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COMPOSTELA
Antorchas de Vida 2016 2 Editorial 4 H. Jesús Llamas 14 H. José García 28 H. Narciso García 36 H. Luis Conde 44 H. Victoriano González 52 H. Marino Costana 64 H. Teófilo Martínez 74 H. Julio Cagigas 84 Familiares de Hermanos Edita:
Provincia Marista Compostela
Coordinación, diseño y maquetación Oficina de Comunicación de Maristas Compostela
Imprime:
RICO ADRADOS, S.L. C/ Abad Maluenda, 15 bajo 09005 BURGOS
Dep. Legal: VA 953 2016 -
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Compostela Marista
LUCES PARA EL BICENTENARIO Queridos Maristas de Compostela: Ha pasado 2016 y, al despedir el año, también recordamos otras despedidas más tristes: los hermanos que han fallecido. Junto al sentimiento de tristeza que hay en nuestro interior, está el agradecimiento que sentimos por el testimonio de sus vidas. Estos hermanos han sido guías de nuestro caminar marista, y ahora continúan iluminando el sendero que nos queda por recorrer. Son pequeñas luces que nos ayudan a vivir hoy el Bicentenario marista. Para Jesús, el gozo es claramente un es-
tado de vida más profundo y verdadero que la tristeza. Promete el gozo como símbolo de una vida nueva: “Estaréis tristes, pero vuestra tristeza se convertirá en gozo. Cuando una mujer va a dar a luz, siente tristeza porque le ha llegado la hora; pero cuando el niño ha nacido, su alegría le hace olvidar el sufrimiento pasado y está contenta por haber traído un niño al mundo. También vosotros estáis tristes ahora; pero volveré a veros, se alegrará vuestro corazón, y nadie os podrá quitar vuestra alegría”. (Jn 16, 22-22) Que la tristeza que sentimos al recordar y hacer presente las vidas de estos hermanos que ya no están con nosotros, vaya dando
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Editorial
paso a la gratitud y alegría por su entrega vivida con fidelidad. Por todos los alumnos y personas que se han beneficiado de un estilo de vida entregada a la educación, con una relación cercana y familiar con los niños y jóvenes y siendo para ellos presencia del amor de Dios Padre. Henri Nouwen en sus Escritos Esenciales nos recuerda: “La resurrección es la expresión de la fidelidad de Dios a Jesús y a todos los hijos de Dios. Es la forma en que Dios nos revela que no se desperdiciará nada de lo que pertenece a Dios. Lo que pertenece a Dios nunca se perderá. La resurrección no responde a ninguna de nuestras preguntas curiosas sobre la vida después de la muerte, pero nos revela que el amor es más fuerte que la muerte. Después de esta revelación tenemos que permanecer en silencio, dejar los porqué, los dónde, los cómo y los cuándo, y simplemente confiar”. Con esta perspectiva, estamos invitados a recordar, ayudados por estas páginas, muchos gestos de amor de estos hermanos que hemos conocido y con los que hemos vivido. Y darnos cuenta que nada se ha perdido. Que su amor entregado sigue actuando a través de otras personas. Que cada gesto de apoyo y cercanía ha dado fruto en muchas personas con las que han vivido. Estamos invitados a recordar los gestos que han tenido con nosotros, y a saber reconocer en nuestra forma de ser y de actuar de ahora, aquello que se ha hecho vida en nosotros de cada uno de los hermanos que nos han precedido. Por eso decimos que son para nosotros luces para vivir los retos que tenemos como maristas en el Bicentenario y que nos recuerda el Superior General. Que de ellos aprendamos a construir una Iglesia de rostro mariano, a salir al encuentro de niños y jóvenes que se encuentran en dificultades y
en nuestro trabajo educativo sepamos defender los derechos de los niños y protegerles de toda situación de maltrato o abuso. Estoy seguro que recordando las vidas de los hermanos que nos han precedido, encontramos luz para afrontar estos retos.
Junto al sentimiento de tristeza que hay en nuestro interior, está el agradecimiento que sentimos por el testimonio de sus vidas El H. Superior General, en su carta La Revolución de la Ternura, nos hace conscientes que “lo primero que hace Jesús, después de su anuncio de la cercanía del reino de Dios, es crear una comunidad, formar un grupo que haga visibles y creíbles las relaciones propias de la nueva sociedad. Si queremos seguir a Jesús, estamos invitados a hacerlo en comunidad”. Todos nosotros estamos llamados a vivir los valores del evangelio en primer lugar en la comunidad, para que nuestra palabra y anuncio del Reino de Dios sea creíble. En las vidas de los hermanos que recordamos en la revista encontramos luz para vivir la fraternidad y cuidar el espíritu de familia entre nosotros. Que María, nuestra buena Madre inspire nuestro caminar en este año del Bicentenario. Que sepamos ser el rostro Mariano de la Iglesia, iluminados por los hermanos que han marcado nuestras vidas. H. Tomás Briongos Rica, Hermano Provincial
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Compostela Marista
Hermano Jesús Llamas Llamazares 1918—2016
Mansilla Mayor (León) - León
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Hermano Jesús Llamas
Bodas de Diamante. Comayagua (Honduras). 28 de enero del 2000
“Decir Hermano Jesús Llamas entre los Hermanos era sinónimo de coherencia, trabajo, religioso íntegro, seriedad. Fue un marista sencillo, inquebrantable en sus convicciones y entregado hasta la extenuación a lo que tenía que hacer”. H. Viceprovincial H. Máximo Blanco Morán
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Compostela Marista
La despedida del Hermano Viceprovincial Queridos Familiares, Hermanos, Amigos todos, bienvenidos a esta celebración. Nos reunimos hoy, para celebrar la eucaristía y lo hacemos convocados por la vida de nuestro H. Jesús Llamas Llamazares que se ha asociado definitivamente a este misterio pascual. Como él, y en Cristo, todos morimos y resucitamos, y todos estamos llamados a la Vida.
La segunda lectura de la eucaristía de hoy de la carta a los Colosenses nos recuerda esto: “ya que habéis resucitado con Cristo, buscad los bienes donde está Cristo”.
“Siempre fue inteligente y buena persona. Fue adquiriendo un corazón sensato” Ayer fallecía el H. Jesús, tenía 98 años de edad y 75 de Profesión Religiosa. Nació en Mansilla Mayor (León) el 2 de enero de 1918. Ingresó en el Juniorado de Venta de Baños en 1928 y continuó su formación los 7 años siguientes en Blancotte (Francia). En 1940 ingresó en el Noviciado de Venta de Baños. Hizo sus primeros Votos en Venta de Baños en 1941. Profesión Perpetua en Venta de Baños en 1946. Ejerció su actividad apostólica en La Coruña, Vigo, León, La Guardia, Tui, Zaire (Buta, Kinshasa, y Nyangezi)(20 años), Santa Lucía de Gordón, Roxos, Honduras (13 años), León Champagnat y también como Superior Provincial. Dos mensajes de las lecturas de la eucaristía de hoy: la primera lectura de hoy del Eclesiastés se pregunta “¿qué saca el hombre de todos los trabajos?”. Y el evangelio de Lucas nos recuerda que la vida no
depende de poseer muchas cosas. Este relato de los lugares donde ha estado el H. Jesús Llamas se completa con una vida de un hombre honesto, coherente, responsable, con un gran sentido común y una notable sensibilidad para tratar a todo el mundo con suma educación. Siempre fue inteligente y buena persona. Fue adquiriendo un corazón sensato, que dice el salmo 89 responsorial de la eucaristía. En eso estuvo el secreto y la grandeza de su vida. Ni más ni menos que en eso consiste el ejemplo que nos deja. Lo he pensado muchas veces: el final de una vida no se improvisa. El final es la despedida elocuente de lo que ha sido la vida entera. El morir suele ser según ha sido el vivir. En lo referido al H. Jesús creo que hemos vivido al lado de una persona santa que transparentaba a Dios.
Excelente profesor, también desempeñó muchos cargos: Director, Formador de Escolásticos, Consejero Provincial y Provincial. Fue Provincial de la antigua Provincia de León en los momentos duros y convulsos del año 1959 al año 1962.
Director Colegio Vigo 52-57
Nunca perdió la calma y siempre supo lo que tenía que hacer hasta que su conciencia le pidió dimitir del cargo.
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Hermano Jesús Llamas
En el Zaire
Decir Hermano Jesús Llamas entre los Hermanos era sinónimo de coherencia, trabajo, religioso íntegro, seriedad. Fue un marista sencillo, inquebrantable en sus convicciones y entregado hasta la extenuación a lo que tenía que hacer. Marchó a África, al Zaire, en 1971 siguiendo el impulso misionero que le llamaba a trabajar con los más desfavorecidos. Allí pasó 20 años en distintos momentos y, cuando casi tocaba jubilarse, fue a Honduras, ya con mucha edad, para seguir al lado de los más pobres y allí permaneció 13 años hasta los 94 años. Y como siempre fue muy consciente de sus limitaciones, vuelve definitivamente y se instala en esta Comunidad Champagnat de León donde ha pasado estos sus últimos cuatro años.
Aquí, en esta comunidad, ha seguido haciendo otros trabajos que siempre le gustaron y que, además, hacía muy bien: arreglar aparatos, ordenar como nadie todo tipo de herramientas y dedicando tiempo a la informática. Casi hasta antes de ayer. Porque el Hermano Jesús ha tenido una salud de hie-
rro y una mente privilegiada. Ha trabajado y servido a los demás sin descanso. Casi solo el último año de su vida ha pasado con diversas enfermedades. Y todo ello desde la sencillez y el silencio. No fue una persona muy habladora, pero sí acogedora y servicial. Con una sonrisa que ganaba a sus interlocutores. Con una sencillez que entroncaba con la mejor tradición marista. Querido por todos, respetado por todos, admirado por todos.
“Sus pertenencias cabían en una pequeña maleta. Su gran corazón y su inmenso ser marista ya no cabían aquí y han recalado en el cielo” Y se ha ido de la misma manera que ha vivido, tranquilo y en silencio. En la madrugada del día 30 de julio. Es cierto que en los últimos meses tuvo que visitar con más frecuencia el Hospital. El corazón empezaba a dar síntomas de cansancio y la respiración era lenta y fatigosa.
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Compostela Marista
Esta última vez cuatro días en el Hospital y entregó su vida a Dios con la sencillez con que había vivido y el sentido religioso que presidió toda su vida. Se ha ido ligero de equipaje como lo fue siempre. Sus pertenencias cabían en una pequeña maleta. Su gran corazón y su inmenso ser marista ya no cabían aquí y han recalado en el cielo.
“Habrá entrado de puntillas en el cielo y le habrán recibido como lo que fue, una buena persona y un santo” Aquí está la gente de su familia y su pueblo. Cuando cumplió noventa años, le dedicaron una calle en su pueblo, Mansilla Mayor, como reconocimiento a muchas de estas cosas que estoy diciendo. Ahora habrá entrado de puntillas en el cielo, de noche para no molestar, pero allí,
que saben mucho de santidad, le habrán recibido como lo que fue: una buena persona y un Santo. Descanse en paz. Que imitemos su ejemplo y le tengamos siempre en nuestro recuerdo. Ahora, sus hermanos, sus familiares, la Comunidad de esta casa y todos sus Hermanos Maristas sentimos su pérdida. Pero, a la vez, nos sentimos agradecidos y orgullosos de haber compartido camino con una persona como Jesús Llamas. Hermanos, demos gracias a Dios por la vida de nuestro Hermano y celebremos la Eucaristía con gozo. Hoy, más que nunca, expresemos confianza y esperanza en Cristo el Señor, animados por las palabras del Evangelio que nos recuerda “que la vida no depende de poseer muchas cosas”, y sintámonos, con Jesús Llamas, caminantes hacia Él, peregrinos con María. Hermano Viceprovincial. H. Máximo Blanco Morán
Bodas de Diamante. Comayagua (Honduras). 2000
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Hermano JesĂşs Llamas
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Semblanza del Hermano Jesús Llamas El buen recuerdo que dejó el Hermano Jesús ha llegado hasta nuestro Chat de la promoción de 1965 en el que recibimos la noticia de su fallecimiento en este año 2016 concretamente el 30 de Julio.
activo en este caso en cuestiones de intendencia. Recordaréis el altar de la Virgen de Mayo que ahora le encuentro cierto parecido con los diseños de Calatrava.
