Ocho cuentos de ciencia ficción by Maristes Champagnat

Ocho cuentos de ciencia ficci贸n

Primera edición, 2012 © Sobre los cuentos: Adrià Meruelo, Natalia Rabaneda, Paula Liñán, Marta Plana, Carles Curto, Cristian Arderiu, Manel García, Joan Ivern. ©Sobre la edición: Martistes Champagnat Ediciones Maristes Champagnat Impreso en España Printed in Spain

Índice

Adrià Meruelo. El escuadrón X ..…………………………….……… 7 Natalia Rabaneda. Sucedió en San Juan ………….……………..13 Paula Liñán. Viaje a Marte ...………………………………………….. 19 Marta Plana. La laguna cristalina ……………………………….. 27 Carles Curto. Los misterios de Egipto ….………………..……..39 Cristian Arderiu. Un meteorito y la vida en el espacio ...47 Manel García. El sistema Caos …………………………..………….. 51 Joan Ivern. Billy, el pequeño científico..……………………….. 57

Adrià Meruelo

El escuadrón X

Primera parte

Año 2050, las ciudades han evolucionado mucho en diferentes aspectos. Respecto al transporte: los trenes, el tranvía, el metro y el autobús, ya no van por vías ni por raíles sino que la gente va de un lado a otro con estos vehículos pero estos se mueven conectados con un cable que está por encima de ellos y que lleva los vehículos de un lado otro (todo es como una gran red) ; y los coches y bicicletas se organizan mediante una

enorme estación llamada “ polo de intercambio”. En cada ciudad suele haber dos estaciones como esta. Las ciudades parecen un bosque de rascacielos y en ellas reinan los edificios modernos, brillantes, lujosos y con grandes estructuras. Como las ciudades no pueden seguir extendiéndose sin fin, ha aparecido un nuevo territorio mucho más extenso en donde construir y crear ciudades: el mar. Estas ciudades flotantes son totalmente autónomas: producen su propia energía, sus alimentos, gracias a los jardines-huerto, y aunque resulte increíble se aprovecha el agua de la lluvia. También con todo esto las ciudades han evolucionado en el aspecto ecológico: los edificios tienen plantas trepando por las paredes y césped en las azoteas, estas medidas han servido para descontaminar la atmósfera y hacer bajar la temperatura demasiado elevada. Pese a todos estos avances también hay un lado desmejorado y que sigue igual: a las afueras de la ciudad sigue habiendo barrios muy grandes de chabolas donde muchos millones de personas buscan refugio de las ciudades donde no han podido triunfar y han caído en la pobreza. No solo se ha mejorado en este aspecto sino que también ha mejorado en la ciencia. Se ha creado un grupo de élite llamado “Escuadrón X” que tienen poderes gracias a una 6

vacuna creada por científicos. Este conjunto de personas tienen el poder de adquirir las propiedades de cualquier material que toquen: madera, acero, cristal… Estos hombres y mujeres surgen para derrotar a los malhechores que la policía no puede detener y de momento siempre han resuelto todos los problemas que han salido. Pero ahora se enfrentan a la mayor amenaza contra la que han podido luchar nunca: un alien que ha venido dentro de un meteorito que cayó a la tierra. Este extraterrestre es enorme, tiene garras, da miedo verle y está hecho (o es) de metal. Este monstruo se alimenta de energía, de electricidad, y ha ido dejando huella dentro de Estados Unidos y ahora va a por la ciudad más potente actualmente del mundo: Nueva York. Ha ido sembrando el caos: dejó sin electricidad a muchas ciudades de Estados Unidos, y destruyó la Campana de la Libertad de Filadelfia y el Pentágono en Washington. El “Escuadrón X “se ha enfrentado en varias ocasiones contra él pero la mayoría de estas ocasiones han sido en vano ya que nada podía con este alien o este escapaba. El grupo de élite está investigando dónde será el próximo y definitivo ataque del monstruo y están creando dispositivos de búsqueda para encontrarle y pararle los pies, pero eso no es tan fácil y el

extraterrestre adquiere cada vez más energía, las fuentes de energía se van agotando y él se va haciendo más fuerte… El grupo de élite tiene de actuar ya porque si no lo hace este monstruo, cuando no tenga más electricidad de la cual alimentarse aquí, irá a otros países y sitios, y quién podrá pararlo si no lo hace el “Escuadrón X “.

Segunda parte

Cuando están en la base les llega una noticia urgente: el monstruo ha atacado de nuevo. Pero cuando llegan al lugar del incidente es demasiado tarde: el alien a arrasado todo un “polo de intercambio “ y ha dejado sin vía de transporte a mucha gente. La suerte es que no ha habido muertes, como las hubo en otros accidentes. Entre todo este lío al arreglar un poco el desastre, uno de los componentes del grupo se apoya en un trozo de acero que ha caído del techo y, como se convierte en acero, mira el trozo y advierte que hay algo escrito en él, como quemado por electricidad; se lee: “Querido grupo de pacotilla, os cito para que libréis de una vez por todas un combate final conmigo y quedéis en evidencia, como habéis quedado hasta ahora; si tenéis lo que hay que tener asistiréis mañana cuando se ponga 8

el sol a nuestro combate , este se hará delante de la estatua de la libertad y será una lucha sin cuartel. Os espero allí, no faltéis, inútiles… “. Todo esto hace que se disparen las alarmas entre ellos porque piensan que dentro de poco ya llega el final de esta disputa y que les será muy difícil ganar esta batalla, ya que ahora el alien es más fuerte que ninguna de las veces en las que se han enfrentado a él. El grupo de élite cree que es una trampa, pero, conscientes de que ha llegado el momento de acabar con esto de una vez por todas, asisten a la batalla igualmente. Horas antes de esta se preparan a conciencia para la batalla y se hacen con las armas necesarias para la batalla final…

Parte final

Cuando llegan al escenario de la batalla no encuentran a nadie y se preparan en posición de lucha esperando a que su oponente ataque por sorpresa como es de prevenir. Pasa el tiempo y cuando anochece y el grupo baja la guardia aparece el alien que les ataca por sorpresa. Estos, con la sorpresa del ataque por la espalda, quedan afectados y empiezan a luchar

contra el monstruo haciendo que cada miembro adopte una propiedad de un material. Después de mucho tiempo luchando y con los dos bandos muy cansados el alien suelta toda su ira y saca toda su energía. Con esta energía provoca una tormenta y el escenario de esta batalla se hace aún más peligroso para nuestros héroes. Con el monstruo utilizando toda su fuerza por mucho que se protejan de los golpes o los vayan esquivando al final se van debilitando… Con todo en contra de ellos, el “Escuadrón X” decide lanzar un último ataque definitivo contra el monstruo uniendo todas sus fuerzas con todos los materiales de los cuales han adquirido propiedades. El ataque es devastador y es tal la onda que se produce que la Estatua de la Libertad (que esta en el escenario de la batalla) es partida en dos y el alien, incapaz de contratacar este golpe, es lanzado por los aires y destruido. La paz ha vuelto al mundo gracias al “Escuadrón X “y estos se toman un merecido descanso y reciben como recompensa la medalla de honor al valor por haber salvado a su país y al mundo. Pero como todo el mundo sabe el mal no descansa nunca y tampoco nuestro gran equipo de héroes. 10

Natalia Rabaneda

Sucedió en San Juan

Un día como otro cualquiera, el camión de mudanzas llegó a casa. Lo observé desde la ventana de mi habitación la despedida era difícil pero tenía que aceptarla. Le dije a mi padre que me ayudara a bajar las cajas en las que estaban metidas mis cosas. Cuando todas las cajas ya estaban dentro del camión subimos al coche y como de costumbre mi madre puso el CD de los Beatles. Me sentía muy triste al tener que deja mi hogar y mis amigos ya que nunca más los podría volver a ver. Mientras 11

estaba en el coche muchas preguntas pasaban por mi cabeza alguna de ellas… ¿Cómo será mi nuevo hogar? , ¿Haré amigas de mi edad? Y muchas más de ellas que hacían que el viaje se me hiciera eterno. Mientras yo tenía todas esas dudas en mente mi gato Suso no paraba de mordisquearme los pies para que jugara con él, pero no entendía que en el coche eso era imposible. Suso tenía tan solo un año pero loquería como si hubiera estado toda la vida a mi lado, lo consideraba como mi hermano pequeño, siempre me seguía a todas partes, le gustaba tanto estar conmigo que cuando yo no estaba en casa esperaba junto a la puerta mi llegada. Después de cuatro horas por fin llegamos al destino, estábamos frente la que sería mi nueva casa, salí del coche lentamente con mucha inseguridad mis padres sonrieron y me acompañaron a mi nuevo cuarto. Era bastante grande incluso podría decir el doble que el antiguo, eso me gusto ya que me gustaba mucho estar en sitios espacios. Me ayudaron a desplazar mis cajas desde el camión hasta mi habitación, cuando ya estaban todas las desembalé y decoré la habitación a mi gusto. Las habladurías de aquel pueblo eran muy extrañas, parecía que la gente se escondiera de nosotros por el simple hecho de ser nuevos en aquel pequeño pueblo. Mi gato empezaba a comportarse de forma más extraña, ya que muchas veces me miraba y empezaba a gesticular la boca como si quisiera hablarme, pero no emitía ningún sonido. Me gustaba ir a la biblioteca y coger diferentes libros para poder leer en casa, los que más me gustaban eran los de acción y los de amor. Un día entre aquellas enormes 12

