2014 P. Georgie Gallino
Agosto I Septiembre
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TSanta ierra
Peregrinos Capilla Ma rĂn
CAPILLA DEL COLEGIO MARIN
Peregrinación a Tierra Santa “Peregrinar es santificar el tiempo a través del espacio...”
Agosto I Septiembre
2014
Liturgia Horas de las
Laudes, VĂsperas y Completas.
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Laudes y Vísperas ESTRUCTURA Invocación Himno 3 salmos (2 salmos + 1 cántico) Lectura Breve Responso Cántico Evangélico
Laudes: Benedictus
Vísperas: Magníficat
Preces Padre nuestro Oración Final
MINISTERIOS Preside: (inicia la celebración; introduce las preces, Padre nuestro, oración conclusiva y marca tiempos). Guía cantor 1: (comienza la antífona y las estrofas impares). Guía cantor 2: (repite el “modo” escuchado en la estrofa 2 y pares).
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Lector: (lee lectura breve y preces).
LAUDES Y VÍSPERAS Domingo LAUDES INVOCACIÓN INICIAL V. Señor abre mis labios R. Y mi boca proclamará tu alabanza INVITATORIO Ant. (se repite después de cada estrofa) Venid, aclamemos al Señor, demos vítores a la Roca que nos salva. Aleluya. Salmo 94 INVITACIÓN A LA ALABANZA DIVINA (Se lee por un lector) Venid, aclamemos al Señor, demos vítores a la Roca que nos salva; entremos a su presencia dándole gracias, aclamándolo con cantos. Porque el Señor es un Dios grande, soberano de todos los dioses: tiene en su mano las simas de la tierra, son suyas las cumbres de los montes; suyo es el mar, porque él lo hizo, la tierra firme que modelaron sus manos. Venid, postrémonos por tierra, bendiciendo al Señor, creador nuestro. Porque él es nuestro Dios, y nosotros su pueblo, el rebaño que él guía.
Es un pueblo de corazón extraviado, que no reconoce mi camino; por eso he jurado en mi cólera que no entrarán en mi descanso» Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. HIMNO Es verdad que las luces del alba del día de hoy son más puras, radiantes y bellas, por gracia de Dios. Es verdad que yo siento en mi vida, muy dentro de mí, que la gracia de Dios es mi gracia, que no merecí. Es verdad que la gracia del Padre, en Cristo Jesús, es la gloria del hombre y del mundo bañados en luz. Es verdad que la Pascua de Cristo es pascua por mí, que su muerte y victoria me dieron eterno vivir. Viviré en alabanzas al Padre, que al Hijo nos dio, y que el santo Paráclito inflame nuestra alma en amor. Amén. SALMODIA
Ojalá escuchéis hoy su voz: «No endurezcáis el corazón como en Meribá, como el día de Masá en el desierto; cuando vuestros padres me pusieron a prueba y dudaron de mí, aunque habían visto mis obras.
Ant 1. Por ti madrugo, Dios mío, para contemplar tu fuerza y tu gloria. Aleluya.
Durante cuarenta años aquella generación me repugnó, y dije:
¡Oh Dios!, tú eres mi Dios, por ti madrugo,
Salmo 62, 2-9 EL ALMA SEDIENTA DE DIOS
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mi alma está sedienta de ti; mi carne tiene ansia de ti, como tierra reseca, agostada, sin agua. ¡Cómo te contemplaba en el santuario viendo tu fuerza y tu gloria! Tu gracia vale más que la vida, te alabarán mis labios. Toda mi vida te bendeciré y alzaré las manos invocándote. Me saciaré de manjares exquisitos, y mis labios te alabarán jubilosos. En el lecho me acuerdo de ti y velando medito en ti, porque fuiste mi auxilio, y a la sombra de tus alas canto con júbilo; mi alma está unida a ti, y tu diestra me sostiene. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. (EL Gloria se dice siempre después de cada salmo o cántico, salvo que se indique lo contrario) Ant. Por ti madrugo, Dios mío, para contemplar tu fuerza y tu gloria. Aleluya. Ant 2. En medio de las llamas, los tres jóvenes, unánimes, cantaban: «Bendito sea el Señor.» Aleluya. Cántico: TODA LA CREACIÓN ALABE AL SEÑOR - Dn 3, 57-88. 56 Creaturas todas del Señor, bendecid al Señor, ensalzadlo con himnos por los siglos.
Sol y luna, bendecid al Señor; astros del cielo, bendecid al Señor. Lluvia y rocío, bendecid al Señor; vientos todos, bendecid al Señor. Fuego y calor, bendecid al Señor; fríos y heladas, bendecid al Señor. Rocíos y nevadas, bendecid al Señor; témpanos y hielos, bendecid al Señor. Escarchas y nieves, bendecid al Señor; noche y día, bendecid al Señor. Luz y tinieblas, bendecid al Señor; rayos y nubes, bendecid al Señor. Bendiga la tierra al Señor, ensálcelo con himnos por los siglos. Montes y cumbres, bendecid al Señor; cuanto germina en la tierra, bendiga al Señor. Manantiales, bendecid al Señor; mares y ríos, bendecid al Señor. Cetáceos y peces, bendecid al Señor; aves del cielo, bendecid al Señor. Fieras y ganados, bendecid al Señor, ensalzadlo con himnos por los siglos. Hijos de los hombres, bendecid al Señor; bendiga Israel al Señor. Sacerdotes del Señor, bendecid al Señor; siervos del Señor, bendecid al Señor.
Ángeles del Señor, bendecid al Señor; cielos, bendecid al Señor.
Almas y espíritus justos, bendecid al Señor; santos y humildes de corazón, bendecid al Señor. Ananías, Azarías y Misael, bendecid al Señor, ensalzadlo con himnos por los siglos.
Aguas del espacio, bendecid al Señor; ejércitos del Señor, bendecid al Señor.
Bendigamos al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, ensalcémoslo con himnos por los siglos.
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Bendito el Señor en la bóveda del cielo, alabado y glorioso y ensalzado por los siglos. No se dice Gloria al Padre. Ant. En medio de las llamas, los tres jóvenes, unánimes, cantaban: «Bendito sea el Señor.» Aleluya. Ant 3. Que el pueblo de Dios se alegre por su Rey. Aleluya. Salmo 149 - ALEGRÍA DE LOS SANTOS Cantad al Señor un cántico nuevo, resuene su alabanza en la asamblea de los fieles; que se alegre Israel por su Creador, los hijos de Sión por su Rey. Alabad su nombre con danzas, cantadle con tambores y cítaras; porque el Señor ama a su pueblo y adorna con la victoria a los humildes. Que los fieles festejen su gloria y canten jubilosos en filas: con vítores a Dios en la boca y espadas de dos filos en las manos: para tomar venganza de los pueblos y aplicar el castigo a las naciones, sujetando a los reyes con argollas, a los nobles con esposas de hierro.
bendición, y la gloria, y la sabiduría, y la acción de gracias, y el honor, y el poder, y la fuerza son de nuestro Dios por los siglos de los siglos. Amén. RESPONSORIO BREVE V. Cristo, Hijo de Dios vivo, ten piedad de nosotros. R. Cristo, Hijo de Dios vivo, ten piedad de nosotros. V. Tú que estás sentado a la derecha del Padre. R. Ten piedad de nosotros. V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R. Cristo, Hijo de Dios vivo, ten piedad de nosotros. CÁNTICO EVANGÉLICO Ant. Por la entrañable misericordia de nuestro Dios, nos visitará la salvación. Cántico de Zacarías: EL MESÍAS Y SU PRECURSOR Lc 1, 68-79 Bendito sea el Señor, Dios de Israel, porque ha visitado y redimido a su pueblo. suscitándonos una fuerza de salvación en la casa de David, su siervo, según lo había predicho desde antiguo por boca de sus santos profetas:
LECTURA BREVE Ap 7, 10. 12
Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos y de la mano de todos los que nos odian; ha realizado así la misericordia que tuvo con nuestros padres, recordando su santa alianza y el juramento que juró a nuestro padre Abraham.
¡La salvación es de nuestro Dios, que está sentado en el trono, y del Cordero! La
Para concedernos que, libres de temor, arrancados de la mano de los enemigos,
Ejecutar la sentencia dictada es un honor para todos sus fieles. Ant. Que el pueblo de Dios se alegre por su Rey. Aleluya.
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le sirvamos con santidad y justicia, en su presencia, todos nuestros días. Y a ti, niño, te llamarán Profeta del Altísimo, porque irás delante del Señor a preparar sus caminos, anunciando a su pueblo la salvación, el perdón de sus pecados. Por la entrañable misericordia de nuestro Dios, nos visitará el sol que nace de lo alto, para iluminar a los que viven en tiniebla y en sombra de muerte, para guiar nuestros pasos por el camino de la paz. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Ant. Por la entrañable misericordia de nuestro Dios, nos visitará la salvación PRECES Glorifiquemos al Señor Jesús, luz que alumbra a todo hombre y sol de justicia que no conoce el ocaso, y digámosle: Creador de la luz, de cuya bondad recibimos, con acción de gracias, las primicias de este día; te pedimos que el recuerdo de tu santa resurrección sea nuestro gozo durante este domingo. Que tu Espíritu Santo nos enseñe a cumplir tu voluntad, y que tu sabiduría dirija hoy todas nuestras acciones. Que al celebrar la eucaristía de este domingo tu palabra nos llene de gozo, y que la participación en el banquete de tu amor haga crecer nuestra esperanza.
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Que sepamos contemplar las maravillas que tu generosidad nos concede, y vivamos durante todo el día en acción de gracias. Se pueden añadir algunas intenciones libres. Digamos ahora todos juntos la oración que Cristo nos enseñó: Padre nuestro... ORACIÓN Oh Dios, protector de los que en ti esperan, sin ti nada es fuerte ni santo; aumenta los signos de tu misericordia sobre nosotros, para que, bajo tu dirección, de tal modo nos sirvamos de las cosas pasajeras que por ellas alcancemos con mayor plenitud las eternas. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén CONCLUSIÓN V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R. Amén.
Domingo - II VÍSPERAS INVOCACIÓN INICIAL V. Dios mío, ven en mi auxilio R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya. HIMNO Dios de la luz, presencia ardiente sin meridiano ni frontera:
vuelves la noche mediodía, ciegas al sol con tu derecha. Como columna de la aurora, iba en la noche tu grandeza; te vio el desierto, y destellaron luz de tu gloria las arenas. Cerró la noche sobre Egipto como cilicio de tinieblas; para tu pueblo amanecías bajo los techos de las tiendas. Eres la luz, pero en tu rayo lanzas el día o la tiniebla: ciegas los ojos del soberbio, curas al pobre su ceguera. Cristo Jesús, tú que trajiste fuego a la entraña de la tierra, guarda encendida nuestra lámpara hasta la aurora de tu vuelta. Amén. SALMODIA Ant 1. Desde Sión extenderá el Señor el poder de su cetro, y reinará eternamente. Aleluya. Salmo 109, 1-5. 7 EL MESÍAS, REY Y SACERDOTE. Oráculo del Señor a mi Señor: «Siéntate a mi derecha, y haré de tus enemigos estrado de tus pies.» Desde Sión extenderá el Señor el poder de tu cetro: somete en la batalla a tus enemigos. «Eres príncipe desde el día de tu nacimiento, entre esplendores sagrados; yo mismo te engendré, como rocío, antes de la aurora.»
El Señor lo ha jurado y no se arrepiente: «Tú eres sacerdote eterno según el rito de Melquisedec.» El Señor a tu derecha, el día de su ira, quebrantará a los reyes. En su camino beberá del torrente, por eso levantará la cabeza. Ant. Desde Sión extenderá el Señor el poder de su cetro, y reinará eternamente. Aleluya. Ant 2. En presencia del Señor se estremece la tierra. Aleluya. Salmo 113 A - ISRAEL LIBRADO DE EGIPTO; LAS MARAVILLAS DEL ÉXODO. Cuando Israel salió de Egipto, los hijos de Jacob de un pueblo balbuciente, Judá fue su santuario, Israel fue su dominio. El mar, al verlos, huyó, el Jordán se echó atrás; los montes saltaron como carneros; las colinas, como corderos. ¿Qué te pasa, mar, que huyes, y a ti, Jordán, que te echas atrás? ¿Y a vosotros, montes, que saltáis como carneros; colinas, que saltáis como corderos? En presencia del Señor se estremece la tierra, en presencia del Dios de Jacob; que transforma las peñas en estanques, el pedernal en manantiales de agua. Ant. En presencia del Señor se estremece la tierra. Aleluya.
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Ant 3. Reina el Señor, nuestro Dios, dueño de todo. Aleluya. Cántico: LAS BODAS DEL CORDERO Cf. Ap 19,1-2, 5-7 Aleluya. La salvación y la gloria y el poder son de nuestro Dios porque sus juicios son verdaderos y justos. R. Aleluya. Aleluya. Alabad al Señor sus siervos todos. Los que le teméis, pequeños y grandes. R. Aleluya. Aleluya. Porque reina el Señor, nuestro Dios, dueño de todo. Alegrémonos y gocemos y démosle gracias. R. Aleluya Aleluya. Llegó la boda del cordero. Su esposa se ha embellecido. R. Aleluya. Ant. Reina el Señor, nuestro Dios, dueño de todo. Aleluya. LECTURA BREVE 2Co 1, 3-4 Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordia y Dios de todo consuelo; él nos consuela en todas nuestras luchas, para poder nosotros consolar a los que están en toda tribulación, mediante el consuelo con que nosotros somos consolados por Dios. RESPONSORIO BREVE V. Bendito eres, Señor, en la bóveda del cielo.
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R. Bendito eres, Señor, en la bóveda del cielo. V. Digno de gloria y alabanza por los siglos. R. En la bóveda del cielo. V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R. Bendito eres, Señor, en la bóveda del cielo. CÁNTICO EVANGÉLICO Ant. Su nombre es santo y su misericordia llega a sus fieles. Cántico de María: ALEGRÍA DEL ALMA EN EL SEÑOR Lc 1, 46-55 Proclama mi alma la grandeza del Señor, + se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador; porque ha mirado la humillación de su esclava. Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí: su nombre es santo, + y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación. El hace proezas con su brazo: dispersa a los soberbios de corazón, derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes, a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos. Auxilia a Israel, su siervo, acordándose de su misericordia -como lo había prometido a nuestros padresen favor de Abraham y su descendencia por siempre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Ant. Su nombre es santo y su misericordia llega a sus fieles PRECES Adoremos a Cristo, Señor nuestro y cabeza de la Iglesia, y digámosle confiadamente: Señor, amigo de los hombres, haz de tu Iglesia instrumento de concordia y unidad entre ellos y signo de salvación para todos los pueblos. Protege con tu brazo poderoso al Papa y a todos los obispos y concédeles trabajar en unidad, amor y paz. A los cristianos concédenos vivir íntimamente unidos a ti, nuestro Maestro, y dar testimonio en nuestras vidas de la llegada de tu reino. Concede, Señor, al mundo el don de la paz y haz que en todos los pueblos reine la justicia y el bienestar. Se pueden añadir algunas intenciones libres Otorga, a los que han muerto, una resurrección gloriosa y haz que los que aún vivimos en este mundo gocemos un día con ellos de la felicidad eterna. Terminemos nuestra oración con las palabras del Señor: Padre nuestro...
ORACIÓN Oh Dios, protector de los que en ti esperan, sin ti nada es fuerte ni santo; aumenta los signos de tu misericordia sobre nosotros, para que, bajo tu dirección, de tal modo nos sirvamos de las cosas pasajeras que por ellas alcancemos con mayor plenitud las eternas. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén CONCLUSIÓN V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R. Amén.
Lunes LAUDES INVOCACIÓN INICIAL V. Señor abre mis labios R. Y mi boca proclamará tu alabanza INVITATORIO (Optativo, en la pág. 5) HIMNO Dejado ya el descanso de la noche, despierto en la alegría de tu amor, concédeme tu luz que me ilumine como ilumina el sol. No sé lo que será del nuevo día que entre luces y sombras viviré, pero sé que, si tú vienes conmigo, no fallará mi fe.
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Tal vez me esperen horas de desierto amargas y sedientas, mas yo sé que, si vienes conmigo de camino, jamás yo tendré sed. Concédeme vivir esta jornada en paz con mis hermanos y mi Dios, al sentarnos los dos para la cena, párteme el pan, Señor. Recibe, Padre santo, nuestro ruego, acoge por tu Hijo la oración que fluye del Espíritu en el alma que sabe de tu amor. Amén. SALMODIA Ant 1. A ti te suplico, Señor; por la mañana escucharás mi voz. Salmo 5 - ORACIÓN DE LA MAÑANA DE UN JUSTO PERSEGUIDO Señor, escucha mis palabras, atiende a mis gemidos, haz caso de mis gritos de auxilio, Rey mío y Dios mío. A ti te suplico, Señor; por la mañana escucharás mi voz, por la mañana te expongo mi causa, y me quedo aguardando. Tú no eres un Dios que ame la maldad, ni el malvado es tu huésped, ni el arrogante se mantiene en tu presencia. Detestas a los malhechores, destruyes a los mentirosos; al hombre sanguinario y traicionero lo aborrece el Señor. Pero yo, por tu gran bondad, entraré en tu casa, me postraré ante tu templo santo con toda reverencia.
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Señor, guíame con tu justicia, porque tengo enemigos; alláname tu camino. En su boca no hay sinceridad, su corazón es perverso; su garganta es un sepulcro abierto, mientras halagan con la lengua. Que se alegren los que se acogen a ti, con júbilo eterno; protégelos, para que se llenen de gozo los que aman tu nombre. Porque tú, Señor, bendices al justo, y como un escudo lo rodea tu favor. Ant. A ti te suplico, Señor; por la mañana escucharás mi voz. Ant 2. Alabamos, Dios nuestro, tu nombre glorioso. Cántico: SOLO A DIOS HONOR Y GLORIA 1Cro 29,10-13 Bendito eres, Señor, Dios de nuestro padre Israel, por los siglos de los siglos. Tuyos son, Señor, la grandeza y el poder, la gloria, el esplendor, la majestad, porque tuyo es cuanto hay en cielo y tierra, tú eres rey y soberano de todo. De ti viene la riqueza y la gloria, tú eres Señor del universo, en tu mano está el poder y la fuerza, tú engrandeces y confortas a todos. Por eso, Dios nuestro, nosotros te damos gracias, alabando tu nombre glorioso. Ant. Alabamos, Dios nuestro, tu nombre glorioso.
Ant 3. Postraos ante el Señor en el atrio sagrado. Salmo 28 - MANIFESTACIÓN DE DIOS EN LA TEMPESTAD. Hijos de Dios, aclamad al Señor, aclamad la gloria y el poder del Señor, aclamad la gloria del nombre del Señor, postraos ante el Señor en el atrio sagrado. La voz del Señor sobre las aguas, el Dios de la gloria hace oír su trueno, el Señor sobre las aguas torrenciales. La voz del Señor es potente, la voz del Señor es magnífica, la voz del Señor descuaja los cedros, el Señor descuaja los cedros del Líbano. Hace brincar al Líbano como a un novillo, al Sarión como a una cría de búfalo. La voz del Señor lanza llamas de fuego, la voz del Señor sacude el desierto, el Señor sacude el desierto de Cadés. La voz del Señor retuerce los robles, el Señor descorteza las selvas. En su templo un grito unánime: ¡Gloria! El trono del Señor está encima de la tempestad, el Señor se sienta como rey eterno. El Señor da fuerza a su pueblo, el Señor bendice a su pueblo con la paz. Ant. Postraos ante el Señor en el atrio sagrado. LECTURA BREVE 2Ts 3, 10b-13 Si alguno no quiere trabajar, que tampoco coma. Porque nos hemos enterado que hay entre vosotros algunos que viven desconcertados, sin trabajar nada, pero metiéndose en todo. A éstos les mandamos y les exhortamos en el Señor
Jesucristo a que trabajen con sosiego para comer su propio pan. Vosotros, hermanos, no os canséis de hacer el bien. RESPONSORIO BREVE V. Bendito el Señor ahora y por siempre. R. Bendito el Señor ahora y por siempre. V. Solo él hizo maravillas. R. Ahora y por siempre. V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R. Bendito el Señor ahora y por siempre. CÁNTICO EVANGÉLICO Ant. Bendito sea el Señor, Dios nuestro. Cántico de Zacarías. (Como en la pág.7) PRECES Proclamemos la grandeza de Cristo, lleno de gracia y del Espíritu Santo, y acudamos a él diciendo: Concédenos, Señor, un día lleno de paz, de alegría y de inocencia para que, al llegar a la noche, podamos alabarte con gozo y limpios de pecado. Que baje hoy a nosotros tu bondad y haga prósperas las obras de nuestras manos. Muéstranos tu rostro propicio y danos tu paz para que durante todo el día sintamos cómo tu mano nos protege. Mira con bondad a cuantos se han encomendado a nuestras oraciones y enriquécelos con toda clase de bienes. Se pueden añadir algunas intenciones libres.
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Terminemos nuestra oración con la plegaria que Cristo nos enseñó: Padre nuestro... ORACIÓN Tu gracia, Señor, inspire nuestras obras, las sostenga y acompañe; para que todo nuestro trabajo brote de ti, como de su fuente, y tienda a ti, como a su fin. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
Haz que mi pie vaya ligero. Da de tu pan y de tu vaso al que te sigue, paso a paso, por lo más duro del sendero. Que yo comprenda, Señor mío, al que se queja y retrocede; que el corazón no se me quede desentendidamente frío. Guarda mi fe del enemigo. ¡Tantos me dicen que estás muerto! Y entre la sombra y el desierto dame tu mano y ven conmigo. Amén
CONCLUSIÓN
SALMODIA
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R. Amén.
Ant 1. El Señor se complace en los justos.
Lunes - VÍSPERAS
Al Señor me acojo, ¿por qué me decís: «escapa como un pájaro al monte, porque los malvados tensan el arco, ajustan las saetas a la cuerda, para disparar en la sombra contra los buenos? Cuando fallan los cimientos, ¿qué podrá hacer el justo?»
INVOCACIÓN INICIAL V. Dios mío, ven en mi auxilio R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya. HIMNO Libra mis ojos de la muerte; dales la luz, que es su destino. Yo, como el ciego del camino, pido un milagro para verte. Haz de esta piedra de mis manos una herramienta constructiva, cura su fiebre posesiva y ábrela al bien de mis hermanos.
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Salmo 10 - EL SEÑOR ESPERANZA DEL JUSTO
Pero el Señor está en su templo santo, el Señor tiene su trono en el cielo; sus ojos están observando, sus pupilas examinan a los hombres. El Señor examina a inocentes y culpables, y al que ama la violencia él lo detesta. Hará llover sobre los malvados ascuas y azufre, les tocará en suerte un viento huracanado. Porque el Señor es justo y ama la justicia: los buenos verán su rostro. Ant. El Señor se complace en los justos.