En nuestra época aparece como Provincial en los años 1959 al 1962, en los que le vimos en sus discursos que daba en el patio central y en otros actos religiosos que participaba. Aunque le conocimos más de cerca en las clases como profesor de 6º y Preu donde todos nos sorprendió por su claridad de conceptos físicos y matemáticos y su brillantez en explicarlos a lo largo de los cursos.
Como bachiller francés dominaba la lengua y rezaba en ese idioma como podéis ver el Breviario que os adjunto. Luego se licenció en Ciencias Químicas en Madrid y Oviedo.
Había dimitido como Provincial al no sentirse informado ni consultado sobre asuntos del gobierno de la provincia y su reparto de recursos y territorios pero lo había hecho con la discreción que le caracterizó toda su vida.
Fue un gran preparador tanto de los asuntos académicos en los que siempre tuvo éxito y de actividades culturales como la representación de “Cuatro Corazones con Freno y Marcha Atrás” que representamos en el Salón de actos del Colegio. Luego tendría un gran éxito como preparador del equipo que ganó el concurso de Cesta y Puntos del que os adjunto algunas fotos donde se ve a nuestros compañeros. Era un hombre muy hábil e ingenioso que llegó a realizar la instalación eléctrica del Colegio de S. José en 1951, también se le atribuía el diseño de los automáticos o temporizadores de los interruptores de la luz. En sus destinos posteriores siguió dejando obras de todo tipo como la actividad de publicación en las impresoras de Honduras ya jubilado pero siempre
Su generosidad y su valentía le llevaron a irse al Zaire para formar a los que más lo necesitaban. Allí estuvo en las provincias donde se extraen los diamantes y el Coltan ejerciendo como profesor, como director y ya jubilado en la segunda época de sus estancias (94-98) como encargado del mantenimiento y los Servicios Auxiliares. Estaba cerca de los cuatro maristas asesinados en 1996 en Nyangezi, pero afortunadamente se libró de la represión de los guerrilleros. Al volver de su primera estancia en África estuvo en Santa Lucía donde la Hullera Vascoleonesa mantenía un colegio en el que ejerció de Administrador. Se le ve en fotografías disfrutando en los montes de la zona. Luego estuvo en Roxos ya como jubilado haciendo otros servicios de los que él dominaba como experto en máquinas y herramientas. Ya con 81 años tuvo el valor de irse a Honduras hasta los 94 donde debió dejar un buen recuerdo como podéis ver en las fotos que os adjunto de sus bodas de Diamante. Y, por último, como buen leonés se vino a su tierra donde también fue apreciado por los compañeros de la residencia. Como sabéis nos dejó el 30 de Julio pasado. Enrique Fernández Mato Colegio San José de León
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Hermano JesĂşs Llamas
Santiago de Compostela. 1965 1961
Comunidad Colegio El Pilar de Vigo. 1957
CampeĂłn nacional de Cesta y Puntos. 1967
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Compostela Marista
Foto familiar con su padre, hermana y sobrinas
Mansilla 1998
En las cimas‌ ...y en las cuevas
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Hermano Jesús Llamas
Hnos. Jesús Llamas, Manuel Frade, Virgilio Glez., Gregorio Alonso y D. Juan Rieu Sepulturas maristas en Bugobe y lago Kivu
Recuerdos del Zaire (1971-1998)
Jesús Llamas, Piet Duyok, Vicente Fernández, José Luís Rúa, Francisco Benavides, Saturnino Martínez, Gregocio Alonso, Manuel Fernández, Antonio Rieu
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Compostela Marista
Hermano José García López 1919—2016 Redipuertas (León) - León
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Hermano José García
“Un hombre de criterios y convicciones, al que no le daba igual la medianía, sino que ponía toda su fuerza en llevar adelante sus proyectos. Y, en especial, el proyecto marista” H. Provincial H. Óscar Martín Vicario
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La despedida del Hermano Provincial Buenas tardes querida familia, Hermanos, amigos: nos reunimos en esta tarde para celebrar juntos la Muerte y Resurrección de Jesucristo, centro de nuestra celebración y de nuestras vidas. A su lado, en Cristo, queremos despedir al H. José, a quien la edad y la enfermedad han ido desgastando, hasta su fallecimiento ayer. Aunque había gozado de buena salud durante muchos años, los achaques de la edad, y una desgraciada caída de hace unos meses, le han ido limitando y postrando con dolencias y sufrimientos, crecientes en esta etapa final. Al fin, su vida se apagaba en el amanecer del día de ayer, tras 96 años de vida y 77 años de vida religiosa. Y en Cristo, poniéndole junto Él, despedimos a nuestro H. José, un hombre decidido, vital, apasionado. Un constructor de vida marista. Un hombre de criterios y convicciones, al que no le daba igual la medianía, sino que ponía toda su fuerza en llevar adelante sus proyectos. Y, en especial, el proyecto marista, y su querida Provincia de León, a la que consagró su vida, su entrega, su incansable actividad. Por eso, nos viene muy bien evocar hoy la imagen de nuestro fundador, san Marcelino Champagnat como constructor, constructor de casas y de vida, constructor del instituto, de escuelas, de comunidades… A su estela, nuestro H. José también dedicó su vida a construir el proyecto marista en el que él creía con intensidad. Y, cómo no, la hermosa parábola evangélica del hombre que construía sobre roca. Porque nuestro H. José, en su larga y fecunda vida, fue de esos hombres sabios que apostó por Cristo. Y, ciertamente, supo correr bien su carrera, y construyó sobre roca firme:
1. La roca de vivir con energía, con pasión. Un hombre vital y entregado. Enamorado de lo marista y con dotes para el gobierno. Constructor de la obra marista con mano firme, entrega sin reservas y plena dedicación, asumiendo tareas no siempre fáciles. 2. La roca de unas hondas convicciones religiosas. Fue hombre de espíritu religioso, como toda su familia en la cual, de los numerosos hermanos ha habido, como sabemos, varios maristas (ya fallecidos), religiosas y sacerdotes, algunos de ellos aquí presentes. Una familia a la que siempre quiso, a la que siguió muy unido, y en la que encontró también apoyo y afecto. 3. La roca del amor a lo marista. Amor a su querida provincia de León, por encima de todo, a la que defendió en momentos de cambios, con tesón y convencimiento. Y al proyecto educativo y evangelizador de Champagnat, sobre todo a través de la escuela, que él siempre defendió y promovió.
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Hermano José García
El H. José, leonés de pro, había nacido a orillas del Curueño en 1919. Su formación marista le llevó a varios lugares como Venta de Baños, Tui, Blancotte y Severac, aunque fue especialmente Venta de Baños la casa de referencia de sus inicios maristas, donde realizó el Postulantado, el Noviciado y la Primera Profesión. Sus primeros años como profesor los ejerció allí en Venta de Baños, Segovia, Madrid Fuencarral, La Coruña. También fue estudiante en Oviedo. Y, desde muy joven, empezó a prestar servicios en diversos cargos: Director en La Coruña ya en 1948 y luego en Madrid y en Ourense. Fue Provincial en 1964, Administrador Provincial desde 1971 durante más de 16 años, con misión también en Oviedo y Santiago. Y, tras un paso por la casa Central de Madrid, Secretario Provincial durante 10 años, hasta su jubilación en 2001. Tras esta vida de tantos servicios, de ejercer cargos destacados, de asumir responsabilidades en tiempos difíciles… y
tras reconocer la aportación de nuestro H. José a la historia marista, nos brota la gratitud.
“Gracias por su pasión, su fe y su sentir marista” Gracias por su pasión, su fe y su sentir marista. Y, sobre todo, gracias a la roca firme, Jesucristo el Señor, que es quien le ha sostenido durante toda su vida. Celebremos la muerte y resurrección de Cristo, y la vida de nuestro H. José incorporado a él. Y pongámosle también, cómo no, en los brazos de san Marcelino, y de nuestra Buena Madre. Ella, la Virgen del Camino, nos muestra siempre que nuestra herencia es Cristo, y Cristo resucitado. De su mano continuamos ahora nuestra celebración, cantándolo, y expresando con confianza que Jesucristo es vida y plenitud.
Comunidad León Champagnat
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Ofertorio Tras la luz de la Palabra, que ilumina y da sentido a nuestro vivir, nos volvemos ahora hacia el Altar. El Pan y el Vino van a hacerse Cuerpo y Sangre del Señor, fuerza para caminar, roca de nuestra existencia. Y a la ofrenda del pan y el vino, unimos hoy la vida de nuestro H. José, que supo igualmente fiarse de Cristo y construir en Él. De los muchos signos que hoy nos lo recuerdan, ahí está ese cirio pascual que al comienzo de la celebración encendíamos junto al féretro de nuestro Hermano. De su luz nacen y se extienden por el mundo las pequeñas luces de nuestras vidas, como la de nuestro H. José. Por eso, para expresar esa luz que nuestro Hermano recibió, y todo lo que él hizo para difundirla, vamos a unir al ofertorio un pequeño gesto: junto al féretro hay una mesita con unas cuantas velas… y os invito a que algunas personas, Hermanos, familiares, quienes libremente queráis… podáis adelantaros ahora y encender una de esas pequeñas velas. Expresamos así la vida dada de nuestro Hermano, la unimos a las ofrendas, y la asociamos a Cristo, la luz verdadera para el camino, la roca firme sobra la que él construyó.
Acción de gracias Como hemos celebrado en esta Eucaristía, la vida y la muerte tienen sentido nuevo si las entendemos desde la entrega y desde la fe. Y Cristo es la roca firme que da sentido a una vida entregada como la de nuestro H. José. Por eso, una vez más, damos gracias a Cristo, nuestra roca, por la vida de nuestro hermano. Y a nuestra gratitud al Señor, unimos el agradecimiento a los compañeros de camino.