estanterías cayó un libro sobre mí, quizás fue casualidad, o quizás fue el destino. Aquél libro tenía un tapa negra con unas letras doradas muy misteriosas, parecía antiguo ya que sus páginas estaban hechas con tacto de pergamino y se habían quedado de color marrón. Leí el libro, explicaba que en el año 1865 una noche de luna llena del día de San Juan aquel pueblo cambió totalmente todos los animales empezaron a tener poderes y a poder hablar ya que habían comido unas escrituras que habían en el centro del pueblo recubiertas por plata. Cuando acabé de leerme la historia no le di mucha importancia ya que creía que era una simple leyenda. Pasaron varias semanas y el día de San Juan se acercaba, recordé el cuanto que había leído y decidí llevar en marcha un proyecto para ver si la leyenda era cierta. Cuando quedaba solo un día tenía ya todo preparado estaba nerviosa pero a la vez pensaba que era un proyecto inútil ya que no daría resultado. Por fin llegó el día, estaba ansiosa para que llegara la noche, cuando llegó puse en marcha el proyecto secreto, cogí el libro que había caído sobre mí en la biblioteca, e hice todos los pasos que decía que hiciera. Leí un texto en latín después lo escribí en un papel y lo puse en un cazo de plata mezclado con la comida del gato. Esa noche me costó alcanzar a Morfeo, tenía algo por dentro que me decía que habían unas mínimas posibilidades de que al día siguiente mi gato estuviera hablando, pero entonces mi otro yo decía, no seas basta eso es imposible después de todas esas dudas conseguí dormirme.

Cuando el gallo cantó decidí despertarme rápidamente, corrí hacia la cocina y me encontré con mi gato. Estaba allí como siempre no parecía que tuviera nada en especial, con cara de desilusión di la vuelta para dirigirme hacia mi habitación pero algo me detuvo, era la voz de mi gato que me decía: “¡Espera!”. Desde aquel día todo en mi vida cambió no me sentía tan sola en aquel lugar, tenía una nueva compañía, mi gato, paseaba y charlaba con él durante horas, el que había sido mi gato durante mucho tiempo pasó a ser mi amigo. Podía confiar en él para lo que fuese siempre estaba ahí intentándome ayudar con mis problemas , era como un amigo de esos difíciles de encontrar. Guardé el secreto de aquella magia ya que si lo revelaba una maldición caería sobre mi según decía el libro, así que mis padres pensaban que la soledad estaba haciendo que me volviese loca, pero como no sabían lo que realmente sucedía no podía darles explicaciones. Pero sinceramente no me importaba, estaba en una de las mejores épocas de mi vida y disfrutaba todos los momentos junto a mi gato. Un día mientras paseaba con Suso por unas praderas que estaban por la cima de la montaña, vi galopar desde lejos a una niña con su caballo. Se fue acercando hacia mi con mirada desconfiada, cuando llegó a mi lado estiró de las riendas para que el caballo se detuviese y él gritó : “¡me has hecho daño! La niña hico cara de pánico y desesperación pensando que la maldición caería sobre ella pero la ordene que se detuviese, que yo ya sabía el secreto. Hizo cara de asombro, entonces le expliqué mi historia y como había sucedido. 14

Me quedé charlando con ella varias horas, me explico magnificas historias sobre aquel lugar, verdaderamente era mágico, todos los animales de la zona hablaban me explicó y no solo eso sino que muchos habían adquirido poderes sobre naturales que ayudaban a que los campos fueran más fértiles y a eliminar contaminación. Empezó a caer la noche y recordé que mi madre me había dicho que no llegara tarde a cas ya que debía hacer algunas labores, me despedí de mi nueva amiga, María y emprendí camino hacia casa con Suso. Desde aquel día ya no tenía que andar guardando el secreto solo par a mí ya que María lo sabía, me presentó a todas sus amigas y amigos , todos y cada una de ellos tenía uno o varios animales. Solíamos salir cada tarde con ellos por la montaña y pasábamos muchas horas todos juntos. Exactamente he vivido 54 años en aquel pueblo, y sigo viviendo. Pienso que si no fuera gracias a los animales yo no sería la persona que soy hoy, ellos me han enseñado a cuidar y a respetar a la naturaleza y pienso que si no fuera por qué ese mensaje se ha ido difundiendo ahora mismo no existiría raza humana ya que necesitamos a los animales y a la naturaleza igual que nos necesitamos a nosotros mismos para poder subsistir.

Paula Liñán

Viaje a Marte

Andrew, un científico estadounidense de cincuenta años, lleva toda su carrera estudiando Marte. Al principio de su carrera, hará cerca de veinticinco años, vio cómo empezaba la vida, primero vio un pequeño río, después, al cabo de un tiempo, océanos, y así hasta aparecer unos animales en las aguas, que supuso que eran peces, hasta que un día, al cabo de dos años salió el primer animal del agua y todo pasaba como pasó en la Tierra. Después, y pasados otros dos años, aparecieron los primeros marcianos, muy bastos, como si fueran los primeros hombres de la Tierra, pero en Marte, y fueron evolucionando hasta llegar a ser como nosotros. Todo esto sucedió en un total de ocho años. 17

Actualmente los marcianos están más evolucionados que nosotros y Andrew ha decidido enviar a un grupo de tres astronautas a Marte para que investiguen. La razón es porque cree que al estar más evolucionados que nosotros los recibirán de forma pacífica, porque, si han pasado por las mismas guerras que nosotros, habrán asimilado que la guerra no conlleva a ningún sitio y que por eso es mejor tratar a un extraterrestre como “amigo” y no como “enemigo”. El grupo de astronautas son tres, Sophie, una joven francesa de veinte años que está muy preparada para la misión; Edward, más conocido como Eddy, que es como le llaman todos sus compañeros, es inglés y está muy preparado para la misión, aunque es bastante arisco; y para terminar Héctor, es español, es el mejor del país y lo llamaron de Estados Unidos para esta misión, ya que es uno de los más preparados del mundo y también sabe hablar inglés. Estos tres astronautas van a tener que despedirse de su familia y amigos ya que tardarán mucho en volver. Aunque cabría la posibilidad de que no volviesen, esta es remota, tienen muchas más probabilidades de volver que de que los capturen y no los dejen marchar. Si es así morirían, porque el oxígeno de sus trajes no dura más de cinco horas y no podrían respirar ya que Marte no tiene la misma atmósfera y, por lo tanto, no tiene oxígeno. Una vez llegados a Estados Unidos, a Nueva York, les enseñaron las instalaciones y les dijeron más detalladamente su misión en Marte, que era la siguiente: tenían que desplazarse a Marte para conocer mejor la zona y poder estudiarla desde más cerca, para tener más detalles y que todo fuera más fácil para que, al regresar a la Tierra, tuvieran más información y pudieran llegar a ser “amigos” del planeta 18

Marte y así compartir toda la tecnología que ellos tienen, alimentos, costumbres... también para adaptarlos a su forma de vida o lo que nos interese de su forma de vida y a ellos igual, ya que si sumamos su tecnología y la nuestra podremos investigar más sobre el universo y podremos llegar a conocer mucho más sobre todo lo desconocido. Al día siguiente salieron hacia Marte en la nave NIP246. El viaje dura seis meses y tiene todo lo suficiente para sobrevivir hasta llegar allí, y para volver no almacena mucha comida, porque se tiene la intención de que cuando estén en Marte cojan algunos frutos y verduras para ver si se pueden plantar en la Tierra. El viaje se hizo más largo de lo que esperaban ya que para todos era de las primeras veces que se montaban en una nave espacial de verdad y aún no estaban acostumbrados a pasar tanto tiempo encerrados en un espacio tan pequeño. Pasados los seis meses vieron Marte y entraron en su atmósfera, el aterrizaje fue complicado ya que había mucha zona habitada pero por fin encontraron un lugar deshabitado. Aun así el aterrizaje fue costoso debido a las muchas hendiduras en el terreno. Al salir de la nave cogieron el equipaje para explorar la zona y empezó la cuenta atrás para hacerse amigo de los marcianos. Empezaron a andar y andar buscando alguna ciudad de las que habían visto cuando estaban aterrizando, pero no encontraban nada. Cuando ya se daban por vencidos, vieron a lo lejos algo parecido a una ciudad, y se alegraron mucho por haber encontrado algo por fin. Empezaron a andar mucho más rápido para llegar cuanto antes y para ver si

alguien les ofrecía algo para beber, ya que habían agotado toda el agua que llevaban. Al llegar a la ciudad todos los miraban extrañados, comentaban entre ellos, y hasta alguno los paraban y empezaban a hablarles en su idioma, que no era del todo extraño: parecía latín, pero con algunas variaciones. Empezaban a señalarles, a gritarles, como si fueran sordos, y a gesticular para que los entendieran. De repente un marciano llamó por algo parecido a un teléfono móvil y dos patrullas de policía aparecieron rápidamente, creyeron que los venían a recibir y a dar una bienvenida inolvidable. Pero no era eso, era todo lo contrario: venían a arrestarles. Cuando se dieron cuenta ya habían atrapado a Sophie y ellos estaban al caer. En un abrir y cerrar de ojos estaban los tres encerrados en una furgoneta que los llevó hacia un lugar donde habían animales enjaulados: a un laboratorio los llevaron. Después, los enjaularon a los tres juntos. A todo esto quedan solo tres horas para quedarse sin oxígeno y no saben cómo saldrán de ahí ni cómo volverán a la nave. Al cabo de un rato cogen a Héctor, el hombre más joven y se lo llevan a una sala de la cual solo provenían gritos de animales diversos. Sus dos compañeros se preocuparon, pero ninguno de los tres pudo hacer el mínimo esfuerzo para impedirlo, ya que estaban dormidos por el efecto de las drogas de ese planeta. Al caer la noche a Sophie y Eddy ya se les había pasado el efecto de las drogas e intentaron escapar. Cuando lo consiguieron usando la fuerza, lo primero que hicieron fue ir a por Héctor. Pero era demasiado tarde: ¡le habían abierto la cabeza para verle el cerebro, y lo habían matado! 20

