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ANÍBAL FORD
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LA MARCA DE LA BESTIA
Identificación, desigualdades e injoentretenimiento en la sociedad contemporánea
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Grupo Editorial Norma lJoJ,'f)/tÍ Bmr:l'lol1a Bu~no.l Aire,s Camrn.< Gllal,mal" Lima Mhím P,mamÍ/. (!uilo San ¡mi San Jumr San SnhJ(ul/JI' Santiago S,mlll Oomíngo
ÍNDICE ;;.
9 Prólogo
17 Capítulo 1 LA NARRACIÓN DE LA AGENDA
O LAS MEDIACIONES DE LOS PROBLEMAS GLOBALES
En colaboración con Carolina Vinelli
93 Capítulo 2 LA SINERGIA DE LOS DISCURSOS
O LA CULTURA DEL INFOENTRETENIMIENTO
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p,'imera edición: Abril de 1999. 2001
©1999. DerechOB reservados por
Grupo Editorial Norma
Capítulo 3
MEMORIAS ABANDONADAS
O LAS BRECHAS INFOCOMUNlCACIONALES
En colaboración con Silvana Contreras
Diseño de tapa: ArianaJenik
Ilustración de tapa: Mariana Rodríguez Nemitz
Impreso por Cargraphics - Impre.sión digital
Impreso en Colombia - Prinled in Colombia
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Capítulo 4
TODOS SOMOS VIGILADOS
O LA SOCIEDAD DE LAS IDENTIDADES FORMALIZADAS
En colaboración con Laura Siri
cc:22214 ISBN: 9~4-6170-8
Prohibida la reproducción total o parcial por cualquier medio sin permiso escrito de la editorial
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I 227 Capítulo 5
PRÓLOGO .:
VARIA 231 CRÓNICAS DEL CYBERODIO: EL NAZISMO EN lA RED
En colaboración con Laura Siri
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lA EXASPERACIÓN DEL CASO.
Algunos problemas que plantea el creciente proceso
de narrativización de la información
de interés público
En colaboración con Fernanda Longo
289 lA HONDA DE DAVID. Antropología, comunicología, culturología en el Tercer Mundo.
303 MIENTRAS HABLO HUYE EL TIEMPO.
Temporalidad: dispositivos cognitivos e historia
" ... e hizo que a todos, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y siervos, se les imprimiese una marca en la mano derecha y en la frente y que nadie pudiese comprar o vender sino el que tuviera la marca, el nombre de la bestia o el número de su nombre."
Apocalipsis, 13'.
Hace poco tiempo bajaba en un ascensor del MIT. De pronto, cuando éste se detuvo en un piso, ingresó un joven en bermudas, desarrapado, cargado de aparatos electrónicos en la cintura y con un complejo casco en la cabeza que le cubría hasta los ojos. Mien tras mi acompañante, Marina Umaschi, investigadora del Labora torio de Medios y ex integrante de mi cátedra en Ciencias Socia les, me decía "está transmitiendo a Internet todo lo que ve" yo ape naS pude. observar -porque no se me ocurrió decirle nada-, dos pe queños cilindros a cada lado de su casco. Eran microcámaras de video. En ese momento, me preocupaban otros temas y tomé el asunto como una anécdota o.un dato más sobre las múltiples ex ploraciones que en registro, formalización de las actividades hu manas, interactividad y virtualidad se desarrollan en el Media Lab. Pocos minutos antes, había visto una especie de habitación sin ven tanas donde dos chicos se movían interactuando con los diblyos
* "El número de su nombre" se refiere al 666. La traducción es la de Nacar Fuster y Colunga Cueto (Sagrada Biblia, 1977). 9
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animados que se proyectaban sobre las paredes. Según los mo vimientos de los chicos grandes. osos y otros animales les reir pondían, desde un bosque virtual, con movimientos y sonidos, risuelios o amenazantes. Bradbury puro, pero transfonnado en costumbrismo.
En la sociedad de fin de siglo, los avances sobre los sistemas de control social son espectaculares y pueden funcionar dirigidos
por sistemas expertos que no requieren la intervención del hom bre, con lo cual envían al museo a la vieja utopía del panóptico Bentham, al Big Brother y a la '1aula de hierro" del Estado buro crático de Max Weber. "La marca de la Bestia" del Apocalipsis se está automatizando. O robotizando. Pero, si las concentraciones del poder, estatales o privadas, tienen cada vez más información acerca de la sociedad y los indi viduos, estos tienen cada vez más información sobre el mundo. Lo que sucede es que ambos son fenómenos densos y fuertes, pe ro asimétricos. Mientras la información acerca de la sociedad avanza sobre grandes masas de población mediante sofISticados y peligrosos sistemas de formalización -toda tipificación significa la amputación de variables-, la información sobre el mundo que se brinda a la ciudadanía es cada vez más caótica, sucia y turbulenta. Esto nos llevó a explorar otros fenómenos. Pero antes quiero hacer una acotación. El tema o la problemática de la sociedad de la vigilancia, del control, de la hiperidentificación es expansivo y cruzado. Intersec ta o incrusta series que durante etapas anteriores de la modernidad mantuvieron cierto nivel de autonomía. Me refiero, por ejemplo, a las formas en que un recurso de la comercialización como la taIjeta de crédito o un dispositivo de los sistemas de salud, como las historias clínicas, se transformaron en instrumentos de inva~ión y formalización de la privacidad y de control social. Este es un dato que alimenta la transformación epistemológica y transdisciplinaria que eJ.Cige la comprensión de. los fenómenos de nuestro tiempo. En esto comparto, aunque disiento en otras temas, con la crítica de Castells a las deficiencias de importantes sectores de la izquierda en el análisis de la sociocultura contemporánea (Castells,1997). Hay nuevas series, issues, como acontecimientos que van constnl yendo nuevas tendencias (Pasquier, 1994), nuevos macrorrelatos que si bien pueden ser parte del desarrollo actual de las matrices
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Sin embargo, después empecé a razonar y a hacenne preguntas sobre qué tipo de investigación y con qué fines estaba trabajando el joven del ascensor. Obviamente, no podía ser sólo un egocen trista que proyectaba su mirada, su subjetividad al mundo. Las ex plosiones yoicas sólo tienen· cabida si para los spon.SQTS cumplen otras funciones. Me imaginé entonces a un policía, recorriendo algún suburbio oscuro con ese casco y transmitiendo a la central todas sus observaciones y percepciones para que se procesaran en tiempo real en algún megarchivo. No me equivocaba: estaba ante una investigación que abastecía a las nuevas formas de control y vigilancia social. Y estaba también ante algo que no era sólo el desarrollo de esa pulsión exploradora y registradora que según Edgar Morin compartimos con nuestros hermanos mamíferos (Morin, 1988) sino ante uno de los tantos dispositivos, en desa rrollo o ya en funcionamiento, de la sociedad de la vigilancia. Los intentos en la Argentina de generar nuevos tipos de tar jetas identificatorias en los últimos años, con una fuerte carga de información, el avance en la aplicación de diversos dispositivos de vigilancia y control, la oferta de bancos de datos, los avances sobre la privacidad y la ignorancia sobre el habeas data se me cruza ron entonces con los trab.yos que había realizado sobre la fuerte y precursora tradición criminológica e identificatoria en la Argentina -que alimentó incluso los crímenes de la dictadura militar- y me llevaron a trabajar con la ayuda de Laura Siri esta temática, que es la que desarrollamos en el capítulo 4.
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del capitalismo, como sucede con el efecto de la "convergencia" y la fusiones multimediáticas que analizo en el capítulo sobre el "iil foentretenimiento", constituyen nuevas densidades, cambios cualita tivos, cuyo efecto cultural, social e incluso cognitivo es muy fuerte y no puede ser analizado con las herramientas tradicionales. En este sentido, la esperada pero reciente fusión de TCI y AT&T (ver capí tulo 2) da una vuelta de tuerca sobre los problemas que nos plantea la convergencia en su impacto sobre la sociedad. Por otro lado, la sociedad de la vigilancia, aunque toque de diferente manera a las culturas nacionales, regionales o locales, es global en sus aplicaciones yen las discusiones que genera al tocar derechos fundamentales de la humanidad y poner en contradic ción los principios de las constituciones que no rigieron durante más de doscientos años. De ahí su relación con las agendas glo bales. Con los sistemas de análisis e información sobre lo que su cede en el mundo. Y también con lo que seÍlalamos antes: si el poder tiene cada vez más. información sobre la población, esta tiene también cada vez más información sobre el planeta, aunque, como lo señalamos, de manera caótica, asimétrica y desigual. El concepto de agendas globales y de sus sistemas de media ción y de comunicación, que analizamos con Carolina Vinelli en el primer capítulo muestra no sólo la dificultad de separar opinión pública e imaginario social sino el crecimiento, en una etapa de fuerte relación intercultural -debido a la economía y los flujos fi nancieros, al turismo, a las migraciones legales e ilegales, a los medios transfronteras o la expansión de las industrias infocultu rales- de nuevas retóricas en la información que alimentan a la ciudadanía yal debate público. La política económica neoliberal de esta etapa no sólo ha transformado las estructuras del trabajo, de la familia. de las ciudades, de la vida cotidiana sino también los sistemas clásicos de información. Ha permitido que hasta la publicidad se haga cargo inadecuadamente, en clave de impacto,
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de los problemas globales, ha favorecido lo que Robert Ferguson (1998) llama la "comercialización de los derechos humanos" o ha transformado los problemas críticos de la humanidad en comnzo di/ies de la industria cultural. La información global, pensada en la serie que va del análisis de su infraestructura técnica y econó mica hasta sus fonnas discursivas, imprescindible para comprender 10 que nos sucede "localmente", se está realizando bajo signos que ponen en crisis no sólo sistemas de información sino dispo sitivos fundamentales de la democracia y de la formación del ciu dadano. Que esto se tome como inevitable o fatal es una falacia que desconoce las transformaciones que la humanidad todavía puede producir en una historia que no terminó. Como también son falaces las utopías de la comunicación que piensan que el avan ce en la comunicación va a armonizar las desigualdades de una al dea global donde sólo en 1998, en pleno auge de Internet, hubo cuarenta y ocho conflictos bélicos; y también lo son las corrientes de pensamiento que intentan aplicar la teoría del caos}' las cien cias del desorden, y no la política y la economía, para explicar una crisis producida por el endiosamiento y la exacerbación de la filo sofía del mercado, especialmente en su expansión financiera .. Por eso pensé que no podíamos dejar de lado. ante tanta apología.y mitologización de la globalización, o mejor de las formas en que esta se produce, de poner en escena los diferentes tipos de desigualdades infocomunicacionales -tema del capítulo que trabajo con Silvana Contreras- que acompaiian a las diversas y crecientes brechas entre riqm;za y pobreza que se producen en la sociedad contemporánea. Ante un discurso hegemónico que habla como si todos los habitantes de la Tierra tuvieran una computa dora y estuviesen conectados con Internet -sólo un 2,7% de la población mundial- es importante recordar que gran parte de los habitantes del planeta carece de teléfonos, televisores. diarios y que, incluso. no ha tenido todavía acceso a la alfabetización. Pero
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las desigualdades no sólo SOn visibles en los niveles de equipamien to. También se dan en los flujos y las calidades de información .~Ia boradas por las viejas y nuevas tecnologías, en la precariedad de la información sobre los países pobres, en la ausencia de adecuación de la "información socialmente necesaria", como la denomina Her bert Schiller (1996), para los receptores de los países o culturas "periféticas" globales, nacionales o regionales Estos son los temas centrales que este libro propone como aporte e información, discusión, elaboración de hipótesis atinen tes a la comprensión de algunos ejes centrales de la sociocultura contemporánea. También, como propuesta de que su presencia sea mayor en el campo intelectual muchas veces anclado en visio nes nostálgicas, en, como diría Rodolfo Walsh, las "ensoi'iaciones de los ideólogos" (Walsh, 1957); lejano al análisis concreto de la realidad concreta que hoy nos acosa. Pero no está escrito. sólo pa ra aquellos que se especializan en los problemas de comunicación y cultura. Los temas que tocamos cortan transversalmente todos los campos de las prácticas sociales. Además, y en pocos años, como ya lo ha señalado Richeri, "el sector de la comunicación se encuentra en el centro del debate económico industrial intemacional y es ob jeto de iniciativas y proyectos de grandes dimensiones financieras, geográficas y temporales" (Richeri, 1995). En otros términos, si sumamos las telecomunicaciones, la informática y el sector audio visual estamos ante uno de los primeros rubros en el producto bruto de los países desarrollados. Imposible olvidar esto si discu timos la sociocultura de nuestro tiempo. y también la política, la justicia social, la democracia, la reconstrucción de lo social. He agregado, en el capítulo quinto, algunos trabajos que pre cedieron, pero que alimentaron este libro como el realizado con Fernanda Longo sobre el caso y la casuística en la información contemporánea y el realizado sobre el cyberodio con Laura Sirio También otros dos trabajos míos que ilustran tanto los avatares
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de las investigaciones en estos campos como la revisión continua de tiempos largos, que subyace en cualquier trabajo que quiera enfrentar el análisis político de lo que sucede en nuestra época. Me remito aquí a las "aclaraciones preliminares" de ese capítulo. Quiero dar testimonio del duro trabajo de edición que reali zaron conmigo Silvana Contreras y Carolina VineIli. También la colaboración de Laura Siri en muchos trabajos que lo precedieron. También, agradecer las lecturas críticas, totales o parciales, de Jorge Elbaum, de Guillermo Alisó, de Stella Martini, adjunta de mis cátedras de Teoría de la Comunicación y Teorías del Peliodis mo, de Fabiola Ferro y Maria Eugenia Contursi, de Sergio Wolf, de Miguel Salemo, Jorge Gobbi, de Carlos Masotta, quien me acompañó en el dictado de un seminario sobre "Socioantropolo gía de la comunicación" que me ayudó a razonar hipótesis bási cas de este libro, y por fin de mi compañera, Nora Mazziotti que me aportó datos básicos sobre la indusuia cultural internacional y sobre los géneros de la TV verdad. A esto quiero sumar otros intercambios o trabajos que subya cen en este libro que arrancó de una ponencia en Río de Janeiro sobre la "Globalización fragmentada", pedida por mi amigo y colega Muniz Soclré. Por ejemplo, el trabajo que precede a éste sobre Mer cosur e Intemet para el grupo del Most (Unesco) que coordina Elizabeth Jelin. También los intercambios con Alejandro Piscitelli, en los tiempos en que compartíamos el dictado de Teoría de la Co municación, con Altjandro Grimson, con Rossana Reguillo. con Renato Ortiz, con Rafael Ron~agliolo, con Javier Protzel, con José Luis Etcheverry, con Ricardo Piglia, con Eliseo Verón. Por último, también quiero dejar sentado mi agradecimiento a aquellos editores que publicaron los primeros esbozos de estos trabajos en periódicos y revistas y, fundamentalmente, a Fernando Fagnani, editor de Norma, por su comprensión y apoyo en la rea lización de este libro.
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CAPÍTULO 1
BIBLIOGRAFÍA :;.
Castells, Manuel (1997) "La izquierda tiene una actitud reu'ógrada res pecto de las tecnologías de la infonnación". Enu'evista realizada por Luis Fernández Hennana en la revista electrónica de Barcelona Em-e ddndo, 21 de octubre. (Las diferencias que señalo con Castells son de grado en la aplicación de conceptos de las ciencias del desorden a los fhyos financieros, a su.subvaloración del Estado e hipervaloración de la sociedad civil, a la excesiva fe en la intervención en Internet.)
* LA NARRACIÓN DE LA AGENDA
O LAS MEDIACIONES DE
Ferguson, Robert (1998) "El interculturalismo global y los dilemas del universalismo: educando en medios después del 2000". En Diálogos de la comunicación, NI! 52, agosto.
LOS PROBLEMAS GLOBALES
Morin, Edgar (1988) El Método. JIL El conocimiento del conocimiento, Madrid: Cátedra.
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Pasquier, Dominique (1994) "Vingt ans de recherches sur télévision: une sociologie post lazarsfeldienne? En Sociologie du T,.auail, NI! l. Richeri, Giuseppe (1995) "Las dimensiones económicas en un mundo globalizado". En Barrios, Alicia (ed.): Los medios de comunicación y sus públicos: los desafios de la globalización, Santiago: Fundación para la in novación. Reproducido por el Programa Cepal/Clades sobre Ges tión de la Infonnación. Sagmdd Biblia (1977) Versión de Eloino Nacar Fuster y Alberto Colunga
Cueto, Madrid: Biblioteca de Autores Cristianos, 3D edición. Schiller, Herbert (1996) Info1'lnation inequality, Nueva York y Londres: Rou dedge. Walsh, Rodolfo (1957) operación Masac,.,t. Un proceso que no Ita sido clau surado, Buenos Aires: Sigla. (Esta es la primera edición de Operación Masam; después corregida por Walsh y se corresponde con los artícu los publicados en Mayuria del 27 de mayo al 29 de julio de 1957).
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Índices de sufrimiento e industria cultural Violaciones, homicidios, accidentes, diferencias entre ricos y po bres, desocupación, delincuencia juvenil, delitos relacionados con las drogas, suicidios. No se está describiendo la agenda del periodis . mo sensacionalista, ni la de las secciones policiales de los diados, ni los temas de la cartelera masiva del cine o los estantes de los nego cios de video, sino algunas de las valÍables que utiliza o utilizó una de las fuentes básicas para el análisis del estado de la población mun dial: el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en su Informe sobre Desarrollo Humano en los cuadros referidos al "Per fil del sufdmiento humano" y al "Debilitamiento de la trama social"l. Esta apadción del sufrimiento o de lo trágico como dato duro, fuera del pietismo, de la beneficencia o la filantropía, del amari llismo periodístico o de las abstracciones del ingreso per cápita, marca nuestra época. La crisis de los sueños de la modernidad, a raíz del endiosamiento del mercado realizado por el neoliberalismo 1. lnfonne soln-e DesarlVllo Humano 1996. publicado para el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Madrid: MUlldi Prensa, 1996. A partir de aquÍ, los informes de los distintos años se ci tarán como PNUD, año. Los Ítems citados, pertenecientes al "Perfil del sufrimiento humano" yal "Debilitamiento de la trama social" son del PNUD, 1996. Este, en 1997 y 1998 los absorbió en los indicadores del cuadro "Tensión social y cambio social".
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del New Order. A los "medidores de la contaminación" hubo que agregar, aparte de los mencionados, otros "medidores": de l<l;..dis criminación, del malestar, del miedo, de la percepción del futuro, de los trabajadores desalentados, de la incidencia del desempleo a largo plazo, etcétera 2. Es importante señalar que los índices de "sufrimiento humano" y de "debilitamiento de la trama social" focalizan, fundamental mente, el crecimiento de diversas formas de violencia y deses tructuración en los países ricos o desarrollados. Son una de las caras de la "agenda global"s. En el PNUD de 1998 aparecen: Estados Unidos al frente de las estadísticas de homicidios, violaciones y accidentes de tránsito; Australia en la de los delitos relacionados con la droga. Otros da tos: Rumania es el país que tiene el mayor porcentaje de presos; la Federación de Rusia, el de suicidios de hombres; Hungría, el de mujeres; Bélgica, el de divorcios 4. Vale aquí aclarar que los países mencionados ocupan, entre los 175 países que abarca el PNUD, lugares importantes o relativamente importantes en el ranking del "Indice del Desarrollo Humano" {IDH)5; Estados Unidos el 4°, Bélgica el 12°, Australia el 15°, Hungría el 47°, la Federación de Rusia el 72° y Rumania el 74°. 2. Estos índices aparecen en el World Culture Repart. Cultun!, creatílJity
and mmket, 1998. A este último lo citaremos, de aquí en adelante, como
WCR, 1998. 3. La globalización como proceso orgánico es un mito del capitalismo de esta etapa, aunque tenga sus antecedentes (Ferguson, Maljorie, 1992; Ford. 1994; Petras, 1998). Lo cierto es que es la globalizadón es un fenó meno desigual, asimétrico, heterogéneo, donde lo común es muchas veces la similitud, en los diferentes países, de los problemas cliticos, aunque no de sus soluciones. En este sentido se utiliza el término "agenda global". 4. Cabe destacar que sobre estos índices sólo hay datos de algunos países industrializados. Por otra parte, índices como el de divorcio de ben ser CI;ll1textualizados por la cultura a la que se hace referencia. 5. El Indice de Desarrollo Humano (IDH) "mide el logro general en un país respecto de tres dimensiones básicas del desarrollo humano:
Los "otros sufrimientos", que, junto con los anteriores, pade cen los países o las regiones pobres 6, son derivados a otros cuadros e índices del PNUD, destinados a marcar las carencias básicas no sólo de ese 22% de la población de los "países desarrollados" que concentra el 82% de los Productos Brutos Nacionales producidos en el mundo. Una brecha entre riqueza y pobreza fuerte y cre ciente, no fácil de visualizar y que obliga al PNUD a realizar com paraciones corno las siguientes: "Las tres personas más ricas [del mundo] tienen activos que superan el PBI combinado de los 48 países menos adelantados. Las qtúnce personas más ricas tienen activos que superan el PBI total del África al sur del Sahara. La ri queza de las 32 personas más ricas supera el PBI total de Asia Me ridional. Los activos de las 84 personas más ricas superan el PBI de China, el país más poblado, con 1.200 millones de habitantes" (PNUD, 1998). Los sufrimientos de los países pobres constituyen otra agenda, otras preocupaciones y angustias sociales, lo cual se puede ver, por ejemplo, en el "Perfil de privación humana"7. Este informa sobre la falta de acceso a los servicios de salud, carencia de agua potable y de saneamiento, analfabetismo, desnutrición, mortalidad infantil, etcétera (PNUD, 1996). Datos que problema tizan las visiones optimistas o laudatorias de la Aldea Global. En ese tipo de cuadros aparece, en 1998, que, entre los países con más de 20 millones de habitantes, el que tiene menor expecta tiva de vida es la República Unida de TanzanÍa (50,6 años) yel país
la esperanza de vida, el logró educacional (alfabetización de adultos y matriculación primaria, secundaria y terciaria combinada) yel ingreso ajustado" (PNUD, 1998) 6. Mantenemos la relación centro/periferia. Si bien la brecha entre riqueza y pobreza afecta a todos los países no llega a diluir la diferencia que existe entre ellos, que sigue siendo la articuladora elel sistema global. (Ford, Aníbal y Grimson, AJejandro, 1998). 7. En el PNUD de 1997 y 1998 este cuadro cambió por "Tendencias del desan"ollo humano" y "Disparidades Sur-Norte".
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con menor acceso a agua potable es Bangladesh, con sólo el 22%. El país que tiene la mayor cantidad de población sin acceso a sfJ:rvi~ cios de salud es la República Democrática del Congo, con un 74%. En cuanto al saneamiento, el 82% de Nepal no tiene acceso a él. La tasa más baja de alfabetización de adultos la tiene Nepal, con el 28%. Del 34% de la población de Etiopía no se espera que sobreviva hasta los 40 años de edad; Bangladesh encabeza el ran~ king de los niños menores de 5 años con peso insuficiente [un 56%] (PNUD, 1998)8. Estos últimos Índices son parte, salvo algún flash esporádico o un documental, de la agenda secundaria, cuando no muda u oculta, de la información internacional. Es que son los datos sobre aquellos que, de manera creciente, quedaron y van qu~ dando fuera del New Order. Que están del otro lado de la vidriera, mirando a veces con un televisor cada cien habitantes, los lujos de la sociedad del hiperconsumo y la hipertecnología.. A veces con más televisores pero con igual pobreza. Describe el escritor e investigador Muniz Sodré lo que él )Jama una "es cena típica del Brasil Moderno": una inspección de la Secreta ría de Salud en el municipio de Bon Conselho (Pernambuco) constata que en el puesto de salud local no hay alcohol, ni gasas, ni medicamentos. Pero sí una sofisticada antena parabólica. "En medio de la miseria, de la carencia absoluta -dice Muniz Sodré
se captan las imágenes televisivas de la prosperidad no sólo del
centro-sur brasileño sino también de los centros capitalistas
mundiales" (Muniz Sodré, .1992). Si esto pone en escena un hecho clave y frecuente en la cul tura de nuestro tiempo .,-que retomaremos en el capítulo sobre las brechas infocomunicacionales- constituido por la coexistencia 8. Mayores datos. sobre estos índices se encuentran en las tablas 1 y 2 del capítulo 3.
de la pobreza material extrema y cierta aparente riqueza en el consumo simbólico massmediático, no llega a contrarrestar la re lación estrecha entre las brechas económicas y las brechas en el equipamiento comunicacional. Mientras Estados Unidos tiene 776 televisores por cada 1000 habitantes, Bangladesh tiene 7 y Etiopía 4 (PNUD, 1998). Indonesia tiene 17 líneas telefónicas por cada mil habitantes; Camboya, 1. Suecia, en cambio, dispone de 681 líneas telefónicas por cada mil habitantes. Mientras que los países industrializados consumen 78.2 TM (toneladas métricas) de papel de imprenta y escritorio por cada mil habitantes, los países en desarrollo consumen menos de la décima parte: 5,2. Un dato concreto: "El lector del New York Times consume más páginas de periódico cada domingo que un africano promedio en un año" (Ortiz Crespo, 1997~8). Con todo, en medio de los diversos optimismos, histéricos o maníacos, sobre la globalización, de su vendedora mitología o de las utopías comunicacionales, la información sobre el crecimien to de los sufrimientos humanos y sobre la descomposición de los tejidos sociales que acompañan a este proceso están a la vista. Ob viamente más en sus consecuencias que en sus causas 9 • Según Dowbor (1993), por ejemplo, el Banco Mundial calcula ba que entre 1993 y el 2000 iban a morir 100 millones de chicos en todo el mundo por enfermedades totalmente curables en las regiones desarrolladas (sarampión, coqueluche, neumonía, téta~ nos). Para prevenir esta tragedia silenciosa, Dowbor afirma que se debería gastar una suma de dinero equivalente a la que las compañías norteamericanas invierten anualmente para promover la venta de cigarrillos. Y afirma el director de la Oficina de Aná lisis y Previsión de la Unesco, Jéróme Bindé: "Se ha terminado la 9. Un t;jemplo de esto es el CD-ROM del Banco Mundial World De"l.Ielopment Indicat.o1'S, 1997).
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Bank:
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Guerra Fría, pero los gastos militares mundiales representan de 800.000 a 920.000 millones de dólares anuales. Según Wally N'Dow, secretario general de la Cumbre de la Ciudad, 'existen los recursos necesarios para ofrecer un techo, agua salubre y equipos sanitarios básicos por un costo inferior a 100 dólares por persona a cada hombre, cada mujer y a cada niño de este planeta', Para los 1.300 millones de pobres consignados en las estadísticas internacionales, este esfuerzo ascenderla a 130.000 millones de dólares" (Bindé, 1998). Pero lo que nos interesa es no sólo el hecho de que estos datos estén a mano yen gran medida se difundan, sino esta coincidencia entre los cuadros más críticos del PNUD, que nadie podría calificar de "amarillos", con temas y géneros que aparecen no sólo en la información periodística o especializada sino que se dispersan por los más diversos sistemas y formatos de comunicación, apro piados o no, con objetivos claros o con objetivos muchas veces discutibles cuando no condenables. Es decir, las formas, las media ciones a través de las cuales ingresan las diversas versiones de la crí tica agenda global en el imaginario social y la opinión pública. En juego, sin duda, con las experiencias cotidianas de la población. La primera parte de este capítulo se referirá a los cambios no
tables en las mediaciones y los sistemas de información producidos
por la globalización, desarrollada bajo el signo del mercado y del
neoliberalismo. Esta construcción de una retórica global de la co
municación y la cultura no implica la minusvalorización del poder
de las economías nacionales (MaIjorie Ferguson, 1995), aunque sí la transformación de los sistemas de información globales, nacio nales y regionales. Sus consecuencias son todavía impredecibles. La segunda parte, complementaria de la primera, trata los diversos sistemas de construcción de las agendas globales porque son ellas las que alimentan estos cambios comunicacionales tanto en la pro ducción de mensajes como en la construcción de los públicos.
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En otro plano está la pregunta, casi ingenua, de si seguimos preocupándonos por la humanidad como un conjunto o sólo de un fragmento de ella, de ese 20% que tiene el 82% de la riqueza y que cada vez impone más (directa o indirectamente, por in clusión o exclusión) su cultura al resto del mundo. Y si cuando lo hacemos, cuando fijamos nuestra atención en el resto, lo hacemos por razones políticas y éticas o sólo por necesidades del mercado global o del exotismo cultural.
Entre Diesel y Auschwitz Estos índices o datos, las realidades a las cuales remiten, son procesados por, son carne, a veces tratada: con respeto y otras de manera lighty crapulosa, no sólo de la información sino también de la industria cultural, del cine, de las series y documentales tele visivos, de los talA shows y otras formas de la 1V verdad -tmsh 11'10 incluida- (Vilches, 1995) Y hasta de clips y publicidades. En este conjunto el público se encuentra frecuentemente con temas de la agenda global como la discriminación y el racismo, los diversos tipos de violencia, el desempleo y el desamparo social, las ciudades fragmentadas, el multiculturalismo, la desestructuración de la fa milia, el sida, las migraciones desesperadas y otros temas críticos de la sociocultura de fin de siglo. Obviamente no todos los temas de la agenda global ofrecen la misma capacidad de reciclamiento en otros discursos. No todos son fácilmente dramatizables o noticiables. Es el caso de los procesos económicos y financieros que son los que, a su vez, generan la crisis' social y cultural 11. Y cuando lo son,
10. Televisión tonta o basura. 11. Los temas económicos y financieros se presentan como opacos y difíciles para los grandes públicos. Su pérdida de masa de lectura, en el caso de los diarios por ejemplo, no se debe sólo a la indiferencia de la gente. El periodismo todavía no ha encontrado formas eficientes para
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se refieren, en general, como lo hemos señalado, más a las con secuencias que a las causas de las diversas crisis y detelioro~ que provoca el actual orden mundial. Los datos duros, crueles, límites, han pasado a ser, y esto parece conformar una tendencia en crecimiento, hasta materia de géne ros "busca ratings"12 y de la publicidad de construcción de marca por impacto. Hace poco muchos argentinos fueron golpeados por la publicidad de los jeans de la empresa Diesel porque buscaba im poner la marca utilizando una imagen candente en la memoria argentina: la de la gran cantidad de jóvenes que fueron lanzados al mar desde aviones durante la dictadura militar. La imagen pu blicitaria mostraba un grupo de jóvenes proltiamente vestidos hundiéndose con las manos atadas en la parte posterior de su cuerpo y con los pies encadenados a un bloque de cemento. El texto de la publicidad, que tomamos de la revista Colors, a maga z.ine about the mi 01 lile world de enero/febrero de 1998 decía así: "No son tus primeros jeans pero podrían ser los últimos. Al me nos dejarás un hermoso cadáver"u.
Vale aquí señalar un hecho paradigmático, frecuente en los desarrollos de mens.yes que pretenden ser globales. Esta imagen y este texto fueron elegidos para impactar globalmente, es decir en el marco de una estrategia de comunicación global. Sin embargo, se comunicarlos a los lectores no especializados. La definición de la estruc
tura financiera internacional como "casino" por Fidel Castro (G/min,
1999) o los in ten tos de CastelIs (1997) de descri birla a través de las cien
cias del desorden (turbulencias, caos, etcétera) ejemplifican dos fornlas
de búsquedas de modelos de referencia para explicar las caractelisticas
de esta etapa de la economía del capitalismo. 12. Esto no implica un acuerdo de toda la población con ellos. Muchas veces se confunde un rating alto Con el conjunto de toda la población de un país o de una región cuando, en realidad, salvo escasas ocasiones, sólo cubre un 10 o un 20% de ella. 13. La revista GoloTS es editada por Mondadori y patrocinada por Benetton.
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encontraron con una recepción diferenciada. La reacción argentina de los defensores de los derechos humanos muestra esto. En la Ar gentina se había vivido de manera concreta e histórica esta "temá tica publicitaria", que pudo haber partido tanto de una elaboración aleatoria y morbosa de su creativo, puesto que la imagen remite a una tortura ancestral, como de la elaboración de un dato "real" y actual del Tercer Mundo. Poco antes habían trascendido a nivel intemacionallas confesiones de uno de los ejecutores de estos pro cedimientos durante la dictadura militar, el capitán Scilingo l4 • Una acotación clave: el aviso de Diesel que se publicó en diver sos medios aparece en el número de la revista Colors que se titula Muerte, manual de instrucciones (Deat/¡, A user' manual). Colocado en una sección llamada "¿Cómo quieres que te recuerden?" está· a continuación de un aviso de McDonald's donde aparece un muerto sonriente en su Ittioso féretro con una bandeja sobre su pecho con los productos de McDonald's. "¿Qué equipaje llevar?" pregunta el texto de este aviso. Las conexiones de esta tendencia que estamos describiendo son claras: violación de los derechos humanos, publicidad por impacto, consumo. El aviso de Die.selno es un caso excepcional. La utilización de los hechos más crueles llevados a cabo por la humanidad se está haciendo. comtm en diversos campos de la comunicación y llega hasta la industria de la moda. Hace poco más de un aílo, en Italia, desfilaron modelos para la finna Comme des Garr;ons con las ropas y el "look" de Auschwitz (Aulet, 1995). Mttieres flacas, demacra das, ojerosas, vestidas con las rayas horizontales y los números
14. Estos procedimientos son objetados también desde la propia lógica publicitaliao Muchas compañías publicitalÍas norteamelÍcanas y europeas corren el riesgo de fracasar cuando se exportan a América Latina porque utilizan metodologías, cuestionados y cdterios similares a los que usan en aquellos países. y porque creen que esta región es ho mogénea (González, Lipetz, Markwald, 1998).
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identificatorios que caracterizaban a los uniformes de los campos de concentración nazis. La constI"u,cción de la marca, la pr;9mo ción de vestimenta en este caso, pasa por arriba de la ética y los derechos humanos aceptados por la mayoría de los ciudadanos. Contextualicemos esto último: 199 países firmaron la declara ción por los derechos del niño (1989) y sólo un país no la aprobó; con respecto a la Convención sobre la discriminación contra la mujer (1979), hay 161 países que la aprobaron y 29 que no. Pero las Convenciones contra la tortura o penas crueles, inhumanas o degradantes (1984) junto con la de la condena al genocidio (1948) son las que tienen una mayor cantidad de países no firman tes: en el primer caso, son 77 y en el segundo, 66 (PNUD, 1998). La moda de Auschwitz, como en e! caso de Diesel, continúan esta tendencia y forman parte de lo que Ferguson denomina la "comer cialización de los derechos humanos" (Robert Ferguson, 1998).
De los "global prob~ a Mondo Cane En estos razonamientos, con respecto a la forma de media ción Y comunicación de los problemas globales, hay que hacer una distinción. En general, los índices críticos que alimentan a la industria cultural son aquellos que se refieren a los países desarrollados como lo señalamos al describir los "In dices de su frimiento". Pero los que se refieren a los países pobres, aquellos que se denominaban en el PNUD "In dices de la privación humana" y que, de hecho, constituyen otra agenda, tienen un alcance re lativamente más limitado o un comportamiento diferente. Un ejemplo sería su reelaboración en e! documentaJismo, incluso en el documelltalismo global, serio pero muchas veces estetizante, de filmes de largo metnUe que han tenido amplia difusión como Koyaanisqatsi (1982), Powaqqatsi (1988) y Baraka (1992). Por otro lado han ingresado, y esto es más que una
tendencia naciente, en el mundo de la publicidad o de los sub productos de ésta, como es el caso de la revista Colors. En el primer caso, se trata de experiencias cinematográficas que al mismo tiempo que buscan un registro global influyeron ampliamente en la 1V y la publicidad. Los dos primeros filmes los realizó el director Godfrey Reggio y fueron musicalizados por el compositor minimalista Philip Glass. No hablados y no narrati vos, en e! sentido tradicional, recogen imágenes de diferentes lu gares de! mundo. "Rodados en alta tecnología (70 mm para tea tros IMAX) colocan al espectador en una especie de iravel está tico omnisciente gracias a una cámara que insiste en desplazarse por los contrastes de una civilización consumista, contaminante, alienante" (Masotta, 1998), focalizada a veces en los espacios más sofISticados de las megaciudades, en sus cordones pobres y masivos o en los trab.gos rurales más primarios. Los mismos tíndos de las películas señalan la actitud critica de Reggio. Tomados del ho pi,15 Koyaanisqatsi significa "la vida fuera de equilibrio" y Powaqqatsi "una entidad, una forma de vida, que consume las fuerzas vitales de otros seres para favorecer su propia vida. Vida en transición." Con mucho del espíritu del ecologismo crítico de los 70 el ex cura Reggio busca plantear los problemas globales sin territorializarlos. "Como ante un diario de viaje descompaginado y sin ningún to pónimo, la audiencia del film se encuentra entre el interrogante recurrente sobre la localidad de las imágenes que se suceden y la entrega a una experiencia estética que abandona precisamente es tos interrogantes y relativiza d~chas diferencias en una mirada glo bal y humanística" (Massota, 1998). Estas películas, como Baralca, de Ron Fricke, premiada por la Secretaría de Recursos y Medio Ambiente de las Naciones Unidas, forman parte de otra serie de
15. Grupo indígena situado en los Estados Unidos de Norteamérica y muy estudiado por la antropología.
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mediaciones de los problemas globales y vale referirnos a ella por su influencia en otros registros ypor su amplia difusión o distribución. No es aleatorio que hoy Godfrey Reggio enseñe en Fabriea, la escue la multimedia fundada por Luciano Benetton y OJiverio Toscani. Estas experiencias tienen una relación estrecha con el surgi miento de la problemática ecológica y los global problems hacia fines de los sesenta (Tamames, 1974). Estuvo presente en las elaboracio nes de los modelos de MIT y el Club de Roma (Mesarovic, Pestel. 1974), en relación con la problemática de los límites del creci miento y fue objeto de fuertes discusiones y de un proyecto crítico elaborado en la Argentina por la Fundación Bariloche llamado Catástrofe o Nueva sociedad. Modelo mundial latinoamericano (véase Ford. 1975). También esta problemática tuvo un desarrollo crítico en medios académicos contestatarios. Un ejemplo de esto son los n:adingque publicó en 1976 la Universidad de Berkeley ("Global Problem.s", 1976) 1ft. Al margen de las discusiones políticas y acadé micas, estas publicaciones influyeron de manera decisiva en la fonna de entender la crisis del petróleo de 1973, que mostró ciertas interrelaciones internacionales no muy claras para la mayoría de la población mundial. Lo cierto es que durante esa etapa se em pieza a ver o a rever - siempre hay antecedentes _ al mundo como un cortiunto interrelacionado. Esto ingresó también en las estra tegias militares. Durante el proceso militar el gobierno de Saint
Jean en la provincia de Buenos Aires publicaba, con la dirección
de Nicalor Saleño, la revista Desarrollo y Modernización, dedicada a
.~
16. El índice de estas compilaciones muestra la relación ecología/po lítica que se establecía en esa etapa: "'The industrial revolution", "Deve lopment and tffiderdevelopment", "The impact ofpopulalion growth~, "Personal implications of population control", "World hunger", "The green revolution", "Enviromental effects of agrobusiness", "Alternative agricultural practices", "Food and nutrition", "Energy: uses and pro jections", "The nuclear safeguards initiative", "The Iimits to growth", "Alternative vísions" (Global Problems, 1976).
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esta perspectiva de los problemas globales. Es decir, el tema fue percibido tanto por la derecha como por la izquierda. . Hoy, la problemática ecológica que dio lugar a estas visiones sistemáticas o estructurales actúa en un ámbito específico pero no deja de ser uno de los primeros ámbitos en los que se empezó a pensar en la Tierra como un cOl'tiunto, un hogar. La Cumbre sobre la Tierra, realizada en 1992 en Río deJaneiro, tipificó una serie de problemas ecológicos globales: el calentamiento global de la atmósfera (el efecto invernadero); el agotamiento de la capa de ozono de la estratosfera por la acción de productos químicos; la creciente contaminación del agua y los suelos por los residuos industriales y agrícolas; la deforestación por la explotación de la leña y la expansión de la agricultura; la pérdida de especies, de plantas y animales por la destmcción de hábitats naturales; la degradación del suelo que produce, con el tiempo, la pérdida de la capacidad productiva. Los resultados de la Cumbre incluyen la creación de un programa de acción para poner en práctica medi das específicas para la solución de estos problemas, la Agenda 21. Este programa, que aborda los temas del desarrollo sostenible" no está lo suficientemente financiado y sus resultados se vieron empaliados, además, por la negativa de algunos gobiernos a acep tar los ca,lendarios y objetivos para el cambio, a firmar ciertos do cumentos o a aceptar ciertas medidas vinculantes. Las agendas globales, o específicas, siempre encuentran resistencias. Si, por un lado, los índices de los países pobres se canalizan en el documentalismo global, por otro se produce con ellos un
17. "Ténnino aplicado al desruTollo económico y social que pennite hacer frente a las necesidades del presente sin poner en peligro la capa cidad de futuras generaciones para satisfacer sus propias necesidades" (Encal'ta, 1998). Esta nueva concepción del desan'ollo "debe vincular a la economía, física, ecología, biología, el ambiente, la política y lo social para poder analizar la realidad global" (Oribe, 1998).
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llecho significativo: comienzan a aparecer en ciertas publicaciones relacionadas con marcas de trascendencia internacional cOll}o es el caso señalado de Colors. Un producto que oscila entre la estética exótica (y los datos no siempre reales) de la vieja serie "shocku mental" del filme Mondo Cane (1963) con reflejos paródicos de la NatiO'lUll Geografic Magazine (una de las tres revistas con mayor ti rada en el mundo) y "registros" rápidos de hechos, costumbres, mitos sobre los países pobres. Sobre el "-mt oftlle worli!' como lo señala el subtítulo de Colors. Es parte del multiculturalismo publici tario muchas veces dirigido a los países pobres o al consumo po bre, como es el caso de algunas de las publicidades de Coca-Cola sobre el mundial de fütbol. O también de ciertos productos de la creciente industria del turismo, de los travels exóticos, eróticos o aventureros. Pero, en clave perversa e irónica y muchas veces des calificadora de las culturas sobre las cuales se intenta informar. Su calidad en la diagramación y su estrategia comunicacional indican un target de alto poder adquisitivo. Y también de alto ci nismo sociocultural. Lo importante es que este tipo de información, especialmente la del "resto del mundo", ha ingresado en su expansión discursiva y comercial hasta en la publicidad, "la más rica poderosa forma de comunicación en el mundo" según el fotógrafo de Benetton, Oliverio Toscani 18. Una afirmación que no hace otra cosa que señalar que la sodedadde.consumo ha fagocitado o reciclado en clave de mercado a lajusticia social, a la diversidad cultural y a los derechos humanos. O que en el proceso de globalización no se está constituyendo una sociedad civil organizada debido a que el orden mundial se estructura con las lógicas de las empresas pri vadas. La estntctura mundial de la comunicación, en este contexto, sirve para que se expandan los negocios globales, que son los 18. En www.benetton.com.julio de 1998.
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encargados de producir y vender sus productos en el mercado mundial (Schiller, 1996) no de alimentar la opinión pública. O si lo hace, lo hace desde estrategias sumamente discutibles. En este sentido, es importante detenemos en Colors porque
muestra el ingreso de las estrategias publicitarias 110 sólo en la
mediación y la comunicación de los temas cliticos de la agenda
. global sino en los medios gráficos, aún hoy formadores básicos de la opinión pública 19, No es un fenómeno masivo, pero sí global y marca sin duda una tendencia, un aire de familia con una de las estéticas con las cuales se está construyendo en esta etapa la in formación global, las noticias globales para un público global. Hay una estrecha relación estética entre Powaqqatsi, Colors y la QVN. En esta relación pesan tan to las estéticas NellJ Age como las estra tegias retóricas del efecto y del shock, junto con las constantes experiencias en montaje, fundidos y abreviación de mensajes (micro textos) tanto en las noticias como en la publicidad. O la constntcción de un emisor que aunque intente representar al mundo no deja de estar determinado por una cultura y un estrato socioeconómico.
La India en "Colors/Benetton"
Si se analizan los Índices del PNUD se ve que la India, por
más que sea una potencia nuclear y el país que produce más lal'
gometnYes, el doble que EE.UU.20, se ubica en el lugar 138 en el
Índice de Desarrollo Humano con relación a los 175 países que
19. La caída del periodismo gráfico es un hecho real. Además su
lugar en la "ecología de los medios" es precario: frente al miIIón y me
dio de ejemplares del New York Times o del Wall Streetjoumal tenemos los
500 millones espectadores de MTv. Sin embargo, el pe1'Íodismo gráfico
sigue alimentando indirectamente, a través de olros medios, a la opi nión pública. . 20. Entre 1990 y 1995 la India prodltio 838 películas mientras que
Estados Unidos realizó 420 (WGR, 1998).
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integran el PNUD. La esperanza de vida es de 61 allos, la tasa de alfabetización de adultos es del 51 % y 36% en el caso de las,.mu jeres, el índice de saneamiento es del 29% y tiene 6 televisores cada 100 habitantes. Un país realmente pobre. Pero esta información tiene un sentido claro y estructural fren te a los jlashes de Colors, muchas veces cercanos al humor o la ironía sobre el "otro cultural", el otro no euronorteamericano. Por ejemplo, en el número dedicado a la muerte ya citado -donde se describe qué es la muerte, qué se siente al morir, los pros y los contras del suicidio, las quince formas de deshacerse de un cadáver, qué llevarán esta temporada los cadáveres mejor ves tidos, etcétera- se incluye un artículo sobre los sistemas de elimi nación de cadáveres donde. se muestra a un hindú sosteniendo una gran tortuga. El texto que acompaña esta foto informa que el agua es el elemento que descompone más rápidamente los cuerpos pero que, a pesar de ello, en la mayoría de los países occidentales hay estrictas leyes que prohiben que se sepulten los cuerpos en el agua para evitar la contaminación. Después agrega: "En la India, sin embargo, la práctica es tan corriente (cada aí10 se tiran en el Ganges unos 3000 cuerpos y 1800 toneladas de restos humanos parcialmente quemados) que el gobierno tuvo que idear un ingenioso plan de higiene. Desgraciadamente, los ribere ños ya se han comido las 28.820 tortugas' criadas para alimentarse con la carne en descomposición". Ahí se cierra la información, fue ra de todo contexto o explicación cultural. Además, con una dis tancia estructurada sobre la ironía y marcada por el contraste con las cuidadosas costumbres sanitarias del Primer Mundo. "Miren qué graciosos" o "qué bestias" sería el texto implícito. O "qué exó ticos". Y no estamos por cierto. frente a un tema banal, estamos ante la cultura de la muerte. O del hambre. Sigamos con Colors: el númerO dedicado a la gordura, Fat/Gardo, de abril/mayo, de 1998, agrupa sus temas b.yo los siguientes títulos:
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"Falsas necesidades, ¿tienes hambre?, ¿estás seguro?"; "El cuerpo ideal, perder grasa, rebánela,aspírela, evapórela, quémela, súbala, mátala de hambre. De todas formas, es casi inútil"; "Come grasa, Menú del día: 11.000 calorías de colesterol, acompañadas de manteca de cerdo". Ahí nos encontramos con un artículo titulado "¿Dios es gordo? Políticos, dioses y elefantes: a la gente parecen gustarle los superiores subidos de peso", que es ilustrado, junto con políticos y reyes gordos, con numerosos dioses, muchos de ellos hindúes: Buhda "el iluminado", Ganesh, "dios elefante", Krishna, "el Niño Dios". Otro impacto, pero no conectado con la "historia de las tortugas". Parecería desaparecer la racionalidad del imaginario de una cultura del hambre. Los hambrientos sueñan con comida, es lógico que tengan dioses gordos. Para ejemplifi car con Occidente: durante las pestes y hambrunas de la Edad Media surgió o se expandió el mito del país de Cucaüa. ¿Qué había en ese país? Montañas de queso, de embutidos y líos de leche (Ginzburg, 1981). Esta reducción a lo exótico o lo grotesco de los datos sobre los países o regiones pobres, dependientes, no es nueva. El imaginario común o la ideología sobre ellos va pareja a las curiosidades de viejo circo o de feria, a las exposiciones internacionales donde se mostraban aborígenes como seres infrahumanos. Pero da una vuelta de tuerca en la actualidad, en su ingreso en la publicidad o en los diversos géneros de la televisión verdad, ambos fenómenos pertenecientes a la globalización de los mercados. Sin embargo, esta vuelta de tuerca tiene aflclajes históricos lejanos· como las formas en que (o desde donde) en los países centrales se vio o construyó peyorativa o exóticamente la figura del otro, mirada muchas veces sustentada en teonas o concepciones filosóficas como sucedió, por ejemplo durante la etapa de expansión imperialista de la segunda mitad del siglo pasado, con el darwinismo social, que ubicaba la cultura de los países subdesarrollados o, simplemente, a
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los pobres de su propia cultura en una escala inferior de la evo lución. "No sólo los indígenas y los negros serán concebidos C9mo inferiores biológicamente, sino también los pobres y, fundamen talmente, los pobres rebeldes" (Ford, 1995). Así, por ejemplo, el anarquismo se convirtió en objeto de la criminología. Esto originó dispositivos discursivos e ideológicos cuyo análisis crftico no por repetido deja de ser importante, en especial hoy, ante el renacimiento de diversas formas de discriminación y ra cismo en medio del crecimiento de las relaciones interculturales en todos los niveles sociales y de la necesidad de desarrollar infor maciones globales. Shohat y Stam (1994) en su crítica y revisión del eurocentrismo 21 sistematizan los dispositivos retóricos -metáforas, tropos, alegorías- que se utilizan para hablar de las culturas no europeas en Occidente. Cargas ideológicas fuertes, escondidas en el sentido común, que parecen intrascendentes pero que jus tifican el dominio y que alimentaron de manera estructuradora diversos sistemas de comunicación, entre ellos la industria cultu!""t1 de su etapa de expansión a la actualidad. La tipología desarrollada por Shohat y Stam incluye los siguientes dispositivos de minusva lorización de los países o de las culturas no europeas, o no euro norteamericanas: infantilización, animalización, erotización de las "tierras vírgenes", fantasías del rapto/rescate, el harén, la odisea del desierto, el locus amoenus, la terra incognita, los con tinen tes oscuros. En relación con América Latina su reducción al "macon dismo" y al realismo mágico por parte de los países centrales forma también parte de estos dispositivos de minusvalorización cultural,
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aunque a veces aparezcan bajo la idealización de las supuestas mentalidades prelógicas (Ford, 1987). Estos procedimientos son comunes tanto en los productos cuanto en la comercialización de la industria cultural. Las mujeres latinoamericanas, por ejemplo, son caracterizadas con "tropos colonialistas" que evocan el calor tro pical, la violencia y la pasión. "Así, Lupe Vélez se convirtió en la 'fu ria puertorriqueña', Acquanetta en el 'volcán venezolano', OIga San Juan en el 'pimentero puertorriqueño', Marie Antoinette-Pons en el 'huracán cubano'" (Shohat y Stam, 1994). En Cleopatra (1934) de Cecil B. De MiIle, Oriente es representado como lo femenino, como el lugar de los deleites carnales, y se muestra a la sexualmen~ te manipuladora Cleopatra como la encamación de "Egipto". El tropo de la animalización, la tendencia a reducir lo cultu ral a lo biológico, se vincula con el darwinismo social y la "super vivencia del más apto". Así, el negro es, en la escala evolutiva, el eslabón inferior, en cuya cumbre está el hombre blanco. Esto fue llevado al extremo por la propaganda nazi, que describía a los judíos como bichos (Shohat y Stam, 1994). En la Argentina la calificación peyorativa de "aluvión zoológico" o de "cabecitas ne gras" -nombre de un pájaro- a los migran tes mestizos que vinieron a trabajar a las grandes ciudades durante los años treinta y cua renta, también ilustra el "sentido" de la animalización (Ford,
21. El eurocentrismo es una concepción del mundo que se filtra y estructura las prácticas y representaciones contemporáneas confonnan do el "sentido común". Es el consenso sobre la visión de la historia de la mayoria de los primermundistas y de muchos tercermundistas que se aprende en la escuela y se transmite por los medios de comunicación. El eurocentrismo es más una postura implícita que consciente (Shohat y Stam, 1994). Es decir, es una construcción ideológica.
1987) y su inserción en el imaginario político. No estamos hablando sólo del pasado. Estas estructuraciones perversas del sentido llegan a la actualidad y se multiplican. Un buen ejemplo fue la presentación del mundial de Francia, cuando sejuntaron en la Plaza de la Concordia los cuatro gigantes "raciales", que representaban a cada uno de los continentes que participa ban en el acontecimiento deportivo, con el mismo tamaño pero conservando las distancias en la escala evolutiva. En lo más alto, Romeo, el ario superior, europeo, acompañado por la música de ópera. Más abajo 110, el asiático, ilustrado con los sonidos guturales,
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como los que acompañaban los golpes de Kung Fu. Yal fondo, en el nivel más bajo de la escala zoológica y representados ppr los primarios sonidos de la naturaleza y de la selva, Pablo el Indoa mericano y Moussa, el africano. H Estos recursos no son sólo una curiosidad retórica, son los dispositivos que permiten naturalizar el dominio o construir la hegemonía en el sentido gramsciano, afinnando el etnocentrismo. Sea como fuere, la aparición de casos críticos -tortura, racismo, hambre, pobreza extrema- como zona impactante, curiosidad aberrante o "nota de color", para utilizar la discutible nomenclatu ra periodística, pareciera no contribuir al desarrollo sociocultural y socioeconómico de los países pobres. Ni a la comprensión que sobre ellos tienen los otros países; Sino más bien a la distorsión de éstos. Hay un tango bailado por Rodolfo Valentino en el ima ginario euronorteamericano referido a una concepción global sobre lo latino y, en especial, sobre lo latinoamericano que, como sabemos, tiene muy poco que ver con la realidad. El caso de Benettcm, patrocinador de Colors, en gran parte ejem plificador de estos procedimientos, aunque más conocido por sus publicidades, ha producido fuertes discusiones y comph:jas o dudo sas interpretaciones. la finna Benettun fue acusada de cinismo por presentar en sus publicidades ciertos temas globales: un enfenno muriéndose de sida, la emigración forzada, las catástrofes naturales. Esto produjo controversias en distintos países como Alemania, Es paña, Estados Unidos y Francia, donde varias de las publicidades fueron prohibidas. Pero también obtuvo reconocimientos oficiales: en 1991 ganó el premio a la mtjor campaña en el European Art Di rector's Club y en el International Center of Photography of Hous ton, y sus imágenes fueron exhibidas en museos de todo el mund02'.
22. Los datos fueron tomados de Clarín, 10/6/98. 23. En www.benetton.com.juliode 1998.
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En medio de esto, Benetton ha desarrollado su teoría, expli cada por su fotógrafo, Oliverio Toscani, en el site de la empresa: "La publicidad es la más rica y poderosa forma de comunicación en el mundo. Necesitamos tener imágenes que le hagan a la gente pensar y discutir. Las agencias de publicidad crean una falsa reali dad y quieren que la genteJa crea. Nosotros mostramos la realidad y somos criticados por eso". y seiiala que "las cosas nuevas sicm pre generan polémicas. Lo que shoqueaba hace tres años es aceptado hoy". La pregunta es si estas imágenes que le hacen a la gente "pensar y sentir", al provenir de las estrategias de consumo y de marketing, no anulan su efecto político y social. Llevado esto al absurdo sena como proponer que la publicidad y no· el periodis mo, la comunicación estatal o las instituciones de la sociedad civil promovieran la discusión pública. La estrategia publicitaria de Beneiton consiste en presentar problemáticas sociales para vender sus productos, reconceptuali zando el rol de la publicidad como si fuera un foro político (Tinie, 1997). Los temas o problemas globales que están presentes en las publicidades gráficas de Benetton y que conforman una agenda son, según el site de esta empresa en Internet: "sida y sexo segu ro; culturas y formas de vida; humanitarismo; paz Yguerra; raza y realidad"24. Todos estos problemas son, obviamente, parte de la agenda global. Lo que se está discutiendo aquí es cómo los temas de ésta ingresan en el mundo del sentido y particularmente en el análisis de la cultura de la globalización. Las publicidades de Benf,tton, según Bridet, presentan imáge nes reales específicas y las convierten en globales y ejemplares. Pe ro los temas universales a veces tropiezan con barreras culturales e históricas como en el caso de los jeans de DieseL Este es el caso de la fumosa foto de los tres niños -blanco, negro y asiático- que están 24. Ídem
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sacando la lengua. Esta publicidad fue prohibida por ser "pornográ fica" en los países árabes, donde no se admite la representaci9fi de los órganos internos del cuerpo. Esa misma imagen, cuyo propó sito era mostrar que todas las lenguas son del mismo color; y que te nía como slogan United Colors of Benettun:' obruvo un premio en Gran Bretaña y otro en Alemania. Hasta.Ia revista Time, pertene ciente al grupo Time-Warner, la utilizó en su apología en el cd-rom del melting poi Yel pluribus in Unum norteamericano (Time Almanac, 1994), que tuvo su auge ante la caída de la Rusia soviética pero que después se diluyó ante los movimientos sociales y las leyes ra cistas como la de California, que prohibió la asistencia sanitaria a los migran tes ilegales. H
En muchos casos la.firma italiana rompe con la tradición y las retóricas publicitarias que muestran un mundo ideal, arquetípico -la belleza, la juventud, el lujo- e incluye la imagen documental, que tiene por función informar, mostrar la realidad del mundo (Bridet, 1996). Pero esta función no es tan clara ni ha sido de mostrada. Si por un lado estas imágenes forman parte de una es trategia global de las firmas, que tienen la necesidad de unificar los distintos mercados en los que se venden estos productos, como
lo señala la misma firma Benetton, no parecen llevar a la opinión
pública o al imaginario social hacia rumbos que modifiquen o
corrijan los males que se presentan. Al margen de su ignorancia
con respecto a las culturas del "resto del mundo". Todo esto que estamos recorriendo señala la puesta en escena de problemas globales a través de mediaciones que operan con estéticas del humor, del horror, de lo grotesco, de la distorsión discursiva y que ponen en relación los ejemplos publicitarios que dimos no sólo con mostraciones insólitas de la privacidad sino con estrategias como las de los taIk slww o de la trask IVque pueden mostrar desde una operación transexual hasta una madre soltera que entierra a su hijo vivo. Cuando esto se extiende hacia los países
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pobres, al "resto del mundo", terminan transformando sus cultu ras en caricaturas exóticas. Como un macondismo del horror. O una parodia o comercialización de los datos más duros del PNUD. Entonces, estos datos duros sobre las injusticias globales se transforman en carne del infoentretenimiento. O en autolla-' gelación cuando son consumidos por sus propios actores. Esto no es ajeno al desarrollo, en política, de la crítica irónica o paródica, frente a la crítica fundada argumentalmente. Lo que señalamos debe ser discutido en conjunto con las diversas degra daciones de los discursos políticos e informativos. La parodia/crí tica política existió siempre, en los medios y en la calle; pero no hegemonizando los discursos de este campo. De igual manera, el discurso estetizante del horror, de la miseria, de la pobreza, no es nuevo, atUlque sí lo son la utilización exacerbada o la manipulación comercial de los temas más críticos que padece la htunanidad.