Gracias a todos, en nombre de la familia y la comunidad, por vuestra presencia y oración. Gracias a nuestros celebrantes y a las religiosas y religiosos unidos al H. José a o a sus hermanas y hermanos. Gracias a los Hermanos de esta Comunidad Champagnat y al personal médico, auxiliar y de servicio, que habéis acompañado y cuidado al H. José con tanta dedicación en los últimos años. Despedimos a nuestro Hermano escuchando y cantando la canción “Adiós, Hermano”. Cantamos que él será siempre nuestro Hermano en Jesús, y que le dejamos junto a la Madre, nuestra Virgen del camino, en un lugar de paz. Que Santa María nos acompañe igualmente a todos nosotros, y que sea bendición en nuestras vidas peregrinas. Amén. Hermano Provincial H. Óscar Martín Vicario
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Hermano José García
Comunidad León Champagnat
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Jesús Llamas y José García “De película”
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Hermanos Jesús Llamas y José García
“Jesús Llamas y José García fueron dos hombres que consagraron sus vidas a un solo destino: La vocación religiosa marista y la Provincia Marista de León. Dieron todo lo que tenían – y fue mucho – a esa realidad marista” Francisco Calleja
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H. JOSÉ GARCÍA LÓPEZ 19-08-1919 A 25-01-2016 CAPITANES INTRÉPIDOS Es muy difícil plasmar con palabras la vida y las obras de quienes no solamente viven la Historia si no que la hacen con protagonismo. Y José García es una de esas personas entre nosotros. Por otra parte, casi intensos 97 años es mucho tiempo para encerrarlos en unas palabras. Ni el auditor más certero ni el biógrafo más exacto podrían hacerlo. Cuanto más un enhebrador de palabras como yo a quien sólo guía el cariño y el recuerdo de tantas vivencias tenidas al lado de un Hermano, un maestro y un amigo. José García es como aquel capitán intrépido que protagonizara Spencer Traicy que siempre estaba en el puente de mando hasta que la niebla impidió la visión. José García estuvo en el puente de mando como Leonardo Di Caprio en el Titanic hasta que las olas de la muerte acabaron con la esperanza de la vida. Capitán intrépido hasta que llegó la muerte, pero siempre – y hasta entonces – capitán. El 19 de agosto de 1919 inicia su travesía vital en Redipuertas, pueblecito de la montaña leonesa donde su padre Balbino ejercía de Maestro. Pronto recaló la familia
numerosa, con doña Rosaura al cuidado de todos, en Pedrún de Torío, a unos veinticinco kilómetros de León, pueblo al que nuestro Hermano siempre tuvo como referencia vital a donde volvía una y otra vez tras las navegaciones de turno. A los once años llega al Juniorado de Venta de Baños, un año más tarde a Tui y al siguiente año, como chico listo, lo llevan a Blancotte para seguir los estudios en francés. En 1937 vuelve a Venta de Baños donde hace el Postulantado y Noviciado y emite la Primera Profesión Religiosa el día 16 de julio de 1938, cuando España se desangraba en plena Guerra Civil. Allí se sube por vez primera al barco de la enseñanza. Luego Segovia, Madrid y La Coruña le tienen en su nave como Profesor hasta 1948 tras un breve paréntesis en Oviedo para terminar los estudios universitarios en 1945. Era así entre aquellos abnegados Hermanos que hicieron de la pedagogía marista un arte y del esfuerzo diario ley de vida. Desde 1948 hasta 1987 ejerce de timonel con Director en La Coruña, Madrid y Orense donde decir “Hermano Nemesio” era sinónimo de navegante experto y guía seguro. Lo mismo que de 1964 a 1971 como Provincial en tiempos tan convulsos como difíciles donde no faltaron olas y tempestades. Lo mismo que de 1970 a 1987 ejerciendo como Administrador Provincial. Este capitán intrépido transmitía seguridad y pericia para no encallar las naves encomendadas aunque, a veces, la pasión de la persona y la presión de las olas hicieran derrotar a la nave casi hasta el naufragio. Estampó su firma en todo lo que hizo y ejer-
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Hermanos Jesús Llamas y José García
ció de protagonista en una película tan larga como difícil siguiendo un guión que no hubiera firmado ni siquiera Rafael Azcona. José García hizo historia, escribió historia y no solamente vivió su historia. Modernizó Colegios, impulsó los estudios universitarios de los Hermanos, ejerció de padre y guía de todos en sus años de Provincial y puso las bases de una administración de bienes moderna y ágil. Como los grandes capitanes tuvo muchas luces en la travesía, alguna sombra y algunas equivocaciones en la interpretación de la carta de navegar. Tres años en Madrid como administrador de Ceis (1988-1991) y diez años como Secretario Provincial en León (19912002) fueron sus últimas navegaciones en mar abierto. Entonces, y con cierto disgusto, tuvo que dejar esa tarea y recalar ya en aguas tranquilas y de poco recorrido. Empezaba a pasarle lo que al personaje de Antonioni en El Eclipse: Disminución de luz al cesar la actividad. Pero todavía tuvo fuerza, voluntad y empeño para hacer un gran trabajo movido por su gran amor a la Provincia Marista de León. Una valiosa recopilación de textos, fotos y documentos sobre Colegios, Hermanos, Directores, Consejo Provincial, difuntos que reposan ahora en cajas o quedan impresos en miles de fotocopias recogidas en varios volúmenes. Su ilusión – su deseo y sueño – hubiera sido escribirlo todo para continuar el trabajo iniciado por su hermano Eugenio. Pero no pudo ser porque los hombres como José García que hacen historia nunca pueden redactarla porque el protagonismo está reñido con la objetividad. A partir de 2013 las cuadernas del barco comienzan a desencajarse y presenta
grietas por las que entra el agua de la enfermedad. El eclipse se acentúa y todo parece indicar que su travesía llega a su fin como Lawrence de Arabia en el desierto. Una desdichada caída en octubre de 2014 le lleva a una silla de ruedas a la que permanece atado porque no sólo no puede andar si no que su cuerpo se desmadeja a pasos agigantados. Hasta que, en la madrugada del día 25 de enero de 2016 entrega su alma a Dios. Se va al cielo – abierto hasta el amanecer, como la película de Robert Rodríguez – porque ha estallado la eternidad y el intrépido capitán recala en puerto definitivo. Ya descansa en paz. Con Dios, La Buena Madre y sus Hermanos por los que tanto navegó.
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Compostela Marista H. JESÚS LLAMAS LLAMAZARES 02-01-1918 a 30-07-2016 UN HOMBRE PARA LA ETERNIDAD Era nuestro Hermano más longevo. Hasta hace un año todos podíamos pensar que llegaría a los cien años porque disfrutaba de una salud envidiable y una cabeza privilegiada. Pero no fue así, su salud se deterioró en pocos meses y su muerte se produjo tal y como había vivido tan largo tiempo: Con paz y serenidad. Era ya un hombre para la eternidad como dibujó a su personaje Fred Zinneman en su película. No tengo la menor duda de que nuestro Hermano Jesús vivió en la tierra con la mirada puesta en la eternidad y la conducta de los Santos en el cielo. Jesús fue un Santo que se nos dio como modelo a quienes caminamos entre dudas, pasos titubeantes y retrocesos no deseados.
“Fue un Santo que se nos dio como modelo a quienes caminamos entre dudas” Nacido en Mansilla Mayor (León) el día 2 de enero de 1918, la trayectoria vital y vocacional de nuestro Hermano fue como la de tantos y tantos Hermanos Maristas de su tiempo. A los diez años ingresa en el Juniorado de Venta de Baños donde pasa dos años. Cinco años más de junior en Blancotte (Francia) y, ¡oh sorpresa!, está un año en Segovia como Profesor antes de volver a Venta de Baños para hacer Postulantado, Noviciado y Primera Profesión el día 16 de julio de 1941. Veintitrés años muy aprovechados para dirigirse a La Coruña como Pro-
fesor donde está tres años. Luego, algo inusual entonces, está cinco años en la Universidad (tres en Oviedo y dos en Madrid) obteniendo la Licenciatura en Ciencias Químicas. Un bagaje intelectual a añadir a sus extraordinarias cualidades humanas y religiosas que le ayudan desde entonces. Primero como Subdirector en La Coruña y luego cinco años como Director en Vigo. El Hermano León Alfonso era todo un sello de calidad en el desempeño de sus tareas. Como estaba destinado a mayores responsabilidades hace el Segundo Noviciado en Grugliasco (Italia) y aterriza en Tui como Director de Escolásticos (dos años). En 1959 – tras la división de Provincias (de cuatro a siete) – es nombrado Provincial y comienza tres años convulsos en la Provincia y muy difíciles para el Hermano Jesús. Todo lo va sorteando con maestría y responsabilidad. Yo diría que con puño de
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Hermanos Jesús Llamas y José García
acero en guante de terciopelo. Apoyado, desde luego, por su Consejo pero en la soledad del corredor de fondo porque las relaciones con el Consejo General no pasan por su mejor momento. Hasta que en 1962 su conciencia – y vaya conciencia – le pide dimitir… y lo hace. Desde entonces, con sencillez y maestría académica, retoma la docencia durante nueve años en León, La Guardia y Tui. La docencia y otra de las grandes cualidades del Hermano Jesús: Los arreglos, el cuidado de las cosas porque nadie como él ha tratado las herramientas y las máquinas ahorrando mucho dinero y teniendo todo lo que tocaba en permanente estado de uso. Fue el hombre que susurraba – no a los caballos – si no a las máquinas y utensilios. A los 53 años pone en primer plano de su vida la vocación misionera y se marcha a África con un equipaje que cabe en una bolsa de mano, un corazón que no le cabe en el cuerpo y un deseo de gastar su vida en favor de los más pobres. Allí pasa dieciséis
años entre Buta y Kinshasa siendo Profesor y Director (cuatro años) haciendo lo único que sabía hacer: Entregarse a los demás. Vuelve a España y recala dos años en Santa Lucía (Administrador) y cinco en Roxos para ejemplo de formandos y cuidador metódico de máquinas y aparatos. Pero África vuelve a urgirle y regresa cuatro años al Zaire (Nyangezi) porque el ánimo está presto y la maleta necesita tres minutos para estar lista. Allí vive muy cerca - en Bukavu – el asesinato de Servando, Miguel Ángel, Julio y Fernando en Bugobe. Otra escala en Roxos (1998) y cuando a los ochenta años todo parecía indicar que tocaba quedarse definitivamente en España, coge otro avión, la misma pequeña maleta y se presenta en Comayagua (Honduras) porque allí también hay pobres que atender, máquinas que arreglar y Hermanos a quien dar ejemplo. Otros trece años allí porque la salud le respeta, la cabeza sigue gobernando todo y el afán de servicio del Hermano Jesús no conoce descanso.
Con el embajador de Kinshasa
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Compostela Marista Con noventa y cuatro años largos ya se queda en la Residencia Champagnat de León. De momento su afán y su entereza siguen intactos y todavía presta algunas ayudas valiosas y es ejemplo de coherencia y religiosidad para todos. A principios de 2016 empieza un recorrido por hospitales porque el corazón falla y los pulmones tampoco funcionan bien.
“Ejemplo de coherencia, religiosidad y sentido trascendente de la vida” Únicamente su cabeza y la entereza de que siempre hizo gala siguen gobernando su vida para ejemplo de todos. Los últimos dos meses vivía dependiendo de una máquina de oxigeno que tampoco solucionaba el mal. Cuatro días en un Hospital y, en la madrugada del día 30 julio, sábado, la Virgen le tiende la mano y ya vive para siempre la eternidad. Así fue el periplo vital de este hombre. Este hombre santo porque a mí no me cabe la duda de que hemos vivido al lado de un Santo. Un marista de Champagnat como pocos que nos dio ejemplo de coherencia, religiosidad y sentido trascendente de la vida. Habrá traspasado la puerta del cielo con la misma sencillez con que vivió entre nosotros. Vittorio de Sica hizo en el cine neorrealista italiano “los jueves, milagro”. Jesús fue un milagro todos los días de la semana. Ya vive en la paz del cielo para siempre.
DOS HOMBRES Y UN DESTINO Jesús Llamas y José García han sido dos hombres y un solo destino. No como Robert Redford y Paul Newman, jugadores empedernidos y ladrones de guante blanco. Jesús Llamas y José García fueron dos hombres que consagraron sus vidas a un solo destino: La vocación religiosa marista y la Provincia Marista de León. Dieron todo lo que tenían – y fue mucho – a esa realidad marista. A las personas que integraron la Provincia y a las obras que tuvo. Todo recibió el enorme impulso de Jesús Llamas y José García y sus vidas sólo tuvieron sentido para hacer grande esa realidad. Dos hombres y un destino forjado para nosotros por Jesús Llamas y José García. Hoy el campo de estrellas de Compostela les rinde merecido homenaje de gratitud. No me extrañaría que Jesús y José – cual Perseidas de los últimos días de agosto – cruzaran veloces por el cielo para seguir iluminando nuestro destino. En el calor de una noche de agosto con gratitud y cariño Francisco Calleja
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Hermanos Jesús Llamas y José García
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Compostela Marista
Hermano Narciso García Díez 1922—2016 La Utrera (León) - Valladolid
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Hermano Narciso García
Bodas de Diamante. 2002
“La vida de nuestro H. Narciso ha sido una vida de servicio y humildad y recibe como premio, que Dios le enaltece”. H. Provincial H. Tomás Briongos Rica
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La despedida del Hermano Provincial Queridos Familiares, Hermanos, Amigos todos, bienvenidos a esta celebración. Nos reunimos hoy, para celebrar la Resurrección del Señor Jesús. Unido a Él, la muerte de nuestro H. Narciso se hace para nosotros un signo lleno de sentido, porque lo asociamos a la Muerte y la Vida de Cristo. En él, hacia él, con él, todos morimos y resucitamos. Por él, junto a él, como él, todos somos llamados a la Vida. Lo acabamos de cantar: si tú, Señor resucitado, caminas a nuestro lado… ¿a quién vamos a temer? Me gusta repetir en estas situaciones una de esas perlas preciosas que nos regala nuestro Papa Francisco: “el que practica la misericordia no ha de temer a la muerte”. Esto es lo que celebramos hoy: la vida que triunfa, la alegría de una vida dada, el sentido hondo de vivir en Dios… Qué consolador resulta entonces morir, decía Champagnat, si se ha vivido así, enraizado en Dios y de la mano de María. Así lo ha hecho nuestro H. Narciso.