Ant 2. Dichosos los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios. Salmo 14 - ¿QUIÉN ES JUSTO ANTE EL SEÑOR? Señor, ¿quién puede hospedarse en tu tienda y habitar en tu monte santo? El que procede honradamente y practica la justicia, el que tiene intenciones leales y no calumnia con su lengua, el que no hace mal a su prójimo ni difama al vecino, el que considera despreciable al impío y honra a los que temen al Señor, el que no retracta lo que juró aún en daño propio, el que no presta dinero a usura ni acepta soborno contra el inocente. El que así obra nunca fallará. Ant. Dichosos los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios. Ant 3. Dios nos ha destinado en la persona de Cristo a ser sus hijos. Cántico: EL PLAN DIVINO DE SALVACIÓN Ef 1, 3-10 Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido en la persona de Cristo con toda clase de bienes espirituales y celestiales. El nos eligió en la persona de Cristo, antes de crear el mundo, para que fuésemos consagrados
e irreprochables ante él por el amor. Él nos ha destinado en la persona de Cristo, por pura iniciativa suya, a ser sus hijos, para que la gloria de su gracia, que tan generosamente nos ha concedido en su querido Hijo, redunde en alabanza suya. Por este Hijo, por su sangre, hemos recibido la redención, el perdón de los pecados. El tesoro de su gracia, sabiduría y prudencia ha sido un derroche para con nosotros, dándonos a conocer el misterio de su voluntad. Éste es el plan que había proyectado realizar por Cristo cuando llegase el momento culminante: hacer que todas las cosas tuviesen a Cristo por cabeza, las del cielo y las de la tierra. Ant. Dios nos ha destinado en la persona de Cristo a ser sus hijos. LECTURA BREVE Col 1, 9b-11 Llegad a la plenitud en el conocimiento de la voluntad de Dios, con toda sabiduría e inteligencia espiritual. Así caminaréis según el Señor se merece y le agradaréis enteramente, dando fruto en toda clase de obras buenas y creciendo en el conocimiento de Dios. Fortalecidos en toda fortaleza, según el poder de su gloria, podréis resistir y perseverar en todo con alegría. RESPONSORIO BREVE V. Sáname, porque he pecado contra ti.
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R. Sáname, porque he pecado contra ti. V. Yo dije: «Señor, ten misericordia.» R. Porque he pecado contra ti. V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R. Sáname, porque he pecado contra ti. CÁNTICO EVANGÉLICO Ant. Proclama mi alma la grandeza del Señor, porque Dios ha mirado mi humillación. Cántico de María. (Como en la pág.10) PRECES Demos gracias a Dios, nuestro Padre, que recordando siempre su santa alianza, no cesa de bendecirnos, y digámosle con ánimo confiado: Salva a tu pueblo, Señor, y bendice a tu heredad.
palabras que nos enseñó Cristo: Padre nuestro... ORACIÓN Nuestro humilde servicio, Señor, proclame tu grandeza, y ya que por nuestra salvación te dignaste mirar la humillación de la Virgen María, te rogamos nos enaltezcas llevándonos a la plenitud de la salvación. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén. CONCLUSIÓN V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R. Amén.
Martes
Congrega en la unidad a todos los cristianos: para que el mundo crea en Cristo, tu enviado.
LAUDES
Derrama tu gracia sobre nuestros familiares y amigos: que encuentren en ti, Señor, su verdadera felicidad.
V. Señor abre mis labios R. Y mi boca proclamará tu alabanza
Muestra tu amor a los agonizantes: que puedan contemplar tu salvación. Se pueden añadir algunas intenciones libres. Ten piedad de los que han muerto y acógelos en el descanso de Cristo. Terminemos nuestra oración con las
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INVOCACIÓN INICIAL
INVITATORIO (Optativo; pág.5) HIMNO Al canto de los gallos viene la aurora; los temores se alejan como las sombras. ¡Dios, Padre nuestro, en tu nombre dormimos y amanecemos!
Como luz nos visitas, Rey de los hombres, como amor que vigila siempre de noche; cuando el que duerme bajo el signo del sueño prueba la muerte. Del sueño del pecado nos resucitas, y es señal de tu gracia la luz amiga. ¡Dios que nos velas!, tú nos sacas por gracia de las tinieblas. Gloria al Padre y al Hijo, gloria al Espíritu, al que es paz, luz y vida, al Uno y Trino; gloria a su nombre y al misterio divino que nos lo esconde. Amén. SALMODIA Ant 1. El hombre de manos inocentes y puro corazón subirá al monte del Señor. Salmo 23 - ENTRADA SOLEMNE DE DIOS EN SU TEMPLO Del Señor es la tierra y cuanto la llena, el orbe y todos sus habitantes: El la fundó sobre los mares, El la afianzó sobre los ríos. ¿Quién puede subir al monte del Señor? ¿Quién puede estar en el recinto sacro? El hombre de manos inocentes y puro corazón, que no confía en los ídolos ni jura contra el prójimo en falso. Ese recibirá la bendición del Señor, le hará justicia el Dios de salvación.
Este es el grupo que busca al Señor, que viene a tu presencia, Dios de Jacob. ¡Portones!, alzad los dinteles, levantaos, puertas antiguas: va a entrar el Rey de la gloria. ¿Quién es ese Rey de la gloria? El Señor, héroe valeroso; el Señor, héroe de la guerra. ¡Portones!, alzad los dinteles, levantaos, puertas antiguas: va a entrar el Rey de la gloria. ¿Quién es ese Rey de la gloria? El Señor, Dios de los ejércitos. Él es el Rey de la gloria. Ant. El hombre de manos inocentes y puro corazón subirá al monte del Señor. Ant 2. Ensalzad con vuestras obras al rey de los siglos. Cántico: ESPERANZA DE ISRAEL EN BABILONIA Tb 13, 1-10 Bendito sea Dios, que vive eternamente, y cuyo reino dura por los siglos: él azota y se compadece, hunde hasta el abismo y saca de él, y no hay quien escape de su mano. Dadle gracias, israelitas, ante los gentiles, porque él nos dispersó entre ellos. Proclamad allí su grandeza, ensalzadlo ante todos los vivientes: que él es nuestro Dios y Señor, nuestro Padre por todos los siglos. Él nos azota por nuestros delitos, pero se compadecerá de nuevo, y os congregará de entre todas las naciones por donde estáis dispersados.
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Si volvéis a él de todo corazón y con toda el alma, siendo sinceros con él, él volverá a vosotros y no os ocultará su rostro. Veréis lo que hará con vosotros, le daréis gracias a boca llena, bendeciréis al Señor de la justicia y ensalzaréis al rey de los siglos. Yo le doy gracias en mi cautiverio, anuncio su grandeza y su poder a un pueblo pecador. Convertíos, pecadores, obrad rectamente en su presencia: quizá os mostrará benevolencia y tendrá compasión. Ensalzaré a mi Dios, al rey del cielo, y me alegraré de su grandeza. Anuncien todos los pueblos sus maravillas y alábenle sus elegidos en Jerusalén. Ant. Ensalzad con vuestras obras al rey de los siglos. Ant 3. El Señor merece la alabanza de los buenos. Salmo 32 - HIMNO AL PODER Y A LA PROVIDENCIA DE DIOS Aclamad, justos, al Señor, que merece la alabanza de los buenos. Dad gracias al Señor con la cítara, tocad en su honor el arpa de diez cuerdas; cantadle un cántico nuevo, acompañando vuestra música con aclamaciones: que la palabra del Señor es sincera, y todas sus acciones son leales, él ama la justicia y el derecho, y su misericordia llena la tierra.
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La palabra del Señor hizo el cielo; el aliento de su boca, sus ejércitos; encierra en un odre las aguas marinas, mete en un depósito el océano. Tema al Señor la tierra entera, tiemblen ante él los habitantes del orbe: porque él lo dijo, y existió; él lo mandó, y surgió. El Señor deshace los planes de las naciones, frustra los proyectos de los pueblos; pero el plan del Señor subsiste por siempre, los proyectos de su corazón, de edad en edad. Dichosa la nación cuyo Dios es el Señor, el pueblo que él se escogió como heredad. El Señor mira desde el cielo, se fija en todos los hombres; desde su morada observa a todos los habitantes de la tierra: él modeló cada corazón, y comprende todas sus acciones. No vence el rey por su gran ejército, no escapa el soldado por su mucha fuerza, nada valen sus caballos para la victoria, ni por su gran ejército se salva. Los ojos del Señor están puestos en sus fieles, en los que esperan en su misericordia, para librar sus vidas de la muerte y reanimarlos en tiempo de hambre. Nosotros esperamos en el Señor: él es nuestro auxilio y escudo, con él se alegra nuestro corazón, en su santo nombre confiamos. Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros, como lo esperamos de ti.
Ant. El Señor merece la alabanza de los buenos. LECTURA BREVE Rm 13, 11b. 12-13a Ya es hora que despertéis del sueño. La noche va pasando, el día está encima; desnudémonos, pues, de las obras de las tinieblas y vistámonos de las armas de la luz. Andemos como en pleno día, con dignidad. RESPONSORIO BREVE V. Dios mío, mi escudo y peña en que me amparo. R. Dios mío, mi escudo y peña en que me amparo. V. Mi alcázar, mi libertador. R. En que me amparo. V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R. Dios mío, mi escudo y peña en que me amparo. CÁNTICO EVANGÉLICO Ant. Nos ha suscitado el Señor una fuerza de salvación, según lo había predicho por boca de sus Santos profetas. Cántico de Zacarías. (Pág.7) PRECES Ya que hemos sido llamados a participar de una vocación celestial, bendigamos por ello a Jesús, el pontífice de nuestra fe, y supliquémosle diciendo: Señor Jesús, que por el bautismo has hecho de nosotros un sacerdocio real, haz que nuestra vida sea un continuo sacrificio de alabanza. Ayúdanos, Señor, a guardar tus mandatos
para que por la fuerza del Espíritu Santo nosotros permanezcamos en ti y tú en nosotros. Danos tu sabiduría eterna para que permanezca con nosotros y con nosotros trabaje. Concédenos ser la alegría de cuantos nos rodean y fuente de esperanza para los decaídos. Se pueden añadir algunas intenciones libres. Como hijos que somos de Dios, dirijámonos a nuestro Padre con la oración que Cristo nos enseñó: Padre nuestro... ORACIÓN Escucha, Señor, nuestra oración matutina y con la luz de tu misericordia alumbra la oscuridad de nuestro corazón: para que, habiendo sido iluminados por tu claridad, no andemos nunca tras las obras de las tinieblas. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén. CONCLUSIÓN V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R. Amén.
Martes - VÍSPERAS INVOCACIÓN INICIAL V. Dios mío, ven en mi auxilio R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.
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HIMNO Nos dijeron de noche que estabas muerto, y la fe estuvo en vela junto a tu cuerpo; La noche entera, la pasamos queriendo mover la piedra. Con la vuelta del sol, volverá a ver la tierra la gloria del Señor. No supieron contarlo los centinelas, nadie supo la hora ni la manera; antes del día, se cubrieron de gloria tus cinco heridas. Con la vuelta del sol, volverá a ver la tierra la gloria del Señor. Si los cinco sentidos buscan el sueño, que la fe tenga el suyo vivo y despierto; la fe velando, para verte de noche resucitando. Con la vuelta del sol, volverá a ver la tierra la gloria del Señor. Amén. SALMODIA Ant 1. El Señor da la victoria a su Ungido. Salmo 19 - ORACIÓN POR LA VICTORIA DEL REY Que te escuche el Señor el día del peligro, que te sostenga el nombre del Dios de Jacob;
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que te envíe auxilio desde el santuario, que te apoye desde el monte Sión; que se acuerde de todas tus ofrendas, que le agraden tus sacrificios; que cumpla el deseo de tu corazón, que dé éxito a todos tus planes. Que podamos celebrar tu victoria y en el nombre de nuestro Dios alzar estandartes; que el Señor te conceda todo lo que pides. Ahora reconozco que el Señor da la victoria a su Ungido, que lo ha escuchado desde su santo cielo, con los prodigios de su mano victoriosa. Unos confían en sus carros, otros en su caballería; nosotros invocamos el nombre del Señor, Dios nuestro. Ellos cayeron derribados, nosotros nos mantenemos en pie. Señor, da la victoria al rey y escúchanos cuando te invocamos. Ant. El Señor da la victoria a su Ungido. Ant 2. Al son de instrumentos cantaremos tu poder. Salmo 20, 2-8. 14 - ACCIÓN DE GRACIAS POR LA VICTORIA DEL REY Señor, el rey se alegra por tu fuerza, ¡y cuánto goza con tu victoria! Le has concedido el deseo de su corazón, no le has negado lo que pedían sus labios. Te adelantaste a bendecirlo con el éxito, y has puesto en su cabeza una corona de oro fino. Te pidió vida, y se la has concedido, años que se prolongan sin término.
Tu victoria ha engrandecido su fama, lo has vestido de honor y majestad. Le concedes bendiciones incesantes, lo colmas de gozo en tu presencia; porque el rey confía en el Señor, y con la gracia del Altísimo no fracasará. Levántate, Señor, con tu fuerza, y al son de instrumentos cantaremos tu poder. Ant. Al son de instrumentos cantaremos tu poder. Ant 3. Has hecho de nosotros, Señor, un reino de sacerdotes para nuestro Dios. Cántico: HIMNO A DIOS CREADOR Ap. 4, 11; 5, 9-10. 12 Eres digno, Señor Dios nuestro, de recibir la gloria, el honor y el poder, porque tú has creado el universo; porque por tu voluntad lo que no existía fue creado. Eres digno de tomar el libro y abrir sus sellos, porque fuiste degollado y por tu sangre compraste para Dios hombres de toda raza, lengua, pueblo y nación; y has hecho de ellos para nuestro Dios un reino de sacerdotes y reinan sobre la tierra. Digno es el Cordero degollado de recibir el poder, la riqueza y la sabiduría, la fuerza y el honor, la gloria y la alabanza. Ant. Has hecho de nosotros, Señor, un reino de sacerdotes para nuestro Dios.
LECTURA BREVE 1Jn 3, 1a. 2 Mirad qué amor nos ha tenido el Padre para llamarnos hijos de Dios, pues ¡lo somos! Queridos hermanos, ahora somos hijos de Dios y aún no se ha manifestado lo que seremos. Sabemos que, cuando se manifieste, seremos semejantes a él, porque lo veremos tal cual es. RESPONSORIO BREVE V. Tu palabra, Señor, es eterna, más estable que el cielo. R. Tu palabra, Señor, es eterna, más estable que el cielo. V. Tu fidelidad de generación en generación. R. Más estable que el cielo. V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R. Tu palabra, Señor, es eterna, más estable que el cielo. CÁNTICO EVANGÉLICO Ant. Se alegra mi espíritu en Dios mi salvador. Cántico de María. (Pág.10) PRECES Alabemos a Cristo, que mora en medio de nosotros, su pueblo adquirido, y supliquémosle diciendo: Dueño y Señor de los pueblos, acude en ayuda de todas las naciones y de los que las gobiernan: que todos los hombres sean fieles a tu voluntad y trabajen por el bien y la paz.
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Tú que al subir al cielo llevaste contigo una gran multitud de cautivos, devuelve la libertad de los hijos de Dios a nuestros hermanos que sufren esclavitud en el cuerpo o en el espíritu.
Miércoles
Concede, Señor, a los jóvenes la realización de sus esperanzas y que sepan responder a tus llamadas en el transcurso de su vida. Que los niños imiten tu ejemplo y crezcan siempre en sabiduría y en gracia.
V. Señor abre mis labios R. Y mi boca proclamará tu alabanza
Se pueden añadir algunas intenciones libres.
Sentencia de Dios al hombre antes que el día comience: «Que el pan no venga a tu mesa sin el sudor de tu frente.
Acoge a los difuntos en tu reino, donde también nosotros esperamos r einar un día contigo. Con el gozo de sabernos hijos de Dios, acudamos a nuestro Padre: Padre nuestro... ORACIÓN Te damos gracias, Señor Dios todopoderoso, porque has permitido que lleguemos a esta noche; te pedimos aceptes con agrado el alzar de nuestras manos como ofrenda de la tarde. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén. CONCLUSIÓN V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R. Amén.
LAUDES INVOCACIÓN INICIAL
INVITATORIO (Optativo, pág.5) HIMNO
Ni el sol se te da de balde, ni el aire por ser quien eres: las cosas son herramientas y buscan quien las maneje. El mar les pone corazas de sal amarga a los peces; el hondo sol campesino madura a fuego las mieses. La piedra, con ser la piedra, guarda una chispa caliente; y en el rumor de la nube combaten el rayo y la nieve. A ti te inventé las manos y un corazón que no duerme; puse en tu boca palabras y pensamiento en tu frente. No basta con dar las gracias sin dar lo que las merece: a fuerza de gratitudes se vuelve la tierra estéril.» Amén. SALMODIA Ant 1. Tu luz, Señor, nos hace ver la luz.
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Salmo 35 - DEPRAVACIÓN DEL MALVADO Y BONDAD DE DIOS El malvado escucha en su interior un oráculo del pecado: «No tengo miedo a Dios, ni en su presencia.» Porque se hace la ilusión de que su culpa no será descubierta ni aborrecida. Las palabras de su boca son maldad y traición, renuncia a ser sensato y a obrar bien; acostado medita el crimen, se obstina en el mal camino, no rechaza la maldad. Señor, tu misericordia llega al cielo, tu fidelidad hasta las nubes, tu justicia hasta las altas cordilleras; tus sentencias son como el océano inmenso. Tú socorres a hombres y animales; ¡qué inapreciable es tu misericordia, oh Dios!; los humanos se acogen a la sombra de tus alas; se nutren de lo sabroso de tu casa, les das a beber del torrente de tus delicias, porque en ti está la fuente viva y tu luz nos hace ver la luz. Prolonga tu misericordia con los que te reconocen, tu justicia con los rectos de corazón; que no me pisotee el pie del soberbio, que no me eche fuera la mano del malvado. Han fracasado los malhechores; derribados, no se pueden levantar. Ant. Tu luz, Señor, nos hace ver la luz. Ant 2. Señor, tú eres grande, tu fuerza es invencible.
Cántico: HIMNO A DIOS CREADOR DEL MUNDO Y PROTECTOR DE SU PUEBLO Jdt 16, 2-3. 15-19 ¡Alabad a mi Dios con tambores, elevad cantos al Señor con cítaras, ofrecedle los acordes de un salmo de alabanza, ensalzad e invocad su nombre! porque el Señor es un Dios quebrantador de guerras, su nombre es el Señor. Cantaré a mi Dios un cántico nuevo: Señor, tú eres grande y glorioso, admirable en tu fuerza, invencible. Que te sirva toda la creación, porque tú lo mandaste y existió; enviaste tu aliento y la construiste, nada puede resistir a tu voz. Sacudirán las olas los cimientos de los montes, las peñas en tu presencia se derretirán como cera, pero tú serás propicio a tus fieles. Ant. Señor, tú eres grande, tu fuerza es invencible. Ant 3. Aclamad a Dios con gritos de júbilo. Salmo 46 - ENTRONIZACIÓN DEL DIOS DE ISRAEL Pueblos todos, batid palmas, aclamad a Dios con gritos de júbilo; porque el Señor es sublime y terrible, emperador de toda la tierra. El nos somete los pueblos y nos sojuzga las naciones; El nos escogió por heredad suya: gloria de Jacob, su amado. Dios asciende entre aclamaciones; el Señor, al son de trompetas:
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tocad para Dios, tocad, tocad para nuestro Rey, tocad. Porque Dios es el rey del mundo: tocad con maestría. Dios reina sobre las naciones, Dios se sienta en su trono sagrado. Los príncipes de los gentiles se reúnen con el pueblo del Dios de Abraham; porque de Dios son los grandes de la tierra, y él es excelso. Ant. Aclamad a Dios con gritos de júbilo. LECTURA BREVE Tb 4, 16-17. 19-20 No hagas a nadie lo que no quieras que te hagan. Da de tu pan al hambriento y da tus vestidos al desnudo. Busca el consejo de los prudentes. Bendice al Señor en toda circunstancia, pídele que sean rectos todos tus caminos y que lleguen a buen fin todas tus sendas y proyectos. RESPONSORIO BREVE V. Inclina, Señor, mi corazón a tus preceptos. R. Inclina, Señor, mi corazón a tus preceptos. V. Dame vida con tu palabra. R. Inclina, Señor, mi corazón a tus preceptos.
PRECES Demos gracias a Cristo y alabémoslo porque ha querido santificarnos y llamarnos hermanos suyos; digámosle, pues, confiados: Concédenos, Señor, consagrar el principio de este día en honor de tu resurrección y haz que todos los trabajos que realicemos durante esta jornada te sean agradables. Haz que sepamos descubrirte a ti en todos nuestros hermanos, sobre todo en los tristes, en los más pobres y en los que son menos útiles a los ojos del mundo. Tú que para aumentar nuestra alegría y afianzar nuestra salvación nos das el nuevo dia, signo de tu amor, renuévanos hoy y siempre para gloria de tu nombre. Haz que durante este dia estemos en paz con todo el mundo y que a nadie devolvamos mal por mal. Se pueden añadir algunas intenciones libres. Tal como Cristo nos enseñó, terminemos nuestra oración diciendo: Padre nuestro... ORACIÓN
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R. Inclina, Señor, mi corazón a tus preceptos.
Señor Dios, salvador nuestro, danos tu ayuda para que siempre deseemos las obras de la luz y realicemos la verdad: así, los que de ti hemos nacido en el bautismo, seremos tus testigos ante los hombres. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
CÁNTICO EVANGÉLICO
CONCLUSIÓN
Ant. Realiza, Señor, con nosotros la misericordia y recuerda tu santa alianza. Cántico de Zacarías. (Pág.7)
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R. Amén.
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Miércoles - VÍSPERAS INVOCACIÓN INICIAL V. Dios mío, ven en mi auxilio R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya. HIMNO Hora de la tarde, fin de las labores. Amo de las viñas, paga los trabajos de tus viñadores. Al romper el día nos apalabraste. Cuidamos tu viña del alba a la tarde. Ahora que nos pagas, nos lo das de balde, que a jornal de gloria no hay trabajo grande. Das al de la tarde lo que al mañanero. Son tuyas las horas y tuyo el viñedo. A lo que sembramos dale crecimiento. Tú que eres la viña, cuida los sarmientos. Amén. SALMODIA Ant 1. El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién temeré?
Salmo 26 I - CONFIANZA ANTE EL PELIGRO El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién temeré? El Señor es la defensa de mi vida, ¿quién me hará temblar? Cuando me asaltan los malvados para devorar mi carne, ellos, enemigos y adversarios, tropiezan y caen. Si un ejército acampa contra mí, mi corazón no tiembla; si me declaran la guerra, me siento tranquilo. Una cosa pido al Señor, eso buscaré: habitar en la casa del Señor por los días de mi vida; gozar de la dulzura del Señor contemplando su templo. Él me protegerá en su tienda el día del peligro; me esconderá en lo escondido de su morada, me alzará sobre la roca; y así levantaré la cabeza sobre el enemigo que me cerca; en su tienda sacrificaré sacrificios de aclamación: cantaré y tocaré para el Señor. Ant. El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién temeré? Ant 2. Tu rostro buscaré Señor, no me escondas tu rostro.