Haz lo correcto Aunque nos hemos detenido más en la publicidad, nuesU'o objetivo es señalar cómo los temas globales, sobre todo los temas críticos, ingresan en el imaginario social y la opinión pública no sólo a través de las formas clásicas de la información, sino a través de un abanico de géneros y formatos que se expande por toda la indusu'ia cultural, incluyendo en ello sus desarrollos cibercultu rales e informáticos junto a lo medios convencionales. Las tramas estructurales de este fenómeno las analizamos en el capítulo sobre "infoentretenimiento". Lo que se quiere mostrar aquí son algunas relaciones entre soportes típicos de la industria cultural, como el cine y la televisión, y la agenda global. Pero, antes, conviene hacer una aclaración. Las formas en que las industrias culturales se apropian de las agendas globales, respondiendo en parte a las necesidades que tienen los ptdJlicos
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de elaborar.su entorno cotidiano, está fuertemente relacionada con las new isstter, con las tendenc¡as, con los nuevos probh;mas que plantea la sociedad contemporánea. Esto no es sólo producto de la industria cultural y de la agenda setting, sino de informacio nes o acontecimientos que .son elaborados de tal manera por el público que terminan constituyéndose en parte de la agenda. La acusación de Anita Hill (Smolowe, 1992) al juez que la acosaba sexualmente planteó un tema ante el cual la opinión pública fue en un. principio escéptica. Pero en menos de un año el tema se ins taló en la sociedad -aparecieron otros juicios- y así ingresó en las agendas de los medios y abrió paso a otras formas de denuncia sobre el acoso y la violencia contra la mujer. EUmpacto o el ingreso y su elaboración de nuevas problemá ticas socioculturales en los medios es uno de los temas más im portantes en el estudio de sus transformaciones (Pasquier, 1994). Ingresan nuevos temas y cambian las agendas, los conceptos de noticiabilidad, los sistemas de comunicación. Y esto no proviene sólo de las estrategias de la industria cultural. Las constantes re formulaciones de los medios tienen mucho que ver 110 sólo con el consumo sino también con los cambios en la vida concreta de la gente y con sus relaciones con la información (Ford, 1994). Este es un escenario que no podemos dejar de lado cuando analiza mos cómo la industria cultural se apodera de la agenda crítica o cómo ésta se introduce en la industria cultural. 25. "La distinción entre issues y eventos es muy importante. Shaw la formula de la siguiente forma en 1977: los eventos son acontecimientos puntuales limitados en el tiempo y en el espacio. las issues tienen un carácter acumulativo, son un conjunto de acontecimientos puntuales ligados entre ellos y que entran en la misma categoría genérica (por ejemplo, la muelte por sobredosis de un atleta es un evento pero, si está ligada a otros eventos del mismo tipo, conduce al problema de la dro ga como issue). Issue tendría casi el sentido de una cuestión que plantea un debate social, con opiniones diferentes en pugna a propósito de ese debate..." (Pasquier, 1994);
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Hay temas de la agenda global que están tradicionalmente instalados en la agenda de la industria culturaL La dudad violenta, marginal, dividida, subterránea tiene, a pesar de que hoy plantee problemas específicos y críticos, un largo recorrido en el cine. De La ley de la calle (Random FJSh) a Las tottttgas Ninja, un invento un dergrrJttnd de dos jóvenes que comenzaron haciendo una revista con setecientos dólares. Pero con una extensa lista de antecedentes. Pero, tal vez, uno de los procesos más notables de cómo la realidad y un tema de la· agenda, exacerbado durante la última década. se introduce en la industria sea el film Haz lo Corrllcto (Do Ihe rigllt t/¡ing (1989). Más allá de las discusiones que ocasionó, de sus exceSOS en definir las identidades más cultural que socialmente, de ese dudoso cruce de Luther King y Malcolm X, Spike Lee puso en escena los dramas de la "negritud", del interculturalismo y las migraciones pobres en los barrios marginales. Realizada en forma independiente, la película costó 6.5 millones de dólares y rindió 25 millones. Nola Darling (She's golta llave it, 1986) de Spike Lee costó 175.000 dólares y ganó más de 8.5 millones; School Daze (1988),5.8 millones de dólares y ganó más de 15 millones.) Estas ganancias no incluyen el mercado del videocasette donde tam bién tuvieron un importante éxito. Pero lo que importa es cómO uno de los-problemas básicos de la cultura contemporánea, comO lo indica el WCR (1998), se pone en contacto con los grandes pú bUcos. El WCR (1998) lo resalta: "A fines del siglo pasado, la ma yoría de la gente vivía en pueblos y no se hubiera encontrado con un extranjero de una cultura re.mota en toda su vida. Hoy, a fines de este siglo, la mayoría de la gente entra en contacto con personas de otras culturas a diario. Imágenes de otras culturas llenan las pantallas de la televisión y del cine, yen sus lugares de trabajo, calles y mercados, la gente encuentra comerciantes, migrantes, viajeros y refugiados constantemente, en especial en las ciudades. En el es pacio de cien atl0s, la interacción cultural en el mundo ha crecido
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dramáticamente". El incremento de la massmediatización y del interculturalismo son ejes centrales de la agenda contempo$ea. El dinero que recaudaron estos films de Spike Lee, reaJizados con presupuestos relativamente bajos, persuadió al establishment monetario de Hollywood, nada proclive a tratar estos temas, de que Lee y otros jóvenes directores negros eran rentables, y esto generó el renacimiento del cine negro. Pero también, yen varios casos, la transformación de un índice básico de sufrimiento o vio lencia en una commO(lity. Los finales felices, a lo código Bayes. de muchos de los filmes, aún fuertes, de esta corriente, como es el caso de South Central (Anderson, 1992), se parecen más a la retóri ca tradicional y edulcorada del Hollywood de los 40 que a la ruda realidad actual ante la que nos enfrentan las estadísticas del PNUD. Estos reciclamien tos son comunes. Llegan hasta la guerra del Golfo, que fue comercializada en video con el título militar y literario a la vez de Tormenta del desierto yen el rubro "acción". El "pressin¡(, el montaje y la estructura narrativa de este video repro duce la retórica de los filmes norteamericanos de guerra de los cuarenta. Una estrategia que se dirigía a borrar el síndrome Viet nam pero que no pudo evitar, ya descuidado el control publicitario, el síndrome de Somalía, producido por fotos como las publica das en Newsweek, donde aparecían los marines linchados por las multitudes africanas.
La ley de la calle, la ley de la pantalla
La relación violencia "fáctica" (en sus múltiples formas), me dios de comunicación, conflictos socioeconómicos, psicosociales, socioculturales, es uno de los centros de la cultura contemporánea. El término violencia ha llegado a ser laxo e impreciso por estas razones. Se entiende como violencia tanto al número de muertos que hay en Roboc.op .(1987) o en Terminator(1984), como a muchas
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imágenes y escenas "reales" o ficticias que se ven en la TV ver dad o en los noticieros, en el género aventuras o los del horror bizarro; pero también hablan los medios y nosotros en la inte racción cotidiana de violencia en las calles, en los colegios, en los trab.yos, en la familia, en las relaciones sexuales. Violencias fisicas, violencias psicológicas, violencias representacionales. Lo cierto es que si bien todas las épocas fueron violentas, la actual muestra no sólo nuevas foonas de violencia sino que las representa, las pone en escena, de una manera inédita. Esto está claro en los datos que veremos de la televisión. Lo que 110 está claro es hasta dónde proviene de la conformación de la violencia en una comrnodity cul tural y/o de una respuesta de la industria cultural a lo que sucede en el imaginario de la gente, a raíz de su experiencia cotidiana con la violencia (en muchas encuestas la inseguridad aparece como un tema prioritario en la "agenda de la población"). Tampoco parece estar claro que el aumento de la violencia en la "realidad" se origine en las condiciones socioeconómicas, sobre todo del proceso del New Order y del neoliberalismo y sus consiguientes cambios culturales y no en los medios, aunque estos "dialo guen" con sus causas y consecuencias. Tal vez, la violencia en la pantalla funcione más como un sistema de control social -que en cierra a la gente en sus casas- que como un provocador o motivador de la violencia en la calle (Mediascope National Television, 1996). El tema de la violencia en los medios preocupa obsesivamente a los países del norte, aunque más por sus posibles efectos que por sus causas o por las razone,5 económicas que explican su exis tencia fuera de los medios. Las investigaciones indagan formas y tipos de violencia, contextos, posibles efectos. También el resultado, pobre por cierto, de los mens.yes antiviolentos. Las estadísticas sobre la violencia en Estados Unidos son im pactan tes. "Estados Unidos tiene la tasa de asesinatos más alta del mundo" (Carlsson y von Feilitzen, 1998). Según el Children and
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media violence. Yearbook.frvm UNFSCO (1998), "El h.omicidi.o es la segunda causa de muerte entre l.os jóvenes de 15-24 añ.os y para lajuventud afroamericana es la número un.o [... ] L.os arrest.osju veniles p.or p.ortación de armas aumentar.on un 113% entre l.os añ.os 1985 y 1994. Cada 5 minut.os, un chic.o es arrestad.o en Esta d.os Unid.os p.or haber c.ometid.o un crimen vi.olent.o y la vi.olencia relaci.onada c.on armas de fueg.o mata a un niñ.o n.orteamerican.o cada 3 h.oras. Un niñ.o que crece en Washingt.on DC .o Chicag.o está 15 veces más expuest.o a ser asesinad.o que un chic.o que vive en Irlanda del N.orte." (Carlss.on y v.on Feilitzen, 1998). Est.os s.on dat.os de la realidad y n.o de la ficción .o l.os medi.os. C.on respec~ t.o a est.os, se calcula que al terminar la escuela primaria unj.oven habrá vist.o en l.os medi.os 8.000 asesinat.os y más de 100.000 act.os de vi.olencia en la pantalla. L.o ciert.o es que la vi.olencia, proveniente de la estmctura de la s.ociedad c.ontemp.oránea y n.o sól.o de l.os medi.os, .ocupa un lugar destacad.o en la pr.ogramación televisiva y rec.orre distint.os tip.os de géneros, desde l.os video cliPs musicales, l.os games y l.os progra mas de entretenimient.os hasta l.os reality shows y l.os n.oticier.oS n.octurn.os .o vespertin.os. En el caS.o de Estad.os Unid.os, el porcenta je de programas c.on vi.olencia es de 54% en las redes de televisión
abierta y de 86% en l.os canales de cable c.odificad.os (Carlss.on y
v.on Feilitzen, 1998).
En l.os programas televisiv.os que incluyen la vi.olencia, en Estad.os Unid.os, el 40% de las escenas vi.olentas s.on iniciadas p.or pers.onajes que tienen buenas cualidades y c.onstituyen m.odel.oS atractiv.os para l.os espectad.ores; y sól.o el 4% de l.os programas vio lent.os de la televisión n.orteamericana transmiten un c.ontenid.o an tivi.olent.o. El 13% de l.os pr.ogramas vi.olent.oS tienen c.onsecuencias negativas a larg.o plaz.o. El 75% de las escenas vi.olentas n.o c.ondenan la agresión. El 14% de las escenas vi.olentas c.ontienen sangre y cu chill.os y el 43% incluyen hum.or. Además, el 55% de l.os incidentes
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en televisión muestran que la VÍctima n.o sufre ningún daíi.o físic.o ni d.ol.or. Est.o pr.oduce, según este inf.orme, divers.os efect.os nega tiv.os en el espectad.or: puede aprender actitudes y c.omp.ortamien t.os agresiv.os; v.olverse insensible a la vi.olencia real del mund.o y desarr.ollar el mied.o a ser VÍctima de la vi.olencia. En la pr.ogramación c.ontemp.oránea se puede ver, además, una tendencia a incluir en l.os programas vi.olent.os un c.omp.o nente racial. La problemática de la raza está ligada a una car<lcte rística tradici.onal de l.os programas basad.os en crímenes de la "realidad" (que s.ostiene que la causa de l.os crímenes s.on las mo tivaci.ones pers.onales, individuales y/.o genéticas y n.o el product.o de circunstancias s.ociales .o ec.onómicas) y cuand.o es.os individu.os s.on negr.os .o latin.os, la ecuación resultante c.oncluye que l.os negr.os s.on simplemente más vi.olent.os que l.os blanc.os. Si 1.0 que est.os pr.ogramas hacen es p.oner de manifiest.o l.os mied.os que existen hacia l.os afr.oamerican.os, 1.0 que n.o hacen es m.ostrar que la po breza y el desemple.o s.on l.os fact.ores claves de l.os crímenes y que l.os afroamerican.os están más expuest.os a vivir en esas c.ondici.ones que l.os blanc.os p.obres (Andersen, 1995). Las mediaci.ones .o dis p.ositiv.os que utilizan l.os medi.os s.obre la vi.olencia y l.os negr.os s.on una f.orma de "sacar a la luz" el imaginari.o de t.oda una s.ocie dad s.obre el tema. y, a su vez, de retr.oalimentar a ese imaginari.o. La s.obresimplificación, el hech.o de que n.o se tengan en cuenta las causas ec.onómicas y s.ociales de la vi.olencia y se la vea c.om.o una "enfermedad" individual .o genética, .obviamente f.ortalece el statu quo (Andersen, 1995). . Ent.onces, la pregunta es si estas discusi.ones s.obre la vi.olencia en l.os medi.os, s.obre la censura tant.o en la 1V c.om.o en Internet, n.o es una discusión c.on pies de barro. P.orque n.o s.on Iei 1V ni el cine las causas primeras de esta cmel y despiadada aldea gl.obal en la que h.oy habitam.os, 1.0 cual n.o indica que n.o contribuyan a darle f.orma a través de l.os sistemas de mediaci.ones que utilizan
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al elaborar o informar sobre la violencia. Pero la costumbre, so bre todo en el campo intelectual, aún no idealista en térm,inos fi losóficos, es demonizar a los medios más que al Fondo Monetario Internacional, al Banco Mundial o a otros países o instituciones responsables de las políticas socioeconómicas.
Los temas de la violencia, la inseguridad, el aumento de la cri minalidad son algunos de los ítems centrales de la agenda global. Tal vez, el más mediatizado. Ha desbordado las secciones policiales. Es como si la vieja estrategia del periodismo popular se hubiese extendido a todos los medios. Pero en esto hay que tener en Cuenta que este tipo de mediación: 1) tiene una larga trayectoria en la cultura del hombre; 2) responde a las elaboraciones que se dan o son necesarias en los imaginarios de sectores sociales some tidos a la violencia, como lo muestra "por espejo" el periodismo popular o amarillo; 3) no debe confundirse con las causas que la provocan. Es la estructura social la que la origina y no los medios. Lo cierto es que temas centrales de la agenda global como la violencia, la criminalidad, la inseguridad, el interculturalismo, la discrimi nación ingresan en la opinión pública yel imaginario social a tra vés de géneros no solamente informativos, de géneros discursivos donde es difícil separar la sociedad de los medios y que afectan de manera profunda la constitución de la ciudadaneidad.
Rocky y el f'mal de la Guerra Fría El tema de las mediaciones es fundamental en cuanto son dis positivos de construcción de hegemonía. Si la metáfora de aldea global transmite una seudoarmonía victoriana (Ford, 1994), si la visión que Europa construyó sobre sí misma y sobre los pueblos dominados se apoyó en una vulgata de tropos que implicaban de senfreno, infantilismo, animalización, etcétera, si el proceso de globalización se propagandiza a través de "mitos" como "Grande
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es mejor", "Más es mejor", "Tiempo y espacio han desaparecido", "Homogeneidad cultural global", "Salven al planeta Tierra", "Democracia for expon vía la 1V norteamericana", "Nuevo Orden Mundial" (Ferguson, MaIjorie, 1992); si la complejidad de los fenómenos actuales ha hecho que circulen diversas nomenclaturas para nombrarlos 26, si las utopías comunicacionales se permiten falacias evidentes t7 , es claro que en las mediaciones operan inter pretaciones que después se institucionalizan en el sentido común aun de los pueblos dependientes. Este conjunto de dispositivos discursivos muchas veces se apoya en una identificación o igualación entre la globalización y homo geneidad cultural. Pero la globalización está marcada por la frag mentación y la heterogeneidad. Aún los medios tecnológicos más avanzados tienden a favorecer más el disenso que el consenso (Poster, 1995). Esto está claro en el racismo o el cyberodio, como se verá en el capítulo 5. Lo importante es que estos dispositivos están presentes en la información y la narración. y, fundamentalmente, en aquellas
26. Roncagliolo (1997) analiza las denominaciones que se utilizan para "nombrar" la sociocultura contemporánea: "nueva~ tecnología~"; "globalización"; "internacionalización"; "transnacionalización"; "tercera revolución industrial"; "sociedad post-industrial"; "autopistas de la in formación"; "sociedad de la infollnación"; "mundialízación"; "tercera revolución cultural"; "videoesfera"; "gatesismo". 27. Se denominan "utopías comunicacionales" a las propuestas que afirmaban o afirman que resueltos los problemas de comunicación en tre los hombres (de códigos y sentidos) se iban a resolver los conflictos. Esta propuesta, aunque tiene lejanos antecedentes, se concentra en las últimas décadas en el trayecto que va de Mc Luhan }' la cibernética a BilI Gates y Negroponte (1995 Y 1997) Lo cierto es que los sistema~ comu nicacionales han crecido enormemente y los conflictos también. En 1998, en plena era de Internet, hubo 48 conflictos bélicos "posguerra fría" (Clatin, 27 de diciembre de 1998). Las utopía~ comunicacionales no han dejado de ser otros de los mitos del capitalismo. (Mattelart, 1991a; Breton, 1992; Ford, 1994)
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fonnas que trasladan a las narrativas de la industria cultural los episodios deJa historia internacional como puede ser la caída de la Rusia soviética y el final de la guerra fría. Un buen ejemplo de cómo cierto sistema de mediaciones, de géneros y retóricas cine matogr.íficas se hacen cargo de un tema denso de la política mundial puede ser la película Rocky N (1985). En Rocky N, StaIlone va a pelear a Rusia por la corona mundial. Pero va, aunque sea norteamericano, como un boxeador pobre y desprotegido del Tercer Mundo. La película entra ahí en una narración paralela. Mientras el campeón ruso, una especie de gigante cibernético, se entrena en confortabks gimnasios con sofisticados aparatos y controles biométricos e infomláticos, Rocky lo hace perdido en el campo, levantando troncos, arras trando carros cargados en medio de la nieve, trepando cerros, in ventando antiguos ejercicios granjeros. Cuando se produce la pelea en un estadio repleto de fans soviéticos, obviamente gana el norteamedcano Rocky. Pero lo importante es que la hinchada rusa, que comienza abuchándolo, termina ovacionándolo en medio de un delirio que incluye al propio Gorbachov y otros adustos jerar casque están en el paJeo de honor. En síntesis: una significativa metáfora de la caída de Rusia, de la superioridad norteameIicana y de las causas del fin de la Guerra Fría. Lo interesante aquí es cómo el país que hegemoniza en el mundo el desarrollo cibercultural, tecnoinfonnático (aproxima damente entre el 75 y el 80% de Internet es norteamericano, por ejemplo), le atribuye estos saberes a su rival y se muesua tan hu mildemente precario y rural, granjero y precibemético. Es que a la legitimación de la hegemonía no le basta con la superioridad tec nológica. Sigue necesitando las herramientas ideológicas del etno centrismo, de la apología de su superioridad racial y cultural, de la presencia de tradiciones como la del minute man o del "destino manifiesto". Que Rocky es un símbolo de los Estados Unidos de
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Norteamérica nadie puede negarlo. Que no necesita estar frente a una computadora o enchufado en algún dispositivo de realidades virtuales para serlo, tampoco. Es un ejemplar de la raza superior, como aquellos que fabricaba el nazismo. Pero con la humanidad y simpleza de un muchacho granjero o "farmero" del medio oeste y la habilidad de la industria cultural norteamericana. Ahora bien: todo esto ni es paradoja] ni implica que el terri torio de la tecnología, que entrena y controla al gigante ruso, Yel de la "raza fuerte" que se las arregla con las armas de la naturaleza o con arcaicas herramientas de trabajo rural, sean territorios se parados, contradictorios. Hay también, y en muchos planos, una alianza estrecha entre racismo e informática, entre racismo y ciber cultura, aunque a veces tengan sus diferentes caras Yescenarios co mo se verá en los capítulos 4 y 5. Los dispositivos de la cibercultura y de la supuesta posguerra fría están trabajando cuidadosamente no sólo en la identificación Yseguimiento de migran tes "indeseables", sino también en las tipificaciones étnicas, en viejas utopías crimi nológicas como la de la identificación del supuesto gen del deli to, en el control de individuos y de multitudes, en los vericuetos más ocultos de laprivacidad de ricos y pobres, en la "limpieza bio genética". O en la identificación de personas disconformes Y críticas o potencialmente peligrosas y violentas. Como el propio Rocky. En síntesis: un buen ejemplo de cine de boxeo con todos los elementos de su retórica; pero también de cómo este puede absorber la propaganda política en los vericuetos de un género, Desde el punto de vista específico de las mediaciones se po dría afirmar que la seducción narrativa de esta película se basa en la aU'acCÍón que el motivo del humilde que triunfa en tierra extraila a fuerza de habilidad recorre toda la cultura del hombre, de los relatos foU~ a los literarios. y hacer abstracción de los componentes ideológico-políticos. Éste es un tema extremadamente delicado en el análisis de la recepción e importante para no caer en reducciones
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mecanicistas. En Ja recepción se puede dar esta.lectura: se disfntta el género (genre) y no se absorbe la ideología. Pero en otr9S casos se produce un casamiento entre ambas, como en Rocky Iv. Por lo menos "leído" en su contexto histórico e informativo.
Cierre y apertura Se han focalizado algunas tendencias y cambios en los dispo sitivos que informan o constituyen al ciudadano que parecieran quebrar las noci.on~s tradicionales que privilegiaban el debate público y la práctica política. Esto no implica que no tengamos en daroque las nociones de ciudadano o de "ciudadaneidad"28 no sean categorías en crisis o transformación. En cierta medida, se puede aceptar la síntesis de Néstor García Candini (1995): "También en América Latina la experiencia de los movimientos sociales está llevando a redefinir lo que se entiende por ciudadano, no sólo en relación con los derechos a la igualdad sino también con los derechos a la diferencia" [ ... ] "La insatisfacción con el sentido jurídico-político de ciudadanía está llevando a defender la existencia, como dijimos, de una ciudadanía cultural, y tam bién de una ciudadanía racial, otra de género, otra ecológica, y así podemos seguir despedazando la ciudadanía en una multiplicidad infinita de reivindicaciones." Ese despedazamiento implica dos problemas: uno, Ja corrida de la identidad hacia otras series (que lleva, por ejemplo, a identificarse a través del consumo material o simbólico); y el otro es el ingreso en la formación del ciudadano no sólo de los campos económico, político y social sino también del cultural (Stevenson, 1998). El ciudadano, el "hombre" o la "mujer" que se pone en ac ción, por ejemplo, en el momento de emitir un voto o ir a una 28. Verón, Eliseo, comunicación personal.
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manifestación, se constituye, por un Jado, en la experiencia directa y cotidiana, familiar o institucional, y por otro, en la massmedia tización a través de formatos, géneros y discursos mucho más dispersos y caóticos que lo que tradicionalmente se consideraba información. Esto produce desVÍos o si se quiere cambios ideoló gicos o de sentido en el rol y los contenidos de la información. Nos estamos refiriendo a procesos actuantes, perfonnativos, aunque abiertos e imprecisos. Algunos de sus ejes son: 1. El ingreso de lo sociocultural en las agendas. Es interesante ver cómo dentro del crudo economicismo que domina al mundo crecen las agendas no economicistas, ingresan variables o Índices de otro tipo que dan cuenta de las consecuencias de esa política económica. Índices que cuantifican aspectos fundamentales de la calidad de vida: el sufrimiento, el malestar, el miedo, la discrimi nación, la intolerancia, la confianza en la gente, la identificación con el barrio o con la nación, la concepción de futuro, etcétera 2. La relación de esto con un doble juego, tal vez porque es temos en una etapa de transición y estas etapas son siempre pa radojales. Lo que seilalamos arriba bien puede ser visto como la humanización de la economía y la política. Ingresan índices que miden "la calidad humana" (WCR, 1998) y que relativizan índices tradicionales como el "ingreso per cáPita". Pero también se puede entender esto como un proceso no igual aunque paralelo a la degradación de la información, que se evidencia en el exceso de narrativización, casuística y dramatización de los datos macro políticos y estructurales. Un prqceso que retomaremos en el análisis del "infoentretenimiento". 3. Relacionado con lo anterior, hay otros procesos que resultan paradójicos para la mentalidad moderna. Esta es una época ta chada de individualista (Giddens, 1998). Sin embargo los temas de la subjetividad y de la cotidianeidad son cuantificados y trasfor mados en índices lo cual, a su vez, pone en escena su pregnancia
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social, su persistencia en la ciudadanía. La paradoja está aquí en que esto puede estar tan relacionado con una visión no economi cista de la sociedad, más respetuosa de la subjetividad, como con las exploraciones más pragmáticas del consumo, la vigilancia y el control social: acumulación de información sobre perfiles, vidas privadas, estilos de vida, formalizaciones de la privacidad, etcétera En este escenario se plantean las preguntas básicas de este capítulo ¿Cómo nos informamos sobre lo que pasa en el mundo? ¿Estamos en una transición hacia otras culturas del ciudadano o ante la degradación de la información pública? Cada vez parece más necesario tipificar o discutir ]a clasifica ción de los problemas críticos de nuestra época. La visión g]obal de este tipo de problemas, o la concepción de que se trata de pro blemas que son globales se incrementa. Es decir, la desocupación o reconversión del trabajo, la reestructuración de la familia y Jos nuevos roles de ]a mujer, la violencia urbana u otras problemáticas de las grandes ciudades o megaciudades, el inter o multicu]tura lismo, las culturas marginales, ]a inseguridad, las brechas entre riqueza y pobreza, el racismo, el rol de ]a educación, el deterioro ambiental, la crisis de 10 político o tantos otros problemas no sólo son percibidos como problemas nacionales o regionales sino tam
bién como problemas globales, que traspasan las fronteras del
Estado-Nación 29.
Pero cuando hablamos de mediaciones de problemas globales críticos, de las formas en que se comunican o se les da sentido, en la relación entre ]a información, los discursos y los "hechos", se trabaja sobre un listado de problemas contemporáneos que, 29. Esto no quiere decir que no existan políticas sobre el desempleo o la violencia, y aun, en el plano comunicacional y cultural, sobre la regulación de los mensajes, como se ejemplificó con las reacciones culturales que prohibieron las publicidades de las "lenguas" de Ben.etton en los estados árabes o de Diesel en Argentina.
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de hecho, son los más trabajados comunicacionalmente por di versos sectores y géneros: el periodismo, el cine, la lV, las nuevas tecnologías. Cada problema convoca tanto a viejas tradiCiones de comunicación, con su retórica y su tópica, como a la experimenta ción y a su "uso" en diferentes tipos de discursos. De. ahí que esta reflexión sobre las mediaciones lleve a razonar la problemática de las agendas, de los listados que se constmyen socialmente como problemas a resolver o a institucionalizar como inevitables. La desocupación y sus efectos socioculturales para algunas agendas es algo que hay que resolver y, para otras, es un hecho inevitable de esta etapa del capitalismo.
DeSVÍo: sobre las "agendas globales" No podemos trabajar sobre las mediaciones de los problemas globales sin focalizar cuáles son estos problemas y ver cómo se construyen los diversos tipos de agendas que los clasifican. No hay una sola "agenda global". En estas se cmzan ideologías, inte reses económicos, diversas estructuras institucionales, tendencias disciplinarias, formaciones massmediáticas nacionales o globales, propuestas gubernamentales o estatales, privadas o de la sociedad civil, etc~tera Además, no es fácil constmir una agenda única en la medida que las culturas tienen diferentes parámetros clasifica torios referentes a la acción y la temporalidad. Lo cierto es que cuando hablamos de agendas globales cubrimos un espectro muy amplio, válido pero conflictu~. En las clasificaciones, tanto en lo social como en todos los campos, se dan luchas fundamentales que han sido descriptas por los sociólogos, de Durkheim a Bourdieu (Bourdieu y Wac quant, 1995). La imposición de una clasificación forma parte de la lucha por el poder. Estas luchas de sistemas clasificatorios se ha multiplicado con la aparición de Internet, COI1 la hegemonía de
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los sistemas de clasificación infonnáticos norteamericanos y la destrucción de las pautas tradicionales de infonnación y _docu mentación. Y este no es un problema específicamente documen tal o bibliotecológico (Ford, 1998). Pero, de cualquier manera, podemos hablar de cierto consenso sobre la necesidad de que existan clasificaciones de problemas globales, "agendas globales", aunque hay quienes niegan la existencia de este tipo de agendas. Nos referimos, obviamente, al listado de los problemas globales, no a la forma de solucionarlos, sobre el cual navega un amplio campo de interpretaciones, que confunden, inmovilizan y deso rientan a la opinión pública. Un buen ejemplo de cómo las agendas globales comienzan a ponerse en escena en sectores claves de la política mundial, en me dio de la crisis de Oriente y de la propuesta neoliberal del tacheris mo y el reaganismo, está presente en la irrupción de la "Tercera Vía". Hace poco, el primer ministro británico, Tony Blair, dijo en un artículo publicado en el Washington Post titulado "Tirlh roay, hetter roay": "El cambio que nosotros enfrentamos es formidable -mercados globales, creciente pobreza y exclusión social, aumento del crimen, ruptura de la familia, rol cambiante de la mujer, revo lución de la tecnología y del mundo del trabajo, hostilidad popular hacia los políticos y las demandas de una profunda refonna demo crática, problemas ambientales y de seguridad que requieren la ac ción internacional" (Blair, 1998). la enumeración de estos desafios es un indicador de la puesta en escena de una agenda global. Otro ejemplo es el discurso del presidente de Brasil, Cardoso, quien, en la reunión posterior a su asunción a la segunda presidencia, desarrolló su critica a la "globalización asimétrica" (Clarín, 1999). Lo mismo sucede con las Naciones Unidas y el PNUD o con el creciente Tercer Sector. No son los únicos ejemplos. Las agendas globales tienen diferentes fonnas institucionales, parciales o ge nerales, como lo fue la Agenda 21 que surgió de la reunión de
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Río deJaneiro, enjunio de 1992, sobre los problemas ecológicos. También, ya no a nivel específico, hay una abundante bibliografía sobre este tema (por ejemplo, Kegley y Wittkopf, 1995; Kírdar y Silk, 1995). E incluso en medios que ya no establecen contratos de lectu ra con públicos nacionales, sino globales como es el caso de la Cl\w. Todos estos son ejemplos que señalan la validez de los temas de la agenda global al margen, como se dijo, de cómo se opera o se infonna sobre cada uno de ellos. Nadie puede discutir la exis tencia o la necesidad de una agenda global aunque sí sus Ítems y jerarquizaciones. Estos desafios que conforman la agenda global llevan a formu lar una serie de preguntas: ¿cómo se construye la agenda global?, ¿quiénes la construyen? Pero también, ¿a través de qué dispositivos o mediaciones los ciudadanos se enteran de cuál es esa agenda? ¿Cómo es elaborada por la población de los distintos países y regio nes del mundo? ¿Cómo tomamos conocimiento de esa agenda? Preguntas sobre las cuales se trabaja en los diversos capítulos de es te libro. Pero lo cierto es que hay problemas que con diferentes ca racterísticas se dan en todas partes del globo, que están presente en las encuestas, generalmente periodísticas, sobre la preocupación de la ciudadanía, al margen de su teorización por las ciencias sociales. Hablar de las agendas y de sus sistemas de clasificación es hablar de los problemas globales o de la globalización y sus efectos. La globalización plantea, para muchos investigadores, aunque esto se siga discutiendo, una ruptura histórica que va a tener implica ciones epistemológicas sobre cómo construir el objeto de estudio de las ciencias sociales y las categorías que utilizamos para dar cuenta de él. Pero su impacto no se centra solamente en las cien cias sociales. Como afinna el sociólogo brasileño Octavio Ianni, la globalización, vista como "proceso histórico-social de vastas proporciones [... ] [que] conmueve más o menos drásticamente los marcos de referencias sociales y mentales de individuos y
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colectividades", recrea el mapa mundial y da origen a otros procesos y nuevas formas de sociabilidad. A partir de la interrelación entre in dividuos, colectividades, tribus, pueblos y naciones en el ámbito mundial, el objeto de las ciencias sociales -dice Ianni- pasa a ser no sólo lo tribal, regional o nacional sino también la sociedad global (Ianni, 1998). Estamos hablando de la incorporación de una instancia metodológica y técnica pero también sociocultural. Ya no se puede operar sobre la realidad manejándonos sólo con los conceptos de clase, Estado y Nación (Ordz, 1994), Esto no quie re decir que los estados nacionales no tengan todavía un fherte peso ni que las nuevas tecnologías de la información, por ejemplo, vuelvan al Estado más vulnerable, aún en los planos que estamos analizando en este libro. Aunque las Corporaciones Transna cionales dominan cada vez más las decisiones tanto globales como locales (Braman, 1995), sólo estimulan la actividad económica y raramente incluyen metas sociales o culturales, a no ser que lo hagan instrumentalmente y con otros objetivos, como lo ejemplifi camos a través de la relación publicidad!comercialización de los derechos humanos3/), Estos últimos deben o sólo pueden ser ga
rantizados a través de convenios entre los estados 3J •
Es claro que podemos construir un listado, una agenda, una serie de problemas a resolver que están presentes tanto en el conjunto de las relaciones globales o internacionales como en las regionales o nacionales. Al margen de los abusos en la creación de nuevos términos, el concepto de "glocalización" tiene algo de verdadero (Robertson, 1995). Es que estamos ante procesos no
30. El desplazamiento de los problemas sociales por la dinámica económica y comercial pesa en los procesos de integración, como se ve al analizar la relación Internet-Mercosur (Ford, 199B). 31. Los límites y las dificultades de esto se han puesto en evidencia ante el caso Pinochet y las discusiones con respecto a la implementa ción de la ':justicia global". Cfr. Osear CardoBO, 199B.
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totalmente tipificados que necesitan conceptos bisagra. Uno de ellos, el que es entendido como "glocalización", incluye la adap tación nacional o local de temas globales. Esto bien se puede re ducir a la adaptación nacional de temas norteamericanos. De los "spagheui western" a la actual industria cinematográfica japonesa o de Hong Kong (Ford y Chicco, 1997). Pero esto incluye la regiona lización de otros productos masivos y la diversidad de estrategias publicitarias de un mismo producto material o simbólico (Mattelart, 1989), No hay una sola MTV (están MTV Asia, MTV India, MTV Brasil, MTV Latina, MTVJapón, etcétera) pero sí hay una sola Via com, que es la multinacional propietaria de MTV y que ocupa el cuarto lugar entre los multimedia globales :l2. Lo cual implica el de sarrollo de nuevas relaciones entre propiedad y diversidad entre la producción y la distribución. Pero hay procesos más complejos porque la globalización su pone la localización. El éxito de series que transcurren en lugares pequeños, como puede ser Twin Peaks (David Lyuch, 1991) o Ro que Santeiro (Díaz Gomes, 1988) tiene que ver con que la produc ción de lo local se ha transformado en una variable de lo global!!:l. De ahí, el hecho de que se ofrezcan en el mercado informático no productos locales sino softwam para "construir" lo local :H. Por
32. Ver cuadro en el Capítulo 3. 33. En esto hay que tener en cuenta otros procesos: "algunos temas tradicionales ayudan a construir la globalización cultural o mundial desde lo local, como puede ser la utilización de (meta)relatos que se apoyan en temáticas" aggiornadas" sobre el incesto, la soledad, lo sobre natural, la orfandad, la identificación, etcétera (Contursi y Ferro, 1999). Este paso de lo histórico a lo arquetípico y lo mítico puede for mar parte de las transformaciones de la crisis, pero también tiene su peso ideológico deshistorizador. 34. Las nuevas tecnologías producen un efecto de objetivación de un tema como lo local, que tiene interpretaciones culturales e ideológica, muy diferentes así como diferentes conceptualizadones metodológicas y teóricas (Chicco y Vinelli, 1998).
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otro lado, las empresas norteamericanas han visualizado como un negocio producir programas locales en otros países: "los _inverso res norteamericanos deben aprender a operar en los mercados des- conocidos, así como también a descubrir las maneras de producir series con menor costo que en Estados Unidos" (Dogar, 1995). Otro plano relacionado con esto es entender la "política de ciuda des" cómo un fenómeno global que tiene diferentes connotaciones según los continentes. Por ejemplo, mientras que en Europa el 50% del presupuesto nacional lo manejan los municipios, en América Latina, estos últimos administran sólo el 10% (Dowbor, 1993). Todos estos procesos intervienen en la construcción de la agenda global, o mejor, en el conjunto de agendas o de clasifi caciones, muchas veces en pugna, que si bien son relativamente visibles en los medios de comunicación también son construidas por otras instituciones que dan cuenta del mapa de los proble mas contemporáneos. Ejemplo de esto puede ser el PNUD o lo que podemos caracterizar como las agendas de las Organizaciones no Gqbernamentales (ONG). Estos dos ejemplos bastarían para señalar cómo están actuando otras agendas de problemas, dife rentes a la de los medios nacionales, o que se intersectan, por lo menos en parte, con ellos. Decimos que están actuando porque a través de su relación con problemas y movimientos sociales o con el Estado, como sucede en los países de América Latina -hay países "pnudizados" y otros "onganizados"- tienen un rol activo en la construcción de lo social o del Estado en esta etapa de crisis y transformaciones 35• "Cosas que deben ser hechas" Si cada época se caracteriza no sólo por las transformaciones que produce sino por los problemas o desafios que presenta no
es raro que muchas veces se recurra al término agenda (del latín "cosas que se han de hacer") como nombre del listado de estos problemas o desafios. En este sentido, como organizador, la agenda cumple un rol diferente a los diversos árboles del conoci miento, de L' Encyclopedie de Diderot y D'Alambert:lO (1751-1766) a la enciclopedia Encarta (Microsoft, 1999). Pero su diferenciación no es total: L' Encyclopedie funcionó también como una agenda del proyecto iluminista. Microsoft, así como el gran cOlúunto de los buscadores que operan en Internet, actúa, en cambio, y al mismo tiempo como un desregulador pronorteamericano de los problemas que nos presenta la humanidad (Ford, 1998), tema que analizaremos en el capítulo de desigualdades. Pero antes de describir algunas agendas y listados de problemas con un alto nivel de institucionalización debemos hacer otras obser vaciones sobre este tema referentes a las dimensiones temporales de la agenda. Si, por ejemplo, se tiene en cuenta la caracterización que hace Robertson de las diversas etapas históricas al reconstnlÍr la genealogía de la globalización podemos también entender, en un sentido amplio, las descripciones de cada etapa como una agen da de época. Esto hace que sea necesario incluir el problema de las diversas extensiones cronológicas de las agendas. Hay agendas de épocas extensas y hay agendas coyunturales, particularmente efectivas en el caso de los medios. Más adelante razonaremos al tra bajar la comunicación global en un CD-ROM de la CNN de 1994 sus profundas diferencias con la agenda que hoy construiríamos, sim plemente 5 años después. Aun_que subyazcan elementos comunes. Si tomamos las etapas de la globalización a través de Robertson (1992) se ve que no estamos ante una estratificación temporal estricta. Ellas son: 36. Robert Darnton analiza la importancia del sistema clasificatorio
35. Comunicaciones personajes con ElizabethJelin y Rossana Reguillo.
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de L 'Encyclopedie (Darton, 1988).
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La fase germinal (desde el siglo XV hasta mediados del XVIII) que incluye el incipiente crecimiento de las comunidades !lacio nales, decaimiento del sistema medieval transnacional, acentua ción de conceptos de individuo e ideas sobre la humanidad; La fase incipiente (desde mediados del siglo XVIII hasta 1870), con un giro hacia la idea de un Estado homogéneo y unitalio, in crementos de las convenciones legales y entidades relativas a la regulación y comunicación internacional, tematización del asunto del nacionalismo-internacionalismo; La fase del despegue (desde 1870 hasta mediados de la década de 1920) que se basa en cuatro puntos de referencia: las sociedades nacionales, los individuos genéricos (pero con un sesgo masculino), una única "sociedad internacional", y una singular, aunque no uniforme, concepción de la humanidad; La fase de lucha por la hegemonía (desde mediados de la década de 1920 hasta fines de los 60) incluye una serie de contiendas y guerras, el establecimiento de la Liga de las Naciones y de las Na cione~ Unidas, establecimiento del principio de independencia nacional, Guerra Fría, cristalización del Tercer Mundo; La fase de la incertidum/m (desde fines de los '60 hasta la crisis de principios de los '90) que comprende una agudización de la conciencia global, acentuación de valores posmaterialistas, fin de la Guerra Fría, surgimiento del problema de los derechos y acceso a las armas nucleares, crecimiento de las instituciones y movi mientos globales, aceleración de los medios de comunicación globales, problemas de multi y polietnicidad, sistema internacional más fluido, preocupación por la humanidad de los movimientos ambientalistas, etcétera Se podría decir que no estamos ante una estratificación es tricta y que las últimas tres etapas coexisten. Pero ésta es una visión correspondiente a la perspectiva occidental global pues no todas las culturas tienen los mismos conceptos de temporalidad,
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de cronología o de desarrollo. Pero en términos de la sociolo gía modema, diríamos que en América Latina o en otros lugares del Tercer Mundo coexisten diferentes etapas de desarrollo (Véase García Canclini, 1990 y en el capítulo 5: "Mientras hablo huye el tiempo"). Estas observaciones sobre la constitución de la agenda de pro blemas contemporáneos no se limitan a una visión epocal y sin crónica. Tiene también un anclaje diacrónico. Es decir, existe, desde una perspectiva histórica, una importante continuidad en los problemas globales. Algunas problemáticas van a ser "nuevas" (por ejemplo, el caso de los derechos de la mtyer, el tipo de mi graciones ilegales o el actual sistema financiero internacional) y otras "viejas" (las relacionadas con el armamentismo, la deso cupación o el racismo) porque existían antes del supuesto fin de la Guerra Fría. Pero no están tan claros los cambios que se pro dujeron desde el fin de la Guerra Fría. El New Order está lejos de haberse alcanzado, en el caso de que pueda llegar a alguna meta. Pero incluso esas "nuevas" problemáticas, como el con flicto militar entre grupos étnicos dentro de los Estados de la ex Yugoslavia y la ex Unión Soviética, se originan en una lucha por la autodeterminación nacional que tiene una explicación históri ca y una extensión geográfica mucho más amplias. Es decir, las íssu.es o problemáticas son una "cara" de un problema más per sistente, que diffcilmente se podría decir que es nuevo (Wbitc, Little y Smith, 1997). Sin embargo, hay cambios cuantitativos tan fuertes en algunos Ítems de la agenda global que se transfor man en datos cualitativos, en nuevos problemas: por ejemplo los relacionados con el trabajo y la desocupación, con la estrtictura familiar o con la inseguridad. Esto no significa que no tengan antecedentes históricos muchas veces anteriores al capitalismo de los siglos XIX Y XX.
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De Ja agenda de Jos medios a 13 agenda de 13 gente No es aleatorio que el lISO de la palabra agenda, proveniente de las ciencias sociales, la economía política, o la política internacional -por ejemplo, las agendas de los encuentros internacionales- pero fundamentalmente de los trabajos sobre opinión pública remita, en una primera instancia, a los medios de comunicación. Almque no sean los únicos, los medios son los constructores más visibles de la agenda del público. No vamos a tratar aquí un tema en dis- cusión: el rol de la televisión o de la gráfica en la construcción de la agenda. Sí a señalar que el rol de la gráfica en el establecimiento de la agenda se ha debilitado. Pero los problemas del estableci miento de la agenda por los medios (la problemática de la agenda settinf7) tienen, más allá de sus efectos -si le indican al público sobre qué deben pensar o también cómo pensarlo-~, una doble vertiente sobre la opinión pública y el imaginario social~, términos 37. En 1972, Donald Shaw y Maxwell McCombs plantearon la hi pótesis de la agenda setting (establecimiento de agenda) para estudiar la capacidad que tienen los medios de influir en los acontecimientos del público a largo plazo. El público, según los autores, es consciente o ignora ciertos elementos específicos de los escenarios públicos como consecuencia de la atención u omisión que le prestan los medios. Exis- te, según esta hipótesis, una relación directa y causal entre la agenda de los medios y la agenda de la opinión pública, ya que los medios indican no sólo sobre qué se debe peTlsarsino también cómo se debe pertsat'sobre esos temas (Martini y Gobbi, 1998) 38. Ver StelIa Martini y Jorge Gobbi (1998). 39. Los medios de comunicación juegan un papel relevante en la construcción de los imaginarios sociales ya que, al producir bienes simbó licos, aportan a la construcción que esa sociedad hace de su imaginario. Los imaginarios sociales son la'! representaciones (mitos, memorias, "ar quetipos", etcétera) que una determinada sociedad o comunidad tiene de sí misma o de otras. A través del imaginario social una comunidad designa su identidad: elabora una representación de sí misma, marca la distribución de los papeles y los roles sociales; expresa e impone ciertas creencias, etcétera Esa identidad colectiva marca un "tenitorio" y define las relaciones con los "otros" (Baczko, 1991). Un ejemplo de la relación entre los imaginarios sociales y los medios se evidencia en un trabajo
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que consideramos fuertemente interpenetrados 40 si no limitamos la opinión pública a las encuestas. Es decir, por un lado, los medios son, para el gran público, el indicador más poderoso de los temas o problemas de una época, pero, por el otro, a que su propia dinámica y SllS contratos de lectu ra, en parte distorsionan lo anterior debido a los dispositivos que funcionan en el interior de los criterios de noticiabilidad, de newsmaking, de gatekeepi.ng, etcétera41 • En la 110ticiabilidad operan ciertos criterios que jerarquizan y clasifican la información y esto tiene que ver con que "remiten a las condiciones de novedad, im p,revisibilidad, gravedad, importancia y a las consecuencias que un acontecimiento pueda tener sobre una parte notable de la po blación" (Martini, 1998); en el newsmaking o construcción de la noticia actúa la interpretación y elaboración de un acontecimiento y la dinámica interna del trab.go de y entre los periodistas; y junto con el gatekeefJingo selección de la información, que hace alusión a "qué va y qué no va como información en el medio, qué va a ser destacado, qué se envía a los lugares de 'relleno'" (Martini, 1998), construyen la agenda de los medios. Ahora bien, una cosa es razonar, como vimos anteriormente, los dispositivos generadores o descriptores de agenda y otra las formas en que la ciudadanía constituye sus agendas. Los problemas exploratorio realizado en Uruguay, donde aparecieron diversos proce sos sobre el imaginario que se tiene sobre el otro. Así, las telenovelas brasileñas rompían el estereotipo uruguayo sobre Brasil como pueblo haragán y pobre porque ponía en escena las riquezas urbanas e indus triales. Un programa argentino de entretenimiento instaló, por su parle, el estereotipo argentino en una serie diferente, la del animador his térico, juvenil y simpático. "Todos los argentinos son como TineI1i", dijo un informante, refiriéndose a su visión de la identidad argentina (citado en Ford, Martini, Mazziotti, 1996). 40. Ver Capítulo 5, el trabajo sobre la casuística. 41. No todos los problemas estnlcturales son "noticiables". Sobre esto la bibliografía es abundante. Véase Ford, Aníbal y Martini, Stella (1998). También, Wolf, Mauro (1991)
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globales son percibidos por la ciudadanía, como seilalábamos al principio, no sólo a través de los medios de comunicacióli, sino también de la agenda de las instituciones y de la experiencia di recta. Entre ambos está el sentido que le ha dado Jesús Martín Barbero (1997) a las mediaciones, entendidas como "las articula ciones entre prácticas de comunicación y movimientos sociales, a las diferentes temporaJidades y la pluralidad de matrices culturales" y que abarcan, también, las estructuras sociales como la familia, la educación, etcétera. Es importante insistir en que los problemas globales no son ~enos a la gente en su vida cotidiana: la desocupación, la deses tructuración de la familia, el crecimiento de las megaciudades, la violencia o la inseguridad son fenómenos cotidianos, que más allá de leerlos en un periódico o verlos en un programa de tele visión, son vividos por los ciudadanos en forma directa -ser un desocupado o ver una cola para pedir trabajo. Como lo seilala Renato Ortiz: "la mundialización de la cultura se revela a través de lo cotidiano" (Ortiz, 1994). Esto es cierto. Por eso, más allá de la crítica al exceso de narración y casuística en el periodismo -que retomaremos en el capítulo 5- vale preguntarse si no estamos en una etapa en que los razonamientos macro, estructurales, utópicos, como dice Mattelart (l991b), no se construyen tam bién a partir de la suma o el intercambio de relatos individuales, micro. Hay algo semejante, aunque con diferente signo, a lo que se producía con Mao, quien juntaba grupos de campesinos para que contaran sus problemas y descubrieran que eran los mismos, que tenían historias comunes que dejaban de ser indi viduales para convertirse en colectivas. Pero esto parecería co rresponder a una etapa de transición ante el shock neoliberal y el posmodernismo filosófico que ya no puede ocultar los ma crorrelatos como aquellos que vemos en las agendas globales.
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Formadores indirectos de la opinión pública Con respecto a los medios de comunicación, se ha insistido en dos aspectos. El primero es qüe, dada la globalización, enten dida como la presencia de procesos, pero también problemas similares en diversos lugares (países, regiones, municipios, etcé tera) nuestra información práctica sobre el mundo, local y global a la vez, se realiza de manera muy fuerte a través de estructuras simbólicas y de los nuevos o viejos soportes de la comunicación y . la información. Esto pone en la mira los diversos sistemas de me diación: del lenguaje y los sistemas de enunciación a los géneros y sus rupturas. El segundo, es que esta información sobre problemas socio políticos, socioeconómicos o socioculturales le llega al público, se produce y genera sentidos no solamente a través de discursos argumentativos descriptivos, informacionales, estadísticos, sino a través de un amplio sistema de discursos narrativos, perfonnativos (teatrales o dramáticos), audiovisuales, o, lo que no es lo mismo, ficcionales, mediante una serie de soportes que van de los medios convencionales, como la 1V o el cine, a los CD-ROM o Internet. En este sentido, la distinción entre las categorías de programas televisivos de "ficción" y de "no ficción" no puede ser sostenida por el análisis, ya que tanto los programas de entretenimiento como los noticieros o documentales tienen incidencia en la forma en que piensa la gente sobre el "mundo real" (Delli Carpini y Williams, 1994). Esto último parecería básico y elemental pero es clave en la comprensión de la .cultura contemporánea. Esto es un juego doble que podría sintetizarse diciendo que, muchas veces, nos informamos sobre la realidad a través de un film o que nos distraemos mirando un informativo. Pero aquí nos es tamos refiriendo a un problema estructural que analizaremos en el capítulo sobre infoentretenimiento. Lo cierto es que la "informa ción" sobre los problemas globales no yace sólo en las estadísticas
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para Jos especialistas ni en documentos informativos periodísticos sino que se pone en escena a través de mediaciones narr¡pivas o flccionales -con mucha más carga autónoma que las mediaciones típicas de la información como sucede con el "caso periodístico"- y que este proceso produce un efecto que podríamos caracterizar como el de la transformación de los temas o problemas de la agenda global en commodities de la industria cultural. Aunque, de nuevo, el proceso es doble: recibimos información a través de agendas de géneros ficcionales, pero también los propios géneros informativos senarrativizan (véase capítulo 5). Dificil estudiar hoy la formación de la opinión pública tramada, como señalamos antes, con el imaginario social sin tener en cuenta un corpus que sólo focalice los discursos argumentativos/informa cionales.de los medios 42. Al margen de que al analizar los casos o la casuística, la información está contaminada por lo narrativo -"Nunca dejes que la verdad interfiera con una buena historia", di ce la publicidad del film El diario (TIle paper, 1994)-, gran parte de la "información" de las agendas contemporáneas pasa por géneros que no son específicamente informativos. Basta con analizar la pro gramación televisiva (Andersen, 1995) y el alcance de las grandes cadenas, como se tratará en el capítulo sobre infoentretenimiento. Los "Índices de sufrimiento" en las estadísticas del PNUD se corresponden, junto con su contrapartida factual, no sólo con la creciente presencia de la violencia en cierto tipo de informativos, sino también con las formas en que ésta es el material sobre el cual traboya la industria cultural en múltiples películas y series. Está claro que la violencia no es producida por los medios o por las películas. También la representación de la violencia tiene un 42. Un ejemplo se puede encontrar en Delli Calpini y Williams ( 1994). Además, esto se nos presenta en un problema específico en el aná lisis de los efectos de los medios (cfr. Aníbal Ford, Stella Martini y Nora Mazziotti, 1996).
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valor performativo en la destreza y percepción de ella o de su efecto de control social, como se ha analizado. Pero no hay una correspondencia total y simétrica entre la agenda de los medios y la agenda de la población. Y tampoco la hay con aquellas insti tuciones que trabajan sobre problemas globales. Lo cierto es que no todos los ítems ingresan o son presentados de la misma manera. De ahí que repasemos algunas agendas en función de su importan cia económica, política y también de su potencialidad comunicativa. Es decir, el juego entre su calidad descriptiva y argumentativa y su potencialidad en el plano de la narración, la noticiabilidad, la dramatización y, por lo tanto, los límites que separan la "informa ción" del "entretenimiento" son fundamentales en el disei'io de las políticas de información y comunicación. Para eso, si se piensa en términos de agenda, el listado de los problemas contemporáneos en cualquier tipo de práctica (laboral, política, académica, etcétera) -escenario que es inevitable no constntir a no ser que nuestra posición en la sociedad sea total mente pasiva o fragmentada a la manera de importantes zonas del pensamiento "posmodenlista"- tenemos que tener en cuenta algunos conjuntos que, aunque no sean tan visibles como el pe riodismo, tienen peso en la organización y las decisiones sociales y que se intersectan con la agenda de los medios pero que pre sentan diferencias en los ítems de los listados o en las jerarqui zadones de éstos. Este es el caso de las agendas de instituciones internacionales como las de las Naciones Unidas, particularmente del PNUD, o las de las ONG o. del llamado Tercer Sector.
El PNUD como listado critico, o el resurgimiento del Estado de Bienestar En el caso de las instituciones internacionales, como las Na ciones Unidas, se toma como ejemplo el listado de problemas
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generales que publica el PNUD en el Informe sobre Desarrolln Humano. Aunque pueda parecer tedioso, vamos a describir la organización de esta agenda porque es un tema que todavía no ha sido lo sufi cientemente focalizado en la discusión política. El PNUD prioriza anualmente un tema particular de la agenda: Concepto y medición del desarrollo humano (1990); Financiación del desarrollo humano (1991); Dimensiones globales del desa rrollo humano (1992); Participación popular (1993); Nuevas dimensiones de la seguridad humana (1994); La condición de los sexos y el desarrollo humano (1995); Crecimiento económico y desarrollo humano (1996); Pobreza y desarrollo humano (1997); Consumo para el desarrollo humano (1998). En cada Informe se divide a los países industrializados de los países en desarrollo, los cuales tienen, según el PNUD, diferentes tipos de problemas que son específicos e inherentes a su situación socioeconómica. No son los mismos los problemas que tiene Estados Unidos que los de Brasil o Bangladesh. De cualquier manera, analizando y com parando los problemas de cada país es posible establecer compa raciones, analogías y diferenciaciones que permitan construir una visión global de esos problemas. La brecha entre riqueza y pobreza constituye, en parte, una separación pero también una relación entre dos términos que están estrechamente relacionados. Imposible no relacionar la riqueza de algunos sectores sociales con la pobreza de los otros. Los países están ranqueados en función de su Índice de Desa rrollo Humano (IDH), que en la concepción del PNUD incluye, a diferencia de una visión puramente economicista del desarro llo, esperanza de vida, educación e ingreso. Esta noción del de sarrollo humano se puso en evidencia en la primera Cumbre Mundial de Desarrollo Social que se realizó en Copenhague, por iniciativa de las Naciones Unidas en 1995, donde se examinó una agenda centrada en: el abismo existente entre los países ricos y los
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pobres; las enormes diferencias en el interior de cada país yen la incapacidad del mercado para proporcionar por sí sólo un con trapeso a la exclusión, la marginación, la pobreza; la explosión de mercados ilegales -mercado de niños. prostitución, narcotrá fico, comercio de células y órganos humanos. En ese año el PNUD en Argentina afirmaba: "La agenda de la humanidad en este próximo amanecer secular no se agota en el dolor de las penu ria.s, el crimen organizado, el terrorismo y las privaciones, sino que reclama también la consideración del vértigo de la abun dancia. No sólo son las carencias las que mutilan el acceso de Jos hombres al disfrute pleno de la vida, sino que también la abun dancia que genera a la vez necesidad de la negación y del olvido de situaciones de real degradación de la persona.[ ... ] No se trata solamente de cuestiones vinculadas a la economía y a sus-fracasos [...] sino también, como hemos mencionado, de la realización de todas las personas incluso en el marco de la abundancia de bienes, de la pérdida del valor de la vida, de la violencia. el vacío y la in seguridad. Se trata también de la soledad y el egoísmo, del que branto de valores y de la creciente conciencia de estar construyendo sociedades en las que el progreso material acompaña sorprendente trata de mente crecientes barreras al desarrollo de las personas. recuperar-el humanismo del desarrollo" (informe Argentino sobre
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Desarrolln Humano, 1995). Estas consideraciones deben ser puestas en relación con la in formación concreta que suministra el PNUD. El "listado crítico" que construye (PNUD, 1998) conforma una agenda para todos los países. Esta incluye: Sinopsis e índice de la pobreza humana; Tendencias de desarrollo humano; Disparidades Sur-Norte; Ac ceso a la mujer en la educación; La mujer y la participación en la vida política y económica; Sinopsis de salud; Desequilibrios en la enseilanza; Sinopsis de población empleada; Acceso a la in formación ya las comunicaciones; Corrientes de ayuda; Tensión
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social y cambio social; Sinopsis de la vida política; Desequilibrios entre gasto militar y utilización de recursos; Corrientes fhJancie ras; Aumento de la urbanización; Sinopsis demográfica; Uso de energía; Sinopsis de degradación ambiental; Cuentas del ingreso nacional; Tendencias del rendimiento económico. Aunque lo señalado puede ser concebido como la simple des cripción de un listado, se 10 trata como agenda porque son temas que marcan una selección en función del objetivo del Informe, que es promover políticas para el desarrollo humano. Esto lo convierte en temas de agenda. Algunos indicadores aparecen en los países en desan-ollo pero no en los industrializados y viceversa, lo cual señala las diferentes agendas para uno y otro caso. Un ejemplo del primer caso son los cuadros de "Supervivencia y Desarrollo del niño" (mide la tasa de mortalidad de lactantes, la tasa de mortalidad de menores de 5 años, la tasa de mortalidad materna, etcétera) y "Seguri dad Alimentaria" (oferta calórica diaria per cápita, consumo de alimentos, etcétera). Los cuadros que sólo aparecen en los países industrializados son los de "Tensión social y Cambio so cial" -al que se aludió anteriormente- (mide la cantidad de presos, los homicidios, los delitos relacionados con drogas, vio laciones, lesiones y muertos provocados por accidentes de ruta, etcétera), "Desempleo" (cantidad de personas desempleadas, desempleo de hombres, mujeres, jóvenes, incidencia del de sempleo a largo plazo, trabajadores desalentados, trabajadores a jornada parcial involuntarios, gasto en subsidios de desempleo, etcétera) y "Gestión del medio ambiente" (principales zonas protegidas, desechos de combustible nuclear, generación de residuos peligrosos, etcétera). Se podría pensar que la distinción de los cuadros o índices que se midieron en los países en desarrollo y en los industrializa dos se debe a que cada conjunto tiene problemas específicos que
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son susceptibles de medición. (Incluso dentro de la "Sinopsis de salud", los índices no son los mismos. Para el caso de los países en desarrollo, por ejemplo, se mide el paludismo, y en el de los países industrializados, el consumo de alcohol per cápita.) Pero obviamente el "Desempleo" y los Índices referidos al cuadro de ''Tensión Social y Cambio Social" constituyen problemas muy graves también en los países en desarrollo. Pero el Infonne no aclara por qué hace esta distinción y no mide estas variables en los países en desarrollo, donde constituyen problemas particularmente graves. De cualquier manera, sus listados nos ponen ante una agenda contemporánea que no siempre es jerarquizada de la misma ma nera en los medios y que muchas veces se pone en escena a través de géneros no informativos.
Tercer Sector: filantropía, contrato social, y la institucionalización de los problemas críticos La creciente importancia del Tercer Sector -que hace que se lo considere base de un nuevo contrato sociaI 4:l- también señala la necesidad de establecer una tematización, que bien puede ser considerada como agenda. Por ejemplo, en Argentina, las ONG pri vilegian los siguientes temas: educación, mlyer, salud, organización
43. Según Riilin. una vez que se comprenda que la sociedad tiene tres sectores y no dos se dará la posibilidad de construir un nuevo con trato social. La responsabilidad de la vida cívica va a ser del sector no gubernamental y, según el autor, así se conslluirá el proceso de liberación. Afirma Rifkin que "en el siglo próximo los sectores público y privado . van ajugar un papel todavía más limitado en la vida del ser humano. El vacío de poder será ocupado tanto por una creciente subcultura al margen de la ley como por una mayor participación del Tercer Sector. ( ... ) Las organizaciones basadas en la comunidad actuarán cada vez más como árbitros y defensores del pueblo frente a las fuerzas mayores del gobier no yel mercado, como defensores y agentes a favor de l'efonl1a~ políticas y sociales. Las organizaciones del Tercer Sector asumirán probablemente
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barrial, empJeo-ingresos, juventud, medio ambiente-ecología, niñez, desarrollo rural, vivienda, La confianza que tienenJos ar gentinos en entidades de bien público sin fines de Jucro para la resolución de problemas sociales es cada vez mayor y sólo aparece superada por la Iglesia Católica, Según una encuesta de Galhtp, el 58% de Jos argentinos confia en las organizaciones del Tercer Sector y casi la mitad evalúa positivamente su contribución al bie nestar social (Tercer Sect(jT, año 4 N° 22, 1998). A nivel internacional, las ONG urbanas, tanto del Norte como del Sur, tienen como prioridad enfrentar el problema del creci miento del desempleo como consecuencia del aumento en la productividad y del desplazamiento tecnológico. Las ONG del Sur deben enfrentar, además, un problema muy serio: la intro ducción de la biotecnología en la agricultura, lo cual eliminaría las granjas abiertas y conduciría a un aumento muy grande de la masa de desocupados rurales (Rifkin, 1997), Las limitaciones y simplificaciones de esta generalización muestran los empobre cimi,entos que caracterizan a las visiones "globales", Lo interesante es que -según Rifkin- las ONG nacionales in tercambian información con organizaciones de distintos países, que se reúnen alrededor de objetivos comunes y se asocian para ser oídos por la comunidad internacional. "Si existe un aforismo compartido que pueda unir sus objetivos individuales, se podrá aplicar la conocida frase 'piensa globalmente y actúa localmente'. Las ONG, en la mayoría de las naciones, comparten una nueva visión que trasciende tanto las aspiraciones convencionales de la
la tarea de proporcionar cada vez más servicios básicos, a raíz de los re cortes de ayudas gubernamentales y asistencia a personas y vecindarios con necesidades", (Rifkín, 1996) Según. Mildos MarschaIl, "una de las funciones más importantes del conjunto de las ONG [, .. ] es ofrecer a la gente empleo ba'iado en la comurúdad" (citado por Rifkín, 1996). Estas hipótesis han sido fuertemente criticadas (por ejemplo, Castells, 1997)
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economía de mercado, como la estrecha ideología de la geopolí tica y el nacionalismo" (Rifkin, 1997). La desigualdad de recursos hace que la interdependencia de las ONG se dé también a nivel económico -la mayor parte de los recursos financieros destinados al Tercer Sector en los países en vías de desarrollo procede direc tamente de las ONG que funcionan en los países industrializados. Entre 1970 y 1990, las ONG del Norte incrementaron la ayuda a, las del Sur de 1.000 a 5.000 millones de dólares. Esta tendencia, según Rifkin, aumentará a medida de que el Tercer Sector sea más estable. De cualquier manera, lo que queda flotando en el Tercer Sector, al margen de que el término incluye un variadísimo con junto de instituciones -de aquellos que acompallan o surgen de un movimiento social a los que son digitados por el Banco Mundial es si este desplazamiento de las empresas y el Estado ~o terminará generando un amplio sector filantrópico dividido entre beneficia rios y benefactores como las viejas órdenes religiosas medievales. y por otra parte, si no termina siendo un dispositivo que en vez de solucionar los problemas globales los institucionaliza. Mien tras el PNUD se dirige a y está conformado por los Estados, las ONG, en términos generales, autonomizan los problemas sociales y dejan su solución en manos privadas "globales" que actúan, en general, más con una función de asistencia y control que como agentes de modificaciones estmcturales y políticas.
