cuentame un cuento

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CUร NTAME UN

CUENTO

23 de abril de 2010 autores: alumnos y alumnas de 3ยบ B


ALICIA EN EL PAÍS DE LAS MARAVILLAS Érase una vez una niña que se llamaba Alicia. Ella estaba en el País de las Maravillas. Tenía un bosque muy bonito, estaba lleno de flores. Alicia conoció a una variedad de animales preciosos que hablaban y poco a poco se fueron conociendo y se hicieron grandes amigos. Alicia llegó al castillo de los tréboles y entonces la reina blanca la invitó a jugar al golf. Allí estaba conejo blanco y le dijo: − ¡ Llegáis tarde al té ! Y sin saber Alicia se comió unas galletas que eran para la reina blanca y se montó en un león grande. Alicia se enfrentó con un dragón grande y poderoso. Peleó con él. El dragón como vio que Alicia era tan grande que se asustó y al final ganó la niña. A Alicia la reina blanca le dijo: − ¡ Alicia, eres la mejor luchadora de todos los dragones ! Alicia encontró un gato. El gato la llevó a un árbol. El árbol tenía una puerta. Alicia entró y vio un anillo y el anillo lo quería la reina roja.

Cuento de Coraima Almagro


PINOCHO Érase una vez un hombre llamado Gepetto que quería tener un hijo de verdad. Entonces el muñeco que estaba haciendo le sonrió. El hada le había echado un hechizo para que fuera de verdad. Él ya iba al colegio y encontró cuatro monedas de oro para dárselas a su abuela. Al final el hada les echó un hechizo para que fueran felices y ¡por fín! Pinocho fue de verdad y estuvieran muy contentos para toda la vida y el hada fue a que más gente fueran felices... Y colorín colorado este cuento se ha acabado... … zapatito roto, ¡cuéntame otro!

Cuento de Jonathan


LA BELLA Y LA BESTIA Érase una vez una bella princesa. Su príncipe era muy guapo y su hechizo fue bastante fuerte y se convirtió en bestia y se casó con la Bella. La Bella era muy guapa. Su madrastra no quería que se casasen y fuera pobre. Entonces la Bestia cogió a la Bella y la llevó a su castillo y le dijo: -Todo esto es tu casa, esta casa es para los dos. -Sí- contestó ella. Y fueron felices y comieron perdices.

Cuento de Coraima Romero.


LA CENICIENTA Érase una vez una joven bella que tenía una madrastra y dos hermanastras, sus dos hijas que eran muy malas. La madrastra la ponía a trabajar. Un día la madrastra le dijo: − Las otras sí que irán a la fiesta pero tú no. Vas a estar haciendo trabajo y cuando volvamos todo tiene que estar listo. En una vez apareció su madrina y dijo: -Tú irás a la fiesta, pero con una condición, cuando suenen las doce campanadas tendrás que venirte. -Sí madrina. Y fue a la fiesta. El rey bailó con ella y decían las otras hermanas. -¿Quién será esa joven tan bella? ¡Por fin estuvieron felices!

Cuento de Amalia.


DON QUIJOTE Y LOS DOS ESPANTOSOS EJÉRCITOS. Érase una vez que Don Quijote y Sancho Panza vieron que apareció algo que venía a su encuentro. Era una gran polvareda por el camino. -¿Ves aquella polvareda que se levanta a los ojos, Sancho?- le dijo Don Quijote a su escudero- Viene un enorme ejército por allí marchando. Viendo que por la parte contraria apareció otra polvareda Don Quijote le dijo a Sancho que debían ser dos. En efecto creía Don Quijote que eran dos ejércitos que iban a combatir en aquella llanura. Sancho intentó convencerlo de que se trataba de dos rebaños de ovejas que venían a la llanura. Pero Don Quijote no lo creyó y fue en busca de ellos y como era verdad que eran ovejas al chocar Don Quijote con ellas se cayó de Rocinante y quedó malherido. Y colorín colorado este cuento se ha acabado.

Cuento de Elena


HANSEL Y GRETTEL Junto a un bosque muy grande vivía un leñador con su mujer y sus dos hijos, de su primer matrimonio. Los niños se llamaban Hansel y Grettel. Apenas tenían que comer en una época tan antigua y pobre, así que a los padres se les ocurrió dejarlos solos para que tuvieran más suerte. Ellos decidieron volver a casa. Caminaron y caminaron, se equivocaron de camino y entraron en casa de una bruja. No había nadie y se acostaron a descansar. Escucharon la puerta...

