festivalrec.com.ar
instagram.com/festivalrec.lp
LA UNIVERSIDAD PÚBLICA PROYECTA (Y MÁS)
Para quienes conocen REC, y más aún para quienes se toman el trabajo de participar, sabrán que cada edición es especial para nosotrxs. Obviamente, esta no es la excepción, pero tiene un sabor especial porque pudimos hacer todo como nos gusta: esta es la primera edición donde estrenamos Archivo, un material de registro para seguir incentivando el espíritu de REC, un espacio donde se forja algo más que cortos, un lugar de intercambio y aprendizaje, donde se tejen redes, se comparten conocimientos, y se cultivan oportunidades; el mismo espíritu de la universidad pública.
Archivo nace con el propósito de capturar y mostrar lo que ocurre tras bambalinas, ese lugar donde las ideas se transforman en realidad y el esfuerzo colectivo da vida a historias que, de otro modo, podrían no haber sido contadas. En este número, vamos a explorar los procesos creativos y los desafíos enfrentados por lxs realizadorxs que participaron en el festival. Desde los primeros bocetos de guión hasta los ajustes finales en la sala de edición.
Queremos reforzar el espíritu colectivo que está atrás y en cada plano, cada diálogo y cada decisión creativa. Vean, interpreten, encuentren y resignifiquen. Este es nuestro regalo para ustedes, lxs soñadorxs de siempre.
POR GABRIELA MANÓN
UN VIAJE EN EL DUELO
Arde adentro es un cortometraje dedicado a quienes sufren la ira y la violencia, quienes lidian con sus demonios internos y del pasado, a quienes les duele el estómago de transitar sus traumas y duelos.
La directora Milena Sanzana, estudiante de la Facultad de Artes de la Universidad Nacional de la Plata, presenta en su cortometraje una profunda reflexión sobre el duelo a través de la historia de Cali, una mujer que explora el dolor tras la pérdida de un ser querido. El cortometraje se caracteriza por su enfoque experimental, donde convergen tres líneas temporales que se entrelazan, creando un diálogo entre imágenes fragmentadas y un lenguaje poético que prevalece sobre la narrativa tradicional.
En cuanto al proceso creativo, Sanzana relata que la idea surgió a partir de un ejercicio de estimulación creativa realizado durante la pandemia: “Hicimos una meditación guiada donde se nos pidió escribir una serie de palabras clave. A partir de esas palabras, junto con algunas notas previas, escribí la primera versión del guión”. Este primer borrador fue seleccionado para participar en el Laboratorio de REC, donde la directora no solo recibió asesorías en guión, producción y dirección, sino que también obtuvo el primer premio, el cual le permitió completar la financiación de su proyecto.
DE LA IDEA A LA PREPRODUCCIÓN
El proceso de creación de “Cali” se inició con un intenso trabajo de preproducción. Tras finalizar el guión, Milena y su equipo se enfocaron en construir la visión estética del cortometraje. Esto implicó la elección de locaciones, diseño de producción y casting. Cada uno de estos elementos fue esencial para transmitir la atmósfera emocional de la historia.
Las locaciones fueron cuidadosamente elegidas para reflejar los distintos estados emocionales de Cali. Se optó por espacios que evocan soledad y nostalgia, como habitaciones desordenadas y parques vacíos. Estos ambientes no solo sirven como telón de fondo, sino que también actúan como personajes en sí mismos, acentuando el viaje interior de la protagonista.
El proceso de casting fue otro componente crucial. Milena audicionó a varias actrices antes de elegir a la talentosa protagonista que daría vida a Cali. Durante los ensayos, la directora se centró en establecer un vínculo emocional entre la actriz y el personaje. La colaboración fue fundamental para desarrollar la intensidad emocional que caracteriza el cortometraje. Milena enfatizó la importancia de la improvisación durante los ensayos, permitiendo que la actriz explorara diferentes matices de su personaje.
La Filmación: Un Proceso Intenso y Emocional
La filmación de “Cali” tuvo lugar en varias jornadas intensivas, en las que el equipo trabajó arduamente para capturar cada escena con la sensibilidad y el enfoque necesarios. A lo largo del rodaje, Milena se aseguró de que todos los miembros del equipo se sintieran involucrados en el proceso creativo, fomentando un ambiente colaborativo que facilitó la exploración de nuevas ideas.
DIRECCIÓN Y TRABAJO EN EQUIPO
Milena, como directora, desempeñó un papel fundamental en el rodaje, dirigiendo no solo a la actriz principal, sino también al equipo técnico. La comunicación fue clave; se realizaron reuniones diarias para discutir el enfoque de cada escena y resolver cualquier inconveniente que surgiera. La colaboración entre el director de fotografía y Milena fue particularmente destacada. Juntos, idearon un estilo visual que alternaba entre planos cerrados y tomas más amplias, reflejando la complejidad emocional de la protagonista.