Las agendas de los medios globales Si en el caso del PNUD, los datos que maneja son, en cierto modo, los datos de la "realidad" proporcionados por los gobiernos de los diferentes países, sin intermediarios mediáticos y el Tercer Sector toma cada uno de esos problemas y les da autonomía y los institucionaliza, la mediación que construyen los medios de
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comunicación globales como la CNN (Cable Network News) es de otro orden. Esta diferencia se debe. no sólo a la mediatiz~ción de los problemas globales sino también a lo que puntualizamos con respecto a la lógica de la noticiabilidad y el newsmaking. La CNN Internacional+! es la primera cadena de noticias en la historia de la información televisiva que produce, de modo sistemático y como parte de una estrategia comunicativa, las "no ticias gWhales' (Semprini, 1994; Salerno, 1994/5). Su expansión fue abrupta: en 1987, 160.000 casas recibían la CNN Internacional y en 1994, esta cifra ascendió a 78.490.000 (Semprini, 1994). Este tipo de noticias, que presuponen y están pensadas para un público "mundial", interesado en los problemas que suceden en el mundo, están construidas sobre la base de un supuesto "punto de vista" o "sentido común" universal. Pero esto último es una utopía. Las diferencias en los "sentidos comunes" de las distintas culturas siguen existiendo. Lasnoticias de la CNN, por lo tanto, como la de los informativos nacionales, tienen un punto de vista particu lar,l?asado en una determinada política editorial, y la lectura que se hace de ellas está influida por determinado contexto histórico-cul tural, como lo analizamos en el caso de Diesely de la publicidad de las "lenguas" de Benetton. Desde el punto de vista de la recepción,
son interesantes los análisis como los que aparecen, por ejemplo,
en el libro News oft/¡e World aensen, 1998). Ahí se estudia, a través
de una perspectiva comparativa, la recepción de las noticias de
medios nacionales en siete países, diferentes en su grado de de
sarrollo, en determinado período. Los estudios "cross-culturales" de
44. La red originaria de la CNN es la hoy denominada CNNDomestic y su programación está dirigida al público estadounidense. La CNN Intemational está pensada para una audiencia mundial. Por último, la CNN Headline News, cuya audiencia es norteamericana, constituye un palimpsesto, Con segmentos de in[oonación extremadamente breves y repetidos en el mismo horario (Semprini, 1994).
este tipo son fundamentales para entender cómo la comunicación traspasa las fronteras nacionales y también cómo las audiencias decodifican las noticias desde marcos políticos, económicos y cul turales específicos, que construyen sentidos diferentes. Otro ejemplo de esto es lo que sucedió con el caso de la serie televisiva estadounidense Dalias (Katz, Elihu y Tamar, Liebes, 1992) y su de mostración de las interpretaciones diferenciales en diversas culturas. Estos estudios plantean diversas dudas sobre la "globalidad" de las noticias. O el estado precario en que se encuentra el desa rrollo de la infonnación global, construida sobre un montaje casi aleatorio de clips de noticias globales, aun en aquellos casos que permite más formalización, como en el del CD-ROM de la CNN (CNN NewsTOom Global View, 1994). Aunque se realizó en 1994, puede servir para ver qué agenda construye la cadena norteame ricana "líder en las noticias mundiales" ~5. La clasificación de los temas que se constmye en el CD-ROM está centrada en seis áreas y su característica principal es que pone en escena la narrativización de las secciones convencionales de los informativos o periódicos. En esta primera clasificación se tiende a poner títulos que son globales o muy amplios: "mundo pequeiio"; "paz agitada"; "co lapso del comunismo"; "políticas africanas y pobreza"; "culturas en conflicto" y "problemas de la Tierra". Pero, luego, cada uno de esos ítems tiene subdivisiones: el "mundo pequeiio" se desagrega en 'corrientes comerciales', 'unidad europea', 'jlacific powerllOuse: y 'aldea global'; "paz agitada" se divide en 'Nuevo Orden mundial'; '¿la, UN al rescate?', 'los derechos humanos', y 'el desanne'; el "colapso del comunismo", en 'Europa Oriental mira al mundo occidental', 'Mihail Gorvachev & URSS', 'la Unión Soviética en fonnación', 'la reunificación alemana', y 'la ruina económica'; "políticas africanas y pobreza" se divide en 'políticas del hambre', 45. Slogan de CNN International.
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'causas militares" y 'el hambre que duele'; "Culturas en conflicto", en 'el conflicto árabe-israelí', 'los factores causales', 'las '?ittallas amenazantes', y 'los Balcanes'; y los "problemas de la Tierra", en 'desde el Norte hacia el Sur', 'los problemas de desarrollo', y 'el legado mortal'. Es evidente que esta clasificación se construyó en un momento de efervescencia debido al fin de la Guerra Fria y al arranque de una nueva etapa histórica, lo cual permitió enfatizar en el CD-ROM el triunfo de Estados Unidos. Pero, lo interesante, más allá de eso, es que esta clasificación que se presenta como global en el título del cd-rom (CNN Nervs room Global View) sólo ubica, por ejemplo, a la pobreza en África, como si fuera un problema exclusivo de ese continente y al subde sarrollo en "problemas de la Tierra" como si los países del Tercer Mundo fueran los responsables del daño ambiental y sin tener en cuenta que estos problemas son ocasionados, en su mayor parte, por las empresas de los países centrales. Técnicas de comunica ción y edición que no son objetivas y que se cargan de ideología. Un proyecto como el de la CNN podria ser pensado como el portavoz idóneo de la globalización, cuya tentativa sería la unión de todos los puntos del planeta, ofreciendo información sobre lo que sucede en lugares remotos en tiempo real. Su objetivo implíci to es la tendencia homogeneizante, la anulación y simplificación de las diferencias culturales. Las noticias que construye sacrifican la cobertura independiente y critica de las noticias, que se convierten en una "única 'commodity' homogénea divorciada de la realidad política, de los asuntos sociales" (Sreberny-Mohammadi, 1995). No es necesario, como ya se analizó, ejemplificar lo limitada que re sulta la promesa de las utopías comunicacionales de integración mundial a través de los medios de comunicación. La informa ción mundializada, entonces, no representa la emergencia de un punto de vista diverso, pero homogéneo y universal, sino más bien la tentativa de "hacer adquirir generalidad a un punto de
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vista singular" (Semprini, 1994). Es decir, las noticias de la Cl\W International que son noticias "a la americana" -más allá de la pre sencia de reporteros de distintos países del mundo-- están entre tejidas en el imaginario social norteamericano, pero pretenden extenderse por todo el planeta con una supuesta mirada destern torializada. Esta es la base del proyecto hegemónico de la CNN (Semprini, 1994).
Agendas políticas, socioculturales y económicas Los avances que se están mostrando de los sistemas de razo namiento sobre las agendas globales y que implican diversas es trategias de comunicación social, abarcan también el campo de la acción política y de su relación con las ciencias sociales. Las tipificaciones de los problemas o "grandes relatos" globales, de la agenda global, que, en parte, se vio al tratar los "índices de su frimiento" y de "privación humana", empiezan a fonuar también parte del discurso de los políticos y de diversos actores sociales, co mo lo señalábamos con el discurso de Tony Blair. Uno de los teóri cos sociales en el cual se apoya Blair es el sociólogo Antony Giddens (1998a y 1998b). Este último sostiene que es necesario desarrollar una agen~a para generar políticas sociales democráticas y, para ello, hay que dar una serie de respuestas provisionales a cinco grandes dilemas: la globalización (¿qué es exactamente y qué implicaciones tiene?); el individualismo (¿en qué sentido -si es que los hay- las modernas sociedades se están volviendo más individualistas?); la iz quierda y la derecha (¿por qué decimos que ya no tienen más senti do?); la agencia política (¿está la política cambiando los mecanismos ortodoxos de la democracia?); los problemas ecológicos (¿cómo deberíamos integrarlos a las políticas sociales democráticas?). El objetivo de la propuesta de esta corriente política denomi nada la "tercera vía" es ayudar a los ciudadanos a resolver las
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transfonnaciones que la globalización produce en la vida personal y nuestra relación con la naturaleza. Si Tony Blair proponq. temas concretos a resolver, el punto de vista de Giddens, más teórico, está referido al subsuelo epistemológico de la agenda del político. Ambos son discutibles, pero no es nuestro objetivo ingresar en las hipótesis sobre si este vuelco hacia la visión de los problemas glo bales es un cliché, como lo calificó TonyJudt en TIU! New York Times (Clarín, 199B), una coartada o una estrategia gatopardista del ca pitalismo después de las políticas del new múerdel tacherismo y el reaganismo y de los resultados nefastos del neoliberalismo cuya crisis comenzamos aobservar. O una moda. Sugestivamente News week tituló a la entrevista que le hizo a Giddens, "Third ways the chann" (NewslVeek, 199B). Lo que nos interesa es señalar cómo in gresa en la política un listado que podemos considerar una de las tantas fonnas en que se enuncia la agenda global. El concepto de agenda global proviene de diversas genealogías. Aquí estamos, fundamentalmente, ante visiones de las agendas sociopolíticas. Sus construcciones son en general tradicionales, pero al mismo tiempo actuales. Un buen ejemplo, ya no relacionado con la "tercera vía" es el libro Issues in world politics de White, Litde y Smith (1997). Los ítems que configuran la agenda de este libro son: Estado; Comercio, Moneda y Mercados; Regiones y Regionalismo; Desa rrollo y Desigualdad; Annamentos y Control Annamentista; Esta blecimiento de la paz e Intervención Humanitaria; Nacionalismos y Conflictos Etnicos; Fundamentalismo Islámico y Política del Is lam; Migraciones y Refugiados; Medio Ambiente y Recursos Na turales. Como vemos, estamos ante temas sociopolíticos duros que son actuales, pero que tienen una fuerte carga histórica, diacrónica. O que, y esto es una característica fundamental de la cultura contemporánea, surgen de manera explosiva referidos a conflictos y propuestas realmente nuevas o históricamente le janas. Por algo uno de los lugares comunes de la ciencia ficción
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es la vuelta o el resurgimiento de antiguas etapas históricas. Lo importante es preguntarse qué lugar ocupan en la cultura del ciudadano esta serie de temas que se han ido describiendo con las diferentes agendas, cómo son jerarquizados y vistos desde su punto de vista sociocultural y geográfico y cómo, en la medida en que determinan la vida cotidiana, aunque no convivan direc tamente con ellos, son transmitidos. Si esto nos lleva a preguntamos retóricamente sobre los niveles de noticiabilidad, dramaticidad, narratividad que tienen estos temas, como parecería exigir la estética contemporánea de la agenda global, es imposible des conectar todo lo puntualizado del surgimiento de las agendas culturales globales, centradas no sólo en el análisis de las infraes tructuras tecnológicas sino también en problemas que, en ténninos generales, podríamos ubicar en el terreno de las consecuencias del actual sistema económico. La importancia que tiene lo so ciocultural y su lugar en la agenda global está claro en el World Culture Repon (WCR, 1998), cuyas partes -cultura y desarrollo económico, proceso sociocultural global, creatividad, mercados y políticas culturales, opinión pública y ética global- incluyen temas como el crecimiento de las megaciudades, los derechos de las po blaciones indígenas, políticas culhtrales en un contexto globaliza do, etcétera, y se le da una especial importancia al crecimiento de las interrelaciones culturales y los desafíos que esto implica dadas sus secuelas de discriminación, diferenciación violenta, racismo, 4ú reivindicaciones multiculturalistas exacerbadas, etcétera. La agenda que construye.el WCR (1998) está dedicada a es tudiar y a jerarquizar la importancia de ciertas problemáticas en índices que podemos clasificar como estándar: analfabetismo, ad hesión a convenios internacionales, consumo de papel, de libros 46. Parte de este análisis fue publicado parcialmente en Clarín (Ford, AníbaI; Contreras, Silvana y Vinelli, Carolina, 1998).
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y diarios, equipamientos electrónicos -aparatos de televisión, de radio, computadoras, cable, fax, teléfonos- consumo de bi~es y productos culturales, fiestas y días feriados, tUlismo, etcétera. Tam bién el WCR pone en escena la necesidad de avanzar sobre un territorio complejo y se plantea incluir en el futuro otros Índices que den cuenta de una "formidable lista de omisiones culturales", referidos a la calidad de vida concreta de los ciudadanos del mundo y sus diversos países. Y enumera a algunos de ellos: discriminación cultural, derechos de y apoyo a las minorias culturales, precios cul turales, industrias culturales y fuerza de trabajo cultural, impuestos en bienes y servicios culturales, usos del tiempo libre, etcétera Sí incluye una serie de nuevos índices que miden o dan cuenta, por ejemplo, de los grados de intolerancia hacia las personas de distintas razas, inmigrantes, enfermos de sida, homosexuales; el grado de satisfacción de la gente con respecto a la democracia, a su vida personal y familiar, a la situación financiera; la confianza en la gente; las opiniones acerca del matrimonio y el divorcio; la adscripción a los tratados sobre derechos humanos; el grado de interés en la política; la identificación de la población con el barrio, la provincia y el país; etcétera. Índices que, como el de "sufrimiento humano" y "debilitamiento de la trama social" aparecido en el PNUD de 1996, dan cuenta de las formas en que la humanidad sufre o piensa este nuevo orden mundial. El WCR (1998) tiene las características, como lo señalamos, de una mirada en construcción sobre el mundo debido a que faltan datos sobre muchos aspectos y países (problemas de disponibili dad y fiabilidad o de occidentalidad en quienes lo diseilan), ya la novedad de este tipo de enfoque que incluye desde propuestas de proyectos políticos y culturales pensados regionalmente hasta prospectivas sobre uno de los problemas contemporáneos más críticos: el crecimiento de las megaciudades. Estamos lejos de las agendas económicas que dividen, según
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Sklair, los problemas por criterios basados en el ingreso/renta, el comercio y los recursos (Sklair, 1995). Uno de los ejemplos del primer tipo es la agenda que establece el Banco Mundial, que ordena a los países según el ingreso per cápita. Las clasificaciones basadas en el comercio exterior miden la cantidad, valor y tipo de bienes y servicios exportados e importados por las naciones. En cuanto a la clasificación basada en los recursos, ésta sirve para medir el grado de autosuficiencia o de dependencia de cada país para su aprovisionamiento. Este tipo de clasificación incluye temas menos dramatizables y notidables. Estas clasificaciones ofrecen mucha información y son útiles a los propósitos teóricos y prácticos, pero pueden llevar a confu siones conceptuales. Es por esto que resulta importante determinar qué supuestos subyacen detrás de ellas. Sklair sostiene que: "Las grandes diferencias entre los países del primero, segundo y tercer mundo en términos de ingreso, población, comercio exterior, re cursos, calidad de vida y bloques podrían llevarnos a concluir que el sistema global o no existe o es tan complejo que no es posible conceptualizarlo. Esta es -continúa- precisamente la limitación de los enfoques cenU<ldos en el Estado y la razón por la cual todos los análisis que empiezan y terminan con Estados-Naciones en frentan g:ry¡ndes dificultades para formular explicaciones acerca de qué está pasando en el sistema global" (Sklair, 1995). La po breza es un problema tanto del primer mundo como del tercero. Por supuesto que en el Tercer Mundo hay mucha más gente po bre que en el primero pero, s«:gún la autora, esto se debe más a una cuestión de "localización de clase" a nivel transnacional y no tanto a una localización geográfica. Esto es cierto, pero no se contradice con la visión por países puesto que como ya se sei'ialó, muchos aspectos de la cOllstmcción económico social siguen siendo producidos por los países o por la relación entre los países. Además, la comparación entre países en la forma en que lo hace
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el PNUD pennite pasar a las explicaciones estructurales del sistema mundial. Por otra parte, si bien en lo económico o en las pqlíticas económicas están las causas de los deterioros que se analizaron en otros índices y problemas socioculturales concretos, son estos últimos los que nos penniten ir hacia las causas cuando la infor mación sociocultural no es distorsionada, como se ejemplificó al principio. En una etapa en la cual las estructuras de poder se opa can, la infonnación sociocultural es una vía a través de la cual la ciudadanía palpa esas estructuras a falta de canales infonnativos más claros y frontales.
Segundo cierre El tema de las agendas globales plantea no solamente los proble mas de su clasificación, elección y jerarquización sino que además influyen sobre las mediaciones que atraviesan el contacto de la ciudadanía con los problemas globales. Está claro que una cosa es el hambre y otra el discurso sobre el hambre (véase en el capí tulo 5 "La honda de David") pero es también cierto que no toda nuestra acción social se mueve a partir de lo específicamente in
formativo y o experiencial ni de sus mediaciones específicas, sino
que son cada vez más penetrados por otro tipo de discursos. Por
eso, intentamos, en este capítulo, reparar tanto en los cambios
que se producen en la fonnación del ciudadano, el nuevo conjun
to de saberes y de agenda que debe dominar como con las fonnas
cnque estos sc le presentan. En el caso de este capítulo, 110S interesa cerrar ubicando esta última parte del ingreso en agendas y listados de los problemas contemporáneos en relación con: 1) los cambios que se producen en la fonnación del ciudadano, el nuevo COl'Ytmto de saberes que debe dominar; 2) y con las fonnas caóticas y críticas en que se pone en contacto con estos saberes analizados en la primera
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parte de este capítulo. Esto implica, desde el punto de vista metodológico y teórico criterios especiales que tengan en cuenta que la autonomía de prácticas y discursos que definió la modernidad está en crisis. Pero esto no implica la inexistencia de macrorrelatos ni de nuevas se ries que articulan la cultura contemporánea como la serie ya mencionada respecto del trabajo, la familia, la calidad de vida, la relación con lo político, la incertidumbre, etcétera. Pero también fonnan parte de estos temas las maneras en que se comunican y se procesan la infonnación y la comunicación, como es el caso del infoentretenimiento o de la fusión entre comercialización, audiencias, salud y seguridad en los dispositivos de la sociedad del control y la vigilancia y sus megarchivos. Series que también son Ítems de la agenda global como lo es el de la creciente brecha info comunicacional que ha retomado y ampliado las viejas reivindi caciones del NOMIC (Nuevo Orden Mundial de la Información y la Comunicación) n y que trataremos en los otros capítulos. Pero, lo básico en este capítulo es comenzar a razonar el cre cimiento de, junto a la globalización, diversas fonnas de agenda global que se cruzan o interfieren en las agendas nacionales o re gionales poniendo en pugna clasificaciones, jerarquizaciones, puntos de. vista desde "emisores" mediáticos, institucionales, académicos, etcétera Ycómo todos los ítems que se vieron en las diferentes fuentes analizadas provocan cambios en los sistemas comunicacionales, amplían su espectro, tocan sus articulaciones y retóricas, hacen un uso corr~cto o espurio de la información para el ciudadano. En síntesis, cómo la globalización toca la estruc tura interna de las diversas formas comunicacionales y culturales a través de las cuales la sociedad constmye sentido. 47. El NOMIC no fue totalmente desplazado. Continúa vigente en las discusiones sobre las desigualdades infocomunicacionales que trata mos en el capítulo 3.
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CAPÍTULO 2
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O LA CULTURA DEL
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INFOENTRETENIMIENTO
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World Bank: World Development Indicators 1997. Washington: The Inter
national Bank for Reconstruction, and Development, World Bank.
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Mickey y la lámpara votiva* En todos los negocios de Disney en los Estados Unidos se ex pone, en grandes cantidades, un muñequito -chico, mediano, grande- que es nada menos que la Estatua de la Libertad con la cara y el cuerpo del Ratón Mickey. La mezcla de la democracia con los cartoons y de la ciudadanía y la política con la diversión, el juego y las narraciones. Curioso homenaje post-mortem a la liber tad de quien -si no hubiese fallado el congelamiento- hubiera podido ver cómo lo reivindican los neonazis y los skinheads, así co rno a Henry Ford y a Charles Lindberg, en los documentos y ma nuales nazis que frecuentemente transitan Internet como, por ejemplo, <:1 NatWnal Socialism Primer, emitido en Canadá J. Pero volvamos a Mickey y su lámpara votiva. Pocas ~mágenes como esa parecen condensar tan bien y con tanta simpleza el nacimiento de uno de los fenómenos más críticos, discutidos y estructurales de esta época: la sociocultura del infoentretel1i miento (infotainment). . B.yo este rubro, bajo este cóctel de infonnación y entreteni miento, de temas pesados e intrascendentes, banales, escandalosos o macabros, de argumentación y de narración, de tragedias sociales
* Parte de este artículo fue publicado en Ford, 1997b. 1. Ver capítulo 5.
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comunicadas en tiempo de swingo de clip o narradas como pelí culas de acción, se podría ubicar y explicar el escandaloso ~enti metraje y secundaje dado al clan Samantha/Coppola/Viale 2 o a la candidatura de Scioli como diputado3, a la cultura de "ricos y famosos" y a los chismes de "celebridades" (celebrity grJssip en el pe riodismo inglés, uno de los líderes del amarillismo). O la posibilidad de que el asesinato de José Luis Cabezas 4 u otros temas duros su cumban a las lógicas de la noticia commodity. También, obviamente, la política en clave de chismografia o de reportajes humorísticos. Es conocido el caso de una concurrente a un famoso programa norteamericano, el talk shollJ de Phil Donahue, quien -ante la insistencia de este periodista en hacerle preguntas personales e íntimas a Clinton- le dijo que se dejara de molestar y le pre guntara sobre sus proyectos para activar la educación y el em pleo (Rosen, 1994). Además, la tendencia a la serialización de la noticia y su transformación en narración (relatos por entregas que examinan, por ejemplo, casos policiales) ha entrado en dia rios como The Boston G/obe y The Washington Post. Y es un gran éxito comercial. "En diciembre la venerable Associated Press, cuna de las sintéticas noticias de 700 palabras, ofrecía a sus clien tes relatos seriales de cinco partes" (Barringer, 1999). 2. Escándalo ocurrido en la Argentina entre acusados de narcotrá fico, propietarios de discotecas y redes de prostitución, que dio una vuelta de tuerca al reality show y al ta/Jr. ShOlU, consolidando la trash Tv. 3. Se trata de una estrategia muy utilizada por Menem: llevar a un de portista o a un cantante de bailantas con muy b.ya cultura política a altos cargos electivos. En este caso, a Daniel Sciolí -campeón mundial de off-s hore- como primer candidato a diputado por la ciudad de Buenos Aires. 4. Fotógrafo de la revista Noticias, asesinado el 25-1-97 en el balnea rio de Pinamar, lugar de veraneo de alto nivel económico donde se reú nen políticos y gente del espectáculo. Con motivo de este crimen, los medios periodísticos pusieron en evidencia complejas tramas entre la policía, la política, lajusticia con centro en el empresario Alfredo Ya brán, quien habría acumulado un oscuro poder durante el gobierno de Menem y sobre cuyo posterior suicidio se tejieron diversas conjeturas.
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Según algunos analistas, la tendencia a la serialización es re sultado del poco tiempo que los lectores dicen tener para leer el diario. Aquellos que se oponen a esta narrativización de las noticias se preguntan si no son, en realidad, entretenimiento enmascarado como noticia. En principio, al menos, lo que se podría pensa~ es que "los relatos seriales, con su visión abarcadora de los hechos y su énfasis en las emociones, informan a los lectores de una ma nera muy diferente" (Barringer, 1999). Pero el asunto es más complejo, ya que el infoentretenimien to -así como su enorme peso distorsionador en la democracia, en la cultura, en la organización social- está Íntimamente entre lazado con: -la uniformización de las infraestntcturas técnicas y de los suportes de la información y la comunicación (cable coaxil, satélites, fibra óptica, etcétera) -el avance y la sinergia de los conglomerados multimedia, de las fusiones, de las mergers -en la jerga de estos temas- sobre todo entre empresas de información y empresas de entretenimiento; -el crecimiento educativo y referencial, pero también histérico o maníaco del software interactivo. -la escalada financiera que apoya o nutre su giro diario de dos billones de dólares en la informática y la telemática; -la ola desreguladora y el achicamiento del Estado que arran cara con el New Orderde Reagan y Thatcher, quienes -según Bar brook- "adoptaron las últimas técnicas de marketing para crear acrobacias publicitarias y efectos de sonido para los noticieros de la tarde"5, Esto no es ajeno a lo que señala Elíseo Verón (1996): "El problema es que los que iniciaron a los políticos en los secre tos de la comunicación fueron, en su mayoría, publicitarios; los 'SO fueron los años del marketing político". 5. Richard Barbrook. Media Freedom: ¡mm Gutenbel'g fo Cybersp(lce. Publicado en la home-page del autor.
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50 principales empresas internacionales de entretenimiento (según facturación 1996-97) Todos estos fenómenos son causa y consecuencia del creci miento de la industria de la comunicación, la información. y la cultura como sector económico. Por eso es importante conocer los movimientos económicos de las empresas top de información y entretenimiento en el mundo. Cuando Variety compiló esta lista observó que la "merger manía" y las propiedades cmzadas ha bían dado como resultado una compleja red de interrelaciones "como para marear a cualquiera" (Peers, 1997). En pocas palabras, el mercado mediático global está dominado por 9 o 10 corporaciones transnacionales que rankean entre las principales firmas del mundo y que concentran el 55% de los in gresos del total de la tabla: Time Warner, Disney, Bertelsmann, Viacom, News Corporation, Sony, Havas, Tele-Communications lnc., Seagram (dueña de Universal Studios). El mercado mediá tico global se completa con una segunda fila de 3 o 4 docenas de firmas nacionales o regionales. Alrededor de la mitad de esta se gunda fila de firmas son de los Estados Unidos; la mayor parte de las restantes son de Europa Occidental yJapón. En conjunto es tas 50 o 60 firmas controlan la mayor parte de los medios del mundo: publicación de libros, publicación de revistas, grabación de música, producción para televisión, propiedad de canales de aire y de cable, sistemas de televisión satelital, producción de films, publicación de diarios. Robert McChesney (1998) llama "la santísima trinidad del sis tema mediático global" a las tres corporaciones mediáLicas globales más importantes: Time Warner, Disney y News Corporation. Como señala el autor, son "imperios globales" construidos principal mente en los 90 y lejos de completarse aún fi • 6. Este proceso de fusiones acaba de dar un salto cualitativo con la compra en 31.800 millones de dólares, después de una larga negociación, de TCI, la segunda operadora de televisión de cable en ese país, por AT&T, la principal compañía de teléfonos de los Estados U nidos (Clarín, 1999).
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Puesto Empresa
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11
12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31 32 33 34 35 36 37 38 39 40 41 42 43 44 45 46 47 48 49 50
TimeWamer WaltDisney Bertelsmann Viacom. News Corp. Sony Entertainment (div. de Sony Corp.) Havas Tele-CommlUlications Inc. Uni\'ersal Studios Granada Group EMI Group Polygram NBC (div. de General Elecu'ic) US West Cox Enterprises Gannetl CBS (div. de Westinghouse) Comcast Kirch Group Pearson Rank Group United News & Media CLT-Ufa Organiza~oes Globo (div. de Globo) Carlton Fuji TV Tribune Co. Nippon TV Tokyo Broadcasting System Canal Plus Rogers.Comlllunications Mediaset British Sky Broadcasting Asahi TFI Toho Kinne\'ik GrupoCla.in Cablevision S)'slems C'.orp. Compagnie Generale des Eaux Grupo Televisa Egmont Group Publishing & Broadcasting Ltd. Pro 7TV AMC Entertainment United Artists Theatre Circuit King World Le Groupe Videotron Grupo Cisne ros Cineplex Odeon
J. f..timada.
Fuenle: Vm;'(y.2;;'31 de agn.tn de Hl!I7.
Casa central
Facturación (miles de millones de U$S)
Nueva York Burbank Gueterslh, Alemania Nueva York Sydney / Nueva York/ Los Angeles Tokyo / Los Angeles
20,925 18,730 12,300 12,080 11,216 8,400
París Englewood, Colorado Los Angeles Londres Londres Países Bajos / Londres Nueva York Denver Allanta Arlington, Virginia Nueva York Philadelphia Ismaning, Alemania Londres Londres Londres Luxemburgo Río deJaneiro
8,200 8,022 6,514 6,450 5,729 5,453 5,200 4,6(i() 4,600 4,400 4,145 4,030 4,000' 3,694 3,515 3,240 3,000' 2,900
Londres Tokyo Chicago Tokyo Tokyo París Toronlo Milán Londres Tokyo París Tokyo Estocolmo Buenos Aires Woodbury, N.Y. París México D.F. Dinamarca Sydney Unterfoehring, Alemania Kansas City Englewood, Colorado Nueva York Montreal G.1racas Toronto
2,840 2,690 2,400 2,300 2,196 1,970 1,800 1,750 1,704 1,670 1,640 1,540 1,500 1,400 1,300 1,200 1,151 1,000 0,987 0,966 0.750 0,678 0,633 0,618 0.518 0,510
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Es difícil hacerse una idea de la magnitud de los holdings sin ejemplificar. Por esto, damos a continuación un punteo 1ie las principales propiedades de Time-Warner, Disney-ABC y News Corporation (Murdoch) hacia abril de 1998. Entre los tres repre sentan el 24.3% de los ingresos de las 50 empresas top' (el 50% se concentra en 9 empresas, ver cuadro 1). Propiedades de Time Warner: -interés mayoritario en la U.S. WB Television Network; -el mayor operador de cable de Estados Unidos, controla 22 de 100 de los más grandes mercados; -poder de control en los canales de 1V de cable CNN, Head line News, CNNfn, CNN International, TNT, TBS, Turner Classic Movies, CNNSI, The Cartoon Network, Court 1V, HBO, HBO In ternational, Cinemax¡ -intereses parciales en canal de 1V por cable Comedy Central; -intereses minoritarios en el servicio de televisión satelital norteamericano PrimeStar¡ -los estudios de filmación Warner Brothers, uno de la media docena de estudios que dominan el mercado global; -los estudios de producción televisiva Warner Brothers, una de las compañías de producción de shows para televisión más grandes del mundo; -estudios de filmación New Line; -el grupo más importante de publicación de revistas de los Estados Unidos, incluye Time, People, Sports lllustrated y Fortune; -el grupo Warner Music, una de las seis firmas que dominan la industria global de la grabación de música; -es el segundo más grande editor mundial de libros, con el 42% de ventas fuera de los Estados Unidos;
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-150 tiendas de Warner Bros. Al por menor; -la cadena de parques temáticos Six Flags; -los equipos deportivos profesionales Adanta Hawks y Atlanta Braves; -los estudios de animación Hanna-Barbera¡ -10 por ciento en el servicio de 1V digital France's Canalsatellite. -una de las más grandes compañías propietarias de cines del mundo, con alrededor de 1000 pantallas, todas fueras de Esta dos Unidos. -23% del paquete de Atari -14% de las acciones de Hasbro -intereses minoritarios en las siguientes joint ventures de ra diodifusión no estadounidenses: Germany's N-1V, New Zealand's Sky Network Television, European Music Channel VIVA, y Asían Music Channel Classic V. Propiedades de Disney: -la cadena de televisión y radio norteamericana ABC; -10 estaciones estadounidenses de 1Vy 21 de radio; -los canales de televisión por cable norteamericanos y globales Disney Channel. ESPN, ESPN2, ESPNews, ESPN lnternational, e intereses importantes en Lifetime, A&E y History Channels; -intereses en Americast, una 1V interactiva en joint venture con varias compañías telefónicas de Estados Unidos; -los estudios de filmación Miramax y Walt Disney Pictures; -producción y distribución de 1V a través de Buena Vista; -edición de revistas a trav~s de sus subsidiarias Fairchild y Chilton; -grabación de música, incluye las etiquetas Hollywood, Mam
7. Los datos provienen de diversas fuentes, entre ellas, las síntesis de Chesney (1998).
moth y Walt Disney; -los parques temáticos y resorts más grandes del mundo, in cluye Disneylandia, Disney World y una apuesta en EuroDisney; -línea de crucero Disney;
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-DisneyQuest, cadena de tiendas de juegos Arcade de alta ... tecnología; -control de Anaheim Mighty Ducks y Anaheim Angels, equipos deportivos estadounidenses; -590 tiendas de Disney en todo el mundo. -50% de intereses en Super RTL, una joint venture con Bertelsmann; -20-33% de intereses en las siguientes compañías de medios comerciales: Eurosport TV network, la Spanish Tesauro SA, la German Terrestrial Channel RTL2, el German cable TV Channel TM3, y Scandinavian Broadcasting Systems SA; la Brazilian TVA, una compañía de TV paga. Propiedades de News Corp.: -la cadena de televisión estadounidense Fox; 22 estaciones de televisión estadounidenses que cubren el 40% de la población de dicho país; -Fox News Channel, una cadena de televisión norteamericana e internacional; -50% de intereses en los canales de TV fx, fXM, Fox Sports Net, Fox Kids Worldwide, Family Channel; -estudio de filmación 20th Century Fox; -Twentieth Television, grupo de producción y distribución de TV estadounidense e internacional; -alrededor de 130 diarios, incluyendo el Times (ofLondon) y el New York Post, -25 revistas, incluida TV Guide; -publicación de libros, incluida Harper-Collins; -el equipo de béisbol profesional Los Angeles Dodgers; -control en el servicio de TV satelital British Sky Broadcasting (BSkyB); -muchos canales Sky TV distribuidos por toda Gran Bretaña y partes de Europa, incluye Sky News;
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-los canales de TV latinoamericanos El Canal Fox y Fox Sport Noticias; -intereses parciales en el servicio de TV satelital para América Latina Latín Sky Broadcasting,joint venture con Televisa y Globo; -80% del paquete en New Zealand's Natural History Unit, líder mundial en la producción de documentales sobre la naturaleza y la vida silvestre; -Heritage Media, compañía líder en EE.UU. en marketing di recto, con ingresos en 1996 de alrededor de $500 millones; -30% de acciones (sin voto) en Primestar, TV satelital estadou nidense enjoint venture con las principales compañías de cable; -servicio de TV satelital Asian Star TV; -canales de TV pan-asiáticos: ESPN y Star Sports (4 canales asiáticos), Channel V Music Channel (con 4 canales asiáticos) joint venture con las principales compailías discográficas, Star World, Star Plus, Star Movies (9 canales asiáticos); -50% en los canales de TV indios Zee TV, El TV Y Zee Cinema; -intereses parciales en la compañía india de TV por cable Siti Cable; -intereses parciales en la joint venture de TV indonesia para Indovision y el canal Film Indonesia; -intereses parciales con Sony, Fltii TV Y Softbank, en el sistema de TV satelital japonés: Japan Sky Broadcasting; -Star Chinese Channel, radiodifusión en Taiwan; -45% del paquete en Phoenix Chinese Channel, servicio de TV satelital para China; -intereses parciales en Golden Mainland Productions, joint venture para televisión con Taiwan Sports Development; -canales de TV australianos FoxTeI; -intereses parciales en ChinaByte, web site enjoint venture con China's People's Daily;
-India Sky Broadcasting, servicio de TV satelital.
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"Más socios y joint-ventures" La desregulación, como es sabido, afectó a todas las i:L1Stitu ciones de la modernidad. Sin la desregulación de Thatcher de los controles sanitarios no habría existido la vaca loca, dicen algunos. Ni cólera, ni tuberculosis, ni rabia, se podría decir en la Argenti na. Porque estos fenómenos no se explican sólo con el supuesto agotamiento del poder de los antibióticos. Pero también, sin la desreguIación, no se hubiese dado esta hegemonía del infoentre tenimiento, de clivaje hacia la desinformación y el menosprecio del ciudadano, que hace que ya se hable de "postperiodismo" (Altheide y Snow, 1991) o que se deba discutir o resignificar el sentido primigenio del concepto de libertad de expresión. La palabra "ciudadano" ha ido perdiendo espacio en la noticia o enloque los teóricos denominan newsmakíng. Esto está claro no sólo si analizamos los enunciados sino también los enunciata rios de la información, construidos más como consumidores que como ciudadanos. Con humor e ironía, Susan Douglas, profesora de medios y estudios (norte)americanos del Hampshire College describe al ínfotainment de la siguiente manera: 1. género húustamente di famado de programas de televisión, consistente en la actuación de curvilíneas modelos en aparatos rÚos (exercycles), quienes leen las últimas líneas de los titulares mientras venden produc tos para el cuidado del cabello. 2 Estilo de noticias televisadas que ahora prevalecen en los EE.UU., que garantizan la sólida continuidad de las ventas de secadores/moldeadores de cabe llo y aseguran que la mayoría de los norteamericanos reconoz can más el nombre de Kato Kaelin [showman, testigo clave en la defensa de OJo SimpsonJ que el nombre de sus represen tantes en el Congreso" (DougIas, 1996). A su vez, refiriéndose a uno de los ejes del infoentretenimiento y su acelerada mor bosidad dice Robin Andersen (1995): "para ser invitado a un
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talk show ya no basta con ser una prostituta ninfómana. Tiene que tener un hijo infectado con HIV que haya sido violado por su padrastro, poseído por Satanás". Humor negro o democracia negra, la tendencia hacia 'el in foentretel1imiento -hoy marcadamente inundada por la tras/¿ TV- es enfatizada por los teóricos y consultores optimistas de esta cruel aldea global: "Los productos y servicios orientados a la información serán menos importantes que los productos y servicios orientados al entretenimiento en el mercado de con~ sumidores de multimedia e interactividad hacia fin de siglo" (Deloitte&Touche Consulting Group, 1997). Son los mismos teóricos de las megafusiones, de la "convergencia" que, como el presidente de AT&T, afirman casi de manera maníaca: "Tene mos que ser más rápidos de lo que éramos. Los consumos de electrónica, comunicaciones, computación, industria multime dia, están todos convergiendo... Necesitamos más socios y joint ventures" (Deloitte&Touche Consulting Group, 1997). Es decir, todo parecería tender a una enorme masa amorfa donde se funden y se influyen entre sí 'IV, teléfonos, servicios on line, In ternet, bancos de datos, transacciones bancarias y comerciales, servicios de vigilancia y de control, tatjetas de crédito, produc ción de entretenimiento, cultura e información, satélites, mi croondas y fibras ópticas. Una masa casi sin fronteras, que exce de las administraciones estatales y que mezcla irrespetuosamen te, como lo vemos de manera cotidiana, las culturas de los tres poderes de la democracia. LQs cruces críticos entre el legislati vo, el ejecutivo y eljudicial están mucho más entramados con la reestructuración de los formatos de los medios que lo que se cree. Lo cierto es que en el centro de esta masa de infoentrete nimineto aparece, marcando su dinámica, sus tendencias, una palabra mágica: sinergia.
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Sinergia o las mil patentes de Jurassic Park La sinergia es un principio de complementaridad. Usos múlti ples de un mismo producto, o utilización de los mismos factores de producción para realizar bienes· diferentes. Según Robín An dersen (1995) ,JurassicPam es uno de los ejemplos más impactantes de sinergia de Jos últimos años. Se registraron más de mil productos diferentes con su marca: gorras, juegos y juguetes, games, remeras, comercios, publicidades, diversiones, stickers, cepillos de dientes, libros, muñecos, productos televisivos. Al margen de la comercia lización de la biología molecular, que el propio Michael Crichton -el autor de la novela originaria- criticara. Pero esto es una de las tantas formas, y no la principal, de sinergia y merchandising. En otros casos, su ruptura de fronteras es más grande, como sucede en los entrelazamientos entre información estructural, el caso de los noticieros, y el entretenimiento. La sinergia hace que un mismo producto o lo que interviene en su sistema de producción, incluso su backstagr!, su maIling offo sus bambalinas, cruce los géneros televisivos, el deporte, la publicidad, las películas taquilleras, los "chivos" institucionalizados, la comercia lización,las promociones y los premios, los "géneros" de la informa ción, las bandas de sonido, los videomusicales y todos sus productos deIivados en los viejos y nuevos formatos y soportes: de la 'IV; de la radio, de los diarios, del cine, al video y las nuevas tecnologías. Tanto la sinergia como la unificación de la infraestructura tecnológica, es decir la tendencia a la fusión de las telefónicas con las grandes empresas de medios y de informática, van a ser determinantes en la producción de los géneros y contenidos cul turales que se nos van a ofrecer durante los próximos arios. Y son determinantes en esta mezcla de información y entretenimiento -o supuesto entretenimiento, puesto que en esta historia pierden ambos términos- que parece licuar los viejos valores del perio dismo y de la libertad de prensa como promotora del desarrollo
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yel debate de y en la opinión pública, de enriquecimiento y pro fundización de lo políticoS. Lo del "postperiodismo" que se mencionó al principio no es tan arbitrario, en la medida en que ya muchos de los grandes capitanes de los multimedia compraron los formatos del il1foentreteni miento como algo inevitable 9 • Esto está claro en el crecimiento de la llamada "televerdad", en el trayecto que va desde los reality sholtls, los courl SllOltlS, los talk sholtls, y otros sistemas observadores de diversos aspectos de la privacidad, (la familia, la pareja, las identidades sexuales, etcétera) hacia la exasperada morbosidad de la tras/¡ TV'O.
Discusiones Pero la economía del infoentretenimiellto ya tuvo sus primeros tropiezos y aparecen reacciones en políticos, periodistas, audien cias y lectores ante esta alteración cultural. No hace poco, en un estudio realizado por un importante diario italiano, apareció, muy claramente, la diferenciación o fractura entre los lectores que compraban los diarios por sus productos anexos (revistas, fascículos, etcétera) y los que simplemente buscaban información 8. Este problema está desarrollado en el artículo sobre el caso del capítulo 5. Para una visión de la televerdad como generadora de nue vos espacios públicos vel; entre otros: Bondebjerg, lb (1996). 9. La categoría de entretenimiento, que no descalificamos en este articulo, debería ser desagregada. Es vaga, dispersa y poco sistematizada. y este análisis debería ser hecho tanto a nivel sincrónico como diacró nico, porque muchos de los géneros que analizamos tienen genealogías de tiempos largos. Pero lo cierto es que todo esto está pasando una etapa de salto cualitativo muy importante. La legislación ya no puede definir con claridad los ítems clásicos con los que se refeIia, por cierto de mane . ra precaria, a las funciones de los medios: educar, entretener e infomlal: 10. Ver Ted RaII: "My tcen agr! iúlughter is a lesbian lap ({mud'. De una Home Page sobre Trash 1V, 1997; Sandra Cavicchioli e Isabella Pezzini (1993); "El protagonismo de la televerdad" (1995); Nora Mazziotti (1997).
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para ubicarse y decidir como ciudadanos, y ubicaban -o eran usuarios- de los géneros del entretenimiento en otros esp.acios como el cine y la lV.u.Esta diferencia se da incluso en Internet entre. aquellos que realmente la usan para tener mejor información sobre lo que pasa en el mundo y no meramente para hacer zap ping o surftng. Vale aquí acotar que Don Hazen (1997). director eje cutivo del Institute for Alternativejournalism de San Francisco. ha señalado que "un reciente estudio mostraba que los que más ven televisión son los que menos conocen el mundo que los ro dea". En esa misma encuesta aparecía el dato de que sólo el 26% de la gente estaba conforme con los medios y que la información seria sobre política se había reducido a una sexta parte. Otro da to interesante: según la revista judicature, después del show o jui cio de O. J. Simpson se comprobó que en la opinión pública se habían desacreditado la justicia. los fiscales, los defensores ... y también los medios (AIexander, 1996). Simples encuestas. Indicios. Pero también datos sobre la so Ciedad del infoelltretenimiento y su operativo de reemplazar al ciudadano por el consumidor. Y que vale tanto para los medios viejos y convencionales como para los nuevos, siempre que ten gamos en cuenta un dato clave sobre la "ecología comunicado nal" que muchas veces se pierde de vista: mientras Tlle New York Times y The Wall Street joumal-defensores del viejo periodismo venden entre un millón y un millón y medio de ejemplares, MlV o HBO llegan a más de quinientos millones de habitantes del globo. Robert McChesney (1998) señala la conformación de un mer cado mediático comercial global. Considera que la trayectoria del sistema mediático global es absolutamente negativa si es que se desea preservar y promover aquellas instituciones y valores 11. Miguel Salemo, comunicación personal.
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considerados democratizadores. Y, en este sentido, McChesney, plantea las cifras de la concentración: -el mercado global de exportación es el te ni torio de un pu ñado de firmas mayormente de propiedad estadounidense o establecidas en EE.UU. -la industria mmica global está concentrada por siete firmas to das las cuales son parte de conglomerados mediáticos más amplios -la industria de la música, por su parte, está concentrada en manos de cinco firmas de las cuales todas menos una (EMI) for man parte de corporaciones transnacionales mediáticas Además a través del auge de las joint ventures las compailías reducen los riesgos y la competencia e incrementan sus posibili dades de obtener ganancias. Un ejemplo de este fenómeno es la radiodifusión satelital. Entre las 10 corporaciones transnacionales mediáticas más importantes, cada una tiene joint ventttTes, en pro medio, con 6 de los 9 gigantes mediáticos restantes. Hasta el momento de la fusión de Time Warner con TBS (Turner Broadcasting System), a la cabeza de las fusiones yel in foentretenimiento se ubicaba Disney-ABC/Capital Gities (Quirós, 1996). Hoy, ]a que lidera la lista de las compañías de entreteni miernto es Time Wamer con ventas en 1998 de alrededor de 23 a 26 billopes de dólares. Pero este es un territorio sobre el que avanzan empresas como AT&T y Microsoft. Ya vendrán las soap operas, las series y las telenovelas fabricadas por los ingenieros en comunicación de AT&T o por los expertos en software de Silicon Valley (que, en realidad, ya est:án en proceso I2 ). Pero, hoy. la dis cusión parece centrarse en empresas como Disney. La fusión de ésta con la vieja ABC es uno de los fenómenos económicos y culturales más importantes de fin de siglo. 12. El peso de la cultura ingenieJiI sobre los contenidos es notable en la actualidad. Un ejemplo de esto es 10 que ocurre con los eD-ROM.. Cfr. capítulo 3 de este libro y Aníbal Ford (1997a).
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En lo económico, porque esta fusión la convirtió en su mo mento, en la empresa más poderosa de medios en el mundo..,Hoy es la segunda. Detrás de las dos citadas vienen la alemana BerteIs mann, Viacom (la dueña de M1V), News Corporation (del aus traliano Murdoch, que se asoció con O Globo y Televisa para un servicio de televisión satelital). El giro de Disney/ABC -según Mac Margolis (1996)- equivale a la suma. de las cuatro empresas más importantes de América Latina -O Globo, Abril, Televisa y Clarín- multiplicada por tres. Claro, uno podría hacer comparacio nes más sugestivas. Por ejemplo, si busca "Disney" en Internet, en ester caso en Altavista, puede encontrarse con 1.241.140 en tradas. Si lo hace con "Mickey Mouse", cerca de 30.000. En cambio, si lo hace, por ejemplo, con "movimientos sociales", 16.947; con "América Latina", 249.396; .con "Third World" 3.142 y "Tercer Mundo" 5.443 15 • En lo cultural, este fenómeno marca el avance de las empresas de en.tretenimiento sobre las empresas de información. Mejor: es el certificado de nacimiento de la sociedad del infoentreteni miento y tal vez el de la defunción de la información como un servicio al ciudadano. La hegemonía de Disney prodl!io discusiones: ¿influyó Disney sobre la noción de noticia de ABC? En este com plejo marco de relaciones y causas pululan las explicaciones de esta degradación de la infOlmación, de este vuelco, desVÍo o desva río de los medios que vivimos cotidianamente. Hace poco Roone Arledge, presidente de ABC-News lanzaba en Time (Zoglin, 1996), la peregrina y etnocéntrica idea de que el crecimiento de la in formación light provenía del final de la Guerra Fría: "Ya las noti cias no son cuestión de vida o muerte", decía. Pero la verdad es que la Guerra Fría no terminó o se recicló. Hubo 48 conflictos armados en 1998. Hay graves problemas en el mundo, como por 13. Búsqueda realizada el 22 de febrero de 1999.
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ejemplo en Sri Lanka, de donde tal vez venga ese muñequito de Disney que usted tiene en su casa. Hay algo de cierto en decir que con la caída del muro de Berlín mucha mano desocupada se volcó al infoentretenimiento. No ohidemos que, como lo ha sei'ialado Alejandro Piscitelli (1996), la mayoría de los computer ga,ftU's pro vienen del software de simulación de la NASA. Esta problemática, que parece oscura por la falta de discusión pública en muchos países de América Latina, entre ellos la Argenti na, plagada de estereotipos y falsos conceptos sobre las transfonna ciones comunicacionales de esta época, plantea serios problemas. Si, como dice el dramaturgo y psicoanalista Eduardo Pavlovsky (1997), "la banalidad es el baluarte que defiende a la impunidad y a la co rmpción institucionalizada"14 -<:orrupciól1 que a nivel internacio nal tiene dos de sus ejes en las privatizaciones y la informatización no es menos cierto que esta banalidad, sean cuales fueren sus causas, entre las muchas que punteamos, distorsiona la democracia. Esta es una preocupación generalizada. Tanto en los parlamentos como en el propio periodismo. Kent Atdetta, periodista de New Yor ker se preguntaba hace poco: "¿Nos beneficiaremos con mayores fuentes de información o las grandes compañías, con un ojo en las ganancias, acelerarán las tendencias hacia el infoentretenimiento? ¿Terminaremos en una Bosnia electrónica?" (Auletta, 1996). Lo cierto es que estas tendencias en la infocomunicación, pa ralelas o emparentadas con los cambios socioeconómicos y tecno lógicos descolocan al sujeto en cuanto constructor de sentido y no sólo como ciudadano o suj~to ético y legal. También lo hacen en sus sistemas lógicos, cognitivos, perceptuales, de "pensamiento y acción". El espectro de interacción es amplio en el negocio sim bólico y los cruces que intentan realimentar la opinión pública y el imaginario social: van de la trash 111-ya reconocida como género 14. Allíbal Ford y Laura Shi (1997) "Corrupción'en Internet".
111
ANÍBAL FORD
que puede llegar a mostrar desde cómo una adolescente madre soltera entierra a su hijo vivo o los detalles de una operación.. tran sexual (como ha sucedido recientemente en la Argentina) hasta las formas en que la industria cultural transforma -antes en na rración que en información-15 en commodities, a todos los ítem s de los cuadros más críticos de los informes del PNUD, como se ha visto en el primer capítulo. Pero si esto tiene su esquema multicau sal-no agotado aquí- en la dinámica de los complejos electrónicos, de las nuevas tecnologías y de crecimiento de las megafusiones massmediáticas, por un lado, y en los procesos del New Orriery de la desregulación neoliberal, por otro, también están estrechamen te relacionados con otro proceso que marca las nuevas formas de organización social: la formalización de identidades y el desarro llo de nuevos sistemas de vigilancia y de control sodal de perso nas o nuevos colectivos, tema del cuarto capítulo.
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ANÍBAL FORD
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114
* MEMORIAS ABANDONADAS
O
LAS BRECHAS
INFOCOMUNICACIONALES
*
,.
La diversidad de las brechas
En el primer capítulo se han listado algunos problemas crÍ ticos de la "agenda global", Uno de ellos es el de las diferencias infocomunicacionales ' , Estas no se limitan a un campo específico. Tienen un efecto transversal sobre toda la estructura social. Un país con un bajo índice o infraestructura de teléfonos queda mar ginado no sólo de las redes como Internet sino del seguimiento y la inserción en la economía internacional y del diálogo con los cambiantes procesos socioculturales. Algo que no reemplaza la supuesta democracia televisiva. Así como se ha señalado el crecimiento de diversas brechas entre riqueza y pobreza, también crece la brecha entre inforricos 1. Preferimos utilizar este término porque se refiere tanto a los equi pamientos tradicionales y nuevos como a los flttlos de información y cultu ra procesados de manera convencional o mediante llUevas tecnologías o metodologías en el caso de la documentación o búsqued.'l de infonnación. Los términos desigualdad en infonnadón o en comunicación acotan "teóricamente" 10 que estamos trabajando. Como ya hace años especifi caba el Informe MacBride (Unesco, 1980), la camunicación es el "proceso" de intercambio de informaciones, hechos, opiniones y mensajes entre los individuos y los pueblos; la infonnaó/m es un "producto", noticias, datos, contenidos. La denominación que adoptamos nos permite situar la pro blemática de las desigualdades en el contexto global, a la vez político. económico y cultural. Tengamos tam bién en cuenta, como lo set'ialamos en el "Prólogo", el crecimiento de las telecomunicaciones, informática e industrias audiovisuales como sector económico.
117
ANisAL FORD
e infopobres mientras se acentúa la tendencia de los conglome rados massmediáticos a invertir en zonas rentables y cae, <;.on la reestructuración del Estado, la comunicación como servicio público. A pesar del abaratamiento de equipos, sobre todo de los productos del Sudeste asiático, hay importantes sectores de la po blación mundial marginados de aspectos centrales de la comuni cación y la información. Pero las diferencias illfocomunicacionaJes 110 se restringen al equipamiento. Atienden también a zonas críticas del patrimonio y la memoria sociocultural, a sus formas de almacenamiento, procesamiento, uso estratégico y, también, a los sistemas de re cepción y de cumpiimiento o no de los derechos a la información ya la comunicación. Es por esto que se entrará en las desigualda des infocomunicacionales desde tres perpectivas 2• -En primer lugar las diferencias en equipamientos y sus pro yecciones. En Estados Unidos hay 805 televisores cada mil per sonas, en Francia, 589. Pero en Argelia hay 89 y en Filipinas, 49. En la región más pobre del mundo, el África sub-sahariana, 33. Y dentro de ésta, en Etiopía hay 4,4 (WCR, 1998). En teléfonos, la mayor cantidad de líneas telefónicas se corres ponde con el nivel de desarrollo del Norte "occidental". Suecia encabeza la lista con 681 teléfonos cada mil habitantes y es segui da por los Estados Unidos (626) y Suiza (613) (PNUD, 1998). Frente a esto hay varios países que no llegan a 10 teléfonos cada mil habitantes, como Nepal y Bangladesh, o que apenas superan esta cifra, como la India (13 cada mil). El intercambio telefónico internacional -medido en minutos por habitantes por año- nos da otro cuadro. Al frente figura 2. Estamos tratando, fundamentalmente, desigualdades entre países o ~ regiones y grandes sectores sociales. Pero el tema de las desigualdades alcanza también los campos del género, las clases sociales, las minorías, etcétera.
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La marca de la bestia
Hong Kong con 273 minutos. Su principal interlocutor es la China, que sólo tiene 34 líneas de teléfono por cada mil habitantes. Lo sigue Singapur con 259 minutos (interlocutor principal: Malasia), Suiza con 247 (interlocutor: Alemania). Una acotación: los Estados Unidos promedian los 60 minutos y Canadá, su principal interlo cutor los 100 (WCR, 1998). Esta diferencia entre posesión de apa ratos e intercambio indica no sólo la complejidad de este campo sino también su valor indiciario sobre otros procesos como lo es la relación economía/comunicación en Asia. En el caso de Internet, el sistema de comunicación donde se da la mayor brecha, sólo navega un 2.7% de la población mundial (Nua Internet S urveys3, diciembre de 1998). Pero lo importante es que, en el uso de Internet, los Estados Unidos abarcan el 82.7% (Universidad de Georgia, 1997~). Este es un dato clave: toda Eu ropa tiene, según esta fuente, el 6.22%, Asia y Oceanía, el 3.75 Y Latinoamérica el 0.38 de porcentaje de uso de Internet. -En segundo lugar, las brechas están constituidas también por la marginación de un número importante de memorias y culturas. Los nuevos sistemas globales de información, como es el caso de Internet y los principales buscadores 5 o de las enciclopedias globales en CD-ROM como Encarla de Microsoft, privilegian la información sobre ciertas culturas, obviamente las de los países industrializados y marginan, disminuyen, simplifican e incluso procesan de manera errada a muchas otras. Este es un proceso antiguo, pero en el cual hoy pesa la hegemonía "ideológico/clasifi catoria" de Estados Unidos presepte en toda búsqueda en Internet
3. Fuente: www.nua.ie/surveys/how_many_online/index.html. 4. Fuente: www.gvu.gatech.edu/usecsurveys/survey-1997. 5. Hay más de 400 buscadores, entre los cuales se encuentran los latinos, internacionales y "particulares" (internos a una web), pero aquí se está haciendo referencia a los que hegemonizan dicha función co mo: Altavísta, Hot Bot, Yahoo, etcétera. (Ford, 1998b).
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La marca de la bestia
ANÍSAL FORD
y produce, como también sucede en las enciclopedias en CD-ROM, proceso de desinformación global importante con respec;to a los países pobres cuando no una intermediación o intrusión en la información sobre ellos errónea e hiper-simplificada. El carác ter aleatorio, irregular, entrópico de la información en Internet, sus deficiencias clasificatorias, el avance comercial y otros aspectos se acentúan en el caso de la información sobre los países del Tercer Mundo, o sobre los tratados de "integración" que se están llevan do a cabo, entre ellos el Mercosur (Ford, 1998b). Nos referimos, dentro de ese escaso 2.7% de la población mundial, a los usuarios medios de Internet. Los beneficios de Internet en el intercambio académico o en las redes de movimientos sociales, y aun en matrices críticas sobre el New Order, son reconocidos, aunque las diferen cias entre Internet, el sistema económico social global y las corpo raciones, que crecieron en las dos últimas décadas al amparo del neoliberalismo, es relativo pues éstas ya han incorporado la red a sus estructuras comerciales (Schiller, 1996; McChesney, 1998). Esto implica, en los países dependientes, la necesidad de políticas info comunicacionales y culturales y el escaneo del propio patrimonio, no sólo cultural sino también material y económico. En la vulgata de la cultura contemporánea está clara la imagen de especies ani males en extinción, pero no la de culturas en extinción, hecho comprobable, a pesar de los diversos desarrollos y conflictos cultu rales o multiculturalistas. No hay cultura ni lengua que no tenga qué aportar a la cultura de la humanidad. La lingüística y la antro pología ya demostraron esto contundentemente. -En tercer lugar, es importante ingresar en las desigualdades la "situación del receptor" porque este es un tema que sobrepasa las simples cuantificaciones de los equipamientos. En el análisis de la situación del receptor aparecen notables diferencias en lo que la filosofia del derecho a la comunicación conceptualizó como el "de recho a ser visto" (Fischer, 1984); en la oferta de lo que Herbert WI
120
Schiller (1996) llama información "socialmente necesaria", es decir, aquella que necesita el ciudadano para decidir sus acciones políticas, económicas y sociales; en las condiciones de recepción que plantearía una etnografía de la audiencia no centrada en los países ricos y que diera cuenta de las diferencias, por ejemplo, de los medios vistos individual, familiar o colectivamente en di versos contextos socioeconómicos. Esto se infiere no sólo de la etnografía de la comunicación sino de las Tablas 1 y 2 que se transcriben más adelante. Por último, se inscribe aquí un tema realmente crítico: qué sucederá con las culturas cuya riqueza material decrece mientras tienen acceso a una mayor y aleatoria oferta massmediática, es decir, donde se amplía la brecha entre las palabras (o las imágenes) y las cosas. Pero estas diferencias infocomunicacionales son múltiples tanto en sus efectos como en las formas en que se producen y en la relación entre sus dinámicas culturales, económicas y tecno lógicas. La concentración massmediática e informática, la "con vergencia"G, ha crecido en las dos últimas décadas -como se señala en el cuadro del capítulo 2- y con ello el debilitamiento del Estado y las desigualdades, no sólo entre quienes imponen su producción al mundo, sino entre quienes manejan y procesan la información . sobre las .otras culturas y las culturas que son procesadas por "otros culturales". Esto provoca a su vez una mayor discusión sobre las relaciones entre democracia, poder, comunicación e informa ción y también sobre el deterioro de los términos del intercambio no sólo económico sino también cultural e informacional. Pero para entrar en esto hay que ingresar en el primer punto, en el mapeo mundial de la situación relacionada con equipa mientos y procesos comunÍcacionales.
6. Cfr. Capítulo 2.
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Índices e indicios Aunque nos interesa trabajar con una base que perlilita fundar el análisis en marcos cuantitativos, tenemos en cuenta las limitaciones y distanciamientos que corresponde efectuar con respecto a los informes utilizados, tanto por las fuentes que les dan origen como por las dificultades inherentes a la construcción de indicadores sobre aspectos culturales. Algunos de ellos son: World Culture Report. Culture, creativity and market (WCR, 1998), In forme sobre Desarrollo Humano (PNUD, 1998), World Telecommunica tions Development Reporl de la International Telecommunications Union (WTDR, 1998), World Information Report (WIR, 1998). En la documentación hay que realizar un cuidadoso juego y triangu lación entre informes institucionales como los de las Naciones Unidas que tienen la marca de los intereses de los países que su ministran información; los informes de asociaciones de empresas privadas, como el WTDR; los informes de consultorías interna cionales que pueden responder a intereses comerciales y los in formes de los medios sobre los medios, como el extraído de Va riety en el capítulo 2. Hoy, dada la importancia económica del negocio de la comunicación, la información y las industrias cultu rales, la información de origen comercial sobre el mercado de me dios del tipo de la que publica el Financial Times, revistas como Va riety o Advertising A~ tienen una importancia cmcial 7•
habitantes como Pakistán no es lo mismo que un país con 2 televiso res cada 3 personas como Estados Unidos. Por más que la informa ción sea global, las diferencias de recepción son notables así como el lugar de los medios en cada cultura nacional, regional o munici pal. -Seli.alan las diferencias y similitudes entre las brechas infoco municacionales que aparecen en estos cuadros y otro tipo de ín dices (producto bruto interno per cápita, alfabetización, Indice de Desarrollo Humano). Esto hace posible la construcción de tipologías y perfiles así como discutir ciertos mitos q'tle ponen en relación de manera mecanicista desarrollo y comunicación. -Seli.alan distorsiones notables sobre todo cuando observamos los países "top" en cada rubro. Hay países que figuran al tope en un índice pero desaparecen de todos los otros. Generalmente se trata de enclaves petroleros o paraísos fiscales como Brunei Darussalam, segundo en ingreso per cápita, o Bermuda, plÍmero en teléfonos.