Cuando salieron del laboratorio ya había pasado otra hora más y solo les quedaban las dos horas que se tarda en ir a la nave, pero el tiempo era muy justo y no sabían si podrían llegar. Al salir a la ciudad mucha gente los vio y los empezaron a perseguir, pero los dos corrieron mucho más. En efecto, estaban en forma porque así lo exigía la faena que tenían, y los marcianos no los alcanzaron. Pero cuando salieron de la ciudad y llegaron al desierto Sophie empezaba a marearse (no le quedaba mucho oxígeno en el traje) y después de haber corrido tanto había gastado más oxígeno lo cual acotó el tiempo. Quedaba solo una hora para llegar a la nave, pero a Sophie le quedaba bastante menos, media hora y a Eddy le quedaban tres cuartos aproximadamente y dudaban que llegaran a tiempo. Ya veían la nave cuando Sophie cayó desmayada por falta de oxígeno, entonces Eddy, para no perder ningún compañero más, decidió ir turnando el oxígeno entre Sophie y él, pero dando muy poco a Sophie: de hecho él también respiraba muy poco, para poder reanimar luego a Sophie. Al llegar a la nave casi no quedaba oxígeno, sólo el justo para reanimar a Sophie. Eddy decidió reanimar un poco a Sophie y, cuando ya volvía a tener consciencia, la dejó y encendió los motores de la nave para que los marcianos no pudiesen atraparlos, ya que empezaba a ver unas luces muy extrañas y no quería arriesgarse. Una vez arrancada la nave avisó a Andrew de que volvían de camino y de que los marcianos no eran como él 21

creía, habían matado a Héctor y se parecían mucho a nosotros, no tuvieron escrúpulos para matar a Héctor abriéndole el cerebro ni para experimentar con animales como nosotros, práctica con la que Eddy estaba totalmente en desacuerdo. Terminó la emisión diciendo que tenía a Sophie desmayada, aunque ya recobraba el conocimiento, pero aún no había despertado del todo y seguía durmiendo. Le dieron unas indicaciones que debía seguir y, cuando cortó la emisión, fue rápidamente a aplicarlas en ella. Al cabo de tres meses de desmayo, que parecía más un coma que un desmayo, Sophie despertó sin acordarse casi de nada. Lo último que recordaba era que habían escapado de la ciudad y de que Héctor estaba muerto. Eddy le puso al día de lo que había pasado desde su desmayo o entrada en coma y le dijo que quedaban unos tres o cuatro meses para llegar a la Tierra y estar por fin con sus familiares. Al llegar a la Tierra todos los recibieron como superhéroes, aunque algunos lloraron la desafortunada muerte que podría haber pasado a cualquier de los tripulantes de la nave. Miraron a Sophie para ver si ya estaba del todo recuperada, como así era, le encontraron perfectamente. También miraron a Eddy por si le había pasado algo peor, también él estaba perfectamente, aunque, eso sí, los dos tenían bastante hambre: llevaban dos días sin comer porque, como era lógico, no habían podido recoger nada de comida de Marte.

Se pusieron las botas y después dieron una rueda de prensa en la que afirmaban que los habitantes de Marte no eran en nada pacíficos, y que se parecían bastante a nosotros, ya que había gente que los empezaba a acoger pero había otra gente que rápidamente llamó a la policía y que fue la que los arrestó.

Marta Plana

La laguna cristalina

Todo el mundo piensa que una historia de ciencia ficción siempre narra hechos imaginativos y con un protagonista que siempre salva la situación, si la historia hubiera acabado mal para los habitantes de la Tierra. Luis, un chico de unos 17 años decidió ir a pasear por su ciudad en busca de algún entretenimiento, era nuevo, acababa de mudarse a la cuidad de Gates, una ciudad pequeña con demasiados ciudadanos a los que dar hogar. El porqué es que fue obligado a marchase con su madre de la cuidad de donde venían a causa de cierta invasión… no, no es broma. 25

Capítulo 1 El secreto

Luis estaba pasando por un lugar cuyos habitantes todos eran pobres y vivían del dinero que robaban a la gente decente, Luis siempre pasaba para visitar a un amigo suyo. Su amigo le saludo desde la ventana dándole señal de que ahora bajaba. Todos los habitantes de aquella cuidad se tenían unos secretos que nadie quería contar porque si se te escapaba y lo contabas en cinco minutos ya lo sabía toda la ciudad. Por aquel entonces podemos decir que era una ciudad fantasma, pero lo que no sabían era que alguien iba a estropearles el día a Luis y a su amigo, llamado Manuel. Paseando por el parque, decidieron sentarse, Luis se lanzó a preguntar a su amigo: —Manuel, ¿crees que esta cuidad se recuperara del accidente?—. Manuel empezó a meditar un rato. —Sabes que no, desde que vinieron esos bichos raros aquí ya nada es lo mismo, nos acorralaron en una ciudad pequeña, y la mitad de la población acabaron muertos. Empezaron a observar a través de una valla de detrás de ellos que siempre atraviesan algunos de esos bichos, y los vieron; unos enormes hombres vestidos con trajes de corbata y pajarita, todos con gafas de sol, hombres, mujeres y niños. 26

Luis tenía ganas de vomitar no podía ni pensar que estarían haciendo en los hogares de tantas personas. A la gente que había muerto, después se los comían. Todos tenían la impresión de que los trataban como vacas: primero les engordaban para después comérselos. No les dejaban salir de detrás de la valla. Quien salía no volvía nunca, como fue el caso de los padres de Luis y el de Manuel. Pero Luis siempre tiene la esperanza de que sus padres vuelvan. Unos ojos enormes se asomaron por la valla y ellos se retiraron por miedo, se escondieron a un lado de la valla, se miraron. —Luis, tenemos que hacer algo, no quiero vivir en este lugar para el resto de mi vida nadie habla con nadie—, dijo histérico en susurros. Luis todo decidido le tiró un cubo lleno de agua que había a su lado y el extraterrestre desapareció en una capa de humo. —Claro, la alcantarilla lleva al mar, podremos llegar al mar—, dijo ilusionado. —Pero ¿de qué serviría? Es más, tardaríamos días en llegar. Recuerda que nos enviaron a la parte central de la cuidad, así que estamos bastante lejos. — No lo entiendes, a esos bichos no les gusta el agua, por eso nos envían a la parte central, y sólo nos dan el agua necesaria para sobrevivir. — Pero, igualmente, como ya te he dicho tardaríamos días en llegar, incluso meses en poder llegar al mar y contraatacar. 27

—Podríamos preparar una trampa, para que el resto pueda huir a la playa por las alcantarillas. — ¿Quién haría un suicidio como ese? Luis se quedó pensativo, al cabo de unos minutos respondió enérgicamente: —Tu reúnelos a todos en mi casa, ahí decidiremos el plan y la gente que cooperara.

