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Garantías mobiliarias, un proyecto para la inclusión financiera de las mipymes
Por Gabriel Molinas
Con la premisa de brindar herramientas para el desarrollo y consolidación de las micro, pequeñas y medianas empresas de nuestro país, el BCP se encuentra desarrollando un proyecto que pretende incluir a dichas empresas en el sistema financiero.
El mecanismo consiste en que estas firmas accedan a financiamiento mediante la presentación de garantía de bienes muebles e inmuebles.
Cifras oficiales muestran que el 78% de las mipymes posee sus activos en bienes muebles y solo el 22% cuenta con bienes inmuebles. Con el proyecto, se busca que cada mipyme inscriba su bien como garantía para el acceso a financiamiento que permita su crecimiento.
Fernando Filártiga, miembro del Directorio del Banco Central del Paraguay (BCP), conversó con MarketData sobre el proyecto de garantías mobiliarias y explicó que será una herramienta de inclusión financiera para un sector que no posee acceso a financiamiento por múltiples factores como falta de garantías, calificación crediticia, entre otros.
¿En qué consiste el proyecto de garantías mobiliarias?
Filártaga sostuvo que el proyecto de ley de garantías mobiliarias parte de una premisa que es compartida a nivel regional, no solamente en Paraguay, para apoyar a las micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes), que tienen en torno al 78% de sus activos en bienes muebles y sólo el 22% en bienes raíces o inmuebles.
El director del BCP detalló que la problemática que tienen actualmente estas empresas consiste en que no poseen un instrumento eficaz para dar en garantía dichos activos muebles y, consecuentemente, obtener acceso a financiamiento.
“Lo que busca este proyecto es, en base a ese relevamiento de realidad, poder habilitar un instrumento para que los bienes muebles puedan ser dados en garantía, puedan ser subyacentes de créditos”, sostuvo.
Asimismo, afirmó que el registro para incluir bienes posee una categoría sumamente amplia de activos que pueden ser tanto muebles corpóreos como incorpóreos.
Corpóreos: Pueden ser desde la materia prima hasta activos, útiles de trabajo, vehículos, etc.
Incorpóreos: Los derechos flujos de caja, flujos de contrato, entre otros.
Además, explicó que con el proyecto de ley de garantías mobiliarias se establece un sistema legal y de registro que permite dar estos bienes en garantía por parte de las empresas, con los correspondientes procesos de registro y transparencia.
El objetivo es que estos bienes efectivamente garanticen obligaciones a través de un Sistema Electrónico de Operaciones Garantizadas (SEOG), que es un registro público 100% que hoy alberga el BCP y ya está funcionando para las operaciones de factoraje.
Detalló que este proyecto utilizará el mismo sistema que el SEOG. Una vez que se apruebe el proyecto de ley de garantías mobiliarias, esta plataforma necesitará de ciertas mejoras y desarrollo, pero el particular o usuario podrá registrar las deudas, los bienes inmuebles y los bienes muebles, a fin de que se garanticen esas deudas.
“Este proyecto de garantías mobiliarias fue trabajado largamente por lo menos los últimos cuatro años. Hemos venido trabajando con diferentes instancias, tanto públicas como privadas, y con un apoyo muy importante del Banco Mundial y de la Oficina de Asistencia Técnica del Tesoro de los Estados Unidos”, relató Filártiga.
“Hemos visto muchos ejemplos de mejores prácticas internacionales, particularmente el caso de Colombia, que ha tenido a nivel regional como líder en materia de garantías mobiliarias. El efecto que tiene más allá de lo conceptual, más allá del régimen legal más claro, más transparente y sistémico que ofrece, es verdaderamente notorio en términos del resultado que tiene esta herramienta como potenciador del financiamiento de las mipymes”, añadió.
El proyecto final, en colaboración con el Ministerio de Hacienda, ya fue presentado al Congreso Nacional en el mes de diciembre del 2022; sin embargo, aún debe estudiarse. “Queremos que la gente se apropie de esta ley y que acompañe el proceso de aprobación, sanción y promulgación de esta ley”, finalizó Fernando Filartiga.
El mercado de capitales arrancó el año de manera positiva en lo que respecta a los volúmenes negociados, acompañado de mejoras en la reglamentación, iniciativas que buscan sofisticar al mercado local y con mejores expectativas macroeconómicas.