¡ Era la bruja!

Al verlos se enfadó mucho y los echó a la chimenea cuando justo llegó su padre que a la bruja la echó a la chimenea y rescató a sus hijos. Y vivieron felices y juntos por siempre jamás. Colorín colorado este cuento se ha acabado.

Cuento de Anabel.


LA PEQUEÑA VENDEDORA DE FÓSFOROS Era ya hora muy avanzada del año, era la víspera de Año Nuevo. Hacía un frío terrible y nevaba copiosamente. Una pobre niña andaba errante por las desiertas calles. Iba descalza y con la cabeza descubierta. Al salir de su casa llevaba zapatillas viejas pero le sirvieron de muy poca cosa por ser demasiado grandes para ella. Eran las demasiado usadas de su madre, las llevaría hasta que estuvieran rotas. A la niña se le cayeron de los pies mientras atravesaba la calle corriendo para evitar dos coches que circulaban por la calle a toda prisa. Una de las zapatillas no pudo encontrarla por más que la buscó y buscó sin encontrarla por ninguna parte. Así que se alejó de allí corriendo y se dijo que utilizaría la otra como cuna de sus hijos cuando los tuviese. Así la pobre niña tuvo que seguir andando con los pies descalzos que los tenía rojos y amoratados por el frío. Llevaba cierta cantidad de fósforos en el delantal viejo y en las manos sostenía un paquete. Nadie le había comprado nada durante todo aquel largo día y nadie, tampoco, le dio una sola moneda de cobre. La pobrecilla estaba hambrienta y se moría de frío, así que se quedó dormida y dormida se fue al cielo con su abuelita.

Cuento de Alejandra .


EL LIBRO DE LA SELVA Un día, la pantera Bagheera se encuentra a un niño en una canoa y se lo lleva a una familia de lobos. Lo llamaron Mowgli. El niño creció. Bagheera se lo lleva a la selva y a la noche duermen, pero Kaa, la serpiente, se lo quiere comer. Por suerte Bagheera lo salva y se encuentran con el oso Baloo. Jugando, lo reptan los monos, Baloo se disfraza y se lo lleva, pero se va y se queda solo. Lucha contra Shere Khan, el tigre, y lo asusta con el fuego. Luego Baloo y Bagheera se lo llevan. Al día siguiente se encuentra a una niña y se va con ella.

Cuento de Carlos


LA BELLA DURMIENTE Érase una vez un rey y una reina que durante mucho tiempoo habían decidido tener hijos y, por fin lo habían conseguido: una niña. Llenos de felicidad dieron una fiesta a la que fueron varias hadas que concedieron a la niña toda clase de dones. Dieciocho años más tarde la princesa un día entró en un apartado torreón del palacio y vio a una viejecita que estaba hilando con rueca y huso. La joven quiso probar a hacerlo. Se pinchó con el huso y cayó en un profundo sueño. Un príncipe que por allí pasaba quiso verla y al darle un beso ella despertó y estuvieron juntos para siempre. Y colorín colorado este cuento se ha acabado.

Cuento de Aicha


LA SIRENITA Érase una vez una sirenita que cumplió quince años y recibió un fantástico regalo: CONOCER AL PRÍNCIPE. El príncipe tenía pelo negro,ojos azules y un cuerpo muy grande. Ese día paseaba el príncipe y la sirena se enamoró de él. Debajo del mar vivía una bruja que le dijo: − Tienes que olvidarte de él! Tú eres una sirena y el un hombre. Pero la sirena no dejaba de pensar en él, así que la bruja dijo: − Sierna, si encuentras una botella roja te daré unas piernas. Y la sirenita contestó: − Vale, voy a buscarla. La princesa encontró la botella y la bruja le dió unas piernas. Al día siguiente, estaba en la playa ya como mujer y el príncipe la vio y le dijo: − Tú eres la sirena, sí. Ella contestó: − Sí, soy yo, pero la bruja me convirtió en mujer. Y el príncipe le dijo: − ¿Quieres casarte conmigo? Y la mujer le dijo: − ¡Síiiiii!