Sobre la base de algunas de estas estadísticas internacionales hemos constmido tablas y cuadros que cumplen tres funciones básicas y permiten diversos tipos de análisis. -Seli.alan las diferencias y brechas en equipamientos. Esto no es un mero marco cuantitativo. Un país con 1 televisor cada 50
las dos tablas que se transcriben a continuación fueron construi das para este trab.yo y se apoyan en criterios diferentes. La Tabla 1 ingresa los países con más de 20 millones de habitantes, 45 en total, que representan el 88% de la población mundial y los ordena según el lugar q~e ocupan en el ranking del IDH. Las variables corres pondientes a cada columna son: Índice de desarrollo humanoR, Producto Interno Bruto real per cápita!l, cantidad de televisores cada
7. También nos han sido útiles publicaciones del marketing de los medios como News Multichannel International, World Sa-een Ni!lvs, Electro nic Media, Television LaJ.in America.
8. El Indice de Desarrollo Humano (lDH) es el resultado del cruce de tres valiables: esperanza de vida, Ingreso y educación. Cfr. el primer capítulo. 9. El índice "Producto Bruto Interno real per cápita" representa al PIB de un país convertido a dólares estadounidenses sobre la base de la paridad de poder adquisitivo de la moneda de cada país. La paridad de poder adquisitivo relaciona el número de unidades de la moneda de ca da país necesarias para adquirir la misma cana~ta representativa de bienes y servicios que un dólar estadounidense (la moneda de referencia) adqui riría en los Estados Unidos.
122
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.,
1000 habitantes, cantidad de teléfonos cada 100 habitantes y por centaje de alfabetización de adultos. En cada columna se indica el lugar que ocupa cada país en el ranking de cada variable puesto que se continúa con el orden de la ptimera columna (IDH). Pero lo importante es cotejar esta tabla con la Tabla 2 donde, tomando elnÚffiero surgido del razonamiento anterior, se ubicaron los 45 países top en cada rubro, pero ya sin tener en consideración la cantidad de habitantes de los países, lo cual completa algunas incógnitas de la Tabla 1 y evita el efecto discriminatorio sobre el 12% de la población mundial restante constituido por países con menos de 20 millones de habitantes. GRÁFIco l
Los 45 primeros del IDH son el 19% de la población
País
I I
fUI!NTE: PNUV, 199/1
GRÁFIco 2
Los paises industrializados constituyen solo
el 22% de la población mundial
I I
fUF.NTE: PNUV. 19911
TABLA 1: Los países con más de 20 millones de habitantes
I
"i"'~",
Canadá Francia Estados Unidos Japón España Reino Unido Alemania Italia ·Corea. Rep. den Argentina Venezuela México Polonia Colombia
Thib
".m
;¿~O.fnl~ Malasia :;'~~;9; Brasil
:OO.&l:1;t! Turquía Federación de Rusia Rumania ·Corea, Rep. Popo Dem." "Irán, Rep. !s!. del" Argelia Perú Sudáfrica Indonesia Filipinas Ucrania I>,,~¡¡::¡f;:j Uzbekistán China'
;;~<~ r""' 'íí:! ~P" f2Í)~ t;l~;
26'51+::,: V,"",m Marruecos Ira k ,,:4fi:v,,~$,; Myanmar Kenya Pakisrán India Nigeria ·Rep. Dem. del Congo· Ballgladesh Tanzanía Nepal 1~}f~"f!~,j;'l Sudán Etiopía
pmreal TV TE Ranking perclÍplla* c/I000 h. $$ *1 A1fabe. ¿~~~O h. adult.%$ IDH* Rank. Rank.
1 2 4 8 11
14 19 21 30 36 46 49 52 53 59 60 62 69 72 74 75 78 82 86 89 96 98 102 104 106 112 122 125 127 131 137 138 139 142 143 147 150 152 157 169
"*Fuente: PNUD, 1998; ··Fuente: ",eR, H198," I
124
11 14 3 10 30 21 16 17 36 47 48 54 69 57 49 42 63 67 77 78 83 68 65
88 80 87 109 118 117 107 92 148 98 102 153 139 122 140 147 174 142 170 151 155 173
2 5 1 3 25 18 7 19 33 52 62 53 5442 37 6347 67 7742 59 9572 64 5921l 49 58 5516 4531 28 4431 51 4().~1l 97 MilO 90 5611l 81 3940 71 4334 70 ¡W71 89 2762 96 2361 32 2376 56 2935 55 382H 69 1236 100 3477 76 3170 85 1130 132 1438 114 2209 112 1422 94 1270 93 ll55 125 1382 128 636 139 1145 131 1110 84 4:'5 135
21916 2117Cl 26977 21930 147119 19302 20370 20174 11594 R4911 11090 6769
714 5119 S05 6114 404 4411 554 446 33-1 219 169 219 311 117 IR!I 164 222
1119 377 220 41'1
63 119 106 1\l9
Cm 49 339 191 205 110
43 9'1 1-111 5.1 IR
211 51 55 7.7 5.9 2.3 5.1 84 4.4
5 7 2 17 27 14 15 24 26 59 72 75 62 74 91 54 63 46 53 65 101 84 105 99 77 120 117 58 83 108 102 130 104 llO 147 134 123 125 150 168 160 155 152 156 158
1\9.0 M.II
62.6 411.8
311.5 50.3 49.4 43.4
41.5 16.0 11.1 9.6 14.11 10.0
5.9 ICl.6 13.4 21.2'
17.0 13.1 4.6 7Ji 4.2 4.7 9.5 1.7 2.1 IIU
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4.3
3.3 0.4 0.9 I.fj
U\
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(lA
0.3 (l.,!
99.1 99.0 99.0 99.0 97.1 99.0 99.0 98.1 98.0 96.2 91.1 89.6 99.0 91.3 93.8 83.5 83.3 82.3 99.0 98.0 95.0 69.0 61.6 88.7 81.8 83.8 94.6 98.0 99.0 81.5 51.4 93.7 43.7 58.0 83.0 78.1 37.8 52.0 57.1 77.3 38.1 67.8 27.5 46.1 35.5
TABlA 2: "Los 45 países primeros en cada rubro" IDH
PoblaciÓD Rank
País·
PlBreal
País-
percápita
Bank
1
Canadá
29.4
I
Luxembuq¡u
MOO4
I
:i!
Francia
58.1
:i!
Bmnei Darussalam
51165
2
5
Noroega
U
3
Estados Unidos
'l6!1l7
4
Esrados Unidos
5
Islandia
6
Finlandia
7
Países BajO!<
'IV Bank e/l000 h.
País'"
TE
País·
e/lOO h.
Rank
A1fabet. adult.%
País·
Esr:adas Unidos Canadá
805
I
Bennuda
75.8
I
Canadá
714
2
Jene\'
7M
2
Francia
3
99.0
684
3
Cuemsev
71.6
3
Noruega
99.0
99.0
267.1
4
Suiza
..
Japón Omán
657
4
Suecia
68.2
0.3
5
4
Kuwait
Estado! Unidos
.5
Francia
99.0
589
5
Suiza
64.0
5
Islandia
99.0
5.1
6
Hong Kong
2!950
6
Dinamarca
574
6
Estados Unidos
64.0
115.5
6
7
Singapur
Finlandia
22004
7
Alemania
99.0
554
7
Dinamarca
61.8
7
Países Bajos
99.0
8
Japón
125,1
8
Nomega
2%427
8
Finlandia
519
8
9
Canadá
Nueva Zelanda
3.6
60.2
9
8
Dinamarca
Japón
21985
9
Nueva Zelanda
99.0
5\4
9
\0
Luxembuq¡u
Suecia
8.8
59.2
9
10 Japón
Nueva Zelanda
21930
\O
Ausuia
99.0
497
11
\O
Islandia
España
57.6
39.6
11
lO
Suecia
21916
11
Holanda
99.0
497
11
Francia
56.4
11
Bélgica
99.0
Canadá
12
Bélgk:a
10.\
12
Bélgica
21548
Il!
Australia
I!\
495
12
Islas Vírgenes
Au.5Ilia
8
56.1
12
15
Austlia
AusUia
21322
13
Rep. Checa
99.0
482
I~
Noruega
55.6
13
Reino Unido
99.0
14
Reino Unido
58.1
14
Francia
21176
14
Suecia
478
14
15
Finlandia
Austr.dia
54,9
17.9
I!í
14
blandia
Austr.día
21064
15
Latvia
99.0
477
15
Hon¡¡ Kong
54.7
15
Suiza
99.0
16
Suiza
7,2
16
Alemania
20370
16
Eslovaquia
476
16
17
Holanda
Irlanda
!I.5
54.3
16
17
Italia
Irlanda
201'i4
17
Bél¡,~ca
99.0
454
17
Alenrania
53.8
17
Dinamarca
99,0
18
Dinamarca
5,2
18
Países Bajos
19816
\8
ReinoUnidn
448
\8
19
Reino Unido
Alemania
52.8
1l\.6
19
\8
Q!tar
Alemania
197i2
19
99,0
Italia
446
19
Islas Faroe
52,7
19
Luxemburgo
99.0 99.0
20
Crecia
10,5
20
Australia
19632
20
Hungría
43.~
21
20
Austr.¡lia
Italia
57.2
51.9
2\
20
Reino Unido
Hungría
19302
21
Noruqra
433
21
Singapur
5.5 0,7
51.5
22 Suecia
2\
Polonia
19297
22
Suiza
419
22
Crecía
50.9
22
Fed. De Rusia
18547
23
Utuanía
415
23
Nu~\".¡ Zelanda
49,9
23
Estonia
22 2~
Israel Chipre
2.~
FínlalldÍ','
tr
. ti
t
r
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t,."
%
tm
99.0
"
99.11 99.0
1
TABlA 2: "Los 45 países primeros en cada rubro" (continuaci.6n) IDH
País"
País-
Poblaclón Ra.nk
PIB real Rank
per cápita
País··
'IV Rank e/lOOO h.
País*
24
Barbados
O.~
24
Emir. Árdbe< Unid<,. I!l(HII\
24
Irlanda
40\)
24 Japtín
25
Hong Kong
6.1
25
Irlanda
2S
E.. paña
404
2.í
!!6
Luxemburgo
0.4
26
NUe\'ll.
17267
26
Estonia
38.'
27
Malla
0,4
27
Bahrein
16751
27
Bulll'dria
378
l!ll
Sinll'.lpur
3.3
I~mel
166W
l!ll
Rusia
29
Antigua y &.ubuda
0.1
211 2')
Bahama,~
157311
29
:lO
'Core, Rep. De"
44.9
!lO
E,'paña
147119
31
Chíl~
14.2
31
Chipre
32
Baham..
0.3
!l2
:I.~
Portug.ll
9.8
M
Go.,ta RiCll
3.4
TE e/l00h.
País*
Ra.nk
Alfabet. adult.%
48.9
24
Lituania
99.0
CypnL~
48.5
2.~
Letonia
99.0
26
Malta
48.3
26
Kazabtm
9'.1.0
27
Austlia
46.9
27
Ulbeki.<tan
99.1)
377
l!ll
TaÍ\\".¡n
46.6
28
Geor¡,~a
99.0
KuwdÍt
370
29
Bélgk:a
46.5
29
Tayiki.<ta11
99.0
30
Líbano
366
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Cuam
45.7
30
E.lovaquia
99.0
1&~i9
31
Sin¡¡.l.pur
361
31
Isr.tel
+U
31
Rep. Cht:ca
99.0
Malta
13316
32
Ucnmia
3.~J
32
Italia
44.0
32
"Moldovol, Rep. De"
911.9
113
Mauricill
13294
33
"G"...,..¡, Rep:
3M
3.~
·Cme·... Rep. De'
43.0
~3
Amlenia
98.R
M
Purtug.¡l
12f,Í'I
M
&lllvenia
!l27
34
MarIan... del Nune
42.8
M
Baharna"
98.2
Zelanda
175YO
35
Bmnei Dam""¡~lln
0.3
3.'¡
Gn:cia
116:14¡
3.~
Ponug-.ú
326
35
Martinica
42.5
35
lr.l.lía
98,1
!16
Argentina
M.ll
36
"Core, Rep. De'
11594
AA
Tlinidad
322
AA
Anti¡,'lta y Barbuda
42.3
AA
GUydl1a
37
E>!'lVenÍll.
1.9
37
Barbado.
1[!I(M,
37
Pulonia
311
37
Andorra
4:1.3
37
"ü,rea. Rep.De"
91\.1 98,1)
311 3',1
l.ntel
i!'JO
311
Guadalupt'
3'J.!¡
311
Bulg-.lria
!~~,f)
HnngKullg
2M
39
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39.5
39
Rumania
98.0 !m,0
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3,2
311
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1fl594
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Saínt Kius y Nevís
101511
40 4[
T.inÍ<blylhl>a¡,'l'
1.3 (l,1
<lO
Chile
99!1U
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273
40
E.paria
!I!J.:\
40
Gn~lCia
DominiC&l
41
Rep.Ghec.¡
97i5
41
Ar.lbia Saudi la
257
41
Arnba
&1.2
41
&únna Occidental
!m,O
4~
Esl()\"dquía
5,3
42
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9572
42
¡(¡Izalhstall
25"
4~
Sainl Kill. and Nt'\is
3H.2
42
Ucnlllía
!lIl.()
43
Bahrein
(Ui
43
TI;nid..td y Tobago
9437
43
Croada
255
43
Gret:nl~lIld
37.7
43
Turkmellistan
9ll.fl
44
fW
I),¡;
44
Antih'lta )' Barbuda
91:11
44
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23:'>
44
P(l.tug;ll
37.5
44
Gr.¡nada
!m,l!
45
Panamá
2,6
45
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4~
Cuba
221\
45
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37.0
4~
T¡inidad y Tt>hagu
97.9
i
"FlIenw: PNUD, 199M: "Fuente: \,'CR, 199H:
,1 ih",.¡¡¡¡UU.
ANÍBAL FORD
La marca de la bestia
Estas tablas deben ser contextualizadas con algunos datosglo bales 10, Con respecto al Gráfico 1, los primeros 45 países en el ranking de Índice de Desarrollo Humano representan sólo el 19% de la población mundial (1066.8 millones de habitantes). Esto es cercano a las diferencias entre países industrializados y países en desarrollo en cuanto a población y economía. Aquí, la torta de la población mundial se divide en porcentajes de 22% y 78% (Gráfico 2). El Gráfico 1 y el Gráfico 2 se relacionan estre chamente en tanto que la mayoría de los países "top" en el IDH son países industrializados. Pero los países industrializados concentran el 82.5% del PNB producido en el mundo (Gráfico 3).
tema muchas veces oculto de la agenda global. Pero siguen siendo frecuentes los señalamientos de estas diferencias como parte de las "injusticias globales". En tono político y sintético, Fernando Drtiz Crespo señalaba hace pocos años tendencias que no se han modificado: -Existen 150 millones de computadoras personales en el mundo, pero el 95% de ellas está en los países desarrollados. -Los países en desarrollo, que tienen las tres cuartas partes de la población mundial, publican sólo el 30% de los periódicos que circulan diariamente en el mundo; -Estados Unidos y la Comunidad de Estados Independientes (CEI), con sólo el 15% de la población mundial, ocupan con sus satélites más del 50% de la órbita geoestacionaria. El Tercer Mundo
GRÁFlC03
ocupa menos del 10%. -El lector del Neto Thrlt Times consume más páginas de periódico cada domingo que un africano promedio en un año. -Dos grandes rutas acaparan el 80% del tráfico telefónico mundial: la ruta entre Norteamérica y Europa (60%) y la ruta entre Norteamérica y el Sudeste de Asia (20%). -6,8 millones de documentos están disponibles en el World' Wide Web de Internet y 80.000 compañías están ya conectadas a esa red, pero el 80% de la humanidad todavía no tiene las teleco municaciones más básicas (Ortiz Crespo, 1997-8). Pero debajo de estas brechas hay comportamientos diferentes ll • Las brechas no son siempre las mismas. Al hacer una t~bulación de tipo ABe con los datos de las columnas de ingreso, televisores y teléfonos de la Tabla 1 (países con más de 20 millones de ha bitantes) se observa que la mayor concentración, y por lo tanto diferencia, se da en la posesión de teléfonos. El AB, es decir el 66%,
PNBproducido en el mundo
• industrializados
El' en desarrollo
Como señalamos antes, estos cuadros nos suministran diversos tipos de información. Nuestro objetivo fundamental es señalar las desigualdades, la "globalización asimétrica", clara en la Tabla 1. Estas fOlman parte de una discusión política constante y son un 10. Al final de este capítulo, consultar el Apéndice con tablas que reordenan y muestran en diferentes combinaciones los datos de la tabla l. Las tablas del Apéndice presentan: IDH con posesión de teléfonos y de televisores; ingreso per cápita con posesión de teléfonos y de televisores; posesión de televisores con posesión de teléfonos; posesión de televiso res y alfabetización; y posesión de teléfonos y alfabetización.
128
11. Con respecto a los datos hay que señalar que las fuentes varían además de actualizarse constantemente. Pero todas coinciden en cuanto índices de tendencias.
129
ANIBAL FORD
en teléfonos se concentra en 9 países mientras que el AB en te levisores se concentra en 14. Obviamente, nos referimos:a los sistemas de comunicación convencionales y no a Internet donde la brecha es mucho mayor. Es decir: es más fuerte la brecha en teléfonos que en televisores. Dentro de la Tabla 1, si se ponen en relación el primero y el último país de la lista, la brecha en tele visores es de 350/1, mientras que la brecha en teléfonos es de 626/1. Este dato adquiere importancia estratégica ante el desa rrollo de Internet. Los países pobres tienen más televisores que teléfonos. En cambio, el equipamiento en líneas telefónicas se relaciona de ma nera diferente que la 1V con el PIB per cápita. Uno de los datos fuertes de estas tablas es el que señala que, a pesar de su antigüedad, el teléfono es menos "democrático" que la televisión. Esto se de muestra en la tabla cuando comprobamos que, en general, los países que tienen más 1V que PIB tienen menos teléfonos. Con todo, esto no es totalmente generalizable, pero es importante. Es lo que sucede con países como Brasil, Polonia, Federación Rusa, Rumania, Egipto, China, etcétera. La pregunta es: ¿nos dice algo este cortiunto? De cualquier manera es un dato sobre la estructura cultural de estos países que no se puede obviar. Señala historias particulares o exige la contextualización de los Índices 12. Hasta ahora, el teléfono fue un índice de mayor intercambio social y económico, mientras que la televisión estaba fuertemente vincula da con el consumo. Hoy, con la introducción de Internet, aunque sólo un sector pequeño de la población mundial tiene acceso a la red, la cantidad de líneas telefónicas pasa a tener otro sentido. 12. Como se señala en el capítulo 1 no es lo mismo un índice de di vorcios en Bélgica que en Bangladesh. Con respecto a la importancia de tomar en cuenta las historias particulares, y a modo de ejemplo, en el caso de Argentina el desarrollo massmediático se Uama con una de las pri meras leyes de alfabetización del mundo y con un fuerte flt!Í0 migratOlio,
130
La mm'ca de la bestia
Es interesante el análisis realizado por Rafael ROllcagliolo
(1998) entre posesión de televisores y de teléfonos, Según este autor, "la humanidad entra en la etapa de la videoesfera", Para validar su afirmación en América Latina utiliza los pesos histó ricos comparados de la radiodifusión y de la telefonía. Así, con datos de 1985, señala que mientras que en América Latina y el Caribe teníamos 2,75 receptores de televisión por cada línea telefónica, esta razón era de 0,8 en los Estados Unidos, 0.7 en Francia o Canadá, 0.5 en Japón y Suecia, y 0.4 en Suiza. Dice Roncagliolo que, en la actualidad, la mayoría de los hogares la tinoamericanos ya tiene televisión. Y en aquellos países en que esto aún no ocurre (Haití, Honduras y Nicaragua) la tasa de crecimien to es tan alta (22.4) que ya puede considerarse como un hecho inminente la cobertura total de la región por las sei'íales televisivas. El punto sería, entonces, diseñar políticas que balanceen la oferta audiovisual y democraticen las posibilidades de participación 1:\. Pero, 10 cierto es que, hoy, el desarrollo televisivo si no es acom pañado por el telefónico disminuye la capacidad de acceso a la información de un país. En la Tabla 2 nos encontramos con países que no aparecen en la Tabla 1 entre los cuales podemos, al menos en ptincipio, establecer una distinción. Por un lado, aquellos países como Noruega y Dinamarca que muestran cierta regularidad propia de los países desarrollados; por otro, países que exhiben fuertes dis torsiones como Brul1ei, Kuwait, Qatar. Estos últimos tienen alto PIB real per cápita pero desaparecen en las otras columnas. Por 10 general son enclaves económicos (fiscales, petroleros, etcétera) con fuertes brechas sociales internas. En la Tabla 1, se observa en la columna de TV que, entre el país que rankea 7 y el que rankea 18, hay países que no aparecen 13. En relación con estos problemas ver, en este mismo capítulo, "Las condiciones de recepción".
131
ANÍBAL FORD
La marca de la bestia
porque no llegan a 20 millones de habitantes. Son países chicos con alta densidad de TV. _, Si trabajar en la Tabla 1, con todos los países de más de 20 mi llones de habitantes, da un espectro claro de las desigualdades in focomunicacionales, se deben tener en cuenta los países que quedan afuera y que sí ingresan' en la Tabla 2. Ambos cuadros permiten analizar la diversidad de comportamientos yexcepcio nes, que se pueden observar incluso en los 10 países topo En la Tabla 3, se listan los 10 países ordenados según el Indice de De sarrollo Humano. Las columnas corresponden al ranking del IDH, al ranking de posesión de televisores según el WCR (1998) 14 yel PNUD (1998) ya las cifras de población.
Aquí se ve que un mayor desarrollo humano de un país no siempre es directamente proporcional a un mayor equipamiento en aparatos de televisión. Lo que se señala son tendencias leves ya que se está trabajando con los países industrializados "top" en el IDH. Estos cotejos implican una muestra de que las diferencias infocomunicacionales deben ser contextualizadas como se sei'1a ló anteriormente al comentar las Tablas 1 y 2. Reforzando eso, si se ingresa el ranking de posesión de aparatos de TV se obtiene el siguiente cuadro: TABLA NI 4 PlÚS
TV cada 100 bah. 1995. WCR
805
TABLAN8'
714
País
1000 hah. 199s-wca··
]V cada
]V cada
1000 bab. Población
1995-PNUDO
1996··
684
657 Canadá
714
647
29.7
589
Francia
589
579
58.3
574
Nomega
433
561
4.3
554
Estados Unidos
805
776
269.4
519
Islandia
447 (I'NUD)
447
0.3
497
Finlandia
519
519
5.1
495
Países Bajos
497
495
15.6
684
619
125.4
Nueva Zelanda
514
506
3.6
Suecia
478
476
8.8
14. Si los ordenáramos según las cifras de TV del PNUD una sola po sición se alteraría. La de Noruega que pasada del lugar 10 al 5.
Esta tabla muestra los 10 países del mundo con más televisores por habitante según el WCR. Aquí hay una selección de países di ferente a la de la tabla anterior porque antes eran los 10 primeros del IDH Yaquí son los 10 primeros en posesión de televisores. Si se compara se observa que: -Omán, Dinamarca, Alemania, Austria, Australia no figuran en el top ten del IDH, sí en el de IV.
132
133
Tabla elabor.ula espeeiahncntc pana. eSle trahajo. +FtIHrn:: PNUD.I!l98. ·.ru¡¡NlE: WCI~J 998.
ANÍBAL FORD
La marca de la bestia
-Nueva Zelanda, Países Bajos, Suecia, Islandia y Noruega no fi guran en el top ten de 1V, sí en el del IDH. -, La diferencia en teléfonos, que hace aparecer nuevos índices como el de "tardanza en colocación de líneas telefónicas" en el wrDR (1998), conduce directamente a Internet. En un artículo publicado en el diario La Naciún, se sintetiza: "El 85% de los recursos de la red reside en los Estados Unidos, hoy la mayoría del tráfico de Internet es transportado por Backbones priva dos de los grandes Internet Service Pruviders (ISP), incluyendo MCI, Sprint, Uunet, BBN Planet y ANSIAOL, entre otros. Dueños o no, ellos son los que soportan la estructura física que hoy conocemos" (Bini, 1997). Lo cierto es que hay más líneas de teléfono en la isla de Manhattan que en toda África sub-sahariana (Ortiz Crespo, 1997-8). Por otro lado, el hecho de que ya no sólo en las capitales sino también en las ciudades intermedias de América Latina las per sonas de cierto nivel económico puedan tener el servicio de tele visión por cable l5, no puede ocultar el hecho de que aún millones de hombres y mujeres de los países del Sur están muy lejos del mundo de las interconexiones globales. Otros datos nos permiten discriminar la importancia de la norteamericanización y sus diferencias con la globalización. Aún en América Latina, con países donde la producción audiovisual nacional es fuerte, como Brasil, México y Argentina, más del 70% de los films y las series son importadas de los Estados Unidos. Los programas norteamericanos ocupan más del 50% del horario cen tral en esos países (WCR, 1998). Por otro lado, también las estadísticas ponen en evidencia la importancia de los medios convencionales en América Latina. Más de 13 millones de los 20 millones de hogares mexicanos tienen 15. La Argentina, con un 66% de de posesión de cable, es una ex cepción. Dato tomado de la horne page de la consultora internacional Roper Starch.
televisión. Y más de 6 millones tienen videograbadores. Más del 60% de la población en la Argentina está cableada. Los países de Latinoamérica emiten más de 500.000 horas de televisión por año: en Colombia, Panamá, Perú y Venezuela hay más de una vi deograbadora por cada 3 casas que tienen televisión, mientras que en Bélgica hay una cada 4 casas y en Italia una cada seis (WCR, 1998). Pero esto debe ponerse en contacto con la cantidad de teléfonos como lo seii.ala Roncagliolo. Ahora bien, no siempre la desigualdad está marcada por la ausencia de producción propia. La India (Ford, Contreras y Vi nelli, 1998) es el principal productor de films de largo metraje. Produjo, en 1995, 840 films. Si bien es una industria próspera, no tiene circulación a nivel global, salvo en el mundo árabe. Este nivel . de producción es seguido por los Estados unidos (420 films) , Hong Kong (315),Japón (251), Tailandia (194) y Francia (141) (WCR, 1998). Esto genera interrogantes -al margen de las carac terísticas específicas del sistema de producción cinematográfica masiva en la India- sobre las dificultades de este país para ingresar en el fhyo global (Ortiz, 1997) como sí sucede con Hong Kong o Japón (Ford y Chicco, 1997). Tampoco podemos atribuir los cambios sólo a las tecnologías y la economía. Los cambios políticos han influido en el cambio de perfiles de producción. Es el caso de las traducciones. La autora más traducida en la actualidad es Agatha Christie. En los ochenta lo era Lenin. Entre los diez primeros de ese mo mento figuraban Marx, en el lugar sexto; Engels, en el octavo; y Breznev en el décimo. Estos cuatro autores hoy no figuran en la lista de los ciento veinte libros más traducidos que tabula el WCR (1998). Persisten sí, entre los más traducidos, la Biblia, Verne, Shakespeare, Stevenson. Tanto entre los países más ricos como entre los países más po bres (primeras y últimas filas de las Tablas 1 y 2) las variaciones
134
135
ANÍBAL FORD
no son significativas, sino que los saltos más interesantes se pro ducen en la franja del "medio" de la Tabla 1. Algo similar so ob serva diversos ntbros de consumo. Por ejemplo, en el cuadro "El crecimiento del consumo ha sido notable, pero persisten graves disparidades" del PNUD (1998) se puede ver cómo el consumo de carne per cápita por año -como tendencia entre 1970 y 1995- ha crecido de manera importante en Asia Oriental y America Latina. Sin embargo, en los "extremos" (léase las regiones más pobres y las regiones más ricas) el consumo se mantiene estable, pero a muy diferentes niveles en cuanto a kilogramos per cápíttr. indus trializados 75, África al sur del Sahara 15. Lo mismo se podría aplicar a la distribución global de los equipamientos en comuni caciones, ya que también en este caso la fnuúa del medio es la que presenta comportamientos fuertes en ascensos y descensos de un mismo país en las diferentes columnas. Esto pone en evi dencia lo que se podría llamar, utilizando términos tradicionales, la correspondencia entre desarrollo infraestntctural y superes tnlctural. Los "países del medio", en general, han desarrollado una modernidad muy fragmentada y despareja. Si nuestro objetivo es razonar la situación mundial como lo señalamos en el primer capítulo y no sólo ese 20% de la pobla ción mundial que acapara el 80% de la riqueza e impone directa o indirectamente su cultura, debemos aceptar que las desigualdades en información, en comunicación, en medios, son notables. Estas diferencias infocomunicacionales se agravan debido a su incidencia en la participación o exclusión de los sitios de decisión económica y política que mueven al mundo. Hay un discurso hegemónico que habla como si todo el mundo tuviera Internet y computadora, cuando la realidad es que muchos países no accedieron todavía a una "democracia" de los medios convencionales (teléfonos, televi sores, radios), o simplemente a una escolaridad regular, o a la alfa betización. Como esto no parece fácilmente reversible, la pregunta
136
La marca de la bestia
es si no se está condenando a la marginación o a la desaparición a grandes sectores de la población mWldial. Pero no es sólo a través del ingreso de los datos sobre equipamientos que surge esta preo cupación, sino también a través de la puesta en relación de las nuevas tecnologías con los patrimonios y memorias socioculturales de los países económicamente pobres o inestables.
Nuevas tecnologías y memoria cultural La deslumbrante interactividad multimedia de los CD-ROM informativos (enciclopedias generales, historias, geografías, artes, etcétera) oculta un hecho preocupante: la pobreza y la arbitra riedad de la información sobre los países del Tercer Mundo. Los compacts multimedia no son sólo soporte de complejos games y otros productos del infoentretenimiento. Son también un poderoso sistema de información, destinado a expandirse rápida mente. Estamos ante discos que cargan una enciclopedia de va rios tomos, con imagen y sonido, a un precio mucho menor que su variante gráfica y que no ocupan espacio físico. Su economía, agilidad y rapidez de búsqueda cntzada, hipertextual, son real mente seductoras. Es previsible que las enciclopedias u otras obras de ~eferencia en CD-ROM se populalicell en poco tiempo en hogares y escuelas. Estos nuevos soportes de infonnacióll, que comienzan a poner en crisis importantes sectores de la gráfica y de la documentación tradicional (como las discipli~as bibliotecológicas) I<i, son produ cidos, fundamentalmente, en los Estados Unidos y comercializados en escala global. Por eso -y dada su expansión- es importante detenerse en el hecho de que, al mismo tiempo que recuperan 16. Esta crisis ha sido señalada por los expertos en documentación (Hobohm. 1995). Herbert SchilIer (1996) destaca el fenómeno del cie n'e de escuelas de bibliotecología en Estados Unidos.
137
ANÍBAL FORD
y ponen en escena, exhaustivamente, el patrimonio cultural, his tórico y científico norteamericano, simplifican, a veces de mane ra elemental, las riquezas y variables de otras culturas, recursos, conocimientos. historias. Esto provoca preguntas que van de cuáles son las políticas de los países en desarrollo con respecto al patrimonio nacional, a su admi nistración, recuperación y reelaboración, al manejo de publicacio nes y bibliograf'IaS especializadas o a la utilización, por ejemplo, de los CD-ROM o de Internet en la educación. No al no-uso, y sí a un uso adecuado. Porque el peligro concreto es que crezca la costum bre de infomlarse sobre el país, o sobre América Latina, sólo me diante estas fuentes de consulta elaboradas en los Estados Unidos. Ya hace ai'i.os se discutió en Francia la utilización, por parte de los periodistas y en la propia información histórica sobre su país, de bancos de datos norteamericanos (Minc, 1982). Es claro: hay que ir rápido, pero a nadie le gusta que otro administre su memoria. Menos que la empobrezca o la banalice. Ahora, estos peligros de distorsión y olvido crecen. Esto en países en crisis, que necesitan autoconocerse, es doblemente grave. ¿Nos resignaremos a ser importadores de contenidos? En otro campo, juan Rada (1998) da el ejemplo de un CD-ROM sobre la circulación sanguínea. Su producción costó 1.8 millones de dólares. Por un lado, "no podemos -dice- negarle a un joven estudiante que aproveche el mejor curso de circulación sanguínea... en un CD que cuesta 48 dólares". Pero, por otro sei'i.ala que si no reaccionamos ante este desafio, seremos sólo importadores netos de contenidos1? Esto, en las ciencias sociales, en la historia, en la información sobre recursos, se transforma en un problema mucho más grave.
La mm-ca de la bestia
Es difícil, casi imposible, borrar o domar, formalizar, las me morias culturales. Las memorias sociales de tiempos largos. Esas memorias que duran siglos y que, entre otros, el historiador in glés Thompson (1979) explorara en "La economía moral de la multitud en la Inglaterra del siglo XVIII" al analizar las rebeliones de hambre. Esa ética, ese sentido de lajusticia, que puede perdurar en una sociedad a pesar de que la castiguen durante décadas y décadas. Dignidades, fomlas de organización, reivindicaciones que se transmiten fragmentariamente, en narraciones orales o formas de conducta y que van constmyendo una trama que, por momentos, parece muerta. Pero que, como la historia contempo ránea nos demuestra, persisten; aunque es también claro que se esrá produciendo una brecha, un corte, en la transmisión cultural. Se está ante una masa crítica de simplificación (y formalización, como veremos en el capítulo 4) y limitaciones que pueden disolver esas memorias culturales y sociales o someterlas casi a un proce dimiento arqueológico de su recuperación.
Hegemonías referenciales: el caso Encartaj'Microsoft
17. Con respecto al costo, Rada (1998) marca la importancia de la difusión tecnológica para crear una fuerte demanda que amortice proyec tos de programas interactivos que cuestan cientos de miles o un millón de dólares.
Ante este tipo de fenómeno hay dos caminos. El primero es el de la resignación. Que otros hablen por nosotros. Entonces, nos limitaremos a tener informaciones elementales sobre nuestros países y a empobrecer sus interrelaciones. Por ejemplo, si se busca en la Enciclopedia Encarta de Microsoft, de lejos hegemónica en el mercado de las obras de referencia, en su edición 96, la entrada "Hipólito Yrigoyen", no apare~e. Es que está mal escrito: aparece como "Hipólito lrigoyen". Breve artículo (una página), sin foto ni bibliografía. Si se pasa a "artículos relacionados", aparecen sólo dos: Argentina y Perón,juan Domingo. Ahora bien, si se busca a un contemporáneo, como el presidente de los Estados Unidos Woodrow Wilson, hay un extenso artículo de 13 páginas con 2 ilustraciones. Bibliografía: 30 títulos. Artículos relacionados: 22,
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ANÍSAL FORD
referidos a diversos procesos sociopolíticos norteamericanos. Aquí no se intenta proponer que Yrigoyen sea más o menos:.:im portante que Wilson en la historia contemporánea, sino seiíalar que merecería, por lo menos, una bibliografía ampliatoria y una mayor conexión con otros temas referidos a la historia política ar gentina y latinoamericana. En Encarta 98, se corrige el error de la versión anterior. "Hipólito Yrigoyen" aparece bien escrito, y su ar tículo tiene 2 páginas. Ni fotos, ni bibliografia, ni vínculos Web de acceso directo. Sólo 2 referencias cruzadas internas notoriamente diferentes: Roque Sáenz Peña y la Gran Depresión l8 • En Wilson. en cambio. aparece un articulo de 10 páginas, 1 foto, 11 referencias cm zadas internas. En Encarta 99, ambos.articulos se mantienen igual, salvo el agregado de una foto en cada uno de ellos. En definitiva, se perdió la bibliografia que, originalmente, había en el artÍCulo de Wilson, decreció el número de conexiones internas y, si bien la en ciclopedia incorporó los vínculos Web como herramienta, para estos artículos Encarta no da ninguno. Además, si lo hiciera, Internet limi ta el espectro de la bllSqueda en aquellos temas que no tienen una circulación internacional como puede ser la bibliografía crítica y la producida en los países del Tercer Mundo. Por ejemplo, en la edi ción 96, la entrada "Argentina" sólo ofrece bibliografia general so bre América Latina y la infonnación estmctural es nada más que de fuentes europeas. En la versión 1999, hay bibliografía sobre Améri ca Latina y algunos textos de historia sobre el período colonial. 18. El artículo "Gran Depresión", muy breve, está escrito desde la vi sión norteamericana y no establece ninguna relación con AméJica Latina que sufrió o pagó las consecuencias de la... crisis de los países centrales. Tampoco especifica qué tipo de link establece con Yrigoyen y la llamada, en la Argentina, "década infame". El artículo sobre Yrigoyen se limita a señalar: "Su incapacidad para enfrentarse a la crisis provocada por la Gran Depresión acabó con su destitución". Cualquier exploración de la historia argentina evidencia otras causas en la revolución del 30 que lo derrocó. Por eso es interesante la desapatición del link "Juan Domin go Perón", producto indirecto de "Gran Depresión". 140
La marca de la bestia
El otro camino es que tengamos una política real de recupe ración de la infonnación histórica, económica, cultural, territorial. social del país 19. La Argentina es especialmente rica en infonnación sobre sí misma, en viejos y nuevos reservorios realizados manual y artesanalmente. No se trata sólo de lujos interactivos o hipertex tuales. Una enciclopedia en CD-ROM nacional, la Enciclopedia in teractiva de Tango en CD-ROM seilala un desVÍo típico. Y más si se hizo f01' export. Mucha perfonnance interactiva y visual, pero gran des debilidades en la infonnación y el análisis. Y se hizo con el allSpicio de la Secretaría de Cultura de la Nación. ¿Qué pasaría si esto sucediera con temas más estratégicos de nuestra vida social y material, pasada o presente? La producción en CD-ROM crece en muchos países, aunque con un bajo perfil en la competencia con los CD-ROM "globales" norteamericanos como es el caso de Encarta que cuenta con la base de Microsoft. Que en esta producción se den diferentes ni veles de calidad, como sucede con el libro, es algo previsible. Pero el problema surge cuando el planteo es la excelencia en el relevamiento de los diversos patrimonios culturales, históticos, económicos, geográficos, etcétera; función que difícilmente cumplan las empresas privadas en los países del Tercer Mundo. Aquí el rol del Estado parece irreemplazable porque no se trata sólo de scanear la infonnación sobre cada uno de los países sino de reconstmir y administrar la infonnación existente, muchas veces fragmentaria, interrupta o descuidada. En este sentido, los Estados Unidos tienen la ventaja de h:tber tenido siempre una tradición documental y bibliográfica orgánica y persistente cuya infonnati zación resulta mucho más factible.
19. Cees Hamelink ha desarrollado el análisis de la necesidad estra tégica de los países dependientes de conocer sus recursos mateliales y . espirituales. Ver Hamelink 1985 y 1991.
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\
La mm'ca de la bestia
ANIBAL FORD
Si se repasan las últimas ediciones (96, 98 Y 99) de las enci clopedias Encarta se puede ampliar 10 visto anteriormente.Ú enciclopedia Encarta 98, a diferencia de la Encarta 96, no trae bibliografía para los temas buscados: incorpora los vínculos Web para ampliar la información de los artículos. Esto no suce día en versiones anteriores. Lo importante es que no todo el mundo puede ampliar la información con Internet. Además, las perspectivas de "democratización" de ésta, como aparentemente sucedería con la TV; son inciertas. Esto limita o discrimina a los usuarios no sólo por acceso sino porque obliga a limitarse al tipo de información base que da Encarta. La Enciclopedia Multi media Encarta 99, en cambio, reincorpora la bibliografia que ha bía desaparecido en la versión 98, pero no toda la que había en el 96, que también tenía las limitaciones que señalamos en el ejemplo sobre "Argentina". Tanto en la versión 96 como en la 99, la cantidad, características y origen de las fuentes a las que remite siguen siendo problemáticos. La pobreza de información es igual en la versión 1996 que en la 1998, sólo que ésta no tiene biblio grafia. Esto significa que la búsqueda de documentación se va concentrando en Internet y las grandes empresas editoriales como Barnes & Noble o las librerías virtuales como Amazon. Pe ro, además de limitarse al mundo anglosajón, ¿agotan estas fuentes la información sobre los países del Tercer Mundo? Esta pregunta es válida también para aquellas librerías virtuales que se están desarrollando para el mercado en lengua española, como el caso de Bertelsmann en España y de Yenny en América Latina (de las Fuentes, 1998). Esto forma un embudo en la información. ¿Qué significa es to para los países pobres en infraestructura comunicacional, marcados por el escasísimo acceso a Internet? En la medida en que la documentación se transfiere a Internet, los países quedan condicionados por sus posibilidades de acceso a la red. Y a su
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vez, estas posibilidades están determinadas por la infraestructura de la cobertura telefónica y los costos de las tarifas telefónicas. Aun así, si estuvieran conectados a la red, con seguridad que no encontrarían la bibliografía crítica básica de su propio país (Ford, 1998). La versión 99 de Encarta está compuesta por 36 mil artículos, de los cuales sólo 560 tienen bibliografia. Si bien esta nueva ver sión brinda bibliografía y corrige algunos errores, exhibe nuevos fenómenos que es necesario no perder de vista. No es aleatorio que el artÍCulo sobre opinión pública haya sido escrito por George Gallup (y que incluya su fotografía). Una manera de observar la política en información de Encarta es analizando la cantidad de texto dada a países con más de 100 millones de habitantes. TABlAN 2 5 Países con más de 100 miUones de habitantes
Cantidad de páginas del articulo
Cantidad de bibliografía
Estados Unidos (267.1)
290
52
Rusia (148.5)
240
24
China (1220.2)
224
19
Japón (125.1)
182
15
India (929)
148
19
Brasil (159)
103
10
Indonesia (197.5)
80
O
Pakistán (136.3)
77
O
Nigeria (111.7)
64
O
Bangladesh (118.2)
48
O
T4dlla fc;,1i7.ada para este capítulo sohre- la ba~c de datnll cXlrdmns: ch.' la F,ncidupedia f;'¡rtn111 99.
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~
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La marca de la bestia
Como conclusión de la tabla precedente surge el siguiente cuadro:
TABLA N!l 6
TABLANI 5b
País
Estados Unidos
Páginas en Encarta
I
Población en mlDones
Páglnaspor mUJónde habitantes
290
267.1
1.1
Rusia
240
148.5
1.6
Japón
182
125.1
1.4
Brasil
103
159
0.6
Indonesia
80
197.5
0.4
PakisIán
77
136.3
0.6
Nigerla
64
111.7
0.6
Bangladesh
48
118.2
0.4
1220.2
0.2
929
0.1
China
224
India
148
I
Cantidad de páginas del artículo
Cantidad de !>ibliografia
Links \Ve!> de acceso directo
Links web que se pueden rastrear
Beijlng (12.0)
21
O
O
O
Ciudad de 'México (15.5)
14
O
%
%
Tokio (%6.5)
Ciudades (y población en millones de habitantes)
Las razones de esta desigual distribución del espacio y de los contenidos en la enciclopedia Encarta son el etnocentrismo por parte de aquellos, como los Estados Unidos, que formalizan a los otros países, o la importancia estratégica o económica (Rusia o Japón). Nadie podría afirmar que las culturas de la China o de la India son "más pobres", o "menos interesantes" como parajusti ficar el menor volumen de información con respecto a ellas en la enciclopedia.
1%
O
O
O
Nueva York (16.3)
1%
O
O
3
Los Angeles
11
O
O
O
(1%.2)
8
O
O
O
Bombay (14.5)
5
O
O
O
Calcuta (11.5)
5
O
O
1
San Pablo (16.1)
3
O
1
1
4
O
O
O
2
O
O
O
Shangal (14.7)
Jakarta Karachi
(21.%, en el %015) (20.6, en el 2015)
Otras megaciudades que, según la estimación del WCR 1998, estarán entre las 10 primeras superpobladas en el 2015 no mere cen, por esto, mayor atención a pesar de la cultura "futurológica" que caracteriza al fin de siglo. Jakarta
(%l.2, en el 2015)
4
O
O
O
Karacbl
(20.6, en el 2015)
2
O
O
O
T.. bla realízada para este npflulo ,¡obl'C la hase de datos (!l{ll'iliclos de la Ellckl''lx.-oiot Enrtlrtn 99.
Fuente: Encidopt.,<Iia EntlJrta 99
Es posible hacer otra comparación, esta vez con las primeras 9 megaciudades del mUl1do en cuanto a población según el World Culture Report (1998).
Aquí estamos ante un fenómeno que no es sólo el de las de sigualdades, sino el del empobrecimiento de la información (ausencia de bibliografía, de direcciones web, de referencias in ternas), ante un fenómeno crucial de la cultura de fin de siglo: el crecimiento de las megaciudades y su relación con la brecha, la violencia, la inseguridad, las migraciones, el racismo, etcétera.
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Lo que se puede hacer en los países del Tercer Mundo para contrarrestar esto es mucho más,de lo que se cree, y no sólo eJi función de ampliar la información para el uso intemo, sino de producir también para afuera, para un mundo donde el inter cambio y el conocimiento intercultural se vuelven cada vez más críticos y necesarios. Son numerosos los ejemplos, en los contactos entre los países desarrollados y los pobres, que muestran la falta de competencia, en el sentido antropológico, o la visión estereo tipada y falsa que los países más poderosos construyen sobre los otros, cc;>mo se ha visto en el capítulo 1. Esto no implica una crítica a la estmctura hipertextual, a las facilidades de acceso a otros campos de información y a los CD ROM como instrumentos de referencia, sino a ciertos aspectos de su política documental que discriminan culturas y que, al restrin gir las referencias para ampliación de información a búsquedas en Intemet, afectan cualquier intento de política documental en los países dependientes, pero también, como lo vimos en "Wilson", en los países centrales.
La marca de la bestia
Una de las figuras más notorias de la revolución digital, Ni cholas Negroponte, señala en Wi~d, que "lo más sorprendente en Internet es que nadie la maneja", que funciona "porque nadie la controla", que "altera todas nuestras ideas centralistas y jerárqui cas"21. De alguna manera esto se corresponde con las definiciones de Castells (1997) sobre la turbulencia y el derecho constitucional al caos2'.l. Sin embargo, las dificultades que se presentan en la in vestigación de o con Internet, tanto utilizando la red como fuente de información en una gril1a de investigación2:' o como corpus2~ presentan nodos organizadores yjerárquicos. No es el objetivo discutir aquí el concepto de centr0 2&, pero lo cierto es que hay zonas de concentración e irradiación en Inter net. Estas zonas son tanto de condensación como de poder. Nos referimos a la masa de hosts en los EE.UU., de usuarios de software de información, de searc" engines, y a algo que no es lo suficiente mente tenido en cuenta: el peso de la ideología del técnico o in geniero en informática "medio" norteamericano y su cultura. Desde esta ideología y de su etnocentrismo y/ o desconocimiento se elaboran los software, las clasificaciones y jerarquizaciones de
La red Ahora bien: el tema de las enciclopedias es analizable porque está constituido por campos o conjuntos finitos "fijos" de infor mación. No sucede lo mismo con Internet, por su dispersión y movilidad, su "turbulencia", aunque sus efectos sobre los desequili brios y brechas comunicacionales internacionales sean los mismos o mayores. Basta con estos datos: el total de usuarios en el mundo es de 151 millones (2.7% de la población mundial). Se dividen de la siguiente manera: África 0.92 millones, Asia y el Pacífico 25.57 millones, Europa 32.38 millones, Medio Oriente 0.78 millones, Canadá y Estados Unidos 87 millones, Sudamérica 4.5 millones 20•
ta
20. Fuente: Nua Internet Surveys. Dirección de la home page en la no al pie 3.
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21. Negroponte, Nicho las: « http://www.wired.com>>. Nota corres pondiente al número de Wired de octubre de 1997. 22. La consideración del derecho constitucional al caos fue lIllO de los argumentos en los cuales se basó el poder judicial norteamericano para "frenar" la propuesta de BiI! Clinton de censura de contenidos en Internet (Castells, 1997). 23. No es común encontrar a Internet como posible fuente de do cumentación u obra de referencia en los manuales de metodología de la investigación. Sin embargo, Internet es, a pesar de sus enormes difi cultades, un recurso imprescindible. 24. Nos refelimos a corpus en los casos en que se utiliza, por ejem plo, un muestreo de discusiones en algunos newsgrottps como fuentes se mejantes a los focttS g7'OUps. Por ejemplo: Ford y Siri, 1996. en capítulo 5 de este libro. 25. Esta problemática recorre un campo transdisciplinado amplio, de la biología a la autopoiesis y el deconstruccionismo. También el aná lisis de las relaciones entre topología y cultura (Calabrese, 1987).
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ANiBAL FORD
la infonnación, los links, los contratos de lectura (escritural o vi sual) de los productos que concentran el consumo informático en el mundo. 26 Todo esto debe ser tenido en cuenta frente a la apología in discriminada de Internet especialmente en su ingreso en los co legios, las investigaciones, el periodismo, etcétera. Las nuevas tecnologías, en muchos casos han concentrado las operaciones de procesamiento de la infonnación actual o histórica (cultural o técnica) en Estados Unidos y sus bases de datos. Pero también en las ideologías de los operadores de sus searr:h o CD-ROM. Esto produce un fuerte vaciamiento de memorias y culturas que afecta fundamentalmente a los países menos desarrollados, que son los más nece'Sitados del conocimiento sobre sus recursos naturales, materiales y humanos (Hamelink, 1985). La frase impuesta por la comercialización de Internet: "Si no lo encuentras en la red es porque no existe", es una construcción comercial e ideológica que funciona reforzando la hegemonía de los Estados Unidos y su etnocentrismo infonnático y cultural. "Esta afinnación tiene muchos baches ya que, por un lado, no es fácil, ni con los mejores motores de búsqueda, encontrar ciertas cosas en la Web y, por el otro, el volumen de la información dis ponible y su variedad temática hace imposible plantear un sistema clasificatorio que no resulte reductivo. Esto es así porque hay sólo dos maneras de que un motor de búsqueda (search engine, browser) clasifique las páginas en la Web: o bien por su ubicación en cierta grilla o índice, o bien por la inclusión o no de ciertas key words o combinación booleana de key wordS' (Siri, 1997).
La mm'ca de la bestia
Además, se puede ver, entre otras cosas, que los current af fairs, muchas veces plantean una división binaria, como en el buscador Yahoo, entre US government y World. Esto no tendría nada de particular si se tratara de las secciones de un periódi co norteamericano, pero se trata de motores de búsqueda que . son utilizados desde cualquier parte del mundo y que absor ben las mayores cantidades de consultas. Es decir estamos an te un sistema de información global que nos vaa servir para obtener más sobre Kentucky que sobre la Argentina o una de sus provincias. Parecería necesario activar el ingreso en Internet de las investi gaciones que se están realizando en nuestros países con sistemas clasificatorios y manejo de key words adecuados. Nos referimos no sólo a la generación de sites específicos sino a la modificación del ingreso de temáticas del Tercer Mundo en los buscadores hege mónicos y por lo tanto un acceso menos engorroso a ellas. Con todo, es difícil, en el mundo de los internautas romper la tríada Altavista, Hot Bot. Yahoo. Por lo tanto, sea en unos casos demostrable -como en un CD ROM-, en otros casos motivo de hipótesis que exigirían un com plejo aparato de investigación como en el caso de Internet, se trata de s.istemas de información que ejemplifican -junto 'a sus 2 indudables aportes- nuevas formas de dominación cultural " que acompañan otros procesos no específicamente infolmáticos como lo son la persistencia de discriminación económica y
26. En este sentido, Internet al ser abierta, sin centro y "democrática" en el interior de una población reducida -iJólo el 2.7% de la población mundial tiene acceso a la red- es una de las más espectaculares puestas en escena de la ideología dominante y de la producción de hegemonía en el sentido gramsciano. No hay dispositivo más fácil para naturalizar lo social que transformarlo en una clasificación o taxonomía.
27. Es más valiosa, en esta etapa, la información que el Tercer Mundo recibe del Primer Mundo que lo que recibe de sí mismo. En este sentido las posibilidades de acceso han aumentado considerablemente. Pero lo que estamos señalando es la caída en el procesamiento y acumulación. de infOlmación sobre nuestros países, la pérdida de conocimiento so bre nuestros recursos materiales e inmateriales. Hamelink, 1985; Ford, 1987a ; Ford, 1987b.
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cultural de larga data, pero aún persistentes, sobre la infeIiori dad, por ejemplo, de América Latina28 • En este marco, es fundamental el desarrollo de políticas que aumenten la competencia global sobre las propias socio culturas, en el sentido antropológico y lingüístico, ya que muchas veces és tas son presentadas en Internet o en otras nuevas tecnologías de manera pobre y errónea. Esta afirmación es aplicable a todos los países del Tercer Mundo. Esto implica el ingreso, realizado con criterios de excelencia, de la información sobre la geografía, la historia, la sociocultura, la estructura demográfica y étnica, etcétera. Y con esto, la revisión de los conceptos de patrimonio cultural tanto históIico como actual. O histórico en función de problemas críticos actuales como lo son los ecológicos o los referentes a recursos naturales que re quieren análisis de tiempos largos. Pero esto vale también para los problemas socioculturales. No sólo las sequías o las inundaciones tienen ciclos de cincuenta afiaS.
inevitablemente, a una alta concentración en pocos productos lo cual temina limitando la creatividad social. Cada vez son menos
Algunos efectos expansivos de la convergencia La concentración económica produce, como lo analizamos en el capítulo sobre infoentretenimiento, un fuerte efecto sillér gico. Este se da tanto en el interior de un holding como en el aprovechamiento de un producto. Un producto para que sea rentable tiene que ser, por lo general, altamente sofisticado y pa ra cublir esto tiene que 1) comercializarse globalmente (esto quiere decir: capturar todas las zonas rentables del globo); 2) dar pie a otros productos y servicios, paten tes, etcétera. Esto lleva,
los que triunfan más allá de su municipio. Ahora bien, esto no implica la desaparición de la producción independiente, el cerramiento de otras culturas, la ignorancia so bre el pulmón de la creatividad social marginada. No, esto tiene su lugar porque es retroalimentador, como lo saben bien las com pañías discográficas. De ahí, también, su desprotección en dere chos. Pero su ingreso en los fllyOS culturales es mucho menor. Lo cierto es que visto esto desde el conocimiento o la competen cia intercultural, genera enormes diferencias. El "sistema global" conoce mucho más ciertas culturas y menos otras. Pero como el otro desvaloIizado no puede ser marginado, así como no puede ser marginado totalmente el migrante ilegal porque es mano de obra sucia y barata, construye sobre éste los conocimientos estereo tipados y discriminatorios que tratamos en el capítulo primero. Si no se parte del supuesto de confundir, como se hace frecuen temente, globalización y homogeneización, y se considera que aqué lla produce una creciente interpenetración cultural, es fundamental dar cuenta de las asimetrías y brechas atinentes a la desigual concen tración de la riqueza, del poder político, de las tecnologías e incluso de la capaddad de producción y recepción de los mensajes. Se pregunta Margulis (1996): "¿Existe una geograrra de los flujos culturales desvinculada de los ejes territoriales de concen tración del poder y la liqueza?". No, pero debemos tener en cuenta otra concepción de lo !ocal, lo terntoIial, lo geográfico!!!'. 29. Para la noción de "fltY0s" y algunos desan'ollos desde la perspecti va de la economía de la información cfr. Millán Pereila., 1993. El hecho de
Entrevista de Daniel Ulanovsky Sack a Lawrence Harrison, ex funciona rio del Departamento de Estado Norteamericano. En Clarín, diciembre de 1997.
que la relación tiqueza/tenitorio requiel4 una revisión, no implica una l1.lptUla. topológica que ingrese conceptos como caos o turbulencias (Castells, 1997). Estos conceptos están emparentados no sólo con las tl4nsformaciones cognitivas o de "paradigmas" sino a la ideología ultra liberal del mercado.
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28. Cfr. "América Latina tiene una cultura poco apta para el progreso
H •
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La concentración de los medios plantea problemas en lo que
respecta a la producción de mensajes. Por ejemplo: restringe::.la creatividad. En Suecia, como respuesta a la fuerte concentración de la prensa, el Estado decidió otorgar subsidios a todos aquellos emprendimientos que busquen editar publicaciones de baja tirada, como estrategia para fomentar la pluralidad de voces. Pero limi tada, como los circuitos alternativos en notoria desigualdad para pelear políticas económicas nacionales, regionales y globales.
Desigualdad y propiedad intelectual Un aspecto de esta problemática, al que, por lo menos por ahora, se le presta poca atención, es el cambio que la globaliza ción económica, el libre comercio mundial y la introducción de las nuevas tecnologías comunicacionales producirán sobre el copyright o los derechos de autor de todos los materiales artísticos. Estos podrán caer en las pocas manos de los pocos emprendi mientos monopolistas de alcance global. Dentro del GATI se fir mó un acuerdo sobre propiedades intelectuales comercializa bIes. Según este acuerdo, cualquiera que tenga los medios para obtener derechos intelectuales en cualquier lugar del mundo puede hacerlo sin estorbos de ningún tipo. Esto significa que las corporaciones culturales transnacionales pueden obtener todos los derechos para explotar con fines de lucro cualquier pieza de música, imagen o texto que crean que tiene potencial comercial. La consecuencia es que esas corporaciones pueden convertir se en las dueñas exclusivas de piezas sustanciales de culturas de cualquier parte del mundo y por lo tanto influir en el desa rrollo de esas culturas Qoost Smiers, 1998). Esta observación se basa en la tendencia por la cual, cada vez más, los artistas reciben dinero por su trabajo, pero tienen que vender sus de rechos a corporaciones más o menos grandes y otro tipo de hol ders de copyrights. Pero no se trata sólo de autores ¿quién cobra
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los derechos de las imágenes de la Mezquita de Solimán utiliza dos en los juegos virtuales de Encarta? La propiedad de derechos intelectuales (coj:ryrights, patentes, secretos comerciales, marcas regristradas) se ha convertido en una de las piedras angulares del negocio internacional. Las em bajadas de los Estados Unidos son utilizadas comúnmente como monitores de la infracción de marcas registradas norteamerica nas (Marlboro, Mickey Mouse, etcétera). En esta tarea también tiene una importancia fundamental el FBI. Los países desarrollados son los que establecen las reglas y concepción de derechos intelectuales a nivel mundial. La amenaza de sanciones comerciales siempre está presente para los países en desarrollo. El concepto de autor funciona como condición para adquirir derechos de propiedad intelectual 'l<). Actualmente, esto beneficia, en fonna desproporcionada, a los países desarrollados. Como dice el investigador holandésJoost Smiers, "curare, batí/¡, mytlls y el baile llamado lambada salen de los países en desarrollo" sin protección de propiedad intelectual, mientras que ~'Prozac, Le vis, Grisham, y la película Lambadar ingresan en los países desarro llados protegidos por un cOl~unto de leyes de propiedad intelectual que, en última instancia, están respaldadas por la amenaza de san ciones comerciales. Nuevamente, estamos frente a la desigualdad y a la necesidad de ahondar en el diseño de políticas que resguarden las producciones culturales de los países del Tercer Mundo.
La tUmocracia tU las yemas Otro efecto de la concentración es que limita la democracia. El lobby de los grandes conglomerados plantea fuertes dificultades
30. La concepción occidental de "derechos de autor" o de "autor" en la concepción de Roland Barthes, es una noción ajena e inaplicable en muchas culturas.
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para regular y ejecutar políticas que afecten a los medios. Inclu so si los políticos no estuvieran fuertemente imbricados con lO/! magnates de los medios, la voluntad de llevar a cabo reformas de bería enfrentar la amenaza del altísimo costo político que una vi rulenta campaña de medios puede significar. Estamos dentro de la problemática relación regulador-regulad031 • En la conjunción de ambos aspectos: la creatividad social y los límites a la democracia se podrían leer los efectos que la concen tración produce sobre el derecho a comunicar concebido como uno de los derechos humanos. Como dice McChesney (1998) en el actual contexto político, "el mundo está siendo rehecho allte nuestros ojos" por los gigantes de los medios globales. Este es un escenario muy crítico para cualquier expansión democrática y participativa. Internet podría incrementar las desigualdades en la información y la comunicación no sólo en los países en desarrollo. Las voces disidentes y 110 comerciales pueden llegar a ser extraor dinariamente importantes en la web. Pero, dificilmente, desafiarán la hegemonía de los gigantes comunicacionales corporativos. De ahí las limitaciones de la propuesta de Manuel Castells de "interve nir en la red" (Castells, 1997). Hay que intervenir, pero la desigual dad es difícil de remontar. Como en el caso de Encarta. ¿Cómo se hace una enciclopedia global alternativa ante un producto que cuenta con toda la infraestructura "global" de Microsoft? Herbert Schiller (1996) se pregunta por los efectos del mayor poder privado en la esfera informacional, y dice que lo que dis tingue a nuestra era es que la principal amena7.a a la libertad de expresión ha pasado de ser el Estado a ser el poder privado corp<r rativo. Sin embargo las corporaciones persuaden al público de que lo que hacen es un diario ejercicio de su libertad de expresión.