Fernando Gil, gerente comercial de la BVA, comenta el panorama para el sector en este 2023 y los principales
Por Gabriel Molinas
De acuerdo con los datos de la Bolsa de Valores de Asunción (BVA), los negocios bursátiles acumularon un valor de USD 690 millones solamente en los dos primeros meses de este año, en el terreno local, lo que representa una variación positiva del 109%, a pesar de que la tasa de referencia aún sigue en un nivel elevado.
Además, el mercado de valores paraguayo ha incrementado la oferta de fondos de inversiones, adecuándose a la necesidad y demanda de los inversionistas.
Según Fernando Gill, gerente comercial de la BVA, este incremento se debe a que las empresas están viendo a la bolsa de valores como una herramienta válida para captar financiamiento. Igualmente, habla sobre las perspectivas de la institución para este 2023 y cuáles son los desafíos que se presentan dentro del mercado, teniendo en cuenta el contexto económico actual.
- ¿Cuál es la tendencia y el panorama que observan para el mercado de capitales local?
El 2022 fue un año que tuvo dos tendencias. Principalmente, como sabemos, la primera mitad del año fue bastante desafiante, una coyuntura macroeconómica, sobre todo por una cuestión conocida, que lo que representó en la caída del rendimiento en la agricultura, con todo lo que eso conlleva a nivel macroeconómico para nuestro país y la dependencia que tenemos de ese sector. Tuvimos un primer semestre con volúmenes muy bajos de negociación. En realidad, veíamos ya que durante el primer y segundo trimestre, llegar a los objetivos que habíamos puesto como volúmenes iba a ser muy desafiante. También teníamos una coyuntura macroeconómica de una situación inflacionaria importante. La situación inflacionaria disparó, como sabemos, las tasas de política monetaria del Banco Central y eso encarece obviamente el acceso al crédito. En ese caso, los emisores que nosotros veíamos que habían iniciado sus planes de levantar financiamiento y empezar a salir en el mercado empezaron a frenar un poquito sus proyectos, porque la constante suba en las tasas y en los precios de acceso a ese crédito no les daba la seguridad o la confianza necesaria como para que ellos puedan tomar sus decisiones de financiamiento a seis, ocho o diez años, que son los plazos.
En el segundo semestre, empezamos a ver que en realidad el sector agro ya presentaba perspectivas de una recuperación. A partir de mitad del año en adelante, con los diferentes gremios que conversábamos a través de la bolsa de productos, ellos ya vaticinaban una recuperación del agro.
Veíamos que también las tasas de política monetaria empezaban a frenar. Incluso, cerramos diciembre con el mes récord de volumen de negociación para lo que fue el año pasado. Entonces, eso habló mucho acerca de que se estaban estabilizando las condiciones de mercado y les permitía, sobre todo a los emisores y a los inversores, empezar a tomar decisiones más en el largo plazo. Y esa pelota que había parado, por así decir, en la primera mitad del año, ya se empezaba a mover nuevamente a lo largo del año. Sí lo que vimos fue un volumen récord en el registro de nuevos emisores.
Eso nos daba mucho aliento para lo que iba a ser este año, porque independientemente a que los nuevos emisores no estaban saliendo al mercado, porque estaban capaz esperando un escenario un poco más estable para las decisiones, sí ya nos daban señales de que durante este año van a empezar a salir nuevos programas de emisión global, registro de nuevas series, nuevos instrumentos, eso significa de nuevo para el mercado mayor diversidad para los inversionistas. Las tasas tan altas generan un acceso al crédito más más caro para los emisores, pero por el otro lado están los inversionistas para los que unas tasas más elevadas representan mejores niveles de generación de ingresos; entonces, ese equilibrio es lo que necesita conseguir el mercado, entre la tasa a la que se quieren endeudar los emisores y la rentabilidad que quieren los inversores con sus fondos.
- ¿Cuál es la dinámica que observan en estos primeros meses del año?
En los primeros meses de este año, estamos teniendo volúmenes de negociación donde si comparamos a lo que había sido enero, febrero del 2022, estamos prácticamente con el doble. Incluso un poco más del doble de lo que es el volumen de negociación y a finales de febrero ya teníamos un 50% del mismo número de emisores registrados en dos meses, ya habíamos hecho la misma cantidad de registros de nuevos emisores que hicimos en seis meses en el año pasado, lo cual también nos da una muy buena señal de que las empresas están viendo al mercado de capitales y a la Bolsa de Valores como una herramienta válida.
- A lo largo del año pasado se habían registrado nuevas empresas para realizar emisiones, ¿ya lograron emitir algunas de ellas, este año?