Cuento de Klaudia


RICITOS DE ORO Hubo una vez una niña, Ricitos de Oro. Ricitos de Oro salió a ver el bosque que había cerca de su casa. − ¡Vuelve a tiempo para la comida! - le dijo su madre. Aunque la niña dijo que lo haría, su madre sabía que volvería cuando quisiera, porque no era nada obediente. Entonces fue al bosque y vió que había una casita y entró, pues la puerta estaba abierta. Había una gran cocina que servía de comedor. − ¡Hola! - dijo la niña, pero nadie contestaba. Se acercó a la mesa, que estaba preparada para comer. Alrededor había tres sillas que estaban junto a la mesa. Una era grande, otra era mediana y otra era pequeña. Delante de cada silla había un cuenco de sopa. A la niña le entró hambre, así que trepó a la silla más grande y probó la sopa, estaba demasiado caliente. Se sentó en la silla mediana y probó la sopa. ¡ Puaj! Estaba demasiado salada. Se sentó en la silla pequeña y probó la sopa. ¡ Estaba deliciosa! A Ricitos de Oro le entró sueño, así que se fue arriba y entró en una habitación. Había tres camas. La niña probó la primera, estaba muy dura; así que probó la segunda cama. Estaba muy blanda; así que probó la última cama: estaba perfecta. Pero vinieron los tres osos que vivían allí. El oso grande vio que habían probado su sopa; la osa mediana vio que se habían sentado en su silla; el oso pequeño vio que estaba una niña en su cama. Ricitos de Oro vio a los osos así que echó a correr. Los osos salieron tambien a correr para atraparla. Corrió tanto que llegó a su casa. Llegó a tiempo para la comida y su madre le dijo: − ¡Qué alegría por una vez me has hecho caso, qué felicidad!

Cuento de Patricia.


EL FLAUTISTA DE HAMELIN En un lejano país que se llamaba Hamelín había muchos ratones que la gente quería ahuyentar. Los echaban pero volvían y volvían más y más ratones por lo que llamaron al Flautista de Hamelin. El Flautista los ahuyentó. La mitad de los ratones se ahogaron en el río.y los demás no volvieron. Pero, como los hombres no le pagaron, el Flautista se llevó a los niños del pueblo. Al final le pagaron, los niños volvieron y todos fueron felices. Y colorín colorado este cuento se ha acabado.

Cuento de Alejandro


PULGARCITA En una casita cercana al río vivía una señora muy buena que no tenía hijos. Un día encontró en el corazón de una rosa una niña muy pequeñita y al ocupar nada más que el dedo pulgar decidió llamarla Pulgarcita. Con el paso del tiempo Pulgarcita iba y tenía muchos amigos pero eran insectos. Cuando estaba jugando con ellos se quedó dormida: − ¡ chissst!- decía una de las mariquitas y la libélula dijo: − Pulgarcita duerme en el nenúfar. Será mejor que la dejemos tranquila. El nenúfar la corriente lo arrastraba y se alejó mucho de su casa. En eso un sapo malvado dijo: − ¡ Qué bonita es, me casaré con ella. Descansa pequeña, pronto serás mi esposa! Después Pulgarcita se despertó y empezó a llorar: − No hagas ruido, el sapo te va a oír- le dijo una mariposa- Ven conmigo, te llevaré con tus amigos. Cuando llegaron era demasiado tarde, todos invernaban. A la mariposa se le ocurrió otra idea y dijo: − ¡Ya sé !, te llevaré con mi amiga la golondrina. Y la golondrina la llevó con sus amigos los elfos. Pulgarcita vioo a un príncipe y se casaron a la luz de la luna. Pulgarcita se acordó de su madre y decidió ir a verla junto a él. Esto es verdad y muy cierto y, como me lo contaron te lo cuento.

Cuento de Jerimar


BAMBI Había una vez un cazador que quería matar a un cervatillo que se llamaba Bambi. Bambi, poco a poco, aprendió a hablar porque los animales hablaban, ¡ es un cuento! Jugaba con los demás animales. Su padre era un poco terrorífico, era grande. Tenía cuernos como árboles grandes. Un día vinieron dos cazadores al bosque. Todos los animales se asustaron. Bambi era ya grande. El cazador le disparó y no murió. Le dio, se curó y Bambi se convirtió en el rey del bosque.