“Qué hermano no recuerda sus atenciones y preocupaciones por la salud de los juniores” Nos recuerda Lucas en su evangelio, que el que se humilla será enaltecido. La vida de nuestro H. Narciso ha sido una vida de servicio y humildad y recibe como premio, que Dios le enaltece. Conocí al H. Narciso los años que estaba en Palencia siempre cercano a los alumnos y pendiente de ofrecerles lo mejor. Preocupado por su salud y su cuidado. Esta actitud de estar al servicio de las per-
sonas, ha sido una constante en su vida. Nacido en La Utrera, León, en 1922, hizo toda su formación y primeros votos en Venta de Baños, y allí se consagró por entero al servicio a los demás. Siempre desarrollando tareas educativas y cuidando a los alumnos y a los juniores, preocupado por la salud de las personas y divulgando las propiedades curativas de la madre naturaleza, en Lugo, Segovia, Sahagún de Campos, León, Palencia, Miraflores, y durante estos últimos años en la residencia de Valladolid. Qué hermano no recuerda sus atenciones y preocupación por la salud de los de los juniores, atento a los enfermos y acompañándoles en todo momento. Jesús enviaba a sus discípulos y les decía: “sanen a los enfermos y díganles que el Reino de Dios está cerca”. Completando este recuerdo de la vida de nuestro H. Narciso, he querido traer a nuestra celebración dos símbolos sencillos de como nuestro Hermano llevó a la práctica este mandato de Jesús, nuestro maestro, preocupado siempre por los
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Hermano Narciso García
enfermos, por devolverles la salud. Así fue continuación de la misión de Dios en su vida, diciendo con sus gestos que el Reino de Dios está cerca.
Ojalá busquemos, para sostener nuestra vida marista y cristiana: el servicio y acompañamiento a débiles y enfermos, y la fe y el amor a María.
1º Acercamos al altar un tarro de miel, que nos recuerda aquellos años vividos en Miraflores, cuidando las colmenas de abejas, elaborando él mismo la miel. Y con ella y otros productos naturales acompañaba a los juniores enfermos y los animaba a cuidar su salud. Dedicando muchas horas a este servicio, y siendo instrumento de evangelio y sanación tal como pedía Jesús a sus discípulos.
Hoy la segunda lectura nos hace presentes las palabras de san Pablo: “He combatido bien mi combate, he corrido hasta la meta, he mantenido la fe. Ahora me aguarda la corona merecida”. Qué bien puede suscribirlo nuestro hermano Narciso, una vida de fidelidad hasta el final.
2º Y un rosario, símbolo de una honda vida de fe, enmarcada siempre por el amor a María, a la que llevaba en su boca y corazón, a quien seguía con innumerables invocaciones y avemarías, cuyas oraciones repetía y a quien siempre citaba y encomendaba todo. Además del cuidado de la salud física, acompañaba todo con el cuidado de la salud espiritual, siempre al amparo de María.
Hermanos y amigos celebremos con gozo esta Eucaristía. Si Dios camina con nosotros, a nada hemos de temer… Por eso, la segunda estrofa que ahora cantaremos se llena de confianza: Dios me lleva de la mano, me ofrece todo bien. Señor, con nuestro hermano y por él, en ti confiamos. Hermano Provincial H. Tomás Briongos Rica
Comunidad de la Residencia Champagnat de Valladolid
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Hacedme un duelo de labores y esperanzas La hermana muerte, la hermana buena, ha venido a hacerse visible en la Comunidad Champagnat de Valladolid. Esta hermana figura en las listas como un miembro más de esta Comunidad. De vez en cuando, como ahora, hace su aparición.
ros conocimientos.
En esta temporada el H. Narciso ocupó la habitación 215 del corredor de la zona sur.
Sus ojos no llegan a todos los horizontes, porque es más grande y más profundo el paisaje que su mirada, pero lo que alcanza lo cuida, lo ama y lo respeta.
La muerte en todo caso ni tiene ni es la última palabra, sino que es la puerta que conduce a la casa del que se ha buscado toda la vida. En el momento de la muerte es donde la simiente de vida nueva da por fin su fruto, como muy bien lo cantó un poeta gaucho (Alejandro Mayol-Castiñeira): Silencio y noche en mi tumba, Espigas germinarán. Ciento por uno, y molienda mañana yo he de ser pan. Nació Narciso para morir el día 7 de noviembre de 1922, y murió para vivir el 21 de octubre de 2016. Fueron sus padres Juan y Rosalía, y vio su primera luz en La Utrera, pueblo leonés de la montaña. Narciso es hijo de una tierra generosa en el seno de una familia cristiana, honrada y trabajadora. El niño Narciso era inteligente, responsable, sereno y constante. Creció en un ambiente de amor, de cariño, aprendiendo muy pronto la validez y la importancia del trabajo. La iglesia, la escuela y las calles de La Utrera fueron sus lugares privilegiados. En este ambiente sencillo y anodino aprendió las primeras oraciones y adquirió los prime-
Aquí está fraguándose la futura vida de marista. La sencillez de una vida que podríamos llamar oculta pero siempre luminosa por la naturalidad, la humildad con los paisajes y los contornos de La Utrera.
Amante de la naturaleza, por defecto, porque era defecto lo que le gustaba el campo a nuestro hermano: caza, pesca apicultura, recogedor de setas, de berros y acederas. ¡Qué buenos ratos!. Enseñó cómo pasar por la vida amando a todos y a todo, sin más complicación que la de servir y disfrutar de la vida. Las prisas no parecían casar con su carácter. La paciencia del buen pescador le acompañó toda su larga vida. Evolucionó continuamente como los buenos vinos, con señorío y solera. Profundamente enraizado en sus orígenes, dejó no obstante todo, para seguir la voz de Dios que le llamaba a la vocación marista. En 1938, en plena contienda civil, a sus 16 años ingresó en el juniorado de Venta de Baños para aprender cómo ser marista. En este mismo seminario hace el postulantado y noviciado bajo la
Fromista 1997
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Hermano Narciso García
Miraflores. 2003
influencia de sabiduría y santidad del eterno hermano maestro de novicios, Joseph Basilien. La primera profesión en 1941. Y la profesión perpetua cinco año más tarde en 1946. Tiene una trayectoria docente y apostólica corta y bastante restrictiva. Se estrena como profesor en la ciudad del Sacramento, Lugo. Allí enfermó. Eran tiempos en que la escasez, el hambre y el frío hicieron que bastantes hermanos enfermaran de tuberculosis. Narciso fue uno de ellos. Aquí, en este momento se abre un nuevo camino, un nuevo capítulo en su historia sagrada. Esta enfermedad lo va a acompañar el resto de su vida. Tendrá períodos prolongados de mejoría, hasta de aparente curación, pero siempre con actividades reducidas. Venta de Baños y Sahagún de Campos serán su sanatorio y hospital largas temporadas. Tal vez su vida parece que queda
truncada y que será estéril e inútil, pero Me enterraré en tus entrañas Y el mundo me olvidará, Es doloroso tu abrazo, Pero yo quiero ser pan. Otros recorridos docentes serán: Segovia, León , Palencia y residencia Champagnat de Valladolid. Yo coincidí con Narciso en el San José de León. Enseñaba a los alumnos de ingreso, había dos grupos, de los dos Hnos, uno era Narciso, el bueno. En esos alumnos dejó huella: “La mejor huella que se puede dejar al pasar por esta vida, es la bondad” dice una sentencia sufí. Desde 1986 fija su residencia en Miraflores. Allí ancló el navío de su vida por una larga temporada que él creyó que era para siempre. Narciso creaba y hacía Comunidad. Los hermanos con los que convivió eran su familia, su vida y su tesoro.
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Compostela Marista nuestro hermano. Supo ver a Dios en la naturaleza y sabía orar con los atardeceres de soles inmensos encendidos en el horizonte de estas tierras castellanas. Y con María en el transcurso de su vida. Al final de sus días, en su silla de ruedas no se apartaba de sus labios esta jaculatoria repetida cientos de veces: ”Santa María Madre de Dios, ruega por nosotros”. Era su rosario diario con estas avemarías breves. También fue para todos como un árbol frondoso donde a lo largo de sus casi 94 años de vida se cobijaron mucha personas para recibir sombra refrescante, aliento y consejo; árbol bueno que dio frutos sabrosos y exquisitos en abundancia.
Su carácter alegre y natural fomentaban el buen espíritu y los hermanos se sentían contentos con él. Sus charlas sobre pesca o caza eran las propias de un entendido en la materia, y su mejor recompensa poder ofrecer en la mesa las piezas capturadas aquella tarde o poder ofrecer unos manojos de berros o un ramillete de acederas. Como hábil y experto enfermero atendió durante muchos años a sus hermanos y formandos sin otros métodos que las recetas de la abuela y el abundante herbolario que conservaba en su particular botica. Para el H. Narciso siempre había un mañana y cada momento en su vida fue una oportunidad para amar, para ser fiel, para agradecer y para bendecir. Disfrutaba con la Comunidad y con sus actividades. El Señor escribirá en el “registro de los pueblos” los caminos dela fe y del amor de
Fue esa levadura pequeña que con su presencia sin ruido, serena, fermentó tanto pan para compartir con sus hermanos de Comunidad. El H. Narciso Julio nos ha dejado. Seguramente dijo al partir: Virgen María, Madre, dormir quiero en tus brazos hasta que despierte en Dios. “El ángel de la muerte estuvo a su lado siempre y no fue un esqueleto con la guadaña en la mano, fue un rayo de luz que rasgó las tinieblas” (Loris Capovilla) Ya se encontró con el Padre para siempre. Sigo con el poeta gaucho que nos diría: Zamba del grano de trigo mañana yo he de ser pan, no le tengo miedo al surco algún día he de brotar. H. Joaquín Merayo
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Hermano Narciso García
Excursión a Santo Toribio de Liébana con profesores
Navidad 1990 en el Liceo Castilla de Burgos
Comunidad Residencia Champagnat de Valladolid
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Hermano Luis Conde Manzano 1931—2016 Medina de Rioseco (Valladolid) - Valladolid
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Hermano Luis Conde
“ Una vida sencilla y entregada, de marista de la clase y los patios, del deporte en el que tanto trabajó y los campamentos, de darse día a día a los niños” H. Provincial H. Oscar Martín Vicario
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La despedida del Hermano Provincial Buenas tardes querida familia, Hermanos, amigos: Nos reunimos a celebrar la gran acción de gracias, la Eucaristía, por Cristo muerto y resucitado. Y, junto a Él, nuestra gratitud se extiende y completa porque damos gracias también por la vida de nuestro H. Luis, por su vocación marista y su existencia de hermano y apóstol.
Hombre de trabajo y escuela, dedicó toda su vida a la misión educativa marista Ciertamente la vida de Luis, como las nuestras, cobran sentido nuevo si las miramos desde la Pascua de Cristo. Ayer se nos fue Luis, sin hacer ruido como a él le gustaba. Falleció al amanecer y, aunque había tenido recientemente una caída y bastantes molestias de salud, a todos nos sorprendió su muerte. También es verdad que llevaba años con muchas dolencias, con inacabables jaquecas y, sobre todo, con un amenazante aneurisma que parece que ha sido finalmente la causa de su fallecimiento. Y justamente cuando miramos a una vida como la de Luis, sencilla y entregada, de marista de la clase y los patios, del deporte en el que tanto trabajó y los campamentos, de darse día a día a los niños… y si a ello añadimos después la enfermedad y sus últimos años tan cargados de dolores… nos surgen dos sentimientos: entender que una vida así sólo tiene sentido en Cristo… y dar gracias por él y por haber compartido camino a su lado. Hombre de trabajo y escuela, el H. Luis había nacido en Medina de Rioseco (Valladolid), el 15 de febrero de 1931. Hizo
toda su formación marista en Tui, hasta su primera profesión. Luego haría la profesión perpetua en Segovia. Y, desde entonces, salvo los periodos de estudios y reciclaje, dedicó toda su vida a la misión educativa marista, en León, Salamanca, Villarrín de Campos (Zamora), Oviedo, Coruña, Lugo y Vigo (en esta última ciudad por más de 20 años, hasta que vino a esta Residencia Champagnat de Valladolid, ya enfermo, el año 2012. Por eso, para celebrar y agradecer esta vida de entrega, venimos hoy aquí, como hemos cantado en el himno inicial, acompañando a Luis de vuelta al Padre. Glosemos esta hermosa canción, para decir con nuestro Hermano: Querido Padre, cansado vuelvo a ti... en tu presencia quiero celebrar tu fiesta: y traemos la vida de Luis, el cansancio y también la alegría de tantos años de entrega… que hoy convertimos en fiesta en la casa del padre. Pongo en tus manos mi vida, oh Señor, seguro de que eres siempre fiel. Y por eso ofrecemos hoy la vida de Luis, todo el bien que hizo, y a todas las personas a las que ayudó… confiados en el Dios fiel, que nunca falla. Padre, yo busco tu amor, mira que tu hijo soy. Como Padre te rezó siempre Luis, como Padre te invocó en su camino, y como Padre quiso servirte desde la vocación marista, hecha filiación y fraternidad.