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Salmo 26 II Escúchame, Señor, que te llamo; ten piedad, respóndeme. Oigo en mi corazón: «Buscad mi rostro.» Tu rostro buscaré, Señor, no me escondas tu rostro. No rechaces con ira a tu siervo, que tú eres mi auxilio; no me deseches, no me abandones, Dios de mi salvación. Si mi padre y mi madre me abandonan, el Señor me recogerá. Señor, enséñame tu camino, guíame por la senda llana, porque tengo enemigos. No me entregues a la saña de mi adversario, porque se levantan contra mí testigos falsos, que respiran violencia. Espero gozar de la dicha del Señor en el país de la vida. Espera en el Señor, sé valiente, ten ánimo, espera en el Señor. Ant. Tu rostro buscaré Señor, no me escondas tu rostro. Ant 3. Él es el primogénito de toda creatura, es el primero en todo. Cántico: HIMNO A CRISTO, PRIMOGÉNITO DE TODA CREATURA Y PRIMER RESUCITADO DE ENTRE LOS MUERTOS. Cf. Col 1, 12-20 Damos gracias a Dios Padre, que nos ha hecho capaces de compartir la herencia del pueblo santo en la luz.
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Él nos ha sacado del dominio de las tinieblas, y nos ha trasladado al reino de su Hijo querido, por cuya sangre hemos recibido la redención, el perdón de los pecados. Él es imagen de Dios invisible, primogénito de toda creatura; pues por medio de él fueron creadas todas las cosas: celestes y terrestres, visibles e invisibles, Tronos, Dominaciones, Principados, Potestades; todo fue creado por él y para él. Él es anterior a todo, y todo se mantiene en él. Él es también la cabeza del cuerpo de la Iglesia. Él es el principio, el primogénito de entre los muertos, y así es el primero en todo. Porque en él quiso Dios que residiera toda plenitud. Y por él quiso reconciliar consigo todas las cosas: haciendo la paz por la sangre de su cruz con todos los seres, así del cielo como de la tierra. Ant. Él es el primogénito de toda creatura, es el primero en todo. LECTURA BREVE St 1, 22. 25 Llevad a la práctica la palabra y no os limitéis a escucharla, engañándoos a vosotros mismos. El que se concentra en el estudio de la ley perfecta (la que hace libre) y es constante no como oyente olvidadizo, sino para ponerla por obra, éste encontrará la felicidad en practicarla. RESPONSORIO BREVE V. Sálvame, Señor, y ten misericordia de mí. R. Sálvame, Señor, y ten misericordia de mí.
V. No arrebates mi alma con los pecadores. R. Ten misericordia de mí. V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R. Sálvame, Señor, y ten misericordia de mí.
ORACIÓN
Ant. El Poderoso ha hecho obras grandes por mí: su nombre es santo. Cántico de María. (Pág.10)
Escucha, Señor, nuestras súplicas y protégenos durante el día y durante la noche: tú que eres siempre inmutable, da firmeza a los que vivimos sujetos a la sucesión de los tiempos y de las horas. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
PRECES
CONCLUSIÓN
Oremos, hermanos, a Dios Padre, que en su amor nos mira como hijos, y digámosle:
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R. Amén.
CÁNTICO EVANGÉLICO
Acuérdate, Señor, de tu Iglesia: guárdala de todo mal y haz que crezca en tu amor. Que todos los pueblos, Señor, te reconozcan como al único Dios verdadero, y a Jesucristo como al Salvador que tú has enviado. A nuestros parientes y bienhechores concédeles tus bienes y que tu bondad les dé la vida eterna. Te pedimos, Señor, por los trabajadores que sufren: alivia sus dificultades y haz que todos los hombres reconozcan su dignidad. Se pueden añadir algunas intenciones libres. En tu misericordia acoge a los que hoy han muerto y dales posesión de tu reino. Unidos fraternalmente como hermanos de una misma familia, invoquemos a nuestro Padre común: Padre nuestro...
Jueves LAUDES INVOCACIÓN INICIAL V. Señor abre mis labios R. Y mi boca proclamará tu alabanza INVITATORIO (Optativo, pág.5) HIMNO Cristo, cabeza, rey de los pastores, el pueblo entero, madrugando a fiesta, canta a la gloria de tu sacerdote himnos sagrados. Con abundancia de sagrado crisma, la unción profunda de tu Santo Espíritu lo armó guerrero y lo nombró en la Iglesia jefe del pueblo.
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El fue pastor y forma del rebaño, luz para el ciego, báculo del pobre, padre común, presencia providente, todo de todos. Tú que coronas sus merecimientos, danos la gracia de imitar su vida, y al fin, sumisos a su magisterio, danos su gloria. Amén. SALMODIA Ant 1. Despertad, cítara y arpa; despertaré a la aurora. Salmo 56 - ORACIÓN MATUTINA DE UN AFLIGIDO Misericordia, Dios mío, misericordia, que mi alma se refugia en ti; me refugio a la sombra de tus alas mientras pasa la calamidad. Invoco al Dios Altísimo, al Dios que hace tanto por mí: desde el cielo me enviará la salvación, confundirá a los que ansían matarme, enviará su gracia y su lealtad. Estoy echado entre leones devoradores de hombres; sus dientes son lanzas y flechas, su lengua es una espada afilada. Elévate sobre el cielo, Dios mío, y llene la tierra tu gloria. Han tendido una red a mis pasos para que sucumbiera; me han cavado delante una fosa, pero han caído en ella. Mi corazón está firme, Dios mío, mi corazón está firme. Voy a cantar y a tocar: despierta, gloria mía;
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despertad, cítara y arpa; despertaré a la aurora. Te daré gracias ante los pueblos, Señor; tocaré para ti ante las naciones: por tu bondad, que es más grande que los cielos; por tu fidelidad, que alcanza a las nubes. Elévate sobre el cielo, Dios mío, y llene la tierra tu gloria. Ant. Despertad, cítara y arpa; despertaré a la aurora. Ant 2. «Mi pueblo se saciará de mis bienes», dice el Señor. Cántico: FELICIDAD DEL PUEBLO REDIMIDO Jr 31, 10-14 Escuchad, pueblos, la palabra del Señor, anunciadla en las islas remotas: «El que dispersó a Israel lo reunirá, lo guardará como un pastor a su rebaño; porque el Señor redimió a Jacob, lo rescató de una mano más fuerte.» Vendrán con aclamaciones a la altura de Sión, afluirán hacia los bienes del Señor: hacia el trigo y el vino y el aceite, y los rebaños de ovejas y de vacas; su alma será como un huerto regado, y no volverán a desfallecer. Entonces se alegrará la doncella en la danza, gozarán los jóvenes y los viejos; convertiré su tristeza en gozo, los alegraré y aliviaré sus penas; alimentaré a los sacerdotes con manjares sustanciosos, y mi pueblo se saciará de mis bienes. Ant. «Mi pueblo se saciará de mis bienes», dice el Señor. Ant 3. Grande es el Señor y muy digno de alabanza en la ciudad de nuestro Dios.
Salmo 47 - HIMNO A LA GLORIA DE JERUSALÉN Grande es el Señor y muy digno de alabanza en la ciudad de nuestro Dios, su monte santo, altura hermosa, alegría de toda la tierra: el monte Sión, vértice del cielo, ciudad del gran rey; entre sus palacios, Dios descuella como un alcázar. Mirad: los reyes se aliaron para atacarla juntos; pero, al verla, quedaron aterrados y huyeron despavoridos; allí los agarró un temblor y dolores como de parto; como un viento del desierto, que destroza las naves de Tarsis. Lo que habíamos oído lo hemos visto en la ciudad del Señor de los ejércitos, en la ciudad de nuestro Dios: que Dios la ha fundado para siempre. ¡Oh Dios!, meditamos tu misericordia en medio de tu templo: como tu renombre, ¡oh Dios!, tu alabanza llega al confín de la tierra; tu diestra está llena de justicia: el monte Sión se alegra, las ciudades de Judá se gozan con tus sentencias. Dad la vuelta en torno a Sión, contando sus torreones; fijaos en sus baluartes, observad sus palacios, para poder decirle a la próxima generación: «Este es el Señor, nuestro Dios.»
Él nos guiará por siempre jamás. Ant. Grande es el Señor y muy digno de alabanza en la ciudad de nuestro Dios. LECTURA BREVE Hb 13,7-9a Acordaos de aquellos superiores vuestros que os expusieron la palabra de Dios: reflexionando sobre el desenlace de su vida, imitad su fe. Jesucristo es el mismo hoy que ayer, y para siempre. No os dejéis extraviar por doctrinas llamativas y extrañas. RESPONSORIO BREVE V. Sobre tus murallas, Jerusalén, he colocado centinelas. R. Sobre tus murallas, Jerusalén, he colocado centinelas. V. Ni de día ni de noche dejarán de anunciar el nombre del Señor. R. He colocado centinelas. V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R. Sobre tus murallas, Jerusalén, he colocado centinelas. CÁNTICO EVANGÉLICO Ant. ¡Ojalá tenga yo una íntima experiencia de Cristo, del poder de su resurrección y de la comunión con sus padecimientos! Cántico de Zacarías. (Pág.7) PRECES Demos gracias a Cristo, el buen pastor que entregó la vida por sus ovejas, y supliquémosle diciendo: Señor Jesucristo, tú que en los santos
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pastores nos has revelado tu misericordia y tu amor, haz que, por ellos, continúe llegando a nosotros tu acción misericordiosa. Señor Jesucristo, tú que a través de los santos pastores sigues siendo el único pastor de tu pueblo, no dejes de guiarnos siempre por medio de ellos.
Jueves - VÍSPERAS INVOCACIÓN INICIAL V. Dios mío, ven en mi auxilio R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.
Señor Jesucristo, tú que por medio de los santos pastores eres el médico de los cuerpos y de las almas, haz que nunca falten en tu Iglesia los ministros que nos guíen por las sendas de una vida santa.
HIMNO
Señor Jesucristo, tú que has adoctrinado a la Iglesia con la prudencia y el amor de los santos, haz que, guiados por nuestros pastores, progresemos en la santidad.
Es su voz y su amor el que nos llama en la voz del pastor que él ha elegido, es su amor infinito el que nos ama en la entrega y amor de este otro cristo.
Se pueden añadir algunas intenciones libres. Oremos confiadamente al Padre, como Cristo nos enseñó: Padre nuestro... ORACIÓN A ti, Señor, que eres la luz verdadera y la fuente misma de toda luz, te pedimos humildemente que meditando fielmente tu palabra vivamos siempre en la claridad de tu luz. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén. CONCLUSIÓN V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R. Amén.
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Cantemos al Señor con alegría, unidos a la voz del pastor santo; demos gracias a Dios, que es luz y guía, solícito pastor de su rebaño.
Conociendo en la fe su fiel presencia, hambrientos de verdad y luz divina, sigamos al pastor que es providencia de pastos abundantes que son vida. Apacienta, Señor, guarda a tus hijos, manda siempre a tu mies trabajadores; cada aurora, a la puerta del aprisco, nos aguarde el amor de tus pastores. Amén.
SALMODIA Ant 1. Señor, Dios mío, a ti grité, y tú me sanaste; te daré gracias por siempre. Salmo 29 - ACCIÓN DE GRACIAS POR LA CURACIÓN DE UN ENFERMO EN PELIGRO DE MUERTE. Te ensalzaré, Señor, porque me has librado y no has dejado que mis enemigos se rían de mí.
Señor, Dios mío, a ti grité, y tú me sanaste. Señor, sacaste mi vida del abismo, me hiciste revivir cuando bajaba a la fosa. Tañed para el Señor, fieles suyos, dad gracias a su nombre santo; su cólera dura un instante; su bondad, de por vida; al atardecer nos visita el llanto, por la mañana, el júbilo. Yo pensaba muy seguro: «No vacilaré jamás.» Tu bondad, Señor, me aseguraba el honor y la fuerza; pero escondiste tu rostro, y quedé desconcertado. A ti, Señor, llamé, supliqué a mi Dios: «¿Qué ganas con mi muerte, con que yo baje a la fosa?
Salmo 31 - ACCIÓN DE GRACIAS DE UN PECADOR PERDONADO. Dichoso el que está absuelto de su culpa, a quien le han sepultado su pecado; dichoso el hombre a quien el Señor no le apunta el delito. Mientras callé se consumían mis huesos, rugiendo todo el día, porque día y noche tu mano pesaba sobre mí; mi savia se me había vuelto un fruto seco. Había pecado, lo reconocí, no te encubrí mi delito; propuse: «Confesaré al Señor mi culpa», y tú perdonaste mi culpa y mi pecado. Por eso, que todo fiel te suplique en el momento de la desgracia: la crecida de las aguas caudalosas no lo alcanzará.
¿Te va a dar gracias el polvo, o va a proclamar tu lealtad? Escucha, Señor, y ten piedad de mí; Señor, socórreme.»
Tú eres mi refugio, me libras del peligro, me rodeas de cantos de liberación.
Cambiaste mi luto en danzas, me desataste el sayal y me has vestido de fiesta; te cantará mi alma sin callarse. Señor, Dios mío, te daré gracias por siempre.
No seáis irracionales como caballos y mulos, cuyo brío hay que domar con freno y brida; si no, no puedes acercarte.
Ant. Señor, Dios mío, a ti grité, y tú me sanaste; te daré gracias por siempre. Ant 2. Dichoso el hombre a quien el Señor no le apunta el delito.
Te instruiré y te enseñaré el camino que has de seguir, fijaré en ti mis ojos.
Los malvados sufren muchas penas; al que confía en el Señor, la misericordia lo rodea. Alegraos, justos, y gozad con el Señor, aclamadlo, los de corazón sincero. Ant. Dichoso el hombre a quien el Señor no le apunta el delito. Ant 3. El Señor le dio el poder, el honor y el reino, y todos los pueblos le servirán.
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Cántico: EL JUICIO DE DIOS Ap. 11, 17-18; 12, 10b-12a Gracias te damos, Señor Dios omnipotente, el que eres y el que eras, porque has asumido el gran poder y comenzaste a reinar. Se encolerizaron las naciones, llegó tu cólera, y el tiempo de que sean juzgados los muertos, y de dar el galardón a tus siervos los profetas, y a los santos y a los que temen tu nombre, y a los pequeños y a los grandes, y de arruinar a los que arruinaron la tierra. Ahora se estableció la salud y el poderío, y el reinado de nuestro Dios, y la potestad de su Cristo; porque fue precipitado el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba ante nuestro Dios día y noche. Ellos le vencieron en virtud de la sangre del Cordero y por la palabra del testimonio que dieron, y no amaron tanto su vida que temieran la muerte. Por esto, estad alegres, cielos, y los que moráis en sus tiendas. Ant. El Señor le dio el poder, el honor y el reino, y todos los pueblos le servirán. LECTURA BREVE 1Pe 5, 1-4 A los presbíteros en esa comunidad, yo, presbítero como ellos, testigo de los sufrimientos de Cristo y partícipe de la gloria que va a descubrirse, os exhorto: Sed pastores del rebaño de Dios a vuestro cargo, gobernándolo, no a la fuerza, sino de buena gana, como Dios quiere, no por
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sórdida ganancia, sino con generosidad, no como dominadores sobre la heredad de Dios, sino convirtiéndoos en modelos del rebaño. Y, cuando aparezca el supremo Pastor, recibiréis la corona de gloria que no se marchita. RESPONSORIO BREVE V. Éste es el que ama a sus hermanos, el que ora mucho por su pueblo. R. Éste es el que ama a sus hermanos, el que ora mucho por su pueblo. V. El que entregó su vida por sus hermanos. R. El que ora mucho por su pueblo. V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R. Éste es el que ama a sus hermanos, el que ora mucho por su pueblo. CÁNTICO EVANGÉLICO Ant. ¿De qué le sirve al hombre ganar todo el mundo si arruina su vida? Cántico de María. (Pág.10) PRECES Glorifiquemos a Cristo, constituido pontífice en favor de los hombres en lo que se refiere a Dios, y supliquémosle humildemente diciendo: Tú que por medio de pastores santos y eximios has glorificado a tu Iglesia, haz que todos los cristianos resplandezcan por su virtud. Tú que por la oración de los santos pastores, que a semejanza de Moisés oraban por el pueblo, perdonaste los pecados de tus fieles, purifica y santifica también ahora a la santa Iglesia por la intercesión de los santos.
Tú que de entre los fieles elegiste a los santos pastores y, por tu Espíritu, los consagraste como ministros en bien de sus hermanos, llena también de tu Espíritu a todos los pastores del pueblo de Dios.
Viernes
Tú que fuiste la heredad de los santos pastores, no permitas que ninguno de los que fueron adquiridos por tu sangre viva alejado de ti.
V. Señor abre mis labios R. Y mi boca proclamará tu alabanza
Se pueden añadir algunas intenciones libres.
LAUDES INVOCACIÓN INICIAL
INVITATORIO (Optativo, pág.5) HIMNO
Tú que por medio de los pastores de la Iglesia das la vida eterna a tus ovejas para que nadie las arrebate de tu mano, salva a los difuntos, por quienes entregaste tu vida.
Edificaste una torre para tu huerta florida; un lagar para tu vino y, para el vino, una viña.
Digamos juntos la oración que Cristo nos enseñó como modelo de toda oración: Padre nuestro...
Y la viña no dio uvas, ni el lagar buena bebida: sólo racimos amargos y zumos de amarga tinta.
ORACIÓN Al ofrecerte, Señor, nuestro sacrificio vespertino de alabanza, te pedimos humildemente que, meditando día y noche en tu palabra, consigamos un día la luz y el premio de la vida eterna. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén. CONCLUSIÓN V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R. Amén.
Edificaste una torre, Señor, para tu guarida; un huerto de dulces frutos, una noria de aguas limpias, un blanco silencio de horas y un verde beso de brisas. Y esta casa que es tu torre, este mi cuerpo de arcilla, esta sangre que es tu sangre y esta herida que es tu herida te dieron frutos amargos, amargas uvas y espinas. ¡Rompe, Señor, tu silencio, rompe tu silencio y grita! Que mi lagar enrojezca cuando tu planta lo pise, y que tu mesa se endulce con el vino de tu viña. Amén.
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SALMODIA Ant 1. Aceptarás los sacrificios, ofrendas y holocaustos, sobre tu altar, Señor. Salmo 50 - CONFESIÓN DEL PECADOR ARREPENTIDO Misericordia, Dios mío, por tu bondad; por tu inmensa compasión borra mi culpa; lava del todo mi delito, limpia mi pecado. Pues yo reconozco mi culpa, tengo siempre presente mi pecado: contra ti, contra ti solo pequé, cometí la maldad que aborreces. En la sentencia tendrás razón, en el juicio brillará tu rectitud. Mira, que en la culpa nací, pecador me concibió mi madre. Te gusta un corazón sincero, y en mi interior me inculcas sabiduría. Rocíame con el hisopo: quedaré limpio; lávame: quedaré más blanco que la nieve. Hazme oír el gozo y la alegría, que se alegren los huesos quebrantados. Aparta de mi pecado tu vista, borra en mí toda culpa. ¡Oh Dios!, crea en mí un corazón puro, renuévame por dentro con espíritu firme; no me arrojes lejos de tu rostro, no me quites tu santo espíritu. Devuélveme la alegría de tu salvación, afiánzame con espíritu generoso: enseñaré a los malvados tus caminos, los pecadores volverán a ti. Líbrame de la sangre, ¡oh Dios, Dios, Salvador mío!, y cantará mi lengua tu justicia.
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Señor, me abrirás los labios, y mi boca proclamará tu alabanza. Los sacrificios no te satisfacen; si te ofreciera un holocausto, no lo querrías. Mi sacrificio es un espíritu quebrantado: un corazón quebrantado y humillado tú no lo desprecias. Señor, por tu bondad, favorece a Sión, reconstruye las murallas de Jerusalén: entonces aceptarás los sacrificios rituales, ofrendas y holocaustos, sobre tu altar se inmolarán novillos. Ant. Aceptarás los sacrificios, ofrendas y holocaustos, sobre tu altar, Señor. Ant 2. Con el Señor triunfará y se gloriará la estirpe de Israel. Cántico: QUE LOS PUEBLOS TODOS SE CONVIERTAN AL SEÑOR. Is 45, 15-25 Es verdad: tú eres un Dios escondido, el Dios de Israel, el Salvador. Se avergüenzan y se sonrojan todos por igual, se van avergonzados los fabricantes de ídolos; mientras el Señor salva a Israel con una salvación perpetua, para que no se avergüencen ni se sonrojennunca jamás. Así dice el Señor, creador del cielo - él es Dios -, él modeló la tierra, la fabricó y la afianzó; no la creó vacía, sino que la formó habitable: «Yo soy el Señor y no hay otro.» No te hablé a escondidas, en un país tenebroso, no dije a la estirpe de Jacob: «Buscadme en el vacío.»
Yo soy el Señor que pronuncia sentencia y declara lo que es justo. Reuníos, venid, acercaos juntos, supervivientes de las naciones. No discurren los que llevan su ídolo de madera, y rezan a un dios que no puede salvar. Declarad, aducid pruebas, que deliberen juntos: ¿Quién anunció esto desde antiguo, quién lo predijo desde entonces? ¿No fui yo, el Señor? - No hay otro Dios fuera de mí -. Yo soy un Dios justo y salvador, y no hay ninguno más. Volveos hacia mí para salvaros, confines de la tierra, pues yo soy Dios y no hay otro. Yo juro por mi nombre, de mi boca sale una sentencia, una palabra irrevocable: «Ante mí se doblará toda rodilla, por mí jurará toda lengua», dirán: «Sólo el Señor tiene la justicia y el poder.» A él vendrán avergonzados los que se enardecían contra él, con el Señor triunfará y se gloriará la estirpe de Israel. Ant. Con el Señor triunfará y se gloriará la estirpe de Israel. Ant 3. Entrad en la presencia del Señor con aclamaciones. Salmo 99 - ALEGRÍA DE LOS QUE ENTRAN EN EL TEMPLO. Aclama al Señor, tierra entera, servid al Señor con alegría,
entrad en su presencia con aclamaciones. Sabed que el Señor es Dios: que él nos hizo y somos suyos, su pueblo y ovejas de su rebaño. Entrad por sus puertas con acción de gracias, por sus atrios con himnos, dándole gracias y bendiciendo su nombre: «El Señor es bueno, su misericordia es eterna, su fidelidad por todas las edades.» Ant. Entrad en la presencia del Señor con aclamaciones. LECTURA BREVE Ef 4, 29-32 No salga de vuestra boca palabra desedificante, sino la que sirva para la necesaria edificación, comunicando la gracia a los oyentes. Y no provoquéis más al santo Espíritu de Dios, con el cual fuisteis marcados para el día de la redención. Desterrad de entre vosotros todo exacerbamiento, animosidad, ira, pendencia, insulto y toda clase de maldad. Sed, por el contrario, bondadosos y compasivos unos con otros, y perdonaos mutuamente como también Dios os ha perdonado en Cristo. RESPONSORIO BREVE V. En la mañana hazme escuchar tu gracia. R. En la mañana hazme escuchar tu gracia. V. Indícame el camino que he de seguir. R. Hazme escuchar tu gracia. V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
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R. En la mañana hazme escuchar tu gracia.
Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
CÁNTICO EVANGÉLICO
CONCLUSIÓN
Ant. El Señor ha visitado y redimido a su pueblo. Cántico de Zacarías. (Pág.7)
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R. Amén.