El rodaje no estuvo exento de desafíos. Uno de los principales obstáculos fue la gestión del tiempo, dado que el equipo contaba con un presupuesto limitado y un cronograma ajustado. Sin embargo, cada dificultad fue abordada con creatividad y resolución. En una ocasión, una locación programada no estuvo disponible, lo que llevó al equipo a improvisar y buscar alternativas que resultaron ser igualmente efectivas. Una vez finalizado el rodaje, el equipo entró en la fase de postproducción. Esta etapa fue crucial para dar forma a la narrativa final de “Cali”. La editora y Milena trabajaron en estrecha colaboración para seleccionar las tomas más impactantes, asegurándose de que la edición reflejara la experiencia emocional del personaje principal.
El viaje de “Cali” desde la concepción hasta su estreno fue una experiencia transformadora para Milena Sanzana y su equipo. A través de la creación de este cortometraje, se logró explorar temas universales como el duelo y la pérdida, utilizando una narrativa experimental que desafía las convenciones del cine tradicional. La historia de Cali no solo es un reflejo del dolor individual, sino también un testimonio del poder del arte para comunicar y sanar.
SOUNDTRACK
La música y el sonido fueron importantes para crear la atmósfera del cortometraje. De esto se encargó Ignacio Dalto, un músico independiente platense, que lo realizó con instrumentos de cuerda y sonidos digitales varios.
Si te quedaste con ganas de seguir escuchándolo, escaneá :)
6 ROJO CARMESÍ
POR JUAN ROLDÁN
MEMORIAS PROYECTADAS
En el día de su cumpleaños, Juana recibe un libro de poesía. En el mismo encuentra un poema de amor dedicado a su abuela. A partir de esto, indaga en el pasado de su familia, trayendo cuestionamientos y traumas. Una foto extraña del casamiento de su abuela, su madre evadiendo preguntas y una verdad que no quiere ser revelada, repercuten en el presente de Juana.
El cortometraje Rojo Carmesí no es solo una obra cinematográfica, sino un viaje emocional que explora las profundidades de la memoria familiar y las conexiones intergeneracionales. Su filmación fue un proceso lleno de desafíos y descubrimientos, tanto para el equipo técnico como para el elenco, enmarcado en un festival que celebra el cine universitario y la producción independiente.
DE LA IDEA A LA
PREPRODUCCIÓN
El proyecto Rojo Carmesí surgió de la mente de su directora, Anabela Becker, graduada de la UNLP. Inspirada por las historias de su propia familia, Valentina buscaba crear una narrativa que explorara las inseguridades y traumas heredados a través de generaciones.
Desde el inicio, el equipo creativo estuvo compuesto por estudiantes y egresados de distintas disciplinas, lo que permitió una integración de talentos que enriqueció el proyecto. El guión fue resultado de largas jornadas de escritura en equipo, donde las experiencias personales se entrelazaron con la ficción para dar vida a una historia que resonara con el público. La preproducción de Rojo Carmesí fue un período de planificación meticulosa, en el cual cada detalle fue cuidadosamente considerado para transmitir la atmósfera deseada. El diseño de producción se centró en recrear un entorno que evocara la nostalgia y el misterio, elementos claves para la narrativa.
Un reto fue encontrar las locaciones adecuadas: demandó escenrios que representaran el pasado y el presente. Después de varias visitas a posibles locaciones, se decidió filmar en una casa antigua.
8 ROJO CARMESÍ
ENTRE TODOS APRENDEMOS
El casting fue otro aspecto crucial. La elección de las actrices que interpretarían a Juana y a su abuela fue un proceso delicado, pues la química entre ambas debía ser palpable para que la historia funcionara. Finalmente, se optó por un casting abierto en la universidad, donde se seleccionaron a dos actrices con un fuerte vínculo personal con las historias que querían contar.
El rodaje de Rojo Carmesí se llevó a cabo durante dos semanas intensas, en las que el equipo trabajó largas horas para capturar la esencia de la historia. La dirección de Valentina se destacó por su enfoque en la emotividad de las escenas, buscando siempre que los actores conectaran profundamente con sus personajes.
El uso de la luz fue otro aspecto clave en la creación de la atmósfera de Rojo Carmesí. La directora de fotografía, Clara Fernández, optó por una paleta cromática que jugara con tonos cálidos y sombras profundas, representando las dualidades que atraviesan a Juana. La elección de una iluminación naturalista para las escenas del presente y un uso más estilizado en las escenas de flashback ayudaron a diferenciar temporalmente las distintas capas de la narrativa.