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Hermano Luis Conde
El Hermano Luis Conde estuvo muy vinculado a los colegios maristas de Galicia, más de 20 años en Vigo además de sus estancias en Coruña y Lugo
Lo reconozco, a veces olvidé que eres mi padre… Y si hubo dudas, vacilaciones, miedos en el camino. Y si el dolor y el cansancio a veces se hacían difíciles de llevar, hoy Luis vuelve a ti, buen Dios, con corazón de niño. Sentirme libre desde tu libertad, y ser signo vivo de fraternidad: así lo hizo Luis, y así lo queremos hacer todos sus hermanos, viviendo a fondo nuestra vocación marista. Pues celebremos todo esto, hermanos y amigos. Y vivamos esta vuelta al Padre como vuelta a la luz. Es lo que expresaremos en el gesto del cirio, en el ofertorio, en la despedida...
Así también lo recuerdan las lecturas de hoy: la primera que nos invita a acordarnos de Cristo resucitado, vivo y vivificador. Y el evangelio que nos recuerda el pasaje de la resurrección, lleno de luz, pues ocurre muy de mañana, con figuras resplandecientes y vida renovada. Mañana,
además, celebraremos la fiesta de la luz, de las candelas, según la tradición popular, evocando la presentación del Señor.
Hoy también adelantamos esa presentación, trayendo a Luis de vuelta como un hijo ante el Padre…
Quiso servirte desde la vocación marista hecha filiación y fraternidad Y, además, celebraremos mañana el día de la vida consagrada y la clausura de este año dedicado a ella. Su lema, evangelio, profecía, esperanza, es también una invitación a vivir confiados y en la luz del Señor. Cantemos la vuelta al Padre del H. Luis, y nuestra apertura a la Luz del Señor... Y celebremos con fe y gratitud.
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Acción de gracias Como hemos celebrado en esta Eucaristía, la vida y la muerte tienen sentido nuevo si las entendemos desde la entrega y desde la fe. Y Cristo es la luz que ilumina nuestra existencia como ha iluminado la vida del H. Luis. Por eso, una vez más, damos gracias a Cristo, luz sin final, por la vida de nuestro hermano. Y a nuestra gratitud al Señor, unimos el agradecimiento a los compañeros de camino. Gracias a todos, en nombre de la familia y la comunidad, por vuestra presencia y oración. Gracias a nuestros celebrantes. Gracias a todas las comunidades religiosas y educativas en las que Luis vivió, en especial su última y tan recordada de Vigo. Gracias a los Hermanos de esta Comunidad y al personal médico, auxiliar y de servicio, que habéis acompañado y cuidado
al H. Luis con tanta dedicación en los últimos años. Despedimos a nuestro Hermano y le dejamos junto a la Luz de Dios. Y lo hacemos a través de María, la Madre de nuestra vocación. Con toda la Vida consagrada, convocados por el evangelio, la profecía y la esperanza, damos gracias unidos a Ella. Que Santa María nos acompañe a todos, y que sea bendición en nuestras vidas. Amén. Hermano Provincial Oscar Martín Vicario
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Adoración Nocturna Hno. LUIS CONDE Adorador Nocturno en el Turno 6º “San Pío X” del Consejo Diocesano de Tui-Vigo.
Hoy en día, el Señor se ha llevado a muchos adoradores de su turno, que nos podrían contar infinidad de anécdotas e intervenciones del Hno. Luis Conde en la celebración de nuestras vigilias.
Durante su pertenencia a la Adoración Nocturna, ha sido un gran colaborador en la promoción de Secciones y Turnos, por ejemplo: San Antonio de la Florida; San Mauro de Matamá; Ntra. Sra. del Rocío; San Pablo y otras Secciones como Tomiño-Barrantes; Salcidos (La Guardia); Camposancos (La Guardia); Fornelos de Montes e incluso en Valença do Miño (Portugal).
Cuando se pidieron sugerencias para animar las reuniones o turnos, el H. Luis sugirió hacer alguna vigilia mariana, cosa que fue aceptada por aclamación, y desde entonces se viene celebrando el último viernes de mayo una vigilia a la que asisten miembros de todos los turnos de Vigo, y siempre le recuerdan.
Era tal su preocupación e interés por la celebración de nuestras vigilias, que en una ocasión, llevó a varios adoradores a Sobrado de los Monjes, para tener una convivencia con los Monjes del Monasterio, con el fin de “copiar” como hacían sus horas litúrgicas y tratar de aplicarlas en nuestras vigilias de Adoración Nocturna al Santísimo Sacramento.
Termino estas cuatro notas recogidas de uno de los adoradores del turno, también compañero infatigable con el Hno. Luis Conde en la promoción de turnos y Secciones, con las palabras con las que comenzamos y terminamos la vigilia: ADORADO SEA EL SANTÍSIMO SACRAMENTO - AVE MARÍA PURÍSIMA
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Hermano Victoriano González Suárez 1926—2016 Figaredo (Asturias) - León
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Hermano Victoriano González
Tui, 2014
“Para los hermanos ha sido siempre un hombre cultivado y sabio… y, a la vez, profundamente sencillo” H. Provincial H. Oscar Martín Vicario
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La despedida del Hermano Provincial Queridos Familiares, Hermanos, Amigos todos, bienvenidos a esta celebración. Nos reunimos hoy, para celebrar la Pasión y la Resurrección del Señor Jesús. Y lo hacemos convocados por la vida de nuestro H. Victoriano González, que se ha asociado definitivamente a este misterio pascual. Como él, y en Cristo, todos morimos y resucitamos, y todos estamos llamados a la Vida. Después de unos meses de postración en cama, nuestro Hermano Victoriano González nos dejaba ayer por la tarde. Ha sido un proceso lento de enfermedad, desde su estancia en Vigo y perdiendo poco a poco la movilidad. Ahora, sus hermanos, sus familiares, la Comunidad de esta casa y todos sus Hermanos Maristas sentimos su pérdida. Pero, a la vez, nos sentimos agradecidos y orgullosos de haber compartido camino, peregrinación, un trecho de nuestra vida, con el Hermano Victoriano.
La sabiduría de la sencillez, o la sencillez del hombre sabio Permitidme que me refiera a él como la sabiduría de la sencillez, o la sencillez del hombre sabio. Para los hermanos ha sido siempre un hombre cultivado y sabio… y, a la vez, profundamente sencillo.
Destacamos de una manera especial su entrega también al deporte. En Orense los antiguos alumnos le recuerdan por esa dedicación a los niños en los equipos y por ser un maestro cariñoso y ejemplar. Desde que naciera en Figaredo allá por 1926, su historia ha estado muy unida a su vocación marista, cimentada sobre todo
en Tui donde hizo su formación y Primera Profesión. Luego, su trabajo de profesor y primera comunidad sería en Vigo. Y muchos años de entrega marista, como profesor y gran maestro. Como destinos en los que ha pasado varios años de su vida, destacamos Orense, La Coruña y Oviedo. Ha sido un marista que ha sabido estar siempre en su puesto, con esa sencillez que da la sabiduría verdadera. En efecto, estos últimos años de retiro callado en esta Comunidad del Champagnat, son paradigma de lo que toda su vida fue: estar en el lugar que le correspondía, desarrollar sus servicios y tareas con eficacia y dignidad, y saber permanecer. Hoy celebramos la vida del Hermano Victoriano, su fidelidad, su permanencia, y su incorporación plena a Cristo, de la mano de María. A su lado, llegará a esa plenitud de sabiduría y sentido a la que todos aspiramos:
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Hermano Victoriano González
+ la sabiduría de quien se forma, se prepara, responde con rigor de sus tareas y compromisos, pero no lo pregona ni lo da más importancia, +
la sabiduría de los hombres que, como Champagnat, saben estar y desenvolverse en unos u otros contextos y circunstancias, saben trabajar y rezar, saben hablar y callar,
+ la sabiduría de la cruz, que tan certeramente describe san Pablo y hoy nos recuerda la carta a los Romanos (Si hemos muerto con Cristo, también viviremos con él), y de la que nuestro Hermano también participó con sus sufrimientos y enfermedad que llevó con paciencia, +
la sabiduría de los sencillos que, como María, cuando hace falta apare-
cen y cuando es preciso se ocultan y guardan silencio, seguros de que es el Señor quien actúa, +
con todo y, al fin, la sabiduría de los sencillos, la sencillez de los sabios.
Hermanos, demos gracias a Dios por la vida de nuestro Hermano Victoriano. Y celebremos la Eucaristía y el misterio pascual con fe. Hoy, más que nunca, expresemos confianza y esperanza en Cristo el Señor, animados por las palabras del Evangelio que nos recuerda “Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida”, y sintámonos, con Victoriano, caminantes hacia Él, peregrinos con María. Acción de gracias Gracias a todos, amigos y Hermanos, por esta celebración y por el testimonio orante y esperanzado.
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Gracias en nombre de toda la familia, de esta Comunidad Marista Champagnat de León y de toda la Provincia Marista Compostela.
Que quede en todos nosotros ese recuerdo del hombre sabio y sencillo, tan marista Gracias, a quienes más habéis querido y expresado cariño a Victoriano durante su vida, y especialmente al personal de la casa por tantos cuidados continuados hechos con tanto cariño, a todos los Hermanos de esta comunidad que le atendieron de forma fraterna, y a cuantos le habéis acompañado en los diversos momentos de su vida.
Ahora vamos a despedirle y, quienes lo deseen, acompañar sus restos al cementerio. Pero que quede, en todos nosotros, ese recuerdo del hombre sabio y sencillo, tan marista, con quien y por quien hoy damos gracias a Dios. Que Él, el Dios de la Vida, que vive en cada uno de nosotros y en quien somos uno, acompañe nuestro caminar. Muchas gracias. Hermano Provincial Oscar Martín Vicario
Pabellón de Deportes de Orense, Todos los delegados de deportes del colegio a lo largo de los tiempos: Hno. Víctor (Victoriano), Hno. Ángel, Gago, Hno. Onofre, Hno. Pedro Camino. Posan también Pepiño delegado de fútbol, Antonio Blanco de baloncesto, Manuel Sánchez de Ski, Fidalgo de montaña y José Manuel de deporte de interior. Además están el Hno. Miguel Rey Director, Antonio Verde Jefe de Estudios y Garrido, miembro de la Junta directiva.
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Hermano Victoriano González
Apreciar, compartir, disfrutar "Un optimista es la personificación de la primavera“ Susan Bissonette Amigo de sus hermanos y... muchos amigos entre sus hermanos. Sabía apreciar la cercanía de los que le rodeaban y correspondía con esmero. Valoraba muy mucho el afecto cariñoso de los suyos; padres, hermanos y sobrinos y ellos le devolvían con creces tales manifestaciones en los encuentros y visitas que les hacía. "Víctor siempre fue cercano, amable, risueño, comprensivo, tolerante, conciliador y buen consejero en lo humano y lo divino. Aprendí muchas cosas de él, pero me quedo con tres: Ser maestro, decía, es más que una profesión. La familia es lo más importante. Nacer en Asturias es un honor." (Palabras de su sobrina Noemí en el funeral). Sabía que el compartir es tener presente a los otros a la hora de repartir lo que tienes o consideras que es tuyo porque te pertenece o te lo has ganado con tu trabajo. Así, a su lado, y de forma gratuita y gratificante te regalaba con su charla fácil y su palabra erudita información precisa de alguno de sus muchos conocimientos sobre todo geográficos e históricos. Dejaba traslucir su concienzuda preparación de la clase que te invitaba a tenerlo en cuenta a la vez de recoger ideas para aplicarlo uno mismo. Lugares y monumentos que visitaba eran de plena consideración para sus archivos. Poseía una colección de postales de lugares y monumentos considerable destacando sus álbunes dedicados a la "SANTINA" bajo miles de advocaciones marianas. ¡¡¡Algo grande!!!. Algo grande "Torvi", como solíamos llamarle familiarmente, que nos demuestra el amor que profesabas a la Buena Madre como buen
discípulo de San Marcelino. Disfrutar creo que fue un verbo que, por lo que me han contado y uno mismo ha comprobado en los años de comunidad vividos, sabía conjugar. Disfrutaba: En las clases entre la gente menuda. Cuando sus alumnos eran ordenados y cumplidores de sus obligaciones. Cuando, como delegado colegial, sus equipos deportivos competían con éxito su sonrisa abierta, a veces picarona, se distinguía a leguas.... Aunque hay que reconocer que cuando se perdía su sonrisa era un poco apagada... ¿Verdad Víctor?. ¿Y quién no?. ¡Y con los triunfos del Real Oviedo, no digamos!.