PRECES Adoremos a Cristo, que salvó al mundo con su cruz, y supliquémosle diciendo: Señor Jesucristo, cuya claridad es nuestro sol y nuestro día, haz que, desde el amanecer, desaparezca de nosotros todo sentimiento malo. Vela, Señor, sobre nuestros pensamientos, palabras y obras, a fin de que nuestro día sea agradable ante tus ojos. Aparta de nuestros pecados tu vista, y borra en nosotros toda culpa. Por tu cruz y tu resurrección, llénanos del gozo del Espíritu Santo. Se pueden añadir algunas intenciones libres. Ya que somos hijos de Dios, oremos a nuestro Padre como Cristo nos enseñó: Padre nuestro... ORACIÓN Dios misericordioso, que has iluminado las tinieblas de nuestra ignorancia con la luz de tu palabra: acrecienta en nosotros la fe que tu mismo nos has dado; que ninguna tentación pueda nunca destruir el ardor de la fe y de la caridad que tu gracia ha encendido en nuestro Espíritu. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu
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Viernes - VÍSPERAS INVOCACIÓN INICIAL V. Dios mío, ven en mi auxilio R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya. HIMNO Calor de Dios en sangre redentora, y un río de piedad en tu costado; bajo tu cruz quédeme arrodillado, con ansia y gratitud siempre deudora. Conózcate, oh Cristo, en esta hora de tu perdón; mi beso apasionado, de ardientes labios en tu pie clavado, sea flecha de amor y paz de aurora. Conózcame en tu vía dolorosa y conozca, Señor, en los fulgores de tus siete palabras, mi caída; que en esta cruz pujante y misteriosa pongo, sobre el amor de mis amores, el amor entrañable de mi vida. Amén. SALMODIA Ant 1. Sáname, Señor, porque he pecado contra ti.
Salmo 40 - ORACIÓN DE UN ENFERMO
Ant 2. El Señor de los ejércitos está con nosotros, nuestro alcázar es el Dios de Jacob.
Dichoso el que cuida del pobre y desvalido; en el día aciago lo pondrá a salvo el Señor.
Salmo 45 - DIOS, REFUGIO Y FORTALEZA DE SU PUEBLO
El Señor lo guarda y lo conserva en vida, para que sea dichoso en la tierra, y no lo entrega a la saña de sus enemigos. El Señor lo sostendrá en el lecho del dolor, calmará los dolores de su enfermedad. Yo dije: «Señor, ten misericordia, sáname, porque he pecado contra ti.» Mis enemigos me desean lo peor; «A ver si se muere y se acaba su apellido.» El que viene a verme habla con fingimiento, disimula su mala intención, y cuando sale afuera, la dice. Mis adversarios se reúnen a murmurar contra mí, hacen cálculos siniestros: «Padece un mal sin remedio, se acostó para no levantarse.» Incluso mi amigo, de quien yo me fiaba, que compartía mi pan, es el primero en traicionarme. Pero tú, Señor, apiádate de mí, haz que pueda levantarme, para que yo les dé su merecido. En esto conozco que me amas: en que mi enemigo no triunfa de mí. A mí, en cambio, me conservas la salud, me mantienes siempre en tu presencia. Bendito el Señor, Dios de Israel, ahora y por siempre. Amén, amén. Ant. Sáname, Señor, porque he pecado contra ti.
Dios es nuestro refugio y nuestra fuerza, poderoso defensor en el peligro. Por eso no tememos aunque tiemble la tierra y los montes se desplomen en el mar. Que hiervan y bramen sus olas, que sacudan a los montes con su furia: El Señor de los ejércitos está con nosotros, nuestro alcázar es el Dios de Jacob. El correr de las acequias alegra la ciudad de Dios, el Altísimo consagra su morada. Teniendo a Dios en medio, no vacila; Dios la socorre al despuntar la aurora. Los pueblos se amotinan, los reyes se rebelan; pero él lanza su trueno y se tambalea la tierra. El Señor de los ejércitos está con nosotros, nuestro alcázar es el Dios de Jacob. Venid a ver las obras del Señor, las maravillas que hace en la tierra: Pone fin a la guerra hasta el extremo del orbe, rompe los arcos, quiebra las lanzas, prende fuego a los escudos. «Rendíos, reconoced que yo soy Dios: más alto que los pueblos, más alto que la tierra.» El Señor de los ejércitos está con nosotros, nuestro alcázar es el Dios de Jacob. Ant. El Señor de los ejércitos está con nosotros, nuestro alcázar es el Dios de Jacob.
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Ant 3. Vendrán todas las naciones y se postrarán en tu acatamiento, Señor. Cántico: CANTO DE LOS VENCEDORES Ap 15, 3-4 Grandes y maravillosas son tus obras, Señor, Dios omnipotente, justos y verdaderos tus caminos, ¡oh Rey de los siglos! ¿Quién no temerá, Señor, y glorificará tu nombre? Porque tú solo eres santo, porque vendrán todas las naciones y se postrarán en tu acatamiento, porque tus juicios se hicieron manifiestos. Ant. Vendrán todas las naciones y se postrarán en tu acatamiento, Señor. LECTURA BREVE Rm 15, 1-3 Los fuertes debemos sobrellevar las flaquezas de los débiles, sin complacernos a nosotros mismos. Cada uno cuide de complacer al prójimo para su bien, para su edificación; que Cristo no buscó su propia complacencia, según está escrito: «sobre mí cayeron los ultrajes de quienes te ultrajaron». RESPONSORIO BREVE V. Cristo nos ama y nos ha absuelto por la virtud de su sangre. R. Cristo nos ama y nos ha absuelto por la virtud de su sangre. V. Y ha hecho de nosotros reino y sacerdotes para el Dios y Padre suyo. R. Por la virtud de su sangre. V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
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R. Cristo nos ama y nos ha absuelto por la virtud de su sangre. CÁNTICO EVANGÉLICO Ant. El Señor nos auxilia a nosotros, sus siervos, acordándose de su misericordia. Cántico de María. (Pág.10) PRECES Bendigamos a Dios que escucha con amor la oración de los humildes y a los hambrientos los colma de bienes; digámosle confiados: Señor, Padre lleno de amor, te pedimos por todos los miembros de la iglesia que sufren: acuérdate que por ellos, Cristo, cabeza de la Iglesia, ofreció en la cruz el verdadero sacrificio vespertino. Libra a los encarcelados, ilumina a los que viven en tinieblas, sé la ayuda de las viudas y de los huérfanos, y haz que todos nos preocupemos de los que sufren. Concede a tus hijos la fuerza necesaria para resistir las tentaciones del Maligno. Acude en nuestro auxilio, Señor, cuando llegue la hora de nuestra muerte: que seamos fieles hasta el fin y dejemos este mundo en tu paz. Se pueden añadir algunas intenciones libres. Conduce a los difuntos a la luz donde tu habitas para que puedan contemplarte eternamente. Fieles a la recomendación del Salvador, nos atrevemos a decir: Padre nuestro...
ORACIÓN Te pedimos, Señor, que los que hemos sido aleccionados con los ejemplos de la pasión de tu Hijo estemos siempre dispuestos a cargar con su yugo llevadero y con su carga ligera. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén. CONCLUSIÓN V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R. Amén.
Sábado LAUDES INVOCACIÓN INICIAL V. Señor abre mis labios R. Y mi boca proclamará tu alabanza INVITATORIO (Optativo, pág.5) HIMNO En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu, salimos de la noche y estrenamos la aurora; saludamos el gozo de la luz que nos llega resucitada y resucitadora. Tu mano acerca el fuego a la tierra sombría, y el rostro de las cosas se alegra en tu presencia; silabeas el alba igual que una palabra, tu pronuncias el mar como sentencia.
Regresa, desde el sueño, el hombre a su memoria, acude a su trabajo, madruga a sus dolores; le confías la tierra, y a la tarde la encuentras rica de pan y amarga de sudores. Y tú te regocijas, oh Dios, y tu prolongas en sus pequeñas manos tus manos poderosas, y estáis de cuerpo entero los dos así creando, los dos así velando por las cosas. ¡Bendita la mañana que trae la noticia de tu presencia joven, en gloria y poderío, la serena certeza con que el día proclama que el sepulcro de Cristo está vacío! Amén. SALMODIA Ant 1. Me adelanto a la aurora pidiendo auxilio. Salmo 118, 145-152 TE INVOCO DE TODO CORAZÓN Te invoco de todo corazón; respóndeme, Señor, y guardaré tus leyes; a ti grito: sálvame, y cumpliré tus decretos; me adelanto a la aurora pidiendo auxilio, esperando tus palabras. Mis ojos se adelantan a las vigilias de la noche, meditando tu promesa; escucha mi voz por tu misericordia, con tus mandamientos dame vida; ya se acercan mis inicuos perseguidores, están lejos de tu voluntad.
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Tú, Señor, estás cerca, y todos tus mandatos son estables; hace tiempo comprendí que tus preceptos los fundaste para siempre. Ant. Me adelanto a la aurora pidiendo auxilio. Ant 2. Mi fuerza y mi poder es el Señor, él fue mi salvación. Cántico: HIMNO A DIOS, DESPUÉS DE LA VICTORIA DEL MAR ROJO Ex 15, 1-4. 8-13. 17-18 Cantaré al Señor, sublime es su victoria, caballos y carros ha arrojado en el mar. Mi fuerza y mi poder es el Señor, él fue mi salvación. Él es mi Dios: yo lo alabaré; el Dios de mis padres: yo lo ensalzaré. El Señor es un guerrero, su nombre es «El Señor». Los carros del faraón los lanzó al mar, ahogó en el mar rojo a sus mejores capitanes. Al soplo de tu ira se amontonaron las aguas, las corrientes se alzaron como un dique, las olas se cuajaron en el mar. Decía el enemigo: «Los perseguiré y alcanzaré, repartiré el botín, se saciará mi codicia, empuñaré la espada, los agarrará mi mano.» Pero sopló tu aliento y los cubrió el mar, se hundieron como plomo en las aguas formidables. ¿Quién como tú, Señor, entre los dioses? ¿Quién como tu, terrible entre los santos, temibles por tus proezas, autor de maravillas? Extendiste tu diestra: se los tragó la tierra;
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guiaste con misericordia a tu pueblo rescatado, los llevaste con tu poder hasta tu santa morada. Lo introduces y lo plantas en el monte de tu heredad, lugar del que hiciste tu trono, Señor; santuario, Señor, que fundaron tus manos. El Señor reina por siempre jamás. Ant. Mi fuerza y mi poder es el Señor, él fue mi salvación. Ant 3. Alabad al Señor, todas las naciones. Salmo 116 - INVITACIÓN UNIVERSAL A LA ALABANZA DIVINA Alabad al Señor, todas las naciones, aclamadlo, todos los pueblos: Firme es su misericordia con nosotros, su fidelidad dura por siempre. Ant. Alabad al Señor, todas las naciones. LECTURA BREVE 2Pe 1,10-11 Hermanos, poned más empeño todavía en consolidar vuestra vocación y elección. Si hacéis así, nunca jamás tropezaréis; de este modo se os concederá generosamente la entrada en el reino eterno de nuestro Señor y salvador Jesucristo. RESPONSORIO BREVE V. A ti grito, Señor, tú eres mi refugio. R. A ti grito, Señor, tú eres mi refugio. V. Mi heredad en el país de la vida. R. Tú eres mi refugio. V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R. A ti grito, Señor, tú eres mi refugio.
CÁNTICO EVANGÉLICO Ant. Ilumina, Señor, a los que viven en tiniebla y en sombra de muerte. Cántico de Zacarías. (Pág.7)
y podamos llegar un día a la luz que no tiene fin. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
PRECES
CONCLUSIÓN
Bendigamos a Cristo que para ser ante Dios el pontífice misericordioso y fiel de los hombres se hizo en todo semejante a nosotros, y supliquémosle diciendo:
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R. Amén.
Señor, sol de justicia, que nos iluminaste en el bautismo, te consagramos este nuevo día. Que sepamos bendecirte en cada uno de los momentos de nuestra jornada y glorifiquemos tu nombre con cada una de nuestras acciones.
Sábado - VÍSPERAS
Tú que tuviste por madre a María, siempre dócil a tu palabra, encamina hoy nuestros pasos para que obremos también como ella según tu voluntad. Haz que mientras vivimos aún en este mundo que pasa anhelemos la vida eterna y por la fe, la esperanza y el amor vivamos ya contigo en tu reino.
INVOCACIÓN INICIAL V. Dios mío, ven en mi auxilio R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya. HIMNO ¿Quién es este que viene, recién atardecido, cubierto por su sangre como varón que pisa los racimos?
Se pueden añadir algunas intenciones libres.
Éste es Cristo, el Señor, que venció nuestra muerte con su resurrección.
Con la misma confianza que tienen los hijos con su padre, acudamos nosotros a nuestro Dios, diciéndole: Padre nuestro...
¿Quién es este que vuelve, glorioso y malherido, y, a precio de su muerte, compra la paz y libra a los cautivos?
ORACIÓN
Éste es Cristo, el Señor, que venció nuestra muerte con su resurrección.
Te pedimos, Señor, que la claridad de la resurrección de tu Hijo ilumine las dificultades de nuestra vida; que no temamos ante la oscuridad de la muerte
Se durmió con los muertos, y reina entre los vivos;
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no le venció la fosa, porque el Señor sostuvo a su elegido. Este es Cristo, el Señor, que venció nuestra muerte con su resurrección. Anunciad a los pueblos qué habéis visto y oído; aclamad al que viene como la paz, bajo un clamor de olivos. Este es Cristo, el Señor, que venció nuestra muerte con su resurrección. Amén. SALMODIA Ant 1. Lámpara es tu palabra para mis pasos, luz en mi sendero. Aleluya. Salmo 118, 105-112 HIMNO A LA LEY DIVINA Lámpara es tu palabra para mis pasos, luz en mi sendero; lo juro y lo cumpliré: guardaré tus justos mandamientos; ¡estoy tan afligido! Señor, dame vida según tu promesa. Acepta, Señor, los votos que pronuncio, enséñame tus mandatos; mi vida está siempre en peligro, pero no olvido tu voluntad; los malvados me tendieron un lazo, pero no me desvié de tus decretos. Tus preceptos son mi herencia perpetua, la alegría de mi corazón; inclino mi corazón a cumplir tus leyes, siempre y cabalmente. Ant. Lámpara es tu palabra para mis pasos, luz en mi sendero. Aleluya. Ant 2. Me saciarás de gozo en tu presencia, Señor. Aleluya.
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Salmo 15 - CRISTO Y SUS MIEMBROS ESPERAN LA RESURRECCIÓN Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti; yo digo al Señor: «Tú eres mi bien.» Los dioses y señores de la tierra no me satisfacen. Multiplican las estatuas de dioses extraños; no derramaré sus libaciones con mis manos, ni tomaré sus nombres en mis labios. El Señor es mi heredad y mi copa; mi suerte está en tu mano: me ha tocado un lote hermoso, me encanta mi heredad. Bendeciré al Señor, que me aconseja, hasta de noche me instruye internamente. Tengo siempre presente al Señor, con él a mi derecha no vacilaré. Por eso se me alegra el corazón, se gozan mis entrañas, y mi carne descansa serena. Porque no me entregarás a la muerte, ni dejarás a tu fiel conocer la corrupción. Me enseñarás el sendero de la vida, me saciarás de gozo en tu presencia, de alegría perpetua a tu derecha. Ant. Me saciarás de gozo en tu presencia, Señor. Aleluya. Ant 3. Al nombre de Jesús toda rodilla se doble en el cielo y en la tierra. Aleluya. Cántico: CRISTO, SIERVO DE DIOS, EN SU MISTERIO PASCUAL - Flp 2, 6-11 Cristo, a pesar de su condición divina, no hizo alarde de su categoría de Dios, al contrario, se anonadó a sí mismo,
y tomó la condición de esclavo, pasando por uno de tantos. Y así, actuando como un hombre cualquiera, se rebajó hasta someterse incluso a la muerte y una muerte de cruz. Por eso Dios lo levantó sobre todoy le concedió el «Nombre-sobre-todo-nombre»; de modo que al nombre de Jesús toda rodilla se doble en el cielo, en la tierra, en el abismo y toda lengua proclame: Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre. Ant. Al nombre de Jesús toda rodilla se doble en el cielo y en la tierra. Aleluya. LECTURA BREVE Col 1, 3-6a Damos gracias a Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, en todo momento, rezando por vosotros, al oír hablar de vuestra fe en Jesucristo y del amor que tenéis a todos los santos, por la esperanza que os está reservada en los cielos, sobre la cual oísteis hablar por la palabra verdadera de la Buena Noticia, que se os hizo presente, y está dando fruto y prosperando en todo el mundo igual que entre vosotros. RESPONSORIO BREVE V. De la salida del sol hasta su ocaso, alabado sea el nombre del Señor. R. De la salida del sol hasta su ocaso, alabado sea el nombre del Señor. V. Su gloria se eleva sobre los cielos. R. Alabado sea el nombre del Señor. V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo R. De la salida del sol hasta su ocaso, alabado sea el nombre del Señor.
CÁNTICO EVANGÉLICO Ant. Tomad sobre vosotros mi yugo, y aprended de mí que soy manso y humilde de corazón. Cántico de María. (Pág.10) PRECES Demos gracias al Señor que ayuda y protege al pueblo que se ha escogido como heredad, y recordando su amor para con nosotros supliquémosle diciendo: Padre lleno de amor, te pedimos por el papa Francisco y por nuestro obispo Oscar (Patriarca Fouad); protégelos con tu fuerza y santifícalos con tu gracia. Que los enfermos vean en sus dolores una participación de la pasión de tu Hijo, para que así tengan también parte en su consuelo. Mira con piedad a los que no tienen techo donde cobijarse y haz que encuentren pronto el hogar que desean. Dígnate dar y conservar los frutos de la tierra para que a nadie falte el pan de cada día. Se pueden añadir algunas intenciones libres. Señor, ten piedad de los difuntos y ábreles la puerta de tu mansión eterna. Movidos por el Espíritu Santo, dirijamos al Padre la oración que Cristo nos enseñó: Padre nuestro... ORACIÓN Oh Dios, que por medio de la humillación de tu Hijo levantaste a la humanidad caída, conserva a tus fieles en continua alegría y concede los gozos del cielo a
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quienes has librado de la muerte eterna. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén CONCLUSIÓN V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R. Amén.
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COMPLETAS INVOCACIÓN INICIAL V. Dios mío, ven en mi auxilio R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya. EXAMEN DE CONCIENCIA Hermanos, habiendo llegado al final de esta jornada que Dios nos ha concedido, reconozcamos sinceramente nuestros pecados. Yo confieso ante Dios todopoderoso y ante ustedes, hermanos, que he pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y omisión: por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa. Por eso ruego a santa María, siempre Virgen, a los ángeles, a los santos y a ustedes, hermanos, que intercedan por mí ante Dios, nuestro Señor. V. El Señor todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna. R. Amén. HIMNO Cuando la luz del sol es ya poniente, gracias, Señor, es nuestra melodía; recibe, como ofrenda, amablemente, nuestro dolor, trabajo y alegría. Si poco fue el amor en nuestro empeño de darle vida al día que fenece, convierta en realidad lo que fue un sueño tu gran amor que todo lo engrandece. Tu cruz, Señor, redime nuestra suerte
de pecadora en justa, e ilumina la senda de la vida y de la muerte del hombre que en la fe lucha y camina. Jesús, Hijo del Padre, cuando avanza la noche oscura sobre nuestro día, concédenos la paz y la esperanza de esperar cada noche tu gran día. Amén. SALMODIA Ant 1. Mi carne descansa serena. Salmo 15 - CRISTO Y SUS MIEMBROS ESPERAN LA RESURRECCIÓN. Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti; yo digo al Señor: «Tú eres mi bien.» Los dioses y señores de la tierra no me satisfacen. Multiplican las estatuas de dioses extraños; no derramaré sus libaciones con mis manos, ni tomaré sus nombres en mis labios. El Señor es mi heredad y mi copa; mi suerte está en tu mano: me ha tocado un lote hermoso, me encanta mi heredad. Bendeciré al Señor, que me aconseja, hasta de noche me instruye internamente. Tengo siempre presente al Señor, con él a mi derecha no vacilaré. Por eso se me alegra el corazón, se gozan mis entrañas, y mi carne descansa serena. Porque no me entregarás a la muerte, ni dejarás a tu fiel conocer la corrupción. Me enseñarás el sendero de la vida, me saciarás de gozo en tu presencia, de alegría perpetua a tu derecha. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
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Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Mi carne descansa serena.
Ant. Sálvanos, Señor, despiertos, protégenos mientras dormimos, para que velemos con Cristo y descansemos en paz.
LECTURA BREVE 1Ts 5, 23 Que el mismo Dios de la paz los consagre totalmente y que todo vuestro ser, alma y cuerpo, sea custodiado sin reproche hasta la Parusía de nuestro Señor Jesucristo. RESPONSORIO BREVE V. En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu. R. En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu. V. Tú, el Dios leal, nos librarás. R. Te encomiendo mi espíritu. V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R. En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu. CÁNTICO EVANGÉLICO Ant. Sálvanos, Señor, despiertos, protégenos mientras dormimos, para que velemos con Cristo y descansemos en paz. CÁNTICO DE SIMEÓN
Lc 2, 29-32
Ahora, Señor, según tu promesa, puedes dejar a tu siervo irse en paz, porque mis ojos han visto a tu Salvador, a quien has presentado ante todos los pueblos luz para alumbrar a las naciones y gloria de tu pueblo Israel. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio,
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ORACIÓN Señor, Dios nuestro, concédenos un descanso tranquilo que restaure nuestras fuerzas, desgastadas ahora por el trabajo del día; así, fortalecidos con tu ayuda, te serviremos siempre con todo nuestro cuerpo y nuestro espíritu. Por Cristo nuestro Señor. Amén. BENDICIÓN V. El Señor todopoderoso nos conceda una noche tranquila y una santa muerte. R. Amén. ANTIFONA FINAL DE LA SANTISIMA VIRGEN Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra, Dios te salve. A ti llamamos los desterrados hijos de Eva, a ti suspiramos , gimiendo y llorando en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros tus ojos misericordiosos, y después de este destierro muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh clemente, oh piadosa, oh dulce Virgen María!
Cancionero Indice y canciones.
Entrada 1 AQUÍ ESTOY, SEÑOR Señor Jesús, quémanos con tu fuego, queremos dar tu luz a los demás; viviendo así alegres tu Evangelio sin que el dolor nos haga claudicar. AQUÍ ESTOY SEÑOR, DISPUESTO A TODO PARA CUMPLIR TU VOLUNTAD. IMPRIME EN MÍ EL SELLO DE TU FUEGO Y MÁNDAME A DAR TU LUZ. Señor Jesús, bríndanos mansedumbre y un corazón templado y fraternal, que pueda así servir a los que sufren, y caminar por siempre en la verdad. Señor Jesús, unidos en tu Iglesia, confianza y paz hallemos en la fe; su bendición nos dé la Virgen bella y vuelve hoy a ser Pentecostés.
2 CANCIÓN DE ZAQUEO El día es hoy, la hora es ya. Pronto, Jesús, por mi vida pasarás. Sé que tu amor es fuerte, quiero trepar y verte. Ven a mi casa, a mi hogar que hace tiempo guardo un lugar, y llevo dentro tantos deseos de conversar...
No sé por qué estoy aquí, quiero guardar tus ojos dentro de mí. Porque miraste hondo, lo comprendiste todo. El que me amó, sin despreciar, y me buscó y me vino a visitar, le devolvió a mis manos, un latido de hermano.