Tuvimos ya emisiones en lo que fueron los primeros dos meses, ya hemos tenido emisiones de estas empresas. Como te digo, el registro es el primer paso, es un proceso que lleva unos cuatro meses aproximadamente, de adecuación de estatutos y demás. Hay muchas asesorías y hay muchas empresas y muchas casas de bolsa, lleva una adecuación y lleva su tiempo, sin lugar a dudas, porque recordemos que los emisores que se suman al mercado de valores a partir de ahí tienen que ser empresas que publican constantemente su balance, que den información constante al mercado.
- Este 2023 es un año de muchos cambios y también vimos que hubo nuevas modificaciones en el reglamento de la Comisión Nacional de Valores (CNV) ¿Cómo ve la bolsa a estos cambios?
La reglamentación de la CNV salió a comienzos del mes de febrero. Sin lugar a dudas, implica un cambio en muchos de los procesos que desarrolla cada uno de los protagonistas. Sabemos que el mercado está compuesto por la Comisión Nacional de Valores como regulador, las casas de bolsa como intermediarios, como los asesores de emisores e inversores; la bolsa como plataforma, tenemos calificadoras de riesgo. Por otro lado, las administradoras de fondos patrimoniales, cada una tiene su rol y función, y lo que hace este nuevo reglamento es dar actualizaciones a cada uno de estos roles.
Uno de los más importantes creo que es lo que se incluye de acceso directo al mercado, por ejemplo, que es un nuevo componente que básicamente es lo que está impulsando la CNV, es que las casas de bolsa pongan a disposición de sus clientes una plataforma donde ellos puedan realizar directamente sus instrucciones de compra y de venta de títulos valores. Hoy en día, cuando uno quiere comprar un bono, una acción o algún producto bursátil, tiene que instruir una orden a su casa de bolsa y la casa de bolsa es la que ejecuta la orden en la que carga básicamente la operación en nuestra plataforma. A partir de la disponibilización de un acceso directo al mercado, cada uno de los inversionistas podría cargar su instrucción de compra de estos títulos, requiere obviamente un desarrollo por parte tanto de la bolsa y sobre todo de las casas de bolsa.
Disponibilizar eso requiere también una validación con respecto a los flujos a la disponibilidad de dinero e incluye también prácticas como lo que son la gestión del límite, es la gestión de riesgos que van a tener que hacer en las casas de bolsa para garantizar que la persona que está comprando o está vendiendo un título valor sepa realmente y sea consciente de lo que está haciendo. Tenemos que tener en cuenta que las instrucciones que se terminen cargando van a generar impacto directo en el mercado. Entonces, cuando una persona está cargando una instrucción por decir de un millón de guaraníes, tienen que tener cuidado y no equivocarse de estar cargando una instrucción por un millón de dólares. Ese tipo de validaciones van a tener que hacerse, va a requerir, sin lugar a dudas, una gestión, pero yo creo que va a cambiar mucho lo que es el dinamismo.
- Vemos cambios en el mercado bursátil, que suponen una sofisticación siguiendo la tendencia internacional, como la certificación internacional ISO 9001 que obtuvo recientemente la BVA ¿En qué consiste esto y qué implica?
Hicimos oficial la recepción del certificado internacional ISO 9001 para la Bolsa de Valores, que básicamente lo que viene a hacer es avalar un trabajo que ya estábamos realizando dentro de la Bolsa de Valores. Siempre estuvimos convencidos de que las tareas y los procesos que estábamos llevando a cabo eran los correctos, solamente que necesitábamos tener una confirmación y que nos den realmente un aval y una garantía de que esos procesos se están cumpliendo. Esto va a dar inicio a lo que va a ser un proceso de mejora continua en la gestión y en la operativa de la Bolsa de Valores. Fue un trabajo duro, muy duro, a lo largo del año 2022.
- ¿Qué significa para la Bolsa este paso?
Entonces obviamente hoy muy orgullosos de haber recibido esta certificación, lo que significa que la Bolsa hoy en día se va a embarcar en un proceso donde vamos a necesitar evaluar constantemente y retroalimentar cada uno de los procesos que vamos realizando en todas las áreas de la compañía, porque eso es un punto muy importante a destacar en nosotros. Certificamos ISO 9001 para todas las áreas, no únicamente uno u otro departamento. A partir de ahora inicia un proceso de, como nos gusta llamarle, mejora continua para que tanto emisores como inversores y casas de bolsa, que son las que hoy están en un proceso de relacionamiento mucho más fuerte con una bolsa, puedan tener una experiencia y un nivel de servicio óptimo y que esté constantemente en mejora y en evolución, para ponernos a la altura de lo que son los mercados internacionales.