmiente.
Ahora que duermes, cómo te diría que también es sueño la palabra mía.
alba de silencios de dulzura fría. Te sigo velando mientras llega el día.
Agua e la fuente, cascabel de plata, trinos de las aves anunciando el alba.
La niña que duerme aún no sabe nada, inocencia oculta en la madrugada.
Ya todo es mas claro,
La vida se alza. Despierta preciosa, mi amor te reclama.
Érase un arco iris que siempre tuve celos de todo los colores del lazo de tu pelo.
Muñeca mía, ¿de qué color se viste el cielo de tu candor?
Oh Niña de arco iris, dormid resplandor.
Sabanas de lino, Frescor de lavanda, Brillo de lucero, mi niña en su cama.
La vida sucede,
El tiempo no pasa, sólo este silencio después de una nana.
Entre tus manos he puesto un ramito de azahar. No vayas a despertar.
Espera la amanecida, ensimismada blancura que adornará tu dulzura.
En mis manos he guardado una caricia sin dar. No tardes en desperta.
Canción de cuna para tu noche, niña de luna. cálido arrullo, sueño sagrado del cielo tuyo.
Silencio ahora
mientras te velo, niña de aurora.
Me ha parecido escuchar el sonido de un violín pero eso es otro cantar. A la mañana siguiente, mi niña despierta y oye el murmullo de la fuente. Me ha parecido sentir el corazón de una flor que aun se tiene que abrir.
Nana de la lluvia en la tarde gris. ¿La oyes, cariño? llueve para ti.
Gotitas de sueño cubren el jardín. ¿No cierres los ojos? tienes que dormir.
Nana de la lluvia,
notas de marfil cayendo despacio sólo para ti.
En un pañuelito blanco he bordado un tulipán para que cese tu llanto
En un pañuelito verde voy a bordar esa estrella que te alumbra mientras duermes.
en un pañuelo rojo bordare un rayo de sol para que abra tus ojos.