La ma1'ca de la bestia
Lo que hacen es identificar su voz poderosa y difundida a nivel nacional con la expresión de un individuo. El hecho de que Internet sea un sistema sin centros ni jerar quías (Negroponte, 1995) no supone una democratización de la información, como tampoco limita su poder como dispositivo constructor de hegemonía, en este caso de los Estados Unidos. Significativamente, la afirmación de Negroponte: "Internet no tiene dueilo" se contradice con las palabras del titular del comité científico del Congreso de Washington, Chip Pickering: "Internet es nortemericana" (Hini, 1997). Según éste, Internet fue creada por los contribuyentes americanos, las empresas y el gobierno, por lo que les corresponde la exclusividad del control de la red. Aunque esta afirmación tiene sus contrapartidas internacionales o norteamericanas como las de la Internet Society (organismo civil que supervisa la gestión de la red, entre ellas, sus abusos comer ciales), pero que también está constituida por empresas dentro del esquema del Tercer Sector, muestra cómo dentro del "liberal democracy country" no existen políticas claras acerca de cómo manejarse con la red y, principalmente, "su comercio".:v.I Por otra parte, aunque ya no se puede decir que las habilidades computacionales sean una limitación importante para el acceso a Internet, aún persiste el problema del idioma. Según un reporte de la Internet Society acerca de los idiomas en uso en Internet, . el 82.3% de las publicaciones están en inglés. Le sigue el alemán con el 4%. el japonés con el 1,6%, el francés con el 1,5% y luego el español con el 1,1 por ciento:"'. La globalización reduce progresivamente el papel del Estado, es decir su capacidad de jugar un papel decisivo como ente soberano
31. Sobre la relación regulador-regulado, ver B1umler,j. (1993); Ri cheri, G. (1994).
32. Un grupo de políticos norteamericanos, incluyendo a Pickering, consideran la posibilidad de elaborar una ley que impida el dominio de registros del Plimel nivel ( tipo .com, .org y net) fuera de los EE.UU. 33. INTERLINK HEADLINE NEWS, No. 881,junio de 1997.
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al cuidado de sus fronteras. Basta pensar en lo que sucede con las transmisiones de televisión y radio vía satélite, la comunicación:-a través de Internet (que es prácticamente imposible de censurar o controlar, por el mismo diseño de la red), o el rol de las organiza ciones no gubernamentales extranjeras o internacionales. Pero, en la actual globalización no sólo está en juego el concepto de Esta do-nación, sino el de democracia. La idea del liberalismo político fue que los integrantes del espacio nacional constituido en Estado podían dirimir sus diferencias y llegar a un consenso para un pro yecto de construcción nacional a través de las elecciones. Pero, lo que se ve en los países del Norte es quejunto con un modelo de de sarrollo económico excluyente -que genera desempleo a nivel in ternacional- hay un proceso político de democracia cada vez más restringida. En las últimas elecciones en Estados Unidos, país que podría verse como Ull laboratorio de la globalización, votó sola mente el 38% del total de registrados y es sabido que quienes se registran son solamente una minoría de la población en edad de votar. Además, de quienes votaron en las elecciones norteameri canas de hace un año, el 60% ganaba más de 40.000 dólares anua les. Eso quiere decir que, al contrario de la teoría liberal de la de mocracia, hoy el voto es un instrnmento de los ricos, no de los po bres. Si a eso se junta el descrédito universal de los partidos políti cos, el cuadro que emerge es preocupante: los mecanismos de ejer cicio del poder político son cada vez menos participativos cuando los medios técnicos para permitir una participación más activa e in formada están más desarrollados que nunca (Ortiz Crespo, 1997-8). De ahí que la diferencia entre inforricos e infopobres se transforme en una brecha política ahondada por la convergencia.
Lo que no está en TV no existe o el "derecho a ser visto "3~ Valerio Fuenzalida (1992) ha registrado en ciertos sectores sociales que el no ser mostrado (sectores rnrales, por ejemplo) es percibido como discriminación. En un trabajo inscripto en el marco de las perspectivas de la investigación crítica de la audien cia y los procesos de recepción de los televidentes alrededor del mundo, estudió en qué programas perciben los campesinos chi lenos que aparece representada su clase. A partir de una serie de estudios cuantitativos y cualitativos llegó a la conclusión de que, en general, el campesino siente que la 1V lo desvaloriza de diversas maneras: a) no lo reconoce en su actividad de productor de los alimentos para el país; no es reconocido su esfuerzo ni valorado su trabajo sacrificado Aparecen valorados los productos del campo, pero no el campesino productor; b) el campesino siente que la 1V presenta "al campesino rico" yal "pueblerino"; los campesinos pobres se sienten excluidos; esto es visto com~ ausencia y desva lorización; c) tampoco son reconocidas ni valoradas las virtudes que ellos estiman propias del campesino chileno: trabajo sacrifi cado, solidaridad, respeto, tranquilidad, paz. Sin embargo, como señala Fuenzalida, en la telenovela latinoamericana, a diferencia de otros géneros, aparecen problemas latinoamericanos -como las diferencias entre pobres y ricos, el difícil tránsito del campo a la ciudad, la marginalidad ur~ana. Aparece también la pareja y la familia como lugar social en que se valora la emoción, pues allí se expresan los conflictos y las reacciones afectivas.
Desde el lugar de la recepción Si analizamos las desigualdades desde el punto de vista de la recepción, fundamentalmente en el caso de la 'IV; nos encontramos
34. El "derecho a ser visto" es conceptualizado por Desmond Fischer (1984) en el marco de la filosofía del derecho a la comunicación,junto con otros derechos, entre ellos, los "selectivos": los derechos a no comu nicarse ni informarse.
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ante diversos problemas, algunos referentes a la ofertá de fic ción y otros a la de información.
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Muniz Sodré (1992) recuerda el ejemplo de un adolescente de una faveIa que cuando, durante una encuesta, le preguntarob qué quería ver en TV dijo: "¡Eu!". Esto correspondería a lo que en la filosofia del Derecho a la Comunicación y la Información es considerado el "Derecho a ser visto". El derecho a la comunicación (Unesco, 1980) es considerado como uno de los derechos humanos y supera la noción de derecho a recibir comunicación o a ser in fonnado. Tal como fue expresado en el Informe MacBride (Unes co, 1980), se concibe el derecho a comunicar como: "el derecho de reunión, de discusión, de participación y otros derechos de asociación; el derecho de hacer preguntas, a ser informado, a in fonnar ya otros derechos de infonnación; el derecho a la cultura, el derecho a escoger, el derecho a la protección de la vida privada y otros derechos relativos al desarrollo del individuo". Los inte grantes de la "MacBride Round Table on Communication"M (académicos, activistas, periodistas) consideran que está emer giendo un movimiento social global. como no se ha visto desde el NOMIC (Nuevo Orden Mundial de la Infonnación y la Comu nicación) (Unesco, 1980), cuyo objetivo es crear un espacio de circulación democrática de la información y las comunicaciones tanto generando circuitos "alternativos" como abriendo los medios públicos a la participación para desafiar el actual orden neoliberal ortodoxo. Las agntpaciones que están constntyendo, desde dife rentes perspectivas, este movimiento a nivel global son The Third World Network, AMARC, Vidéazimut, el Cultural Environment Movement, WACC, la MacBride Round Table y otras.
El proceso de revisión del modelo unidireccional de la comu nicación se relaciona directamente con la profundización de la democracia (Ford, 1987a). Necesidad de balancear los derechos liberales de los medios (libertad de expresión, de empresa) con los derechos del público a conocer (ingreso real en la sociedad del derecho a la infonnación ya la comunicación). La reivindica ción del receptor es también "la reivindicación de la capacidad del hombre común para estntcturar el sentido de su existencia". En este sentido, las teorías referentes al.receptor han tendido a confundir la visión democrática de los otros con el populismo, las teorías de los "usos y gratificaciones", etcétera. Pensar en el re· ceptor no se contradice con la necesidad de políticas culturales
35. The MacBride Round Table on Communication es una aglUpa ción que se reúne anualmente en defensa de los derechos comunica cionales y que fue creada en 1989 para estimular la discusión de las problemáticas delineadas en el InfOlme MacBride de 1980. Este infOlme fue crítico de los desequiJiblios en los flujos mundiales de la infOlmadón. (http://www2.hawaii.edu).
(Ford, 1987a).
La información "socialmente necesaria" Otro tipo de desigualdad está dado por la diversidad de ofertas en pantalla y por su adecuación al medio. Gran parte de la pobla ción global está sometida a contenidos aleatorios en relación con su cultura (aunque "comercialmente racionales" en los lugares donde han sido producidos). Es decir: hay exceso de i¡úonnación sobre ciertas culturas y pobreza en la Ínfonnación que circula sobre otras. Esto ya se desarrolló en el punto 3 con respecto a la influencia de la id«ología del técnico en sqftware medio norteamericano, por ejem plo, en operaciones de jerarquización y selección que dejan afuera culturas y links; Por lo tanto la infonnadón no siempre es la adecua da para cada cultura: un dato f4ndamental que detennina cuál será la diversidad de la oferta es, por ejemplo, la ubicación geográfica del receptor. Esta detenninará qué le toca a quién de acuerdo a las áreas de cobertura de los satélites. La adecuación de la infonnación es dificil de medir pero puede ser concebida en ténninos de Herbert Schiller (1996) como "socialmente necesaria". Como dice Schiller hay un déficit -real, pero no percibido- de información social
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mente necesaria. Aquí se está frente a problemas de oferta comuni cacionalll6• El rennino adecuación, se puede relacionar con lo queJ. Blumler (1992) llama "seriedad". Una noción de seriedad como nonna sostenida contextualmente, que suministra.infonnación pre cisa y perspectivas culturales renovadoras que busquen una respues- ta política de la ciudadanía, lo que no implica, como sucede con sectores del pensamiento apocalíptico, una desvalorización de ese c.yón de sastre llamado "entretenimiento" y que, además, es nece sario contextualizar. Por ejemplo, una cosa es el consumo de televi . sión de un desocupado subvencionado (gran consumidor de 1V en Europa) (Charon, 1997) y otra cosa la del desocupado no subven cionado, como en América latina, que ve 1V después de buscar tra bajo y de hacer "changas" durante más de 10 horas. Para cada uno, la función "ver medios" tiene sentidos diferentes. Pero la infonnación socialmente necesaria plantea problemas nuevos. No puede ser pensada, como se vio en el capítulo 1, sólo a nivel local sino global. Y aquí es donde se plantea el problema no resuelto de la producción, emisión, distribución de la infor mación global "socialmente necesaria" por los actores de cada cul tura o mix de culturas y no por la mera importación de géneros comunicacionales, como por ejemplo las columnas de opinión, producidos en los países "centrales".
Etnografías de la recepción Las desigualdades infocomunicacionales implican, tamhién, ra zonar los sistemas diferenciales de recepción. Podríamos pensar que en países con 800 televisores cada 1000 habitantes, la televisión es un uso solitario 3'; en otros que tienen de 200 a 300, un uso familiar y 36. Ya tratamos algunos aspectos de la problemática de la oferta co municacional en el punto 4 del presente capítulo. 37. Ford, Aníbal: "La tribu televisiva y el mercado de la soledad" en Ford,1994.
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en aquellos países con menos de 20 o de 10 televisores cada 1000 habitantes, un uso colectivo que trasciende el hogar. La desigual dad puede generar fenómenos interesantes como la escucha colec tiva. Si la etnograña de la audiencia ha irigresado en los consumos familiares de los países centrales3ll o en las diferencias de recepción de un producto, por ejemplo la serie Dallas, en diferentes culturas todavía no ha entrado en la relación de desigualdades infocomuni cacionales y sistemas culturales de medios, tema sí observado, des- de hace muchos años por los políticos y teóricos del Tercer Mundo como es el caso de las reflexiones de Franlz Fanon sobre la radio en la constitución de la nacionalidad en Argelia (Fanon, 1963). Pero es necesario distinguir, como dice Nick Stevenson (1995), una noción central como la de "igualdad compleja" (o, en nuestro caso, "desigualdad compleja"), En fonnas simples de igualdad sólo se puede hablar de igualdad si se tienen los mismos recursos. Si nos limitamos a hablar de la igualdad simple. somos iguales sólo si poseemos la misma cantidad de aparatos de televisión. "Pero en una sociedad en la que hay distintas versiones de lo bueno. es improbable que los dos [sIYetos] deseemos lo último en materia de tecnología de la televisión". Si se desea poseer un modelo de te levisión antiguo y de baja calidad, eso no necesariamente significa una desigualdad con respecto a quien tenga un aparato superior. La propiedad de formas complejas de tecnología pasa a ser obje table sólo si uno tiene acceso a información de gran calidad y el otro no. "Ello se debe a que las cuestiones concernientes al acce so deben considerarse de aC~lerdo con criterios de ciudadanía, y no de prosperidad material", dice Stevenson citando a Walzer. Según és te, la igualdad compleja se satisface en el caso en que "ningún ciu dadano que esté en alguna esfera social en relación con un bien social pueda ser disminuido por el hecho de estar en alguna otra 38. Ver MorlC}' (1996); Silverstone (1996); Rogge (1989); Katz (1992).
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APÉNDICE esfera social en relación con algún otro bien" (Walzer, 1983). Pe ro esto implica unjuego de desi~ldades que, como se vio enJas Tablas de este capítulo y también en otros, no es lo mismo en los países o regiones pobres, o en ese 80% de la población que tiene sólo el 20% de la riqueza mundial.
Desigualdad, desigualdades Como vemos, las desigualdades son de diferente tipo pero siempre tocan aspectos estructurales o estratégicos. Si bien no es lo mismo la ausencia de equipamiento que recibir información de manera aleatoria, ambos forman parte de un mismo proceso: diferencia en la húormación adecuada, necesaria socialmente y esto podría ampliarse a la ficción y otras formas culturales en la medida en que la ficción ha pasado a ser fuente de información~!'. Tampoco es lo mismo no estar en la pantalla que estar presente, pero distorsionado, como se seiiala en el capítulo l. Ambos pro cesos son discliminatorios. De la misma manera, las brechas infocomunicacionales tienen diferentes caras. Si hablamos de información adecuada o socialmen te necesaria, no hablamos de políticas rígidas sino de que la globali zaCÍón achica el número de voces, de interpretaciones y limita la au torreflexibidad en muchas culturas. Si comparamos televisión y telé fonos es porque se ha pasado del mito de la "Democracia for export vía 1.1. 1V norteamericana" (M. Ferguson, 1992) a la utopía de un mundo conectado e "informado" por Internet (Negroponte, 1995) a pesar de las extremas brechas en los equipamientos telefónicos. Pero en el centro de todo esto está la diferencia abismal entre el poder cultural, tecnológico y económico de los mergers y de la norteamericanización frente a las diversas y múltiples culturas que fueron construyendo eso que denominamos humanidad. 39. Esto ha sido confinnado en diversas investigaciones realizadas en Italia. Comunicación personal de Miguel Salemo.
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La "Datavigilancia" Pese a que esta época se considera caótica, híbrida, fragmentada y rica en disensos, nunca hasta ahora se había llegado a similares niveles reales o potenciales de formalización y control social. Este impulso controlador o formalizador se ve reforzado, entre otros factores, por el avance creciente de diversos sistemas informáticos de recolección, análisis y cmce de información sen sible sobre cada individuo. El resultado es lo que Roger Clarke (1994) llamó "datavigilancia"; "El uso sistemático de bases de da tos personales en la investigación o monitoreo de las acciones o comunicaciones de una o más personas". Muchas veces, el que los propios datos figuren en uno o más fi cheros informatizados favorece la inclusión en determinada catego ría deseable (como la de ser elegible para obtener un crédito), o bien facilita la realización de ~eterminadas transacciones (por ejemplo, las que aprovechan l~ comodidad del uso de los distintos tipos de taIjetas de compras). Sin embargo, los actuales sistemas de bases de datos permiten que este tipo de información se cmce con la proveniente de archivos de diferente origen. El registro histórico de adquisiciones con tarjeta podría cmzarse con la base del padrón electoral, con la historia clínica, con ficheros policiales o impositivos, con registros de antecedentes laborales, con datos provenientes de
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estudios de audiencias o con listados de clientes prospectivos para campailas de marketing directo. Estos cruces, imposibles de l;)acer cuando los datos se consignaban en papel o bien eran procesados con sistemas informáticos más precarios, se realizan cada vez más, tanto en organismos públicos como en empresas privadas. Y su evi dente impacto en la estructura social, en las legislaciones y hasta en las conductas individuales y colectivas está produciendo serias dis cusiones a escala mundial, relativas al modo en que los megarchi vos avanzan sobre los derechos a la intimidad ya la vida privada de las personas, consagrados en casi todas las constituciones modernas. "El sueño de la TaZÓn produce monstruos", se titula el "Capricho 43", de Goya. Similarmente, Freud enunció la aparente Jaradoja de que la cultura, supuestamente deseable para la constitución del ser social, puede producir intenso malestar (Freud, 1976). En forma análoga, el control y la vigilancia tecnológica, en principio nacidos para optimizar la eficiencia, la comodidad y la racionali zación de los recursos, al mismo tiempo atentan no sólo contra la privacidad individual sino también contra la creatividad y la crítica social. Esto es así porque, como se dijo en otra parte (Ford y Siri, 1997), la nueva vigilancia tiene como objetivo -tal como lo tenía la antigua criminología- observar, tipificar y controlar no sólo individuos, sino movimientos y procesos sociales. Los sistemas inteli gentes -que rastrean por sí mismos individuos "sospechosos" construyen perfiles, tipificaciones (muchas veces hipersimplifi cadas), reducciones algorítmicas,. digitalizaciones, "data-imágenes" de las personas, que así pueden resultar excluidas de algún bener.. cio (o sea, condenadas sinjuicio previo) por poseer determinadas características "típicas" (como, por ejemplo, los señalados como po sibles morosos por un s'?flware de scoring bancario). Por lo tanto, mientras que, por un lado, la "datavigilancia" facilita el acceso a bienes, servicios y espacios, también genera nuevas formas de dis criminación y diferenciación social.
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Las tendencias esbozadas aquí ya no son débiles e incipientes. Como se verá en lo que sigue, están plenamente en marcha y suelen presentarse como una forma de progreso, ocultando su potencialidad negativa. Este capítulo se dedicará, por lo tanto, a describir y analizar los aspectos críticos de los procesos mencio nados. Se ejemplificarán los dispositivos y herramientas de los sistemas de control, vigilancia e identificación, lo que incluye su oferta pública y su distribución no regulada. Se dará cuenta de los efectos y sentidos de la pulsión formalizadora sobre la privaci dad y la subjetividad. y, finalmente, se tratarán las discusiones y problemas que genera en lo legal y en lo ético su naturalización, mediante mitos o falacias consecuentes con los objetivos del ca pitalismo de esta etapa.
Caja de herramientas Los sistemas, dispositivos y procedimientos informáticos de recolección y procesamiento para identificar, mOllitorcar, rastrear y analizar simultáneamente un número formidable de individuos han crecido en forma notable. No sería posible enumerarlos todos. "Costos, escala, tamaño, ubicación y distancia ya no son problema", se decía en el Congreso sobre Advanced SuroeiUance Technologies (Tecnologías Avanzadas de Vigilancia), 'realizado en Copenhagen en 1996 1• Los hay para uso gubernamental, pero otros están al alcance de cualquier particular. Algunos apuntan a la recolección de grandes masas de información. Otros, a conti nuación, se encargan de hacer los cruces pertinentes que permitan encontrar determinados patrones de conducta. Unos son simples I
1. Este congreso sobre "Advanced Surveillance Technologies" se realizó el 4 de setiembre de 1995 en Copenhagen, Dinamarca y fue patrocinado por Pilvacy International y EPIC. La información sobre el mismo y los abstracts de las ponencias pueden encontrarse en; http://www.plÍvacy.org/pi!conference/copenhagen/report.html
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productos. Otros, en cambio, constituyen procesos. Todos, detrás de su utilidad, comodidad o racionalidad dedarada sirven en fQrma oportunista al control, la vigilancia, la identificación y la extrac ción de datos sensibles de las personas. Básicamell te, se pueden clasificar en sistemas de identificación, de vigilancia de las comu nicaciones y de vigilancia territorial, o video-vigilancia (Banisar, Davies et al, 1998). A continuación, se explicarán y ejemplificarán cada uno de estos tipos de herramientas.
De la biometria al ADN
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Documentos de identidad En la Argentina, como en Alemania, Francia, Bélgica, Grecia, Luxemburgo, Portugal y España, entre otros países, la población está habituada al documento de identidad obligatorio. No sucede. lo mismo en naciones como los Estados Unidos, Canadá, Nueva Zelanda, Australia, Reino Unido, Irlanda y los países Nórdicos (Banisar y Davies, 1998). Donde es requerido, hay una tendencia creciente a utilizar el mismo número del documento de identidad para otros fines. En la Argentina, por ejemplo, esta cifra forma parte del Código Único de Identificación Laboral o Tributaria. Además, el país se encuentra en un proceso de informatización de los documentos de identidad nevado a cabo por la empresa Siemens, que tiene como objetivo principal acentuar el control de fronteras (Polack, 1996). Los sistemas varían de país en país, pero, cuando se utiliza alg..:ín
tipo de taIjeta inteligente como documento identificatorio, como
en Espaila, Portug-.tI, Tailandia y Singapur, ésta se suele usar tam
bién para acceder a diversos servicios gubernamentales (Banisar
y Davies, 1998). De este modo, el plástico con un "chip" adosado no sólo es un medio de identificación (que la policía puede exigir en cualquier momento), sino también una tecnología de acceso a determinados bienes o de entrada en determinados lugares. Más adelante, se volverá a hablar sobre otros usos de estas smart c.ards.
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Otras tecnologías cada vez más usadas para identificación personal son los sistemas biométricos. Son todos aquellos dispo sitivos que establecen o verifican la identidad de una persona a través de un rasgo corporal único. Es decir que, en lugar de iden tificarla por algo que tiene (tatjeta), o algo que recuerda (palabra chive o PIN) o algo que hace (como una firma), los bioméuicos la identifican por algo que es (Davies, 1994). Los sistemas modernos incluyen: archivos digitalizados de huellas dactilares o imágenes en video de las personas (en una manifestación, por ejemplo), sistemas de identificación automática de la voz o la geometría de la mano o la retina. Se usan, entre otros, en lugares de trabajo, agencias gubernamentales, aeropuertos y cajeros automáticos. Con respecto a la identificación de huellas digitales,actual mente hay sistemas llamados AFIS (Automatic FingerjJrint Identification System) que pueden recuperar cualquier imagen scanneada de una impresión dactilar de modo rápido y eficaz 2 • Un sistema que se está haciendo cada vez más popular es el de identificación por medio de la geometría de la mano y de los dedos. Un scannerregistra noventa medidas diferentes de la misma y genera un patrón digital de llueve bytes de la imagen tlidimen sional de S\.l contorno. Luego se transfiere la información a una base de datos para ubicar a la persona que está siendo identificada. A este patrón puede agregársele un PIN secreto para mayor segu ridad. Este tipo de dispositivos no registra huellas digitales, sino solamente rasgos morfo13gicos ~istintivos de la mano de cada indi viduo. En consecuencia, podría haber dos personas con el mismo patrón de geometría de la mano. Este hecho puede conducir a que, en ocasiones, el sistema rechaze o acepte por error el ingreso 2. Ver, entre otros artículos de divulgación, "Impresiones digitales. Sistemas de identificación automática", 1995 e "Individuación criminal. Registros computarizados", 1996.
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o egreso de una persona a un lugar. Es lo que se llama "falsa acep tación" o "falso rechazo". Actualmente, los sistemas implementados tienen, según los fabrican tes, un índice de falsa aceptación o re chazo del orden de uno en mil. En la Argentina, en la cárcel de Devoto, se usa un dispositivo de estas características para controlar acceso y egreso de personas '. El biométrico que más preocupación causa, por su potencial discriminatolio, es el monitoreo y almecenamiento en taIjetas inte ligentes de datos relativos al ADN, ya que tecnologías del tipo PCR (reacción en cadena de la polimerasa) permiten detectar genes "fallados", que codifican proteínas mal constmidas, mucho tiempo antes de que den lugar a la enfermedad que dicha falla pudiese 4 ocasionar • Por otra parte, el análisis del ácido desoxirribonudeico permite distinguir a una persona en siete mil millones (Febre, 1998). Para eso alcanza una muestra del orden de la milmillonésima parte de un gramo. Los restos de saliva en una estampilla, por ~jem pIo, son suficientes para identificar a una persona. En Estados Uni dos ya hay entre 400 mil y 500 mil climillales registrados, clasificados por el tipo de crimen que cometieron (violación, homicidio, robo agravado, lesiones graves, secuestro y robo de autos). Estos proce dimientos podrían dar pie a que se discrimine a prioli a aquellos en cuyos genes se supong-a el origen de una determinada tendencia delictiva, aunque jamás se haya hecho manifiesta (Nelkin, 1995). Hay que agregar que los datos biométlicos pueden ser parte de las taIjetas de identificación obligatorias (inteligentes o no).
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En los Estados Unidos, por ejemplo, la congresista Barbara Jor dan propuso en 1996 una "National Employment Verification Carel" (TaIjeta Nacional de Verificación Laboral) que sería requerida para tener cualquier empleo en ese país. El objetivo era poder discriminar a los individuos según características de comporta miento u orientación sexual, sobre la base de la información genética almacenada en dicha tarjeta magnética (Ostman, 1995).
3. Esta información fue vertida por David D'Angelis, gerente co mercial de WestCorp Argentina, en su presentación para la mesa redonda NHacia dónde va el futuro de la taIjeta inteligente" en el Segundo Salón Anual Internacional sobre Producción, Tecnología, Seguridad y uso de la TaIjeta Plástica e Inteligente, realizado en Buenos Aires del 8 al 10 de setiembre de 1998. 4. Puede consultarse un artículo de divulgación sobre esta~ técnicas con ADN en "¿Nuestro destino está en los genes?", Clat'Ín 14 dejulio de
Dispositivos de espionaje La vigilancia total de las comunicaciones interpersonales es el suei'io dorado de todas las instituciones de control del mundo. En casi todos los países hay alguna forma de intercepción de te léfonos, faxes y comunicaciones vía telex. A veces, esta actividad se hace con el aval de la legislación vigente. Otras, constituye un a1>uso destinado a inhibir la actividad de opositores políticos, lí deres gremiales o defensores de los derechos humanos. Este tipo de invasión de la privacidad no se da sólo en países con un pobre historial en el respeto a las garantías civiles. Los Es tados Unidos, por ejemplo, están llevando a cabo una campaíla mundial para mejorar la capacidad de los servicios de inteligencia y la policía para espiar conversaciones privadas. Por un lado, se exige que todas las tecnologías de comunicaciórr; como teléfonos co munes, celulares y satelitales se diseílen con una "puerta trasera" que facilite su intercepción. Por otra parte, se busca extender hacia otros países las limitaciones norteamericanas a la difusión del software de encriptación de <:latos, que permite poner en clave comunicaciones y archivos para prevenir el acceso a personas inapropiadas. El Wassenaar Arrangement on Export Controls lor ConventionalArms andDual-Use Goods and Teclmologies, acuerdo fir mado en diciembre de 1995 por treinta y tres países que se com prometen a limitar la difusión de este tipo de software, es un ejemplo del avance de la política norteamelÍcana al respecto. Este
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tratado es el primer convenio global multilateral sobre contro les a la exportación de armas convencionales y mercaderí~ o tecnologías sensibles "de doble uso", es decir, tanto civil como militar. Entre otras cosas, los países miembros establecen, por este acuerdo, restricciones a la exportación de criptografía, a la cual se la considera como un arma. Pero hay una gran variación de políticas. Algunos permiten la exportación bajo autoriza ción, otros imponen restricciones al tipo de criptografía ex portada. Otros países, como Francia, Rusia, Estados Unidos, Nueva Zelanda y Australia van más allá de los plincipios reco gidos en el tratado e incluyen en las restricciones la criptogra fía de uso general: programas como, por ejemplo, PGP. Este software gratuito, de uso e instalación sencillos, es muy popu lar entre los usuarios de la Red para encriptar sus mensajes de correo electrónico y así evitar su lectura por personas indebi das. Al mismo tiempo, se usa para generar firmas autenticadas en los mismos y evitar posibles suplantaciones de la identidad de .quien envía la correspondencia. El Tratado de Wassenaar fue blanco de muchas críticas por parte de los defensores de la privacidad on-line, porque la criptogra fia es una herramienta fundamental para proteger a los usuarios de Internet. Sin criptografia confiable, por ejemplo, no podrá crecer el comercio electrónico, ya que s~ transacciones en las que se in tercambian datos bancarios o números de taIjetas de crédito deben resguardarse contra posibles fraudes. (FrEE, 1998)5. Justamente, como se verá a continuación, donde se está ha ciendo cada vez más evidente la relación en tre pérdida de la prí vacidad y uso de nuevas tecnologías de comunicación es en la forma 5. TlUI Wassenaar Ammgement on Expon Controls for Conventional A171lS and Dual-Use Goods and Ter.hnologies recibió su aprobación final entre el 18 y el 19 de diciembre de 1995 y comenzó a operar en setiembre de 1996 en Wassenaar, Holanda. Los países firmantes del acuerdo son:
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en que en Internet alguien puede estar extrayendo información sobre uno, en forma imperceptible para un simple usuario.
Internet como informante solne sus usuarios Un ejecutivo de una importante agencia de publicidad dijo al ser entrevistado que: "Internet es una base de datos que fluctúa por todos lados, hay que ver quién la tiene y quién tiene el OK del usuario para recibir esa información. A ése, cuando le pago por publicidad, le estoy pagando por la base de datos que liene con nombres y apellidos. Si tiene datos de cuánto accede cada persona y sus datos, es interesante. A eso es a lo que hay que llegar. Pero uno tiene que tener muy bien definido el segmento que va a tocar, ya que Internet es el extremo del marketing uno a uno"';. Lo que quiso decir es que la posibilidad de crecimiento de oportunidades de negocios asociadas al comercio,electrónico y a la publicidad en la Red depende de sab!;! con la mayor precisión posible quién es el posible cliente. En los comienzos de la inter comunicación on-line se repetía el chiste "En la Internet nadie sabe si eres un perro", para referirse al anonimato potencial que este tipo de comunicación permitía. Ahora, en cambio, la necesidad de convertir a la Red en un shopping virtual hizo que pueda saberse si. uno es un perro, un gato, un desocupado, un enfermo o un próspero ejecutivo. Para evitarlo, muchos usuarios utilizan servicios como el del site de Anonymiur7, que da la posibilidad de A1emania, Argentina, Australia, Austria, Bélgica, Bulgaria, Canadá, Co rea del SU1~ Dinamarca, Eslovaquia, España, Estados Unidos, Finlandia, Francia, Grecia, Holanda, Hunglia, Irlanda, Italia,Japón, Luxemburgo, Noruega, Nueva Zelanda, Polonia, Portugal, Reino Unido, República . Checa, Rumania, Rusia, Suecia, Suiza, Turquía y Ucrania. 6. Esta declaración es parte de una entrevista realizada por Laura Siri al gerente de la División Internet de la filial local de una agencia de publicidad multinacional, como parte de una investigación . ..7. Esto puede encontrarse en http://www.anonymizer.com
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navegar y enviar mensajes electrónicos sin que sea trivial rastrear la procedencia (aunque cabe aclarar que el rnnaileranónimo sisa be quiénes son los que lo utilizan y de qué manera lo hacen). Esto es lo que aparece cuando uno entra a Anonymizer. "¡Nosotros lo podemos fisgonear! "He aquí una pequeña muestra de la clase de información que un site puede recolectar sobre usted: "Su proveedor de la conexión esté en la Argentina (República Argentina) . "Su navegador es Microsoft Internet Explorer. "Usted está accediendo desde rduesmd5pI20.impsat.net.ar "Recientemente visitó la página de jaring.nmhu.edu" Para convencer al usuario de que confie su privacidad al siste ma (que tiene algunos servicios básicos gratuitos y otros pagos), el Anonymizer agrega:. "Usando sólo su dirección IP, un website puede rastrear sus movimientos a través de sus páginas y monHorear sus intereses de lectura. Es de público conocimiento que ciertos gobier nos y organizaciones publican websites falsos sobre temas controver tidos con el propósito de monitorear a las partes interesadas, por ejemplo. Asimismo, esta información, en combinación son su di rección electrónica, puede usarse para incrementar el número de anuncios publicitarios lanzados sobre usted por los marketineros". Un estudio de la Federal Trade Comission de Estados Unidos mostró que, de 1.400 sites monitoreados, el 80 por ciento recolec taban datos personales de algún tipo y sólo el 14 por ciento infor maba a los usuarios sobre cómo se iba a usar dicha información. El 2 por ciento de esos sites decía tener algún tipo de política sobre la privacidad. Uno de los casos más resonados es el de América On Line, uno de los mayores proveedores de acceso a Internet de Estados Unidos, que cotejaba su lista de miembros activos con datos demográficos y psicográficos provistos por la empresa DonneUey Marketing (EfIC, 1997).
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Una de las formas más comunes de recolectar datos sobre usuarios de Internet y sobre sus computadoras son las coolties. Estas son ficheros de datos guardados en un directorio específi co del ordenador del usuario. Los crean ciertos servidores web para enviarlos a los programas navegadores del usuario, y así recoger la información que dicho fichero ha reunido. La infor mación recolectada puede ser utilizada por los administradores de sistemas para construir perfiles personales de las personas que visitan su site. """" De este modo, pueden conocer, por ejemplo, el registro his tórico de sitios que el usuario ha visitado antes de entrar en la web, así como los anuncios que ha visto o el número de compras hechas on-line. Aunque es posible para el usuario inhabilitar la entrada de cookies en su sistema, muchos no saben cómo hacerlo. Por otra parte, se requiere la aceptación de cookie.s para acceder a muchos sites (Suárez, 1998). A pesar de que la invisible recolección , de informacion sobre los usuarios de Internet es cada vez más común, la última encuesta de la Georgia Tech University revela que el 72 por ciento de los internautas creen que debería haber leyes que protejan su priva cidad en la Red. Asimismo, el 82 por ciento de los usuarios objeta la venta de información personal (Georgia Tech V., 1998). Y la consultora internacional Deloitte & Touche (1997) vaticina que "los vendedores que ignoren el tema de la privacidad estarán su jetos a revisiones críticas en los foros regula torios o potencialmente legales, y se arriesgarán a perder clientes debido a preocupaciones sobre la privacidad. Por otro lado, pueden obtener una ventaja competitiva si aseguran que el tema de la privaddad está conside rado en el diseño de su servicio y luego destacan este hecho en sus materiales de promoción". Para contrarrestar la desconfianza de los usuarios hacia la Internet en lo referente a la privacidad, ocho grandes empresas
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interesadas en el crecimiento del comercio electrónico comenza ron una campaña para informar a los usuarios sobre sus políticas respecto a la privacidad de los datos en Internet. Microsoft, Exci te, Yahoo, Lycos, Infoseek, Snap, Netscape y America Online pien san invertir cantidades multimillonarias en esta iniciativa, denomi nada Privacy Partnertship. Sin embargo, se podría dudar sobre si esta campaña no será sólo un intento de dar una mejor imagen pública a los usuarios. Ya se mencionó el caso de America Online (empresa que acaba de adquirir a Netscape y que, a través del venezolano grupo Cis neros, ya tiene presencia en América Latina). Sobre Microsoft y la información que recolecta de los usuarios que se acercan a sus sites se podría decir mucho. Pero lo más reciente y significativo es que la corporación de BiII Gates adquirió la empresa Firefly en 40 millones de dólares. Esta compañía ha generado controversias durante el último par de años por su amplia colección de infor mación basada en la Red, útil para definir el perfil de los consu midor:es (EPIC, 1997). Por lo tanto, aunque las consultoras y los usuarios digan que, para que crezcan las compras por Internet deben atenderse las preocupaciones en torno de la privacidad, la realidad es que su vulneración es inherente al desarrollo del comercio electrónico.
Los e--mail: una débil privacidad Otro aspecto de los problemas con la privacidad del uso de Internet es el de la correspondencia vía correo electrónico. Ya hay numerosos casos judiciales en diversos países donde se han introducido mens.yes electrónicos como evidencia. Como ejemplo, está el caso del Departamento de Justicia de los Estados Unidos contra Microsoft. Esta empresa presentó como prueba de la falta de imparcialidad de un asesor judicial un e-mail enviado por éste tiempo atrás a Netscape, empresa competidora
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de Microsoft. Lo que no se sabe es cómo llegó dicho mensaje a los abogados de Microsoft (s/d, 1997). En la Argentina, el contenido de mensajes electrónicos salió a la luz en el caso de la venta ilegal de armas a Ecuador. El diario Clarín de algún modo accedió a los e-mail del capitán de navío re tirado Horado Estrada con el traficante franco-norteamericano Je~n Bertrand Lasnaud, y verificó que entraron en contacto 92 veces desde el12 de agosto del 98 hasta horas después del disparo que mató a Estrada: "Entre decenas de ofertas de armas aparecen otras de latas de Coca-Cola, buzos de los Chicago Bulls y relojes con la cara del ratón Mickey. Eso sí, se intercalan descripciones de otros elementos, que estarían disfrazados. Lasnaud ofreció pagar 80 pesos cada fusil" (Calvo, 1998). Las corporaciones ya empiezan a instruir a sus empleados' para que usen con prudencia este medio de comunicación, que en cripten los mensajes y que borren con frecuencia sus carpetas de enviados y recibidos. A diferencia de lo que ocurre con la corres pondencia o las comunicaciones telefónicas usuales, la confiden cialidad del e-inail no siempre está protegida por las legislaciones. Como señalan Banisar y Davies (1998), organismos policiales del Reino Unido arguyen que la intercepción del tráfico de mensajes electrónicos debe permitirse mediante convenios entre la policía y los proveedores de acceso a Internet. En Singapur y en otros países, todos esos proveedores pertenecen o están vinculados con organismos gubernamentales y hay informes de que suelen pro veer información, regularme.nte. a las agencias de seguridad. "Sonría, lo estamos filmando" Hoyes frecuente encontrar en tiendas y supermercados car teles con esta leyenda (Ford, 1998). Y con el creciente uso de cámaras en las calles se tiende hacia lo que se ha dado en llamar \ "autopistas inteligentes" (Rheingold. 1995): emprendimientos
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mixtos, estatales y privados que pueden incluir sensores de uso obligatorio en vehículos y satélites, robots espías o cámaras ~ultas capaces de reconocer las señales emitidas por aquéllos, con el fin de controlar infracciones de tránsito (como el proyecto que existe en la ciudad de Buenos Aires de colocar cámaras ocultas cada pocas 8 cuadras , similar al que vigila las calles londinenses de Bromley o el Paseo Ahumada, en Santiago de Chile, [Coperías, 1998J ) o de recolectar cobros de peaje en rutas. Los satélites espías no se usan sólo para control de autopistas, sino que pueden producir imágenes de objetos del tamaño de una pelota de fütbol y acceden a cual quier lugar del planeta. Es más, los modernos sistemas inteligentes de reconocimiento de imágenes son capaces de reconocer rostros en una multitud para localizar s..yetos de interés (Ostman, 1995) . . Pero también es factible saber dónde está alguien y qué está haciendo sin recurrir a cámaras. Un ejemplo de lo que puede ha cerse es el "Sistema de Rastreo Satelital de Móviles", usado desde 1995 por la Policía Federal. Mediante este dispositivo, un operador está en condiciones de saber, al instante, la ubicación exacta de
cada uno de los patrulleros que circulen por la Capital Federal.
Los móviles disponen de dispositivos especiales que reciben y
emiten señales sobre su posición a la base, ubicada en el Comando
Radioeléctrico. Esto se hace mediante un satélite ubicado a 18.000
kilómetros de altura. De este modo, el operador puede conocer la
ubicación, la identificación del patrullero, a qué velocidad circula
técnicos, la israelí Genetics ha desarrollado un nuevo procesador que puede ser "instalado" bajo la piel y que, conectandose con el sistema GPS (Global Positioning System) permite tener, permanen temente, localizada a la persona que lo lleve. Vigilancia laboral
y hacia dónde se dirige. El sistema también se utiliza para particu
lares o empresas que quieran adherirse 9• Con similares principios
, 8. Ver, por ejemplo, "Dicen que detectarán infractores de tránsito con cámaras ocultas". En: Clarín 29 de agosto de 1996. 9. Infonnación sobre este tipo de sistemas puede encontrarse, entre otros lugares, en los artículos "Rastreo satelital de móviles. Tecnología para la prevención". En La Federa~ NI} l noviembre de 1995 Y"Patmlle ros con conexión satelital", en Clarín, 4 de enero de 1995.
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La relación entre la tecnología y el control de los trabajadores es tan antigua como el reloj que, en la Revolución Industrial-como refiere Thompson (1979)-: "Sólo el patrón y su hijo" lo tenían, con el fin de controlar horarios de entrada, salida y otros intervalos de receso laboral. Actualmente, las posibilidades de los emplea dores para vigilar a los trabajadores son mucho mayores y extensas. En muchos países, se graban sus conversaciones telefónicas, se les lee el correo electrónico, se monitorean las pantallas de sus com putadoras, se los filma incluso en los baños -como se dio, por ejemplo, en un hotel Sheraton de Bastan, Estados Unidos, (Han cock, 1995)- y se usan diversas técnicas de rastreo de sus movi mientos en el lugar de trabajo. Incluso hay una tecnología que pennite analizar los golpes de tecla en una PC para detenninar si los empleados están haciendo un uso eficiente del tiempo. Algo que nunca soíi.Ó el taylorismo. Además, las redes locales modernas per miten a los administradores del sistema saber qué programa está siendo usado, en qué máquina, con qué frecuencia y de qué mane ra. Por supuesto, se pueden confeccionar perfiles de cada usuario referidos a su modo de trabajo con las máquinas. y, si se desea, se puede suspender en forma rt:mota los programas que funcionen en una determinada (Bryant, 1995). Es frecuente también la obligación para los empleados de col garse taIjetas inteligentes que, además de tener impresos su foto y nombre, permiten rastrear los movimientos del trabajador por el edificio de la empresa. Un ejemplo de aplicación de este lipa de vigilancia laboral es el de con trol de accesos por taIjetas sin
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contacto en Yacimientos Petrolíferos Fiscales. YPF es una de las empresas más grandes de la Argentina. A diario entran y sale.n de sus edificios gran cantidad de empleados y de visitantes. Así descri bió en un congreso sobre taIjetas inteligentes David D'Angelis, ge rente comercial de WestCorp Argentina, el sistema implementado: "Empezamos por el edificio central y ahí pusimos un servicio de control de acceso de taIjetas por proximidad, que no requieren ser introducidas en ninguna ranura: un sistema de control que exige que previamente la visita esté anunciada para determinados niveles de funcionarios. Cuando el ingresan te pasa con su taljeta cerca de los controladores o sensores, una sola acción tomada so bre los mismos permite habilitar o no el acceso, controlar el tiem po y la asistencia, controlar el preselltismo o habilitar cámaras pa ra que graben al individuo. Además, los sensores están inaccesibles detrás de mármoles y las pasarelas de los carriles de ingreso y egreso de personas poseen barreras infrarrojas capaces de detec tar pasos forzados" (Siri, 1998).
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marketing de bases de datos (Data Mining). Cabe acotar que, como reconoció Dan A. Cunningham (1998), presidente y CEO de la Smart Card Industry Association de los Estados Unidos en el Segundo Salón de smart cards en Buenos Aires, la posibilidad de cruce de informaciones tan diversas en un mismo sistema ha generado preocupación por la eventual vulneración del derecho a la priva-. cidad de las personas y de la protección que merecen los datos sensibles. Según los allegados al negocio de las taIjetas chip, este problema puede resolverse mediante la encriptación de la informa ción de tal modo que una aplicación no pueda ver lo que hacen las demás, así como con la implementación de diferentes niveles de
Las taljetas inteligentes, a las que ya se hizo referencia como sistema de identificación personal, son dispositivos personales portátiles de comunicación capaces de dejar registro de horarios y lugares por donde pasó el portador. Pueden utilizarse con propó sitos de cobranza o acceso a servicios o de control de empleados. Una smart card es una taIjeta de plástico con un microprocesador incrustado. A diferencia de las magnéticas, puede usarse para múltiples aplicaciones. En la misma podría, por ejemplo, almace narseel perfil del usuario, los datos de su monedero electrónico y la habilitación a acceder a determinadas actividades recreativas, de consumo o vinculadas con servicios de salud. También podría funcionar como identificación de ingreso a ámbitos laborales y/o estudiantiles. La capacidad multifunción permite, asimismo, im plementar servicios de valor agregado como los de segmentación de clientes y estrategias de retención y promoción basadas en el
acceso a los datos almacenados en la taIjeta. Un ejemplo de la multifuncionalidad de las taIjetas inteligentes es Time, el primer sistema integrado de débito, crédito y compra con el soporte de una taIjeta inteligente implementado en la Ar gentina. Funciona en la provincia de La Ri~a para paliar el retraso en la transferencia de fondos destinados a pagos de sueldos públi cos. La provincia tiene 120.000 habitantes, de los cuales el 90 por ciento recibe este tipo de ingresos. Antes, la incertidumbre con respecto a la fecha de pago de salarios producía en la población un largo período de endeudamiento y un posterior pago con sobreprecios de las obligaciones. La solución, provista por la em presa Siscard, se basó en la taIjeta inteligente. El día primero del mes, cada poseedor de la taljeta Time puede cargar el imp0l1e de su sueldo en su taIjeta a través de cualquier terminal de recarga del sistema. A partir de ese mo~ento puede realizar compras en el 90 por ciento de los comercios de La Rioja. También puede pagar impuestos y servicios. En este periodo. el dinero no ha llegado aún , a la provincia. Cuando lo hace, los asalariados pueden presentarse al banco con su taIjeta y retirar efectivo. Esta es la operatoria de crédito. Actualmente hay dos monederos, el de crédito y el de débito. Cada uno de ellos dispone del saldo disponible que queda
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y del historial de transacciones del cliente. Existe el proyecto de utilizar alguno de esos monederos para aplicaciones de fidfliza ción (creación de lealtad por parte del cliente hacia determinados productos o marcas, por medio de algún tipo de premio o estímulo a determinados consumos, basado en el análisis y registro de la historia transaccional de cada sujeto) y control de presentismo la boral. Es decir que el Estado-empleador puede, con este sistema, conocer casi totalmente en qué gastan su dinero los empleados públicos (Siri, op. dt).
Registros médicos Los archivos nacionales de beneficiarios de seguros de salud pemliten recuperar toda la información médica de una persona mediante una simple taIjeta inteligente, de uso obligatorio. En Espaiia, por ejemplo, la empresa Servicios Profesionales, de Symbol Technologies, desarrolló un sistema para identificar a un paciente con sus recetas. El TAIR (Terminal Autónomo de Identificación de Recetas) consta de una minicomputadora, un lector de bandas magnéticas y una impresora. Al comenzar la consulta, el doctor pasa por el lector su taIjeta y luego la de cada paciente. El TAIR genera una etiqueta que consiste en un código de barras bidi mensional o PDF con los datos. Como después el fannacéutico adjunta a la receta el código de barras del medicamento, las au toridades sanitarias pueden hacer un seguimiento exhaustivo del consumo de fármacos de cada persona (Coperías, 1998). La Argentina se queda atrás ya que, como informa textual mente una gacetilla de prensa de la empresa, "lB M Argentina desarrolló una solución informática para PBM Argentina S.A. (Pharmacy Benefits Manager), empresa que actúa como manda taria en tre farmacias, obras sociales y prepagas de todo el país. La solución permite interconectar a las farmacias y, a través de ellas, beneficiar (sic) a todos los usuarios del sistema de salud utilizando
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una red común para compartir los datos provenientes de las recetas. Así, en el momento de la venta de un medicamento, se produce una validación cOl~unta que reduce, considerablemente, los costos farmacéuticos, posibilitando el seguimiento de las enfermedades crónicas y el acceso inmediato a una base de consumo de medi camentos de más de cuatro millones de personas. Con cada venta se envía la información de la receta al centro de cómputos de IBM, donde un servidor recoge los datos y se realizan las valida ciones de los afiliados, el control de medicamentos por tipo y cantidades recetados, y se clasifica la información para su posterior aprovechamiento. Luego de este proceso -que tarda segun dos-, la farmacia recibe un código de autorización para seguir con la venta del medicamento" 10. Los dispositivos de vigilancia relacionados con registros médi cos se usan cada vez más para la vigilancia laboral. Como ejemplo puede darse la historia de una paciente del doctor Louis Hafken, psiquiatra de Rhode Island. Este médico recibió una carta de una compañía que supervisa beneficios en materia de medicamentos bajo receta a pedido de las aseguradoras y los empleadores. Como se publicó: "La carta contenía información que debería haber sido confidencial sobre una paciente de Hafken, incluso una copia de las recetas de su historia clínica. Destacaba que la paciente toma ba Ativan, un ansiolítico. La compañía quería saber por qué. ¿La paciente estaba deprimida, o sufría ataques de pánico, o padecía ab~tinencia del alcohol? ¿Él planeaba seguir recetándole Ativan?" (Herbert, 1998). Aunque el médico no suministró la información 10. La mencionada gacetilla de prensa puede hallarse en la página web de IBM Argentina, en http://www.ibm.com.ar/lextos/noticias/no ticias3c.html En el mismo site se encuentran otros ejemplos de aplicaciones que pueden entrar en conflicto con la privacidacl y la intimidad, relativos a aplicaciones biométricas de identificación personal. Ve)": http://www.ibm .com.ar/ textos/titulares/pan. h tml
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solicitada, quedó claro para la paciente que sus empleadores anali zaban los registros de su consumo de medicación recetada}' que, en consecuencia, su estabilidad laboral estaba comprometida debi do a la divulgación de circunstancias relativas sólo a su vida privada. El delicado tema de la difusión de este tipo de datos referidos a la salud, que podria provocar discriminación laboral y social, está produciendo serias discusiones. En Chile, por ejemplo, en enero de 1997 hubo un debate público ante el hecho de que las empresas de informática Markdata y Data Pharma estaban confeccionando ficheros basados en fotocopias de recetas médicas hechas por las farmacias. Esta información puede luego venderse al mejor pos tor: agencias de empleo, compañías de seguros o empresas de marketing, entre otras (Villa lobos, 1997).
Data warehouse 1I Hasta aquí se ha hablado principalmente sobre las técnicas de recolección de datos sensibles. Pero lo realmente amenazante para la privacidad es la posibilidad de analizar grandes bancos de información para encontrar las valiosas "pepitas de oro" que pernli tan ir directo al blanco buscado, ya sea por motivos delictivos o comerciales, policiales, laborales. Esto se hace con las llamadas técnicas de Data Wan'/wusing. Son procesos para consolidar y admi nistrar datos de diversas fuentes con el propósito de responder pre guntas de negocios y tomar decisiones, de una forma posible sól6 por los avances en la tecnología de hardware y software para manejar grandes volúmenes de datos y analizarlos para obtener relaciones complejas entre los mismos. Se dividen en Acceso a los Datos y Descubrimiento o Data Mining. Estos últimos se apoyan en herramientas de software que permiten obtener las relaciones 11. Aunque no se suele traducir, este términoequivaJe a "bodega de datos",
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más complejas y ocultas. Dichas técnicas pueden ser estadísticas, de redes neuronales o de inteligencia artificial. Apuntan a res ponder cuestiones como: ¿Qué productos son generalmente comprados juntos? ¿Cuáles fueron los clientes más sensibles a una determinada publicidad? ¿Cuáles son los clientes con mayor probabilidad de irse a la competencia? (Gismondi, 1996). Un ejemplo interesante de aplicación de estos procedimien tos es el de v"hirlpooJ. Este fabricante global de electrodomésti cos con base en Benton Harbor, Michigan, usa su Data Wa1l!house para hacer un seguimiento directo de sus casi 15 millones de clientes y de sus más de 20 millones de aparatos instalados. En 1993 los ingenieros de v"hirIpool detectaron una tasa de falla muy alta en una manguera de conexión de una de sus líneas de lavarropas. Entonces se detuvo la producción, se identificó a los dientes y se les enviaron técnicos para cambiar la pieza defectuosa antes de que fallara. Según Gismondi,12 el Data Wan'house más grande de la industria bancaria es el del Bank of America. Se usa, entre otras cosas, para lo que se conoce como target marketing, eross mark.eting, seguimiento -de taIjetas de crédito y análisis de riesgo crediticio. Almacena in formación de 36 millones de cuentas de dientes. Analiza tendencias y relacion~s a partir de la información detallada de éstos para de terminar quiénes son los de mayor probabilidad de adquirir un determinado producto o servicio del banco. Así pueden hacer mailings promocionales"a medida".
Convergencias y megarchivos De todos los ejemplos citados se desprende que la nueva tec nología de vigilancia apunta a la administración pública, al trabajo 12. Néstor Gismondi es Product Manager del Computer Systems Group de la empresa NCR Argentina S.A.
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policial, a la relación laboral capitalista y al mercado de consumo. Pero también puede verse que la distinción entre esas c;uatro áreas se ve erosionada en la práctica, ya que los datos recogidos para un propósito llegan cada vez más a ser usados para otro. Las divisiones generadas por la modernidad quiebran la serie de conocimientos o saberes que se cmzan cumpliendo funciones pa ra las cuales no fueron diseñadas (Ford, 1995). Al respecto, Ricardo Altmark, abogado y profesor universitmio especialista en Derecho Informático, explicaba, en entrevista perso nal, que "la informática da la posibilidad de concentrar en bancos de datos grandes volúmenes de información sobre las personas. y, fundamentalmente, la de recuperarla rápida y eficientemente y entrecruzar la registrada en bancos de diferentes característica,>, incluso ubicados en jurisdicciones nacionales diferentes. El en trecruzamiento permite la creación de perfiles de personalidad que no surgen de la información sobre un individuo registrada en cada uno de esos bancos de datos, sino del cmce de todos ellos. Esto es lo l'iesgoso desde el punto de vista de los denominados datos sensibles, los que no son públicos" 13. En este cruce de los distintos sistemas de control y vigilancia
convergen, entre otros, el almacenamiento y la sistematización
de datos de marketing (como los provenientes de los extractos
de las tarjetas de crédito, que se analizan con data mining para
determinar hábitos de consumo), archivos de historias clínicas,
estudios de audiencias y registros impositivos. Estos archivos
pueden cruzarse o correlacionarse con los judiciales, policiales y de identificación personal para seilalar a quien integre una o más categorías de "sospechosos".
]3. Entrevista realizada por Laura Siri para Una nota destinada a salir en el diario Pe/fil (el cierre de dicho periódico impidió su publi cación).
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Con respecto a la insólita semejanza entre los métodos de data vigilancia del marketing y los de la policía, yal modo en que ambas fuentes de datos son cruzadas cada vez más, Osear Gandy (1995) di ce que "la racionalización en la economía ¡nformacional involucra una creciente, casi continua, vigilancia de los individuos en todas aquellas áreas de existencia que hayan caído bajo el control de la lógica capitalista. [ .... J. Más generalmente, podemos reconocer tendencias hacia una creciente vigilancia de los individuos con el propósito de racionalizar su comportamiento en las esferas del em pleo, la conducta de consumo y la ciudadanía. El análisis de audien cias tiene relevancia para cada una y todas estas esferas. [...]. Más que perseguir individuos o sospechosos individuales, la nueva vigilancia de audiencias focaliza sobre categorías, gmpos o "tipos' de indivi duos. Así como los perfiles del 'terrorista4'" o el 'traficante de drogas' se usan para seleccionar a los viajeros sujetos de requisas más intensas en las aduanas, perfiles similares se usan para dirigir men sajes a las audiencias favorables o para evitar aquellas a las que de terminados mensajes atraerán poco. 'Dueños de mascotas con dos autos', podría ser un ejemplo de categoría de consumidor". La posibilidad del cmce de datos de diferente origen desdibtga la distinción entre lo público y lo privado. Como ejemplo, se puede citar el caso de la denuncia que tma empresa de seguros de retiro _ realizó ante la ANSES, en julio de 1997, de que alguien trató de ven derle en 350.000 dólares un programa informático con los nom bres, domicilios, teléfonos, lugares de trabajo y salarios de millones de personas. Esta clase de dat~ sólo debería estar en poder de al gunos organismos estatales como la ANSES o la Dirección General Impositiva. La Justicia archivó la causa porque no pudo tipificar el delito B • En este caso, se trató de un intento de traspaso al sec tor privado de datos que la ciudadanía confia al sector público. 14. Esta información fue publicada en el artículo "Enu'e la incredu lidad y el miedo", en Clarín, miércoles 5 de agosto de 1998.
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El caso inverso, es decir, cuando el sector público intenta usar datos privados al servicio de la coacción estatal, se dio en J 996, cuando el gobierno nacional argentino lanzó una nueva ofensi va contra los evasores de impuestos. Las medidas incluían la in vestigación del consumo con taIjetas de crédito, la adquisición de seguros y el historial impositivo. La publicidad oficial se refIrió a esto como "el peine informático". Finalmente, un fallo autorizó a los ciudadanos cuyo historial de compras con taIjeta había sido usado de este modo a hacerjuicios por invasión de su plivacidad (Banisar y Davies, 1998). Otro factor que favorece el cruce de datos obtenidos con fines diversos es la creciente tendencia a la fusión de empresas. Por ljemplo, en Estados Unidos, en 1930, se fusionaron dos compañías dedicadas a la evaluación de créditos: la Mercantile Agency, de R. G. Dun, y la Brandstreet Agency. En 1978, Dun&Brandstreet valía 763 millones de dólares y ya había diversificado sus actividades hacia la información comercial, la publicidad, el marketing y la radiodifusión. En 1983 se unió a D&B la empresa informática Na tional CSS, así como un canal de televisión abierta y varios de cable. En 1983, la corporación valía 1500 millones de dólares, con lo que pudo comprar al año siguiente a la firma A. C. Neilsen, tra dicional referente en investigación de consumo y rating televisivo. Así, una corporación cada vez más global va sumando ficheros de los más diversos temas con la posibilidad de cruzar los datos que cada uno contiene y generar perfiles individuales cada vez más completos (Lyon, 1995). La fusión de los archivos provenientes de diversos organis mos estatales y privados genera megarchivos, cuya prohibición en muchos países no les impide existir. Este cruce constituye uno de los ejes centrales de la actuallicuaCÍón de las diferencias entre lo público y lo privado. Entonces, la lógica comercial tiende a imponerse y la privacidad deja de ser un derecho para
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convertirse en una commodity. Si no la quiere, véndala: a al guien le va a interesar comprar sus datos a cambio de la prome sa de ganar una rifa o de disfrutar de las ventajas de ser cliente preferencial de ciertas empresas de bienes o servicios. Pero si, en cambio, prefiere conservar su privacidad, entonces acepte pa gar por eso. Empiece pagándole a la compañía telefónica por el privilegio de no figurar en guía y, a continuación, acepte algu na de las frecuentes ofertas de técnicas y dispositivos de vigilan cia y contravigilancia que se encuentran en diversos circuitos cO merciales, incluso en Internet. Como ejemplo de esto último, la empresa estadounidense Privacy Inc. ofrece a los internautas la posibilidad de conocer en qué bancos de datos figura el nombre de una persona determinada, y cuáles son sus datos registrados. Y por sólo treinta dólares anuales. Esta empresa se dedica a escanear regularmente cientos de bancos de datos accesibles mediante Inter net, tales como registros de personas desaparecida.., prófugos de la justicia, o miembros de partidos políticos. Eso sí: el servicio permi te a cualquier usuario obtener infonnación no sólo sobre sí mismo, sino sobre cualquier otra persona (Hard & Soft, 1997). Otro ejemplo de lo que ofrece Internet en materia de "com moditización de la contravigilancia", está en el site de The Codex Online (1996). Allí se ofrece, en parte gratis y en parte en venta, infonnación sobre cómo pinchar un teléfono, cómo interceptar un celular o un pager, cómo escuchar o ver lo que pasa en la casa o la oficina cuando uno no está, cóm.o detectar aparatos de escucha, cómo hackear un website y otros datos "útiles" que, como acla ran, "se publican sólo para propósitos informativos", Los problemas de la datavigilancia "¡Jorge Ingenieros, prepare las maletas! Usted ha sido regis trado para recibir unas vacaciones en el Caribe de Wodd Class Florida. El conjunto incluye todos los costos de alojamiento y así
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como un crucero de ida y vuelta para dos personas". Quien envió esta invitación conocía perfectamente la dirección y el nombre de su víctima, así como el hecho de que poseía taIjeta Visa. En letra chica, se aclaraba que "los recipientes de esta oferte'1 se seleccio naron aplicando criterios de crédito y de compras a individuos se lec tos interesados en los muchos beneficios que ofrece el viajar". Es decir que Design Travel, la empresa que supuestamente realizaba la oferta, disponía de los medios tecnológicos necesarios para llevar a cabo una tarea de frrofiling. o creación de perfiles. Obviamente, esta actividad requiere conocer detalles muy personales de la vida de aquellos a quienes se aplicará. y, como dice Roger Clarke (1994), aunque muchas veces esta información se usa para atender mejor a las necesidades del público, uno de los problemas es que "la visibilidad creciente de los hábitos y mo vimientos de la gente crea oportunidades para los ladrones y los extorsionadores, secuestradores y asesinos para reaJizar sus delitos Con un riesgo mínimo para sí mismos". Esto es exactamente lo que ocurrió en el ejemplo de jorge Ingenierosl 5 • Ese vecino del barrio de Flores, menos habituado al correo-basura que los habi tantes del Primer Mundo, estimó conveniente contratar el servicio ofrecido por la supuesta empresa de Miami y realizó un pago a cuenta de 498 dólares con su taIjeta Visa el8 de octubre de 1996. Poco después recibió una carta donde se le informaba que Design Travel no seguía en el negocio y que la Federal Trade Commission había tomado acciones legales contra esa empresa. Pero, a pesar de que Ingenieros se quejó ante Design Travel y ante la Federal Trade Commission, jamás consiguió el reintegro del dinero pagado. Otro de los potenciales peligros del almacenamiento infor mático de ciertos datos es la discriminación. Un ejemplo es el
15. Esta historia fue recabada por Laura Siri para la nota citada en la nota 13.
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que relata Peter Lewis, columnista del New York Times (1998). Cuenta que el programa Computer~Assisted Passenger Screening, instalado antes de fin del 98 en la mayoría de los aeropuertos norteamericanos, usa varios criterios, la mayoría secretos, para filtrar entre los viajeros aéreos a quienes pudieran ser traficantes o terroristas. El gobierno niega que la gente será señalada en base a su etnia o a la sospecha de poseer determinada orientación po lítica. Pero, sin embargo, Charles Simonyi, un ejecutivo senior de Microsoft que es además expatriado húngaro, ha sido demorado por los guardias de seguridad de los aeropuertos varias veces desde que el sistema comenzó a implementarse. Hay muchas maneras de que los datos personales almacenados en bancos lleguen a ser usados por personas o para fines diferentes a los que estaban desunados en principio. Y esto sucede por vías que pueden o no ser legales, o bien que aprovechan vacíos en la le gislación. Por ejemplo, en Estados Unidos, las leyes de protección de datos se refieren principalmente a los posibles abusos en las bases de datos de dependencias públicas, y no tanto en las admi nistradas por organizaciones privadas. Es conocido el caso de la empresa Lotus que, en 1991, intentó comercializar un CD-ROM con nombres, direcciones, estado civil e ingresos estimados de unos 80 millones de propietarios de bienes inmuebles. Lo único que impidió que esto se llevara a cabo fue la repulsa pública, porque ninguna ley podía evitarlo (citado en Rheingold, 1993). Otro ejemplo es el de la cadena británica de productos ali menticios Sainsbury's. Los c1ieQtes de estas tiendas pueden cargar sus facturas a una cuenta de crédito en la caja. Los ficheros construi dos con los registros de caja son utilizados luego por la empresa para controlar automáticamente el inventario, pero también para generar perfiles de consumidores (Lyon, 1995). Algo similar ocurre en Buenos Aires con los usuarios de las más de un millón de tar jetas Disco Card y Disco Plus, así como los que hacen compras vía
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la página web de Supeffilercados Disco, que tiene 7000 entradas mensuales. Todas estas compras son analizadas en funcig,n del gusto de los clientes. Hay dos desarrollos: uno sobre el volumen en sí de lo vendido, para saber qué vender y qué reponer más y, el otro, que identifica el perfil del consumidor. Gustavo Fourcade, gerente de tecnología de Disco, dijo, en entrevista telefónica, que "los tres productos están montadosjustamente para eso, apuntan a la evaluación de los productos más pedidos". Adara, sin embargo, que "esto no es un manejo individual de datos de la persona, sino que se trata a cada individuo como parte de un gmpo consumidor. Sirve para dar un mejor servicio"16. Pero lo cierto es que si uno prefiere no dejar huellas de que compró, por ejemplo, bebidas alcohólicas, es mejor no utilizar ni las taIjetas de Disco ni su Web site porque, si lo hace, esta compra alimentará su perfil como consumidor en una base de datos. En la Argentina hay aproximadamente 130 empresas de in vestigación comercial que utilizan archivos infonnatizados. La más conocida y consultada es Veraz, que recibe unas quinientas mil consultas mensuales, principalmente de bancos para otorgar o no créditos. A mediados del '98, un gmpo de diputados justicia listas presentó un proyecto de resolución para que el Ministerio de Economía y el Banco Central confiffilen la validez de la infoffila ción brindada por esta consultora, cuyas fuentes de datos no son necesariamente ocultas, sino que pueden provenir del mismo Banco Central, de la Cámara de Comercio o de las distintas pu blicaciones oficiales. Además, como ejemplifica el abogado Ricardo Altmark: "Cualquiera .puede presentar un escrito en la Cámara Comercial e iniciar un pedido de quiebra contra alguien por una deuda inexistente, fiffilada por un acreedor inexistente y patro cinado por un abogado también inexistente. Eso tarda mucho 16. Entrevista telefónica hecha por Laura Siri, para la nota de Pe/jil.