Cuento de Juan Manuel


PETER PAN En un país muy lejano había muchos niños. Uno era muy bueno porque ayudaba a la gente. Se llamaba Peter Pan. Vivìa en una isla en la que había niños perdidos, una niña celosa y piratas que se los llevaron allí. Peter Pan los rescataba. Un día los piratas metieron en su barco a los niños perdidos. Peter Pan llegó y los rescató y a los piratas los echaron al agua y los cocodrilos se los comieron. Peter Pan se enamoró de la celosa. Peter Pan llevó a los niños a su casa. Peter Pan se volvió a su isla. Y colorín colorado este cuento se ha acabado.

Cuento de Iván


EL GATO CON BOTAS Érase una vez, en un lejano pueblo, un niño al que su padre le dio un gato. El gato le dijo: − Si me das tu ropa, seré tu esclavo. Y así lo hizo. El gato cazaba mucho y lo llevaba al castillo del rey diciéndole que era un regalo de su señor, el marqués de Carabás. Un día el joven se estaba bañando en el río cuando pasó por el lado la princesa. La princesa le vio y el gato le contó que a su señor el marqués unos ladrones le habían robado la ropa. La princesa se lo creyó, se enmoró de él, le dio ropa de marqués, se lo llevó a su castillo y se casó con él. Y esto no es cuento que es cierto y como me lo contaron te lo cuento.

Cuento de Roberto


LOS TRES CERDITOS Érase un bosque en el que había tres hermanos cerditos y había un lobo muy malo. Cada cerdito construyó su propia casa: el chico de paja, el mediano de madera y el grande de hierro. Fue el lobo a la casa del pequeño, sopló y sopló y la casa derrumbó. El pequeño salió corriendo hacia la cas del mediano. El lobo sopló y sopló y la casa derrumbó y... ¡salieron corriendo! Ya el lobo no tenía fuerzas y fue a casa del mayor. Cerraron todas las puertas y ventanas, pero había una escalera y el lobo entró por la chimenea. Antes de que cayera el lobo, el mayor cogió una cazuela y la hirvió y la llenó de agua caliente y la puso en la chimenea... ¡ y el lobo cayó y se quemó el culo! Y colorín colorado este cuento se ha acabado.

Cuento de Darío.


CAPERUCITA ROJA Érase una vez una niña que era muy guapa. Llevaba una caperuza roja. Se llamaba Caperucita. Su mamá le dijo: − Hijita, ve a casa de tu abuelita, ve. El lobo que estaba por el camino dijo: − Tú ve por el camino más largo y yo por el corto. Y Caperucita contestó: − Vale. Caperucita entonces se entretuvo cogiendo flores. El lobo llegó antes que ella. Entonces la abuelita se asustó y se tropezó con un tabueret. Y se escondió en el armario. El lobo se durmió y cuando despertó la abuelita no estaba. Ya venía Caperucita Roja y el lobo se puso el traje de la abuela y dijo Caperucita al verlo: • Abuelita, abuelita. ¡ Qué ojos tan grandes tienes! • Son para verte mejor. • Abuelita, abuelita, ¡qué orejas tan grandes tienes! • Son para oírte mejor. • Abuelita, abuelita, ¡qué boca tan grande tienes! • ¡Es para comerte mejor! Y el lobo salió corriendo tras ella. Un cazador estaba ahí. Ya la abuelita salió del armario y el cazador le disparó al lobo en el culo cuando salía corriendo hacia su casa. Y a Caperucita le dio un abrazo su abuela.

Cuento de Cristina.


EL SASTRECILLO VALIENTE Érase una vez que en un pueblo un niño llamado Miguel cosía jubones, chaquetas, con cara de pocos amigos. Era satre. La culpa de su enfado la tenía un enjambre de moscas que zumbaban a su lado. En el país donde vivía Miguel también vivía un gigante que arrasaba casas, campos de cultivo u fortalezas sin ejercitos. Un día, al rey se le ocurrió que iban a matar al gigante porque si no iban a quedarse arruinados. Miguel se subió en el cuerpo del gigante, el gigante le dio un manotazo y Miguel le pinchó en la nariz y lo mató. Como recompensa, Miguel recibió muchos escudos de oro y la mano de la hija del rey. Y colorín colorado este cuento se ha acabado.

Cuento de Francisco.


