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Agricultura regenerativa, una alternativa para fomentar la biodiversidad en el campo
Por Jhojhanni Fiorini
Mediante su programa de medición de huella de carbono en zonas productivas del Paraguay, denominado CarbonNet, y con su programa para la promoción de la biodiversidad en paisajes agrícolas, la empresa multinacional Syngenta promueve la agricultura sostenible y en este artículo contamos su experiencia en nuestro país.
El sector agrícola tiene hoy un gran potencial para luchar contra el cambio climático a través de la implementación de buenas prácticas. Los agricultores, a través de la gestión correcta de los suelos, tienen la capacidad de aumentar el secuestro de carbono, contribuyendo a la mitigación del cambio climático.
Esto último es lo que busca el programa CarbonNet, con el cual Syngenta pretende promover una agricultura climáticamente inteligente, reduciendo emisiones de GEI (gases de efecto invernadero) y aumentando el secuestro de carbono en los suelos.
El suelo juega un rol fundamental en la mitigación del cambio climático principalmente porque consiste en una reserva de carbono importante que puede ser aumentada de acuerdo con la gestión que se le da al mismo.
En Paraguay, Syngenta ya inició este proceso en alianza con Control Unión, midiendo la huella de carbono de aproximadamente 35 mil hectáreas de la Región Oriental del país, con el objetivo de realizar un estudio sobre el nivel de secuestro de carbono orgánico actual en el suelo en distintas regiones productivas.
Igualmente, esta medición permitirá desarrollar y planear estrategias de manejo que ayuden a mitigar las emisiones de GEI en los sistemas de producción, concientizar al sector agropecuario y visibilizar su trabajo en materia de captura de carbono.
En este sentido, hay que entender que la denominada huella de carbono es el conjunto de emisiones GEI causadas por una organización, evento, producto o persona. La huella de carbono permite cuantificar el impacto de una actividad sobre el cambio climático y se constituye en una herramienta útil para conocer las acciones que más están contribuyendo a aumentar las emisiones de GEI y, a partir de esto, proponer acciones para reducirlas.
Ana Osorio, ingeniera agrónoma de Syngenta, informó que la empresa viene trabajando bajo un modelo denominado agricultura regenerativa que tiene dos prioridades: primero, fomentar y recuperar la salud del suelo, y trabajar para recuperar la biodiversidad.
“Bajo esos dos pilares, tratamos de impulsar que los agricultores trabajen bajo estas prácticas implementando ciertos principios que deben tener como cobertura permanente del suelo, mínima remoción del suelo y el uso eficiente de los productos ya sean químicos o biológicos”, explicó.
Señaló que ya trabajan con ciertos productores bajo dos programas. Uno de ellos es CarboNET, que mide la huella de carbono en zonas de la Región Oriental.
“Trabajamos con 15 productores que nos han facilitado datos que nos permiten tener una línea base de lo que es la huella de carbono. En base a ello, vamos a poder establecer estrategias que ayuden a capturar carbono en el suelo y así mitigar emisiones de gases de efecto invernadero y, por otro lado, paisajes multifuncionales, que es un programa que promueve la biodiversidad”, expresó.
Emisiones GEI de la producción agrícola
Según el panel intergubernamental de expertos en cambio climático (IPCC), los gases de efecto invernadero que son mayor motivo de preocupación en la producción agrícola son el dióxido de carbono (CO2), el óxido de nitrógeno (N2O) y el metano (CH4).
Los flujos de CO2 entre la atmósfera y los ecosistemas se controlan fundamentalmente por captación, mediante fotosíntesis de las plantas; y por liberación, a través de la respiración, la descomposición y la combustión de materia orgánica.
Para disminuir el impacto de los GEI, desde Syngenta promueven una agricultura regenerativa por medio de las buenas prácticas agrícolas, como la siembra directa, los cultivos de cobertura y la rotación de cultivos.
Paisajes multifuncionales
Otra de las estrategias de Syngenta para frenar el cambio climático tiene que ver con el programa de paisajes multifuncionales, que tiene el objetivo de crear refugios de biodiversidad en los establecimientos agropecuarios. Estos espacios permiten lograr ambientes propicios para preservar y fomentar las poblaciones de polinizadores, insectos benéficos, aves y pequeños mamíferos.
Así, los productores se transforman en custodios del paisaje impulsando una producción más sustentable. Además, entre los beneficios de este programa, destacan la regulación de las plagas y la prevención del surgimiento de malezas resistentes.
También contribuye a la reducción de la erosión del suelo y ayuda a proteger valiosos recursos hídricos, mejora el rendimiento y la calidad de los cultivos dependientes de polinizadores, y reduce costos asociados a servicios de polinización.
Osorio explicó que el programa de paisajes multifuncionales consiste en un espacio mínimo de 50 metros de largo por 3 metros de ancho donde se maneja vegetación nativa, espontánea y también abonos verdes, con el objetivo de mejorar la biodiversidad en los cultivos.
“Creamos espacios, hábitats propicios para ciertos insectos benéficos, muchas veces tenemos aves y mamíferos que no solemos ver en un paisaje rural y, al mismo tiempo, eso también resulta beneficioso para el cultivo agrícola”, afirmó.
Indicó que el programa ya se implementa desde el año pasado en Paraguay, con productores en Alto Paraná, Canindeyú y también en Caaguazú; mientras que CarbonNeT trabaja con productores de la mismas zonas y, adicionalmente, también Itapúa.
“Realmente nos sorprendió la recepción del programa porque es un tema que el productor no lo tiene presente, pero cuando empezamos a hablar ellos supieron que lo que están haciendo es bueno. Tuvimos resultados muy positivos, están capturando más carbono de lo que emiten”, puntualizó.