Capítulo 2 El debate

Después de dos horas llegaron todos los jefes de cada familia, había incluso niños, ya que a sus padres se los habían llevado por intentar escapar, Luis empezó un discurso para poder animar a todos aquellos que querían ayudar y escapar destruyendo a esos seres tan raros y extravagantes. —Amigos y familiares, os he reunido aquí por una sola razón, contraatacar a esos extraterrestres- se oyeron rumores y algunas quejas- . Hemos descubierto por qué nos enviaron a la parte central de nuestro país-hizo una pausa- . Les aterra e agua- no se oyeron más quejas y algunas personas decidieron escucharle. Luis prosiguió- Manuel y yo hemos pensado una manera de poder huir todos juntos, rescatar primero a los que están prisioneros en sus cárceles y luego ir por las alcantarillas hasta el mar. Es un plan muy complicado y con

una coordinación impecable, y para eso necesitamos que todos cooperen.-Una voz se escucha a lo lejos. — ¿Qué pasará si fracasamos? Nos matarían a todos sin pensárselo dos veces, además si lográsemos llegar y rescatarlos a ellos no les daría tiempo a huir al mar, moriríamos antes de llegar. — Al decir esto Luis se quedó pensativo y respondió lo siguiente — Es verdad, si fracasamos moriremos, pero, moriríamos intentado salvar nuestro planeta, nuestra ciudad y nuestro orgullo de humanos. La gente quedó conmovida por el gran discurso de Luis, todos los presentes se alzaron y decidieron escuchar más detalladamente su plan para ayudar a salir. Luis estuvo mucho tiempo contando su gran plan a los demás y, cuando concluyo, todos salieron de la casa de Luis muy contentos y con intención de ayudar a Luis en su misión. —Luis, ¿qué les has pedido?— preguntó Manuel impaciente por averiguar algo más. —Agua, y algunas armas guardadas que podamos usar. — ¿De fuego? —No, las de los niños, las de agua, podrían sernos útiles contra esos extraños cuando estemos dentro de aquella torre inmensa donde se los llevan. Será mejor irnos a dormir mañana tenemos que prepararnos para poder conseguir mayor material.

Manuel y Luis se despidieron con un apretón de manos estilo marinero, Manuel empezó a hacer camino a su casa y Luis a su cama, pero de repente sonó la puerta. — ¿Sí, quién es?— dijo Luis. —Me llamo Cristal, soy una amiga de tu padre. Al decir eso Luis se quedó tembloroso y mudo, no podía pronunciar palabras. —Tenía muchas ganas de conocerte, ábreme por favor. Luis cogió fuerzas, y decidió abrirla para que le contara por qué había venido. Luis le señalo un sofá viejo, en realidad era el más como de todos. La chica no dijo nada y se sentó cómodamente, cuando se sentó Luis en el sillón de frente a ella, Luis se fijó en que ella era una mujer adulta, tendría unos 40 años, pero tenía la piel muy bien cuidada, tenía el pelo rubio como el oro y unos ojos verdes como un campo de béisbol, se parecía mucho a Luis, le recordaba a su madre.

Capítulo 3 Un recuerdo en negro

Ella empezó la conversación —Tu padre y yo nos conocimos hace mucho tiempo, cuando tú aún no habías nacido. Te lo diré sin rodeos, yo fui una amante de tu padre.

Luis, al oír eso, se quedó en estado de shock y le vinieron muchas preguntas, pero ella le interrumpió. — Sé que puede sonarte raro, pero tu padre es un buen hombre. Has de saber que sé cómo conseguir entrar en esa torre sin ser descubierto, porqué yo ya he ido. Luis se enmudeció, pero a la vez se quedó con ganas de averiguar quién era esa mujer tan rara y a la vez tan necesaria, ahora, para nuestra misión. — ¿Cómo sé qué me dices la verdad? y ¿por qué he de creerte? —Puedo llevarte ahora a ver a tu padre si no me crees. —De acuerdo llévame —dijo sin rodeos—, comprobar que dices la verdad.

quiero

Estuvieron un rato dirigiéndose hacia el norte de la cuidad. Allí la mujer dijo algo en voz alta y se abrió la pared la obertura daba a un sótano lleno de gente armada, como una taberna descuidada y abandonada. —Sígueme, no te entretengas —dijo la mujer dando más prisa a sus pasos. A Luis le costó seguirla, estaban en una fuerte de túneles, parecían construidos a mano con palas y estaban escritas en carteles los nombres de algunas de las calles de la superficie; llegaron a una puerta de hierro, la mujer sacó una llave de su vestido negro y la abrió sin problema, empezaron a subir y de repente la mujer se paró delante de especie de vallas. Me di cuenta de que estaba hablando con alguien, parecía un hombre mayor y con una barba impresionante, parecía que llevaba años allí. La mujer se giró. 31

—Este es tú padre, Luis — dijo apartándose para dejarle a Luis que subiera los últimos escalones para poder ver mejor a su padre. Luis lo único que pudo decir fue: — ¿Papá? —Sí, hijo, me alegro mucho de verte, aunque no tanto en el estado en que estoy. Pero me alegro de que te hayas hecho todo un hombre. —Luis recordó el día en que esos bichos se llevaron a su padre a rastras les haber gritado a unos de esos indeseados por pegar a Luis, solo tenía tres años. Pero se acuerda perfectamente. —Papá, tenemos que sacaros a todos de aquí, sé una manera de sacaros y todos están colaborando en la cuidad; su debilidad es el agua, tenemos que llegar al mar para poder contraatacar. —Me asombras, hijo. Tengo una idea, podemos escapar ahora, aquí estamos todos los prisioneros que quedamos vivos. Los que faltan se los van comiendo o los usan como chaquetas. Al pensar eso a Luis se le heló la sangre y decidió huir con su padre y los demás, en aquel instante. A la chica, que estaba estupefacta, corrió a por un poco de agua para poderse defender si les descubrían. Su padre ordenó a todos que recogieran el agua que tenían para poder salir de allí; lo malo eran los barrotes. —Cristal, dame un clip tuyo— dijo decidido. Le dio el clip y enseguida pudo abrirla, todos los presos se pusieron muy contentos al oír la puerta abrirse. Empezaron 32

a hacer una fila y poco a poco empezaron a bajar. Cristal llevaba una especie de botella de agua con un impulsor, los demás con una especie de tazas cargadas con agua que cuidaban por si acaso. — ¿Cómo sabías que el agua es su punto débil?— dijo su padre. Manuel y yo lo descubrimos por casualidad— dijo argulloso—. Le dimos a uno de esos bichos con un cubo de agua mientras vigilaban. El padre quedó maravillado de su hijo y le sonrió con una cara llena de barba y pelo por todos lados y Luis le devolvió la sonrisa.

Capítulo 4 La vuelta a casa y la llegada a la libertad

Cuando todos salieron de aquel local, se pusieron a saltar de alegría y corrieron a encontrar a sus familias. Algunas de ellas estaban tristes ya que no pidieron rescatarles a tiempo, pero se alegraron mucho de que los demás estuvieran bien. De repente sonó una alarma de la torre. — ¡Se han dado cuenta, tenemos que huir ahora!— dijo Luis gritando— ¡Coged vuestras armas de agua y mucha munición, y a los túneles de la alcantarilla!

Cristal hizo entrar a todos dentro y estuvieron cruzando la cuidad hasta llegar a un lago pequeño a pocos kilómetros de la playa. —Papá, ¿crees que nos atacaran desde aquí? Tenemos mucha agua. —Sí, es cierto, pero ellos no saben que sabemos su punto débil, así que seguro que vendrán. Todos se dispusieron para contraatacar por los seres queridos muertos. Enseguida aparecieron en una colina, en cuanto vieron el lago se asustaron pero de repente apareció uno más grande y con un cetro en una mano y ordenó con un zumbido el ataque. Todos estábamos preparados, llevaban unas armas muy avanzadas, pero si les dábamos a esos bichos antes de que llegásemos a su alcance, no nos pasaría nada. Los niños llenaron globos de agua para poder alegarlos y reducir su número de extraños acercándose. Nos metimos dentro del lago, los extraterrestres intentaron entrar pero se desintegraron y murieron todos. El general de su ejército acabó huyendo. Nosotros continuamos el camino siguiendo el recordó del río cercano, para llegar al mar. Llegamos después de tres meses de viaje y dio tiempo a que su padre le contara todo. Manuel se rencontró con Luis, Manuel no encontró a su padre, murió en aquella celda, porque fue de los primeros que los bichos se llevaron. Pero Manuel y Luis se juntaron como hermanos y llegaron juntos a una playa llena de libertad donde 34

prepararĂan su ataque para volver a conseguir el poder de aquel paĂs

Carles Curto Galeano

Los misterios de Egipto

Había llegado el gran día de mi marcha. Egipto me esperaba para descubrir sus más sombríos secretos y, en ese preciso instante, olvidé dónde estaba mi billete de avión. ¡Estupendo! Tenía que encontrarlo antes de que perdiera el último vuelo del día a Egipto, si no tendría que ir de Estados Unidos a Egipto nadando. Al cabo de quince minutos me di cuenta de que lo llevaba en la mano, yo John Couper, un respetado historiador y 37

arqueólogo a nivel mundial buscando un objeto que estaba en mi mano durante un cuarto de hora. Sin más dilaciones cogí, en fin, apreté fuertemente el billete y cerré la puerta de mi casa mientras me preguntaba cuál sería el día de mi regreso. Ya en el aeropuerto observé con alegría que aún faltaba una hora para la salida de mi avión. El motivo de mi viaje fue el descubrimiento de unas ruinas muy extrañas e inusuales halladas en el Cairo. Para mi sorpresa, no fue el ministro de cultura el que me informó de ellas. Fue un agente del FBI y por su tono de voz parecía sorprendentemente nervioso, incluso asustado. Al decirme que era un asunto de extrema importancia y muy urgente yo también empecé a ponerme un poco nervioso. Me tranquilicé al pensar que tenía quince largos años de experiencia. Entonces marché, como tantas otras veces a la aventura. Ya en el avión comencé a preguntarme si todo esto se debería a un objeto en particular. Miles de pensamientos inundaban mi cabeza cual implacables olas chocando contra mi mente. Tal era mi agotamiento que terminé durmiéndome. Al despertar y mirar por la ventanilla pude observar el magnífico Egipto. He de confesar que siempre h tenido una atracción especial por este lugar. Las veces que he venido (ya sea como arqueólogo o sencillamente para pasar mis vacaciones) he notado una sensación un poco extraña y desconcertante. La azafata nos avisó de que iniciaríamos el descenso en breve, así que dejé mis pensamientos de lado y empecé a prepararme para el aterrizaje. Una vez en tierra y nada más 38