Su sonrisa abierta, a veces picarona, se distinguía a leguas Cuando el pasar de los años te hace llegar a la edad de la jubilación y tienes que cambiar tus actividades diarias pero pudiendo disfrutar de otras como cursos de formación humana, espiritual y marista, viajes y salidas comunitarias o en grupo con visitas que no sólo te distraen sino que enriquecen tus conocimientos y ensanchan el alma de cristiano y religioso como la Ciudad Eterna. ¿ Verdad que disfrutaste ?. Seguro que sí y además dando gracias al Señor y a los hermanos que aprecias y te aprecian porque un optimista es la personificación de la primavera y en el cielo es primavera eternamente. Que sigas disfrutando con el Padre Dios. Hno. Primitivo Blanco.
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Compostela Marista
“Un corazón bueno y un alma de niño” A mi tío Víctor, Las buenas personas nos dejan huellas imborrables, nos abren senderos, son guías sin saberlo. Torvi, mi tío Víctor, era una de esas buenas personas, con vocación de educador y devoción por su familia. Mi infancia no sería infancia sin el tío Víctor. Los niños se entienden bien con aquellos adultos que no han dejado nunca de ser niños. Y Víctor siempre fue cercano, amable, risueño, comprensivo, tolerante, conciliador y buen consejero en lo humano y lo divino. Su debilidad eran sus sobrinos. Sencillamente encajábamos. De él echo de menos las tardes de sábado, las charlas, aquellas charlas. Podía empezar con un viaje a cualquier lugar del mundo, visitando ciudades, castillos, museos, catedrales... Proseguir contemplando montañas nevadas, valles serenos y ríos cristalinos. Detenernos en otro siglo, en un año perdido y escudriñar la Historia de nobles y villanos. Y al paso deleitarnos con esta zarzuela o aquella copla. Y si además esa tarde jugaba el Real Oviedo... broche de oro. Aprendí muchas cosas de él, pero me quedo con tres: - Ser maestro es más que una profesión - La familia es lo más importante - Nacer en Asturias es un honor Torvi hizo una opción de vida religiosa y de enseñanza, y eligió bien. Un corazón bueno y un alma de niño. Querido tío Víctor, si la memoria es la vida del recuerdo, serán tus recuerdos los que den vida a mi memoria. Descansa en paz Tu sobrina Noemí.
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Hermano Victoriano González
Equipo de fútbol. Orense 1965
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Hermano Marino Costana Miguel 1922—2016 Braùosera (Palencia) - Valladolid
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Hermano Marino Costana
Hijo Adoptivo de Burgos por su dedicación al Liceo Castilla. 1988
“Se entregó al Liceo Castilla ya desde su juventud en los primeros años, como hermano joven y en la plenitud de su vida” H. Provincial H. Tomás Briongos Rica
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La despedida del Hermano Provincial gos:
Queridos familiares, Hermanos y ami-
Nos reunimos hoy aquí para celebrar la Eucaristía, y proclamar nuestra fe en Cristo resucitado. El Cristo en quien Marino puso su confianza y su fe. El Cristo por quien Marino dedicó toda su vida a servir a los demás, especialmente a través de la educación. El Cristo a quien Marino descubrió como hermano, y por el cual él quiso hacerse hermano para todos. Nuestro hermano Marino se nos ha ido tras una larga vida de entrega y de servicio a niños y jóvenes y aunque el dolor y la tristeza llegan a nuestros corazones, hemos sido testigos de la serenidad con que Marino ha vivido estos últimos meses, sabiendo que el final de su vida se acercaba y las fuerzas le iban abandonando. Y en algunos momentos se despedía de nosotros. Marino fue y es marista, y su historia ha ido muy vinculada a su vocación: nació en Brañosera (provincia de Palencia), hizo su juniorado en Arceniega y en las Avellanas en el año 36, cuando comenzó la Guerra Civil.
gos en el Liceo Castilla y estudió en Valladolid. Director en Burgos y en Segovia y unos años como formador de escolásticos en Salamanca.
Su corazón seguía ligado al Liceo Castilla por tantos años vividos como profesor y director
En los años 70 es destinado de nuevo al Liceo Castilla de Burgos y allí permaneció entregado a su tarea de educador hasta el año 2000 y luego hasta 2011 que vino a esta casa, con tareas de servicio y apoyo como hermano jubilado.
Los hermanos llevaron a los juniores con familias de los pueblos cercanos. Los milicianos mataron a algunos Hermanos, como el H. Crisanto. Marino conservó la amistad con la familia que estuvo durante toda la vida y varias veces la volvió a visitar.
Su corazón seguía unido al Liceo Castilla, por tantos años vividos como profesor y director. Y unido a muchos antiguos alumnos con los que conservaba una gran amistad.
Su noviciado lo tuvo en Villafranca de Navarra. Fue profesor en Pamplona, en Bur-
Junto a su imagen, hemos situado dos pequeños objetos que quieren mostrar aspectos importantes de su vida como marista.
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Hermano Marino Costana
1.- Una chasca, como recuerdo de todos los momentos de entrega a los alumnos en la clase y preocupado por ofrecer una buena formación académica y cristiana. 2.- El libro que recoge la historia de los 125 años de los Maristas en Burgos. Colegio al que se entregó ya desde su juventud en los primeros años, como hermano joven y en la plenitud de su vida. Un trabajo educativo por el que el ayuntamiento de Burgos le reconoció con la medalla de la ciudad. Mil gracias, querido H. Marino. Contigo y como tú cantamos hoy, “que el Señor es nuestra esperanza”.
El evangelio nos recuerda los talentos que el Señor nos ha dado, talentos con los que Marino ha dado muchos frutos. Pues así, con la esperanza de despedir a un Hermano de corazón, y a un servidor, comenzamos nuestra celebración confiando en el Señor. Y cantamos, con nuestro Hermano, “El Señor ha estado grande a Jesús resucitó”; Al igual que resucitó a Jesús, resucitará con él al H. Marino.
Y también nos hacemos eco de la lectura del Apocalipsis: “Si alguien escucha mi voz y abre la puerta, entraré en su casa y cenaré con él y él conmigo”.
En el Liceo Castilla de Burgos
Hermano Provincial H. Tomás Briongos Rica
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Compostela Marista
Casi un siglo en el Lendel adornarla, defenderla y proveerla. El río Rubagón recoge las aguas que bajan de la montaña y de los maneros de las laderas. Montaña y río cierran Brañosera formando su anfiteatro natural. Y en las laderas de sus tres piedras abundan las brañas que son prado y pasto de verano para sus ganados. En este ambiente y en esta cuna natural nació el niño Marino, en el hogar de José y Prima, sus padres. Fue el benjamín de la saga Costana Miguel. En el seno de esta familia, Marino aprendió los valores fundamentales que llenaron su vida. Sobre todo su madre le cantó las primeras nanas, le enseñó las primeras palabras y las primeras oraciones. Le vieron crecer tan cerca y tan lejos como un riachuelo que iba haciéndose proceloso y se escapaba en busca del mar, en busca de su lendel.
Recuerdo muy bien haber visto y admirado en la niñez, al caer la tarde, la cadencia de los cangilones subiendo y vertiendo el agua en el surco, y el giro paciente y perseverante del animal por el lendel, inconsciente de la vida que con su andar estaba haciendo brotar y madurar en la huerta. El lendel del H. Marino tuvo su principio el día 17 de febrero de 1922 en el histórico pueblo de Brañosera, en el norte de Palencia. Brañosera tiene el privilegio de ser el primer ayuntamiento de España donde un monolito instalado en el centro de la plaza mayor recuerda el hecho histórico. En Brañosera transcurren las primeras etapas de la vida del H. Marino. Villa creada en una geografía abrupta, de alta montaña, que en sus entrañas permanecen dormidos yacimientos mineros. Y está coronada con la triple corona pétrea: Peña Labra, Peña Prieta y Peña Blanca que ciñen su sien para
En la vida del H. Marino abundaron la leche de sendas ubres: la de la familia y la de la escuela de Barruelo de Santullán, con el beato H. Bernardo, de quien fue alumno el H. Marino dos cursos.
En el seno de la familia aprendió los valores fundamentales que llenaron su vida Faltaba solamente un mes para el martirio de su profesor del alma, H. Bernardo, cuando Marino ingresa en el juniorado de Arceniega, el 9 de septiembre de 1934, para iniciar la formación marista bajo la protección y a la sombra de la Virgen de la Encina, patrona del juniorado. Con sólo 12 años va a emprender una peregrinación evangélica. “Cuando os persigan en un pueblo huid a otro”.
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Su peregrinación, consecuencia de la guerra civil, va quemando etapas. De Arceniega a las Avellanas, donde Marino bajo la dirección y ejemplo de otro Hermano beato, H. Crisanto, sigue firme en su camino. Los juniores, para salvar la vida, son repartidos en familias amigas que los esconden y camuflan. A Marino lo acogió una familia de Tartareu con la cual siguió manteniendo relación durante toda su vida. Luego viene Logroño en 1936, después un seminario doméstico durante algunos meses en su casa de Brañosera. Restablecida la paz todo vuelve a la normalidad en su formación. En Villafranca de Navarra realiza su noviciado en 1937 y la primera profesión en 1938. Hace su profesión perpetua en Logroño en 1945 y emite el voto de estabilidad en Burgos en 1961.
constante: Pamplona, Valladolid, Segovia, Salamanca, y dejando para el final, que no es olvido, Burgos. La ciudad del Cid se convirtió para Marino en una ciudad permanente. En ella se estableció durante 56 años. Fue director, pero sobre todo profesor, PROFESOR con mayúsculas, un gran maestro que ha formado generaciones enteras de alumnos, con un estilo docente ameno, sencillo y práctico.
La ciudad del Cid se convirtió en una ciudad permanente donde fue PROFESOR con mayúsculas
Se licenció en Ciencias Químicas en la Universidad de Valladolid.
Marino fue todo un señor, aunque él no presumiera de nada, siempre afable y cordial. Amante de sus gentes, sus paisajes y su historia. Y sobre todo ha sido una gran persona, incansable, infatigable, lleno de energía.
Su campo de apostolado es largo y
Las dificultades le daban fuerza y no
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se desanimaba. “Aut viam inveniam aut faciam” (O encuentro un camino o lo construyo), cita de Aníbal cuando se le dijo que no podía cruzar los Alpes con sus elefantes. No importan los pasos que se den por el lendel de cada uno cuanto las huellas que dejes. Marino no fue un religioso vacío, hueco. Fue una carreta llena. Es muy fácil saber cuándo una carreta va vacía, por causa del ruido. Cuanto más vacía mayor es el ruido que hace. Marino fue hombre de mucha cultura, abarcó y ejerció grandes responsabilidades, fue director en distintos momentos y en diferentes colegios, consejero provincial. Pero el mundo exterior e interior de Marino fue la educación, la enseñanza, es decir, la misión. Entusiasmarse con la tarea de la educación sólo es posible cuando la actividad que se realiza conecta con la llamada inte-
rior, con la vocación. La enseñanza era la salsa del H. Marino. Sus aulas eran un lugar santo donde la disciplina del silencio reinaba y de la cual podría hablar horas enteras. No se sabe escuchar porque no sabemos callar.