FABULA DE LA GOLONDRINA Y EL RUISEÑOR Cantaba el ruiseñor en la soledad de la selva cuando, oyéndole, la golondrina le dijo: -Vente conmigo a Tebas, una ciudad maravillosa de Egipto. Encuentro tonto que desperdicies aquí tu canto entre zarza y cardo. Aquí nadie te aprecia. - Hermana mía- respondió el ruiseñor- en esa ciudad no encontraré más que ruidos y tormenta. Aquí el aire es perfumado y el arroz bueno. El río me regala su música cantarina. No cambiaría mi sosiego por toda la gloria del mundo.

Cuento de Manuel


EL PATITO FEO La Señora Pata estaba esperando a sus patitos, a punto de nacer.. Uno a uno fueron saliendo hasta seis preciosos patitos, pero el huevo mas grande de los siete , aun no se habia abierto. Al poco, comenzo a romperse y salio un patito mas grande que sus hermanos ,pero muchisimo mas feo. La Señora Pata se moria de verguenza y le aparto de ella con el ala mientras prestaba atencion a los otros seis.

Pasaron los dias y crecia flaco y desgarbado, y bastante torpe.. Sus hermanos le gastaban bromas y se reian de el llamandole feo y torpe. Así que decidio a buscar un lugar donde encontrar amigos que le quisieran y huyo por un agujero del cercado. Llego el invierno y el patito feo casi se muere de hambre entre el hielo y la nieve.

Al fin llego la primavera y el patito paso por un estanque donde encontro las aves mas bellas que habia visto jamás. Se acerco y les pregunto si podia bañarse . Los cisnes, porque eran cisnes, le respondieron: - ¡Claro que si , eres uno de los nuestros! A lo que el patito respondio: -¡No os burleis de mi!. Ya se que soy feo y flaco , pero no deberiais reir por eso... Mira tu reflejo en el agua -le dijeron ellos- y veras como no te mentimos. ¡ Durante el largo invierno se habia transformado en un precioso cisne!. Asi fue como el patito feo se unio a los suyos y vivio feliz para siempre.

Cuento de Samuel


EL LOBO Y LOS SIETE CABRITILLOS Era una cabra que tenía siete cabritos. Un día llamó a sus hijos y les dijo: - Voy a salir. No abráis la puerta a nadie. Tened cuidado con el lobo; tiene la voz ronca y las patas negras. Es malo y querrá engañaros. Los cabritos prometieron no abrir a nadie y la cabra salió. Al poco rato llamaron: ¡Tan! ¡Tan! Abrid, hijos míos, que soy vuestra madre. - No. No queremos abrirte. Tienes la voz muy ronca. Tú no eres nuestra madre, eres el lobo. El lobo fue a un corral y se comió una docena de huevos crudos para que se le afinara la voz. Volvió a casa de los cabritos y llamó. ¡Tan! ¡Tan! Abrid, hijos míos, que soy vuestra madre - dijo con una voz muy fina. - Enséñanos la pata. El lobo levantó la pata y los cabritos al verla dijeron: -No. No queremos abrirte. Tienes la pata negra. Nuestra madre la tiene blanca. Eres el lobo. El lobo fue al molino metió la pata en un saco de harina y volvió a casa de los cabritos. ¡Tan! ¡Tan¡ Abrid hijos míos, que soy vuestra madre. Los cabritos gritaron: - Enséñanos primero la pata. El lobo levantó la pata y cuando vieron que era blanca, como la de su madre, abrieron la puerta. El lobo, se abalanzó sobre ellos y se los fue tragando a todos de un bocado, menos al más chiquitín que se metió en la caja del reloj y no lo encontró. Cuando la cabra llegó a casa vio la puerta abierta. Empezó a llamar a sus hijos y el chiquitín salió y le contó lo que pasó. La cabra cogió unas tijeras, hilo y aguja, y salió de casa llorando. El cabrito chiquitín la seguía. Vieron al lobo a la orilla del río. Estaba dormido y roncaba. La cabra sacó las tijeras y le abrió de arriba abajo la barriga. Los cabritos salieron saltando. Cogió piedras y volvió a llenar la barriga del lobo. Después la cosió con la aguja y el hilo. Cuando el lobo se despertó tenía mucha sed y se levantó para beber, se cayó al río y se ahogó.

Cuento de José Manuel.


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