VEN A MI CASA, A MI HOGAR, QUE CON VOS SE VA A ILUMINAR, Y ESE RINCÓN OSCURO Y CERRADO SE ABRE DE PAR EN PAR Y SEA TUYO LO QUE ES MÍO, TUYO, MI HOGAR.
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3 CANTEMOS LA ALEGRÍA Cantemos la alegría de ser hijos de Dios y libres del pecado por obra del amor. Nacimos en la fuente del agua bautismal con una vida nueva de luz y eternidad. (bis) Brilló para nosotros la Pascua de Jesús, y fuimos otros Cristos marcados con su cruz. De Dios un templo somos, hermosa realidad, y habita en nuestras almas la misma Trinidad. (bis) Si la piedad de un Padre la humanidad salvó: respuesta y compromiso debemos a su amor. Señor, tu amor de Padre protéjanos del mal para alcanzar un día la patria celestial. (bis)
4 EL SEÑOR DE GALILEA Pon tu mano en la mano del Señor de Galilea, Pon tu mano en la mano del Señor que calma el mar. Es Jesús el que te va a cuidar, noche y día, sin cesar, Pon tu mano en la mano del Señor, que calma el mar. Pon tu pie en la huella del Señor de Galilea. Pon tu pie en la huella del Señor que calma el mar Es Jesús, el que te va a cuidar, noche y día sin cesar. Pon tu pie en la huella del Señor que calma el mar. Y en tus labios la palabra del Señor de Galilea. Y en tus labios la palabra del Señor que calma el mar. Es Jesús el que te va a cuidar, noche y día sin cesar. Y en tus labios la palabra del Señor que calma el mar.
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5 EN EL NOMBRE DE DIOS Aquí estamos Señor, en tu Casa otra vez ¡Que alegría volverte a encontrar! Vamos a compartir y expresar nuestra fe Como hermanos en torno al Altar. EN EL NOMBRE DE DIOS VAMOS A CELEBRAR EL MISTERIO DE LA SALVACIÓN; EL SEÑOR NOS DARÁ SU PALABRA Y SU PAN: ¡ES LA FIESTA DEL PUEBLO DE DIOS! Partiremos tu Pan, signo de comunión, Beberemos tu Vino de amor; Y a la vez sellarás con nosotros, Señor, Una Alianza que viene de Dios. Nos amaste, Señor, como nadie jamás Nos da fuerzas tu fidelidad; En la Mesa de Dios hoy nos transformarás En fermento de comunidad.
6. HOY TU ESPÍRITU SEÑOR HOY TU ESPÍRITU, SEÑOR, NOS CONGREGA EN LA UNIDAD, NOS DA FUERZAS PARA ANDAR, RENOVADOS EN TU AMOR. Santo Espíritu de Dios, de la paz y de la luz, que nos das a conocer, el misterio de Jesús, ven al fin a saciar, nuestra sed de paz. Este mundo en su dolor, clama ardiendo de ansiedad, que tu Espíritu de amor, lo conduzca a la verdad, ven al fin a reinar, cambia al mundo ya. Ni la carga de la cruz, nuestras fuerzas rendirá, la alegría que Tú das, nadie nos la ha de quitar, ven al fin a cantar, en mi voz: Amén
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7. QUE ALEGRÍA CUANDO ME DIJERON ¡QUE ALEGRÍA CUANDO ME DIJERON: “VAMOS A LA CASA DEL SEÑOR”! YA ESTÁN PISANDO NUESTROS PIES TUS UMBRALES JERUSALÉN. Jerusalén, estás fundada como ciudad bien compacta. Hacia ti suben las tribus, las tribus del Señor. Felicidad te auguramos, prosperidad al que te ama bienestar entre tus muros, en tus palacios haya paz. Por el amor a mis hermanos, voy a decir: la paz contigo. Por la casa del Señor te deseo todo bien. Jerusalén, ciudad de gloria, es la morada del Señor. Vivirá Dios con nosotros, su pueblo nuevo surgirá. En la ciudad, ya no habrá templo, su templo es Dios, el Poderoso. No habrá sol ni habrá más luna: su luz es la gloria de Dios. Gloria y honor a Dios, el Padre, y a Jesucristo, el Señor, y al Espíritu Divino, eternamente, Amén, Amén.
8 QUIERO OIR TU VOZ Siento que me habla el Señor, es como un clamor, quiere que me acerque más a Él. Quiero oír a mi Señor, quiero oír su voz, su Palabra quiero comprender. QUE SEPA YO ESCUCHAR, QUE SEPA TAMBIÉN VER QUE SEPA YO VIVIR, SEÑOR, TU PALABRA DE AMOR. Viene tu Palabra a mí, me alegra el corazón siento ya la vida que me da. Que se haga carne en mí, Señor, lo que me dices hoy, que sea yo testigo de tu amor.
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9 SEÑOR A TI CLAMAMOS Señor a Ti clamamos envíanos tu Salvador, confiados esperamos tu luz, tu vida y tu amor. VEN OH SEÑOR, DANOS TU PAZ, TU PUEBLO ANSIOSO CLAMA A TI. SOCÓRRENOS. NO TARDES MÁS. Anhelos del Mesías, tu pueblo eleva en su cantar, tristeza es nuestra vida, vivida sin tu paz. Recuerda tu promesa y tu deseo de salvar, inmensa es la tristeza de nuestro peregrinar. La espera del Mesías también nos viene a recordar, su última venida en gloria y majestad.
10 VUELVE A CASA Señor quiero contarte algo que me está pasando en medio de este silencio una voz me esta llamando. Es una voz que me dice que le diga a mis hermanos con gozo y con alegría poniendo mi canto en alto. VUELVE A CASA, HERMANO MÍO, VUELVE A CASA, QUE EL SEÑOR CON AMOR, SE ALEGRARÁ Y TE ABRAZARÁ. YA NO PIENSES EN AQUELLO, QUE UNA VEZ TE HIZO ALEJAR, PUES SABER ARREPENTIRSE, ES QUERER HALLAR LA PAZ. Si yo sé que vos hermano no estas cerca de Jesús Te invito a tomar mi mano y marchemos tras su cruz. Canta conmigo esta letra carga en tu espalda la cruz que el dolor de tus heridas es el camino a Jesús.
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Dones 11 CINCO PANES Y DOS PECES
13 ESTO QUE SOY, ESO TE DOY
Yo soy un mendigo de tu gracia, soy sólo un ladrón de tu amor. Perderte sería mi desgracia, no te vayas nunca mi Señor.
A veces te pregunto “¿por qué yo?” Y sólo me respondes “porque quiero”. Es un misterio Grande que nos llames. Así, tal como somos, a tu encuentro.
SEÑOR TENGO CINCO PANES Y DOS PECES, Y VEO TANTE HAMBRE A MI ALREDEDOR. LO PONGO EN TUS MANOS, DALE DE COMER A MIS HERMANOS, AQUÍ ESTÁ TU SIERVO MI SEÑOR. Y cuando te pierdo, pierdo la calma, soy un débil que se protege en Dios. En tu amor se limpia toda mi alma, soy un ambicioso, lléname de Vos.
12 MI REINO Mi reino es como un grano de mostaza, que alguien en la mesa sembrará y que cuando crezca será grande, las aves en él anidarán. Es también como la levadura, que toma en sus manos la mujer y que si la mezcla con la harina, fermenta y la masa hace crecer. Tú tienes mi reino entre tus manos, trabaja para que pueda ser, tú eres la semilla y el fermento, haz que otros en mí puedan creer.
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Entonces redescubro la verdad: mi vida, nuestra vida es tu tesoro. Se trata entonces sólo de ofrecerte con todo nuestro amor, esto que somos. ¿QUÉ TE DARÉ? ¿QUÉ TE DAREMOS? ¡SI TODO, TODO, ES TU REGALO! TE OFRECERÉ, TE OFRECEREMOS ESTO QUE SOMOS... ESTO QUE SOY, ¡ESO TE DOY! Esto que soy, eso es lo que te doy. Esto que somos es lo que te damos. Tú no desprecias nuestra vida humilde se trata de poner todo en tus manos. Aquí van mis trabajos y mi fe, mis mates, mis bajones y mis sueños, y todas las personas que me diste desde mi corazón te las ofrezco.
14 PADRE DE JESÚS BENDICE
15 SÉ COMO EL GRANO DE TRIGO
Este es el momento de alegrar la mesa con el vino y con el pan, en que ofreceremos y consagraremos, y en que hemos de comulgar.
SÉ COMO EL GRANO DE TRIGO QUE CAE, EN TIERRA Y DESAPARECE, Y AUNQUE TE DUELA LA MUERTE DE HOY, MIRA LA ESPIGA QUE CRECE.
Este es el momento de llegar confiados a la mesa del altar, porque tu Palabra vivificadora nos acaba de llamar.
Un trigal será mi Iglesia, que tomará mis entregas, fecundadas en la Sangre de Aquél, que dio su vida por ella.
PADRE DE JESÚS BENDICE LO QUE PRESENTAMOS HOY Y QUE AL PREPARAR LA MESA SE RENUEVE EL GOZO DE SABER TU AMOR. Pan de nuestra vida, pan de nuestras almas, pan de nuestra juventud, pan que hoy entregamos juntos como hermanos en señal de gratitud. Vino de la tierra, buena y generosa vino que ofrecemos hoy, lleva nuestras luchas, lleva nuestras penas, lleva nuestra sed de amor.
Ciudad nueva del amor, donde vivirá su pueblo, que de los brazos de su dueño nació sostenido de un madero. Yo mi vida he de entregar para aumentar la cosecha que el sembrador al final buscará y dejará ser eterna. Y un día al Padre volveré a descubrir el secreto de la semilla de trigo que fiel guardó su herencia en el Cielo.
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16 TE VENGO A OFRECER LA VIDA Te vengo a ofrecer la vida, todo lo que aprendí, todo mi trabajo, el amor que doy, las cosas que me hacen crecer. PAN Y VINO SON, SIGNOS DE TU AMOR, EN TU AMOR QUIERO VIVIR. YENDO EN TU PRESENCIA, SIGO TU CAMINO, COSAS QUE ME HACEN CRECER. Te vengo a ofrecer el llanto, todo lo que es mi sufrir, la paz que no tengo, lo que no sé hacer, las cosas que me hacen crecer.
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Comunión 17 ALIANZA
18 CANCIÓN DEL PERDÓN
Te amé con todo mi amor, te rescaté del horror y te curé en el desierto; calmé tu hambre y tu sed, con juramento sellé un pacto de amor eterno... Oh, ¿por qué entonces te rebelaste?, fueron sordos a mi voz tus oídos, y ahora estás tan sin luz, estás perdido.
Una vez más rezaré, de rodillas me pondré. Puede ser que una vez más Él me perdone. Le diré que lucho en vano, que pequé que soy humano, puede ser que una vez más, Él me perdone.
¿POR QUÉ NO VUELVES HIJO MÍO? SI ESTÁ EN MIS BRAZOS TU LUGAR, SI TÚ CONOCES EL CAMINO POR QUÉ, POR QUÉ ESPERAR. ¿POR QUÉ NO VUELVES PUEBLO MÍO? TE ABRO LA FUENTE DEL PERDÓN QUE RESPLANDEZCA NUESTRA ALIANZA, SERÁ UN LAZO DE AMOR.
PARA UN DIOS QUE CONOCIÓ LA TENTACIÓN, DE UN AMIGO LA TRAICIÓN, YO NO DUDO ME PERDONE DIOS, MI AMIGO. Hoy vi sufrir a mi hermano y no le tendí la mano puede ser que una vez más, Él me perdone. Lo vi pobre y desahuciado Yo con los brazos cruzados puede ser que una vez más Él me perdone.
Mi rayo resplandeció, tu corazón aprendió, que son mi amor y justicia probaste mi intimidad, mi luz que es miel de bondad para curar tu malicia. Oh, ¿por qué entonces te separaste?, Te apoyaste en lo que es nada y vacío, y ahora estás desolado, estás herido.
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19 COMO EN EMAÚS
20 EL HUERTO
Nos acercamos con alegría, a recibirte Señor Jesús. Con tu presencia nos iluminas como lo hiciste en Emaús. Necesitados de tu consuelo, vamos en busca del mismo Pan, que nos dejaste como alimento, en nuestro diario peregrinar.
Señor, el huerto aquel donde Tú rezabas con gran dolor se transformó. Ha dado frutos, ha dado amor, pues Tú lo regaste con el sudor, que te provocó el peso del pecado, hasta dejarte a Ti desangrado. Allí tu muerte había comenzado, para salvar a la humanidad, y al mismo hombre que te ha matado, para que nazca tu gran verdad.
TOMEN Y COMAN, ESTO ES MI CUERPO. TOMEN Y BEBAN, MI SANGRE ES. QUE CON USTEDES HOY YO ME ENTREGO Y CON USTEDES YO ME QUEDARÉ. ¡Que gran Misterio la Eucaristía! Principio y fuente de la unidad, que nos enseña a gustar la vida, y a compartirla con los demás. Gracias, Señor, por el Pan del Cielo, que recibimos de tu bondad. La Iglesia vive en tu mismo Cuerpo al celebrar este Memorial. Dale, Señor, a tu pueblo santo, Tu compañía y tu bendición, que en las tristezas y en el cansancio se fortalezca la comunión. Que seamos uno y el mundo crea, al ver creyentes de corazón, que sin medida su vida entregan como aprendimos de Vos, Señor.
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Señor, que día a día te traicionamos, perdónanos, perdónanos. Perdona todos nuestros pecados, y todas nuestras faltas de amor, hacia al amigo, hacia el hermano, hacia el que sufre por el dolor, por todo nuestro género humano sin distinción de edad ni color. Perdona cuando no te escuchamos, perdón por todo, perdón, Señor. Señor, somos cobardes y te negamos, Porque no tenemos valor. Pues no entendemos que ser cristianos Quiere decir morir por vos, Por el amigo, por el hermano, Por el que sufre por el dolor, de todo nuestro género humano, Sin distinción de edad ni color. Perdón, pues nuestra cruz rechazamos, perdón por todo, perdón, Señor.
21 EN MEMORIA TUYA
22 EN MI GETSEMANÍ
Llegada la hora del retorno al Padre, sabiendo que iba camino a su cruz, reunió a sus amigos en la Última Cena y nos dio su Cuerpo, el Señor Jesús.
Para que mi amor no sea un sentimiento tan solo de deslumbramiento pasajero; para no gastar mis palabras más mías ni vaciar de contenido mi “te quiero”, quiero hundir más hondo mi raíz en Ti, y cimentar en solidez éste, mi afecto; pues mi corazón, que es inquieto y es frágil, sólo acierta si se abraza a tu proyecto.
EN MEMORIA TUYA, CRISTO REDENTOR, VAMOS A TU MESA EN SEÑAL DE AMOR. Profundo misterio de amor y ternura de querer quedarse antes de partir, de dejar su Sangre como Alianza nueva, de darla en bebida antes de morir. “Tómenlo y coman, pues esto es mi cuerpo”, les dijo rompiendo en su mano el pan. “Tómenla y beban, pues esta es mi sangre, la que por ustedes he de derramar”. Y hagan lo mismo cuando se reúnan, sabiendo que un día he de retornar, para convidarlos a beber unidos de aquel Vino nuevo que el Padre ha de dar. Por eso, inclinados, su Cuerpo adoramos y aunque nada vemos nos basta creer. El antiguo rito ha dejado paso, a su Sacramento, misterio de fe. A Ti, Jesucristo, te damos la gloria porque Tú nos diste el don del amor. A Ti la victoria, honor y alabanza, porque estás sentado al lado de Dios.
MÁS ALLÁ DE MIS MIEDOS, MÁS ALLÁ DE MI INSEGURIDAD, QUIERO DARTE UNA RESPUESTA: AQUÍ ESTOY PARA HACER TU VOLUNTAD. PARA QUE MI AMOR SEA DECIRTE SÍ HASTA EL FINAL. Duermen su sopor y temen en el huerto, ni sus amigos acompañan al Maestro. Si es hora de cruz, es de fidelidades, pero el mundo nunca quiere aceptar esto. Dame a comprender, Señor tu amor tan puro, amor que persevera en cruz, amor perfecto; dame serte fiel cuando todo es oscuro, para que mi amor
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sea más que sentimiento. No es en las palabras ni es en las promesas donde la historia tiene su motor secreto: sólo es el amor en la cruz madurado, el amor que mueve a todo el universo. Pongo mi pequeña vida en tus manos por sobre mis seguridades y mis miedos. Y para elegir tu querer y no el mío, hazme en mi Getsemaní fiel y despierto.
23 HACIÉNDOTE PAN Comenzaste a hacerte pan en Belén, Sol pequeñito en nuestra noche. Aprendiste en Nazareth de ellos dos, el gesto manso de la entrega.
Se multiplicó tu amor, se partió; todos saciados, aún sobraba. Se mostró tu intimidad, eres Pan, que solo vive por donarse.
Niño que en Jerusalén, te entregaste de una vez a las cosas de tu Padre. Debe tu cuerpo crecer, para poderse ofrecer como pan a nuestro hambre.
Noche de Jerusalén, “Cristo Pan, entrégate, eres Tú nuestro Cordero.” Cena, Huerto, beso y Cruz, y tu entrega, Pan Jesús, fue más fuerte que el madero.
MI CUERPO ES ESTO, MI SANGRE ES ESTA, QUE POR USTEDES DOY. COMAN Y VIVAN, CREAN Y VIVAN QUE PARA SIEMPRE SOY... SOY YO, SOY YO.
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24 HAMBRE DE DIOS
25 IGLESIA PEREGRINA
NO PODEMOS CAMINAR CON HAMBRE BAJO EL SOL, DANOS SIEMPRE EL MISMO PAN, TU CUERPO Y SANGRE, SEÑOR.
Todos unidos formando un solo cuerpo, un cuerpo que en la Pascua nació. Miembros de Cristo en sangre redimidos, Iglesia peregrina de Dios. Vive en nosotros la fuerza del Espíritu, que el Hijo desde el Padre envió. Él nos conduce, nos guía y alimenta, Iglesia peregrina de Dios.
Comamos todos de este pan, el pan de la unidad, en un cuerpo nos unió el Señor por medio del amor. Señor, yo tengo sed de Ti, sediento estoy de Dios, pero pronto llegaré a ver el rostro del Señor. Por el desierto el pueblo va, cantando su dolor, en la noche brillará tu luz, nos guía la verdad.
SOMOS EN LA TIERRA SEMILLA DE OTRO REINO, SOMOS TESTIMONIO DE AMOR. PAZ PARA LAS GUERRAS Y LUZ ENTRE LAS SOMBRAS IGLESIA PEREGRINA DE DIOS. Rugen tormentas y a veces nuestra barca parece que ha perdido el timón. Miras con miedo, no tienes confianza, Iglesia peregrina de Dios. Una esperanza nos llena de alegría; presencia que el Señor prometió. Vamos cantando, Él viene con nosotros, Iglesia peregrina de Dios. Todos nacidos en un solo bautismo, unidos en la misma comunión. Todos viviendo en una misma casa, Iglesia peregrina de Dios. Todos prendidos en una misma suerte, ligados a la misma salvación. Somos un Cuerpo y Cristo es la cabeza, Iglesia peregrina de Dios.
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26 MENSAJERO DE LA PAZ El Señor eligió a sus discípulos, los mandó de dos en dos. ES HERMOSO VER BAJAR DE LA MONTAÑA LOS PIES DEL MENSAJERO DE LA PAZ. Los mandó a las ciudades y lugares donde iba a ir Él. “La cosecha es abundante” les dijo el Señor al partir. “Pídanle al dueño del campo que envíe más obreros a la mies”. “Al entrar en una casa saluden anunciando la paz”. “El Reino de Dios está cerca a todos anunciarán”. Los que a ustedes los reciban me habrán recibido a mí. Quien recibe mi palabra recibe al que me envió.
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27 NOCHE HACIA LA PASCUA Noche tan deseada en camino hacia la Pascua, con amigos y un ritual, y la angustia en la mirada. El preanuncio de traición se hace amargo en el alma del Señor que anticipaba su pasión. Quiso ardientemente celebrar su sacrificio, y dejar ya preparado el misterio de su muerte. En su Sangre derramada, en su Cuerpo entregado, en el vino y en el pan que allí nos dio. HAZNOS DESCUBRIR TU PRESENCIA EN ESTE PAN HAZNOS CELEBRAR LA FE QUE NOS UNE EN COMUNIÓN QUE EN LA EUCARISTÍA ENCONTREMOS LA RAZÓN PARA ENTREGARNOS POR AMOR. Esta es la comida en la que nos enseñaste, como hacer la Cruz presente con su Pascua asegurada. Es la luz anticipada, vida nueva celebrada, hecha don, hecha regalo, hecha oración. Danos hoy Señor, recibir el alimento que nos diste por fermento, para construir el reino Con amor y en unidad, emprendamos la misión contemplando tu persona en este don.
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28 PARTIENDO EL MISMO PAN Somos tu pueblo que se reúne y quiere celebrar esa promesa que nos hiciste y que vida nos da. De seguir siempre entre nosotros, en la fracción del pan. Yo soy el Pan de Vida que da la fuerza en el caminar, soy alimento para el cansado, pan de fraternidad. Soy ese gesto de pan y vino que permanecerá. EN NUESTRO CAMINAR, TU PALABRA NOS DAS Y TE RECONOCEMOS AL PARTIR EL PAN Y NOS RECONOCEMOS, PARTIENDO EL MISMO PAN. Sos manantial de misericordia, ternura y compasión, fuente de gracia transformadora que llega al corazón. Nos reconcilia, nos hace hermanos, signos de comunión. Un mandamiento nuevo les dejo: que se amen de verdad, porque mi reino se hace presente desde la caridad. Sea el servicio deuda entre ustedes y el mundo creerá. Por el camino nos lamentamos porque Jesús murió, sentados a la mesa lo descubrimos resucitó. Cuando nos escuchamos que nos hablaba nos ardió el corazón. Yo los envió, no se acobarden, la fuerza llegará, han recibido amor verdadero: vayan a contagiar. Sean testigos del gran milagro, en la mesa fraternal.
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29 PESCADOR DE HOMBRES Tú has venido a la orilla, no has buscado ni a sabios ni a ricos tan sólo quieres que yo te siga. SEÑOR, ME HAS MIRADO A LOS OJOS. SONRIENDO HAS DICHO MI NOMBRE. EN LA ARENA HAS DEJADO MI BARCA: JUNTO A TI BUSCARE OTRO MAR. Tú sabes bien lo que tengo, en mi barca no hay oro ni espada, tan sólo redes y mi trabajo. Tú necesitas mis manos, mi cansancio que a otros descanse, amor que quiera seguir amando. Tú, pescador de otros lagos, ansia eterna de hombres que esperan. Amigo bueno que así me llamas.
30 PRUEBEN QUE BUENO ES EL SEÑOR Bendeciré al Señor en todo tiempo, y mi boca no cesará de alabarlo. Mi alma se enorgullece en el Señor que lo oigan los humildes y se alegren. PRUEBEN QUE BUENO ES EL SEÑOR HAGAN LA PRUEBA Y VEANLO, DICHOSO AQUEL QUE BUSCA EN EL REFUGIO. Engrandezcan conmigo al Señor, ensalcemos todos su nombre. Busqué al Señor y Él me dio una respuesta, me libró de todos mis temores. Guarda tu lengua del mal, y tus labios de la mentira, a los justos Dios mira y escucha, el Señor es la fuerza y la vida.