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tiempo en probarse y el pedido de quiebra es incorporado a las bases de datos de las empresas que venden información" 17. La Fundación Veraz es dueña del 90 por ciento del mercado de in formes comerciales. En sus computadoras hay registros sobre 20 millones de personas, ingresadas a partir de datos que se recogen de quinientas fuentes públicas: boletines oficiales,juzgados comer ciales, el Banco Central, la banca privada y los propios clientes, que denuncian a los morosos para que integren la temida lista de incumplidores. "Mensualmente, 8000 personas se acercan al centro de atención al público para ejercer su derecho de hábeas data y thequear, actualizar o corregir la información que hay sobre ellos. [ ... ] Aunque el trámite es gratis, a veces es difícil convencer a una oficina de créditos que borre ciertos datos de un damnifi cado" (Licitra, 1998). Pero no siempre los datos personales se obtienen sin vulnerar la ley. Por ejemplo, cuando la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) decidió cancelar el contrato informático por 513 millones de dólares entre mM y la DGI, no consideró solamente . el costo demasiado alto del mismo, sino también la sospecha de que la privatización pudo haber permitido el acceso a toda la do cumentación tributaria de la Argentina por parte de personas no autorizadas (Bonelli, 1998). Justamente, uno de los problemas del almacenamiento de datos sensibles en bases informáticas es que estos archivos SOI1 fáciles de reproducir y trasladar. Se puede citar, como ejemplo de que casi cualquiera tiene acceso a bases de datos personales, el caso de. un menor de diecisiete afIos, cuyo nombre obviamente no se transClibe, quien mantiene una lucra tiva e incipiente carrera de coleccionista de ficheros digitales: "Como yo soy sólo un pequeño pirata -dijo- tengo nada más que el padrón electoral, los archivos telefónicos, los listados de dos 17. Ídem nota 13.
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empresas de emergencias médicas y los CD-ROM con los movi mientos mensuales de fondos de algunas sucursales ball.farias. Podría conseguir fácilmente otras bases si algún comprador me las pidiera. Por ejemplo, las de las AFjP [seguros de retiro] son muy fáciles ele obtener. Conozco a otros, piratas más experimen tados, que consiguen todo tipo de bases y entran en cualquier sistema para obtenerlas" IS. El peligro, como señala Lewis, es que "Uno nunca sabe cuán do alguien va a querer usar sus registros de datos. Un divorcio, un litigio, un asunto casual con una becaria de la Casa Blanca y,
de repente, todos mis registros podrán extraerse de entrela ma
leza y entrelazarse en una bitácora de viaje electrónica".
De la disciplina a la vigilancia Todo lo dicho hasta aquí muestra una tendenciagfobal hacia
lo que ya muchos llaman "Sociedad de la vigilancia". Esta noción,
acuñada por Gary Marx en 1985, preanunciaba el advenimiento
del "control social total", de la mano de la informática, y fue am
pliamente analizada en los años posteriores.
El concepto de "sociedad de la vigilancia" tiene un importan
te antecedente en el de "sociedades disciplinarias", de Michel
Foucault (1976). En ellas, el individuo nunca cesa de pasar de un
ambiente cerrado a otro, donde la estructura física es de carácter
panóptico. Es decir que, desde un centro, puede observarse cada rincón del edificio, La prisión es el modelo analógico de dichos lugares. Aunque Foucault ubica el origen de las sociedades dis ciplinarias en los siglos XVIII Y XIX, éstas habrían alcanzado su cúspide en el XX.
18. Testimonio recabado por Laura Siri, para la mencionada nota en Pe/jiL
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Otro concepto afín con el propuesto por Gary Marx para en globar las actuales tendencias sociales pertenece a Gilles Deleuze (1992). Según este autor, ya no estamos en sociedades disciplinadas, sino en sociedades de control. Entre otras razones, porque los ambientes o "interiores" que eran el centro del ejercicio de la dis ciplina (la familia, el ejército, la escuela, el hospital y la prisión) hoy están en crisis. El control social asociado a dichas instituciones ya no está espacialmente marcado, asociado a un determinado ambiente cerrado, sino que puede seguirlo a uno a todas partes ("El trabajador podía en tiempos dejar la empresa capitalista tras las puertas de la fábrica. Ahora, ésta lo sigue hasta su casa como consumidor", dice Lyon [1995] en coincidencia). Como conse cuencia ''Ya no lidiamos con el par masa/individuo. Los indivi duos se han convertido en dividuos, y son masas, muestras, datos, mercados o bancos" (Deleuze, 1992). Deleuze explica que las antiguas sociedades de la soberanía (que precedieron a las disciplinarias y se orientaban a gravar, más que a organizar la producción y a regular la muerte, antes que a administrar la vida) usaban máquinas simples: palancas, poleas, relojes. "Pero las recientes sociedades disciplinarias se equipaban con máquinas de energía, con el peligro pasivo de la entropía y el peligro activo del sabotaje. Las sociedades de control operan con máquinas de tercer tipo, computadoras, cuyo peligro pasivo es que se atasquen y su peligro activo es la piratería y los virus" (Deleuze, 1992). Aunque el filósofo francés ~a cuenta de tendencias muy im portantes en relación con las nuevas formas de control social (como por ejem plo, que el marketing se convirtió en el "alma" de la corporación y que la operación de los mercados es ahora el ins trumento del control social y conforma "la impúdica raza de nuestros amos", en el marco de un capitalismo ya no orientado hacia la producción, sino hacia el producto), parece haberse
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quedado algo corto en su enumeración de los peligros asociados con la creciente informatización de la sociedad. En ese sen.tido, la conceptualización de Gary Marx (1988) resulta más precisa: "La nueva vigilancia es invisible (o escasamente visible), involunta ria, hace un uso intensivo del capital y no del trabajo, implica una autovigilancia descentralizada, introduce la sospecha sobre cate gorias enteras de individuos específicos y es a la vez más intensa y más extensa". David Lyon (1995) realiza otra critica a los análisis demasiado "foucaultianos" de la moderna vigilancia, cuando dice que "por m ucho que estas prácticas de la vigilancia del consumidor recuer den a métodos ta,.loristas o panopticistas, es preciso reconocer que el principio guía del orden del consumo es el placer, no el : dolor ni la coerción". Otra caracteristica de la sociedad de la vigilancia que las demás conceptualizaciones no atienden lo suficiente es su carácter global, acorde con la actual etapa del capitalismo. Como dice Lyon (01'. dl), ~'En la actualidad, es cierto que los "centros" gubernamentales y comerciales de los estados contemporáneos siguen teniendo acceso a archivos sobre poblaciones de gran volumen, pero la extensión de las redes de ordenadores también descenu-aliza las operaciones" . En relación con el carácter global del problema aquí analiza do, Cees Hamelink (1997) vaticina que "La agenda 19 multilateral tendrá que enfrentarse a las preocupaciones cerca de la seguridad y la privacidad a través de las fronteras". Hace hincapié, asimis mo, en el hecho de que la transferencia de información desde unas naciones hacia otras contribuya a una pérdida de sobera nía. Las diferentes políticas al respecto que mantienen los Es tados Unidos y Europa, por ejemplo, dan cuenta del conflicto
que plantea Hamelink: Mientras que en el pIimero de esos países prima la autorregulación, en Europa existen leyes que establecen importantes límites a la recolección y al uso de datos sensibles
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(Veloso, 1998) Otra muestra de que, como se dijo en otra parte (Ford, 1994a),
no existe una sola globalización, sino muchas, y no se puede elegir
con cuál quedarse, pasa por la transferencia tecnológica desde
las naciones centrales a las petiféricas. Esto se ve en el uso por
parte de estas últimas de dispositivos de datavigilancia provistos
por empresas pertenecientes en su mayoria a países del Primer
Mundo. Como señalan duramente Banisar y Davies (1998), las
políticas nacionales al respecto convergen de modo tal que "a lo
largo del espectro de la vigilancia -escuchas, sistemas de identifi
cación, data mining, censura o control sobre la encriptación- es
Occidente quien invariablemente establece un ritmo proscriptivo".
Añaden que los gobiernos de las naciones en desarrollo, muchas
ve~es con un pobre historial en respeto por los derechos humanos,
dependen de los países del Primer Mundo para proveerlos del
equipo de vigilancia necesario: "La transferencia de tecnología
de vigilancia desde el Primer Mundo al Tercer Mundo es ahora
un costado lucrativo de la industria de armamentos" (Banisar y
Davies, 1998). Como puede suponerse, la mayor parte de ese
equipamiento se usa para rastrear las actividades de disidentes,
activistas de derechos humanos, periodistas, líderes estudiantiles,
minorías, dirigentes gremiales y opositores políticos.
La pulsión formalizadora Mientras que en la vigilancia tradicional se daba una particular importancia a la percepción sensorial, a la observación humana directa, a la abducción (en témlinos peirceanos) la "datavigilancia", intenta la formalización de lo supuestamente no formalizable: la
19. Véase capítulo 1.
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diversidad de las identidades individuales y socioculturales. y reduce esas identidades a un conjunto -necesariamente finito y ~bitra rio- de registros y campos en una base de datos (Ford y Siri, 1998). Dicho de un modo más preciso, lo que intentan construir quienes cargan. administran y analizan las bases de datos destina das a producir "dataimágenes" de los individuos, es un sistema formal de proposiciones o enunciados derivados de un número necesariamente reducido de variables. El producto de un proceso de formalización es, o debiera ser, un sistema formal. Esto es una entidad ideal que hace aparecer, en forma de "teoremas", todas las consecuencias que se despren den, conforme a criterios determinados (las reglas del sistema). de cierto cuerpo de proposiciones (los "axiomas" del sistema). Ahora bien, el teorema de GOdel demostró matemáticamente que el ideal positivista de formali~r1o todo, o de derivar todo co nocimiento de un sistema formal, es imposible de cumplir. Afirnla que, en un sistema formal que pueda albergar la aritmética y la lógica, existen proposiciones que no son deducibles o que lo hacen inconsistente (un sistema es inconsistente cuando siendo delivable una proposición, también es derivable su negación). Como con ) duye el matemáticoJean Ladriere (1979): "En la medida misma en que permiten construir expresiones autorreferenciales, los sistemas formales se encuentran sometidos a limitaciones. Todas éstas expresan un mismo hecho fundamental: aquello que es au torreferencial conlleva una dualidad irreductible entre el acto de expresión y el contenido a que se apunta en este acto; resulta imposible hacer que lo que refleja sea homogéneo a lo reflejado, conferir toda la actualidad de una operación efectiva a lo que sólo es el índice de una operación virtual". Si se lleva esto hacia el tema de la datavigilallcia, se ve que por
más datos Íntimos que se recolecten de las personas, por más
deseable que sería para los gobiernos, los departamentos de mar
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keting y los empleadores la previsibilidad total de las conductas individuales, el teorema de Gódel ya demostró que ningún sistema formal contiene todas las posibilidades de enumeración existentes ¡ en el nivel del discurso no formalizado. Y si esto sucede en los sistemas formales vinculados a teorías cuyos objetos se prestan naturalmente a la matematización, como los fenómenos físicos, cuánto más sucederá en aquéllos creados para tratar de predecir y acotar el curso de acción de los sujetos sociales. Entonces, ¿cómo se explica que la pulsión formalizadora no sólo no se detenga, sino que crezca cada vez más? (Esta pregunta no se refiere a la necesidad inobjetable de organizar el conoci miento y'a vida y pelear contra la incertidumbre, sin la cual no habría supervivencia, sino a la formalización vinculada con la bu rocracia capitalista.) Entre otros factores, se deben destacar aquí dos: uno de orden comunicacional y otro de índole sociológica. El primero lo analizaron, entre otros, Phillip Agre y Mark Poster. Para Agre (1992): "La formalización es, entre otras cosas, una operación discursiva. [ ... ]. El discurso de la formalización se construye' como formal, preciso, acreditado y apropiado. Y constru ye al otro discun;o como ordinario, informal, vago, desacreditado y no regulado. [ ... ]. El discurso técnico es perfectamente formal y preciso. cuando se refiere a cantidades matemáticas, pero es extremadamente informal y vago cuando se refiere a los objetos de formalización". La tesis de Mark Pastel' (1990) es que los lenguajes de me diación electrónica propios d~ las bases de datos carecen de los matices y ambigüedades de la conversación o la escritura usuales. Dichos lenguajes proliferan en paralelo con la evolución de la economía capitalista y provocan un socavamiento de los límites entre el espacio público y el privado. Además, sostiene que "la vigilancia mediante información codificada digitalmente cons tituye nuevos sujetos a través del lenguaje empleado en bases de
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datos". Con lo cual, la formalización aparece como un instrumento discursivo de acumulación de poder que trata de constituir::p los sujetos en forma externa y orientada a fines. Desde la tradición sociológica, la pulsión formalizadora puede asimilarse a la evolución hacia la racionalización burocrática que Weber (1947) encuentra como clave del desarrollo capitalista. Para este autor, "Aunque no fue el único factor, el sistema capita lista jugó un rol fundamental en el desarrollo de la burocracia. [... ]. Su evolución, en gran medida bajo auspicios del capitalismo, creó una urgente necesidad de una administración estable, es tricta, intensiva y calculable". Weber (op. cit.) define administración burocrática como "el ejercicio del control sobre la base del conocimiento. [ ... ]. Esto consiste, por un lado, en el conocimiento técnico que, por sí mis mo, es suficiente para asegurar una posición de extraordinario poder. Pero, además, las organizaciones burocráticas, o quienes detentan el poder de usarlas, tienden a incrementar más aun su poder por el crecimiento del conocimiento que deviene de lm experiencia en el servicio". El análisis de Weber, aplicado a la problemática de la nueva vigilancia, abre el tema de la multiplicidad de poderes asociados con su ejercicio, más las desigualdades informacionales que pa- \ ralelamente genera. Por un lado, se puede decir que toda una generación de administradores de bases de datos, altamente es pecializados y de formación principalmente técnica, tiene acceso privilegiado a la recolección y análisis de los datos personales de mucha gente y participan en las decisiones sobre su ulterior uso. Constituyen quienes, en términos de Weber, detentan el poder de hacer valer el poder de su experiencia en las instituciones burocráticas o las corporaciones donde trabajan. Por otra parte, dichas instituciones o empresas participan de la acumulación ca pitalista en el actual mundo globalizado, y constituyen un poder
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opaco que conoce todo sobre todos, sin que nadie sepa demasiado sobre su conformación, intereses y fines concretos. Al margen quedan los "infopobres"20, condenados a que su identidad sea re ducida a una intersección de diversas bases de datos, sin tener el conocimiento ni el poder necesarios para balancear en su favor la brecha informacional. Se suele citar como un logro de la modernidad el que las per sonas hayan pasado a ser reconocidas como identidades {micas e iguales ante la ley. El problema es que justamente eso hizo al mismo tiempo mucho más sencillo su control. Yel ejercicio del control requiere garantizar la previsibilidad. Y la previsibilidad sólo se ob tiene en el marco de la corystrucción de sistemas formales. El peli gro es que, como auguró Weber para la burocralÍzación, la pulsión formalizadora convierta a la sociedad en una 'Jaula de hierro".
El derecho a la privacidad y el habeas data La privacidad es un derecho reconocido en la Declaración de Derechos Humanos de las Naciones Unidas de 1948, así como en diversos tratados internacionales y regionales que rigen con fuerza de ley en los países firmantes. En muchos de los países donde este derecho no está explícitamente en la Constitución (como en Es tados U nidos, Irlanda y la India), la legislación lo otorga' de algún otro modo. A veces, no se menciona la palabra privacidad, pero el concepto está en el espíritu de la ley. Es así con la Cuarta Enmienda de la Constitución norteamericana, que dice que "El derecho del pueblo de estar asegurado en sus personas, hogares, papeles y efec tos, contra requisas e incautaciones irrazonables no deberá violarse". Pero los avances tecnológicos en identificación y vigilancia plantean nuevos problemas al cuerpo central de las legislaciones. Las viejas normas sobre la privacidad no contemplaron estos 20. Cfr. capítulo 3.
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derivados del progreso, que ya son problemas estructurales de la sociocultura contemporánea. Lo mismo ocurre con ~tras pro blemáticas actuales, como Jas relativas a la biogenética. E~tonces, a la luz del impacto de la informática y las telecomunicaciones en la sociedad, surge la necesidad de acuñar un concepto del derecho a la intimidad acorde con la realidad actual. En 1981, los países europeos comenzaron a plantearse estas cuestiones en una convención sobre el flujo de datos de carácter sensible. En esta Convention for The Protection of Individuals with Regard to the Automatic Processing ofPersonal Data, reali zadaen Estrasburgo, Suiza, se establecen por pdmera vez los plincipios que deben regir la protección en bancos de datos de la información personal. Dichos principios establecían que la in formación personal debía ser: 1) obtenida en forma limpia y legal, 2) usada sólo para el propósito original especificado, 3) adecuada, relevante y no excesiva con respecto a ese propósito, 4) correcta, actualizada y 5) destruida una vez que su propósito se complete. Una vez establecidos dichos principios. otros países comenza ron a implementar leyes de protección de datos sensibles en base a los mismos. Según Banisar y Davies (1998), existen tres razones para que las naciones deseen tener este tipo de normativa~ 1) Para remediar injusticias pasadas: este es el caso de los países de Europa Central, Sudamérica y Sudáfrica, donde los regímenes autorita rios dejaron un vacío respecto al derecho a la privacidad ya otros derechos humanos. 2) Para promover el comercio electrónico: como se dyo antes, existe preocupación entre los potenciales compradores por la divulgación de sus datos en Internet Por eso países como los asiáticos o Canadá implementan leyes protectivas. 3) Para asegurar que sus leyes sean consistentes con las paneuropeas: muchas naciones de Europa del Este, que planean unirse a la Unión Europea en el futuro, adoptan los principios de la convención de Estrasburgo para facilitar la futura integración comercial.
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La legislación vigente en la Unión Europea prohíbe a las empresas usar información cuyos clientes no se propusieron, al suministrarla, que se divulgara. Por ejemplo, no pueden vénderla a otras compañías con fines de comercialización. C..ada país se comprometió a sancionar sus propias leyes de protección de datos. Hasta el momento, lo hicieron seis (Andrews, 1998). En Espaila, . p or ejemplo, funciona una Agencia de Protección de Datos que, en su primer año de funcionamiento, recibió 81 denuncias y que, en 1995, atendió 774 casos de violación informática de la intimidad. La mayoría se refieren a la inclusión errónea o anacrónica en fi cheros de morosos. y, en segundo lugar, están las quejas por el envío de propaganda comercial no solicitada. Durante 1997, la Agencia informó que se sextuplicaron las dentmcias de ciudadanos incluidos en forma ilícita en listas de morosos, y se impusieron multas por valor de siete millones de dólares (Coperías, 1998). La nonnativa europea amenaza con entrar en conflicto con los intereses de Estados Unidos, ya que como dice el columnista del NczlJ YOfh Times, Edmund Andrews (1998), "Más allá de su im pacto en Europa, la directiva tiene el potencial de interrumpir el comercio electrónico con Estados Unidos. Una cláusula clave de la nueva medida prohibiría a toda empresa que hace negodos en 'la Unión Europea transmitir datos personales a cualquier país que no garantice una protección de la privdcidad". En Estados Unidos, el marketing directo, tanto mediante la Red o a través del conocido "correo basura", es una de las industlias más pl!iantes. El 55 por cien lo de la inversió~l publicitaria en ese país se destina a este sector. Para ello, un norteamericano recibe en su casa un promedio de 560 cartas promocionales por año. y, sobre 120 mi llones de trabajadores estadounidenses, 23 millones trabajan en actividades vinculadas a este segmento comercial (Veloso, 1998). Uno de los instmmentos legales posibles para la protección con tra la arbitraliedad en la inclusión de datos personales en ficheros
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infonnáticos es el habeas data ("tiene tus datos"). Este recurso garan-¡ tiza el derecho de las personas de conocer, acceder y rectificar l~ infonnación sobre uno archivada en ficheros infonnáticos. En la Argentina, cuando se refonnó, en 1994, la Constitución Nacional, fue incorporado el habeas data en el artículo 43. La re. glamentación efectiva de este derecho fue vetada por el Ejecuti vo a fines del 96, supuestamente por presión de las asociaciones que nuclean a la banca (Matvejzuk, 1996). La frustrada ley pres cribía la autorización del sujeto del dato para su inclusión en un fichero. Pero, según el abogado Ricardo Altmark: "Eso es bueno como principio pero de muy difícil implementación. Porque no puede haber comercio sin infonnación. Si el banco no tuviera datos sobre uno, nunca daría un crédito, porque su riesgo sería enor me o los intereses altísimos. Tiene que haber un razonable equi librio" 21. Lo que cabría preguntarse, en base a lo argumentado más arriba con respecto a la pulsión fonnalizadora, es hasta qué punto puede darse un equilibrio cuando se hace cada vez mayor la brecha entre quienes tienen y quienes no tienen acceso a la información crítica. En octubre del 98, el Congreso Nacional argentino aprobó dos dictámenes de ley para reglamentar el derecho a la privacidad de las personas y el acceso a la infonnación almacenada en organis mos públicos y en las empresas dedicadas a proveer infonnación co mercial. Uno de ellos retoma la obligación de dichas finnas de "notificar por escrito y sin cargo" a la persona mencionada en una base de datos, indicándole "el motivo, la infonnación suminis trada, la fecha y los datos del proveedor de la misma". El otro, san cionado por la Comisión de Asuntos... Constitucionales del Senado reglamenta la ley de habeas data. Ordena que "previamente a la in corporación de datos o infonnes sobre antecedentes financieros o 21. Idem nota 13.
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comerciales de personas fisicas o jurídicas, la entidad de base de datos deberá notificar por escrito y sin cargo al titular de los datos". Se podría dudar de si, en el caso de que estos dictámenes legislativos prosperen, tendrán alguna posibilidad de ser cum plidos en la práctica. Estas declaraciones de Pedro Dubié, jefe de la Gerencia de Asuntos Legales de Veraz, sugieren lo contrario: "Ingresamos mensualmente cinco millones de datos, y es muy costoso infonnar por correo a cada cliente sobre cada modifica ción de cada dato que se maneja sobre él" (Licitra, 1998). Hay que destacar que el Senado argentino adara en estos proyectos que el consentimiento del involucrado "no será nece sario si se trata de listados cuyos datos se limiten a nombre, DNI, identificación tributaria o previsional, ocupación, fecha de naci miento, domicilio y número de teléfono". También se exime a quienes recolecten infonnación "para el ejercicio de funciones propias del Estado". Pero entre estas funciones, se encuentran las ejercidas por los organismos de inteligencia. El hecho es que, aunque las leyes de protección de la privaci dad existieran y fueran conceptualmente equilibradas y correc tas, su cumplimiento efectivo es muy dificil. Nada impediría, por ejemplo, que una empresa tuviera fisicamente almacenados sus "mega-archivos" en un país sin legislación protectiva de la intimi dad, y que accediera a éstos,en fonna remota desde otro país donde sí estuviera limitada la creación o el uso de este tipo de bancos de datos. Además, copiar un archivo informático es una actividad muy simple, rápida y ~in rastros. Sucede también que los empleados de organismos públicos o empresas pdvadas se hagan una copia de las bases de datos a las que tienen acceso. En tonces pueden venderlas o regalarlas. Aun en los países más democráticos se produce vigilancia so bre las comunicaciones, a pesar de que existan leyes en contra. El informe anual del Departamento de Estado de Estados Unidos
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sobre violaciones a los derechos humanos registra que en más de 90 países existe el monitoreo ilegal de las comunicaciones de opositores políticos, activistas, periodistas y líderes gremiales. Aun en países con fuertes normas de protección de la privaci dad, la policía mantiene extensos archivos de ciudadanos no acusados ni aún sospechosos de ningún delito. y, en naciones como Estados Unidos, a pesar de las leyes de protección al con sumidor, una gran cantidad de empresas privadas recolecta y disemina información personal con propósitos de marketing (Banisar y Davies, 1998). Hay analistas que son pesimistas ante la posibilidad de una so lución puramente legal al problema de los qrchivos informáticos y la intimidad: "No sería sincero -esclibe David Lyon (1995)-, si ocultara mi opinión de que lo que puede lograrse por medio de medidas legales tiene limitaciones crónicas, no sólo en el sentido de que tales medidas pueden ser "demasiado escasas, demasiado tardías", sino también en el sentido de que el propio derecho es inadecuado para la tarea de regular la vigilancia electrónica. Los enfoques sociales, culturales y políticos, aunque menos tangibles, pueden ser más apropiados". El problema es que, como analizan Rotemberg yCividanes (1996) existe un conflicto irreductible de intereses: "Hay un con flicto central entre la necesidad legítima de información sobre la gente en las instituciones públicas y privadas y la necesidad de los individuos de protegerse contra los usos dañinos de esa in formación. [ ... l. Más aún, como la protección de la privacidad puede demorar el acceso a la información necesaria para hacer determinaciones sobre un individuo o puede incrementar los costos asociados, la privacidad puede estar en conflicto con los peo pios intereses del mismo". Este último es el caso, por ejemplo, del uso de tarjetas inteligentes que permiten a Wl médico accooer a la historia clínica completa de un paciente. Por un lado, el rápido
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acceso del profesional a esa información puede salvarle la vida en caso de accidente. Por otro, la difusión de los mismos datos podría ser usada para discriminarlo en contextos laborales o crediticios.
Información, poder y falacias Las mediaciones tecnológicas modernas hacen que una gran masa de datos sea cada vez más accesible para amplias zonas de la población. La televisión, los diarios y la Internet (para aquellos que pueden usarla) acercan -aunque en forma mediada- infor . maciones de todo tipo que, en otras épocas, sólo los que tenían el privilegio de viajar hubieran podido conseguir. Este acceso a cualquier tipo de información está provocando un reacomoda miento en las estntcturas de poder y de saber. Entonces, aumenta la masa de información que puede tener cada ser humano sobre el mundo, pero, como se mostró aquí, al mismo tiempo crece la cantidad de datos que la sociedad o determinados actores sociales tienen sobre cada individuo. Ante esta apertura de la información se abren tres problemá ticas: la de su selección, la de su ampliación (como en el sistema inteligente de augmenting news, descripto por Sarah" Elo [1996]). ~e es un~ herramienta digitalizada que procesa automáticamente artículos y los cmza con una base de datos con información sobre diferentes países. Al mismo tiempo, el sistema permite dimensionar y contextualizar esos datos y adaptarlos a la comunidad a la que pertenece el lector y la de su interpretación. Las nuevas f~rmas de control social analizadas hasta aquí se basan, precisamente, en seleccionar, ampliar e intetpretar una colección de datos sensibles de, personas. El problema es que, cada vez más, la selección es arbitraria y ahistórica, la ampliación está basada en cmces con archivos de datos obtenidos en otro momento y para otros fines, y la interpretación puede ser de carácter discriminatorio.
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La selección de la información implica necesariamente la li mitación de las variables de acceso (esto no es nuevo, tedos los sistemas clasificatorios o taxonómicos históricamente hicieron lo mismo). Es decir, reducir a unas pocas las infinitas variables defi nibles en la interacción humana. Esta "compactación" de la infor mación es el resultado de un proceso de formalización. Siempre hay formalización en el acto de crear conocimiento. Pero esta formalización, al mismo tiempo que lo posibilita, lo sesga. y, como toda formalización es, al mismo tiempo, una clasificación o jerar quización, el problema es quiénes, cómo y con qué fines tiene el poder de imponer, legitimar o naturalizar las clasificaciones que producen. Porque el poder no pasa solamente por los que almace nan información sobre otros, sino por los que establecen criterios de formalización y por aquellos que efectivamente intentan for malizar identidades individuales a partir de la suma de todas las transacciones de las personas (identidades que, como dice Lyon, puede que sean artificiales, pero desempeñan una función para determinar las oportunidades vitales de sus "tocayos" humanos). y este poder clasificatorio es asimétrico: si se nos requisa más que a otros en un aeropuerto, si se nos niega un crédito, si no se nos acepta en un empleo para el que parecíamos cumplir todas las condiciones, quizá nunca sepamos cuál fue exactamente la "sos pecha categoria!" que se nos aplicó. La última reflexión se basa en el hecho, observado por Gary Marx (1988), de que la datavigilancia masiva no tiene tanto que ver con una sospecha o transacción específica como individuo, sino más bien con estar bajo "sospecha categorial" en virtud de la posesión de ciertas características. Por ejemplo, los donantes potenciales de sangre en Canadá pueden ser rechazados no porque sean seropositivos, sino porque su estilo de vida pueda hacer posible que lo sean, lo que constituye una inversión de la carga de la prueba.
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Hay que aclarar que la crítica al potencial peligroso de la tec novigilancia para los derechos fundamentales no debe desconocer que su uso muchas veces produce resultados socialmente desea bles. Por ejemplo, en el caso de los comisarios implicados en la voladura del edificio de la AMIA. Aunque intentaron usar dife rentes coartadas, fueron incriminados med-iante el análisis infor mático de los registros de llamadas que una empresa de teléfonos celulares guardaba desde dos años atrás. Además, como dice Roger Clarke (1994), la seguridad física y la propiedad personal deben protegerse y a nadie le gustaría que otro se hiciera pasar por uno para retirar fondos de su cuenta. Por eso es importante hacer notar que lo que se debe discutir no es si la tecnología es buena o mala, sino las tendencias estruc turales de la sociedad global, ya que, como dice Lyon, "Existe diver sidad de opiniones respecto a la interacción entre "tecnología" y "sociedad". Pero incluso el plantear las cuestiones de este modo es caer en la trampa de suponer que ambas pueden existir sepa radamente de algún modo ( ... ]. Tiene mucho sentido concebir la tecnología como una actividad con dimensiones sociales, políticas, económicas y culturales". Justamente, para alejarse tanto de las posiciones tecnofóbicas como de. las tecnoffiicas, así como de aquellas que suponen a la tecnología como un agente externo respecto de la sociedad, con efectos buenos o malos sobre ésta, es necesalio para analizar la so ciedad de la vigilancia no caer en ciertos mitos o falacias. Gary Marx (1990) puntualizó algunas de ~as que suelen circular al respecto: _La falacia de pensar que el significado de una tecnología se apoya solamente sobre sus aspectos prácticos o materiales y no sobre su simbolismo social y referentes histólicos. _La falacia'''frankesteiniana'' de que la tecnología siempre será la solución y nunca el problema.
_La falacia de que la tecnología es neutra.
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Aclaraciones Preliminares
En este capítulo reúno algunos trabajos que preceden, tempo ralmente, a los capítulos anteriores, pero que subyacen en muchos de sus razonamientos, hipótesis y desan"ollos. El artículo sobre el cyberodio, realizado con Laura Siri, partió de dos preocupaciones. Una sobre la presencia de los conflictos interculturales y raciales en la red y la otra sobre sus mediaciones, es decir sobre las fOlmas discursiva y de comunicación que desarrollaba la red, en especial en las discusiones de los newsgroups. El segundo trabajo, realizado con Fernanda Langa, sobre el caso, o sobre la exacerbación del caso y de la casuística, y con ello el crecimiento de los discursos narrativos en en periodismo -característica tradicional del perio dismo amarillo, pero llevada ahora a todos los medios como lo hemos visto en capítulos anteriores- permitió avanzar en el es tudio de la intersección de opinión pública e imaginario social y sobre las exigencias que hoy plantean a la cultura periodística las nuevas' problemáticas o issues que en parte describimos en el capítulo sobre las agendas globales. Los otros dos trabajos tienen otro sentido. "La honda de David" forma parte de la discusión con respecto a los estudios sobre la cultura contemporánea, muchas veces despegados de la compleja y enredada relación de la sociocultura y la información con lo tecnológico y lo económico. Es una crítica al culturalismo light que hoy invade muchos ambientes académicos, pero también a las reducciones mecaniscistas de la cultura a sus referentes fac tuales. El trabajo final, sobre temporalidad quiere en cambio dal" testimonio de otro subsuelo que está en funcionamiento, que se
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moviliza, cuando tratamos los temas contemporáneos y que es, por un lado, el de la constante reflexión sobre los sistemas cf)gni~ tivos del hombre y sus manifestaciones culturales en una etapa de fuertes cambios socioculturales como la nuestra, tema que trab.gé en "Navegaciones. Culturas orales. Culturas electrónicas. Culturas narrativas" y otros capítulos de Navegaciones. Comunictu:i6n, cultura y crisis (Buenos Aires, Amorrortu, 1994); por otro, la presencia en nuestra sociedad, cada vez mas cruzada por diversas culturas tem~ porales y espaciales, e inclusos sensoriales, de fenómenos que contradicen diversas hipótesis posmodernistas sobre la disolu~ ción de las categorías de tiempo y espacio.
Cyberodio: El fllI%ismo en la red*
"Los nazis son superbuenos" "Cyberhate". Cyberodio. La palabra ya está instalada en la cul tura de Internet. Seliala y denomina el creciente odio racial vol~ cado al cyberespacio en newsgroups y web-pagd mediante diálogos y manifiestos con la mayor agresividad simbólica pública conocida porla humanidad hasta hoy. Usuario 1: "La palabra NIGGER [negro, despectivamente] es mi favorita. NIGGER NIGGER NIGGER NIGGER. NIGGER muerto!! ¿Cuál es el problema con esto? Usuario 2: ¡BOLUDO! ¡No hay que usar la palabra NIGGER sin ponerle la palabra FUCKING de lante! ¡Ponéte al día!".2 Este diálogo entre skinheads 3 , que puede ser compartido por más de cuarenta millones de usuarios, es un ejemplo de cómo se
* Este trabajo fue publicado en Oficios terrestres. Publicación de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social, Universidad Na cional de La Plata, Alio 1, N°2, 1996. Las referencias temporales de ben ser ubicadas en ese momento. 1. Ver Glosario. 2. Este y otros diálogos transcriptos fueron seleccionados y traduci dos de entre los que circulaban en 1995 en los newsgmups alt.skinlteads y alt.politics. nationalism. wltite.
3. Hay diversos grupos de skinheads. En general,· predican la violen cia contra los negros, los hispánicos, losjudíos, los a~iáticos y los homose xuales. El fenómeno skinJlI!ad nació en el Reino Unido y se esparció por
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desarrolla el odio racial en la Red. O mejor, de cómo la Red re fleja los duros conflictos culturales de esta cruel aldea global. Y también de su institucionalización. Porque no sólo nos podemos encontrar con estos "diálogos" sino también con manuales ente ros de doctrina, como el "National Socialism Primer', emitido en Canadá·. El Primer, o manual de introducción e iniciación, tiene las viejas estructuras de los "catecismos": preguntas hechas desde afuera y respuestas de doctrina. Así comienza: "¿ Qué es el Nacional Socialismo ro
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otros países de Europa, además de por Estados Unidos y Canadá. Según un infOlme de la Ug-.a Antidifamación de los Estados Unidos. había en ese país 3.500 miembros en 40 estados en 1993 y el número fue creciendo hasta la actualidad. En el mismo informe se dice que los diversos grupos de shinheads cometieron 22 asesinatos entre el 90 y el 93. 4. Este Primer fue publicado en alt.skinheads por el conocido activista pronazi de Internet Ernst Zündel.
Creador. Las ideologías "universalistas" sobre la diversidad cultural, como el judeo-cristianismo, el capitalismo, el marxismo y el internacionalismo, basadas en el Ideal Judío de transgresión de la Voluntad del Creador, DEBEN ser rechazadas por todos los que reverencien al Divino A?no del universo. [ ... l. Muchos grandes americanos, como Henry Ford, Charles LiruJJJergh y Walt Disney, creyeron en el Nacional Socialismo, y trabajaron para prevenir la esclavi:r.ación de nuestro Pueblo. Los Nacional Socialistas de hoy piden una vuelta a los Ideales que hicieron a esta alguna vez una gran tierra, y trabajan para restaurar la prosperidad y prestigio que el Pueblo Americano merece". Este anclaje en la cultura norteamericana de hoy tiene sus ex presiones tanto en el imaginario social y el humor negro como en la política. Así, un usuario de Usenet dice: "Las minonas no están tan oprimidas como les gustana pensar. Me ofende que me digan racista. Hay tm aJro-americano en mi árbol genea lógico. De hecho, creo que todavía está colgado de aM'. Mientras que otro lanza un encendido apoyo al candidato republicano Pat Buchanan: "...porque los nazis son superbUl!1WS, como el diablo!!! Me dan ganas de salir y cagar a patadas a todo el mundo!!! Todos conocen a esos bas tardos que manejan el país y tienen derecho a heredarlo. Alguien debe detenerlos y es por eso que voto a Pat BucJtanan, ¡JOrque él sabe lo que pasa! No más mierda! Es tiempo de ACTUAR!". "Es tiempo de actuar'. Retengamos esta frase para cuando ana licemos cómo ingresa Internet en la formación de la opinión pú blica. Pero antes aclaremos que ~a circulación global de este tipo de apelaciones y adoctrinamientos provoca fuertes discusiones. Como aparecen en newsgroups -es decir, en gmpos de participa ción abierta- reciben una multitud de condenas y de respuestas críticas, cuyas formas de enunciación son igualmente fuertes. Por ejemplo esta "devolución" a un defensor del nazismo: "La 11la),Otia de los monos entrenados deletrean mejor que vos. ¿ Quién te encendió la
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"El Nacional Socialismo representa el medio más adecuado de asegurar el rejuvenecimiento y progreso biológico y cultural de la Raza Blallca o Aria. El Nacional Socialismo es el fnvducto de más de un siglo de pensa miento político y social culJivado en las Naciones Germánicas, populariza do y puesto por primera vez en acción por su principal propulsor, Alemán, "Fuehrer" y Canciller AdolJ Hitler. [ ... 1 Muchos ven correctamente al Nacional Socialismo como la manifestación resutgente de la cosmología Aria precristiana". Este Primer-publicado junto a una lista de asociaciones pro nazis, programas de radio y televisión, grupos musicales y una bibliografia de más de ciento cincuenta ítems- pone en evidencia el anclaje de la ideología nazi, tanto en la cultura "global" como en la derecha norteamericana:
"¿Son ustedes nillilistas sin moral?" "Los Nacional Socialistas se dan cuenta de que el actual paradigma dominante, basado en el pensamiento judaico, blasfema la Voluntad del
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computadora que usás? [ ... ] en realidad estás demostmndo que los faná ticos boludos como vos son de hecho unos lumpens, ignorantes, pelotudos congénitos que odian sus propias vidas y para sentirse mejor atacan a los diferentes. Guantáte tus opiniones de mierda. ¡O mejor salí a matar a todos tus pajeros camaradas racistas y luego pegáte un tiro y hacé del mundo un LUGAR MUCHO MEJOR! ¡Andá al carajo y moríte, idiota!!'.
Con respecto a estas discusiones en la Red, dice el escritor Clay Shirky (1995), asiduo participante de los foros de Usenet: "Se presentan al público ejemplos de voces extremistas en la Red como si su retórica fuera característica de la masa del material disponible. Aunque es cierto que en la Red hay extremistas de todas las especies, la mitad de la historia que la prensa usualmente olvida es que las voces más extremas, lejos de lograr apoyo, encuentran la Red muy poco amigable para esa clllse de extremismo y habitualmente retroceden". Sin embargo, Shirky no de ja de reconocer que, aunque Internet es potencialmente muIticul tural, todavía hay una mayoría de usuarios blancos, norteamerica nos y varones. Por lo tanto, no son raras las manifestaciones ra cistas. Entre los usuarios mejor organizados para luchar contra el cyberodio está Ken McVay, director de The Nizkor Project (en he breo, "Nosotros recordaremos").Junto a un gmpo de voluntarios, re copiló una base de datos históricos que demuestran la existencia del Holocausto nazi, puesta en duda por los skinheads y los su premacistas blancos. La necesidad de demostrar la existencia del Holocausto puede producir asombro. Pero tiene sentido si pen samos que estas redes conectan ajóvenes nazis con un alto nivel de ignorancia histórica. Dice McVay: "El resurgimiento del fascismo tie ne un problema: [oo.] la imagen de Hitler padece, como puede verse, del espectro de miUnnes de muertos. Para limpiar la imagen de Hitler, entonces, y describir el fascismo como una alternativa respetable para el mundo
real, hay que deshacerse del Holocaustd'. Estamos ante un perverso cambio de imagen, ante el "marketing" del nazismo. Algo pareci do a lo que trataron y tratan de hacer aquí, en la Argentina, los defensores del último Proceso Militar. Otro ejemplo es Arthur McGee, recopilador de una amplia guía de recursos en Internet sobre racismo y cultura de las mi norías, en particular sobre los negros americanos, las relaciones interculturales y el activismo social progresista. En una entrevista, Art McGee dijo que le preocupa un tema crítico: la tendencia a la comercialización de la Red: "Si la Red cae bajo el control de los con glomerados comerciales, se pondrán más restricciones a la comunicación y las clases de asuntos de interés para las diversas minorías pueden no ser consideradas comercialmente viables". De ahí su preocupación por posibles censuras. A su vez, McVay, cuando se le preguntó: "¿Cree Ud. que la censura sena más efectiva que sus esfuerzos para refutar a los Tl'Visionistas?", respondió con un rotundo "No". Coincidentemente, The Nizkor Project apoya la masiva campaii.a anticensura desatada a partir de la Exon BiIl, la ley federal norteamericana que permite procesar y condenar a quienes propaguen material "indecente" en la Red. Porque las fuertes expresiones de odio racial, así como la proliferación de material pornográfico, están produciendo discu siones y legislación concretas referidas a la censura y a la extensión aceptable del concepto de "libertad de prensa" en la Red. En los EE.UU. se acaba de prohibir la difusión de material "indecente" en la Red, pero la legislación sobre libertad de prensa no permite cercenar el "derecho" de los na~is a amenazar e insultar pública mente a las razas no blancas. En Alemania, en cambio, la difusión de propaganda nazi fue prohibida. A principios de febrero, el mi nistro alemán de Investigación y Tecnología, Juergen Ruettgers, dijo que el gobierno respeta el libre discurso, pero debe hacer algo para regular la Internet. Las autoridades alemanas quieren que sea imposible bajar pornografía infantil y diatribas neo-nazis, como
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Las paradojas de la censura
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el artículo ¿Realmente murieron seis millones', del canadiense Erust Zündel, de fácil acceso en la ~ed. Compuserve de Alemani<l?uno de los proveedores del servido, rápidamente bloqueó el acceso a una lista de newsgroups objetados por el gobierno, pero luego debió levantar la medida ante la ira de los usuarios. No de Jos usuarios nazis, sino de todos los usuarios. En general, la efectivización de la censura en la Red es muy difícil, ya que es muy Eicil puentearla. "La Red interpreta la censura como Jalla del sistema, y rutea alrededor', dicen los expertos. Por ctiemplo, el líder del grupo canadiense que pregona la inexistencia del Holocausto, Ernst Zündel, aparentemente usa un acceso si tuado en los Estados Unidos para evitar ser procesado b.yo las leyes canadienses contra la difusión del odio racial. A pesar de que, como hemos visto, se difunden en la Red, entre otras cosas objetables, materiales racistas muy pesados, la mayoña de los usuarios piensa -como Ken McVay- que la discusión vencerá las ideologías repul sivas más eficazmente que la prohibición y la censura. El debate entre la libre discusión y la censura es viejo, por cierto. Pero su presencia renovada en redes electrónicas públicas globales implica la necesidad de hacerse cargo de sus nuevas implicaciones y de no despreciar lo que pasa en las redes desde el esteticismo nihilista o desde el posmodernismo nostalgioso o desde una crítica mal planteada a las nuevas tecnologías 5 • La orden: "Hay que actuar' tiene un parentesco profundo con atentados como el de Oklaho ma o el de la AMIA. Por eso hay que preguntarse cómo operan estos mensajes en la formación de la opinión pública cuando se difunden en una red global. 5. Diferenciamos la crítica general a las tecnologías, muchas ve ces vaga y ensayística, de la crítica específica basada en la observación etnográfica, en el conocimiento de sus diferentes formas de anclaje en lo social, de las· discusiones legales y étnicas que producen (Cfr. Rheingold, 1993). .
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"Pensar y actuar como un ario" La capacidad fonnadora de opinión pública de la Internet está siendo considerada cada vez más por los diversos sectores sociales, Muchos de los candidatos para las próximas elecciones tienen sus correspondientes webpages. Hace unos meses, el Wall StreetJournal informó que Bill Clinton tomó un asesor en cyber-política, Jim BrundeIl, para dar y recibir infonnación de los votantes vía Internet. El asunto es cómo se materializa la participación en la Red de los electores en acciones políticas concretas. Algunas primeras investi gaciones sobre opinión pública en la Red dan lugar a ciertas dudas o preguntas: ¿tienen el mismo efecto los mens.yes que instan a actuar a un grupo activista -como los skinlU'aM- que los producidos en Peace Net (Cfr. Sachs, 1995), red progresista internacional cuyos participantes se sienten en general aislados, en contradicción con su entorno y que, de alguna manera, militan más simbólicamente que fuctualmente? El participante de Peac.e Net difícilmente reciba órdenes o consignas como ésta, tomada del Primer. "Coleccionar ro cuerdos del Tercer Reich es un hobby, no activismo. Discutir los problemas actuales sin tmbajar para solucionarlos es gimoteo, no activismo. Pintar svastikas y gritar insultos raciales es estupidez juvenil, no activisl1W. Ac . tivismo signifICa compromiso. Adivismo signifICa que te dedicas a la causa de la supervivencia Aria y que trabajas diariamente por su realización. Activismo signifICa que piensas, actúas y luces como un Ario. 'Pensar C011U) un Ario' significa tener constantemente pensamientos constructivos y be néficos para uno mismo y su Raza. 'Actuar como un Ario' significa man tener el Honor en todo lo que haces, trabajar pam los mejores interr!ses de la Raza Aria y nunca hacer nada insensiblemente dañino paro ti mismo o nuestro Raza. 'Lucir como un Ario' significa presentarse de un modo 1~ petable todo el tiempo, con limpieza y sobriedad. Por lo tanto, drogadictos, al cohólicos, desviados o pervertidos sexuales, 'buscadores de emociones',Ja náticos de Charlie Manson y los inestables mental o moralmente no son bienvenidos en el Movimiento Nacional Socialista. [...]. Habla a otros sobre
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las Buenas Noticias del Nacional Socialismo". Todos sabemos que estos odios aparentemente focalizados bien pueden extenderse a sectores sociales más amplios. Los ejemplos abundan en la histo ria de nuestro siglo.
Inmigrantes o "aliens" Según algunas recientes investigaciones, Internet favorece mas el disenso que el consenso (Cfr. Poster, 1995). Es más probable escribir para diferenciarse de otro que para decir: "Estoy de acuerdo con vos". Esto crea sistemas de constitución de la opinión pública muy diferentes de los tradicionales, más caracterizados por el contacto corporal en los espacios públicos que por el contacto virtual. La distancia y las estrategias del anonimato hacen explotar en Internet un exceso de diferenciación y de destape de las subjeti vidades reprimidas. Así se produce una especie de exacerbación del multiculturalismo, que es justamente el mayor enemigo de los defensores de la unidad aria. Definir el multiculturalismo es com plejo, tanto el de los ambientes académicos norteamericanos, cada vez mas poblados por estudiantes del Tercer Mundo, como el de la calle, retratado en discutidas películas como Do the rig/¡t thing ("Haz lo correcto"), de Spike Lee. Porque supone tanto reivindicaciones de culturas reprimidas por la cultura occidental como hiperdivisiones de identidades que impiden, sobre todo si pensamos en nuestros países, constituir colectivos sociales que permitan salir de la crisis. Pero éste no es un problema que vamos a discutir aquí. De cualquier manera, una cosa es pensar un mundo con la imposi ción de una sola concepción -como lo intentan los nazis- y otra es pensar en juegos de consensos que permitan establecer políticas sociales. El concepto de ciudadanía no es un concepto represor. Lo cierto es que las fuerzas discriminatorias minoritalias en Internet
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están ligadas con o son emergentes de procesos macrosociales.· Las migraciones, por ejemplo, son características de nuestra cultu ra global. Están asociadas a la creciente brecha entre ricos y po bres, que se duplicó entre los años 60 y 90 (Hoy 87% de la riqueza la acumula un 17% de la población mundial, Cfr. PNUD, 1995). Son emergentes de procesos que van desde Breton Wopds hasta el New Order. Por eso son el centro de la discusión pública y una de la variables decisivas de las próximas elecciones presidenciales en los Estados Unidos. Más aún, son la causa de leyes '1 resoluciones discriminatorias, entre eUas la Resolución 187 del Estado de Ca lifornia, vigente desde el año pasado y que también circula en la Red: "El Pueblo de California halla y declara lo que sigue: que han sufrido y sufren penurias económicas causadas por la jmsencia (le extranjeros (aliens) ilegales en este estado. Que han sufrido y sufren injuria y daño personal causado por la conducta criminal de los extranjeros ilegales en este estado. Que tienen el derecho a la protección de su gobierno contra cualquier persona que entre a este jJaís ilRgalmente. Entonces, el Pueblo de California declara su intención de proveer a la cooperación entre las agen cias del estado y el gobierno local con el gobierno federal, y de estableCe!" un sistema de notificación requerida por y entre tales agencias pam Imvenir que los extranjeros ilegales en los Estados Unidos reciban los beneficios de los servicios públicos en el Estado de California". La palabra "alíen" pa ra referirse a los extranjeros, sobre todo en una ley, tiene connota ciones especialmente hostiles y discriminatorias. La Resolución 187 fue precursora de una ley similar, pero de alcance federal, que acaba de aprobarse. Se ve así que, como en Europa, hay una tendencia xenófoba en la sociedad americana, de la que los skin heads son sólo los representantes más extremos. Pero significati
vos. Recordemos que en sus comienzos los nazis alemanes eran
un gmpo muy pequei'io. Y los que fueron captados hace poco por
la cámara de 1V mientras golpeaban bmtalmente a inmigrantes
ilegales no eran skinheads sino policías comunes. El desanollo de
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nuevas tecnologías genera nuevas tendencias tanto en el registro de la discriminación y la represión como en los sistemas de ~lan cia. y control 6. En cierta medida se podría afinoar que hay una fuerte conexión entre leyes como éstas y la creciente discriminación hacia todo tipo de inmigrantes, legales o ilegales. ¿Hasta dónde estamos hablando de un proceso micro en una red o.de problemas macros que afectan a toda la Aldea Global?
insisten en que los medios le lavan el cerebro a la gente, impidién dole conocer la "verdad" sobre el racismo blanco. Un conocido supremacista blanco de la Red, Reuben Logsdon, de la Universidad de Texas, escribió en junio del año pasado: "Se puede decir que el 99.5 por ciento de la poblacWn·se opone al pensamiento basado en la roza debido a que fueron adoctrinados por los medios líbe:raleS'. ¿Hasta dónde estamos hablando de un problema micro en la Red o de una ten dencia macro, es decir, socialmente significativa en la sociedad contemporánea? De cualquier manera, todo esto marca una pro blemática: los cambios en la relación entre poder y medios -hoy concentrados en el desarrollo de las megafusiones- y entre me dios y opinión pública, hoy marcados por la relación directa entre los lectorados y las audiencias en Internet. De hecho, .tanto los periodistas como los profesores universitarios han dejado de
Los medios en la picota Otra relación que podemos ver entre estos pequeños grupos y la política macro norteamericana está en el ataque a la prensa. Hace unos meses el senador republicano Newt Gingrich dijo que el 90 por ciento de la prensa norteamericana está en manos de la izquierda. A pesar de que Gingrich quiso deshacerse, después de Oklahoma, de cualquier relación con la extrema derecha, hay re lación entre sus dichos y las numerosas acusaciones a los medios que figuran en documentos nazis como el Primer. "Debido a que ello beneficia a la agenda política que les conviene, ÚJs medios -controlados por los judíos- deforman rutinaria 'J deliberadamente las ideas de ÚJs ra cíalistas Arios, en particular las de ÚJs Nacional Socialistas, y presentan la imagen más deformada e inadecuada del 'violento extremista Supre1lla cista Blanco 'neo-nazi', de 1IlOdo que se popularizan ÚJs 1Ilitos sobre el Movimiento Nacional Socialista". Sin embargo, los skinheads no vacilan en usar los medios de comunicación tradicionales, amparados en el derecho constitucional a la libertad de prensa. Raza 'J Razón es un programa de 1V por cable, conducido por Tom Metzger, diri gen te de lWlite Aryan Resistance ( WAR), un grupo vinculado a los skinhl'ads. Este programa se transmite en unas veinte emisoras de cable de diversas partes de los Estados Unidos. Pero los skinheads 6. Ver Capítulo 4 y (Ford, 1994).
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ser los sacerdotes de la información.
Conclusiones precarias Hemos realizado algunas entradas en emergentes de la cultura contemporánea que se reflejan en la Red y que la Red potencia en direcciones cuyos resultados todavía no conocemos pero que, como índices y tendencias debemos tomar en cuenta. Porque la globalización es real y se da de manera cruenta. Y no debemos dejar de tomar nota de estos hechos. La censura es tan peligrosa como el desconocimiento sobre estas fonoas en que se replantean viejos problemas y tendencias inéditas. De cualquier manera, el objetivo.de este artículo no es I<i tecnofilia asombrada con los avan ces de Internet, sino señalar desde otro ángulo el hecho de que las migraciones, el interculturalismo, el multiculturalismo, la discri minación, el racismo, la diversificación de identidades étnicas, culturales, religiosas, son uno de los relatos centrales de la Aldea Global. Un tema que por momentos parece lejano de nuestros
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países, pero que está presente. No sólo en series que van desde la Ley de Residencia, la discriminación criminológica (Cfr. .:ford, 1995), la Semana Trágica, hasta el odio a los "cabecitas" y al "alu vión zoológico", sino también a nuestra propia historia reciente que, dificilmente, tanto a nivel interno como externo, podrá es capar de estos procesos que caracterizan a la sI.ciocultura global ya los mecanismos económicos y financieros que la sustentan.
GLOSARIO:
Cyberespacio: el "área" en la cual viajan los usuarios de com putadoras cuando "navegan" en la Red.
Newsgroup: gmpo o foro de discusión en Internet formado por mensajes que la gente deja para que otros los lean. Existen unos 8000, dedicados a distintos temas. Para que un newsgroupsea creado, se envía una propuesta al newsgroup destinado a la crea ción de nuevos newsgroup. Si surge una diferencia de 100 votos a favor, se crea el nuevo. Rutear: transmitir datos entre dos computadoras o redes que usan el mismo protocolo. USENET: "User's Netw.ork". La gran red de foros o newsgroups de Internet. World. Wide Web (WWW): en Internet. sistema de documentos basado en hipertextos multimedíales, que permite a los usuarios "navegar" a través de documentos enlazados entre sí, siguiendo cualquier mta elegida. Home Page: hoja de documento o página de información en la WWV·l.
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Crisis, casuística y argumentación El asesinato de un conscripto en un regimiento provocó en la Argentina la abolición del servicio militar obligatorio. La muerte de dos ladrones por un ingeniero experto en tiro generó una fuerte discusión pública sobre el derecho de ejercer la justicia por mano propia. La muerte por envenenamiento de los presos de un penal que habían prendido fuego a colchones de poliure tano puso en escena la situación deplorable de las cárceles. La violación, el asesinato y la desfiguración del cuerpo de unajoven de 17 años, María Soledad Morales, problematizó todas las insti tuciones del poder público y terminó generando la caída de una vieja dinastía patriarcal en la provincia de Catamarca.
* Este artÍCulo fue prerapado para el coloquio internacional: "Las fonnas de la telenovela: los años 90" que se desarrolló en el Centro Internacional de Semiótica y Lingüística de la Universidad de Urbino, Italia, julio 1994. Una versión muy abreviada fue pu blicada en Verón, Eliseo y Escudero, Lucrecia (comps.) Telenovela, ficción popular y mutaciones culturales, Barcelona: Gedisa, 1997. La diferencia, hoy, con la proximidad temporal con la cual se anali zan ciertos ejemplos, no afecta el sentido en este trabajo. 244
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Lo que estamos señalando es que ciertos casos, producidos aleatoriamente, provocaron una masa mayor de discusión pJíblica y de persistencia en los medios que las discusiones emergentes o propuestas desde las instituciones del Estado o de la sociedad civil. El crecimiento en los medios de la información social o de interés público producida a partir de Casos, articulados narrativamente, en detrimento de la dada o propuesta en forma macro o estmc tural a través de. tipos de discurso informativo-argumentativos, marca nuestra sociocultura. Tomamos tanto el término caso, como el de casuística, en un sentido muy amplio. El caso como algo que sucede a nivel individual o microsocial y que es expuesto mediante una es tmctura discursiva básicamente narrativa. La casuística como el cmuunto de casos que más que agmparse para ejemplificar, problematizar o completar un corpus normativo específico, co mo sucede conlajurispmdencia o la teología y también con di versas ciencias, se agmpa o se mueve de manera errátil en la agenda de los medios a partir de su valor como "noticia". Su re misión a leyes o normas se da de manera parcial o aleatoria, y muchas veces es "atrapado" por la retórica narrativa. Esto im plica una relación especial con la terceridad, como veremos más adelante. Le damos particular inportancia al caso como ejemplo del crecimiento de lo narrativo frente a lo argumentativo o informativo y de lo individual o microsocial frente a lo macro o lo estmctural en la cultura contemporánea, que en términos de Lotman parece ría ser más "textualizada" que "gramaticalizada" (Lotman, 1979). Por eso, no hacemos ciertas diferencias que son pertinentes en otro nivel de análisis, como las que establece Jolles entre caso y ejem plo (exemplum) Golles, 1972). En nuestro estudio, a este último también lo tomamos como caso. En los medios, los casos tienen, casi siempre, un nivel ejemplar o modelizador.