salir del avión me estaban esperando dos hombres. Vestían de negro y tenían ara de pocos amigos. Cuando me acerqué a ellos me dijeron: —Debe acompañarnos, todos le están esperando, señor. En ese momento me sentí un poco desconcertado ¿ A quién se refería con todos? ¿Por qué me llamaría “señor”? En todo caso tenía asuntos más importantes de los que preocuparme así que les hice caso y les seguí. Me llevaron en coche hasta un lugar muy resguardado y próximo a las ruinas. Parecía un almacén abandonado. No obstante, al entrar, estaba claro que pretendían restaurarlo. Había numerosas instalaciones de una complejidad asombrosa. Tenía muchas preguntas que necesitaban respuesta y aparentemente iban a ser contestadas en breve, ya que un hombre que tenía toda la pinta de ser el director de la “investigación” se estaba acercando hacia mí. —Buenos días, supongo que usted es el arqueólogo del que tanto he oído hablar. Espere un momento, mmm... Couper, ¡John Couper! —El mismo —le contesté—. Disculpe, si no es molestia, quería hacerle algunas preguntas. —Por supuesto, aunque primero deberíamos buscar un lugar más apetecible donde charlar ¿No le parece? Acompáñeme, por favor. Asentí con la cabeza cual perro obediente y le seguí hasta lo que me pareció su despacho. Era una estancia bastante

espaciosa y llena de fotografías militares de él con más soldados. Antes de que pudiera decir nada me indicó que primero debería ver el objeto. Nos dirigimos al interior de las ruinas que por la profundidad a la que se habían encontrado debían ser muy antiguas y mi sorpresa fue mayor de lo que me esperaba ¡Un cráneo! Pero no era un cráneo cualquiera, era distinto a todos los que había visto antes. Tenía los rasgos de un cráneo humano aunque con la cavidad ocular más rasgada y su zona occipital mucho más alargada. A simple vista ya se veía que no estaba formado por hueso. Además este cráneo es el que nos corresponderá a los humanos en millones de años de evolución. En nuestro siglo XXII no se han hecho grandes descubrimientos con respecto al siglo pasado, aunque hemos logrado recrear como será el cuerpo humano de aquí a muchísimas generaciones. Pues bien ¡Este cráneo coincide exactamente con el que tendremos de aquí a diez millones de años! Me quedé paralizado durante diez largos minutos hasta que Charles, el director, me hizo reaccionar. Me llevó a su despacho y allí me explicó que tenía que investigar ese cráneo y todo lo que le rodeaba, es decir, las ruinas. Los primeros días todo fue muy emocionante. Pasaba casi todo el tiempo en las ruinas excavando y analizando todo para ver si daba con algún otro resto humano. 40

Estuve investigando el cráneo junto historiadores, científicos y demás especialistas.

con

otros

¿De verdad es posible que hubiese una raza más antigua y evolucionada que la nuestra? La verdad es que si fuera cierto se resolverían muchas dudas sobre las pirámides. Muchas teorías se han formulado acerca de ellas, una de las cuales es si realmente los egipcios fueron capaces de construirlas o si fue algún “ser superior”. Pasaron los días e hicimos un gran descubrimiento. —John, voy a determinar de una vez la composición del cráneo—. Dijo mi amiga Alice, una importante científica en nuestra investigación- Voy a necesitar unas resonancias y análisis químicos. ¿Vienes? —Claro, vamos a ello. Intentamos realizar las resonancias pero nos resultó imposible. —No entiendo qué ocurre — dijo Alice de lo más desconcertada—. Todos los equipos han quedado inutilizados. — ¡Tiene un campo magnético!—. Era la única explicación para lo ocurrido. Debía tener algún magnetismo que impidiese el funcionamiento de la máquina. ¡Fascinante! Seguimos con los análisis químicos y sorprendentemente la composición era en su mayor parte cristal y una aleación de minerales no identificados en nuestra tierra. Una calavera de cristal con minerales y un campo magnético. ¡Ni que esto fuera Indiana Jones!

¿Podría haber venido de otro planeta? ¿Habría más como aquella? Preguntas que tal vez ya no podré contestar porque a partir del comunicado al director de este suceso todo fue más restringido para el personal. Ya no tenía acceso directo a la calavera y además no disponía de todos los equipos necesarios para seguir investigando debidamente. Sospechaba que nos apartarían a Alice y a mí del caso. Efectivamente, al día siguiente nos despidieron. Alice sugirió que investigáramos por nuestra cuenta posibles casos similares en otros lugares en el piso que había alquilado para la ocasión. Acepté con alegría la invitación y el día después ella fue a una biblioteca y yo me quedé a buscar por Internet. Encontré casos similares en Honduras principalmente, pero los informes estaban inacabados y las webs no daban mucha información. Estuve buscando durante horas y me fijé que por motivos meteorológicos la investigación en Honduras se había cancelado. No le di demasiada importancia pero me extrañó un poco que un suceso de tal magnitud fuera suspendido por “causas naturales”. Entonces encontré en otro sitio que habían ocurrido sucesos muy extraños: grandes tormentas, huracanes... ¡y hasta un tsunami! Al final se interrumpió la investigación por miedo. Todos los que estaban implicados en el caso decían que la calavera estaba maldita y que ocurrían cosas extrañas. De repente anunciaron por la televisión que llegaría la tormenta de arena más fuerte en cien años. Todas las instalaciones se cerraron y yo decidí colarme para robar la calavera burlando la poca seguridad existente debido a la 42

tormenta. Cuando me acerqué a ella comenzó a irradiar una luz azul muy potente. Seguí acercándome y su magnetismo se hizo gigantesco, ya no podía avanzar. Era de locos. Mi cerebro no estaba preparado para eso y me fui corriendo. Era como si quisiera quedarse en ese lugar. Llegó la tormenta. Las instalaciones quedaron destrozadas y entonces... lo que me temía. Viene un huracán. La rapidez de los acontecimientos no permitieron a nadie entrar en el edificio y las ruinas también quedaron cubiertas. Pues bien, con el huracán el edificio donde estaba la calavera quedó reducido a escombros. Empecé a sentir miedo. Busqué lo que sucedió a los que habían formado parte de la investigación y me tranquilicé al ver que nada extraños les había sucedido. Al día siguiente fui a visitar el edificio y estaba la prensa, tractores y otras máquinas apartando escombros tratando de encontrar el cráneo. Sospeché que a la madre naturaleza no le gustaría y como era de esperar, confirmando lo que yo suponía, hubo un terremoto. Fue a muy poca distancia de la superficie y por eso fue indetectable hasta que fue demasiado tarde. Se abrieron brechas gigantes en el suelo y todo el que estaba tratando de encontrar la calavera murió porque en el lugar de los escombros del almacén donde estaba el cráneo se abrió una brecha de kilómetros en el suelo. Se podía ver el magma fluir por el interior de la tierra. Era tan asombroso como peligroso. Finalmente la brecha se cerró pero la investigación se canceló para siempre como ocurrió en Honduras. 43

Volvía a casa cuando… —John, John, ¿me puede oír? Así muy bien. — ¿Qué? ¿Dónde estoy? —En el psiquiátrico del Cairo. — ¿Cómo? ¿Pero qué dice? Si estaba en... ¿Por qué estoy esposado? ¡Libérenme! ¡Suéltenme! —Steven, otra vez no se acuerda, duérmelo. —Sí, voy. —Esperen un momento ¿en qué día estamos, qué año, qué siglo? — ¡Ja! Hoy es día 20/12/2099. El último día de este siglo.

Cristian Arderiu

Un meteorito y la vida en el espacio

Capítulo 1

Hubo una vez, un señor que es se llamaba Johann, era un gran científico. Tenía los pelos de punta, todo alborotados, era una persona que vestía con mucha elegancia por la calle. Uno de los mejores científicos, investigador en temas de astronomía y fenómenos del espacio. Un día descubrió que un meteorito, de muchas toneladas, el más grande que nunca se haya visto, podía caer a la tierra y destruir parte del planeta. El señor Robinson, jefe del departamento encargado de enviar satélites al espacio, mandó enviar una cámara para ver 45

si era verdad lo que dijo el señor Johann. Pero este satélite tuvo un gran problema, que no lo supieron utilizar, con lo cual, chocó contra el meteorito, que pesaba muchas toneladas y hizo que se descompusiera en muchos trozos. Entonces el peligro era peor, podía caer por todo el planeta. –Señor Robinson, ha habido un problema con el satélite que hemos mandado hace unas cuatro o cinco horas –dijo el señor Eduardo —Entonces, señor Eduardo, mande otro satélite, ¿no le parece? —Sí, sí señor, enseguida, pero sepa usted que este no será de tanta calidad de cámara. El que habíamos mandado antes, era mucho mejor. — ¿Puedo verlo…? Está bien, la poca calidad que tienen es suficiente, es una máxima prioridad, ya que está a punto de chocar contra la tierra y en este momento no hace falta que estemos preocupados por la mejor calidad. Siguió la conversación... Después de unos días, no pasó nada y empezaron a pensar que lo que había predicho el señor Johann era mentira. Entonces él dijo que no, que era verdad todo lo que estaba diciendo, y que parecía que no pasaba nada, pero que en pocos días si que pasaría.