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31 VAMOS TODOS A RECIBIR VAMOS TODOS A RECIBIR, AL HIJO DE DIOS RESUCITADO. Al Hijo de Dios, que nació de Santa María, una noche de luz en la gruta de Belén. Al hijo de Dios, que anunció la estrella en el cielo, nuestro Rey y Señor, gloria de Jerusalén. Al Hijo de Dios, que encontró María Magdalena. El amor del Señor convirtió su corazón. Al Hijo de Dios, que sanó a tantos enfermos, devolviendo su paz, la alegría de su luz. Al Hijo de Dios, que halló a la Samaritana, el Señor le ofreció agua viva en la sed. Al Hijo de Dios, que entregó su vida por el mundo, que clavó en la cruz el pecado y el mal. Al Hijo de Dios, que surgió del seno de la tierra, revestido de luz ahora es Rey y Señor. Al Hijo de Dios, que vendrá un día en la gloria, cambiará por su amor, nuestra vida de dolor.
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Varios 32 CON ALMA DE NIÑO Un niño en brazos de su madre se duerme ya acaba de mamar, se siente muy feliz y antes de dormirse sonríe al amor que le sonríe. No piensa en porque recibe tanto amor confía en él y se abandona en paz se sabe protegido y seguro en esos brazos responde al amor al amor. Como un niño en brazos de su madre quiero vivir confiando en mi Dios y no pretender más de lo que pretende un niño esperar en el amos del Señor. Como un niño pequeño en brazos de su madre así quiero vivir en Dios, en Dios.
33 EL ÁNGEL VINO DE LOS CIELOS El Ángel vino de los cielos y a María le anunció, el gran misterio de Dios hombre que a los Cielos admiró. VIRGEN MADRE, SEÑORA NUESTRA, RECORDANDO LA ENCARNACIÓN, TE CANTAMOS TUS HIJOS TODOS COMO ESTRELLA DE SALVACIÓN. “Yo soy la esclava del Señor, mi Dios”, la Virgen dijo al contestar. “Que se haga en mí según has dicho, se cumpla en mí tu voluntad”. Y el Verbo para redimirnos tomó su carne virginal, vivió hecho hombre entre nosotros librándonos de eterno mal.
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34 EL PROFETA Antes que te formara dentro del vientre de tu madre, antes que tú nacieras te conocía y te consagré. Para ser mi profeta en las naciones Yo te escogí, irás donde te envíe, y lo que te mande, proclamarás. TENGO QUE GRITAR, TENGO QUE ARRIESGAR ¡AY DE MÍ SI NO LO HAGO! ¿CÓMO ESCAPAR DE TI? ¿CÓMO NO HABLAR? SI TU VOZ ME QUEMA DENTRO. TENGO QUE ANDAR, TENGO QUE LUCHAR, ¡AY DE MÍ SI NO LO HAGO! ¿CÓMO ESCAPAR DE TI? ¿CÓMO NO HABLAR? SI TU VOZ ME QUEMA DENTRO. No temas arriesgarte porque contigo Yo estaré, no temas anunciarme porque en tu boca Yo hablaré. Te encargo hoy mi pueblo para arrancar y derribar, para edificar, destruirás y plantarás. Deja a tus hermanos, deja a tu padre y a tu madre, abandona tu casa, porque la tierra gritando está. Nada traigas contigo porque a tu lado Yo estaré, es hora de luchar porque mi pueblo sufriendo está.
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35 EL SEÑOR ES MI PASTOR SALMO 22 EL SEÑOR ES MI PASTOR, NADA ME PUEDE FALTAR. El Señor es mi pastor, ¿qué me puede faltar? en praderas cubiertas de verdor, El me hace descansar, me conduce a las aguas de quietud y repara mis fuerzas. El me guía por el recto camino, por su inmensa bondad; aunque cruce por oscuras quebradas, ningún mal temeré; me siento seguro, Señor, porque Tú estás conmigo. Tú, Señor, me preparas una mesa frente al enemigo; perfumas con óleo mi cabeza y mi copa rebosa. Tu bondad y tu amor me acompañan a lo largo de mi vida; y viviré en tu casa, Señor, por muy largo tiempo.
36 EL SEÑOR ES MI PASTOR EL SEÑOR ES MI PASTOR, NADA ME PUEDE FALTAR. (BIS) El Señor es mi Pastor que no me priva de nada, en las praderas fresquitas de pasto verde me sacia y me lleva a los arroyos donde el agüita es más clara. Como una cuestión de honor se preocupa de mi vida, me lleva por buena senda, y me asiste en las fatigas, y yendo con Él no temo las quebradas más ariscas. Saber que Él marca mi rumbo me sosiega y tranquiliza. Él me brinda su confianza, hasta entre gente enemiga, me hace sentar a su mesa y de su copa me convida. Qué lindo saber que tengo su cariño y su alegría, que siempre vendrá conmigo a lo largo de la vida. Y un día será mi casa la casa donde Él habita.
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37 ES LA CRUZ Es la Cruz de salvación donde Dios nos dio la vida. Precio de la Redención de la humanidad caída. CRUZ DE CRISTO, VENCEDOR! TE ADEORAMOS. ¡SÁLVANOS! Ara donde se inmoló el Cordero inmaculado. Cristo, en ti, nos redimió de la muerte y del pecado. Arbol santo e inmortal, son tus frutos redentores. Gracia y luz, perdón y paz, brindas a los pecadores. Nave firme en el luchar con las olas de la vida. Faro en nuestro navegar a la Patria Prometida. Santo emblema del amor, fiel recuerdo del Amado. Cruz que dice al pecador, la malicia del pecado. Santa Cruz de Redención, arco iris de la Alianza. Signo eterno del perdón, fuente viva de esperanza.
38 ESTATE Estate Señor conmigo siempre y sin jamás partirte y cuando decidas irte llévame Señor contigo.
Si tu vida no me das yo sé que vivir no puedo ni si yo sin Ti me quedo ni si Tú sin mi te vas.
Porque el pensar que te irás, me causa un terrible miedo de si yo sin Ti me quedo de si Tu sin mi te vas.
Por eso más que a la muerte temo Señor tu partida y quiero perder la vida mil veces más que perderte.
Llévame en tu compañía donde Tu vayas Jesús porque bien se que eres Tú la vida del alma mía.
Pues la inmortal que Tú das, yo se que alcanzar no puedo cuando yo sin Ti me quedo cuando Tú sin mi te vas.
Si tu vida del alma mía.
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39 GLORIA
40 GLORIA (FOLCLÓRICO)
Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor. Por Tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos. Te glorificamos, te damos gracias: Señor Dios, Rey Celestial, Dios Padre Todopoderoso. Señor, Hijo único, Jesucristo; Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre. Tú, que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros. Tú, que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica. Tú, que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros. Porque sólo Tú eres santo, sólo Tú, Señor. Sólo Tú, Altísimo Jesucristo, con el Espíritu Santo, en la gloria de Dios Padre. Amén. Amén.
¡GLORIA A DIOS EN EL CIELO Y EN LA TIERRA PAZ A LOS HOMBRES! Gloria a Vos, Padre nuestro, poder y amor, que hiciste de la nada la creación, y por salvar al mundo de su pecado, enviaste desde el cielo a tu Hijo amado. Gloria a Vos, Jesucristo, Dios hecho hombre, que llevaste en tu carne nuestros dolores, que venciste a la muerte crucificado y reinas junto al Padre resucitado. Gloria a Vos, Santo Espíritu, viento y fuego, que hiciste de los pueblos un sólo pueblo, que animas a la Iglesia con tu aliento para que anuncie al mundo el Evangelio.
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41 JESÚS ESTOY AQUÍ Jesús, estoy aquí, Jesús, ¿qué esperas de mí? Mis manos están vacías, ¿que puedo ofrecerte? Solo sé que quiero ser diferente. Jesús, estoy aquí, Jesús, ¿que esperas de mí? Mis ojos temen al mirarte, quisiera poder enfrentarte. AMAR COMO TÚ AMAS, SENTIR COMO TÚ SIENTES, MIRAR A TRAVÉS DE TUS OJOS, JESÚS. CONTIGO, MI CAMINO ES DIFICIL. ME EXIGES ABRIR UN NUEVO HORIZONTE, EN LA SOLEDAD DE MI NOCHE, JESÚS. No, no puedo abandonarte, Jesús, en mi penetraste, me habitaste, triunfaste y hoy vives en mí.
42 JESÚS, MI ALEGRÍA Oh Jesús, de dulcísima memoria, que nos das la alegría verdadera, más que miel y que toda otra cosa, nos infunde dulzura tu presencia. No habrá canto más suave al oído, ni que grato resulte al escucharlo, ni tan dulce para ser recordado, como Tú, oh Jesús, el Hijo amado. EN JESÚS SE CONFÍA EL QUE SUFRE, QUÉ PIADOSO TE MUESTRAS AL QUE RUEGA, QUÉ BONDAD EN TÍ ENCUENTRA EL QUE TE BUSCA, QUÉ DICHOSO SERÁ EL QUE TE ENCUENTRA. No habrá lengua que pueda expresarlo, ni palabra que pueda traducirlo, pues tan sólo el que lo ha experimentado, es capaz de saber lo que es amarlo. 72
43 LAS BIENAVENTURANZAS Felices los de espíritu de pobre, de ellos es el Reino de los cielos. Felices los que ahora están sufriendo Van a recibir un profundo consuelo. Felices los que con paciencia esperan De ellos será la tierra en herencia. Felices los hambrientos de justicia Van a ser saciados y tendrán la vida. ESTA ES TU BUENA NUEVA, JESÚS MANSO E CORAZÓN ÉSTE ES EL EVANGELIO EN EL QUE QUIERO CREER ENSEÑAME A VIVIRLO PARA DARLO A CONOCER DAME TU MIRADA NUEVA HACÉ MÁS HONDA MI FE.
Felices los que tienen compasión en Dios van a encontrar mucho perdón Felices los de corazón limpio en sus vidas ellos van a ver a Dios Felices todos los que buscan paz porque hijos de Dios los llamarán Felices los perseguidos por buenos para ellos es el Reino de los cielos.
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44 MÁS CERCA OH DIOS DE TI, Más cerca. Oh! Dios, de Tí, más cerca sí, aunque sea una cruz que me lleve a ti. Si tiende al sol la flor, si el agua busca el mar; a Tí, mi sólo bien, yo he de buscar. Yo creo en ti, Señor, yo creo en Tí. Dios vivo en el altar presente en mí. Si ciegos al mirar, mis ojos no te ven yo creo en Tí, Señor, aumenta mi fe. Más cerca, Oh Dios de Tí, más cerca, sí. Aunque sea una cruz que me lleve a Tí. Será mi canto así, más cerca Oh Dios de Tí. Más cerca Oh Dios de Tí, más cerca sí. La senda siga yo, que al cielo va por gozo o por dolor, quiero ir allá; un ángel venga a mí, para llevarme a Tí. Más cerca, oh Dios de Ti, más cerca sí.
Cerca de Tí, Señor quiero morar. Tu grande y tierno amor quiero gozar. Si tiende al sol la flor y el agua busca el mar a Tí, mi sólo bien, yo he de buscar.
45 MI SIERVO Mi siervo está aquí, a quien sostengo, mi elegido, en quien yo me complazco. Mi Espíritu en Él está puesto, ha de traer justicia a las naciones. No clamará, no gritará, ni alzará en las calles su voz, no romperá la caña quebrada, ni apagará la mecha que aún arde. Yo, el Señor, te llamé, yo te formé y te tomé de la mano, te destiné para que unas a un pueblo, serás alianza y luz para los hombres. Lo anunciarás a los pobres, haz de sanar el corazón herido, libertarás a los desterrados y los cautivos a la luz volverán. Mi Siervo está aquí, a quien sostengo.
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46 ORACIÓN DE LA NOCHE I Jesús, el día muere, nuestro sol desciende ya, a Ti sube la dicha de mi corazón. UN DÍA FELIZ, ME LLENARÁS DE ETERNIDAD, UN DÍA, SEÑOR, ME ESCONDERÁS EN TU CORAZÓN. Oigo cantar los hombres ya su gozo, su dolor quiero escuchar allí, Señor, el eco de tu voz. Señor, el sol se ha puesto, nuestra tierra dormirá, descanse en tu paz, Señor, toda la humanidad.
47 ORACIÓN DE LA NOCHE II Vuelve a su silencio la tierra, pasa el brillo vivo, reina la serenidad, y parece ser tu misma mano, la que nos une y nos rodea al descender. Todo se detiene, todo llama a recoger el corazón, para adorarte. Y PARECE QUE ASOMARA TU PRESENCIA Y GOLPEARA SUAVEMENTE NUESTRA PUERTA, OCUPANDO EN EL SILENCIO DE LA NOCHE ESE LUGAR QUE SÓLO TÚ, SEÑOR, PUEDES OCUPAR. Vela tu mirada en la noche, firme como el cielo es Tu fidelidad, y aunque estén quizás muy vacías nuestras manos elevamos hacia Ti. Porque sabemos, que no hay nada que no llene tu bondad y eso nos basta. Cuna que pronuncia tu Nombre, descansa la Tierra mecida en tu amor, y suben las mil armonías del coro inmenso que te alaba al existir. Y al contemplarte, entendemos el secreto del por qué de nuestra vida.
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48 ORACIÓN SIMPLE SEÑOR, HAZ DE MI UN INSTRUMENTO DE TU PAZ. Donde haya odio, ponga yo amor. Donde hay ofensa, ponga yo perdón. Donde hay discordia, lleve la unidad. Donde hay error, lleve la verdad. Donde haya miedo, ponga mi esperanza. Donde haya dudas, lleve yo mi fe. Donde hay tristeza, lleve mi alegría. Donde hay tinieblas, ponga yo tu Luz. Donde haya odio, ponga yo mi amor. SEÑOR, HAZ DE MI UN INSTRUMENTO DE TU PAZ.
49 SALMO 17 Yo te amo, Señor, mi fortaleza, mi roca, mi baluarte, mi liberador. Tú eres la roca en que me amparo, mi escudo y mi fuerza, mi Salvador. EN EL TEMPLO SE ESCUCHÓ MI VOZ: CLAMÉ POR TÍ EN MI ANGUSTIA. EXTENDISTE TU MANO Y NO CAÍ TU PODER DEL ENEMIGO ME LIBRÓ. Las olas de la muerte me envolvían me aguardaba la ruina, pero el Señor venció. Tu eres la luz que me ilumina quien abre mis caminos. Tú eres mi Dios. Cuando yo invoqué tu Nombre con mano poderosa me salvó tu amor. Son perfectos tus caminos, tus manos me sostienen, tú eres mi Rey.
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50 SEÑOR TODOPODEROSO
51 SIGNOS DE AMOR
Señor Todopoderoso, a ti la gloria y honor; pues tu sólo la mereces del hombre y la creación. (bis)
Tienes que encender una luz aunque sea pequeña, si ella se apaga este mundo será una tiniebla. Tienes que arriesgarte a creer y no cerrar más tu puerta, vale la pena su brillo aunque sea pequeña
Bendito por tus criaturas y por nuestro hermano sol, que nos da la luz del día y es hermoso en su esplendor. Por la luna y las estrellas, ¡bendito seas, Señor! porque son claras y bellas, porque hermanas nuestras son. Por el aire, por el viento, ¡bendito seas, Señor! tiempo sereno y nublado tú nos mandas con amor; por la humilde hermana agua que alegra con su frescor, por el fuego que ilumina dando alegría y calor. Y por nuestra madre tierra ¡bendito seas, Señor! con su hierba, fruto y flor; por aquellos que perdonan ¡bendito seas, Señor! por los que aguantan y sufren la enfermedad y el dolor.
No permitas que la noche invada tu vida, hay mucha belleza en vos para que esté escondida. No le niegues a los otros tus ojos, tu amor, tu voz, tu alegría, no te quites la libertad ni borres tu sonrisa. TIENES QUE ATREVERTE A VIVIR DE UNA FORMA DISTINTA, LLENARTE LOS OJOS DE AMOR, Y SEMBRAR CADA DÍA. Y VERÁS COMO CAMBIA ESTE MUNDO CUANDO SIN TEMOR ABRAS AL FIN TU PUERTA, Y MANTENGAS PRENDIDA TU LUZ, POR PEQUEÑA QUE SEA. Y cuando la oscuridad te lastime muy dentro, deja brillar tu candil que puede ser eterno. Sólo podrás ser feliz si te atreves a amar sin medida y sin tiempo, manteniendo la llama encendida a pesar de los vientos.
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Si quieres te ayudo a cuidar tu pequeña chispa, hasta que sea llamarada que de fuerza y vida; Hasta que tu corazón sea un signo de amor para el que camina, Y seamos muchos los que tengamos la luz encendida.
52 SOPLA Sopla, Señor, te lo pido quedate esta noche en mi alma pues solo tu amor y abrigo me darán consuelo y calma. Sopla, Señor, sopla fuerte, envolveme con tu brisa y en tu espíritu renovame hazme libre en tu sonrisa. A pesar de mis caídas hazme fiel a tu promesa sopla, Señor, en mi vida y arrancame esta tristeza, sopla… SOPLA, SEÑOR TU GRANDEZA, SOPLA, HAZME FIEL EN MI POBREZA, SOPLA. Sopla, Señor en mi oído sopla fuerte arranca el miedo, pues sin Ti me hallo perdido, sin tu luz me encuentro ciego. Sopla, Señor, hazte viento, y bautízame en tu nombre, llámame a servir maestro, hazme fiel entre los hombres. Toma mi vida en tus manos mis sueños, mi amor, mi todo
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mis cansancios, mis pecados, y moldéame a tu modo. SOPLA, Y BAUTÍZAME EN TU BRISA, SOPLA, RENOVAME EN TU SONRISA, SOPLA. Sopla, Señor, tu caricia, por sobre mis sentimientos que sea el ángel de tu misa quien obre en todo momento. Sopla, Señor, y hazte canto pon tus palabras en mis manos y ellas hazte Providencia y bendice a mis hermanos. Quiero ser de tu árbol rama fruto nuevo de tu cielo que madure en tu Palabra como un ave en pleno vuelo. SOPLA, SOPLA, SEÑOR, TU GRANDEZA, SOPLA, HAZME FIEL EN MI POBREZA, SOPLA. Y BAUTÍZAME EN TU BRISA, SOPLA, RENOVAME EN TU SONRISA, SOPLA.
53 SOPLO DE DIOS VIVIENTE Soplo de Dios viviente que en el principio cubriste el agua, soplo de Dios viviente que fecundaste la creación. ¡VEN HOY A NUESTRAS ALMAS, INFÚNDENOS TUS DONES, SOPLO DE DIOS VIVIENTE, OH SANTO ESPÍRITU DEL SEÑOR!
soplo de Dios viviente que renovaste la creación. Soplo de Dios viviente por quien nacemos en el Bautismo, soplo de Dios viviente que consagraste la creación.
Soplo de Dios viviente por quien el Hijo se hizo hombre,
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54 TAN POBRE Y TAN RICO Oye, Señor mi amigo, cuando veo tu amor eterno siento encogerse mi alma, soy tan pequeño. No te importa mis obras, ni te alejas si yo estoy lejos, me amas aunque no te ame, no impones precio. Quisiera darte todo, pero es tan poco lo que tengo: un pobre y tibio amor que busca dueño. Pero a pesar de todo, tú lo aceptas con gran afecto, y haces del tibio amor, un amor nuevo. SOY TAN POBRE Y TAN RICO PUES TU AMOR ME HACE VALIOSO PONGO ANTE TÍ MI NADA Y RELUCE COMO EL ORO Y AL VER CUANTO ME AMAS QUIERO REGALARME TODO SEÑOR HAZME GENEROSO COMO TÚ. Al repetir tu nombre, se me llena de gozo el alma, y me brota este canto, y un mar de calma. Quiero gritar al mundo, que el amor ha vencido al odio, y quiero amar al hombre, como tú lo amas. Si acaso Tú quisieras, ser el dueño de esta alma inquieta, no dudes en tomarle, ella es tu sierva. Pero como es tan débil, se resiste a cambiar su senda, hazla pues mansa y dócil, como una oveja.
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55 TE TRANSFORMARÉ Miras, no entiendes nada, sientes que te traspasa. Ven amigo y, entrégamelo a Mí que te transformaré. Sientes que es muy lejano, tratas de encontrarlo. Ven amigo y ofrécemelo a Mí que te transformaré. CONFÍA EN MI, RECIBE DE MI. TIENES QUE VIVIR LA VIDA, TRANSFORMANDO AL MUNDO ENTERO, PERO DEJA QUE TE TRANSFORME YO A TI. Cuentas que estás perdido, oyes tan solo gritos. Ven amigo y pelea por Mí que te transformaré. Guardas todo escondido, vamos a compartirlo. Ven amigo y dámelo a Mí que te transformaré.
56 USTEDES SON MIS AMIGOS Hijos míos, voy a estar poco tiempo entre ustedes. Me buscarán, mas donde voy no podrán venir. Les doy un mandamiento nuevo: “Amense unos a otros así como los amé”. En esto todos verán que ustedes son mis amigos que ustedes son mis amigos. Si alguien me ama, cumplirá todas mis palabras y mi Padre le amará y vendremos a El. Les dejo la paz, les doy mi paz no como la da el mundo. No teman ni se acobarden; oyeron lo que les dije: me voy pero volveré, me voy pero volveré. Ya no son como el siervo que ignora a su dueño. Conocen ya lo que mi Padre me ha dicho a mí. Ustedes son mis amigos si hacen lo que les mando. Recuerden que los amé. No me eligieron a mi. Soy yo quien los ha elegido, soy yo quien los ha elegido.
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57 VAMOS PASTORCILLOS. Vamos pastorcillos, vamos a Belén, /que en Belén acaba Jesús de nacer./(bis) Vamos pastorcillos, vamos a Belén, /que Dios ha nacido para nuestro bien./ (bis) Esta feliz nueva debemos honrar, /y llenos de gozo a Dios alabar./ (bis) Pobre, humilde‚ nace nuestro Redentor, /temblando de frío, por el pecador./ (bis) ¡Suenen las campanas, cante el corazón! /¡Todos a ser buenos que Cristo nació!/ (bis)
58 VEN SUBE A LA MONTAÑA VEN, SUBE A LA MONTAÑA A RECIBIR LA LEY DEL REINO, JESÚS QUIERE GRABARLA SOBRE TU CORAZÓN. Felices los humildes, su herencia es el Señor; felices los que lloran, tendrán consolación. Felices los pacientes, el Cielo poseerán; los que aman la justicia, en Dios se saciarán. Felices los sinceros, porque verán a Dios; los misericordiosos, porque obtendrán perdón. Felices los que luchan por construir la paz; a ellos pertenece el Reino celestial.
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59 YO SOY EL CAMINO
60 CANCIÓN AL CORAZÓN DE
Yo soy la luz del mundo, no hay tinieblas junto a Mí. Tendrán la luz de la vida por la Palabra que les di.