La casuística (entendida como conjunto de casos que se refie re a un corpus normativo o a una tópica narrativa) se inscribe en diversas tradiciones. Desde el discurso religioso o la teología moral hasta la jurispmdencia; desde géneros literarios breves como el cuento, la fábula, la parábola o el ejemplo hasra los registros anec dóticos o autobiográficos que se dan en la conversación cotidiana; de la narrativa folldórica (leyendas, fónnulas, máximas) a los mitos. El caso y la casuística se inscriben también en las ciencias, como \ ocurre en el desarrollo de la teona psicoanalítica ("El casoJuanito" o "El caso Ana O." de Freud) o en la neurología, de Luria a Sacks '. Aquí el caso funciona como disparador de teorías generales. También puede hacerlo con disciplinas marcadamente ideológicas como la criminología: Lombroso desarrolló su concepción del delincuente, de tanto peso en las disciplinas de control, a partir del estudio de un caso (Ford, 1995a). También el caso, en lo que se refiere a las ciencias sociales, constituye una vía de ingreso al conocimiento general o estmctural, como sucede en antropología con las historias de vida o los case studyo los diferentes usos de la entrevista y la reconstmcción bio gráfica. Lo que hay que señalar aquí es que este proceso puede hacerse sinecdóquicamente suponiendo un marco general K o, por lo contrario, buscando un marco general no predeterminado. No hay una diferencia clara entre estas utilizaciones del caso
que señalamos y las formas en que éste es tratado en los medios.
Se podría afirmar que las primeras alimentaron y alimentan las
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7. A partir de lo que Luna llamó la "ciencia románúca" Sacks desa rrolló una teoría del caso que trabajó específicamente como género científico. Cfr. la "introducción" de Sacks, 1987. y también el prólogo que escribió para Luria, 1972. 8. James ClifTord analiza este procedimiento comO proceso de si necdoquización, por el cual se pretende "alcanzar la totalidad a través de una o más de sus partes" asumiendo que las partes son "microcOsmos o analogías de la totalidad". ClifTord, 1991. Pág. 150.
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prácticas periodísticas. A las viejas matrices de narración de casos en el periodismo, muy relacionadas con la práctica literaria, las ciencias sociales fueron suministrando y suministran estrategias. Es decir, si hubo un paralelo entre Poe, su teoría del relato y la teoría de la noticia, o hubo una relación entre Los crímenes de la calle Morgue y la elaboración de la noticia policial, el caso fue ali~ mentándose después de las ciencias sociales (Ford, 1990). Un ejemplo de esto es cómo la historia de vida, emergente de la an tropología, se insertó en el periodismo. O cómo el documental antropológico alimentó a otros géneros documentales como los reality shows o los docudramas. La relación entre las formas narra tivas utilizadas por las ciencias sociales, por la literatura o por los medios es algo que recién ahora comienza a explorarse desde el punto de vista semiológico, cognitivo y sociocultural. Como señalamos más arriba nos interesa el estudio del caso no sólo en sus características estnlcturales, fundamentalmente narrativas, sino también por su utilización como ingreso o en reemplazo de la información y la argumentación en los temas de in~ teres público. Por su creciente peso en la construcción y circulación del sentido en la cultura masmediática. Pero debemos señalar que este crecimiento de la narración y de la casuística se da también, en muchas culturas, en la interacción directa, no masmediática, como un rasgo más de la crisis contemporánea (Ford, 1994a). Trabajaremos a partir de algunos ejemplos de casos que fueron noticia, noticias estructuradas sobre casos individuales de personali dades no jerarquizadas" 9 y que se desplazaron en el discurso de los medios y la cultura, de manera directa o indirecta, hacia el debate público de problemas estructurales, moviéndose de manera erráti;
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en la agenda o las secciones de los medios (gráfica, televisión, cine, etcétera). Y dentro de cada uno de estos soportes, constituyendo o modificando diferentes géneros y formatos: casos policiales, judicia les, crónicas políticas, noticieros, unitarios televisivos, telenovelas, di ferentes tipos de reality slww, cine documental, docudrama, etcétera. Esto se encuadra en diversos procesos y transformaciones: 1) el crecimiento de las zonas de infonnación general en los perió dicos y también de sus lectorados (Charon, 1991; Reyes Matta, 1992; Ford, 1994a), yel decrecimiento de la lectura de las "zonas duras" (política, internacionales, economía), algo que no se puede reducir al llamado proceso de "revistización" de los periódicos; 2) la sucesión de casos que conmocionaron a la opinión pública y que generaron no sólo más debate, sino mayor continuidad y serializa ción en los medios que los temas planteados estructuralmente des de el Estado o desde la sociedad civil. Este proceso implica diversas relaciones del caso con los procedimientos de generalización; 3) el surgimiento y el éxito de géneros o subgéneros, fundamental mente televisivos, estnlcturados a partir de casos reales lO • En la Argentina, podemos ejemplificar esto (tltimo con: series o unitarios (ciclo Sin Condena, que ficcionaliza/narrativiza ll casos
9. Los diferenciamos por lo tanto de las llamadas celebrity gossip (chismes sobre celeblidades). Aunque se da una jerarquización de casos, los l1amados "casos célebres", que no tiene que ver con la celeblidad de los sujetos que los protagonizan.
10. Esto no es una categoría simplemente descriptiva: el término "casos reales" aparece fuertemente en los paratextos e intertextos que funcionan como "marcadores del género": anuncios, publicidades, avances, resúmenes de programación semanal, críticas, etc. Estos mar cadores cumplen un rol importante en la constitución del contrato de lectura. Para la noción de paratexto ver Alvarado, 1994. 1L "La confusión entre ficcionalización y narración es frecuente. Una cosa es infomlar mediante un discurso nan-ativo. Ou-a es u'ansfonnar los acontecimientos en algo que podria haber sido inventado o inventarlos. Por otro lado, puede haber narrativización sin espectacularización. La na rración es un recurso cognoscitivo igualmente válido que la argumenta ción, tanto en nuesU-a comunicación cotidiana oral, como en la eSClitural (...). La espectaculatización supone una puesta en escena mediante recur sos teatrales, visuales, auditivos, corporales, etc" que establece un 'contrato de lectura' muy diferente con el público de los contratos de la narración de la información o de la argumentación". Ford, 1994.
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policiales aún abiertos o sobre los cuales la justicia no dictaminó); programas documentales o s.emi-documentales con formatos re lativamente innovadores (como Justicia para todos, que produce para 1V casosjudiciales cerrados tomando como eje la grabación del juicio oral, o El otro lado, basado en entrevistas a personas co munes, con el objeto de revelar aspectos interesantes de sus vidas --camioneros, prostitutas, murgueros, líderes religiosos, integrantes de circo); programas periodísticos o de interés general (como La mañana o La tarde, conducidos por el periodista Mauro Viale l2; programas de debates o talk shows (como Causa com1ín, dirigido a una audiencia femenina y en el cual la participación de mujeres en el estudio constituye el elemento fundamental para la recons trucción de historias de vida); subgéneros de noticieros como Nuevediario'3; reality shows en sus múltiples variantes (búsquedas, reencuentros amorosos, auxilios o salvatajes, etc (Mazziotti, 1994). Este notable crecimiento de lo que podría llamarse una nueva forma de non-fiction en los medios periodísticos y audiovisuales (también llamada irifotainment) está relacionado con diversos procesos socioculturales: 1) el desdibl!Íamiento de los límites entre lo privado y lo público y el avance sobre la privacidad no sólo de los medios sino de los diversos sistemas de control social; 2) las
necesidades de aumentar la credibilidad en los medios a través de información individualizada y aparentemente constatable; 3) la contaminación de la información con la narración (y también con la ficción) debido, tal vez, a la opacidad, complejidad y sospe cha con respecto a los discursos argumentativos e informacionales de las "zonas duras" de los medios. Como estas zonas se articularon tradicionalmente sobre las categorías de la modernidad y el capita lismo industrial, ambos en crisis, el caso podría estar funcionando como entrada abductiva en nuevas formas y conflictos sociales. Nos proponemos investigar estos problemas e hipótesis aten diendo, fundamentalmente, a las relaciones complejas que se esta blecen entre el caso, cerrado sobre sí mismo, y su generalización . o lectura estructural. Nos limitaremos a desarrollar algunas ob servaciones y preguntas exploratorias. En una segunda parte pondremos en contacto esto con el análisis de un caso concreto: el crimen de María Soledad Morales.
12. Estos programas introducen segmentos de reality S/¡OlllS, con tes timonios, reconstrucciones o dramatizaciones de hechos reales. Un ejemplo del tipo de acontecimientos que pueden integrar estos seg mentos es la presentación de Climinales que voluntariamente deciden confesarse y enU"egarse frente a las cámaras después de cometido el cri men. El programa La mañana, de Mauro Viale, transmitido por ATC, el canal estatal de aire, registró dos hechos como el señalado, uno el 29/11/93 y otro el 25/10/94. Miguez, Daniel: "Mató a su ex patrón, fue a la TV y se entregó". En: Clarin, 26/10/94, pág. 44-45. (La noticia, pu blicada en la sección Policía del diario, apareció en tapa). 13. O como el brasileño AquíAgvra, que tomó inicialmente elemen tos de Nuevediario para el tratamiento "sensacional" de las noticias, con virtiéndose en uno de los emergentes de mayor impacto en América La tina. Cfr. Epstein, 1993.
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El caso Caso: suceso, acontecimiento, circunstancia. También casua lidad, azar, acaso. Y desgracia, suerte desagradable. Además, para el diccionario de la Real Academia Espai'iola, argentinismo: "re lato popular de una situación, real o ficticia, que se ofrece como ejemplo" (Diccionario de la Lengua Espailola, 1992). Origen: del latín casus: caído/caída. Se relaciona con aconte cer/ acaecer: del latín ad-cadere. caer o morir cerca de otro. Y también con succ.essus: sucesión, aproximación, llegada; y eventus: resulta do, desenlace, suerte buena o mala (Barcia, 1945; Diccionario Ilustrado Latino-Espailol, 1992) 14.
14. Tomamos estos diccionarios no por. ser los mejores sino los de uso más frecuente.
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En todas las acepciones, remite a la intenupción de una suce sión, de una serie. Una ruptUI<\ de la "normalidad". Y esta inte.rorup ción, esta discontinuidad. este "punto de llegada" (un "algo" discri minado sobre un discurrir informe, una "unidad", una diferen cia) aparece asociado a la casualidad o a la desgracia. Roland Barthes distingue la información del suceso a partir de su estructura interna y su relación con una serie, con un contexto. Define al suceso como una "información total", inmanente, cuya estructura supone una relación entre dos términos que puede reducirse a dos tipos: causalidad "aberrante" (perturbaciones de la causalidad, asociadas al asombro) y coincidencia. Mientras la información no puede comprenderse sino a partir de un conocimiento exterior al hecho que le confiere su carácter informativo, el suceso contiene en sí mismo su noticiabilidad (Barthes, 1967). Veremos más adelante, sin embargo. que este esquema se complica, ya que la relación del suceso o caso con una serie significativa puede asumir diversas formas. Además una causa aberrante puede llegar no sólo a verse como normal sino a constituir una serie. La crisis del con cepto de causalidad es parte de toda crisis sociocultural En una de sus acepciones, el diccionario de la Real Academia Española15 ofrece como sinónimo de "caso" el témlino "cosa" (del latín "causa"): "todo lo que tiene entidad, ya sea corporal o espiritual, natural o artificial, real o abstracta". "Cosa" puede ser también "lo que hace mucho tiempo que pasó". La expresión "cosa de oír o de ver", por ejemplo, significa algo "que es digno de ser oído o visto; que es capaz de llamar la atención". El caso supone una idea de cierre, un punto de clausura es pecial diferente al del exemPlum. "El acontecimiento es lo que
divide, para que haya inteligibilidad ( ... ) es el soporte hipotético de una puesta en orden en el eje temporal. A veces, no es más que una simple localización del desorden: se llama acontecimiento a aque llo que no se comprende" (de Certeau, 1975. Subrayado nuestro). Es así que el caso puede cerrar en una in terrogaciól1, como sucedió con el desfile de modas inspirado en Auschwitz l6 o con el atentado de gas tóxico en el subte japonés, Aquello que puede ser dividido o reconocido como aconte cimiento, que necesita explicación. varía según las culturas o las situaciones sociales (Meyer, 1993). Además no es lo mismo reco nocer un acontecimiento en una etapa estable que en una etapa de crisis 17, Foucault propone una "filosofia del acontecimiento" que in corpore el azar como categoría en la producción de los mismos, Una "teoría de las sistematicidades discontinuas"; "¿Qué estatuto es necesario dar a ese discontinuo? No se trata en absoluto ni de una sucesión de los instantes del tiempo, ni de la pluralidad de los diversos sujetos que piensan, se trata de cesuras que rompen el instante y dispersan el sujeto en una pluralidad de posibles posi ciones y funciones. Una discontinuidad tal que golpetea e invalida las menores unidades tradicionalmente reconocidas o las menos fácilmente puestas en duda: el instante y el stúeto" (Foucault, ... ),
15. El Diccionario de la Real Academia Española es válido como re ferente aunque en muchos casos funciona asincrónicamente con el uso de las diversas palabra~ o términos en la actualidad.
16, Nos referimos al desfile de Comme des Garc;;ons, diseñado por lajaponesa Rei Kawabuko, que en enero de 1995 mostró una colección de modelos delgados y rapados con prendas rayadas de presidiarios, evocando a los ptisioneros de Auschwitz, para conmemorar el 50u ani versario de la liberación del campo de concentración nazi. Cfr, Aulet, Ma, Victoria: "Acerca de la moda y sus límites", En: La Nación, 9/3/95, 17. La discriminación del acontecimiento en épocas de clÍsis pue de funcionar como búsqueda de nuevos órdenes o de nuevas unidades. Esto se relaciona con el concepto de "enacción" C01110 proceso cog nitivo: "hacer emerger el sentido", Ford, 1994, Para una problemali zadón del concepto de estabilidad en la cultura contemporánea ver Calabl'ese.1989, ........
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Esto es válido para muchos casos, sucesos o acontecimientos, que constituyen nuevas series o descubren "series dormidaw'IR. En el caso del periodismo y de la teoría de la noticia, por lo contrario, la discontinuidad o la ruptura están sistematizadas y conforman incluso géneros. "Una noticia menos probable es más importante que una notida esperada" dice el Novo Manual da Re daftlO de la Folha de San Pablo (1994). Esta discontinuidad del caso hay que verla hoy como una ten dencia generalizada en los medios, sobre todo en los llamados new issues 19 • En esto habría que hacer una tipificación, porque el periodismo maneja ciertas "sistematicidades discontinuas", pero no todas. El periodismo busca discontinuidades que no siempre puede resolver o que cierran en el "impacto" notida reducido a estructura narrativa. Hace poco en la Argentina un bebé de once meses gateó cien metros, cruzó las vías del tren, llegó a la ruta y fue pisado por un camión. La noticia se cerró ahí, en el impacto del
18. Durante la lluvia de cenizas que se prodttio en Buenos Aires en 1932, proveniente de un volcán de la Cordillera de los Andes, los medios de ese momento tuvieron que recurrir, para elaborar el acontecimiento, afOlmas de narración y series históricas muy antiguas referentes a los cataclismos y sus efectos. En Ford, 1988, mimeo. 19. El concepto de issuees frecuentemente utilizado en los análisis actuales de los medios, especialmente en los trab.yos de los cult-uml Sf1l dios. Mauro Wolf se refiere específicamente a los single issue motlC11lents: "movimientos de opinión que se coagulan en la sociedad civil en torno a problemas particulares, desvirtuando las tradicionales divisiones y es tratificaciones ideológico-partidistas (...) Dichos movimientos empiezan a constituir noticia, a superar el umbral de la noticiabilidad, cuando se considera que han pasado a ser lo bastante significativos e importantes como para despertar el interés del público o cuando dan lugar a acon tecimientos estudiados expresamente para satisfacer las exigencias de los media. Se determina, por tanto, una integración entre las estrategias de noticiabilidad adoptadas por los single issue tnovements y los valores /noticia aplicados por los aparatos de infonnación: a nivel comunicativo, estos movimientos producen todo aquello de lo que los media se ali mentan". Wolf, 1987. Cfr. D. Pasquier en capítulo 1.
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horror, pero no se generalizó. (Es posible que en los Estados Unidos se hubiese ubicado en la serie "maltrato -o descuido- de mena res".) La no ubicación en una serie por el periodismo no indica, sin embargo, que esto no pueda ser realizado por otras disciplinas, como sucedió en la Argentina con el caso del robo de las manos del cadáver de Perón 20 • Lo cierto es que el caso, dentro de su amplitud semántica, pone en escena nociones como las de casualidad y/o azar, causalidad, temporalidad, subjetividad, mismidad, discontinuidad, ruptura y construcción de series, etcétera. Remite básicamente a una trans formación, a un movimiento. Algo sucedió, acaeció, algo cambió su 'estado. Este cambio puede afectar a cosas y seres, pero también puede implicar el no-cambio frente a un evento externo: "un stueto es un actante que permanece idéntico después de una ca tástrofe" , dice René Thom 21 • Puede ser endo (subjetivo) o exo (determinado por circuns tancias externas). y puede darse de manera "natural", es decir, aceptable o débilmente perceptible como cambio, o de manera abmpta; puede ser previsible o imprevisible. Puede ser aislado, aleatorio, marginal. O general, "solidario" con una serie. Es más, puede ejemplificar o descubrir una serie sociocultural, e incluso articularla, como fue por ejemplo el proceso de instalación en la agenda de los medios de la problemática sobre el acoso sexual (Smolowe, 1992). De ahí el cuestionamiento que plantean muchos casos con respecto a la agenda tradicional de los medios, pues la problematizan constantement~ obligándolos a producir nüevas clasificaciones. y de ahí también la rotación del caso entre dife rentes secciones cuando adquiere status de debate público. 20. Ver al respecto el trabaJo de Cuber, 1990. Hay que señalar, sin embargo, que las series que se inscriben en la historia polític~ asumen características diferenciales. 21. Citado por Ibañez, 1991.
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Pero el caso siempre trata un "suceso" individual o microsocial, construido narrativamente. ~
Narrar el caso Narrar un caso, un "sucedido", tenga o no un cierre, se inserte o no explícitamente en una serie, es discriminar o definir algo discreto sobre un fondo continuo. Yponer algo "en escena" es ca tegorizar, jerarquizar. Discriminar el acon tecimiell to y sobre eso esUucturar el caso es pasar del orden de la primeridad-segundidad al orden de la terceridad, del orden de las cualidades y los hechos al orden de las leyes, de las interpretaciones. Esto lo decimos en el sentido que tiene la "ley" en la concepción de terceridad de Peirce (Peirce, 1987; Verón, 1987), que no implica la correspon dencia directa con un código establecido, por ejemplo el Código Penal, como lo plantea]olles cuando analiza cómo la ley se trans forma en evento.]olles cita una máxima del derecho: nullum crimen sine lege Qolles, 1972). Sin embargo hoy se podría decir que muchos casos s~ refieren a "crímenes" que no tienen ley. De ahí la bús queda de nuevas formas legales o la problematización de las constituciones tradicionales a partir de los avances tecnológicos -de la informática de control a la biotecnología o a la genética o de las transformaciones sociales como las nuevas fonnas de mi gración y desempleo, de anomia o de racismo. No hay caso sin cultura, es decir, sin leyes, sin convenciones, estén éstas establecidas o no en un código formal. ¿Qué hace que, en medio del fluir de la "realidad", digamos "esto merece ser contado/interpretado"? Por una parte la pulsión narrativa, o la narrativa como dispositivo cognitivo (Brunner, 1988), es práctica mente un universal. Hayden White señala la naturaleza transcultu ral y transhistórica del "impulso de narrar": "lejos de ser un código entre los muchos que una cultura puede utilizar para dotar de
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sentido a su experiencia, la narración es un metacódigo, un uni
versal humano sobre la base del cual pueden transmitirse mensajes
transculturales acerca de la naturaleza de la realidad compartida"
(White, 1981). Pero, por otro lado, es dificil trabajar sobre el caso
sin tomar en cuenta cómo una cultura particular lo estnlctura.
Incluso hay culturas donde la transmisión de saberes mediante
sistemas narrativos se realiza a través de relatos no cerrados, pro
vocando un sistema de aprendizaje semejante al del budismo
zen. No es lo mismo el formato expansivo que tuvo el caso de Ma
ría Soledad Morales en la Argentina que las formas que hubiese
tomado en otras culturas. El mismo caso O.]. Simpson, que es tal
vez uno de los que ha alcanzado mayor nivel de globalizaciónTl ,
produce discusiones específicas en los Estados Unidos, no gene
ralizables, como lo es el debate que se está produciendo sobre los
principios de la primera y de la cuarta enmienda2\ En este plano
también podemos ubicar las relaciones entre periodismo y justi cia: no en todas las sociedades las denuncias periodísticas son re tomadas porlajusticia (Moreno Ocampo, 1993). Y cuando esto no sucede se genera la confusión periodismo/justicia que caracteri za hoya muchas culturas. No para todas las culturas es lo mismo lo que merece ser con tado (Meyer, 1993). Incluso no es lo mismo la manera de contarlo. La concepción de la Historia como sucesión de acontecimientos, como cronología, no es universal. Tiene que ver con la forma en que diferentes grupos organizan la información sobre el pasado, 22. Un dato significativo de esto es que las transmisiones del juicio
alcanzaron los ratings más altos de la cadena CNN, sólo superados por
la u'ansmisión en directo de la Guerra del Golfo. Kloer, 1995.
23. La masa de información pública sobre un caso en el momento en que está siendo juzgado ha provocado discusiones sobre si esto no produce un choque enU'e la enmienda que defiende la libertad de- ex . presión y la que se refiere a los derechos a tener un jurado imparcial. Ver al respecto Ken~ 1994.
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sobre la memoria social (Cohn, 1982; Ford, 1994b). Incluso, en la narrAción del caso intervienen las estructuras perceptivas pPOpias de cada cultura, su particularjerarquización de los sen tidos como disparadores de la memoria (Classen, 1993), sus fomlas de recordar. Se narra un caso, un sucedido, con diversas funciones. Como en la literatura, pero también en la vida cotidiana. Para impactar o sorprender, ironizar, mostrar lo incomprensible, imprevisto y paradojal de la naturaleza humana. Para explicar el origen y los hábitos de los hombres y las características de las cosas. Para transmitir enseñanzas sobre este o el "otro" mundo. Para jugar y entretenerse. Para explorar con la imaginación los "mundos po sibles",.los misterios del universo o los fantasmas del inconsciente. Para observar la realidad circundante. Para alabar, para criticar, para burlarse de los demás. Y también para explorarse a sí mismo. Otras veces es para mostrar estados o acciones "elementales", emotivos o éticos, ejemplificadores de la maldad o la bondad, la solidaridad o el egoísmo, el heroísmo o la cobardía, la mentira o el engaño, la franqueza y la verdad, la astucia. Y también de situa ciones arquetípicas (símbolos recurrentes, estructuras rituales o míticas): pasajes, aprendizajes, pruebas, conquistas (Campbell, 1959; Frye, 1967). Todo esto puede, de alguna manera, trabajar sobre lo "ele mentalmente humano", sin perder de vista la historicidad socio 24 cuItural • Pero también puede inscribirse en un tratamiento de temas que al perder temporalidad se conviertan en obturadores de la historia, como ya hace años lo señalara Franz Fanon (Ford, 1987). El caso también puede ubicarse en una lógica situacional que marque las formas en que cada cultura elabora estos temas en relación con sus estructuras sociales y económicas. Esto es lo que sucede, aunque de manera muchas veces imprecisa, en el 24. Se utiliza este término en el sentido que leda Cirese, 1993.
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periodismo, por las presiones del contrato de lectura con un lec torado marcado geográfica o culturalmente. De cualquier manera, ya cierre el caso sobre una creencia, so bre una ley o sobre una pregunta, la narración de casos, sean cua les fueren los diferentes propósitos a los que sirva, tiene una fuerte conexión con el discurso didáctico o moralizante, o con el discurso ideológico. El término "casuística" se refiere originatiamente a una rama de la teología moral, que consiste en la "aplicación de los principios morales a los casos concretos de las acciones humanas" (Diccionario de la Lengua Española, 1992). Por extensión, se apli caba también a la "exposición o consideración de casos particula-' res propios de cualquiera de las ciencias morales o jurídicas, o que se pueden prever en determinada materia" (Ídem). Se habla entonces de "caso clínico", "caso de conciencia", "caso de corte", "caso de honra", etcétera. Lo que importa acá no es/el caso en sí, en su individualidad, sino la relación del caso particular con el principio general, su pertenencia a una serie mayor. La narración de casos pone enjuego, entonces, diversos sistemas de generalización. Es aquí donde, sin tener la estructura intema de la argumentación (exposición, conclusión,justificación! demostra ción de la conclusión), un texto narrativo puede cumplir con el mismo propósito de la argumentación: dar origen a una interpre tación, y en muchos casos imponer una regla de acción2". De aquí 25. Bruno Gelas anaJiza esto como el "carácter manipulador" de la nalTación: "En el marco de un procedimiento argumentativo-persuasivo, el establecimiento de una narración se presenta siempre como una mani pulación, y más precisamente corno una operación de "desvío" emmciati vo (...) la manipulación consiste en sacar partido del carácter "cerrado· del relato, para asegurar el deslizamiento de esta clausura estructural de un contenido textual, a la idea (aJ sueño) de una tota1idad imaginaria de la realidad y de la experiencia". Gelas, 1981. En el mismo sentido, dice Hayden White: "He buscado sugerir que este valor otorgado a la nana tividad en la representación de acontecimientos reales surge del deseo de que estos muestren la coherencia, integridad, plenitud y clausura de una imagen de la vida que es y sólo puede ser imaginaria". White, 1981. 259
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los intentos de la literatura contemporánea paradesestmcturar los modelos clásicos de narración, para elaborar contrarrelatos,-¡ El caso, en el uso que hacen de él los medios, aunque no se inscriba siempre con claridad en un corpus o serie, como sucede, por ejemplo, en la psicología o en la jurispmdencia, termina siempre interpretando o generalizando. Se podría decir que este corpus que enmarca al caso en el periodismo es la noción de no ticia y su relación con los diversos tipos de discontinuidad llfi. Pero esto no explica todo. El cierre de la noticia lleva a generalizar, aunque esto no sea explícito, en alguna otra selie; se inserte ésta en algún saber constituido o en algún aspecto de las creencias, en el "sentido común" (en su concepción ideológica), en los prejuicios o en la simple retórica literaria tradicional. Esto último se observa, por ejemplo, en muchos manuales de estilo que recomiendan para el cierre efectivo de una nota la uti lización de la ironía, recurso típicamente literario o retórico, por su impacto y poder mnemotécnico. "Nunca dejes que la verdad . interfiera con una buena historia" dice el subtítulo de la edición en video de Tlle Paper, el film de Ron Howar. Al margen de esto, el caso periodístico siempre establece re laciones con alguna serie social que desborda el hecho individual o microsocial.
Caso/generalización
La relación caso/generalización, ya sea explícita o implícita, puede darse de diversas maneras. Distinguimos tres grandes con juntos o categorías: 26. Mauro Wolf se refiere al carácler de "noticiabilidad" como el "conjunto de elementos a través de los cuales el aparato informativo controla y gestiona la cantidad y el tipo de acontecimientos de los que seleccionar las noticias" en función de determinados "valores" que va dan histólica y culturalmente. Wolf, 1987. Pág. 222.
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a) El caso como exemPlum de lo que es aceptado como norma. El ejemplo es el modo persuasivo por inducción. Procede de un particular a otro particular, pasando por el eslabón implícito de lo general. De un objeto se infiere la clase y de esta clase se deduce un nuevo objeto (Barthes, 1982). Esto implica atender al "status implícito de lo general" y su función persuatOlia, en tanto no se trata solamente de afirmar una regla sino de persuadir de que se la aplique (Gelas, 1981). Cuando el caso es utilizado como "ejemplo", puede implicar tanto la generalización, el establecimiento o la confirmación de una regla, como la ilustración, cuyo objetivo es ftiar una regla ya establecida, una concepción o teoría que le es preexistente. Esta última puede resultar una utilización sospechosa, ya que, al obtener su eficacia pragmática del carácter cerrado de la historia (la necesi dad de cierre o unidad estructural de este tipo de relato), propone una interpretación unívoca que omite o "saltea" la discusión lógica cognitiva del principio o de la regla que supone (Ídem) . El ejemplo implica también, en muchos casos, la modelización, como invitación a la imitación inmediata. Aquí, no se trata sólo de hacer admitir, sino de hacer MC.er (Ídem). Este es el uso que se hace de las biografias o las anécdotas ejemplares (Varel a, 1994). b) El caso como índice de una situación que exige una hipó tesis explicativa de orden o conjunto. Como exploración pl'evia a la generalización y su demostración. Nos referimos al caso inte rrogativo, que permite explorar tendencias o establecer conjetu ras, abducciones, sobre un corpus abierto todavía no totalmente constituido. Aquí el caso puede funcionar como disparador de nuevos temas o tendencias para su incorporación a la agenda pú blica o para la constmcción de una serie sociocultural, general mente conflictual y perceptible históricamente. Algo reconocido soCialmente, de manera concreta o actual, como la iIliusticia social con los jubilados. O algo que comienza a percibirse o constmirse
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como una serie, como sucede con las problemáticas del feminismo, el acoso sexual, las migraciones, el multiculturalismo, el desempleo, la violencia urbana, la soledad. c) El caso como parte de una serie demostrativa con un conti nente más o menos perceptible. Aquí se ubicarían los diferentes usos del caso en las ciencias sociales y humanas, como el case study, la historia de vida, y otros ejemplos que dimos al principio. Esta utilización del caso ha planteado también problemas respecto de su validez. Por ejemplo: entrar en una cultura a través del "es tudio de caso", lo que ClifTord llama sinecdoquización, implica suponer que detrás de él hay una cultura orgánica, homogénea, a la cual se puede acceder por cualquiera de sus "partes". La posibi lidad de existencia real, histórica y situada, de este tipo de culturn "9rgánica" (contemporánea o en el pasado), lejos de las idealiza ciones teóricas, es.por lo menos discutible (ClifTord, 1991). Sin embargo, un procedimiento es el de entrar a través del caso en una culturn supuestamente orgánica, y otro es ingresar a través de él parn explorar una problemática social estructural. Esto últi mo se da actualmente más a través de trnb~os microsociológicos o microantropológicos que no la tienen en cuenta, como sucede con los estudios sobre microidentidades, que muchas veces se "desen ganchan" de los procesos globales de migración (Ford, 1995b). Mientras que en el punto b) nos referimos a la interrogación de procesos socioculturnles que exigen explicaciones transdisci plinarias, o que rompen la categorización tradicional de los diarios marcando tendencias, aquí nos referimo$ al caso ubicado en un marco disciplinario, cercano al formato institucionalizado: casos policiales, casos jurídicos, casos patológicos, etc. Aquí el caso su pone un marco: la criminología, la jurisprudencia, la medicina. Abre una problemática en un marco que lo acota, lo interpreta, lo rechaza o lo confirma.
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Un contrato de lectura confuso Todas estas "funciones casuísticas" que describimos pueden atravesar diferentes formatos, de acuerdo con elsoporte discursivo que asuman. El caso puede aparecer en distintos registros: orales, escritos, audiovisuales. Pero, cuando es tomado por el discurso narrntivo, en cualquiera de estos registros mencionados, es dotado de los atributos de la story. "la narración pasa a ser un problema solo cuando queremos dar a los even tos 11!ales la forma de una historia" (White, 1981). Esta forma supone básicamente: un sujeto principal; un comienzo, un nudo y un desenlace; una f)enpeteia o cambio de suerte (que permita el pasaje de un estado inicial a un estado fi nal diferente del primero); una voz narrativa identificabl¿7. Es obvio que nos estamos refiriendo a la concepción de lo narrativo en sentido tradicional, proveniente de Aristóteles e instituciona lizado en la "novela burguesa" y en la teoría del cuento de Poe. La problematización de la causalidad, de la secuencia temporal y de las categorías enunciativas que hemos señalado antes no son hoy sólo patrimonio de la literatura. La valorización por algunos antropólogos de Faulkner como base para su trabajo de campo es un ejemplo de esto (Rosaldo, 1991). En este sentido, se puede afirmar que las recurrencias o relaciones del periodismo con la narración se establecen con las formas trndicionales de esta ,aunque esto constinlye hoy un campo en transformación. Muchos avances de la literatura contemporánea, de sus vanguardias, ya fueron trans formados en commcdities culturales como lo ejemplifica Pulp Fiction. La narración de un caso (~ sea en formas narrativas mínimas, como el cuento, la fábula, la parábola o el ejemplo, o en formas 27. Contra esta estntctura tradicional del relato. se rebelará 1a na nativa contemporánea, uatando de destruir la idea de clausura, alte Jando fundamentalmente el orden causal. crono1ógico, no celTando ni manteniendo el concepto de unidad o cohesión, \'llliando las estructmas de enunciación.
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mayores como la novela) puede ir del registro de un cambio (ge neralmente existencial), a la exploración de sus causas (pOI" qué se produjo el cambio), a la forma en que ocurrió (el modo, el cómo del cambio o del caso), a las consecuencias. (qué prodlgo, qué nuevo orden instauró o no modificó). En todos estos pasos apa recen elementos de generalización, no sólo en el cierre. Si bien en la narrativa tradicional o en los estudios narratológicos se insiste en este cierre (en la moraleja de la narrativa folk, por ejemplo), de hecho están presentes en todos los momentos que señalamos más arriba. Dificil que el caso no lleve a la generalización. Pero esta es muy diferente en aquellos textos, orales o escritos, que im plican un contrato de lectura literario o anecdótico (ficcional o no) de aquellos que se inscriben en un contrato de lectura docu mental o informacional, como sucede con los reality shows o con las noticias de las secciones de interés general o de policiales (y hoy de otras secciones) de los diarios. En los géneros literarios o ficcionales está supuesto que es el lector (o interlocutor) el que debe interpretar el caso, aunque de acuerdo con la estructuración del texto esta interpretación puede ser más .0 menos dirigida. AquÍ es admisible la ambiguedad, la polisemia, etcétera. No sucede lo mismo con los géneros documen tales e informacionaIes. Estos llevan, por un lado, a la necesidad de interpretar, de ubicar en una serie, de contextualizar. Pero por otro lado, por su propia impronta narrativa son apresados por re cursos retóricos que no se corresponden con las necesidades de la documentación y la información. No quiere decir que no se pueda terminar con una interrogación, pero ésta parecería nece sitar ser situada y acotada, y no libre como en la literatura. Cuando hablamos de "impronta narrativa" no nos referimos sólo a estructuras formales, sino también a la presentación o resolu ción de conflictos apelando más que a la información concreta, a situaciones arquetípicas. Damos algunos ejemplos porque estos
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dispositivos son fuertes en la relación periodismo-imaginario so cial: la figura del "justiciero" en el caso del ingeniero Santos2l!; la del "reconocimiento" de la identidad perdida en el caso de los mellizos Reggiardo-Tolosall9 , cuyo tratamiento apeló a las conven . ciones del melodrama; la de ser "tragado por la tierra" (o por el "vientre de la ballena") en el caso de Adrián Delestal, el chico que se cayó por una alcantarilla abierta en una tormenta y cuya búsqueda conmovió a la opinión pública durante más de veinte días; la "violación de la doncella" en el crimen de María Soledad Morales; la de "los niños perdidos" (el modelo folk del cual emer gió Hansel y Gretel) en el caso de los hermanitos jujeños que so brevivieron varios días perdidos en el bosque comiendo hojas de los árboles y frutos silvestres. Cuando la narración "inunda" el discurso informativo, se ob serva la "contaminación" de la información periodística con mo delos o fórmulas literarias de larga tradición, o más modemas, de la narrativa contemporánea. Aparece la apelación a recursos na rrativos muy codificados e institucionalizados, que se identifican con diferentes géneros y dispositivos. La presencia de la retórica y de los recursos de persuación en clave narrativa en la información no es un fenómeno nuevo: Está en las raíces del periodismo modemo. Lo que señalamos es la ex pansión cada vez mayor de estos recursos, el crecimiento de la ca suística en los medios, su avance sobre otros niveles, el reemplazo 28. El ingeniero Santos fue bautizado por los diarios como ·"el justi ciero del estéreo", y la noticia fue título de tapa de los principales dia rios de la Capital. Cfr. Clmin: "Le robaron el estéreo por tercera vez: siguió a los ladrones y los mató", 17/6/90, pág. 25. Y C[arÍlr. "Un exjuez es el defensor de Horacio Santos, el Justiciero del estéreo''', 19/6/90,. pág. 22-23. 29. Hijos secuestrados de padres desaparecidos en la última dicta dura militar que fueron restituidos a sus familias de Oligen, generando una fuerte discusión pública en torno a las consecuencia~ "psicológicas" de la separación de la familia apropiadora.
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de la narración de zonas que durante el desarrollo de la mo dernidad fueron elaboradas, en términos generales, mediante géneros discursivos fundamentalmente informativos y argumen tativos. Es este proceso el que analizaremos a partir del caso que consideramos más importante en los últimos años en la Argentina. En su análisis chequearemos lo puntualizado hasta aquí.
II
Maria Soledad: un caso expansivo
Descripción Nos referiremos al caso de la desaparición, violación y poste rior asesinato de la estudiante María Soledad Morales, de 17 años, ocurrido el 8 de setiembre de 1990 en la provincia de Cata marca. El caso apareció inicialmente en la sección Policiales de los diarios, para expandirse rápidamente, por sus implicaciones, hacia otras secciones tanto "duras" (Política, en este caso), como "blandas" (como puede ser la sección Sociedad del diario Pági na 12 o la sección Contingencias de El Cronista). Durante un año, fue noticia en todos los diarios de la Capital Federal y de provincias del Interior, con una periodicidad diaria o semanal. Fue tapa de revistas locales de opinión e información general de tirada masiva (Somos, Gente, Noticias) y tuvo repercusión en la prensa internacional!lll. Hasta el día de hoyes referente de la provincia de Catamarca: se habla de "el pueblo en el que murió María Soledad Morales", "la provincia en la que murió... "31, El caso fue llevado al cine:l2 y 30. El caso fue cubierto por diarios como el Jornal do Brasil, El País de Madrid y Tite New York Times, entre otros medios. 31. Clarín: "Saadi perdió en 'el pueblo de María Soledad Morales". (Crónica sobre un testeo electoral realizado en Catamarca). 6/2/95. Pág. 10. Sección Política. 32. "'El caso Mada Soledad", del realizador Héctor Olivera. En rela ción a los paratextos, a los cuales ya nos referimos, es interesante obser var, por el efecto de contextualización y ancl~e que produce, el resu men publicado por el Suplemento de Espectáculos del dialio Glmil1, en la columna diaria "Lo mejor del cable", deI5/l/95: "El sonado caso de la desaparición y muerte de la adolescente María Soledad Morales, que
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tomado por programas televisivos. A partir del involucramiento en el crimen de personajes vinculados a la dirigencia poIít~a de Catamarca, se generó una fuerte discusión pública en torno de
multipartidario. El caso comprometió al gobierno nacional, en
temas como corrupción, narcotráfico, el caudillismo y el paterna lismo políticos y sus abusos del poder, "descubriendo" para todo el país la situación en la que estaba sumergida la provincia3~. Pa ra pedir por el esclarecimiento del caso (que hasta el día de hoy permanece abierto) se movilizaron los más diversos grupos sociales ypoIíticos en 82 marchas del silencio lideradas por la hermana Mar ta Pelloni, religiosa del colegio al que asistía María Soledad; pa dres y alumnos. La causa ya tuvo nueve jueces y lleva más de sie te mil fojas. El principal acusado fue procesado en cuatro opor tunidades. Fueron citados más de 80 testigos y se involucraron a alrededor de 250 personasS4 • Para abril de este ailo estaba pre vista la realización del juicio oral y público contra los dos prin cipales acusados. Como consecuencia de "las derivaciones del caso" 35
un diputado nacional fue expulsado del Congreso (padre de
uno de los acusados del crimen) yel entonces gobernador de la provincia de Catamarca -representante de la dinastía política que gobernó a la provicia durante más de cuarenta ailos- sepa rado de su cargo por la intervención federal, acusado de co rrupción. Al ailo del crimen de María Soledad, la dinastía que gobernaba la provincia fue derrotada en las urnas por un frente
frentando a diferentes sectores políticos!l6.
La presentación del caso en los medios gráficos presentó di versas características. Pasó rápidamente de un desarrollo de tipo informativo/ argumentativo (crónica de los hechos), a su narra tivización y aun ficcionalización. Durante el primer mes de segui miento del caso, la reconstrucción periodística del mismo va a hacer uso de diferentes recursos narrativos. Desde el uso común de títulos que remiten a usos literarios o de ficción, del tipo: "His toria de un crimen"37; "Quién mató a María Soledad?":III; "María
36. En un recuadro de una crónica principal ("Ya pasaron cuatro años del crimen de María Soledad y no hay culpables") titulado "Carta de la madre a Dios" y firmado por Ada Rizzardo de Morales, madre de María Soledad, ésta escribe: "Han pasado más de 1.400 días y desde en tonces quiero que me ayudes a entender el símbolo de laJusticia. A esa señora de ojos vendados que nunca tuvo la valentía de castigar a los culpa bles de la muerte de Sole (...). Yo no tengo los ojos vendados y he visto du rante todo este tiempo de qué manera la burla, el engaño y la mentira se cruzaban enU'e Catamarca y Buenos Aires en los man<:jos escandalosos de dos conocidos personajes, Ramón Saadi y Carlos Menem. Tejuro, mi Dios, ellos saben la verdad (...)". Clan1/. 8/9/94. En la edición correspon diente a ese mismo día, en la sección Política del diario, se publica una crónica ("El PJ presiona por los amigos de Saadi", pág. 18) que da cuenta de "la puja del Gobierno por nombrar en Catamarca a tres jueces fede rales vinculados al ex-gobernador Ramón Saadi (...) quien durante su mandato soportó la intervención federal (...) a raíz del escándalo produ cido por la muerte de María Soledad Morales, asesinato del que hoy se cumplen cuatro años sin que la Justicia haya podido dar con sus auto res...". La crónica hace referencia también al enfrentamiento verbal que tuvo lugar entre el Gobierno Nacional y el gobernador Saadi en el momento de la intervención.
conmovió primero a la provincia de Catamarca y luego al país entero, fue llevado al cine por Olivera en un regisu'o cercano al docudrama y que resume los principales hechos del caso: las Marchas del Silencio, el conflicto con la familia gobernante y los otros posibles sospechosos". Subrayado nuestro. 33. Bazterrica, Elbio: "Droga y fortunas en las trastiendas del cri men", Nuevo Sur, 16/10/90. Pág. 7. 34. Clarín:. "Un caso movilizador". 23/2/95. Pág. 35. Sección Infor mación General. 35. La expresión la tomamos del discurso común de los diarios.
Es interesante el paralelo que se produce en Buenos Aires con el "¿Quién mató a Laura Palmer?", expresión que comenzó a circular casi simultáneamente en los medios (no sólo nacionales) a propósito de la serie "Tlllin. Peaks", emitida por primera vez en el país en 1991 y repues ta en 1993 por el Canal 9 de televisión abierta, y cuya U-ama se asoció
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37. Clmín, 23/9/90. 38. Somos, 21/11/90. Diario Nttello Sur, 16/10/90. Este título, al es tilo ¿ Quién mátó a Rosendo? de Rodolfo Walsh, va a aparecer otras veces.
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Soledad; el secreto de una muerte anunciada"!l9; hasta la utiliza ción de "chapas" identificatorias como "El crimen de Maria;.Sole dad" o "El crimen de Catamarca", focalizados en la reconstrucción micro del hecho, para pasar rápidamente a títulos macro: "Droga y fortunas en las trastiendas del crimen"~o; "Catamarca es una atro nadora caldera a punto de explotar"~'; "La Catamarca silenciosa está cercando al 'poder oculto"'42. Y "chapas" más generalizadoras: "La crisis de Catamarca"·'¡ "Conmoción en Catamarca"~4. El relato cronológico de la noche del asesinato, muy reitera do en las crónicas periodísticas de los primeros meses, adquirió rápidamente características de relato de ficción:
Se ficcionalizó también el retrato de los protagonistas del caso, especialmente el relato en tomo de María ~oledad y su familia:
"Apa11!ntemente, María Soledad Morales había planeado todo como una travesura. Par la tame había convencido a su padre de quedarse a dormir en el centro, en casa de una amiga. "Dejame -dicen que dijo- pre fiero no volver tan tarde". Pero su idea era esperar, como siempre, un
"&ta chica, c.on cara de niña, era la segunda de los siete hijos de Elías Francisco (45) y Ada Mercedes (42). Siempre vivió con sus seis hermanos ( ... ) en Valle Viejo, una población pegada a la capital, en una humilde casa sobre la avenida principal (... ) Papá Elías trabaja en Vialidad Provincial como técnico (... ) Mamá Ada fue maestra, tJe7V con tantos hijos, apenas si el tiempo le alcanza para ser ama de casa (... ).
"Chau mami, hacéme algo rico para el almuerzo", solía gritm' des de la puerta, luego de tJersignarse frente a la imagen del Sagrado Corazón del comedor, y antes de lanzarse sobre el colectivo que la llevaba hasta su
colegio... "46. El personaje de María Soledad fue mitifiéado, dotado de ca racterísticas de santa, virgen o mártir: "Nunca l¿ubo nada igual en ese pueblo grande que es la ciudad de
momento a solas con Luis Tula después de que él dejara a Rutk Zalmar
Catamarea. Unicamente la ViWn del Valle es capaz de reunir tJara sus
(su esposa, desde el año '86, aunque nadie lo sabía: se Ilabian casado en
Fiestas Patronales una multitud similar"47.
secreto) en casa de sus Padres. Lo vería, se irían a cualquier lado,
pero
solos. "Es lo que más quiero en el mundo -confió a una amiga días
"Sus padres sostienen que era casi una santa. En la intimidad su pa
antes-lo único que me interesa es estar con él..."4.\
dre suele decir que Maria Soledad era virgen, ya que su es/,osa le lavaba
fuertemente con el caso Morales.E.~ta serie, dirigida por David Lynch, conmovió a la audiencia norteamericana. Combina elementos de policial y melodrama y narra la historia de unajoven de 17 años (Laura Pahner) asesinada misteriosamente en un pueblo, y las peripecias del detective encargado de esclarecer el crimen. Cfr. Panouo, Marcelo: "Pueblo chico, infierno grande". En: Clarín. 27/3/93.
vida fue haberse enamarado perdida, locamente... "48.
todos los días la bombacha. Y su madre sostiene que el único pecado de su
39. El Cronista, 27/11/90. 40. Nuevo Sur, 16/10/90. 41. El Cronista, 16/11/90. 42. El Cronista, 22/11/90. Otros: "Pese al agua, hierve Catamarca" (Crónica, 16/11/90); "Catamarca no cree en lágrimas" (Somos,
17/10/90). 43. Extra, 25/10/90. 44. Oarin, 29/11/90.
"Alto, caminante. Lloremos, hennanos, todos en ella pusimos nues tras manos" es el epitafio de la "tumba simbólica" que se levantó
en el lugar en que fue encontrado el cuerpo de María Soledad, a metros de la ruta 38, que une Catamarca con Tucumán: "Su cuer po descansa en el cementerio local, pero la gente se dirige hasta el sitio
46. Gente, 18/10/90. 47. Gmf~, 18/10/90. Se trata del primer párrafo de una crónica re ferida a la convocatoria de las Marchas del Silencio para el esclareci
miento del crimen. 48. Somos, 31/10/90.
45. Somos, 21/11/90.
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donde quedó el cuerpo como en una procesión y, bajo el calcinante sol del mediodía, mientras las rosas se muenm en los cientos de frascos de flidrio que ofician de jarrones, los peregrinos obedecen la inscripción: ponen las manos, lloran, man y se van•.. "19. y también desprestigiado: se habló de prostitución, promiscui dad, drogadicción. Se cuestionó su moralidad. Diferentes intrigas se tejieron en tomo de María Soledad: se la acusó de participar de una fiesta negra; de ser la mantenida de un tío político; se cues tionó la "inocencia" de su relación con Tula (uno de los dos princi pales sospechosos del asesinato); se invadió su privacidad a partir de la manipulación de cartas y poemas, de su diario personal. Fi nalmente, diferentes versiones circularon en torno a los sucesos nunca esclarecidos de la noche del crimen: se sugirió que María Soledad tenía "planes" para esa noche que, de alguna manera, guardaban relación con lo que sucedió después: en una crónica publicada por el diario El Cronista se sugiere como "pieza funda menta}" para esclarecer el hecho una frase que se le adjudica: "Ya vas a ver lo que voy a hacer esta noche -habría dicho. Todo Cata marca va a hablar de mí". Es muy difícil desentrañar qué quiso decir la joven. Lo que sí se puede decir es que no sólo Catamarca habla de eUa. Todo el país ahora está pendiente de Catamarca "OO. Es interesante analizar aquí cómo funciona el suspenso. En un primer momento es sostenido en los medios por la posibili dad de desentrañar lo ocurrido. Este interés por saber "qué fue lo que pasó realmente esa noche" -interés en el que se apoyó la re levancia adquirida por el caso durante las primeras semanas- va a ser desplazado, a medida que avanza el tiempo y los hechos siguen sin esclarecerse, por la gravedad de sus implicaciones políticas. Sin embargo, si bien la necesidad de esclarecimiento se
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49. Somos, 17/10/90. 50. El Cronista: "María Soledad adelantó que todos iban a hablar mucho de ella", 19/11/90 .
apoya tanto en la curiosidad como en el interés por el descubri miento y la condena de los culpables, se podría decir que aparece un tercer elemento: el caso activa un imaginario de temor de los· padres con respecto a los circuitos que frecuentan sus hijos y los "peligros que los acechan". un imaginario de zonas bloquedas, oscuras, tabúes. Funciona como entrada al new issue de la proble máticajuvenil actual (que agrupa, entre otros, temas como: drogas, violencia, desempleo, delincuencia, abusos de diferentes tipos, etcétera). En relación a esto, las noticias policiales comienzan a cobrar un valor "pedagógico", de alerta, llamada de atención -presente aún en el discurso policial- que no tenían antes, por ser cada vez más difusas la fronteras que separan el mundo "de cente" del mundo marginal. Cada vez con más fuerza ingresan en la vida cotidiana nuevas problemáticas (como la de la violencia urbana y el abuso de menores) mediante un dispositivo clave: el de "esto me puede pasar a mf'. Hoy los casos se encapsulan me nos, porque se debilita su condición de excepcionabilidad. Las características de ficcionalización !narrativización que asume el caso no aparecen sólo en el tratamiento "micro" del mismo, sino también cuando éste se abre hacia la discusión de temas "macro". El relato de la intervención a la provincia de Catamarca y la caída de la familia Saadi en el poder fue narrado por el diario El Cronista como aquí se transcribe (en un recuadro que acompaña a la crónica principal): "Catedral antigua. A su lado la Casa de Gobienw y, alfrente, la pla za con sus ge'ntes. Cielo muy azul. Horizonte de montaña. SosiRgo, ¡)az y tranquilidad. "La marcha es en silencio. Un tremendamente pesado silencio de re probación. Sólo unos chicos, tal vez adolescentes ya, caminan ¡mm/e/a mente a la columna y vigilan que estén todos los que deben estm: HA poca distancia, un gobernante se debate furioso. Hace más de ochenta días, casi tres meses, después del aturdimiento de conocer los
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hechos, que se siente sin espacios políticos, sin fuer:r.as para generar una salida, si es que ésta existe todavía. _,jo
(... )
"El joven gvhernante se siente solo. Lo está. Ya no tiene ni aliados ni amigos. Sólo protegidos y parientes que hasta ahora lo continúan mirando aturdidos, pem confiando en la magia del poder. Todavía esperan el mi lagro de que la muerte no llaya sido. Los asesinos tampoco. El encuentro en el hotel sólo habladurías. Yel sordo arrastrar de pies de la inmensa columna que avanza en silencio, sólo promesantes cumPliendo un voto del que, curiosamente ellos, que siempre supieron todo, esta vez no han sido anoticiados. "Catamarr:a seguirá siendo. (... ) Hasta q-ue todo cambie. Hasta que ter mine un feudalismo antiguo, a1UlCrÓnico. (... ) El absolutismo caprich.oso, fue la gvta -se diña que el desborde- de la copa de la paciencia (... ). "El tiempo por venir registrará la anéa/ota del absurr:/o anacronismo de quienes quisieran tapar el cielo con un harnero, y la experiencia -digna del Macbeth de SlwJrespertr¡e- de un pueblo que en lugar de man:har como un bosque humano para destronar al monan:a, esta .vez.lo hi:t.o con el silencio "51. En· lo que hace al despliegue informativo del caso María Soledad, este se abrió en una estructura satelitalS2, que abarcó desde el análisis judicial o penal, hasta el análisis histórico o so ciopolítico del desarrollo de las dirigencias políticas en la pro vincia o los fenómenos de religiosidad popular que prodtYo. Generó una discusión pública personalizada en los actores invo lucrados que tuvo consecuencias importantes: la intervención 51. El Cronista. Pág. 16,29/11/90. Título: "Comienzan a oírse los ruidos de la intervención". Firma Marcos Ordoñez. La nota, aparecida en la sección Contingencias. acompaña a la crónica principal, titulada "María Soledad: eljuez pidió a Luque no salir de Catamarca". 52. Nos referimos al debilitamiento de las notas centrales y su es tructura piramidal y a la desagregación de la información en diversas unidades de información.
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federal de la provincia, la expulsión del diputado nacional Lu que, la derrota en las elecciones de una dinastía patriarcal. Pero no modificó, más allá de estos hechos circunscriptos a la provincia, ternas macro y nacionales en lo que refiere a la legislación, corno el del caudillismo regional, que se da en otras regiones, la co rrupción legislativa y estatal, las diferentes formas de abuso de poder, la inoperancia de la justicia como institución, etcétera.
Observaciones El caso Maña Soledad desborda la serie en la que es ubicado inicialmente (homicidios, policales) y entra en otras promoviendo discusiones y efectos públicos. Se dan entonces diferentes niveles de generalización, de pasaje del análisis micro del caso concreto a su utilización corno entrada a una problemática macro. Un primer nivel de generalizadóil, co rno vimos, lo encontramos en la construccción de las crónicas, en el corpus periodístico en sí: cuando dentro de la crónica -en los títulos, en las chapas, en el texto- se proponen hipótesis expli cativas del caso que apelan a elementos estructurales. Un se gundo nivel de generalización lo encontrarnos en la lectura del dhpio corno conjunto, tiene que ver con la expansión del caso y su transversalidad. Aparece la cobertura policial acompañada de un seguimiento de las consecuencias sociopolíticas, en secciones como Política, Sociedad, Contingencias, Opinión. Al caso María Soledad se puede entrar por diferentes secciones del diario, y aún así, las clasificaciones tradicionales no alcanzan para dar cuenta de todos los elementos que intervienen para el esclareci miento del mismo'L'. 53. Ya mencionamos algunos títulos ilustrativos de las discusiones estructurales que generó el caso. Básicamente, se centraron el el segui miento de la comprometida situación del gobierno de la provincia, hasta
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El caso María Soledad "descubrió" nuevas series o formacio nes sociales, a modo de new issues, planteando tendenciaj y ge nerando una discusión pública que esos temas no hubiesen despertado de plantearse en forma estructural. La que aparece como más fuerte es la serie violación/abuso de menores. El ca so María Soledad ocurre el mismo año (1990) que los casos de Jimena Hernández y Nair MostafáM • Se trata de la violación y muerte de tres jóvenes, en circunstancias no esclarecidas, que afecta a poderes instituidos: el gobierno de Catamarca en el ca so María Soledad; la comunidad religiosa y docente de una ins titución educativa en el caso de Jimena Hernández; la policía provincial en el caso de Nair Mostafá. Ninguno de los tres ca sos fue resuelto, ni condenados los culpables. Los tres casos son retomados por la opinión pública en el período 1994-1995: el de María Soledad por el juicio oral y público pendiente; los otros dos por aportes de nuevaS pruebas y declaraciones de
testigos. El caso María Soledad fue llevado al cine; el de Jime
la intervención de la misma. Otros títulos: "Saadi tira a ministros y po licías por la borda" -Nuevo Sur, 11/11/90- en una sección que unifica Política/Policiales; "Primera crisis para Saadi en Catamarca" -Ambito Financiero, 10/10/90-; "Todos contra Ramón Saadi" -Nuevo Sur, 23/11/90, Política-; "Saadi prometió investigar el crimen 'caiga quien caiga'" -El Cronista, 25/11/90-; "A Luque lo desmienten ya un Saadi lo detienen" -Página 12, 29/11/90; "Concentración sin precedentes en Catamarca que condiciona a Saadi" -Ambit.o Financiero, sección Política, 2/11/90; "Diputado Luque: 'quieren que mi hijo sea el chivo expiato rio' -El Cronista, 18/11/90. 54. Jimena Hernández apareció muerta y violada en la pileta del colegio pIivado al que asistía, ubicado en la Capital Federal. Se invo lucró en el caso a personal docente del colegio, cuyos testimonios y aportes trabaron el avance y esclarecimiento del caso. Nair Mostafá, de 9 años, apareció el 1/1/90 violada y estrangulada en la localidad de Tres Arroyos. Su desaparición y muerte provocó el levantamiento y la protesta de los vecinos del barrio contra la Policía de la Provin cia, que se negó a recibir la denuncia de la madre y a organizar la búsqueda tras la desaparición de la niña. El cuerpo fue encontrado por un grupo de vecinos que se organizaron espontáneamente.
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na Hernández a una telenovela!l5. Pero además, por la modalidad que asumen, por los mecanis mos de denuncia, de protesta, de acompañamiento o de illvolucra miento que ponen en funcionamiento, estos casos mencionados se emparentan entre sí a través de diversas formas de participación e intervención sociocultural: a) Son casos que se corporizan en las figuras de las madres, ma dres de adolescentes violadas y asesinadas, que asumen el pedido de justicia y la responsabilidad del seguimiento y la lucha por el esclarecimiento y la reivindicación de las víctimas (sus hijas). Se solidarizan entre sí y son las que aparecen públicamente co mo interlocutoras y voceras legitimadas. Esta modalidad se puede reconocer como una forma semejante al movimiento de las madres y abuelas de desaparecidos durante la última dictadura militar. La constitución de movimientos de padres de hijos que sufrieron abusos de distinto tipo y que no fueron condenados podría ser un conjunto mayor a analizar en la cultura contemporánea. En los ejemplos que mencionamos seria el caso del cOllSCriptO Carrasco'm. El movimiento de los padres que presionaron para que sus hijos
55. Casi todo, (asi nada. Escrita por Enrique Torres y emitida por el Canal 13 de 1V abierta en el año 1993. Hacia el final de la historia, la madre real de Jimena Hemández participa de la escena del esclareci miento del caso en la ficción. Mantiene un encuentro con una de las protagonistas de la tira, que en la ficción asume su papel y se cobra venganza por sus propias manos·matando al asesino de su hija a quien logra descubrir después de una larga búsqueda. 56. El soldado Omar Carrasco se incorporó al Grupo de Artillería 161 de Zapala, para cumplir con su servicio militar obligatorio, en marzo de 1994. Un mes después de su incorporación fue encontrado muerto en el cuartel, después de que las autoIidades del mismo informaran a los padres que había sido declarado desertor. La autopsia confirmó que el conscripto fue muerto a golpes. Un subteniente, un sargento y dos soldados fueron destituidos de sus cargos y condenados a plisión por
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no volvieran a los cuarteles luego de conocido el crimen que llevó finalmente a la abolición de laley de servicio militar obligatoJ;Ía~1. b) El rol de los "pares" y sus testimonios5a es de fundamental importancia para el esclarecimiento y la condena: las compañe ras de colegio de María Soledad y deJimena; los conscri ptos com pañeros de cuartel del soldado Carrasco; los amigos de Walter Bulado que fueron arrestadosjunto a él y llevados a la misma co misaría en la que murió!l!l. A su vez, aparecen otros grupos sociales que se ven involucrados: policías y vecinos, autoridades y repre sentantes de los ámbitos político, educativo, religioso, etcétera. Es decir, agrupaciones que a veces se definen etariamente, otras profesionalamente y otras corporativamente. c) Estos movimientos sociales asumen una modalidad de pro testa o manifestación colectiva, a veces barrial. Nos referimos a las marchas del silencio realizadas por el esclarecimiento del ca so María Soledad. O la toma de la comisaría 1& de Tres Arroyos
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realizada por los vecinos de Nair Mostafá. En algunos casos este tipo de manifestaciones adoptan características de las expresiones de religiosidad popular -ofrendas, peregrinaciones, oración co lectiva. En el caso de Walter Bulacio, por ejemplo, además de las marchas, se realizó un recital de rock en su memoria y en nombre de todas los jóvenes víctimas de la represión policíaca. Finalmente, los casos, frente a otros tipos de debate público, se inscriben en una temporalidad diferente. Y esto no sólo por su larga duración o lenta resolución, como sucede con María Sole dad, o por el hecho de que la mayoría de las veces no se cierren. Hoy también comienza a aparecer un tendencia a la reapertura o a la revisión retrospectiva de casos que en su momento no se in sertaron en un movimiento social porque este no existía. La: revi sión de situaciones de acoSos en los Estados Unidos es un ejemplo de esto que no se inscribe solo en la remoción de antecedentes para las campañas políticas,
abuso de autoridad y homicidio simple. El asesinato del soldado generó una reacción en cadena por parte de los conscriptos y sus familias, ani mó a la presentación de cantidad de denuncias (algunas retrospectivas) sobre casos de abusos, violencia y negligencia en los cuarteles militares, y llevó, finalmente, a la promulgación de la ley que abolió el servicio mi litar obligatorio. 57. Cfr. Goldin, Marcela y Grinstein, Mansa: "Herederas del crimen". , En: Noticias, 17/7/94, Pág. 78-85. 58. Una de las características de esta serie, por ejemplo, es el en frentamiento entre el testimionio individual y la presión de \lna posi ción colegiada: nos referimos a los testimonios individuales tanto de las compañeras de colegio de María Soledad, como las de Jimena Hernández, así como a los compañeros de cuartel del soldado Carrasco. Sus testimo nios individuales, que podían aportar datos al esclarecimiento de los respectivos casos, se vieron en su momento presionados por la posición colegiada asumida por las distintas instituciones afectadas. 59. Walter Bulacio fue arrestado con más de 100 chicos y chicas el 19/4/91 en una razzia que realizó la Policía de la comisaría 351 en la sali da de un club de la Capital luego de un recital de rock. Diecisiete horas después del arresto fue trasladado a un hospital en el que murió sin ha ber recuperado el conocimiento, dos días después. El caso, caratulado
como "tormento seguido de mue¡'te", se reablió en febrero de este año a partir del testimonio de un policía que declaró haber visto cómo tor turaban al joven. El caso generó una amplia movilización de jóvenes y familias en conU'a de los procedimientos de represión policiaca. Se reali zaron varias marchas del silencio para pedir por el castigo a los culpables (aún no condenadbs por falta de pruebas). Al cumplirse el primer ani versario de la muerte un recital de rock en el Obelisco en homenaje a Bulacio reunió a más de 300 jóvenes.