Capítulo 2

Al cabo de dos días, por las noticias se oía como decían que en Estados Unidos había caído dos meteoritos i que la gente tenía que venir a vivir a Europa. Los científicos hicieron una reunión, en la que asistió el señor Johann y el propuso hacer naves muy grandes y que en lugar de venir a vivir a Europa, fueran a vivir al espació. Pero la gente no quería escucharle, no les parecía buena idea, menos uno de los mejores científicos del planeta, que le preguntó: — ¿Porqué tienen que irse de la tierra? Salió la noticia en la portada de todos los periódicos. A la gente le parecía un escándalo. Entonces él respondió: —Dentro de 80 días, otros dos meteoritos caerán en Europa. Fue entonces cuando su idea fue aceptada. Toda la gente empezó a hacer las maletas y los mecánicos, constructores, todas las personas que podían estar sin trabajo, los contractaron para hacer naves espaciales. Al día siguiente, todo el mundo decía que el señor Johann era muy descarado, y que quería hacer desplazar a la gente del planeta porqué a él no le gustaba su forma de vida. Salieron los grandes científicos, demostrando con pruebas que era verdad que dentro de 80 días llegarían los meteoritos.

Capítulo 3

80 días después... La gente, el día en que se fueron, vieron desde dentro de la nave, cómo se destruían sus casas, y se generó una gran desesperación. Muchos estaban llorando y se sentían muy preocupados por su futuro. Hicieron unas 1.200.000.000.000.000 naves pera poder salir de la tierra. En la nave 1.007 hubo un problema. Esta nave estaba pilotada por Marc y Quim, unos de los mejores pilotos. Ellos sabían lo que era vivir en el espacio, ya que hacía años ellos habían hecho una expedición. Pero en este momento su nave no funcionaba bien, y tuvieron que detenerla. Entonces todos los tripulantes de la nave salieron y acamparon en el espacio. La gente estaba triste, porque no tenían ni campos de fútbol, ni de básquet, ni podían ver la televisión, ni escuchar la radio. Dentro de la nave sí que había televisión. En la nave 11, cada vez que una nave despegaba hacían un aplauso. Encontraron lugar para vivir, con agua y un gran espacio. Empezaron a construir edificios para tener viviendas, y poco a poco todos volvieron a ser felices y fueron felices viviendo en el espacio.

Manel García

El sistema Caos

El sistema caos está formado por cinco planetas: Alpe, Maraz, Lamela, Kiophs y Uru. Desde hace 430 años, Alpe y Uru están en guerra. No es solo una guerra armada, sino también política y biológicamente. En estos 430 años, estos dos planetas se han relegado en cuanto a conocimiento. Maraz, Lamela y Kiophs van en cabeza en este ámbito, ya que ellos, naciones, pacificas, han restado en paz, avanzando y aprovechando recursos. Esta historia hablará de un joven lamelo que buscará encontrar la paz en su sistema solar, el sistema Caos. — ¡No, déjame!— gritó Anduin. 49

— ¡Oblígame, mequetrefe!— respondió Barbar. Anduin estaba sufriendo el acoso de Barbar, como cada tarde desde hacía cuatro años, lo que llevaba en el mismo instituto. En Lamela gobernaba un hombre sabio llamado Porto. Sin embargo, Porto era demasiado anciano para llevar este cargo, y ya no se desenvolvía bien en él, pero las leyes lamelas exigen que su jefe de estado rija el planeta hasta la muerte del primero. Después del acoso de Barbar, Anduin salió corriendo hacia su casa, para hacer la tarea encomendada por el profesor, y también para estudiar. —Hola, papá, ¡ya he llegado!— exclamó nada más llegar. —Hola hijo, ¿qué tal ha ido hoy el día? —Pues más normal que de costumbre. Me voy a estudiar, a las 8 saldré a ayudarte. Anduin y su padre vivían solos, ya que la madre de Anduin no tuvo un buen parto, y la tecnología no era suficiente en ese tiempo para salvarla. Él siempre ha pensado que el mejor regalo que le ha podido hacer su madre es darle la vida. A la mañana siguiente, cuando Anduin se disponía a ir a la escuela, su padre le paró: —Anduin, ¿podrías hacerme hoy un favor? Necesito que vayas al mercado a comprar algunas cosas, que hoy tengo una reunión muy importante en el trabajo.

—Clarp, papá, lo que tu quieras. Tendré que hacer el examen de lamelo otro día. Cuando estaba en el mercado, Anduin no pudo evitar entrar a una tienda, una tienda que parecía a la vez oscura y aterradora y dulce y reconfortante. Una vez dentro, se dio un paseo para mirar qué se vendía en tan rara tienda, cuando de repente vio algo que le desconcertó. Un amuleto parecía haberle guiñado un ojo que no tiene. Anduin, movido por la curiosidad, lo cogió, y fue a ver al dependiente de la tienda. —Perdone, ¿qué es este colgante? —Es un amuleto, y lee el futuro de aquellos que saben verlo. — ¿Puedo probar? —Claro, no tengo nada en contra. — ¿Cómo se usa? —Sólo debes creer en él. Después de estar un buen rato probando, Anduin se rindió, sin lograr ver nada en ese colgante. Parecía carecer de color cuando lo miraba, frío, como si se negara a mostrar los secretos que escondía. —Tranquilo, muchacho, te espera un gran futuro, tenlo en cuenta. —Gracias, señor, pero no veo cómo puedo llegar a ser nada- Y salió de la tienda. Esa misma tarde, ya en casa, encendió la televisión. Estaban dando un programa sobre la guerra entre Alpe y Uru, cuando de repente, la imagen cambió a otra completamente 51

distinta. Era el comandante general de las tropas de Alpe, que había invadido el satélite lamelo: —“Lamelos, vengo a informaros de que, si no os unís a nosotros, los alpinos, en nuestra guerra contra Uru, seréis inmediatamente destruidos. Abriremos una lista de reclutamiento en la BIL, así que ya sabéis, si no os unís, morís.” Atónito ante este reclamo, Anduin se quedó pensativo, expectante, esperando a que su padre, colocado detrás de él dijera algo, pero no dijo nada, simplemente se sentó y calló. Al día siguiente, Anduin, preocupado, fue a dar una vuelta por la calle. Sin darse cuanta, acabó en la misma puerta del mercado a la que había entrado ayer. Sin dudarlo, fue a hablar con el propietario, para ver que pensaba de esto. — ¡Hola, buenas tardes! —Hola muchacho. Te noto algo. Estás preocupado, cuéntamelo. —Bueno, señor. Estaba pensando en que, si los alpinos atacan este planeta, tenemos más bien poco para defendernos. Ni aunque pidiéramos ayuda a todo el Sistema podríamos hacerles frente. Solo los urus podrían ayudarnos, y no creo que se centren en esto, ya que lo único que quieren hacer es acabar con los alpinos. —Pero, tú puedes cambiar eso- contestó, dejando a Alduin completamente atónito, ya que nunca se habría esperado esta respuesta. — ¿Yo? ¡Si apenas he cumplido diecisiete años!

—Tú puedes, ayer te lo dijo el amuleto, lo que pasa es que no lo supiste ver. Alduin, después de escuchar semejante absurdo, se fue de la tienda. Después de pensar un rato, se dijo a él mismo que lo que decía ese hombre podía ser verdad, y que podía intentar algo. Esa noche, tras pensar toda la tarde, cayó en la cuenta de que podría atacar a los Urus desde dentro, ya que si se unía a las fuerzas lamelas del planeta Uru, nadie caería en que quería sabotear a los Urus. Y así lo hizo, y dos semanas más tarde estaba en la nave que los llevaría a Uru, donde también, para desgracia de Alduin, había coincidido con Barbar, que también se había unido a la expedición. Después de pasar la prueba del polígrafo, que Alduin trucó con un imán, los llevaron a unos barracones, donde los vistieron de militares y les entregaron a todos una cama y unas guardias. Dos meses después, Alduin fue a su primera misión de sabotaje. Pero lo que saboteó no fue justamente la nave enemiga, sino la aliada, dejándolos a todos en planeta enemigo. Una vez allí, estando de prisionero, solo tuvo que esperar el ataque en masa Uru, y entonces, cuando todo el mundo había desembarcado de las naves, hizo explotar los explosivos que había colocado, dejando a todo el ejército tirado en Alpe. Cuando dijo que había sido él el autor de tal proeza, los alpinos lo dejaron salir, y, cuando estaba en pleno campo de batalla, gritando a todo pulmón, advirtió que sobre ese mismo 53

suelo había colocado ciento cincuenta quilos de explosivo plástico, y que si en diez minutos no firmaban la tregua, lo haría estallar. Y así es como un chico, del que abusaban en otros tiempos, convirtió el Sistema Caos en el Sistema Blanco.