JESÚS
YO SOY EL CAMINO FIRME, YO SOY LA VIDA Y LA VERDAD, POR MÍ LLEGARÁN AL PADRE Y AL SANTO ESPÍRITU TENDRÁN. Yo soy el Pan de Vida y con ustedes me quedé. Me entrego como alimento, soy el misterio de la fe. Yo soy el Buen Pastor, y por amor mi vida doy; yo quiero un solo rebaño, soy para todos salvador. Yo soy la vid verdadera, mi Padre Dios, el viñador; produzcan fruto abundante permaneciendo en mi amor. Yo soy Señor y Maestro y un mandamiento nuevo doy: que se amen unos a otros como los he amado yo.
Quiero hablar de un amor infinito que se vuelve niño, frágil amor de hombre humillado quiero hablar de un amor apasionado. Con dolor carga nuestros pecado siendo rey se vuelve esclava fuego de amor poderoso salvador, humilde, fiel, silencioso. Amor que abre sus brazos de acogida quiero hablar del camino hacia la vida corazon paciente amor ardiente quiero hablar de aquel que vence la muerte. Quiero hablar de un amor generoso que hace y calla amor a todos búscandonos todo el tiempo esperando la respuesta al encuentro. Quiero hablar de un amor diferente misterioso inclaudicable amor que vence en la cruz quiero hablar del corazón de Jesús. Quiero hablar hoy de un amor quiero hablar hoy del Señor corazón paciente, amor ardiente, quiero hablar de aquel que vence a la muerte.
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61 SACRAMENTO DE TU ALIANZA Al regalarte esta canción agradecemos que tú, Señor, has bendecido con tu amor esta semilla de unidad, que compartimos para alcanzar en plenitud tu salvación. Recibe entonces sin tardar nuestra pobreza transfórmala, que sea imagen de ese amor que te une en santa Trinidad, y a nuestra Iglesia que sea una imagen de tu cruz y redención. Haznos sacramento de tu alianza, haznos mensajeros de tu paz y redención. Bendice nuestro amor y nuestra comunión. Haznos mansos y sencillos, transparentes como el agua para reflejar tu gloria en cada gesto y palabra y si llegara la noche, descubriendo nuestras almas nos alegrará el saber que has estado en nuestra casa. Y que tu gracia cambie nuestros ojos turbios para poderte descubrir en cada acción purifique nuestro amor y lo haga pleno, que sea tu amor y no ya el nuestro en cada acción Haznos…
62 UN POCO DE FE NO, NO NECESITO MÁS. NO NECESITO MÁS. SÓLO FE. NO, NO NECESITO MÁS PARA ANDAR SOBRE LOS MARES QUE UN POCO DE FE. Vivo en la contradicción de no andar por tus caminos, aunque sé que es lo mejor. No, no hago caso, me resisto, No abandono, me despisto, Ni siquiera sé quién soy. Que tu luz me ayude a ver el sendero que he de andar para llegar a mi verdad. Hazme, Padre, comprender que nada es imposible.
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Puedo volver a nacer. NO, NO NECESITO MÁS… Vivo en la contradicción de no ver a mis hermanos y me cierro en mi yo. Lucho, me canso y desisto. No me encuentro a mí mismo y me siento aún peor. Que tu luz me ayude a ver el sendero que he de andar para llegar a mi verdad. Hazme, Padre, comprender que nada es imposible. Puedo volver a nacer. NO, NO NECESITO MÁS…
63 VIRGEN MORENITA Virgen morenita, virgen milagrosa, virgen morenita te lego mi cantar. Son todos en el valle devotos de tus ruegos. Son todos peregrinos Señora del lugar. Virgen morenita, india fue tu cuna, porque india Tú naciste por la gracia de Dios. Así somos esclavos de tu bondad divina. Así somos esclavos de tu infinito amor. Así será, Virgen mía: mereces el respeto y la veneración. Por eso yo te canto, te elevo mis plegarias y pido que escuches mis ruegos por favor. Virgen morenita, santa Inmaculada, virgen morenita señora del lugar. Tú gozas del respeto y del cariño de tus hijos, así los peregrinos te rezan en tu altar. Virgen morenita, india te llamamos, porque india Tú naciste por la gracia de Dios. Así somos esclavos de tu bondad divina. Así somos esclavos de tu infinito amor. Así será, Virgen mía: mereces el respeto y la veneración. Por eso yo te canto, te elevo mis plegarias y pido que escuches mis ruegos por favor.
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64 DE CIRENE
65 DISCÍPULOS
Venías por aquel camino hacia mí. En realidad nunca pensé cruzarte así, bajo esa cruz la majestad del Hijo de David.
Diez mil ojos hoy han visto Tu poder, el milagro de una multiplicación. Hoy tus manos han saciado toda mi necesidad, pero mi alma anhela más de Tu presencia
Todo el pecado y la soberbia original sobre tus hombros a mi lado pasarán. Y de repente el Salvador cayó y no sé si es que te puedo ayudar. AYÚDAME A CARGAR TANTO DOLOR. AYÚDAME, NECESITAN DE TU CORAZÓN. PERO, SEÑOR NO PUEDO, MIRA MI DEBILIDAD. AYÚDAME Y VERÁS CÓMO LA HAGO MÍA, Y MÍA ES TU CAPACIDAD DE AMAR. Los brazos se entrelazan para caminar, tu aliento lastimado me va haciendo callar. Y aunque nos griten voy entrando más, en nuestra intimidad. ¿Qué culpa hay en el hombre que merezca tu don? ¿Acaso dar la vida transforma un corazón? Cuando llegamos a la cima entendí, que es por Amor.
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NO QUIERO SER DE LOS CINCO MIL QUE DISFRUTAN DEL MILAGRO, PREFIERO SER DE LOS DOCE QUE RECOGEN LOS PEDAZOS. Y PASAR LA NOCHE EN VELA JUNTOS SOBRE UN MAR DE SEDA, CONVERSAR CON EL MAESTRO HASTA EL ALBA. Sé que hay doce cestas más de provisión, y Tus ojos aún me miran con amor. Yo no quiero regresar como aquella multitud. Déjame ser un discípulo, Señor. Ya no quiero sólo recibir Tu pan, mi alma quiere conocerte de verdad. Habitar en Tu presencia, despertarme junto a Ti, para que sea formada en mí Tu imagen porque:
66 CRISTO JOVEN
68 VINE A ADORARTE
Ven hermano y cántale a Cristo a ese Cristo joven que un día nos redimió, haz de tu amor una plegaria, un simple canto alegre que el Señor escuchará.
Tú eres la luz que brilló en las tinieblas abrió mis ojos pude ver mi corazón adora tu hermosura esperanza de mi vida eres tú
Ven aquí, canta ya, No te olvides tú de Cristo. Piensa que, en la cruz Por nosotros El se dio. No te alejes del camino marcado, que Cristo ha señalado para acercarnos a Él, devuélvele con fe inquebrantable el amor incuestionable que nos ha ofrecido Él.
67 ALÁBENLO Esta es la Luz, que brilla eternamente. Este el Jesús, quien ha resucitado es el poder del que venció a la muerte, y nos salvó, y nos salvó.
VINE ADORARTE VINE A POSTRARME VINE A DECIR QUE ERES MI DIOS SOLO TÚ ERES GRANDE SOLO TÚ ERES DIGNO ERES ASOMBROSO PARA MI. Tú eres el rey grandemente exaltado glorioso por siempre Señor. Al mundo que creaste humilde viviste y pobre te hiciste por Amor. Nunca sabré cuanto costo ver mi maldad sobre tu cruz.
ALÁBENLO, CIELOS Y TIERRA, ADÓRENLO, LUZ Y TINIEBLAS, UN CANTO NUEVO ENTONCES AL SEÑOR DIOS ES AMOR, DIOS ES AMOR.
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69 DAME TUS OJOS
70 TU ESTAS AQUÍ
Dame tus ojos quiero ver, dame tus palabras quiero hablar, dame tu parecer.
Aunque mis ojos no te puedan ver te puedo sentir sé que estás aquí, aunque mis manos no pueden tocar tu rostro Señor sé que estas aquí.
Dame tus pies yo quiero ir, dame tus deseos para sentir, dame tu parecer. Dame lo que necesito, para ser como tú. DAME TU VOZ DAME TU ALIENTO TOMA MI TIEMPO ES PARA TI DAME EL CAMINO QUE DEBO SEGUIR DAME TUS SUEÑOS, TUS ANHELOS TUS PENSAMIENTOS, TU SENTIR DAME TU VIDA PARA VIVIR. Déjame ver lo que tu ves, dame de tu gracia, tu poder, dame tu corazón. Déjame ver en tu interior, para ser cambiado por tu amor, dame tu corazón. Dame lo que necesito, para ser como Tú...
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Mi corazón puede sentir tu presencia, tú estas aquí, tú estas aquí. Puedo sentir tu majestad, tú estas aquí, tú estás aquí. Mi corazón puede mirar tu hermosura, tú estas aquí, tú estás aquí. Puedo sentir tu gran amor tú estas aquí, tu estas aquí.
71 DEJAME NACER DE NUEVO Tú conoces la dureza en mi sentir y la terquedad que hay en mi corazón, son las cosas que me alejaron de ti, Señor, hazme renacer en tu amor. DÉJAME NACER DE NUEVO (3) OH SEÑOR. NO IMPORTA LA EDAD QUE TENGA, TÚ NO LA TIENES EN CUENTA, DÉJAME NACER DE NUEVO, OH SEÑOR Tú conoces el pecado que hay en mí, y el dolor que éste dejó en mi corazón, por la muerte que ha causado vuelvo a ti, Señor, dame vida nueva con tu amor.
72 ESPIRITU DE DIOS
74 PADRE ME PONGO EN TUS
Espíritu de Dios, ven a mi vida, ven a mi alma, ven a mi ser.
MANOS
Ven lléname, lléname, con tu presencia, lléname, lléname. Con tu poder, lléname, lléname. Con tu bondad.
73 MARANATHA Ven Espíritu de Dios, inúndame de amor, ayúdame a seguir, ven y dame tu calor, quema mi corazón enséñame a servir.
Padre me pongo en tus manos, haz de mi lo que quieras, sea lo que sea, te doy gracias. Estoy dispuesto a todo, lo acepto todo, con tal que tu voluntad se cumpla en mí. No deseo nada más, te confío mi alma, te la doy con todo el amor del que soy capaz. Por que te amo y necesito darme, ponerme en tus manos porque eres mi Padre.
VEN ESPÍRITU DE DIOS, VEN A MÍ SER, VEN A MI VIDA. VE ESPÍRITU DE AMOR, VEN A MORAR, MARANATHA. Hoy la vida que me das, te invoca en mi dolor y clama ven señor. Ven y cambia mi existir, transforma mi penar en glorias hacia ti.
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75 VEN Y SIGUEME
77 ALGO DE PAZ
Ven y sígueme y mar adentro echa ya tus redes ven y yo te haré pescador de hombres.
Te pide luz mi mente, te pide luz mi vida, te pido por favor, en estos malos días.
En tus palabras echaré mis redes dejo mi barca y donde quieras iré. Tú me llamaste, Señor, por mi nombre, y solo a ti, Señor, te seguiré.
Dios acompáñanos, bríndanos fe y amor, para poder crecer con esperanza alguna.
Te vi trabajar esa noche en que fracasaste, sé de tu dolor, de tu vergüenza de tus fragilidades. Hoy yo te pido que confíes de nuevo, vuelve a tirar con la esperanza de ayer. Estoy contigo y te prometo abundancia De todo por mi amor, ven y sígueme.
76 DANOS LA PAZ Danos la Paz, danos la Paz. A nuestras almas, oh Señor. Quédate aquí, con nosotros Señor, quédate aquí, con nosotros Señor, Y la paz, reinará, y la paz reinará.
ALGO DE PAZ, ALGO DE PAZ, ALGO DE PAZ, ALGO DE PAZ, HOY DÍA. Te pide luz mi mente, ilumina mi vida, Tu Espíritu Señor, espero cada día.
78 JESUCRISTO DANOS DE ESTE PAN JESUCRISTO, DANOS DE ESTE PAN, QUE TU PUEBLO CREZCA EN LA UNIDAD. Siendo Dios hombre te hiciste para poderte entregar. En la cruz, sangriento altar, donde a los hombres te diste. Al morir te diste todo ofreciéndote en la cruz. Y era el cielo, buen Jesús que nos dabas de ese modo. Cuando eres celebrado en cada misa te das, pero ya no mueres más Porque estas resucitado.
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Una vez todo te diste y es cada Misa esa vez, hasta que vuelvas después como tú lo prometiste. Tú, Señor, has visto el hambre que tenemos de hermandad, y nos brindas la unida con tu Cuerpo y con tu Sangre. Y tu Cuerpo nos congrega en eterna comunión y la Sangre del perdón hasta el corazón nos llega. Que podamos con María en tu espíritu, Jesús, ser los hijos de la luz, más hermanos cada día y estrechando nuestras manos, obedientes a tu voz. Ser así pueblo de Dios, servidor de los hermanos.
79 VINE A ALABAR A DIOS Vine a alabar a Dios, vine a alabar a Dios, vine a alabar su nombre, vine a alabar a Dios. Él vino a mi vida, en un día muy especial, cambió mi corazón, en un nuevo corazón Y esta es la razón por la que digo que: vine a alabar a Dios.
80 IGLESIA PEREGRINA DE DIOS Todos unidos formando un solo cuerpo, un pueblo que en la Pascua nació, miembros de Cristo en sangre redimidos, Iglesia peregrina de Dios. Vive en nosotros la fuerza del espíritu, que el hijo desde el padre envió, Él nos empuja nos guía y alimenta Iglesia peregrina de Dios. SOMOS EN LA TIERRA SEMILLA DE OTRO REINO SOMOS TESTIMONIO DE AMOR: PAZ PARA LAS GUERRAS Y LUZ ENTRE LAS SOMBRAS IGLESIA PEREGRINA DE DIOS. Rugen tormentas y a veces nuestra barca, parece que ha perdido el timón miras con miedo y no tienes confianza, Iglesia peregrina de Dios. Una esperanza nos llena de alegría presencia que el Señor prometió vamos cantando él viene con nosotros. SOMOS EN LA TIERRA … Todos unidos en un solo bautismo, ligados a la misma comunión, todos viviendo en una misma casa Iglesia peregrina de Dios. Todos prendidos
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en una misma suerte, ligados a la misma salvación, somos un cuerpo y Cristo es la cabeza, Iglesia peregrina de Dios. SOMOS EN LA TIERRA …
81 SE LLAMA MARÍA MADRE, MADRE, MADRE, MADRE. Como se llama esa persona que acompaño siempre tu historia que se graduó con vos en la academia de la vida y fue curando las heridas que la guerra dejó en tu corazón. Como se llama esa persona, que fue bordándose en su manto tu sueño de volar, que se metiera en tus zapatos para seguir tu débil paso y hacer todo eso solo por amor. Se llama María, se llama María, la estrella que guía al día, la madre del sol. Se llama María, se llama María, la eterna compañía de mi corazón, de mi corazón Como se llama esa persona que en las arrugas de su mano dibuja una ilusión, de que tú y yo seamos hermanos y que su voz sea nuestro canto, que nos convoque siempre para llegar a Dios. Se llama María, se llama María, la estrella que guía al día, la madre del sol. Se llama María, se llama María, la eterna compañía de mi corazón. De mi corazón. De mi corazón, Madre,
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de mi corazón, Madre. De los sueños del niño, del día y de nuestra canción. De mi corazón, Madre, de mi corazón, Madre. De los sueños del niño, del día y de nuestra canción. MADRE, MADRE, MADRE, MADRE.
82 EL PASTOR DE LOS PASTORES La noche estaba fría como es costumbre para ese tiempo, pero el viento traía el calorcito de un nacimiento. Un grupo de pastores que acampaban en la región vigilaban por turnos a sus rebaños, y algo pasó...! Como lo cuenta Lucas el Ángel se les apareció y del Señor la Gloria, con la luz santa los envolvió. Ellos tuvieron miedo pero el enviado ahuyentó el temor, una alegre noticia para este pueblo les traigo yo: HA NACIDO EL SALVADOR, HA NACIDO EL SALVADOR EL MESÍAS, EL SEÑOR, CON NOSOTROS ESTÁ DIOS. HA NACIDO EL SALVADOR, HA NACIDO EL SALVADOR. CON OLOR A OVEJAS EL PASTOR DE LOS PASTORES HOY NACIÓ. Encontraran un niño recién nacido envuelto en pañales en un pesebre pobre donde se guardan los animales y mientras aquel ángel les hablaba de la señal, apareció a su lado un gran ejército celestial. Gloria a Dios en el Cielo y en la Tierra paz a los hombres amados por Él, amados por Él. Luego al cielo volvieron todos los ángeles alabando,
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83 LA MIRADA DE JESÚS estos hombres humildes fueron testigos privilegiados, vayamos a Belén a recibir lo que ha sucedido, Lo que Dios nos anuncia, que el Fuego Santo ya está encendido. Ha nacido el salvador, ha nacido el salvador… Fueron rápidamente tal vez guiados por un balido, todo el poder de Dios hoy es un tierno llanto de niño. Y al entrar al refugio, en los brazos de una mujer, dibujaba dulzura con sus manitos el Dios bebé. No hay candiles de plata, no hay fina seda tampoco alhajas. El rey del universo duerme en un colchoncito de pajas. No hay ricos, no hay doctores, no hay poderosos, ni emperadores, solo José y María y un grupo de sencillos pastores. Ha nacido el salvador, ha nacido el salvador…
Quiero sacar de mi vida, brillos, figuras y ruidos, lo que me nubla la vista, y me mantiene escondido. Liberarme con tus ojos, aunque merezca la condena, que mi luz sea tu rostro, y tú mirada mi fuerza. Tu mirada Jesús, la misma que en un frío diciembre abrigó a tu madre en el pesebre. Tu mirada Jesús, aquella que entre los maderos admiro a tu padre el carpintero. Tu mirada de niño y amores, tu mirada entre los doctores, Tu mirada de cruz, Tu mirada de luz. Tu mirada Jesús, la que con agua del Jordán, nos legó un ejemplo de humildad. Tu mirada Jesús, la que multiplicó los panes la misma que duerme y calma mares. Tu mirada de amor y de cielo, Tu mirada que ahuyenta los miedos, Tu mirada de cruz, Tu mirada de luz. La oscuridad en mi visión sé muy bien que me hiere, me lastima el corazón y hasta en el alma me duele. Quiero sanarme en tus ojos, y suspirar de alegría, que cicatrice de a poco, con Tu mirada de vida. Tu mirada Jesús,
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la que ayuna en el desierto, la que resucita a los muertos. Tu mirada Jesús, la que padece mis ofensas y en Getsemaní se vuelve ofrenda. Tu mirada sufriendo la traición, Tu mirada que llora de amor, Tu mirada de cruz, Tu mirada de luz. Tu mirada Jesús, la que se arrastra hacia el calvario mientras ruega Dios por mis pecados. Tu mirada en la cruz, que nos abraza suavemente mientras va muriendo lentamente. Tu mirada de vida y de gloria, Tu mirada llena de victoria, Tu mirada de cruz, Tu mirada de luz.
84 CANCIÓN DEL MATRIMONIO Al regalarte esta canción agradecemos que Tú Señor has bendecido con tu amor esta semilla de unidad que compartimos para alcanzar en plenitud tu salvación.
HAZNOS SACRAMENTO DE TU ALIANZA, HAZNOS MENSAJEROS DE TU PAZ Y REDENCION. BENDICE NUESTRO AMOR Y NUESTRA COMUNIÓN HAZNOS MANSOS Y SENCILLOS, TRANSPARENTES COMO EL AGUA PARA REFLEJAR TU GLORIA EN CADA GESTO Y PALABRA. Y SI LLEGARA LA NOCHE DESCUBRIENDO NUESTRAS ALMAS NOS ALEGRARÁ EL SABER QUE HAS ESTADO EN NUESTRA CASA. Y que tu Gracias cambien nuestros ojos turbios, para poderte descubrir en cada acción que purifique nuestro amor y lo haga pleno, que sea tu amor y no ya el nuestro en cada acción.
Recibe entonces sin tardar nuestra pobreza, tranfórmala que sea imagen de ese amor. Que te une en santa trinidad y a nuestra Iglesia, que sea una imagen de tu cruz y redención.
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Salida 85 ALMA MISIONERA
86 EL DIOS DE LA VIDA
Señor, toma mi vida nueva antes de que la espera desgaste años en mí; estoy dispuesto a lo que quieras no importa lo que sea, Tú llámame a servir.
Somos un nuevo pueblo gestando un mundo distinto los que en el amor creemos los que en el amor vivimos.
LLEVAME DONDE LOS HOMBRES NECESITEN TUS PALABRAS NECESITEN MIS GANAS DE VIVIR DONDE FALTE LA ESPERANZA DONDE TODO SEA TRISTE SIMPLEMENTE POR NO SABER DE TI. Te doy mi corazón sincero para gritar sin miedo lo hermoso que es tu Amor. Señor, tengo alma misionera condúceme a la tierra que tenga sed de Vos. Y así, en marcha iré cantando por pueblos predicando tu grandeza, Señor; tendré mis brazos sin cansancio tu historia entre mis labios tu fuerza en la oración.
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Llevamos este tesoro en vasijas de barro es un mensaje del cielo y nadie podrá callarnos. Y proclamamos un nuevo día porque la muerte ,ha sido vencida y anunciamos, esta buena noticia, hemos sido salvados por el Dios de la Vida EN EL MEDIO DE LA NOCHE ENCENDEMOS UNA LUZ EN EL NOMBRE DE JESÚS. Sembradores del desierto buenas nuevas anunciamos extranjeros en un mundo que no entiende nuestro canto. Y aunque a veces nos cansamos nunca nos desalentamos porque somos peregrinos y es el amor nuestro camino. Y renunciamos a la mentira vamos trabajando por la justicia y rechazamos toda idolatría sólo creemos en el Dios de la Vida.
87 ESPERANDO CONTRA TODA ESPERANZA Hoy al fin, tenemos que seguir, caminando en paz esperando contra toda esperanza. Y es así que todo va a cambiar, resucitarás esperando contra toda esperanza. VOS SOS LA VIDA, SOS LA PAZ, VOS SOS NUESTRA ESPERANZA. SOS EL CAMINO PARA ANDAR, SOS FUERZA Y SOS CONFIANZA. No aflojar, seguirte hasta el final, la cruz abrazar esperando contra toda esperanza Esperar, también es transformar, un sueño en realidad esperando contra toda esperanza. Al saber que vos vas a volver a resucitar esperando contra toda esperanza Al sentir que Jesús está aquí ,esperándonos esperando contra toda esperanza.
88 JESÚS TE SEGUIRÉ JESÚS TE SEGUIRÉ, DONDE ME LLEVES IRÉ, MUESTRAME ESE LUGAR DONDE VIVES QUIERO QUEDARME CONTIGO ALLÍ. Escuchando tu palabra algo nuevo nace en mí, es que nunca nadie nos había venido a hablar así; hoy ya veo claro: la verdad está en Ti. Aleluia. Hoy he visto como se aman los que viven junto a Ti. Hace tiempo que sediento había querido amar así, hoy ya siento que tu amor viene hacia mi. Aleluia. Hoy he visto a los leprosos sanos, y a los ciegos ver, si hasta el pan multiplicaste para darnos de comer. Oh maestro mío todo lo haces bien. Aleluia.