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Primeras conclusiones .
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El análisis del caso María Soledad nos permite acotar y ajustar lo planteado en la primera parte de este trabajo. Estas conclusiones provienen de análisis textuales. No hemos realizado una explora ción sobre la opinión pública o sobre el efecto de este caso en el imaginario social. Pero algo de esto puede leerse oblicuamente -en el sentido que le daban los historiadores de las mentalidades a este tipo de lectura en espejo- por las formas en que los diarios ymedios en general trabajaron el caso, por los datos que volcaron sobre el comportamiento social, por los abundates testimonios recogidos, por sus efectos en los sistemas de legislación y orga nización social. Los casos desbordan la estructura tradicional de la información. De ahí su rotación en las secciones de los diarios. Pueden remover o tocar como en e! caso de María Soledad prácticamente todas las estructuras socioculturales, de los tres poderes a las instituciones de la sociedad civil, los mecanismos de poder para-institucionales, las creencias, las culturas etarias y regionales, etc. Pero al hacerlo desde una estructura confusa entre información y narración, su efecto sobre las estructuras sociales, por lo menos a corto plazo, es relativamente débil. Son pocos los casos que producen una transformación estructural como lo fue el del soldado Carrasco que provocó la eliminación del servicio militar obligatorio. El caso de María Soledad, a pesar de su enorme difusión y de los debates públicos que provocó, solo provocó la caída relativa de una dinastía patriarcal y autoritaria en una provincia. No la del sistema nacio nal del cual esta dinastía fomla parte. Tampoco provocó, a pesar
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de las irregularidades que puso en escena con respecto a la justicia, ninguna crisis en esta. Ni generó mayores controles sobre la cormp ción, el narcotráfico, la explotación de menores. La discusión o movimiento en la opinión pública producido por un caso es mayor que el producido por las instituciones de! Estado o de la sociedad civil. Basta con seilalar que la propia re forma de la Constitución Nacional tuvo mucha menos cobertu ra periodística que varios de los casos que aquí seilalamos. Pero el caso no produce transformaciones estructurales. Es decir, no reemplaza a la discusión pública estructural, macro que obliga a cierto tipo de respuesta a la ciudadanía, como puede ser un ples biscito. Además no tiene organicidad, ni jerarquizaciones, ni prioridades. Como el caso se produce de manera aleatoria y se amplía a través del newsmaking puede generar cualquier discu sión en cualquier momento. Obviamente que esto se corres ponde con la crisis en lo piiblico de las nociones de proyecto y de planificación. Es decir, el desarrollo de la información pública a partir de casos nos está diciendo algo también sobre la crisis de las institu ciones püblicas, sobre su lentitud u obsolescencia, sobre su no adecuación a las preocupaciones de la población en una etapa de crisis. I)e ahí también e! carácter expansivo del caso de María Soledad. Destapó tantas ollas, puso tantas irregularidades en evi dencia, cmzó tantos debates e historias, que tenninó no acotando ninguno. Tal vez haya influido en esto la impronta narrativa, cuando no ficcional, que lo at~pó. En cierta medida terminó, a pesar de ser un hecho trágico, pareciéndose a esas series ameri canas que basan su suspenso no en la trama central sino en las mültiples historias que abren (Kozloff, 1987). Este procedimiento no es ajeno a las formas en que ciertos hechos históricos aberrantes son reciclados estéticamente, con lo cual se los debilita ética y socialmente (Schmucler, 1995 ).
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Esto que señalamos no es una condena del caso sino un aco tamiento de sus funciones. (Y.también la constatación de la.Dece sidad de ubicar en otro registro los debates de interés público.) No hay duda de que el caso tiene sus efectos dentro de una tem poralidad diferente, a largo plazo. Tampoco hay duda de que su instalación en el imaginario sociales muy fuerte por las mismas características mnemotécnicas y afectivas de la narración, al margen de las características individualizables y concretas del hecho o acontecimiento sobre el que trabaja. En este sentido se podría decir que el caso de María Soledad abrió, puso en escena, comen zó a generar discusión sobre aspectos centrales de los derechos civiles y de sus sistemas de defensa. Pero esto es solo una hipótesis, pues nO basta para justificarlo las frecuentes marchas del silencio aplicadas a otros hechos, o derivaciones individuales como la gestión de la hermana Pelloni, dedicada a las adopciones ilegales. El caso se instaló en el imaginario social y esta continuidad puede o no implicar su procesamiento posterior como acción pública concreta. Más aún puede servirle de base o bloquerla en la medida que toda instalación en el imaginario social se "deshis toriza". Lo cierto es que mostró muchas cosas, pero cambió pocas. y que muchas de las cosas que tocó todavía no han sido formaliza das en debates o discusiones públicas que permitan reivindicacio nes puntuales. Es posible que el caso, su crecimiento en la información o como reemplazo de ella, forme parte de la necesidad, transitoria, de construir nuevos relatos sociales a partir de lo micro, de explicarse los cambios a partir de hechos concretos que no son tematizados por las instituciones de esta modernidad en crisis. Es posible tam bién que este crecimiento narrativo y no argumentativo/informa tivo se corresponda con las nuevas segmentaciones socioculturales, con las microidentidades, con las diversas formas de multicultu ralismo, con las llamadas "comunidades interpretativas", paralelas
a las transformaciones socioculturales producto de la sociedad postindustrial y de la sociedad de consumo. En este sentido, se correspondería con las cl'ecientes demandas de la industria cul tural y su necesidad de producir o articular nuevos géneros. Es posible que el desarrollo del caso y 10 que tiene este de avance y puesta en escena de la privacidad se corresponda con los desarrollos de la sociedad de la vigilancia y del control, informática mediante, más del individuo en sí que de la sociedad. La pregunta es si esta sociedad narrativa (y narratológica) res ponde a una cultura de búsqueda, de construcción de nuevos re latos de desarrollo, o es una vuelta de tuerca sobre el control, la segmentación no democrática, el poder distribuido en redes no centralizadas, el flujo finaciero/cultural, la reestructuración de los mercados. y, debajo, otra pregunta sobre cuál va a ser el des tino de la narración al margen de su formalización digital (y aquí no importa si es mercancía o no), en esas nuevas formas de tensión que transita entre su función de ser un dispositivo transmisor de sabiduría o de conocimiento o la de ser un dispositivo de control y degradación social.
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La honda de David*. ;.:.
Antropología, comunicologia, culturología en el Tercer Mundo.
¿Sabés por qué no me suicido? Porque soy argentino. Eduardo Pavlosky: Rojos, globos Rojos.
El juego bifronte de los estudios culturales. La relación entre la antropología y los estudios comunicacio nales y/o semiológicos, que no debemos superponer superficial mente con su relación con los estudios de los medios, viejos y nuevos, está produciendo hoy, en ambos casos, una explosión de trabajos e investigaciones. Crecen como hongos las reviews y las publicaciones, no siempre encuadradas en las viejas o nuevas fonnas de los cultural studies. No podemos separar esto del intenso tráfico inter y transdis ciplnario, que no es lo mismo, planteado o sintetizado, porque ya existía, en algunos documentos fundadores como puede ser el caso, entre muchos otros, de Writing Culture o los W01"ning papen de Birmingham . Esto forma parte de un proceso mayor, común a varios campos de investigación, pero tambien a la relación de esta con la política, como ocurrión en la Argentina de los 60, que puso sobre la mesa la necesidad de recurrir a diversos saberes para explicar las complejidades de la crisis contemporánea, percibir con claridad los conflictos sociales de la sociedad posindustIial o
* Este artículo fue publicado parcialmente en Causas y Azares, N2 2, otOllO 1995.
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si se quiere del New Order, reubicar los focos y los marcos concretos de la crítica y la política. ( Que no es lo mismo que abandonarlos o hundirse en escepticismo) Pero, en parte, es tamhién este proceso producto de la reaco modación y crisis del campo intelectual y del mercado académico. y de sus conflictivas relaciones con la política y las transformaciones sociales y económicas. De ahí que una de las mayores discusiones que se está dando es la que plantea la institucionalización de los "estudios culturales" -el mayor eje de concentración transdisciplina ria en el análisis de la sociocultura contempOIánea- en la medida en que esta institucionalización (es decir la constitución de la especia lidad "estudios culturales" en el campo académico) puede degra darlos o debilitarlos política y críticamente. (Vale esto también para lo que en Sociales se nomhra o se discute como" procesos cultura les", un término por cierto impreciso, o extrañamente abarcador.) Por ejemplo: el énfasis en el estudio de las comunidades in terpretativas o hermenéuticas o las etnografías de la audiencia, los trabajos sobre microidentidades o micromentalidades de los diversos multiculturalismos, las corrientes que hacen de la estética una impuganación central al capitalismo, marginando amplios sectores del tráfico simbólico, son importantes, pero bien pueden correlacionarse con el paso al capitalismo de consumo del primer mundo. Como lo señalara un brillante investigador espaliol, re cientemente fallecido, Jesús Ibañez, "en el capitalismo de produc ción se ha desarrollado la técnica de encuesta. En el capitalismo de consumo se ha desarrollado la técnica del grupo cualitativo. Ambas se articulan sobre la ideología prevaleciente en cada momento". Los estudios culturales al perder su condición "border", entre lo académico y lo político. pueden perder su densidad crítica, su autonomía y transformarse en buenos "instrumentos". Además, cuando proponen una estética antinstrumental dejan de lados los procesos simbólicos macrosicales -parecería que aquello con
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10 que no se está de acuerdo no debe ser analizado- o meten en una institución lo que se pelea fuera de ella, como lo hicieron las vanguardias reales de la modernidad. Claro hoy las cosas cambia ron: se habla de movimientos alternativos subvencionados (sic). Pero esto' es un invento académico-institucional. La realidad es otra. Por ejemplo: la industria musical, mas cruel, pero también más astuta, deja zonas libres, puertos francos, o zonas pobres, no protegidas, para poder alimentarse. Después de todo, dos géneros fundamentales de la última centuria, e1jazz y el tango, nacieron, aunque esto algunos ]0 nieguen, en prostíbulos. La cultura con temporánea agregó una variable más dura: según dicen, algunos géneros musicales latinoamericanos, como el vallenato, son estribo para el blanqueo del narcotráfico.
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Micro/macro:
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falso binarismo
Esto no invalida el valor de las investigaciones sobre lo micro y en clave cualitativa, por ejemplo, de la recepción -o de lo que hace la gente con el bombardeo simbólico- las cuales tienen no sólo valor comunicacional sino también político como ruptura de la noción unidireccional de la comunicación e incluso como reivindicación del hombre común, de sus saberes -tema que desa rrollé en "Federalismo y Comunicación"- sino que pone en escena los peligros de los avances de los estudios culturales, siempre ju gando en una doble pista. Sobre todo cuando se desconectan de lo estructural social o económico. Y esto lo digo desde el análisis de la propia dinamica del campo, pensando en los que están pro duciendo realmente en este campo, sin esperar que lo cuente algún especialista inglés. Digo esto por que hay muchos artículos que tematizan la pérdida de los ingleses del lugar central que supues tamente ocupaban en los estudios culturales. Pero estos, con di versos nombres, existieron en todos lados y desde hace bastante
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tiempo, sobre todo en los países del Tercer Mundo que pade cieron la dependencia y trataron de ingresar en la modernidad como naciones autónomas analizando constantemente sus es tructuras culturales. Si bien lo micro es un dispositivo fundamental en la elaboración de hipótesis y conjeturas, y aun en la exploración de los conflictos estructurales, puede transformarse en una coartada cuando no es acompaliado por lecturas del mismo objeto desde otras escalas. Además, no es necesario investigar cientos de comunidades para descubrir que el desempleo, por ejemplo, es un tema estrutural de la sociocultura contemporánea y que tiene más allá de sus repre sentaciones locales, geográficas o simbólica'!, causas y problemáticas globales. Automatización y flujos financieros hipersofisticados. (A su vez también los sistemas de investigación sufren procesos de hi perinf]ación, convertibilidad inventada y rotación de capitales simbólicos golondrinas.) Por otra parte los análisis culturales exhaustivos, que avanzan sObre un hecho real, la semiosis infinita, en clave desestructurado ra o no, bien pueden transformarse en servicios de control social adecuados más quea la "seguridad nacional", a las nuevas formas de segmentación del mercado -en la producción y el consumo. La sociedad de la vigilancia ya ha elaborado chips y taIjetas que pueden contener el ADN Y también toda la biografi'a de un indivi duo y cruzarlos según sus necesidades tanto con las comunidades interpretativas de la droga, la estafa o la corrupción, como con las de la impugnación al sistema, o las de la la defensa de los de rechos civiles y/o humanos. Así como las nuevas formas de seg mentación social no son un obstáculo para las estrategias de mercado, más bien las favorecen, tampoco lo son hoy para los sistemas de control. El binarismo micro/macro es falso. Un mismo objeto puede estudiarse desde diversas escalas, con microscopio o desde un
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satélite y cada una nos presentará problemas específicos, pero no contradictorios con los otros niveles. En la hoja está contendido el bosque, argumentan los estudiosos de los fractales. El problema es cuando no se produce el enganche entre las visiones micro, muchas veces, endolocalistas y cualitativas y la visiones macro. Y vice\'ersa, porque no podemos reducir el mundo a un conjunto de estadísticas o de ideas ( o ideologías) generales. Pero trabajar en varias pistas a la vez parece que todavía produce angustias e inseguridades.
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De cómo la reina Victoria aportó al tercemundismo. Esta estructura bifronte de los estudios de la cultura, o de la sociocultura, no es nada nueva. De la sociedad victoriana que ge-. neró la antropología, no para verse a sí misma sino para estudiar a los demás, como dijera ya hace muchos alios Parrinson, emer gió el concepto de cultura tyloriano. Todo esto tenía una función netamente administrativa. Ver a las sociedades coloniales como cOlyuntos "sistémicos" (valga el anacronismo), formalizados, permi tía manejarlas mejor. Y para esto era necesario entender la cultura no sólo como "bellas artes", o como weltancllhauung. sino también como el conjunto de creencias, hábitos, destrezas, vida cotidiana, etcétera. Ahora bien, tanto este concepto, como la visión de las culturas, fueron utilizados por los intelectuales del Tercer Mundo no sólo para fundamentar su derecho a ser naciones autónomas en la era de la modernidad, o en su crepúsculo (1944, Breton Woods; 1955: Bandung) sino también para selialar los valores de la crea tividad social de sus pueblos, nluchas veces degradados por el evo lucionismo racista, mas allá de que hubieran accedido o no a la "al ta cultura" ( o porque los que accedían a la alta cultura en las co lonias eran impiadosas clases dominates). Este efecto bumerán del concepto de cultura bien puede dar se en muchas de las investigaciones que se están realizando
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actualmente. Depende de cómo se Jos utilice que su aporte sea represivo o transformador. Pero tienen mucho del filo de Iª-na v~a. El libro de Gramsci que estaba, según se cuenta, sobre el escritorio de Pinochet no deja de ser un dato. Cada avance en el estudio del comportamjento en una villa es un avance en la conciencia colectiva. Pero, también, buen material para los en cargados del control social, aunque esté santificado por alguna ONG internacional. (No me refiero a todas sino a las que fun damentalmente funcionan como purificadoras de la mala con ciencia del Primer Mundo.) Por eso tanta investigación suelta que no sirvió ni a la sociedad ni al conocimiento. Por eso es peligroso que los estudios culturales se desenganchen del compromiso político macro. No se puede seguir avanzando en la problemática multicultural, muchas veces hiperdesagregada, sin tener en cuenta que su origen está en las migraciones y que éstas, a su vez, son el producto de las nuevas estrategias de los pa deres ahora aparentemente errátiles de la economía internacional que han hecho que la brecha entre ricos y pobres haya llegado a los extremos en que se encuentra actualmente. Y no hay que hacer estudios exquisitos para demostraresto. Basta con hojear las estadísticas del PNUD. Sin embargo muchos de los papers y monografias que vemos parecen desconocer en qué serie o agen da se ubican. Esto que estoy señalando no es una desacreditación de los es tudios socioculturales sino algunas preocupaciones que creo lícito plantear en el momentos en que estos crecen y se institucionalizan. Hace años que luchamos contra las concepciones mecanicistas, economicistas, instrumentalistas. Que señalamos la necesidad analizar las construcciones simbolicas sociales, masivas o de van guardia, que razonamos las multiples variales sobre las que se constituye lo político, que le damos importancia a la vida cotidiana, a los saberes, a las complejidades de las culturas de los sectores
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populares fuera de esa ridícula oposición que aparece en los manuales escolares entre hombre pueblo/hombre masa; que estudiamos los medios no por "integrados" sino para analizar, sin prejuicios, los usos que se hacían de ellos las diferentes cIases sociales. Y de la misma manera, hoy atendemos a las nuevas ofertas y segmentaciones, a los conflictos que se generan entre poder y medios, a la concentración de estos, al rol que juegan en el debi litamiento de las fronteras entre lo público y lo privado, o al avance sobre la privacidad muy cercana a las nuevas formas de controal sa cial, a la crisis de las utopías de la aldea global y de la cibernética, a los enormes avances y peligros de las nuevas tecnologías. No hay avance crítico sin conocimiento concreto de la realidad concreta. Pero también de las nuevas, o vi<tias formas, en que conocemos.
Dónde estoy, dónde me pongo. Dentro de este marco las relaciones entre los estudios antro pológicos y etnográficos, los comunicacionales, se los entienda como pragmática o interacción cara a cara o como relación con los medios de comunicación y la nuevas tecnologías, y los cultur.lIes que hoy pueden absorber a diferentes disciplinas ( las anteriores menciona~as y la semiótica, la crítica literaria y artística, la historia social, la de las mentalidades y otras nuevas formas de la historiogra fra, las ciencias cognitivas, las variables estructuralistas y postestnIc turalistas, las viejas y nuevas formas del pensamiento sociológico y politicológico, etc., etc.,) plan~ean diversos tipos de problemas. Sólo voy a puntear algunos: los que se refieren a la autobser vación, a la pérdida de ingenuidad ante el lenguaje, y por fin a los que, cruzados por los anteriores, se relacionan con la "deci sión" de sobre qué hay que hablar o investigar, es decir de cómo intervenir en la sociedad y no quedar encerrado en la problemática en?o, desestructurando el propio discurso ad infinitum.
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Si Bateson descubrió, después de sus experiencias en Bali, y apoyándose en la teoría de los tipos lógicos de Whitehead y RusseIl, que nos comunicamos en diversos niveles a la vez, que metacomu nicamos, y que estos niveles pueden entrar en colisión entre sí generando paradojas, lo hizo con un costo. La paradoja de Epi ménides se resolvía sacando a Epiménides de la escena, es decir eludiendo la autorreferencia. Pero y más allá de la crisis de la teoría de los tipos lógicos, quedó en claro que nos comunicacmos en di versos planos, verbales y corporales, y que estamos rodeados de "dobles vínculos". (Aún doble mensajes trágicos y/o CÍnicos, como el del capitán Scilingo, que refuerzan nuestra esquizogellia social.) La autorreflexividad o la autorreferencia quedó ahí flotando hasta que se puso en escena, con diversas estrategias, de Geertz a Clifford, entre otros, semiología mediante. Ese que está hablando en el texto es el enunciador, una constntcción, y no el autor. Para hablar de los otros hay que tener en cuenta a ese otro que habla de los otros. Entonces Epiménides reingresó a la escena. Como biografía y como constructor/construido. De la tercera persona se pasó a la primera persona para que el discurso adquiriera verdad y "relatividad." Los maoríes no son así. O mejor son así segí'm como, yo, desde mi cultura, mi biografía, mis retóricas, los veo. Esto aclaró cosas porque, como dice Geertz, ya no se puede ser inge nuo ante las trampas dellengt..ye. Pero, también, llevó a exagera ciones. En cierto momento, en el mundo académico, se contaba un chiste: estaban conversando un antropólogo y su informante. Y pasaban y pasaban las horas, hasta que el informante, ya cansado le pregunta al antropólogo: ¿cuándo hablamos de mí? Semiótica y semiología, pragmática comunicacional, interdccio nismo simbólico, problemáticas estructuralistas y postestructuralis tas, epistemología y sociología de la ciencia y del conocimiento, aportaron mucho a la desmitificación de discursos y retóricas del conocimiento. Pero, en muchos casos, llevaron a un rizoma
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desestructurador o desagregador que hicieron casi imposible hablar sobre los problemas sociales concretos. La pobreza se transformó en el discurso sobre la pobreza. Y, como sabemos, todo será simu lacro, pero que la gente se caga de hambre no hay duda. (Y no de hambre de símbolos, por cierto; porque esto es lo único que sobra en nuestra cultura. "Pobres, pero semiotizados" escribí en un trabajo de Navegaciones) O también provocaron una reacción de rechazo, en aquellos que querían hablar de problemas sociales concretos ignorando cuánto tenían sus discursos de trampa y de retórica, de constmc ción de una seudobjetividad. De ahí que muchos militantes de las "ciencias sociales duras" no tengan mucha idea de todas las cosas que dicen cuando hablan o escriben. Son nominalistas: confunden las palabras con las cosas. Son presaussurianos o prepeircianos. Se les escapa un deíctica y ya muestran el otro yo del doctor Meren gue. Algo que, sin duda, me puede pasar a mí mientras escribo esto. Nadie domina toda la verdad. No hay duda deque fue necesario hiperobservar el lenguaje o los lenguajes, las formas en que hablábamos de los hechos o los constnlÍamos, para poder avanzar en la comunicación y el cono cimiento. Pero, a esta altura, es cierto que no es necesario que todo cierre -en. la autoreflexividad o en el análisis del discurso o en tantas otras cosas- para intervenir en la vida social. Todo es necesa rio en el análisis cultural: los enfoques sistémicos yestmcturalistas, las desagregaciones postestructuralistas, los intentos de formalizar el azar por las ciencias del desprden, pero tambien la inclusión no planificada de lo aleatorio, los desarrollos cuantitativos y cua litativos en sus múltiples variantes. Siempre y cuando, si es que se quiere hacer del análisis cultural no sólo un divertimento, no se pierda contacto con los problemas que, concretamente, tiene y vive la sociedad. O no se olvide que la cultúra, la cultura del hom bre es una constante lucha entre formalización y nlptura de esta
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formalización. Cuando esto sucede es porque debajo hay una trampa ideológica o está jugal).do sus fichas la corporación ;llca démica. La aplicación de la teoría del caos y de otras ciencias del desorden a los conflictos sociales por los investigadores de la Universidad de las Naciones Unidas no deja de ser una utopía científica más, nada ingenua, como lo fue la de que la comunicación iba a armonizar el mundo en los teóricos de la cibernética o de la Aldea Global. Hoy cada pueblito tiene su antena parabólica, pero los conflictos son más violentos que nunca. La historia sigue y tiene grandes huecos. Y,justamente, sigue porque tiene huecos. Por eso cualquier investigador, más o menos sensato, sabe que sólo puede apresar una parte de su objeto de estudio. Lo otro es retórica de papers.
Los hechos Los investigadores de América Latina y muy especialmente de estos pagos deberían figurar en el libro Guinnes de los records por la cantidad de sus trabajos sobre la transición a la democrdcia y sus subtemas. Sin embargo, y salvo exepciones tengo la impresión que poco aportaron a la explicación de por qué mientras nos de mocratizamos, más nos empobrecemos y nos endeudamos, o más retroceden las instituciones básicas de la modernidad en nuestros países: la promiscuidad entre los tres poderes y las falencias de cada uno de ellos, las crecientes carencias en salud, educación, asistencia social, el abandono de los proyectos de investigación y desarrollo (esa constante noche de los bastones largos), la desregulación o seudodescentralización de la nación sin variables sociales que la reemplacen, la desÍndustrialización y el desempleo, etcétera. También parecieran desconocerse cómo estos procesos no pue den ser leídos fuera de los reacomodamientos de la economía internacional y de las políticas del New OnJery de sus metarelatos:
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migraciones, sobre todo ilegales, racismo en todas sus variantes, desempleo y flexibilidades de veinticuatro horas, transformaciones en la estmctura familiar, crecimiento de las economías infOlmales y cuentapropistas, fragmentación de las ciudades, violencia margi nal, crecimiento de la sociedad de la vigilancia y el control, de la sociedad policial, -informática mediante-, crisis y anomia en la . noción de futuro, globalizaciones, pero también localismos extre mos -tanto geográficos como simbólicos-, hiperfragmentación religiosa o cultural que, a veces, se disfraza de heterogeneidad, y tantos procesos tienen, por momentos, una presencia social más fuerte en la industria cultural, aunque ésta los transforme rapida mente en commodities, que en las investigaciones socioculturales. No estoy señalando la ausencia de este tipo de investigaciones o encuadres sino su debilidad para intervenir en la sociedad. Yaquí es dónde uno se pregunta., a partir de las relaciones entre antropología y comunicación, de las condensaciones en diversas marcas como estudios culturales o comunicación y cultura, de los análisis conflictuales de las relaciones entre las series culturales y comunicacionales y las políticas, económicas y sociales, si algo no está fallando en América Latina y particularmente en nuestro país. Si algo no se quedó mudo. Ya sea frente a los precarios pro cesos de integración, crudamente economicistas, casi olvidados en las agendas del análisis sociocultural, ya sea frente a los procesos de desintegración y nueva balcanización como el liderado por Pi nochet y la industria armamentista, o por la reactualízación del poder militar, en los países del'pacífico. O frente a tantos procesos, como los seii.alados más arriba, que debieran ser el centro o el contexto de la sincronización entre los tiempos relativamente largos de las investigaciones académicas y los cortos, reales, del análisis y la acción política. Por momentos, parecería que frente a los enormes desafíos que nos plantea la cultura contemporánea, nuestra respuesta, y
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aquí me refiero a la Argentina, es light, desactualizada, retórica, indiferente, nostálgica, provinc,iana. Y esto no sucede solame~te, es claro, por razones presupuestarias sino por razones que habrá que ir descubriendo para no seguir hundiéndose en este pantano en el que hoy estamos metidos. Y esto no es imposible. Cuando Rodolfo Walsh descifró en Cuba los cables secretos de Ydígoras Fuentes al Departamento de Estado de RE.UU.lo hizo a solas y sin recursos. Pero fue tan importante su descubrimien to que los yanquis pensaron que había un poderoso equipo de inteligencia soviética en Cuba. Y no era así. Era sólo Walsh. Un intelectual de estos pagos. Que pensaba simultáneamente la co municación, la cultura, la política. Que manejaba la honda de David. Una destreza sencilla y al alcance de todos.
Acotación marginal Menudo favor le hacen aquellos que niegan a la informática o a los medios como objetos de estudio, a las redes -no centros de poder. O que desconocen que el crecimiento de lo que llaman los europeos la "americanización de la cultura" se basa en un dis positivo de seducción real: el pluribus unum (EE.UU. es un país inmigratorio, como el nuestro) y la puesta en escena no sólo de la vida cotidiana sino también de lo que pasa en todas las regiones y pueblitos. Steimbeck ganó un Premio Nobel contando 10 que pasaba en una zona pobre y marginada, en crisis económica. Y la parodia Twin Picks, asentada también en un pueblito, rompía ra tings globales, mientras en la Argentina se discutía el caso de Maria Soledad sin hablar de Catamarca o del viejo NOA.. Difícil que un argentino haga lo mismo porque desconoce la cultura de este enorme país en sus dos tercios semidesértico. País de WM movies que no supo contarlos. Salvo, de nuevo, contadas excepciones. Me refiero a que éste no es sólo un país de regiones
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asentadas, ya casi desconocidas a nivel nacional, sino también de constante movilidad territorial, de caminos. Pero, como se sabe, muchos de los intelectuales le entregaron el territorio social a la derecha y a los milicos que los vaciaron de histolia. Simplemente porque amplios sectores de la izquierda o del progresismo no pensaron el problema, como ya hace tiempo lo puntualizara Bourdieu. De ahí, que poco encontramos para ver si realmente están claros los conceptos de desterritOlialización y territorializa ción, que tan superficialmente se mentan. O qué razonaron sobre este tema innumerables ensayistas y políticos latinoamericanos. Cómo entender, entonces, las relaciones entre el cobre, la in dustria armamentista, la politica de resurgimiento de los poderes militares liderada por Pinochet y sus relación con los actuales conflictos en el Pacífico. Y aquí, a manera de ejemplo, cómo se interrelaciona este proceso con el análisis de las culturas del traba jo, con las culturas de las instituciones políticas y estatales en cada país, con las culturas del territorio y de los recursos, con las his torias de cómo se fueron constituyendo o explotando, de cuáles son los imaginarios sociales y la opinión pública de cada uno de nuestros países entre sí, qué rol juega en esto la historia, los este reotipos y prejuicios, los manuales con trampa, el aumento del intercambio televisivo o de cable de lo que se realiza en nuestros países, o de lo que consumimos en común del Primer Mundo. Estas son algunas observaciones conscientemente sesgadas. De múltiples experiencias, y no de una investigación concreta, llego a la conclusión de que nuestro país en estos temas se hizo light, desactualizado, indiferente, nostálgico o provinciano frente a los enormes desafíos que nos plantea la cultura contemporánea. A las peleas que nos plantea ya la modificación de las herramien tas de análisis que necesitamos para hacerlo. Y esto es voluntad politica. Y se puede hacer aunque no haya presupuestos.
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Temporalidad: dispositivos cognitivos ehistoria
• Dum loquor; hora fugit
Ovidio, Ars Amatoria, 1, U, 15.
Introducción La reducción de las concepciones del tiempo, y también de la temporalidad, a grandes estructuras y procesos socioeconómicos, como los llevados a cabo por la Revolución Industrial y la moder nidad, que incluye no sólo la crítica al "tiempo instrumental" si no la construcción de falsos binarismos como los de tiempo sub jetivo / tiempo objetivo, obtura a veces la comprensión de dispo sitivos de conocimiento "elementalmente humanos"f>U, no reduc tibles a ideología, y también la lógica triádica que subyace en las ideas, los pensamientos, la semiosis y que es la base de la consti tución de la temporalidad. Por un lado, tenemos la serie Greenwich, taylorismo, fordis mo, y sus secuencias (sistemas de sincronización social o de pro ducción) frente a las series de las cuales emergen Freud o Proust, entre muchos otros. El tiempo objetivo, medible, administrable, lineal, secuencial, instrumenta,l, frente al tiempo de la memoria, de los sueños, de los recuerdos, del desorden cronológico, de la
... Este trabajo fue publicado en Bleichmar (comp.): Tempora lidad, determinación, azar. Lo reversible 'V lo irreversible, Buenos Aires: Paidós, 1994. 60. Utilizo este término en el sentido que le da Alberto Cirese (1983).
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focalización, de la st1r!am 01 consciousnesl". Uno, el instrumental, ubicado en el corazón de la modernidad. El otro, en su periferia o en su subsuelo. Aparentemente. Por otro lado, los saberes y "lores", expresados en múltiples formas de discurso, tanto populares, cotidianos, como cultos, que desestructuran este binarismo desde "tiempos largos" que se ex tienden mucho más allá de la modernidad. Y también el propio proceso de producción del sen tido. Cita Verón (1991): "El pen samiento es lo que es gracias al hecho de que se dirige a un pensamiento futuro que, en su valor como pensamiento, es idéntico al primero, pero más desarrollado." Y continúa: "la impor tancia de esta concepción ternaria del pensamiento (y por lo tanto del signo: 'El pensamiento es un signo que se desarrolla según las leyes de la inferencia') radica en el hecho de que nos permite introducir la temporalidad; a diferencia de la concepción europea, dominada .por el 'binarismo' saussuriano, es capaz de fundar una teoría de la producción del sentido. La relación entre signifi cante y significado es atemporal o, si se prefiere, instantánea: am bos están allí, mirándose para toda la eternidad. Para tener una secuencia temporal, necesitamos al menos tres cosas: el signo ternario es un proceso (y el desfase entre producción y recono cimiento no expresa otra cosa que la dimensión temporal)" Ii~.
"Mientras hablo, pasa el tiempo", decía Ovidio, como presintien
61. La expresión stntam 01 conscWttsness, corriente de conciencia, proviene de WilliamJames. Cfr. Humphrey, Robert (1965). 62. Las citas de Veron son de los CoIkcted Papers de Peirce. Peirce (1987) explica en varios textos su concepción triádica del signo, especialmente en sus cartas a Lady Welby. Dice en una de ellas: "Primeridad es el modo de aquello que es tal como es, positivamente y sin referencia a ninguna cosa; segundidad es el modo de ser de aquello que es tal como es, con respecto a una segunda cosa, pero con exclusión de toda tercera cosa; terceJidad es el modo de ser de aquello que es tal como es al relacionar una segunda cosa y una tercera entre sí". Cualidades, hechos, leyes. "La tercetidad es la relación ttiádica entre un signo, su objeto y el pensamiento interpretan te", dice Peirce. Vale acotar que "interpretante~ es función y no sujeto.
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do este proceso. Sena absurdo negar que la modernidad y la revolución indus trialle dieron una o varias vueltas de tuerca a la noción instrumen tal del tiempo, y con esto a las formas de conocer, de dar sentido -no de construir-, de percibir, de organizar la vida cotidiana: "Pagos cronometrados, contratos cronometrados, trabajo cronometrado, comidas cronometradas: a partir de este período nada estaba completamente libre del calendario o el reloj. El desperdicio del tiempo se convirtió para los predicadores protestantes, como Ri chard Baxter, en uno de los más horribles pecados", dice LeWÍs Munford (1987). Time is mone']o Pero también es salvación, terror por el ocio. (Desvío: nec-otíum generó "negodo"). Desde un punto de vista sociocultural general esto es cierto, aunque no con respecto a todas las culturas. Desde un punto de vista cognitivo o de producción de sentido, 110. El hombre parece haber necesitado siempre estas concepciones de tiempo, y no vistas, en todos los casos, y esto es fundamental, como una oposición binaria. Más aún, desarrolló, o la naturaleza le impuso, o 10 obligó a elaborar, otras formas de ver o percibir el tiempo. El "tercero excluido" corresponde a ciertos territorios de la lógica. La cultura, las luchas por el sentido, navegan zonas grises. Voy a desarrollar algunas reflexiones sobre esto, pero no me ramente como indagación arqueológica. las crisis, las transfor maciones socioculturales y tecnológicas, exigen siempre,junto al análisis de lo específicamente. "nuevo", de 10 que hoy está modi ficando las nociones de tiempo, revisiones de "tiempos largos". No es mi objetivo trazar una historia de la concepción del tiempo, de las discusiones filosóficas que produjo en relación con otros con ceptos como, por ejemplo, los de duración o infinito. Ni tampoco seguir el camillo de cómo "cronos", referido al dios Kpovos Ycon fundido con x,povos (de donde sale el prefúo "chrono"fcrono) se
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impuso a te'l1lpus en las nomenclaturas que se fueron desarrollando :.-. a lo largo de la historia de la ciencia. Simplemente, voy a hacer algunas entradas parciales a la problemática de la temporalidad. En primer lugar a través de la historia de Cronos y la etimología de tempus. Cronos y tempus Urano y Tierra, primeros dioses, tuvieron varios hijos, entre ellos los Titanes y los Cíclopes. El másjoven de sus hijos fue Cronos. Urano, que los odiaba, los arrojaba, no bien nacidos, al Tártaro, a las profundidades de la Tierra. (Aquí una primera objetivación del tiempo: "Un yunque que cayera al Tártaro tardaría nueve oías en tocar el suelo" [Graves, 1985] Indignada, su mtyer planeó la venganza. Cronos se ofreció para realizarla y una noche en que Urano venía deseoso de hacerle el amor a su madre lo castró con una "enorme hoz de agudos dientes"f,~. Su padre, moribundo, hu~ yó,y Cronos, después de casarse con su hermana Rea, gobernó la Élida. Tuvo con ella varios hijos, pero como su padre le había anunciado que uno de ellos lo iba a destronar, se los fue comiendo a medida que nacían. Rea, furiosa, ocultó a su tercer hijo, Zeus. Cuando nació le dio a su marido, en lugar de éste, una gran piedra. Cronos comió la piedra pensando que era su hijo y esto le hizo vomitar, vivos, a todos los hijos anteriores. Zeus, que creció lejos de. su padre, cuando se hizo hombre volvió para vengarse y de~ tronó a Cronos, a quien envió al Tártaro. Esta extraña historia, prehelénica, se dispersó en varias cultu~ ras. A Cronos se lo relaciona con diversas series culturales: a v~ ces se lo representa como el rey de la Edad de Oro; otras como proveniente de una distante Wonderland; también como dios de 63. Los primeros testimonios de esta historia están en el 800 a. C. en Hesíodo (1968).
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la agricultura y sacerdote de los sacrificios realizados durante las cosechas, uno de los primeros marcadores objetivos del tiempo. Es obvio que el sembrar~evorar<osechar es una de las claves de esta historia, pero no la única. Cronos aparece como un dios sombrío, de formidable carácter y proveniente de lejanas tierras .. Ambas cosas harían, como la relación con la agricultura, que se lo identificara con Saturno (de serc tatum, "sembrar" 64). Si en estas historias, en estos mitos y ritos, los dioses del tiempo aparecen re~ lacionadú,'l con los ciclos de la naturaleza (las estaciones) o con los quehaceres correspondientes (las cosechas), hay algo que ex cede lo meramente instrumentaI.Junto con la relación prearist~ télica entre tiempo y movimiento -la caída del yunque- aparecen la causalidad y la secuencialidad, la narración, encarnadas en su jetos, míticos pero individualizables: la trágica y cruel historia de Cronos. Dos versiones del tiempo, pero un mismo proceso: los datos crudos -la caída del yunque, la castración de Uian~ ingresan en la terceridad, función interpretante mediante, en las leyes del género o de la gravedad. Saturno también era un dios sombrío. "Melancólico, contem plativo, solitario", dice Calvino, quien agrega: "La literanlra (a la cual identifica con Saturno) nunca hubiese existido si una pal'te de los seres humanos no tuviera una tendencia a una fuerte introver sión, a un descontento con el mundo tal como es, al olvido de las horas y de los días ...". Y, más adelante, al enfrentar a Mercurio y a Vulcano con Saturno, dice que el reino de Saturno es el del "tiem~ po esquizofrénico del aislamiento egocéntrico", frente a la sintonía (Mercurio), es decir la sincronización con la "realidad", y la focali dad (VuIcano), la "concentración constlUctiva" (Calvino, 1989). Aquí, Calvino abre una instancia, la de la focalización, que rompe los binarismos en la medida en que, simultáneamente, 64. The Oxfo171 ClassicafDictionat)" 1957.
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destruye el tiempo (detención no cronometrada), pero lo trans forma en dispositivo constructor. De la misma manera, el tiempo instrumental de la cosecha y de las estaciones se transforma en el tiempo no medible del sufrimiento y de la soledad de Cranos o de Saturno. "Afrril is tlle crue/Jest month': dice Eliot (1954) al referirse a la primavera en el arranque de Waste Land. "Abril es el mes más cruel, engendra lilas en la tiena muerta". Objetivación, y también instrumentalización. Porque este texto no es ajeno a la primera antropología inglesa y los afanes administrativos que subyacen aún en las recopilaciones de Frazer en La rama dorada. Pero también subjetivismo, afecto, pérdida, duelo, fatalidad interiorizada. (Importante cruce de uno de los más cultos poetas de Otci dente con los relatos de Hesíodo que según los viejos críticos [Capps, 1953] impactaban fuertemente enlos sectores populares mientras Homero era gustado por los reyes. Hace poco narré en público, sin mencionar los nombres, la historia de Urano y Cro nos y luego pedí que conjeturaran de dónde había sacado ese re lato. Me contestaron que de Crónica o de Nuevediario.) Junto con, o frente a esto, la etimología de "tiempo" señala cómo fue crudamente objetivado desde los comienzos de la his toria. Mas allá de su hiperdesagregación y medición durante la modernidad. Tempus significa en latín división de la duración, momento, instante. Y también "tiempo", en los muchos usos que le damos en nuestro idioma como época, acontecimiento, cir cunstancia, coyuntura, etcétera (Gamot, 1934). Pero, lo impor tante es que etimológicamente está emparentado con el término griego -r;'¡¡¡.&vro o -r;'u¡.&vro cuyos significados básicos son: cortar, cor tar en pedazos partes o piezas de animales, recortar, aislar, rom per, derribar, decidir bruscamente, dar forma. Incluso, entre mu chos otros sentidos, dividir lógicamente (Liddel & Scott, 1953). Aquí sí estamos ante un tiempo objetivado, divisible, cuantifica ble. Cosificado y reificado. O ante la elaboración de un concepto
abstracto proveniente de acciones concretas, como sucede con muchos de los términos abstractos que hoy manejamos sin necesi dad de conocer su etimología. Algo totalmente lógico. No es nece sario saber qué método equivale a camino/meta, para entender su significado. Pero sí es importante entender que sin los dispositivos concretos y palpables "del hacer" hubiera sido difícil realizar los traslados metafóricos o isomórficos. El revés del camino de la cosificación o de la reificación tiene su lugar en los procesos de conocimientofi!',. Si la modernidad transformó al tiempo en algo objetivable y medible, cada vez con mayores niveles y posibilidades de desestnlcturación "cronométrica", el hombre siempre necesitó hablar, pensar el tiempo como algo mensurnble y repartible. Es que sin el paso de la acción cruda del cortar (la segundidad) a la gene ralización de dividir (la terceridad) no hubiera habido lenguaje. La noción de tiempo objetivo, administrnble, cosificable tiene, pues, dos niveles. Uno cOITesponde ala estructura y la consUucción del conocimiento, a las leyes, a las ideas, yes tan viejo como el hom bre. El otro, a las socioculturas del tiempo instrumentalizado que se dan a partir del desarrollo del capitalismo industrial.
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"De cómo Dios repartió los años" Ejemplifico lo primero con un viejo relato folclórico que co rresponde al tipo 173 de la clasificación de Aarnee-Thompson 65. ·Si bien la cultura es, como afirman los antropólogos, un orden significativo, en la acción Jos significados siempre corren un riesgo. Los corren, por ejemplo, con respecto a las cosas (es decir, en extensión). Las cosas no sólo tienen su mison d' etre; al margen de lo que la gente ha ga con ellas, son inevitablemente desproporcionadas frente al sentido de Jos signos por los cuales son aprehendidas. Las cosas son contextualmen te más particulares que los signos y potencialmente más generales", dice Marshall Sahlins (1988). Este texto de Sahlins choca abruptamente con Peirce, quien no confunde la caída de una piedra con la ley de gravedad. Pero vale en tiempos donde se ha perdido la relación entre los procesos de producción de sentidos y Jas "cosas", los hechos en bruto.
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(1964) Yque ha tenido gran difusión. En este caso, es una versión recogida en la Argentina de la hija de un narrador folclórico. El relato es conocido b.yo el nombre de "De cómo Dios repartió los años al hombre y a los animales", Dice así: Cuando se formó el mundo, Dios repartió los años de vida al hombre y los animales. Empezó por el hombre y le dio veinte años. Y el hombre se quejó porque eran pocos. Al burro le dio cuarenta, y el burro le dijo: -¡No, cuarenta años de burro, no! Me conformo COIl veinte y los otros se los devuelvo. Entonces el hombre, con codicia, le pidió a Dios que se los diera a él. Y el hombre se agarró veinte aflos más. ,., Después, Dios, al ver que le rechazaban los años, empezó a disminuir. Al perro le dio treinta. El perro dijo: -¡No, treinta años de vida de perro, no! Yo agarro veinte y usted haga con los diez restantes 10 que quiera. Entonces el hombre volvió a pedírselos, y Dios accedió. Al mono también le daba treinta años, pero el mono le dijo: -¡No, treinta años de hacer monadas, trepándome a los árbo les, no, Señor Diosl A mí me deja veinte y los otros déselos a quienquiera. El hombre dijo: -¡Diez más! ¡Démelos a mí! Dios se los dio, pero el hombre pagó caro su pedido, porque los veinte alios que Dios le daba eran los años placenteros, sin ninguna preocupación. En cambio, los veinte que le sacó al burro son aquellos en que se casa y tiene que trabajar, y los diez que le siguen son los del perro guardián. Debe vigilar la casa, sus hijos; y por último, una vez casados los hijos, llegan los nietos y empieza a hacer gracias y monerías a los nietos; son los años del monoCIIl•
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Más que los lugares tradicionales de la crítica a la codicia o de la noción de la vida "como carga", o de las "edades", me interesa selialar, en este relato, los dispositivos de medición y negociación. La noción reificada del tiempo, y no lo digo en un sentido peyo rativo, es muy antigua. El hombre necesita -y esto lo digo aunque sea una obviedad- transformar el tiempo, lo inaprehensible, en objetos medibles, cuando no palpables. O necesita de los objetos palpables y medibles para construir abstracciones. Una vez, en el Delta, un amigo, hablando de la vida, sacó una regla y me dijo: ¿Cuántos años tenés? Cincuenta y nueve, le con testé. ¿Cuántos más podés vivir? ¿Hasta los setenta, los ochenta? Depende, le respondí. Bueno, mirá -me dijo, señalando la regla-: Te queda este cachito. Me mostró el tiempo. Lo poquito que me quedaba de la regla. La linealidad es cmel, pero también es sabia.. Controla la visión subjetivista, autista, psicótica del tiempo. O nos demuestra que también la visión subjetiva del tiempo es un cons tmcto objetivo. Como lo es la numeración, la medición emergente de la operación cruda de romper o de cortar. Aclaro aquí que no me estoy refiriendo a la problemática del origen del lenguaje sino a las formas en que constmimos el sentido cotidianamente.
66. Este relato es transcIipto de la versión de la hija de un narrador fol c1órico, Malia Elena Caso de Capristo, por Berta E. Vida! de Balini (1980).
"Nadie sino el patrón y su hijo tenía reloj" En su formidable trabajo "Tiempo, disciplina de trabajo y ca pitalismo industrial", Thompson (1979), a la vez que describe el complejo proceso que llevó a la instmmentación del tiempo du rante la Revolución Industrial y el desarrollo del capitalismo, ejemplifica la conexión de este proceso con sistemas de medición y de regulación anteriores. Pero de alguna manera Thompson nos permite avanzar en la distinción entre la necesidad humana de objetivar el tiempo, como dispositivo cognitivo básico, y la ins trumentación del tiempo durante el capitalismo industrial. Qué
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es lo que produce realmente este proceso en el hombre, en "la representación interna del tiempo", en términos de ThompsOli, y qué es lo que no produce en la medida en que el hombre, desde otras culturas, o desde el interior de la propia cultura del capi talismo industrial o posindustrial, sigue elaborando posiciones diferentes de la concepción capitalista y puritana del tiempo. La imposibilidad de planificar el desarrollo de la conciencia social que plantea Thompson al final de su trabajo tiene que ver con es to, pero también se emparienta, por las preguntas que se formula y las relaciones que establece, con esa temporalidad de la produc ción de sentido que excede las discusiones encuadradas en los ", procesos de la modernidad. Las conexiones: en medio de los primeros avances del reloj, del traslado del tiempo sideral de los cielos a los hogares, "las convencionales imágenes isabelinas del tiempo como tirano de vorador, mutilador y sangriento, como segador de guadaiia, son ya antiguas, pero tienen una nueva inminencia e insistencia", cita Thompson (1979). Este nexo.entre el proceso que comienza de instrumentación del tiempo y las convenciones anteriores lo lleva a revisar las notaciones del tiempo precapitalistas o paracapilalistas: la existencia de unidades de tiempo como "una cocción de arroz", "la fritura de una langosta", "un credo" -el terremoto de Chile de 1647 "duró dos credos"-, la mención del amanecer definido co mo "cuando hay luz suficiente para ver las venas de las manos", el "tiempo de orinar", las mareas, son algunos de los ejemplos que da Thompson de notaciones objetivadas. Estas, generahnen te orientadas al quehacer, sufrirán un salto cualitativo cuando co mienzan las nuevas formas de trab.yo y el tiempo se convierte en moneda. Éste es un proceso largo, que no voy a detallar. En el cual se producen enfrentamientos no sólo entre el uso instru mental y reglado del tiempo y el de las necesidades no regladas, sino también entre la utilización del reloj como tirano, como
"monitor", yel de su uso como lujo, banco (era lo que se empe ñaba y se recuperaba) y también elemento de control del pobre. "Allí trabajábamos mientras pudiéramos ver en el verano, y no sé decir a qué hora parábamos. Nadie sino el patrón y su hijo tenía reloj y no sabíamos la hora. Había un hombre que tenía reloj... se lo quitaron y lo pusieron bajo custodia del patrón porque ha bía dicho a los hombres la hora..... ú7 Pero, el proceso de reglamentación del trabajo, o de hiper control del tiempo, no proviene sólo de la estructura productiva. Se da de manera paralela a la prédica de los moralístas que tanto iba contra las costumbres, las fiestas y los deportes populares como contra todo uso del tiempo que no tuviese utilidad, como lo ejemplificamos más arriba con la cita de Munford. Prédica que incorporaba el enfásis en la muerte en los escritos consumidos por la clase obrera. "El puritanismo, en su matrimonio con el ca pitalismo industrial, fue el agente que convirtió a los hombres a la nueva valoración del tiempo." Todo esto que plantea Thompson lleva a revisar, como lo se ñalamos, no sólo las rebeliones que se producen contra esta no ción instmmental del tiempo tanto en el interior del capitalismo como en otras culturas o desde ellas. Las diversas concepciones del tiempo en relación con el trabajo, con la división vida/trabajo, con el derecho a la reflexión, la focalización, a rechazar la prisa, . y también con las formas como las diferentes culturas construyen su historia. La concepción occidental.de la historia como cronología va a chocar con las concepciones de otras culturas. Con el tiem po, la antropología fue descubriendo que la aplicación de la historia como cronología a otras culturas era una operación
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67. Thompson toma la cita de Alfred S. Kydd (1857) Y de P Man toux (1948).
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etnocéntrica que no tenía en cuenta o negaba otras formas de organizar la información sobre el pasado. sobre la memoria ~ cial. incluyendo en esto la noción. atribuida al mundo malasio, de "los acontecimientos transitorios como algo que perdura" (Cohn, 1982). No es ajena esta noción de pasado a las estruc turas perceptivas de cada cultura. a las formas de recordar, a la función que cumplen los sentidos como disparadores de la memoria en la medida en que no todas las culturas privilegian o jerarquizan los sentidos de la misma manera. Si nuestra cul tura privilegia lo visual -icónico o escritural- hay otras que, por ejemplo, ponen en ese lugar lo auditivo, u otros sentidos (Classen, 1993). Marco rápidamente estas dos zonas porque el flujo inter y transcultural que define a la sociedad contemporánea pone en escena, a través de problemáticas como el multiculturalismo o de procesos como los de sincronización productiva transfronteras, la existencia de diferentes concepciones del tiempo y la temporali dad. Y por lo tanto de conflictos. Si esto se produce en el interior de la Comunidad Europea, se plantea de manera mucho más cruda cuando analizamos todas las culturas, los procesos de in migración, de integración o de marginación económica, de globalización de la información, muchas veces acompaii.ados por fuertes tendencias a la localización territorial, simbólica, histórica o religiosa llll• Por debajo de la discusión que da Thompson, criticado como "culturalista", con las reducciones al economicismo y al sociolo gismo, pareciera no estar del todo clara la necesidad de ahondal' las formas en que el hombre precisa objetivar, cosificar, medir el tiempo como algo elementalmente humano que se funde con 68. Algunos de estos procesos los analizo en NaTlegaciones (Ford, 1994).
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otras series, Si en la relación entre la crítica puritana, apoyada en la muerte, la salvación, el castigo y la sistematización del trabajo, su medición, control e instrumentación se cruzan Cronos (como narración trágica) y tempus (como "corte"), también se cruzan en los saberes sobre el tiempo que no se corresponden con el desa rrollo del capitalismo industrial. Son fomIaciones cognitivas bási cas. Es necesario penetrar en ellas más, antes o simultáneamente, al salto a las macrointerpretaciones. Esto no es gratuito; uno de los mitos, diría aberrante, de nuestra cultura es el de la desaparición del tiempo y el espacio. y éste es un mito ideológico emanado del New Order. Bien pue de ocultar desfases temporales, espaciales, económicos y cultura les violen tos, como lo señala MaIjorie Ferguson (1992). Si esto se contesta desde lo político, que, como la ética, 110 puede ser absorbido por las zonas grises, hay que tener cuenta que tam bién se contesta desde la naturaleza del hombre. En ésta se en cuentran tanto pulsiones que llevan a medir y controlar el tiempo como a subjetivizarlo y destruirlo. Y que estos dos niveles no son necesariamente contradictotios. VuIcano debe detener el tiempo para construir.
Disparadores y retóricas El hombre ha construido saberes (lores) y retóticas sobre el tiempo. Pero no todo proviene de las cosas o de los hechos en bruto. De la acción de cortar o de la observación de un brote. También su propia naturaleza, su experiencia individual y corpo ral, le ha provocado rupturas e interrogantes que destruyen los binarismos. Las visiones ordenadas del tiempo. Las historias de Despertares de Oliver Sacks (1991), ciertos re latos folclóricos como el de la Bella Durmiente -cuya dura historia no es la que nos llegó, blanqueada por los Hermanos Grimm o
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por Perrault, como bien lo ha descrito Darntonll'J- pudieron ha ber sido disparados por alguna enfermedad que detuvo o borr;§ el tiempo como es el caso de la encefalitis letárgica. Dónde dife renciar estas detenciones patológicas del tiempo con relatos como el de la Bella Durmiente o el de Rip van Winkle, escrito por uno de los padres de la literatura norteamericana, Washington Irving. Ri p 70 se duerme antes y despierta después de la guerra de la inde pendencia. El shock es terrible. Es como, en la Argentina, dor mirse en el 73 Ydespertarse en el 94. ¿De dónde salieron estas imágenes y estos relatos? La vieja ir landesa que sufre un delirio auditivo y escucha constantemente las mílSicas de su infancia que describe Sacks (1987) 110 perte nece a la literatura. Es decir, hay un plano en que la propia natu raleza humana, desde su interior, destruye la noción establecida del tiempo. No sólo los sueños, sino también un olor, un sonido, un sabor, como en Proust, pueden provocar traslados, discronías. Resquebrajar la secuencialidad. La linealidad. El paso que da Pfoust, quien había leído mucha psicología de la época, no sólo rompe con la estructura tradicional y secuencial de la novela bur guesa sino que pone en escena otras preguntas sobre la tempora lidad en plena dictadura del tiempo administrado. No se trata únicamente de un cambio de frente en las retóricas literarias, aunque éstas desarrollarían después dispositivos narrativos y de montaje, como el jlasMack, el mcconto y el loop, para poder tra bajar la coexistencia de diversos tiempos en la mente humana.
Es también la revindicación de una forma de constituir el tiempo en el interior de cualquier ser humano marginada por la cultura de la época (O' Brien, 1970). Señalo esto porque no es siempre claramente separable la li teratura de las búsquedas culturales y científicas en los territorios del conocimiento. Aunque uno podría decir que la compleja problemática del tiempo cruza estos disparadores naturales con retóricas narrativas -Imng se apoya en viejas leyendas germa n38-, también el hombre intentó explorar intelectual y consciente mente las irregularidades temporales de los procesos cognitivos. Buscar metáforas e isomorfismos. El monje que se queda en el monte escuchando a un ruiseñor, según cuenta el Venerable Beda (1896), y cuando regresó al monasterio habían pasado trescien tos años, no deja de ser una metáfora sobre las alteraciones del tiempo que se producen durante los procesos de focalización". La puesta en escena de este tema, su "recorte", implica no sólo el reconocimiento de su importancia en el proceso de conocimiento sino también una especie de alegato en favor del derecho a la focalización, a la detención. Cuando le piden a Wordsworth que sea superintendente de un plan de educación riguroso, racional y cerrado, contesta con una fuert.e réplica a los hombres hábiles en "la usura del tiempo" y recupera la inclinación a "sentarse en una vieja piedra gris y perder el tiempo soñando" 72. Esto, que suena a un viejo y oxida do lugar del romanticismo, es retomado por uno de los más im portantes y discutidos antropólogos contemporáneos, Clifford
69. Darnton, quien hace una importante crítica a las interpretacio nes de Fromm y Bettelheim de Caperucita Roja, dice que "en una ver sión anterior de la 'Bella Durmiente'... el Príncipe Encantador, que ya está casado, viola a la princesa, y ella tiene vatios hijos con él sin desper tar. Sus hijos rompen por fin el encantamiento cuando la muerden mientras les da de mamar..... (Darnton, 1988). 70. "Rip van Winkle" fue publicado en The Sketch Book (1819) Y ha sido valias veces traducido al castellano.
71. Beda, llamado el Venerable, era un monje benedictino inglés que vivió entre los siglos VII y VIII. Escrita en latín, su histOlia fue tra ducida al s.yón en el siglo IX. 72. Sobre esta respuesta de Wordsworth se apoyan, en sus razonamien tos, tanto Tbompson como Munford en las obras citadas, al estudiar la hiperdesagregación y utilización del tiempo que se llevó a cabo duran te los comienzos del Industrialismo.
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Geertz, el autor de la "descripción cultural densa", quien cierra su trn.bajo sobre "El impacto del concepto cultura en el concepto dj; hombre", identificando la tarea del antropólogo con la imagen de Hawthorne "con los ojos ftios en alguna brizna de hierba, len alguna piedra, en alguna planta'; En la cosa más común del mundo. /Como si allí estuviera la clave" (Geertz, 1987V'. En el fondo, el enfrentamiento enb'e focalización y tiempo instrumen tal. Fundido en la visión de Calvino al identificar la [ocalízación de Vulcano con la "concentración constructiva", es decir la inven ción. Pero también abierto hacia la caja negra o la exploración de nuestra contingencia. Interrogación que se multiplicará en múltiples saberes y contrasaberes sobre el tiempo7~. Un lugar que parece poético y romántico, pero que no lo es. La tragedia del soldado Zasetsky, con medio cerebro destrozado, acompañado por Luria cuidadosamente, es no sólo la de haber perdido el sentido de sincronización con la realidad sino el de focalización, y con esto el de la .relación entre las palabras y los ob jetos. En las propias palabras de éste se encuentran la problemática
fundamental del tiempo: "Vi que la enfermera volvía a pasar, y qui se llamarla para qúe me trajese el orinal. Traté de llamarle la atención diciéndole: 'Es ... ¿Cómo se llama? .. Lo necesito.. .'. Pero mientras trataba de recordar la palabra, ella ya se había ido" (A.R. Luria, 1973). ¿Tiempo objetivo o tiempo subjetivo? Hay algo en el relato de Zasetsky que entra en colisión con la elegante e inútil paradoja de Platón en el TitileO: "El tiempo es la imagen móvil de la eternidad". La paradoja, cuando no es un desafio, como en el zen, es una coartada. No resuelve el problema de Zasetsky. Como tampoco lo resuelven las explicaciones socioeconómicas sobre el tiempo que hemos punteado. FocalizacÍón, sincronización, instrumentación parecieran estar ancladas en zonas más grises de la relación, o de la superstición, entre conocimientos y noción/percepción/cons trucción del tiempo o de la temporalidad. Aparte de esto, las cosas -iJue existen fuera de nosotros- se oxidan, se resquebrajan, se disuelven y sufren otros procesos a los . cuales el hombre les dio nombre para entenderlas, entenderse a sí mismo y entender a los otros.
73. La poesía que cita Geertz es de Robert Lowell. Su concepción de la focalización está relacionada con su teoría del local knmvl.edf!lJY con el ingreso de la autorreferenda en el conocimiento. Termina así: "in clinado sobre sus propias briznas, piedras y plantas, el antropólogo también cavila sobre lo verdadero y lo insignificante, vislumbrando. o por lo menos así lo cree, fugaz e inseguramente, la alterada, cambiante imagen de sí mismo". 74. En realidad, este trab¡~jo lo pensé inicialmente como un estudio de estos saberes. La paremiología es riquísima en sus intentos de darle herramientas al hombre para pensar el tiempo en sí y en relación con la belleza, la adversidad, la fama. la prisa, el perdón, el olvido, etcétera. La "tópica" del tiempo tiene sus saberes y contrasaberes. Al "No hay dolor que el transcurrir del tiempo no atenúe y suavice" (Cicerón) se contraponen los versos de José Hernández en el Martín Fierro: "Y es tanto lo que he sufrido / y males de tal tamaño / que reto a todos los años / a que traigan el olvido". Junto a esto, la noción de irreversibilidad: "No se hace volver el agua que pasó ni reclamar la hora que transcunió" (Ovidio). Pero el análisis de esta tópica la desplazo para otro tiempo.
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