Joan Ivern

Billy, el pequeño científico

Capítulo 1

Querido diario: Hace tiempo que la televisión anunció el fin del mundo. Esta teoría fue confirmada poco después del año 2014 por la NASA y otros científicos expertos en astronomía. Los expertos dijeron que el mundo finalizaría con motivo de una explosión del sol en el término de veinte años. La gente se puso muy nerviosa y la NASA seguidamente empezó a organizar los preparativos para evacuar el planeta.

Como de costumbre, una mañana, después de levantarme de la cama fui al comedor para tomar mi desayuno y escuchar las noticias de primera hora. Las noticias informaron que la destrucción anunciada seria aún peor. El periodista Ramón Pellicer anunció que los hechos serían mucho peor de lo que habían previsto los científicos. “Próximamente se producirá una explosión que arrasará toda la corteza terrestre del planeta. Los científicos acaban de confirmar la existencias de elementos no deseables en la estrella solar. Estos elementos provocarán una explosión que cambiará la vida del planeta. Los nuevos elementos localizados, el TO40 y el TX2, destruirán el 50% de la superficie terrestre, el otro 50% quedará infectado de una emulsión y radioactividad. Todos los seres vivos morirán irremediablemente o quedarán infectados.” Ante esta notita me quedé asustado y sorprendido con las imágenes de la televisión. La geste alborotada corriendo por la calle de forma totalmente desorganizada, todo el mundo estaba aterrorizado por el miedo a la catástrofe. Ramón Pellicer finalizó diciendo que todo sucedería en el término de un año. Solo nos quedaba un año, y lo único que se podía hacer era encontrar un refugio debajo de la tierra. ¡Auxilio, solo tengo tiempo un año de tiempo para salvarme! Explicó que se tenían que construir refugios subterráneos con materiales resistentes a las llamas solares. Estas medidas serían también insuficientes ya que los habitáculos finalmente también sucumbirían a la destrucción. El gobierno tampoco tenía tiempo para construirlos y el panorama general era cada día más desolador.

Al cabo de un año el 90% de la humanidad quedó extinguida, el 6% quedó infectado y transformado en mutantes. El resto sobrevivió. Los supervivientes fueron los primeros que se refugiaron en las primeras bases subterráneas construidas por el gobierno. Las bases co0nstruidas más tarde no resistieron. Estamos en el año 2116, y yo soy uno de los pocos supervivientes, y en estos momentos me encuentro refugiado con mis compañeros de base. Yo fui uno de los pocos afortunados. Me salvé gracias al esfuerzo de mis padres en conseguir una plaza en los primeros refugios, pero ellos, desgraciadamente no pudieron salvarse. En mi base observo una tierra totalmente destrozada, y si no lo recuerdo mal, las noticias de aquel día tribuyeron las causas de la catástrofe a nosotros mismos: la humanidad y la gran cantidad de basuras que había generado. La gran cantidad de basura lanzada a el espacio, un buen día fue a parar al sol, provocando reacciones que finalizaron con una gran explosión. Las basuras que no hemos sabido reciclar han destruido nuestro planeta. Nunca hubiera imaginado que todo terminaría de esta manera. En estos momentos estoy aquí junto a mis compañeros de base, intentando sobrevivir con nuestros conocimientos. Estamos dispuestos a cambiar las cosas y reconstruir nuestro precioso planeta. “Padre, madre no os olvido.” Después de haber terminado este escrito recordando a mis padres me fui a dormir con muchísimas más fuerzas para el día de mañana. El día de mañana sería un gran día. 57

Febrero de 2016 BaseBCA-001

Capítulo 2

9:00 de la mañana. BaseBCA- 001 El teléfono sonó como un loco y yo me desperté alborotado. Me acordé que hoy era el día que los alumnos 4Tbca, se examinaban de SER (Supervivencia Extrema a la Radioactividad). Era un examen opcional para los alumnos mayores de dieciocho años. Estos cursos se hacen para las personas que quieren convertirse en soldados y vivir aventuras extremadamente peligrosas. Tienen que enfrentarse con la radioactividad del exterior para ir a buscar información. Normalmente, la mayoría de las personas que se presentaban, eran chicos y chicas huérfanos, jóvenes que habían perdido a sus padres en el día S (Día Solar o Día del Fin de la Humanidad). También había otras personas que participaban en estos cursos como los Markins. Los Markins eran personas dispuestas a hacer todo lo posible para arreglar este mundo. Otros eran los Green Peace. El examen se dividía en dos grandes partes: uno de teoría y otra de práctica. El de teoría era un examen largo, de unas tres horas y media de duración. No eran exámenes como 58

los que hacíamos en el colegio del refugio. Te ponían unas doscientas preguntas que trataban de todo: cómo ir vestido en el exterior, tipos de armas que tenías que llevar en cada situación y otros detalles. Tenías que reflexionar y pensar mucho antes de escribir, y si fallabas cuatro ya suspendías. Solo el cuatro por ciento de la gente que se presentaba aprobaba. El examen más importante, era el de teoría, ya que la práctica se hacía en el exterior, en una área determinada. Si no sabías los conceptos básicos corrías el riesgo de morir infectado. Me levanté de la cama, tan rápido como pude y empecé a prepararme. Me duché, tomé mi desayuno. Después me puse mi uniforme de alumno de 4tBCA-464, y me marché corriendo en dirección a la sala EJM-228. Casi llego.

Capítulo 3

Faltaban solo cinco minutos para que comenzara el examen, y cuando la puerta estaba ya a diez metros de mí, tropecé, con una joven, muy guapa. Por su aspecto tenía unos diecisiete años, un año menos que yo. Me pidió perdón, por haberme chocado con ella: — ¡Lo siento, ha sido culpa mía! —No, no ha sido culpa tuya, he sido yo que iba muy alborotado 59

— ¿Estás bien? —Sí, sí lo estoy Seguidamente me dijo con amabilidad: —Me llamo Mary, soy la hija del doctor Mickey. “¡Hija del doctor Mickey!”, gritaba en mi interior. El doctor Mickey (radioactivita), o para muchos el “Famoso Doctor Mickey”, fue la persona que descubrió los elementos TX2 y TO40, que provocaron la explosión solar, y el que percibió cuándo ocurriría. Desgraciadamente, el doctor Mickey se salvó de la explosión solar, pero infectado. Cuando supo que estaba infectado, el virus ya estaba lo suficientemente muy desarrollado para curarse. Después, supo que no viviría mucho más. Sin embargo, analizó el virus y descubrió que le faltaban diez años de vida. Eso querría decir que a pesar del poco tiempo que tenía, podía hacer una última investigación sobre como volver, la tierra a la normalidad. Esto no le salvaría, pero por lo menos, devolvería la tierra a la normalidad y salvaría a un millón de personas, ya que el virus, en poco tiempo se desarrollaba y en veinticuatro años serían lo suficientemente como para acabar con la humanidad presente. Por eso, ahora el doctor Mickey, trabajaba tan rápido como podía. El problema es que ya era viejo y le costaba mucho, y con la enfermedad aún más. Seguidamente me dijo: — ¿Y tú cómo te llamas? —Yo Billy, soy el hijo de Walton— respondí.

— ¿Y adónde ibas? — dijo ella, con ganas de saber qué hacía. —Voy al examen de supervivencia extrema a la radioactividad. — ¡Al examen de supervivencia extrema a la radioactividad! —exclamó—. Siento mucho decírtelo, pero el profesor Dickie… ha muerto. — ¡Cómo! - dije impresionado y asustado. —Sí…bueno… mejor dicho, lo han asesinado. — ¡¿Pero quién?! —exclamé. —No se sabe, pero por culpa de esto el examen se ha suspendido, y para siempre. Además él era el único profesor que podía enseñaros y haceros el examen. Lo siento mucho. Al oír aquello, me quedé completamente asustado, triste, aterrorizado, no solo porqué él era el único en quien confiaba en toda la base, sino porque también, mi carrera, mi vida, se había acabado.

Capítulo 4

Pasaron, cuatro horas, y yo aún seguía afectado. Estábamos en la habitación o vivienda de Mary, la 113BCA, donde se podían ver muchos elementos de química (pociones, tubos, ácidos…) entre otras cosas como salas experimentales.