Detrás de las cámaras, Rojo Carmesí fue una experiencia de colaboración y aprendizaje. Como parte de REC, el cortometraje fue un espacio donde estudiantes y recién graduados pudieron experimentar en roles que quizás no habían explorado antes. El equipo técnico, mayormente compuesto por estudiantes de cine, tuvo la oportunidad de aplicar sus conocimientos en un proyecto real, enfrentando desafíos que solo se presentan en el set.
POSTPRODUCCIÓN Y PROYECCIÓN
La postproducción de Rojo Carmesí fue un proceso de varias semanas, donde la edición, el diseño de sonido y la corrección de color se combinaron para pulir la obra. Valentina trabajó de cerca con el editor, seleccionando cuidadosamente las tomas que mejor transmitieran la emotividad de la historia. El diseño sonoro, por su parte, jugó un rol esencial en la creación de una atmósfera envolvente, utilizando sonidos ambientales que reforzaban la sensación de vigilancia constante que atraviesa a las protagonistas.
El estreno de Rojo Carmesí en el REC fue un éxito rotundo. La audiencia recibió con entusiasmo la obra, destacando la profundidad de la historia y la calidad técnica del cortometraje. La proyección fue seguida de una charla con el equipo, donde se compartieron anécdotas del rodaje y se reflexionó sobre los temas que aborda la película.
Rojo Carmesí es un testimonio del poder del cine universitario para explorar historias profundas y relevantes. A través de su proceso de producción, el cortometraje no solo logró contar una historia conmovedora, sino también fortalecer los lazos
10 BASE 34
POR INÉS SUAREZ
UN DESAFÍO DISTÓPICO
En un mundo distópico, producto de un cambio climático, una científica amateur, vive sola en un búnker. No tiene contacto con nadie, pero escucha información necesaria de una radio. Experimentando, trata de buscar la cura a las plantas infectadas, mientras repara un dispositivo que la ayudará a comunicarse y saber qué es lo que sucede en el exterior.
En un futuro distópico, el aislamiento y la supervivencia son los ejes de una historia cautivadora que se desarrolla en un pequeño búnker subterráneo. Pero más allá de la pantalla, la creación de esta historia fue un reto técnico y artístico que involucró a un equipo dedicado a traer a la vida este universo claustrofóbico y desolado.
El cortometraje nació de la visión de la directora Anabela Becker, como proyecto de su tesis. Se inspiró en la actual crisis climática y en su amor por la ciencia ficción para construir un relato que mezcla el terror psicoló-
gico con una profunda reflexión sobre la naturaleza humana. La idea de una científica aislada, luchando contra el tiempo y los elementos en un futuro desolado, surgió de su preocupación por el deterioro ambiental y la posible pérdida de recursos esenciales, como el agua y la comida. El equipo se sumergió en teorías científicas sobre la supervivencia en entornos extremos, y exploraron cómo las plantas podrían ser una clave para la subsistencia en un mundo devastado.
Uno de los mayores desafíos en la producción fue la construcción del búnker, el único escenario del cortometraje. Se lideró un
equipo que trabajó incansablemente para crear un espacio creíble, a la vez opresivo y funcional. Se construyó un set en un estudio, replicando las condiciones de un verdadero búnker subterráneo. Se utilizó materiales reutilizados y elementos tecnológicos obsoletos para dar vida a este espacio claustrofóbico.
La iluminación jugó un papel crucial en la creación de la atmósfera. El director de fotografía, optó por un esquema de iluminación tenue y fría, utilizando fuentes de luz limitadas que simulan la escasez de recursos energéticos. Esto no solo contribuyó a la sensación de encierro, sino que también realzó los momentos de tensión y desesperación de la protagonista.
Filmar en un set tan reducido presentó sus propios retos. El equipo tuvo que adaptarse a las limitaciones de espacio, trabajando en estrecha colaboración para asegurarse de que cada toma aprovechara al máximo el entorno. Esto requirió un alto nivel de coordinación. La actriz principal, tuvo que llevar gran parte del peso emocional del cortometraje sobre sus hombros, ya que prácticamente está sola en escena durante toda la película. Para prepararse para el papel, pasó semanas investigando sobre la psicología del aislamiento y practicando técnicas de introspección para poder transmitir el estado mental de su personaje, una mujer que se enfrenta no solo a la soledad, sino también a la responsabilidad de intentar salvar el futuro de la humanidad con sus experimentos.
El rodaje se llevó a cabo en un período de dos semanas intensas. Jornadas largas, pero el ambiente en el set se mantuvo positivo gracias a la pasión compartida por el proyecto. A pesar de los desafíos técnicos y emocionales, el equipo encontró momentos para el humor y el compañerismo, recordando que, aunque la historia que contaban era oscura, el proceso de creación también debía ser un espacio de disfrute y aprendizaje.