La enseñanza era la salsa del H. Marino Supo sembrar y esperar. No se hacen en un día los cauces de los ríos, ni se doma en un momento el corazón del hombre. Marino luchó sin desánimos. Caminos llanos, caminos de montaña, caminos que exigen esperanza, un horizonte, caminos que vivifican nuestras desesperanzas. Son el lendel que supo aceptar y comprender porque, sencillamente, ha hecho de eso su vida. Sabe que el trabajo de educador es lento, es como pulir un tronco de madera
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que con el tiempo y el cincel se hacen obras maravillosas. Y sus alumnos, cientos en tantos años, le cantaron: Tú me enseñaste a volar // con alas de pajarillo. // Cuando no era más que un niño // sin miedo a la libertad. // No envejecerás jamás // amigo, hermano, maestro: // Siempre como un Padrenuestro // en boca de algún chaval. Y para todos el H. Marino fue un marista cabal, por los cuatro costados. Nunca desdijo en su vida el SÍ que había dado a Dios. El día de su profesión dejó escrito: “Soy de María, con María me quedaré”. Y para nosotros: Un hombre de verdad, un consagrado de verdad, un creyente de verdad, con una nota de humor. Cercano, sencillo, alegre: Hombre de mirada larga cuando plantea cuestiones importantes y de corazón acogedor para entender las pequeñas cosas con toda la hondura que requieren. En el año 2011 Marino se bajó del lendel y llegó a la residencia Champagnat, libre de preocupaciones y responsabilidades para poder disfrutar de la jubilación en plenas facultades. Pero el deterioro se fue apoderando de Marino y no resistió. Dijo basta. Al final se descubre la verdad de todo lo que se ha vivido. Ya lo dijo Octavio Paz: “Soy hombre: duro poco y es enorme la noche. Pero miro hacia arriba: las estrellas escriben. Sin entender comprendo: también soy escritura y en este mismo instante alguien me deletrea.” (Poema Hermandad). Marino vivió: “Amar, eso es todo; // querer, todo es eso. // Los mundos brotaron // al eco de un beso” (Amado Nervo). El padre López Arróniz, redentorista, escribe: El amor, la muerte, la vida caminan
siempre cogidos de la mano. Son la constante eterna que enhebra la literatura universal. Las tres heridas que cantaba melancólico Miguel Hernández: “La herida de la vida, la herida de la muerte, la herida del amor.” Cuando Dante se quedó extasiado al paso de Beatriz llegó a casa y escribió: “Comienza una nueva vida”. ¿Qué escribiría Marino al encontrarse cara a cara con el Padre misericordioso, con la Buena Madre, con Jesús, con sus compañeros y amigos los beatos y santos maristas?. Marino dejó el lendel y todas sus herramientas el 15 de noviembre de 2016. “Deseo que sea largo el camino, //que sean muchas las mañanas estivales.// En que con alegría, con gozo //arribes a puertos nunca antes vistos” (Itaca, de Konstantino Kavafis) H. Joaquín Merayo M.
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Hermano TeĂłfilo MartĂnez Bujedo 1925—2016 Lences de Bureba (Burgos) - Valladolid
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“Le recuerdo siempre pendiente de los entrenamientos de los equipos de baloncesto, del cuidado de los niños en los recreos” H. Provincial H. Tomás Briongos Rica
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La despedida del Hermano Provincial Queridos familiares, Hermanos y amigos, bienvenidos a esta celebración de la vida de nuestro H. Teófilo. En pleno camino de Adviento, mientras vamos dando pasos al encuentro del Señor, que va a nacer en medio de nosotros… nuestro H. Teófilo se nos ha ido, preparando un camino para este encuentro con Dios.
Este es el misterio del nacimiento y la muerte, del Dios encarnado que nace de nuevo, y de una vida, la de nuestro Hermano, que muere para renacer, para encontrarse de lleno con ese Dios vivo y recrearse en él. Por eso, qué cierto es lo que acabamos de cantar al comenzar la celebración: “Querido Padre, vuelvo a ti” Pues nuestro corazón no descansa en plenitud, hasta que no está en Ti. Y nuestro H. Teófilo ya está en
presencia de Dios. Aunque nos duele separarnos del Hermano, es el momento de recordar y celebrar su vida. Retomemos hoy un poco de su alma y de su espíritu inquieto, de su sentido de fe… Y celebremos que él ha culminado ya el caminar del Adviento, para renacer en Cristo y con Cristo.
Compromiso, familia, baloncesto y vocación Teófilo fue y es marista, y su historia ha ido muy vinculada a su vocación: nació en Lences de Bureba, en la provincia de Burgos; hizo su formación marista en Balmaseda y en Anzuola; y después dedicó sus esfuerzos apostólicos en diversos lugares, Burgos, Pamplona, Barruelo, Valladolid, Segovia…, en todos esos colegios dejando el rastro de la entrega. Conocí a Teófilo en su último año de profesor, cuando estudiaba tercero de magisterio en Segovia, y al año siguiente que él se jubilaba, tomaba su relevo como profesor, comenzando a dar clase en 5º de Primaria. Le recuerdo siempre pendiente de los entrenamientos de los equipos de baloncesto, del cuidado de los niños en los recreos y durante el comedor, y atento a los juegos y a las personas. Como cuatro “luces” o cuatro facetas de la vida y entrega de Teófilo, vamos a encender ahora cuatro pequeñas candelas. Es como una renovada corona de Adviento, y queremos simbolizar algunas de sus inquietudes y de sus anhelos de vida.
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Hermano Teófilo Martínez
1.- Una vela que nos recuerda su compromiso con los alumnos en la clase, su trabajo en las tardes y en fines de semana, atendiendo a la gente y preparando muchas actividades.
Y también las lecturas de la Eucaristía nos hablan de Dios que es Pastor de su pueblo y cuida de todas las ovejas y se preocupa para que todas lleguen al redil.
2- Otra luz, que nos recuerde su sentido de familia y cariño por su pueblo. Preocupado por preparar actividades para los demás y disfrutando de esta entrega con las personas.
Siempre atendiendo a la gente y preparando muchas actividades
3.- Una vela, también, recordando su trabajo dedicado a los deportes y sobre todo al baloncesto. Con muchos tiempos de entrenamiento y compartiendo viajes y campeonatos con los alumnos.
Que contigo, Hermano, celebremos en esta tarde la Vida. Y con esas pequeñas luces del caminar cotidiano, de la entrega educativa, del sentido de familia y de la vocación… avancemos hacia la luz de Cristo, que nos nace a todos en el corazón, y que te ha inundado definitivamente a ti, Hermano Teófilo.
4.- Y, finalmente, una vela por su vocación religiosa, por ser un hermano que ha cuidado los tiempos de comunidad y la presencia en la oración y en el ocio comunitario. Querido H. Teófilo. Contigo y como tú cantamos hoy, “Querido Padre, cansado vuelvo a ti”.
Hermano Provincial Hermano Tomás Briongos Rica
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Teófilo “Chofi” o cuando el basket era basket Se nos fue un ‘catedrático’ del baloncesto vallisoletano. El último entrenador que se instruyó a sí mismo por sus propios medios, sin ayuda de un maestro y basándose en el conocimiento adquirido por la experiencia y su propio juicio crítico. Con 91 años de edad y después de haber visto pasar como él mismo decía ‘la degenaración de su deporte, el baloncesto’, el Hermano Teófilo Martínez ‘Chofi’ nos dejó de puntillas y sin hacer ruido. Aquel entrenador autodidacta que entrenaba y dirigía en pantalones de pana y boina, fue sin lugar a dudas el alma del baloncesto base de Maristas, según le definió el desaparecido Diario Regional. Un hombre con una forma muy peculiar de entrenar, lejos, muy lejos del estereotipo del entrenador que hoy conocemos
pero capaz de sacar un rendimiento, por entonces y pese a todas las limitaciones técnicas y tácticas, asombroso. Un trozo de pan querido por muchas generaciones del baloncesto del ayer.
El último entrenador que se instruyó a sí mismo El Hermano Teófilo dejó una huella imborrable con la disciplina y la exigencia por bandera. Un entrenador dotado del privilegiado equilibrio de poder hacer una carantoña o dar un ‘pestorejo’. El baloncesto cuando era baloncesto, cuando se entrenaba en los patios, tres y cuatro veces por semana con charcos, grietas y sorteando alcantarillas. Maristas cuando era Maristas. El padre de una de las mejores generaciones de jugadores de Valladolid como fue la quinta del 64. Una persona entrañable para todos los que tuvimos el privilegio
Equipo de baloncesto junior del Colegio La Inmaculada de Valladolid. 1975
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Hermano Teófilo Martínez
de poder coincidir con él en algún momento. Un hombre que recibió hasta tres homenajes en vida. El primero en 1985 con las famosas ‘24 Horas de Baloncesto’ en Maristas. La segunda coincidiendo con el 25º Aniversario de Maristas CB, y la última, como bien me apunta Juan Carlos Pozo, uno de los históricos del club, hace cuatro años cuando la salud de ‘Chofi’ ya era más delicada. Uno de sus pensamientos deberían de ejercer de cabecera de las nuevas generaciones. «La época gloriosa ya ha pasado. No se puede comparar el sacrifico por el baloncesto de los jugadores de antes con los de ahora. Además de exigir, los chavales respondían». Por desgracia es el amén del baloncesto actual, acomodado, con muy poca voluntad, con escasez de románticos, y en muchos casos con colegios que buscan en el baloncesto una forma más de hacer negocio.
chos años después, reconocible y recordado por apellidos ilustres del baloncesto como los Calvo, Guzmán, Castañeda, Sierra, Sala, Del Tío, Pozo, Fisac, Tomillo…
Al Hermano Teófilo no le importó ir por libre para marcar un camino, hoy, mu-
Equipo de la comunidad marista de Valladolid. 1980
Guillermo Velasco Diario de Valladolid
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Compostela Marista Primer Equipo de baloncesto femenino del Colegio La Inmaculada de Valladolid. 1983
Fiestas colegiales
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Hermano TeĂłfilo MartĂnez
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Hermano Teófilo Martínez
Bodas de Diamante. 2002
Cumpleaños. 1992
Bodas de Oro en Valladolid. 1992
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Hermano Julio Cagigas Vidal 1925—2016 Avilés (Asturias) - León
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“La constante de servicio, de entrega a la misión, de sencillez. Y de espíritu de fe como fondo y razón de su caminar.” H. Provincial H. Tomás Briongos Rica
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La despedida del Hermano Provincial Buenas tardes familiares del H. Julio, Hermanos y amigos. En esta tarde del tiempo de Navidad, nos reunimos en torno al señor Jesús, y a la vida entregada de nuestro H. Julio. Es Jesús quien nos convoca aquí, y nuestra mirada se dirige a él, Dios encarnado, que da sentido a nuestra vida. Y es junto a Jesús al lado del portal y junto a la Sagrada Familia donde dejamos a nuestro Hno. y donde nos situamos todos en esta celebración. El H. Julio llevaba ya casi 40 años en este centro, primero como profesor del colegio, y después en la comunidad de Hermanos Mayores. Muchos años de actividad educativa y al frente de tareas auxiliares. Con plena autonomía hasta hace unos meses cuando tuvo una caída. Pasaban las semanas y se notaba cómo iba perdiendo su vitalidad. Y así de forma callada se nos ha ido a la casa del padre. Había nacido en Avilés, su formación marista comenzó en el juniorado de Tui en 1940 y culminó en Venta de Baños con su profesión perpetua en 1947. Estuvo destinado en Madrid, en León San José, Salamanca, Palencia, Lugo, Vigo, Oviedo, La Coruña, un año en Francia como profesor de emigrantes y desde 1977 en este colegio Champagnat de León. Han sido más de 40 años como educador con una entrega solícita a los alumnos y más de 25 años como jubilado colaborando en diversas tareas. Y en todos es-
tos lugares, toda esa vida, la constante de servicio, de entrega a la misión, de sencillez. Y de espíritu de fe como fondo y razón de su caminar. Por eso hoy, al despedir a Julio y agradecer a Dios su vida, el marco de la Navidad y la fiesta de la Sagrada Familia, nos sirven bien como referencia. Porque la vida de un marista, siempre tiene algo de los tres puestos que Champagnat quería que sus Hnos. ocupasen en la vida: el altar, el calvario, y el portal de Belén. Hoy, reunidos en torno al portal de Belén, nos sentimos familia como Jesús, María y José. E iluminados por la vida entregada de nuestro hermano Julio, queremos aumentar nuestros lazos como familia. Este sentido de familia es uno de los retos que nos deja la vida de este Hermano.
Su forma de convivir atenta y delicada, su participación y disponibilidad, su buen humor y su cariño + Familia: familia en su servicio marista, en sus muchos años como profesor. Eran épocas de pocos recursos; años esforzándose por atender a todos los alumnos y en especial a los que se preparaban para ser maristas. + Familia: familia que construía Julio por su forma de convivir atenta y delicada, por su participación y disponibilidad en reuniones y celebraciones, por su buen humor y su cariño por los hermanos. + Familia: familia, también, en su espíritu de servicio. Hasta hace pocos años se ha encargado de realizar los diplomas para los alumnos de algunos colegios como el de Coruña. Con una caligrafía esmerada
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Creo que tenemos, en este sentir y construir familia de nuestro Hermano, un reto para los que estamos aquí. Y, a la vez, un motivo de gratitud. Tomando una cita de la lectura del Libro de Isaías que sepamos ser instrumento de la acción de Dios al “enjugar las lágrimas de todos los rostros”, al acoger el dolor de los que nos rodean y presentarlo al Señor. Y, como nos recuerda el Evangelio, “Venid a mí los que estáis cansados y agobiados”. Así lo vamos a expresar en la Eucaristía que celebramos, en la mesa del pan y el vino que vamos compartir.
que él siempre llamaba “CLARIGRAFÍA” por la claridad y estética de sus trazos. Un servicio muy reconocido por el profesorado. + Familia: familia por qué no llamarlo así, también en su fe, su religiosidad también “familiar”, con una devoción especial a María… nuestra Buena Madre, que fue su referencia y aliento en su vida marista.