Mary, estaba a mi lado intentando consolarme a base de cafés, y al otro, el doctor Mickey, que no paraba de contarme sus hazañas sobre sus investigaciones. Sobre lo que dije antes del doctor Mickey, que estaba infectado y todo lo demás, ahora su aspecto era parecido al de un extraterrestre: horroroso y feo. Su cuerpo era verde y deformado, al igual que su cara, deformada y horrorosa. Ya le empezaban a salirle tentáculos en las piernas. Me dijo que sentía mucho tener aquel aspecto, pero que así era la ciencia: dura y arriesgada. —Dura y arriesgada, ese era su consuelo— me dijo. Al cabo de un rato, cuando ya se me pasó la euforia, se volvió a dirigir hacia mí: — ¿Oye, por qué no me ayudas en mi investigación? Podrás hacer algo mejor en vez lamentarte tanto. ¡Ya está bien hombre! Al oír aquello estallé de ilusión. No me lo pude creer, ¡el propio profesor Mickey me propuso que le ayudará en su investigación, a encontrar la salvación de nuestro planeta! Sin pensármelo dos veces acepté, pero: —Acepto, pero… — ¿Pero qué?, ¿qué ocurre? — preguntó. —Que no sé nada de ciencia –dije desilusionado —Ah…, bueno, eso no es problema, si quieres mi hija y yo te enseñaremos.

— ¡De verdad! ¿Pero eso no le estorbaría y le retrasaría aún más el su trabajo? —Sí, es verdad, por eso tendremos que trabajar aún más. — ¡Bien!— exclamé con ilusión—. Pero rápidamente el profesor me cortó: —Sin embargo, si quieres trabajar para mí y convertirte en un científico, deberás dejar la vida que llevabas y encaminarte a otra más larga y peligrosa. ¿Aceptas? —Acepto —dije con firmeza. — ¡Muy bien! ¡Así se habla! ¡Eso, tener valor, muchacho! Tómate tu tiempo para recoger tus cosas, mañana empezaremos. Mi hija te ayudará. — ¡Muy bien, padre! Estaba encantado al saber que iba a trabajar con el profesor Mickey, no solo por eso, sino porque también, pese a mi decisión, los malos recuerdos que me traían mi antigua vida, se acabarían. Además, iba a trabajar con la muchacha de la que ya me había enamorado completamente. Mary.

Capítulo 5

Ya han pasado diez años desde que acepté trabajar con el doctor Mickey. Ahora ya me considero, no un estudiante de armas para ser soldado ni un principiante, sino un científico de pura calidad. 63

Durante todo este tiempo, Mickey me ha enseñado de todo: combinar ácidos, tipos, et. Ya hago experimentos, y además peligrosos, cuando el profesor no está. También, cuando no está él, le hago su trabajo para ayudarle. Por desgracia, ahora Mickey está muy mal, y sabemos, tanto él como nosotros, que lo que le queda de vida es relativamente poco. Aun así, Mary y yo constantemente le estamos cuidando y controlando. Un día, como cualquier otro, estuve haciendo uno de mis experimentos. El experimento consistía en combinar los elementos TX2 y TO40. Mientras trabajaba, vi que me faltaba un ácido sulfúrico para terminar el experimento. El problema, era que este tipo de ácido, estaba en la zona prohibida de la casa, donde Mary y yo teníamos prohibido entrar. La habitación de Mickey. Solo él podía tener acceso a su habitación. Lo primero que hice, fue mirar si había alguien en la casa. Al ver que no había nadie, me escabullí, y fui a por el ácido. Cuando llegué enfrente de la habitación, abrí la puerta y… ¡Madre mía! Lo que en el vi dentro, fue espantoso y horroroso. Vi el cuerpo del profesor Dickie en el techo, colgando como una salchicha. Al ver aquello, me quedé perplejo, pero, antes de reaccionar y salir corriendo para no volver a ver aquella escena, me quedé pensando por qué motivo se encontraba el cuerpo de Dickie en la habitación de Mickey. Después de varios minutos razonando, recordé lo que me dijo Mary hacía diez años y lo comparé con la muerte de Dickie. Ahora lo comprendía, el verdadero responsable y 64

culpable de la muerte de Dickie hacía diez años fue el mismísimo doctor Mickey. Claro, el virus le hizo que se convirtiera en un asesino de sangre fría sin escrúpulos, matando a placer a cualquier persona que se le cruzaba. El doctor Mickey ya estaba perdido desde hace diez años. Cuando acabé de explicarme esta hipótesis, escuche un ruido que venía detrás de mí. Al girarme, divisé a la persona más amable e inteligente, convertida completamente en un monstruo, con ganas de darme caza. ¡Era Mickey! No me reconocía, lo único que querría era matarme, y en ese mismo instante, después de mirarnos fijamente a los ojos durante un rato, me saltó encima. En un acto reflejo, lo esquive, pero el seguía atacándome y mientras él me atacaba, yo iba defendiéndome con cualquier cosa que encontraba a mis espaldas: barrotes, palos, etc. Hasta que cuando estuve acorralado, sin poder hacer nada ni defenderme, Mickey me saltó encima. Antes de que pudiera hacerme algo, instintivamente, cogí una pistola de mi lado, y en defensa propia, disparé. La bala, atravesando el cerebro del doctor Mickey, hizo que este cayera muerto delante de mis pies. No me lo pude creer, la persona en la que más confiaba, la que me ayudó a encontrar unos estudios en su momento, y el que me ayudó en muchos otros problemas, la había matado con mis propias manos.

Me quedé paralizado cuando vi el cuerpo de Mickey estirado en el suelo delante de mis pies. No supe que hacer y fue en aquél mismo instante cuando apareció Mary. Pensaba que la reacción de Mary sería llorar, insultarme y odiarme por lo que había hecho, pero su reacción fue completamente diferente a lo que yo pensaba: — ¡Mary, yo te lo aseguro, no querría esto! ¡no es lo que parece! —No, no tranquilo, no tienes que disculparte de nada, yo ya sabía que esto pasaría… —Mi padre ya estaba muy mal y ya sabía que no duraría mucho más, es más ¡te lo agradezco! — ¿Agradecerme? ¿Por qué? — dije extrañado. —Mi padre sufría mucho por culpa de la enfermedad, no le dejaba dormir, a penas descansar. Siempre le atormentaba, pero, ahora gracias a ti ya puede descansar en paz. Le has hecho un gran favor, a él y a mí. Te lo agradezco. Tenía razón Mary, el profesor Mickey desde que tenía este virus pegado a su cuerpo, no había podido descansar, pero ahora, gracias a mí, se ha liberado de esta pesadilla, ahora puede descansar en paz.

Capítulo 6

Ya han pasado dos días desde que mi queridísimo amigo murió. Ahora, Mary y yo éramos los dueños de nuestra casa. 66

Como siempre, seguimos intentando hacer honor al objetivo que tenía Mickey. Encontrar la salvación a nuestro planeta. Por eso, cada minuto que pasa, trabajamos tan rápido cómo podemos. Este mismo día, estuve inspeccionando los cuerpos del profesor Dickie y Mickey. En los cuerpos, veía cosas muy interesantes: el virus y la sangre humana compartían una misma estructura de ADN, lo único es que el virus, tenía una estructura molecular mayor a la de la sangre humana. También podía ver que el virus, si se utilizaba bien y se controlaba, podía servirnos como sistema de defensa sin que afectase al cuerpo humano. Esto significaría un avance en muchas ciencias, y en medicina. Cuando ya casi pasaron unas diecisiete horas, desde que estaba investigando los cuerpos, tuve un flash, una hipótesis. Pensé que si el virus puede destruir moléculas de cualquier ser vivo, también puede servirnos como un sistema de defensa contra otros organismos. Lo podríamos utilizar contra el virus que hay en el exterior, destruyendo las células que provocaron la destrucción de nuestro planeta sin que nos afectase, ya que el virus también tiene un sistema defensivo. Estuve a punto de dar saltos de alegría al saber que descubrí, nuestra salvación, pero… Volví a pensar, y me desilusioné. Un virus, no puede atacar a otro que sea idéntico a él. Pero, si aumentamos la estructura molecular de la sangre humana y la combinamos con la del virus, podremos crear un organismo que nos serviría de defensa contra el exterior gracias al propio virus, y de atacante gracias la sangre humana, ya que al ser diferente 67

al virus del exterior, atacaría a los organismos infectados y dejaría intacto a los que no lo estén.

Ahora sí que podía dar saltos de alegría, porque descubrí lo que ningún hombre pudo descubrir en mucho tiempo, y no solo por eso, sino porque, también, además, descubrí la salvación de nuestro planeta. Hice honor a este milagro, dedicado a mi amigo Mickey, lo que él quiso, nuestra salvación.

Capítulo 7

Estamos en el año 2030, y ya hace casi 14 años desde que salvé la tierra de su desgracia, gracias al organismo que cree al que ahora se llama: MPH. El nombre fue idea mía. Muchos dicen que no tiene ningún significado, pero, si que lo tiene, y es Mickey la persona que hizo que esto fuera posible. Por otra parte, ahora el MPH, a parte de que haber devuelto la tierra a la normalidad, en medicina ha hecho posible muchos milagros: ahora los tetrapléjicos pueden volver a caminar o las lesiones cerebrales ya son curables… Todos estos milagros han sido posibles gracias al esfuerzo que hicimos Mary, Mickey y yo. En este mismo momento, me siento muy feliz y despreocupado, no solo por lo que he conseguido, sino porque 68

tambiĂŠn ahora tengo una familia maravillosa con mi estimada y amada mujer Mary, y un hijo sano y fuerte, llamado Mickey.