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89 MADRE
90 MADRE DE LOS PEREGRINOS
Junto a ti, María, como un niño quiero estar, tómame en tus brazos, guíame en mi caminar.
¡AVE MARÍA! ¡TRAES AL MUNDO EL AMOR, MADRE DE LOS PEREGRINOS, MADRE DEL PUEBLO DE DIOS!
Quiero que me eduques, que me enseñes a rezar hazme transparente lléname de paz. MADRE, MADRE, MADRE, MADRE. MADRE, MADRE, MADRE, MADRE. Gracias, Madre mía, por llevarnos a Jesús, haznos más humildes tan sencillos como tú. Gracias, Madre mía, por abrir tu corazón, porque nos congregas y nos das tu amor.
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María de la esperanza, de la humildad y el amor, atiende nuestras palabras, escucha nuestra oración. Hay muchos que se olvidaron de la verdad y el amor, hay muchos que están perdidos buscando la luz del sol. Hay pueblos que están en guerra y almas que no tienen luz, María, tu pueblo implora que nazca otra vez Jesús.
91 MAGNIFICAT
92 MARIA DE LA ALIANZA
Mi alma cantará la grandeza, de nuestro Señor. Porque él me escuchó cuando dije, que su esclava Soy. Y se enamoró de mi humilde condición.
Que silencio más delicado, amor del amor más escondido. Eres, mujer, puerta del cielo; tres colores adornan tu manto.
Y POR ESO EN ADELANTE ME DIRAN QUE SOY FELIZ, PORQUE EL TODOPODEROSO HA HECHO GRAN COSA DE MI. Su misericordia alcanza a todos los hombres. Su amor permanece por siempre, Santo es su Nombre. Derribó a los poderosos, soberbios de corazón; Ensalzó a los humildes y amó su realidad, Y a los que tenían hambre los sació con su bondad.
Bajan las cascadas de los árboles que caen hasta el suelo y llegan al Santuario. ME QUIERES DAR LA MANO Y YO PEDIR LA TUYA, NO PUEDO ESTAR SIN TI, SIN TU MIRADA PURA. TU VOZ ME LLENA EL ALMA MARÍA DE LA ALIANZA, PALABRA HECHA FLOR. He cambiado todo mi canto tan sólo para soñar tu risa. y no soy más que polvo en el camino, aunque no es polvo de tu olvido. Quiero ser un puente hacia el cielo, hecho de barro y fuego, que nace en el Santuario.
93 MARÍA DE NAZARETH Dulce muchacha humilde de Palestina. A Vos por Madre suya Dios te eligió; y cuando desde el cielo te mando un ángel para pedir tu consentimiento, vos le dijiste su esclava soy. POR ESO VOY A DARTE MI CORAZÓN Y CANTANDO REPETIRÉ TU NOMBRE, MARÍA DE NAZARETH. Fue tu materna espera luz de esperanza, hasta que el Gurisito nació en Belén
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y vinieron los pobres y peregrinos para adorarlo, y él sonreía, Dios con nosotros, el Emanuel. En aquel tallercito de carpintero, Dios aprendió el oficio del buen José. Y vos, yendo y viniendo en la cocina, guardabas cosas dentro del alma que te sirvieran para después. Viendo morir a tu hijo sobre el Calvario, te hiciste nuestra Madre junto a la Cruz. Y quedaste esperando, porque sabías que volvería, resucitado de entre los muertos, tu buen Jesús. Ahora que en cuerpo y alma estás en el cielo, sentimos tu plegaria junto al Señor, y que vas caminando con el que sufre, con el que llora, con el que sueña con la justicia, con el amor.
94 QUÉDATE SEÑOR CON NOSOTROS Quédate, Señor, ya llega la noche. Quédate aquí, Señor, con nosotros. DANOS LA PAZ, DANOS TU AMOR, LA NOCHE JAMÁS CAERÁ. QUÉDATE SEÑOR, NOS LLEVARÁS POR LAS RUTAS DEL MUNDO SEÑOR. Te llevaremos a los hermanos que van perdidos por los caminos. Quiero confiarte mis pobre manos, quiero entregarte toda mi vida.
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AntĂfonas Marianas
Antífonas Marianas Salve Regina Mater misericordiae, vita, dulcedo, et spes nostra, salve. Salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra, Dios te salve. Ad te clamamus, exsules filii Evae; A ti llamamos los desterrados hijos de Eva; ad te suspiramus gementes et flentes in hac lacrymarum valle. a ti suspiramos, gimiendo y llorando, en este valle de lágrimas. Eia ergo advocata nostra, illos tuos misericordes oculos ad nos converte. Ea, pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros, esos tus ojos misericordiosos. Et Jesum, benedictum fructum ventris tui, nobis post hoc exsilium ostende. Y, después de este destierro, muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. O clemens, O pia, O dulcis Virgo Maria ¡Oh clementísima, Oh piadosa, Oh dulce Virgen María! Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesucristo. Amén Regina caeli, laetare, alleluia. Quia quem meruisti portare, alleluia. Resurrexit, sicut dixit, alleluia. Ora pro nobis Deum, alleluia. V/ Gaude et laetare Virgo María, alleluia. R/ Quia surrexit Dominus vere, alleluia. Bajo tu amparo nos acogemos, santa Madre de Dios. No desprecies las oraciones que te dirigimos en nuestras necesidades, antes bien líbranos de todo peligro, oh Virgen gloriosa y bendita.
Reina del cielo, alégrate, aleluya. Porque aquél que mereciste llevar en tu seno; aleluya. Resucitó!, como dijo dijo; aleluya. Ruega por nosotros a Dios; aleluya. V/ Gózate y alégrate, Virgen María; aleluya. R/ Porque ha resucitado verdaderamente el Señor; aleluya. Sub tuum praesidium confugimus, Sancta Dei Genitrix. Nostras deprecationes ne despicias in necessitatibus, sed a periculis cunctis libera nos semper, Virgo gloriosa et benedicta.
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Alma Redemptoris Mater, quae pervia caeli porta manes, et stella maris, sucurre cadenti, Surgere qui curat, populo: tu quae genuisti, natura mirante, tuum sanctum Genitorem. Virgo prius ac posterius, Gabrielis ab ore sumens illud Ave, peccatorum misirere.
Ave, Regina Caelorum, Ave, Domina Angelorum: Salve, radix, salve porta Ex qua mundo lux est orta: Gaude, Virgo Gloriosa, Super omnes speciosa, Vale, O valde decora, Et pro nobis Christum exora.
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Madre Santa del Redentor, puerta siempre abierta al cielo, estrella del mar, socorre al pueblo que cae y se quiere levantar, Tú que ante el asombro de la naturaleza engendraste a tu Santo Creador. Virgen antes y después de haber recibido de la boca de Gabriel aquel Ave (saludo), ten piedad de los pecadores.
Salve, Reina de los cielos y Señora de los Ángeles; salve raíz, salve puerta, que dio paso a nuestra luz. Alégrate, virgen gloriosa, entre todas la más bella; salve, agraciada doncella, ruega a Cristo por nosotros.
Oraciones Misterios del Rosario. Examen de conciencia.
Oraciones elegidas ORACIÓN PARA APRENDER A AMAR Señor, cuando tenga hambre, dame alguien que necesite comida; Cuando tenga sed, dame alguien que precise agua; Cuando sienta frío, dame alguien que necesite calor. Cuando sufra, dame alguien que necesita consuelo; Cuando mi cruz parezca pesada, déjame compartir la cruz del otro; Cuando me vea pobre, pon a mi lado algún necesitado. Cuando no tenga tiempo, dame alguien que precise de mis minutos; Cuando sufra humillación, dame ocasión para elogiar a alguien; Cuando esté desanimado, dame alguien para darle nuevos ánimos. Cuando quiera que los otros me comprendan, dame alguien que necesite de mi comprensión; Cuando sienta necesidad de que cuiden de mí, dame alguien a quien pueda atender; Cuando piense en mí mismo, vuelve mi atención hacia otra persona. Haznos dignos, Señor, de servir a nuestros hermanos; Dales, a través de nuestras manos, no sólo el pan de cada día, también nuestro amor misericordioso, imagen del tuyo.
ORACIÓN SIMPLE Señor, haz de mi un instrumento de tu paz. Que allá donde hay odio, yo ponga el amor. Que allá donde hay ofensa, yo ponga el perdón. Que allá donde hay discordia, yo ponga la unión. Que allá donde hay error, yo ponga la verdad. Que allá donde hay duda, yo ponga la Fe. Que allá donde desesperación, yo ponga la esperanza. Que allá donde hay tinieblas, yo ponga la luz. Que allá donde hay tristeza, yo ponga la alegría. Oh Señor, que yo no busque tanto ser consolado, cuanto consolar, ser comprendido, cuanto comprender, ser amado, cuanto amar. Porque es dándose como se recibe, es olvidándose de sí mismo como uno se encuentra a sí mismo, es perdonando, como se es perdonado, es muriendo como se resucita a la vida eterna.
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ORACIÓN PARA BENDECIR LA MESA: Junto con María roguemos a Dios para que nos enseñes a compartir nuestra alegría y nuestro pan. Amén.
ÁNGELUS El ángel del Señor anunció a María. Y concibió por obra y gracia del Espíritu Santo. Dios te salve, María... He aquí la esclava del Señor. Hágase en mí según tu palabra. Dios te salve, María... Y el Verbo de Dios se hizo carne. Y habitó entre nosotros. Dios te salve, María... Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Jesucristo. Oremos. Infunde, Señor, tu gracia en nuestras almas, para que, los que hemos conocido, por el anuncio del Ángel, la Encarnación de tu Hijo Jesucristo, lleguemos por los Méritos de su Pasión y su Cruz, a la gloria de la Resurrección. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén. Gloria al Padre...
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HAZME POBRE Hazme pobre, siempre pobre por favor jamás permitas que me sienta tan seguro de mí mismo. Y mantenme como lo que soy una pobre y frágil vasija de barro y hazme dócil en Tus manos, Señor, en Tus manos. Hazme vulnerable frente a Ti y a mis hermanos. Y mantén, mantén mis manos siempre abiertas para pedir y nunca tan seguras para sólo dar. Hazme Tu pequeño cántaro de barro, muy contento de llevar un gran tesoro dentro de mí mi gran tesoro, Tú, Jesús. Porque es Tu grandeza que habita en mi pobreza y en mi pequeñez, Señor brilla aún más Tu fuerza cuando soy débil, eres mi firmeza . Mándame hermanos que me recuerden mi flaqueza cantaré así Tu gloria y Tu poder por siempre en mi debilidad, sé fuerte.
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“A LA LUZ DE TU FIGURA” Señor Jesucristo, Que tu presencia inunde por completo mi ser, y tu imagen se marque a fuego en mis entrañas, para que pueda yo caminar a la luz de tu figura, y pensar como Tú pensabas, sentir como Tú sentías, actuar como Tú actuabas, hablar como Tú hablabas, soñar como Tú soñabas, y amar como Tú amabas. Pueda yo, como Tú, despreocuparme de mí mismo para preocuparme de los demás; ser insensible para mí y sensible para los demás; sacrificarme a mí mismo, y ser al mismo tiempo aliento y esperanza para los demás. Pueda yo ser, como Tú, sensible y misericordioso paciente, manso y humilde; sincero y veraz. Tus predilectos, los pobres, sean mis predilectos; tus objetivos, mis objetivos, los que me ven, te vean. Y llegue yo a ser una transparencia de tu Ser y tu Amor. Amén.
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INVOCACIÓN AL ESPÍRITU SANTO Oh Espíritu Santo Amor del Padre y del Hijo inspírame siempre lo que debo pensar, lo que debo decir, como debo decirlo, lo que debo callar, como debo actuar, lo que debo hacer, para la Gloria de Dios, bien de las almas, y mi propia santificación. Espiritu Santo dame agudeza para entender, capacidad para retener, método y facultad para aprender, sutileza para interpretar, gracia y eficacia para hablar. Dame acierto al empezar dirección al progresar, y perfección al acabar. Amén.
ORACIÓN DE CONSAGRACIÓN Oh, Señora mía, Madre mía, yo me ofrezco todo a Ti, y en prueba de mi filial afecto, te consagro en este día, mis ojos, mis oídos, mi lengua, mi corazón, en una palabra, todo mi ser. Ya que soy todo tuyo, Oh Madre de bondad, guárdame, defiéndeme, utilízame, como instrumento y posesión tuya. Amén.
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ACORDAOS de San Bernardo Acordaos, ¡oh piadosísima Virgen María!, que jamás se ha oído decir que ninguno de los que han acudido a vuestra protección, implorando vuestro auxilio, haya sido desamparado. Animado por esta confianza, a Vos acudo, oh Madre, Virgen de las vírgenes, y gimiendo bajo el peso de mis pecados me atrevo a comparecer ante Vos. Oh madre de Dios, no desechéis mis súplicas, antes bien, escuchadlas y acogedlas benigna mente. Amén.
El santo rosario Los Misterios Gozosos (lunes y sábados) 1- La Anunciación. (Lucas 1, 30-32. 38) 2- La Visitación de María a su prima Santa Isabel. (Lucas 1, 39-43) 3- El Nacimiento de Jesús. (Lucas 2, 6-11) 4- La Presentación del Niño Jesús en el Templo de Jerusalén. (Lc 2, 22-25. 3435) 5- El Niño Perdido y Hallado en el Templo. (Lc 2, 41-47)
Los Misterios Luminosos (jueves) 1- Bautismo de Jesús en el río Jordán. (Mt 3, 13. 16-17) 2- La autorrevelación en las bodas del Caná. (Jn 2,1-11) 3- Anuncio del Reino de Dios, invitando a la conversión. (Mc 1, 15, 21; 2,3-11; Lc 7, 47-48) 4- Transfiguración de Jesús en el Monte Tabor. (Mt 17, 1-3, 5) 5- Institución de la Eucaristía. (Mc 14,22-25; Jn 13, 1ss; Mt 26, 26-29)
Los Misterios Dolorosos (martes y viernes) 1- La Agonía en el Huerto. (Mc 14,32-42; Lc 22, 39-46) 2- La Flagelación de Nuestro Señor Jesucristo. (Jn 19;1-11) 3- La Coronación de Espinas. (Mt 27, 27-31) 4- Jesucristo, la cruz a cuestas y camino al Calvario. (Mt 27, 31; Jn 19, 17; Mc 15, 21) 5- La Crucifixión y Muerte de Nuestro Señor. (Lc 23, 33-34. 44-46; Jn 19, 17-20.33-35)
Los Misterios Gloriosos (miércoles y domingo) 1- La Resurrección del Señor. (Mt 28, 5-6) 2- La Ascensión del Señor. (Lc 24, 50-51; Mc 16. 20) 3- La Venida del Espíritu Santo en Pentecostés. (Hch 1, 14; 2, 1-4) 4- La Asunción de la Virgen Santísima. (Ct 2, 10-11. 14) 5 -La Coronación de la Virgen María como Reina y Madre de toda la creación. (Sal. 45, 14-15; Ap 11, 19 ;12, 1)
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Examen de conciencia para la Confesión El examen de conciencia es una guía que nos permite conocer nuestras faltas de amor a Dios, en los distintos ámbitos de la vida desde la última confesión hasta hoy, y así prepararnos mejor para la celebración de la confesión. Para comenzar un examen de conciencia es recomendable ponerse en presencia de Dios a través de una oración. Puede serte útil esta siguiente: Señor Dios nuestro, que tu Gracia nos ayude, para que viva¬mos siempre de aquél mismo amor que movió a tu Hijo a entregarse desde la Encarnación hasta la Pasión por la salvación del mundo, y resucitando nos trajo la reconciliación. Dame la luz de tu Espíritu para que pueda reconocer mis faltas y pecados, reconociendo la necesidad de tu misericordia. Jesucristo Nuestro Señor. Amén. ¿Cómo estuvo mi relación con Dios desde mi última confesión hasta hoy? ¿Tuve presente a Dios en mi vida? ¿Tuve momentos de oración y de encuentro con Dios? ¿Participé de la eucaristía todos los domingos? ¿La celebré concientemente? ¿Pude asistir a alguna otra Misa durante la semana? ¿Puse mi confianza en Dios o la puse en otras cosas? ¿Fue mi vida un testimonio del evangelio? ¿Lo captaron los demás? ¿Fui coherente con lo que dije e hice? Me confesé con frecuencia en esta última etapa? ¿Cómo fue mi relación con mi familia? ¿Fui constructivo para la unidad familiar o tendí al choque, a la crítica, a la división…? ¿Fui respetuoso con ellos? ¿Los escuché? ¿Busqué el diálogo? ¿Me preocupé por ellos o me desentendí? ¿Fui generoso con mi tiempo? ¿Juzgué a alguno de mi familia por las cosas que pasan? ¿Cómo fue mi relación con los demás? ¿Fue el amor la característica dominante de mis sentimientos? ¿Y la alegría y la sonrisa? ¿Hice a los demás lo que no querría que me hicieran a mí? ¿Critiqué a los demás en su ausencia? ¿He mantenido la verdad o los he dañado con mentiras? ¿Respeté sus secretos? ¿Me consideré superior a los demás y los menosprecié? ¿Me he impuesto sobre los demás? ¿Fui claro y amable con los que trabajan conmigo?
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¿Fui respetuoso de las demás personas en los lugares públicos o traté de “sacar ventaja”, “colarme” o “zafar”? ¿Después de una discusión conservé odio y deseos de venganza o estuve dispuesto a perdonar por amor a Cristo? ¿Cómo fue mi relación con los bienes materiales/dinero? ¿He robado, deseado o envidiado los bienes de los demás? ¿Compartí mis bienes con los demás? ¿Soy desmedidamente ambicioso? ¿Pienso demasiado tiempo en las cuestiones relacionadas con bienes materiales? ¿Definen mi vida? ¿Cómo con mis obligaciones? ¿Fui buen compañero o deseo sólo mi propio crecimiento? ¿Trabajé con eficacia y dedicación? ¿Traté de sacar ventaja por encima de los demás faltando a mis compromisos o pidiéndoles que hagan lo que a mí me corresponde? ¿Cumplí con mis compromisos? ¿Pretendí que otros se preocuparan por mí quejándome y sin darme cuenta que el Señor me cuida? ¿Cómo fue mi comportamiento? ¿Me esforcé por corregir mis defectos, como lo son la envidia, la arrogancia, el abuso en el comer o en el beber? ¿Fui esclavo de mis pasiones e impulsos o traté de obrar con control y dominio sobre mi mismo? ¿Llevé una vida sexual conforme a la castidad? ¿Fui puro en las miradas, en las conversaciones, en las actitudes, o busco el doble sentido? ¿He aceptado con paciencia las adversidades y las contrariedades de la vida? ¿dejé entrar la tristeza y desesperanza, pensando que hay opciones de Jesús que en poco tiempo podría no vivir? ¿He obrado con sinceridad o he actuado contra mi conciencia por temor o hipocresía?
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Guías de ayuda para rezar INTRODUCCIÓN Ante todo, buscá un lugar cómodo. El más apropiado que encuentres para rezar. Puede ser en cualquier lugar, pero frente a un Sagrario siempre es mejor: allí está el Señor. Sentate en una postura cómoda, pero sin quedarte dormido. Respirá hondo varias veces mientras relajás tu cuerpo y tu alma: la cabeza, las sienes, los músculos de la cara; la mandíbula, que suele apretar los dientes. El pescuezo, los hombros; ayuda dejar caer los brazos y mantener la columna derecha y seguramente apoyada. A veces alongar un poco sin movimientos bruscos ayuda a distender el cuerpo. Las tensiones de la panza, donde termina la espalda y las piernas. Los pies, en posiciones cómodas. Respirar hondo y gozar profundamente de ese momento en el que te vas a poner en Presencia del Señor. Luego, invocalo, llamalo, hacete presente, ante Él. Si te ayuda podés recordar una oración, hacer la señal de la cruz, o leer una de las oraciones de la pág. 239242. Dirgís tu pensamiento y tus afectos a Dios, que está presente. Le pediste que estuviera frente tuyo y lo cumple. Y además, Él te mira. Sos objetos de su mirar. No te angustiés si te distraés. Poné tus esfuerzos en volver a la Presencia de Dios con quien te vas a comunicar. Si estás con mucha distracción, volvé a esa oración que elegiste antes para ponerte en Presencia de Dios y repetila suavemente. Luego elegí uno de los modos de rezar que te presentamos esquemáticamente:
LECTIO DIVINA Tomás un texto bíblico y lo leés, sabiendo que la Palabra de Dios es viva y eficaz y por medio de ella el mismo Dios se comunicará con Vos. Es una lectura amorosa de la Palabra. No técnica o fría. No margina la inteligencia, pero involucra el corazón. Se reza con todo el ser.
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Después de una segunda lectura preguntate qué dice el texto. Qué enseña o explica. Contiene un mensaje que es igual para todos. Después de captar qué dice, preguntate personal e íntimamente qué te dice a Vos: ¿Qué me dice a mí hoy, aquí? Una vez claro qué te dice, fijate qué le respondés Vos a Él. Respondele con tus palabras, pensamiento, afectos, sentimientos, ideas… Sé Vos mismo/a quien responda. Prolongá este diálogo todo lo que puedas, con naturalidad. Sabé que el Señor te hablará directamente o por medio de tu conciencia (la conciencia es una Sagrario en el que quiere habitar Dios). Luego quedate a solas con Él. Decía Santa Teresa: Oración es estarse a solas, tratando de amistad, con quien sabemos que nos ama”.
CONTEMPLACIÓN IGNACIANA Tomá el texto bíblico y después de leerlo “recreando las escenas y lo que sucede”, quedate con algún aspecto que te haya llamado la atención. No importa porqué; sólo quedate con ese punto ante el cual no permaneciste indiferente. No olvides ese aspecto que elegiste. Luego, ponete nuevamente en presencia de Dios, pidiendo algo que quieras para ese rato de oración. Con los ojos cerrados andá a ese punto que elegiste y “metete” en esa escena de lleno. San Ignacio decía: estar allí, como si presente me hallare. Y quedate unos 7-10´ (el tiempo estipulalo Vos de antemano). Y durante ese tiempo, escuchá, sentí, mirá, etc, como si estuvieras allí. San Ignacio dice que hay que suscitar afectos, es decir, no es algo frío en el que no involucro el corazón y los sentimientos. Todo lo contrario: tengo que sentir como si presente me hallare. Y repito la escena todas las veces que sea necesario, no haciendo hincapié en sacar conclusiones o razonamientos. Estar allí. Cuando concluye el tiempo pactado (nunca menos), podés rezar un PN y un AveMaría. Si querés escribí qué fuiste sintiendo a lo largo del tiempo de oración. Las mociones que se fueron sucediendo, de modo que puedas ver claro si las suscitó el Buen Espíritu y te dejó en consolación o el mal espíritu te dejó en consolación. Después de escribirlo, te podés preguntar a qué se debió esa consolación o desolación vividas.
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M apas
Planos &
MAPA DE ISRAEL, PALESTINA, SINAÍ Y JORDANIA
Murallas de JerusalĂŠn a lo largo del tiempo
Palestina en tiempos de Jesús
Jerusalén en tiempos de Jesús
PLANO DE JERUSALÉN ESTE
JERUSALÉN EN TIEMPOS DE JESÚS
Vida de JesĂşs