Damos gracias a Dios por la familia. Por su familia, la del Hermano Julio, y por la nuestra, la familia de cada uno. Y gracias por la sagrada Familia, y esta familia marista en la que él desarrolló sus dones y su vocación, y en la que nosotros queremos seguir caminando, creciendo, viviendo. Si nuestro fundador san Marcelino repetía que era “consolador vivir y morir en la familia de María”, os invito a que compartamos hoy ese consuelo, esa paz, esa confianza. Y a que demos gracias a Dios con nuestro Hermano Julio y comencemos cantando “Familia Marista”. Hermano Provincial Tomás Briongos
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La inquebrantable fidelidad a la conciencia Milan Kundera, escritor checo, escribió un libro titulado “la insoportable levedad del ser”. Aunque sea difícil y arriesgado podríamos decir que la larga vida de nuestro Hermano Julio Cagigas (casi noventa y dos años) podría resumirse así: La inquebrantable fidelidad a la conciencia. Con todo lo que ello supone: Coherencia en el ser y obrar. Dolor y sufrimiento muchas veces y muchos días por llevar hasta el extremo esa coherencia. A los ojos más superficiales Julio era demasiado escrupuloso pero a los ojos del corazón que ve lo principal – como decía Saint-Exupèry en el Principito – el escrúpulo de conciencia produce dolor y desasosiego pero es síntoma de una fidelidad a sí mismo y a lo que uno piensa que Dios le exige.
Sin entrar en moralismos y análisis de la situación hay que admirar en Julio un ser profundo y una pauta de conducta que nunca quiso hacer dejación de lo que consideró lo mejor para su vida aunque el dolor – y hasta el desasosiego – le acompañara muchas horas y muchos días. Julio fue, como tantos Hermanos de su tiempo, un trabajador de la primera hora en la viña del Señor. Tenía quince años cuando llegó a la Casa-Colegio de Tui en 1940 y al año siguiente hace el Noviciado en Venta de Baños y la Primera Profesión el 1942. Con una formación escasa y “express” pero ya con ganas de comerse el mundo sale a los Colegios (Madrid) – como se decía – dispuesto a mil sacrificios en favor de aquellos cuarenta y más alumnos que le correspondían cada año.
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Escaso el pan y austera la vivienda nada frenaba el espíritu de sacrificio que impulsaba la vida de aquellos Hermanos. Autodidactas de todo pasaban sus días procurando aprender lo que no habían estudiado y siendo el religioso que casi no les había dado tiempo a formarse. A los veintidós años emite la Profesión Perpetua en Venta de Baños y, tras un breve paso por el San José de León, ya está preparado para ser formador de juniores en Venta de Baños. Ya era entonces como siguió siendo toda su vida: Pausado, metódico, “clarigráfico”, animador de fiestas comunitarias cantando asturianadas. Eso sí, ni un gesto de más ni un paso de menos empezando a disfrutar de la música clásica aunque no tuviera ni un disco de vinilo ni un reproductor arcaico. Mirando cien veces el reloj para ser puntual a todo. Otros cuantos destinos ven siempre a un Julio tal como fue siempre: Salamanca, Grugliasco (un Segundo Noviciado para completar lo que casi no había visto en el primero) y vuelta a la ronda de Colegios donde siempre le esperaba lo mismo: Clase, Comunidad, cuadernos. Palencia, Lugo, Vigo, Oviedo y una “salida al extranjero” (Saint Étienne y Toulouse) para ayudar a emigrantes españoles y encontrarse con el susto de una moto que iba por mal camino porque Julio era imposible que no fuera por el sitio correcto. Un breve paso por La Coruña y ya recala en el Colegio Champagnat de León donde ha pasado los cuarenta últimos años de su vida. Como siempre… Como Profesor (ya con bata blanca pero la misma pausa y algún instrumento más para reproducir músi-
ca clásica). Y cuando el oído empezó a hacer estragos pasó a la Casa de Hermanos Mayores hasta que Dios se lo ha llevado al cielo el día 28 de diciembre de 2016. En septiembre del año que acaba aparecen los primeros síntomas del camino doloroso que Julio tendrá que recorrer. “Son cosas de la edad”, decía él. Pero no sólo era la edad. Era una misteriosa enfermedad que agarrotaba su cuerpo y avanzaba a pasos agigantados cada día. Y Julio tuvo que hacer equilibrios entre su conciencia de siempre y la realidad que se imponía cada día.
Tuvo que hacer equilibrios entre su conciencia de siempre y la realidad que se imponía cada día No dijo ni sí, ni no… Sólo pronunció una sola palabra; Bueno… Julio, hay que andar con bastón. Bueno… Julio hay que usar el andador. Bueno… Julio tienen que trasladarte en silla de ruedas. Bueno… (pero poniéndome en mi sitio en la Capilla y en el comedor). Julio tienen que controlar tu ropa y asearte. Bueno… (Tardó más en decirlo pero lo dijo. Cruzó las manos sobre el pecho y se dejó hacer. Dios sabe cuánto le costó ese último “bueno…”. Todo ya se produjo a velocidad de vértigo cada día y sin poder pronunciar ya su “bueno” de aceptación porque no podía hablar, ni moverse de la silla ni tan siquiera comer algo sólido por sí mismo. La pila se estaba acabando y los ojos se iban cerrando. A veces, en sueños, repetía y repetía
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(siempre fue su costumbre repetir todo): Jesús, Jesús, Jesús… Ora por nobis, ora pro nobis, ora pro nobis… A mediodía del día 28 de diciembre vinieron a verle su hermano Silverio, su cuñada Marisa y sus sobrinos Alfonso, Elvira y Miguel Ángel. Ellos le vieron pero Julio ya no los vio. Y eran las veinte horas y diecisiete minutos del mismo día 28 de diciembre de 2016 (por el reloj de Julio) cuando entregó su alma a Dios de modo pacífico y sereno. Yo creo que, en su interior, volvió a decir: Bueno…
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+ Había estallado la paz y comenzado la eternidad. En el cielo podía oírse el Alelluia de Hendell. Francisco Calleja 1
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El H. Julio con el H. Antonino (1); H. Pablo (2) y el H. Adolfo (3) y otros compañeros. Parte del “comité de recepción” imaginado por Paco Calleja
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P.D. (off the record). De inmediato se formó un comité de recepción formado por Antonio María (el herramientas), Pablo Kennedy (Calisay), Adolfo, apodado Sor Serenidad y Valentín “mil diablos” (vaya, con perdón). Se apostaron a la puerta del cielo y cuando llegó Julio Cagigas preguntando: ¿Es aquí? Y repitiendo otra vez como de costumbre: ¿Es aquí?, salieron los cuatro en tropel y le dieron la bienvenida para que no preguntara una tercera vez. Julio – dijeron – hemos conseguido que actúes en la Gala de Nochevieja (gracias al Padre Champagnat que, con esto del Bicentenario, tiene vara importante en las altas esferas). Cantarás “Torna la gocha” porque lo de “Asturias, Patria querida” está muy visto aquí. Julio, sin inmutarse, sólo dijo: Bueno… Llegó el momento y uno de los presentadores – Antonino Díez, el de Valdesamario (sin sidra “pa jumarse”) dijo: Con todos ustedes, Julio Cagigas, el Neñu de Cancienes. Canta: Torna la gocha. Julio se puso en pie con la camisa más blanca que lavada con Persil, estiró bien los bajos de la chaqueta ojo de perdiz de toda la vida (terrena, vaya), cerró los ojos y empezó a cantar. En su momento algunos tenores y sopranos del coro celestial irrumpieron con fuerza: “Torna, torna la gocha, torna…”. La segunda vez todo el cielo era un clamor: “Torna, torna la gocha, torna… Y, al final, como siempre y como si nada, se oyó a Julio con innumerables tonos y matices de voz: “torna la gocha, torna, nun vaya a fuzar la pumara… ra…ra…ra… da”. Los aplausos se oyeron en muchas galaxias y Cecilia – coordinadora de eventos musicales-, le dijo a Julio que quedaba contratado para otras ocasiones. Como no podía ser de otra manera Julio respondió: Bueno. Los maristas no cabían de gozo, el Padre Champagnat sonreía complacido y los del comité de bienvenida se apuntaban el éxito. (“Crónica guasa” enviada por guasáp al corresponsal interino del Champagnat de León por el comité de recepción). Un tal Paco Calleja
El H. Julio con el H. Valentín y otros compañeros
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Familiares de Hermanos Dña. Milagros García Martínez Falleció el 21 de enero en Bilbao. Hermana del H. Victoriano García Martínez.
D. Juan Antonio Lérida Domínguez Falleció el 24 de julio en Venta de Baños (Palencia). Cuñado del H. José Luis Grande Galindo.
Dña. Margarita Yáñez Casal Falleció el 17 de febrero en Ourense. Hermana del H. Jaime Yáñez Casal.
María Febes Pablo de María Falleció el 6 de septiembre en Duruelo de la Sierra (Soria). Hermana del H. Emiliano Pablo de María.
Dña. Antonia Calleja González Falleció el 21 de febrero en Santa. María del Campo (Burgos). Madre del H. Raimundo Puente Calleja. Dña. María del Carmen Pérez Vidal Falleció el 23 de febrero en Boadilla del Monte (Madrid) Cuñada del H. Pedro Javier Camino García. D. Cesáreo de Domingo Fernández Falleció el 3 de marzo en Burgos. Tío del H. Roque de Domingo Adrada. D. Ángel Díez Omaña Falleció el 29 de marzo en Tapia de la Ribera (León). Cuñado del H. Amaro González Díez. D. Abilio Pérez Puente Falleció el 30 de marzo en Zambia. Hermano del H. Victorino Pérez Puente.
Dª Luisa Sánchez de la Cruz Falleció el 15 de septiembre en Salamanca. Hermana del H. Casimiro Sánchez de la Cruz. D. Ángel Caminero Falleció el 24 de septiembre en Cisneros (Palencia). Cuñado del H. Nicolás Rodríguez Beneite. Dª Juanita Díez Carazo Falleció el 29 de septiembre en Villatoro (Burgos). Madre del H. Jesús González Díez (Jack). D. Guillermo Lazo Cardo Falleció el 7 de noviembre en Nogoyá (Argentina). Hermano del H. Eutiquiano Lazo Cardo. D. Jesús Pardo Yáñez Falleció el 12 de noviembre en Ferrol. Padre de Jesús Pardo Muiños (novicio).
Dña. Anunciación Grande Fernández Falleció el 25 de abril en Cubillas de Rueda. Hermana del H. Maximiliano Grande Fernández.
Sra. Celeste Batista Vieira Sousa Faleceu em 14 de novembro em Gondemaria (Santarém) Cunhada do Ir. Manuel Lopes de Sousa.
D. José Antonio Muñoz Ramírez Falleció el 9 de mayo en Valdelacalzada (Badajoz). Cuñado del H. Ángel Álvarez Álvarez.
D. Sisinio Fernández Baños Falleció el 16 de noviembre en Villamarco (León) Tío del H. José Antonio Baños Casado.
Dña. Julia García Sobrado Falleció el 10 de mayo en Santiago de Compostela. Hermana del H. Luis García Sobrado.
Dª María Manuela García de Longoria Carreño Falleció el 24 de noviembre en Navatejera (León). Hermana del H. Ildefonso García de Longoria
Dña. Elena Hernando Lozano Falleció el 18 de junio en Burgos. Madre del H. Ángel Francisco de Grado Hernando.
Dª María Lourdes Torre Fueyo Falleció el 7 de diciembre en Valencia. Hermana del H. José Torre Fueyo.
Dña. Margarita García-Reol Caballero Falleció el 13 de julio en Burgos. Cuñada del H. Pedro Javier Camino.
Dª María Cruz Morrás Martínez Falleció el 30 de diciembre en Pamplona. Hermana del H. José Antonio Morrás Martínez